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Sinopsisparrow Fisher se está transformando. Ya no se viste con ropas

anticuadas e ideales, finalmente está experimentando su

libertad.

Antes de mudarse a la ciudad de Nueva York, conoce a Ian Sterling,

un músico con el que Sparrow ha soñado desde la primera vez que lo vio. La

atracción es inmediata, pero su relación no es tan simple.

Durante un período de cinco años Sparrow e Ian se topan entre sí en

lugares inusuales. Cada vez, Sparrow tiene que decidir si puede confiar en él,

si él siente lo mismo por ella, y por último, si el amor es realmente suficiente.


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ContenidoSinopsis 17.- Viaje Suave

1.-Parada en el Infierno 18.- Llévame a Casa

2.- El Pasado 19.- Vacaciones de Invierno

3.- ¿Qué? 20.-Ligada a Minnesota

4.- Puntos de Vista 21.- Se Mía

5.- Se acabó 22.- Veneno

6.- Habilidades 23.- Respira

7.- Juego de Niños 24.- Cartas

8.- Flotando y Cayendo 25.- Rosas y Tiempo

9.- La Mañana Después 26.- Inconstante

10.- Prospectos 27.- Año Nuevo, Vida Nueva

11.- Agonía 28.- Casa

12.- Aclarando Todo 29.- No lo Creo

13.- Grietas 30.- 4a y 4b

14.- Encaje Purpura 31.- Todo se Reduce

15.- Hechizado Epílogo

16.- Thumpity-Thump-Tunk Willow Aster


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Parada en el InfiernoTraducido por Maru Belikov

Corregido por Nony_mo

a pasado un año, dos meses y diecisiete días desde la última

vez que lo vi. Dos años, diez meses y cinco días desde que él

rompió mi corazón —bueno, desde que supe que había roto

mi corazón. Técnicamente, él empezó a romper mi corazón en el momento

que lo conocí, hace cinco años, once meses y un día. He viajado a través del

país para alejarme de él, cambiado mi número de teléfono así podía dejar de

llamar, tenido una relación desastrosa tras otra, todo con el objetivo de

olvidar.

Y ahora estoy a 1.600 kilómetros de casa, esperando por otro vuelo

para continuar otros 500 kilómetros más hacía el sur, y él está caminando

hacia mí en el aeropuerto DFW1.

Ian Sterling se encuentra ajeno al hecho de que nuestras vidas van a

chocar en… cinco, cuatro, tres, dos…

No me puedo mover mientras él camina hacia mi puerta de embarque

y empieza a hablar con la agente. He visto el pequeño aeroplano en el que

vamos a estar juntos. No hay manera de escapar de él.

Hundiéndome en lo inevitable, lo observo. Él es la perfección, y no

soy la única que piensa así. La agente de viajes se ve toda agitada mientras

mira hacia él y tartamudea. Su grueso cabello está apuntando en todas

direcciones, justo de la manera en que me gusta. Él luce soñoliento e

1 DFW: Dallas Fort Worth es el aeropuerto más activo en el estado de Texas, EE UU.


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indecente; quiero lanzármele y envolver mis brazos y piernas alrededor de él

y respirar su aire —yo y cada mujer que fija sus ojos en él. La guitarra cerca

de sus pies es como otro accesorio; raramente lo veo sin ella.

Antes de que siquiera sepa lo que estoy haciendo, estoy corriendo atoda velocidad a través de las bolsas y maletas de los viajeros. Tengo que salir

de aquí. Si me ve, no puedo garantizar lo que pase. Simplemente no pienso

que pueda arriesgarme. Mi corazón no puede soportar más.

Evado su dirección en general y estoy haciendo un progreso cuando

me quedo enganchada en una maleta de estampado de cebra y adornos

púrpura. El dobladillo de mi minifalda queda atascado en la manija de la bolsa

y un tirón no lo suelta. Mi falda no va a ceder. El pánico empieza aalcanzarme; mis manos son un tembloroso desastre. Estoy a punto de hacer un

agujero en el material así puedo seguir moviéndome cuando lo escucho.

Su ronca voz corta a través del parloteo alrededor de nosotros. He

extrañado esa voz.

—¿Sparrow?

Todo mi cuerpo se vuelve rígido. Excepto por los temblores en mismanos, rodillas y estómago. Agarro mi falda otra vez, y esta vez

milagrosamente se suelta. ¡Traidora!

Ian se está sosteniendo del mostrador enfrente de él y por un

momento, creo que se va caer.

—¿Sparrow? —dice otra vez y le da a su cabello un ligero tirón

nervioso. Sus ojos me devoran, y sé que me tengo que sentar antes de que sea

yo la que se caiga.

Pongo mi cara más tranquila y doy una educada, pero fría sonrisa.

—No te hagas ninguna idea —digo.

Él asiente y se estira para tocar mi rostro.

Retrocedo. Si me toca, se ha terminado. Pretendo no ver el dolor en

sus ojos.


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—¿Te sientas conmigo? —pregunta él.

Colapso en el primer asiento disponible. Tanto por mantenerme

alejada.

Ian coloca su guitarra frente a mí y se sienta en la parte superior: los

codos en las rodillas, sus rodillas contra las mías, sus ojos tratando de leerme.

Esos ojos han sido mi fin muchas veces. Me hundo muy fácilmente en ellos.

Él tiene pestañas que todas las mujeres envidian y en su lugar las

estudio, recordando todas las veces que lo he molestado sobre ser demasiado

lindo. Él se inclina incluso más cerca. No puedo hundirme más de lo que ya

estoy en mi asiento.

De repente, se aparta y mira alrededor.

—¿Está tú mamá contigo? Sabía que debía haberme afeitado

—murmura.

Una sorpresiva risa sale.

—No, Charlie no está aquí.

—¡Uf! —Se frota la barba a lo largo de su mandíbula y sonríe—. No

puedo creer que estés aquí enfrente de mí. Luces bien, Sparrow. Tan hermosa.

Él se estira y gentilmente acomoda uno de mis rizos, observándolo

rebotar de regreso a su lugar. Coloca una mano en cada mejilla, sus ojos

estudiándome hasta que ellos se detienen en mis labios. Él siempre tuvo una

cosa por mi boca. Y mi cabello. Solía enumerar lo que amaba de cada parte de

mi cuerpo, describiendo tan detalladamente que mi cuello se cubría de

manchas. Y luego me molestaba sobre todas las manchas, mientras besaba cada

una de ellas.

Tenía que detener mis pensamientos.

—He visto este rostro cada noche cuando cierro mis ojos. Todo el día,

pienso que te veo, a cualquier lado al que voy…

Sus ojos se nublan, y deja caer sus manos.


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—He soñado esto tantas veces, no estoy siquiera seguro de que eres

real ahora mismo. ¿Estás realmente aquí?

Un grueso nudo quema en mi garganta, haciendo más y más difícil

tragar. Sé todo sobre ver su rostro en todos lados. Y no dormir. Incluso, cuántotiempo me tomo comer otra vez después que rompió mi corazón y lo pateó

con las botas negras de combate que le regalé esa horrible navidad.

Empujando el dolor, tomé un profundo respiro y compuse mi rostro como una

pizarra en blanco, vacía de todo sentimiento. Excepto el odio que desearía

tener por él.

En nuestro aturdimiento, creo que nos perdimos varias llamadas de

abordaje porque la agente de viajes señala en nuestra dirección mientrasruidosamente realiza la LLAMADA FINAL PARA ABORDAR. Todos los otros

pasajeros estaban sentados y esperándonos cuando subimos al avión. Sentí algo

de hostilidad. No quería que los texanos se molestaran conmigo.

—Bueno, quien lo iba a pensar, nuestros asientos están juntos —se

burló él.

—Estoy segura que ayuda que seamos los últimos —espeté con un lado

de mi boca. Me siento y tiro del cuello de mi camiseta arriba un poco más alto

cuando veo sus ojos vagando por ella.

Él se sienta y ríe.

—Vamos, nena, te tengo por una hora. Déjame mirarte. —La manera

en que dice te tengo me hace sentir febril.

—No me llames así.

—Déjame ver tu boleto. —Él lo toma antes de que pueda decir no—.

4B. —Levanta el suyo así puedo ver el 4A—. Ni yo mismo pude haber

planeado mejor esto…

Inclino mi cabeza hacia atrás en el asiento y cierro mis ojos. No han

pasado siquiera dos minutos antes de que estemos rodando y despegando.

Ahora sé por qué era la mirada de los otros pasajeros en nuestra dirección

—estábamos atrasando el vuelo.


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El aire es grueso con melancolía y deseo. Siempre he sabido al minuto

que él está en una habitación. No importaba si era una habitación de cien

personas o miles, podía identificar su oscuro cabello y pavoneo a un kilómetro

de distancia. Estar a tal proximidad después de tanto tiempo separados está

amenazando con ponerme enferma. Ian está observándome, su cabeza

inclinada sobre el asiento y todo su cuerpo desplazado hacia el mío.

Un destello de color alcanza mi ojo —no, seguramente esas cosas

todavía no están en circulación.

—Dime que no estás usando todavía esas medias de elefantes.

Su sonrisa empieza a ocupar todo su rostro, deteniendo mi corazón en

el proceso.

—Ahora tienen unos pocos agujeros.

Resoplo. Es una cosa buena que mi mamá no esté aquí, ella estaría

mortificada.

—Sí, lo imagino.

—Nunca he dejado de amarte, Sparrow Fisher.

Me concentro en respirar y no verter el café y panqué sobre él. Eso le

daría una lección.

—Nunca he amado a nadie más que a ti —él continúa, sin inmutarse

por mi silencio.

Giro mi cabeza y la mirada en mi rostro parece asustarlo. Sus ojos se

amplían.

—No importa, Ian. El amor… significa nada , a este punto. Y soy la

única en esta inexistente relación que verdaderamente puede decir que nunca

ha amado a nadie más que a TI. Así que ni siquiera me des esa tontería sobre

solo amarme a mí . Eso es un montón de caca. —Resopló y miro fuera de la

pequeña ventana, tratando de olvidar que él está aquí.

Él se ríe y giro mi rostro para ver que podría hacerlo reír.


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—Todavía me amas —susurra Ian, apretando mi mejilla—. Y dijiste,

caca . Él me sonríe tristemente; sus ojos buscando en los míos, empujándome…

profundo.

—Nosotros no decimos cagada ; decimos caca —recito.

—Nosotros no decimos Mier… —Tapo su boca antes de que pueda

decir el resto—. Decimos Rayos —termina él, murmurando. Besa mi mano y

me estoy hundiendo, hundiendo rápido. Mi estómago está de regreso al suelo,

y el corazón está en mi garganta. No estoy segura de cuánto tiempo su boca

hipnotiza la mía. Su lengua lame alrededor de mi dedo medio, y soy sacudida.

Por lo que aparto mi mano rápidamente.

—Oh, Spar… —empieza él.

—¿Sabes qué? Estamos atascados juntos en este avión. No quiero

hablar más de esto. Podemos hablar de otras cosas. Como… ¿qué hay de nuevo

contigo? o, ¿cómo va tu carrera? ¿Cómo está tú mama? Cosas así… el resto,

simplemente no quiero escucharlo salir de tu boca. ¿Lo entiendes? Y si no

puedes hacerlo, puedo ignorarte el resto del vuelo. ¿Trato?

Sus ojos están bailando, y quiero golpearlo con la bolsa para el mareo.Sí tampoco puedo decir bolsa para vomitar , ¿de acuerdo? Tengo está cosa

sobre las palabras. A veces se siente como una enfermedad; otras veces, se

siente como un don cuando estoy escribiendo y salgo con palabras

significativas en lugar de jergas tontas. Enfermedad o no, mi editor lo aprecia.

—Trato —dice él y estira la mano para sacudirla. Sus manos ásperas se

sienten como casa, demandando por mí de nuevo.

Gradualmente me relajo lo suficiente para entablar una conversación.

Recuerdo todas las veces que he querido saber dónde estaba, qué estaba

haciendo… por lo que ésta es mi oportunidad. Puedo continuar con el dolor

otra vez más tarde. El resto del vuelo avanzamos rápido. Hablamos sobre los


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detalles de su carrera, aunque me mantenía informada de eso por Internet. Ian

es un músico profesional y ha pasado todo el tiempo tanto en L.A como en

Nueva York actuando en varios y en los proyectos de todos. Él es considerado

el mejor guitarrista allí; las compañías de guitarras luchan por él porque Ian

Sterling tocando una vez sus guitarras aumentará sus ventas por porcentajes

increíbles. Pero incluso es más que eso, sus canciones… él escribe canciones

como nadie. Y luego está su voz; es ronca, íntima, y única. Me cuenta sobre su

nueva amistad con J. Elliot, su ídolo de toda la vida.

—Trabajar con Elliot ha sido un sueño. Él realmente me ha animado a

hacer un proyecto como solista con las canciones que he escrito los últimos

años. —Él hace su nervioso tirón de cabello y me mira, esperando por una

reacción.

Sé lo que esto significa, pero no lo reconozco. Sabía que llegaría a esto.

Las canciones que escribió para mí un par de años atrás estarán sonando cada

vez que vaya a un centro comercial, cada vez que encienda la radio del auto y

probablemente en una linda comedia romántica que necesite evadir. Ian

Sterling ha sido exitoso por años, pero con Elliot detrás de este proyecto, él

explotara. Y yo estaré toda rodeada de tristeza. Eso es lo que mi futuro

sostiene justo allí. Pequeños hilos espinosos de devastación colgando de mi

retorcido y saqueado corazón.

—Mereces todas las regalías. Cada canción es sobre ti. —Él se inclina y

descansa su frente en la mía—. Dios, quiero besarte.

Mis ojos se cierran y por un momento, simplemente lo inhalo.

¿Cuántas veces he soñado con estar así de cerca de él? Siento el tirón que

siempre ha tenido sobre mí y estoy tentada a rendirme una vez más. Lacordura afortunadamente regresa. Lo aparto, y él alza sus manos mientras lo

miro fijamente.

—¡Bien, bien! ¡Me comportaré!

Persistente. Estoy dividida entre vomitar y besarnos en este pequeño

aeroplano.


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—¿Qué estás haciendo en Nueva Orleans? ¿Además de estar a mi lado

día y noche? —Él sonríe mientras mis ojos se estrechan—. ¿Qué? —me

pregunta con un encogimiento de hombros—. Es una pregunta razonable.

—Tessa se casa el sábado. Soy la dama de honor. Hay mucho quehacer en los próximos cinco días.

—Ah, Tess. La he extrañado.

—Yo también.

Inclino mi cabeza atrás en el asiento otra vez. Ian me está mirando y

estoy exhausta.

—Sparrow, no nos queda mucho tiempo en el vuelo. —Él presiona sus

ojos con sus dedos y toma una respiración profunda—. Dame tú número. Por

favor. Prometo que no… bueno, r ealmente no puedo prometer eso. Solo di

que me verás otra vez mientras estás aquí.

—No es una buena idea. —Sacudo mi cabeza, tanto para él como para

mí.

—Bueno, mi número es el mismo. Nunca lo cambiaré. Ya sabes,esperando que un día llames y digas que me aceptas de nuevo —dice él

seriamente.

—Eres imposible.

—Tú eres deliciosa.

—Eres incorregible.

—Eres comestible.

Suspiro, frustrada y excitada.

—Sabes que es verdad —dice acercándose.

—No, realmente no puedo decir que lo soy.

—Bueno, yo puedo.

—¡Ian!


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Sus ojos están consternados cuando me mira.

—Sparrow, sé que ya me has escuchado decir que lo siento, cerca de

un millón de veces… pero si no puedes escuchar nada más, escucha esto… tú

me cambiaste. Por favor déjame…

Alzo mi mano en alto y miro hacia adelante. Ayuda no ver su rostro.

—No. Simplemente… no.

Su rostro se arruga y creo ver sus manos temblar mientras pasa sus

dedos a través de su cabello. Sus ojos llenos y por un momento, él no luce de

diecinueve. No luce como de treinta. Veo como luciría a los sesenta y me

atormenta.

El avión está empezando a descender ya. Miro afuera y veo las luces

de la ciudad y pienso sobre cómo daría lo que sea por perderme en las palabras

de Ian. Es un poderoso sentimiento, saber que este magnético, peligroso, raro,

hermoso, sexy… hombre me quiere a mí . La agonía casi vale la pena si solo

pudiera estar con él.

Es como si el tiempo no hubiese pasado en absoluto. Veo con enferma

claridad que nunca superaré a Ian Sterling.

Nunca.

Él me está viendo, esperando por mí para que diga algo. Solo una

palabra para darle esperanza y estaríamos de regreso a nuestro pequeño

mundo de amor, lujuria y bromas.

Me vuelvo hacia él y me mira con esperanza, deseando que yo deje

atrás todo. Dejándome decir sí…

Sacudo mi cabeza y las telarañas. Lo recuerdo. Lo recuerdo todo.

Quiero lastimarlo.

—¿Cómo está Laila?


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El PasadoTraducido Por Kajan


Hace cinco años

l ncuentro

s difícil ser la hija del pastor. Mi papá es pastor de la iglesia

más grande sin denominación en San José, CA, e incluso así

siempre he estado orgullosa de mis padres, la presión pude

ser abrumadora algunas veces. Si quieres conocer el trabajo de la hija de un

pasto, es este: ser perfecta.

Mis padres son maravillosos, gente amorosa… solo tal vez un poco

estrictos con su única hija. Ellos me adoran. Sin embargo, y

desafortunadamente ellos aman presumirme. Charlie, mi madre, es una fuerza

que debe de ser reconocida —creo que mi papa es el único que alguna vez ha

podido decirle que hacer— y eso muy raramente. De lo contrario, se gobierna

con un puño de perla: suave y blanca por fuera, pero si lo muerdes, tú podrías

terminar con un diente roto. Ella sabe cómo lograr que las cosas se hagan.

Estoy casi segura que si Charlie se sale con la suya, habría una boda

antes de que yo tenga veinte.

No estoy ciega; no soy mal parecida. He tenido unos pocos novios en

mi corto tiempo con las citas, pero para mis padres yo soy absolutamentehermosa, increíblemente inteligente, la más talentosa chica DE TODAS, y


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ellos querían casarme con otro igual de hermoso, inteligente, talentoso

PREDICADOR.

En mi futuro no me veo como una esposa de un predicador.

Las personas han estado diciéndome que me veo más grande de lo que

realmente soy por cuatro años. A mí me gusta pensar que es porque actúo tan

madura, pero a veces me dicen que no es por eso. A los trece alcanzaba los

1.75 cm y seguía por ahí, más un centímetro o dos, desde entonces. Vestirme

como una mujer mayor tal vez tenga algo que ver. De acuerdo, mujer mayor

puede ser una exageración, vamos a decir que visto un década mayor que la

mayoría de las chicas de mi edad.

En unas pocas semanas, me estaba moviendo por el país para empezar

la escuela en la Universidad de Nueva York. Tomar todo mí holgado,

conservador, y muy propio guardarropa a la caridad está en mi LISTA DE

COSAS POR HACER. Voy a ir de compras por ropa nueva, más juvenil una

vez que llegue ahí.

Estaba lidiando con mi masiva colección de libros cuando mi mamá

tocó la puerta y la abrió.

—¿Estas lista para nuestra cita para almorzar? —Mi madre siempre iba

un poco más arreglada, y uno de sus grandes pendientes amenazaba con cegar

mi ojo izquierdo con la luz que apenas lo alcanzaba.

—Sí, solo estoy tratando de abrirme paso con los libros. Lo he bajado a

dos cajas de libros ahora. —Me estremezco—. No puedo para de pensar en no

tener todos estos libros que quiero conmigo. Un pedazo de casa…

—No me hagas llorar cariño. —Charlie se inclina y me abraza—.

Estoy haciendo las paces contigo yéndote. Tampoco puedes llevarte todos tus

libros, tu cuarto va a sentirse como si te fueras para siempre.


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—Voy a volver. Creo. Debería de dejar mis libros favoritos aquí, así

voy a tener una razón para regresar a casa —bromeo.

—Oye tú… —Pellizca mi nariz—. Es algo bueno que tu novio se

quede aquí… eso debería ayudar a hacer tu casa más atractiva.

Pienso en eso por un momento. Michael últimamente no dice mucho

con respecto a la cada vez más cercana separación, y eso me hace preguntarme

por millonésima vez como nos afectará la distancia.

—Prepárate, así no todos vamos a tener que esperar por ti. Me

emociona tanto que vayas a ver a Jeff y a Laila. Ha pasado tanto tiempo.

»Y sé que Michael ha estado muy emocionado por conocerlos. Sesupone que debería de estar pronto aquí para recogerte, ¿no es así?

—Síp… me apresuraré.

He estado saliendo con Michael por los últimos cuatro meses. Tiene

veintidós años y es mucho más que caliente. Nuestros cuatro años de

diferencia podrían ser un problema para algunos padres, pero aquí es donde

mi “madurez” entra. Oh, y Michael es la mano derecha de mi padre y el pastor

de jóvenes en nuestra iglesia. Problema resuelto.

Tengo una cita con Michael más tarde esta misma noche. Ha estado

hablando de un restaurante al que quiere ir en San Francisco. Él tambiénestuvo hablando demasiado acerca de conocer a Jeff Robets. Ahora que pienso

en eso, Jeff es un conferencista internacional y ha escrito por lo menos tres

bestsellers. Él y su esposa han sido amigos de la familia por años, pero ni

siquiera puedo recordar la última vez que lo vi. Apenas si puedo recordar a su

esposa.

Eché una mirada al reloj y brinqué. Después de la ducha más rápida

del mundo, busco por algo que no necesitara plancharse. Odio planchar. Mepongo un nuevo atuendo, el vestido camiseta corto que compré la semana


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pasada en un capricho. Este era la excepción de mi Todas Mis Cosas Nuevas en

mi viaje a Nueva York. Yo solo no pude contenerme de ponerme ese vestido.

Era tan lindo y yo estaba tan lista para el cambio.

Rápidamente me arreglo mi largo cabello y tengo mi usual peleainterna con mi madre que siempre tiene que ver con mi cabello, solo que no es

típicamente interna. Ella prefiere mi cabello sujeto porque me hace ver mayor

o controlado con pinzas. Mi cabello natural la hace ponerse nerviosa. Es

demasiado salvaje, además de “lascivo”, su palabras no las mías. Pero

secretamente, creo que realmente podría ser mí único rasgo sexy, por lo

menos de los poco que muestro. O tal vez mi mamá puso eso en mi cabeza por

usar la palabra lasciva .

Michael últimamente ha estado explorando más de mis rasgos “sexys”

cuando nos besamos. Con todas esas capas, no estaba segura de si alguna vez

fuera a encontrar algo a ese ritmo. Tiene una paciencia asombrosa; le doy eso.

Tomo una última mirada en el espejo, dándole a mi cabello un último

encrespado. Michael definitivamente va a aprobar este vestido.

Bajo rebotando las escaleras, sintiéndome de repente un poco

emocionada por el almuerzo. Leí el último libro de Jeff y fue impresionante.

Tal vez pueda meterme en su cabeza acerca de cómo es el proceso de escritura

para él. ¿Los escritores de verdad alguna vez piensan que son geniales? Si es

así, me gustaría recorrer el interior de su cerebro y que toda esa confianza en

sí mismo que exuda entrara en mis entrañas y poros y células. Haría mucho

más sencillo escribir.

Michael simplemente atraviesa la puerta. Me molesta un poco que

entre sin llamar. Mis padres tienen la puerta sin seguro la mayor parte del

tiempo, lo que es loco, incluso en nuestro lindo vecindario. Sin embargo, mi

papá le dio una llave a Michael incluso antes de que empezáramos a salir,

cuando su casa era la nuestra. Mis padres no pensaron nada de ello; de hecho,


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ellos lo alentaron a venir a quedarse a dormir. Ellos ven a Michael como el

hijo que nunca tuvieron. Eso me preocupa, pero solo porque no quiero que

nadie se decepcione si lo nuestro no funciona. Tengo la sensación de que si

nos separamos, ellos elegirán a Michael.

Él era hermoso. Michael es el primer chico rubio por el que me he

sentida atraída, usualmente soy más de alto, oscuro y misterioso. Michael es

alto, rubio, y no hay nada misterioso acerca de él. Es tan divertido... muy

divertido. Todas las chicas se sientan más altas y se ríen más fuerte cuando

entra en la habitación. Incluso mi mamá.

Sus ojos se arrugan cuando se ríe. Y ni siquiera he empezado con su

cuerpo. Oh mí, los brazos, los abdominales, ahora conozco el terminooblicuos2, gracias a Michael. Ni siquiera los conocía ni me interesaba por todo

eso hasta que lo vi sin camisa y de repente me importó. Me importa mucho .

Él me pidió salir una docena de veces antes de que le dijera que sí. Si él

me hubiera enseñado su pecho, podríamos haber resuelto eso mucho antes. El

hecho de que me esté yendo por la escuela me turbaba, pero también está la

pequeña complicación de envolverse con alguien que trabaja con mi padre… y

toda la cosa de ser predicador.

¿Puedo limpiar el aire en este momento diciendo que amo a Jesús? Lo

hago. Creo que es mucho mejor de lo que le damos crédito. Amo la navidad.

De acuerdo, quiero a ALGUNOS cristianos y al resto solo porque TENGO que

hacerlo.

Amo a mis padres y punto. Solo que no quiero ser la esposa de un

predicador. Ahora que eso está resuelto, espero que podamos seguir adelante.

Michael tiene una cosa con mis pies. Cuando dije “hagámoslo” no es como si

hiciéramos mucho de eso, pero hace unas noches, él hizo esta cosa en la que

lavaba mis pies, lo sé es un poco raro cuando piensas en ello, pero lo hice, no

me arrepiento. Después de que él terminara de lavarlos, lentamente lamió y

succiono cada uno de mis dedos del pie. Se tomó su dulce tiempo y yo pensé

que iba a volverme loca.

2 Oblicuos: Es la forma en “V” que se hace en la pelvis al nivel de las caderas


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Nunca en un millón de años pensé que me iba a gustar que me

hicieran eso NUNCA, pero bendita tierra, eso me hizo cosas. Cosas que aún no

puedo explicar completamente.

¿Lamer el pie de alguien podría ser considerado como hacerlo?

Los ojos de Michael se salen cuando me mira. Oh si, él no tendrá

problemas para encontrar algo hoy. Dispara. No creo que sea por el vestido.

—¡Luces impresionante! —Me besa y me abraza fuertemente. Creo

que lo escucho gemir.

Escucho a mi papa antes de verlo.

— Oigan chicos, ¿están listos?

Michael retrocede como un pequeño perro asustado. Me rio y él

sacude la cabeza hacia mí, sabiendo que está atrapado.

Beso su mejilla y llamo a mi papá.

—Estamos listos.

—Vamos, vayamos juntos —grite desde la puerta trasera.

Michael se acerca a mi oreja y dice:

—No sé qué debo pedirte, si que uses ese vestido todos los días o que

no te lo vuelvas a poner nunca más.

—Guau, ¿quién podría saber que algo ajustado podría causar tal

tormento? —Sonrio pícaramente.

—Vas a meterme en muchos problemas.

—Estoy casi segura de que ya tienes a mis padres envueltos.

Damos la vuelta en la esquina, y mi papá está sosteniendo la puerta

trasera para nosotros.

—Michael te ves bien. Oye, Rosie, tú también luces bien.

Podría usar un saco de estopa y mi padre pensaría que me veo bien.


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—Gracias, papá. —Beso su mejilla.

—¿Cómo estas, Anthony? —Michael sacude la mano de mi papá.

Cuando llegamos al restaurante, entro con mi mamá. Michael y mi

papá están terminando una discusión y les está tomando demasiado tiempo

entrar. Tengo HAMBRE, y no quieres estar en mi camino cuando estoy

hambrienta. Estoy a punto de preguntarle a mi mamá si ve a los Roberts

cuando lo veo.

—MAMÁ, Ian Sterling está aquí. Ese es Ian Sterling . ¡Mira! —Me

agarro de su brazo casi a punto de desmayarme.

Ella toma un vistazo al galán en frente de nosotras y niega con la

cabeza.

—No lo creo, cariño. Ese es Jeff y Laila está hablando con él.

—Es él. Lo conozco, es él.

Justo entonces Jeff y Laila se giran y hablan con mi mamá.

—¡Charlie, hola! —Ellos caminan hacia nosotras y abrazan a mi madre

y entonces me ven—. Sparrow, mi Dios, ¡cuánto has crecido! ¡No puedo

creerlo!

Jeff parece realmente complacido de verme.

Laila es una de las mujeres más hermosas que he visto. La abrazo

tímidamente, ella hace un comentario de lo linda que soy.

—Gracias. Tú eres muy hermosa —digo con nervios y entonces me

siento tonta.

Jeff se da la vuelta y dice:


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—Y hemos traído a un querido amigo nuestro, ¿Ian Sterling? Ian, ven

a conocer a Charlie y a Sparrow. ¿Dónde está Anthony?

Ian da unos pasos al frente y toma mi mano, inmediatamente siento

que mi pies se incendian; la flama comienza en mi cabello, baja por mi cara,cuello, órganos, todo el camino hacia abajo por mi cuerpo… por lo menos es

como se siente. Él está mirando hacia abajo a mis ojos. La manera en que me

mira, me siento expuesta, cruda, despierta…

He estado buscándote, dicen sus ojos.

Me has encontrado ahora , ciertamente mis ojos están respondiendo.

Realmente lo que realmente dice es:

—Sparrow Fisher. Hay una historia ahí, estoy seguro. Soy Ian. —Él

sonríe y me aprieta la mano. Me derrito—. Encantado de conocerte.

—He estado buscándote —digo. ¡NO! ¿Acabo de decir eso en voz alta?

Ohdiosohdiosohdiosohdios. Por favor dime que no dije eso en voz alta.

Él sonrie. Oh, él es tan caliente. Lindo, incluso. Sin embargo, no hay

nada más que masculinidad cruda rebotando en él.

—¿Me has buscado? Bueno, ahora me encontraste. ¿No estaba

enterado de que nos conociéramos? Habría recordado esta cara. —Sus ojos se

mueven de mi cabeza abajo hacia mis pies y de vuelta, dolorosamente lento—.

Sin ninguna duda te habría recordado —se inclina y susurra.

Me estoy muriendo. Desearía que un pozo me trague justo ahora.

Tengo que encontrar una manera de salir de esto. Puedo decirle…

—¡Jeff! —La ruidosa voz de mi padre llena el aire y respiro un suspiro

de alivio.

Ellos se abrazan y siento un brazo alrededor de mi cintura. Asumo que

es mi mamá hasta que Michael dice:

—¿Y tú eres…?

Había olvidado por completo a Michael. Ups.


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Ian deja ir mi mano y sacude la de Michael y mi mano nunca se ha

sentido tan desprovista. Escucho a Michael decir:

—El novio de Sparrow. —Pero es muy lejano. Mis ojos nunca dejan la

cara de Ian. Ian me mira a mí y parece divertido.

—Ella es impresionante; eres un hombre afortunado. —Lo escucho

decir.

—Lo sé, soy tan feliz de que ella es mía .

Eso me saca de mi estupor y mi temperamento aflora. Miro a Michel,

pero él no se da cuenta. Está muy ocupando luciendo sus plumas de pavorreal

para notarlo, quiero cortar su cabeza.

Cuando vuelvo a mirar a Ian sus ojos se están riendo, y tienen una luz

que me hace sentir débil. Sus labios se curvan y yo miro su boca, desando que

esté sobre la mía.

Que en el mundo me está pasando.

Trato de escaparme buscando nuestros asientos. Sin saber cómo pasa,

me encuentro a mí misma sentada con Michael a mi izquierda e Ian a miderecha.

—Ahí estas, Brady. —Laila palmea el asiento a su lado que está frente

a mí—. Brady, estos son Sparrow y Michael. ¿Recuerdas a Anthony y a

Charlie de su visita el otoño pasado? —Brady asiente y saluda a todos de

mano. Él luce como de doce y parece muy tímido.

Trato de concentrarme en el menú, pero la pierna de Ian está pegada a

la mía. Estamos en el mismo lado de la mesa.

Al otro lado hay sillas. Debí de sentarme en una silla, para que pudiera

respirar y poder mirarlo. No, así es mejor. No necesito respirar de todas

formas.

Después de haber ordenado, Ian gira su cuerpo entero hacia mí, colocó

su codo en la mesa, descansa su cabeza en su mano y me mira. Lentamente

empieza a hacer pregunta tras pregunta. Es en ese punto en que le digo a Diosque voy a hacer lo que sea que él quiera. Que incluso voy a COMPORTARME


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—y eso dice MUCHO de mí— si tan solo Él no deja que me dé urticaria y si

por favor Él tampoco deja que todas mis palabras salgan de manera

intelegible3.

—Entonces ¿a qué te dedicas, Sparrow Fisher? —pregunta—. Ademásde a Michael, es decir…

Le volteo la mirada.

Sonríe.

—A menos que quieras hablar de eso. Estoy seguro de que Michael

estaría complacido.

Miro a Michael por un momento, está hipnotizado por algo que Jeff

está diciendo.

—¿Cuánto tiempo tienen juntos? —pregunta.

No quiero hablar de Michael con él.

—Cuatro meses —contesto.

—Ah, un romance reciente —se burla—. Él no debería de tomarlo tanenserio… —Su voz se fue apagando.

Algo en su tono me hace ponerme a la defensiva. Mi madre había

insistido en ser “seria” desde que tenía memoria.

—Lo estamos haciendo muy bien, muchas gracias.

Él levanta sus cejas y continúa estudiando mi cara.

En secundaria se suele decir: “Toma una foto dura más tiempo ” , pero

yo lo estoy estudiando tan a fondo y no quiero que él me llame la atención a

MÍ. Así que resisto el descaró.

—¿Qué hay de ti? ¿Tienes una novia?

—¿Por qué? ¿Quieres llenar el puesto? —La maldad está de vuelta. Él

es algo más.

3

Intelegibles: Juego de palabras en entre inteligente y legible.


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—Eres todo bromas, cierto. —Me rio y quiero decir: Si, voy a llenar el

puesto. Elígeme, elígeme.

Me sobresalto cuando Michael toma mi mano, y siento la primera

punzada de culpa. Te tomó bastante tiempo , me reprende mi conciencia.

—Tú pareces capaz de llenarlo —contesta Ian.

La camarera llega con nuestra comida, y juro que ella prácticamente

puso todo su pecho en Ian mientras bajaba mi comida. Él la miro sonriendo.

—Bueno, hola —dice. Ella se levanta y descaradamente mete su

número en el bolsillo de él… el bolsillo de sus pantalones, nada menos—. De

acuerdo… ¿gracias? —Mira hacia mí y levanta sus cejas.

—¿Eso pasa seguido? —pregunto.

—Eso pasa. —Se encoge de hombros.

—Ah, así que ya es algo viejo, entonces. —Me siento

indescriptiblemente molesta y triste que no tenga derecho a esta emoción

cuando se trata de Ian Sterling.

Saca el número de su bolsillo y me lo acerca.

—Si tú pones tu número en este papel, valdría algo —dice

tranquilamente.

—¿De verdad estás ligando conmigo con mi novio sentado justo aquí?

—Estoy igualmente de orgullosa y horrorizada por su audacia. Borra eso, estoy

enamorada de su audacia.

Soy una persona horrible. Ni siquiera voy a tratar de endulzarlo.

Él mira sobre mí hacia Michael, que sujeta mi mano, pero está riendo

de algo que Jeff dice.

—Jeff lo está manteniendo ocupado. Es bueno que esté así. —Él se

acerca más, directo hacia mi cara—. Tu novio no parece ser muy atento

—susurra.

—Oh, él es muy atento —contesto en susurro.


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—Bueno, me imagino que si te gusta de esa manera.

—No te preocupes acerca de lo que me gusta.

—No puedo prometerte eso.

—¿Por qué no?

—Bueno, mírate. Yo ya quiero robarte. —Con esas últimas dos

palabras, su nariz golpea la mía por un momento, pensé que él iba a besarme.

Mi estómago va en picada a mis pies. Estoy casi segura de que me puse

magenta.

La camarera insensible —¿esta es una mejor descripción de esta fulana

que de mi cabello verdad?— tiene que arruinar el momento comprobando

para ver si todo el mundo está bien. Ni siquiera he comido un solo bocado. La

miro inclinarse cuando regresa por otro pedazo de Ian. Ella ni siquiera me

nota. Si lo hace, sin embargo, se asegura de montar un espectáculo en su forma

de caminar mientras se dirige a otra mesa. Si hay gente alrededor ella debería

de estar traba-jaaaando ahora mismo.

—Así que cambiando al tema de antes…. ¿qué te gusta hacer,

Sparrow?

—Uhm, bueno, un montón de cosas. —Mi voz suena vacilante y

quiero levantar mi puño al cielo y forzar a Dios a que haga honor a nuestro

acuerdo, sin embargo esto es algo unilateral.

Ian sonríe.

—Montón… ¿de qué ?

—Libros —digo firmemente—. Estoy loca por los libros.

Él se ríe.

—De acuerdo. Eso es genial.

—Me gusta leerlos y escribirlos —digo tímidamente.

Hola, mi nombre es Sparrow y soy una ñoña.

Él levanta sus cejas, y sus ojos aterrizan en mi boca.


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—Dios, todo lo que dices es caliente. —Pasa su mano por su cabello,

haciéndolo ir en otra dirección igualmente fabulosa. Deseé poder hacer eso—.

Así que déjame ver si entendí… ¿tu luces así … —Movió su mano arriba y

abajo en mi dirección—, y eres un libro inteligente, diosa escritora también?

—Se acerca a mi cara de nuevo, y estoy segura de que podía escuchar a mi

corazón golpetear—. ¿Usas gafas y sujetas tu cabello con un lápiz también? Eso

sería demasiado… —Él cierra sus ojos por un momento y cuando los abre, son

enormes piscinas—. No sé si incluso podría soportarlo. —Sacude su cabeza.

Me rio realmente fuerte, llegando muy ceca del resoplar para mi gusto.

Contrólate, Fisher . Me aclaro la garganta y miro hacia mi comida, pensando

por un momento que me salvarían. No hacen nada para ayudar, pero eso no lo

hace mirar hacia mí, luce sabroso. Trato de comenzar a comer, pero parece

perdí mi apetito. Ian no parece estar comiendo tampoco.

—¿Cómo conociste a Jeff y a Laila? —pregunto, tratando de aligerar el

aire.

—Jeff es en realidad mi primo tercero. Nosotros nos pusimos en

contacto hace algunos años y se han vuelto un poco más cercanos. Me quedo

con ellos cuando vengo a San Francisco. También tiene una casa en L.A. Pasomucho tiempo ahí.

—¿Vienes mucho por aquí?

—No a San José, realmente —dice—. Voy a regresar a San Francisco la

siguiente semana, creo. ¿Laila mencionó que vienen el próximo fin de

semana? —Asiente en mi dirección

—¿Todos?

—Sí, el clan entero —Sus ojos brillan—. ¿Vas a llevar a Michael?

—susurra.

—Eres imposible.

—Tú eres deliciosa.

Lo ignoro. Era la única manera en que no lo besaré.

—¿A dónde vas a ir esta semana?


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—Dallas. Voy a estar tocando en The House of Blues un par de noches

esta semana. Tengo un par de ensayos antes… soy músico —explica.

—Lo sé.

—Oh, bien.

—Te escuché tocar… hace cuatro años —confieso.

—¡De verdad! ¿Dónde fue?

—En un gran concierto en Central Park.

—¿Central Park? ¿Tú me viste en Central Park hace cuatro años y

apenas me lo estás diciendo?

Me siento nerviosa de nuevo. Dispara, justo cuando pensé que estaba

logrando parar un poco los nervios.

—Sí, tengo que aceptarlo.

Él sonríe de esa manera confiada y podría jurar que estaba pensando

en mi vestida como una bibliotecaria de nuevo… Lo que no me ayuda a

calmarme para nada. Levanto una ceja y él corre su mano sobre su boca,tratando de parecer serio.

—Así que Central Park… Cuéntame sobre eso.

—Te vi antes de que tocaras. No tenía ni idea de quién eras. Yo estaba

ahí con mis padres. Mi papá estaba ahí por una cruzada. ¿Jeff te dijo que mi

papá es predicador?

Ian asiente.

—Nosotros realmente solo tuvimos un día libre y lo pasamos en el

parque, escuchando la música. En algún momento, te miré a un lado del

escenario, y la siguiente cosa que supe es que ibas a subir ahí. Tu grupo

asombró a todos por completo. Yo nunca había escuchado nada como eso.

Es su turno de ponerse nervioso. Me conmueve que él parezca un poco

avergonzado por mi halago. Estoy segura que es algo que escucha todo el

tiempo. Él es verdaderamente grandioso.


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Su teléfono suena y baja la mirada, frustrado de que nuestra

conversación sea interrumpida.

—Oh, vaya. Tengo que irme. Honestamente, pensé que estaría

encantado de tener una excusa para irme, pero daría cualquier cosa paraquedarme ahora que te conocí. —Sus ojos son tan genuinos, que realmente le

creo—. Tengo una reunión en media hora.

—Oh, bueno… fue realmente lindo conocerte —tartamudeo Estoy

sorprendida por la emoción en mí voz.

Su voz también suena espesa.

—Sparrow, el placer es todo mío, puedo asegurarte eso. Tú hiciste undía común, algo memorable. Demonios, lo has hecho definitivamente material

de notica. —Él sonríe, pero hay tristeza en sus ojos. Sujeta mi mano y la besa.

En ese gesto siento que mi infancia se resbala de mí como un vestido

viejo desgastado que apenas si pende de un hilo. Sé que algo ha cambiado en

mí. Es primordial. Quiero a este hombre.

Le sonrío. Él continua sujetando mi mamo y se hace a un lado para ver

a Michael.

—Michael, me tengo que ir. Cuida bien de esta chica.

Y con eso, se levanta y se va. Lo miro caminar por la ventana. Se ve

como si acabara de perder a su mejor amigo.

Lo que no le dije a Ian de la primera vez que lo vi fue que estuve

llorando durante todo el tiempo en que tocó. Nunca había escuchado nada tan

hermoso. Encontré su nombre en el programa y pensé que le quedaba

perfectamente.

Cuando llegué a casa, busqué mi diario llamado Cosas Importantes quePasaron en mi Cumpleaños 14 y escribí: Vi a Ian Sterling.


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Lo he estado buscando desde entonces.


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¿Qué?Traducido por carogarciaez y Debs.


l confuso asombro de conocer a Ian Sterling se cierne sobre

mí todo el día. Reproduzco y vuelvo a reproducir cada

toque, cada flexión y cada palabra dicha, salgo con varias

teorías de lo que realmente podría significar.

Mi mente loca reproduce un serio juego contradictorio consigo misma

que va un poco como esto.

Creo que Ian Sterling se enamoró de mi hoy.

No hay manera de que Ian Sterling sienta algo real por mí.

Yo me enamoré de él a primera vista hace cuatro años.

Claro, yo no creo en el amor a primera vista.

Está bien, si no me enamoré a primera vista, entonces me enamoré de

él hoy, cuando hablamos, cuando puso mi mano en la suya.

Eso fue pura lujuria, que no debe confundirse con el amor.

Nunca me había sentido así.

Soy joven y no sé lo que estoy sintiendo.

No soy una idiota; y conozco mi mente mejor que nadie.


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Él es un profesional en coquetear y no tiene sentido.

Creo que le sacudí su mundo.

Odio cuando hago cosas de chicas. Estoy segura que Ian dejó su lonche

esta tarde y no me dio ningún pensamiento. ¿Por qué no puedo ser así?

Lo que necesito es tiempo serio con Tessa. Ella ha sido mi mejor amiga

desde que teníamos nueve y me conoce mejor que nadie. Le mandé un

mensaje después que nos fuimos del restaurante donde me encontré con Ian

Sterling. Se entusiasmó, pero aún no he tenido la oportunidad de hablar con

ella. Por lo que yo sé, ella es la única que no está completamente entusiasmada

con Michael. No puedo tener una respuesta directa en cualquier cosa que no

le gusté de él, solo que ella no piensa que sea el indicado para mí.

Y Michael… Tengo media hora antes de que me recoja para nuestra

cita, y en todo lo que puedo pensar es en Ian. Tengo que reponerme. Michael

es perfecto. Realmente, él es perfecto. Mis padres lo dicen todo el tiempo. El

chico es demasiado gracioso. Puede decir una frase al azar de cualquier

película y hacer todas las voces. Él siempre me mata con ese pedacito. Y yo sé

que esto no es todo, pero él era el hombre más guapo que había visto… hasta

que vi a Ian de cerca y personalmente.

Creo que podría estar en problemas. Todo sobre Ian lo hace por mí. La

atracción sexual transpira alrededor de él como vapores, tirándome dentro de

su aura y haciéndome que quiera hacer todo tipo de cosas traviesas. Él está

completamente en otro grupo en cuanto a su aspecto. Me siento mal incluso


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por pensar sobre eso, pero en cada área… bueno… él hace que Michael sea

algo poco atractivo en comparación.

Soy horrible, un ser humano horrible.

Las cosas que salen de su boca; él es muy irrespetuoso. No estoy

acostumbrada a gente que dice exactamente lo que piensa. En estos días una

conversación filtrada es tan popular como agua filtrada. Sin embargo, más que

todo esto, esa hora con él hizo que me sintiera más viva —más despierta— de

lo que me había sentido alguna vez. Me di cuenta que los latidos del corazón

no hacen una relación, pero ¡oh, Dios mío!, sentirse vivo, seguro vale la pena.

—¡Spaaaaarrrow! ¡Miiiichael está aquí! —me llama mi mamá.

—Ahora bajo —le grito en respuesta.

Me deslizo en mis zapatos y agarro una chaqueta ligera. Cuando es de

noche en la ciudad, la temperatura siempre baja. Michael se ve demasiado

atractivo en su traje. Me retracto de él siendo nada atractivo. No lo es en

absoluto.

Mi intestino da punzadas de culpabilidad mientras pienso sobre como

se vería Ian en ese traje.

El auto va más rápido a medida que aceleramos y cantamos junto con

la radio. El humor de alegría cambia un poco una vez que llegamos alrestaurante. Lo he hecho bastante bien con no obsesionarme sobre Ian, pero

me está tomando un considerable esfuerzo. Cuando nos sentamos en una

hermosa mesa alumbrada por velas, con vista al océano, Michael se ve más

serio de lo normal. Hay rosas en la mesa, y cuando las veo más de cerca,

observo una pequeña tarjeta con mi nombre en ella.

—¡Michael! ¿Tú hiciste esto?


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Él sonríe y, por un momento, creo que he juzgado mal su seriedad. Él

besa mi mejilla y me dice que soy bonita.

—¡Las flores son hermosas! ¡Gracias!

Abro la tarjeta y dice,

Por una noche inolvidable con una chica inolvidable

Tuyo por siempre Michael.

Lo abrazo. No merezco nada de esta dulzura de parte de Michaeldespués de que prácticamente le quité toda la ropa a Ian, sé que solo fue en mi

mente, pero dicen que lo que hay en el corazón es lo que importa.

De todas maneras, ¿quién lo dijo? Ah sí, la Biblia.

—Esto es muy tierno. No lo puedo creer.

—Bueno, tengo grandes planes para ti esta noche, así que prepárate.

—Me sonríe.

—¿Que planes? ¿Flores? ¿Un ostentoso restaurante? ¿Qué es lo que

tienes en mente? —Le sonrió de vuelta.

Se ríe y bloquea sus labios, tirando la llave.

Quizás no necesito estar del todo despierta cuando tengo un hombre

reflexivo enfrente de mí.

Para ser honesta, he estado muy nerviosa sobre qué significará

separarme de él. Apenas hemos hablado sobre eso, pero las últimas semanas

siento la nube pesando sobre nosotros. Realmente lo extrañaré. Skype,

enviarnos mensajes, y hablar por teléfono todo el tiempo, no es mi idea de una

relación divertida.

Él me prometió venir a verme y yo trataré de volar a casa en las

vacaciones más largas.


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Miré por la ventana y me perdí en el agua. Dame el océano y es

equivalente a una clase de yoga o meditar en India… no es que haya hecho

alguna de esas dos cosas. Donde sea que las personas encuentran paz, es lo que

encuentro en el océano. Ojala, encuentre una playa favorita en el este.

Michael aclara su garganta y me sobresalta. Me volteo y lo veo jugar

con su corbata.

—Así que hoy fue interesante —dice.

—Sí lo fue. ¿Te agrado Jeff? Él es agradable, ¿no es cierto?

—Sí, realmente lo es. Me agrado mucho.

Recojo mi menú y lentamente lo leo. Uno o cinco minutos pasaron

cuando volteé hacia arriba y Michael sigue viéndome.

—¿Qué pasa?

—Ian Sterling realmente está interesado en ti.

Mi cara se calienta.

—Él solo estaba siendo amigable.

—Sí, muy amigable —murmura.

Miro mi menú otra vez y estoy dividida entre estar entusiasmada

sobre Ian, mientras también me siento mal de que Michael estuviera ahí

presenciándolo. Pensé que estaba muy absorto en la conversación con Jeff

para que se diera cuenta. Me pregunto cuánto escuchó. ¿Cómo me sentiría si

él hablara con otra chica así, conmigo sentada ahí? Y aunque él no hubiera

escuchado nada, debió haberse dado cuenta de cómo nos mirábamos.

Cuanto más pienso en ello, peor me siento. Ahora sé que no me

imaginé la cosa entera con Ian. ¿Quién sabe? Podría ser la forma en que él les

habla a todas las mujeres, pero yo debería de haberlo callado. Fue una

emoción inesperada. Ian Sterling , por el amor de Dios.

Michael me toma la mano y sus ojos son intensos.


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—Eres muy hermosa. Cualquier hombre estuviera loco si no te

quisiera.

Aprovecho la servilleta en mi regazo y de repente la doblo en pedazo

tras pedazo hasta que está muy apretada para hacerle otro doblez. Mi propiavergüenza amenaza con tragarme. Michael se ve pensativo. Tengo miedo de

saber que está pensando.

La camarera viene y ordenamos. La puesta del sol poco a poco se hace

cargo de nuestra plática; es espectacular.

No hay nada como ver el sol desaparecer en el agua. Michael se relaja

más y más. Pronto, me encuentro haciendo lo mismo. La ansiedad se

desvanece, y estoy feliz de estar aquí con él. Estoy feliz de que no menciona a

Ian otra vez.

Los lobos marinos están haciendo un escándalo en el muelle de abajo.

Las gaviotas se mueven rápido alrededor de los lobos marinos, burlándose de

ellos con su caza del día. Nuestra comida llega, la carne y las almejas son

deliciosas. Me como cada bocado.

Estamos compartiendo un suflé de chocolate cuando Michael se poneserio otra vez. Es difícil para mí concentrarme solo en el chocolate. Soy

apasionada sobre la comida rica y esto es perfección: pastel caliente con un

centro de chocolate espeso y dos salsas de chocolate a los lados. Vierto otra

cucharada de la salsa de chocolate amargo por encima de mi último bocado y

gimo, es así de rico. Ojalá no hubiera aceptado compartir. ¿Por qué hice eso?

Quizás podemos ordenar otro…

Tan pronto como dejo mi cuchara, Michael toma mis dos manos.

—Quiero hablar contigo sobre algo.

Tomo un respiro profundo, e Ian pasa rápido a través de mi cerebro.

Chocolate e Ian. E Ian con chocolate. Ian y yo y chocolate….

—¿Sparrow?


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Parpadeo y Michael nada para concentrarse. Maldición, no tengo

esperanza. Voy a tener que sacar a Ian de mi mente y concentrarme en mi

novio.

—Sabes que estoy enamorado de ti, ¿verdad, Ro? Lo he estado desdela primera vez que te vi un año atrás. Estar contigo los últimos meses ha sido

lo mejor de mi vida

Se agacha y besa mi mano.

Él me voltea a ver con esos arrugados ojos sonrientes y solo le sonrió.

Él es muy dulce.

—Pensé que esperaríamos… Sé que somos jóvenes… pero no puedoesperar. Sé que quiero estar contigo por el resto de mi vida

Mis frenos interiores chillan y mis ojos saltan. ¿Qué es lo que acaba de

decir?

Michael continúa, completamente inconsciente que estoy empezando

a entrar en pánico. Él es tan sombrío como el chico de los comerciales de

disfunción eréctil.

—Ya hablé con tus padres, y ellos me dieron su aprobación total.

—Michael alcanza su bolsillo y saca una caja y la deja en la mesa.

Empiezo a ahogarme. Realmente, perdí toda mi respiración y no

puedo recuperarla. La expresión de amor de Michael se convierte en miedo en

cuanto se da cuenta que mi ahogo no se detiene. Se para y me da golpecitos en

la espalda. He escuchado que dar golpes en la espalada no es realmente lo que

tienes que hacer cuando alguien se está ahogando, pero parece que daresultado y finalmente tengo mi respiración funcionando.

—¿Estás bien? —Michael está parado a mi lado y agarra un vaso de

agua. Él parece muy preocupado; quiero llorar.

Tomo un sorbo de agua y me concentro en respirar.

Michael regresa a su lugar y tentativamente toma mis manos otra vez


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—Tendremos una buena historia para contarle a nuestros hijos

—intenta bromear, pero flota en el aire—. ¿Qué dices, Sparrow? ¿Te casarías

conmigo?

Él tiene agallas; le daré eso. Aparentemente, estaba equivocada sobrela paciencia.

Abre la caja del anillo, y me quedo viendo al precioso diamante. Abro

mi boca para hablar, pero nada sale de ella. Estoy impactada.

Una escena pasa rápido por mi mente, de mí a los ochenta, mi boca

aún abierta y la enfermera del asilo de ancianos hablando de mí como si no

estuviera:

—Ella no ha hablado por más de sesenta años.

Estar en silencio sin duda me ayudará a mantenerme fuera de

problemas. Me pregunto si mi cerebro seguirá funcionando completamente,

aunque, dure tanto tiempo sin hablar… eso sería realmente difícil.

Después de que nos sentamos ahí, viéndonos por una eternidad,

Michael finalmente dice:

—Te he asustado, no es así.

Sí claro , pienso. Pero las palabras siguen sin salir. Pienso también,

¿qué demonios? Pero mi mamá me enseñó a no pensar cosas así. Así que estoy

en conflicto, ya ves.

—Di algo, Ro. Lo que sea —me insta Michael.

Tomo otro trago de agua y finalmente pongo mi cabeza en mis manos.Michael está diciendo algo, pero no lo estoy escuchando. Solo quiero ir a casa.

Este día necesita terminar. Es demasiado.

Agarra mis brazos y levanto mis ojos para encontrar los suyos.

—Michael… —digo con voz ronca.

—Sparrow, solo piensa en eso…

—¿Michael, qué? ¡Tengo dieciocho ! —Sacudo mi cabeza.


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—Tendrás diecinueve en poco tiempo. Tanto tus padres como los míos

se casaron a los diecinueve. Mira como lo lograron. Mis padres solo salieron

por seis semanas y lo supieron. Me siento así por ti… encajamos.

Su voz debilitándose al final.

Me mira y desea que diga algo.

—No vi venir esto, Michael. Realmente no sé qué decir. Me voy a ir a

la NYU en algunas semanas. Quiero ser capaz de concentrarme en la escuela

y…

—Todavía puedes hacer todo eso. Solo estaremos prometidos mientras

tú haces eso. ¿Tal vez casarnos en el verano? Ya estarías casi en los veinte paraese momento. Y podrías transferirte a Standford o Berkeley el próximo año…

Me da su más encantadora sonrisa, la que usualmente me gana.

—Michael —digo tristemente—, si quisiera ir a Standford o a

Berkeley, lo haría. No quiero ir a Nueva York pensando cuan pronto me voy a

ir de ahí. —No puedo creer que haga esto justo ahora—. Cuatro meses.

Salimos por cuatro meses . Ese no es tiempo suficiente para conocernos. A

parte, tú sabías de Nueva York antes de que empezáramos a salir.

—Lo es para mí.

Trato de no darle una mirada penetrante.

—¿Qué es para ti?

—Cuatro meses es tiempo suficiente para conocernos.

—Me gusta como estamos ahora. Nos divertimos. Es bueno. Simple.

Vamos a mantenerlo así —declaro.

—¿Por qué no me dices que me amas? —pregunta.

—Sabes lo que siento por ti.

No es algo que diga a la ligera, no con novios de todos modos. No

planeo decirle a un chico que lo amo hasta estar segura.

—¿Me amas?


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—Por favor, Michael. Sabes que te amo. Eres maravilloso, y me

preocupo un montón por ti.

—No me refería a eso y lo sabes. ¿Me amas?

Tomo un respiro y no puedo mirarlo.

—Te amo, pero… no estoy segura de que esté enamorada .

Eso lo aturde.

—Se que no me lo decías de vuelta, pero pensé que lo estabas

sintiendo —susurra.

Pone la caja de nuevo en su bolsillo, afloja su corbata y mira afuera dela ventana por mucho tiempo. Cuando la camarera pasa, Michael paga la

cuenta y me arroja un caramelo de menta.

Me siento terrible por lastimarlo. Trato de pensar en algo para aligerar

el ambiente, pero nada se me ocurre.

Finalmente, me mira y trata de darme una sonrisa tranquilizante.

—Puedo esperar. Vamos a estar bien, ¿cierto? No quieres casarteconmigo… todavía. Pero… ¿algún día?

—No… sé —respondo.

Pero por dentro tengo miedo de que realmente lo sepa. Y aunque

estoy mortificada, por la dirección en que mis pensamientos me están

llevando, estoy casi completamente segura que hubiese dicho lo mismo

aunque no conociera a Ian Sterling. Pero como lo conocí , de repente es tan

claro como el cartel que se encontraba en la calle del aeropuerto LAX, “¡EN

VIVO EN VIVO DESNUDO DESNUDOS!”. No había duda de lo que había

dentro; sabías exactamente lo que te encontrabas si entrabas a una edificio con

ese cartel de letras enormes.

Miré a Michael y vi la vida que planeó para nosotros. Nos casaríamos

jóvenes, trabajaríamos juntos en la iglesia de mi padre, estaríamos

financieramente estables, tendríamos dos chicos para cuando tuviese

veinticuatro y seríamos como nuestros padres. Sé que también es lo que mis


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padres quieren para mí, y desearía poder querer eso. Solo… que no quiero. Y

por mucho que quiera cambiar de idea, el cartel dice otra cosa.

No me puedo casar con Michael.

Los próximos días son difíciles. Mis padres parecen decepcionados de

que rechazara a Michael, pero no presionan mucho. Aún así, estoy frustrada

con ellos por simplemente considerar que fuera una opción en este momento.

No entienden por qué no puedo estar segura sobre Michael. “Es perfecto para

mí” y obviamente para ellos debemos estar juntos. Sienten que es solo cuestión

de tiempo antes de que lo vea, y si no puedo decirle que sí ahora, no tendría

que tomar ninguna decisión. En otras palabras, dejarlo pendiente.

Básicamente, ellos quieren que sea feliz, así que dieron marcha atrás,

pero saber realmente como piensan es confuso. ¿No tendría que ser al revés?

¿No tendrían que presionarme para que esperara y estuviera segura? Creo que

debo estar viviendo en un universo paralelo y seguramente pronto despertaré.

Michael viene cuatro días seguidos y por primera vez en nuestra

relación, peleamos. Afortunadamente, mis padres se quedan al margen de las

discusiones. Pienso que golpearía mi cabeza contra la pared si los tres se

juntaran en contra mía.

Casi pensé que habíamos terminado cuando rechacé su propuesta,

pero aparentemente solo fue el primer paso para ganarme con cansancio. Elprimer día está deprimido y lamentable. El segundo nervioso y como una

garrapata. El tercer día está triste y todo manos. (Sé que piensa que esa

aproximación va a funcionar, tengo una pequeña debilidad hacia la

promiscuidad. Está bien, no solamente una pequeña parte.) El cuarto día tiene

una mezcla entre deprimido y nervioso, y yo estoy agotada de todos los

latigazos. El quinto, llama y dice que se va a Seattle por una semana a visitar a

su familia. Necesita pensar. Hace un mes, estaría triste por su viaje,

especialmente tan próximo a mi partida a la escuela, pero estoy muy aliviada.


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Tessa llama después de que corté la comunicación con Michael.

—¿Está el chico amante por ahí?

—No, se va a su casa por una semana. A reflexionar sobre su corazón

roto —espeto.

—Eres insensible. —Ella ríe.

—Me siento insensible después de todo este drama. Ha sido

totalmente una locura. ¡Es como si fuera el único adulto por aquí!

—Bueno, no iría tan lejos… pero bueno… sí, suena como que eres la

única que piensa claramente.

—Gracias por no unirte al grupo del matrimonio. Podrías haber sido

una gran dama de honor.

Ella suspira.

—Sí, pensé en eso. Créeme. Podría soportar un poco de emoción. Una

boda sería divertida… sin contar con la pequeña complicación que estarías

casada al final. Eso apestaría completamente. Sabes, arruinaría enteramente

nuestros planes de Nueva York.

—Es triste que mi vida sea tu máximo entretenimiento.

Definitivamente necesitas amigos más interesantes —suspiro—. Y sabes,nunca arruinaría nuestros planes para Nueva York. ¡Trabajamos muy duro por

esto!

—Tienes razón. En VERDAD me costaría mucho perdonarte si

abandonaras.

—Bueno, ahora el resto no me perdonará, así que voy a necesitarte

como mi mejor amiga un poco más… ¿quieres hacer algo más tarde?


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—¡Sí! Ya era tiempo de que me prestaras un poco de atención. Ven a

pasar la noche. Tengamos un maratón de películas.

—Suena perfecto. En una hora voy.

Tessa es realmente lo que necesitaba. Me encontré relajándome por

primera vez desde el Proyecto Niña Novia. Hicimos una gran cantidad de

nachos, apoyamos nuestras Cocas a nuestro lado y metimos una película en el

reproductor de DVD. Hemos estado haciendo esto desde que nos conocimos

en quinto grado. No creo que nunca estuviéramos más de dos semanas sin

vernos.

Tessa fue la primera persona que conocí cuando empecé la nueva

escuela en la mitad de quinto grado. Era una pequeña ninfa rubia que

prácticamente voló en el aire mientras corría a encontrarme, toda una

personalidad alegre. Vi amabilidad en sus ojos y me aferré a ella como si fuese

el arnés de una montaña rusa.

Quisimos ir a Nueva York hace tanto como somos amigas.

Honestamente, empecé a mirar a NYU mínimamente por su programa de

escritura. Verdaderamente quería ser capaz de decir que aunque sea una vez

en mi vida viví en Nueva York. Fue una agradable sorpresa enterarme que esa

escuela tiene una excelente reputación en el mundo literario. Igual que Tessa

—ella va a ir a Parson aunque hay un buen Instituto de Moda en San Fran.

No hemos visto ni una película. Todavía está en pausa, y Tessa no deja

de hacer una pregunta tras otra sobre Ian. La propuesta de Michael apenas le

llamó la atención, está interesada en los tópicos más apremiantes…

—Así que dime de nuevo, ¿qué dijo cuando le comentaste que te gusta

leer libros Y escribirlos?


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Por alguna razón, esto la hace partirse de la risa más y más cada vez.

Le conté la historia completa al menos tres veces antes de que estuviera

realmente satisfecha. Sí, ella confirma. A él le gusto.

—Pero no le diste tu número, ¿no?

—¡No! Michael estaba ahí .

—Psssshhhh —se mofa—. Eso no les impidió que prácticamente se

besaran. También podrías haberle dado tu número cuando él te lo pidió.

Me estremezco. Ugh. Esto es malo. Es realmente malo.

—¿Puedes imaginarte si algún día termino con Ian Sterling? Es

verdaderamente inverosímil, pero vamos a decir que lo hago. Cuando la gente

me pregunte cómo nos conocimos, ¿qué voy a decir? “Bueno, uh, estaba

almorzando con amigos de mi familia y tenía a mi novio un lado y a Ian del

otro. Fue amor a primera vista”. ¡Ahhh! —Pongo mi cabeza en mis manos—.

Nunca caería tan bajo. ¿O qué si me caso con Michael y todos quieren saber

sobre la propuesta? “Bueno, déjame ver… me lo propuso justo después de

haber conocido al hombre de mis sueños”. No hay una salida fácil a esta

situación.

La voz de Tessa me sorprende en el medio de mi espiral descendente.

—Oh, ¿desde cuándo te importa lo que alguien piensa?

—¿Desde siempre?

Me frunce el ceño, mirándome como si me estuviese creciendo un

cuerno en el medio de mi nariz.

—Noooo, eres amable y respetuosa, pero aún así tú has tomado tus

propias decisiones. Esto puede ser un Pequeño “inconveniente”, pero todos los

que te conocen ven que sigues el ritmo de un diferente chico baterista... La

gente va a estar decepcionada si haces lo que se espera.

Ahora la miro a ella como si tuviera una tercera oreja. Estoy

acostumbrada a sus expresiones, no a esto. Esto es nuevo para mí: YO sé que

soy un poco extraña, pero no me di cuenta que no estaba haciendo un buentrabajo ocultándolo.


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—Esa debe ser la cosa más dulce que alguna vez me has dicho

—digo—, y es el ritmo de un baterista diferente, no un chico…

Ella continúa, no se inmuta en lo más mínimo por mi corrección, ni la

registra tampoco.

—Estoy sorprendida que no te haya llamado igual. Suena como que no

se asusta de ser persistente. Puede obtener tu número por Jeff.

—Creo que iba a tener una semana ocupada. Me pregunto si este fin

de semana todavía sigue adelante… creo que supuestamente lo voy a ver

pasado mañana. Según, todos vamos a casa de Jeff y Laila el sábado.

—¡No me contaste esa parte! ¿Cómo pudiste olvidar contarme ESO?Aquí, pregúntale a tu mamá… escríbele realmente rápido y veamos .

—Ansiosa me lanza mi teléfono.

En minutos mi mamá me responde que el plan sigue igual para el fin

de semana y Tessa chilla.

—Está bien ¿qué MÁS dejaste por fuera? Empieza por el principio DE

NUEVO.


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Puntos de vista

Traducido por Evey! y Pandora Rosso


er una inconsciente tiene sus ventajas. Y cuando se trata de mi

apariencia, ese siempre fue mi lema.

A estas alturas, la semana pasada, cuando estaba

preparándome para conocer a los Roberts, ni siquiera me molesté en afeitarme

las piernas. Ahora es como si estuviera poseída. Pasé por cada ritual de bellezaposible teniendo en cuenta los confines de mi limitado presupuesto. Me he

exfoliado y limpiado y pulido. Mis folículos están completamente libres de

vello en los lugares donde eso es deseable y mi cabello nunca se vio tan bien,

déjenme decirles. Los bucles prácticamente brillan con toda la atención que

recibieron. Ondas sueltas caen por mi espalda, sin ninguna señal de frizz. Mi

madre estaría orgullosa.

Tessa es tan dulce... O quizás no podía soportar la idea de que usara loque normalmente uso y sabía que era demasiado testaruda como para romper

de nuevo mi misión Nueva York/Ropas, pero se apareció esta mañana con lo

que iba a ponerme. La pobre chica ha estado muriéndose por vestirme por

años y nunca le dejé perder su tiempo. Ya había estado lo suficientemente

ocupada haciendo arreglos a su trabajo como para que tuviera que coser por

mí. Cualquiera que fuera su motivación, estaba muy agradecida. La chica era

más que talentosa. Hizo un largo vestido púrpura que se ajusta a la perfección.


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Es cómodo y se ve sencillo, que es lo que realmente quiero, aunque me haya

contradicho a mí misma con mis acciones. Suspiro.

No es una cita, me doy cuenta de ello. De verdad, lo hago. Solo que

parece que no puedo parar de mirarme al espejo. Este concepto es extraño paramí y temo que va a llevar a una desastrosa ruina de mi carácter si esto

continúa. Aparte de detestar la superficialidad, de verdad no quiero perder mí,

digamos , valor por un chico . Distante ha sido mi segundo nombre por años y

nada más que después de un almuerzo con Ian Sterling eso parece

severamente amenazado.

Estoy abrochando la hebilla de mis sandalias cuando Charlie entra a

mi habitación. Queda boquiabierta cuando me ve.

—Guau, cariño, ¡te ves hermosa! —Y luego, frunciendo apenas el

entrecejo—. ¿Segura que no necesitas una camiseta debajo de eso?

Miro hacia abajo y veo que estoy bastante satisfecha con las cosas en el

lugar en el que están y en el que no.

—No, no lo creo.

—No estoy segura de haberlas visto alguna vez... —Señala a derecha e

izquierda en dirección a mi pecho varias veces—, tan prominentemente

enseñadas.

Suelto una risita.

—A tu papá no va a gustarle —continúa estudiándome—. ¿Has

perdido peso?

—Nop.

—Bueno, eso parece —dice, medio preocupada, medio

impresionada—. ¿Has oído algo de Michael?

—No, pero solo pasaron dos días. ¿Y tú?

Ella aún frunce su entrecejo ante mi vestido, así que le toma un

tiempo responder.

—Papá habló con él ayer. Dijo que sonaba muy triste.


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—Hmm... —No sé qué decir respecto a eso—. Tomaré mi chaqueta y

estaré lista.

—Está bien.

Nos subimos al hermoso Victorian de Robert. Su casa se asienta alta y

orgullosa en una colina, con la vista hacia la bahía, como Madre Superiora.

Mis padres la visitan cada vez que Jeff y Laila están en la ciudad, pero yo solo

recuerdo haber venido dos o tres veces cuando era una niña. La casa es

memorable. Tengo ese sueño recurrente sobre las puertas principales, dos

puertas de madera con intrincados grabado que resaltan en comparación con

la blancura de la casa. El sueño nunca es exactamente el mismo; de hecho, la

única parte recurrente son las puertas. Me detengo y me quedo observando las

puertas cada vez, pero nunca están abiertas hacia la misma habitación. He

estado en cada edad en aquellos sueños. Debo haber mirado demasiado a

aquellas puertas cuando era pequeña.

Cuando Laila abre la puerta, me doy cuenta que estoy conteniendo mi

aliento, en anticipación de qué habitación vería esta vez, pero también sobre

quién estaría en ella.

—¡Hola! —Laila nos abraza a todos y Jeff hace lo mismo cuando ella

termina. Por sobre sus hombros, hago un breve inventario de la sala.

Él no está aquí. Chequeado.

Remodelaron el salón de estar. Chequeado.

Es adorable. Chequeado.

Mi papá y Jeff van al patio a chequear la carne en la parrilla mientras

Laila guía a mamá a la cocina. Me quedo atrás, tratando de no ser muy obvia,

pero espío por una o dos puertas. Muy disimuladamente, claro.


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—Sparrow, esperaba que trajeras a Michael —dice Laila en voz muy

alta.

Giro en la esquina y entro en la cocina. Él no está allí tampoco.

Chequeado.

—Michael fue a ver a su familia en Seattle esta semana —respondo.

—Él es muy lindo. —Laila se ríe, abanicando su rostro. Me río.

—Sí, lo es.

—Le pidió a Ro su mano el sábado pasado —le cuenta mi mamá, la

traidora, a Laila.

—¡Estás bromeando! —Laila me mira—. ¡Qué emocionante! Eres muy

joven , de todos modos. Jeff y yo nos casamos muy jóvenes, ¡tenía dieciocho!

Desearía haber esperado. ¡Tienes que vivir un poco!

Resisto la urgencia de regodearme ante Charlie. Empezamos a llevar el

resto de la comida afuera.

—Debía ser extremadamente difícil de rechazar. ¡No te culpo!

¿Cuándo es la boda? —Laila ríe.

—¿Quién se va a casar?

Las llamas se encienden de nuevo, avanzando desde mis pies, por mis

piernas hasta llegar a mi pecho, chisporroteando por mis poros... Solo con el

sonido de su voz. Casi tiro el enorme cuenco de ensalada que cargo.

Afortunadamente, solo las tenazas salieron volando, aterrizando en el piso de

madera con un audible ruido.

Soy patética. Mi feminidad me está traicionando, mierda.

Ian está detrás de nosotros y no sé por cuánto lo ha estado. Su cabello

está mojado y despeinado en todas direcciones. Se cruza para tomar las tenazas

y me da una sonrisa deslumbrante antes de agacharse a recogerlas.

—Hola —dice.

—Hola —susurro en respuesta.


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—Nuestra adorable Sparrow aquí... —responde Laila.

La miro con horror. Ian ve mi expresión y me mira confundido.

—Nuestra adorable Sparrow aquí ¿qué? —pregunta, sonriéndome

ampliamente de nuevo.

—Michael le propuso matrimonio —anuncia Laila—. ¡Más tarde

sacaré el champán!

La sonrisa de Ian se opaca y mira hacia las tenazas que sostiene como

si hubiera olvidado por qué las tenía. Un minuto entero o dos pasaron. No

estoy segura si el resto sigue hablando o si están mirándonos. Solo lo veo a él.

—Bastardo suertudo... Felicidades —dice con suavidad.

Suspiro exasperada.

—No dije que sí .

Toma una respiración profunda y la deja salir lentamente, sus

hombros relajándose por un momento mientras me mira fijamente. Se acerca a

mí, parándose en lo que normalmente sería mi espacio personal. Mi garganta

quema mientras espero a ver qué hará.

—¿Por qué pequeña ... rompecorazones? —Se queda serio por un

momento y entonces sus ojos se arrugan y vuelve a sonreír. De hecho, su

rostro se ve como el del gato Cheshire en la mañana de Navidad—. Así que

entraste en razón con respecto a Mike, ¿eh?

—No sé nada de eso . Solo no estoy lista para casarme con Mich-ael .

Él espera que diga más.

Cuando no lo hago, asiente con su cabeza y se retira. Tengo la

impresión de que lo acabo de desilusionar y quiero arreglarlo, decir más,

rehacerlo... Pero el momento pasa y él está tomando mi brazo y guiándome a

la mesa.

—Aquí, Ian, pásame las tenazas —se burla Laila—. Si lo dejáramos

bajo tu cargo, encontraríamos mugre en nuestra carne. —Va a la cocina yvuelve con unos cubiertos limpios.


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Es difícil hablar con él en semejante pequeño escenario. Escuchamos

mayormente a mis padres, a Jeff y a Laila. Me concentro en llevar bocados de

carne a mi boca y no a mi regazo. Y tomar un trago sin tragarme los cubos de

hielo. Odio cuando eso sucede. Nunca es lindo ni propicio. El hielo sabe

cuando estás tratando de impresionar a alguien y siempre elige el mejor

momento para terminar dándose contra tu nariz.

Un giro ocurre en la conversación y mis padres quieren saber todo

sobre Ian. No habían llegado a hablar con él la vez pasada. Él les responde

respetuosamente y cuando le preguntan sobre su música, parece honesto pero

humilde en su respuesta, lo cual me impresiona. Sé que podría ser arrogante

sobre ser tan talentoso.

—He estado tocando desde que puedo recordarlo y es la única cosa en

la que soy realmente bueno. —Su sonrisa es inocente, pero cuando me mira,

veo travesura. Estoy absolutamente segura de que él es bueno en muchas,

muchas otras cosas—. Soy afortunado de vivir de lo que amo hacer. Y

mientras la gente siga escuchando, yo seguiré tocando. De hecho, es más que

eso. Seguiría tocando aunque nadie nunca me escuchara. Es como... como

respirar.

Parece tímido cuando termina de hablar. No noté que se pusiera

tímido el otro día. Sus mejillas están incluso levemente sonrojadas. Estoy

sencillamente afectada. Mis padres también parecen estar intrigados por él y

continúan interrogándolo sobre con quién trabajó, la historia detrás de sus

canciones favoritas y sus planes futuros. Quiero que paren el interrogatorio,

pero eso me está valiendo tiempo para estudiarlo. Él los arrastra en su encanto.

Es bueno; él es realmente bueno.

Luego del almuerzo, llevamos todo adentro y Laila nos echa de la

cocina, diciendo que se encargará luego.


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Estoy siguiendo a todos a la sala de estar cuando mi brazo es tironeado

en otra dirección. Ian me empuja en lo que debería ser una oficina.

—Larguémonos de aquí. —Sus ojos perforan los míos.

—¿Qué hay de Jeff y Laila?

—No te preocupes por ellos. ¿Vienes?

—Seguro —digo, sin estar muy segura a qué estoy accediendo.

—Tu vestido puede que sea un problema. —Frunce el ceño.

—¿Qué?

Se ríe ante mi tono y deja correr su mano ligeramente por mi brazo,

causando escalofríos en su estela.

—Te ves electrizante . Ese vestido podría levanta a un hombre muerto.

—Toma mi mano y me gira lentamente, haciéndome sentir muy incómoda

con sus señales de aprobación—. ¿Trajiste una muda de ropa?

—¡No! —Le echo una mirada furibunda.

—De acuerdo, no hay problema. Lo solucionaremos. Vamos, salgamos

mientras todavía está lindo afuera.

Todo sucede muy rápido. Dejo que Ian hable y antes de darme cuenta,

mis padres, Jeff y Laila están diciendo que nos encontraremos luego en la

noche. Salimos al garaje e Ian se detiene en frente de una Harley. No sé

mucho de motocicletas, pero incluso yo puedo ver su belleza. Ian le da una

palmadita cariñosa. Se ve como un personaje salido de una novela romántica

—y no de la clase burda de Fabio— o podría ser la estrella de una película,

solo que más alto. O una estrella de telenovela, solo que sería una que podría

decir de manera creíble sus líneas. O quizás un modelo, solo que más

heterosexual.

Me enorgullezco de mi manera de escribir, pero cuando se trata de

escribir sobre él me doy cuenta que saca a relucir todo mi arsenal patético y

barato. El cabello color carbón, sus ojos cambiantes... ¿Son solamente

avellana? Que palabra tan ordinaria para ojos que son a veces verdes, a veces


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caqui, con pintitas de azul y oro, y luego vienen sus carnosos labios rojos. Este

hombre es combustible. Agrega la moto y siento que si lo miro por mucho

tiempo, me electrocutaré a mí misma.

—¿Alguna vez anduviste en moto? —Su voz es áspera, seductora.

Oh, rayos. Y ahí estaba su voz. De repente, no puedo mirarlo. Él es

demasiado para mí.

—¿Sparrow?

—No —respondo, unas octavas arriba de lo normal.

—Bien, ¿qué tal si lo hacemos? —Él ya está levantando la puerta del

garaje mientras pregunta, sin dudar que daré una vuelta con él.

Me alcanza un casco y gruño para mí misma. Este es el motivo por el

que no debería pasar tanto tiempo arreglándome. Que desperdicio. Lo miro

largamente. ¡Contrólate, Fisher! No voy a estar lanzando miraditas que vienen

y van por un chico. Nunca lo hice y nunca lo haría.

—Tu cara se va a quedar así si no relajas de una vez tu sonrisa —suelto

mientras me ajustaba el casco.

Tira su cabeza hacia atrás y ríe, se sube a la motocicleta y extiende su

brazo para ayudarme a subir. Me subo el vestido hasta las rodillas y me monto.

—Estaba equivocado. Este es el atuendo ideal para ir en motocicleta

—dice Ian mientras uno de sus dedos recorre mis musl

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