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Poliacutetica y religiosidad

en las mujeres de Tucumaacuten (Argentina)

a 1047297nes de siglo XIX

1

Cynthia Folquer

Universidad del Norte Santo Tomaacutes de Aquino (Tucumaacuten)

1 Introduccioacuten

En la segunda mitad del siglo XIX en Argentina el proceso de construccioacutendel Estado-nacioacuten implicoacute la organizacioacuten de la Iglesia catoacutelica en el territorionacional La conformacioacuten del Estado y la Iglesia no tuvo como agentes so-lamente a la eacutelite gobernante o a la jerarquiacutea eclesiaacutestica sino que una mul-tiplicidad de asociaciones construyeron las bases de estas instituciones quese organizaban simultaacuteneamente Las formas de sociabilidad femeninasque surgieron en el aacutembito eclesial dieron lugar al establecimiento de aso-ciaciones laicales y de congregaciones religiosas que fueron propulsoras dela construccioacuten de la Iglesia y el Estado en Argentina

Junto a Beatriz Bragoni y Eduardo Miacuteguez (2010 13-14) podemos a1047297r-mar que el Estado nacional es una forma de organizacioacuten poliacutetica que seedi1047297ca sobre otras formas de autoridad y de gobierno preexistentes Losnuevos estudios sobre organizacioacuten estatal han puesto de mani1047297esto la de-bilidad de los liacutemites entre lo puacuteblico y lo privado y la importancia de lascon1047297guraciones de relaciones interpersonales como base operativa del or-den social A su vez la importante renovacioacuten de la historia poliacutetica asiacute comoel intereacutes creciente por analizar trayectorias individuales de funcionarios sus

1 Este trabajo que forma parte de la tesis doctoral presentada y defendida en noviembrede 2012 en la Universitat de Barcelona se ha desarrollado en el seno del TEIAA grupo de inves-tigacioacuten consolidado por el Comissionat per a Universitats i Recerca del DIUE de la Generalitatde Catalunya (2009SGR1400) del que formo parte



78 La articulacioacuten del Estado en Ameacuterica Latina

espacios de circulacioacuten y socializacioacuten han permitido pensar la poliacutetica (susideas praacutecticas y reglas) de una manera menos determinista y le ha devuel-to mayor protagonismo a su propia dinaacutemica y a sus instituciones recupe-rando para el Estado su rostro humano2

Desde estos paraacutemetros de la historia poliacutetica pretendo indagar en elprotagonismo femenino del asociacionismo catoacutelico decimonoacutenico en el es-pacio local de la ciudad de San Miguel de Tucumaacuten Analizo las formas devida religiosa femenina que se promovieron en esa ciudad y el modo en quedesde estos lugares las mujeres efectivizaron su intervencioacuten en el espaciopuacuteblico descubriendo coacutemo y doacutende ejercieron su in1047298uencia y alcanzaron unlugar de relevancia colectiva y por ende sentaron las bases de la organiza-cioacuten eclesial y estatal local

En primer lugar observo los aacutembitos eclesiales femeninos como aacutembitosde sociabilidad poliacutetica y de intervencioacuten en el espacio puacuteblico para las mu-

jeres en segundo lugar analizo las asociaciones laicales que se desarrolla-ron en el Tucumaacuten decimonoacutenico en tercer lugar estudio las formas de vidareligiosa femenina que se establecieron en la ciudad de San Miguel de Tucu-maacuten En torno a cada asociacioacuten laical y cada convento se produjo una redde agrupaciones que reprodujeron modos de sentir pensar y maneras devivir la religiosidad que fueron marcando un sistema devocional urbano Laformacioacuten de una civilidad mdashentendida como un conglomerado de compor-tamientos y sensibilidadesmdash constituyoacute un proceso en el que los conventosy las asociaciones femeninas participaron activamente contribuyendo a lasedimentacioacuten de la identidad urbana en San Miguel de Tucumaacuten vigorizan-

do las redes primarias de la sociedad y erigieacutendose en e1047297caces agentes deterritorializacioacuten

Las fuentes analizadas fueron principalmente los legajos de las asociacio-nes y congregaciones que se conservan en el Archivo del Arzobispado deTucumaacuten Estos legajos incluyen la correspondencia entre las mujeres fun-dadoras de asociaciones o congregaciones religiosas y la autoridad eclesiaacutes-tica reglamentos y estatutos y bases o escritos de de1047297nicioacuten de la identidady misioacuten de las instituciones que se fundaban

2 En esta perspectiva se ubican los estudios compilados en el libro Un estado con rostro humano Funcionarios e instituciones estatales en Argentina (desde 1880 a la actualidad) deBoholavsky y Soprano (2010) Los trabajos que componen esta publicacioacuten aspiran a descom-poner el Estado comprendieacutendolo desde las perspectivas y experiencias de los sujetos que for-maron o forman parte de alguna de sus instituciones enfocando en el anaacutelisis a los hombresy mujeres que cotidianamente produjeron representaciones y praacutecticas correspondientes a laesfera social que denominamos estatal Los estudios se centran en la actividad de los sujetosconcretos que habitan y dan vida al Estado que laquosonraquo el estado






salud entre otros aspectos de las muacuteltiples necesidades sociales (GarciacuteaJordaacuten y Dalla Corte 2006 559-583) De esta manera la construccioacuten de losestados nacionales implicoacute la organizacioacuten de sociedades de bene1047297cencia ycaridad formadas por mujeres quienes desde alliacute in1047298uyeron en las poliacuteticas

sociales Desde estas tareas las mujeres ejercieron su autoridad y participa-ron activamente en el entramado formal e informal del disentildeo estatal El teji-do asociativo que ellas fortalecieron constituyoacute un aporte fundamental tantoa la cohesioacuten de la sociedad civil como del Estado Sus iniciativas laquomorali-zadorasraquo de los sectores desfavorecidos vigorizaron los aacutembitos de sociabi-lidad tanto en el espacio de los notables como en el eclesiaacutestico Ellas ejer-cieron su ciudadaniacutea en los espacios ciacutevicos de 1047297lantropiacutea y religiosidadresigni1047297cando su rol maternal otorgaacutendole implicancia poliacutetica

Las excluidas formalmente del espacio puacuteblico laquose hicieron visibles en suinterior pasando de estrategias imitativas y tuteladas a ser capaces de ha-

blar con voz propia de participar utilizando su propia domesticidad comoruta de acceso a la vida puacuteblicaraquo (Bonaudo 2006 77)

Las mujeres que participaron en las asociaciones caritativas de la segun-da mitad del siglo XIX en Tucumaacuten irrumpieron en el espacio de lo puacuteblicoasumiendo un compromiso ciudadano una preocupacioacuten por la polis por laciudad Al exponerse en el aacutembito puacuteblico se fortalecieron en su individuali-dad y vivieron procesos de construccioacuten de sus propias subjetividades

Hannah Arendt en su libro La condicioacuten humana y re1047297rieacutendose a la accioacutenpoliacutetica a1047297rma que entrar en el espacio puacuteblico implica ocuparse de la polisy a su vez esto exige laquodejar la casaraquo con el 1047297n de embarcarse en alguna aven-

tura que luego conduciraacute a dedicar la propia vida a los asuntos de la ciudadlo que implica un acto de valentiacutea Quien entra en el espacio de lo poliacuteticoarriesga la vida ya que el excesivo afecto hacia la propia existencia impidela libertad y por lo tanto es sentildeal de servidumbre (Arendt 2009 [1958] 47)

Las mujeres entonces entraron en poliacutetica desde el ejercicio de su ma-ternidad ampliada como madres y educadoras contribuyendo asiacute al progre-so del nuevo Estado-nacioacuten en gestacioacuten disolviendo la oposicioacuten entre losupuestamente privado y lo puacuteblico (Potthast y Scarzanella 2001 7-15)

En este contexto las mujeres participaron en diversos espacios de socia-bilidad formal e informal populares o elitistas y la pertenencia a ellos cons-

tituyoacute una forma poliacutetica de actuacioacuten puacuteblica Para ellas hacer poliacutetica laquoexi-gioacute la adopcioacuten de formas diferentes de las patrocinadas por los varonesy en ocasiones se tratoacute de viacuteas indirectas de participacioacuten en los asuntospuacuteblicosraquo (Garciacutea Jordaacuten y Dalla Corte 2006 567) Junto a las asociacioneslaicales las congregaciones religiosas de vida apostoacutelica constituyeron unverdadero campo de accioacuten poliacutetica y aacutembito de sociabilidad ofreciendo alas mujeres un espacio dentro de la Iglesia y la sociedad civil en el que dis-poniacutean de grados de autonomiacutea mayores de los que teniacutean otros grupos demujeres en el siglo XIX (Serrano 2004 295)



Poliacutetica y religiosidad en las mujeres de Tucumaacuten (Argentina) a 1047297nes de siglo XIX 81

3 Asociaciones laicales en la Iglesia decimonoacutenica

En Ameacuterica Latina durante el periacuteodo colonial se habiacutea desarrollado una gamade asociaciones laicales tales como las terceras oacuterdenes cofradiacuteas y her-

mandades que canalizaban las necesidades de pertenencia grupal partici-pacioacuten social praacutecticas devocionales y los anhelos de realizar un camino decrecimiento espiritual Estas asociaciones se constituiacutean de manera espe-cial en espacios para la expresioacuten devocional y el culto a los santos A su vezestas hermandades fortaleciacutean los lazos de solidaridad y aseguraban unaatencioacuten especial a la enfermedad y la muerte de sus miembros funcionan-do como una suerte de asociaciones de laquosocorros mutuosraquo desarrollandoademaacutes actividades caritativas dirigidas hacia los maacutes pobres

En Tucumaacuten5 seguacuten consta en el archivo del arzobispado existiacutean hacia1047297nes de siglo XVIII la Cofradiacutea de la Virgen de las Mercedes creada en 1744

(asociada al convento de la Orden mercedaria) la Cofradiacutea del Carmen queperteneciacutea al Curato Rectoral fundada en 1783 y la Cofradiacutea del Rosario enel convento Santo Domingo que existiacutea desde 1791 En torno a las oacuterdenesreligiosas de franciscanos dominicos y mercedarios se habiacutean constituidolas Terceras Oacuterdenes Seglares o Hermandades Seglares desde principiosde siglo XIX como por ejemplo la Tercera Orden Seglar Dominica que data de1807 Por lo que se re1047297ere a la primera mitad del siglo XIX solo consta en losarchivos la fundacioacuten de la Cofradiacutea de Los Benitos en el convento de SanFrancisco fundada en 1826 y la Cofradiacutea de las Aacutenimas de la capilla delSentildeor de la Paciencia en 1853 ambas se dedicaban a conseguir fondos para

sostener el culto costear el rezo de novenas y la celebracioacuten de misas porlos cofrades difuntos asiacute como tambieacuten a cubrir los gastos de los enterra-mientos de los miembros de la cofradiacutea6

El proceso de organizacioacuten del Estado-nacioacuten implicoacute el entramado de untejido social que ya se veniacutea gestando desde mediados del siglo XIX a partirde una red de asociaciones cada vez maacutes compleja7 Las nuevas formas desociabilidad tuvieron un rol fundamental en la formacioacuten ciudadana promo-viendo la participacioacuten creando opinioacuten y ejerciendo la libertad de expresioacuten A este proceso no fueron ajenas ni la Iglesia ni sus instituciones

5 No existe un estudio sistemaacutetico global de las asociaciones laicales en Tucumaacuten salvoalgunos abordajes aislados de algunas en particular como los realizados para el caso de lasrelacionadas con la Orden dominicana como veremos maacutes adelante

6 Legajo Cofradiacutea de Los Benitos y Legajo Cofradiacutea de las Aacutenimas (AAT)7 Para el caso de Tucumaacuten los estudios sobre espacios de sociabilidad en la primera mi-

tad del siglo XIX (Nanni 2009) dan cuenta de las tertulias asociaciones libelos y perioacutedicos quecomenzaban a conformar la sociedad civil diferenciada de la incipiente construccioacuten del EstadoOtras investigaciones referidas a la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX nos permitenampliar el panorama asociativo como la de Marcela Vignoli (2011) quien realiza una pesquisasobre las diversas asociaciones existentes en la ciudad de San Miguel de Tucumaacuten sentildealandosu crecimiento durante la segunda mitad del siglo XIX




Las grandes transformaciones que se operaban en torno a la construc-cioacuten de un Estado moderno y a la vivencia de una nueva soberaniacutea fueronnecesitando de fuertes lazos a traveacutes de los cuales la poblacioacuten pudiera irestableciendo relaciones sociales y econoacutemicas nuevas experimentar soli-

daridad y sentido de pertenencia desarrollar actividades recreativas o actuarcolectivamente en el espacio puacuteblico (Saacutebato 2002 103-106)

Es sabido que los cambios producidos durante el siglo XIX debilitaron elreacutegimen de cristiandad lentamente la Iglesia fue percibiendo que el podercivil la poliacutetica y la sociedad se iban diferenciando y ya no se podiacutea hablarde una simbiosis entre sociedad e Iglesia poder poliacutetico y autoridad eclesialLa Iglesia como tal se fue constituyendo como un actor social maacutes en elconcierto de la sociedad aunque representaba todaviacutea la religiosidad decasi todos los actores sociales como a1047297rma Di Steacutefano (2002) Dejaba de serla sociedad toda para convertirse en una institucioacuten dentro de la sociedad

A partir de este proceso de diferenciacioacuten comenzoacute a surgir lentamente ellaicado8 como sujeto histoacuterico Conviene recordar que durante el reacutegimen decristiandad el laicado no emergioacute como actor diferente pues toda la sociedadque no perteneciacutea al clero era el laicado mismo Las cofradiacuteas y las tercerasoacuterdenes seglares constituiacutean formas asociativas de praacutecticas devocionalesdeterminadas o de ayuda mutua pero dentro de un contexto de sociedadque toda en su conjunto era la feligresiacutea de la Iglesia

El asociacionismo catoacutelico en Argentina en continuidad con las cofradiacuteasy hermandades coloniales vio surgir a mediados del siglo XIX las primerasmanifestaciones de un nuevo tipo de agrupaciones laicales En Buenos Ai-

res la Sociedad Catoacutelica Irlandesa fundada antes de 1820 se proponiacutea laasistencia a los inmigrantes arribados desde Irlanda En 1858 el franceacutes Julio Andreacutes Fouet dio a conocer las Conferencias de San Vicente de Pauacutel fun-dadas por Ozanam en Pariacutes en 1833 Feacutelix Friacuteas Juan Thompson y Alejo deNevares iniciaron la primera en la iglesia de la Merced Feacutelix Friacuteas que habiacuteaconocido en Europa a Ozanam recibioacute el impulso de este uacuteltimo para la con-crecioacuten en Argentina de este modelo de apostolado laical

Una mirada global al mapa del asociacionismo catoacutelico en Tucumaacuten mdashveacutea-se el cuadro adjuntomdash nos permitiraacute valorar el desarrollo de las asociacionesen el siglo XIX De las 38 halladas 23 son femeninas 8 mixtas y 7 masculinas

Nos aproximaremos a los objetivos y praacutecticas de algunas de ellas

8 La palabra laquolaicoraquo deriva del griego laikoacutes que signi1047297ca laquoperteneciente al puebloraquo de laoacutespueblo del comuacuten ordinario (Segura Mungiacutea 2003 412) El concepto laico tiene varias acep-ciones la que tomamos en este apartado hace referencia a todo bautizado que no es sacerdoteo que no ha realizado consagracioacuten mediante votos religiosos y que estaacute inserto en la estructuraeclesiaacutestica con cierto grado de organicidad a traveacutes de asociaciones o grupos de pertenenciaEl uso de la distincioacuten del laico respecto al cleacuterigo no existiacutea en la Iglesia primitiva el teacuterminosurge como consecuencia de la profesionalizacioacuten del clero (Bianchi 2002 144)




Cuadro 1

Cofradiacuteas y asociaciones catoacutelicas en Tucumaacuten

(del siglo XVIII hasta principios del siglo XX )

Nordm Fecha de

Fundacioacuten

Nombre Institucioacuten de Referencia

1 17441882 Cofradiacutea de NS de lasMercedes (Mi)

(desde 1744) Conventode la Merced y (refundadaen 1882) Parroquia laVictoria

2 1783 Cofradiacutea N S del Carmen (Mi) Curato Rectoral

3 1791 Cofradiacutea del Rosario (Mi) Convento Santo Domingo

4 1807 Tercera Orden SeglarDominicana (Mi)

Convento Santo Domingo

5 Tercera Orden SeglarFranciscana (Mi)

Convento San Francisco

6 Tercera Orden SeglarMercedaria (Mi)

Convento de la Merced

7 1827 Cofradiacutea de Los Benitos (M) Convento San Francisco

8 1853 Cofradiacutea de Aacutenimas (F) Iglesia del Sentildeor de laPaciencia

9 1858 Sociedad de Bene1047297cencia (F) Gobierno de la Provincia

10 1877 Sociedad San Vicente

de Pauacutel (Mi)11 1877 Cofradiacutea del Sentildeor

de la Salud (M)Parroquia La Victoria

12 1879 Sociedad Hijas de Mariacuteadel Rosario (F)


13 1882 Cofradiacutea del Inmaculado Corazoacutende Mariacutea Santiacutesima (F)


14 Cofradiacutea de San Roque (F) Asilo San Roque

15 Cofradiacutea N S del Huerto (F) Asilo San Roque HH delHuerto

16 1884 Cofradiacutea del Ssmo Nombrede Jesuacutes (F)


17 1885 Cofradiacutea de San Joseacutede la Buena Muerte (F)


18 1889 Cofradiacutea del Sagrado Corazoacuteny Apostolado de la Oracioacuten (F)


19 1890 Asociacioacuten de la Ensentildeanzade la Doctrina Cristiana (F)


Continuacutea en paacutegina siguiente




Nordm Fecha de

Fundacioacuten


20 1891 Apostolado de la Oracioacuten (F) Convento Santo Domingo

21 1891 Cofradiacutea de Nuestra Sentildeoradel Perpetuo Socorro (F) Convento San Francisco

22 1895 Cofradiacutea de la PreciosiacutesimaSangre (F)

Parroquia La Victoria

23 1895 Ciacuterculo Catoacutelico de Obreros (M) Convento Santo Domingo

24 1897 Asociacioacuten de la BuenaLectura (F)


25 1898 Congregacioacuten de Hijas de Mariacuteay Santa Filomena (F)

Parroquia La Catedral

26 1898 Archicofradiacutea de la Guardia de

Honor del Sagrado Corazoacuten deJesuacutes (Mi)


27 1899 Cofradiacutea de Dolores (F) Convento San Francisco

28 1903 Unioacuten Cristiana San FranciscoSolano (M)


29 1904 Asociacioacuten de MadresCristianas (F)


30 1906 Sociedad Juventud Catoacutelica (M)

31 1906 Asociacioacuten Santa Imelda y TallerSanta Rosa (F)

HH Dominicas-ColegioSanta Rosa

32 1906 Congregacioacuten N Sde Lourdes (F)

PP Lourdistas

33 1909 Asociacioacuten de Obrerasdel Santiacutesimo Rosario (F)

HH Dominicas-CasaMadre

34 Cofradiacutea de Mariacutea Auxiliadora (F) Colegio Tulio GarciacuteaFernaacutendez

35 1913 Secretariado de Entronizacioacutendel Sagrado Corazoacuten de Jesuacutes (F)

36 1913 Cofradiacutea del Inmaculado Corazoacutende Mariacutea (M)

Parroquia Corazoacutende Mariacutea

37 1914 Centro de EstudiantesCatoacutelicos (M)

38 1914 Asociacioacuten Hijas de Mariacutea (F) HH Dominicas-Monteros

F femeninas M masculinas Mi mixtas

Fuente Elaboracioacuten propia a partir de datos extraiacutedos del Archivo del Arzobispado de Tucumaacuteny del Archivo del Convento Dominicano de Tucumaacuten




Estas asociaciones catoacutelicas laicas intervinieron e1047297cazmente en la con1047297-guracioacuten del espacio fiacutesico urbano en la construccioacuten de redes primarias derelaciones humanas y sociales en la ciudad y en la edi1047297cacioacuten de una culturaurbana comuacuten Como partes integrantes de la Iglesia catoacutelica contribuyeron

a sedimentar el rol de esta como administradora de las relaciones humanascon lo sagrado y mediadora institucionalizada con el reacutegimen de lo trascen-dente en la ciudad decimonoacutenica9

La creacioacuten de la Sociedad de Bene1047297cencia10 por parte del estado provin-cial y la asignacioacuten del presupuesto correspondiente pusieron de mani1047297es-to una evolucioacuten en la comprensioacuten del rol del Estado en lo que se re1047297erea poliacuteticas sociales y en este sentido las laquomatronasraquo de la sociedad perte-necientes a las familias de eacutelite participaron activamente en la de1047297nicioacutende las poliacuteticas estatales y antes de que el Estado asumiera la elaboracioacuten delas mismas ellas dieron respuestas poliacuteticas no estatales a la cuestioacuten social

y de modo gradual obligaron a los gobernantes a involucrarse en la resolu-cioacuten de problemas de los sectores subalternos (Bonaudo 2006) Hasta en-tonces los gobernantes no concebiacutean la cuestioacuten social como una cuestioacutende Estado dejaacutendola librada a la iniciativa privada11 Para afrontar estas ta-reas las mujeres recurrieron a la subvencioacuten estatal de las distintas instanciasmdashmunicipal provincial y nacionalmdash pero tambieacuten apelaron a la ayuda de par-ticulares cuotas de socias donaciones legados y a la organizacioacuten de es-pectaacuteculos bazares rifas a bene1047297cio de las obras de caridad (FernaacutendezLandaburu y Maciacuteas 1998 99)

En la segunda mitad del siglo XIX en Argentina el desarrollo de las ciuda-

des y el crecimiento de los sectores populares produjeron nuevas actividadesasistenciales y renovadas ideas 1047297lantroacutepicas de tradicioacuten ilustrada El pasode las antiguas formas de caridad a las nuevas estrategias de intervencioacutenestatal inducidas por el crecimiento poblacional y las nuevas condicionesproductivas hizo que las poliacuteticas estatales se orientaran al control de la manode obra y a la concepcioacuten del trabajo como medio de redencioacuten del pobre(Gonzaacutelez Leandri 1984 258)

Las mujeres encontraron en la bene1047297cencia una forma regular de partici-pacioacuten social en ellas las eacutelites gobernantes depositaron la funcioacuten de aten-cioacuten a los pobres porque teniacutean la conviccioacuten de que las mujeres entrariacutean

en contacto con maacutes facilidad con los sectores populares Ademaacutes la par-ticipacioacuten masiva de las mujeres en tareas de asistencia constituiacutea un im-

9 Sigo en esta interpretacioacuten del papel de la Iglesia y las cofradiacuteas a Aacutengela Muntildeoz (200265-80) quien estudia el rol de estas asociaciones en la ciudad medieval

10 Aunque la Sociedad de Bene1047297cencia no corresponde estrictamente a una asociacioacuteneclesial sus integrantes profesaban el catolicismo y se inspiraban en los principios evangeacutelicospara el desarrollo de sus tareas asistenciales

11 Para una evolucioacuten en la comprensioacuten de las poliacuteticas sociales veacutease la compilacioacuten detrabajos de Moreno 2000




portante y poco oneroso sistema institucional Las laquodamas de caridadraquo fue-ron agentes gratuitos de un sistema institucional que era 1047297nanciado en ungran porcentaje por particulares y que ellas mismas gestionaban (Ciafardo1990 169-170) Las mujeres buscaron asiacute integrar socialmente a las ciuda-

des que en su crecimiento corriacutean serios riesgos de caer en situaciones decaos Ademaacutes como tambieacuten analizan Dalla Corte y Piacenza (2006) y Bo-naudo (2006) mdashpara el caso de la ciudad de Rosariomdash las mujeres pertene-cientes al espacio notabiliar entraron en contacto con las mujeres de clasessubalternas conformando relaciones de poder social a partir de las accio-nes de bene1047297cencia

Ademaacutes de la Sociedad de Bene1047297cencia en Tucumaacuten las mujeres encon-traron en las Conferencias de San Vicente de Pauacutel un aacutembito de participacioacutensocial y compromiso solidario La primera Sociedad Vicentina fue estableci-da en 1877 siendo iniciativa de un grupo de mujeres de la eacutelite tucumana a

diferencia de las de Buenos Aires que fueron iniciadas por varonesUna carta de fray Buenaventura Rizo Patroacuten obispo de Salta se referiacutea a

la decisioacuten del grupo de laquomatronasraquo tucumanas12

hemos sido gratamente impresionados con la muy fausta noticia de que las honorables matronasde Tucumaacuten han llevado a cabo con general aplauso de este noble y generoso pueblo un beneacutefi-co pensamiento una idea salvadora en las sociedades modernas el establecimiento de Asocia-ciones de Caridad y Beneficencia13

Y haciendo alusioacuten a la importancia del rol femenino en las obras de ca-ridad expresaba que laquodesde el establecimiento del catolicismo la mujer vie-

ne dejando por doquier marcadas huellas de su humanitario y piadoso cora-zoacutenraquo y les recomendaba que laquomaacutes importante es curar las llagas del almaque aliviar las miserias del cuerporaquo y que aunque en el ejercicio de la caridadconveniacutea laquoempezar por las obras de misericordia corporales es para facilitary hacer maacutes e1047297caces y saludables de ese modo las espiritualesraquo Les enco-mendaba que a la par que cuidaban del enfermo del anciano o del meneste-roso no descuidaran laquopromover la escuela la ensentildeanza religiosa los ejerci-cios espirituales que tanto moralizan al pueblo disminuyen la miseria que enmaacutes de las veces nace de una vida desarreglada y criminalraquo Como premio asu dedicacioacuten a las obras de caridad el prelado les concediacutea laquo40 diacuteas de

indulgencias por cada acto de caridad que practicareis en ese sentido comoa todas las que contribuyan con sus esfuerzos al mismo objeto como socias

12 En la correspondencia que se conserva en el AAT los apellidos que 1047297guran dan cuentade la pertenencia de estas mujeres a familias de la eacutelite provinciana Alurralde Nougueacutes LestonGuzmaacuten Bascary entre otros

13 Carta del Obispo de Salta Fr Buenaventura Rizo Patroacuten a las Sentildeoras Socias de las Con-ferencias de San Vicente de Pauacutel Tucumaacuten 28 de marzo de 1877 Carpeta Sociedad de SanVicente de Pauacutel sf Archivo del Arzobispado de Tucumaacuten (AAT)




o en otra formaraquo14 Esta carta de Rizo Patroacuten poniacutea de mani1047297esto la importan-cia dada a las tareas femeninas como instrumentos de moralizacioacuten del pue-blo y al premio de las indulgencias tan caro a la teologiacutea catoacutelica desde laContrarreforma Se estableciacutea asiacute una relacioacuten de intercambio entre las mu-

jeres que ejerciacutean la caridad y el obispo que les restaba diacuteas de purgatorioseguacuten la mentalidad imperante en el catolicismo decimonoacutenico

Estas asociaciones constituyeron una innovacioacuten en la atencioacuten prestada alos maacutes necesitados La sociedad de San Vicente de Pauacutel poniacutea eacutenfasis en lasvisitas a las casas de los pobres como un modo de hacer maacutes efectiva la ayudamaterial y espiritual A diferencia de las cofradiacuteas y hermandades cuyas vidasgiraban en torno al calendario lituacutergico a las praacutecticas devocionales y la vidaespiritual las Conferencias Vicentinas se orientaban directamente al auxilio delos pobres en sus mismos hogares transformando asiacute la praacutectica de la limosna

Las Conferencias Vicentinas no fueron ajenas a la naciente preocupacioacuten

decimonoacutenica por la llamada laquocuestioacuten socialraquo pues los avances del socialismoeran considerados una amenaza de desorden social (Di Stefano 2002) El in-cremento poblacional en Tucumaacuten estuvo in1047298uido por el desarrollo de la indus-tria azucarera que demandoacute una mayor mano de obra lo que produjo tambieacutenmovimientos migratorios de trabajadores de las provincias vecinas siendo estaprovincia la de mayor atraccioacuten migratoria en el noroeste argentino (Bravo2008 29) En el uacuteltimo cuarto del siglo XIX en Tucumaacuten las cifras de los censosnacionales mani1047297estan este crecimiento poblacional mdashaunque el aluvioacuten inmi-gratorio fue predominante en el litoralmdash contabilizaacutendose en el primer censode 1869 una poblacioacuten de 108953 habitantes en el segundo censo de 1895

215742 y en el tercero de 1914 la cifra de 332933 El aumento demograacute1047297coy el progreso urbano provocaron un ahondamiento de la distancia econoacutemi-ca entre los diferentes grupos sociales y esto planteoacute en Tucumaacuten mdashcomo enotras provincias del paiacutesmdash la cuestioacuten de la asistencia a los maacutes desfavore-cidos La indigencia urbana se convertiacutea asiacute en un problema que desde las inci-pientes entidades gubernamentales y la iniciativa privada se intentaba asumir

Hacia 1047297nes del siglo XIX surgieron en Tucumaacuten una serie de asociacionesligadas a los conventos de franciscanos y dominicos En 1891 se fundoacute en elconvento San Francisco la Cofradiacutea del Sagrado Corazoacuten organizada en trescomisiones la comisioacuten de Caridad la comisioacuten de Religioacuten y la comisioacuten de

Instruccioacuten La primera teniacutea la misioacuten de laquollevar el socorro y el consuelo aldomicilio de los pobres y de los enfermos en el nombre del Corazoacuten de Je-sucristoraquo15 y era concebida como laquoun agente de la caridad con que la Iglesia

14 Carta del Obispo de Salta Fr Buenaventura Rizo Patroacuten a las Sentildeoras Socias de las Con-ferencias de San Vicente de Pauacutel Tucumaacuten 28 de marzo de 1877 Carpeta Sociedad de SanVicente de Pauacutel sf (AAT)

15 Carta de la presidenta de la Cofradiacutea Josefa Nougueacutes de Padilla al obispo de Salta PabloPadilla y Baacutercena Tucumaacuten 3 de agosto de 1891 Legajo Cofradiacuteas del Convento de San Fran-cisco sf (AAT)




distribuye parte de las entradas en limosnas a los pobresraquo La asociacioacutenponieacutendose a las oacuterdenes de la autoridad eclesiaacutestica solicitaba el derechode ser laquola limosnera del Prelado en esta ciudadraquo para poder subvencionarsus obras teniendo la seguridad de laquoque muchos caballeros y personas dis-

tinguidas de esta sociedadraquo les brindariacutean su colaboracioacuten16

Consideraban la tarea asumida de suma importancia ya que la asistenciade los enfermos a domicilio a cargo de laquopersonas de reconocida piedad y deprobadas costumbresraquo como era el caso de las Enfermeras Franciscanasdel Corazoacuten de Jesuacutes auguraba un exitoso servicio La comisioacuten de Religioacutensolicitaba el apoyo del prelado ya que

por la naturaleza de su encargo necesitaraacute la especial recomendacioacuten de VS Ilma a los sentildeorespaacuterrocos de la ciudad y de la campantildea para que la auxilien con sus prudentes consejos y sabiosavisos y cooperen a sus piadosos propoacutesitos para moralizar las costumbres llevando a la forma-cioacuten del hogar el elemento esencialiacutesimo de la bendicioacuten de Dios

Y la comisioacuten de Instruccioacuten se proponiacutea la ensentildeanza del catecismo alos nintildeos y a los pobres Estas mujeres estaban convencidas de la bondadde la misioacuten emprendida y le expresaban al obispo

No hemos dudado un momento Ilmo Sentildeor que vuestro corazoacuten sacerdotal se gozaraacute con santaalegriacutea al ver que la mujer catoacutelica de Tucumaacuten ha recogido la palabra del Prelado de la Iglesiaexpresada en los estatutos de la Cofradiacutea y la ha guardado en su corazoacuten para que en eacutel brotecrezca y produzca obras de caridad perfecta y por eso es que la Cofradiacutea ha querido que conoz-caacuteis detalladamente sus propoacutesitos y el modo como cumple sus deberes para que pidaacuteis para ellaal Sentildeor su bendicioacuten y su gracia17

Otras cofradiacuteas surgidas en torno al convento franciscano se orientabana dimensiones meramente cultuales y sacramentales como la Cofradiacutea de laInmaculada Concepcioacuten de Mariacutea Santiacutesima fundada en 1882 cuya 1047297nali-dad principal era laquotributar culto a nuestra madre y Sra la Santiacutesima Virgen

16 Las mujeres integrantes de las diferentes comisiones de esta cofradiacutea perteneciacutean a lasfamilias de la eacutelite tucumana lo que les aseguraba los viacutenculos necesarios para que el ejerciciode laquolimosneras del Preladoraquo tuviese eacutexito Algunos de los apellidos de las laquomatronasraquo permitenvislumbrar las redes de sociabilidad a las que perteneciacutean Josefa Nougueacutes de Padilla Merce-

des Z de Peacuterez Mercedes P de Gutieacuterrez Teresa Loacutepez Mantildeaacuten Cecilia Chenaut Aacutengela Z deSal Margarita Z de Esteacutevez Carmen Sal Dolores Martiacutenez Mercedes Chenaut Tomasa ViantildeaMercedes A de Padilla Elosia B de Viantildea Genuaria F de Salvatierra Mercedes F de EstevesMariacutea A F de la Vega Nieves F de Padilla Susana M de Cossio Del1047297na R de Bascary Herme-linda R de Medina Sera1047297na Romero de Nougueacutes Carmen C de Paz Aacutengela Colombres de PazLastenia F de Padilla Hortencia P de Marina Alfaro Lastenia P de Friacuteas Celia de Place CorinaP de Heller Francisca C de Campins Deidamia O de Pape Guillermina Leston de GuzmaacutenClemencia Friacuteas de Padilla etc Consejo de Administracioacuten de la Cofradiacutea del Sagrado CorazoacutenLegajo Cofradiacuteas del Convento de San Francisco sf (AAT)

17 Carta de la Presidenta de la Cofradiacutea Josefa Nougueacutes de Padilla al Obispo de SaltaPablo Padilla y Baacutercena Tucumaacuten 3 de agosto de 1891 Legajo Cofradiacuteas del Convento de SanFrancisco sf (AAT)




Mariacutea un culto que sea digno y tan grandioso como el que maacutesraquo y como 1047297-nes accesorios laquodefender el hogar domeacutestico contra la entrada y propagan-da de toda doctrina inmoral y anticristiana y preparar nintildeos y nintildeas para laprimera comunioacuten y acompantildearlos a la sagrada misaraquo18 En esta liacutenea la Co-

fradiacutea del Perpetuo Socorro creada en 1891 se propuso laquopropagar la de-vocioacuten a la Virgen Santiacutesima del Perpetuo Socorroraquo para lo cual se decidioacuteconstruir un altar en el templo San Francisco dedicado a esta advocacioacutencon suscripciones promovidas por las socias19

Asiacute tambieacuten surgioacute la Cofradiacutea de Dolores fundada en 1899 con el pro-poacutesito de laquodar culto especial a la Ssma Virgen en el misterio de sus Doloresy aprovechamiento espiritual de los hermanos cofrades por la praacutectica de lossacramentos de la confesioacuten y comunioacuten y demaacutes actos religiosos prescrip-tos en el reglamentoraquo20

Igual sucedioacute con la Cofradiacutea de la Guardia de Honor al Sagrado Corazoacuten

de Jesuacutes establecida en 1898 que teniacutea por objetivo laquoproponer a la venera-cioacuten de sus miembros el Sacratiacutesimo Corazoacuten de Jesuacutes herido visiblementeen la cruz por la lanza en el aacuterbol de la cruz y herido invisiblemente cada diacuteapor el olvido la ingratitud y los pecados de los hombresraquo21 La praacutectica de-vocional de esta cofradiacutea respondiacutea a una concepcioacuten de laquoreparacioacutenraquo alSagrado Corazoacuten en la creencia de que los laquopecadosraquo de los hombres da-ntildeaban el corazoacuten de Jesucristo por lo que era necesario saldar la deudacontraiacuteda laquoindemnizarloraquo22 A tal efecto reuniacutea

cada diacutea y a todas las horas del diacutea alrededor del Corazoacuten Sagrado de nuestro Divino Duentildeo

corazones generosos fieles y devotos que le indemnicen con sus adoraciones y amor del olvidoy de los ultrajes que este Corazoacuten sagrado recibe tan a menudo23

Se explicaba en el reglamento que para conseguir este 1047297n las asociadasdebiacutean anotarse en el cuadrante horario en una hora determinada y sin cam-

18 Reglamento de la Cofradiacutea de la Inmaculada Concepcioacuten de Mariacutea Santiacutesima arts 2 y 3Legajo Cofradiacuteas del Convento de San Francisco sf (AAT)

19 Carta de R Lugones al Obispo Padilla Tucumaacuten 18 de julio de 1891 en AAT LegajoCofradiacuteas del Convento de San Francisco sf (AAT)

20 Estatutos de la Cofradiacutea de Dolores art1 en AAT Legajo Cofradiacuteas del Convento de SanFrancisco sf

21 Proyecto de Constitucioacuten para la Archicofradiacutea de la Guardia de Honor al Sagrado Cora- zoacuten de Jesuacutes art1 Legajo Cofradiacuteas del Convento de San Francisco sf (AAT)

22 Esta concepcioacuten de larga tradicioacuten en la teologiacutea catoacutelica propone una explicacioacuten de lamuerte de Cristo como el necesario laquosacri1047297cio vicarioraquo es decir que ante la gran ofensa realiza-da contra Dios por el geacutenero humano solo alguien de la misma dignidad divina como el Hijode Dios podiacutea saldar la deuda contraiacuteda Por ello la muerte de Cristo fue comprendida como unsacri1047297cio de expiacioacuten de las culpas de toda la humanidad para aplacar la ofensa que el mismogeacutenero humano habiacutea realizado contra Dios

23 Proyecto de Constitucioacuten para la Archicofradiacutea de la Guardia de Honor al Sagrado Cora- zoacuten de Jesuacutes art 2 Legajo Cofradiacuteas del Convento de San Francisco sf (AAT)




biar en nada sus ocupaciones ordinarias debiacutean laquoprocurar pensar maacutes fre-cuentemente en Nuestro Sentildeor consagraacutendole de un modo especial sus pen-samientos sus palabras sus acciones sus penas y sobre todo su amorraquo24 Entre las socias de la Guardia de Honor algunas asumiacutean la funcioacuten de ca-

tequistas de nintildeos y joacutevenes A los pocos meses de fundarse seguacuten seinformoacute al obispo Padilla25 ya contaban con maacutes de 200 socias26

Las asociaciones de esta segunda mitad del siglo XIX maacutes ligadas al con-vento de los Dominicos27 recibieron la in1047298uencia de fray Aacutengel Mariacutea Bois-dron La fundacioacuten de agrupaciones revitalizoacute el entramado de relaciones delconvento con la ciudad vinculando de manera estrecha el apostolado de losfrailes con los laicos y especialmente con las mujeres

El convento dominicano solo contaba hacia 1047297nes del siglo XVIII con la Co-fradiacutea del Rosario (1791) a la que se sumoacute en 1805 la Tercera Orden SeglarDominicana Con la restauracioacuten del convento en 1876 vemos surgir nuevas

asociaciones laicales en torno a los dominicos Entre las cofradiacuteas desti-nadas a transformar cualitativamente la praacutectica devocional una de las maacutesimportantes fue la ya mencionada Cofradiacutea del Rosario28 que hacia 1881 porgestioacuten de Boisdron fue reorganizada eliminando en la praacutectica los cargoshonoriacute1047297cos y asumiendo un sentido maacutes pragmaacutetico con la creacioacuten de unanueva modalidad llamada Asociacioacuten del Rosario Perpetuo Eacutel mismo recor-daba que

Esta Asociacioacuten tuvo un eacutexito extraordinario Nos imponiacutea tambieacuten un trabajo extraordinario deorganizacioacuten de asientos en listas y libros de reuniones y preacutedicas de confesiones y comunio-nes especialmente en los diacuteas de octubre Pero mucho cooperaron a ella todos los Padres y

hermanos que veiacutean el entusiasmo de la poblacioacuten por Santo Domingo y la secundaban religio-samente29


25 Carta de Fr Roque Correa al Obispo Padilla y Baacutercena Tucumaacuten 31 de agosto de 1898Cofradiacutea de la Guardia de Honor al Sagrado Corazoacuten de Jesuacutes Legajo Cofradiacuteas del Conventode San Francisco sf (AAT)

26 Entre las socias de la Cofradiacutea de la Guardia de Honor encontramos nombres de mujeresde familias de la eacutelite de Tucumaacuten como lo vemos en otras asociaciones Hortencia Padilla de

Marina Lola Dode de Teraacuten Elvira Salvatierra de Padilla Margarita Zavaliacutea de Esteves BriacutegidaF de Rodriacuteguez Elisa Guzmaacuten y otras Los nombres de las catequistas son Elizabeta MorisIrene Penna Escolaacutestica Penna Rosa Estrada Dalmira de la Vega y Luisa Martiacutenez Carta deFr Roque Correa al Obispo Padilla y Baacutercena Tucumaacuten 31 de agosto de 1898 Cofradiacutea de laGuardia de Honor al Sagrado Corazoacuten de Jesuacutes Legajo Cofradiacuteas del Convento de San Fran-cisco sf (AAT)

27 Algunas asociaciones ligadas al convento de los dominicos fueron estudiadas por Alva-rado 2005 2007 Amenta 2006 2008 2009 Robledo 2005 2007 Roselli 2011

28 Esta Cofradiacutea ha sido estudiada por Beatriz Robledo (2003) en un trabajo muy documen-tado sobre las fuentes existentes en el ADT

29 Autobiografiacutea de Fr Aacutengel Mariacutea Boisdron f 31 Caja Escritos de Fr Boisdron ArchivoHermanas Dominicas de Tucumaacuten (AHDT)






Fray Pedro Zavaleta31 hacia 1899 creoacute la Asociacioacuten de Obreras del SsmoNombre de Jesuacutes buscando laquola moralizacioacuten de las mujeres de servicio y dehumilde condicioacutenraquo a las que convocoacute en Sociedad bajo la proteccioacuten yamparo de Smo Nombre de Jesuacutes

Teniacutea esta sociedad sus Sentildeoras protectoras y consejeras cuotas mensuales para auxiliar a lasenfermas y necesitadas de la corporacioacuten de cuando en cuando reuniones con plaacuteticas sobrereligioacuten y moralidad una fiesta anual con novena solemne y retiro Auacuten consiguieron las sociasadquirir terreno en el cementerio y edificar un monumento para sepultar a las cofrades32

La reorganizacioacuten y revitalizacioacuten de las actividades del convento de Tu-cumaacuten fue favorecida por la reestructuracioacuten de antiguas y creacioacuten de nue-vas cofradiacuteas comprometieacutendose en esta tarea un gran nuacutemero de mujeres A partir de estas asociaciones muchas mujeres de la eacutelite33 asumieron latarea de evangelizacioacuten y catequesis mdashaacutembito antes exclusivo de los religio-

sosmdash tomando contacto con otros sectores sociales maacutes desprotegidosDe lo sentildealado hasta aquiacute sobre las asociaciones laicales podemos a1047297r-

mar que la preponderancia femenina fue una constante en ascenso con lo queel catolicismo asumiacutea un rostro femenino en la segunda mitad del siglo XIX Asiacute lo constataba el obispo Padilla y Baacutercena en sus informes elaborados paralas visitas ad liacutemina cuando observaba que los joacutevenes que frecuentaban lasescuelas del Estado y las universidades teniacutean laquomarcada tendencia a la im-piedad y absorben el espiacuteritu de la francmasoneriacutearaquo34 y que los hombres te-niacutean laquola fe raleada por el liberalismoraquo y se alejaban de los sacramentos y delas praacutecticas de piedad laquotodos vicios causados por el socialismoraquo35 Con

esto las praacutecticas religiosas tradicionales se convertiacutean en patrimonio de lamujeres y de los sectores populares como notaba el obispo Padilla en Tucu-maacuten al sentildealar que los hombres de las capitales laquocontaminados de libera-lismo y la ciencia atea no escuchan las ensentildeanzas de los paacuterrocos pero siacuteel pueblo sencillo y las mujeres que son creyentes y piadosasraquo36

31 Sobre la 1047297gura de fray Pedro Zavaleta y la creacioacuten del Centro Catoacutelico de Obreros y la

Asociacioacuten de la mujer obrera veacutease Roselli 2003 200532 Autobiografiacutea f 2933 Los apellidos de familias de la eacutelite Paz Teraacuten Nougueacutes Gallo Zavaliacutea Posse Colom-

bres Friacuteas Avellaneda Araacuteoz Loacutepez Lobo Alurralde Cossio Zavaleta Gallo Padilla AacutevilaEtchecopar Heller Bascari Leston Guzmaacuten Pondal Pentildealva Povintildea Sal Olmos UsandivarasUriburu y otros se repiten entre las integrantes de cada asociacioacuten

34 Padilla y Baacutercena Informe visita Ad Limina 1905 f 8r Legajo Obispo Padilla y BaacutercenaVisitas ad Limina (AAT)

35 Padilla y Baacutercena Informe visita Ad Limina 1914 f 1 Legajo Obispo Padilla y BaacutercenaVisitas ad Limina (AAT)

36 Padilla y Baacutercena Informe visita Ad Limina 1905 f 5r y 1914 f 1 Legajo Obispo Padillay Baacutercena Visitas ad Limina Archivo Arzobispado de Tucumaacuten (AAT)




4 Del beaterio a las primeras congregacionesde vida religiosa apostoacutelica en Tucumaacuten

La primera forma de vida religiosa femenina consagrada a Dios que surgioacute

en el actual territorio de la provincia de Tucumaacuten fue la de un grupo de mujeres piadosas reunidas en torno a Casa de Jesuacutes37 conocida como el bea-terio o comunidad de las beatas La conformacioacuten de esta comunidad y laconstruccioacuten de la casa y capilla destinadas a la vida de la comunidad y ala acogida de personas para la realizacioacuten de Ejercicios Espirituales data delantildeo 1839 Este grupo de mujeres asumioacute el estilo de vida beata desde unaconsagracioacuten a Dios en la vida contemplativa la organizacioacuten de ejerciciosespirituales la educacioacuten de la mujer y la dedicacioacuten a la praacutectica de la ca-ridad en el servicio a los maacutes necesitados A diferencia de otras ciudadesrioplatenses en Tucumaacuten no se habiacutean registrado fundaciones conventuales

durante el periacuteodo colonialLa vida beata como bien de1047297ne Miura Andrades fue un modo de vidareligiosa alternativo para las mujeres que se de1047297niacutea por el recogimiento laoracioacuten mental y una experiencia de espiritualidad que saliacutea de los conventosy se abriacutea a la vida laical privilegiando la interioridad sobre los actos exter-nos (Miura 1988 121) Se distribuiacutean por el tejido urbano sin necesidad devincularse con ninguna institucioacuten eclesial (Miura 1998 232-233)

Las beatas del Tucumaacuten decimonoacutenico al igual que otras tantas de la pe-niacutensula ibeacuterica de los siglos precedentes fueron mujeres que de forma espon-taacutenea se retiraron o recogieron a 1047297n de vivir una vida religiosa sin abandonar

el contacto con el mundo asumieron una vida activa realizando laboresasistenciales caritativas y educativas Heredera de esta antigua tradicioacuten fueMariacutea Loreto Valladares y Araacuteoz quien junto a su hermana Eustoquia decidioacuteestablecer en Tucumaacuten hacia 1839 un Colegio de Educandas38 y una Casa

37 Los estudios sobre beatas y beaterios en el Riacuteo de La Plata han recibido menos aten-cioacuten de los historiadores Birocco (2000) investigoacute sobre las beatas de Buenos Aires especial-mente el beaterio de Vera y Aragoacuten mientras que Fraschina estudioacute a la Beata Mariacutea AntoniaPaz y Figueroa y su proyecto jesuiacutetico (2005 2006b 2010 2011) Cohen Imach indagoacute en la es-critura de esta beata (1999 2000) y analizoacute cartas de las beatas del Colegio de Educandas de

Salta (2003) Para una primera aproximacioacuten a la Casa de Jesuacutes de Tucumaacuten veacutease Brizue-la 2006 Sobre la vida beata en la peniacutensula ibeacuterica los numerosos textos de Aacutengela MuntildeozFernaacutendez 1989 1994 1995 1998 2002 y Joseacute Mariacutea Miura Andrades 1988 1998 son insos-layables

38 Esta fundacioacuten seguiacutea el modelo de los colegios para nintildeas hueacuterfanas que el obispo Joseacute Antonio de San Alberto impulsoacute en el virreinato rioplatense a 1047297nes del siglo XVIII preocupado porla educacioacuten de la mujer Fray Joseacute Antonio de San Alberto fue el 16ordm obispo del Tucumaacuten nacioacuteen Aragoacuten (Espantildea) profesoacute en la orden carmelitana fue designado obispo para la dioacutecesisdel Tucumaacuten y llegoacute a Coacuterdoba en 1780 fue nombrado obispo de la arquidioacutecesis de Charcasen 1785 y murioacute en 1804 (Bruno 1970 431-463) Tambieacuten Solari (1991 27) hace referencia a lasfundaciones de los colegios de educandas realizadas por San Alberto en la dioacutecesis del Tucu-maacuten San Alberto solo alcanzoacute a fundar los colegios de educandas de Coacuterdoba (1782) y Cata-




de Ejercicios espirituales a la que ambas llamaron Casa de Jesuacutes conocidacomo el Beaterio de Jesuacutes

Cincuenta antildeos despueacutes en 1889 el beaterio fue absorbido por una nuevacongregacioacuten religiosa la de las Hermanas Esclavas En este proceso de 1047297nes

de siglo XIX coincidieron por un lado los procesos de organizacioacuten del Estadonacional y provincial que buscaban reglamentar y encauzar todo tipo de aso-ciaciones y por otro lado el intereacutes de la Iglesia por fortalecer sus institucio-nes educativas y hacerlas maacutes organizadas y e1047297caces ante la lucha entabladacontra el avance de la escuela laica El beaterio como institucioacuten pseudo-conventual era descali1047297cado por la autoridad eclesiaacutestica que buscaba for-mar 1047297las tras una disciplina feacuterrea y controlada por la jerarquiacutea masculina

El auge de las congregaciones femeninas de vida apostoacutelica durante elsiglo XIX no conocioacute precedentes El proceso de secularizacioacuten y las nuevascon1047297guraciones de la soberaniacutea de los estados decimonoacutenicos hicieron que

la antigua fe de los hombres se instalara en posiciones poliacuteticas Las mujeresfueron entonces el rostro del compromiso misionero por lo que se puedea1047297rmar que durante el siglo XIX se produjo una feminizacioacuten del catolicismoSe ensanchoacute el campo del apostolado femenino hacia nuevos ministeriosque fueron maacutes allaacute de la tradicional dedicacioacuten a la educacioacuten de la nintildeez yla juventud y a la asistencia sanitaria (Aacutelvarez Goacutemez 1990 537-538)

La poliacutetica de la Iglesia en Occidente se sumoacute al proceso que viviacutea Europaluego del Congreso de Viena de 1815 en donde se inicioacute la llamada laquorestau-racioacutenraquo del antiguo reacutegimen La institucioacuten eclesial se concentroacute en la luchacontra el secularismo imperante y ante la necesidad de convocar a los 1047297eles

al seno de la Iglesia la jerarquiacutea decimonoacutenica gestoacute una serie de medidasrestauradoras del catolicismo tanto en Europa como en el resto de las nacio-nes y de manera especial en Latinoameacuterica Se priorizoacute la disciplina y la for-macioacuten del clero y se estimuloacute el surgimiento de cofradiacuteas y otras asociacio-nes de laicos como una manera de reconstituir el tejido vincular intraeclesial

El efecto maacutes relevante de la poliacutetica disentildeada desde Roma fue el augede las misiones y con ello el surgimiento de numerosas congregacionesreligiosas El renacimiento misionero no solo fue propiciado por el celo res-taurador de la Iglesia romana sino que fue favorecido por las facilidades enlas comunicaciones el proceso de colonizacioacuten el intereacutes despertado por las

culturas desconocidas y el avance misionero protestante que de alguna ma-nera resultaba amenazante para la Iglesia catoacutelica

El surgimiento de nuevas congregaciones religiosas fue la mayor expre-sioacuten de la vitalidad del catolicismo El marcado caraacutecter praacutectico de estas

marca (1783) asistidos por mujeres laquobeatas-educadorasraquo mujeres que se laquohan querido recogeren su propia casa para ensentildear y criar algunas nintildeasraquo (Bruno 1970 454) Sobre las laquomaestras-beatasraquo de Salta veacutease Cohen Imach 2003 81-103 Sobre el beaterio de Tucumaacuten veacutease Blan-co 1930




asociaciones manifestoacute la intencioacuten de la jerarquiacutea de ocupar espacios quelos nuevos estados liberales no alcanzaban a cubrir como los asistencialessanitarios y educativos El mundo moderno surgido de la Revolucioacuten Fran-

cesa dejoacute de valorar la productividad espiritual de las mujeres de clausurapero reconocioacute en las nuevas agrupaciones de vida apostoacutelica la ventajaeconoacutemica de subvencionar los servicios sociales que llevaban a cabo Es-tas mujeres consagradas a Dios desde el servicio al proacutejimo persiguieron susmetas aprovechando esta coyuntura favorable de los estados decimonoacuteni-cos (McNamara 1999 500) A la tradicional eleccioacuten de una vida de clausu-ra y oracioacuten se sumoacute la posibilidad de consagrarse a Cristo por medio deuna opcioacuten maacutes comprometida con la sociedad

Solo en Francia surgieron alrededor de 400 nuevas congregaciones feme-ninas (Schatz 1992 48) y muchas maacutes tuvieron su origen en Espantildea e Italia

Varias de estas instituciones iniciaron su viaje a Ameacuterica y a otros continen-tes acompantildeando los movimientos de colonizacioacuten En Ameacuterica estos nue-vos grupos se diferenciariacutean de los monasterios de vida contemplativa delperiacuteodo colonial por la diversidad de actividades asistenciales y educativasque asumieron

El siguiente cuadro indica las comunidades religiosas que se instalaron enla ciudad de San Miguel de Tucumaacuten en el uacuteltimo cuarto del siglo XIX

En 1876 arribaron hermanas del Huerto a Tucumaacuten para hacerse cargodel Hospital Mixto que hasta ese momento habiacutea sido dirigido por la Socie-dad de Bene1047297cencia Al antildeo siguiente 1877 se haciacutean cargo de la Escuela

Cuadro 2

Congregaciones religiosas femeninas existentes

en Tucumaacuten a 1047297nes del siglo XIX

Congregacioacuten Fecha de

fundacioacuten

Lugar de

fundacioacuten

En

Argentina

desde

En

Tucumaacuten

desde

1 Hermanas de la Caridad Hijasde Mariacutea Santiacutesima del Huerto

1829 Chiavari Italia 1859 1876

2 Dominicas del SantiacutesimoNombre de Jesuacutes

1887 Tucumaacuten Argentina

1887 1887

3 Esclavas del Sagrado Corazoacutende Jesuacutes

1872 Coacuterdoba Argentina

1872 1889

4 Hermanas del Buen Pastor 1829 Angers Francia 1889 1889

5 Hermanas TerciariasFranciscanas de la Caridad

1880 Buenos Aires Argentina

1880 1892

6 Pobres Bonaerenses de SanJoseacute


1880 1893

Fuente Elaboracioacuten propia seguacuten datos del AAT y Bruno1976 1981




Municipal Sarmiento39 fundando luego el Colegio de Nuestra Sentildeora delHuerto dedicado a la educacioacuten de la mujer (Bruno 1976 469-476)

La segunda fundacioacuten se produjo en 1887 al surgir la primera congrega-cioacuten femenina autoacutectona las Hermanas Dominicas del Santiacutesimo Nombre de

Jesuacutes fundada por Elmina Paz-Gallo y un grupo de compantildeeras quienesse habiacutean solidarizado con las viacutectimas de la epidemia que asoloacute Tucumaacuten a1047297nes de 1886 Luego de fundar el primer asilo de hueacuterfanos decidieron con-sagrase a Dios desde el servicio a los maacutes desprotegidos40 asiacute en 1890 sefundaba la escuela del asilo y en los antildeos sucesivos otros colegios dedica-dos tambieacuten a cubrir las demandas de educacioacuten femenina en Tucumaacuten y enotras regiones del paiacutes

Las Esclavas del Sagrado Corazoacuten en 1889 se hicieron cargo del bea-terio de la Casa de Jesuacutes como ya indicamos dedicaacutendose a la educacioacutende la mujer y a la continuacioacuten de la obra de los ejercicios espirituales Maacutes

adelante tambieacuten fundariacutean un hogar para nintildeas La congregacioacuten de las Her-manas Esclavas habiacutea sido fundada en Coacuterdoba hacia 1872 por SaturninaRodriacuteguez

El mismo antildeo llegaron las Hermanas del Buen Pastor41 para instalarseen una casa cedida por el vicario capitular Padilla y Baacutercena situada en lacalle Mendoza dentro del casco urbano al lado de la capilla del Sentildeor dela Paciencia en donde funcionaba la importante Cofradiacutea de las Aacutenimasarriba mencionada42 Comenzaron las hermanas con la apertura de un asilode preservacioacuten de joacutevenes pobres del pueblo para laquoapartarlas del pecado ypreservarlas del contagio del vicioraquo43 El auto de ereccioacuten estableciacutea tambieacuten

que laquocuando la capacidad del edi1047297cio lo permita se abriraacute otra seccioacuten conla conveniente separacioacuten para mujeres extraviadas que por propia volun-tad o destinadas por las autoridades de la provincia busquen la correccioacutende las costumbres y su rehabilitacioacuten moralraquo En las Bases para el funciona-miento de la Casa del Buen Pastor de Tucumaacuten se estableciacutea que el 1047297n de lainstitucioacuten era laquodar gloria a Dios trabajando en la moralizacioacuten de la mujer

39 Ficha de Fundacioacuten del Colegio Nuestra Sentildeora del Huerto Legajo Hermanas de la Ca-ridad Hijas de Mariacutea Santiacutesima del Huerto sf (AAT)

40 Carta de Elmina Paz y sus compantildeeras al Obispo Padilla y Baacutercena Tucumaacuten mayo de1887 (AAT)

41 El instituto fue fundado por Mariacutea Eufracia Pelletier en 1829 en Angers (Francia) para larecuperacioacuten de las joacutevenes en situacioacuten de vulnerabilidad joacutevenes en riesgo de prostitucioacutenprostitutas que queriacutean cambiar de vida mujeres en con1047298icto con la justicia (Serrano 2000 26)Se comenzoacute a difundir en Argentina en 1885 al ser desterradas de Uruguay las comunidades re-ligiosas Las primeras religiosas proveniacutean de Uruguay y Chile (Bruno 1981 556)

42 Para maacutes detalles de la instalacioacuten de la casa de Tucumaacuten la obra de referencia es la deJuan Isern El Buen Pastor en las Naciones de Sud Ameacuterica (1923)

43 Auto de ereccioacuten de la Casa del Buen Pastor de Tucumaacuten Pablo Padilla y Baacutercena Vi-cario Capitular de la Dioacutecesis de Salta Tucumaacuten 13 de agosto de 1889 Legajo Hermanas delBuen Pastor sf (AAT)




por medio de la instruccioacuten cristiana y el trabajoraquo44 El servicio que se com-prometiacutean a prestar era la laquoeducacioacuten praacutectica de las nintildeas desvalidas pre-servaacutendolas en sus asilos de los peligros del mundo y ensentildeaacutendoles a ganarhonradamente los medios de subsistenciaraquo

Las Hermanas Terciarias Franciscanas de la Caridad fundadas en Buenos Aires (1880) por Mercedes Guerra45 y un grupo de compantildeeras comenzaronsu misioacuten asistencial cuidando gratuitamente enfermos a domicilio (Bruno1976 533) En Tucumaacuten se establecieron en 1892 mdashen un amplio solar do-nado por Isaiacuteas Padilla en la esquina Lavalle y Buenos Airesmdash y desde alliacuterealizaron su tarea de asistencia a los enfermos y organizaron un asilo paraeducar a nintildeas pobres o hueacuterfanas

Las Hermanas Pobres Bonaerenses de San Joseacute surgieron en MercedesProvincia de Buenos Aires (1880) por iniciativa de Camila Roloacuten46 La 1047297nalidaddel instituto se orientaba a laquoprocurar la gloria de Dios y la salvacioacuten de las al-

mas dedicaacutendose a la educacioacuten de los nintildeos pobres sobre todo en los pue-blos de campantildea y a la visita de los enfermos y menesterosos a domicilio []tambieacuten podriacutean hacerse cargo de los santos hospitales y lazaretos y auacuten asis-tir en los campos de batalla para atender a los heridosraquo (Bruno 1976 527-528)

Estos conventos de vida apostoacutelica se constituyeron en espacios desociabilidad y de praacutecticas religiosas femeninas tal como lo habiacutean sido losconventos de vida contemplativa en el periacuteodo colonial (Serrano 2000 14)Cada obra asumida por las religiosas contoacute con una asociacioacuten de laicas quelas sosteniacutea con la buacutesqueda y donacioacuten de recursos econoacutemicos47 Las nue-

44 Bases bajo las cuales quedoacute establecido en esta Capital el Asilo de Bene1047297cencia o Casade Preservacioacuten a cargo de las Hermanas del Buen Pastor Legajo Hermanas del Buen Pastorsf (AAT)

45 Nacioacute en Santiago del Estero en 1817 y murioacute en Buenos Aires en 1901 Ingresoacute en elmonasterio de las Clarisas de Buenos Aires en 1858 pero tuvo que abandonarlo por su deacutebil sa-lud Sin renunciar al haacutebito franciscano se dedicoacute en Buenos Aires a cuidar enfermos tarea a laque se asociaron sus compantildeeras Traacutensito Peralta de Corteacutes y Juana Miroacute Realizoacute una amplialabor fundadora comenzando por el Conservatorio Caridad de San Francisco en Buenos Aires(Bruno 1976 532-537)

46 Camila Roloacuten nacioacute en San Isidro (Buenos Aires) en 1842 y fallecioacute en Roma en 1913 Los

intentos de vida consagrada de Camila fueron varios buscoacute ingresar en el monasterio de las Cla-risas de Buenos Aires luego se asocioacute a la Casa de Ejercicios y maacutes tarde en 1875 entroacute en elCarmelo descalzo pero siendo auacuten novicia desistioacute a causa de una enfermedad Acompantildeoacute al

joven sacerdote Saturnino Azurmendi en la capilla de la Exaltacioacuten de la Santa Cruz en la pro-vincia de Buenos Aires Fue alliacute donde se sintioacute impulsada a fundar una congregacioacuten dedicadaa socorrer a los nintildeos pobres Se instaloacute en Mercedes junto a Rosa Zurueta y Adelaida NuacutentildeezLa casa-asilo muy pronto se llenoacute de criaturas pobres y abandonadas a quienes debiacutean educary alimentar pidiendo limosna Camila Roloacuten realizoacute varias fundaciones viajoacute 5 veces a Roma paragestionar personalmente la aprobacioacuten de su Instituto la fundacioacuten de una casa en esa ciudady la traslacioacuten a ella de la casa generalicia (Bruno 1976 531)

47 En el Archivo del Arzobispado de Tucumaacuten se encuentra una abundante documentacioacutensobre la organizacioacuten de estas asociaciones cooperadoras




vas congregaciones tambieacuten recibieron apoyo del Estado en sus tareas edu-cativas y asistenciales la razoacuten es que los gobiernos liberales miraban conbuenos ojos la dedicacioacuten con que estas mujeres asumiacutean su compromisoeducativo y caritativo con los sectores populares y los nuevos ciudadanos en

general En San Miguel de Tucumaacuten una ciudad que se urbanizaba acelera-damente a raiacutez del auge de la industria azucarera la atencioacuten a los maacutes vulne-rables de la sociedad constituiacutea un paso fundamental para el disciplinamientoy la moralizacioacuten tan buscadas La praacutectica de la caridad fue la nueva formade viacutenculo social y religioso que estas congregaciones establecieron con lasociedad de esta manera las religiosas educaron a las mujeres de la eacutelite y lasorientaron hacia una religiosidad de fuerte compromiso social Fueron muje-res de accioacuten y gestioacuten mujeres que habiacutean cruzado el oceacuteano (como las delHuerto o las del Buen Pastor) mujeres acostumbradas a viajar establecersey fundar Ellas vinieron a cubrir un vaciacuteo en la organizacioacuten asistencial-edu-

cativa del Estado decimonoacutenico y estaban convencidas de la utilidad socialde su misioacuten ya no se identi1047297caban con el laquoocio de la vida consagradaraquo ellasse auto-percibiacutean como laquoviacutergenes de la caridadraquo (Serrano 2000 17)

Las religiosas asumieron los rasgos de las aventureras en el gran siglo delos viajes como fue el XIX vivieron la internacionalizacioacuten al igual que comer-ciantes cientiacute1047297cos y literatos viajaron en los mismos barcos en las mismasaguas y rutas Seguacuten la terminologiacutea acuntildeada por Elizabeth Dufourcq ellasrepresentaron el paso de un catolicismo de referencia como era el del con-vento contemplativo que atrae hacia siacute a un catolicismo de movimiento quesale de siacute para difundirse48 El viraje de esta nueva comprensioacuten de la vida

religiosa queda muy bien expresado en la regla de las Hijas de la Caridadpara las religiosas el monasterio era la casa del enfermo la celda los cuar-tos de alquiler la capilla la iglesia de la parroquia los claustros las calles dela ciudad o las salas de los hospitales la clausura la obediencia las rejas eltemor de Dios y el velo la santa modestia49

Las nuevas congregaciones surgidas en el siglo XIX crecieron en e1047297caciaorganizativa y profesionalizacioacuten de servicios especialmente en el aacutembito dela educacioacuten y la salud Se produjo una suerte de desplazamiento de losparticularismos locales en funcioacuten de las organizaciones nacionales procesosimilar al vivido por los nuevos estados

Se crearon nuevos modelos de piedad femenina que colocaban la praacutec-tica de la caridad en el centro de la experiencia religiosa en menoscabo deuna devocioacuten ritualista sin obras Arribamos a un siglo de piedad ilustradaque rechazaba el culto meramente exterior ensalzando las praacutecticas de ca-

48 El texto de Elizabeth Dufourcq al que Serrrano (2000) hace referencia es Les Aventuriegraveresde Dieu Trois siegravecles diacutehistoire missionaire franccedilaise (1993)

49 Regla de las Hijas de la Caridad (escritas por San Vicente de Pauacutel en 1872) citado enSerrano 2000 20




ridad a favor de los que sufriacutean La verdadera religioacuten cristiana era entendidacomo la puesta en praacutectica de las obras de misericordia ensentildear al que nosabe corregir al que yerra dar de comer al hambriento vestir al desnudovisitar a los enfermos

Estas congregaciones decimonoacutenicas se hicieron cargo de los problemasque la sociedad urbana expulsaba protegiacutean a los que la ciudad arrojaba a lamarginalidad (enfermos locos hueacuterfanos prostitutas) educaban a los pobresy a la eacutelite femenina para que de una manera laquoilustrada y disciplinadaraquo sos-tuvieran la familia y el nuevo orden En estos aacutembitos las mujeres religiosasdispusieron de grados de autonomiacutea y capacidad de accioacuten que no tuvieronotros grupos de mujeres de su eacutepoca Como bien expresa Sol Serrano

los conventos parecen haber sido los espacios que otorgaban a las mujeres lo que el mundo lesnegaba el acceso al conocimiento en los contemplativos coloniales y un importante lugar depoder femenino permitido y valorado de accioacuten y de ejecucioacuten en las congregaciones decimo-noacutenicas (Serrano 2004 313)

El acto de fundar conventos y casas asistenciales fue una actividad quepermitioacute a las mujeres movilizar in1047298uencias buscar o disponer de recursosConstruyeron asiacute espacios para siacute de retiro propio y para otras pusieron enmarcha instancias de mediacioacuten femenina que posibilitaron la empresa fun-dacional utilizando in1047298uencias o medios econoacutemicos propios para posibilitaresos aacutembitos de espiritualidad y asistencia social A traveacutes de estas obrasmuchas mujeres del siglo XIX tuvieron acceso al recuerdo histoacuterico con pro-tagonismo propio50 Los edi1047297cios construidos la escritura conventual produ-

cida y los registros de la intensa actividad asistencial constituyeron vehiacuteculosde memoria femenina y caminos de a1047297rmacioacuten de su identidad en la ciudad deTucumaacuten A traveacutes de la fundacioacuten de conventos y obras asistenciales mu-chas mujeres rebasaron las funciones sociales y los roles culturales estable-cidos como la vida matrimonial y la procreacioacuten La vida conventual fue unespacio en donde muchas sostuvieron su mundo de relaciones intercambiode experiencias saberes memorias y cultura femenina entre mujeres con-sagradas y seglares (Muntildeoz 1999 78-79)

5 Los conventos femeninos en el contexto urbanode San Miguel de Tucumaacuten apuntes para una conclusioacuten

Los conventos femeninos de San Miguel de Tucumaacuten con1047297guraron la crea-cioacuten de espacios simboacutelicos propios En torno a ellos se vigorizaron redesfamiliares que a traveacutes del patronazgo fortalecieron viacutenculos entre las fami-lias y los conventos El proceso de urbanizacioacuten fue acompantildeado por la crea-

50 Tomo algunas interpretaciones de Aacutengela Muntildeoz desarrolladas al analizar el monacatomedieval como espacio de cultura femenina (1999 71-89)






Mapa 1

Plano de la ciudad de Tucumaacuten 1888

Referencias

1 Iglesia Matriz Parroquiade la Encarnacioacuten

2 Parroquia La Victoria(Iglesia Nuestra Sentildeorade las Mercedes)

3 Capilla del Sentildeor de laPaciencia

4 Capilla del Sentildeor delMilagro

5 Convento San Francisco6 Convento Santo Domingo

Conventos Hermanas de la Caridad del Huerto

7a Hospital Mixto (1876)7b Casa de Mendigos (Asilo San Roque 1892)

7c Colegio Nuestra Sentildeora del Huerto (1877)

Conventos Hermanas Dominicas

8ordf 1er Asilo de Hueacuterfanos casa familia Paz (1886)8b Asilo de Hueacuterfanos y Convento (1890)9 Convento Hermanas Esclavas del Sagrado Corazoacuten

de Jesuacutes (1889) ex-beaterio10 Hermanas del Buen Pastor (1889)11 Hermanas Terciarias Franciscanas de la Caridad (1892)12 Pobres Bonaerenses de San Joseacute Hogar Leoacuten XIII (1893)

Fuente Archivo Dominicano de Tucumaacuten (ADT)




Las tradiciones espirituales que los conventos propagaron constituyeronun aporte fundamental para el desarrollo de las creencias y praacutecticas religio-sas Las relaciones familiares y de amistad que se con1047297guraron en torno alos conventos femeninos tambieacuten obedecieron a estrategias de reproduccioacuten

social concretas51 El apoyo 1047297nanciero que las obras asumidas requeriacutean fue un factor de

aglutinamiento para mujeres de la eacutelite que con el objeto de buscar recursosconformaron asociaciones en donde fortalecieron nuevos espacios de socia-bilidad a la vez que sus actividades provocaron un crecimiento del fervor ylas creencias religiosas integrando un entramado de religiosidad local urba-na A su vez el apoyo a las diferentes fundaciones posicionaba a familias dela eacutelite en una situacioacuten de mayor in1047298uencia y estatus social En torno a cadaconvento y su red de agrupaciones se reprodujeron modos de sentir pensary maneras de vivir la religiosidad que fueron marcando un sistema devocio-

nal urbano La formacioacuten de una civilidad mdashentendida como un conglome-rado de comportamientos y sensibilidadesmdash constituyoacute un proceso en el quelos conventos femeninos participaron activamente contribuyendo a la sedi-mentacioacuten de la identidad urbana en San Miguel de Tucumaacuten vigorizandolas redes primarias de lo urbano y erigieacutendose en e1047297caces agentes de terri-torializacioacuten52

Fuentes y bibliografiacutea citadas

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51 Las interesantes observaciones sobre los conventos femeninos y su relacioacuten con el mundourbano de Puebla (Meacutexico) que realiza Rosalva Loreto Loacutepez (2000) para el siglo XVIII sirven de basea estas interpretaciones para el caso tucumano del siglo XIX

52 Aacutengela Muntildeoz (2002) estudia la in1047298uencia de parroquias y conventos como base de laconstruccioacuten del Madrid medieval sus apreciaciones resultaron un interesante aporte para ana-lizar el proceso de urbanizacioacuten de la ciudad de San Miguel de Tucumaacuten que se produjo en eluacuteltimo cuarto del siglo XIX junto al intenso proceso de industrializacioacuten azucarera que vivioacute la pro-vincia de Tucumaacuten




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espacios de circulacioacuten y socializacioacuten han permitido pensar la poliacutetica (susideas praacutecticas y reglas) de una manera menos determinista y le ha devuel-to mayor protagonismo a su propia dinaacutemica y a sus instituciones recupe-rando para el Estado su rostro humano2

Desde estos paraacutemetros de la historia poliacutetica pretendo indagar en elprotagonismo femenino del asociacionismo catoacutelico decimonoacutenico en el es-pacio local de la ciudad de San Miguel de Tucumaacuten Analizo las formas devida religiosa femenina que se promovieron en esa ciudad y el modo en quedesde estos lugares las mujeres efectivizaron su intervencioacuten en el espaciopuacuteblico descubriendo coacutemo y doacutende ejercieron su in1047298uencia y alcanzaron unlugar de relevancia colectiva y por ende sentaron las bases de la organiza-cioacuten eclesial y estatal local

En primer lugar observo los aacutembitos eclesiales femeninos como aacutembitosde sociabilidad poliacutetica y de intervencioacuten en el espacio puacuteblico para las mu-

jeres en segundo lugar analizo las asociaciones laicales que se desarrolla-ron en el Tucumaacuten decimonoacutenico en tercer lugar estudio las formas de vidareligiosa femenina que se establecieron en la ciudad de San Miguel de Tucu-maacuten En torno a cada asociacioacuten laical y cada convento se produjo una redde agrupaciones que reprodujeron modos de sentir pensar y maneras devivir la religiosidad que fueron marcando un sistema devocional urbano Laformacioacuten de una civilidad mdashentendida como un conglomerado de compor-tamientos y sensibilidadesmdash constituyoacute un proceso en el que los conventosy las asociaciones femeninas participaron activamente contribuyendo a lasedimentacioacuten de la identidad urbana en San Miguel de Tucumaacuten vigorizan-

do las redes primarias de la sociedad y erigieacutendose en e1047297caces agentes deterritorializacioacuten

Las fuentes analizadas fueron principalmente los legajos de las asociacio-nes y congregaciones que se conservan en el Archivo del Arzobispado deTucumaacuten Estos legajos incluyen la correspondencia entre las mujeres fun-dadoras de asociaciones o congregaciones religiosas y la autoridad eclesiaacutes-tica reglamentos y estatutos y bases o escritos de de1047297nicioacuten de la identidady misioacuten de las instituciones que se fundaban

2 En esta perspectiva se ubican los estudios compilados en el libro Un estado con rostro humano Funcionarios e instituciones estatales en Argentina (desde 1880 a la actualidad) deBoholavsky y Soprano (2010) Los trabajos que componen esta publicacioacuten aspiran a descom-poner el Estado comprendieacutendolo desde las perspectivas y experiencias de los sujetos que for-maron o forman parte de alguna de sus instituciones enfocando en el anaacutelisis a los hombresy mujeres que cotidianamente produjeron representaciones y praacutecticas correspondientes a laesfera social que denominamos estatal Los estudios se centran en la actividad de los sujetosconcretos que habitan y dan vida al Estado que laquosonraquo el estado












































Cuadro 1



Nordm Fecha de

Fundacioacuten




































Nordm Fecha de

Fundacioacuten























PP Lourdistas























































































































































Cuadro 2




fundacioacuten

Lugar de

fundacioacuten

En

Argentina

desde

En

Tucumaacuten

desde





1887 1887



1872 1889




1880 1892



1880 1893



























































Mapa 1


Referencias






















Fuentes publicadas






























































Al Mudayna




























































Cuadro 1



Nordm Fecha de

Fundacioacuten




































Nordm Fecha de

Fundacioacuten























PP Lourdistas























































































































































Cuadro 2




fundacioacuten

Lugar de

fundacioacuten

En

Argentina

desde

En

Tucumaacuten

desde





1887 1887



1872 1889




1880 1892



1880 1893



























































Mapa 1


Referencias






















Fuentes publicadas






























































Al Mudayna




















Nordm Fecha de

Fundacioacuten























PP Lourdistas























































































































































Cuadro 2




fundacioacuten

Lugar de

fundacioacuten

En

Argentina

desde

En

Tucumaacuten

desde





1887 1887



1872 1889




1880 1892



1880 1893



























































Mapa 1


Referencias






















Fuentes publicadas






























































Al Mudayna





























































































































































Cuadro 2




fundacioacuten

Lugar de

fundacioacuten

En

Argentina

desde

En

Tucumaacuten

desde





1887 1887



1872 1889




1880 1892



1880 1893



























































Mapa 1


Referencias






















Fuentes publicadas






























































Al Mudayna










































































Mapa 1


Referencias






















Fuentes publicadas






























































Al Mudayna


























Fuentes publicadas






























































Al Mudayna











































































Al Mudayna

















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