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Estableciendo el reino Apóstol Sergio Enríquez O. Cuarto servicio Guatemala, 31 de mayo del Año de la Misericordia Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo. www.ebenezer.org.gt 1 El hablar acerca de los tiempos que estamos viviendo implica muchas cosas, y entre ellas está el conocer cuáles son las cosas que deben darse en el tiempo final en el que nos encontramos. No entender este tiempo conlleva el que podamos estar realizando cosas que no nos corresponde hacer a nosotros, o sencillamente dejar de hacer cosas que sí nos era necesario hacerlas. También se puede caer en el error de pensar que el tiempo de ver milagros y prodigios cumplirse, se ha terminado, y olvidar así que nuestro Señor Jesucristo es el mismo de ayer, hoy y siempre; por tanto Él continua obrando de manera extraordinaria en cada uno de nosotros. A este respecto, podemos mencionar el hecho de que hoy día se han levantado hombres y mujeres que, siendo seducidos por el espíritu de error y engaño, niegan la autenticidad del ministerio apostólico aludiendo que Pablo fue el último apóstol. Mas al escudriñar las Escrituras, claramente vemos que luego del Apóstol Pablo, fueron levantados otros Apóstoles del Espíritu, como lo son: Timoteo, Silvano, Tito, Judas (hermano de Jesús), etc. El no tener un claro entendimiento de los tiempos los ha conducido a malinterpretar los mismos y hacer o decir cosas que son contrarias a lo que la Biblia establece. De igual manera ha sucedido con los dones del Espíritu, pues a causa de no conocer y comprender los diferentes tiempos marcados en las Escrituras, han pretendido anular el mover del Espíritu Santo y Sus dones dentro de las congregaciones. Notemos que no se trata de que estén negando el que existan los dones del Espíritu o el que hayan apóstoles, sino que apuntalan que los mismos pertenecen a otro tiempo y no así al que estamos viviendo actualmente, lo cual es completamente errado. Por otra parte, otro grupo de cristianos piensan que absolutamente todo lo que la Biblia señala es para este tiempo actual, por lo que en su error intentan establecer en nuestro presente, cosas que están marcadas para suceder en un tiempo venidero. Ahora bien, la Biblia revela cuáles eventos son los que ya se dieron, así como los que deben darse en este tiempo y cuáles son aquellos que están próximos a suceder en la línea del tiempo, pero es solo a través del Espíritu Santo que podremos comprenderlos y ser ubicados en el que nos corresponde a nosotros. Debemos estar consientes de que en la medida en que nosotros logremos comprender el tiempo que nos ha tocado vivir, y cuáles cosas son las que deben darse dentro del mismo, podremos tener una clara visión de lo que nos corresponde hacer a nosotros. Una de las estrategias que el enemigo de nuestra alma intenta llevar a cabo, es cambiar las leyes y los tiempos, esto con el fin de que seamos desviados del plan divino del Señor e incurramos en ejecutar cosas que no fueron dadas para nosotros ni para este tiempo. Un claro ejemplo de esto lo vemos cumplido en aquellas personas que pregonan que el reino debe ser establecido ya y piensan que ellos son los que lo deben asentar. Y ciertamente el reino va a ser establecido, pero no es en este tiempo que sucederá, sino al final del último periodo de la semana 70 de Daniel; es decir, durante los 3 ½ años de la gran tribulación. Esto se nos es mostrado en la Biblia cuando Jesús es llevado ante Pilato y él le pregunta al Señor si era el rey de los judíos; mas Jesús respondiendo dijo: “Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, entonces mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; mas ahora mi reino no es de aquí” (Jn 18:33-36). También lo vemos al momento en que estando Jesús con Sus discípulos, ellos le preguntan si le restaurará el reino a Israel en ese tiempo y el Señor les responde que no le correspondía a ellos conocer los tiempos ni las épocas, pero una vez viniera sobre ellos el Espíritu Santo, recibirían poder y le serían por testigos en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra (Hch 1:6-8). Esto quiere decir que el reino del Señor no iba a ser establecido en aquel tiempo, sino en otro tiempo que estaba por venir. Tampoco les correspondía a los discípulos el saber esas cosas porque no era su tiempo. A ellos lo que les correspondía conocer en aquel entonces era el poder de Dios. La palabra “tiempos” en el original griego se dice “chronos – G5550” y la palabra “épocas” se dice “kairos – G2540”. Ambas palabras son halladas juntas, dentro de un mismo versículo, únicamente dos veces en toda la Biblia (Hch 1:7 y 1Ts 5:1). Interesantemente, en uno de los versículos el Señor les dice a Sus discípulos que no era el tiempo de ellos para conocer acerca de las cosas por las cuales inquirían, sin embargo, en la primera epístola a los tesalonicenses, Pablo les está diciendo que a ellos sí les correspondía conocer acerca de los tiempos y las épocas. Ahora bien, a nosotros también nos corresponde conocer sobre estas cosas porque vivimos en ese tiempo, es decir, en el periodo de la gracia. Habiendo explicado la importancia de conocer los tiempos y las cosas que deben suceder en cada uno de esos periodos, lo que nos corresponde ahora es comprender cuándo es que realmente será establecido el reino. A este respecto, la Biblia nos muestra en Ap 11:15 NBC que una vez sea tocada la séptima trompeta, será anunciado a su vez el establecimiento del reinado del Señor sobre el mundo. Esta trompeta será tocada una vez haya pasado la pre- tribulación (duración de 150 días) y la tribulación (duración de 3 ½ años); es decir, cuando dé comienzo la gran tribulación (duración de 3 ½ años), e inicie el tercer “ay”, según vemos en Ap 11:14 LBLA. Ya hemos estudiado en previas ocasiones que el primer “ay” está ligado a la quinta trompeta, el segundo “ay” a la sexta trompeta y por último, el tercer “ay” está unido a la séptima trompeta, tal como se revela en Ap 8:13 LBA. Partiendo de estas bases bíblicas podemos concluir que todos aquellos que hoy día se encuentran anunciando que el reino debe ser establecido por la Iglesia en este momento, están siendo influenciados por el espíritu de error y el espíritu del anticristo; pues claramente vemos que el reino no va a ser establecido en este tiempo, sino hasta el momento en que dará

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  • Estableciendo el reino

    Apstol Sergio Enrquez O. Cuarto servicio Guatemala, 31 de mayo del Ao de la Misericordia

    Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo.

    www.ebenezer.org.gt

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    El hablar acerca de los tiempos que estamos viviendo implica muchas cosas, y entre ellas est el conocer cules son las cosas que deben darse en el tiempo final en el que nos encontramos. No entender este tiempo conlleva el que podamos estar realizando cosas que no nos corresponde hacer a nosotros, o sencillamente dejar de hacer cosas que s nos era necesario hacerlas. Tambin se puede caer en el error de pensar que el tiempo de ver milagros y prodigios cumplirse, se ha terminado, y olvidar as que nuestro Seor Jesucristo es el mismo de ayer, hoy y siempre; por tanto l continua obrando de manera extraordinaria en cada uno de nosotros. A este respecto, podemos mencionar el hecho de que hoy da se han levantado hombres y mujeres que, siendo seducidos por el espritu de error y engao, niegan la autenticidad del ministerio apostlico aludiendo que Pablo fue el ltimo apstol. Mas al escudriar las Escrituras, claramente vemos que luego del Apstol Pablo, fueron levantados otros Apstoles del Espritu, como lo son: Timoteo, Silvano, Tito, Judas (hermano de Jess), etc. El no tener un claro entendimiento de los tiempos los ha conducido a malinterpretar los mismos y hacer o decir cosas que son contrarias a lo que la Biblia establece. De igual manera ha sucedido con los dones del Espritu, pues a causa de no conocer y comprender los diferentes tiempos marcados en las Escrituras, han pretendido anular el mover del Espritu Santo y Sus dones dentro de las congregaciones. Notemos que no se trata de que estn negando el que existan los dones del Espritu o el que hayan apstoles, sino que apuntalan que los mismos pertenecen a otro tiempo y no as al que estamos viviendo actualmente, lo cual es completamente errado. Por otra parte, otro grupo de cristianos piensan que absolutamente todo lo que la Biblia seala es para este tiempo actual, por lo que en su error intentan establecer en nuestro presente, cosas que estn marcadas para suceder en un tiempo venidero. Ahora bien, la Biblia revela cules eventos son los que ya se dieron, as como los que deben darse en este tiempo y cules son aquellos que estn prximos a suceder en la lnea del tiempo, pero es solo a travs del Espritu Santo que podremos comprenderlos y ser ubicados en el que nos corresponde a nosotros. Debemos estar consientes de que en la medida en que nosotros logremos comprender el tiempo que nos ha tocado vivir, y cules cosas son las que deben darse dentro del mismo, podremos tener una clara visin de lo que nos corresponde hacer a nosotros. Una de las estrategias que el enemigo de nuestra alma intenta llevar a cabo, es cambiar las leyes y los tiempos, esto con el fin de que seamos desviados del plan divino del Seor e incurramos en ejecutar cosas que no fueron dadas para nosotros ni para este tiempo. Un claro ejemplo de esto lo vemos cumplido en aquellas personas que pregonan que el reino debe ser establecido ya y piensan que ellos son los que lo deben asentar. Y ciertamente el reino va a ser establecido, pero no es en este tiempo que suceder,

    sino al final del ltimo periodo de la semana 70 de Daniel; es decir, durante los 3 aos de la gran tribulacin. Esto se nos es mostrado en la Biblia cuando Jess es llevado ante Pilato y l le pregunta al Seor si era el rey de los judos; mas Jess respondiendo dijo: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, entonces mis servidores pelearan para que yo no fuera entregado a los judos; mas ahora mi reino no es de aqu (Jn 18:33-36). Tambin lo vemos al momento en que estando Jess con Sus discpulos, ellos le preguntan si le restaurar el reino a Israel en ese tiempo y el Seor les responde que no le corresponda a ellos conocer los tiempos ni las pocas, pero una vez viniera sobre ellos el Espritu Santo, recibiran poder y le seran por testigos en Jerusaln, Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra (Hch 1:6-8). Esto quiere decir que el reino del Seor no iba a ser establecido en aquel tiempo, sino en otro tiempo que estaba por venir. Tampoco les corresponda a los discpulos el saber esas cosas porque no era su tiempo. A ellos lo que les corresponda conocer en aquel entonces era el poder de Dios. La palabra tiempos en el original griego se dice chronos G5550 y la palabra pocas se dice kairos G2540. Ambas palabras son halladas juntas, dentro de un mismo versculo, nicamente dos veces en toda la Biblia (Hch 1:7 y 1Ts 5:1). Interesantemente, en uno de los versculos el Seor les dice a Sus discpulos que no era el tiempo de ellos para conocer acerca de las cosas por las cuales inquiran, sin embargo, en la primera epstola a los tesalonicenses, Pablo les est diciendo que a ellos s les corresponda conocer acerca de los tiempos y las pocas. Ahora bien, a nosotros tambin nos corresponde conocer sobre estas cosas porque vivimos en ese tiempo, es decir, en el periodo de la gracia. Habiendo explicado la importancia de conocer los tiempos y las cosas que deben suceder en cada uno de esos periodos, lo que nos corresponde ahora es comprender cundo es que realmente ser establecido el reino. A este respecto, la Biblia nos muestra en Ap 11:15 NBC que una vez sea tocada la sptima trompeta, ser anunciado a su vez el establecimiento del reinado del Seor sobre el mundo. Esta trompeta ser tocada una vez haya pasado la pre-tribulacin (duracin de 150 das) y la tribulacin (duracin de 3 aos); es decir, cuando d comienzo la gran tribulacin (duracin de 3 aos), e inicie el tercer ay, segn vemos en Ap 11:14 LBLA. Ya hemos estudiado en previas ocasiones que el primer ay est ligado a la quinta trompeta, el segundo ay a la sexta trompeta y por ltimo, el tercer ay est unido a la sptima trompeta, tal como se revela en Ap 8:13 LBA. Partiendo de estas bases bblicas podemos concluir que todos aquellos que hoy da se encuentran anunciando que el reino debe ser establecido por la Iglesia en este momento, estn siendo influenciados por el espritu de error y el espritu del anticristo; pues claramente vemos que el reino no va a ser establecido en este tiempo, sino hasta el momento en que dar

  • Estableciendo el reino

    Apstol Sergio Enrquez O. Cuarto servicio Guatemala, 31 de mayo del Ao de la Misericordia

    Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo.

    www.ebenezer.org.gt

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    comienzo la tercera faceta de la semana 70 de Daniel. Sin embargo, la Iglesia debe crear conciencia de que antes de que sea instalado el reino fsicamente, primeramente debe asentarse en nuestros corazones espiritualmente hablando- y esto es algo que s es para este tiempo presente que vivimos, pero bajo ningn motivo podemos confundir estos dos conceptos. En 1Pe 5:10 LBA vemos que el Dios de toda gracia, quien nos ha llamado a Su gloria eterna en Cristo, es quien nos va a perfeccionar, afirmar, fortalecer y nos establecer. Esto equivale al establecimiento del reino en nuestros corazones, lo cual es algo que debe suceder en este tiempo que nos encontramos viviendo. Esto se lleva a cabo mediante el sufrimiento que Dios permite que atravesemos, por tanto, si estamos pasando por adversidades o aflicciones, debemos tener claro que es mediante ese proceso que seremos perfeccionados y ataviados para las bodas del Cordero.

    PREGUNTAS Y RESPUESTAS El momento en que se establece el reino es en la segunda parte del periodo tribulacionario? S. Es en la gran tribulacin. Recordemos que hay dos lneas paralelas en el tiempo, una es la de las fiestas de la boda del Cordero, y la otra es la de los 7 aos tribulacionarios. Ahora bien, vemos en las Escrituras que al momento de ser tocada la sptima trompeta, ya en el tercer ay, se establece el reinado; es decir, al momento de la ira de Dios sobre los hijos del diablo. Es en ese momento que el Seor, con vara de hierro, establecer el reino. Al momento de darse la orden del establecimiento de Su reinado, l desciende y lucha contra sus enemigos, vencindolos. A este respecto, la Biblia dice que la sangre de los enemigos llegar hasta la boca y los frenos de los estribos de los caballos. Cunto tiempo es de pre-tribulacin? Son 150 das de pre-tribulacin. Tres aos y medio de tribulacin (3 ), y otros tres aos y medio de gran tribulacin (3 ). Cundo se habla acerca del reino milenario de Cristo, es distinto a este reinado del que hablamos? Es el mismo. Lo que sucede es que cuando se da la orden de establecer el reinado, ya al momento de la gran tribulacin, se da una gran batalla, que es la que vemos descrita en el tercer ay. Una vez finalice esta batalla, entonces se da por completo la manifestacin del reino del Seor, el cual ser de mil aos. Ahora, tengamos claro que dentro del tiempo del establecimiento del reino, todava hay gracia porque an hay salvos; sin embargo, en el periodo del milenio ya no ser as, por tanto aquel que cometa pecado, morir. Por esta razn, dice la Biblia en Is 65:19-20 LBA, que nunca ms se considerar anciano a alguien que tenga cien aos; solamente los malditos morirn tan jvenes.

    Siendo el libro de Daniel el espejo del libro de Apocalipsis, Hay manera de reconciliar el momento del establecimiento del reino visto desde el libro de Daniel? S. Esto lo vemos en Daniel 9:24-27 LBA. Otra sombra la encontramos en Daniel 7:17-18. Notemos entonces que el reino ser establecido al final de este periodo tribulacionario. Ahora, en estos momentos, lo que corresponde es establecer el reino en nuestros corazones. Las trompetas y los ayes estn ligados con los sellos? Tanto las trompetas como los ayes estn ligados con el ltimo sello. Es decir, el primer sello habilita al segundo y as sucesivamente hasta llegar al sptimo, el cual queda vigente para las manifestaciones de las trompetas, los ayes y copas. Entendamos que estas manifestaciones no se terminan, sino que lo que sucede es que los siete sellos se abren pero no se cumplen totalmente. Ellos se mantienen en vigencia mientras van manifestndose tambin las trompetas, ayes y copas; todo esto hasta el momento de la culminacin del periodo tribulacionario, lo que implica que llegar un tiempo en el cual todos estarn en funcin simultneamente, y ser un tiempo temible para los moradores de la Tierra. En lo que he ledo, se habla de 1,260 das, pero en otros momentos se habla de 1,290 das Esos 30 das de diferencia qu significan? Si en la sptima trompeta se establece el trono Jesucristo se viene a sentar en el trono de David y luego del milenio entonces se sienta en el trono personal de l? Entendamos, se establece el reino en Ap 11:15 cuando se da la orden, luego salen a cumplirla y para ello se da una batalla en la que los enemigos del Seor son derrotados. Una vez finalice esta batalla, el reino es manifestado. Es decir, el decreto del establecimiento del reino es dado, pero para hacerlo cumplir, primero hay que desalojar y derrotar a los enemigos del Seor para que Cristo comience Su reinado. Aqu vemos entonces el trono de David, el trono del Seor y finalmente el trono de Dios Padre, esto para que se cumpla lo que el Seor prometi. Por otra parte, los 30 das de diferencia encontrados entre los 1,260 y los 1,290 das; vienen a ser una marca al final de la gran tribulacin, o sea, un parntesis igual al visto suceder en los 150 das antes de la tribulacin, tal como se lee en Dn 12:10-13 LBA. Notemos tambin que existe otro parntesis de 45 das que sumado a los otros 30 das, dan un total de 75. Dentro de los tres tiempos mencionados: pre-tribulacin, tribulacin y gran tribulacin, La Iglesia estar presente para el momento de la pre-tribulacin? No. La Iglesia ser arrebatada a la altura de lo profetizado en Ap 8:13. Lo nico que ver la Iglesia ser el oscurecimiento de la tercera parte de las estrellas, el sol y la luna. Esto va a suceder a la altura de la cuarta trompeta.

    Redactado por: Hna. Natalie Marie Figueroa