villena, luis antonio de heroes atletas amantes historia esencial del desnudo masculino

5/20/2018 Villena, Luis Antonio de Heroes Atletas Amantes Historia Esencial Del Desnud...

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Annotation

La historia de la pintura occidental clsica est anclada sobre grandes bloques temticos, sobre la represeniconos. Representaciones divinas, historias sagradas, grandes gestas o batallas y desnudos. A este ltimo aspecto este culto y entretenido libro de Luis Antonio de Villena, un texto rico en matices, intensidades interpretativas y acrepasa las diferentes representaciones del desnudo masculino a lo largo de la historia hasta ofrecer un retrato de cocmo la imagen del hombre ha ido evolucionando al comps de las nuevas mentalidades; y cmo la pintura,hipertrofia de la realidad, ha sabido componer esta imagen del desnudo masculino.



LUIS ANTONIO DE VILLENA

Hroes, atletas, amantes

Pennsula



Sinopsis

La historia de la pintura occidental clsica est anclada sobre grandes bloques temticos, representacin de iconos. Representaciones divinas, historias sagradas, grandes gestas o batallas y desnudoltimo aspecto se dedica este culto y entretenido libro de Luis Antonio de Villena, un texto rico en intensidades interpretativas y aciertos que repasa las diferentes representaciones del desnudo masculino ade la historia hasta ofrecer un retrato de conjunto de cmo la imagen del hombre ha ido evolucionando al clas nuevas mentalidades; y cmo la pintura, reflejo o hipertrofia de la realidad, ha sabido componer esta im

desnudo masculino.

2008, Villena, Luis Antonio de2008, PennsulaColeccin: Atalaya, 307ISBN: 9788483078228Generado con: QualityEbook v0.61



EL AUTOR

LUIS Antonio DE VILLENA es escritor, traductor, crtico literario y periodista. Autor de numerosos libros y artcolaborado en los ms prestigiosos diarios espaoles. Entre sus libros, poesa, ensayo, novela y crtica muchopremiados destacanMadrid ha muerto, Mi colegio, yEl dandismo, entre otros. Su ltima novela,El sol de la de(2007), ha sido publicada por El Aleph.



NOTA INICIAL

ESTE libro no es esencialmente otra cosa que lo que su subttulo declara. El repaso por un gnero o al menos subde la pintura, mucho tiempo utilizado ms que expresado o declarado, y que extendemos, en buena medida, a la esculfotografa, en su momento. Si el desnudo es ciertamente un gnero pictrico, el desnudo masculino, que ocucosas, ser consiguientemente un subgnero, al menos, cada vez ms ilustre.

No pretende, por tanto, este trabajo inscribirse dentro de los hoy llamados estudios de gnero (aunque ser inevlos toque), ni es un tratado sobre la construccin o el significado de lo que entendemos por masculinidad o masculina aunque tampoco pueda ni quiera evitar algunas referencias, sino un recorrido, generalmente a trav

artes nombradas, por un modo o gnero artstico, el desnudo, que la imaginacin general, acaso por efectos machextensos, propende an a considerar, pese a su larga aunque a veces semioculta historia, como predio bsicamente fPero tampoco es mi propsito hacer historia del arte aunque asimismo est presente sino ofrecer una visin glme es dado decirlo, sobre todo semntica y tica, de lo que, en sus etapas fundamentales, ha representado elmasculino en nuestra civilizacin como todas, muchos siglos rica en tabes. No se considerarn, pues, ms desnudos, ya que al no hablar ms extensamente de masculinidad han de quedar fuera, por ejemplo, rautorretratos que no conlleven desnudez o al menos intencin de desnudo, y me refiero a los paos de pudor santos, esencialmente. Hay historia tambin, porque sigo creyendo que nada sucede fuera de las condiciones de unrealidad objetiva, a menudo dramtica, que condiciona lo que somos, sentimos y hacemos, no pocas veces a nuestrsintiendo ntimamente otras posibilidades que tiempo y circunstancias no consienten en aquel momento.

Naturalmente se alude con frecuencia a historia y circunstancias de la homosexualidad masculina (aunque tamp

tema axial del trabajo) porque no pocos artistas llegaron de modos distintos al desnudo masculino permitido conico de expresar evidentes o ms secretas pulsiones homoerticas. Libro, entonces, de tcnica mixta y voluntad licrtico francs Thibaudet dijo que la crtica es literatura sobre literatura, lo que entiendo como una invitacin tamensayo alplacer del texto). El autor inicia estas reflexiones y exposiciones plurales pidiendo tan slo al benvolo luzgue lo que lee y sepa y piense dentro y no fuera de los parmetros ofrecidos. Las sorpresas no sern pocas.

Al no ser ste un trabajo explcitamente acadmico, el nmero de notas se reduce a lo esencial, lo mismbibliografa final, orientativa meramente.

L. A. de V.Madrid, marzo-noviembre de 2007



INVENTO Y CENSURA DEL HOMBRE DESNUDO



I

EN un hermoso y atinado librito ceido al mundo clsico, la profesora Carmen Snchez sostiene:La asombrosofrecer a la vista pblica un cuerpo desnudo fue griega. 1Y es as de cierto y claro. Por supuesto que existen prehistricos (pienso en la quiz mal llamada Venus de Willendorf o en otras semejantes como la deLaussclaramente vemos mujeres desnudas y rollizas con anchas caderas y ubrrimos pechos, signos evidentes de fertilidada la tierra gensica y a la hembra generatriz que la representa. Pero esas fueron imgenes o fetiches religiosos o privraramente estaran a la vista pblica, y cuyo significado nunca es civil ni esttico, sino mgico, al igual que las

flicas de hombres-brujo pintadas en las paredes de cavernas primitivas, como la deEl brujo bailarnen Afvalingel estado de Orange, que representa al brujo encarnado en un animal para un ritual mgico, entre la caza y la fernuevo. (El mundo primitivo y antiguo necesitaba la fertilidad ms que el nuestro, evidentemente. Hoy pensamos acfertilidad de otro modo, ecolgico quiz: la perdurabilidad productora de una tierra demasiado o mal utilizada.)

Naturalmente que el arte grecorromano tiene a menudo significados religiosos, pero el contexto ha mudado egrados. El hombre habla y escribe, y su entorno es lapoliso el templo ms visible, adems muy poco despus, sin del gora, las palestras, los estadios y las casas particulares o pblicas (como el lupanar) con sus mltiples objecotidiano, ms o menos suntuario. Por obvia y clsica que sea la distincin vlida an, hemos pasado de la prela historia, que es nuestro terreno. Ah es entonces posible la afirmacin de la profesora Snchez, que acaso nos ms al recordarnos algo adelante que los primeros desnudos visibles no fueron de mujeres sino de hombres, esenvenes:Desde finales del siglo VIII a. C. el desnudo es exclusivo del varn (el desnudo femenino no aparece ha

despus); slo los griegos se desnudan y slo se presenta as el hombre que es bello, aquel que tiene un cuearticulado. No es momento ahora para entrar pero llegaremos a este concepto que evidentemente hoy (aunquemedida se siga practicando) suena a tan altamente elitista. Creo que no pretendi otra cosa. Afrodita o Venus aunqu seguirn siendo diosas de la fertilidad y del sexo reproductivo (tampoco nicamente), pero el sexo social ogozoso meramente placentero quedar a la sombra del jovencito Eros (un hermoso muchacho a menudacompaado de otros dos adolescentes que se le asemejan,Hmeros(el Deseo) yPthos(la Pasin). Aunque tatotal exclusiva no har falta insistir en ello entramos en un mundo masculino, donde la donosura, el atractivo y tienen casi todo que ver con la juventud. El mundo occidental de ahora mismo que se trata de rebelar contra herencia, hoy en su fondo polticamente incorrecta guarda y guard miles de elementos de prestigio unidos a uvenil masculina. Es obvio, si vamos a hablar de desnudos masculinos, dirigidos a menudo ms a los hombres

mujeres, que algn concepto de homosexualidad no puede estar lejos, aunque entendido de modo bastante diverso al

La homosexualidad griega y aun helenstica, en sus distintas etnias, no era una opcin nica y excluyente en la complementaria con el posterior orbe marital, pero una dos bellos extremos: la juventud y la madurez incluspodra decir vejez para la poca en el punto en que se complementan y ayudan con destino a metas mayores de intede virtud. Nunca fue menos griego nuestro muy filoheleno Luis Cernuda, como cuando escribi en su ltimo libroDde la Quimera, 1962:Mano de viejo mancha el cuerpo juvenil / si intenta acariciarlo...Mancha? En modo algupara espartanos, dorios o atenienses. La Belleza era juventud, y la madurez inteligencia, experiencia de la vidcomplementa quien trueca hermosura y buenas artes por saber, conocer, ser enseado y guiado al principio? alto intercambio de inteligencia, belleza interior y sensatez por entusiasmo, belleza fsica y alegra?

El desnudo masculino (preferentemente juvenil) estuvo presente con no excesivas variantes estilsticas a lotodo el mundo antiguo de tradicin grecorromana. Estatuas y pinturas aunque de stas nos hayan llegado menos ecasas, palestras, gimnasios, baos, edificios pblicos, templos y, como record ya, mltiples objetos domsticos, m

lujosos. Recordemos, a mero ttulo de aviso, quegymns, en griego, significa desnudo. Por tanto, en el gimnasidestinado a los ejercicios que entrenan el cuerpo y en la Grecia clsica tambin lugar de enseanza pblicainicialmente desnudo. Y miremos las nforas ticas de figuras rojas o negras, con escenas de simposio o actos ertihombres y efebos (la barba suele distinguir al mayor) con coitos interfemorales o la delicadeza de un copero en el coronado y enteramente desnudo. (Por ejemplo en elstamnostico de figuras rojas del Simposio del Louvre, de haC.) Claro que, mucho despus, ya en los inicios de la poca imperial romana, podemos contemplar la llamada cop(que elBritish Museum disimul algn tiempo) con explcitos y muy elaborados coitos sodomticos, entre un adoven. Lo que me interesa destacar ah tan de pasada es que estamos ante objetos de uso particular y habitual,

copa romana (en plata muy bien trabajada) parezca aludir a un entorno de alto poder adquisitivo. Desde luegorelativamente fuera del enfoque aunque no creo que pudiese desvanecerse por entero un cierto significado ertico las imgenes itiflicas del dios Fascinus (tan habituales en Pompeya), smbolos de potencia y tambin de buena s

evita el mal de ojo. El bajorrelieve de un rgano masculino erecto, con la inscripcinHic habitat felicitas(Aqufelicidad) no estaba en la entrada de un burdel, como algunos supusieron aunque hubo muchos burdeles en Po



Herculano sino en el obrador de una panadera. De igual modo la muy bien conservada pintura mural, en la caVettii, donde Prapo muestra los muslos y se dispone a pesar l mismo su gigantesco pene, ms que visible, obviamen(no poda ser) un mero reclamo de sexo o lascivia viriles, sino una imagen de la suerte y la abundancia que deban aa moradores y visitantes de la rica casa.


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S, en la Antigedad sexo y cultos religiosos se entreveraban, y es muy importante recordarlo, aunque quede yu

sin ms a nuestro tema. Como parece obvio, estaban acostumbrados a la desnudez masculina en este caso, tambfemenina quienes podan y queran mostrarla en pblico, y aun como una fuerza positiva, en razn de su suertbelleza. Los prapos y amuletos flicos (o poliflicos) con campanitas colgando, que tanto llamaron la atenciprimeros excavadores de las clebres ruinas romanas, poco tienen que ver con la ideal belleza delHermesde Praxejemplo. Son dos complementarios mundos viriles, aunque la buena suerte, por cierto, alcanzara tambin a las hembr

La Belleza era representada (y simbolizada) esencialmente por lo masculino joven y eurtmico, es decir, e

proporcin a un canon. Pero, sobre todo desde el triunfo del Helenismo, empezarn a exhibirse otros modelos acaprestigiosos de belleza herclea. El desnudo est ligado a la belleza, a la perfeccin, a la salud, al equilibrdelicadeza y la fuerza, finalmente. Por ello dijimos que es indescartable un concepto elitista de excelencia. Un fefuera del canon) slo ser retratado como en la comedia, y de modo excepcional para hacer rer. La fealdad puede ser sagrada, pero no representa belleza en s.



Poseidn

Elijamos, casi a bote pronto, varias imgenes posibles, que no nicas: El Apolo citareda, de estilo fidaco, en bun original de hacia 450 a. C.) o el mucho ms conocido Dorfora de Policleto de Argos, copia romana de un broncehoy en el Museo de Npoles, y que habra que ubicar hacia mediados del siglo V a. C. Al lado podemos imagina

contemplar al Poseidn (o Zeus) en bronce del cabo Artemision los originales griegos conservados casi siempre del mar con su pujante barba y el brazo extendido, para arrojar el rayo o calibrar con el tridente (hacia 480 a. Clado considerar el posterior Hrcules Farnesio el vigoroso, ancho varn con la clava o algunas imgenes s(ms Hrcules romanos, con la piel del len y la estaca), vigorosos y barbudos pasaron a la iconografa divina demperadores o incluso mosaicos con imgenes de luchadores potentes y con los brazos cinchados, como aparecTermas de Caracalla, por ejemplo. Siempre desnudos. No vamos a entrar en una extremada erudicin ni a buscar la evolucin del estilo clsico desde los kuroiarcaicos al mosaico que llega hasta la baja Antigedad, no. Veamos simqu significan esos desnudos no es casualidad de dioses, semidioses o atletas. Poseidn como Apolo es unimgenes hablan distinto. Poseidn es un hombre en la plenitud de su virilidad (de ah la barba) cuyo fibroso, gil ycuerpo tenso parece preciso que no est en reposo marca la olmpica encumbracin de la energa. El movimbello. La fuerza, la accin, lo dinmico son ejes de belleza. Por el contrario el Dorforo (el que lleva la lanza) o el D

el atleta con la cinta sujetando el pelo, de ms ubrrimos genitales son atletas que expresan la serenidad de la(no tienen barba, son claramente ms jvenes y glabros) antes o despus de una competicin en el estadio. Encarnan



de la belleza serena, donde la energa slo se vuelve hlito, aura. Antes el otro mencionado Apolo, con bucles hombros, representa una masculinidad an ms joven (efbica, prcticamente) donde la belleza se liga a la delicagracia, incluso no exentas de un amaneramiento muy suave, que dar pie a la curva praxiteliana y a las delicuescencias helensticas, como el Hermafrodita, donde lo femenino aparece como parte de lo masculinodeclaracin demasiado explcita. Lasuavitas viril. Pensemos que el trmino de origen griego andrgino anmasculino (andros) a lo femenino. Cuando raramente (hasta hoy) se ha pretendido lo contrario ha de preferirse gDice Francois Chamoux que Policleto cre un tipo ideal cuya armona satisfaca a la vez a la vista y al espritu:que se expres en la famosa estatua del Dorforo, de la que tenemos muchas copias fieles. 2Por decirlo muy sencbelleza (trmino que surge por doquier) no es tan slo una construccin de soporte fsico, sino una especial disposicpotencias intelectuales, motoras o sensitivas que el cuerpo fsico asume y representa. Diversas formas en func

energa y de la edad de una belleza que canta la perfeccin del mundo (la posible perfeccin del mundo vivo) ahumano aspira. Y esa perfeccin es se ensea como masculina. Todo es vibrante y sereno, y todo est insccdigo de una civilizacin que, con todas sus conocidas evoluciones, slo hall un casi infranqueable vallacristianismo, de orgenes semticos.

Doriforo



Diadumeno



Los Grafitos amatorios pompeyanos nos dan cuenta real, callejera, directa, ms vulgar y viva en teora

mundo culto o didctico de la pulsin sexual desnuda que habit el mundo romano. Copio aqu un par de elcorrelato de estatuas y pinturas de desnudos masculinos, en su vertiente ms privada, que en estos casos, con todo, ede un modo pblica. Debajo de dos falos dibujados: Veo dos vergas. Yo, el lector, soy la tercera . En otra paresuscribe, Suriano, dio por culo a Mevio. Una ms:Hermddion, eres un prostituto.3

Podra entonces extraar el desnudo?Pero no hemos hablado, aunque se pretendiera somero, excesivamente de belleza? Importara poco constatar

que la alta cultura grecorromana lo que principalmente ha llegado hasta nosotros era salvajemente obsesivamente esttica. Incluso Platn, para llegar a las cimas de su pensamiento idealista, ha de pasar primero, y condicin imprescindible, por la belleza pura del cuerpo moceril. Aunque el lema de las actuales Olimpadas sea natmoderno, expresa bien el valor esencial de la cultura que est en su origen y que quera tener por meta la excelencaltius, fortius ms rpido, ms alto, ms fuerte es slo como el dedo que sealiza el camino de lo perfecpermanentemente mejorable. Cmo no iba a obsesionarles la belleza y el rigor, si en ella vean nmeros, ecuacionesteniendo en cuenta adems que la juventud es la edad por excelencia de tal belleza? Confieso que no sera yo el primenos en un mundo como el actual que tiende a degradarlo todo quien arrojase la primera piedra contra esa lbsqueda afilada de lo mejor y ms hermoso, semillero adems de ideas, ya que un desnudo quiere tambin simestado de civilizacin y de espritu; pero es muy posible que ms de uno considere hoy, con cierta razn, que la cudescubri, en poltica, los rudimentos esenciales de la democracia y un perfeccionado derecho, y a la que nunca

declive, dej de preocupar la palabra libertad, fuera tan aristocrtica, tan nada populista en su cultura. Hubo entocultura popular canciones, mimos, estatuillas triviales o queridamente obscenas que en amplia medida se han



pero hablando de lo alto, parece claro que no todo era para todos, ni en el saber, comprensiblemente, ni siquiera enque es la fuente del problema que hoy percibimos. Los feos, los discapacitados, los pobres por no hablar de losintegrados contra nuestros valores en esa alta civilizacin qu hacan? Por qu no podan entrar en la imagen si nburla? O vivan y se relacionaban y hasta eran felices, pero era precisamente la imagen lo que se les vetaba, pohaba que dar testimonio de lo mejor, y en lgica consecuencia de lo ms bello? Habr ocasin de retornar al tesubyace en buena parte del arte, sino de la cultura occidental, pero lo que llama ms la atencin, lo que sigue reclamatencin aun a mi saber no claramente prestada, es cmo en nuestro hodierno mundo tan falsamente igualitarioautodeclarado igualitario, democrtico y populista, los cnones de la belleza que ms llega al pblico la publicejemplo sigan y perseveren siendo los mismos? Los efebos, casi, continan siendo idnticos. Pero, eso s, repincluso sin pretenderlo, otro estado de espritu ciertamente bastante distinto.



II

CON la llegada de la Edad Media y el triunfo de los cristianos, que hacen de su religin la nica del cado Imperpartir al menos del propio Constantino entr en un estado de desmembracin implcita, como ya narr Gibbon) y unidal Estado (el cesaropapismo del mismo Constantino en sus aos finales), el desnudo y an ms el masculino despor entero. Cristo desnudo en la cruz, al principio con la escueta y casta sobriedad romnica, es slo el Dios quenosotros, una imagen de pasin (y por tanto de salvacin) pero nada sensual, ni ertico ni masoquista, ni unido a formde cotidianeidad que no sea la oracin y la piedad. El Salvador sufre en una esttica que (al menos en algn mom

impericia, por falta de escuela) se ha alejado mucho de cualquier modelo anterior. El mundo antiguo, pagano, ha pbatalla. Ser la poca de los llamados mrtires paganos, cuando, sobre todo tras los edictos del emperador declarando, ms all de Constantino, al cristianismo como nica religin del Imperio, los paganos sean censreprimidos, destruyndose templos o estatuas de dolos, tenidos como inmorales. Era la cara ms intemperante de cristianismo de raz semtica. En un poema (con estructura libre de soneto con estrambote) de mi libro Desequil2004, trat de recrear ese clima antipagano. Lo reproduzco por su relacin con la desnudez masculina:

ADOLESCENTES APOYANDO EL HOMBRO EN LAS COLUMNASSomos paganos. El dios ensangrentado no nos quiere.O quiz no nos quieren sus seguidores tantos, en efecto que sonde hierro puro y en el corazn esgrimen pasy espadas... Los bellos dioses desnudos (pues trabajamos

en las termas) son amigos de nuestras manos y muslos.Apolo de la seda, de carmn Narciso, Jacinto de pies delicados...Buscan demoler sus estatuas y a veces (los del crucificado)nos insultan por la calle... Por qu buscar ms penitenciaa la penitencia que en la vida habita? Por qu cenizas si es tan dulce el mar? Por qu contra el beso, si

como el aura es besar a otro amigo?Aulo llevaba sandalias doradas y desnudas las piernas. Anoche lo dejaron malherido junto a Puerta Sala

haremos cuando reine su dios ensangrentado y duro?Merecer la vida nuestros ojos, esa tan pobre vida? Y nuestros labios, los merecer una vida sin cuerpo?Pero la mejor cultura europea y sigue siendo uno de sus sutiles misterios queda signada, casi como subyuga

aquella paganidad casi por entero perdida, por una nostalgia, por la necesidad ntima de volver (renacer) a aqu

extinto, o que tal pareca, donde hubo ms belleza y ms vida. Ms placer de vivir, y no slo el ya extendido lgrimas. Se sabe con precisin el total desprecio del mundo que tuvieron los cristianos primitivos. Primero porquea los padres predicadores que alertaban del inminente fin de los tiempos como modo coercitivo de atraer a los paganos, pero adems porque si el verdadero mundo estaba ms all, en la otra vida, a qu preocuparse de sttribulaciones y caediza? La belleza, que es una manera de amar este perecedero mundo, no poda ser, en suma, aagaza diablica. Hablo de los primeros cristianos esencialmente. Y del principio de esa Edad Media. Es mpreguntarse en aquellos primeros siglos si realmente poda llegar a formularse, llanamente, una pregunta sobre la Beno ataese a la Trinidad como uno de sus atributos, lejanos para el orante vivo, una pregunta slo metafsica. Aunsupuesto, hay desnudos (no llamativos o slo satricos) en capiteles romnicos y ms quizs en tablas gticas, evoluptuosidad y el sentido de lo bello no piadoso han desaparecido por entero. El cristianismo nunca recoautonoma del desnudo, aunque ste volviera por sus fueros especialmente en las tablas que tenan que representar

mrtires, que no padecieron su tortura vestidos...Pensemos que en una obra tan importante y clsica como El desnudodel britnico Kenneth Clark (cuya primeinglesa es de 1956), los vectores que apoyan la significacin del desnudo tras Apolo y Venus, ms Venusenerga, elpathos(es decir un sentimiento de lo trgico) y el xtasis. Por supuesto que el desnudo ser belleza, pmenor medida tensin, drama, como en el cuerpo crucificado de Cristo. Clark pudo mirar an mejor la autonoma de aunque siempre haya otros motivos aunque su libro se detenga menos en lo especficamente masculino. Se tragran obra aunque tocada an, algo al menos, por resabios puritanos.4 Con todo no puede dejar de decir que desnudos medievales conocidosson ecos desprovistos de significacin, prototipos que perdieron hace mucho su evocacin, y que la forma ideal de Apolo slo reaparecer, al alba del Renacimiento, en las obras de Nicola Pisbaptisterio de la catedral de Pisa...

El desnudo gratuito (como fin en s mismo, que dice Clark) es una absoluta adquisicin moderna. Antes, el des

lleno siempre y necesariamente de significados, de resortes, o simplemente deja de existir. Este punto es importanrespecto a la desnudez masculina. Hubo censura o acumulacin de significados negativos y empecatados, lo cual ser



visible en Espaa, pas cuyo gran arte adolece de desnudos los reyes se los compraban a pintores de fuera porquabusivo y regresivo papel de una Iglesia catlica muy dura actu siempre en contra. El hombre desnudo y joven repesplendor casi idlico de la naturaleza humana con vocacin ideal. Luego slo encarn (sin sexo) expiacin o pealguna manera como un extrao bucle compensatorio si el primer desnudo fue masculino y luego la masculina seen la desnudez ms vetada, acaso exista una especial justicia en el auge actual sin duda amparado por los movimliberacin homosexual del desnudo masculino, que incluso parece cotizarse ms (acaso aun por menos habitual)las propias mujeres. Un ejemplo, los calendarios en que posan desnudos para alguna buena causa los rotundosatletas del rugby, que componen el equipoLe Stade Franais. El calendario slo poda titularseLos dioses del Estad

Una vez ms el tema homosexual aparece cercano. Porque aunque en teora hoy mismo la mujer pueda ser (y ecasos ya lo es) la recipiendaria de la desnudez masculina, lo cierto es que de un modo ms secreto, el hombre in

prevalentes opciones sexuales parece el gran admirador del hombre. Y as es como el renacer de la homosmasculina (contra la que pesaban tantsimos dicterios) hubo de buscar el prestigio de la homosexualidad antigmundo griego, que exalta las parejas con gran diferencia de edad, y un cierto canon de belleza juvenil o efbica ligadmodo o estilo de magisterio; de modo muy similar, si no absolutamente paralelo, la reaparicin del desnudo mascuasimismo de ampararse en la iconologa de la Antigedad clsica, por motivos muy cercanos cuando no idnticos, prencerrar a la Iglesia en su teora (bajo el nombre luminoso de Platn) en lugar de chocar con ella. Surgira aqu, fcilpregunta de si la Antigedad clsica no conoci, o si vet, parejas homosexuales de hombres adultos. Es normal sudebi haberlas, y sobre ellas no recaa ningn interdicto ni moral ni religioso, pero apenas se habla de ella(contrariamente a nuestros das) se salan del prestigio cultural, esttico e histrico. Por eso Catulo, en sus poemas, hde Julio Csar, nada menos, que iba con hombres de todo tipo, mientras llena de dulces lindezas a su jovencitJuvencio...

As el Renacimiento, sobre todo italiano, ver surgir la nueva desnudez casi adolescente a la par que las sdesde el integrismo, de que slo podan ser sodomitas quienes de ese modo se deleitaban en tales desnudos aefbicos. Si consideramos que el desnudo masculino clsico surge en Grecia y recorre el mundo helenstico y romdesaparecer en la Edad Media; el mundo renacentista, y aun el barroco, con todos sus cambios y mutacioneconsiderarse todava como prolongaciones de esa clasicidad en lo que nos atae que cobra un raro bro con earte neoclsico, y que slo comienza a cambiar de sentido en la edad ms contempornea, pese a la avisada vigcanon esttico ms clsico en imgenes muy recientes, para agobio y aun temor de los ms preocupados por esa pecannica: quienes buscan cambios suelen no cesar en cierta irritada perplejidad ante la continuidad de un arquetipverdad parece indisolublemente platnico. Lo ser? De vers existir ese arquetipo? Un poeta y profesor, lvaro recientemente metido a aforismgrafo, lo acaba de escribir:La belleza, si es autntica belleza, no puede ser democbelleza evidencia la desigualdad.

As, lo que podemos llamar el desnudo clsico (salvando el censor parntesis medieval) ira desde la Agriega hasta el neoclasicismo de comienzos del XIX, inclusive. Es evidente que, en medio, los estilos artsticdiferentes mutaciones de hechura y modo, pero el ideal de ese hombre (o muchacho desnudo) apenas vara. Intentareen ejemplos y artistas concretos. Una palabra clave en todo ello, desde el Renacimiento, ser, como he dicho, Trmino, naturalmente, nunca explcitamente formulado. Sin el dorado parasol de aquella Antigedad tan viscadorada (recordemos a los exagerados humanistas florentinos, que tras leer la obligada Vulgatase enjuagaban la poder tornar limpios al paladeo del latn de Cicern), qu poda hacerse? Quin los protegera?



UN PARASO DE AMADOS Y ATLETAS

OBSERVEMOS algunas escenas de las crteras griegas. Usar, generalizando, el trmino crtera, aunque a menudo,se ha visto, estos diversos recipientes de cermica pintada reciben otros nombres tcnicos, segn su tamao, uso y fel fondo de un vaso de figuras rojas est la escena pintada entre el ao 500 y el 475 a. C. que conocemos comoacariciando a un muchachito. Ambos estn desnudos, el hombre sentado y el chico de pie, lo que les iguala en hombre lleva barba, est en ereccin y muestra unos potentes y amplios muslos, que son prcticamente el primer plescena. El muchacho, alto, lleva el pelo semilargo, y su cuerpo (ms joven) es plenamente atltico y marcado y,proporciones, idntico al del hombre, al que toma por la nuca como para besarlo, mientras el mayor manipula sus

ms pequeos. La escena es y no es realista, puesto que importa mucho que se perciba la diferencia de edad y csimblica, generalista. Por eso uno tiene barba y el otro no, uno es ms fuerte y el otro (aunque atltico) ms ligero, yuna potente verga, que en el chico es minscula, lo que no siempre es cierto en la adolescencia. No es, ni puede serfotogrfico, sino simblico. Es una clsica escena de amor padico (paisen griego vale por muchachito o muchacmucho hasta los dieciocho o diecinueve aos) reproducida en mltiples modos y lugares. Escenas similares dieron posterior denominacin del erotismo homosexual como amor griego. La desnudez muestra la naturalidad absorelacin y de la belleza de esos cuerpos, como estaba sacralizada ya en el mtico modelo de Zeus y Ganmedes. Losacabamos de mencionar se corresponden, con mucha cercana, a los de la produccin de Anacreonte de Teos, ugrandes de la lrica arcaica griega, entre cuyos fragmentos podemos leer versos de esta guisa:...y tienes, adems, el vergonzoso, oh bellsimo muchacho!

O esteotro, ms clebre:Me enamor de Cleobulo / y por Cleobulo ando loco / y slo veo a Cleobulo.

El mismo Anacronte que dice asimismo:Muchacho de ojos de nia...5No son escenas distintas e implican algo que la actualidad entiende mal: la relacin pederstica, que naci en l

militar y se encumbr en la Atenas cvica. Un hombre en el inicio de su madurez raptaba simblicamente a un mucpber, al menos) con el que mantena una relacin ertico-pedaggica en orden a adiestrar al chico que despus sede familia, antes de rehacer el ciclo en la virtud (aret, en griego) bien marcial o bien ciudadana o doctrinal,perodo o la ciudad respectiva. Lo que, sin embargo, muestran asimismo las pinturas cermicas es que el escogidodeba ser, al menos en teora, slo uno (de lo contrario el hombre se aficionara perdidamente a los muchachos), yescenas, no sabemos si con algn punto anfibolgico porque la fidelidad no fuese tan extendida probablemente no llanamente se codiciara ante todo al ms guapo, muestran a varios hombres compitiendo por un muchacho que debhermoso. En varias nforas aparece la frase: O pais o kals, que no significa otra cosa que muchacho hermomuchacho es hermoso. As en el vaso de hacia 470 a. C.Dos amantes compiten por los favores de un joven.

Sensualmente explcitas son las escenas de dos diferentes nforas del siglo V a. C., tituladasHombre besando a(se retiran las tnicas para mostrar su desnudez y abrazarse) u Hombre y joven (vestidos) pero donde se enlazan mutuamente y se dira que uno tira del cabello del otro, en la pasional inminencia del beso. Ser extrao recordar escenas de belleza ertica, implicaban, en el conjunto del trato, unapaideia, es decir, una educacin, un esaprendizaje y a la vida intelectiva y deportiva, como los dilogos de Platn manifiestan? Quizs ello quede ms clfamoso fresco (hoy en el Museo Arqueolgico de Npoles) Aquiles y Quirn proveniente de una baslica de HDesnudo y llevando una lira, Aquiles es un muchacho al que educa un barbado preceptor, que en este caso pues qumitologa es el centauro Quirn. Pero la imagen coloreada repite un topos de aquel mundo: La cercana del desnudo y del barbado maestro en una relacin aunque fuera el caso de Aquiles en ese momento, despus arPatroclo que propiciaba todas las cercanas, incluso cuando ya (en poca helenstica y durante el Imperio ropederastia doria, de carcter institucional, haba dejado de existir para convertirse en una costumbre, de raz est

que al menos de fondo nunca se olvida el mvil educativo. Como Platn, por boca de Scrates, haba sublimamor convirtindolo en la base de su filosofa, es evidente que haban sentado asimismo las bases de un prestigio, qel nico en cimentar. Educacin, belleza, deporte y excelencia son y sern las claves del aludido prestigio, sin dudPero no todo el mundo, obviamente, se mantendra en las cimas, y el prestigio cobijara tambin (en la tolerante morasimplemente la aficin homosexual, el gusto por los chicos, eso s contrariamente a la actualidad rechazando la un ermeno adulto, y sancionando casi como sumo bien la efeba. Pensemos cmo trata el amor El Banquetede Platlo hace, pleno de sensualidad entre chicos y gitones,El Satiricnde Cayo Petronio. Son, sin duda, obras muy diferensiglos de distancia, pero pertenecen al mismo mundo. Petronio no necesitaba de ninguna aretepara justificar la sande sus protagonistas, pero no aspiraba dmonos cuenta a un grado inferior de belleza fsica en los jvenes. A Federico Fellini plasm muy bien en cine (1969) el espritu y la carne de la fragmentaria novela petroniana.

Aunque como ya he adelantado el culto a Prapo, Sileno, Pan, los stiros y a otras divinidades de carcter a

nemoroso estaba muy lejos de ser mero erotismo (implicaba entre otras cosas celebracin de la fecundidad, de la abincluso en las cosechas y de buena suerte y salud), vuelve a parecer obvio que sera difcil prescindir en esa ce



y sobre todo en sus ms antropomrficas imgenes, de un cierto resabio lbrico. As se desprende de algunosPriapea (conjunto de poemas latinos, lascivos o festivos dedicados al dios) o de tantas imgenes antiguas desproporcionados y enormes. Podra probablemente estar escrito en el pedestal de un Prapo de verga amenazante como este:

Percidere puer, moneo: futuere puella: barbatum furem tertia poena manet(Atencin, muchacho, a ti te dar por culo, y joder a la chica: al que tenga barba lo castigar con pena distintaA buen seguro estara en la linde de un huerto y amenaza a ladrones y ladronzuelos. Habra de ir implcito en la

un atisbo o maldicin de mala suerte futura. Pero una vez ms la diferencia entre el jovencito y el adulto, con barba seala dos mundos y dos desnudeces. A la masculina fuerza procreadora y tremenda que los romanos llamaronTutunusse sum, preponderando, el culto asitico a Prapo, nombre por el que seguimos conociendo al mismo dios.

itiflica desnuda en la entrada de la pompeyana casa de los Vettii (el agua de la fuente brotaba del ancho grosor del evidentemente daba la bienvenida a los visitantes y les deseaba toda la fortuna y abundancia, pero quin poda dejcomo dije, el llamativo miembro, aunque lo hiciera con ojos ciertamente distintos a los nuestros de ahora?contemplamos hoy la gran polla negra que sale de la bragueta en la fotografa de Mapplethorpe Man in polye(Hombre en traje de polister, de 1980) no vemos lo mismo que los antiguos ante el solo falo, aunque se parezcapuedan existir ciertos homosexuales de ahora que parecen haber sacralizado la verga, sigue sin ser lo mismo. Lo aimplicaba slo obsesin o deslumbramiento (ante el tamao, por ejemplo) sino un remoto matiz religioso que venpocas preurbanas.

Sera improcedente aqu trazar todo un friso de la estatuaria griega masculina, de dioses, hroes y semidioses, ya hizo Winckelmann, que fue uno de sus redescubridores en la segunda mitad del siglo XVIII. Eran estatuas que estabtemplos, en las plazas, en las casas particulares patricias o palaciegas, en los estadios, en las palestras... Los desn

veces erticos) adornaban tambin las lucernas con las que se iluminaban por la noche y otros muchos objetos ccomo los espejos. Vayamos, acaso, a dos extremos separados por ocho siglos de esplendor desnudo. Como ya Praxteles fue uno de los grandes escultores de la Grecia clsica. Sabemos que era ateniense, del siglo IVprobablemente hijo de otro escultor, aunque trabaj casi siempre en Asia Menor y en el Peloponeso. Dice un estudiarte:El artista ama los cuerpos juveniles en posturas un poco lnguidas, y su cincel se supera al dar la delicadcarne. Su obra ms clebre es sin dudaHermes sosteniendo a Dionisos, actualmente en el Museo de Olimpia,antiguas ruinas fue hallada. Es una escultura muy grande, ms que el natural, y su blanco y suave esplendor no puedesorprender al visitante. Como ya Pausanias citaba, en suDescripcin de Grecia, la existencia de un Hermes praxiOlimpia, se crey un tiempo haber hallado un raro original en mrmol. Hoy tiende a creerse que es tambin una copimuy cuidada,7caso no infrecuente. EsteHermesal que le falta un brazo (con el otro sujeta un pao y a Dionisos noven desnudo, que muestra en la cadera la suave curva praxiteliana caracterstica del estilo algo voluptuoso del

Todo en l es, en su suavidad, de una proporcin admirable. Desde los largos muslos a la rectitud de la nariz bajo blandamente ondulado. Naturalmente es una imagen muy sutilmente idealizada lo que miramos (igual ocurre en caestatuaria griega) pero no irreal. Como en Fidias o en Lisipo; pero si en unos la idealizacin es de cuo platPraxiteles parece ms, o adems, provenir de las enseanzas de Aristipo de Cirene, que pretende guiar el alma apacible voluptuosidad. Hermes es el ideal de una juventud algo hedonista, que ama el placer de vivir, y siente el paentre la psique tranquila y el cuerpo fulgurante. Quin se extraara de un desnudo apretado de filosofa?



Hermes sosteniendo a Dionisos

Una belleza de armnica sensatez clama por el jardn del mundo. (En bronce, y por tanto acaso original de Prael llamadoEfebo de Maratn, de muy semejantes caractersticas y fecha que el Hermes, aunque mostrando a un muchoven sin vello pbico, pese a lo nada infantil de su condicin, lo que volvera a incidir, dentro de simi

delicado, hedonstico, en esa distincin juvenil: la preocupacin griega de diferenciar las edades y los modelos jvendando importancia, poltica y esttica, a los grados de la misma juventud. Hoy no lo hacemos.) Aunque slo ocasiones, un deseo, el cuerpo social viva ese mundo.



Efebo de Maratn

Ocho siglos despus, en la Alejandra del siglo IV d. C. (en pleno declive del paganismo, cuando los cristiquemado ya el templo de Artemis en Efeso y acaso el mismo Serapeion alejandrino), un pobre maestro de literaturPladas cuyos epigramas nos ha conservado laAntologa Palatina, ve con pesimismo la vida, y observa el finamundo en el que an cree, el de los dioses desnudos, cuando observa cmo se va a fundir una estatuilla en bronce de hacer un vulgar candil. Se dice, con apenada irona, que algo del fuego original permanecer, al menos. Algo quemarEn esos ocho siglos (que algo pueden dilatarse, sobre todo al inicio) se ha vivido un tiempo grecorromano en que emasculino ha supuesto, bsicamente, la plasmacin de un ideal de juventud y belleza, ideal que se extenda al depoguerra, y que permita el amor o el erotismo entre dos hombres, aunque prefera y prestigiaba, por su antigua funcindiferencia de edad entre el erastay el ermeno, dicho en trminos latinos, entre el vir(hombre) y elpuer(pber, mRecuperar parte de ese universo perdido, no slo por las invasiones exteriores y las crisis econmicas y socitambin por la moral cristiana, ser un persistente sueo europeo, como dije.

Deca Estratn de Sardes, durante el reinado de Adriano, en su antologaLa Musa de los muchachos:Si veo a uno blanco, muero; si a uno bronceado, ardo; si a uno rubio, al instante desfallezco.8

No sera justo concluir un somero repaso por el mundo antiguo sin fijarse en los rotundos desnudos del bitinio



Como se sabe, fue el favorito del emperador Adriano y se ahog en el Nilo, cuando acompaaba al csar en unmltiples viajes por el Imperio. Desolado por esa prdida (que la leyenda atribuye a un autosacrificio del joven)decidi celebrarlo entre los dioses, ya que l mismo, en tanto emperador y pontfice mximo, ostentaba esa categoraen Egipto la ciudad de Antinopolis, y llen el Imperio de estatuas de su amado, en distintas advocaciones pero casdesnudo y con rasgos perfectamente reconocibles. El postrer homenaje de un erastaa un ermenoclsico. En los mAtenas y de Npoles hay bellos Antinoos desnudos (en general parece, dentro de la obvia juventud, de pecho fornidoresulta ms joven en otras figuras) y es muy curioso que en el llamado Grupo de San Ildefonso del Museo del Madrid, la pareja de jvenes abrazados y desnudos que pudieron ser Cstor y Plux, u Orestes y Plades (a uno le cabeza) sea hoy otro homenaje al favorito, ya que es una cabeza de Antinoo la que sustituye a la ausente. Esa empareja (que el embajador de nuestro Felipe IV en Roma compr a la exilada reina Cristina de Suecia, soberana d

luterano) viene a ser hoy uno de los ms clsicos emblemas de las relaciones homosexuales, o de las ntimas amcamaradera, que nos ha legado el orbe clsico. Un abrazo de hroes o camaradas, como los tiranicidas HaAristogitn. O sea, un abrazo de amantes.

Excesiva idealidad? Pero cundo se recobrara, o podra aceptarse de nuevo, ese clima tan plenamente descuerpo por la semtica religin vencido.

Orestes y Plades



Antinoo



ALGUNOS DAVIDES Y SEBASTIANES DEL RENACIMIENTO

QUIZ lo pensaron no pocos artistas y magnates, al menos desde el siglo XII, cuando el mundo medieval tenuemente a abrirse: cmo recobrar el prestigio del desnudo? Explicar qu fue el Renacimiento europeo, que en suante todo, constituy un momento de esplendor casi nicamente florentino, ha ocupado muchsimas pginas. Desde un intento de volver a la Antigedad, casi como a un paraso perdido, y ello conllevaba el ansia de una vida ms librmoral ms tolerante, aunque parte de la Iglesia (otra sabemos que viva en un relativo y evidente relajo, la que escanmonje Lutero) nunca dej de vigilar. Jams se ha dejado de tener miedo al paganismo, porque ser pagano es abogamoral, por otro sentido de la vida. El jardn de Epicuro frente al valle de lgrimas cristiano, ya hemos dicho. No

Marsilio Ficino logr que en el altar de la capilla de la villa de los Medici en Careggi (donde a veces se reuni la Aplatnica) figurara un busto de Scrates junto a los dems santos...

Si los hroes antiguos iban desnudos (Hrcules, Narciso, Aquiles) por qu no figurar de similar modo a lbblicos? El paganismo se mezclara sutilmente con la iconografa cristiana, algo que segn algunos hablando del csantos y a las imgenes comenz ya a ocurrir en los muy primeros siglos del cristianismo, puesto que la mayoprimeros conversos, en Roma o en Antioqua, haban sido antes paganos. Aunque el Renacimiento (que pronextendiendo con diversas idiosincrasias por Europa) pareca un paso hacia atrs en la historia, era en realidacontrario, un poderoso avance con los pies sujetos en la mejor tradicin, y que hace buena la idea de que, para salmejor, el atleta debe retroceder y tomar carrerilla. Ese salto adelante, buscando races, fue la Europa renaciente pguerras de religin, tan enconadas, otro resto muy activo de la barbarie.

Segn cuenta la Biblia en el libro de Samuel (1,17) Goliat era un gigante filisteo de tres metros de altura que

los atemorizados israelitas. Ser el pastor David quien saldr a su encuentro, lo vencer con el tiro de piedra de suluego con una espada le cortar la cabeza, que llev a Jerusaln. Antes de la pelea, Sal quiere vestir a Davidarmadura, pero ste la rechaza por no estar entrenado a pelear con casco y coraza. David no est, pues, desnudo sinormal atavo de pastor. Pero el relato bblico s nos dice que es joven, rubio y de buena presencia. Donato diconocido como Donatello (1386-1466), florentino, es el primer gran escultor del Renacimiento y como tal ser elopor Vasari. Entre sus obras en las primeras an se rastrearan trazos gticos, en la Magdalena penitente, por edestaca un joven David desnudo que suele datarse entorno a 1430.



Dice Vasari: En el patio del palacio de la Seora se encuentra un bronce de un David desnudo de tamao

tras haber cortado la cabeza de Goliat: levanta un pie posndolo sobre ella y tiene una espada en su mano derecigura es tan natural en su vivacidad y suavidad, que a los artistas les parece imposible que no se haya vaciado

modelo vivo. Esta estatua estuvo antao en el patio de la casa de los Medici.9

Sabemos que Cosme fue gran admirador y protector de Donatello. Este ha tenido la feliz idea (retornando cautamAntigedad) de desnudar a David, para mostrar la belleza delicada del cuerpo adolescente. Sigue la letra bblictoma la licencia metafrica (que no usaron ni Verrocchio ni Antonio Pollaiolo en pintura) de desnudar al muchacho

esa desnudez refleja la salud, la gracia, el poder divino con el que Dios ha guiado a su elegido. Si los hroes y diosesmostraban en la desnudez su esplendor y su gloria, ahora puede ocurrir lo mismo, bajo Cristo, si adems se nos ha el joven David era hermoso. Probablemente existi un modelo (quizs alguno de los chicos que trabajaran en el artista), pero cuenta la leyenda que fue el joven y agraciado Leonardo da Vinci quien pos para el David de sVerrocchio. Con sombrero, largo cabello y grebas, sereno y contemplando la testa derrotada, el Davidde Donatcanto de claridad y de belleza. Las ideas paganas (la pura exaltacin del cuerpo joven) han de unirse con las cristcontemplan el puro triunfo de la fe. Hay quien observa tambin una leve melancola en la mirada del muchacho. victoria? O ese punto de desencanto que se atribuye a la inteligencia? Muslos, abdomen, pecho, todo guarda simetra y no desentona el visible sexo sin vello. Pero a este respecto (y durante siglos) veremos que basta mgenitales masculinos, con marca o no de pelo segn la edad, normalmente sin mayores precisiones. El sexo es lavarn pero raramente es realista (o estrictamente realista) pues ya era bastante para el pudor de la poca el mo

mayores precisiones. Recordemos las castas hojas de parra que se aadieron a estatuas antiguas halladas en excavalas muchas ms veces que telas, escorzos apropiados u otras hojas diversas celaban los genitales a la mirada pblica



partes pudendas, esto es, las que deban ser ocultadas por pudor, por honestidad cristiana, de ah el mayor atrevimDonatello, pese a lo simblico de los genitales del chico. Relumbra una nueva belleza, que era tambin antigua. vuelve sucintamente a reclamar su poder.

Modernamente, se ha reiterado la pregunta sobre la posible homosexualidad (o el sentir homfilo) de estos artisBertoldo, el gran discpulo de Donatello. Pero en estos casos, todo son conjeturas. La homosexualidad fue muy corriFlorencia cuatrocentista, pero el trmino en s no exista. El puro sodomita sera mucho menos visible que qentregaban abiertamente a una natural bisexualidad, que slo poda significar ms ansia y gozo de vida.

ElDavidde Miguel Angel Buonarroti, conocido en su tiempo como el Gigante, va evidentemente ms lejos Donatello. Miguel Angel cincela en mrmol una figura de proporcin mayor que el natural. Esto se haba hechoAntigedad, pero no sabemos el grado de conciencia que el maestro florentino pudo tener de esta cercana, pues su

es ninguna copia directa del arte antiguo. (S pueden parecerse a los relieves con desnudos de algunos sarcfagossus juveniles desnudos en liza de la pieza conocida como Lpitas contra Centauros.) ElDavid le fue encargado Angel por la Seora de Florencia en 1501. Entonces le hicieron entrega de un gran pedazo de mrmol en el queintentado trabajar (dicen que para labrar un profeta) Agostino di Duccio. Miguel ngel tardar algo menos de treconcluir el Gigante que a mediados de 1504 estaba ya donde hoy est una copia a la entrada delPalazzoEvidentemente el muchacho viril y de mirada orgullosa (de pies y manos grandes, como suele ser caracterstico dadolescentes) es un himno a la juventud. La expresin de su gloria. Frente al muchachito desnudo, delgado y algo pren su curva de Donatello, Miguel ngel presenta la contundencia de un chico joven demasiado desarrollado, de cuelprovocador y un aura no de gracia o languidez sino de arrogancia e inteligencia. Su parentesco con el David bblilejano, ms metafrico. Casi un pretexto. Para llamarle David no hace falta ni espada, ni yelmo, ni siquiera la cGoliat cortada. Es David llanamente porque es el joven que triunfa y que ensea en los ojos y en el paso la m

fulguracin de ese joven que en aquel instante (por el propio poder de la juventud) se siente pletrico e inindestructible, porque en determinados aos la juventud cree ser para siempre, soberana sin lmites. A Soderinionfalonierode Florencia entonces) le placa pensar que el Gigante era un smbolo hermoso de la misma Floren

apetito de libertad. Indudablemente elDavidpuede entenderse ya que fue un encargo del Estado como un homuventud florentina, en la que el escultor ve la gracia fulgurante y terrible de la juventud toda. Arrogancia, acaso, oven piensa que slo la juventud existe. Para Clark, en su mencionado libro sobre el desnudo, elDavidmiguelange

dentro de la tradicin antigua tradicin que sigue, y a la par altera, lo propio del genio del Apolo, Sol de limagen pues de armona y de equilibrio. Para Michel de Tolnay (especialista en Miguel Angel)Davides, probablemequiso el encargo, una imagen masculina de la virtuscvica, la inteligencia mezclada con el coraje. El escultor la plasoven esbelto y magnfico porque (deseos personales aparte) nada encarna mejor esa virtud ciudadana, consciente y

que el esplendor de un joven desnudo. El gran amor o la portentosa obsesin del Buonarroti por esa belleza masc

vence al tiempo porque es carne y a la par un ideal sublime. El alma-cuerpo de un mundo perfecto.10



(Habr ocasin de volver ms detenidamente sobre ello, pero sin duda Miguel Angel, Cellini y Caravaggio lueg

tres artistas clsicos, en escultura y pintura, ms afectos y dedicados al desnudo masculino, de suerte tal que no eignorar en tal actitud una mezcla de motivos tericos con querencias indudablemente ntimas.)

El tema y mito, pues tanto tiene de mito como de leyenda urea, de san Sebastin vuelve a relacionar elmasculino con la necesidad interior de plasmar el deseo hacia el propio sexo, aprovechando la fe, su cercana o su a

Religin y sensualidad estrechan esa mano que habitualmente declaran no darse. San Sebastin fue un mrtir rocristianismo primitivo. La tradicin le hace capitn u oficial de la guardia del emperador Diocleciano, que poco simplos cristianos. Pero Sebastin era secretamente cristiano y procuraba ayudar a sus hermanos de religin y suponincluso cobijarlos en las persecuciones desatadas por ese emperador, esto generalmente no suele decirse, a caintransigencia que los cristianos usaban contra las religiones vigentes, aparte de su inicial (pero slo inicial) disidencia social. Como fuere estamos ante una leyenda, aunque muy antigua, las actividades cristianas de (incluida su exhortacin a que se destruyeran dolos paganos) lleg a odos del juez Fabiano, que lo mand apresar a juicio. Con el consentimiento de Diocleciano, Sebastin fue condenado a morir asaeteado. La sentencia se cumplilas colinas de Roma, el monte Palatino, donde al parecer se construy despus la primera iglesia dedicada al proPero lo curioso de la leyenda es que Sebastin, aunque queda malherido y erizado de flechas, no muere a casaetamiento. Los soldados imperiales lo dan por muerto, pero una mujer cristiana (que tambin ser pronto san

formar parte de alguna iconografa de Sebastin) de nombre Irene, lo recoge, lo cuida, y cura sus numerosas heblsamos. Es decir, Sebastin se salva de las flechas. Enterado el emperador de lo que algunos ya consideraban un lleno de ira, dicen, ordena que el militeSebastin sea arrestado de nuevo y ejecutado a bastonazos, para que no quepsu muerte. Otra variante de la leyenda asegura que fue condenado a morir flagelado, sin duda porque eso une ms del mrtir con la del redentor. El cadver fue arrojado a la Cloaca Mxima y slo un milagro (la aparicin del msueo a la matrona Lucina) pudo hacer que los avisados cristianos recogieran sus despojos y los depositaracatacumbas junto a las tumbas de Pedro y Pablo, por lo que Sebastin es casi considerado el tercer patrono de ladeposicin del cuerpo se efectu un 20 de enero, de ah proviene la festividad que perdura. Sin embargo y estomucho para nuestro tema, en ningn momento de la hagiografa se dice que Sebastin fuera joven. De hecho, hastaimgenes de san Sebastin (mucho menos numerosas antes que despus de la mencionada fecha) presentan a uncercano a la cuarentena, con barba e incluso canoso. Por ejemplo en el mosaico del siglo VII en San Pietro in V

Roma. Tampoco la imagen representa a un hombre desnudo. Pero incluso cuando ms tarde surja el desnudo (en pavisualizacin del ardor que se pide al devoto), por ejemplo en los frescos de Benozzo Gozzoli en San Gimignano, se



viendo, en el filo de las dos pocas, a un hombre de mediana edad y barba rizada. Qu ocurri en 1348? Es el aollamada peste negra hace su primera y terrible aparicin en Europa dejando cientos de miles de muertos. Las oleadasmaligna se repetirn regularmente, decreciendo slo hacia mediados del siglo XVI. Alguien recuerda entonces que (herido por los venablos, la peste se mira como un asaeteamiento pues produce pstulas y llagas) no muri a cauflechas, sino que sobrevivi a la acometida. Ya tenemos a san Sebastin como protector contra la peste y, en consecpor la gravedad de las epidemias, brota la consiguiente multiplicacin de sus imgenes. Y por qu desnudo y ademDe un lado, la desnudez herida, sufriente (como en el mismo Cristo) se supone que excita la devocin de los fieles qlas imgenes, es lo que se conoce como el affectum devotionis, es decir, el calor de la devocin, una excitacin a del orante. Que adems el cuerpo desnudo sea joven, ensee la plenitud de su vitalidad, muestra un signo ms de epara el enfermo. La temida plaga no ser el final. Adems (y ya en el Quattrocento) los estudios platnicos y la vu

ideales antiguos, entrelazarn la imagen del joven pleno de salud lleno del pneuma de Galeno con el culto al mhermoso como prohibido deseo carnal y a la vez como aceptada imagen metafrica de un alma pura, de la bellezaencarnada en un cuerpo. El mito del san Sebastin cercano a Adonis est dispuesto. Entran en l diversas y contlneas semnticas.11



Entre los ms antiguos Sebastianes desnudos (el sexo estrictamente siempre quedar disimulado en casi toda sacra, sin que ello frecuentemente altere la sensacin o la idea de desnudez, como hoy ocurrira en otro desnudomodelo llevase un tanga o un calzoncillo corto, pero el resto del cuerpo descubierto probablemente en actitud sudebe estar el de Antonello de Messina (1430-1479). Pintor de temas religiosos y burgueses est muy influido, sobrsus inicios, por la pintura gtica flamenca con presencia en el reino de Npoles. Curiosamente en su primer cuadro ftabla con la imagen de Cristo conocida como SalvatorMundi(hacia 1465), el antonellus messaneus me pinxitest legibles caracteres gticos y no en los ya ms usuales en Italia caracteres humansticos. Sin embargo, su cercanaideales renacentistas no es menos visible, por ejemplo en el hermoso San Jernimo en su estudio, donde el santo travisto como un humanista, rodeado de armona y vestido con hbito cardenalicio o por supuesto en el San Sebastin,Museo de Dresde, al que me voy a referir. Antonello pint varios San Sebastianes, y alguno muy bello como el quhoy en Brgamo. Atado a un rbol, el joven Sebastin desnudo (con el corte de pelo propio de los muchachos del mo

la pintura) se muestra tranquilo y esbelto, delante de un fondo con un camino boscoso y una gran fortaleza almenaddel mbito flamenco. Pintado algo ms tarde (se supone que en 1476) el San Sebastinde Dresde est cerca y bast



del que acabo de resear. Este es ya un san Sebastin renaciente. El santo, como el otro, es un joven alrededor de latambin de rostro sereno y con el pelo al estilo de la poca. Pero la traza es ms clsica al igual que el fondo. Bajoazulado vemos una estampa ciudadana en la que se han eliminado los elementos gticos (una imagen renacentista) demanera que el joven, atado al tronco de rbol apenas visible, tiene un rostro menos anguloso, un cuerpo ms clbrazos atados tras la cintura y no arriba, para acentuar la armona del conjunto. Un ajustado calzn tapa y sugiere la Imberbe y fuerte, destacan los muslos y los msculos del brazo ms visible, para significar que nos hallamos antechico pletrico. Cinco flechas partidas, pero slo tres bien visibles (en un muslo, en el abdomen y en el pechoevidentes signos del martirio y de la peste se dice que las flechas se situaban en los lugares ms habitualmente apor las bubas pestferas, pero naturalmente el rostro mira levemente hacia lo alto, impasible y hermoso, porque el podido en l. Es un santo y se ha salvado. Sin duda el orante (o el contemplador) puede observar la misericordia d

los suyos, pero es imposible que deje de mirar tambin, y acaso al tiempo, esa perfecta belleza de la juventud, prilozana fsica nunca el cuerpo volver a poseer tan redonda armona en un chico desnudo. Adems, si sus ojoreflejan el bienestar de la santidad, los labios delicadamente entreabiertos son imagen de otra sensualidad, tampoccon un corporal placer del espritu. El rostro es de una placidez beatfica entre el cielo y la tierra. El milagro cristiangriego ideal platnico. En el suelo, a la derecha, cerca de los pies del santo, aparece la basa de una columna rota. que Cristo fue flagelado atado a una columna, de modo que la imagen nos acerca (como no era infrecuente) a SebaJess. Pero al tiempo, como en la otra lectura iconogrfica, ese fragmento de columna, mucho ms que el rbol sugiere un tiempo antiguo, un mundo clsico que no hay que relacionar slo con la poca histrica del mrtir (ademque miramos detrs es del Quatrocento), sino con los ideales del arte grecorromano, que no fueron de entraAntonello, pero que con certeza ya lo eran al pintar este cuadro. Aunque sin duda el cuadro, que algn crtico consiformar parte de un retablo, pertenece al arte religioso, es inevitable no considerar hoy el complejo sentimiento del pi

espectador. No le conforta la belleza? No sentira junto al ardor de la devocin el calor de la fisicidad mascmujeres desde luego, ms algunos hombres, imbuidos ya de una tradicin que prestigiaba el eros socraticus?Pero si Antonello est a la entrada de la senda, qu decir de los muchos Sebastianes que vendrn inmedi

despus? Realmente muchos. Vayamos a otro clebre, el de Perugino. Trabajador habitual en la Umbra, Pietro V(1450-1523), llamado Perugino, fue maestro de Rafael Sanzio, aunque ste creara ya en Roma su propia manera. En1500 pint un san Sebastin desnudo, con su estilo tpicamente clasicista y suave, con un fino alargamiento de laEstamos ya en la plenitud del Renacimiento. Este Sebastin, con los brazos atrs, atado a una columna, y con upaisaje campestre detrs, est flanqueado por dos pilares con grutescos y tenuemente muestra la aureola de la sandos nicas flechas (en un pecho y en un msculo del brazo opuesto) apenas turban un glabro cuerpo joven dproporciones. Levantado el rostro, la mirada se pierde en otra delicada beatitud. Podra verse, tratando del desnudopbico que no hay, pero ya he insinuado que esta convencin de castidad elDavidde Miguel Angel s muestra vell

pero es arte civil, no religioso muy raramente se salta en el arte sacro. Aunque algunos debieron fijarse en que consciente o inconscientemente, iba ms lejos. El pao que cubre el sexo del mrtir joven y bello, parece una teblanca con pequeas franjas y flecos rojos. Est anudado a la cintura, como si se hubiera apenas sujetado en el ltimPero tapa lo que tiene que tapar. Realmente lo oculta o mejor lo muestra? El nudo del pao, casi el centro mismo dest en el lugar que correspondera al pene. Y la cada estrecha de ese pao sugiere el tamao y la forma de un penya que adems las rayas y los flecos rojos, en contraste con el blanco, esto es, ms visibles, corresponden con exglande que en un estado inicial de la ereccin sale del prepucio. El orante fiel delante del cuadro o tabla no lo pEst ante un soberbio cuerpo casi desnudo, y la belleza de ese cuerpo (en honor de la salud) ha de resaltar entmsculos, muslos y esa tan apropiada y concreta torsin del pao no ensalzaran junto a la salud el deseo, el pcuerpo bello, que es siempre sensualidad aunque sea po el mvil?



Jos Miguel G. Corts dice hablando de la escultura clsica que estamos ante un idealismo fsico y que esta es

de ser leda como una aspiracin, o una invocacin, hacia el perfecto estado del ser.12

No hay duda. Pero eseserpuede hallarse tambin en un mbito religioso o incluir a la par la ideal visin del almque an habra que aadir que si el arte ms clsico (respecto al desnudo masculino) slo se muestra como sexuadola intimidad, pues lo visible en pblico son slo hroes, dioses, atletas o santos siempre jvenes, la sensualidad, aunquiera explcita y ya en el Renacimiento puede a veces dudarse no puede descartarse ni en el artista ni en el esLa insistente idealidad del fsico hermoso conduce asimismo a un deseo potencialmente ideal de la belleza alcgozable en seres similares, como sabemos, aparte, que en verdad ocurri.

Si creemos a Vasari en sus Vite(donde no lo trata demasiado bien), tal sera el caso de Giovanni Antonio Baz1549) o de Vercelli, su lugar de nacimiento, a quien apodaron Sodoma, mote que no pareca molestarle y que ha phasta aqu. Dice el bigrafo que era hombre muy singular y extravagante y aade: Era adems un hombre muylicencioso, que gozaba teniendo siempre a su alrededor, entre juergas y libertinaje, a muchos chiquillos y muvenes imberbes, a los cuales amaba exageradamente; por ello se gan el apodo deEl Sodoma.A Giovanni Anto

disgustaba; antes al contrario, para l era una autntica vanagloria, ya que incluso poetizaba, versificaba y canhazaas acompandose del lad. Si a lo dicho sumamos que le gustaba asimismo tener en su casa mltiples an



desde gatos y grajos hasta tejones o ardillas y un cuervo que imitaba su voz, no parecer raro que este excntrico, afaltaron protectores, fuera tambin motejado por algunos frailes para los que trabaj, de ilMattaccioo sea el Locaprobablemente de rarezas y excesos. En este caso (y aun dando por buena la falta de simpata de Vasari, que afea mque sus hbitos) nos hallaramos ciertamente ante un pintor homosexual. Hacia 1510 pint unaFlagelacin de Crisamplia escena con flageladores y soldados, donde un sereno Jess atado a una alta columna, podra muy bien entreveel Sebastin ms habitual entonces. Sin embargo, es su San Sebastin, actualmente en la Galera Pitti de Florencia, ellama ms la atencin. Se pint en 1525 y es por tanto ya obra de madurez, cercana por ello al manierismo inicial. Cha jugado adems con el morbo (que no poco significa) de ser conocido como El San Sebastin de Sodoma.desnudo, de clsica belleza corporal, est atado a un rbol con ramas y liqenes o brotes. Detrs un paisaje campruinas y figuras. Arbol y paisaje hacen ms frondoso el conjunto, junto al ngel que, arriba, se dispone en vuelo a c

santo. Pero asimismo el cuerpo (de cintura para arriba, en el pao blanco tambin una menos ntida identificacin sems violentado, porque junto a las flechas sangrantes del muslo y del costado, la tercera atraviesa plenamente el oven de cabello largo que tambin mira hacia arriba, con xtasis y quiz con dolor que modernamente ha podido

como placentero o sexualizado esta vez. Boca entreabierta y ojos gozadores y sufrientes miran la corona (se hasugieren la inminencia del orgasmo. A mi entender, y dejando aparte la belleza o el esplendor fsico del santo joven,de la postura y de la sangre visible, no haran de este singular san Sebastin excluyendo la vida del pintor, que no por los dolores la pintura que ms llamara al gozo en este camino. Si bien todo en el cuerpo (incluso el marfilede la piel) sugiere plenitud de belleza, en un rostro trgico. Pero puede tener muchas interpretaciones, adems de la sesgo doliente.



Aficionado al lujo y al exhibicionismo (llevaba jubones de brocado, capas adornadas con telas de oro

riqusimos, collares y otras bagatelas similares , dice el duro Vasari, que s elogia el san Sebastin, cverdaderamente bellsima), es una pena que el Sodoma no nos haya dejado, hasta donde la expresin vale para pinturas ms personales, aparte de su autorretrato joven, con el pelo largo, segn se estilaba, rico manto y un hurn aentre los frescos de Monte Oliveto. Pintores que amaban el esplendor de la plata y del alma (como dijo Ficinotambin la seduccin, asimismo piadosa, del cuerpo en juventud. El cuerpo que se parecer a los futuros cuerpos gTambin Ficino escribi que el amor es deseo de gozar de la belleza. Su traduccin latina y comentarios a losDiPlatn, los dedic a su joven amigo Giovanni Cavalcanti. El alma neoplatnica justificaba el alma cristiana y, de rebelleza espiritualde los cuerpos jvenes del momento.



EL ESPLENDOR DE LA CARNE JOVEN: MIGUEL NGEL,CELLINI Y CARAVAGGIO

SE dice que Miguel ngel Buonarroti (1475-1564), el gran Michelangelo, es uno de los grandes genios del RenaCon Leonardo da Vinci y con Rafael Sanzio, en menor medida. Mi sentir (tras haber trabajado no poco sobre Miguel algo menos tpico. Rafael spuede ser un genio del Renacimiento. Genio, pero con esa ilustre apostilla. Pero el Buoun genio a secas. Un genio absoluto, aunque en el Renacimiento vivan sus coordenadas histricas. Miguel ngel sser entendido como una gigantesca ebullicin creadora en un temperamento claramente saturniano y melanclico. Co

virtuosismo y dotes, lo est tambin de ansia por hacer, por plasmar su sentimiento de vida y belleza. A menudo aveces triste, su famosoMoiss, para la tumba de Julio II, representa muy bien el ntimo genio miguelangelesco, su padesdn. Su poquedad (al mirarse desde la penitencia) y su altivez, al no ignorarse. La rabia del artista puro (Moiss arrojar las tablas de la ley sobre los israelitas) cuando tiene que luchar con un entorno de mediana o simplemente dde afn de poder, de gente mundanal y huera... Pero la famosa y real terribilitmiguelangelesca tiene en su origesentimiento de misticismo asctico que le fue aumentando con la edad y una desmedida y muy armnica, mupasin por la Belleza, que encarna en hombres jvenes segn su deseoy desde el mbito tolerante de los Medici, y eterreno a veces, asimismo de gozar ese bien.

Empecemos por una obra menor, poco ms que un apunte. En alguno de los dibujos que el maestro realiz para ucumplidaResurreccin de Cristo , observamos el cuerpo esplndido de un joven que resurge deshacindose de lo ser una mortaja, pero parece ms una larga toga. Hacia arriba, impulsado por la gloria, el cuerpo se yergue y el pote

de los muslos colma la fuerza. Alrededor (algo menos trazados pero tambin desnudos) los soldados que vigilan ese asombran de ese xtasis masculino, ah donde todo lo es. Casi como en la Capilla Sixtina, grande portento, o codibujo para el cartn de la Batalla de Cascina, plena de desnudos viriles, cabe un ro. Tambin el fresco del Juiciosu primitivo estado, estaba lleno de desnudos, en su mayora masculinos (masculinizadas suelen resultar tambin laen Miguel Angel) y tanto que un papa, al verlos por vez primera, coment que aquello menos pareca capilla pblico. Y sabemos por su bigrafo Condivi, lo que el propio Miguel Angel, ya en un tiempo (por la Reforma acasotolerante cada da, argumentaba contra los que le acusaban de pintar muchos desnudos: Qu inteligencia sera ta

ara no ver que el pie del hombre tiene ms belleza que su zapato, o que su piel es ms noble que sus vestidos?13

Los grandes y mejores sentimientos que Miguel Angel fue sintiendo y pensando en su interior, tan lleno de tribuquedarn prcticamente siempre expresados en el fulgor radiante de una desnudez masculina y joven. Si l se autorviejos como quizs idealmente no slo en elMoisssino en el rostro del Dios creador de la Sixtina, en el san Pablo d

inalo deformadamente, dentro de la misma obra, en la piel desollada de san Bartolom, por el contrario todo lonutricio, lo futuro, el mundo nuevo, siempre es joven. Como los chicos que l am ideal o plenamente. Ya hemos hacolosalDavid. Vayamos a otros. Sobra donde escoger y siempre en alteza.

Quiz los primeros desnudos de Miguel ngel representan solamente cierta paganizante alegra en lo bello, etrasmisin de un clsico carpe diem segn haban cantado tantos poetas del primer Renacimiento, incluyendo a LMagnfico. ElBacode 1496 es acaso el primer gran Miguel ngel, tambin el ms ldico. Acaso lleno de las propiasimblicas pertinentes al ciclo del mito bquico, estamos ante un intento singular de seguir los modelos antiguos, tal entonces aparecan en tantas excavaciones, pero no es una copia. Es un joven Baco ebrio, que luce en su infirme passingularidad respecto al canon) los tpicos atributos del dios: los pmpanos, la copa, el pequeo stiro y la uva. ParaBaldini, la escultura de mrmol estara hecha copiando al mismo modelo que le sirvi al joven Miguel ngel para suCrucifijo(un Cristo desnudo) de hacia 1493.14El jovencito que sirviera de modelo para el crucificado est ms pl

Baco, como ya se advierte en los muslos y en las nalgas. Baco alegre por el vino puede ser una imagen de transitorieEl ebrio adolescente no sabe a lo que invita, pero invita en cualquier modogracias a la insinuante delicadeza del en una especie de equvoca sensualidad fsica, dice el mencionado estudioso, a algo tan complejo y elementalplacer.



Uno de los grandes enigmas que se ha planteado durante aos a los estudiosos de esa colosal empresa pictric

realizar, y prcticamente en solitario, los frescos de la bveda de la Capilla Sixtina, entre 1509 y 1512 a fines de oese ao ya se pudieron ver al completo, es el de los llamados ignudio desnudos. Son veinte muchachos desnuaparente misin es sostener (en la pintura) con festones vegetales o mediante cintas, los medallones de fingido brescenas bblicas. Mero artificio decorativo esos rotundos chicos desnudos en poses de movimiento atltpremanieristas? Algunos dijeron que eran como caritides o que se era su papel, pero no lo son exactamente. Vasa(quiz ms cierto) que podan ser smbolos de la Edad de Oro. Tolnay habla de figuraciones neoplatnicas. Y quizsan en lo cierto (aunque de todo lo anterior hay algo) Andr Chastel cuando opina que son llanamente imgenes de lacorporeizaciones de lo Bello. Medio ngeles pteros y medio atletas, los ignudi son la belleza visible para el hnico que en la tierra le aproxima a la divinidad. En uno de los ms clebres sonetos dedicados a Cavalieri ( Vegg

bel viso, signor mi...) dir Miguel Angel claramente que la beldad que aqu se ve en el mundo es el nicejemplo que poseemos del cielo en la tierra y por eso la belleza del amado trascende a Dio e fa dolce la morte(a



Dios y hace la muerte dulce).15 Los ignudi son jvenes hermosos a menudo de impecable perfil y siempre cogenerosos cuyas torsiones permiten certificar el esplendor de lo bello en movimiento. Desnudos completos en que noel sexo, aunque ste, estamos en mbito religioso, sea testimonial, lo que no era ya poco. Ya comentamos lo que dijocapilla el sucesor de Julio II, el flamenco Adriano VI, un papa nrdico, severo y breve, al llamarla stufa di ignudien trminos actuales, como sauna de chicos. Pero lo cierto es que en aquel esplendor de figuras bblicas, arrebdesnudez (como el hombre recin creado por Dios) la Belleza est representada por muchachos de pletrica lozanaEs imposible para quien analiza al contemplador el fulgor general le basta no ver en ello un componente hommuy potente sustentado en una poca que quiso reencontrar, e interpretar de nuevo, el arte y el prestigio de los das he



San Sebastin

Poco despus de finalizada la Sixtina (y sabemos que Miguel ngel se tuvo siempre ms por escultor que pintoel proyecto de la tumba del papa guerrero que le orden pintar aquel techo. Para el sepulcro de Julio II esculpe el B

en 1513 el hoy llamadoEsclavo moribundo. Por una carta del propio Miguel ngel sabemos que esta estatua (quFrancia desde finales del siglo XVI) fue cincelada por el escultor en su clebre casa romana, desaliada y destarMacello dei Corvi. Tolnay habla deEsclavo dormidomejor que moribundo, pues la expresin del rostro del chextraordinaria placidez y dulzura. Los esclavos que iban a figurar en el cenotafio papal (existe, menos terminEsclavo rebelde) seran para los estudiosos antiguos la imagen de las ciudades o provincias sometidas por el obediencia de la Iglesia, un papa-rey. Para otros seran imagen de las artes liberales. Se habla tambin de luchacontra las cadenas del cuerpo, una simbolizacin ms religiosa, que tampoco desdice las anteriores. Como sea, esque Miguel ngel, otra vez, utiliza y reinventa el arte antiguo. No puede evitarse el recuerdo en la torsin del Lhelenstico, pero tampoco de las ms cercanas imgenes martiriales de san Sebastin. Incluso la aludida y bellsimadel rostro, sera vinculable con el mrtir que sufre pero muestra el gozo de la bienaventuranza, el placer que trasdolor. Si elDavidexpresaba fuerza y gallarda, el esclavo dormido o expirante (que tiene a los pies un simio) re

mrbida belleza dulcsima de perfecto caballete griego. El cuerpo, como a menudo en el escultor, es ms sensual yPero el rostro semeja ms joven y es pura beldad. El esplndido cuerpo inmaculado sufre o goza en un xtasis



mientras fulge la belleza (tan pluralmente simblica) del bel viso. Otra imagen del alma o de la posible y difcil pPuede, quien ha trazado este desnudo de sublime languidez llena de msculo, no amar la beldad de la carne jovcamino significante que sea? (Suave feminidad de un cuerpo rotundo, deseante.) El simio acreditara que la estatua sila pintura, segn el adagio ars simia naturae.



Pero la pregunta, y la reiteracin, central permanece: por qu siempre un joven hermoso, bello, sea el arte, el m

una provincia sojuzgada o el alma de nuevo? La obsesin de Miguel Angel por el sortilegio de la carne jpoderossima y absoluta. En 1519, el Buonarroti har un Cristo desnudo, apoyado en la cruz (un Cristo majestuoso triunfo) para la iglesia de Santa Mara sobre Minerva. Pero creo yo que es en la escultura conocida como La Victohacia 1532 donde, de algn modo, parece resolverse el tema. Justamente el ao mismo en que comienzan sus relams o menos platnicas, quiz menos al inicio con Tommaso Cavalieri, el joven romano al que dirigi sus mejorapasionados sonetos, a quien regal un magnfico dibujo con el guila arrebatando a un opulento Ganmedes dsoberbios...La Victoriaque permaneci siempre, hasta la muerte del artista, en su casa de via Mozza puede recomo dicen algunos, la alegora de la Virtud domeando al Vicio, u otra provincia sojuzgada, si perteneci como crmenos al proyecto del sepulcro del papa Julio, pero lo evidente es que un bello muchacho desnudo (s, podemos empcon David y Goliat) vence a un viejo con barba, poniendo su rodilla nueva en la espalda mltiplemente doblada. Sode rodillas el viejo es todo derrota del tiempo, de la edad, del amor, pero el joven desnudo, que muestra elvello entre los soberanos muslos, parece cantar, alardear su triunfo. Lleva una leve capa que nada cubre sino qupermitiendo adems mayores juegos con el escorzo de dominio y alegra. Miguel Angel ha recreado algo que bien ctriunfo omnmodo de la Juventud, entre la fuerza dorada de los msculos y la delicadeza del rostro sereno. Como soneto a Cavalieri de la misma poca:Lo que en tu bella faz aprendo y busco / mal lo comprende el ingenio humera l tambin, en retrato levemente bosquejado, el viejo sometido bajo la Victoria?



Sabemos que Miguel ngel jams dej de moverse en el crculo espiritualizante de los neoplatnicos, para q

amor hacia un cuerpo bello era asimismo el amor o el hechizo por un alma hermosa, pero entre otros, Cellini nos na

el Buonarroti recorra la noche florentina siguiendo a un muchacho nada espiritual, un juerguista muy bello quellamado Luigi Pulci. Y conocemos tambin que junto a los supuestos jvenes de mero ideal que le lleg a repinsidioso Aretino (entre estos ideales estara Tommaso) hubo tambin turbios pero hermosos barbianes, como el llamdi Poggio, a quien dedic dos sonetos, y ofreci dinero, pese a su mala vida. Como Leonardo hizo con el mancebo Svivir arriscado y algo pendenciero de los chicos fugazmente hermosos y muy pronto sombras, no acreditaba lo rbreve del triunfo juvenil, pero tambin la pureza de su victoria, aunque tan efmera? PuesLa Victoriaes apenas ucorto si el muchacho no es sustituido por otro, solo caso en que casi se muestra eterna.

El desnudo masculino de Miguel Angel no slo es obsesivo, como dije, sino que, por debajo de todas las necesarias simbologas de la poca, trasluce el ansia ms que apasionada de un hombre genial hacia esa juventudllega a abarcarlo todo prcticamente en el arco amplio de sus significaciones. El fuego de un caballero armado. (AAngel alcanzara como a pocos el concepto esttico de sublime, puesto en circulacin por el tratado atribuido a Lo

lo sublime, probablemente del siglo IV. La sorpresa, la inmensidad sentida, la grandeza. Sin embargo, como se trconcepto de frtil movilidad a lo largo de la historia de las ideas estticas, me dentendr ms en l al llegar al



romntico, que lo ensanch con dramatismo. Pero si Miguel Angel es un genio, como comenc diciendo, ello se debeindiscutible sublimidad se da ya tanto en su aspecto ms arrobado, sensual o metafsico de beata placidez, como fulgen el estilo trgico, que vive y domina.)

El florentino Benvenuto Cellini (1500-1571) ha sido mucho tiempo considerado como el hombre arquetRenacimiento, casi en parangn dos pesos de una misma balanza con Csar Borgia. Por su hoy clebre Vita, qescribi y medio dict poco despus de la mitad de su tiempo (aunque slo tuvo su edicin primera en 1728), sabemmaestra y refinamiento como orfebre y escultor se acompaaron de una vida de accin y pasiones, donde no falt la prisin por motivos polticos o sexuales, los asesinatos (Cellini confiesa haber matado a ms de cuatro hombresquiz no era tan excepcional en la poca) y desde luego una clara bisexualidad. Su gusto por los muchachos aparecepero claramente, enLa vidacomo cuando describe la belleza de un muchacho espaol en Roma, de nombre Diego, al

vestirse de mujer para acudir con l a una fiesta en la que se rivaliza por las compaas. Dice: Mand llamar a un mespaol que tendra unos diecisis aos. Viva al lado de casa y era hijo de un latonero espaol. El chico estudiaera muy aplicado. Se llamaba Diego, era guapsimo, tena sobre todo un color de piel maravilloso. La forma de s

era mucho ms hermosa que la de aquel antiguo Antinoo y muchas veces lo retrat.16

Ms adelante sin haber mencionar a otros mozos notables, como aquel Pulci deseado por Miguel Angel a quien sinceramente admira narrauna disputa de arte ante un noble, Bandinello le grita: Cllate la boca, mariconazo! (soddomitaccioen italiano)aunque airado, Cellini responde: Loco, ms que loco, esta vez te has pasado de la raya!; ojal Dios me hubiera cla gracia de saber practicar un arte tan noble, un arte que, como se dice, Jpiter practic en el mismo Ganmedes; y aqu en la tierra no dudan en practicar los ms grandes emperadores y los reyes ms poderodesgracia, yo no soy ms que un pobre y simple hombrecillo que no puede, ni sabe, cmo enloquecer sus sentidocosa tan deliciosa.

Acaso este anfibolgico fragmento deba ser considerado uno de los primeros elogios modernos de la homosecuando oficialmente (por eso haba que defenderse) se la consideraba el pecado nefando. Es lo cierto que topulsiones vitales conforman, o son plenamente visibles, en el arte ms perfecto y clsico de Cellini. La mayora magnficoPerseoque est en la Logia dei Lanzi en Florencia. La escultura se termin en 1554 y parece la obra cellms envergadura. Con la mano alzada, el joven sostiene la sangrante cabeza de Medusa. En el otro brazo aferra lComo acaba de realizar un gesto heroico y, aunque lo veamos en el alto y quieto momento del triunfo, todo en energa vibrante y contenida. Y la soberbia belleza de un cuerpo desnudo, con todos los msculos en tensin. Musglteos... Nada falta. Tambin los genitales, con su leve vello. Sin embargo (y junto a sus labores de orfebrera o almarfil de El Escorial), los trabajos menos conocidos de la estatuaria de Cellini son asimismo desnudos maamparados por la mitologa, pero mucho ms efbicos quePerseo, tal vez en la sombra del muchacho Diego.



Son el manieristaNarciso (de la misma poca que elPerseo) retorcido para contemplarse sentado, un muc

suave amaneramiento y cabello rizado. Y dos Ganmedes: grande uno, con el muchacho victoriosamente montadoguila y como animndola a emprender el vuelo (se dira que es Ganmedes quien rapta al ave) de 1547. Y una escupequea y algo anterior, hoy en la Frick Collection, pero de similar significado. Esbelto y de pie, con los largomuslos de la maniera, el muchacho acaricia al pjaro de poderoso pico, a sus pies, como se acaricia a un perro, miecon el otro brazo levantado parece invitarla a morder el cebo, a volar con l... Este muchacho, impecablemente dtambin con genitales imberbes, como

villena, luis antonio de heroes atletas amantes historia esencial del desnudo masculino

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