Catedrático:Alejandra Calva Ramírez

Alumnos:Katia Bustos López

Yadira Azael Contreras VivarEdith Domínguez Pedraza

Jonatán David Flores SerranoDorisela Leyva González

EquipoKenzo Tange

Viaje a Teotihuacán

Katia Bustos López

El viaje lo realizamos en el mes de febrero de este año, donde fuimos la mayoría de los compañeros del salón, lo cual fue muy divertido, pues al verlos en la escuela para irnos note que no era la única que sentía emoción por ir, la mayoría estaba igual que yo. Al llegar a la zona arqueológica, comenzamos a sacar fotografías sin parar, pues queríamos tener una imagen de todo; para mí todo era diferente a como lo vi hace años cuando era pequeña, y comencé a recordar y sentí mucha emoción pues me acordaba de ciertas cosas, las cuales quería volver a revivir, como subir a las pirámides, en donde sentí mucha alegría porque para mí significaba mucho el llegar hasta arriba y ver lo que un día vieron nuestros antepasados, al estar en lo más alto de las pirámides, ya que para mi mis raíces son lo más importante, al estar hay sentí una paz, una tranquilidad que me permitía imaginarme como era antes ese lugar; el recorrer la calzada de los muertos y saber el por qué tiene ese nombre fui significativo para mi pues no tenía idea del por qué se llamaba así y que hay una relación entre ella y la vía láctea también el por qué nunca la había podido recorrerla completa y ver cada altar que había en ella, en donde me sentí con mucha curiosidad por saber a quien estaba dedicado cada templo. El guía que nos dirigió nos conto varias cosas de la zona y al mismo tiempo al llegar al altar que está en frente de la pirámide de la luna nos hiso una actividad la cual consistía en aplaudir una vez, y al hacerlo pudimos escuchar el eco que se producía, después aplaudimos tres veces y volvió a suceder lo mismo, próximo le pregunto el nombre a una compañera y él guía lo grito varias veces y se pudo escuchar perfectamente el nombre de la compañera, lo cual me hizo sentirme orgullosa de mis antepasados, pues ellos lograron crear ese lugar perfectamente para poder tener una buena acústica en esa zona sin alguna herramienta sofisticada.

El haber estado hay y volver a vivir esa experiencia de recorrer y estar en el lugar me hizo sentir orgullo de mis antepasados, pues ellos realizaron esto también que nos vieron la oportunidad de ver un poquito el cómo vivieron ellos en sus tiempos, emoción por haber podido recorrer ese lugar y pensar que cada construcción tiene historia en cada muro y alegría porque mexicana y poder decir que mis antepasados hicieron construcciones perfectas basados por cosas simple y no con herramienta moderna.

TEOTIHUACAN

Yadira Azael Contreras Vivar

Bueno desde la carretera comencé a sentir una gran emoción por ver las pirámides pero entre más nos acercábamos crecía más la emoción, cuando llegamos a Teotihuacán lo primero que vimos fue la pirámide del Sol pues es la que primero se ve por ser la más grande, cuando comenzamos a recorrer el lugar mi emoción se transforma en curiosidad pues el guía turístico nos comenzó a mostrar lo que se ha hallado en esa ciudad, como vivían, que utensilios se ocupaban en aquella época, también nos dijo el porque se llamaba la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna, a que se debía tantos escalones, comenzamos hacer pruebas de sonido. Fue un viaje grandioso pues se siente una gran emoción de saber que esa gran ciudad es de nosotros que pertenece a nosotros.

Visita a Teotihuacán

Edith Domínguez Pedraza

El viaje desde la ciudad de Ixmiquilpan hasta Teotihuacán no es muy lejos, aproximadamente unas 3 horas. Nosotros salimos a eso de las nueve de la mañana y estábamos en la cima de la Pirámide del Sol al medio día, en donde la sensación de estar hasta arriba es la más impresionante experiencia de aquellas inolvidables se podía ver grandes kilómetros de tierras algunas casas que se observaban a lo lejos y también personas que se encontraban hasta abajo en donde se podían observan muy pequeñas. Eso fue después de visitar una tienda de artesanías donde tomamos una bebida de cierta planta, si mal no recordamos era llamada planta del maguey, y nos dieron una roca de obsidiana para la buena suerte. Estuvimos recorriendo ese lugar durante un pequeño rato,Le llaman la Pirámide de la Luna. (Más pequeña que la pirámide del sol)En Teotihuacán se encuentran las ruinas de una civilización agrícola que allí se estableció unos 600 años antes de Cristo, (según nos dijeron los dos guías que nos acompañaban). Quinientos años más tarde ya se había consolidado aquella cultura y comenzaron a edificar las impresionantes pirámides y templos que aun podemos ver y admirar estas grandes maravillas.

Esa cultura floreció y mantuvo comercio con muchas regiones, remotas en aquellos tiempos, de Mesoamérica; al menos sus objetos de alfarería llegaron hasta la Guatemala de hoy. Más 750 años después desapareció, sólo dejándonos sus maravillosas edificaciones.

Nuestro guía nos dijo que realmente se sabe muy poco de la cultura teotihuacana. Para complicar las cosas aun más, los nombres que se le han dado a los monumentos, lugares y hasta creencias fueron aquellos de los aztecas, que era otra cultura muy diferente.

Quetzalcóatl

Es cierto que para los aztecas Teotihuacán era un lugar sagrado. Es más, le llamaron así porque esta palabra para ellos quería decir algo así como “donde los hombres se convierten en dioses”. Le llamaron “Calle de los Muertos” a la inmensa avenida central que corre de norte a sur y creían que eran gigantes los habitantes de esta ciudad la cual es muy cansada al caminar de un lado a otro. Aunque esta teoría de “gigantes” no es del todo descartada por algunos arqueólogos. Algunos conocedores estiman que Teotihuacán significa “Lugar donde nacen los dioses” ya que la leyenda dice que fue en esta ciudad donde nació el quinto sol. También se le interpreta como “Lugar de los dioses”.

El Miccoatli, o La Calle de los Muertos, con la Pirámide de la Luna al fondo, la experiencia es única maravillando mis ojos grandes maravillas que se podrían admirara la estupenda pirámide de la luna más pequeña que la del sol, y menos cansada.

En resumenComenzamos nuestra visita por la Ciudadela, donde encontramos el templo a Quetzalcóatl y Tláloc. Después caminamos el Miccoatli, o la Calle de los Muertos, hasta llegar a la Pirámide del Sol, la cual subimos. Continuamos por la misma calzada hasta la Pirámide de la Luna, y ya las piernas no nos permitieron subirla. Terminando en el Palacio de Quetzalpapálotl.Se puede caminar por la mayor parte de todo Teotihuacán. Es permitido subir a las dos pirámides mayores, la del Sol y la de la Luna. Realmente toda la zona está preparada para la comodidad del visitante. También hay cafeterías y muchas tiendas de artesanías en las cuales pudimos llevar recuerdos de nuestra visita.

Viaje a Teotihuacán

Jonatán David Flores Serrano

Al llegar a esta zona arqueológica se siente una sensación de grandeza, que me hizo pensar un poco en historia en tener curiosidad por saber como es que en esos años se pudieran construir esas obras tan majestuosas.

Me hizo pensar también en como es que nuestros antepasados pudieron tener avances sin necesidad de tanta tecnología como con la que contamos hoy.

Al subir a la pirámide del sol se siente cierto sentimiento de triunfo por que para mi representa algo imponente como un reto.

Al imaginar un poco como es la historia de este lugar automáticamente mi mente intente comparar con lo que vivo hoy y se me hace muy interesante descubrir como es que era su sistema de organización, como es que vivía, como lograban tener estos avances y como es su método de construcción principalmente.

Cuando llegue a lo más alto de la pirámide del sol se tiene una gran vista de todo el lugar y se siente algo como tranquilidad que a la vez se mezcla con la imaginación de cómo seria la vida de aquellas personas que la habitaron.

Yo!!!!!

EL VIAJE A TEOTIHUACAN

La visita a Teotihuacán, un hermoso lugar, en donde me quede impactada con las enormes pirámides y lo grande que era esa ciudad.

El recorrido me pareció muy interesante y al mismo tiempo muy importante, ya que el guía nos iba contando un poco de cómo se fue fundando poco a poco nuestra ciudad; pasamos por varias tumbas, de igual forma por la calzada de los muertos entre otros lugares importantes, pero la verdad no recuerdo como se llaman.

Cuando me iba subiendo a cada una de las pirámides, al observar un momento todo lo maravilloso que en ese entonces construyeron y que hoy en día sigue siendo una maravilla que nos identifica como los mexicanos que somos se siente un gran orgullo.

Antes de la visitar ese lugar, yo tenia otra imagen y otro concepto de ese lugar, porque solamente tenia información de libros, revistas, etc. pero todo cambio radicalmente al ir a ese lugar, donde se respira y se siente esa tranquilidad y paz.

DORISELA LEYVA GONZALEZ