Hoja de oración familiar. Nº 2. Año I. Febrero 2016

¡40 días caminando! ¡Cuaresma!¡Querida familia! En estos últimos momentos que vais a poder

compartir al finalizar el día antes de acurrucarnos para descansar, vamos a continuar la oración que esta tarde hemos vivido en la iglesia buscando un pequeño compromiso para esta cuaresma.

Para ayudarnos, vamos a recordar las obras de misericordia que vuestros abuelos y abuelas, papás y mamás aprendieron hace algunos años y hoy os toca a vosotros aprenderlas y ponerlas en práctica.

Elige alguna, escríbela o que te ayuden a escribirla y piensa que puedes hacer o a quién puedes ayudar para llevarla a cabo durante esta cuaresma.

Obra de misericordia Veo, pienso y me pregunto cómo hacerlo.

Para finalizar os invito a terminar estas buenas noches rezando tres Avemarías…

María Auxilio de los Cristianos…

EDUCAR DESDE LA TOTAL DEPENDENCIA HASTA SU TOTAL VALERSE POR SÍ MISMOS

El niño se gesta en el seno de su madre y nace prácticamente en blanco .En su familia se va a forjar como persona y el resto de grupos a los que vaya perteneciendo: amigos, escuela, familiares.....le ayudará a irse formando también, hasta que sea capaz de decidir por sí mismo.

Y educar a un niño es hacerle capaz de ser independiente, de valerse por sí mismo, de tomar decisiones, de hacer frente. Y eso no se improvisa. Se va haciendo verdad lentamente. Al exigirle que cuanto antes coma solo, se vista, se limpie por sí mismo, decida la ropa que se va a poner, como va a emplear su tiempo.....vamos haciendo posible que un día pueda ser autónomo-

Y es ese prodigioso “ TÚ VERAS” en los labios de los padres, que tanto molesta a veces al niño que quisiera que se lo resolvieran todo, lo que le va dando alas de despegue de nuestro natural proteccionismo. Pero es un “Tú verás”, acompañándolo, dialogando con él, exigiendo responsabilidades, enseñándole....Nada que ver con la permisividad de los caprichos o el exceso de vigilancia.

Como padres y educadores tenemos que superar ese “No quiero que pase lo que yo pasé” y así justificar cualquier grado de debilidad por nuestra parte. Tenemos que dejar en todo momento que sea “ÉL” el que se haga a sí mismo, recorra el camino que le corresponde, con sus equivocaciones, sus aciertos, sus tropiezos.......pero que serán los suyos propios y no una repetición de los nuestros. Todas nuestras vivencias nos han forjado a nosotros, pero nuestros hijos son seres independientes, y el camino que tienen que recorrer es solo suyo y único, diseñado para ellos.