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GPS GUÍA PARA SALIR Viernes 22.07.11 Orar bajo tierra Un recorrido por las ermitas rupestres del valle cántabro de Valderredible [P2] Rodaballo, un pescado de fácil digestión COMER Está indicado para dietas de adelgazamiento, diabéticos y colesterol alto [P8] Jim Carrey baila con pingüinos CINE El actor estadounidense vuelve a la carga con otra comedia de palomitas [P10] Cita con Carlos Montero y Clara Montes MÚSICA La propuesta para el fin de semana: Estival 2011 en Portillo y Las Noches Musicales de San Benito en la capital [P12] Ermita rupestre del Cuevatón, cerca de Cezura (Cantabria). :: J. PRIETO

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JimCarrey bailacon pingüinos Rodaballo,un pescadode fácildigestión Elactorestadounidense vuelvealacarga conotracomedia depalomitas [P10] Estáindicadoparadietas deadelgazamiento, diabéticosycolesterol alto [P8] Lapropuestaparaelfin desemana:Estival2011 enPortilloyLasNoches MusicalesdeSanBenito enlacapital [P12] COMER MÚSICA CINE ErmitarupestredelCuevatón,cercadeCezura(Cantabria). :: J.PRIETO Viernes 22.07.11

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Page 1: 110722 Valderredible

GPSGUÍA PARA SALIR

Viernes22.07.11

Orar bajotierraUn recorrido por las ermitasrupestres del valle cántabrode Valderredible [P2]

Rodaballo, unpescado defácil digestión

COMER

Está indicado para dietasde adelgazamiento,diabéticos y colesterolalto [P8]

Jim Carreybaila conpingüinos

CINE

El actor estadounidensevuelve a la cargacon otra comediade palomitas [P10]

Cita con CarlosMontero y ClaraMontes

MÚSICA

La propuesta para el finde semana: Estival 2011en Portillo y Las NochesMusicales de San Benitoen la capital [P12]

Ermita rupestre del Cuevatón, cerca de Cezura (Cantabria). :: J. PRIETO

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Hubo un tiempo en el que loshombres, para estar más cer-ca de Dios, corrieron en direc-ción contraria: buscando elcobijo de la tierra. Hablamosde los siglos VII al XI, una épo-ca oscura y remota de la his-toria en la que, al menos enel norte peninsular, todo pa-recía estar pendiente de unhilo. Lo que más, la vida y larecompensa cierta de un fu-turo eterno.

Eran aquellos tiempos tur-bulentos, en los que el Islamse había ido asentando en elsur peninsular, mientras losadalides de la fe cristiana per-manecían encastillados en elnorte montañoso. Entre unaparte y otra quedó un inmen-so desierto de vida humanaque pintaría como un autén-tico ‘far west’: con sus foraji-dos, sus matones, sus justi-cieros, soldados de fortuna,pioneros en busca de territo-rios libres, monjes armados osanturrones dispuestos a ba-jarse del mundo en un lugardonde nadie los encontrarani a tiros. Eran territorios derepoblación en los que siem-pre se vivía ojo avizor, por si

las moscas o por Alá. Uno deesos territorios de repobla-ción es el valle cántabro deValderredible, una deliciosadepresión orográfica regadapor el discurrir del río Ebroconocido, entre otras cosas,por la colección de pequeñasiglesias y construcciones deaire monacal que conservaexcavadas en la roca. Formanparte del legado de unos an-tepasados que pensaron quela mejor forma de construirpara la eternidad era rascan-do en las blanduras de la are-nisca, una mezcla de arenacompacta tan maleable comoun merengue en la que, si tepones, haces una catedral conun cucharón.

El fenómeno del eremitis-mo rupestre es algo relativa-mente frecuente en muchoslugares de la geografía penin-sular. Pero la singularidad, eneste caso, viene dada por ladensidad de construccionesque se localizan, sobre todo,en la cabecera alta del valledel Ebro. Entre las explicacio-nes más repetidas, está la deuna corriente migratoria decreyentes cristianos, propi-

ciada en torno a los siglos IXo X, que habría abandonadoterritorios de dominio mu-sulmán en el sur para reem-prender, siguiendo el cursode este río, sus cristianas vi-das en el norte. De sus manossaldrían las hechuras mozá-rabes que se identifican enmuchas de las ermitas rupes-tres del valle de Valderredi-ble y alrededores. Al mismotiempo que esto sucedía, sehabría ido extendiendo lapráctica de un acercamientoa Dios poniendo de por me-dio el alejamiento de los hom-bres, la vida ascética, en sole-dad y aislamiento que poblóde ermitaños muchas de lasoquedades que quedaban alalcance de la mano en el va-lle del Ebro.

En ocasiones, estos anaco-retas acostumbrados a vivircomo abejarucos, asomadosal vacío desde su nido en latierra, formaban pequeñascomunidades en torno a untemplo algo mayor, al quetambién daban forma apro-vechando la blandura de laroca. Así, con las herramien-

tas de la época –es decir, unaazuela y poco más–, fueronformándose monasterios dedimensiones familiares a losque, si se podía, se iban aña-diendo más agujeros para aco-ger a los nuevos miembros.Son las oquedades aisladas–llamadas celdas o lauras– quea menudo salpican el entor-no de lo que se adivina comoel templo principal.

De todos aquellos trajinesdel pasado, lo que hoy ha que-dado es una colección de agu-jeros en las rocas, en los quese adivinan marcas de enca-je de las estructuras de made-ra que ponían las paredes, te-chos o puertas allí donde nolas daba de por sí la naturale-za. También alguna iglesia ex-cavada por completo en elsubsuelo, con sus bóvedas,sus pilares y sus ábsides se-micirculares.

Una de las más importan-tes, grandes y hermosas detoda la península Ibérica es laermita rupestre de Olleros dePisuerga, en tierras palenti-nas aledañas a Aguilar deCampoo. Dedicada a los san-

tos Justo y Pastor asombratanto por sus dimensionescomo por su antigüedad. Suparte más antigua es la sacris-tía –del siglo VIII–. Y hay quefijarse en que una de las co-lumnas que separan sus dosnaves forma un todo con elresto de la cueva. Las otras dosse añadieron en el siglo XVII.

Es, sin duda, un aperitivode primera para un viaje quedesde aquí puede encaminar-se hacia el valle de Valderre-dible. En Cezura hay que ha-cer el primer alto. A la entra-da del pueblo, una carreteralleva hacia Covalagua. Qui-nientos metros después detomarla, un sencillo cartel demadera con letras rojas indi-ca el sendero a ‘El Cuevatón’,una impresionante oquedadcon aires de catedral hasta laque se llega en cinco minu-tos de caminar por el interiorde un bosque de helechos.

Santa María de Valverde,todavía en el costado oestede Valderredible, atesora laotra iglesia rupestre impor-tante de la zona, tan espec-tacular como difícil de visi-

Cuevascon almaUn reguero de ermitasrupestres jalonan el vallecántabro de Valderredible

JAVIERPRIETO

RUTAS CON ENCANTOVALLE DEVALDERREDIBLE

Ermita rupestre de Santa María de Valverde, en el valle cántabro de Valderredible.

PLANES Viernes 22.07.11EL NORTE DE CASTILLAGPS2

Altar de la ermita rupestre de Olleros de Pisuerga.

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tar. Un cartel en la puertadice cuándo se abre: Misasdomingos y festivos a las13:00 horas. A unos metrosdel templo se sitúa el Centrodel Rupestre, con título dedifícil interpretación peroque en realidad versa sobreel fenómeno del eremitismoy las necrópolis rupestres,aunque solo del territoriocántabro. Es lo que tiene lamiopía administrativa. Sinun mal folleto que llevarse ala guantera, el viajero inte-resado en visitar el resto derincones del valle deberá to-mar nota a mano fijándoseen los paneles del centro.

Otro de esos lugares mági-cos es la necrópolis y habi-táculos rupestres de San Pan-taleón, escarbados en el ba-rrio de Allende –del otro ladodel río– de la localidad de LaPuente del Valle, con sarcó-fagos de piedra medio comi-dos por la maleza y misterio-sas habitaciones con bancoscorridos. Tras cruzar el río hayque seguir de frente y dejarel coche en una isleta en laque se ve el indicador a Mon-

tecillo. A la derecha de la ca-rretera un sendero conducehasta lo alto de la necrópolis.

Hay muchos más rincones,pero resultan parada obliga-toria la iglesia de Cadalso, lade Campo de Ebro o la deArroyuelos, iglesia de dos pi-sos que ocupa el interior deuna gran peña. Muy cerca deesta queda la localidad burga-lesa de Presillas y su tambiénespectacular iglesia rupestrede San Miguel. El recorridohacia el este continúa por laCA-275 junto al Ebro hastaVillaescusa. A cuatro kilóme-tros de esta localidad, siguien-do las marcas del GR.99, selocalizan las cascadas de ElTobazo y, a su lado, otro delos eremitorios de nota, untemplo con varias salas, tum-bas y oquedades adyacentesen un paraje de lujo. No erael Paraíso, pero la hermosu-ra de las cascadas cuando es-tán en plenitud y la vista so-bre el cañón del Ebro debie-ron de ser un potente recla-mo para los aspirantes a en-trar en él.� [email protected]

�En marcha. El inicio deeste viaje de visita a lasconstrucciones rupestresdel entorno del Ebro por lasprovincias de Palencia,Cantabria y Burgos puedecomenzarse en la localidadpalentina de Olleros de Pi-suerga, al borde de la auto-vía A-67, muy cerca deAguilar de Campoo. Des-pués, hay que volver a dejarla autovía en Aguilar parabuscar el desvío haciaQuintanilla de las Torres ytomar allí la CA-273 que re-corre el valle cántabro deValderredible.

�Visitas. No hay un crite-rio común. Algunas iglesiasestán cerradas a cal y canto,de otras tiene la llave algúnvecino y otras están abier-tas siempre. En Olleros hayque preguntar en el barFeli. La ermita abre de mar-tes a domingo por la maña-na (tel. 619 15 56 81). Cen-tro del Interpretación delRupestre, tel. 616 84 92 51.

�Comer y dormir. Webinstitucional: www.turis-mocastillayleon.com

Tumbas talladas en la roca.

:: REPORTAJE GRÁFICO DE JAVIER PRIETO

GUÍA

Viernes 22.07.11EL NORTE DE CASTILLA PLANES 3GPS

Emeritorio de San Miguel de Presillas.