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Texturas en Psicoanálisis Año 6 - Nº 1 Nov. 2006 88 Marcos Mustar : : Una Institución Psicoanalítica en Red en el lugar del "Semblant"

Tr a n s f e r e n c i a y L e c t u r a Desde los inicios del desarrollo que Sigmund Freud produce a partir de la apertura clínica que

trabaja y lo hace trabajar, se encuentra con el fenómeno de la Transferencia. La exploración de este fenómeno y sus efectos en la clínica que inventó, lo orientan hacia una investigación que fructificó en uno de los conceptos fundantes y fundamentales en la clínica psicoanalítica. Escribe: “Cuando uno se adentra en la teoría de la técnica analítica, llega a la intelección de que la transferencia es algo necesario. Al menos, uno se convence en la práctica de que no hay medio alguno para evitarla, y que es preciso combatir a esta última creación de la enfermedad como se lo hace con todas las anteriores. Ahora bien, esta parte del trabajo es, con mucho, la más difícil. La interpretación de los sueños, la destilación de los pensamientos inconscientes a partir de las ocurrencias del enfermo, y otras artes parecidas de traducción, se aprenden con facilidad; el enfermo siempre brinda el texto para ello. Únicamente a la transferencia es preciso colegirla casi por cuenta propia, basándose en mínimos puntos de apoyo y evitando incurrir en arbitrariedades. Pero no se puede eludirla; en efecto, es usada para producir todos los impedimentos que vuelven inasequible el material a la cura, y, además, sólo después de resolverla puede obtenerse en el enfermo la sensación de convencimiento en cuanto a la corrección de los nexos construidos” 1

Vale decir; en principio subraya una vertiente que encuentra en la Transferencia un obstáculo

insalvable en el campo de la clínica y una necesidad de abordaje particular por parte del Psicoanalista, por cuanto hay que “colegirla” y sus nexos con el material que proporciona el Analizante han de ser “construidos”. Deteniéndonos brevemente en la palabra colegir, es definida en relación a: juntar (unir unas cosas con otras), inferir (deducir algo de otra cosa).2 Freud encuentra en los fenómenos transferenciales de la clínica algo heterogéneo al material interpretable por la vía de lo simbólico, ese encuentro fuerza a Freud con una insistencia que no es la del retorno de lo reprimido, y anticipa aquello que irá trabajando sobre el final de su obra en la vertiente de la Construcción.3 Luego de abrir el campo de la clínica, poniendo el acento en escuchar a sus pacientes y en la interpretación, el trabajo con lo que hacía tropiezo, orienta a Freud hacia la lectura, a leer junto con el material que llegaba por asociación libre, la puesta en acto de la realidad sexual de lo inconsciente; el campo pulsional.

Freud escucha, lee y escribe intentando delinear un borde. Dice Lacan, a propósito de la lectura

que hace sobre la Transferencia, en el Seminario XI: “Reemprendo, a partir de ahí,

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mi discurso sobre la pulsión. Me he visto conducido a abordarla después de haber expuesto que la transferencia es lo que manifiesta en la experiencia la puesta en acto de la realidad del inconsciente, en tanto que es sexualidad.”4 En su trabajo Freud aborda el material desplegado en Transferencia teniendo en cuenta la repetición en acto de lo no rememorable, mientras que Lacan recorta en la Transferencia un sesgo que no se reduce a la repetición, puesto en escena desde la búsqueda de un goce que no se ha escrito como imposible. “Es en tanto que hay búsqueda de goce en tanto que repetición, que se produce lo que está en juego en ese paso, el salto freudiano, que ese algo que nos interese como repetición y que se inscribe en una dialéctica del goce, es propiamente lo que va contra la vida”. 5

E s c r i t u r a e n Tr a n s f e r e n c i a

En el Seminario El reverso del psicoanálisis del que extraje la anterior cita, Lacan se ocupa de un modo minucioso en formalizar cuatro discursos; del Amo, de la Histérica, del Universitario y del Analista. Recorre y recorta la relación entre los elementos de cada discurso, al tiempo que fija invariantes para los lugares de: agente, Otro, producción y Verdad. El giro de las letras a, $, S1 y S2 que ocupan esos lugares produce cada uno de los cuatro discursos. Por esa construcción encuentra el modo de escribir lo imposible en cada uno de los cuatro discursos, como un hecho de estructura, diferenciando Saber y Verdad. Escribe que la Verdad es semi-dicha, una afirmación que, tan contundente como equívoca, marca una disyunción irreductible entre el lenguaje, la verdad y el goce. La escritura de esa disyunción irreductible abre a una relación distinta del sujeto viviente con el lenguaje, en la medida en que en el discurso analítico se producen los significantes que determinan a ese sujeto. La producción del S1, Significante Amo por el discurso analítico, abre lugar a una creación acotando aquello de la repetición que “va contra la vida”. En ese Seminario, Lacan propone que el Significante Amo producido en el discurso analítico sería menos estúpido, menos insensato. Aún cuando él reconoce no estar de acuerdo con una idea de progreso, afirma que el giro de los discursos deja marcas, de modo que en una segunda vuelta haya marcas del pasaje por la primera. Puesto a comandar en el Discurso Amo, la relación del sujeto con el S1 está marcada por una distancia, una separación en tanto producto, no como agente. Arriesgo que en una segunda vuelta para el Sujeto barrado, el S1 se aproxima al estatuto de Significante, estando en la primera más próximo a la letra. “Lo bueno de cualquier efecto de discurso es que está hecho de letra.” 6


L a s f a s c i n a c i o n e s y l o s C o r t e s

“Muchas veces hemos oído sostener el reclamo de que una ciencia debe construirse sobre conceptos básicos claros y definidos con precisión. En realidad, ninguna, ni aun la más exacta, empieza con tales definiciones”.7 Esto planteaba Freud en el comienzo de uno de sus escritos haciéndonos partícipes de sus vacilaciones, quien como fundador de un campo revisaba y reformulaba los conceptos construidos a partir de su experiencia clínica, poniendo en acto su propia división. Esa orientación fecunda surge en el camino que desarrolla escribiendo algunos elementos de constitución subjetiva, a la vez que los obstáculos lo hacían trabajar sobre el dispositivo analítico y el lugar del Psicoanalista. El trabajo clínico y de transmisión que desarrolla Lacan, toma el relevo desde las orientaciones freudianas proponiendo un “retorno a Freud” que lo lleva en su escritura, más allá de Freud, no sin revisar los principios fundamentales del psicoanálisis. La invención del objeto “a” trabajado desde la relación con el campo significante hasta aportes que toma desde la topología para escribir el nudo borromeo, implica también una escritura del lugar del analista. En los últimos Seminarios cambia la nominación del lugar del analista en el discurso del Analista: pasa de Agente a Semblante como aquel que comanda la cadena. ¿La escritura de Lacan afectada por el giro de los discursos articulados a la topología del nudo borromeo? Tanto Freud como Lacan dan testimonio de estar a la altura del Acto y sus consecuencias en los recorridos de cada uno.

En el estilo particular que lo caracteriza, dice Lacan sobre el lugar del Analista: “Ese lugar de

nadie es desde luego, como el nombre de persona lo indica, un lugar de rango a ocupar, de falsa apariencia (semblant). Se trata de ocupar el rol del analista.” 8 Es interesante el modo en que aproxima el concepto de Semblante al sesgo, uniendo falsa y apariencia. Apariencia alude a algo que tiene el aspecto de otra cosa, no siendo esa que aparenta, y falso alude a falto de realidad o de veracidad, o sea que el lugar del Analista como Semblante de a alude a una apariencia detrás de la cual no hay otra cosa, sino un agujero a bordear.

L a c a s t r a c i ó n d e s d e u n a e s c r i t u r a e n a c t o

Cuando algunos conceptos comienzan a fascinarnos y dejarnos congelados, hacemos obstáculo para una construcción que haga lugar al sujeto y el deseo. La fascinación produce inmovilidad y es algo que desde el dispositivo institucional en red trabajamos. “Somos hermanos de nuestro paciente en la medida en que, como él, somos hijos del discurso” afirma Lacan en el Seminario XX.9 Hay algunos lugares y funciones


en la estructura institucional que apuntan a romper con las fascinaciones que nos provocan y nos toman de tanto en tanto. El trabajo clínico nos fuerza a un método de aproximación y tanteo, cuestionándonos e interrogando sobre los efectos y las respuestas que institucionalmente vamos dando a los efectos de la transferencia en una tarea de construcción. Dice Silvia Rivello en Lógica Colectiva, Clínica Nodal10: “Ésta, descubrimos, es una de las metodologías sin la cual no se puede dar la construcción de una Institución en Red, es una de las ejercitaciones de pensamiento necesarias que la misma Institución instituirá como estrategia una y otra vez: aproximarnos, bordear, a-pensar, el objeto y sus perturbaciones: inhibición, síntoma y angustia, los significantes Institucionales, las modalidades en los giros de discursos, los múltiples tiempos jugando en cada lugar Institucional y el argumento colectivo, las distintas topologías y geometrías que escriben lugares y funciones Institucionales en sus variados escritos.”

Cuando Lacan inventó el dispositivo del Cartel estaba situado en el contexto de formación

del Psicoanalista y su relación con la Escuela. Movido por la necesidad de que no se instauraran jerarquías entre los Analistas de la Escuela, indica la reunión de varios enlazados por “transferencia de trabajo” y alguien cualquiera en la función de Más Uno que vele por los efectos que se producen en el trabajo y opere en la dirección de que el deseo no desfallezca. La estructura de Páremai incluye cinco lugares de Más Uno11, un lugar vacío que convoca a la circulación en los espacios de trabajo configurados al modo de Carteles orientados desde algunos significantes Institucionales específicos, de modo tal que ninguno se arrogue la representación de ser el lugar, sino que ocupa una función. Tratándose de una Institución de Clínica Nodal en Red, “El analista no puede comprender nada sino a título de lo que dice el analizando; a saber, de verse, no como causa, sino como efecto de ese discurso”12, la tarea consiste en trabajar sobre los efectos del discurso del analizante o potencial analizante y los tiempos, modos y operaciones orientados por la dirección de la cura. Silvia Rivello, fundadora de Páremai escribe: “Y desde la clínica en Red no habrá La Institución, sino barrada”.13

Tr a n s f e r e n c i a a l a I n s t i t u c i ó n

En Páremai, como Institución de Clínica Nodal en Red14 nos hemos preguntado y hemos sido preguntados por el tema de la transferencia a la Institución en la clínica. La originalidad de la estructura institucional y la puesta en marcha del dispositivo clínico, posibilitan que intervengan tanto Psicoanalistas como otros Profesionales, incorporando al trabajo en Red incluso a Profesionales que no son miembros de la Institución, y a otras Instituciones.


El Dispositivo Clínico Nodal en Red, instrumentado por la Institución en Red como cuarto nudo, va posibilitando y habilitando algunos circuitos, que hacen que distintos sujetos o personas, por el devenir sujetos, se encuentren con distintos lugares. De esos recorridos, desde los fundamentos del psicoanálisis, podemos hacer alguna lectura de los efectos que ese recorrido produce en la cadena de nudos institucional, haciéndonos trabajar inhibición, síntoma y angustia. Los circuitos que va haciendo posible la red, van siendo recorridos con cierta facilidad, hasta que nos encontramos con algunos puntos en donde surge la “aprehensión”, me refiero a la emergencia simultánea de una suposición de saber y no querer saber sobre eso. Como decía Freud en varios de sus textos, esperamos que en la transferencia que los analizantes hacen a la Institución surja la resistencia, es esperable que surja porque en esos momentos van a aparecer puntos que requieren ser elaborados, y requieren de una lectura y una escritura que permita al sujeto hacer un trabajo y como decía Lacan, hagan posible una respuesta nueva. La castración en acto del dispositivo tiene que ver con que la simultaneidad de distintos lugares habilita a que desde lugares inesperados, surjan lecturas que tal vez en un análisis conducido por un analista solo trabajando en su consultorio quedarían pegoteados, y dificultadas ciertas distinciones y operaciones que el trabajo en red abre. Algún sesgo de esta astucia que estoy tratando de subrayar para los momentos en que surge la aprehensión – y que tiene que ver con la libertad en la táctica y la estrategia desde la dirección de la cura – hace que no haya alguien que funcione como ese Uno no barrado, que tiene que condensar todos los lugares a la vez, sino que hay distintos lugares, distintas funciones. “La barra es precisamente el punto donde, en todo uso del lenguaje, existe la oportunidad de que se produzca lo escrito”15 nos enseña Lacan. Por ejemplo: algún paciente dice cosas en la Recepción que no dijo en la sesión tal como la entendemos tradicionalmente; como la institución es una institución de clínica psicoanalítica en red, algo que dice o actúa en la Recepción o en la Administración puede tomarse para el trabajo clínico en tanto la institución sostiene el lugar del semblant. Vamos siguiendo la huella del tejido transferencial que van haciendo los sujetos o posibles sujetos en el recorrido por la institución, qué van diciendo y poniendo en escena, tejidos o fallas en el tejido que anuden Real, Simbólico e Imaginario. Desde sus orígenes, la Institución se nombró como Psicoanalítica, de Clínica Nodal en Red, en la que operan Psicoanalistas articulando con otros discursos, otras disciplinas, haciendo lazo social. Los lugares que instituye, desde los principios del Psicoanálisis están en orden a hacer lugar a la transferencia, por consiguiente son espacios de lectura y escritura. Silvia Rivello escribe: “Pensemos entonces la Institución en la línea de dar lugar al lugar del analista, que no es este o aquel analista en particular. La Institución en Red asume el sostén, desde sus propios vacíos, hasta tanto esa presencia pueda singularizarse desde una demanda a un determinado analista”. 16


Considero que una Institución de Clínica Nodal en Red ocupa el lugar del Semblante haciendo “reinar ahí el objeto a” 17. En relación a ese lugar de Semblante que los pacientes en transferencia a la Institución despliegan lo propio de su estructura a trabajar. Los espacios de lectura institucionales apuntan a escuchar y leer en atención flotante el despliegue transferencial que nos orienta hacia las operaciones necesarias en cada caso. ¿Cómo podríamos no tomar aquello que el sujeto ofrece en los espacios institucionales que recorre? Sería equivalente a la afirmación de Freud cuando plantea que una vez que convocamos a los demonios, los encerremos de nuevo sin interrogarlos. “…El goce sólo se interpela, se evoca, se acosa o elabora a partir de un semblante” 18 ¿Qué efecto pretendemos en la clínica los analistas si en nuestro trabajo no ponemos en acto el lazo social? ¿Qué nuevo alcance podremos dar a la afirmación que Lacan hace con respecto a que el analista paga con su persona19, para no caer en una coaptación que “promueve un retorno a un estatuto de prestancia, que conjuga la pregnancia narcisista con la astucia competitiva”?20 La apuesta es a que ese trabajo, que es necesario, se vaya haciendo. Y por eso también, desde distintos lugares y funciones Institucionales, nos vamos orientando en ese sentido del trabajo en Red apuntando a una escritura Nodal.

1 Fragmento de análisis de un caso de histeria (1905 [1901]), S. Freud, Obras Completas, Tomo VII, Amorrortu Ed., Bs. As., página 98

2 Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española, Vigésima Segunda Edición, Ed. Espasa, 2001

3 Construcciones en el análisis (1937), S. Freud, Obras Completas, Tomo XXIII, Amorrortu Ed., Bs. As. 1979, página 255

4 La pulsión parcial y su circuito, J. Lacan en el Seminario XI, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, reunión del 13 de Mayo de 1963, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1986, página 181

5 Saber, medio de goce, J. Lacan en el Seminario XVII, El reverso del psicoanálisis, reunión del 14 de Enero de 1970, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1992, página 42/48

6 La función de lo escrito. Jacques Lacan en el Seminario XX, Aún, reunión del 9 de Enero de 1973, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1989,

página 377 Pulsiones y destinos de pulsión, S.

Freud, Amorrortu editores, Buenos Aires, 1979, Obras completas, volumen XIV, página 105

8 Seminario XXI, L´Insu..., J. Lacan, reunión del 9 de abril de 1974, inédito, versión de la Escuela Freudiana de Buenos Aires

9 La función de lo escrito. Jacques Lacan en el Seminario XX, Aún, reunión del 9 de Enero de 1973, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1989, página 37

10 Lógica Colectiva, Clínica Nodal. Acerca del trabajo institucional en Red. AA. VV., Letra Viva, Páremai, Buenos Aires, 2004, página 29

11 Op. Cit., página, 20812 La función de lo escrito. Jacques

Lacan en el Seminario XX, Aún, reunión del 9 de Enero de 1973, Ed. Paidos, Buenos Aires, 1989, página 37

13 Lógica Colectiva, Clínica Nodal. Acerca del trabajo institucional en Red. AA. VV., Letra Viva, Páremai, Buenos Aires, 2004,

página 3114 Op. Cit., página 2315 La función de lo escrito. Jacques

Lacan en el Seminario XX, Aún, reunión del 9 de Enero de 1973, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1989, página 46

16 Lógica Colectiva, Clínica Nodal. Acerca del trabajo institucional en Red. AA. VV., Letra Viva, Páremai, Buenos Aires, 2004, página 35

17 La función de lo escrito. Jacques Lacan en el Seminario XX, Aún, reunión del 9 de Enero de 1973, Ed. Paidós, Buenos Aires. 1989, página 115

18 Op. Cit., página 11219 La dirección de la cura y los

principios de su poder. Jacques Lacan en Escritos 2, Siglo Veintiuno Editores, México, 1984, página 567

20 Proposición del 9 de Octubre de 1967 sobre el psicoanalista en la Escuela. Jacques Lacan en Momentos Cruciales de la Experiencia Analítica. Manantial, Buenos Aires, 1991, página 10

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