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2014eko irailaren 09a
Gaur egungo informazioa
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Actualidad informativa
09 de septiembre de 2014
SOCIEDAD
09 de septiembre de 2014
Menos de dos minutos para mejorar tu
salud
PREVENCIÓN
Un estudio demuestra los beneficios de interrumpir el sedentarismo
cada media hora para hacer 100 segundos de actividad física
Romper con las conductas sedentarias prolongadas mediante algo menos de dos minutos
de actividad física cada media hora tiene un efecto positivo en la glucemia e insulinemia
postprandial en adultos sanos, según demuestra un estudio publicado recientemente en
la revista científica ‘American Journal of Clinical Nutrition’.
Esta investigación adquiere mayor relevancia si cabe a tenor de los datos actuales, que
muestran cómo desde la década de 1950 ha aumentado sustancialmente el tiempo que
dedicamos a actividades sedentarias como ver la televisión y trasladarse en medios de
transporte pasivos. Más aún cuando se sabe que el tiempo empleado en actividades
sedentarias representa un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2
y obesidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la inactividad física está
considerada como el cuarto factor de riesgo de mortalidad.
Quienes acumulan tiempo sedentario en periodos más largos presentan un peor perfil de
factor de riesgo cardiovascular y metabólico que aquellos cuyo total de tiempo
sedentario es el mismo pero lo interrumpen
El principal objetivo del estudio fue comparar los efectos sobre la glucemia, insulinemia
y lipidemia postprandiales de tres comportamientos diferentes: un comportamiento
sedentario prolongado de 9 horas; la realización de actividad física durante treinta
minutos seguido de un comportamiento sedentario; y en tercer lugar, pausas regulares
de actividad física de 1 minuto y 40 segundos de duración cada media hora de
comportamiento sedentario.
Las conclusiones del estudio muestran que interrumpir las conductas sedentarias
prolongadas mediante algo menos de dos minutos de actividad física cada media hora
tiene un efecto positivo en la salud, y en concreto sobre la glucemia e insulinemia
postprandial en adultos sanos.
El motivo es que las personas que acumulan tiempo sedentario mediante periodos más
largos e ininterrumpidos presentan un peor perfil de factor de riesgo cardiovascular y
metabólico que aquellos cuyo total de tiempo sedentario es el mismo pero lo
interrumpen regularmente con periodos de actividad física ligera.
De este modo, el estudio anima a la comunidad médica a prescribir la interrupción con
regularidad de los periodos sedentarios mediante breves periodos de actividad física, y
propone que las recomendaciones de salud pública consideren sugerir romper los
periodos de estar sentados cada 30 minutos como modelo complementario a una
práctica de actividad física regular.
Cada edad tiene su tiempo
Dada la importancia de la actividad física en la salud pública, la Organización Mundial
de la Salud (OMS) ha elaborado y difundido una serie de recomendaciones en relación
con la promoción de la actividad física y la prevención de las ENT adaptadas por edades
y según frecuencias, duración, intensidad, tipo y cantidad total de actividad física.
Así, en niños y jóvenes de entre 5 a 17 años, la OMS advierte que éstos deberían
realizar al menos 60 minutos de actividad física de moderada a vigorosa a diario, a
través de juegos, partidos, desplazamientos, deporte, ejercicio planificado y educación
física a desarrollar en un contexto fundamentalmente familiar y escolar.
La mayor parte de la actividad física diaria de los niños debe ser aeróbica, incorporando
actividades físicas intensas, que contribuyan a fortalecer músculos y huesos, al menos 3
veces por semana.
Cuando no es posible cumplir con los tiempos, la OMS aconseja ser todo lo físicamente
activo que permitan las capacidades y condiciones en cada caso
Para adultos de entre 18 y 64 años, las recomendaciones de la OMS incluyen la
realización de actividad física durante el tiempo libre, desplazamientos físicos, actividad
ocupacional derivada de la labor profesional, quehaceres domésticos, juegos y partidos,
deporte etc. A estas edades, el organismo internacional recomienda realizar al menos
150 minutos de actividad física aeróbica de moderada a vigorosa a la semana o al menos
75 minutos de actividad aeróbica intensa y vigorosa a la semana.
En personas de 65 años o más, las recomendaciones para mejorar el estado muscular y
cardiorrespiratorio, los huesos, y reducir el riesgo de ENT, depresión y declive
cognitivo, la OMS recomienda la realización de 150 minutos de actividad aeróbica de
moderada a intensa a lo largo de la semana, o bien 75 minutos de actividad física
aeróbica de vigorosa a intensa.
Junto a estas recomendaciones, la entidad anima a obtener beneficios adicionales para la
salud derivados del aumento de los tiempos propuestos para cada edad. En aquellos
casos en los que las personas no puedan llegar a realizar la actividad física propuesta,
como en el caso de algunas personas mayores, la OMS aconseja ser todo lo físicamente
activo que permitan las capacidades y condiciones en cada caso.
LAVANGUARDIA.com
UGT pide una solución urgente al "riesgo de estrés térmico" en los colegios
La Federación de Trabajadores de la Enseñanza (FETE) de UGT-PV ha exigido hoy a la Conselleria de Educación una solución "urgente e inmediata ante el riesgo de estrés térmico" en los centros educativos de la Comunitat Valenciana
El sindicato califica de "intolerable" la situación térmica en la que se encuentran los centros educativos de la Comunitat, y considera que su "falta de acondicionamiento" y las altas temperaturas de junio a septiembre "impiden que puedan ser utilizados adecuadamente" como lugares de trabajo y estudio.
Para UGT-PV, no es "de recibo" que los centros educativos soporten las altas temperaturas "sin la adecuada climatización, superando todos los valores límite de referencia permitidos".
Según UGT, la Conselleria está obligada a respetar en los centros educativos de su propiedad el Real Decreto 486/1997, que establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud que deben cumplir los lugares de trabajo, y fija que la temperatura en los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre los 17 y 27 grados.
El sindicato alerta de que si la temperatura existente es inferior a 10 grados o superior a 27 existe "un riesgo de estrés térmico", y señala que una temperatura no adecuada puede afectar a la ejecución de las tareas y al rendimiento laboral.
"Unas condiciones inadecuadas de temperatura son absolutamente incompatibles con la labor de enseñanza y aprendizaje en todos los niveles educativos, o al menos con una enseñanza de calidad", señalan.
Por ello, FETE-UGT PV exige que se adopten las medidas preventivas que sean necesarias para evitar que se tenga que trabajar o estudiar en condiciones "no adecuadas o incluso peligrosas de temperatura", ajustándose en todo caso a los principios de la acción preventiva establecidos en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Para el sindicato, el que los centros educativos cuenten con un adecuado sistema de climatización que les permita desarrollar sus actividades en condiciones de seguridad, salud para el profesorado y de calidad para el alumnado es "un derecho".
Además, avisa de que cualquier temperatura "extrema" de los locales cerrados o que se sitúe fuera de los márgenes citados está "fuera de la norma y por lo tanto la situación debe ser denunciada ante los responsables del centro y la autoridad laboral, la Generalitat y la propia Inspección de Trabajo, y ser corregida".
Si las temperaturas en los centros son inferiores a 10 grados o superiores a 27 "existe un riesgo importante" para la salud, indica el sindicato, por lo que si la administración responsable no toma las medidas preventivas necesarias, el comité de empresa, la junta de personal, los delegados de personal o los de prevención "podrán acordar la paralización de la actividad laboral".
Junto a ello, expone que cada trabajador, individualmente, "tiene derecho a interrumpir su actividad y abandonar el lugar de trabajo" cuando considere que dicha actividad entraña "un riesgo grave e inminente para su vida o su salud".
"Entre cerrar el centro o aceptar trabajar a cualquier temperatura, debemos actuar en defensa del profesorado y el sistema educativo valenciano", indica FETE-UGT PV.
Sanidad estudia los factores que causan estrés en
su personal entre todas las categorías y
departamentos
El departamento de Psicología Social de la Universitat de València analizará los
resultados
La Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana estudiará por primera vez los
factores psicosociales entre todos sus trabajadores para determinar el nivel de estrés que
sufren tanto por categorías, médicos, enfermeras o celadores, como por departamentos e
incluso por servicios y plantas en un mismo hospital para poder prevenirlos y tratarlos.
Este estudio, que se realizará con la colaboración del departamento de Psicología Social
de la Universitat de València, comenzará con los profesionales del Hospital Peset y se
espera contar con los primeros resultados después de Semana Santa.
Al respecto, el profesor Pedro R. Gil-Monte, director de la Unidad de Investigación
Psicosocial de la Conducta Organizacional de la Universitat de València, ha explicado
este lunes, en la presentación del informe, que "hay un problema" de estrés porque "si
no no haría falta evaluarlo", pero que con este estudio se quiere ver cómo afecta a todo
el profesional sanitario dependiente de Conselleria.
Por su parte, el conseller de Sanidad, Manuel Llombart, ha señalado que el nivel de
accidentes laborales "se ha mantenido estable", por lo que "no podemos indicar que
exista un incremento derivado del estrés porque el número es el mismo", pero que este
estudio permitirá "conocer más a fondo este patrón".
Por ello, este estudio se iniciará con los profesionales sanitarios del Departamento de
Salud de Valencia-Doctor Peset y también se realizará en los departamentos de salud de
Xàtiva y Gandia. Posteriormente se extenderá al resto de Departamentos.
Así, tras el verano, una vez estén en sus lugares de trabajo todo el personal, se iniciará el
trabajo de campo de tras dos o tres meses de recogida de datos comenzarán el análisis
de los datos. La participación en el estudio será voluntaria y para identificar y evaluar
los riesgos se utilizará un cuestionario en el que se recogen datos de carácter
sociodemográfico, se evalúan factores y riesgos psicosociales (sobrecarga de trabajo,
conflicto y ambigüedad de rol, inequidad, conflictos interpersonales, acoso psicológico,
disponibilidad de recursos, apoyo social, autonomía).
Asimismo, se preguntará como las consecuencias de estos riesgos (síndrome de
quemarse por el trabajo, problemas de salud, insatisfacción laboral, absentismo,
tendencia al abandono de la organización y profesión). Estas variables se completan con
una escala para la evaluar la depresión. Gil-Monte ha anunciado que este estudio se
realizará también entre el personal docente y el resto de funcionariado de la Generalitat
para poder medir el estrés que sufren con "unos criterios homogéneos".
En este caso, tanto la recogida como el tratamiento de los datos serán llevados a cabo
por la Universitat de València, que contará con la colaboración de la UPRL del hospital
Doctor Peset y del Institut Valencià de Seguretat i Salut en el Treball (INVASSAT).
Llombart ha explicado que los trabajadores expuestos a factores de riesgo psicosocial
presentan mayores porcentajes de síntomas como dolor de cabeza, problemas de sueño,
cansancio, mareos y otros, que pueden llevarlos a distracciones, despistes o falta de
atención en su trabajo y ser causa de un accidente laboral.
Por ello, ha destacado que "invertir en la prevención de los riesgos psicosociales supone
una inversión en salud, en prevención de accidentes laborales, en seguridad de los
trabajadores, en bienestar y satisfacción del personal y, consecuentemente, en eficacia y
eficiencia, y en productividad de la organización", ha explicado
UPRL DEL DOCTOR PESET
La UPRL se encarga de la evaluación de los riesgos laborales de los centros y puestos
de trabajo, así como de proponer medidas preventivas y formar a los profesionales.
Precisamente, el equipo de esta Unidad será el encargado de coordinar el estudio en los
centros de salud y en el Hospital Universitario Doctor Peset.
Con un ámbito de actuación de 6.700 trabajadores de la red sanitaria pública, la unidad
cuenta con un equipo compuesto por dos médicos y dos diplomados en enfermería,
especialistas en Medicina del trabajo, tres técnicos superiores en higiene industrial,
seguridad en el trabajo, psicolociológia y ergonomía, 1 técnico medio en prevención de
riesgos laborales y un auxiliar administrativo. Esta unidad da cobertura a los
departamentos Doctor Peset, Requena, Pare Jofré, el Centro de Transfusiones, el
Servicio de Emergencias Sanitarias y los centros de salud pública de los respectivos
departamentos.
En los últimos siete años, esta Unidad ha atendido un total de 723 accidentes laborales.
Entre las principales lesiones producidas por estos accidentes destacan las heridas
superficiales, las dislocaciones, esguinces y torceduras, y las fracturas. Además, desde
la UPRL se han realizado 4.042 exámenes de salud a trabajadores y 455 adaptaciones de
puestos de trabajo, se ha formado a aproximadamente 3.000 trabajadores en prevención
de riesgos laborales y se han elaborado distintos procedimientos y protocolos de
actuación.
RRHHpress.com
El 3,5% de los trabajadores españoles declara haber tenido algún accidente laboral en los últimos doce meses
El 3,5% de las personas ocupadas o que trabajaron el último año en España declaró haber tenido un accidente durante la jornada laboral o en trayectos hacia/desde el lugar de trabajo en los últimos doce meses, según datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a un módulo de la Encuesta de Población Activa (EPA), realizado por este organismo en colaboración con Eurostat.
Por sexo, el 3,9% de los hombres y el 3,0% de las mujeres de 16 o más años tuvieron accidentes durante la jornada laboral o en trayectos hacia o desde el lugar de trabajo.
Por edad, los mayores porcentajes de accidentes durante la jornada laboral o en trayectos se dieron en el grupo de 25-34 años en los hombres y en el de 45-54 años en las mujeres.
El porcentaje de personas ocupadas o que trabajaron el último año que tuvieron algún accidente se reduce, pasando del 3,5% al 2,8%, si se tienen en cuenta solo aquellas cuyo accidente les produjo lesiones. Por sexo, el 3,1% de los hombres tuvo algún accidente laboral con lesiones, frente al 2,4% de las mujeres.
El INE ha destacado que un 6,5% de los accidentes con lesión durante la jornada laboral fue de tráfico.
Por sector económico, el 65,0% de los accidentes en jornada laboral se produjo en el sector Servicios, el 17,6% en la Industria, el 9,3% en la Construcción y el 5,8% en la Agricultura.
Comparando esta distribución con la de los ocupados por sectores, se observa que la proporción de accidentes es superior al peso del sector en la Agricultura, en la Industria y en la Construcción, e inferior en el sector Servicios.
Según la situación profesional de las personas que tuvieron algún accidente con lesión durante la jornada laboral, el 71,3% eran asalariados del sector privado, el 11,8% trabajadores por cuenta propia y el 14,6% asalariados del sector público.
De ello se deduce que la proporción de accidentes en los asalariados del sector privado (73,0%) fue superior a su peso sobre el total de ocupados (65,0%), al contrario de lo que sucedió en el resto de situaciones.
La Comunidad Valenciana presentó el porcentaje más elevado de trabajadores que tuvieron accidentes durante la jornada laboral o en trayectos (4,7%), mientras que en Cataluña se registró el más bajo (2,7%).
Considerando el porcentaje de trabajadores que tuvo accidentes con lesiones durante la jornada laboral o en trayectos, el mayor correspondió a Principado de Asturias (4,1%) y el menor a La Rioja (2,0%).
Incorporación tras el accidente
El 18,5% de quienes sufrieron algún accidente con lesión durante la jornada laboral dejaron de trabajar por ese motivo y se reincorporaron entre cuatro y 13 días después del mismo, mientras que el 18,4% lo hizo entre uno y tres meses después. Un 18,2% no dejó de trabajar o se reincorporó el mismo día del accidente.
En el extremo opuesto, un 3,3% de los que sufrieron algún accidente con lesión durante la jornada laboral no esperaba volver a trabajar o su baja fue de entre seis y 12 meses.
Por sexo, el 21,2% de los hombres se reincorporó al trabajo entre uno y tres meses después del accidente. Por su parte, el 22,6% de las mujeres no dejó de trabajar o se reincorporó el mismo día del accidente.
Enfermedades
El 18,7% de las personas de 16 y más años ocupadas o que trabajaron anteriormente tuvo alguna enfermedad en los últimos 12 meses.
Por sexo, sufrieron alguna enfermedad el 17,5% de los hombres y el 20,0% de las mujeres.
Por edad, los porcentajes de personas que tuvieron alguna enfermedad se incrementan a medida que se avanza en el grupo de edad analizado. Así, se alcanzó el 29,0% en los hombres de 55 y más años y el 33,4% en las mujeres de ese mismo grupo de edad.
Del total de personas que sufrieron alguna enfermedad en el último año (6.377.400 trabajadores o personas con alguna experiencia profesional) el 21,9% manifestó haber sufrido una enfermedad provocada o agravada por el trabajo y el 3,7% dos o más.
Por su parte, el 69,4% de las personas sufrieron alguna enfermedad que no fue originada por el trabajo.
Tipo de enfermedad
Los principales tiposde enfermedad laboral (provocados o agravados por el trabajo en los últimos 12 meses) fueron los problemas óseos, articulares o musculares que afectan principalmente a la espalda (28,3%), al cuello, los hombros, los brazos o las manos (18,5%), y a las caderas, las piernas o los pies (16,2%). Por detrás se situaron las enfermedades ligadas al estrés, depresión o ansiedad (12,8%).
Para el 39,3% de las personas de 16 y más años que tuvieron alguna enfermedad laboral, ésta limitó “considerablemente” sus actividades cotidianas.
Tiempo de ausencia
Según el tiempo de ausencia del trabajo a causa de la enfermedad, el 40,3% se ausentó menos de un día o ninguno, el 19,6% entre nueve y 12 meses o no espera volver a trabajar y el 8,9% todavía no estaba trabajando pero esperaba volver a hacerlo.
Por su parte, un 2,6% estuvo ausente del trabajo entre tres y seis meses y un 1,5% entre seis y nueve meses.
Factores adversos a la salud física o mental
En el caso de los factores de riesgo para la salud física, un total de 10.181.200 ocupados manifestaron haber estado expuestos a algún tipo de factor adverso.
El riesgo de "adopción de posturas o realización de movimientos difíciles que formen parte del trabajo" es señalado como el factor con mayor efecto negativo por el 24,9% de las personas (en el caso de los hombres el porcentaje es del 19,2% y en el de las mujeres del 33,5%).
Por su parte, el "riesgo de accidentes" es apuntado por el 22,6% de los afectados (29,6% en los hombres y 12,2% en las mujeres).
Un total de 4.526.800 ocupados en el año 2013 declararon haber estado expuestos a factores adversos para su bienestar mental.
En el 84,8% de los casos el factor negativo más grave fue tener "presiones de tiempo o sobrecarga de trabajo" (85,2% hombres y 84,3% mujeres).
Por su parte, el 10,1% afirmó haber sufrido "violencia o amenaza de violencia" (458.900 personas). Este porcentaje se eleva hasta al 10,6% en el caso de los hombres.
Por último, un 5,1% de los ocupados que declara factores adversos para su bienestar mental afirmó que ha sufrido "acoso o intimidación" (229.700 personas). En el caso de las mujeres este porcentaje alcanzó el 6,1%.
Claves para crear espacios de trabajo que potencian el bienestar
El estrés, la dificultad para concentrarse, no tener la posibilidad de teletrabajar y no disponer de privacidad al trabajar en espacios abiertos son los principales factores que provocan insatisfacción laboral y en todo ello españoles y franceses se encuentran a la cabeza del ranking mundial. Así lo ratifican quienes han participado en una reciente encuesta realizada por Ipsos para Steelcase y en la que sólo el 59% de los 70.000 trabajadores encuestados se siente satisfecho con sus oficinas; entre ellos, los de EEUU, Alemania y Turquía.
Estrés: El 60% de las jornadas laborales que se pierden cada año pueden atribuirse a estrés, y según el estudio de Steelcase, solo el 56% de los trabajadores reportaron que su entorno de trabajo les permitía sentirse relajados y calmados.
Espacios abiertos vs espacios cerrados: La tendencia actual se dirige hacia espacios diáfanos y abiertos que fomentan la colaboración y la transparencia, sin embargo, los resultados del estudio demuestran que solo el 54% de los trabajadores dijeron que eran capaces de trabajar en equipo sin ser interrumpidos y casi el 50% contestaron que no disponían de espacios adecuados para concentrarse. EE.UU., seguido de Francia y Turquía son los países que cuentan con más despachos individuales. En el extremo opuesto se sitúan Holanda y Reino Unido, seguido de España.
Teletrabajo: El 62% de los trabajadores encuestados se sienten encerrados en sus oficinas y nunca tienen la posibilidad de trabajar en ningún otro sitio que no sea en las instalaciones de su compañía. Este factor está directamente relacionado con la calidad de vida, ya que el 51% de los encuestados que trabajan con elementos móviles y el 58% de los que pudieron elegir su propio espacio consideran que su calidad de vida es buena.
Posibilidad de elegir y controlar el espacio: España es el segundo país después de Francia que ofrece una menor posibilidad a los empleados de elegir y controlar su entorno. Sin embargo, según se desprende del estudio, cuanto mayor es la capacidad de elección de un trabajador sobre su puesto y entorno de trabajo, mayor es su satisfacción y más alto es su sentimiento de pertenencia en la compañía, lo que se traduce en una mayor productividad.
El estudio también recoge los seis factores clave que dan contenido al concepto de bienestar laboral y que va más allá de la ergonomía o la prevención de riesgos laborales:
1. mostrarse completamente participativo en el trabajo, 2. demostrar autenticidad en nuestra vida profesional, 3. gozar de optimismo, 4. sentirse conectado con otras personas, 5. disfrutar de vitalidad física e intelectual y 6. creer que tenemos un objetivo claro con nuestro trabajo
INFORMAZIO TEKNIKO ETA ZIENTIFIKOA
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INFORMACIÓN TÉCNICA Y CIENTÍFICA
Personalidad resistente y capital psicológico: las variables personales
positivas y los procesos de agotamiento y vigor
Bernardo Moreno-Jiménez, Eva Garrosa, Sandra Corso, Mar Boada y Raquel
Rodríguez-CarvajalUniversidad Autónoma de Madrid
La investigación examinó los efectos de las variables personales de capital
psicológico y Personalidad Resistente (PR) con respecto a las variables criterio de
agotamiento y vigor, mediante dos estudios,uno con 427 enfermeras (España) y
otro con 253 docentes (Perú). Los resultados mostraron efectos directos
significativos y moderadores de las variables personales positivas sobre
agotamiento y vigor,siendo mayor sus efectos sobre vigor. La variable compromiso
(PR) es la única que, en ambas muestras,tiene efectos significativos en
agotamiento y vigor. La discusión enfatiza la relevancia de las variables personales
positivas para la explicación de agotamiento y vigor, especialmente de este último.
Hardy personality and psychological capital: The positive personal variables and the
processes of exhaustion and vigor. The research examined the effects of personal
variables, psychological capitaland Hardy Personality (HP), using exhaustion and
vigor as criterion variables, reviewing two studies,one of 427 nurses (Spain) and
another of 253 teachers (Perú).
Empleo, condiciones de trabajo y salud
El trabajo es un componente esencial de la vida humana. Representa las relaciones
entre los seres humanos y la naturaleza, que producen bienes y dan forma a las
interacciones sociales, proporcionando las bases de la producción económica que se
refleja en la vida social y política. El trabajo es, además, un concepto central para
entender la manera en que la sociedad distribuye la riqueza y el poder e integra o
excluye a ciertas poblaciones, encauzando una distribución de bienes y acceso a
recursos que puede ser más o menos justa. Este es el origen de la estratificación
socioeconómica que involucra no solo los patrones de consumo sino también los
estilos de vida y el comportamiento (1-3). El papel central del trabajo resulta
evidente cuando se usa la ocupación como estatus socioeconómico o como
componente para medir la clase social. Sin embargo, las condiciones de trabajo se
han ido deteriorando históricamente y se transformaron en uno de los principales
determinantes de la salud, la discapacidad, la enfermedad y el padecimiento en
todo el mundo (4).