00 san juan n. 12 okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia...

24
Crónicas de SAN JUAN DE LA PEÑA Boletín de la Hermandad de San Juan de la Peña Diciembre 2007. Nº 12

Upload: others

Post on 23-Apr-2020

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

Crónicas deSAN JUAN DE LA PEÑA

Boletín de la Hermandad de San Juan de la Peña Diciembre 2007. Nº 12

Page 2: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

22

Edita: Hermandad de San Juan de la PeñaDirección: Plaza del Seminario, 8. 22700 JACA (HUESCA)Coordinación: José Luis Solano RozasDiseño y realización: Contexto Gráfico

Fotografías: Hermandad de San Juan de la Peñay Gobierno de AragónDeposito Legal: Z-3273-2000

sumario– Editorial: El día de Aragón en San Juan de la Peña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3– Panteón Real . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4– El Agnus-Dei, sello de peregrino de San Juan de la Peña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5– III Jornadas de estudio sobre San Juan de la Peña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10� El Conde de Aranda y el Monasterio de San Juan de la Peña. José A. Ferrer Benimeli . . . . . . . . . 11� Pedro Martínez de Luna (Benedicto XIII) y su intervención

en los monasterios aragoneses. Ana I. Lapeña Paúl . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12� San Juan de la Peña, historia y futuro. Emilio Eiroa García . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

– Inauguración del Monasterio alto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16– Galería de fotos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18– Homilia del día de San Juan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20– Ruta de las Ermitas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20– Noticias de la Hermandad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22

Page 3: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

33

EDITORIAL

El día de Aragón en San Juan de la PeñaTras un largo periodo de más de cuatro años de obras y no pocas dificultades a lo largo

del tiempo, por fin, el pasado día 24 de septiembre se abrieron al público las puertas delmonasterio nuevo de San Juan de la Peña que nos ofrecen una cuidada restauración enla que el Gobierno de Aragón ha invertido mas de veinticinco millones de Euros. Se harecuperado el patrimonio de este conjunto que constituye uno de los ejemplos mas per-fectos de la arquitectura monástica del siglo XVII y también se han creado dos centrosde interpretación divulgativos, referido uno al propio monasterio de San Juan de la Peñay dedicado el segundo al Reino de Aragón, combinando historia y nuevas tecnologías.

En palabras del Presidente de Aragón Marcelino Iglesias en la inauguración oficial delas obras “Aquí se aúnan historia y futuro...” y se culminan las variadas iniciativas queen torno a mediados del siglo XX se encaminaron a subrayar la necesidad de recuperarel monasterio alto de San Juan de la Peña.

Hemos de recordar aquí que en octubre de 1920 el monte en el que se asienta el monas-terio es declarado Sitio Nacional y que en 1923 es también calificado como MonumentoNacional. La inquietud por la situación del monasterio alto dio origen a impulsar lacreación de un Patronato en 1935 “que rescatara del abandono el citado monumento” ytambién en 1949 se erigió la Hermandad de Caballeros de San Juan de la Peña entrecuyos fines estaba “difundir cuanto representan los monasterios y promover la restau-ración del venerable lugar...”

Nos satisface hoy la realidad de nuestro monasterio restaurado y remodelado y recor-damos aquí las celebraciones del Día de Aragón en San Juan de la Peña en los años 1932al 1936 organizadas por el SIPA, que tuvieron una especial resonancia política y simbó-lica y supuso una nueva época de inquietud, admiración y respeto hacia San Juan de laPeña.

Recordadas aquellas iniciativas y remozado hoy el monumento, marco ideal para unareafirmación de nuestra Historia, creemos que San Juan de la Peña podría volver a seren el futuro, lugar de celebración de alguno de los actos del Día de Aragón.

Emilio EiroaHermano Mayor

Page 4: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

44

… “ Concluydo el edificio de la iglesia alta, los reyessiempre se mandaron sepultar, y lo estan sepultadosdentro de su sacristia, con una humildad notable enunas cisternillas hechas de boveda labradas de buenacanteria; pero metidas tan profundamente de la tierra,que no se levantan sino como media vara sobre ella.Estan por orden, unidas unas con otras, y todas arrima-das a la vertiente de la peña, la qual sirve de un prodi-gioso dosel, para sus sepulturas, y de arrimo para suscabeças” (Briz Martinez, 1620).

Así describía al abad Pinatense el lugar donde estabanenterrados los primeros reyes de Aragón poco después delincendio que asoló el monasterio en 1675 dejando en unestado lamentable (la necrópolis medieval) el Panteón Real.

A época de Carlos III, 1770, de decidió la tarea de dig-nificar los enterramientos.

Se construyó en estilo neoclásico, con un proyecto del ingeniero José Hermosilla, y los directoresde obra fueron Carlos Salas, escultor y académico de la real escuela de Bellas Artes de San Fernan-do y José Estrada, platero oscense.

Entrando a mano izquierda hay relieves en estuco, con escenas reales y legendarias de la histo-ria de Aragón.

En el más inmediato al altar representa la batalla de Garci Jiménez en Aínsa (en la que una cruz sele apareció sobre una carrasca). A continuación la aparición de la cruz a Iñigo Arista, va seguido porla representación de la batalla de Alcoraz que provocó la toma de Huesca por Pedro I en el año 1096y último, la Jura de los reyes de Aragón ante el Justicia, prelados, nobleza y el abad del monasterio.

Enfrente de los estucos, en veintisiete placas de bronce ordenadas en tres zonas se encuentran ins-critos los nombres de los hipotéticos personajes reales enterrados allí. La mayoría son ficticios. Sólocon seguridad sabemos los tres primeros reyes de Aragón; Ramiro I (1035-1064), Sancho Ramírez(1064-1094) y Pedro I con sus mujeres e hijos descansan en este lugar.

Preside el conjunto un altar con la talla del crucificado enmarcado por dos columnas y un fron-tón, y a cada lado dos primorosas esculturas de mármol de Génova de la Virgen y S. Juan Evange-lista, obra de Carlos Salas. Finaliza el conjunto un escudo de Aragón con la corona real sobrepues-ta y diversos adornos.

La antigua necrópolis medieval, detrás del muro de lasplacas de bronce, en contacto directo con la peña, se trata deuna serie de sepulturas excavadas en la roca cuya tipologíase reduce a dos tipos: las antropomorfas y las de planta rec-tangular. Casi todas estaban cubiertas por unas tapas mono-líticas, algunas decoradas y con inscripciones epigráficas.

En el verano de 1985 se excavaron dando por resultadobastantes restos óseos, una serie de materiales (vítreos, cerá-micos, metálicos), tres anillos de oro y un dado de marfil.Dos de los anillos son de tamaño de adulto y uno de elloscon un ágata veteada en la que en hueco relieve se represen-ta un águila en cuyo pico porta una corona de laurel. En laparte opuesta figura en letras mayúsculas la inscripciónPAX. El tercero es un fino aro con un rubí.

Panteón Real (Jose Luis Solano)

Interior Panteón Real. Foto: Solano.

Detalle interior. Foto: Solano.

Page 5: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

55

EL MONASTERIO

El geógrafo musulmán Al-Idrisi, antes detrazar su famoso Planisferio, señaló en susescritos la existencia de un santuario pre-romano dedicado a la Diosa-Madre en loque hoy conocemos como monasterio bajo yes lógica la sacralización de este enclave,pues nada mas inmediato y mas autónomoen la plenitud de su fuerza, nada más ate-rrador, que una roca majestuosa, porqueante todo, la piedra es siempre la misma,subsiste, y lo mas importante, es objeto dedevoción y respeto, ya que está en íntimadependencia e incluso significa la cohesiónde la tierra misma. Lógico es, que desdetiempos remotos tanto su forma, como lasituación, despertara la imaginación y elrespeto de los hombres, porque si las rocasmas señaladas de nuestra geografía tienensu leyenda y mito, esta tiene además lacueva, que como claustro materno acogehoy igual que en el ayer lejano, ese mundomisterioso que a toda cueva rodea, encon-trándonos con la leyenda de los santos tro-gloditas o anacoretas, y aquí fundimos aVoto, Félix, Juan de Atarés y casi pensamosen un sacerdote o llámese druida perma-nentemente dando culto a la Gran Madre, latierra, que luego con otros dos cenobitasBenedicto y Martelo, darían paso a la consa-gración y acogida de la regla de San Benito.

El encuentro del cuerpo incorrupto deJuan de Atarés, debe de ser interpretadocomo muestra de que la cueva estáimpregnada de inmortalidad, y comolugar de inmortalidad será transmitido através de los siglos, mediante ese museode la muerte que son sus panteones, com-puestos por el Real, de Nobles, monjes yde toda clase de personas que hacen dona-ciones, voto, promesas y entregas para serenterrados en este sagrado recinto.1

La significación de lo divino y lo mortal,nunca podrán mostrarse estos con más

claridad y en ningún sitio como en estemonasterio. “Lo Divino”: Roca-Cueva-Madre-Tierra, arca receptáculo del Grial.“Lo Mortal”: Anacoreta incorrupto, Pante-ón de reyes, nobles, monjes y gentes, finde camino para muchos, Conde Aranda,peregrinos, gentes de otros lugares, etc. Esasí como nos encontramos en un lugarmágico y donde se siente algo que es dife-rente; una vivencia que traspasa los lími-tes de la realidad inmediata y se integraen la trascendencia, como es la unión ínti-ma del edificio con la tierra que sirve detecho y cierra los tres ábsides en un con-tacto constante sacralizándolo, a la vezque sirve de llamada o aldabonazo a otravisión de lo real. Los monjes lo sabían ypor ello, eligieron este enclave, este tem-plo o iglesia para guardar la copa de lasabiduría ancestral, por esto, avisaban alrecién llegado con esa puerta que debió deser trasladada posteriormente o puesta enposición inversa, cuyo mensaje inscrito esimposible de eludir, además de tener unhondo significado para el peregrinorecién llegado : PORTA + PE + HANC +COELI + FIT + PERVIA + CUIQVE +FIDELIS + SI + STVDEAD + FIDEI + IVN-GERE + IVSSA + DEI. Cuya transcripciónes : “Por esta puerta, cualquier fiel llega alcielo + Si además, guarda las leyes de Dios“.2

Page 6: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

Se trata a todas luces, de una llamada a lasantidad del lugar y a su especial situa-ción debajo de la roca, santidad que leviene dada del lugar; por ello, cualquierfiel puede alcanzar el cielo que será aquíel saber expandido por la Divinidad en laNaturaleza.

El Grial, la copa en la que Jesús instituyóla Eucaristía de la que nos hablan losEvangelistas,3 era aquí guardado en unarca de marfil, pues por su dureza y blan-cura posee un doble simbolismo: la purezao castidad y la fortaleza moral, como tam-bién es el marfil símbolo de la incorrupti-bilidad del cuerpo de Cristo.4 Con esta pie-dra sagrada convertida en copa, entramosen el mito más antiguo de la Vieja Europa,donde el deseo de su posesión, el signifi-cado de la misma y poder contemplarlo,van tejiendo una leyenda que se apoya enlos orígenes del reyno de Aragón, unanebulosa de la que todavía quedanmuchas lagunas por despejar y donde seentrelazan lo místico y los esotérico.5

SANTIAGO EL MAYOR Y SUDISCÍPULO SAN INDALECIO

Jacob hijo del Zebedeo y hermano deJuan, fue el enviado a las tierras españolaspara predicar el Evangelio, si bien parecesin cosechar grandes éxitos. La narraciónde Aimonio, que hace referencia al viajerealizado por el monje Audaldo, delmonasterio de Conques y que alude a lacomunidad mozárabe de Zaragoza y a suecclesia beatae Mariae, que es igualmenteanotada por Zurita en su aportación dedatos relativos a la existencia del culto a la

Virgen en Zaragoza. Se relaciona con latradición según la cual María se le apare-ció a Santiago (Jacob) sobre una columnade mármol que era sostenida por ángeles.Este pilar quedaría en Zaragoza y en tornoa este, Santiago parece ser que edificó unacapilla dedicada a la Madre de Dios. Laantigüedad de este culto, de esta devociónMariana y su vinculación con SantiagoApóstol, está confirmada con la leyendasacra de Santa Engracia y las persecucio-nes de Decio y Diocleciano, ocurridasdurante la segunda mitad del siglo III quefueron recogidas por Prudencio y dejópatente en su “Pheristephanon”. El relatopresenta a Santiago después de haberrecorrido el norte y centro de Hispania,descansando una noche junto al Ebro, encompañía de los siete discípulos que leacompañaban, siete hombres que se encar-garon posteriormente de predicar porestas tierras. Se les llamó los Siete Varonesapostólicos, que fueron: Teodoro, Tesifon-te, Cecilio, Eufrasio, Hesiquio, Torcuato e“Indalecio”, a quienes dejó en Hispania.Tras su regreso a Palestina, en el año 44,fue decapitado por orden de HerodesAgripa y prohibido su enterramiento, deaquí que sus discípulos, durante la nochellevaran su cuerpo hasta el mar y lo depo-sitaran en una barca sin tripulación y así,remontando el río Ulla, llegaría el sepulcrode mármol a Iría Flavia, capital de la Gali-cia romana en el “Finis Terrae”, donde eleremita Pelayo observó resplandores ycánticos en la zona, fenómenos que le lle-varían a denominar este paraje como“Campus Stellae”. El eremita advirtió deestos fenómenos al obispo de Iría Flavio,Teodomiro, quien al apartar la maleza des-cubrió los restos del apóstol.

Durante el reinado de Sancho Ramirezen Aragón el Abad de San Juan de la Peña,D. Sancho, viaja a Roma por encargo delmonarca, siendo precisamente en esta ciu-dad donde Gregorio VII le refiere al Abadla tradición sobre San Indalecio y losVarones Apostólicos, expresándole supreocupación e inquietud por el lugardonde se encuentran sus restos, siendosolo sabedor de que su enterramiento sesitúa en la antigua ciudad de Urci, aunque

66

Page 7: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

77

en un lugar desconocido. Retornado D.Sancho a su abadía pirenáica, su obsesiónse centra en comenzar la búsqueda de losrestos de este Santo y trasladarlos alMonasterio.En cuanto a la traslación delcuerpo de este discípulo de Santiago,seguimos a Fray Bernardino A. Echeverz6

quien nos refiere la narración originalescrita en latín el año 1084 por Ebretmo,monje cluniacense, conservada en elArchivo de San Juan de la Peña, que nosdice como los sagrados restos del SantoIndalecio llegaron al Monasterio de SanJuan de la Peña el 28 de marzo del año1084, festividad del Jueves Santo, siendorecibidos en el llano existente entre losbosques que coronaban el monte de SanSalvador, con gran recibimiento y con laadoración por parte del rey D. SanchoRamirez, su hijo D. Pedro, el Abad D. San-cho, la comunidad religiosa, los nobles ynumeroso gentío que de los pueblos veci-nos que se habían desplazado hasta estellano que recibirá en adelante el nombrede este santo. Entonado un Te Deum, sedescendió en procesión hasta el cenobio,operándose el primer milagro con la cura-ción del brazo lisiado del Abad. Colocadoel cuerpo en la Iglesia del monasterio, seencerró en un arca forrada de plata conpiedras engastadas, que será rodeada delas llamas durante el incendio de 1494, sibien quedaron incólumes los SagradosRestos que fueron nuevamente colocadosen sencilla arca, donde reposaron hastaque el día 15 de julio de 1735 se introduje-ron en el arca que los contiene actualmen-te de plata esmaltada en oro y que seencuentra en el altar mayor de la Catedralde Jaca.7 Un arca que recibirá culto y quecomo sepultura que contiene un cuerposanto, se le atribuyen poderes taumatúrgi-cos, convirtiéndose en lugar de devocióndurante siglos para los numerosos pere-grinos que en este Monasterio Pinatenseveneran el Santo Grial y esta tumba deldiscípulo de Santiago cuando van decamino a Compostela.

Cien años después de la llegada delsagrado cuerpo del discípulo de Yago, loshabitantes de los lugares y villas del Reinode Aragón, agradecidos a la protección

otorgada por el Santo por medio de susmilagros y a sus beneficios, le hacen unsolemne Voto en el que participan 238pueblos de las montañas Jacetanas, verifi-cado el día 17 de abril de 1187. Un Votoque por su extensión y magnitud excede osupera a los de San Millán de la Cogolla yde Santiago de Compostela.

PEREGRINOS A COMPOSTELA.

Desde el descubrimiento de la tumbadel Apóstol se desencadena una peregri-nación, que llegados al Siglo XI ha experi-mentado ya un considerable aumento deperegrinos y en el siglo XII el Papa Calix-to II además de auspiciar el famoso“Codex”, instaura el primer Año SantoCompostelano, que concede “privilegios,gracias e indulgencias de la Sede Apostólica, ala Santa Compostelana Iglesia del Bienaven-turado Santiago Zebedeo”. Unas concesio-nes que se verán ratificadas por el PapaAlejandro III por medio de la bula “RegísAeterni”. Con esta bula se instauraba elJubileo impulsando grandemente lasperegrinaciones a Santiago que durante laEdad Media tomarían gran interés.

Por otra parte, el Codex Calixtinus, al quese une y encuaderna el libro VII o SpeudoTurpin, obra bastante mal traducida einterpretada, pues simplemente el errorque se ha transmitido durante ocho siglosde situar la sede apostólica de Roda-(Bar-bastro) en Gerona, además del Monasteriocon el sepulcro de San Zacarías-(Siresa)del que habla San Eulogio, cerca de Pam-plona. Junto a obras que en tiemposmodernos dicen : San Juan de la Peña está losuficientemente alejado del camino, por lopenoso de su acceso y por no ser paso a ningu-na parte, para que los peregrinos no lo visita-sen, y, efectivamente, ni los recuerdos de losperegrinos, ni en documentación del monaste-rio, hemos encontrado el menor indicio quenos permita relacionarlo con la peregrina-ción”.Todo, ha prestado un flaco favor a latierra aragonesa, y en su contraposiciónson abundantes las noticias hoy conoci-das, ya que desde entonces, numerososperegrinos hacen un alto encontrando enla Hospedería del monasterio la atención

Page 8: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

88

necesaria, nos dice Sandoval. Es por otraparte el testimonio de Briz Martinez quienasegura: “se reciben y sustentan todos lospobres y peregrinos, en su hospital aparteque para ellos tiene la casa.8

Faltan hoy en este recinto, la Casa Aba-cial y las celdas monacales, que desapare-cieron en el incendio de 1675. No siendoreedificadas por haberse trasladado lacomunidad al reciente monasterio nuevo.9

Faltan igualmente el Hospital, el Archivo,que tenía una importancia excepcionalpor la riqueza histórica y antigüedad desus documentos, así como la Biblioteca,no menos rica.

LA SPECULAE

El peregrino hace su parada en cada jor-nada del camino en los “hospitales jacobe-os”, pero también encuentra unos templosy santuarios que en ocasiones le exigen undesvío, una especie de ruta penitencialque le lleva a ese lugar mágico y cristiani-zado donde una Virgen, un sepulcro, unareliquia, o la advocación de un Santo pro-tector, le investirán y protegerán hasta elfinal de su peregrinar. En otros casos, lavisita a un templo o santuario Mariano leconfiere el derecho de obtener demostran-do su origen, y el camino realizado, una“speculae”, sello a modo de medalla tro-quelada a golpe sobre una lámina de

plomo, que le acreditará como peregrinodurante su trayecto y le servirá como “cer-tificación” de paso por ese lugar cuandollegado a Compostela demuestre con la“Carta Tractuaria” y las “especulaes” quelleve cosidas sobre su ropa, el largo cami-no recorrido, acreditando así los lugarespor donde ha pasado y los SantuariosMarianos visitados. En suma, puedademostrar que realmente es un peregrinoy que ha realizado el camino.

En cuanto a su forma, siguiendo losejemplares que conocemos, todos presen-tan un contorno pentagonal, formado porla suma de rectángulo y triángulo, lo quele confiere en posición vertical el formatode capillita, teniendo en los cuatro puntoso esquinas del rectángulo sobresaliendode este, pequeñas asas perforadas paracoserla sobre la ropa o bien unirlas for-mando un collar. En su interior la imageny leyenda de la advocación y santuario alque pertenece. Existen algunas con torrecentral que sobresale por la parte superiorpara darle más aspecto de capilla, de tem-plo sagrado que alberga la imagen repre-sentada.

En cuanto al material, el plomo, sabe-mos que ya fue usado en Egipto para ela-borar medallas en las que aparece unaVirgen que estrecha en sus brazos al niño.Comprendamos que, una peregrinaciónlarga en el tiempo y espacio a recorrer, conmuchos problemas que podían surgir,lógico es, que se realizara en un materialque si bien no es noble y deseable por losamigos de lo ajeno, fuera eso sí, lo sufi-cientemente dúctil y maleable como pararepresentar con fidelidad las sagradasimágenes. Siendo obtenida la grabaciónen relieve, por el golpe producido sobreuna lámina de este material entre un tas yun troquel, que deja una impronta.

EL AGNUS-DEI DE SAN JUAN DE LAPEÑA

Si en el monasterio de Monserrat duran-te siglos los peregrinos recibían la “specu-lae” que les acreditaba y protegía comoperegrinos jacobeos, junto a las que eranentregadas en los Santuarios Marianos,

Page 9: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

99

podía el peregrino obtener otra de gransignificado en el monasterio de San Juande la Peña. Allí recibía una “speculae” conel “Agnus Dei”, eran similares a los discosde cera bendecidos por los Papas usadoscolgados alrededor del cuello, o guarda-dos como objetos de devoción, así mismose encontraban estos de plomo, considera-dos al igual que, el Agua Bendita, las Pal-mas bendecidas, los Escapularios con losEvangelios, etc., objetos “Sacramentales”.

Su origen debemos de situarlo en el sigloIX, ya que desde el tiempo de Amalariusen el año 820, en adelante es mencionadocon frecuencia, como regalo y envío de losPapas a soberanos y personajes distingui-dos. No olvidemos que un privilegio quetuvieron las familias del Viejo Aragón fueel de solicitar uno de estos sellos en el pri-mer año de cada Pontificado, de aquí quecuelguen sobre los trajes tradicionales delas mujeres altoaragonesas.

El simbolismo del Agnus Dei se puedededucir de las oraciones usadas en distin-tas épocas para bendecidlos y del escritoque los acompañaba, dando relieve a sucarácter protector, virtudes, milagros yefectos obtenidos a quienes los usan conpiedad, ya que con el se protegió las casasde la destrucción del Angel, y su propósi-to siempre fue que estos medallones con-sagrados, protegieran a quienes lo usarano poseyeran contra toda influencia malig-na, tengamos en cuenta, que en la oraciónde bendiciones hace especial menciónpidiendo protección contra los peligros delas tormentas, peste, fuego, inundaciones,además de los peligros en que se encuen-tran los “caminantes, peregrinos” y lamujeres en parto. No es de extrañar que la

fabricación de falsificaciones, y aún el pin-tar o adornar genuinos Agnus Dei, fueraestrictamente prohibido por varias BulasPontificias.

En el caso del monasterio de San Juan dela Peña, es precisamente el “Agnus Dei”además de algo “sacramental”, su emble-ma que a través de los siglos dará la ima-gen del cenobio y de su condición de RealSitio, siendo por ello usado para entregara los peregrinos que hacían este tramo delCamino Jacobeo, desde el monasterio deMonserrat al monasterio de San Juan de laPeña, o para los que se desviaban delcamino que procedía de Francia, al objetode que les ayudara en el trayecto y comopreparación del gran recorrido que a par-tir de Jaca deberían de acometer, ya que,en Jaca comenzaba la gran prueba, elCamino “Iniciático”, el Camino de las“Estrellas”, contando para ello el peregri-no, con las “speculaes” de María Santísi-ma y la protección del “Agnus Dei” obte-nido en San Juan, dentro de esa peña, el“Arca Santa del Grial”, panteón dondereposaron los restos de San Indalecio, dis-cípulo de Santiago el Mayor, posterior-mente trasladados a la catedral jacetana,donde al llegar, el peregrino, tendrá queponer su mano en la columna del dintel ypasar por su pórtico tras leer el segundomensaje del camino de las estrellas:

“Viator, peregrino a Compostela, al entraren la Catedral ( la Jerusalénceleste) pasa limpio doctri-nalmente por esta puertaque es Jesucristo (Yo soyla puerta. Si algunoentra a través de mí sesalvará. JN-10,9)”.

NOTAS:1 Lapeña Paúl, Ana Isabel. San Juan de la Peña: Guía Histórico Artística. Departamento Cultura y Edu-cación, Zaragoza 19862 Olivan Baile, F, Los Monasterios de San Juan de la Peña y santa Cruz de la Serós, Zaragoza 19743 Mateo XXVI-vers.17-35; Marcos XIV-vers.12-13; Lucas XXII-vers-7-23 ;Juan XIII-XVII4 Sobre esta arca de marfil nos habla con detalle, un auto fechado el 14 de diciembre de 11345 Rio Martinez, Bizén “El Grial en Aragón” Rev. Argensola, IEA, 1983, Huesca6 Fray Bernbardino A. Echeverz ,“Indice de la alegría sagrada: Epítome de la vida y translación de SanIndalecio”.7 Buesa Conde, D.J. Jaca mil años de Historia,8 Briz Martinez, Historia de la Fundación y Antigüedades de San Juan de la Peña, Zaragoza, 16209 Olivan Baile, F, opus. cit.

Page 10: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

El pasado mes de julio la Hermandad de San Juan de la Peña organizó por ter-cer año consecutivo sus Jornadas de Estudio sobre San Juan de la Peña.Los días 7, 14 y 21 tuvieron lugar tres interesantes conferencias en el Ayun-tamiento de Jaca. Previamente en el día 23 de junio de celebró un conciertolírico a cargo del Grupo de Cámara “Más que Voces” del Conservatorio Cittadi Roma, que tuvo como marco incomparable la Iglesia de Santa María deSanta Cruz de la Seros.En las siguientes páginas reproducimos el contenido integro de las conferen-cias, cuyos temas fueron de gran interés.

Page 11: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

1111

Durante la estancia del conde de Aranda,en 1784, en el balneario de Bagnéres deLuchon, a donde había acudido desdeParís, acompañando a su esposa que pade-cía una afección cutánea o, como los médi-cos de entonces diagnosticaron, “unhumor erisepeloso”, Aranda se puso encontacto con el Monasterio de San Juan dela Peña, y obtenido el permiso del rey, soli-citó de los monjes que le facilitaran copiade algunos documentos existentes en elarchivo de dicho Monasterio, relativos a lafamilia, linaje y patrimonio de los Abarcade Bolea.

El archivero de San Juan de la Peña, frayRamón Royo, ayudado de “dos indivi-duos capitulares”, trabajó durante unatemporada en “sacar testimonios y extrac-tos de documentos auténticos y libros dememorias particulares”, referentes a losantiguos privilegios de los Aranda. Pocodespués de haber recibido estos papeles, elconde hizo de su puño y letra una especiede testamento, en el que disponía textual-mente lo siguiente: “Es mi voluntad que,donde yo falleciere, se me traslade a ente-rrar en el paraje de los demás Abarcas , enSan Juan de la Peña”. Al pedir al abad dedicho monasterio que le fuese otorgadadicha gracia, le decía: “desde luego lesofrezco el olvido de mis huesos, donde mifamilia han enterrado los suyos, esperan-do que no me negarán ese asilo”

No sabemos qué pudo mover al conde atomar esta resolución prematura, quetodavía tardaría doce años en realizarse.Respecto a la elección del lugar no cabeduda. Su muerte la comunico así el emba-jador de la Corte de Viena en Madrid,conde de Kageneck, a su jefe de gobiernoen el despacho del 16 de enero de 1798: “El9 cambio lo temporal por lo eterno , en supalacio de Epila, cerca de Zaragoza, dondeestaba retirado desde hacía tres años, elconde de Aranda que había llegado a 79

años de edad, y deja una herencia de90.000 piastras de renta anual; la cual pasa-rá a la familia de duque de Híjar, despuésde la muerte de la señora María Pilar queha quedado viuda”.

Conforme a sus deseos, don ManuelMarcén, contador general de la condesaviuda de Aranda, condujo por etapas ehizo entrega del cadáver de Aranda en SanJuan de la Peña. El cabildo, presidido porel abad fray Miguel de Nicusa, recibió elféretro con repique de campanas, llevandoen la mano hachas encendidas. Despuésde entonar el Miserere, “con mucha pausay formalidad”, se procedió a celebrar losfunerales. A continuación, depositaron losrestos del conde en la capilla de NuestraSeñora del Pilar, donde “quedaron asegu-rados con grande iluminación y magnifi-cencia”.

Durante el camino de Epila a San Juan dela Peña, los restos del conde descansaronen las iglesias de la ruta, y al entierro en elmonasterio acudieron el Cabildo de Jaca ytodos los curas y rectores de la comarca.

Posteriormente, en 1869, con motivo delproyecto del panteón nacional de hombrescélebres, fueron inhumados sus restos ytrasladados a la iglesia de San Francisco elGrande de Madrid, pero no habiéndoserealizado aquella obra, se depositaronnuevamente en el Monasterio de San Juande la Peña, el día 2 de julio de 1883, a ini-ciativa de la Diputación Provincial deHuesca, que de esta forma veló porque sesiguiera cumpliendo la ultima voluntadade conde altoaragonés.

En noviembre de 1985,se descubrieronlos restos del conde, durante unas excava-ciones realizadas con este fin, restos queuna vez reconocidos, estudiados y analiza-dos fueron colocados en una caja de plomoy depositados de nuevo en uno de losenterramientos del Panteón de Nobles deel monasterio Viejo de San Juan de la Peña.

El Conde de Aranda y elMonasterio de San Juan de la Peña

José Antonio Ferrer Benimeli

Page 12: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

1122

La primera parte de la conferencia tratóde la grave situación que se vivía en losmonasterios aragoneses en la segundamitad del siglo XIV. Sobrevivían las gran-des abadías fundadas en su mayoría en lossiglos XI y XII: San Juan de la Peña, Alaón,San Victorián, Veruela, Piedra, Rueda, etc.pero para ellas habían pasado los tiemposde esplendor tanto material como espiri-tual. A lo largo de la conferencia se resalta-ron y enumeraron las circunstancias que sevivían desde mediados del siglo XIV cuan-do se dio una etapa de rápido declive eco-nómico en todo el reino: la peste negra ori-ginó «casas vacías, ciudades desiertas,campos incultos y todo el orbe sumido enhorrenda y vasta soledad», decía el inmortalPetrarca. A ello se sumó las crisis agrícola ycomercial, el alza de los precios, la guerraentre Castilla y Aragón hasta 1369, y nue-vamente los subsiguientes problemas dedespoblación y arrasamiento de lugares, lafuerte presión fiscal… Las palabras quecaracterizan el estado económico son «sumapobreza», «bancarrota»,« pobres et mengua-dos». Súmese a todo lo anterior la negativaal pago de tributos y a la prestación de ser-vicios por parte de los vasallos que contri-buyeron a la disminución de ingresos.

A la par, una creciente penumbra apagó elbrillo de los aspectos espirituales, si bien elpunto álgido se sitúa a finales de esa centu-ria. En general, en la sociedad bajomedievallos viejos y aislados monasterios, mayorita-riamente los benedictinos y cistercienses,tan vinculados a la anterior sociedad feu-dal, sufrieron más que otras órdenes reli-giosas los cambios que se produjeron pues-to que la sociedad del momento encauzabasu religiosidad hacia otras directrices.

Fallaban además las vocaciones que pro-porcionaran nueva savia a estos languide-cientes monasterios, y en otras ocasiones lafalta de nuevos monjes tuvo otras razonescomo, por ejemplo, la disminución de rentasque no permitía admitir muchos noviciospor miedo a no poder sustentarlos. Los pri-

mitivos ideales del espíritu benedictino nodespertaban ya vocaciones y la relajación decostumbres era evidente. La observancia delvoto de pobreza personal no se seguía eincluso muchos monjes utilizaban parte delas rentas monásticas para su uso particular.Añádase a esto que las cabezas rectoras delas comunidades no vivían en un buennumero de ocasiones en los monasteriosque presidían y cuando lo hacían frecuente-mente su presencia era motivo de tensióncon el resto de la comunidad. A este estadohay que sumar robos y retenciones de bien-es monásticos, con una fuerte incidencia enlos años centrales de la centuria, que debie-ron ser en algunos centros lo suficientemen-te numerosos y graves como para provocarla intervención del papado en esta cuestiónen varias ocasiones.

Algunos de los monasterios aragonesestuvieron que ocuparse de forma especial dela repoblación de los lugares de su señoríocon pérdidas demográficas notables Porotra parte, el endeudamiento de estas enti-dades se generalizó entrando en la dinámi-ca de préstamos, con la carga del pago dealtos intereses. Una situación, por tanto,gravosa que además impedía el más míni-mo resurgimiento. Si en lo material la situa-ción estaba deteriorada, en la vida espiri-tual se rastrean también graves problemascomo el de la laxitud en los comportamien-tos de sus miembros a la hora del cumpli-miento de las reglas, disminución de lasvocaciones, tensiones entre los miembrosde una misma comunidad... son notascaracterísticas de numerosos centros reli-giosos de este territorio en la segundamitad del siglo XIV, y aún más en su últimocuarto, y nos muestran el desgaste de lasviejas fórmulas monásticas

Dentro de esta mínima panorámica delestado monástico que puede calificarsecuando menos de lamentable hay quesumar un hecho que convulsionó a la Igle-sia occidental: El Cisma de Occidente. Y esa partir de entonces cuando la figura de

Pedro Martínez de Luna (Benedicto XIII) y suintervención en los monasterios aragonéses

Ana Isabel Lapeña Paúl

Page 13: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

1133

Pedro Martínez de Luna, cardenal desde1375, adquiere un protagonismo sin par.Actuó como legado del papado de Aviñónen tierras de Castilla, de Portugal … y porsupuesto en su Aragón natal, y ello le pro-porcionó una amplia visión de la malasituación en todos los órdenes que se vivíaen los centros monásticos.

En el mes de septiembre de 1389 emitió elfuturo Benedicto XIII unas importantesconstituciones reformadoras de la vidainter-na del monasterio de San Juan de laPeña, centro que como otros muchos enesos momentos vivía alejado de la obser-vancia de los principios básicos de la primi-tiva regla y sus antiguos valores. Es el únicodocumento localizado, de momento, de unaintervención directa que intentara corregirlas desviaciones que se daban dentro de lavida monástica de un centro aragonés.

Conocidos los problemas, Pedro Martínezde Luna preparó sus propuestas reforma-doras. En primer lugar hacía alusión al ves-tido que debían llevar los monjes y a conti-nuación se desgranan los sucesivosproblemas internos, tales como las salidasde los monjes del recinto monástico sin lospermisos necesarios, el incumplimiento delos oficios nocturnos y diurnos, de la comi-da conjunta en el refectorio, en silencio yoyendo la lectura de textos religiosos, lainobservancia de la castidad, etc.

Tras exponer todo un catálogo de faltas ellegado pontificio procedió a reglamentaralgunos puntos sobre el gobierno y la orga-nización interna, más la regulación de otrosnumerosos aspectos. Fijó la provisión de lamesa monacal, las aportaciones o «pensio-nes» de todos los oficios y priores pinaten-ses, y no olvidó algunos mandatos relacio-nados con su deseo de conseguir unosmonjes instruidos, o la necesidad de conse-guir una biblioteca bien nutrida que debíaestar bastante desprovista tras el incendiode 1375. Fueron unas medidas concretaspara un determinado monasterio, pero siexistieron documentos similares para otroscentros no debieron variar mucho de lo queaporta el intento de reforma de San Juan dela Peña.

Por otra parte, se trató en la conferenciaotro aspecto bien diferente dentro del tema

sobre Pedro Martínez de Luna y los monas-terios aragoneses. Fue éste el de BenedictoXIII y las designaciones abaciales. En elsiglo XIV los nombramientos abaciales vol-vieron a estar mediatizados por el Pontifi-cado. Téngase en cuenta que a lo largo de laEdad Media el sistema de elección de losabades en los diversos monasterios varió ensus formas. Unas veces fue el papado quiendesignó a la máxima jerarquía, otras lamonarquía y otras más la propia comuni-dad. Dependió esto de las épocas y las cir-cunstancias.

Desde el traslado de la sede pontificia fuehabitual que los Papas de Aviñón designa-ran como máxima jerarquía en los monas-terios a personas que de una u otra formales hubieran mostrado su apoyo. Se genera-lizó, y hasta se abusó, de la concesión demonasterios de una forma que puede califi-carse de arbitraria. En relación a las desig-naciones así hechas de abades no fue infre-cuente que los nombrados casi ni supierandonde estaban los monasterios que en teo-ría regían, salvo para cobrar las rentas ads-critas a su cargo. Ni residían en los monas-terios que gobernaban mediante vicarios yprocuradores, con lo cual la dirección de loscentros estuvo en buena parte abandonada.

El papa Luna se comportó de igual formay mediatizó los nombramientos de las dig-nidades eclesiásticas ya que proporcionó asus más estrechos colaboradores cargos ydignidades. Fue constante su influencia enlos asuntos de la Iglesia aragonesa y, porsupuesto, también en los monasterios, tal esel caso de, por ejemplo Alaón y por supues-to San Juan de la Peña. En el caso pinaten-se, alguna de sus designaciones fue tremen-damente contestada por la comunidadpinatense y en otros momentos el absentis-mo abacial se convirtió en una constante.Además se permitieron prolongadasvacantes a la hora de nombrar las dignida-des abaciales con la consiguiente retenciónde rentas y todos estos hechos no contribu-yeron a una mejora de los problemas quehabía en los intramuros monásticos.

Los vínculos entre los monasterios arago-neses y Pedro Martínez de Luna, y desde1394 Benedicto XIII, no termina en las elec-ciones de sus máximos mandatarios o en el

Page 14: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

1144

Bajo este título pronunció una conferen-cia en las III Jornadas de estudio sobre SanJuan de la Peña celebradas en Jaca el pasa-do verano, el Hermano Mayor de la Her-mandad D. Emilio Eiroa García. En ella serefirió a diversos aspectos del papel delMonasterio a lo largo de la Historia y seña-lo su simbología como elemento de futuro.

A modo de introducción narró el interésdemostrado por viajeros y escritores a lolargo del tiempo desde el francés Germondde Lanigne (1883), el portugués Joao Bautis-ta de Cabaña (1610), Constance D’Alaux(1838), Valentín Carderera (1840), José MaríaCuadrado (1839) o Victor Balaguer (1896),que reavivó el mito de “Los trescientos dePano”. En su exposición hizo referencia adistintas leyendas que se trasmiten “de unageneración a otra modificadas por las inevi-tables alteraciones que provoca el carácterbueno de sus transmisores”.

Incidió en lo difícil que es a veces deslin-dar la realidad, adornada en ocasiones conla fantasía necesaria mediante la que elpueblo intenta introducir lo que le resultanecesario para explicar su vida.

Recordó la leyenda de Voto y Félix y elermitaño Atares y la que sostiene quevarios centenares de cristianos levantaronuna fortaleza en San Juan de la Peña paradefenderse de la invasión musulmana delsiglo VIII.

A lo largo de su exposición hizo referen-cia a la fundación por Sancho el Mayor deNavarra hacia 1025 de un centro sobre elprimitivo núcleo religioso, uniéndoseentonces a la advocación de San Juan elcalificativo “de la Peña”. Destacó la pro-tección singular que el Monasterio recibi-ría de los primeros reyes aragoneses y a laadopción de la Regla de San Benito signi-ficando la utilización el 22 de Marzo de1071 por primera vez en España y precisa-mente en San Juan de la Peña del ritoromano en sustitución del Hispano-Visi-gótico o mozárabe.

Hay una realidad que toma cuerpo a tra-vés del tiempo: esa realidad es que en SanJuan de la Peña nació la primera concien-cia de la Reconquista aragonesa, tal vezpropiciada inicialmente por los alegatosde San Voto y San Félix. Así, la cueva se

San Juan de la Peña, historia y futuroEmilio Eiroa García

intento de reforma. Otros diversos temasderivan de estas relaciones. conocía perfec-tamente el grave estado económico queatravesaban los centros monásticos arago-neses y, en este sentido conocemos algunaintervención que intentaba aliviar, aunquefuera mínimamente, la deteriorada situa-ción de estos centros.

Y para finalizar, y casi como anécdota, seprocedió a mencionar una curiosidad: Aprincipios del siglo XX un artículo firmadopor Gabriel Llabres afirmaba que un abadde San Juan de la Peña había mandadoconstruir una tumba en la magnífica capi-lla gótica de San Victorián, recinto que selevantó entre 1426 y 1433 en un rincón delmaravilloso claustro románico de SanJuan de la Peña, para servir de sepulcro a

Benedicto XIII. Aunque en un primermomento Ricardo del Arco también pensóen esta posibilidad, poco más tarde recha-zaba esta hipótesis señalando que el errorprovenía de una mala interpretación deuna inscripción existente en los muros dedicha capilla en la que en realidad se seña-la que el abad constructor de esta capilla,el abad Juan Marqués, había sido designa-do para esta dignidad por el papa Luna.La atractiva hipótesis de que el másimportante monasterio del viejo territorioaragonés hubiera sido el lugar elegido porPedro Martínez de Luna para su reposoeterno ya hace dé-cadas que fue desesti-mada, pero no por eso puede dejar de des-tacarse su importante vinculación a losmonasterios aragoneses.

Page 15: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

1155

convirtió en refugio de un grupo de gue-rreros capitaneados por García Jiménez,señor de Amezcoa y Abárzuza, que fueproclamado rey de Sobrarbe hacia 724.Partiendo de San Juan de la Peña inició lacampaña de la conquista de Aínsa, convir-tiéndola en sede del primitivo reino en732. Fue entonces, según la leyenda, cuan-do el nuevo rey mandó edificar un monas-terio en la cueva, bajo la regla de San Beni-to. Un monasterio que pronto seconvertiría en panteón real, dando acogi-da a los restos de los reyes e infantes de loque muy pronto sería el reino de Aragón.

Con la leyenda; indicó, cuyos visos deveracidad quedan atrapados en el tiempode la historia, nace la simbología de SanJuan de la Peña, el símbolo que nace es lahistoria misma de Aragón como reino, o sise quiere, la misma esencia histórica deAragón: sus orígenes y su realidad comoreino en la pluralidad de la España recon-quistada. Por eso hay en la leyenda unalógica reivindicación nacionalista de lahistoria, de cuando se requería un ciertogrado de sacralización de los hechos. Así,el hecho de la Reconquista de Aragón, seratificaba con un mandato cuasi divino del“Deus lo vol”, poniéndose a la altura de la“guerra santa” o “Yihad” del adversario.Incluso la posterior reconquista de Zara-goza fue, en realidad, una “cruzada”, pre-dicada como tal en las iglesias y losmonasterios, a la que acudieron caballerosde todas las Españas, franceses, ingleses eitalianos. Lo que sigue después, dijo elconferenciante, es Aragón, saliendo delvenero pirenaico, bajando al llano, compi-tiendo con el Islam y avanzando por elvalle del Ebro hasta el mismísimo corazónde Sarakusta, y aún más allá, hasta lasduras tierras de Teruel, y más lejos, hastael Bajo Ebro y Cataluña, para, por fin, saliral mar, hasta Italia, Atenas y Neopatria,poniendo bajo sus barras el Mediterráneo,Mare Nostrum de la Corona de Aragón.Pero su origen, la cuna en la que se mecióla idea del Reino, estuvo aquí, en las cum-bres y valles del Alto Aragón, bajo el techode piedra que cobija a San Juan de la Peña,donde yacen los restos de sus primerosmonarcas y sus familias.

Argumento el conferenciante que la for-mación de esta conciencia aragonesa y cris-tiana coincide en el tiempo con los iniciosde las peregrinaciones jacobeas. El CaminoAragonés, que empezaba en Canfranc,descendía hasta Jaca y, desde allí, prose-guía hasta Puente la Reina. Pero muchosde los peregrinos querían desviarse para ira San Juan de la Peña. El monasterio seconvertía entonces en un lugar de oración,de encuentro y de aprendizaje. De oración,porque aquí estaban las reliquias a las quehabía que rendir culto y pedir protecciónpara el camino; de encuentro, porque aquíconvergían peregrinos procedentes detodas las latitudes de Europa; y de apren-dizaje, porque en San Juan contemplabantodo un mundo de iconografía, encerradaen su claustro, que era en realidad unaBiblia y unos Evangelios transmutados enpiedra para que lo pudieran comprendertodos, sin importar el idioma que hablasen.

Finalizó su exposición el HermanoMayor indicando que a la vista de losdatos que nos ofrecen la historia delmonasterio, sus tradiciones y leyendas, suiconografía y su extraordinaria carga sim-bólica, podemos concluir afirmando que elmonasterio de San Juan de la Peña desem-peñó un papel trascendental en los oríge-nes del reino de Aragón, marcando a susdirigentes y monarcas, desde su esenciaeminentemente cristiana, unas pautas decomportamiento que influyeron de mane-ra decisiva en su trayectoria como uno delos reinos más destacados de la cristian-dad hispánica, proyectando su imagenmás allá del ámbito peninsular y dotándo-lo de una fuerte personalidad histórica, através de una admirable trayectoria, de laque tomó cuerpo y se consolidó la perso-nalidad aragonesa, tan claramente defini-da hoy en la historia española.

En las raíces históricas de nuestra identi-dad, San Juan de la Peña se destaca comocuna espiritual e ideológica del sentir ara-gonés, siendo el punto de partida deimportantes rasgos institucionales y el ger-men de rasgos de identidad que fueronconformando, a través de los siglos, laesencia del reino de Aragón y su actualpersonalidad como comunidad autónoma.

Page 16: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

1166

El pasado 24 de septiembre fue inaugu-rado oficialmente el monasterio alto deSan Juan, con lo que nuestra Hermandadha visto cumplido el objetivo por el quetanto ha batallado.

Presidió los actos, Marcelino Iglesias,presidente del Ejecutivo autonómico,acompañado del vicepresidente JoséAngel Biel y de los consejeros Arturo Alia-ga, de Industria, Comercio y Turismo-Departamento que ha llevado a cabo larecuperación y transformación del monas-terio- y Javier Velasco de Presidencia.

Al acto fue invitada la Hermandad y asis-tió en su representación, el HermanoMayor y los miembros de La Junta Rectora.

El presidente Iglesias, manifestó que “larecuperación de este patrimonio no es unejercicio de nostalgia, sino una apuestapara crear futuro”. Felicitó a las empresasque han llevado a cabo la rehabilitación ya los arquitectos Joaquín Magrazó y Fer-nando Used que han dirigido el proyecto

(con ambos arquitectos compartimos unacena en el 2004). Terminó su alocución conpalabras de agradecimiento para ArturoAliaga, que con su empeño ha sido eldinamizador de esta realidad.

La inversión total en el monasterio altoasciende a 25,1 M de euros. Las obrascomenzaron con las excavaciones del año2000 y hoy a su finalización se puedenvisitar cuatro lugares diferenciados.

El CIM, es el centro de interpretación dela vida monástica, y en él se reproducenlas estancias, los oficios y el quehacermonacal diario. Entre las excavaciones seven figuras de monjes, de tamaño natural,desempeñando sus actividades. Existenademás, numerosas proyecciones panelesexplicativos y una exposición de objetosantiguos. Parte de la visita se realiza sobrelas excavaciones y estas son visibles a tra-vés del suelo de vidrio transitable.

El CIRA es el centro de interpretacióndel Reino de Aragón. Está situado en la

INAUGURACIÓN DEL MONASTERIO ALTO

Diversas autoridades de la Comunidad aragonesa fueron invitadas a la inauguración del monasterio alto.Foto: Gobierno de Aragón

Page 17: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

1177

antigua Iglesia. En él se ofrece un audiovi-sual que en la primera parte proyecta imá-genes directamente sobre las paredes, y enla segunda se accede a una plataformagiratoria situada bajo la cúpula. Hay unapantalla donde estuvo el altar mayor yuna en cada lateral, de manera que la pla-taforma va girando en función del lugarde proyección. El audiovisual relata la his-toria de Aragón y concluye: “el agua medio el nombre, el hombre me dio la histo-ria y yó, Aragón, los conservaré para elfuturo”.

El claustro, ya conocido por la Herman-dad, donde celebramos la comida del díade San Juan, esta cerrado hacia el exteriorcon alabastro de Urrea de Gaén. Está pre-parado para ofrecer diferentes actividades,de hecho en el momento de redactar esteartículo, hay una exposición muy comple-ta de pintura y escultura de los principalesartistas aragoneses contemporáneos.

El otro espacio es la hospedería de cuatroestrellas. Dispone de 25 habitaciones quedan todas a la pradera de San Indalecio.Tiene también, restaurante, cafetería, tien-da y un pequeño SPA. Es explotada por laempresa jacetana Inturmark.

Es intención de la Hermandad realizaruna jornada de convivencia, en los iniciosde la próxima primavera, en el monasterioalto, para poder disfrutar a fondo de estarehabilitación tan deseada y de la que lafugaz visita del día de San Juan, fue soloun aperitivo.

José Angel Biel, Vicepresidente y Arturo Aliaga, Consejerode Industria del Gobierno de Aragón durante la visita almonasterio alto. Foto: Gobierno de Aragón

El Presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, pasea por las intalaciones del monasterio alto de San Juan de laPeña. Foto: Gobierno de Aragón.

Page 18: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

1188

Page 19: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

1199

Galería de fotosInstantáneas del acto celebrado en San Juan de la Peña

Page 20: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

2200

Don Jesús Sanz, moderador eclesiásti-co de nuestra Hermandad y obispode Jaca, pronunció una bellísima

homilía, tanto por la orientación espiritualque supuso para todos los hermanos, comopor la perfección de su narrativa. Por estedoble motivo invitamos a todos los caballe-ros y damas a su lectura completa en la webde la Hermandad.

Comenzó, Don Jesús, haciendo notarque celebrábamos un cumpleaños espe-cial, ya que solo hay tres casos, Jesús,María y Juan el Bautista, en los que secelebra tanto el día de su nacimiento eter-no para el Padre (muerte), como el día desu nacimiento terrenal.

El alumbramiento de Juan por Isabel, a laque consideraban estéril, fue la señal paraque María creyera que lo que de ella nacería,aún siendo virgen, también sería posible. Laenseñanza que nos trasmitió es “que lo quepara nosotros puede resultar imposible, setorna en posibilidad si nos dejamos iluminarpor Dios, acompañar por su cercanía, deján-donos mover por lo que Él de tantos modosnos propone.

Prosiguió, refiriéndose al monasteriodonde “desde sus ventanales se divisa labelleza sin igual de una naturaleza inocenteque nos grita a través de sus estaciones, desu policromía, de su estío o su frescor, lafirma del buen Dios, su creador”, y la vezinvitándonos a dar un paso más allá del pre-cioso lugar transportando nuestra perspecti-va católica a la vida pública. Nos propuso,igual que en la cena-coloquio, a estar pre-sentes en los “areópagos”, es decir en loslugares en los que se decide la vida de laspersonas y de los pueblos.

Terminó, pidiéndonos a la Hermandad,continuar con la aportación cristiana ycultural, hacia los propios miembros yhacia la sociedad aragonesa y española,con nuestra palabra y compromiso. Nosinvitó a no conformarnos con una vistosacelebración, sino “a construir algo nuevo,creativo, audaz y apasionado, que comocristianos hermanados podríamos levan-tar”. “Que nuestra Hermandad no solotenga una bella historia que contar, sinoun comprometido presente que construiry el mejor futuro que aguardar”.

Homilia del dia de San Juan

Ruta de las ErmitasEn el entorno inmediato de San Juan de la

Peña existe otro patrimonio mucho más sen-cillo y por consiguiente mucho más desco-nocido que los dos monasterios. Son lasermitas de Nuestra Señora de Gótolas, SanJosé, San Voto, Santa Teresa, San Vicente,San Indalecio y San Salvador. Tienen algu-nas un origen eremítico o recuerdan viejoscultos precristianos, como puede ser la deNuestra Señora de Gótolas; otras sirvieronde oratorios por devoción de algún monje,como la de Santa Teresa; o bien son ejemplode una larga tradición de veneración por

toda la comarca, como es la de San Indalecio.Están casi todas en estado ruinoso, pero la

belleza de los lugares en los que se encuen-tran hace muy aconsejable su visita. Por elloeste itinerario propone visitar los tres mira-dores-ermitas situados en las inmediacionesdel Llano de San Indalecio. El comienzo decada paso está claramente indicado, por loque no entraña ninguna dificultad su locali-zación.

Partiendo frente a la portada de la iglesiadel monasterio nuevo, se ha de seguir latapia del mismo en dirección norte, hacia la

Page 21: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

2211

derecha, hasta alcanzar la esquina donde estásituado el cartel indicativo del excepcionalmirador conocido como Balcón del Pirineo.Comienza el recorrido en dirección oeste, por elancho paseo que conducirá hasta el mirador. Alinicio del mismo, a la izquierda, se observandos majestuosos árboles, son castaños deIndias, especie foránea que crece naturalmenteen los Balcanes y que aquí fueron plantados porlos monjes.

El ancho camino avanza ascendiendo suave-mente e internándose en un bosque cuya espe-cie dominante es el pino silvestre (Pinus sylves-tris) y en donde también medran otras especiescomo robles (Quercus cerrioides) y hayas(Fagus sylvatica). El sotobosque está constitui-do por densas estructuras de acebo (Ilex aqui-folium), que ofrecen protección y alimentodurante el invierno a numerosas especies deaves forestales.

En unos 10 min. se llega al mirador, dondeantaño se erigió una ermita a San Vicente. Unamesa de orientación en él situada servirá paraidentificar las altas cumbres pirenaicas quedesde allí se divisan. En un plano más cercanose observa el ancho valle excavado por el ríoAragón: la Canal de Berdún. El mirador es tam-bién el lugar idóneo para observar el vuelo delas grandes rapaces que nidifican el la sierra.

Después de disfrutar con la impresionantepanorámica, se sigue hacia la izquierda, direc-ción oeste. Enseguida surge un cartel que con-firma el sendero hacia el mirador de San Voto.Caminado cerca del cortado, acompañan los“cajicos” y las encinas, prosperando en zonascon poco suelo, donde aflora la roca madre.

Tras un repentino giro a la izquierda, el sende-ro comienza a descender, penetrando de nuevoen el pinar, donde crecen gigantescos acebos deporte arbóreo. Tras un pequeño recorrido sellega a la carretera que conduce al monasterioviejo, y después de cruzarla, en el pinar que seextiende a la derecha, un panel señala elcomienzo del “Paseo de San Voto”. Un cortorecorrido que discurre por un pinar de pino sil-vestre con hayas conduce hasta la ermita deSan Voto, construida a finales del siglo XVI.

Desde la ermita se continúa por el senderomarcado por un indicador de piedra, descen-diendo hasta el mirador, un pequeño rellanocolgado sobre el acantilado que cobija almonasterio viejo. Desde aquí, es posible con-templar el hermoso valle del monasterio sobreel que se asienta un denso bosque mixto consti-tuido principalmente por hayas, tilos, olmos y,en menor medida, por abetos, tejos y pinos.

De regreso, se rodea la ermita por la derecha,escogiendo esta vez el ancho camino quecomienza enfrente. Al alcanzar la pista asfalta-da, se cruza observando a la derecha una bóve-da de sillares de piedra. Son los restos del anti-guo nevero usado por los monjes paraconservar sus alimentos.

Se sigue bordeando el pinar para llegar a lapradera y atravesarla en diagonal, dejando lacasa forestal, a la izquierda. En el otro extremo seve la antigua balsa que empleaban los monjespara regar los huertos que cultivaban en su mar-gen. Bien visible, un hito de piedra indica elcamino que asciende suavemente hasta el bal-concillo y las ruinas de la ermita de Santa Teresa,sobre los acantilados meridionales de la sierra.

Page 22: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

2222

Noticias

Coincidiendo con la inauguración tras larestauración del Monasterio Nuevo de SanJuan de la Peña el pasado 24 de septiembre,se celebró el día Mundial del Turismo encuyo acto se entregaron nuestras distincio-nes de reconocimiento al mérito turístico alos diferentes empresarios profesionales delsector, establecimientos hosteleros, empresasde restauración, campings, asociaciones einstituciones.

La medalla al Mérito Turístico se entregó ala Hermandad de San Juan de la Peña por-que desde su fundación en 1950 ha venido difun-diendo el conocimiento de cuanto representa SanJuan de la Peña como una de las principales refe-rencias turísticas y cuna del Reino de Aragón.

La distinción fue recogida en nombre de laHermandad por su Hermano Mayor, EmilioEiroa, quien resaltó la importancia de lalabor de recuperación realizada por elGobierno de Aragón, el reconocimiento delos premios para quienes lo reciben y demanera especial para la Hermandad de SanJuan de la Peña.

Se refirió en su intervención a los retos glo-bales que exigen respuestas globales en elsector turístico como son los de conserva-ción del patrimonio y modernidad, tradicióne innovación, o desarrollo y protección del

medio ambiente, señalando la calidad delsector turístico de Aragón y el esfuerzo reali-zado desde él mismo.

Señaló, Emilio Eiroa, el papel de la Her-mandad, recordando a D. Miguel SanchoIzquierdo, el primer Hermano Mayor, a D.Joaquín Sancho Oronda y a D. Juan LacasaLacasa de manera especial así como a todaslas personas que a lo largo de más de 50 añosha venido trabajando por la difusión y el cui-dado del Monasterio, siendo el principalvínculo de los miembros de la Hermandadel sentimiento de amor por este enclave, ladevoción por San Juan y su afán por difun-dir la importancia histórica y simbólica delmonasterio y su condición indiscutible decuna del Reino de Aragón.

Finalizó su intervención, el HermanoMayor, reiterando el agradecimiento alGobierno de Aragón en nombre de todos losgalardonados.

Cerró el acto el Vicepresidente del Gobier-no de Aragón, José Angel Biel, quién ensalzóel papel de todos los galardonados por sucontribución al sector turístico, y de maneraespecial se refirió a la Hermandad de SanJuan de la Peña, destacando igualmente laimportancia de que los sectores público yprivado trabajan de forma conjunta.

La Hermandadde San Juande la Peñamedalla alMéritoTurístico

Emilio Eiroa, Hermano Mayor de la Hermandad de San Juan de la Peña, recibe la medalla de manos del Vicepresidentedel Gobierno de Aragon. José Angel Biel. Foto: Gobierno de Aragón

Page 23: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

2233

Tal como os veníamos anunciado en ante-riores números, la web de la hermandades ya hoy Como ya se comentó en el últi-

mo capítulo, se ha terminado de desarrollar lapágina Web de la Hermandad, a la espera, úni-camente, de que la letra “ñ” se haga definitiva-mente aplicable en la práctica para cambiar, deese modo, el nombre de la página. Entre tantopuede consultarse en la dirección de Internetwww.hdadsanjuandelapenya.com.

La página se ha estructurado, por el momen-to, en siete secciones distintas para recogeraquello que puede resultar de interés, no sólopara los Hermanos sino para todos aquellosciudadanos que quieran tener un mayor cono-cimiento de San Juan de la Peña, en cuya difu-sión está comprometida estatutariamente laHermandad.

Dentro de la sección de actividades se reco-gerán las más importantes de las que lleva yacelebrando la Hermandad. El apartado de noti-

cias hará referencia a cuestiones de interés parael conocimiento inmediato de todos los Her-manos. En el apartado de documentos PDFpueden descargarse los que resultan de interéstanto para conocer la historia de la Hermandadcomo otros de interés actual. La galería foto-gráfica permite visualizar álbumes tanto delMonasterio como de algunos de los momentosmás señalados en la vida de la Hermandad.Las panorámicas permiten, en cierto modo,una visita virtual de modo que se puede hacerun recorrido de 360º por los lugares más carac-terísticos del Monasterio.

Finalmente, en la Sección multimedia puedeencontrarse, por el momento, el himno de laHermandad.

Esperamos que esta página parezca a todosun modo idóneo y ajustado a los tiempos, depoder fomentar el conocimiento de todas lasactividades de la Hermandad, y del propioMonasterio.

Web de la Hermandad

Cena de HermandadEl viernes, 30 de noviembre, los miembros de

la Hermandad celebramos una nueva cena-coloquio, que como todos conocéis, son unaocasión para continuar estrechando nuestroslazos de amistad y también para profundizaren el conocimiento de San Juan de la Peña.

La asistencia cada vez más elevada de Damasy Caballeros, que en esta ocasión superó porprimera vez los cien, nos llevó a buscar unnuevo lugar de encuentro, decidiéndonos porlos salones del hotel Bostón.

El debate fue diferente a las cenas anterioresy giró en torno a una película, el cortometraje“Perceval”, realizado por el joven zaragozanoPablo Aragues, que es un director con una granproyección de futuro. Nos acompaño, presen-tando además el film y contestando al finaltodas cuestiones suscitadas a los postres.

Perceval está rodada íntegramente en escena-rios aragoneses, como Uncastillo, Panticosa,Loarre y San Juan de la Peña. En el monasterioviejo transcurre parte de la acción y especial-mente en su claustro están las secuencias fina-les. El cortometraje supuso una inversión de200.000 euros y ya ha recibido varios premios.

Pablo Aragues nos confesó ser un enamoradode San Juan de la Peña y ver satisfecho con elrodaje en el monasterio el sueño que desdepequeño había tenido. Sí la temática alrededordel Santo Grial siempre atrae, no cabe duda quela sensibilidad de este joven director y su empa-tía hacia el lugar, han dado como resultado unacinta preciosa, por ella y por sus palabras llenasde emoción fue largamente ovacionado.

Cerró el acto nuestro Hermano Mayor, Emi-lio Eiroa, que nos habló de los nuevos proyec-tos que desde la Hermandad debemos de aco-meter y terminó felicitándonos las navidades.

Page 24: 00 San Juan n. 12 Okhdadsanjuandelapenya.com/wp-content/uploads/2018/10/pdf_20.pdf · plo o iglesia para guardar la copa de la sabiduría ancestral, por esto, avisaban al recién

Con los mejores deseos de nuestraHermandad para estas Navidades y el

próximo año 2008