Turbas EstadistasPor: Eduardo A. Náter R amos Publicado: 17 de mayo de 20 11, El Vocero, pág. 24 Puerto Rico se encamina luego de casi 13 años a realizar un nuevo plebiscito de estatus para resolver un problema que por poco más de medio milenio hemos llevado sobre nuestras espaldas. El movimiento estadista, que representa la única alternativa que garantiza la unión permanente con los Estados Unidos, está despertando ante esta encrucijada, pero le falta mucho por recorrer. En los pasados meses, como parte del grupo “Despierta, Estadista”, hemos estado junto a líderes del Partido Nuevo Progresista recorriendo por distintos municipios educan do sobre la estadidad, enfatizando la necesidad que tenemos de que se resuelva finalmente el problema de estatus y la importancia de la militancia informada dentro de nuestro ideal. Hemos dejado claro que el momento es ahora. Por nuestro estilo y energía, nos hemos ganado el título de “turbas estadistas” y con mucho orgullo lo llevamos.Me preguntarán el por qué me enorgullece el que nos llamen turbas. Las huestes de nuestro ideal se encuentran dormitando dentro del sueño colonial o envueltas en la vorágine partidist a. El resto del puebl o puertorriqueñ o se encuentra s oñando en las promesas falsas que predica el Partido Popular Democrático. Las “turbasestadistas” dijimos: “¡Bast a ya!”. Con nuestra juventud y energía, estamos agitando, estamos despertando a los dormidos, estamos dando ese café mañanero para levantarnos y trabajar fuerte, con ímpetu y tesón por la estadidad. Más “turbas estadistas” es lo que necesita el ideal en estos momentos porque dentro de la tierra de los dormidos, el despierto es el que está destinado a triunfar, a ser grande. “Aquí en América somos descendientes de sangre y espíritu de revolucionarios y rebeldes; hombres y mujeres que se atrevieron a disentir de la doctrina aceptada. Como sus herederos, que nunca se confunda el disentimiento honesto con la subversión desleal.” – Dwight D. EisenhowerEl presidente Eisenhower describió con sus palabras lo que pienso sobre una situación que vive nuestro ideal. Con esto quiero llevar el mensaje de que podemos diferir y esas diferencias pueden ser “disentimient o honesto”, bienintencionado y genuino, pero el ideal debe estar siempre por encima de todo. En el momento que esas diferencias debiliten, dividan o manchen el ideal, no podemos entrar en lo que Eisenhower muybien llama la “ subversión desl eal”. Nuestr o fin y norte es logr ar la estadidad y para eso podemos seguir un sinnúmero de caminos, no existe uno único. Nuestra ciudadanía american a lleva ese espíritu revolucionario y rebelde que nos incita a una búsqueda continua de lo que queremos, de esos derechos inalienables a la vida, libertad y la búsqueda de la felicidad. Nos incita a ser “turbas” dentro de nuestro ideal. Aningún territorio le cayó la estadidad del cielo. Todos despertaron ante la realidad, la trabajaron, la sudaron, la buscaron y finalmente la obtuvieron. Ninguno fracasó.
