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J. MIR CARDONA y M. T. QUEVEDO

MARIANO CUBI YLA FRENOLOGÍA:SU VIDA Y SU MUERTE

PUBLICACIÓN MEDICA BIOHORM - J. URIACH y CÍA., S. A. - BRUCH, 49. BARCELONA-9. - EDITORIAL ROCAS. - DIRECTOR: DR. MANUEL CARRERAS ROCA.COLABORAN: DR. AGUSTÍN ALBARRACIN - DR. DELFÍN ABELLA .- PROF. P. LAIN ENTRALGO - PROF. J. LÓPEZ IBOR - DR. A. MARTIN DE PRADOS - DR. CHRIS-TIAN DE NOGALES - DR. ESTEBAN PADROS - DR. SILVERIO PALAFOX - PROF. J. ROF CARBALLO - PROF. RAMÓN SARRO - PROF. MANUEL USANDIZAGA - PROF.LUIS S. GRANJEL - PROF. JOSÉ M." LÓPEZ PINERO - DR. JUAN RIERA • PROF. DIEGO FERRER - DR. FELIPE CID - DIRECCIÓN GRÁFICA: PLA-NARBONA

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De esta edición se han separado cien ejemplaresnumerados y firmados por el autor.

Ejemplar n.° :í V jp«L

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J. MIR CARDONA y M. T. QUEVEDO

MARIANO CUBI YLA FRENOLOGÍA:SU VIDA Y SU MUERTE

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Será espúreo todo'ejemplar que no llevela firma del autor. ^^

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SISTEMA COMPLETO

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CON

SUS APLIGAZIONES AL ADELANTO I MEJORAMJENTODEL HOMBRE-, INDIVIDUAL I SOZIALMENTE

CONSIDERADO.

roti

MARIANO CÜBÍ I SOLER.

CORREJ1D\ , AUMENTADA* 1 NOTABLEMENTE MEJORADA.

i

IMPRENTA DE J. TÁÜLÓ, CALLE DE LA TAPITSERÍÁ,

AÑO 1844.

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MARIANO CUBI Y LA FRENOLOGÍA: SU VIDA Y SU MUERTE

Para muchos médicos el nombre de Mariano Cubí les sugiere únicamente el nombre de una calle de Barcelona.Y es que, realmente, juzgamos a las personas por sus obras. Más exactamente : por lo que nos queda de sus obras,y en el caso de Mariano Cubí Soler sólo nos queda su nombre en una calle, porque de lo que fue su ciencia, laFrenología, no queda nada.Nuestra afición a las antigüedades nos trajo a las manos lo más significativo de su obra : el «Sistema Com-pleto de Frenología con sus aplicaciones al adelanto i mejoramiento del hombre individual y socialmente consi-derado», segunda edición.Como quiera que es injusto juzgar a las personas por sus obras y a las obras por sus consecuencias, expondremoscon los mínimos comentarios, algunos de los fragmentos de esta obra. Pero antes diremos que la ciencia Fre-nológica fue descubierta por Gall, si bien —como dice Cubí— presentida por el hombre desde tiempos inmemoria-les. A Gall su ciencia le valió la impopularidad y a Mariano Cubí le valió ser procesado, en mayo de 1847, porel tribunal de Santiago de Compostela, por las conferencias que dio en La Coruña. Por esto publicó en el mismoaño y en el mismo lugar un trabajo titulado: «Refutación completa a los cargos que hace el doctor D. Anto-nio Severo Barajo». Y luego : «Polémica religioso-frenológico-magnética sostenida ante el tribunal eclesiástico deSantiago» (Barcelona, 1848). Lo que verdaderamente salvó a Mariano Cubí en esta ocasión fue la ayuda de unfraile y, sobre todo, su buena fe y catolicidad. Según Menéndez y Pelayo, a Cubí «no se le podían hacer las mis-mas acusaciones que a otros frenólogos, ya que procuró estar siempre dentro del más rígido catolicismo» («His-toria de los heterodoxos españoles»).El primer contacto con la Frenología lo tuvo Cubí en los Estados Unidos al leer una obra de Combe. La Fre-nología fue descubierta por Gall, creemos que es preferible decir que fue inventada por Gall, toda vez que porno ser cierta no se puede decir que nadie la descubriera.Francisco José Gall, nació en Tiefenbrunn en 1758, se graduó de médico en Viena, donde ejerció y obtuvo una cá-tedra. En 1796 anunció sus descubrimientos frenológicos, por lo que en 1805 el gobierno le obligó a cerrar sucátedra. En 1807 residía en París, donde dio un curso de Frenología con lo que consiguió popularizar sus doctri-nas. Pasó una temporada en Inglaterra con el mismo fin. Murió en París en 1828. Escribió : «Recherches surle systéme nerveaux en general et sur celui de cerveau en particulier» (1809) y «Anatomie et physiologie dusystéme nerveaux» (1810). Es precisamente en este segundo libro donde expone sus doctrinas sobre craneosco-pia. Semejantes títulos en una época anterior a los trabajos de Golgi y Cajal nos parecen inconcebibles ; pero el

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Apunte sacado del busto erigido en su ciudad natal.

hecho de que Golgi y Cajal no hubiesen nacido, no significa que sus predecesores no pudiesen opinar sobre ta-les materias.Mariano Cubí Soler nació en Malgrat, Barcelona, el 15 de diciembre de 1801. A los diez años pasó a vivir consu familia a Mahón, donde hizo el Bachillerato. A los veinte años pasó a los EE. UU. y de allí a La Habanadonde fundó el colegio de Buenavista y más tarde fundó otro colegio en Tampico. Volvió a los EE. UU. parareincorporarse a su cátedra de español en la Universidad de Baltimore. En 1842 volvió a Barcelona con la gratasensación del hombre que cree poseer la verdad encerrada en el puño. Según dice él mismo : «Regresé de Amé-rica desatendiendo intereses y venciendo obstáculos, sin más ayuda ni apoyo que mis profundas y arraigadas con-vicciones de la verdad de la frenología, para propagarla por mi cara patria».Cubí falleció en Barcelona, en la calle Diputación, 363, segundo piso, tras una breve enfermedad, el día 5 de di-ciembre de 1875. Las exequias fúnebres tuvieron lugar en la Iglesia de la Concepción. No dejó descendencia di-recta. WExplicó Frenología en Olot, Figueras, Mataró y Gerona. Según dice él mismo : «El numeroso, brillante i res-petable concurso que siempre ha asistido a mis discursos públicos i mis lecciones particulares que últimamentehe dado en Barcelona, Igualada, Manresa, Cardona, Villanueva, Villafranca i Palma de Mallorca i el habersedespachado en menos de tres meses los quinientos ejemplares de que consistía mi manual...» Tal vez muestraahora cierto delirio de grandeza al considerar a su auditorio brillante y numeroso. En las poblaciones mencio-nadas en aquella época había muy pocos médicos, exceptuando naturalmente a Barcelona. Es difícil que hubieremás de un médico en Cardona, más de diez en Manresa y más de cinco en Villafranca. Acerca del auditorio nosorienta los firmantes del documento que él mismo registró con el número 8 y que dice así: «Los vecinos de laciudad de Manresa infrascritos zertificamos que : Convenzidos del grandioso objeto de la Frenolojía despuésque su ilustre propagador y compatrizio nuestro don Mariano Cubí i Soler ha hecho tocar de cerca sus inestima-bles ventajas nos apresuramos a suscribirnos en el número de sus alumnos, a fin de iniziarnos en una zienziaque augura a la éspezie humana reformas traszendentales i con ellas un porvenir de sólida felizidad.»Si bien la reputazión asombrosa de tan zélebre Profesor honra el suelo español que le vio nazer, nos habíasugerido ya el más sublime conzepto de su vasta erudizión, no obstante las luminosas i amenas doctrinas queen el breve decurso de diez lecziones nos ha inculcado con su elocuenzia característica, no menos que el sistemaclaro, senzillo i razonado de que al efecto se ha valido, nada nos deja por desear sino sinzeros elojios que añadira los que le han sido tributados por tantos varones sabios, así nazionales como estranjeros. No ocultándose aljenio previsor de nuestro venerado Maestro que su forzosa separazión pudiera refluir en menoscabo de los cono-

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NOS LOS MÉDICO-CIRUJANOSDECÁMARA CON EGERCICIO DEL REY NUESTRO SEÑOR,VOCALES l)K L,V UEAL JUNTA SUPERIOR GUliEll.NATIV'V 1)1! LOS KKAI.KS COLEGIOS DE MEDICINA í Ull l ' t iÚ.

l iaremos saber, ÍJIIO- I)un . /ítMiVt .í'víswwiás' ¿> d/tof-¿-~. natural Je /'."™w. dióetsis (•••• í \jiwv estatura "•»-<^ 'ojos • •. • - .'• y jieto ••• ••» -_ j_ habiendo acreditado tener be requisitos prevenidos por las leyes, lia sido examinado y aprobado en la facultad de .Medicina el día '•: .' .' .r-.íA- .ií."<?/fr,v/<:-v .'.•-.»,V.;~^. ••""ív.- .>í •.*.'-• •.« \r( 'u..^-,*. .•••:.••.i-.¿.,-?, Por tanto damos licencia yautoridad cumplida al éspresado Don «Áí-. •*•* . .•..'.•.'«£».•• ¿- .'*frr*f'm para que libremente, sin pena ni calumnia alguna, pueda egercer la citadafacultad di' Medicina en los casos y cosas á ella tocantes y concernientes, ni tolos los dominios de S. M. ¿tt virtud de esta nuestra caria. Y de parte dellU:y i\iK'>tr<> N.'fior exhortamos y requerimos á lodos los Jueces y Justicias, de cualesquiera dase y condición que sean, no'le jiongan impedimentoalguno, ni consientan que sobre ello sea molestado ni .vetado; antes bien le guarden y llagan guardar y cumplir todas las honras gracias, prerogativas,exenciones Y privilegios que por las leyes le están concedidos, haciendo se le paguen cualesquiera maravedises que jH>r razón de su Cicultad le seandebidos, V diiJañmos que el susodicho ha prestado juramento de defender el Misterio de la Purísima (^onerpciunde la siempre \ Irgcn María NuestraSeñora, usar bien y fielmente su, profesión; guardar secreto en los casos <.unM'nientcs, defender la Solieranía del llf.v Nuestro Señor y los derechos deMI Corona, no haber'pertenecido ni haber de pertenecer á los sociedades secutas reprobadas por las leyes,'ni remiiuiiT el absurdo principio de que elpueblo es arbitro de cambiar la forma de gobierno establerida, sostener, con arreglo á la .sesión dikinia'quinta del Gincilio de Constanza, que á ningúnMÍlulito le es permitido el Regicidio ó el Tiranicidio: asistir de limosna ;i los pobres de solemnidad y con el mUnm cuidado queálos riojs, despreciarlinios los riesgos y contagios cuando lo exía la salud pública, aconsejará los enfermos que están en jieligrode morir el arreglo de sus negocios espii itualesy temj'irales, no aconsejar ni cooperar »faborto ni al infanticidio, y ailminislrai el agua de socorro á, los párvulos siempre que. sea menester, enrava \ Íi lud, y habiendo pagado el derecho de la media-annata, le lihranius el pi • x:ute Tiluln linnado de nuestras manos, sellado con nuestro Sello, yrefrendado por nuestro Secretaria Dado en Madrid 4/•••'•'••'• ;, "-.••-• de . ' . » • _ ! de mil ochocientos ,«« . : ,-.........

•<ry&--'^ ••-• . • • - . ' - ' ^ í ^ '

Titulo de médicode la época (1828).

zimientos importantes que acaba de legarnos, ha constituido a sus diszípulos en soziedad, dándole un oportunoreglamento, dirigido a la mutua ilustración de sus miembros, cuya observanzia, nos zimentará más i más en lateoría al paso que progresaremos en la práctica de la zienzia frenológica.»I deseosa esta soziedad de consignar solemnemente su aprezio, admirazión i gratitud azia la respetable personade su fundador, de propio i común acuerdo libra el presente testimonio en Manresa a los diez días de diziem-bre de 1843.«MARIANO FERRER, Director de la Escuela Primaria Superior. — José CODINA, Prezeptor de humanidades i pri-mera educazión. — FRANCISCO DE ASÍS PORTELLA, Profesor de Primera Enseñanza. — JAIME CARULLA, Pro-fesor de Primera Enseñanza con nota superior. — JUAN TAPIAS, Propietario. — FRANZISCO BOHIGAS, Abogado. —ZELESTINO LLANSÓ médico zirujano. — RAMÓN AGTJLLOL, Propietario. — ALVARO DE FORTUÑ, Oficial de Ar-tillería. —. MARIANO FÁBREGAS, propietario. — JOAQUÍN PUIG, practicante de Notario. — JUAN CLARET I CODURA,

fabricante. — José MAS I MATEU, capitán de reemplazo.»En total un solo médico en su auditorio manresano.Parecidos documentos firman : CLEMENTE MOLINS, chocolatero. .—• Jo'SÉ GRAU, hacendado confitero i regidor. —JUAN CAMÍN, Farmazéutico. — José SERRA, tintorero. — FRANCISCO CARULLA, relojero. — JAIME PERS, panadero.Al lado de estos documentos puso el registrado con el número tres, firmado por ANTONIO VILA y JOAQUÍN PES-

OUER, Catedráticos de la Universidad y MARCOS ROVIRA, médico del Hospital General de Barcelona.Uno de estos «documentos» viene firmado por RAMÓN COMBELLAS el cual añade a su firma las palabras : «Médicohacendado». Podemos dudar de su condición de «hacendado» pero no de su condición de médico, toda vez queobra en nuestro poder su título de médico, que reproducimos en el presente fascículo. Don Ramón CombellasMerli aparece firmando el documento número diez expedido en Cardona (Barcelona).

Julio César durante la guerra de las Galias, recibía diariamente varios partes, procedentes de sus augures, in-formándole de que el examen «necrópsico» de las palomas sacrificadas señala un día fausto o infausto para lacontienda. Sabemos esto, entre otras cosas, por la carta de Julio César al jefe de sus augures, rogándole que nole envíe más de un parte cada día por la mañana y no a todas horas como venía haciendo. El Estado Mayornorteamericano en el Vietnam consulta a una gigantesca computadora electrónica su parecer sobre los ataquesque piensa dirigir al Vietnam del Norte. La computadora se equivoca en la mitad de las veces.Lo que antecede, son dos expresiones de un mismo afán del hombre: conocer el futuro. Y esto es lo que nospromete la frenología en la opinión de Mariano Cubí : «La frenolojía puede suministrarnos intensa luz i ofre-zernos muchas probabilidades de asertar en la eleczión de marido o esposa, de compañeros, amigos, criados, gober-

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nantes, dependientes i otras personas que hayan de ejerzer algún cargo, de cuya honradez intelijenzia e idoneidaddependa nuestra dicha.»Sin duda es por lo de ' 'asertar en la eleczión de marido" por lo que las alumnas de la Soziedad de Frenolojía deVillanueva le dedican el siguiente :

IMPROMPTU

Vos nos habéis enseñadoCon método i elocuenziaLa Frenolojía, ziénzia,Que ve lo más reservado,Vé el poder que ha desplegadoEn el alma una afeczión ;Observando cuales son,Hasta un punto de zerteza,Por medio de la cabezaLos temples del corazón.

Nizeta Rafe gas i PasareU.»

La ubicación de los órganos frenológicos es el A B C de la Frenología. Como se desprende de la fig. 4 estosórganos son 39 que se pueden clasificar en dos grupos : afectos e intelecto y a su vez cada uno de éstos en dosgrupos : superior e inferior. Esta clasificación y ubicación de los órganos frenológicos sería muy trascendental,por cuanto el artículo cuarto del Reglamento constitutivo de la Sociedad de Frenología Mallorquína dice: «No seadmitirá ningún nuevo sozio que no sepa localizar i graduar los 39 órganos zefálicos i sin que las dos terzeraspartes de los miembros presentes voten a su favor».Los juicios temerarios son frecuentes en las obras de Gall y Cubí. Al tiempo que el primero daba forma a la Fre-nología otro genio estaba preparándose para fijar un método que evitaría parte de los errores que fácilmente acep-taba la Medicina. Nos referimos a Claudio Bernard (1813-1878) quien, al preconizar el método experimental,refutó supercherías, creencias y resabios hipocráticos, que circulaban de boca en boca y que si no eran embusteseran al menos supercherías.Después de Claudio Bernard el médico sólo puede aceptar cuando tiene un fundamento experimental o empírico.Hoy la deducción es inadmisible si no lleva el aval de la estadística, el experimento, la observación, etc. Hoy,cuando aparece el error, éste es debido al apasionamiento del hombre, pero en modo alguno a la falta de unmétodo orientador. En otras palabras, nuestros errores acaecen, no por falta de brújula, sino porque no consulta-mos en ella. Los errores de la frenología eran debidos a la falta de método, o sea, debidos a la falta de brújula.Así Mariano Cubí nos habla de una niña de la Salpetriére que : «solía devorar 24 libras de pan. En su infanciaagotaba la leche de todas las nodrizas y que ya crecida se comió la sopa de 20 personas con ocho libras de pany en otra ocasión el café de 75 personas de la Salpetriére».Si bien podemos pensar que fue víctima de un engaño o de una exageración cuando nos cuenta el caso de esta niñade la Salpetriére, ya no sabemos qué pensar cuando afirma que el entonces joven de Villanueva llamado Inda-lecio Roig a quien él reconoció presentaba : «azia el vértize superior del hueso oczipital donde reside la habita-tividad un calor de más de cinco grados que el natural del resto del pericráneo».

Hemos reproducido varios escritos de Mariano Cubí y llama la atención que convierta las sílabas «ce» y «ci» en«ze» y «zi» y la conjunción «y» la escriba «i», cosas que no encontramos en otros escritos de la época. MarianoCubí fue experto en Ortografía y Gramática castellanas, y es autor de «Bosquejo histórico de la Ortografía Cas-tellana». Sin embargo su manera de escribir no consiguió adeptos. Su manera personal de escribir que justificaen «Modificaciones ortográficas sancionadas por el uso, fundado en la práctica de autores clásicos españoles detodas las épocas, en la filosofía de la lengua, en la razón ilustrada por hechos positivos i en la opinión de nues-tros más zélebres gramáticos antiguos y modernos». Es éste otro aspecto de su obra llamado a desaparecer.Pero, volviendo a la Frenología, hemos de reconocer que si bien quedó olvidada, es cierto que tal como afirmabaCubí, fue presentida desde tiempos inmemoriales y si bien la Frenología resultó ser insostenible no es menos cier-to que «la cara es el espejo del alma» o «que si un hombre os parece un bruto, no dudéis de que es un bruto»y que San Jerónimo dice que «el temblor del cuerpo y la agitación de la mente denuncian al homicida como dignode muerte». Shakespeare pone en boca de Julio César: «Dadme hombres gordos, de poca cabeza, que rían yduerman bien toda la noche, que de los delgados, enjutos, que pasan las noches en vela no me fío yo. Allí estáCasio con su aspecto escuálido y hambriento. Piensa demasiado. Hombres así son peligrosos». Los árabes venen los ojos azules un signo de perversión. «El retrato de Dorian Gray» debe en gran parte su éxito novelísticoal hecho de que confirma la creencia generalmente aceptada de que nuestros pecados quedan reflejados en nues-tro semblante. También admiten esta creencia muchos jóvenes que cuando se encuentran delante del médico te-men que éste descubra mediante la exploración sus hábitos de onanismo o sus sentimientos íntimos. El despertarde un sentimiento amoroso se inicia muchas veces no por el conocimiento del ser amado ni por el roce con el

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mismo, sino por ver en el semblante del ser amado unos rasgos que el amante considera reveladores de unadeterminada cualidad que no acierta a explicar.Si ahora echamos un vistazo al «mapa de los asientos de los órganos frenológicos» nos daremos cuenta de quenada coincide con nuestros conocimientos actuales. Por ejemplo el asiento del órgano del lenguaje lo sitúa en lacomisura externa de los ojos mientras que cualquier estudiante de Anatomía de nuestros días lo ubicaría en el ex-tremo posterior o pie de la tercera circunvolución frontal (o circunvolución de Broca).El órgano de la amatividad que es el primero de la relación. La amatividad representa algo parecido a lo queMarañón llama «sexo-amor». Mariano Cubí lo deñne así : «Inclinazión o propagar la especie, a consumar actosconcupiszentes, emozión o condizión de amor sexual». Ni que decir tiene que nuestro hipotético estudiante situa-ría los órganos de la amatividad en las glándulas de secreción interna. Para .Mariano Cubí o sea para la freno-logía este órgano está situado en la fosa occipital.

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El desarrollo de cualquier órgano frenológico se clasifica de acuerdo con la escala siguiente.

1. Idiotismo. 6. Casi lleno.2. MUÍ pequeño. 7. Lleno.3. Pequeño. 8. Casi grande.4. Casi moderado 9. Grande.5. Moderado. 10. Mui grande.

La «filogenitura» la define como : «El afecto i ternura paternales, amor de prole, propensión animal de acariciar iestar en compañía de toda criatura tierna i débil.»Localidad : En el zentro de la parte posterior de la cabeza, encima de la cresta oczipital. Aquí i en toda la lí-nea media los dos emisferios componentes del zerebro se tocan, por lo menos se tocan también los órganos colo-cados en ella.»Descubrimiento : Notó el Dr. Gall que en las mujeres era esta parte casi siempre más abultada, saliente o de-

NOMBRESt . t

REFERENTES A LOS NÚMEROS DE TAS FIGURAS OPUES-

TAS QUE INDICAN SUS ASIENTOS RESPECTIVOS,

AFECTOS*1 n INTEI-ECTO*

fcTECTOS KtmUOtfGS* INTELECTO INF&íUOa Ó PER-

1 Ámativi.dacL2 Filojenitura. 28 Individualidad.A Concentratividad. l l F o r m a ° <-ontiuarazioti.5 Adhesividad, j £8 Tamaño o Estcasioa.'6 Acometividad. . , .7 Destructividad- 29 Peso o Resisteima,8 AIimentividad> on . Í J .9 Consetvatividad. d ü Coíor ida*

10 Secretiyidad. 3i Localidad.11 Adquisividad.S2 Consttuctividad. 32 Cálcalo numérico.

1TBCT0S SÚPEKÍORES- 3 2 ^ r d e n '34 Eventualidad.

13 Aprézio-de-si-raismo, OM _ ^14 Aprobatividad, 33 Tiempo o Durazion,15 ZircunspeCZlOIl. oa Tnnn<;16 Benevolenzia. ób T o n o s -17 VeaerazíonuObedienzia» 37 LeopajV.18 Firmeza o Constanzia.19 Conzienziosidad» ÍNTEÍEGTO strERion o w20 Esperanza» FLEOSIVO.21 Maravillosidad.22 Idealidad o Perfectibilidad, 38 Comparazíoiu23 Sublimidad. nn _ . . . ,24 Chistosidad. 3 9 Causalidad.&5 Imitazion.

1 Véase mas orriba el artículo Intitulado, "eiasifieaziou de lasíacultodes Mentoks:" pájs. 94-98.

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collante que en los hombres. De este hecho dedujo que el zerebro que abultaba la cabeza en el zentro de la parteposterior, era el asiento de alguna facultad naturalmente más desplegada en la mujer que en el hombre. Lacuestión fue desde aquel momento : ¿ cuál es esta facultad ?BESUVO cinco años reuniendo, ecsaminando i comparando hechos sobre el particular, por fin notó que los crá-neos de los monos, tenían en esta parte posterior una semejanza mui señalada con los de las mujeres. De esteluminoso hecho dedujo que la parte de sesos que abultaba el oczipuzio era probablemente el órgano de una cua-lidad que así los monos como las mujeres poseían en grado superior. Mantúvose él firme en esta idea en razónde que por sus descubrimientos anteriormente hechos, estaba zierto de que el oczipuzio no podía ser asiento deningún órgano intelectual o moral.»Continuó Gall aun por algún tiempo pensando cuál sería la cualidad preponderante que era común en los mo-nos i en las mujeres, pero no podía dar en ella por más que meditase i discurriese. I como por otra parte noquería formar juizios ni inferir deducziones que no tuvieran a la observazión i a la esperienzia por fundamento,puesto que él no quería hazer las facultades mentales a su antojo sino descubrirlas según Dios las había creado,constantemente se abstenía i se abstuvo de aventurar opiniones. Por fin mientras pronunziaba un día una leczióna sus alumnos, tuvo uno de aquellos momentos felizes en que conzibe el alma espontáneamente lo que avezes esincapaz de conzebir con los mayores esfuerzos, acordándose del amor estremado que tienen a sus hijos los mo-nos. Pasóle como un rayo de luz por la mente que acaso podía ser ésta la por tanto tiempo buscada i no encon-trada facultad ; puesto que tan señaladamente se distinguen por el mismo amor de hijos las mujeres. Anegadode plazer i sin poder continuar su discurso, suplicó a sus oyentes que se retirasen ; y él se fue azia su casadonde ecsaminó i comparó la numerosísima coleczión de cráneos que él tenía i que a su muerte legó al Jardínde Plantas de París, en cuyo lugar yo los he últimamente ecsaminado.»¡ Cuál no sería su plazer, cuál su satisfaczión cuando en efecto, vio que por lo común era el oczipuzio de losmonos saliente i abultado como el de las mujeres !...»

En principio, parece que, en cuanto antecede, no hay ningún error de método ; pero sin embargo, hay error en elplanteamiento del silogismo y en el resultado. A pesar de ello Mariano Cubí nos enseña la pulcritud, a su ma-nera, con que Gall quiso proceder cuando se trataba de investigar. Cinco años meditando un mismo asunto merecenuestro respeto, aun cuando desgraciadamente, llevaron a un error. Haber estudiado y catalogado cinco mil crá-neos no es un trabajo despreciable.También tiene interés frenológico estudiar el estado de las suturas ; Tillaux en su «Anatomía Topográfica» (Pa-rís, 1884) dice : «Por otra parte parece que la conservación de las facultades intelectuales está con la persisten-cia de las suturas. Así es como en la colección de Gall se encuentra el cráneo de un viejo que murió a la edad de102 años, con plena potencia intelectual y en el cual la mayor parte de las suturas están intactas».La Frenología merece respeto por la honradez y por el esfuerzo de sus creadores. Tiene el mérito de haber desper-tado una inquietud que sirvió de prólogo a la Psiquiatría. Si la Frenología tomó como método de diagnósticola conformación del pericráneo, la Psiquiatría tomó por punto de partida (entre otras cosas) el perimundo, lascaracterísticas del lenguaje, de la Literatura, de la Mitología, Teatro, Pintura o cualquier otra manifestaciónhumana o artística. Si la Psicofarmacología ha modificado los procedimientos terapéuticos, también es posibleque vengan cambios en la metódica Psiquiátrica que la releguen al lugar donde actualmente se encuentra la Fre-nología.

Mariano Cubí es hombre de arraigados sentimientos religiosos. Estos asoman a lo largo de toda su obra... Unasveces para hablarnos del Padre, del Dios metapsíquico. Otras veces comenta algún capítulo del Evangelio. Su ca-tolicidad y su Frenología llenan su vida y su obra. No vacila en decir que la Frenología debería incluirse en losplanes de primera enseñanza. No deberían existir más matrimonios que aquellos que la Frenología aconseje. Es-cuchando la Frenología muchas sentencias de muerte podrían ser ahorradas. «La legislación, repito i repetiré milveces, ha de ser impeditiva, correctiva i curativa, pero jamás castigativa». Pero : «para los criminales natos, no haiotro remedio sino tenerse desde su infanzia enzerrados, como tantas vezes he repetido, donde se les apliquea ocupaciones productivas según su capacidad i se les hagan tan dichosos como susceptibles sean de serlo».O sea que la Frenología descubre al criminal antes de que cometa el crimen, con lo cual puede evitarse la comi-sión del mismo. Con menos motivo fue encadenado Segismundo.Mariano Cubí visitó diversas cárceles. Protesta repetidas veces del sistema penitenciario de su época. Proponesoluciones más o menos utópicas. Pero lo que sí es loable es la inquietud inconsciente que le produce. Emiteinformes acerca de la posibilidad o imposibilidad de «rehabilitación» de los presos, y sólo por el examen de lacabeza descubre, generalmente con ambigüedad, el tipo de delito que los llevó a la cárcel.El concepto de enfermedad delictiva fue descubierto por él. Se dice que en Norteamérica y Alemania existen cá-tedras de criminalogía que llevan su nombre. Expuso con gran claridad problemas de control de la natalidad sindarles solución satisfactoria alguna. Y también estudió problemas vocacionales.Queda un aspecto de Cubí que tal vez influyó en sus éxitos y es su habilidad como hipnotizador, que indudable-mente le darían cierta «vis persuasiva» que sumada a su propia convicción, asegurarían su éxito como confe-renciante.

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MARIANO CUBI Y LA FRENOLOGÍA: SU VIDA Y SU MUERTE

Pero la Frenología tuvo sus enemigos. Por un lado Jaime Balmes se negaba a aceptar que la Frenología pudieseprecisar tanto y tener un campo de aplicaciones tan vasto. Por otro lado Juan Drumen, catedrático de PatologíaMédica de Madrid en el segundo tomo de su «Tratado de Patología Médica» (Madrid, 1851) en el capítulo delas enfermedades mentales dice : «Spurheim pretende que la conformación de la cabeza puede ser una causa predis-ponente de la locura parcial, y que en las monomanías existe comúnmente un escesivo desarrollo de la parte del ce-rebro que constituye el órgano de la facultad enagenada y por consiguiente de la eminencia ósea correspon-diente» .Esta última aserción sostenida por los partidarios de Haller y combatida por la mayor parte de los médicos, per-tenece más bien al estudio de la frenología, que al de la verdadera locura.Como puede verse Drumen conoce la frenología por Spurheim y Haller. Spurheim fue el compañero de Gall eintrodujo su ciencia en Inglaterra. Es autor de «Phrenology in Connexion With the Study of Physiognorny».Otros apóstoles de la Frenología fueron Caldwell, Combe, Broussais, Vimont y VoisinNo nos cabe la menor duda de la profunda convicción de Mariano Cubí en la verdad de la frenología. Hemosvisto que su ciencia frenológica lo puso delante de un tribunal eclesiástico. Hemos visto que si bien Jaime Bal-mes aceptó la frenología a grandes rasgos, nunca creyó que la frenología pudiera matizar y perfilar tanto, lo cualsiempre fue un motivo de disgusto para Cubí. Hemos visto que después de casi todas sus conferencias se hacíaexpedir un documento que certificase la autenticidad de la Frenología. Parece ser cierto que desatendió interesespara venir a España a convencer de «la verdad frenológica».Ha tiempo que nos venimos preguntando por qué los hombres ponemos el mayor empeño en aseveraciones muyproblemáticas, a veces en verdaderos bizantinismos y no constituyen motivo de discusión verdades más tangi-bles. La respuesta nos la da él mismo cuando dice : «El hombre de buena fe abraza, una causa filosófica con laíntima convicción de que no sólo apoya sus creencias religiosas, sino que resuelve también un principio de utilidadgeneral. Debe bendecir los embates y contratiempos que le enseñan y obligan a presentarla y explicarla con laverdad, belleza y harmónicas relaciones que en su ánimo la concibe. Sólo así puede comprobarse su realidad yextender con las menos acciones y reacciones posibles su benéfico influjo a toda clase de personas sin exceptuarcomo no debe exceptuarse los más íntimos i escrupulosos en materia que roce con la religión». O sea que es pre-cisamente por esta buena fe por lo que a veces se pone todo el empeño en las más problemáticas verdades.Sea el que fuere el resultado de su empresa, busca tener la convicción de que nada le podamos recriminar. Poreso dice : «Si salieren frustados mis deseos, si mostrase ser vanos mis esfuerzos, si fallidos mis intentos, mequedaría al menos el grato i consolador ''hiciste bien'1 de mi satisfecha consciencia».

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Aspecto de Barcelona so ai afto 1861.El grao Teatro del Llcso y el Tlbldabc.

Aparte de las obras mencionadas fundó la revista «Antorcha» en Barcelona. «Revista» en La Habana. Y ade-más publicó :«Diálogos en inglés y español» (Baltimore, 1822).«Diccionario de bolsillo inglés y español» (Baltimore, 1822).«Nueva Gramática Española» (Baltimore, 1822).«Diccionario de la Lengua Castellana» (Baltimore, 1823).«The english translator» (Cambridge, 1828).«Introducción a la Frenología» (Nueva Orleáns, 1836).*The spanish Translator» (Baltimore, 1841).«Traductor Francés».«Tratado de Aritmética».«Manual de Frenología» (Barcelona, 1844).«Manual práctico de Magnetismo animal» (Barcelona, 1845).

«Frenología y sus Glorías» (Barcelona, 1852). Esta obra fue traducida al francés por orden de Napoleón III.«Al pueblo español o sobre el camino que nos conduce a la abundancia y nos aleja de la miseria» (Barcelona, 1852).«Pan y bocas o la economía política al alcance de todos» (Barcelona, 1852).... Todo esto ocurría antes de que Charcot llegase al umbral de la Salpetriére...

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