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  • 2

    [p i]

    COMENTARIO AL NUEVO TESTAMENTO

    por WILLIAM HENDRIKSEN

    El Evangelio segn

    San Marcos

    1998

  • 3

    [p ii] Copyright 2007 por Libros Desafo

    El Evangelio segn San Marcos Ttulo original en ingls: New Testament Commentary: Mark

    Autor: William Hendriksen

    Publicado por Baker Book House

    Grand Rapids, Michigan 1979

    Ttulo: Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio segn San Marcos

    Traductor: Alejandro Aracena y revisada por Ricardo Cerni

    Diseo de cubierta: Willem J. Mineur

    Primera edicin: 1987

    Reimpresiones: 1998, 2007

    Mayormente las citas bblicas se han tomado de la versin Reina-Valera, revisin de 1960 de las Sociedades Bblicas Unidas. Para Salmos, Proverbios y el Nuevo Testamento se ha usado la Nueva Versin Internacional 1999.

    Sin la autorizacin escrita de los titulares del Copyright, queda totalmente prohibida, bajo las sanciones contempladas por la ley, la reproduccin total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento.

    PROHIBIDA

    LA REPRODUCCIN

    O FOTOCOPIA

    Publicado por

    LIBROS DESAFO

    2850 Kalamazoo Ave. SE

    Grand Rapids, MI 49560

    EE.UU.

    [email protected]

    www.librosdesafio.org

    602112

    ISBN 978-1-55883-047-9

    EX LIBRIS ELTROPICAL

  • 4 [p iii]

    CONTENIDO Lista de abreviaturas

    Introduccin al Evangelio segn San Marcos

    I. Quin escribi este evangelio?

    II. Consideramos primero el dnde y luego el cundo

    III. Por qu fue escrito?

    IV. Cules son sus caractersticas?

    V. En qu forma est organizado?

    Comentario

    La obra que le diste que hiciera

    I. Su comienzo o inauguracin 1:113

    Captulo 1:113

    II. Su desarrollo o continuacin 1:1410:52

    A. El gran ministerio en Galilea

    Captulo 1:1445

    Captulo 2

    Captulo 3

    Captulo 4

    Captulo 5

    Captulo 6

    Captulo 7:123

    [p iv] B. El retiro y los ministerios en Perea

    Captulo 7:2437

    Captulo 8:19:1

    Captulo 9:250

    Captulo 10

    III. Su clmax o culminacin 11:116:8

    A. La semana de la pasin

    Captulo 11

    Captulo 12

    Captulo 13

    Captulo 14

    Captulo 15

    B. La resurreccin

    Captulo 16

    Bibliografa selecta

    Bibliografa general

  • 5

    [p v]

    Lista de abreviaturas A. Abreviaturas de libros

    ARV American Standard Revised Version

    AV Authorized Version (King James)

    BAGD Bauer, Walter. A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature. Traducido por W.F. Arndt, F.W. Gingrich y F.W. Danker. Chicago: The University of Chicago Press, 1979

    BDF Blass, F; A. Debrunner y R.W. Funk. A Greek Grammar of the New Testament and Other Early Christian Literature. Chicago: The University of Chicago Press, 1961

    BJ Biblia de Jerusaln. Bilbao: Descle de Brouwer, 1975

    BP Biblia del Peregrino. Bilbao: Ediciones mensajero, 1993

    CB La Biblia. La Casa de la Biblia. Salamanca: Sgueme, 1992

    CI Sagrada Biblia. F. Cantera y M. Iglesias. Madrid: BAC, 1975

    CNT W. Hendriksen, Comentario del Nuevo Testamento

    GNT The Greek New Testament, editado por Kurt Aland, Matthew Black, Bruce M. Metzger y Allen Wikgren, edicin 1966.

    HA Nuevo Testamento Hispano Americano. Sociedades Bblicas en Amrica Latina

    ISBE International Standard Bible Encyclopedia

    LT La Biblia. J. Levoratti y A.B. Trusso. Madrid-Buenos Aires: Ediciones Paulinas, 1990

    MM Moulton, J. H. y G. Milligan. The Vocabulary of the Greek Testament illustrated from the Papyri and Other Non-Literary Sources. Grand Rapids: Eerdmans, 1930

    NAS New American Standard Bible (New Testament)

    NBE Nueva Biblia Espaola. A. Schkel y J. Mateos. Madrid: Cristiandad, 1975

    NC Sagrada Biblia. E. Ncar y A. Colunga. Madrid: BAC, 1965

    NEB New English Bible

    NTG Novum Testamentum Graece, editado por D. Eberhared Nestle, y revisado por E. Nes-tle y Kurt Aland, 25a edicin, 1963

    NTT Nuevo Testamento Trilinge. J. M. Bover y J. OCallaghan. Madrid: BAC, 1977

    [p vi] NVI95 Nueva Versin Internacional 1995 (Las ediciones anteriores a esta slo fueron una traduccin de la New Internacional Version. La NVI95 es en realidad otra versin, es una tra-duccin directa de los idiomas originales por un equipo de biblistas evanglicos de Amrica Latina.)

    Robertson Robertson, A. T. A Grammar of the Greek New Testament in the Light of Historical Research. Nashville: Broadman, 1934

    RSV Revised Standard Version

  • 6 RV60 Santa Biblia. Versin Reina-Valera, revisin 1960. Sociedades Bblicas Unidas

    RV95 Santa Biblia. Versin Reina-Valera, revisin 1995. Sociedades Bblicas Unidas

    SB Struck and Billerbeck, Kommentar zum Neuen Testament aus Talmud und Midrasch

    SH The New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge

    TDNT Kittel, G. y G. Friedrich. Theological Dictionary of the New Testament. Grand Rapids: Eerdmans, 19641976

    Thayer Thayers Greek-English Lexicon of the New Testament. Grand Rapids: Zondervan, 1962.

    VM Versin Moderna. Sociedades Bblicas en Amrica Latina

    VP Versin Popular (1983). Sociedades Bblicas Unidas

    WDB Westminster Dictionary of the Bible

    AHWB Atlas histrico Westminster de la Biblia. El Paso: CBP, 1971

    B. Abreviaturas de revistas

    BTr Bible Translator

    EQ Evangelical Quarterly

    Exp The Expositor

    JBL Journal of Biblical Literature

    JR Journal of Religion

    JSS Journal of Semitic Studies

    TT Theologisch tijdschrift

    WTJ Westminster Theological Journal

  • 7

    [p 1]

    Introduccin al Evangelio segn San Marcos

    [p 3]

    I. Quin escribi este evangelio? De acuerdo al ttulo y a la tradicin unnime, el nombre del escritor es Marcos. Por bue-

    nas razones, se supone que cada vez que se menciona este nombre en el Nuevo Testamento se refiere siempre a la misma persona. Se le llama Marcos en Hch. 15:39; Col. 4:10; Flm. 24; 2 Ti. 4:11; 1 P. 5:13. Para ser ms exactos, este era su nombre en el mundo romano de habla griega. En griego se escriba Markos y en latn Marcus. Por supuesto que siendo judo (Col. 4:10, 11), Marcos era su sobrenombre, su otro nombre. Su nombre original o judo era Juan (Hch. 12:12, 25; 15:37).

    El Nuevo Testamento no nos provee de una biografa completa de este hombre. La tradi-cin contiene cosas de valor, pero lo que dice de l no es consistente en todos sus puntos. No nos da una respuesta definida y uniforme a preguntas tales como: Cuando Marcos escribi su Evangelio, fue la influencia de Pedro tan decisiva y predominante, que Marcos vino a ser slo un secretario del apstol: Pedro dictando, Marcos escribiendo? No sera mucho ms razonable pensar que la influencia de Pedro fue moderada, siendo Marcos el verdadero escri-tor? En este caso Pedro sera la principal fuente de informacin de Marcos, pero de ningn modo la nica. Otras interrogantes: Termin Marcos su libro mientras Pedro an viva o lo hizo despus de su muerte? Era Marcos el hombre que Jess describi como llevando un cntaro de agua (Mr. 14:13)? Estuvo entre los setenta misioneros (Lc. 10:1)? Era literal-mente de dedos cortos, o tal descripcin tiene que ver slo con su Evangelio, el cual carece de una introduccin y conclusin como las que encontramos en los otros Evangelios? Fund Marcos la iglesia de Alejandra? Muri de muerte natural o sufri martirio?

    A continuacin esbozaremos los hechos de la vida de Marcos de los cuales podemos estar seguros o que al menos poseen un elevado grado de probabilidad:

    Aunque probable, no es del todo seguro identificar a Marcos con aquel cierto joven cuya interesante historia se relata en el Evangelio de Marcos (14:51, 52). Lo que se relata ocurri la noche antes de la crucifixin. Jess y sus discpulos salan del aposento alto. Estaba este aposento en casa de Mara, madre de Marcos, donde tambin l viva? De ser as, tenemos la [p 4] siguiente situacin: eran probablemente las 11 de la noche (vase CNT sobre Mt. 26:31) y este cierto joven estaba durmiendo. De pronto se despert. Habra ya rendido su corazn al Salvador? Quiz sinti el deseo de acompaar a Jess. El hecho es que tom una sbana, se envolvi en ella y sali corriendo detrs del Maestro. Cuando la guardia del templo lo de-tiene, logra escapar a costa de perder la la sbana que queda en poder de quienes intentaron capturarlo (cf. Gn. 39:12). Si esta reconstruccin no resulta muy atrevida, significara que siendo Marcos todava bastante joven, fue uno de los seguidores de Cristo, lo mismo que su madre. No perteneci al grupo de los Doce, ni convers personalmente con Jess. Al igual que muchos otros eruditos, fechamos el incidente de Mr. 14:51, 52 a principios de abril del ao 30 d.C. Para mayores detalles vase sobre 14:51, 52.

    Jess pronto partira de esta tierra al cielo, y se preocup de no dejar a sus discpulos sin un lder. En un sentido muy real, dicho lder fue Pedro (vase CNT sobre Mt. 16:18). Despus de que Cristo ascendi al cielo, en la fiesta de Pentecosts Dios us el conmovedor mensaje de Pedro para reunir a no menos de tres mil ovejas en su redil (Hch. 2:41). No es probable que la predicacin de Pedro tambin ejerciera una poderosa influencia sobre Juan Marcos?

    CNT W. Hendriksen, Comentario del Nuevo Testamento

  • 8 Vase 1 P. 5:13.

    Los aos 30 al 44 guardan silencio. Nada dice la Escritura sobre lo que sucedi con Juan Marcos, hasta que en Hechos 12:1217 encontramos un incidente que pudo haber sido de gran importancia para l. Los hechos ocurren probablemente en el ao 44 d.C. Se nos infor-ma que Pedro es librado milagrosamente de la prisin, y que de inmediato se va a casa de Mara, la madre de Juan, apodado Marcos, donde muchas personas estaban reunidas oran-do (v. 12). Esta Mara no es, por supuesto, la madre de Jess, ni Mara Magdalena, ni Mara de Betania, ni Mara la madre de Santiago y de Jos. Se trata ms bien de Mara, la adinera-da madre de Marcos. Su casa tena un corredor o vestbulo y tambin un aposento alto lo bastante grande como para reunir a un buen nmero de personas. Tena por lo menos una sirvienta, Rode. Mara no slo era rica, sino tambin generosa. Se entregaba de todo corazn a la causa de Cristo y, por tanto, estaba dispuesta a prestar su casa cada vez que la comuni-dad cristiana la necesitase. Juan Marcos era hijo de una madre como esa. Aunque no pode-mos estar seguros de que en esa oportunidad Juan Marcos se hallaba en Jerusaln, parece que as era, ya que se dice definidamente que poco tiempo despus Pablo y Bernab tomaron consigo a Juan, llamado tambin Marcos (Hch. 12:25) y que partieron con l de Jerusaln a Antioqua. Suponiendo que Marcos estuvo en Jerusaln en la oportunidad descrita en Hch. 12:1217, el joven debi haber quedado profundamente impresionado por la forma tan mara-villosa en la que Pedro fue liberado de la prisin. Como el texto es claro en decir que muchas personas se haban reunido en casa de su madre viuda, podemos suponer con bastante certeza que Marcos conoci a varios de los primeros testigos de los hechos centrados en Je-ss. Como ya lo indicamos, [p 5] no se sabe hasta qu punto Marcos haba conocido a Jess, y la tradicin antigua no es de mucha ayuda en este punto. No existe evidencia slida de que despus del ao 44 d.C. haya habido alguna relacin estrecha entre Marcos y Pedro. La evi-dencia de una relacin entre ambos slo aparece al final de la vida de Pedro. Por tanto, deje-mos a Marcos por un momento, ms tarde volveremos a l.

    Tampoco se nos entrega un relato biogrfico sobre la influyente figura de Pedro. No obs-tante, los Evangelios y el libro de Hechos nos relatan varios sucesos de su vida. Lo que se re-lata en Hechos 15 son hechos ocurridos en Jerusaln entre los aos 30 y 32 (inclusive), pro-bablemente en sucesin inmediata. El apstol Pablo se convirti el ao 34, y pasados tres aos (37 d.C.), visita a Pedro en Jerusaln (G. 1:18). Por ese tiempo, los apstoles envan a Pedro y a Juan a Samaria, donde fortalecen la fe de los seguidores de Cristo y reprenden a Simn el mago. Luego vuelven a Jerusaln (Hch. 8:1425). Esta gira es seguida luego por la visita de Pedro a Lida y Jope (Hch. 9:32, 43). Hechos 10 relata la importantsima misin de Pedro en Cesarea. Esta fue la experiencia que le abri los ojos para ver lo universal que era la misericordia de Dios. Vuelto a Jerusaln, Pedro defiende su proceder en Cesarea, pues le cri-ticaron diciendo: entraste en casa de hombres incircuncisos y comiste con ellos (Hch. 11:118). El libro de Hechos no habla del reinado del emperador Claudio (4154 d.C.) sino hasta llegar a Hch. 11:28. En consecuencia, es muy posible que la visita de Pedro a Cesarea y su vuelta a Jerusaln no se extendieran ms all del ao 41d.C. El prximo suceso en la vida de Pedro dice relacin con su encarcelamiento y maravillosa liberacin. Ya nos referimos a este hecho, cuando dijimos que todo lo que pas debi ser algo muy significativo para Marcos. Es-te suceso parece insinuar el tiempo en que ocurri. Si esta inferencia es correcta, el incidente debi haber ocurrido justo antes de la muerte del rey Herodes Agripa I, en el ao 44 (Hch. 12:23). Hechos 15:711 nos provee de una referencia ms en cuanto a Pedro. Este pasaje re-sume el discurso que Pedro pronunci ante el Snodo de Jerusaln, que generalmente se fe-cha alrededor del ao 50. Pedro debe haber viajado de Jerusaln a Antioqua de Siria, justa-mente antes del comienzo del segundo viaje misionero de Pablo, fechado 50/5153/54.4 Fue en este lugar y tiempo cuando Pablo reprendi a Pedro (G. 2:1121). Se qued Pedro por 4 Para la evidencia que apoya todas estas fechas, vase W. Hendriksen, Bible Survey, pp. 62, 64, 70, 71; tambin CNT sobre G. 2:1.

  • 9 algn tiempo en Asia Menor o ms tarde volvi a algunos de los lugares de esta regin? Como quiera que haya sido, 1 Pedro hace evidente su inters por las iglesias de Asia Menor.

    Despus del captulo 15 de Hechos, Lucas no vuelve a mencionar a Pedro. Por cierto, en general todo el Nuevo Testamento guarda silencio. Es verdad que se dicen cosas como que algunos corintios preferan a Cefas (= Pedro) [p 6] en perjuicio de Pablo (1 Co. 1:12, 22), que Cefas acostumbraba a llevar a su esposa en sus giras misioneras (1 Co. 9:5) y que Jess poco tiempo despus de su resurreccin se le apareci a dicho apstol (1 Co. 15:5). Pero este tipo de afirmaciones no invalidan de ningn modo el hecho de que el Nuevo Testamento no ofrece indicacin alguna sobre el paradero de Pedro a partir de los aos 50/51 hasta el final de su vida, que fue posiblemente por el ao 64 d.C. El Seor mismo haba predicho que Pedro sella-ra su testimonio con el martirio (Jn. 21:18, 19; vase CNT sobre este pasaje; cf. 2 P. 1:14; I Clemente V; Tertuliano, Antidote for the Scorpions Sting XV; Orgenes, Contra Celso II. xiv; y Eusebio, Historia Eclesistica, III. i).

    Por tanto, la teora de que Pedro rein como Papa en Roma por veinticinco aos, desde el ao 42 al 67, carece de base bblica. Es la iglesia Romana la que sostiene esa tradicin. En realidad, si esa tradicin fuese verdica, cuando Pablo escribi su Epstola a los Romanos (en o alrededor del ao 58), Pedro se habra hallado en el apogeo de su reinado. Sin embargo, en la extensa lista de saludos que Pablo dirige a los creyentes de Roma en forma individual (Ro. 16:315), ni siquiera menciona a Pedro.

    Ahora bien, con respecto a la presencia de Pedro en Roma, no hay razn para elegir nin-guno de los dos extremos. Por un lado, debemos abandonar fantasas como la de los veinti-cinco aos de episcopado romano de Pedro y la identificacin de su tumba. Por el otro, lo mismo se debe hacer con la declaracin de que Pedro jams haya estado en Roma. Como en el ao 58, Pablo escribe en Romanos mi propsito ha sido predicar el evangelio donde Cristo no sea conocido, para no edificar en fundamento ajeno (15:20), algunos concluyen de que Pedro jams pudo haber estado en Roma antes del ao 58. Este es un argumento, por cierto, falaz. La iglesia de Roma haba sido fundada mucho tiempo atrs, segn lo indica claramente la misma epstola. Probablemente la iglesia se origin cuando los visitantes llegados de Ro-ma; judos y proslitos retornaron a sus hogares con gozosas nuevas, despus de haber odo el sermn que Pedro predic en Jerusaln para la fiesta de Pentecosts (Hch. 2:10b, 14ss).

    Tocante al significado de Ro. 15:20, cuando Pablo dice que quiere predicar el evangelio donde Cristo no sea conocido, se refera a Espaa, lugar que deseaba visitar va Roma (vase Ro. 15:24). De modo que Pedro, a quien Jess al edificar su iglesia le haba asignado un pa-pel de mucha importancia (Mt. 16:18), bien pudo haber hecho una temprana visita a Roma, especialmente en consideracin a los judos cristianos residentes all.

    Segn ya hemos observado, los relatos del Nuevo Testamento nos dejan con una laguna de varios aos en cuanto a la vida de Pedro. Nada se nos dice sobre dnde estuvo durante los aos 33 al 36; 42 y 43; 45 al 49; o 52 al 62. Por lo que dice Colosenses 4:11 (cf. Flm. 23, 24), es evidente que no estuvo en Roma durante los aos de la primera prisin de Pablo (posible-mente 60 al 62), porque Pablo ciertamente no hubiera escrito Colosenses 4:11b, si Pedro hubiese estado en Roma por aquel tiempo. Pero esto todava deja la [p 7] posibilidad de mu-chos aos a partir del ao 33, tiempo durante el cual pudo haber estado fortaleciendo a la iglesia de Roma con su presencia, oraciones, predicacin y direccin. Finalmente, esto nos lleva a una fecha cercana al final de la vida de Pedro y de Pablo, cuando reaparece nueva-mente evidencia de una ntima relacin entre a. Pedro y Marcos y b. Pablo y Marcos. Habla-remos de esto ms adelante.

    La ltima fecha que mencionamos en conexin con Marcos fue el ao 44 d.C. En ese ao no hallamos a Marcos en compaa de Pedro, sino que de Bernab y Pablo. Se recordar que estos dos hombres fueron enviados a Jerusaln en una misin de socorro, y que haban lle-vado a Marcos consigo a Antioqua de Siria. Cuando impulsada por el Espritu Santo, la igle-

  • 10 sia comision a Bernab y a Pablo para comenzar lo que luego se llam el primer viaje misio-nero de Pablo (Hch. 13:13), estos hombres llevaron a Marcos como ayudante (13:5). Es evi-dente que Marcos estaba subordinado a los otros dos. Era un asistente. No se dice qu es lo que inclua exactamente este papel. Naturalmente nos vienen a la mente varias tareas; por ejemplo, quiz sera una especie de administrador que organizaba los detalles relacionados con el itinerario de viaje, asegurando la provisin de alimentos y alojamientos, enviando men-sajes; y sobre todo, sirviendo como catequista, es decir, continuando con lo que los otros dos haban empezado. Como catequista relataba la historia de la peregrinacin de Cristo en la tierra y su final triunfante, subrayando el mensaje central de la vida y enseanzas de Cristo, preguntando y contestando preguntas, etc. Si para ese entonces Marcos ya haba escrito su Evangelio, mayor razn para considerarlo como la persona indicada para llevar a cabo la ta-rea de maestro o catequista.

    Existan tambin otras razones para considerar a Marcos como la persona ms adecuada como ayudante. No era el hijo de una mujer tan hospitalaria como Mara? No resulta natu-ral suponer que al ser comisionados a ir en ayuda de Jerusaln (Hch. 11:29, 30; cf. 12:25), Bernab y Pablo hubiesen alojado en la casa de ella, teniendo oportunidad de tener comunin tanto con la madre como con el hijo? Adems, no era Bernab primo mayor de Marcos (Col. 4:10)? No es posible que Marcos y sus padres (en vida de su padre) se hubiesen trasladado de Chipre a Jerusaln, lo cual era el caso de Bernab (Hch. 4:36, 37)? Adems, no era Juan Marcos bilinge y no eran acaso tambin bilinges sus superiores, o aun polglotas?

    Los tres misioneros cruzaron hacia Chipre va Seleucia, el puerto de la ciudad de Antio-qua sobre el ro Orontes (Hch. 13:14). Habiendo predicado la palabra de Dios en las sinago-gas de Salamina, los misioneros atravesaron toda la isla, hasta llegar a Pafos en la costa su-doccidental. All el famoso mago Barjess se les opuso y sin xito trat de impedir que el pro-cnsul Sergio Paulo escuchase el evangelio. El mago y falso profeta fue castigado con la ce-guera, y de all ellos se dirigieron a Asia Menor. Entonces sucedi [p 8] algo inesperado: cuando llegaron a Perge, en Panfilia, Marcos los abandon y se volvi a Jerusaln (Hch. 13:13; cf. 15:3641)! Esto pudo haber ocurrido el ao 47. No se nos revela cul pudo ser la razn exacta por la que Marcos se apart de ellos. Fue porque le desagrad el hecho de que su primo Bernab le cediera a Pablo el liderazgo? Contrstese Bernab y Saulo (11:30; 12:25; 13:2, 7), con Saulo que tambin es Pablo (13:9), Pablo (13:16), y Pablo y Bernab (13:43, 46, 50, etc.). Echaba de menos su hogar? Se senta preocupado por la seguridad de su madre? tena recelos por la oferta de salvacin que se haca a judos y gentiles sin distin-cin? Se han ofrecido todas estas respuestas. O sera tal vez las dificultades conectadas con el trabajo misionero en una tierra extranjera, los rigores de la regin montaosa, sus terrores y peligros? (cf. 2 Co. 11:26). El autor del presente comentario piensa que si alguna de estas respuestas es factible, la ltima es la ms razonable. De acuerdo a Hch. 15:38, Pablo consi-der a Marcos como un desertor, alguien cuyo corazn se acobard a causa del trabajo que haba que enfrentar. Y no implica Hch. 15:40 que si la iglesia tom partido con alguno de ellos, lo hizo ponindose de parte de Pablo? En todo caso, el relato inspirado no nos deja la impresin de que Marcos fuese totalmente inocente cuando se volvi a casa, dejando a Pablo y a Bernab en momentos difciles.

    Despus del primer viaje misionero y de la conferencia de Jerusaln, a Bernab se le ocu-rri llevar a Marcos en el segundo viaje, pero Pablo se rehus terminantemente a aceptar la idea. As que, Bernab se llev a Marcos y se embarc rumbo a Chipre (Hch. 15:39b). Des-pus de Hch. 15:39, Lucas no vuelve a mencionar a Marcos, y ni aun al querido Bernab (15:25).

    Esto significa que el libro de Hechos (y en realidad, todo el Nuevo Testamento), no entrega ninguna informacin acerca de Marcos, ni siquiera implcita, en relacin a los dos largos pero-dos que respectivamente cubren los aos 31 al 43 y 52 al 59. Sencillamente, no sabemos dn-

  • 11 de estuvo ni lo que haca. Los incidentes que hemos descrito pertenecen enteramente a los aos 30, 4447, 50/51. Y las nicas referencias hasta aqu son Mr. 14:51, 52 (probablemen-te); Hch. 12:12, 25; 13:5, 13; 15:3739.

    Ofrece la tradicin extracannica alguna informacin confiable acerca de Bernab y Marcos despus de que arribaron a la isla de Chipre? Realmente no la hay, porque el libro llamado Los Hechos de Bernab es una obra esprea. Este es un escrito atribuido a Marcos (!), aunque fue escrito con fecha muy posterior. Segn este documento, despus que Bernab sufriera el martirio en Chipre, Marcos plant la bandera de Cristo en Alejandra. Fuentes del mismo tipo afirman que lleg a ser el primer obispo de la iglesia de Alejandrauna tradicin bastante popular, posicin que ocup hasta el octavo ao del reinado de Nern. Puesto que Nern gobern del 54 al 68, su octavo ao sera el 61. Sin embargo, los renombrados padres [p 9] alejandrinos Clemente y Orgenes nada dicen en absoluto acerca de alguna actividad o de siquiera la presencia de Marcos en Alejandra.

    Volviendo ahora a las Escrituras, nica fuente de confianza, lo nico que dan a entender claramente con respecto a Bernab son dos cosas: Primero, lo que se nos informa mediante los relatos acerca de los primeros aos (vase Hch. 4, 9, 1115; y G. 2). Segundo, que cuan-do Pablo escribi 1 Corintios 9:6 (alrededor del ao 57 d.C.), Bernab, primo mayor de Mar-cos, obviamente an viva. Por cierto, el nombre Bernab se halla tambin en Colosenses 4:10, pero solamente para indicar su relacin con Marcos: eran primos.

    Alrededor de la fecha mencionada arriba, a saber, el octavo ao del reinado de Nern, o tal vez un ao despus, Pablo escribe las epstolas conocidas como Colosenses y Filemn. Uno de los que lo acompaan es Marcos, quien haba vuelto a ganarse la confianza de Pablo. Durante su primer encarcelamiento, el apstol hace un comentario acerca de los judos: Aristarco, mi compaero de crcel Marcos, el primo de Bernab Jess, llamado el Jus-to. Estos son los nicos judos que colaboran conmigo en pro del reino de Dios, y me han sido de mucho consuelo (Col. 4:10, 11; cf. Flm. 24; vase CNT sobre estos pasajes). Aunque Pablo en cierto sentido rechaz a Marcos en otro tiempo, aqu Marcos aparece como un consuelo para l, un colaborador valioso, altamente estimado y bien amado!

    Pedro se hallaba en Roma, cuando Pablo sali de la prisin y visit varias congregaciones de su extendido dominio espiritual (vase CNT, 1 y 2 Timoteo y Tito, pp. 48, 49). All Pedro escribi la carta que se conoce como la Primera epstola de Pedro, la que se dirige a los ex-patriados o extranjeros dispersos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos segn la previsin de Dios el Padre (1:1, 2a). Al despedirse en su carta, les dice a todos: Sa-ludos de parte de la [iglesia] que est en Babilonia, escogida como ustedes, y tambin de mi hijo Marcos (5:13). La fecha es tal vez alrededor del ao 63. No puede haber sido ms tarde que el 64, porque probablemente fue al final de ese ao que Pedro sucumbi vctima de la ira de Nern. No nos indica el trmino mismo mi hijo que la instruccin y supervisin pater-nales de Pedro venan de hace mucho tiempo? No es posible que aun antes de que Pedro es-cribiera esto, hubiesen habido frecuentes contactos entre l y Juan Marcos? No es verdad que Pedro era precisamente aquel que supo por experiencia propia que siempre hay esperanza para aquellos que de un modo u otro sucumben a la tentacin de no ser del todo leales a Cristo y a su causa? Parece, pues, que la soberana gracia de Dios us el carioso tutelaje de Bernab (F. F. Bruce), la firme disciplina de Pablo y la poderosa influencia de Pedro, para triunfar sobre la vida de Marcos.

    Es claro, entonces, que durante algunos aosprobablemente 6163 o 64el ministerio de Marcos se desarroll en Roma, la capital del mundo. Al parecer, despus del martirio de Pedro, Marcos volvi a ser asistente de Pablo. El apstol envi a Marcos y a Timoteo a que realizaran una gira por [p 10] las iglesias de Asia Menor. Posiblemente en el ao 66 y un poco antes de su muerte, Pablo escribe la ltima epstola que conocemos de su pluma. Como Ti-moteo y Marcos todava se encontraban en Asia Menor, Pablo escribe a feso (vase CNT, 1 y

  • 12 2 Timoteo y Tito, p. 53). En su carta le dice a Timoteo Recoge a Marcos y trelo contigo, por-que me es de ayuda en el ministerio (2 Ti. 4:11b). En contraste con Demas, que fue el que lo abandon (2 Ti. 4:10a), Marcos volvi a Pablo!

    A fin de cuentas, quin fue Marcos? No fue un gran lder, sino un seguidor. No fue un pe-rito arquitecto, sino un ayudante. No fue un hombre intachable, sino aquel que tuvo que lu-char para poder conquistar sus debilidades; no era sedentario, sino un viajero constante; no era ante todo contemplativo, sino un hombre de accin, alguien que se deleit en describir a Cristo en accin, en bien de la salvacin de los pecadores para la gloria de Dios.

    Aunque es verdad que Marcos escribi el Evangelio ms breve de todos, que nunca alcan-z la popularidad de los otros tres evangelistas y que nunca se le cita con la misma frecuen-cia que a los otros, debemos cuidarnos de tenerlo en poco. En la iglesia primitiva se acos-tumbraba a asociar a los cuatro Evangelios con cuatro caras: cara de hombre, de len, de be-cerro y de guila. Estas eran las caras de los seres vivientes descritos en Ezequiel 1:6, 10 (cf. Ap. 4:7). La cara de hombre con frecuencia se asociaba (aunque no siempre) con Mateo, el becerro con Lucas, el guila con Juan. En cuanto a Marcos, las autoridades no se ponan de acuerdo. Aunque todos descubrieron en este Evangelio un cuadro verdadero de Cristo, al leerlo algunos recordaban el raudo vuelo del guila, otros al poderoso len, otros al hombre humilde y otros al becerro sacrificial.2 En un sentido, todos estaban en lo cierto!

    A continuacin presentamos la evidencia que respalda la afirmacin de que Marcos real-mente fue el escritor de este Evangelio, el ms breve.

    Eusebio escribi a comienzos del cuarto siglo d.C. En su Historia eclesistica (Madrid: BAC, 1973), II.xiv. 6xv.2, declara: Efectivamente, pisndole los talones [los de Simn el ma-go] durante el mismo imperio de Claudio [4154 d.C.], la providencia universal, santsima y amantsima de los hombres, iba llevando de la mano hacia Roma, como contra un tan grande azote de la vida [es decir, contra Simn el mago, quien haba huido a Roma donde se le erigi una estatua en su honor] al firme y gran apstol Pedro, portavoz de todos los otros por causa de su virtud. Como noble capitn de Dios, equipado con las armas divinas, Pedro llevaba de Oriente a los hombres de Occidente la buena nueva de la luz misma, de la doctrina que salva las almas: la proclamacin del reino de los cielos.

    [p 11] As es como, por morar entre ellos la doctrina divina, el poder de Simn [el mago] se extingui y se redujo a nada en seguida, junto con l mismo. En cambio, el resplandor de la religin brill de tal manera sobre las inteligencias de los oyentes de Pedro, que no se que-daban satisfechos con oirle una vez, ni con la enseanza no escrita de la predicacin [kerig-ma] divina, sino que con toda clase de exhortaciones importunaban a Marcosde quien se dice que es el Evangelio y que era compaero de Pedropara que les dejase tambin un me-morial escrito de la doctrina que de viva voz se les haba transmitido, y no le dejaron en paz hasta que el hombre lo tuvo acabado, y de esta manera se convirtieron en causa del texto llamado Evangelio de Marcos.

    Y dicen que el apstol, cuando por revelacin del Espritu supo lo que se haba hecho, se alegr por la buena voluntad de aquellas gentes y aprob el escrito para ser ledo en las igle-sias. Clemente cita el hecho en el libro VI de sus Hypotyposeis, y el obispo de Hierpolis lla-mado Papas lo apoya tambin con su testimonio. De Marcos hace mencin Pedro en su pri-mera carta; dicen que sta la compuso en la misma Roma y que l mismo [Pedro] lo da a en-tender en ella al llamar a dicha ciudad, metafricamente, Babilonia, con estas palabras: Os saluda la que est en Babilonia, elegida con vosotros, y mi hijo Marcos.

    Orgenes vivi un poco antes (su apogeo durante 210250 d.C.). Eusebio lo cita como si-gue: El segundo fue el Evangelio de Marcos, quien lo hizo como Pedro se lo haba indicado, el

    2 Vase A. B. Swete, The Gospel according to St. Mark (Londres, 1913), pp. xxxvixxxviii.

  • 13 cual, en su Carta catlica, le proclama hasta como hijo suyo, con las siguientes palabras: Os saluda la que est en Babilonia, elegida con vosotros, y mi hijo Marcos (op. cit., VI.xxv.5).

    Podemos retroceder aun ms, y mencionar a Clemente de Alejandra (en su apogeo duran-te 190200 d.C.), maestro de Orgenes. Eusebio cita la obra de Clemente, Hypotyposeis, con estas palabras: Que el Evangelio de Marcos tuvo el siguiente origen: hallndose Pedro en Roma predicando pblicamente la doctrina y explicando el Evangelio por el Espritu, los que estaban presentesy eran muchosexhortaron a Marcos, ya que le segua desde haca largo tiempo y se acordaba de lo que haba dicho, a que lo pusiera por escrito. Despus que lo hizo distribuy el Evangelio a cuantos se lo pedan. Y al enterarse Pedro, ni lo impidi ni lo esti-mul (VI.xiv.6, 7).

    Tertuliano (en su apogeo durante 193216), en su tratado Contra Marcin, dice: Puede decirse que el Evangelio que Marcos public pertenece a Pedro, cuyo intrprete fue Marcos (IV.5).

    Ireneo fue contemporneo de Clemente de Alejandra y de Tertuliano. Eusebio cita su obra Contra las herejas III.i.1, diciendo: Pedro y Pablo estaban en Roma evangelizando y po-niendo los cimientos de la Iglesia. Despus de la muerte de stos [lit. despus de la partida de stos], Marcos, el discpulo e intrprete de Pedro, nos transmiti por escrito, l tambin, lo que Pedro haba predicado (V.viii.2, 3).

    [p 12] El Fragmento de Muratori consiste en una lista incompleta de los libros del Nuevo Testamento. El fragmento est escrito en un latn pobre y debe su nombre al cardenal L. A. Muratori (16721750), que lo descubri en la Biblioteca Ambrosiana de Miln. El fragmento pertenece a los aos 180200 d.C. y tiene bastante importancia para la historia del canon del Nuevo Testamento. Lamentablemente es slo un fragmento incompleto que perdi lo que el original contena respecto Mateo. Con todo, definidamente da por sentada la existencia y re-conocimiento de los cuatro Evangelios. La lnea fragmentada que queda y que ahora constitu-ye el principio de la lista, dice lo siguiente respecto al Evangelio de Marcos: en lo cual no obstante se hallaba presente, y as lo coloc. En vista de todos los dems testimonios citados (Eusebio, Orgenes, Clemente de Alejandra, Tertuliano, Ireneo, etc.) sera muy precipitado sostener que el autor de esta lista de libros no se estuviese refiriendo al Evangelio segn Mar-cos.

    A mediados del segundo siglo d.C., Justino Mrtir escribe: Y cuando se dice que a uno de los apstoles le puso el nuevo nombre de Pedro y, adems, que a otros dos hermanos les pu-so el nombre de Boanerges, que significa hijos del trueno, esto es un anuncio del hecho de que, etc. (Dialogue with Trypho CVI). Esto muestra claramente que Justino haba ledo el Evangelio segn Marcos, porque es el nico lugar donde se halla el trmino Boanerges, y donde en inmediata sucesin se menciona el que a Simn, Santiago y Juan se les halla pues-to otro nombre (Mr. 3:16, 17).

    Es probable que ya en la temprana fecha de 125 d.C., los cuatro Evangelios estuviesen re-unidos en una coleccin para su uso en las iglesias, indicndose sus ttulos. Segn Marcos fue el ttulo del ms breve de los cuatro.

    Papas, discpulo del presbtero Juan (con toda probabilidad el apstol Juan), parece haber nacido entre los aos 50 y 60 d.C., y haber muerto poco despus de mediados del se-gundo siglo. Al investigar acerca del peregrinaje de Cristo sobre este mundo, Papas se intere-saba ms en la voz viva o testimonio oral de los primeros testigos que an vivan, que en documentos escritos (vase Eusebio, op. cit., III.xxxix.14). Basado, entonces, en lo que Pap-as dice haber aprendido de Juan, Eusebio lo cita un poco ms adelante, diciendo: Marcos, intrprete que fue de Pedro, puso cuidadosamente por escrito, aunque no con orden, cuanto recordaba de lo que el Seor haba hecho. Porque l no haba odo al Seor ni lo haba segui-do, sino, como dije, a Pedro ms tarde, el cual imparta sus enseanzas segn las necesida-

  • 14 des [de sus oyentes] y como quien se hace una composicin de las sentencias del Seor, pero de suerte que Marcos en nada se equivoc [o: no hizo mal] al escribir algunas cosas tal como las recordaba. Y es que puso toda su preocupacin en una sola cosa: no descuidar nada de cuanto haba odo ni engaar en ello lo ms mnimo (III.xxxix.15).

    Por tanto, no existe evidencia que contradiga el veredicto de la tradicin, segn la cual fue Juan Marcos, primo de Bernab, quien escribi el ms [p 13] breve de los ampliamente reco-nocidos cuatro Evangelios. La evidencia se extiende a travs de varios siglos, desde Eusebio hasta Papas mismo. Viene de todas las regiones: Asia, Africa y Europa. En otras palabras, la tradicin procede del este (Papas de Hierpolis, Eusebio de Cesarea), del sur (Clemente de Alejandra, Tertuliano de Crtago), y del oeste (Justino Mrtir y el autor del Fragmento de Muratori, de Roma). A veces un testigo representa dos regiones: el este y el oeste (Ireneo de Asia Menor, Roma y Lyon); el sur y el este (Orgenes de Alejandra y Cesarea). Ortodoxos y heterodoxos, textos griegos antiguos y versiones tempranas aaden su peso a la misma con-clusin.

    No cabe duda de que hay puntos en los cuales la tradicin vara. Por ejemplo, el papel preciso de Pedro en conexin con la composicin del Evangelio de Marcos o la fecha en que el Evangelio fue escrito (acerca de lo cual vase la seccin II). No obstante, todos los testigos concuerdan en que la predicacin de Pedro en Roma tuvo parte significativa en la produccin de esta obra. Aunque es razonable pensar que Marcos haya consultado varias fuentes, tanto orales como escritas, la tradicin ha establecido sin dudas que l fue el intrprete de Pedro. Adems, el contenido del libro confirma esta conclusin. Marcos registra fielmente los peca-dos y debilidades de Pedro, pero omite las alabanzas que se le dan en otra parte (p. ej., en Mt. 16:17). A veces Marcos menciona a Pedro por nombre (5:37; 11:21; 16:7), cuando Mateo no lo hace. Adems, el Evangelio de Marcos se caracteriza por su vivacidad, rapidez de movimiento y atencin a los detalles, caractersticas que se asocian fcilmente con un Pedro activo, vivaz y entusiasta. Vase, p. ej., 1:1631, 3538; 5:120; 9:1429; 14:2742, 54, 6272. En 1:36 se menciona a los discpulos con estas palabras: Simn y sus compaeros.

    Si lo nico que tuviramos fuera el Evangelio de Marcos, sera imposible llegar a la con-clusin de que se escribi como resultado (en alto grado, al menos) de la predicacin de Pe-dro. Por otro lado, la tradicin nos dice que, sin lugar a dudas, esta fue la forma en que se escribi. En base a este testimonio es posible, segn se ha demostrado, hallar en el Evangelio mismo evidencias que confirman esta conclusin.

    II. Consideremos primero el dnde y luego el cundo Lo que se acaba de decir respecto a la relacin del Evangelio de Marcos con Pedro se pue-

    de decir respecto a su conexin con Roma. Aunque en ningn lugar el Evangelio indica o prueba en forma definida su lugar de origen, hay evidencia interna que confirma las declara-ciones de Eusebio, Clemente de Alejandra, Ireneo, etc. en cuanto a que fue escrito en Roma y para los romanos.

    [p 14] El hecho de que Marcos haya traducido al griego trminos y expresiones semitas como Boanerges (3:17), talita cumi (5:41), corbn (7:11), fata (7:34), y Abba (14:36), muestra que escriba para lectores que no eran judos. Adems, el escritor explica las costumbres de los judos (7:3, 4; 14:12; 15:42). En cuanto al origen romano de este Evangelio, obsrvese c-mo a veces traduce del griego al latn. Por ejemplo, Marcos menciona que las dos lepta (= mo-neda de cobre) que la viuda pobre ech en el arca de las ofrendas eran equivalentes a un cuadrante romano (blanca, 12:42), y que el aule (palacio) donde los soldados llevaron a Jess era el pretorio (residencia oficial del gobernador, 15:16).

    Marcos es tambin el nico Evangelio que nos informa que Simn de Cirene era padre de Alejandro y de Rufo (15:21), quienes evidentemente eran bien conocidos en Roma (vase Ro. 16:13).

  • 15 Marcos describe a Cristo como un Rey activo, enrgico, rpido en sus movimientos, bata-

    llador, conquistador, un Vencedor sobre las fuerzas destructoras de la naturaleza, sobre las enfermedades, los demonios, y aun la muerte. La forma en que Marcos habla de Cristo resul-tara especialmente interesante a los romanos, gente que por su codicia de poder haba sub-yugado al mundo. Marcos les describe un Rey que excede a todo conquistador terrenal. Su reino es mucho ms extenso, su armadura mucho ms efectiva, y su gobierno infinitamente ms duradero que cualquiera que pueda originarse aqu abajo. Adems, sus victorias son mucho ms honrosas, porque le concede a los conquistados participacin en la gloria de sus conquistas. El Rey de Marcos es el Rey Salvador. Es el Vencedor que no se deleita en el su-frimiento de los vencidos, sino que sufre en lugar de ellos y para conseguir su bienestar eter-no (10:45).

    Ms difcil es contestar la pregunta, cundo fue escrito este Evangelio? Probablemente es prudente decir que debi haber sido compuesto dentro del perodo que empieza quince aos antes de mediados del primer siglo y que termina quince aos despus de mediados del pri-mer siglo. Marcos era muy joven para escribir su Evangelio antes del ao 35. Pedro debi mo-rir alrededor del ao 65, despus de lo cual ya no hubiera podido aprobar el escrito para ser ledo en las iglesias.3

    Comenzando con la ltima mitad del perodo en cuestinpor tanto, los aos 5065hemos ya demostrado que alrededor del ao 63 Pedro y Marcos se hallaban juntos en Roma. En consecuencia, esta parece la fecha [p 15] ideal para la composicin del Evangelio de Mar-cos. Sin embargo, esta fecha no est exenta de dificultades. Segn ya se ha expuesto (vase la seccin sobre el problema sinptico en la Introduccin al Evangelio segn Mateo, en CNT), Marcos probablemente fue escrito antes que Mateo, y Mateo antes que Lucas. El Evangelio de Lucas, a su vez, fue seguido por Hechos. Esta cronologa hace que surja la interrogante de si no se estara empujando parte de esta actividad literaria muy cerca del terrible perodo de la guerra de los judos contra los romanos, con su secuela de amargas contiendas entre los va-rios partidos existentes entre los judos mismos. Ni Lucas ni Hechos indican que estuviese ocurriendo algo de esta naturaleza cuando estos libros fueron escritos.

    Se ha sugerido como fecha los ltimos aos de la dcada del cincuenta. El resumen hist-rico que presentamos sobre los sucesos de importancia en las vidas de Pedro y de Marcos ha demostrado que, por lo que a la Escritura concierne, no existe objecin a la suposicin de que en algn momento entre los aos 52 y 59, Pedro y Marcos hubiesen estado juntos en Roma (exceptuando, segn ya se ha indicado, el ao 58, cuando Pedro no se hallaba en aquella ciudad).

    Sin embargo, se ha dicho que es posible fijar la fecha en que fue escrito el Evangelio de Marcos entre los aos 3550, o aun mejor 4050, distancindonos as de los aos 5065. Las siguientes consideraciones parecen favorecer este punto de vista:

    Primero, de acuerdo a la declaracin de Eusebio que citamos ms arriba, fue durante el reinado de Claudio (4154 d. C.) que la providencia universal iba llevando de la mano hacia Roma al firme y gran apstol Pedro y que Marcos, compaero de Pedro, escribi un registro de las enseanzas de Pedro que lleg a ser el Evangelio segn Marcos. Lo que Marcos escribi fue a peticin de los oyentes de Pedro.

    3 Segn una interpretacin popular de las palabras de Ireneo citadas ms arriba, Marcos escribi su Evan-gelio despus de la muerte de Pedro. Sin embargo, Ireneo confirma la casi unnime tradicin de que este Evangelio fue escrito en Roma por el intrprete de Pedro. Adems, existe demasiada controversia en cuanto al sentido de las palabras de Ireneo como para que puedan arrojar alguna luz sobre la fecha en que se escribi el Evangelio de Marcos. Son muchas las preguntas que se levantan al respecto: Cmo es posi-ble que ellos hayan fundado la iglesia de Roma, o es acaso que Ireneo usa la expresin poniendo los cimien-tos en un sentido poco usual? Qu quiere decir con la partida de stos?

  • 16 En segundo lugar, los unciales ms antiguos (manuscritos con letras maysculas) y los

    cursivos (manuscritos de escritura corrida) tienen encabezamientos que nos informan que el Evangelio segn Marcos fue escrito 10 o 12 aos despus de la ascensin de Cristo; por lo tanto, entre los aos 39 y 42.

    En tercer lugar, el sacerdote espaol OCallaghan ha examinado un pequeo fragmento de papiro encontrado en la cueva No. 7 cerca de Qumrn, y afirma que dicho papiro contiene Mr. 6:52, 53. El papiro pertenece a material al que se le asigna una fecha alrededor de los aos 50 d.C., lo cual implicara que el Evangelio fue compuesto en una fecha bastante ante-rior a la fecha del papiro (que 50 d.C.). En consecuencia, una fecha alrededor del comienzo del reinado del emperador Claudio podra no estar lejos de la realidad. Adems, se ha demos-trado que Pedro y Marcos bien pudieron haber pasado algn tiempo juntos en Roma en aquel perodo.

    El descubrimiento e identificacin de este papiro que contiene el pasaje clave de Marcos, ha despertado gran inters entre los estudiosos del Nuevo [p 16] Testamento. Las observacio-nes que se hacen sobre este hecho van desde nada ha cambiado hasta las probabilidades matemticas de que el Dr. OCallaghan est en lo cierto son astronmicas. Por mi parte, re-comiendo la lectura de los excelentes artculos por William White, Jr., OCallaghans Identifi-cations: Confirmation and Its Consequences, WTJ, 35 (Otoo 1972): pp. 1520, y Notes on the Papyrus Fragments from Cave 7 at Qumran, WTJ, 35 (Invierno 1963), pp. 221226.

    Conclusin: Cundo fue escrito Marcos 1:116:8? Respuesta: en algn momento entre los aos 4065 d.C., con el peso de la evidencia favoreciendo ahora la parte ms temprana de este perodo. Sera muy precipitado hablar en forma ms definida. Nunca es sabio apresurar conclusiones (Is. 28:16b). Tocante a Mr. 16:920, vase el comentario sobre esa seccin.

    Podra surgir la siguiente objecin: Pero si el Evangelio fue escrito en una fecha tan tem-prana, Marcos lo compuso cuando todava era un poco inmaduro espiritualmente, pues el acto de abandonar a sus compaeros Pablo y Bernab ocurri tan slo unos aos despus. No es verdad que esta situacin rebajara el aprecio que pudiramos tenerle al libro escrito por Marcos?.

    Sin embargo, si aplicamos esta clase de crtica al Evangelio segn Marcos, tambin debe-ramos hacerlo a todos los casos. Estaramos dispuestos a rechazar los primeros Salmos de David porque cuando los escribi su pecado con Betsab y su subsecuente arrepentimiento se encontraban a aos de distancia? Miraremos con desdn al poderoso y efectivo sermn que Pedro predic en Pentecosts porque unos veinte aos ms tarde el hombre que lo predi-c tuvo un comportamiento condenable en Antioqua (G. 2:1121)? Habremos de descar-tar una epstola escrita por un hermano del Seor porque su autor tuvo que confesar que todos fallamos mucho (Stg. 3:2)? Y echaremos por la ventana el libro de Apocalipsis porque cuando Juan recibi estas revelaciones todava cometa errores en su conducta personal (Ap. 19:10; 22:8, 9)? Claro que no! Lo que se aplica a todos los libros de la Biblia es vlido tam-bin para Marcos: no atribuimos perfeccin a los hombres que los escribieron, pero s atri-buimos inspiracin plenaria al producto que, bajo la direccin del Espritu, nos dieron.

    Por consiguiente, debemos dar lugar a la posibilidad de que este Evangelio haya sido escri-to durante la primera parte del perodo 4065 d.C. Esta fecha temprana no es en manera al-guna segura. Vase P. Garnet, OCallaghans Fragments: Our Earliest New Testament Texts? EQ XLV, No. 1 (enero-marzo 1973): pp. 612. Cundo escribi Marcos este Evange-lio? La respuesta prudente sera en alguna fecha entre el perodo 4065 d.C..

    [p 17]

    WTJ Westminster Theological Journal EQ Evangelical Quarterly

  • 17 III. Por qu fue escrito?

    La primera parte de esta Introduccin demostr que, segn la tradicin, este Evangelio se escribi en virtud de que los oyentes de Pedro en Roma insistieron en que se les diese un re-sumen de la predicacin de Pedro. Sin embargo, esto no significa que todo el que est fuera de los lmites de la capital romana tiene prohibido leer este libro. Segn se ve claramente en 1:37; 10:45; 12:9; 13:10 (y aun en 16:15, sea o no autntico), el objetivo de este Evangelio fue alcanzar a todo el mundo de habla griega: su mensaje fue, es, y seguir siendo de significa-cin universal.

    Una pregunta muy al caso sera: Fue el propsito de Marcos slo proveer informacin o quera tambin producir transformacin? Fue su propsito, como algunos sostienen, regis-trar un relato o incentivar al lector a vivir para la gloria de Dios? Dicho en otra forma, cmo vea l a Jess? Lo vea slo como un personaje interesante, cuya historia y poderosas obras necesitan ser relatadas porque son fascinantes y porque satisfacen la curiosidad de la gente? O fue que ante todo consider a Jess como el poderoso y victorioso Rey Salvador, ante quien todo ser humano debe rendirse con fe sincera? Por cierto que esto ltimo! Siempre se ha de tener presente que Marcos fue el intrprete de Pedro. Ahora bien, toda vez que Pedro predicaba, tambin exhortaba al arrepentimiento. Su predicacin llegaba a su clmax en la exhortacin (Hch. 2:3640; 10:43), a fin de que mediante el arrepentimiento y la fe los hom-bres fuesen salvos, para la gloria de Dios (Hch. 11:18). Si este fue el propsito de la predica-cin de Pedro, tambin lo fue de Marcos. Por tanto, el Evangelio de Marcos tiene el doble pro-psito de ser definidamente doctrinal y enteramente prctico. Por cierto que es una narra-cin, pero una narracin con el ms noble propsito (Mr. 10:45; 12:2834; 16:16).

    Ahora bien, la disposicin que alguien tenga para rendirse a Jess depende de qu piense de l. En otras palabras, la fe siempre est relacionada con la doctrina. Ni aun la narracin se halla desprovista de implicaciones doctrinales. Primero, la Cristologa implcita en todo el Evangelio de Marcos es que Jess es perfectamente humano. El Seor come (2:16), bebe (15:36), siente hambre (11:12), toca a las personas (1:41) y es tocado por ellas (5:27), se en-tristece (3:5) y se indigna (10:14). El cansancio lo lleva a dormirse, es despertado (4:3839), pide que le provean de una barca para que la gente no le aprete (3:9). Por algn tiempo ejerce un oficio, tiene madre, hermanos y hermanas (6:3). Como hombre, su conocimiento es limita-do (13:32), de modo que se da vuelta para ver quin le ha tocado (5:30), se acerca a una higuera con la esperanza de hallar fruto maduro (11:13). Posee cuerpo (15:43) y espritu humano (2:8). Hasta muere (15:37)!

    [p 18] Sin embargo, el Evangelio de Marcos tambin lo describe como perfectamente divi-no. El Hijo del hombre (2:10, 28; etc.) es tambin el Hijo de Dios (1:1; 3:11; etc.). Marcos describe a alguien que tiene dominio supremo sobre las enfermedades, los demonios y la muerte. Como tal, sana todo tipo de enfermedades, echa fuera demonios (1:3234), da vista a los ciegos, hace or a los sordos, etc. (8:2226; 10:46, 52), limpia al leproso (1:4045) y aun levanta a los muertos (5:2124, 3543). Ejerce poder sobre el reino de la naturaleza en gene-ral, puesto que calma vientos y olas (4:3541), camina sobre el agua (6:48), hace que una higuera se seque (11:13, 14, 20), y multiplica unos pocos panes, de modo que miles de per-sonas satisfagan su hambre (6:3044; 8:110). Su conocimiento del futuro es tan especfico y amplio, que predice lo que le acontecer a Jerusaln, al mundo, a sus discpulos (cap. 13) y a s mismo (8:31; 9:9, 21; 10:3234; 14:1721). Sabe lo que hay en el corazn de los hombres (2:8; 12:15) y conoce sus circunstancias (12:44). Su autoridad es tan sobresaliente que pro-nuncia el perdn como solamente Dios y nadie ms lo puede hacer (2:112, especialmente versculos 5 y 6). La cumbre de su majestad se revela en que despus que se le da muerte, vuelve a la vida (16:6)!

    Por lo que acabamos de ver, debemos responder con un vigoroso s! a la pregunta de si Marcos describe a Jess como objeto de la fe. Desde el comienzo y segn la profeca, a Jesu-

  • 18 cristo el Hijo de Dios se le presenta como al Seor cuya venida es anunciada por un heraldo que le prepara el camino (1:13).

    Jess es aquel a quien los ngeles sirven (1:13). Su sangre es el rescate ofrecido en favor de muchos (10:45, cf. 14:24). Bautiza con el Espritu Santo (1:8), es el Seor aun del sbado (2:28), nombra a sus propios embajadores (3:1319), tiene el legtimo derecho de ser aceptado por la fe, incluyendo a los de su propia nacin (idea implcita en 6:6). Tiene autoridad para mandar que los hombres le sigan y le reciban (8:34; 9:37), es aquel a quien David llama Se-or (idea implcita en 12:37), y el que vendr otra vez en la gloria de su Padre (8:38), en las nubes con gran poder y gloria, cuando enve a sus ngeles a recoger a sus elegidos (13:26, 27).

    De acuerdo a este evangelista, sus dos naturalezas (humana y divina) se hallan en perfec-ta armona. Al estudiar algunos pasajes, uno no puede pasar desapercibido este hecho (4:38, 39; 6:34, 4143; 8:110; 14:3241; etc.).

    El anhelo de Marcos es que los hombres de todo lugar reciban a Jesucristo, quien es el Hijo del hombre y el Hijo de Dios, que reciban a este Rey victorioso como Salvador y Se-or.

    [p 19]

    IV. Cules son sus caractersticas? Las tres caractersticas ms obvias son las de brevedad, viveza y orden. Por brevedad en-

    tendemos que este Evangelio es mucho ms conciso que los otros. En la Biblia que tengo frente a m, Lucas cubre aproximadamente 40 pginas, Mateo 37, Juan 29, y Marcos sola-mente 23. Lucas tiene 1147 versculos, Mateo 1068, Marcos (1:116:8) tiene slo 661. Marcos contiene slo una parbola que no se halla en ningn otro lugar: la de la semilla que crece en secreto (4:2629). Adems, comparte tres parbolas con Mateo y Lucas: el sembrador (Mr. 4:39, 1823), la semilla de mostaza (4:3032) y los labradores malvados (12:19). Comprese esto con las diez parbolas que le son peculiares al Evangelio de Mateo, seis que comparte con Lucas, y tres con Marcos y Lucas. Mateo tiene diecinueve parbolas en total. Lucas tiene dieciocho parbolas que slo l registra. Si a este nmero se le agrega las otras nueve ya mencionadas, llegamos a un total de veintisiete parbolas que aparecen en Lucas.4 Como Marcos omite parbolas que son bastante extensas, la omisin hace que este Evangelio sea considerablemente ms corto que los dems, aun cuando el resto del material tenga la misma extensin.

    Otro aspecto igualmente importante en relacin a esto, es que Marcos slo registra uno de los seis grandes discursos que se hallan en Mateo. Slo relata el sexto discurso que trata de las ltimas cosas (Mt. 24 y 25; cf. Mr. 13), y al hacerlo lo hace con ms brevedad. Marcos slo incluye partes de los otros discursos, las que con frecuencia esparce por su Evangelio. Pero vase tambin Marcos 4.

    Todo esto significa que la brevedad de Marcos se relaciona especialmente con las palabras de Jess. Con todo, no son pocos los versculos de Marcos que encierran tales palabras, ya que llegan a 278 (algunos versculos tienen slo una o dos de ellas). Las palabras de Jess se hallan especialmente en los captulos 2, 4, 7, 9, 10, y 12. Lucas tiene 588 versculos que con-tienen palabras de Cristo, Mateo tiene 640. En consecuencia, estas palabras cubren el 60% de los 1068 versculos de Mateo, el 51% de los 1147 versculos de Lucas. Pero en Marcos cu-bren slo el 42% de sus 661 versculos. Marcos es francamente el Evangelio de la accin. La omisin de tantos dichos de Jess hace que este corto Evangelio puede retener una serie de historias de milagros casi tan larga como en Mateo, que es mucho ms extenso. Cada uno de 4 No obstante, las parbolas pueden ser catalogadas en forma diferente. Vase CNT sobre Mateo, pp. 2932.

  • 19 los primeros once captulos de Marcos contiene el relato de por lo menos un milagro (1:2128, 2931, 3234, 39, 4045; 2:111; 3:16; 4:3541; 5:120, 2143; 6:3044, 4552, 5356; 7:2430, 3137; 8:110, 2226; 9:1429; 10:4652; y 11:1214, 20, 21). Los que se registran en 7:3137; 8:2226 se encuentran [p 20] nicamente en Marcos. Adems, en varios casos, lo que se presenta en Marcos es ms detallado y grfico que lo de los otros Sinpticos.

    Esto nos conduce a la segunda caracterstica de este Evangelio, es decir, la viveza. El esti-lo5 de Marcos es chispeante. No fue acaso intrprete del vivaz, hondamente emotivo y ani-mado Simn Pedro?

    [p 21] Por lo tanto, habiendo estudiado el Evangelio segn Mateo, uno no puede pasar por alto a Marcos pensando, Este libro no contiene casi nada que no haya sido dicho por el pu- 5 Para el vocabulario y estilo del original obsrvese lo siguiente:

    a. H. B. Swete, op. cit., pp. 409424 tiene una lista de las palabras usadas en el Evangelio de Marcos. En dicha lista, las que van precedidas por un asterisco no se usan en ningn otro lugar del Nuevo Testa-mento. De stas hay aproximadamente 80, sin contar los nombres propios.

    b. En cuanto al estilo, en general se puede decir que Marcos no slo tiene un estilo ms difuso, sino que el ms vivo. Mateo tiene un estilo ms sucinto y pulido. Lucas es el ms variado de los tres sinpticos.

    c. El carcter grfico de la forma de escribir de Marcos se observa en lo siguiente: se ve en sus descrip-ciones de la mirada de Cristo en varias ocasiones (3:5, 34; 10:23; 11:11); en los hechos y gestos de Cristo (8:33; 9:35, 36; 10:16, 32); en la descripcin de las emociones y sentimientos del Seor (3:5; 6:34; 7:34; 8:12, 33; 10:14, 21; 11:12); y en la descripcin de las personas que le rodean (1:29, 36; 3:6, 22; 11:11, 21; 13:3; 14:65; 15:21; 16:7). A veces Marcos menciona el nmero de personas, animales, etc. presentes. En estas ocasiones los otros Evangelios hacen casi omiso de estos detalles o los expresan en forma diferente (5:13; 6:7, 40; 14:30). Las indicaciones de lugar y tiempo abundan en este Evangelio (1:16, 19, 21, 32, 35; 2:1, 13, 14; 3:1, 7, 13, 20; 4:1, 10, 35; 5:1, 20; 7:31; 12:41; 13:3; 14:68; 16:5, por dar slo unos ejemplos).

    d. Otra de las caractersticas que aumenta la viveza del estilo de Marcos es que con frecuencia cambia el tiempo gramatical de los verbos que usa. Adems, Marcos a menudo usa un tiempo distinto al hallado en Mateo y/o Lucas. Ejemplos: (= se acercaban, Mr. 11:1) versus (= se acerc, Lc. 19:29); en el mismo versculo aparece (= l enva) versus (= l envi). Lo mismo sucede con (= traen, Mr. 11:7) versus (= trajeron, Lc. 19:35); en el mismo versculo (= ponen encima) versus (= pusieron encima, un verbo sinnimo). En general podra decirse que en muchos casos donde Marcos usa el tiempo presente, Mateo y Lucas usan el aoristo o el imperfecto. Vase J. C. Hawkins, Horae Synopticae, pp. 143153.

    e. Otra diferencia llamativa entre Marcos, por un lado, y Mateo y Lucas, por el otro, es la preferencia que estos dos ltimos tienen por la particula contra la fuerte inclinacin de Marcos por el uso de . Es as como en los pasajes ya citados para mostrar las diferencias de estilo en cuanto a los tiempo verbales (Mr. 11:18, comparado con Lc. 19:2935), Lucas usa cinco veces para iniciar una clusula o frase, mientras que Marcos una docena de veces. En estos mismos siete versculos, Lucas usa tres veces (tambin una vez en el v. 36 y una vez en el v. 37), pero Marcos slo una vez (tambin una vez en el v. 8). Sobre este punto vase tambin Mr. 16:920.

    f. En conexin con el generoso uso que Marcos hace de debe mencionarse tambin que es caracte-rstico que Mateo y Lucas a menudo coloquen un participio donde Marcos usara un verbo finito con . En tales casos, los dos favorecen la subordinacin, mientras Marcos la coordinacin. Acerca de la influen-cia semtica en Marcos vase Robertson, pp. 106, 118, 119, BDF 321, 353. Y vase Mr. 13:19, 20.

    g. Una caracterstica que aumenta la chispeante forma de expresin de Marcos es el uso frecuente del adverbio : enseguida, inmediatamente (unas cuarenta veces: 1:10, 12, 18, etc.). Tambin hay que men-cionar el uso frecuente del discurso directo (en lugar del indirecto): Silencio! Calmate! (4:39); Sal de este hombre, espritu maligno! (5:8); Cmo te llamas? (5:9); Mndanos a los cerdos; djanos entrar en ellos (5:12).

    h. En vista de todo lo que se ha mencionado, no es extrao que el estilo de Marcos sea enfticamente vernculo. He aqui, un hombre comn que habla a gente comn, en su mayora sin educacin. Usa un estilo que llama la atencin, un lenguaje que es a la vez suyo y de ellos. No sorprende, entonces, que haga uso frecuente de diminutivos, tales como (5:23; 7:25); (5:41, 42; 6:22, 28); (7:27, 28). A Marcos le encanta usar el doble negativo popular (1:44; 5:3; 16:8); no tiene miedo de emplear una frase pleonstica ( , 2:20); y le encantan los verbos compuestos (1:16, 36; 2:4; 5:5; 8:12; 9:12, 15, 36; 10:16; 12:17; 14:40; 16:4, etc.).

  • 20 blicano convertido en escritor. Por cierto, si hablamos de material totalmente nuevo que no aparezca de ningn modo en Mateo o Lucas, existe muy poco. Por lo general se mencionan slo 31 versculos de Marcos (1:1; 2:27; 3:20, 21; 4:2629; 7:3, 4; 7:3237; 8:2226; 9:29; 9:48, 49; 13:3337; 14:51, 52). Por otro lado, tambin es cierto que en muchsimos pasajes o prrafos, Marcos ofrece algunos toques pintorescos que no se hallan en los otros. No slo se trata de los pasajes recin mencionados, porque estas pinceladas que aaden vida al relato se ven en otros lugares. He aqu algunos ejemplos: En el desierto, donde Jess fue tentado, el Seor estaba entre las fieras (1:13). La predicacin de Juan el Bautista no fue slo negativa. No slo le habl de arrepentimiento a la concurrencia, sino que aadi: crean las buenas nuevas (1:15). Cuando los pescadores dejaron a su padre en la barca para seguir a Jess, no lo dejaron recargado de trabajo, sino que le dejaron con los jornaleros (1:20). Al sanar a la suegra de Pedro, Jess no slo la toc, sino que tiernamente la tom de la mano (1:31). Aquella tarde, a la puesta del sol, la poblacin entera se congreg a la puerta de la casa de Pedro (1:33). Muy de madrugada, cuando todava estaba oscuro, sali de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Fue all donde Pedro y sus compaeros le encontra-ron, para decirle que todos le buscaban (1:3537).

    La casa donde Jess proclamaba el mensaje se llen al punto de no poder contener ms cantidad de gente; mejor dicho, ya no quedaba sitio ni siquiera frente a la puerta (2:2).

    En un da de reposo, el Seor se encontraba en una sinagoga. Sus enemigos le miraban con ojos crticos para ver si en ese da sanara a un hombre que tena la mano seca. En esa oportunidad, Jess se les qued mirando, enojado y entristecido por la dureza de su cora-zn (3:5).

    Fue al anochecer cuando los discpulos tomaron a Jess tal como estaba y se fueron con l en la barca (4:35, 36). Muy pronto Jess estaba durmiendo sobre un cabezal (4:38). Al mar le dice, Silencio! Clmate! (4:39). Le pregunta a sus discpulos, Todava no tienen fe? (4:40).

    Marcos relata la historia de la curacin del endemoniado gadareno con mucho ms detalle que Mateo y Lucas. Marcos le dedica veinte versculos (5:120), Lucas catorce (8:2639) y Ma-teo siete (8:2834). Por ejemplo, Marcos dice en su relato que nadie era capaz de atarlo, y aade, Noche y da andaba por los sepulcros y por las colinas, gritando y golpendose con piedras. Los tres Sinpticos nos informan que cuando Jess autoriz a los demonios, stos salieron del hombre y entraron en los cerdos. Al ser posedos, los animales se precipitaron barranca abajo en el mar. Marcos agrega que eran unos dos mil (v. 13) puercos lo que se ahogaron. Lo que es cierto con respecto a la curacin del endemoniado, tambin es vlido en [p 22] el caso de la mujer que toc el manto de Jess: No es Mateo (tres versculos, 9:2022) ni Lucas (seis versculos, 8:4348) el que relata la historia completa, sino Marcos (diez vers-culos, 5:2534). Obsrvese especialmente lo que Marcos dice acerca de los mdicos! (Mr. 5:25), lo cual es omitido por el Dr. Lucas (Lc. 8:43). Otros detalles registrados exclusivamen-te por Marcos se encuentran en 5:29b, 30. Aunque Marcos fue el intrprete de Pedro no es Marcos sino Lucas el que incluye a Pedro en el relato (Lc. 8:45).

    Jess no pudo hacer ningn milagro en su propia aldea (6:5). Despus se informa que Herodas le guardaba rencor a Juan [el Bautista] y deseaba matarlo. Pero no haba logrado hacerlo, ya que Herodes tema a Juan (6:19, 20). Cuando los apstoles vuelven de su viaje misionero e informan a Jess, l les dice: Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranqui-lo y descansen un poco (6:30, 31). En conexin con la alimentacin de los cinco mil, se dice que la gente se reclin en grupos de cien y de cincuenta (6:40; cf. Lc. 9:14). Despus Jess enva a los discpulos a que atreviesen en barco a la rivera opuesta. Ms tarde ve que los discpulos hacan grandes esfuerzos para remar (6:48; cf. Mt. 14:24).

    Jess entr en una casa y no quera que nadie lo supiera (7:24). Cuando la mujer sirofe-nicia acudi a Jess no llev consigo a su hijita que estaba gravemente enferma. La mujer le

  • 21 ruega al Seor que tenga piedad de ella y que la sane. Marcos deja todo esto en claro diciendo que la mujer Cuando ella lleg a casa, encontr a la nia acostada en la cama. El demonio ya haba salido de ella (7:30).

    Cuando los fariseos discuten con Jess y le piden que les muestre una seal del cielo, Je-ss lanz un profundo suspiro (8:12). Los discpulos slo tenan un pan en la barca (8:14; cf. Mt. 16:5).

    Los tres discpulos (Pedro, Santiago, y Juan) discutan entre s las palabras de Jess (9:9), y se preguntaban lo que significara eso de levantarse de entre los muertos (9:10). Estos mismos discpulos, despus de descender del monte de la transfiguracin, observaron una gran multitud que rodeaba a los otros discpulos y que los maestros de la ley discutan con ellos (9:14). Al ver a Jess, todos se sorprendieron (9:15). Marcos ofrece una descripcin detallada de los sntomas de la epilepsia y de la forma en que el nio fue sanado (9:1827). Este evangelista registra tambin las notables palabras del padre del nio, S creo, aydame en mi poca fe! (9:24). Por esa fecha Jess no quiso que se divulgase que viajara a travs de los lugares apartados de Galilea (9:30). Jess le pregunta a sus discpulos qu discutan en el camino. Le responden con silencio (9:33, 34; cf. Mt. 18:1; Lc. 9:46, 47a). Jess tom al niito abrazndolo (9:36). Lucas 9:49, 50 entrega una razn que explica por qu, a un exorcista ajeno al grupo de Jess, no se le deba prohibir que siguiera haciendo lo que haca. A esto, Marcos aade otra razn (9:41; en contraste con Mt. 10:42).

    [p 23] El joven rico corre hacia Jess y se arrodilla ante l (10:17). Jess lo mir con amor (10:21). Cuando se le dice al joven lo que tiene que hacer, ste se desanim (10:22; cf. Mt. 19:22; Lc. 18:23). Entonces Jess mir alrededor y, viendo que sus discpulos esta-ban sorprendidos, clarific lo que haba dicho acerca de la gran dificultad que experimentan los ricos en sus intentos por entrar al reino de Dios (10:23a, 24). A los que estn prontos a sacrificarlo todo por l, el Maestro les asegura que recibirn entre otras cosas terrenos, aunque todo esto con persecuciones (10:30). Camino a Jerusaln Jess se les adelant. Los discpulos estaban asombrados (10:32; cf. Lc. 9:51b). No fue slo la madre de Santiago y de Juan la que hizo una peticin egosta (vase Mt. 20:20), sino que tambin estos dos disc-pulos (Mr. 10:35). El nombre del ciego que fue sanado en Jeric era Bartimeo. No slo era ciego, sino mendigo (10:46). Marcos 10:49, 50 ofrece vivos detalles en cuanto a la forma en que estimularon a Bartimeo y acerca de su respuesta.

    Los discpulos hallaron un burrito afuera en la calle, atado a un portn (11:4). Cuando Cristo hizo su entrada a Jerusaln, la multitud exclam: Bendito el reino venidero (11:10; cf. Mt. 21:9; Lc. 19:38). Tocante a la purificacin del templo, Marcos dice: Y no per-mita que nadie atravesara el templo llevando mercancas (11:16).

    Oye, Israel, el Seor nuestro Dios, el Seor es uno (12:29). El escriba respalda de todo corazn el resumen que Cristo da de la ley, lo cual motiva palabras de aprobacin de parte de Cristo (12:3234).

    Mira, Maestro! Qu piedras! Qu edificios! (13:1; cf. Mt. 24:1; Lc. 21:5). Pedro, Jacobo, Juan y Andrs le preguntaron en privado (13:3, es evidente que este detalle lo recibi de Pedro). El hermano entregar a la muerte al hermano, y el padre al hijo (13:12; ms vvi-do que Mt. 24:10; Lc. 21:16). Cuando vean la terrible abominacin donde no debe estar (13:14).

    Notemos los siguientes detalles: En conexin con el ungimiento en Betania, Marcos relata que la mujer rompi el frasco y derram el perfume (14:3). En cuanto a los testigos que declararon en contra de Cristo, cuando ste fue juzgado ante el Sanedrn, se dice que sus declaraciones no coincidan (14:56). Cuando Pedro niega a Jess, Al instante un gallo cant por segunda vez (14:72; cf. Mt. 26:74b, 75; Lc. 22:60).

    El sedicioso Barrabs tambin haba cometido homicidio (15:7). La multitud le pidi a Pi-

  • 22 lato que soltase a un prisionero (15:8). Pilato pregunt, Y qu voy a hacer con el que uste-des llaman el rey de los judos? (15:12; cf. Mt. 27:22). Simn de Cirene era padre de Alejan-dro y de Rufo (15:21; cf. Ro. 16:13). Era el da de preparacin (es decir, la vspera del sba-do), cuando Jos de Arimatea se atrevi a presentarse ante Pilato y pedirle el cuerpo de Je-ss (15:42, 43; cf. Mt. 27:57, 58; Lc. 23:5052; Jn. 19:38). Lo que Pilato hizo antes de conce-derle esta peticin, se detalla en Mr. 15:44.

    [p 24] Fue en el da sbado, despus de la puesta del sol, cuando Mara Magdalena, Mara la madre de Jacobo y Salom, compraron especias para ungir el cuerpo de Cristo (16:1; cf. Mt. 28:1). Iban dicindose unas a otras: Quin nos quitar la piedra de la entrada del se-pulcro? (16:3). El ngel le dijo a las mujeres, No se asusten. Ustedes buscan a Jess el na-zareno (16:6). Despus les dice que vayan a decirle a los discpulos y a Pedro (16:7, otro recordatorio de la ntima relacin existente entre Marcos y Pedro; cf. Mt. 28:7). Pero no dije-ron nada a nadie, porque tenan miedo (16:8).

    Por ltimo, pareciera que, adems de su brevedad y viveza, el Evangelio de Marcos es su-perior en cuanto al orden cronolgico. Desde Marcos 1:1 a 6:13, los hechos que Marcos y Lu-cas relatan se desarrollan en forma notablemente paralela. Lucas es el ms largo de los si-npticos, as que si en Lucas quisiramos localizar uno de los relatos de Marcos, slo debe-mos sumarle 3 (a veces 4) captulos al nmero del captulo donde ocurre la narracin de Marcos. Por ejemplo, el relato de la sanidad de la suegra de Pedro est en el primer captulo de Marcos (vv. 2931). Si al 1 le sumamos un 3, arribamos el captulo cuatro de Lucas, donde se registra el mismo suceso en los versculos 3839.Vase CNT sobre Mateo pp. 14, 15. No obstante, se debe tener presente que Lucas 7 no registra ningn paralelo con Marcos. Tam-poco Marcos 7 se halla duplicado en Lucas.

    En contraste con Marcos, Lucas no se interesaba en el orden cronolgico. Por ejemplo, Lu-cas sita el rechazo que Cristo sufri en Nazaret al inicio de su relato sobre el ministerio de Jess en Galilea, a pesar de que la historia misma de aquel rechazo (vase Lc. 4:23) presupo-ne que cuando ocurri, Jess ya haba realizado considerable obra en Galilea. Mateo (13:5358) y Marcos (6:16) no relatan este incidente, sino hasta haber llegado a casi la mitad de sus respectivos libros. De modo similar, al llegar a la mitad de su Evangelio, Lucas hace varias indicaciones cronolgicas tan indefinidas (vase 11:1, 14, 29; 12:1, 13; 13:10, 18; 9:51 pero vase tambin 13:22; 17:11), que nos da a entender claramente que, aunque escribe orde-nadamente (1:3), slo busca una distribucin cronolgica muy general del material que ma-neja. Finalmente, cuando Lucas coloca el momento en que se identifica al traidor (22:2123) despus de la institucin de la Cena del Seor (22:1420; lo que debe contrastarse con Mt. 26:2029; Mr. 14:1725; cf. Jn. 13:30), es obvio que no presenta su material en orden crono-lgico. Y por qu habra de hacerlo? Lucas tuvo buenas razones para relatar los hechos tal como lo hizo. Su narracin ordenada en forma temtica es tan inspirada como lo es el relato de Marcos, que ordena su material en una forma mucho ms cronolgica.

    En cuanto a Mateo, tambin es bastante claro que no procur presentar los primeros mi-lagros en el orden en que ocurrieron (cap. 8 y 9; vase CNT sobre Mateo pp. 2932). La maldi-cin de la higuera con la respectiva leccin que Jess sac del incidente, ocurri parte el lu-nes de la Semana de Pasin, y parte el martes. Marcos llama la atencin a este hecho crono-lgico (11:11, [p 25] 12, 19, 20), pero Mateo lo ignora, pues desea dar a conocer toda la histo-ria de una vez, en un relato coordinado e ininterrumpido (21:1822). Por supuesto que tena razones justificadas para hacerlo. Pero esto confirma la conclusin de que si deseamos un orden cronolgico, debemos acudir al Evangelio de Marcos, antes que a Mateo o Lucas.

    Algo muy significativo con relacin a esto es el hecho que en general, cuando Mateo se ale-ja del orden seguido por Marcos, Lucas lo conserva; y cuando es Lucas el que se aparta del orden de Marcos, Mateo lo sigue. Prueba de esto se ofrece en CNT sobre Mateo, pp. 4548.

    Uno puede ver que se da una clara relacin entre Marcos y Mateo, comenzando desde la

  • 23 historia de Juan el Bautista (Mr. 6:1429), para continuar de inmediato a la alimentacin de los cinco mil (Mr. 6:3044), y siguiendo hasta el final en ambos Evangelios (vase CNT sobre Mateo, p. 33, 34). Una relacin parecida existe entre Marcos y Lucas, comenzando desde el relato en que Jess recibe a los nios (Mr. 10:1316) hasta el final de ambos libros (vase CNT sobre Mateo, p. 16).

    Esto no quiere decir, sin embargo, que cada seccin de Marcos tiene su paralelo en Mateo o en Lucas o en ambos. Marcos 6:1416:8 se puede dividir en 62 percopas o secciones que llevan su propio ttulo cada una. De esas 62 secciones, cinco no tienen paralelo en Mateo (me refiero a las secciones de Mr. 7:3137; 8:2226; 9:3841; 12:4144; 14:51, 52). De las 42 sec-ciones en que Marcos 10:1316:8 se puede dividir, 8 no tienen paralelo claro en Lucas (las secciones son Mr. 10:3545; 11:1214; 11:2025; 11:2834; 13:3236; 14:39; 14:51, 52; 15:1620. Con respecto a Mr. 11:2834, vase CNT sobre Mateo, p. 849, nota 763). Esto sig-nifica que la mayora de las secciones de Marcos (de 10:13 en adelante), tienen paralelo tanto en Mateo como en Lucas, desarrollndose los tres relatos a la par.

    No se pretende que Marcos haya siempre arreglado las probables secciones bsicas de su Evangelio en estricto orden cronolgico. De vez en cuando las indicaciones de tiempo son un tanto indefinidas (10:13, 17; 12:1; 14:10). Por otro lado, Marcos no nos ofrece un relato sobre la Natividad. Tampoco cubre ni el primero ni el ltimo ministerio en Judea. Definidamente no fue el propsito de Marcos presentar una biografa o vida de Cristo. Tampoco trat de ofrecer un resumen de los discursos de Cristo, presentndolos en el orden en que fueron pronunciados.6 Todo lo que se quiere decir es que, a diferencia de Mateo y Lucas, el nfasis cronolgico de Marcos nos proporciona una gua. Obsrvese las muchas indicaciones defini-das tocante a tiempo y lugar (10:32, 46; 11:1, 11, 12, 15, 19, 20, 27; 13:1, 3; 14:1, 3, 12, 17, 22, 26, 32, 43; 15:1, 22, 33, 42; 16:1, 2; estas, adems de las que se hallan en los primeros nueve captulos).

    [p 26] En conclusin, si buscamos un evangelio que se caracterice por ser breve, vvido y con orden cronolgico, lo encontraremos especialmente en el Evangelio segn Marcos!7

    V. En qu forma est organizado? El Evangelio segn Marcos omite el nacimiento de Jess. Sin embargo, el primer captulo

    expresa la verdad de aquel que afirma para esto he venido del cielo (vase 38b). Jess no slo naci, vino del cielo. No existe una buena razn para creer que Mr. 1:38 tenga otro signi-ficado bsico que el de Juan. 6:38. Jess vino del cielo con un propsito, y Marcos nos dice con toda claridad que su objetivo era predicar (1:38), llamar a pecadores al arrepenti-miento (2:17), dar su vida en rescate por muchos (10:45). Esto es semejante a salvar lo que se haba perdido (Lc. 19:10); salvar a los pecadores (1 Ti. 1:15). Pablo dice, Jesucristo se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos (2 Co. 8:9).

    El Padre envi a su Hijo para ser el Salvador del mundo (1 Jn. 4:14). Por eso, un buen t-tulo (vase Jn. 17:4b) para la historia que es narrada en cualquiera de los Evangelios sera:

    La obra que le diste que hiciera

    Las divisiones generales para los tres Sinpticos podran ser las mismas, vale decir, la obra (o la labor):

    I. Comenzada

    6 Por tanto, aun cuando la cita de Papias (va Eusebio; vase ms arriba, en la p. 20) no es enteramente clara, se le puede dar una interpretacin que est en armona con los hechos. 7 La prioridad relativa del Evangelio de Marcos con respecto a Mateo y a Lucas ya ha sido analizada en CNT sobre Mateo, pp. 4450. En la misma obra, vase tambin la seccin de los tres Evangelios Sinpticos bajo el simbolismo de tres ros, pp. 3339.

  • 24 II. Continuada

    III. Consumada

    Usando una fraseologa levemente diferente:

    I. Su principio o inauguracin

    II. Su progreso o continuacin

    III. Su clmax o consumacin

    En cuanto a las subdivisiones de Marcos, bajo cada uno de estos ttulos generales, vase la tabla de Contenido y los bosquejos que se dan al comienzo de cada captulo.

  • 25

    [p 27]

    COMENTARIO [p 29]

    La obra que le diste que hiciera Su comienzo o inauguracin

    Captulo 1:113 [p 30]

    Bosquejo del Captulo 1:113 Tema: La obra que le diste que hiciera

    1:18 El ministerio de Juan el Bautista

    1:911 El bautismo de Jess

    1:1213 La tentacin de Jess en el desierto

    [p 31]

    Captulo 1:113

    1 Principio del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios. 2 Como est escrito en Isaas el profeta: He aqu, yo envo mi mensajero delante de tu faz, el cual preparar tu camino. 3 Voz de uno que clama en el desierto: Preparad el camino del Seor, enderezad sus sendas .

    4 As que, Juan el Bautista vino bautizando en el desierto y proclamando un bautismo de conver-sin para perdn de pecados. 5 Y salan a l toda la regin de Judea y toda la gente de Jerusaln. Con-fesando sus pecados eran bautizados por l en el ro Jordn. 6 Ahora bien, Juan se vesta con ropa hecha de pelo de camello, usaba un cinturn de cuero alrededor de la cintura y acostumbraba comer langostas y miel silvestre. 7 Predicaba diciendo, Despus de m viene Uno que es ms poderoso que yo. Ni siquiera soy digno de inclinarme para desatar las correas de sus sandalias. 8 Yo os he bautizado con agua, pero l os bautizar con el Espritu Santo

    1:18 El ministerio de Juan el Bautista Cf. Mt. 3:112; Lc. 3:418; Jn. 1:68, 1528

    Aunque en muchos aspectos los Evangelios se asemejan entre s, cada uno de ellos tiene un punto de partida diferente. Mateo comienza su historia con el relato de la ascendencia, concepcin y nacimiento de Jess, aadiendo cmo fue que le pusieron el nombre Jess. En cambio, Lucas empieza con una dedicatoria y con el relato del nacimiento de Juan el Bautis-ta. Por su parte, Juan empieza recordndonos que el Verbo (=Cristo) ya exista en el prin-cipio, esto es, exista desde la eternidad. Ese Verbo se hizo carne. Cul es el punto de parti-da de Marcos y por qu? Ya se ha indicado que Marcos presenta a Cristo como Rey activo, enrgico, rpido en [p 32] sus acciones, guerrero y conquistador. Ahora bien, la llegada de un O: giro de 180 en cuanto a mente y corazn. Vase la explicacin. Las referencias que damos de los otros Evangelios son slo a modo de comparacin, y no se indica el grado o cantidad de semejanza. Por tanto, las referencias dadas no quieren decir que en su totalidad Mr. 1:18 es paralelo o similar a lo que se dice en los otros evangelios.

  • 26 rey por lo general es precedida por un heraldo, cuya funcin es prepararle el camino y pro-clamar su venida. No sorprende, pues, que el Evangelio de Marcos comience con una descrip-cin del heraldo, para que el que estudia este Evangelio quede impresionado desde el mismo principio con el carcter de aquel a quien se anuncia o proclama.

    1. Principio del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios. Aunque en el original la palabra principio no va precedida de artculo, tambin podra

    traducirse el principio. Con todo, ms importante es el asunto de si las palabras principio (o: el principio) del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios deben a. construirse en forma in-dependiente, como el ttulo de todo el Evangelio, o si deben b. considerarse en estrecha rela-cin con lo que viene inmediatamente despus, es decir, con Como est escrito He aqu, yo envo mi mensajero delante de tu faz, el cual preparar tu camino . As que, Juan el Bautista vino .10 En defensa de la teora que toma las palabras como ttulo de todo el libro, se argumenta que de acuerdo a Hechos 1:1, Lucas tambin considera su primer tratado como el principio del evangelio. Pero dado que Marcos tal vez no pensaba escribir dos libros, es dudoso que esta analoga sea vlida. En desmedro de la teora del ttulo, los argumentos que presentamos a continuacin favorecen el conectar estrechamente Marcos 1:1 con 1:24.

    Primero, si 1:1 hubiese tenido el propsito de ser una inscripcin o ttulo de todo el libro no habra sido ms natural escribir El evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios, en lugar de Principio del evangelio ?

    Segundo, no es verdad que la palabra como (en como est escrito ) indica que el versculo 1 se halla estrechamente relacionado con lo que sigue de inmediato (en los vv. 24) con referencia a las profecas que se cumplieron en Juan el Bautista?

    [p 33] Tercero, se debe tener presente que con toda probabilidad Marcos fue el intrprete de Pedro. Y cuando Pedro proclam las buenas nuevas en casa de Cornelio, tambin conect su principio con Juan el Bautista (Hch. 10:37).11

    Por ltimo, Acaso no es verdad que tambin Jess declar que fue Juan el Bautista quien comenz a proclamar que el gobierno real de Dios haba llegado en su Hijo? (vase Lc. 16:16).

    En base a todas estas consideraciones, parece que el significado ms lgico del versculo 1 es: Las buenas nuevas acerca de Jesucristo, el Hijo de Dios, se iniciaron con Juan el Bautis-ta. Fue Juan quien, segn fue predicho, prepar el camino para el advenimiento de Cristo.

    10 En favor de la primera posicin est Vincent Taylor, The Gospel According to St. Mark (Londres, 1953), p. 152. Tambin J. A. C. Van Leeuwen, Het Evangelie naar Markus (Korte Verklaring, Kampen, 1935), p. 20. En favor de la primera posicin estn tambin G.C. Morgan, The Gospel According to Mark (Nueva York, etc., 1927), p. 12; y R.C.H. Lenski, The Interpretation of St. Marks and St. Lukes Gospels (Columbus, 1934), p. 15 de la primera parte de este volumen. Aunque A. B. Bruce, The Synoptic Gospels (The Exposi-tors Greek Testament, vol. 1, Grand Rapids, sin fecha), p. 341, defiende la idea de que las palabras en cuestin deben tomarse como una inscripcin para todo el Evangelio, tambin considera que se obtiene buen sentido, si se las conecta con los vv. 2, 3, o con el v. 4. E. P. Groenewald, Die Evangelie volgens Markus (Kommentaar op Die Bybel, Nuwe Testament, Vol. 11, Pretoria, 1948), p. 21, tambin favorece la idea de la inscripcin (opskrif); y as lo hacen muchos otros.

    Es muy interesante el punto de vista de C. R. Erdman, El evangelio de Marcos (Grand Rapids: TELL, 1974), quien concede la posibilidad de que la teora del ttulo sea correcta (p. 22), pero despus liga la frase con lo que se dice de Juan el Bautista, (p. 23).

    De aqu en adelante, las citas de estos autores se indicarn usando la abreviacin conocida Op. cit. (opera citato), que quiere decir en la obra citada. 11 Se ha sealado que la predicacin de Pedro, segn se muestra en Hch. 10:3443, era casi idntica a la que encontramos en el Evangelio de Marcos. Vase F. F. Bruce, Commentary on the book of Acts (The New International Commentary on the New Testament, Grand Rapids, 1964), p. 226.

  • 27 Hubo un tiempo en que la palabra euangelion (= evangelio) serva para indicar la recom-

    pensa que se le otorgaba a quien traa buenas nuevas. Pero gradualmente comenz a usarse para apuntar a las buenas nuevas mismas. Este es obviamente su significado aqu en Marcos 1:1. El evangelio es el mensaje de salvacin que se dirige a un mundo perdido en el pecado. La parte ms importante de estas buenas nuevas no es lo que nosotros hemos de hacer, sino lo que Dios ya ha hecho en Cristo. Una explicacin ms amplia se encontrar en CNT sobre Filipenses, pp. 9499.

    Ahora bien, este evangelio tiene que ver con Jesucristo, el Hijo de Dios. Tanto Marcos como Juan el Bautista (anunciado en los vv. 2 y 3) tienen en comn que siempre dirigen la atencin del pueblo no a ellos mismos, sino hacia su Seor. Es as que Marcos nunca se menciona a s mismo por nombre, ni al principio de su escrito ni en ningn otro lugar, ni si-quiera en 14:51, 52. Cun parecida es su humildad a la de Juan el Bautista (Jn. 3:30)!

    Marcos 1:1 le da al Salvador un ttulo eminente. Su nombre es Jess, porque efectivamen-te l salvar (vase Mt. 1:21; 11:2730; Jn. 14:6; Hch. 4:12). Al nombre personal Jess, se le aade el nombre oficial de Cristo, que es el equivalente griego de la palabra hebrea Mesas, que significa Ungido (vase Is. 61:1; cf. Lc. 4:1621). Indica que el portador de dicho ttulo fue ungido por el Espritu Santo. Es la uncin del Espritu la que separa, comisiona, habilita y ordena a Cristo a los oficios de Profeta, Sacerdote y Rey, a fin de llevar a cabo la labor de sal-var a su pueblo para la gloria del Dios Trino.

    Despus de Jesucristo, se aade el ttulo el Hijo de Dios.12 En su Evangelio, Marcos no slo aplica una y otra vez este ttulo a Jess (adems de 1:1, vase tambin 3:11; 5:7; 9:7; 14:61, 62; 15:39), sino que el ttulo [p 34] armoniza con el hecho de que a travs de todo su libro, Marcos constantemente le atribuye a Jess cualidades y actividades divinas, mostran-do as que el escritor considera que el Salvador es efectivamente el Hijo de Dios en el pleno sentido trinitario (y el resto de las Escrituras confirma este hecho. Cf. Is. 9:6; Mt. 28:18; Jn. 1:14; 8:58; 10:30, 33; 20:28; Ro. 9:5; Fil. 2:6; Col. 1:16; 2:9; Heb. 1:8; Ap. 1:8). Sera muy inconsistente que alguien dijese que Jess era sabio y bueno, para luego afirmar que no era Hijo de Dios en un sentido nico, porque si Jess no era efectivamente Dios, entonces sus pretensiones eran falsas, y si eran falsas, de ningn modo habra sido sabio y bueno. La ne-gacin de la deidad de Jess destruye los cimientos mismos sobre los cuales se edifica la es-peranza del cristiano.13

    De manera que, el principio del evangeliono el Evangelio de Marcos, sino las buenas nuevasque habla de Jesucristo, el Hijo de Dios, ocurrieron tal y 2. Como est escrito en Isaas el profeta:

    He aqu, yo envo mi mensajero delante de tu faz, el cual preparar tu camino.

    Marcos nos dice que va a citar a Isaas, y esto es lo que hace precisamente, pero no de in-mediato. Primero, en el versculo 2 Marcos cita Malaquas 3:1; y luego, en el versculo 3 cita Isaas 40:3. La primera cita clarifica la segunda. El lector u oyente primero medita en lo dicho por Malaquas y despus fija su atencin en las palabras de Isaas. Esto le permite entender que la voz de la que habla la segunda cita no es una abstraccin, sino que apunta al men-sajero del Seor.

    12 Aunque las palabras Hijo de Dios estn omitidas en el importantsimo manuscrito Sinatico (o Alef) y en otros manuscritos de menor importancia, las palabras se encuentran en el no menos valioso uncial Vati-cano (o B) y tambin en el cdice Beza (D), y en realidad en la gran masa de los manuscritos (A. T. Ro-bertson). Parece no existir ninguna razn slida para omitirlas en la traduccin. 13 Acerca del tema de la negacin de la deidad de Cristo, vase tambin CNT sobre Mateo, p. 6669. En cuanto al debate entre J. R. Straton y C. F. Potter, Was Christ Both God and Man? (libro sobre los debates entre Straton y Potter, Nueva York, 1924).

  • 28 No es slo Marcos el que usa este mtodo de mencionar por nombre una sola de sus fuen-

    tes, cuando en realidad est usando ms de una. Mateo hace lo mismo, y con buenas razones (vese CNT sobre Mt. 27:9, 10). Otro ejemplo, 2 Crnicas 36:21 atribuye a Jeremas pala-bras tomadas de Levtico 26:34, 35 y de Jeremas 25:12 (cf. 29:10). A los que encuentran un problema en este proceder, les hacemos dos preguntas: Primera, qu derecho tenemos para imponer nuestro propio mtodo de citacin a los escritores de las Biblia? Segunda, si por im-plicacin Marcos promete darnos una cosa (Mr. 1:2a), y luego nos da dosuna cita de Mala-quas 3:1 ms una de Isaas 40:3por qu nos quejamos?

    En cuanto a las palabras citadas, He aqu, yo envo mi mensajero el cual preparar (cf. Mt. 11:10; Lc. 7:27), vase la traduccin que la LXX hace de xodo 23:10.14 Esto es substancialmente lo que se halla en el original hebreo de Malaquas 3:1. El significado de Ma-laquas 3:1 es, con toda probabilidad, Pon atencin, yo Jehov envo a mi mensajero, para que [p 35] sea tu precursor, pues t eres el Mesas. Adems, en el anlisis final el precursor a quien se hace referencia opera en un sentido espiritual. Su tarea es preparar los corazones de los hombres para q