•prevención y reparación de los efectos de la lixiviación y carbonatación en el hormigón
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Prevención y reparación de los efectos de la lixiviación y
carbonatación en el hormigón
Como se ha visto anteriormente, los efectos de patologías como la lixiviación y la
carbonatación pueden causar daños catastróficos en la funcionalidad del
hormigón. Produciendo, en muchos casos una disminución considerable en la vida
útil de estructuras dañadas. En este apartado se expondrán las principales
maneras de reparación y rehabilitación de estas patologías.
Un primer acercamiento con las principales causas de aceleran los procesos de
deterioro del hormigón sugieren una primera solución, ésta radica en la prevención
de las patologías estudiadas. Se conoce del inciso anterior, que la permeabilidad y
porosidad depende de la dosificación del cemento e influye directamente en su
compacidad. Así, se observa que el hormigón bien compactado sufre retrasos de
hasta veinte años en su deterioro. De esta forma se llega a la conclusión de que
“mejorando la calidad del hormigón se puede retrasar el avance del frente de
carbonatación, lo que equivale a aumentar el período de incubación y, por lo tanto,
la vida útil de la estructura”, (ICPA, 2000).
Una manera de mejorar la calidad del hormigón es la utilización de aditivos, que
hacen de la mezcla más resistente a la propagación de patologías como la
carbonatación. Entre los aditivos más utilizados “los aditivos de humo de sílice son
particularmente efectivos debido a que a altas tasas de dosificación pueden
convertir la mayor parte del hidróxido de calcio en el CSH (silicato de calcio
hidratado) químicamente más resistente”, (IMCYC, 1999). No obstante, la
utilización de aditivos debe seguir un proceso de estudio y evaluación, pues “las
pruebas de diferentes combinaciones en instalaciones existentes, pueden
proporcionar datos que ayudarán a cuantificar los efectos del aditivo en el
rendimiento”, (IMCYC, 1999) determinándose si la utilización de éste se traduce
en un incremento en la vida de la estructura significativo y que a la vez justifique el
costo de su utilización.
Es común que en las mezclas de concreto se adicionen materiales cementantes
como el Catalizador de Craqueo. Catalítico (FCC), el Metacaolín (MK) y el Humo
de Sílice (SF). Sin embargo, se ha estudiado profusamente el comportamiento que
tienen las estructuras constituidos de la mezcla de Cemento Portland Ordinario
(OPC) y alguna proporción de estos cementantes, llegándose a la conclusión de
que “el concreto que contiene materiales cementantes suplementarios en su
composición tales como FCC, SF y MK son más susceptibles a la carbonatación
que el concreto OPC” (Torres et. al; 2014).
A continuación, se estudia otro método utilizado para combatir la carbonatación y
lixiviación, el cual apunta a mejorar la capacidad de resistencia de las estructuras
a los agentes patógenos, no desde la composición del material, sino desde una
perspectiva superficial.
Se ha comprobado que, en iguales condiciones medioambientales, “los
hormigones protegidos superficialmente son más resistentes a la carbonatación
que los que se conservan en condiciones ambientales”, (Mingarro, 1996). Para
comenzar, se define el concepto de barrera protectora, como la que “protege al
hormigón contra la degradación que provocan los productos químicos y la
consiguiente pérdida de integridad estructura”, (O’Neill et. al; 2001). Es por esto,
que uno de los métodos más utilizados es el revestimiento de las estructuras con
diferentes barreras, apuntando a obtener una armadura impermeable y reduciendo
la formación y la propagación de la lixiviación. Sin embargo, para recubrir una
estructura es también debido tener en consideración los diversos agentes que
participan en las reacciones químicas. Por lo cual, se escoge la barrera protectora
que más se adecúe a las condiciones estructurales y medioambientales presentes.
Un claro ejemplo de la mala utilización de revestimientos es “la colocación de
mallas metálicas como recubrimiento en los pilares situados en medioambiente
agresivo y húmedo, ya que se corroen más fácilmente, pudiendo transmitir la
corrosión a las barras”, (Múñoz, 2005).
En el caso particular del combate con la carbonatación es crucial tener en
consideración que no todos los recubrimientos son resistentes al dióxido de
carbono (CO2). “Muchos recubrimientos elastoméricos impermeables al agua no
forman una barrera efectiva para el CO2. El uso de tal recubrimiento puede, en
efecto, acelerar la carbonatación, secando el concreto a tal grado que permita el
ingreso más rápido del CO2”, (Montani, 2000).
Finalmente, se expone uno de los más efectivos y a la vez más costosos métodos
de reparación de la lixiviación y especialmente la carbonatación de las estructuras
de hormigón armado como lo es la Protección Catódica (PC). Este método resulta
muy útil cuando los daños por carbonatación son severos, pero resulta una
inversión inicial muy grande, tanto para su implementación como para su
mantención.
Para comenzar se observa que los sitios donde la estructura está corroída
presenta zonas catódicas y anódicas y la solución presente en los poros del
hormigón actúa como electrolito facilitando el flujo iónico entre cátodo y ánodo. En
el cátodo se desarrolla la reacción de reducción y no existe corrosión. De esta
forma, si las zonas que actúan como ánodos se pudiesen convertir en cátodos, la
estructura completa sería ahora un cátodo y la carbonatación sería eliminada. Así,
la protección catódica es esencialmente el método que realiza este proceso de
inversión de carga iónica del ánodo. Para concluir, entre los principales beneficios
de la protección catódica se destaca que “garantiza una mayor longevidad de las
estructuras de hormigón armado y además puede ser controlada y monitorizada
para determinar su efectividad”, (HCC, 2004)
Referencias
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Montani, R. (2000), Revista Construcción y Tecnología en Concreto, México D.F., México.
Disponible en http://www.imcyc.com/revista/2000/dic2000/carbonatacion.htm
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O'Neill, R., Hill, R., (2001). Guía para la Durabilidad del Hormigón. Recuperado de: Instituto
Nacional de Tecnología Industrial, Gobierno de Argentina.
http://www.inti.gob.ar/cirsoc/pdf/publicom/ACI_201_2R_01.pdf
Torres, N., Izquierdo, S., Torres, J., Mejía, R., Resistance to chloride ion penetration and
carbonation of blended concrete with a residue of the petrochemical industry., Ingeniería e
Investigación, Vol. 34, No. 1, Abril, 2014, pp. 11 – 16.
http://revistas.unal.edu.co/index.php/ingeinv/article/view/38730/44984