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FILOSOFATextos

Filosofa y experiencia de lo metafsico

Murieron otros, pero aconteci en el pasado,que es la estacin -nadie lo ignora- ms propiciaa la muerte.Es posible que yo, sbdito de Yaqub al Mansur,muera como tuvieron que morir las rosas yAristteles?(Jorge Luis Borges: Cuarteta)

Vine al mundo ignorando por qu, como la gotade agua que contina su marcha por el ro.Me marchar de l como sobre el desierto ardientepasa el viento. Por qu vine, por qu he de irme?(Omar Kheyyam: Rubaiyat, 247)

El hombre: animal metafsico

Las creaciones de la ciencia han dado al hombre una sensacin nueva de su potencia. El hombre, antes sobrecogido ante lo sobrenatural, se ha descubierto de pronto un exorbitante poder para corregir y rectificar la Naturaleza. Esta sensacin ha desalojado de su alma las races de la vieja metafsica.Pero el hombre, como la filosofa lo define, es un animal metafsico. No se vive fecundamente sin una concepcin metafsica de la vida.(Jos Carlos Maritegui: El hombre y el mito, en El alma matinal)

Maravilla, mito y filosofa

En efecto, la maravilla ha sido siempre, antes como ahora, la causa por la cual los hombres comenzaron a filosofar. Al principio se encontraron sorprendidos por las dificultades ms comunes; despus, avanzando poco a poco, plantearon problemas cada vez ms importantes, tales, por ejemplo, como como aquellos que giran en torno a los fenmenos de la luna, del sol y de los astros, y finalmente los concernientes a la gnesis del Universo. Quien percibe una dificultad y se admira, reconoce su propia ignorancia. Y por ello, desde cierto punto de vista, tambin el amante del mito es filsofo, ya que el mito se compone de maravillas.(Aristteles: Metafsica, I, 2, 982b)

Precisamente, es caracterstico del filsofo este estado de nimo: el de la maravilla, pues el principio de la filosofa no es otro, y aquel que ha dicho que Iris (la filosofa) es hija de Thaumante (la maravilla), no ha establecido mal la genealoga.(Platn: Teeteto, 155 d)

Por qu es el ente y no ms bien la nada? () esta pregunta constituye el filosofar. Cuando nuestro pensar y nuestro mirar nos ponen en camino en direccin a esta pregunta, al comienzo renunciamos a detenernos en cualquier dominio familiar del ente. Pasamos por alto lo que pertenece al orden diario. Nuestro preguntar sobrepasa lo habitual y lo ordinario y bien ordenado en el espacio cotidiano. Nietzsche dijo alguna vez: Un filsofo es un hombre que vive, oye, sospecha, espera y suea constantemente cosas extraordinarias.Filosofar consiste en preguntar por lo extra-ordinario El mismo Nietzsche dice: Filosofar es vivir voluntariamente en el hielo y la alta montaa. Ahora podemos decir que filosofar es el extraordinario preguntar por lo extra-ordinario.(Martin Heidegger: Introduccin a la metafsica)

El principio

Dos griegos estn conversando: Scrates acaso y Parmnides.Conviene que no sepamos nunca sus nombres, la historia, as,ser ms misteriosa y ms tranquila.El tema del dilogo es abstracto. Aluden a veces a mitos, de losque ambos descreen.Las razones que alegan pueden abundar en falacias y no dan conun fin.No polemizan. Y no quieren persuadir ni ser persuadidos, nopiensan en ganar o en perder.Estn de acuerdo en una sola cosa, saben que la discusin es elno imposible camino para llegar a una verdad.Libres del mito y de la metfora, piensan o tratan de pensar.No sabremos nunca sus nombres.Esta conversacin de dos desconocidos en un lugar de Grecia esel hecho capital de la Historia.Han olvidado la plegaria y la magia.(Jorge Luis Borges: El principio)

Tales de Mileto

La mayora de los primeros filsofos creyeron tan slo principios a aquellos que se dan bajo la forma de la materia; pues afirman que el elemento y principio primero de todas las cosas es aquel a partir del cual todas las cosas existen y llegan por primera vez al ser y en l terminan por convertirse en su corrupcin, subsistiendo la substancia, pero cambiando en sus accidentes; porque tal naturaleza se conserva siempre y por eso piensan que nada nace ni perece. Ninguno de los entes se genera ni corrompe; pues dicen que siempre hay alguna naturaleza, o una o mltiple, de la cual se originan las dems cosas, permaneciendo ella.

En cuanto al nmero y a la especie de tal principio, no dicen todos lo mismo, sino que Tales, el iniciador de tal filosofa, afirma que es el agua (por lo que declar tambin que la tierra est sobre el agua); llegando, tal vez, a formar dicha opinin por ver que el elemento de todas las cosas es hmedo y que el calor mismo surge de la humedad y que de ella vive (el principio de todas las cosas es aquello de donde nacen); de ah vino a formar esa opinin, y el hecho de que las semillas de todas las cosas tienen la naturaleza hmeda, y el agua es el principio natural de las cosas hmedas.(Aristteles: Metafsica, A 3.983 b 6)

Ni tiniebla ni caos. La tinieblarequiere ojos que ven, como el sonidoy el silencio requieren el odo,y el espejo, la forma que lo puebla.Ni el espacio ni el tiempo. Ni siquierauna divinidad que premeditael silencio anterior a la primeranoche del tiempo, que ser infinita.El gran ro de Herclito el Oscurosu irrevocable curso no ha emprendido,que del pasado fluye hacia el futuro,que del olvido fluye hacia el olvido.Algo que ya padece. Algo que implora.Despus la historia universal. Ahora.(Jorge Luis Borges: Cosmogona)

Anaximandro

A partir de donde hay generacin para las cosas, hacia all se produce la destruccin, segn la necesidad; en efecto, pagan la culpa unas a otras y la reparacin de la injusticia, de acuerdo con el ordenamiento del tiempo.(Anaximandro, en Diel & Kranz, 12 A 9)

Anaxmenes

Anaxmenes, milesio, hijo de Eurstrato, compaero de Anaximandro, dice, como ste, que la naturaleza sustante es una e infinita, no indeterminada, como l, sino determinada, a la que llama aire, y que se diferencia en sustancias por rarefaccin y condensacin. Cuando se hace sutil se convierte en fuego, y cuando se condensa, en viento; despus en nubes, condensndose ms, en agua, luego en tierra, despus en piedras; y los dems seres se originan de esas sustancias. Hace tambin eterno el movimiento, por medio del cual se verifica el cambio.(Teofrasto, en Simplicio, Fsica 24, 26)

El devenir

El segundo crepsculo.La noche que se ahonda en el sueo.La purificacin y el olvido.El primer crepsculo.La maana que ha sido el alba.El da que fue la maana.El da numeroso que ser la tarde gastada.El segundo crepsculo.Ese otro hbito del tiempo, la noche.La purificacin y el olvido.El primer crepsculoEl alba sigilosa y en el albala zozobra del griego.Qu trama es stadel ser, del es y del fue?Qu ro es stepor el cual corre el Ganges?Qu ro es ste cuya fuente es inconcebible?Qu ro es steque arrastra mitologas y espadas?Es intil que duerma.Corre en el sueo, en el desierto, en un stano.El ro me arrebata y soy ese ro.De una materia deleznable fui hecho, de misterioso tiempo.Acaso el manantial est en m.Acaso de mi sombrasurgen, fatales e ilusorios, los das.(Jorge Luis Borges: Herclito)

Herclito

30Este mundo, que es el mismo para todos, no lo hizo ningn dios o ningn hombre; sino que fue siempre, es ahora y ser fuego siempre viviente, que se prende y se apaga segn medida

41La sabidura es una sola: conocer la razn, por la cual todas las cosas son dirigidas por todas.

45No importa la direccin que sigas, no hallars los lmites del alma, tan profundo es su logos.

49Entramos y no entramos en los mismos ros; somos y no somos.

50Si atienden no a m, sino al logos, estarn de acuerdo en que la sabidura consiste en que lo uno es todo.

51Los hombres ignoran que lo divergente est de acuerdo consigo mismo. Es una armona de tensiones opuestas, como la del arco y la lira.

52El tiempo es un nio que juega con los dados; el reino es de un nio.

54La armona no manifiesta es superior a la manifiesta.

58El bien y el mal son uno.

60El camino hacia lo alto y el camino hacia lo bajo es uno y el mismo.

70Las opiniones humanas son juegos de nios.

80Debemos saber que la guerra es comn a todos y que la discordia es justicia y que todas las cosas se engendran de discordia y necesidad.

89Hay un mundo uno y comn para los que estn despiertos, pero el que duerme se reduce a un mundo propio.

91No se puede sumergir dos veces en el mismo ro. Las cosas se dispersan y se renen de nuevo, se aproximan y se alejan.

113El pensar es comn a todos.

116Est en poder de todos los hombres conocerse a s mismos y ser sensatos.

123La naturaleza aprecia el ocultarse.El eleatismo

En lo que dura la palpitacin de una arteria,sentado en esa vieja piedra gris,bajo el viejo rbol quebrado por el viento,supe que Uno es animado,la humanidad inanimada fantasa.(William Butler Yeats: Meditacin en tiempo de guerra)

Moiss contest a Dios: Si voy a los hijos de Israel y les digo que el Dios de sus padres me enva a ellos, si me preguntan: Cul es su nombre?, yo qu les voy a responder?Dios dijo a Moiss: Yo soy: YO-SOY. As hablars al pueblo de Israel: YO-SOY me ha enviado a ustedes(Exodo 3, 13-14)

Jenfanes

Jenfanes, que fue el primero de entre ellos (los elatas) en afirmar la unidad del ser (se dice, efectivamente, que Parmnides haya sido su discpulo), no aclar, de ningn modo (si fuese finito o infinito), ni parece haber tratado de alguna de estas dos naturalezas, sino que mirando al universo en su totalidad, dice que lo Uno es Dios.(Aristteles, Metafsica, I, 5, 986)

Homero y Hesodo han atribuido a los dioses todas las cosas que son objeto de vergenza y de censura entre los hombres: hurtos, adulterios y engaos recprocos. Ellos han relatado, sobre los dioses, una cantidad de acciones contrarias a las leyes: hurtos, adulterios y engaos recprocos Pero los mortales creen que los dioses tienen nacimiento y vestiduras, voces y cuerpos similar al de ellos Y los etopes representan a sus dioses negros y de nariz chata, y los tracios dicen que tienen los ojos azules y los cabellos rojos pero si los bueyes, los caballos y los leones tuviesen manos y con ellas pudiesen dibujar y realizar obras como los hombres, los caballos dibujaran figuras de dioses semejantes a los caballos, y los bueyes a los bueyes, y formaran sus cuerpos a imitacin del propio.(Jenfanes, Fragmento 15)

Parmnides

I, 25 Es necesario que conozcas toda mi revelacin,y que se halle a tu alcance el intrpido corazn de la Verdad, de hermoso cerco,I, 30tanto como las opiniones de los mortales, que no encierran creencia verdadera.No obstante, a ti te ser dado aprender todo esto,y cmo las apariencias tendran que aparecerse para siempre como la realidad total.IIVoy a decrtelo ahora mismo, pero presta atencin a mis palabras,las nicas que se ofrecen al pensamiento de entre los caminos que reviste la bsqueda:Aquella que afirma que el Ser es y el No-Ser no es,significa la va de la persuasin, puesto que acompaa a la Verdad.II,5Y la que dice que el No-Ser existe y que su existencia es necesaria,sta, no tengo reparo en anuncirtelo, resulta un camino totalmente negado para el conocimiento.Porque no podras jams llegar a conocer el No-Ser cosa imposible-y ni siquiera expresarlo en palabras.III porque el pensar y el Ser son una y la misma cosa.IVObserva, pues, cmo lo que parece ms lejano se hace firmemente presente para el espritu,que no se ver dividido por la unin del Ser con el Ser,ni para dispersarse enteramente en contra del orden del universo,ni para reunirse.VIndiferente ser para m el lugar por donde comience, porque a este punto tender que volver de nuevo.VIHay que decir y pensar que el Ser existe, ya que es a l a quien corresponde la existencia,en tanto es negada a lo que no es. Te invito que consideres todo esto,pero, a la vez, quiero prevenirte acerca de esta va de la bsqueday en cuanto a aquella otra por la que se lanzan los mortales ayunos de saber,VI, 5que marchan errantes en todas direcciones, cual si de monstruos bicfalos se tratase.Porque es la perplejidad la que en el pecho de estos dirige su espritu vacilante.Y as se ven llevados de aqu para all, sordos, ciegos y llenos de sombro, como turba indecisapara la cual Ser y No-Ser parecen algo idntico y diferente,en un caminar en pos de todo que es un andar y un desandar continuo.VIIPorque jams fuerza alguna someter el principio: que el No-Ser sea.Pero t, no obstante, aleja tu pensamiento de esta vay no te dejes llevar sobre ella por la fuerza rutinaria de la costumbre,ni manejando tus ojos irreflexivamente, ni tus odos que recogen todos los ecos,VII, 5ni acaso tu lengua. Juzga, por el contrario, con razones que admitan mltiples pruebas,VIIIcomo las que yo te he mostrado.Slo nos queda ahora el hablar de una ltima va, la de la existencia del Ser.Muchos indicios que ella nos muestra permiten afirmar que el Ser es increado e imperecedero,puesto que posee todos sus miembros, es inmvil y no conoce fin.VIII, 5No fue jams ni ser, ya que es ahora, en toda su integridad, Uno y continuo.Porque, en efecto, qu origen podras buscarle? De dnde le vendra su nacimiento?No te permitir que me digas o que pienses que haya venido del No-Ser,porque no se puede decir ni pensar que el Ser no sea.Qu necesidad, pues, lo habra hecho surgirVIII, 10en un momento determinado, despus y no antes, tomar impulso de la nada y crecer?Por tanto, o ha de existir absolutamente o no ser del todo.Jams una fe vigorosa aceptar que, de lo que no es, pueda nacer una cosa distinta;as, tanto para nacer como para perecer la Justicia no le conceder licencia relajando los lazosVIII, 15con los que lo retiene. La decisin sobre este punto descansa en esto: es o no es.Pero una vez decidido, como era necesario, el abandono de uno de los caminospor su carcter de impensable e innominado porque no es el verdadero-,habr que considerar el otro como real y autntico.Porque, cmo en el curso del tiempo podra ser destruido el Ser? Cmo podra llegar a existir?VIII, 20Ya que, si alcanz la existencia, no es, y lo mismo ocurre si alguna vez deba existir.As se distingue el nacimiento y queda ignorada la destruccin.No es igualmente divisible, puesto que es todo l homogneo.Nada hay de ms que llegue a romper su continuidad, ni nada de menos,puesto que todo est lleno de Ser.VIII, 25De ah su condicin de todo continuo, ya que el Ser toca el Ser.Inmvil, por otra parte, en los lmites de sus grandes vnculos,carece de principio y de fin, puesto que nacimiento y destruccin aparecen muy alejados,rechazados ya por la verdadera fe.Como lo mismo que permanece en lo mismo, en s mismo descansaVIII, 30y as prosigue inmutable en el mismo lugar, porque la poderosa Necesidad lo mantiene en los lazos del lmite que aprisiona su contorno.No queda, pues, permitido al Ser el puro inacabamiento,ya que est claro que no carece de nada, porque, de carecer de algo, carecera de todo.Es una y la misma cosa el pensar y aquello por lo que hay pensamiento,VIII, 35pues sin acudir al Ser, en el cual se encuentra expresado, podras acaso encontrar el pensar?Nada hay ni habr fuera del ser, ya que el destino lo encaden en una totalidad inmvil.No es, por tanto, ms que puro nombre todo lo que los mortalesinstituyeron persuadidos de que era verdad:VIII, 40nacer y perecer, ser y no ser, cambiar de lugar o mudar de tono en relacin con el color.Adems, y dado que posee un ltimo lmite, el ser est terminado por todas partes,semejante a la masa de una esfera bien redondeada,igual en todas direcciones, a partir del centro. Ni mayorVIII, 45ni menor podra ser en cualquiera de sus partes.No hay, en efecto, un No-Ser que le impida alcanzar la homogeneidad,ni Ser alguno que pueda aumentarlo o disminuirlo, ya que por entero se manifiesta inviolable.As, pues, idntico por todas partes a s mismo, alcanza igualmente sus lmites.