04. origen y evolución de la sociología del... laís abramo. cecilia montero

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ORIGEN Y EVOLUCIN DE LA SOCIOLOGADEL TRABAJO EN AMRICA LATINALASABRAM01CECILIAMONTER02INTRODUCCINELTRABAJOYlostrabajadoresocuparon unlugarimportanteenel pen-samientohistricoy social delos pasescentralesenel sigloXIX, rene-jando laimportancia y el impacto delos procesos deindustrializacinyde formacindelaclase obrera, as comodelasluchas socialesquelosacompaaron. En Amrica Latina esas luchas ganaron fuerte impulso enlas primeras dcadas del siglo XX, bajo lainfluencia de la Revolucin me-xicana (1911) Yde laRevolucin rusa(1917), as como de la constitucindel anarcosindicalismoapartir dela masivamigracinitalianay espa-ola que fueespecialmente significativa enpasescomo Argentina, Bra-sil y Uruguay.Sinembargo, el nacimientodela sociologadel trabajoenAmricaLatina, como campo disciplinario especfico, con presencia acadmica ycon uncuerpode investigadoresquelodesarrollancomo unaespeciali-dad profesional, esun fenmeno reciente (aos sesenta).Una estructura-cintardasi secompara conelya avanzadodesarrollo delos procesosanteriormentesealados, quese intensificanenunnmeroimportantede pases a partir de losaos treinta. A pesar deello, en losltimos vein-teaoslasociologadel trabajo seha convertido enun mbito deinves-tigacinmuy rico, enel que sehaacumulado unnmero importante detrabajos. Enmomentos en queasistimosauntriple proceso:de cambioenel paradigmaproductivo, de reorganizacinsocial del trabajoydeglobalizacin de las formascapitalistasde produccin, espertinentere-flexionar sobre ladireccin terica y emprica que han seguido los estu-diosdeltrabajo enlaregin. La coyuntura actualespropicia, ya que enlos ltimosaosseha venido realizando unesfuerzocolectivo de siste-1 Doctoraen sociologa;en laactualidadtrabaja enlaOrganizacin InternacionaldelTrabajo(OIT), sede Chile. Direccin:[email protected] Doctora en sociologa, Universidad dePars VII, Investigadora del Centre d' Analyses etdInterventionsSociologiques, CNRS, Francia. Temasde inters: recursoshumanos, capa-citacin, relacioneslaborales, fomento productivo, estudiode redes sociales. Direccinpostal:Vasco deGama 4840, Santiago, Chile; direccinelectrnica: [email protected] LA SOCIOLOGADEL TRABAJO COMODISCIPLINAmatizacin de losprincipales avances y orientaciones de losestudios deltrabajo.ISi semiralaevolucin deladisciplina enel largoplazo, seobservancambios en latemtica, en losmtodos de estudio y en lasformulacionestericas. A lamarcadainfluencia quetuvieroninicialmentelosparadig-mastericos elaboradosenEstadosUnidosy Francia leha sucedido unenfoque que, sin romper totalmente con ellos, inicia una exploracin di-ferente. Las inquietudes delos socilogosysocilogasdelaregintra-ducenlaformaenque lascienciassocialeshandado cuenta delas dosrupturasmayores ocurridasen lasltimastresdcadas. Por unaparte,lacrisisdel modelo de industrializacinpor sustitucin deimportacio-nesy delos regmenesreformistasypopulistas quesirvieronde base alaformacin de losactores sociales caractersticos de ese periodo, crisisque culmina, en muchos casos, con la instauracin de regmenes autori-tariosqueredefinieronla relacincapital-trabajoyel papel del movi-miento obreroen el proceso de desarrollo. Por otraparte, losprocesosms recientesdeajuste, reconversinproductivaymodernizacintec-nolgica asociados conla globalizacin de la economa mundial y lacri-sis del modelo taylorista-fordista de organizacindel trabajo.Quiebres mayores que tuvieron eco enel pensamiento social. Eviden-cia de que la produccin de conocimiento no es independiente de la evo-lucin delcontexto histrico nacional einternacional.tEn este captulo presentamos el origen y la evolucin de la sociologadel trabajolatinoamericanapartiendodesdesumomentofundacional,cuando sepercibe con ms claridadel papel de lasinfluencias externasenla generacindeunnuevocampodeestudio; luegoanalizamosdequ manera lasciencias sociales dan cuenta de las crisis y del desarrollode antiguos y nuevos paradigmas productivos enlaregin.Proponemos una lectura dela trayectoria dela sociologa deltrabajo lati-noamericana que la divide entres periodos fundamentales, cada uno de elloscaracterizado por una cuestin central, que tiende asobredeterminar lare-flexin y la investigacin sociolgica y que, a suvez, se relaciona fuertemen-te con losprocesos sociales bsicos vividos encada momento histrico.3 Este esfuerzofuefuertemente estimulado por larealizacin del Primer Congreso La-tinoamericano de Sociologa del Trabajo en1993 enla ciudad deMxico y por la creacin,en esamisma ocasin. de la Asociacin Latinoamericana de Sociologa del Trabajo. En suscuatro aosdeexistencialaasociacinhapublicadola RevistaLatinoamericana de Estu-dios del Trabajo, hatenidola oportunidaddepromover el primer y el segundo EncuentroLatinoamericanode Estudios del Trabajoen PuertoRico (1994y 1996)Yrealiz, endi-ciembre de1996. enBrasil, suSegundo Congreso. con la participacin de aproximamente320investigadores de laregin,~ As lo demuestra el anlisis sociolgico delaproduccin cientfica quesevienereali-zandodesde hacealgunos aos enFrancia. EstadosUnidos y envarios pases latinoame-ricanos.LA SOCIOLOGA DEL TRABAJOENAMRICA LATINA 67El primero deesosperiodosseiniciaconel surgimientodelasocio-loga deltrabajo latinoamericana (entre mediados de los aoscincuentay fines de los sesenta), cuando el tema principal, que sobredetermnabaladiscusin, era el delamodernizacin, entendida comoel pasodeunasociedad agraria y tradicional a una sociedad urbana e industrial.Perio-do en el que proliferaban lasteoras del desarrollo y lo que setrataba dediscutireranlascondicionesdesurgimientodeunaclasetrabajadora"adecuada"aese proceso demodernizacin.El segundo periodosedesarrolla demediados delos aos setenta afines delosochentaycorrespondea unafasecrtica, cuandolocen-tral pasa a ser la polaridaddemocraciaV5. dictadura, y lo que co-mienzaapreocupar principalmenteala sociologa del trabajo sonlasposibilidades de reconstruccin deuna clase trabajadora y deun mo-vimientosindical desorganizados yfragmentados porlos regmenesmilitares.El tercero se inicia afinesdelos aosochenta, cuandoloqueocupaelcentro deladiscusin sonlos procesos deajuste estructuraly deglo-balizacindelaeconomaaescalainternacional, ysusimpactos sobrelas situaciones de trabajo.Esatrayectoria est marcadaporunmovimientotericoymetodo-lgico complejo,enel cual van cambiando o superponindose distintosniveles de anlisis y lainvestigacinseabre sucesivamente anuevoste-mas de estudio ya diferentes dilogos multidisciplinarios. En rasgos ge-neralespodemos decir que, enlaprimeraetapa, predominaba unaso-ciologa en granparte subordinadaalaeconoma del desarrolloque, asuvez, estabamarcadaporfuerteselementosdeundeterminismoes-tructuralista, ya sea en su versin marxista o en laliberal. En lasegun-da etapase observalainfluencia de unenfoque centrado enel (re)des-cubrimientode los actores sociales y de su relacin con el Estado(mediada por sus organizaciones colectivas, como los partidos y los sin-dicatos). La sociologa del trabajo pasaa dialogar preferentemente (yanutrirse)conlahistoria, laciencia poltica ylasociologa delosmovi-mientossociales. Enla terceraetapahaydos movimientos distintos.Por un lado, se verifica una tendencia aprofundizar el movimientoini-ciadoenla faseanteriorhaciala recuperacindelossujetos, los es-tudiosmicro, el examendelosprocesosdetrabajoyhaciael dilogocon disciplinas tan dispares como laantropologa ylaingeniera indus-trial. Por otro lado, sefortalece una vertiente ms aplicada, en lacual lasociologa se acerca ms alas preocupaciones propias de lasteorasdelmanagement y, otra vez, latendencia pasa aser lasubordinacinde sumiradaa la de la economay la desaparicindelos sujetos socialescomo tema de anlisis.68 LA SOCIOLOGADEL TRABAJOCOMODISCIPLINASOCIOLOGAINDUSTRIAL, SOCIOLOGADELTRABAJO:LosHECHOSFUNDACIONALESSi seestudia elmomento fundacional de lasociologa del trabajo desdelaperspectiva de unasociologadel conocimiento, hay querelevar tan-tolasinfluencias tericas y lascoyunturas histricas que lesdieron for-ma a los debates como el tipo y naturaleza dela(s) demandals) social(es)alas cuales pretenda responder.En Amrica Latina las ciencias sociales surgen en estrecha relacin conla evolucin del contexto social y poltico. De ah la significacin que tuvie-ron mientras estuvieron vigentes elmodelo desociedades estadocntricasy el predominio delamatriz sociopoltica (Garretn, 1993). Esta orienta-cin inicial, centrada en un anlisis estructural delaposicin delosacto-res en eldesarrollo, contribuy tambin aperpetuar una cierta debilidademprica.Georges Friedrnann, el creador dela sociologa del trabajo fran-cesa, veaenellounriesgo: el deunasociedadempeada enconocersepero que, al no tener losmtodos para lograrlo, terminase adoptando no-ciones y mtodos extranjeros a sus propias realidades (Friedmann, 1966).Treinta aos ms tarde, cuando los pases latinoamericanos luchan pormantener suinsercin en elmercado mundial, corresponde examinar latrayectoriaseguidapor losparadigmastericosadoptados por lasocio-logaenel esfuerzo por comprender larealidaddel trabajoyde laem-presa.Cul fuelainfluencia delossistemastericos extranjeros?Fue-ronlos conceptosforneos adaptadosyrenovados al sercontrastadosconlarealidadlocal?Surgieronnuevosconceptos?Surgieronnuevassoluciones aproblemas ya experimentados enotras latitudes?En esta seccin proponemos una primera reconstruccin,selectiva yparcial,dealgunasdelas teorasy conceptos que han tenido influenciaen eldebate latinoamericano.5Contal objeto recordamos elorigen his-tricode lasociologaindustrialy delasociologadel trabajo enEsta-dosUnidosyFrancia, los problemas y laspreguntas que buscabanres-ponder. Luego vemos si las mismas preocupaciones estuvieron presentesen el contexto latinoamericano.El enfoque adaptativo: Las relaciones humanasLarelacin entrelainvestigacin sociolgica yla demanda provenientede lasempresases unrasgo quemarcaladisciplina enEstadosUni-s Paraellohemostomado como referencia laspublicaciones deque disponemos ylasreseaspresentadas enlosdos congresos yamencionados.LA SOCIOLOGA DEL TRABAJO ENAMRICA LATINA 69dos. Existe consenso enreconocer como hechofundacional de la socio-loga industrial las investigacionesdel equipo de EltonMayo en laplan-ta Hawthome delaempresa WestemElectric, entre1927 y1939.11Ellos"descubren"laimportanciadeladimensincolectivaylapresenciadegrupos y de relaciones informales en las situaciones de trabajo. Estudiosposteriores de historiaeconmicade Estados Unidos permitensituarmucho antes la entrada de las ciencias sociales en la empresa, como par-te del procesoderacionalizacindel trabajoqueimpulsabanlos inge-nieros en las grandes compaas, entre1900 y1920 (Noble, 1977;Mont-gomery, 1979).El primer cuarto desiglo represent una etapa decisivapara el desa-rrollo posterior del capitalismo, durante lacual sesentaron las bases so-ciolgicas, tecnolgicasy organizacionales delaproduccin demasasydelasfunciones deadministracinygestindelos recursoshumanos(Montero-CasassusyDesmarez, 1985). SegnMontgomery, "gracias alos ingenieros la dialcticadelaproduccinsocial, entrefuerzas pro-ductivas yrelaciones sociales, desaparecedetrsdeloquese llamelmanagement".Enefecto, la sociologaindustrial yla escueladerelacioneshuma-nas surgen como respuestaala demanda social generada por losinge-nieros. Dicha demandabuscabasoluciones a los problemas creadospor la concentracin dela produccin engrandesfbricas, por lacre-ciente mecanizacin del trabajoy, sobre todo, por lallamada"crisis decontrol"delafuerza de trabajo (Edwards, 1986). En esos aossedise-aronformasdeenfrentarla conflictualidadlaboral, delograrla dis-ciplina industrial delagranmasade obreros inmigrantes,de adaptar-losal americanway af lije. La organizacincientficadeltrabajo(OCT)busc recuperar el control gerencial del proceso de trabajo y aumentarel rendimientolaboral.Deeste acercamiento entre lasciencias sociales y los problemas de laindustria surgeel enfoque delaempresa como sistema social, queserluegogeneralizadoporParsons a todalasociedad. Laempresaes undato, nointeresan suentornoni lasinfluenciasexternas. El talleres elmicrocosmos dela intervencin social. Las ciencias sociales forman par-tedelaingeniera social propia de la poca, cuyo objetivo era laadapta-cinalos requisitosfuncionalesdel sistema.Esaproblemticay, enespecial, los temasdelaracionalizacinysucorolario, lasrelacioneshumanas, figuranslomuchomstardeentrelas preocupacionesdelos cientficossocialeslatinoamericanos, que, ensu granmayora, no optaron por laorientacin adaptativa que conside-6 A pesar dequeapenas enel ao1946 secrea unaseccindesociologa industrialenel congreso anualdelaAmerican SoeiologicalSociety.70 LA SOCIOLOGA DELTRABAJOCOMODISCIPLINAralosocial comoel soporte del one best \Vay. Esta posturasedebepro-bablemente a que en Amrica Latina la orientacin deloscientficos so-ciales ha sidomspoltica, decompromiso conlosactores sindicales yde crtica a lasposiciones patronales. La ausencia definanciamiento pri-vadoparala investigacincontribuytambina quelos socilogos yotros cientficos sociales semantuvieran alejados de la actividad decon-sultora y deasesora a empresas.La influenciadelaescueladerelacioneshumanastampocose hizosentir enlaadministracinderecursos humanos enlaempresalatino-americana. Algunosautoresatribuyenestacarenciaaque"laspropiasorganizacionessindicalesveanenellaunacorrienteal serviciodelosempleadores" (Rama y Silveira, 1991). En todo caso, el socilogo estuvoms cerca del actor sindicalquedel empresariohasta finesdelosaosochenta, cuando, enel marco de la reconversin exportadora, las nuevasteorasdelaorganizaciny del management hanpermitido unacerca-miento deloscientficos socialesalos problemas de la empresa y a queadopten el papeldeconsultores.El enfoque evolucionista y la teora de la modernizacinMsimportantefue ladifusindel paradigma"industrialista"ligadoalas teoras del crecimientoeconmico. Terminadala segundaGuerraMundial EstadosUnidos proyecta al resto del mundo sumodelo de des-arrolloindustrial."Lasprimerasinvestigaciones empricastuvieron porobjeto analizar aquellas dimensiones de lasociedad tradicional quepo-danrepresentar unfrenoal procesodedesarrollo. Numerosossonlosautoresquese abocanal temadelasociedadindustrial (Whyte, 1946;Moore, 1946; Warner, 1947; Kerr, 1960).8Al contrario delossocilogosindustriales, los tericosdel crecimientonoselimitaronalaempresa,sino que prestaron atencin al conjunto de relaciones sociales propias delaeconoma capitalista y asusreglasdefuncionamiento.Lateoradelamodernizacin socialsereforzgraciasal aporte delfuncionalismoparsoniano, comoteoraabstractadel sistemasocialenconstante adaptacin. Lainfluenciatericadel estructural-funcionalis-mo esvisible en muchos de losestudios de losaos sesenta. Whyte rea-liza una encuesta en Per sobre laorientacin valorativa de losjvenesrespecto al progresoeconmico(Sulmont, 1993). Kahl dirige varios7 EjemplodeellofuelareuninenNuevaYork, en 1951, deungrupodelderes em-presariales y de personalidades acadmicas para discutir el tema "Creando una civilizacinindustrial" (Stalev, 1952).8 Estelibro compilado por Kerr (1960), lndustrialismandIndustrial Man, ilustra muybien la base terica deesaestrategia.LA SOCIOLOGA DEL TRABAJOENAMRICALATINA 71estudios sobre el comportamientopolticode los obreros en Mxico,Brasil y Chile. En Chile Barrera seinspira enel enfoque del conflicto in-dustrialdeKerr para estudiar el caso dela granminera delcobre(Ba-ITera, 1973). La perspectiva funcionalista estuvo presente tambin en losestudios sobrelos empresarios. Bajola influenciadeMcClellandel so-cilogochilenoGalofrrealizunaencuestasobreel needal' achieve-ment (motivacinal logro)demiembrosdela elitedelsectorpblico yprivado(Galofr, 1970). Un enfoque similar tuvolaencuesta aempresa-riosindustriales enPer, Chile y Argentina dirigida por Briones(1963).En cierta medida elenfoque evolucionista alej aloscientficos socia-lesdel estudio concreto delaproduccin industrial y de las relaciones detrabajo, volcndolos a los problemas macrosociales de! desarrollo. Sebusc situar a grupos, comunidades y actores en losejes tradicional-mo-derno, rural-urbano, agrcola-industrial. Lassociedadeslatinoamerica-nasfueronescrutadas y clasificadas segn la matrizdualista. La culturanacional, lasrelacionesprimarias, lasprcticasclientelistas, el populis-mo, etc., aparecieron como trabas al proceso de racionalizacin, ala in-troduccindelaciencia ylatecnologa enlaproduccin. La sociologadel desarrollo, conGinoGermaniy otros, representlaversinlatinoa-mericana del paradigma delamodernizacin.Elenfoque humanista: El obrerocalificadoLatradicin sociolgica francesa es en extremo diferente de lanorteame-ricana, en cuanto asume la cuestin de la modernidady, por lotanto, lahistoricidad, comosufococentral. Lasociologadel trabajohereddeProudhon la visin de la centralidad de! trabajo (simbolizadopor elobrerocalificado) enla dinmicasocial. El trabajoes el actobsico,el acto libre y generador por excelencia. Los intelectuales franceses de laposguerra eranportadores de esta cultura, que pona al obrero de oficioenel centro del proceso deproduccinde riquezasy de valores.Losprimerosestudios sobree! trabajo obreroseinsertan en estatra-dicin humanista. Por eso Georges Friedmann insiste en que no hay quelimitarseaestudiar laindustria, comolossocilogosnorteamericanos,sino abarcar todaslascolectividades de trabajo. A pesar deello, lafigu-raparadigmtica delasociologa francesafuee! obrero calificado de laindustria. Losestudiosclsicosse limitaronal taller industrial, mbitoen e! que se estudia larelacin del obrero con la mquina, la divisin deltrabajo y el comportamiento colectivo. No se analizaron otras actividadescomoel comercioylos servicios, ni otras categoraslaborales, menosanlas mujeres(Colloque deDourdan, 1978).72 LA SOCIOLOGADELTRABAJO COMODISCIPLINAA estaperspectiva, quepodracalificarsede "obrerista", se sumalacreencia en que el progreso tcnico llevara al progreso social. La socio-loga del trabajooscila as entreeldeterminismotecnolgico yel para-digma de lamodernidad(Touraine, 1992).9El concepto detrabajo como acto fundacionalsetradujo al nivelme-todolgicoyterico. SegnTripier, lasociologadel trabajodiopriori-dadal mtodo empricode observacin y estudio del actode trabajo. 10Tambinlediounaprioridad epistemolgica enel sentidode quetodalainformacinrecogidaes reinterpretada enfuncinde loquesesabedel trabajo(Tripier, 1991). En otraspalabras, todoslos comportamien-tostienen sentido si selos interpreta en funcindelas condicionesma-terialesy sociales quedefinenlasituacin detrabajo. sta es lamatrizterica delostrabajos delosfundadores dela disciplina (Georges Fried-mann, Pierre Naville, Pierre Rolle,Alain Touraine,C. Durand, J. D. Rey-naud) y tambinde la generacin neomarxista (Serge Mallet, AndrGorz, Robert Linhart, Benjamin Coriat, Michel Freyssenet).Unaexpresintpicadel paradigma proudhonianoes el conceptodecalificacin, entendido como el sistema decertificacin utilizado por losempleadores y por lossindicatos para establecer una equivalencia entrelas operacionestcnicasrealizadapor untrabajador ysuvalor yreco-nocimiento social. El concepto adquieretodo susentido por lareferen-cia paradigmticaal horno [aber, al trabajo que serealiza mediante unatransformacin delanaturaleza.Laimportancia del tema en Francia sedebera aladefensa corporativistadelossindicatos frentealos nuevosoficios y a lafalta de correspondencia entre educacin y empleo (Tanguy,1986; Tripier; 1991).El enfoque francsdeltrabajo obrero pudo desarrollarse gracias alaexistencia definanciamiento pblico para la investigacin cientfica. Se-gnM. Roselos socilogosdeltrabajo respondieron alademanda pro-veniente del sistema centralizado de planificacin, fueron los servants ofpost-industrialpower(Rose, 1979). Estonoimpidiunvnculoconlaprcticasocial, ya quelossocilogossevincularonestrechamenteconlasdiferentes corrientes del movimiento sindical(CFDT y CGT). En todos loscasos la investigacin se mantuvo dentro deloslmites dela empresa, delafbrica y deltaller.Noseconsideraba sino marginalmente el contextoeconmico y social de la empresa y delaclase trabajadora.9 Ensuedicin del 20 aniversario la revista SociologieduTravail reconoce el predomi-niodel paradigma tecnolgico, a pesar de que algunos investigadores, como J. D. Reynaud,P. Duboisv C. Durandhabaninsistido enlaautonomadelaconciencia obrerarespectodela divisin del trabajo.10 Lainvestigacinrealizada por AlainTouraine, ClaudeDurandy otros sobre Les 011-vrierselleprogrestechnique, amediadosdelosaossesenta,esuntpico ejemplo deeseenfoque.LA SOCIOLOGADEL TRABAJOENAMRICALATINA 73Algunosinvestigadoressepropusieronanticipartendenciasrespectoalaevolucindelaestructura social yparaello se basaronenlasfigu-ras obreras delafbrica. Conocidosfueronlos trabajos de Serge Malletsobrela"nuevaclaseobrera". Lasociologadelaclase obrerase hacapartiendodel lugar que ocupabael trabajador en ladivisindel trabajointerna delaempresa, orientacin quesemantuvo enlosestudiospos-teriores sobrelos trabajadores dela fase dela automatizacin(Gorz.Linhart, Coriat). Actualmente, despus devarios aos de convivenciacon altastasas de desocupacin, sediscutelaprdida de centralidad delanocin detrabajo.JIDEL PROCESODETRABAJOA LA ESPECIALIZACINFLEXIBLEProcesodetrabajo yfiguraobreraBuscando explicar las razonesestructurales deladesocupacin y de lasdisparidadesenlos ingresos,una generacin de economistasnorteame-ricanos(losradicals, as calificadospor susposiciones progresistas, decorte neomarxista) propone un conjunto de nuevos conceptos que resul-taronms adecuados para dar cuenta delaforma en que se viva polti-camente larelacin capital-trabajo en AmricaLatina.Unprimer grupo seconcentra en el espacio delafbrica. Los antece-dentes de este enfoque se encuentran en larelectura que hace Han)' Bra-vermande Marx. El foco es, nuevamente, el temadel control obrero,pero no desdeel punto devistade losmanagers sino desdeel del traba-jador. Sutesiscentral es queel capitalismomonopolistaintroduce unapolarizacinen lascalificaciones obreras, conla consiguienteprdidaprogresiva delacalificacin profesional(Braverman, 1975). Su plantea-miento fue pionero en reubicar laoposicin entre capital y trabajo enellugar delaproduccin. Conlseinicia una lnea terica cuya expresinmsconocidafueronlasposturasobreristaseuropeasdeAndrGorzyToni Negri.Unafiguraimportantedentrodeestacorrientees ladel economistafrancs Benjamin Coriat. Sus libros sobre eltaylorismo (El taller v el cro-nmetro), sobrelaautomatizacinmicroelectrnica(El taller y el robot)y sobreel toyotismo(Pensaral revs) fuerontraducidosytuvieronunaamplia difusin enAmrica Latina.VCoriat contribuy, al igual que11 Vase larefexin desarrollada en larevista Actuel Marx(I992Y 1993).12 Conocidafuesuparticipacinenel primer seminario sobreRevolucin Tecnolgicav Empleo, realizado en Mxico en 1985. Sus trabajos fueron divulgados tempranamente enel Cono Sur por J. C. Netfa.74 LA SOCIOLOGADELTRABAJO COMO DISCIPLINACarlota Prez, a discutir losparmetros centrales delos paradigmas pro-ductivos y al estudio comparativo dela economa detiempo implcita enel taylorismo, la cadena demontaje y la automatizacin flexible. Este l-timoaspectohasidodegranutilidadparacomprenderlas estrategiasempresariales derestructuracin y ha facilitado la crtica sindical a esosmodelos deorganizacin deltrabajo.Al igual quelos socilogoshumanistasdelaposguerra, los tericosdel procesode trabajonolograndeshacersecompletamentedel para-digma del determinismo tecnolgico. El mrito delacorriente neomar-xista del proceso detrabajo fuepermitir elpaso delosanlisis estructu-rales globales alafbrica como terreno depoder.A su vez, Michael Buroway llama a interesarse en las formasderegu-lacin(politics ofproduction} yenlos regmenesdefbrica(Buroway,1985). Elsistema derelaciones industriales,larelacin empresarios-Es-tado, lacalificacin delamano deobra, las presiones competitivas quepesansobrelaproduccinlocal, etc., sonfactoresquedeberanconsi-derarse enforma creciente.Mercadossegmentados, mercados dualesUn segundo grupo deeconomistas del trabajo, abocados al tema deem-pleo y salarios, desarrollaron un modelo no competitivo delmercado detrabajo, en el queseintroducenconceptoscomoladualizacin, laseg-mentacin, lapolarizacin (M. Piare,D. Gordon, R. Edwards. S. Bowlesy H. Gintis). Desarrollaron, basndose en el estudio de barreras alamo-vilidad laboral yenel casode pases con regiones subdesarrolladas,comoItalia, un enfoque alternativo delateora del capital humano quedabamejor cuentade ladiscriminacinenlacontratacin y enlafija-cindesalarios. Laideabsica deestosmodelos segmentaristas esqueel mercadode trabajonofuncionasegnel modelode lacompetenciaperfecta, quehay factoresinstitucionales queinterfieren, y quelas pro-pias polticas de empleo delas firmas configuran la diferenciacin de losempleos y salarios.Estenuevo enfoque del mercadodetrabajo fuerpidamente adopta-do por losinvestigadores latinoamericanos, loscuales, sin abandonar laperspectivade los movimientossociales, sevuelcanal estudio de la ex-clusin, laprecarizacinyla informalidadenlosmercadosdetrabajourbanos(PREALC, 1981). Con ello se produce un desplazamiento de la so-ciologadel trabajoalasociologa del ernpleo.PLas investigaciones se13 Para una resea de esta evolucin vase C. Montero Casassus, "Le march du travailcomme niveau d'nalyse dela structure declasses", SociologieduTravail (Pars), 1980.LA SOCIOLOGADELTRABAJOENAMRICA LATINA 75fundanenunaproblemticamseconmicaquesociolgicaopoltica(Iranzo, 1993; Novick y Catalana, 1994). Hay que sealar aqu dos orien-taciones; por una parte, losestudios detipo estadstico, que permitieronlaacumulacinde informaciny fueronel sustratoquesirvidebase,entreotras cosas, a la formulacinde programassociales focaJizados,hoy da muy en boga; por otra, toda una corriente deinvestigaciones so-bre lasformas deinsercin en el mercado detrabajo delossectores socia-les ms vulnerables, en particular mujeresy jvenes(Montero, 1993).Pos[ordisnto y produccinflexibleA raz delshock petrolero que sacudi al mundo industrializado en 1974-1975sepuso en evidencia la crisis del modelo fordista. Lapreocupacinpor eltema delacompetitividad lleva aumentar elinterspor elestu-dioempricodel procesode trabajo. Enformaininterrumpida hastalafecha, ingenieros, economistas, socilogos y administradores de empre-sas escrutan y comparan sistemas alternativos deproduccin industrial.La atencin se concentra en un primer momento en los casos de Japn,Italia y el sudeste asitico, y ms recientemente en Amrica Latina(M-xico y Brasil).A comienzosde losochentael trabajode PiareySabel (The SecondIndustrial Divide) tuvounainfluenciadecisivaal postularlaexistenciade una ruptura entre el modelo taylorista-fordista y las nuevas formas deorganizacinde laproduccinquecolocabanel trabajohumanocomoaporte centralpara laeficiencia del sistema. Aunque ambos autores hanrepensado en trminoscrticos la idea originaldeunavueltaal trabajoartesanal como fuente decompetitividad, sus planteamientos apuntaroncerteramenteala importanciadel involucramientodel trabajadoryalcompromisodel colectivodetrabajoparalograrlosaumentosde pro-ductividad ylaflexibilidad sistmica queexigenlas nuevas condicionesde la competencia global.El nuevoparadigmadeespecializacinflexibleobligaasacarlami-rada fuera de la fbrica para comprender loque ocurre en lafbrica. Semultiplican los estudios sobre los distritos industriales italianos, acercadeciertoslandenalemanes, ylasexperienciasespaolasdedesarrolloeconmicolocal, conel objetivodeentenderlasrazonesqueexplicanel desarrollo dedeterminadas regiones de Europa. Una de las conclusio-nes deesos estudios esel postulado de que la competitividad tiene un so-porte sociolgico, yaque se basa en gran medida en la densidad delteji-dosocial yenlasinergiaquesecreaenciertosterritorioscuandolosactores asumen unrolactivo en el desarrollo econmico local.76 LA SOCIOLOGADEL TRABAJO COMODISCIPLINAUnalneade trabajo similar, ms difundida enlos ambientes empre-sariales, es el enfoquedela competitividadsistmicainiciadoporMi-chael Porter enlos aos ochenta, en la Harvard Business School. Los es-tudiosrealizados bajoesaperspectivase insertanas enunareflexinsobrepolticas industrialesypolticasdecompetitividad, destinadasaservir debase para un dilogo con empresarios y gobiernos.El trabajo de Piore y Sabel tuvo gran influencia en varios estudios rea-lizados enAmrica Latina.!" A su vez, ladiscusin sobre el concepto decompetitividad, yenespecial el conceptodecompetitividadsistmica,sentaraprecedentesenlareginapartir delaformulacindela CEPALsobre la transiormacin productiva conequidad(CEPAL, 1990), con la cualesa organizacin pretendi salir de la postura defensiva en lacual seen-contraba a partir de lacrisis (poltica y terica) delmodelo de la"indus-trializacinpor sustitucindeimportaciones", yretomarasunprota-gonismoenla discusinsobre los modelos de desarrolloenAmricaLatina.En lasegundamitad delos noventalabibliografa europea y norte-americanasobreel desarrolloeconmicolocal (Alburquerque, 1997;Vzquez-Barquero, 1988)ylasredesproductivastambinpasaasertomadacomoreferenciaenunnmerocrecientedeinvestigacionesrealizadas en Amrica Latina.Empiezan asurgir estudios sobre cade-nasproductivasyclustersenciertossectores (textiles, calzados, me-talrnecnica,fruticultura, etc.), y en ciertas regiones (Campinas y ValedosSinos enBrasil, Rafaela enArgentina, Guadarrama enPer, nor-tedeMxico, etcteraj.l"Cabe destacar tambin el trabajo delGERPISA (Groupe d'tudes et de Re-cherchesPermanent sur l'Industrieet les Salaris del' Automobile), unareddeinvestigadores (principalmente europeos, entreloscuales sedesta-can Robert Boyer, MichelFreyssenet,Giuseppe Volpato y Juan Jos Casti-llo) creada a fines delosochenta con el objetivo de discutir la aparicin delosnuevosmodelosproductivos apartir delacrisisdel taylorismo-fordis-mo. Loms interesante del GERPISA es el cuestionamiento de la idea de que1-1 Volveremos a esepunto ms adelante deeste artculo.15 Vase el proyecto desarrolladopor laRedLatinoamericanadeEducaciny TrabajosobreCambio Tecnolgico, Encadenamientos Productivos y Competencias Laborales (cu-yosprincipalesresultados estn enGallart yNovick, 1997), el nmero 3 delaRevistaLa-tinoamericanadeEstudios del Trabajo (Redesyregiones:Unanuevaconjiguracin), yasi-mismolos trabajospresentados enel Grupode TrabajoRedesProductivas yFlexibilidad(SegundoCongreso LatinoamericanodeSociologa del Trabajo, SaoPaulo, diciembre de1996)v enel taller Produccin Flexible v Nuevas Institucionalidades (Ro deJaneiro, sep-tiembl:ede 1997), como parte deunprovecto decolaboracin entre investigadores latino-americanos, norteamericanos y asiticos promovido por el Social Sciences ResearchCouncil,la Comisin deMovimientos Laborales deCLACSOy la Asociacin Latinoamerica-nadeSociologa del Trabajo.LA SOCIOLOGADEL TRABAJO ENAMRICALATINA 77esosmodelosemergentesestaranconvergiendo, necesariamente, en unnuevo onebest way. El GERPISA, llamandolaatencinsobre la existenciade formasmuy diferentes de organizacin, o de la vasta diversidad de lasprcticasreales delas organizaciones productivas(msall deldiscursocomnsobrelosobjetivosgestionarios), hadefinidocomoobjetivoela-borarunaestructuraanalticacapazdeexplicarporqulas prcticasconcretas de lasempresassiguen siendo tandiversas. Esa postura, msabiertaymenos determinista, serfuertementevaloradaporungrupoimportante de investigadores latinoamericanos, con elcual seestablecerun importante y creativo dilogo. Enesta lnea se ubican tambinlostra-bajosdelInstituteforDevelopment StudiesdeSussex(Humphrey, 1995).VIGENCIAy RESISTENCIAALPARADIGMAEVOLUCIONISTAENAMRICALATINALaretrospectivahistrica quehemoshecho hastaaqunospermite aho-rasituar laevolucin dela temticadel trabajo enla regin. Lasociolo-gadel trabajolatinoamericananacemuyvinculadaa la sociologadeldesarrollo, y de cierta forma subordinada a ella. Subordinada en parte porlos temas, pero principalmente por el tipo de construccin conceptual delaclase trabajadora que termina por producir;Latemtica bsica de la so-ciologadela posguerrapuedesercaracterizadacomola transicindeunasociedadagrariaytradicional auna sociedadurbanaeindustrial.l"A travs de esa cuestin la sociologa del trabajo latinoamericana entra enel espaciodel mundo acadmicoyrealizalos primerosestudios sobre laclase trabajadoraysusmovimientos, en un intento de combinar unare-flexinterica ymetodolgica con una base emprica de explicacin.!?Los investigadores queenesapocasededicaron al tema estabanfuertemente marcados por el paradigma cepaliano o compartan las mis-masinfluencias tericas bsicas, en especial las teoras del desarrollo, ensusdistintas vertientes.If16 Esa cuestin terica corresponda a la"sensacin colectiva" existente envarios grupossociales deque sa era laexperiencia fundamental del periodo (Sader yPaoli. 1986: 47).17 Antesde esose registrapocoesfuerzo sistemticode estudiosobreel trabajoylostrabajadores enlaregin. Adems de algunostextos decorte ms histrico, lainformacindisponible consista principalmente en documentos poltico-programticos delos partidosquepretendantener vnculosconlaclasetrabajadora, yde testimoniosprovenientesdemilitantessindicalistasy/opolticos (principalmenteanarquistasycomunistas). Esaca-ractcrstca parece haber sido comn a varios pases, entre ellos Brasil (Paoli y Sader, 1986;Castro y Leite, 1994), Mxico(DelaGarza, 1993a) y Venezuela (Iranzo, 1994).18 Para un anlisis sobre la"rnultifactica escuela latinoamericana del desarrollo", delacual laComisin Econmica para Amrica Latina y elCaribe(CErAL) esuna delas princi-pales expresiones, vanse Kay(1991)y Bielschowsky(1988).78 LA SOCIOLOGADELTRABAJO COMODISCIPLINAEl paradigma cepaliano originario ylapropuesta delaindustrializa-cinsustitutivadeimportacionespretendanser unarespuestaalate-mtica definida como fundamental en esa poca, esto es, el problema delamodernizacindelasociedad, entendidocomolatransicindeunasociedad rural-tradicionala una sociedad urbano-industrial. A partir desupuestos distintos a las teoras neoclsicas y de la modernizacin (cuyoprincipal exponente en Amrica Latina esGino Gerrnani), la escuela "re-forrnista-estructuralista"que seorigina en laCEPAL en losaos cincuen-taintroduce en ladiscusin losconceptos de desarrollo y subdesarrolloconcebidos como un proceso nico, resultado de un proceso mundial deacumulacin capitalista,el cual, de manera permanente, reproduce am-bospolosdel sistema mundial. Como resultadodeese anlisisse cues-tionanlas polticas que se derivandelas teoras neoclsicaydelamodernizacin, abogandofuertementeporla alternativadela "indus-trializacin por sustitucin deimportaciones", va atravs de la cuallospasesdelaperiferiapodran superar el "modeloprimario exportador"(Kay, 1991).Para el tema quenosinteresa discutir en este texto vale sealar que,desde sus formulaciones iniciales, el paradigma cepaliano se planteaba elproblemade quines seranlos agentes (actores) de ese proyectodetransformacin:cules seran las fuerzassociales emergentes en el pro-ceso de industrializacin en condiciones de llevarlo adelante o, en otraspalabras, cules sera los grupos y clases sociales capaces de transformarlasbasesdelasociedadlatinoamericanaenel sentidodeseado(Paoli,Sader y Telles, 1984).Entre esas fuerzas sin duda la central era el Estado, el sujeto desarrollis-ta y modernizador por excelencia. No solamente el agente capaz demovili-zar los recursoseconmicos paramontar lasbasesdelaindustriapesada(siderurgia, petrleo, petroqumica), subsidiaral empresariadonacional,proteger losmercados, etc., sino tambin el sujeto poltico capaz de garan-tizar el carcter nacionale integrador del procesoindustrializador. En esesentido, seestableceunaestrecharelacinentrela(propuestade) indus-trializacin sustitutiva yel tipo de Estado considerado capaz de impulsar-la; histricamente, eseEstado termina por asumir, en muchos casos, la for-ma deEstado populista, en sus diversas variantes nacionales.Por otrolado, enel modelo, el rol del empresariadoprivadoerase-cundarioycomplementario, vistocomounagente que tena queser"convencido" por elEstado de laimportancia y laviabilidad del proyec-to industrializador. Enesesentido, la incorporacindel empresariadoprivado al proyecto exiga un esfuerzo especial por parte del Estado, quepasaba a ser un factor central tambin en su constitucin en tanto actoreconmico y social.LA SOCIOLOGA DELTRABAJOENAMRICALATINA 79Yrespectoalos trabajadores?Qupapel lesestaba reservado enelparadigma?Sin duda lapresencia obrera y sindical eravista como una delasfuer-zas emergentes en esa sociedad en transformacin, producto, fundamen-talmente, del proceso deindustrializacin y urbanizacinacelerados.Enefecto,en eseperiodo las repercusionesdel proceso deindustriali-zacin sobre la estructura social y poltica de lospases latinoamericanosfueronsignificativas: migracincampo-ciudad, movilidadsocial ascen-dente, incorporacinal consumo, participacinpolticadegrandesma-sas comprometidas con el Estado populista, notableimpulsoal desarro-llodel sindicalismoydelosconflictoslaborales. Esosltimosaspectospasanadesempear unpapelimportante enlapromocin de laintegra-cin a la nacin de los grupos (social y econmicamente) movilizados porel proceso industrializador (Zapata, 1995).19Enesecontexto, parteimportantedela legitimacinlogradaporelEstado populista fue resultado de lautilizacindela movilizacin socialpara obtener el apoyo de lasmasas hacia el proyecto industrializador. Enese sentido, las"masasurbanas"pasanaser unelementoclavedel dis-cursodel Estado(CastroyLeite, 1994), yasimismomarcansupresen-cia enel pensamiento acadmico.La gran pregunta (acadmica y poltica) que se formulabanlos que es-tabanpreocupadospor el temadel trabajoy los trabajadores en esepe-riodo se referaala capacidad que tendran nuestras sociedades de"pro-ducir"unaclasetrabajadora adecuadaaeseproyecto de cambio social.tantoensusactitudes, comportamientos, valores, comoensusformasdeexpresin social (sindicatos)y poltica (partidos).Impregnadosde esainquietud, losestudiospionerosdelasociologadel trabajo enlareginse caracterizan por unafuertepreocupacinporlainvestigacin emprica,o sea por conocer enel terreno lasnuevasrea-lidades del trabajoqueestabansiendogeneradas POI"el procesode in-dustrializaciny urbanizacin. Algunos deellos se dirigenalasfbricas,tratandodeinvestigarlas actitudesycomportamientospolticosdelostrabajadores,surelacinconelsindicato, sunivel de conciencia (Lopes,1964; TouraineyDi Tella, 1967; Rodrigues, 1970); otrosse dirigenalossindicatos, privilegiando el anlisis de su relacin con el Estado o los par-tidos(Rodrigues, 1966; Rodrigues, 1970).Por ejemplo, enHuachipatoyLota(TouraineyDi Tella, 1967), estu-diodecaso dedosempresaschilenasqueseconvirti enunclsico enlasociologadel trabajolatinoamericana, la situacinsocial es el con-cepto que permite analizar el impacto de variables de tipo estructural so-l" Como, por ejemplo, las campaas por la nacionalizacin del petrleo enBolivia (1936),Mxico (1938)(Zapata, 1995) yBrasil (aos cincuenta).80 LA SOCIOLOGA DELTRABAJOCOMODISCIPLINAbre el tipo deconciencia obrera (el origen rural o urbano, laposicin enlaestratificacin social,el nivel educativo, el salario).Los autores inclu-yeronotrasvariablessubjetivas (la identidadprofesional yla satisfac-cin en el trabajo) pero no lesotorgaron importancia en elanlisis. Lasdiferenciasobservadasenel comportamiento obreroenambasempre-sasfueronatribuidasaque se encontraban en dosmomentos sucesivosdelaevolucindelaindustrializacin, en unatransicin de unasocie-dadcerradaaunasociedadabierta, deunagestinempresarial tradi-cional a una administracin moderna.Loque llamalaatencinesque, apesar de ladiversidad detemas yniveles de anlisis, los estudios en esa primera etapa se desarrollan en unmarcointerpretativoyanalticobastante comn. y aqunosencontra-mos con uno de los "pecados"delos anlisis estructuralistas de lapo-ca o, mejor dicho, del fuertecomponentedeterministapresenteenlamayora de esosanlisis. Elproblema esque, en el marco analtico pre-dominante,el elemento explicativo fundamental para lacaracterizacindelaclase trabajadoralatinoamericana, as como de susformasde or-ganizacin, expresin ypresenciasocialypoltica(y desusposibilida-des), serbuscado, bsicamente, enlas caractersticasestructuralesdelasociedad, enespecial enlas caractersticas del procesoindustrializa-dar. Anms, lareflexin acerca delas condiciones y posibilidadesdelprocesoindustrializador(considerado, segnya seha dicho, comolaclave deacceso a la modernidad y el desarrollo de esas sociedades) se ha-ca engranpartepor el procedimientodecontrastar dichaexperienciaconladelos pases industrializados. Uno de los resultados de esa com-paracinfuesubrayar lapersistencia delosllamados comportamientospreindustriales (Zapata, 1995), haciendo hincapi en las debilidades delproceso industrializador (desigual en suimplementacin y sin poder ho-mogenizador de las relaciones sociales), loqueseconvirtienel ele-mento fundamental para explicar lasdebilidades delaclase trabajadoray susmovimientos (Paoli y Sader, 1986).Enotraspalabras, enesamatrizde pensamientolas caractersticasestructurales del proceso de industrializacin (su carcter dbil, poco in-tegrado y tardo) lo hacan incapaz deproducir lossujetos sociales consi-deradostpicos delassociedades modernas. La clase trabajadora "produ-cida" por la industrializacin latinoamericana era relativamente pequea,en extremo condicionada por suorigen ruralreciente, muy apegada a losvalorestradicionalesdel campo y con gran dificultad deinsercin en lasociedadindustrial. Esodificultaba ycasi imposibilitabalaestructura-cindeformas deaccincolectivas mnimamenteeficaces, as comocomportamientosms"adecuados"al procesodemodernizacindelasociedad.LA SOCIOLOGADELTRABAJO ENAMRICALATINA 81Deese modo seproduce un crculo vicioso: lapresencia socialypol-ticadelos trabajadoresysusorganizaciones, que, enalgnpuntodelmodelo, eradefinida comodecisiva (unadelas fuerzas consideradasfundamentales parael procesodetransformacinde lasociedadenelsentidodeseado), era, al mismotiempo, unapresenciavistacomocasinecesariamente subalterna,debidoalas caractersticas estructurales delasociedad quelahaba "producido"(Paoli, Sader y Telles, 1984).Laimagendelaclasetrabajadoraquese haceparadigmticarepre-senta, por lotanto,un sujeto definido bsicamente por sunegatividad, osea por la falta de una identidad social y poltica colectiva, lafalta de unaracionalidadcoherenteconsuposicinobjetivaenel procesodepro-duccin. Lasprcticasdesociabilidad, trabajoy asociacindela"clasetrabajadora latinoamericana realmente existente" son consideradascasiel opuesto de aquello que seesperara idealmente comolascaractersti-casdela clasetrabajadora, teniendocomoreferencialas teorassobrerelacionesindustriales, el marxismo y laevolucin tipolgica delos pa-seseuropeosensutrayectoriadeconstitucindel capitalismo(Paoli ySader, 1984).20 La nica formade llenar los"vacos"producidos por esaausencia era, una vezms, laaccindelEstado.Ese resultado no significa queel paradigma ignoraralapresenciaso-cial ypoltica delaclase trabajadora. Por el contrario,tena gransensi-bilidad asufuerza"virtual".PRIMERARUPTURA: LARECUPERACiNDE LAPERSPECTIVADELACTORA mediados de los aos setenta cambia lacuestin clave que enmarca lasociologalatinoamericana. Lapolarizacincentral noes ms aquellaentre una sociedad atrasada (rural-tradicional) y una sociedad moderna(urbano-industrial). Lapolarizacin se define ahora por laoposicionell-tre democracia y dictaduray lapreocupacin central delpensamiento so-ciolgico pasa a ser la naturaleza del rgimenpoltico y lasposibilidadesde cambioenese nivel. Laexperiencia societal e histrica que est enlabase de ese cambio en la trayectoria del pensamiento es, por cierto, la ins-tauracin de dictadurasmilitares en varios pases delaregin.Larupturaconel paradigma estructural-determinista nacede lane-cesidad de repensar laelaboracin anterior sobrelaclase trabajadora apartirdelas dos grandesderrotas quemarcana la reginenesemo-20Lasexcepciones aququiz seanChile yUruguay, pases en los cuales, enese perio-do, lasformasdeorganizacin y expresin delos trabajadores(el tipodeorganizacin,deaccinsindical. los parmetrospoltico-ideolgicos, el estilodevinculacinconpartidos.erc.)se acercabanms alos modelos"clasicos"a que sehace referencia.82 LA SOCIOLOGA DEL TRABAJOCOMODISCIPLINAmento. Enprimerlugar, laderrotadelos proyectospopulistasyrefor-mistas, enlos cualesel Estado eravistocomo unactor central. Ense-gundo, laderrota del optimismo nacional-desarrollista.Esta primera "crisis de la modernidad" estuvo vinculada a los cambiosdemodelo econmico derivadosdelosgolpesmilitares, pero tambinalaevidencia de loslmites del proceso deindustrializacin en el periododemocrtico en su capacidad de reducir la pobreza e integrar a las masaspopulares. En ese contexto, laindustrializacin deja de ser vista como elgran proceso redentor de las sociedades latinoamericanas.UUnelementocentral deestarupturaes lacrticaal paradigmaquepostulaba al Estado (y lainstitucionalidad de lderivada), como campofundamental deconstitucindelasclasessociales(positivay/onegati-vamente). Esa crtica estrelacionada conel hecho histrico del "cierredel Estado alaexperiencia social"apartir delainstauracin de las dic-taduras militares (Paoli, Sader y Telles, 1984).En contraposicin, se pone elacento en laautonoma de ladinmicasocial (yen especial de los actores sociales) en tanto factores dotados depoder explicativo. Gana fuerzalaidea de que el carcter de esos actoresno proviene directamente delcarcter de la sociedad y/odel Estado. Sur-geninterpretacionesqueatribuyenlas caractersticasdel movimientoobrerolatinoamericanomenos a los "lmitesobjetivos" puestosporlanaturalezamismadelasociedadydel procesodeindustrializacin, yms afactorespolticos, tales como las orientaciones delos sindicatos opartidos y las opciones histricas de los sujetos sociales en determinadascoyunturas. Se recuperaas una nocin menos determinista de lahisto-ria, se afirma el peso de lacontingencia, se extiende el campo de accinposible de lossujetos(y su responsabilidad en el desarrollo delos acon-tecimientos).Entre los autores caractersticos de esaetapa sedestacanWeffort(1972a y 1972b), Delich (1970), Murmis y Portantiero(1971), Torre(1974), Barrera(1973), Moiss (1978), CamperoyValenzuela(1985).Adems de los estudios de carcter sociopoltico que buscaban analizarla relacin del movimiento sindical con determinadas coyunturas o mo-vimientos polticos, comolosdeWeffort (sobreel varguismoyla de-mocratizacin de1946 en Brasil), Torre, Murmis y Portantiero (sobre elperonismo enArgentina), Campero yValenzuela(sobreel gobierno dela UnidadPopular yel golpemilitar enChile), surgeunaseriedees-tudiosde casodeconflictosyhuelgas obrerasque tratabandeeviden-21 SegnKay(1991), lostericos delaCEPAL, principales fonnuladores del paradigmadela industrializacin por sustitucin deimportaciones, ya a comienzos de los sesenta em-pezaronapublicar unaserie decrticas alascaractersticas del proceso deindustrializa-cin latinoamericana. haciendo nfasis enesos dosaspectos.LASOCIOLOGADELTRABAJOENAMRICALATINA 83ciar el rol delostrabajadores entanto sujetoscolectivos; entre elloslasgrandeshuelgasde 1953enSanPablo(Moiss, 1978), el "cordobazo"argentino(Delich, 1970), lashuelgasdeContagemyOsascoenBrasil(Weffort, 1972a).Bajo la influencia delasociologa delos movimientos sociales florecetoda una vertiente deestudios que vaaprivilegiar ladimensinpoltica,el diagnstico sobre el sistema de dominacin, el estudio de los sindica-tos ensurelacinconel Estadoylos partidos (Zapata, 1985; CLACSO,1985; Campero yCuevas, 1991;BarrerayFalabella, 1990). Deestama-nera, lasociologadel trabajo sevuelca hacia una"sociologadel sindi-calismo".Ese cambio temtico a su vez supone un cambio conceptual:elanli-sisdelas prcticas de los trabajadores (suexperiencia, segnThomp-son) ganaunnuevoestatutoterico, sustituyendolasrazonesde natu-raleza estructural en laexplicacin de la formaciny de la actuacin delaclase trabajadora.El regresoalafbricaenesemomento(mediadosdelos aosseten-ta), sinembargo, nosevinculafundamentalmenteal temadel procesodetrabajo, sino que formaparte delacuestin delademocracia y tieneque ver enesencia con el anlisis de las posibilidades de reconstruccindel movimiento obreroy sindical. Ladimensindel procesode trabajopasaaser incorporadaalos anlisisconel objetivobsicode entenderlas caractersticas del proceso de dominacin delostrabajadores dentrodelasempresas y las condiciones de surgimiento de experienciasdere-sistencia y/oconflicto organizado. Quiz lo que ms diferencie a ese tipode estudio delosanlisis clsicos basados en la teora del proceso de tra-bajo22 esque tanto la dominacin como laresistencia y el conflicto, aun-quedefinidosdentro delaempresa,aparecenfuertementerelacionadoscon el cuadro poltico vigente; ms que eso, la preocupacin principal delosinvestigadores seconcentra en el anlisis de esa relacin.En otras palabras, en esos estudios las condiciones desustentacin deldespotismofabril (existente dentrodelas empresas)no pueden ser expli-cadas sino con referencia al autoritarismo poltico (existente en el conjun-to de la sociedadycaractersticodel rgimenpolticovigente); porotrolado, el inters delosinvestigadores por las manifestaciones deresistenciay/oconflicto obreros noestreferidosloalasposibilidades de transfor-macin delassituaciones detrabajo, sino que sevincula estrechamente alanlisis del efecto que puedan tener en laconstitucin de la cuidadana delos trabajadores en unsentidomsamplio, as como enlaluchageneralpor lademocratizacin delasociedad.22 Vaseel balancede la bibliografainglesa sobreprocesode trabajoenRamalho,19'-)l.84 LA SOCIOLOGADELTRABAJO COMODISCIPLINAEl pas donde ese tipo de estudio encuentramayor desarrollo esBra-sil. Ah se redescubre la fbrica en medio dela dictadura, tratando de in-dagarlas manifestaciones posiblesde lasubjetividad obreraencondi-ciones tan adversas, as como sucapacidad de promover cambios en lascondicionesde trabajo, recuperar las formaspropias de organizacin ylucha(talescomoe!sindicato, la huelga, lasnegociacionescolectivas)y departicipar como actor colectivo en lalucha democrtica desarrolla-da ms ampliamente enla sociedad.PLamirada sociolgica sevuelca hacialavida cotidianadelos traba-jadoresenlafbrica, recuperandoy ampliandolavigenciadeunnivelde anlisis presenteenalgunosestudiosde la faseanterior. Perolaf-brica ser ahora iluminada por otra problemtica, interpelada por otraspreguntas. El anlisisno estar centrado ya en lasposibilidades demo-dernizacin dela sociedad o en la adecuacin delas actitudes yorienta-ciones delos trabajadores a la vida urbano-industrial, sino en el binomiodominacin/resistencia (la nocin deconflicto aqu esclave).El espaciode laproduccin seconfiguraas comounespacio politi-zado. Serompe la dicotoma entre economa (produccin) por un lado ypoltica (partidos y sindicatos) por elotro, disociacin caracterstica delosestudios delaprimera etapa (Castro y Leite, 1994). En esa vertiente,seredescubrenlos dilogosinterdisciplinariosde lasociologa, bsica-mente conlahistoria yla antropologa.EnArgentina, asuvez, tambinse produce, bajoladictadura, una"vuelta dela sociologa alafbrica"a travs delatemtica delas condi-ciones detrabajo, analizada con referencia alospuestos detrabajo.v' Enlasegundamitadde los ochenta, "estamiradaal interior delaunidadproductiva va a focalizarse en el proceso detrabajo como unidad dean-lisis tanto delas condiciones detrabajo como delosefectosde!cambiotecnolgico sobre las mismas"(Catalano y Novick, 1992: 41).25En otrospases, comoChile, dondelavigencia del rgimen autorita-rio secombina, durantetoda unaprimera etapa, con unfuerteprocesodesindustrializador y desorganizador delasunidadesproductivas, ylastasas dedesempleo urbano abierto llegana alcanzar el 30% delapobla-cinactiva, latrayectoriade lasociologadel trabajo sigue otros cami-23 Entre el conjunto deIrabajos producidos bajo esa preocupacin podemos sealar losdeFrederico (1978 y1979), Humphrey (1979 y 1982), Durand (1987), Maroni (1982), Abra-mo(1986) v Faria (1986), entre otros,2 ~ Sed e ~ l a c a el trabajo realizado por CE1L-CO;-ICET y por el Grupo deCondiciones y Me-dio Ambiente de Trabajo decixcso.Entre las principales publicaciones podemos citar Nef-fa el al. (1986), Novick el al. (1987).25 Entre lostrabajos caracteristicos deesaelapa destacamos Walter (1985); Walter, Tes-layRuffier (1987); Gldiz(1988); Neffaelal. (1986); Casalet (1989); NovickyLavigne(1990); Novick (1991).LA SOCIOLOGADELTRABAJOENAMRICALATINA 85nos. Delamisma manera queel movimiento sindicalchileno noparecehaber tenido otra salida, enesascondiciones, que concentrar suproce-sodereorganizacinenunadinmicaqueocurrafuera delas fbri-cas,26lasociologa deltrabajo se desplazaa una sociologa del empleo yalaslaboresdeapoyoal movimientosndical.?Se privilegianlosestu-diosdelasestrategiasdesobrevivenciadelos sectorespopulares(PET),la pobreza (Altimir, 1981;Malina, 1982, entre otros), laprecarizacin y lainformalidad enlosmercados de trabajo urbanos(PREALC, 1981).Unodelosgrandesproblemasdeladisciplinaeneseperiodopuedeser caracterizado por el poco dilogoola ausencia de canales decomu-nicacin entre esas dos dimensiones. En general los estudios de lafbricay del proceso de trabajo tienen muy poca relacin conlosestudios sobreel empleo yel mercadodetrabajo. Hasta puededecirsequeseproduceunaciertacompetenciadelegitimidadesenel espacioacadmico, con-centrndoselossocilogosenla primeradeesasdimensiones (y reali-zando estudios de caso denivel micro, con metodologas eminentemen-tecualitativas), y los economistas enla segunda de ellas, con estudios decarcter ms macro ymetodologas cuantitativas.SEGUNDARUPTURA: RECONVERSINPRODUCTIVAYPROCESODETRABAJOLacrisis deladeuda externa, laglobalizacin de la economa y los cam-biosenlospatronesinternacionalesdecompetitividadtransformanra-dicalmenteelcontextodela discusin.r" La cuestinclave, quecomen-zarasobredeterminarla reflexindelos estudiososdel trabajo, es elagotamientodel modelodeindustrializacinpor sustitucindeimpor-taciones, el impactosocial del ajusteydela reconversinexportadora,lacrisisdel taylorismo-fordisrnoysusmanifestacionesenlassituacio-nes detrabajo.La economa vuelveaganar supremaca sobrelapoltica, aunqueenunavisinmuchomenosoptimistaymstecnocrticaquela quepre-dominenlaprimerafase. El temaahoraes comoajustarsealosnue-vospatrones dominantesaescala internacional, de qu modo recuperarcapacidadcompetitivayalgunaformadeinsercinenel ordenecon-mico mundial, como condiciones bsicas para la recuperacin del creci-26Vase aese respecto Abrumo(1994).27Vaselalaborde las ONG, comoel Programade Economadel Trabajo(PET). entreotras.28Valehacer notar queenAmricaLatina esos procesos son ms o menos simultneosalos procesos de transicindemocrticaenvariospases, loquevaredefiniendotambinlacentralidaddclacuestincaractersticadel periodoanteliar(laoposicinentredemo-cracia ydictadura).86 LA SOCIOLOGA DELTRABAJO COMODISCIPLINAmiento. Deesta manera pierde vigencia laeconoma poltica caracteris-ticadelaprimera etapa, enlacual. como ya hemosvisto, ladiscusinsobrelaindustrializacinoel desarrollo aparecan fuertementemarca-das por una idea de cambio social.En otraspalabras, lasubordinacin de lasociologa alaeconoma nosecaracteriza yapor una subordinacin alaeconomapolticadel desa-rrollo(contodoslos problemasrelacionadosconlos rasgosdedetermi-nismo estructural que pudieran contener lasversiones predominantes enlos aos cincuenta y sesenta), sino por la subordinacin a un tipo deecono-ma clsica que seacerca mucho ms alas teoras de la competitividad.En el campo de los estudios del trabajo se perfilan dos posturas bsi-cas. Por un lado hay una poderosa vertiente que vuelve aponer el temadelamodernizacinen el centro deladiscusin. Sin embargo,setrataahora de una modernizacin identificada no con una idea de cambio so-cial sino conlaadecuacinnecesariaaunnuevopatrn, unnuevo onebest way (el paradigma "posfordista",la lean production, el modelo japo-ns). Lainvestigacin conducidabajo esa perspectiva sevuelca hacia elexamen de hasta qu punto ese modelo est siendo implantado en Am-ricaLatina yelCaribe ylo quefalta para llegar all. En general su con-clusin es observar, en algunos pocos casos, la proximidad de la realidadconel modelo(casi siempre cuando seanalizan algunas empresaslde-res de lossectores "de punta", las best practices locales) y, en la gran ma-yora de ellos, su distancia, principalmente en lo que serefiere a las nue-vas formas de organizacin del trabajo, ala precariedad de lapoltica derecursoshumanos, alareproduccin derelaciones detrabajo autorita-rias y poco participativas. El discurso analtico se confunde muchas ve-ces con el discurso propositivo.Unadelas consecuenciasdeesetipode enfoquees unanuevaten-dencia aladesaparicin delos sujetos y, ms especficamente,alades-aparicinde los trabajadores (y los sindicatos) entantosujetos, ylaemergenciadelempresario comotema deestudio.i?El actor por exce-lencia pasa a ser el empresario privado, ms particularmente la gerenciade las empresas, en especial de aquellas modernizadas, globalizadas, in-sertas en la economa internacional. Elempresariado privado ---o por lomenossufraccin"globalizada"y"modernizada"- aparececomovic-torioso frente alEstado y los sindicatos, como el gran ganador de la"ba-talla de lasideas"(Campero, 1989).30Pero, sin embargo, se podria pen-sar queincluso ese (nico) actor tiene un margen delibertadreducido,29 Vaselaformacin del grupo Empresarios y Estado, deCLACSO.30 Vase, adems de Campero, el artculo (1990) y posterior libro (1997) deMontero so-breelsector modernizadodelosempresarioschilenos, definidos por laautora como los"hroes deunarevolucin autoritaria".LA SOCIOLOGADELTRABAJOENAMRICALATINA 87yaquesesuponequesunicaposibilidaddexitoseralaadecuacinnecesaria(ymientrasms rpidamejor)alos nuevospatronesde com-petitividad dominantesaescala internacional.Por otro lado, se desarrollan losestudios que buscan profundizar el ca-minoylasperspectivastericasabiertasenel periodo anterior. Enellosel espaciodelaproduccinsiguesiendovistocomounespaciode con-flicto, los procesos de cambiotecnolgicoyreorganizacindel trabajocomo procesos social e histricamente determinados, donde laaccin delossujetos (que se configuran en distintas estrategias empresariales y sin-dicales) son elementos importantes para definir su naturaleza, su ritmo ysusefectossociales.l!Esasegundaposturaes msrelativista, ynoaceptala inexorabili-dad de unnuevo Dile bestwayque, discutible enlos pases desarrolla-dos, muchomslosera en Amrica Latina. Su preocupacin ha sidofundamentalmentebuscarla singularidaddelas experienciasobser-vadas, haciendonfasisenlasdiferenciasylasparticularidades(en-treempresas, sectoresy pases) delasdinmicasdetransformacinproductiva en curso, pensadasno como etapas distintas de unmismoproceso cuyadireccionalidadestdada, sino comodistintasalterna-tivasderestructuracin, que pueden tener efectos econmicos,socia-lesy polticostambindistintos.Esta lnea deestudiosha sidohasta ahorabastantefrtil, producien-do material emprico de buena calidad, que ha ayudado ahacer avanzarmuchoel conocimiento sobrela realidaddel trabajoenlaregin. Peropasada una primerafase de acumulacin, corre el riesgo deperderse enlasingularidad, riesgoquefrecuentementesehareflejado enel usorei-terado y casi exclusivo de estudios de caso en el nivel de empresa, contri-buyendo pocoalaelaboracin deteorasy conceptosdenivel interme-dio, que permitiesen llegar a algunas conclusiones (si bien provisionales)sobre los grandestemasen debate.Esa disyuntiva ha sidoidentificada por varios autores como Daz(1993),Dela Garza (1993a), Humphrey (1994), Castro y Leite (1994). Enlosltimos aosseha tratado de diversas formasde superar las crticasylimitacionesindicadasenesosanlisis(ysin dudatodoslos espaciosdeencuentroe interlocucinsealados enla introduccindeestear-tculo han contribuido mucho aese avance). En primer lugar, buscando31Como ejemplos de esos estudios podemos citar los realizados en Brasil sobre los pro-cesos de innovacin tecnolgica y organizacional y susimpactos sobre el trabajo y los tra-bajadores, enespecial en los sectoresmetal mecnico, petroqumicoybancario(publica-dos, entre otros, en Carvalho, 1987; Nederer al., 1988; Leite y Silva, 1992;Leite, 1994); losrealizadosenMxicoporDela Garza(1993b); Canillo(1993) VHerrera(1994); enUru-guayporStolovich(1992); enArgentinaporNovick(1991), y enChilepor Daz(1991).Pal-aunadiscusin ms en detalle de esa trayectoria vase Ahramo elal. (1997).88 LA SOCIOLOGADEL TRABAJO COMODISCIPLINAemprenderinvestigacionesdemayor envergadura, tratando, por ejem-plode: a) combinarmtodoscualitativosycuantitativos.Vb) estudiaragrupacionesde empresas(en cadenasproductivaso clusters)y no em-presas aisladas.V En segundo lugar,buscando sistematizar toda una se-rie deestudios de caso de empresas(ounatrayectoria deinvestigacin-individualy/o colectiva- devariosaos) endeterminadossectores,con elobjetivo de esbozar conclusiones sobre losprocesos en curso, ascomo de(re)discutir conceptosasociados conlastransformacionesdeltrabajo enelcontexto de la restructuracin, tales como laparticipacine involucramiento de los trabajadores,los cambios en la cultura laboral,etctera.I"CONCLUSIONESLas ciencias sociales de laregin no han sido ajenas ala evolucin de losparadigmas productivos en los pases industrializadosni alos enfoquestericosquedieroncuenta deello. Latrayectoriainterpretativa que seobservaenlos estudiosdel trabajopermitevisualizar undoble movi-mientointelectual, tantoenla fase dela industrializacinsustitutivacomo enla de la globalizacin. Por una parte, latendencia aconsiderarla experienciadelospasesindustrializadoscomo unmodeloparadig-mticofrenteal cual no queda sino identificar los vacosy carencias deuna realidad "atrasada"; por otra, latendenciaa asumir como referenciaprincipalde anlisislasformasycaminospropiosdeorganizacindeltrabajo y delaproduccin en cadapas, sector oterritorio, reconocien-do el conflicto social como parte del proceso de definicin de los nuevosmodelos, evidentemente sin dejar detener encuentael debateinterna-cional sobre los temas en cuestin.Laespecificidadde latrayectoria delasociologadel trabajolatinoa-mericana frente alos paradigmas tericos extranjeros se explica por mu-chasrazones. Enparteporquela realidaddelaindustrializacintardano calzaba con el ritmo yextensinde ese mismo proceso enlos pasescentrales. Tambin porque los modelos no podan aplicarse en forma sen-cillaa uncontextoproductivocaracterizadoporla heterogeneidades-tructuralypor laprecaria participacin delossujetos sociales en el sis-32Un ejemplo deesetipode aproximacin puede verseenIranzo, 1995.33 Como ejemplos de esetipode estudio tenemos el proyecto Reestruturaco Produtivae Oualificaco, coordinado por Marcia Leite(Departamento deCiencias Sociales de laFa-cultad deEducacin delaUniversidad deCampinas), y lostrabajos presentados al Segun-doCongreso Latinoamericano deSociologa delTrabajo en el grupo detrabajo Redes Pro-ductivas y Flexibilidad, coordinado por Leda Gitahy (Instituto de Geociencias de laUniversidaddeCampinas) y Jorge Carrillo(El Colegio delaFronteraNorte. Mxico), ascomo losreunidos enGallart yNovick(1997).3 ~ Leite(1995); Castro (1995); De laGarza (1993b).LA SOClOLOGADEL TRABAJOENAMRICALATINA 89temapoltico. Perotambinporquela insercindelascienciassocialesenlas sociedadeslatinoamericanas haseguido patronesmuy diferentes:distancia entre el quehacer cientfico y el mundo de laempresa, compro-misosocial y poltico del intelectual, restriccinde la investigacin socialdurantelos autoritarismos, replieguede lareflexincrtica enlafasedeliberalizacin y reduccin de los medios de financiamiento para la inves-tigacinpropiamente acadmica durantelafasedelaglobalizacin.Enestemarconosondeextraar algunosdelos rasgosdelosestu-diosdel trabajoquehemosresaltadoenesteensayo. Enformasucintarecordemos algunos deellos, resumiendo las principales tendencias te-rico-empricas:1. Enla sociologadel trabajo latinoamericana hapredominado, du-rantemuchotiempo, unenfoquedecambiosocial, yacomounproce-sode transformacin de las estructuras econmicas de la sociedad a par-tir de unproyectomodernizador, ya seacomotransformacinde losregmenes autoritarios a partir de proyectos democratizantes. Enesemarcodepreocupacinla sociologaenla reginsiempretuvocomofocode intersimportanteel actor sindicalyel sujeto obrerocolectivo.Elajuste estructural debilit alos actores colectivos y tendi a desplazarel anlisis sociolgico bajo la hegemona de un pensamiento econmicomarcadoporla discusindelanecesidaddeadecuacindelasecono-mas (y las sociedades) nacionalesa losnuevos patrones internacionalesde competitividad y alos nuevosmodelos de empresa de ahderivados.2. Los paradigmas tericos han estado marcados, enlafaseinicial dedesarrollodelasociologadel trabajolatinoamericana, porla centrali-dadde laeconomade! desarrollo; en un segundo momento,por lacen-tralidad de lapoltica y, durante el ajuste, por una aparente sobredeterrni-nacin delosprocesossocialespor laeconoma. Enesecontexto surgeun nuevo e importante desafo para las ciencias sociales:lanecesidad derecuperar una miradapropiamentesociolgicasobre los procesos encurso, en particular en loque serefiere alostemas de la restructuracinproductiva y susimpactos sobre e! trabajo yelempleo. Enese esfuerzoel dilogodela sociologaconlaeconoma, la ingenieraindustrial, laadministracinde empresas, etc., puede ser muyprovechoso enel sen-tidode lograrunamejor comprensindelos fenmenos queocurrendentro delasempresas y en el conjunto del mercado de trabajo.3. La sociologa latinoamericana, con contadas excepciones, tendiaignorar totalmente al actor empresaria!. Esto cambia en los aos ochen-ta, con un despertar delinters por los empresarios, que serefleja en unmayor nmero deestudiosy enlaformacinde gruposdetrabajoaca-dmicosdedicadosal tema.90 LA SOCIOLOGA DEL TRABAJO COMO DISCIPLINA4.Tambin han cambiado losespaciossocialesque son objeto dees-tudio. De losespacios nacionales indiferenciados se ha pasado al estudiode espacios locales y regionales, as como a los emergentes espacios de co-mercio internacional (mercados regionales o zonas delibre comercio).5. Entre lostemas emergentes hay que destacar nuevas exploracionesen cuanto al enfoque propiamente epistemolgico, con una influencia delafilosofaconstructivista (superacin del paradigma racionalista) y unrenovado inters por lasubjetividad y por laformacin deidentidades.6.Lasrelaciones entre lasociedad, el trabajo y la empresa son, comonunca antes, un espacio deinters para acadmcos, funcionariospbli-cosy consultoresprivados, aunque eso no siempre setraduce en mayo-resrecursos para lainvestigacin.Cuando la formulacin depolticas pblicas deje demirarse como unproblema exclusivamente econmico, no sepodr postergar por muchotiempo lareflexin sobre las bases sociales delosoelnuevo modelo dedesarrollo. Es ahdondeaparecelariqueza y complejidaddelassitua-ciones detrabajo y laimportancia delainvestigacin en ese terreno.REFERENCIAS BIBLIOGRFICASAbramo, L., O resgate da dignidade. As greves de 1978 emSaoBernardo, tesisdemaestra, FFLCH-USP,Sao Paulo, 1986.--, "Lasociologa del trabajo en AmricaLatina: Nuevos paradigmas produc-tivos, subjetividad obrera yrelacionesdegnero",Revista de Economa ySo-ciologa del Trabajo (Madrid), nm. 23124, marzo-junio, 1994.Abramo, L.et al., "The institutionalization of sociology of work in Latin Ameri-ca", Work and Occupations, vol. 4, nm.3, agosto, 1997.Alburquerque, F., Desarrolloeconmico local y distribucin del progresotcnico (unarespuesta a las exigencias del ajuste estructural}, ILPES, Santiago, 1997.Arango, L. G., Mujer, religin e industria. Fabricato1923-1982, UniversidadEx-ternado deColombia, Bogot, 1991.Barrera, M., El conflicto obrero enel enclavecuprfero, InstitutodeEconoma yPlanificacin, Universidad deChile, Santiago, 1973.Barrera, M. yG. 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