trabajo Ética

29
Universidad del Salvador Facultad de Filosofía y Letras Escuela de Letras Vigencia actual de las virtudes aristotélicas: análisis de la valentía Obligación académica: Ética profesional Profesora: Lic. María Haydée Badano Alumnos: Rodrigo Calo ([email protected])

Upload: denise

Post on 23-Dec-2015

233 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Ética Profesional

TRANSCRIPT

Page 1: Trabajo Ética

Universidad del Salvador

Facultad de Filosofía y Letras

Escuela de Letras

Vigencia actual de las virtudes aristotélicas: análisis de la valentía

Obligación académica: Ética profesional

Profesora: Lic. María Haydée Badano

Alumnos: Rodrigo Calo ([email protected])

Denise Delaire ([email protected])

Ángeles Krause ([email protected])

Daniela Monaco ([email protected])

Tipo de trabajo: análisis de película y nota periodística

Curso: 3° A

Fecha: 27/06/2014

Page 2: Trabajo Ética

Marco teórico

El fundamento de la época griega es la physis, un concepto que generalmente se

traduce como naturaleza, pero que en verdad abarca mucho más que ello: es una

totalidad inmanente, no hay nada por fuera de ella. En esta concepción no se concibe

la idea de creación ya que todo es eterno. La physis existe desde siempre y siempre

existirá. A dicho fundamento le corresponde una forma de subjetivación que, en este

caso, es la polis, el todo que antecede a las partes ontológica y lógicamente.

La universalidad del hombre se desarrolla en su pertenencia a la polis —fuera de la

polis solo animales o dioses—, allí el polite participa en la vida pública dando su

opinión en el Ágora. A partir de aquí, surge el concepto de isonomía, es decir, la

igualdad de los hombres. Todos tenían igual derecho a posicionarse en el medio del

Ágora para expresar sus opiniones y decidir sobre las cuestiones públicas por medio de

la votación.

En este contexto de pensamiento surge Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.) quien hacía

ciencia de lo universal y lo necesario. Lo necesario es lo que no puede ser de otra

manera y lo universal, lo que es para todos —lo que puede estar presente en más de

una cosa a la vez, distinguiéndose así de lo individual—.

La ética de Aristóteles, planteada en el libro Ética Nicomaquea, es de tipo material

puesto que dice lo que está bien y lo que está mal, distinguiendo entre virtudes y

vicios. Asimismo es de intención y resultado: a diferencia de otras éticas —como la

kantiana—, aquí importa tanto lo que motivó a un hombre a llevar a cabo una acción

determinada como su consecuencia. Por último, es una ética de la felicidad: todos

tendemos a este bien o fin último. Para ser feliz, solo hay que hacer lo que es bueno

para nosotros. Este proceso se materializa en nuestra vida diaria a través de una

cadena de bienes o fines para alcanzar este bien último —que es el mismo para todos

—. Los bienes se subdividen en tres: bien exterior —como la riqueza o el honor—,

bienes del cuerpo —por ejemplo la salud o el placer— y bienes del alma (psyché) —

figuran entre ellos la contemplación y la sabiduría—. Estos últimos son los más

elevados.

Page 3: Trabajo Ética

En la búsqueda del bien en sí —y por tanto de la felicidad—, existen diferentes

formas de vida:

a) La vida de los placeres: para Aristóteles tiene un límite que es el dolor o el

hartazgo. Por lógica esta no será el tipo de vida que lleve a la felicidad.

b) La vida de los honores —la vida política—: a diferencia de la anterior, este tipo

de vida no tiene un límite, ya que el hombre nunca se puede saciar de recibir

honores. Por ello quien persiga esta vida tampoco podrá ser feliz. Además, el

poder político que posee alguien nunca lo consigue por sí mismo; El polite, por

lo tanto, no es autárquico, es decir necesita de otros para ser feliz y eso

restringe su libertad.

c) La vida contemplativa: consiste en una tarea de identificación con la existencia

divina. La felicidad radica en tratar de abandonar la débil naturaleza humana.

Es la forma de vida más elevada ya que se acerca al intelecto (noûs).

d) La vida de los negocios: se encuentra separada de las anteriores, pues se la

considera menor. Aristóteles dice que los hombres procuran acumular dinero

como si fuera un fin en sí mismo cuando, en realidad, es solo un medio para

alcanzar más fines.

Luego, Aristóteles pasa a analizar la vida del hombre prudente y determina qué son

las virtudes éticas. Según el filósofo la virtud ética es un acto, no es pensamiento y

cada una de ellas es una acción selectiva de conducta que surge del término medio

para nosotros; este término medio no es algo exacto o medible, sino que cada uno

posee diferentes conductas que, a su manera, tendrá que ir corrigiendo por medio del

aprendizaje. El camino para hacerlo será la recta razón, cualidad esencial para poder

acostumbrar nuestros hábitos y manejar las pasiones. Eduardo Sinnott considera que

el pensador griego define la virtud ética como “(…) un punto medio o una medianía, o

bien el habito de elegir, en materia de afecto y de acciones, que es la materia propia de

la virtud ética, una medianía entre dos extremos” (Aristóteles, 2010; p.XXX).

Por último, al suponer que la virtud ética surge de como la decidiría un hombre

prudente, hay que tomar en consideración que la prudencia corresponde a una virtud

intelectual o dianoética que adquiere el hombre. Esta virtud es la que, en la práctica,

Page 4: Trabajo Ética

nos hace elegir lo que es bueno para nosotros. Aristóteles es intelectualista, es decir,

para él se conoce a través del pensamiento y la experiencia de forma conjunta. La

prudencia, en este caso, depende de una virtud intelectual que le permita definir que

es una virtud ética y que no. Considera que las virtudes, en general, no son innatas,

sino que se las adquiere por medio de la enseñanza (las virtudes dianoéticas) o por

medio de las costumbres (las virtudes éticas). Por lo tanto para ser virtuoso se necesita

de una educación, de un hábito, de un arte.

Aristóteles enumera doce virtudes éticas, que existen como puntos medios entre dos

extremos: un vicio y un exceso. En el presente trabajo, desarrollaremos la virtud de la

valentía, que se relaciona con el afecto del temor. Así entonces, existe un exceso de

este afecto, que es la cobardía, y un defecto, que es la osadía. El cobarde es quien

huye frente a lo que le causa miedo, mientras que el osado se precipita frente a ello,

pero cuando está frente al verdadero peligro huye. El valiente elige actuar y soportar el

peligro, porque es una acción noble, es decir, tiene temor pero aún así no se rinde. De

este modo se explica la valentía en Ética Nicomaquea:

“Así pues, el que soporta y teme lo que debe y con el fin que se debe, y [lo hace] como

[se debe] y cuando se debe, y se siente osado de igual manera, es valiente. (Pues el valiente

padece y actúa como [la situación] lo merece y como la razón lo indica” (Aristóteles, 2007; p.

102).

El filósofo griego, además, plantea que es común confundir otras modalidades

semejantes a la valentía con la valentía misma. A estas las clasifica en cinco:

a) En primer lugar tenemos La valentía civil, que se da por el temor a los castigos

o censura o con la intención de lograr honores frente al resto de los polites. Si

bien Aristóteles la considera como la más cercana a la valentía, se encarga de

aclarar que el verdadero hombre valiente lleva a cabo una acción por su valor

en sí misma y no teniendo en cuenta si las consecuencias serán adversas o

favorables.

b) También puede confundirse con valentía la destreza. Es decir, un hombre que

tenga experiencia en una actividad determinada puede decidir con mayor

libertad que aquel que no. Sin embargo, este bagaje de conocimientos muchas

Page 5: Trabajo Ética

veces genera que estos supuestos hombres experimentados sean los primeros

en abandonar una tarea cuando presienten algo puede salir mal.

c) Otra supuesta modalidad de valentía es la impulsividad, también denominada

por Aristóteles como coraje. Se da en aquellos sujetos que, tras ser heridos u

ofendidos, se lanzan como bestias en busca de venganza. Esta modalidad

resulta ser la más natural. Sin embargo, el hombre impulsivo no razona, se

mueve fruto de sus pasiones y, por lo tanto, no es verdaderamente valiente.

d) Tampoco hay que confundir la confianza con la valentía, pues el hombre

confiado actúa sin conocer el temor, pues se cree falto de debilidades, y esto le

resta meritos a su accionar. En cambio el valiente conoce el miedo y no huye

cuando una situación se vuelve complicada, es consciente de cuando se

encuentra en desventaja y actúa en consecuencia.

e) Por último, Aristóteles aclara que el ignorante tampoco es valiente, puesto

que no es valeroso quien desconoce los peligros a los que se enfrenta.

Análisis de la película

A continuación, analizaremos la virtud de la valentía según Aristóteles en la película

Buscando a Nemo.

La película comienza con la historia de una familia de peces payasos, la madre, el

padre y sus huevitos, que viven en un arrecife, en el océano. Todos ellos van a ser

víctimas del ataque de una barracuda, quien se va a comer a la madre y a los huevitos.

El padre, viendo el desastre que se produce, trata en vano de atacar al agresor, pues

en seguida es golpeado y dejado fuera de combate. A la mañana siguiente, encuentra

con vida tan solo a un huevo, a quien, a partir de entonces, va a cuidar con todo su

esmero.

Varios años más tarde, cuando el único hijo, Nemo, crece y le llega la hora de ir al

colegio, nos encontramos con que el padre continúa con sus esfuerzos para que no le

pase nada. Nemo sufre la sobreprotección de su padre y se compara con tristeza con

los demás peces de su edad, que sí tienen permitido divertirse.

Page 6: Trabajo Ética

Cuando Nemo se encuentra en una expedición en el límite del arrecife con la clase de

Biología del profesor Mantarrayas, Marlín, el padre de Nemo, se aterroriza por el

peligro de esta expedición y va en busca del profesor y de su hijo. Cuando llega al

límite del arrecife, Marlín hace un escándalo frente al profesor y los compañeros de su

hijo, y Nemo, avergonzado y enojado, se aleja hasta la superficie para tocar un bote

que, en ese momento, navegaba por allí. De esta manera, quiere probarle al padre que

él era valiente y que no había nada que temer en el océano. Sin embargo, cuando llega

a la superficie y toca el bote, Nemo es capturado por un buzo.

A partir de entonces, se desarrolla el nudo de la película. Marlín, aterrado por el

secuestro de su hijo, nadará persiguiendo al bote y, luego de perderlo, hará lo

imposible para encontrar a Nemo. Pero, en este viaje desesperado, se encontrará con

varios obstáculos. Aunque también con varios amigos. Por ejemplo Dory, una pececita

azul con problemas de memoria, quien acompañará a Marlín durante toda su travesía.

Juntos se encontrarán con tiburones vegetarianos, lucharán contra un pez

escalofriante en el fondo del océano, recibirán instrucciones de un cardumen de peces,

atravesarán una fosa con medusas que casi los mata. También se despertarán en la

corriente australiana nadando con tortugas marinas y conocerán a Crush y a Chiqui,

padre e hijo, quienes van a ayudarlos a llegar a Sidney.

Mientras tanto, Nemo se encuentra capturado en la pecera de un dentista, en la

ciudad de Sidney. Allí conocerá a otros peces, entre ellos Gill, el único de ellos que no

había nacido en cautiverio y que provenía del océano, como él. Los peces, entonces,

desarrollarán un plan de escape. Gill es el pez líder y utilizará a Nemo para realizar la

acción más arriesgada del plan. Sin embargo, luego de un intento fallido y de que

Nemo casi pierda la vida, todos concuerdan en abandonar el plan.

Entretanto, Marlín y Dory, luego de haber abandonado la corriente australiana, son

engullidos por una ballena, quien luego los expulsará liberándolos en la bahía de

Sidney. Allí casi son comidos por un pelícano, pero Marlín se resiste y se salvan. Otro

pelícano, llamado Nigel, quien era amigo de los peces de la pecera, reconoce a Marlín

por su fama y los lleva en su pico hasta la oficina del dentista.

Page 7: Trabajo Ética

Sin embargo, aquí se produce un evento desafortunado, ya que el dentista había

sacado de la pecera a Nemo para regalárselo a su sobrina Darla. Debido a que esta,

días atrás, había matado a un pez al sacudir constantemente la bolsa en la que estaba

guardado, Nemo se hace pasar por muerte para que el dentista lo deseche en el

inodoro —el cual llevaba directamente hacia al océano—. Con esta situación se

encuentran Nigel, Marlín y Dory al llegar a la ventana del dentista.

A pesar de que Nigel intenta salvar a Nemo, este es capturado por Darla, quien lo

empieza a sacudir con vehemencia. Gill, al ver esto, se expulsa desde adentro de la

pecera hacia la cabeza de la niña y esta, asustada, arroja la bolsa de Nemo al suelo. Al

caer, la bolsa se rompe y Nemo se ve imposibilitado para respirar, sin embargo, Gill

realiza su último movimiento heroico y lo hace llegar al lavatorio, que también tenía su

desembocadura en el océano. Nemo entonces queda libre en la bahía de Australia.

Por otro lado, Nigel libera a Marlín y a Dory en el océano: ambos están acongojados

por el supuesto fallecimiento de Nemo. Marlín entonces, deprimido, se despide de

Dory y se dirige a la zona de pesca, donde se encuentran los atunes. Oportunamente,

Nemo se topa con Dory y ambos se dirigen en busca de Marlín, sin embargo este es

atrapado por la red de los pescadores. Nemo, entonces, le insiste a su padre de realizar

un plan para escapar de la red. Si bien al principio se niega debido al peligro de la

situación, luego acepta, y todos los peces nadan juntos hacia abajo hasta romper la

red.

Finalmente el padre se libera y se encuentra con su hijo y Dory y regresan al arrecife.

Luego de todas las aventuras, Marlín por fin vence sus miedos y deja entonces a Nemo

comportarse como un pez de su edad.

La virtud de la valentía se puede observar en varios de los personajes de la película. A

continuación analizaremos algunos de los personajes más destacables por su valentía o

por algunos de sus vicios, ya sea por defecto o por exceso de temor.

En primer lugar, el personaje de Marlín es el que se caracteriza por ser valiente a lo

largo de la mayor parte de la película. Sin embargo, para llegar a este estado, ha tenido

que pasar por varias pruebas. En primera instancia, cuando él y su familia sufren el

Page 8: Trabajo Ética

ataque de la barracuda, se puede observar que Marlín es un pez impulsivo. Este actúa

por medio de la pasión que le inspira el ver la tragedia que le sucede a su familia. No

tiene conciencia de los peligros que le esperan. Aristóteles diferencia este tipo de la

valentía y dice entonces que:

“…no son, pues, valientes, porque se lanzan hacia el peligro a causa del dolor y de la

impulsividad, sin prever nada terrible, pues en ese caso hasta los asnos serían valientes cuando

tienen hambre, pues no se apartan del forraje aunque se los golpee” (Aristóteles, 2010, p.

107).

Luego del terrible suceso de la barracuda, Marlín pasa a ser un pez cobarde, que

sufre del exceso de temor. Aristóteles define este tipo de personajes de la siguiente

manera:

“El que se excede en el temor es el cobarde; en efecto, va con él el temer las cosas que

no se deben temer (…) es notorio más que nada por los excesos de temor que manifiesta en

las situaciones dolorosas. Así pues, el cobarde es propenso a la desesperación, pues teme

todas las cosas” (Aristóteles, 2010, p. 103).

Así se manifiesta Marlín con su hijo Nemo, pues teme absolutamente todo lo que

pueda llegar a suceder a su alrededor y sobreprotege a su hijo en contra de su

voluntad.

Finalmente, luego del secuestro de Nemo, se produce un cambio en Marlín y, a partir

de entonces, se comportará como un personaje valiente, ya que se enfrenta con

valentía a todos los obstáculos que aparecen a lo largo de su aventura a sabiendas del

peligro que estos conllevaban. De esta manera, Aristóteles define al valiente:

“La valentía es una medianía respecto de las cosas que suscitan osadía y temor (…) y el

valiente elige actuar y soporta el peligro porque es noble hacerlo y vergonzoso no hacerlo”

(Aristóteles, 2010, p. 103).

De esta manera, Marlín sabe que su obligación es rescatar a su hijo, y a pesar de los

temores que le suscitan los peligros, se enfrenta a ellos. Así sucede cuando combate

con los tiburones hambrientos, cuando lucha contra el pez en las profundidades del

mar, cuando atraviesa las medusas y cuando se arriesga a morir al introducirse dentro

Page 9: Trabajo Ética

de la ballena. Marlín recorre todo un camino a lo largo de la película y va desarrollando

un hábito de la valentía, hasta que finalmente aprende a serlo. La última y más difícil

prueba se produce al final de la película, cuando Nemo le pide que nade hacia abajo

con los atunes atrapados en la red. Allí Marlín experimenta el mayor temor de todos,

que es perder nuevamente a su hijo, pero, sin embargo, como ha aprendido el hábito

de la valentía, finalmente, acepta realizar el plan.

De todos modos, antes de esta última prueba, Marlín es víctima de una recaída, y

vuelve a ser cobarde por un momento; luego de observar con sus propios ojos la

supuesta muerte de su hijo, el padre se deprime y se despide de Dory para alejarse

hacia la zona de pesca. Esto es visto por Aristóteles como una cobardía, ya que huye de

sus penas. Este episodio se puede interpretar como una especie de intento de suicidio,

pues el pez es consciente de que se dirige hacia la muerte —no como los atunes—.

Aristóteles dice al respecto:

“Pero morir porque se huye de la pobreza, de la pena amorosa o de alguna otra cosa

penosa, no es propio del valiente, sino más bien del cobarde, porque es debilidad huir de las

cosas que acarrean dolor y enfrentar la muerte no porque hacerlo sea noble sino porque se

huye de un mal” (Aristóteles, pp. 103-104).

El siguiente personaje es Dory, quien tiene un problema de falta de memoria a corto

plazo. Este personaje se enfrenta a todos los peligros sin miramientos. Ella no mide sus

actos y no posee la conciencia del peligro inmanente. Este personaje oscila entre la

confianza y la ignorancia. Aristóteles define al confiado como al que se enfrenta al

peligro con osadía, pero porque ha ganado ya muchas veces. Ignorante es quien cree

que el peligro es de otra manera a lo que es en realidad. Ambos “cuando descubren

que las cosas no son como ellos creían, huyen” (Aristóteles, 2010). Dory es confiada,

pero no porque recuerda haber ganado muchas veces, sino justamente porque no

tiene conciencia del peligro. Es ignorante también por la misma razón, pero se

diferencia de ambas definiciones de Aristóteles, porque ella no huye, sino que confía

en que las cosas se solucionarán por su cuenta. De todas maneras, no es valiente,

porque no tiene conciencia de sus acciones, no se enfrenta por honor, y sus actos, a su

vez, no tienen ningún mérito según Aristóteles.

Page 10: Trabajo Ética

El personaje de Nemo también realiza un cambio a lo largo de la película. En el

momento en que nada hasta la superficie del océano para tocar el bote y demostrarle

a su padre que él es valiente, de hecho, no lo está siendo, sino que según Aristóteles

estaría actuando osadamente:

“Los osados son precipitados y dispuestos antes de los peligros, pero cuando están en

medio de ellos retroceden; en cambio, los valientes son persistentes en las acciones y, antes

de ellas, calmos” (Aristóteles, 2010, p. 103).

Es así como se comporta Nemo frente al buzo. Él es muy confiado antes de

enfrentar el peligro, se precipita a tocar el bote sin medir los riesgos. Pero frente a la

aparición del humano, Nemo entra en pánico y llama a gritos a su padre para que lo

salve.

Luego, cuando ya se encuentra encerrado en la pecera, Gill lo incita a realizar la

parte más riesgosa del plan de escape, que es introducirse en el filtro de la pecera para

depositar una piedra y así atascar el mecanismo de limpieza. Nemo realiza la acción,

pero no como la realizan los valientes, en busca del honor propio, sino que se podría

decir que lo hace a la fuerza y que acata las órdenes de Gill. Esta forma de valentía es

la civil, que se confunde muchas veces con la valentía propiamente dicha. Dice

Aristóteles:

“En la misma clase se podría colocar a los que son obligados por sus gobernantes a

mostrarse valientes, pero en realidad les son inferiores, por cuanto no lo hacen por vergüenza

sino por temor, y no huyen de la vergüenza sino del dolor”, ahora bien: no se debe ser valiente

por la fuerza, sino porque es noble serlo” (Aristóteles, 2010, p. X).

Luego, la segunda vez que se introduce en el tubo del filtro y, efectivamente, logra

atascar el mecanismo, Nemo actúa como un ser valiente. Lo ha hecho por sus propios

medios y sin acatar las órdenes de sus superiores. Él ha hecho suya la decisión de

realizar la acción y de esta manera se ha comportado valientemente.

Es en la pecera donde Nemo aprende el hábito de ser valiente. Sus compañeros lo

han ayudado a mejorar y, al igual que Marlín, también ha recorrido un camino de

aprendizaje. Cuando finalmente se encuentra de vuelta en el océano, Nemo es un

Page 11: Trabajo Ética

personaje valiente, diferente del pez osado que no midió sus acciones al principio de la

película.

Otro personaje es Gill, el pez de la pecera del dentista que quiere volver al océano.

Gill es un personaje osado al principio, cuando incita a Nemo a realizar la acción

riesgosa sin prestar atención a las advertencias de sus compañeros, especialmente de

la estrella de mar. A pesar de que conoce el peligro, Gill arriesga la vida de Nemo por

sus propios intereses, a la manera en que Aquiles es víctima de su hybris en La Ilíada y

arrastra a todo su ejército junto con él hacia la muerte.

Finalmente, cuando se expulsa de la pecera para salvar a Nemo de Darla y ayudarlo

a alcanzar el lavatorio, actúa valientemente, ya que se comporta de esta manera

porque hacerlo así es noble. También es valiente cuando, al final de la película, ayuda a

sus amigos a escapar de la pecera.

También el pelícano Nigel actúa valientemente en la película. Él ayuda a Marlín y a

Dory a encontrar a Nemo y los lleva hacia la oficina del dentista. Una vez allí, se

introduce dentro del consultorio para evitar que el dentista tire a la basura a Nemo. A

pesar del peligro que corre el pelícano de ser golpeado, o algo peor, él desafía estos

peligros por el solo hecho de ayudar a los peces.

Las tortugas con las que se encuentran Marlín y Dory en su viaje hacia Sidney, actúan

como un doble de Marlín y Nemo. A diferencia de estos últimos, Crush, la tortuga

padre, enseña a su hijo a ser valiente a la manera de una techné. El padre, a pesar de

sus temores, ayuda a arraigar el hábito de la valentía en su hijo, y así actúa también

como un maestro de Marlín. De este personaje, el pez payaso sacará grandes

enseñanzas, que luego aplicará en la relación con su hijo.

Por último, otros personajes que actúan como dobles y maestros de Marlín son los

otros padres de los niños del arrecife. Ellos no son ni valientes, ni cobardes, ni osados.

No hay ningún peligro al que temer y ellos actúan de acuerdo a las circunstancias,

dejando a sus hijos comportarse libremente. De esta manera es como debería actuar

Marlín, sin ser cobarde y sin temer ante lo que no se debe temer.

Análisis del caso testigo

Page 12: Trabajo Ética

Nota

09:18 | lunes, 02 de junio de 2014

La mamá de Marita

Susana Trimarco busca a su hija desde hace 12 años. Convertida en un referente mundial de la lucha contra la trata

de personas, cada noche sueña con su casita en Tucumán

Sabrina Ferrarese

Susana Trimarco es muchas cosas. Es abuela, dirige una fundación, rescata a mujeres a las que obligan a

prostituirse, desafía a jueces y policías y enfrenta a una sociedad patriarcal y feudal. Pero, sobre todo, es la mamá

de María de los Ángeles Verón, a quien busca afanosamente desde su desaparición en 2002.

"No me voy a callar nunca", me dijo al oído cuando nos saludamos. Y le creo fervientemente. Si algo hace con

insistencia esta mujer es hablar. El miércoles pasado la pude conocer personalmente en el marco de una jornada

para periodistas sobre la temática, que organizó la Universidad Nacional de Rosario y la propia Fundación María

de los Ángeles Verón. Lo comprobé, es imparable.

Sonríe muy poco. Susana mantiene un ceño fruncido constante debajo del flequillo negro lacio. Mueve mucho

las manos, de uñas rojas impecables. Se le nota la coquetería en sus botitas de taco alto. Suma prolijidad que la

define imperturbable, como si los años y los kilómetros, la injusticia y la ausencia por 12 años de esa vida tan

preciada para ella, no hubieran dejado huella. O sí.

Las marcas de Trimarco se escriben en la historia. Su lucha por la aparición con vida de su hija la enfrentó con

un poder corrupto, con verdaderos delincuentes, con sus propias fuerzas. Y sin embargo, en medio de la peor

desolación que puede significar la pérdida de un hijo, supo construir, revelar, descorrer, interpelar, rescatar,

devolver.

“A mí no me gusta esta vida que llevo. Yo quiero la vida que tenía con mi hija, mi nieta y mi marido en

Tucumán”, se sincera. Pero enseguida enseña el corazón: “Yo vivo para esto. Desde que me levanto hasta que me

acuesto busco a Marita. Yo a esto no lo elegí pero de esta triste experiencia que me tocó vivir saco fuerza para

rescatar a otras chicas”, repite como un rezo.

¿Qué extrañará más de su hija? ¿Algún olor, un gesto suyo muy particular? ¿Su voz, su abrazo? Susana

mencionó que cuando ve la foto de María de los Ángeles sonriente se renuevan sus ansias de Justicia y el miedo

desaparece. Lo cuenta sorprendida, como si esta heroína en la que se ha convertido, no fuese ella. Eso es lo que

aseguró, que no entiende qué le pasa en el cuerpo cuando se para ante los jueces y los policías. Qué misterioso

poder la envuelve cuando piensa en Marita, en su destino, en su presente. Una transformación ineludible, como si

creciera varios metros de la tierra.

Y así, Susana siente que este deambular es parte de su destino en la vida. De ama de casa tucumana a mujer sin

fronteras. Porque si algo supo hacer en estos años es franquear los límites físicos y con ellos, los simbólicos. Su

Page 13: Trabajo Ética

nombre es un interrogante de lo instaurado, un gran signo de preguntas que interpela modos de vida que parecían

inamovibles, formas de organización social que se suponían para siempre. Que los poderosos tienen banca eterna,

que las mujeres son de la casa, el marido y de quienes las sometan, que la Justicia es para pocos.

Creyente fervorosa, descansa su alma en otra misericordia, en aquella que se conmueva de verdad con su

búsqueda incesante, muchas veces a oscuras y en soledad. Ella lo sabe bien aunque asegura que se lo dijo

“Néstor”: “Es usted Susana quien va a encontrar a su hija. El Estado puede hacer mucho por ayudarle pero

depende sólo de usted”.

Ojalá no se calle nunca jamás.

Análisis

La noticia que elegimos para realizar el análisis de la virtud de la valentía —según el

punto de vista aristotélico— se trata de una nota de opinión escrita por la periodista

Sabrina Ferrarese, cuyo tema central es la figura de Susana Trimarco. Vale recordar

que, en 2002, Marita de los Ángeles Verón, su hija, fue raptada por una mafia dedicada

a la trata de personas y que, desde entonces, no se sabe qué sucedió con ella. A partir

de esta desaparición, Susana Trimarco ha venido encabezando una lucha titánica que

ya no solo tiene como objetivo encontrar con vida a Marita, sino también rescatar a

todas las mujeres que aún siguen siendo coaccionadas por este negocio ignominioso e

ilegal.

Como describe la periodista, a lo largo de los doce años que lleva su lucha, Susana ha

debido enfrentarse contra delincuentes que amenazaron con matarla, contra policías

vinculados estrechamente con el negocio de la trata y contra un sistema judicial

corrupto, que se ha negado una y otra vez a avanzar con la investigación. Sin embargo,

ella nunca se arredró frente a estos peligros que, incluso, llegaron a poner en riesgo su

propia vida. Por todo ello estamos convencidos de que, para Aristóteles, la conducta

de esta mujer hubiese sido un ejemplo innegable de valentía.

Según el filósofo griego, la verdadera valentía se demostraba en el campo de batalla,

allí donde la esencia del hombre se evidenciaba de la manera más excelsa posible,

pues debía enfrentarse al enemigo más temible: la muerte. Un hombre valiente era,

por lo tanto, aquel sujeto que lograba sobreponerse al miedo de morir y continuaba

adelante con la empresa que se había dispuesto a cometer.

Page 14: Trabajo Ética

Está claro que Trimarco no es un soldado y jamás intervino en batalla alguna; sin

embargo, debió plantar cara a numerosas dificultades que fueron apareciéndole a

medida que avanzaba con la investigación; pues los individuos que estuvieron

involucrados en el secuestro de Marita intentaron por todos los medios entorpecer

dicha pesquisa y evitar que se revele la verdad. Desde el desprestigio social hasta las

amenazas de muerte, todo fue válido para detener a Susana. Y, sin embargo, ella jamás

dio un paso atrás; logrando, incluso, sobreponerse al miedo de que alguien atentase

contra su vida. Así como los valientes guerreros atenienses nunca abandonaban el

campo de batalla, porque hacerlo hubiese sido traición a la polis; Susana, gracias a ese

“misterioso poder que la envuelve cuando piensa en Marita” (Ferrarese, 2014),

continuó con su lucha en búsqueda de verdad y justicia para su hija, esa persona por la

que había decidido comenzar una “guerra” y a la que no quería traicionar.

Ahora bien, tomando las propias palabras de Aristóteles, alguien podría objetar que el

accionar de Susana Trimarco, más que con la valentía, se asemeja con el coraje, una

conducta similar, pero con la diferencia de que esta no alcanza el mismo grado de

virtuosismo. Para el estagirita, el coraje es una reacción apasionada que nace en el

sujeto instintivamente, luego de recibir algún tipo de daño físico o moral, y solo tiene

como objetivo el deseo de venganza; mientras que la valentía, por el contrario, se

manifiesta en la búsqueda de una causa noble —que, en general, trasciende al propio

individuo— y está regida por la recta razón: el sujeto comprende las contingencias a

las que se enfrenta y selecciona conscientemente los pasos que deberá realizar para

tener éxito en su misión. En Ética a Nicómaco, Aristóteles ejemplifica el coraje a través

de la figura de Aquiles, quien, tras su deserción, solo decide volver a la batalla cuando

se entera de que su amigo, Patroclo, ha muerto; es decir, su conducta no está

motivada por ninguna nobleza moral, sino por una pasión de venganza surgida del

dolor.

En el caso de Susana Trimarco, uno podría pensar que está ante una reacción similar:

frente al dolor que le significó el rapto de su hija, decidió emprender una cruzada cuyo

objetivo es encontrar a los culpables para meterlos presos y obtener así la venganza.

Lo cierto es que esta visión no se ajusta con la realidad ni con lo expuesto en la nota.

Por un lado, la periodista nos informa que la lucha de Susana Trimarco ha trascendido

Page 15: Trabajo Ética

su propio caso particular y, hoy día, está a cargo de una fundación que ayuda a todas

aquellas mujeres que han sido obligadas a prostituirse —“…de esta triste experiencia

que me tocó vivir saco fuerza para rescatar a otras chicas” (Ferrarese, 2014)—; por el

otro, evidentemente, las cuantiosas maniobras legales y mediáticas que ha venido

llevando a cabo desde 2002 no fueron realizadas por una mujer dominada por una

pasión irracional, sino por una mujer que es consciente del objetivo que desea alcanzar

y de los caminos que debe seguir para hacerlo. En resumen: finalidad y elección son las

dos condiciones que, según Aristóteles, diferencian la valentía del coraje instintivo y,

como hemos visto, ambas están presentes en la conducta de Susana.

En esta nota también quedan evidenciados con claridad los motivos por los cuales

Aristóteles enaltecía la virtud de la valentía. Según el filósofo, un hombre valeroso,

inevitablemente, era un hombre sufriente, puesto que, en lugar de apartarse de los

problemas, el valiente decide enfrentarse con esa realidad adversa, aun sabiendo que

saldría herido moral o físicamente. Esa actitud estoica de permanecer inconmovible

frente al peligro era lo que convertía a la valentía en una virtud que, para Aristóteles,

debía alabarse con fervor. Pensemos ahora en Susana Trimarco. ¿No hubiese sido todo

más fácil para ella si hubiese decidido apartarse de esa tarea colosal, que ya lleva más

de diez años? ¿No se hubiese evitado miles de amenazas, de insultos, de frustraciones,

de dolorosas rememoraciones si en lugar de haberle puesto el cuerpo y el alma a esta

lucha, hubiese contratado a alguien más para que se encargara de revelar lo sucedido?

En definitiva, ¿por qué decidió arriesgarse en vez de retirarse a la tranquilidad de su

hogar e intentar reencontrar allí la paz necesaria para continuar con una vida normal?

La respuesta es simple: porque estamos hablando de una mujer valiente. En el

apartado anterior, transcribimos una cita de Aristóteles en la que este describe a la

valentía como un término medio entre la cobardía y la osadía, y explica que el hombre

valiente decide afrontar los peligros pues el sufrimiento le era honesto y la huida,

vergonzosa. Esa cita se ajusta perfectamente a este caso. Susana sabía que se estaba

involucrando en un ambiente peligroso y que, indefectiblemente, saldría lastimada. Sin

embargo, eso no la detuvo, nunca titubeó en pasar de “ama de casa tucumana a mujer

sin fronteras” (Ferrarese, 2014), porque el haberlo hecho hubiese significado para ella

abandonar a su hija.

Page 16: Trabajo Ética

Para finalizar con este análisis, creemos que hay una estrecha relación entre la vida

de Susana Trimarco, reflejada en esta nota y las peripecias narradas en la película

Buscando a Nemo; ya que tanto Trimarco como Marlín sufrieron el rapto de sus hijos y,

a raíz de ello, se vieron obligados a abandonar la tranquila vida a la que estaban

acostumbrados en pos de encontrarlos. Ambos tuvieron que “aprender” a ser valientes

durante la marcha, y ambos lo consiguieron pues, a pesar de las dificultades con las

que se encontraron, jamás abandonaron su empresa. Escogieron sufrir antes que

convivir con la vergüenza que les hubiese sobrevenido en caso de renunciar.

Conclusión

Para concluir, diremos que pudimos comprobar que, tanto en la película como en la

nota, la virtud de la valentía se consigue mediante el hábito de ésta, templando tanto

la cobardía como la osadía, con el fin de llegar al justo término medio.

En el caso de Buscando a Nemo, encontramos que, para obtener la virtud de la

valentía, los personajes principales recorren un ciclo, pasando por los excesos y faltas

de temor, que es el afecto sobre el cual se mide la valentía. En el caso de Marlín,

comienza por la temeridad y luego llega hasta el extremo exactamente opuesto, la

cobardía. Pero, al verse en la necesidad de salvar a su hijo, el personaje comienza a

mitigar su cobardía, adquiriendo paulatinamente el hábito de la valentía. Esto lo

comprobamos al ver que no pasa inmediatamente de la falta de la virtud al término

medio, sino que cada aventura lo forma para enfrentarse a sus temores —recordemos

que tanto el valiente como el cobarde temen, pero el primero enfrenta sus miedos,

mientras que el otro no lo hace—.

Nemo también cumple un ciclo similar al de su padre. Este personaje comienza

siendo osado, pero luego, en la pecera, se vuelve cobarde. Hacia el final de la película,

Nemo logrará llegar al término medio, al volver a meterse en el tubo de filtro, aun

conociendo el peligro que esto le significaba —gracias a la experiencia anterior—. En

este punto es importante resaltar una de las características que Aristóteles atribuye a

la virtud ética, que es la acción selectiva: Nemo elige meterse por segunda vez en el

Page 17: Trabajo Ética

tubo de filtro, a diferencia de la oportunidad anterior, en la cuál es mandado por Gill.

Este último pasa de la osadía a la valentía, al decidir saltar de la pecera para ayudar a

Nemo.

En el caso de las tortugas marinas es donde se ve con mayor fuerza la

adquisición del hábito, ya que cada tortuga, en su niñez, debe salir varias veces de la

corriente australiana con el fin de enfrentar sus temores y aprender a ser valientes.

Como vimos, estos personajes atemperan el afecto del temor para llegar al

término medio, que es la valentía, mediante el hábito de la misma, y a raíz de una

acción selectiva. Todas estas características son las que Aristóteles atribuye a la virtud

ética. Por lo que podemos afirmar que, según la óptica aristotélica, estos personajes

son valientes.

Antes de concluir con el análisis de la película, queremos aclarar que, durante el

debate sobre la misma, discrepamos en torno a una cuestión: la actitud de los padres

de los compañeros de Nemo. Si bien en la parte del análisis de la película elegimos una

de las opciones —que la excursión de los niños no representa peligro alguno y por eso

los padres no se preocupan, a diferencia de Marlín que tiene un exceso de temor—, en

el debate surgió otra idea: que los otros padres no conocen el peligro y, por esto, no

temen. Como ya dijimos, Marlín perdió a su esposa e hijos por el ataque de una

barracuda, esta experiencia lo vuelve cobarde. Los otros padres, en cambio, no

sufrieron una pérdida como la de Marlín, no conocen el temor de perder a sus hijos.

Por lo tanto, estos personajes entrarían en la categoría de confiados, puesto que

ignoran el posible peligro de una excursión en la que sus hijos estarían lejos de ellos.

Respecto a la nota periodística, concluimos que Susana Trimarco es una persona

valiente, ya que continúa con sus acciones, a pesar de conocer el peligro por el que

pasa. Además, su decisión de ayudar a todas las mujeres que pasaron por la misma

situación que su hija no se genera a partir de un impulso pasional, sino que es

efectuado completamente a consciencia, lo que se relaciona con la acción selectiva,

característica de la virtud ética. Por lo tanto, Susana cumple con las características que

Aristóteles atribuye a la valentía: teme pero se enfrenta a aquello, y decide hacerlo ella

misma, y guiada por la razón.

Page 18: Trabajo Ética

Concluiremos diciendo que, tanto los personajes de la película —una vez

terminado su aprendizaje—, como Susana Trimarco, son autárquicos, poseen la virtud

de la valentía, y sus acciones no son inconscientes, sino premeditadas y guiadas por la

recta razón, es decir que se los puede calificar, según la visión aristotélica, como

éticamente virtuosos.

Page 19: Trabajo Ética

Bibliografía

- Aristóteles (2010). Ética Nicomaquea. Buenos Aires: Colihue.

- Ferrarese, S. (2014). “La mamá de Marita”. Recuperado 18 de jun. De 2014 de:

http://www.rosario3.com/opinion/noticias.aspx?idNot=147316&idColumnista=37

- Finding Nemo. Andrew Stanton y Lee Unkrich. Walt Disney Pictures y Pixar

Animation Studios. 2003. Animada. 100 min.