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TITULO RELACION DEL DESEMPEÑO DE PRUEBAS NEUROPSICOLÓGICAS CON LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS MATEMÁTICOS EN ADOLESCENTES DE OCTAVO GRADO. MARÍA ISABEL JARAMILLO MEJIA INVESTIGADOR PRINCIPAL MAESTRÍA DE NEUROPSICOLOGÍA UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA-MEDELLIN TUTOR MARIA GLADYS ROMERO GRUPO DE NEUROPSICOLOGÍA Y CONDUCTA UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA-MEDELLÍN ASESORES DAVID PINEDA SALAZAR, MD. MS DIRECTOR DEL GRUPO DE NEUROPSICOLOGÍA Y CONDUCTA UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA-MEDELLÍN DANIEL CAMILO AGUIRRE, MS GRUPO DE NEUROPSICOLOGÍA Y CONDUCTA UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA-MEDELLÍN UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA GRUPO DE NEUROCIENCIAS DE ANTIOQUIA

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TITULO

RELACION DEL DESEMPEÑO DE PRUEBAS NEUROPSICOLÓGICAS CON

LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS MATEMÁTICOS EN ADOLESCENTES DE

OCTAVO GRADO.

MARÍA ISABEL JARAMILLO MEJIA

INVESTIGADOR PRINCIPAL

MAESTRÍA DE NEUROPSICOLOGÍA

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA-MEDELLIN

TUTOR

MARIA GLADYS ROMERO

GRUPO DE NEUROPSICOLOGÍA Y CONDUCTA

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA-MEDELLÍN

ASESORES

DAVID PINEDA SALAZAR, MD. MS

DIRECTOR DEL GRUPO DE NEUROPSICOLOGÍA Y CONDUCTA

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA-MEDELLÍN

DANIEL CAMILO AGUIRRE, MS

GRUPO DE NEUROPSICOLOGÍA Y CONDUCTA

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA-MEDELLÍN

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

GRUPO DE NEUROCIENCIAS DE ANTIOQUIA

1

TABLA DE CONTENIDO

RESUMEN 6

1. DESCRIPCION DEL PROBLEMA, 7

1.1 Antecedentes 7

1.2 Planteamiento Del Problema 30

1.3 Pregunta De Investigación 37

1.4 Justificación 37

1.5 Propósito 39

1.6 Modelo Hipotético 40

2. OBJETIVOS 43

2.1 Objetivo General 43

2.2 Objetivos Especificos 43

3. MARCO TEORICO 44

3.1 Fundamentación Epistemica Del Modelo Factorial 44

3.2 Enfoques Teoricos En La Resolucion De Problemas 45

3.3 Desarrollo Cognitivo 46

3.3.1 Desarrollo del Pensamiento según A. R. Luria 46

3.3.1.1 Actividades Del Pensamiento Productivo 49

3.3.1.1.1 Matrices Lógicas 49

3.3.1.1.2 Proceso De Resolución De Problemas 50

3.3.1.1.3 Modos De Investigación Del Pensamiento productivo 51

3.3.2 Desarrollo del Pensamiento Teórico De Lev. S. Vigotsky 52

3.3.2.1 Desarrollo De Las operaciones aritméticas 54

3.3.3 Desarrollo de la Inteligencia según el Enfoque Genético de Jean Piaget 56

2

3.4 La Habilidad Del Lenguaje En la Resolución de Problemas 59

3.5 La Implicación De los Procesos Cognitivos en la Solución de Problemas, 60

3.6 Evaluación en la Solución De Problemas 62

3.61 Funciones Mentales Superiores y su evaluación 66

3.6.1.1 Evaluación Neuropsicológica de la Atención 66

3.6.1.2 Evaluación Neuropsicológica de la Memoria Operativa 69

3.6.1.3 Evaluación Neuropsicologica de la Función Ejecutiva 73

3.6.1.4 Evaluación Neuropsicológica del Lenguaje 75

3.7 Evaluacion Clinica Vs Competencia Academica

77

4. METODOLOGÍA 79

4.1 Tipo De Estudio 79

4.2 Diseño Metodologico 79

4.3 Población y Muestra 80

4.4 Instrumentos 82

4.5 Operacionalización de variables 92

4.6 Plan De Análisis Estadístico

94

5. CONSIDERACIONES ETICAS 96

5.1 Aspectos Éticos Del Estudio 96

5.2 Funciones Del Personal Del Equipo De Investigadores 98

5.2.1 Investigador principal 98

5.2.2 Tutor 98

5.2.3 Asesor metodológico 99

5.2.4 Asesor estadístico 99

3

6. RESULTADOS 100

6.1 Descripción sociodemografica de la muestra 100

6.2 Validez y objetividad del cuestionario de resolución de problemas

matemáticos

104

6.3 Descripción cognitiva de las puntuaciones obtenidas en pruebas

neuropsicológicas

105

6.4 Comparación de grupos en pruebas neuropsicológicas 106

6.5 Comparación de grupos con rendimiento promedio y bajo en la prueba

de resolución de problemas matemáticos

110

6.6 Análisis del nivel alcanzado por cada grupo en representación,

operaciones intermedias y verificación en la prueba de resolución de

problemas matemáticos

112

6.7 Correlaciones 114

6.8 Análisis de regresión múltiple 119

7. DISCUSIÓN 120

8. CONCLUSIONES 130

9. LIMITACIONES DEL ESTUDIO 131

10. RECOMENDACIONES 132

11. BIBIOGRAFÍA 133

4

ANEXOS

ANEXO 1. Consentimiento Informado

ANEXO 1A. Formato consentimiento informado

ANEXO 1B. Formato resumido consentimiento informado

ANEXO 2. Protocolo de evaluación neuropsicológica

ANEXO 3. Cuestionarios de resolución de problemas matemáticos

ANEXO 3A. Cuestionario de resolución de problemas Parte I

ANEXO 3B. Cuestionario de resolución de problemas Parte II

ANEXO 3C. Cuestionario inferencias de conducta (cuestionario del

observador)

ANEXO 4. Criterios de calificación Cuestionario resolución de

problemas matemáticos.

ANEXO 5. Comparación del rendimiento en pruebas

neuropsicológicas grupos con coeficiente intelectual menor

y mayor de 85 en pruebas baremadas.

ANEXO 6. Correlaciones

ANEXO 6A. Correlaciones pruebas de lenguaje y tareas de resolución

de problemas

ANEXO 6B. Correlación pruebas de función ejecutiva y tareas de

resolución de problemas

ANEXO 6C. Correlación pruebas de atención y tareas de resolución de

problemas

ANEXO 6D. Correlación pruebas de atención y memoria operativa

ANEXO 6E. Correlación coeficiente intelectual y escala manipulativa

5

INDICE DE TABLAS

Tabla N° 1 Características sociodemográficas y rendimiento intelectual de

los estudiantes del 8° del Colegio Fray Rafael de la Serna

Tabla N° 2 Problemas atencionales y comportamentales en los estudiantes

de 8° del Colegio Fray Rafael de la Serna

Tabla N° 3 Análisis de fiabilidad de los cuestionarios de Resolución de

problemas matemáticos

Tabla N° 4 Comparación de los grupos con rendimiento promedio y bajo en

pruebas neuropsicológicas

Tabla N° 5 Comparación entre los grupos con rendimiento promedio y bajo

en cada una de las fases del proceso de resolución de

problemas matemáticos

Tabla N° 6 Comparación en el porcentaje de alumnos que por problema y

por cuestionario comprenden el enunciado, resuelven y lo

verifican de forma correcta

Tabla N° 7 Análisis de regresión múltiple para cada una de las fases y

cuestionarios utilizados en la resolución de problemas

matemáticos

6

Resumen

INTRODUCCION

La presente investigación es un estudio comparativo entre el desempeño de

pruebas neuropsicológicas de lenguaje, funciones ejecutivas, atención, memoria; con las

competencias para resolver problemas matemáticos, de acuerdo a cada una de las fases

propuestas por Luria (1981); en 64 adolescentes que cursan octavo grado en Colegio

Fray Rafael de la Serna de la ciudad de Medellín entre el período de febrero a octubre del

2006.

Los resultados obtenidos identifican las habilidades y los tests relacionados en

tareas de solución de problemas en las fases de representación, procesos-estrategias y

verificación planteadas por Luria (1981).

El nivel intelectual es un factor que da cuenta de la integralidad del

funcionamiento cortical; tiene especial relación e importancia con el desempeño en

pruebas neuropsicológicas y rendimiento en tareas de resolución de problemas.

Las correlaciones confirman el modelo teórico propuesto por Luria (1981) y la

relación existente entre la función ejecutiva, la atención, memoria y el lenguaje con cada

una de las fases del proceso de resolución de problemas. La actividad intelectiva es la

encargada de dirigir, programar y controlar cada uno de los procesos cognitivos

involucrados en la resolución de problemas con especial importancia sobre los procesos

atencionales, mnémicos por su carácter transversal que se encuentran inmersos en todo

el proceso de la resolución de problemas matemáticos.

Palabras clave: solución de problemas matemáticos, atención, memoria, función

ejecutiva, lenguaje, inteligencia, metacognición, desarrollo de procesos cognitivos,

estrategias cognitivas, enseñanza de las matemáticas, educación y evaluación ecológica.

7

DESCRIPCION DEL PROBLEMA.

1.1. ANTECEDENTES

El interés por el tema de solución de problemas ha estado dirigido en el

campo educativo a estudios investigativos centrados más en: el rol del

conocimiento conceptual; la dimensión metacognitiva de las habilidades del

pensamiento; y, su implicación en la autoevaluación del desempeño cognitivo,

como elementos importantes en el aprendizaje escolar de la solución de

problemas al convetirse en elementos fundamentales en el proceso de enseñanza

y comprensión de problemas complejos, (Orrantia, J., 2003; Miranda-Casas,

Acosta-Escareño, Tarraga-Minguez, Fernandez y Rosel-Ramirez, 2005).

Teniendo en cuenta el papel fundamental que juega la resolución de

problemas en el aprendizaje de las matemáticas, Orrantia, J. (2003) analizó la

influencia del conocimiento conceptual al resolver problemas. Este conocimiento

conceptual supone un elaborado proceso en el que interactúan diversos

componentes y en los que la comprensión del enunciado juega un importante

papel. Así, la comprensión del enunciado requiere una representación, que

comprende el texto base (estructura proposicional) y el modelo de situación

(estrategias de operación, palabra clave). Por otra parte, el rol que juega este

conocimiento conceptual es importante según los diferentes tipos de problemas

en función de la estructura semántica. Las categorías más aceptadas son cambio,

comparación y combinación. Dentro de esta perspectiva se realizó el estudio

experimental pretest, post test en el que se analizó el rol del conocimiento

conceptual determinado por la mayor o menor capacidad del alumno para

8

beneficiarse de la ayuda externa proporcionada por alguien mas experto,

(instrucción). La muestra seleccionada incluyó alumnos con un bajo rendimiento

en el pretest; estuvo constituida por 18 niños de 7 a 9 años, de 2° y 3°, de centros

de educación pública de Salamanca. La condición inicial de evaluación consistió

en la resolución de 14 problemas (6 de cambio, 2 de combinación y 6 de

comparación). Finalizada la etapa de instrucción se repitió el mismo instrumento.

Para el análisis estadístico se aplicó una T de Student que reportó un aumento en

la competencia para resolver problemas t(29) =12.36, p<.001 que evidencia un

incremento de 5.87 a 12.07 aciertos en la resolución de problemas, con una

diferencia significativa entre los dos momentos de evaluación. El análisis basado

en la resistencia a la instrucción, estableció que la mayor parte de las

intervenciones de los instructores se relacionaron con la construcción del modelo

de situación, que es el componente más influenciado por el conocimiento

conceptual. Los problemas que mayor intervención necesitaron fueron los de

cambio y comparación, en especial los considerados inconsistentes o más

difíciles dentro de estas categorías con una t(29) = 7.6, p<.0001. Menos ayuda

necesitaron los problemas de combinación que sólo requieren estrategias de

modelado y de comprensión de la parte y el todo t(29)= 4.88, p< .0001.

Igualmente disminuyó la necesidad de dar indicios específicos como la

representación lingüística, figurativa y el razonamiento t(29) = 8.86; p< .0001,

t(29) = 7.73, p<.0001 y t(29) = 2.24, p<.04.

Un estudio anterior realizado por Carpenter y Moser (1982); Carpenter y otros

(1981), demostraron la relación entre la estructura semántica, la secuencia de los

datos, el lugar que ocupa la incógnita en el texto, el uso de estrategias en la

solución de problemas dependen de la edad y del tipo de errores cometidos. De la

9

misma manera Kintsch & Greeno, (1985); De Corte, E. y Verschaffel, L. (1987)

plantean: para solucionar un problema, se requiere de comprensión lingüística,

procesamiento de la información contenida en el texto, una representación global

y de una fase de ejecución del problema. Apoyados en estas conclusiones,

Bermejo y Rodríguez (1987), realizaron un estudio transversal sobre la estructura

semántica y las estrategias infantiles en la solución de problemas verbales de

adición, en 100 niños elegidos al azar y pertenecientes a preescolar y primero, de

3 colegios nacionales de Madrid. La muestra se dividió en 4 grupos de 25 niños

cada uno, el primero lo formaron 13 niños y 12 niñas entre los 5,0 a 5,6 años

(Χ=5,8); el segundo 15 niños y 10 niñas de 5,6 a 6,0 años (Χ=5,8); el tercero 13

niños y 12 niñas de 6,0 a 6,6 años (Χ=6,4); el cuarto grupo 16 niños y 9 niñas de

6,0 a 7,0 años (Χ=6,8).

Como instrumento de evaluación se presentaron fichas con 4 problemas de

combinación y 4 de igualación. Los resultados obtenidos en los problemas de

combinación, muestran que todos lo grupos resuelven en un alto porcentaje los

problemas de combinación grupo I 87%, grupo II 91%, grupo III. 94% y grupo IV

97%; en igualación, los niños preescolares solucionan correctamente el 52% de

los problemas, El grupo I, el 53%, el grupo II, el 64%, el grupo III, el 87% y el

grupo IV, el 90% de las pruebas propuestas. Los datos anteriores evidencian que

no todos los niños que solucionan los problemas de combinación resuelven los

problemas de igualación; los niños más pequeños en un 42% son incapaces de

construir la representación mental del problema, planificar la acción de contar de

acuerdo a la ubicación del lugar de la incógnita que origina errores en la fase de

ejecución con respuestas mediadas por el azar. Por el contrario, los niños

mayores utilizan estrategias acordes a su edad, pero el uso de facilitadores

10

induce al uso de estrategias más simples que a las que son capaces de emplear

de acuerdo a su edad y desarrollo cognitivo.

En las investigaciones anteriores se resalta el papel del lenguaje y la

estructura semántica como elementos que permiten la representación del

problema como un proceso que se desarrolla en función de la edad, las

estrategias cognitivas propias de cada individuo y de los recursos pedagógicos

que se le brindan al alumno. El lenguaje, es entonces, factor indispensable para la

comprensión de estructuras preposicionales; la representación conceptual-mental

a partir de un marco situacional, en el que la estructura semántica, la “palabras

clave” desempaña un papel fundamental que orienta los procesos comprensivos

de los cuales se derivan procesos ejecutivos de planeación y estrategias simples

o complejas a partir de los cuales los educadores centran sus esfuerzos en la

adquisición de métodos, estrategias, que faciliten el aprendizaje y la

automatización de estas destrezas.

Los estudios realizados por Siegel (1992), Toth & Siegel (1994), muestran

hallazgos contradictorios que no permiten concluir con certeza la existencia de

diferencias estadísticas significativas en el rendimiento intelectual de niños con

dificultades de aprendizaje (disléxicos y lectores retrasados) en comparación con

niños controles. En un estudio posterior, García- Espinel & Jiménez-Gonzalez

(2000), realizaron un estudio factorial con el fin de comprobar si la discrepancia en

el rendimiento del CI permite explicar las dificultades en la resolución de

problemas verbales Aritméticos (RPVA). Se seleccionaron 148 sujetos, de 2° y 3°

de primaria, entre los 7 y 9 años; de 3 colegios públicos de la zona urbana de la

Laguna y Santacruz de Tenerife, con nivel socioeconómico medio. Los criterios de

11

inclusión para la muestra fueron: una entrevista individual a los profesores, los

resultados obtenidos en la subprueba de aritmética de La Batería de Aptitudes

Diferenciales y Generales (Yuste, C. 1985) y el Test de Inteligencia para Niños

WISC, se usó, como punto de referencia para la conformación de tres grupos en

los que se dividió la muestra (pareados) por edad y sexo. El 1° grupo, formado por

niños discalcúlicos, 24 niñas y 80 niños (con discrepancia entre CI y la subprueba

del BADIG superior a 15 puntos); el 2° grupo, con retraso en aritmética, 22 niñas y

22 niños con (CI superior a 80 y menos de 15 puntos del BADIG); el 3° grupo,

formado por niños normales, 15 niñas y 29 niños (con CI mayor de 80 y percentil

igual o superior a 80 en el BADIG). Se controlaron variables como: la lectura

aleatoria de los problemas y la eficiencia lectora, la estructura sintáctica, el uso de

un vocabulario sencillo, la magnitud de cantidades, la estructura sintáctica, la

similitud en la longitud de las frases; la disminución de distractores y la presencia

de fenómenos de fatiga.

Para el análisis factorial se realizó un diseño de 3x2x6. Se realizó un

ANOVA y una prueba de Sheffe para comparar los 3 grupos: Los datos

estadísticos reportan diferencias significativas entre el CI verbal F(147,2) =

38.539; p=<.000); el CI manipulativo , F(147,2) = 24.340; p<.000 y el CI Total

F(147,2) = 59.372; p<.000; pero clínicamente las diferencias no se observan con

claridad, si se comparan las medias presentadas por los autores para cada uno

de los grupos: CI Total niños normales (X=110.7, DS=10.7), CI grupo discrepante

(X=99,7, DS=9.7), y CI grupo no discrepante (X=89.3, DS=6.4). El factor que

diferencia los grupos se origina a partir de la estructuración semántica y el lugar

que ocupa la incógnita en el problema, al diferenciar con claridad el grupo de

niños control de los grupos discrepante-no discrepante de la siguiente manera: en

problemas de combinación F(1,136) = 33.35; p<.000, en igualación F(10.680)

12

= 6,10; p<.000, en comparación F(10.680) = 2.94; p<0.001 y en los problemas de

cambio F(1.45) = 3.17; p<.077; los autores asumen que los resultados

estadísticos obtenidos permiten establecer diferencias entre los grupos a partir de

la estuctura semántica del enunciado, como también referencian (Bermejo &

Rodríguez, 1988; Carpenter & Moser, 1983, 1984; De corte y Vereschaffel, 1987;

Ibarra & Lindvall, 1979; Riley, 1981). Es importante destacar: el grupo de niños

con dificultades en aritmética puntuó con una diferencia significativa entre el CI

verbal X= 90.7, DS= 10.3 y el CI manipulativo X=108.1, DS= 15.2 que sugieren

menores habilidades verbales en comparación al grupo control, en la

representación semántica y la comprensión del problema en los niños con

dificultades en aritmética.

La baja puntuación en el CI verbal sugiere dificultades en la resolución de

problemas matemáticos ligados a la estructura semántica, problemas en la

comprensión verbal de los enunciados matemáticos que afectan principalmente a

la función ejecutiva especialmente en el diseño de planes y estrategias; los

procesos de atención y memoria, implicados en este tipo de tareas. El desarrollo

verbal según el artículo anterior, se convierte en un eje central en la resolución de

problemas, aún por encima de habilidades visoperceptivas y constructivas tanto

en niños normales como con dificultades en el aprendizaje de las matemáticas y

el CI es el elemento que permite establecer las diferencias entre los grupos y el

rendimiento cognitivo.

La adquisición del pensamiento formal no es homogénea, ni de fácil

adquisición y se consolida después de los 20 años Piaget, (1970, 1972). Años

después Pérez- Echevarria, Carretero y Pozo, (1986); Dixon y More, (1996),

13

encontraron que el nivel de inteligencia se correlaciona con el incremento de la

capacidad de búsqueda de estrategias a lo largo de la adolescencia, pero, esta

condición no es suficiente para resolver la tarea. Aguilar-Villagrán, Navarro-

Guzmán, López-Pavón & Alcalde-Cuevas (2002), realizaron un estudio descriptivo

correlacional para identificar la relación existente entre los niveles de

pensamiento formal y el rendimiento en resolución de problemas que contengan o

no esquemas operatorio formales, con un corte más curricular. Para el estudio se

seleccionaron 78 estudiantes, de 9°, de centros públicos de la provincia de Cádiz,

con un rango de edad entre 15,7 meses a 17,8 meses; conformado por 32 niños y

42 niñas de un nivel socioeconómico medio y medio bajo.

El instrumento utilizado para evaluar la medida del pensamiento formal fue el

test de Pensamiento lógico (TOLT) de Tobin y Carpie (1981), para esta

investigación se utilizó la versión en castellano validada por Acevedo y Oliva

(1995). El rendimiento en solución de problemas matemáticos se evaluó a través

de la prueba de Resolución de problemas (PRP), diseñada por los autores para el

estudio. Este instrumento consta de 9 problemas de selección, acordes con el

pénsum de 9°.

Para el análisis estadístico se aplicó la prueba t de comparación de medias:

Los resultados se dividieron en 2 grupos: el 1° denominado de alto nivel de

pensamiento formal con una X=4.8, DS=1.82 y el grupo de pensamiento formal

bajo por alumnos que obtuvieron una X=2.92, DS=2.04 y una puntuación inferior a

5 en el test de TOLT; la comparación entre los grupos muestra diferencias

significativas en el desarrollo del pensamiento formal con mayor ventaja para el

grupo alto con rendimiento en el TOLT F(24)= 3,846; p<.001. Este grupo alcanza

un mayor desarrollo en procesos de razonamiento verbal y control en la

14

planificación de tareas que correlacionan con más cantidad de problemas

resueltos. En problemas con mayor nivel de dificultad, el poseer un conocimiento

conceptual, no es garantía de resolver el problema, originado por la incapacidad

de aplicar los conocimientos adquiridos al contexto de la resolución de problemas;

lo importante no es resolver el problema sino contar con ayudas que medien el

proceso de resolución y permitan desarrollar o desplegar el conocimiento

conceptual necesario que le lleva a la resolución. El estudio concluye que la

comprensión de determinados contenidos específicos no está determinada por el

nivel de desarrollo operatorio, pero éste, si le permite resolver problemas

particulares Aguilar-Villagrán, Navarro-Guzmán, López-Pavón & Alcalde-Cuevas

(2002).

El artículo expone, cómo, las habilidades en la resolución de problemas se

encuentran ligadas al desarrollo de estructuras de pensamiento formal y de

procesos de razonamiento verbal; encargados de la representación, comprensión

de la estructura semántica, los cuales los autores asocian con la función ejecutiva

encargada de planear, controlar y organizar estrategias flexibles capaces del

alcanzar una mayor recursividad cognitiva coherente con el grado de desarrollo

formal alcanzado. Este tipo de pensamiento, se hace mucho más explicito cuando

los aprendizajes académicos rompen con esquemas preestablecidos en los que

no se puede generalizar a otros contextos los aprendizajes previos.

Los autores no aclaran, si dentro de este tipo de tareas del control y regulación

son guiadas por la función ejecutiva en las cuales se encuentran inmersos las

funciones atencionales y mnésicas.

15

El desarrollo normal implica con la edad resultados positivos en la solución

de problemas verbales simples en función del tipo de problema, internalización de

estrategias evocativas y un decremento en el uso de apoyos concretos Riley et

al., (1983); Verschaffel, (1984); Morales et al., (1985); Siegler, (1987); De Corte y

Verschaffel, (1989), además, están asociados a habilidades cognitivas Cawley y

Miller, (1986); Geary, (1993); Parmar, Cawley y Fratzia, (1996). Para confirmar los

hallazgos anteriores Snorre A. Ostad (1998), realizó un estudio longitudinal que

comparó el desarrollo de niños normales y con dificultades en la matemáticas, en

actividades de solución de problemas verbales simples, factores numéricos

simples de suma – resta y el uso de estrategias para resolver el problema

(materiales, verbales y mentales), en niños entre los 8 y los 12 años, de 12

escuelas municipales de Noruega.

La muestra fue conformada por 101 niños normales, escogidos

aleatoriamente, que no presentaran defectos sensoriales y mentales. Se

seleccionaron 32 niños del grado 2°, entre 8½ años; 33 niños que cursaran 4°,

entre 10½ años; y 36 niños de grado 6°, entre 12½ años. El grupo de los niños

con dificultades en matemáticas debía pertenecer a los servicios de

acompañamiento pedagógico con un mínimo de 2 años. El grupo control como de

niños con dificultades en matemáticas se pareó por edad, escolaridad y número

de participantes.

Los instrumentos aplicados a ambos grupos fueron el (WP-Test), que

evalúa la solución de problemas escritos y el (NF-Test) que evalúa problemas de

factor numérico. A los niños con dificultades de aprendizaje se les aplicaron 6

16

subpruebas del WISC-r (aritmética, vocabulario, semejanzas, dígitos, cubos y

claves), en las que obtuvieron puntuaciones típicas por debajo de 10.

Los resultados encontrados sugieren que los niños normales tienen un

desempeño constante y gradual en cada uno de los grados evaluados en el

transcurso de la primaria coherente con el desarrollo de estrategias verbales a

mentales consolidadas e internalizadas en ese período escolar y que se

encuentran vinculadas al nivel conceptual adquirido por el alumno, aunque,

algunas estrategias verbales permanecen constantes, grado a grado, sin

modificaciones. El grupo control posee un adecuado desempeño de la memoria

operativa en la recuperación del dominio del conocimiento específico, para

aplicarlo a través de estrategias más flexibles a un repertorio de recursos

cognitivos acordes con la solución del problema.

Las bajas puntuaciones en las subpruebas verbales del WISC-R,

especialmente en semejanzas y vocabulario, se relacionan con las dificultades en

los problemas verbales escritos.

La diferencia entre ambos grupos se hace evidente en operaciones

inversas de suma y resta, donde está implícito el factor numérico y los elementos

anteriormente considerados. Por lo tanto, el uso de estrategias particulares y

flexibles genera procesos de monitorización en la solución y evaluación de la

respuesta.

El proyecto retoma para el estudio cómo el desarrollo normal de los procesos

ejecutivos, mnésicos y semánticos, se encuentran vinculados al proceso de

resolución de problemas a partir de un bagaje teórico-conceptual que permite

diseñar planes y estrategias flexibles, regidas por el lenguaje y no por aspectos

17

perceptuales e instrumentales a partir de los cuales se deriva la solución del

problema. Las funciones mentales superiores, emplean los conocimientos que el

niño ha adquirido por medio de la instrucción educativa y los aplica por medio de

estrategias internalizadas, en las cuales se encuentran implícitos procesos de

comprensión verbal (semánticos), mnésicos, atencionales y ejecutivos

(planeación, análisis-síntesis), sin los cuales no se podrían solucionar de manera

flexible este tipo de actividades.

Los problemas en la resolución de tareas matemáticas pueden ser

ocasionados por vocabulario poco familiar, operaciones matemáticas mas allá de

las capacidades del estudiante, complejidad en la estructura sintáctica del

problema y las habilidades de lectura Larsen, Parker y Trenholme,(1978); Linville,

(1976); Loftus & Stuppes, (1972; Reys, (1975); schoenherr, (1968); Smith (1972,

1974).

Los aspectos anteriores son considerados, por sus autores, como posibles

causas que intervienen en el desempeño de los estudiantes en la solución de

problemas matemáticos; autores como Wheeler, l. J. y McNutt, G. (2001),

resaltan en su estudio el papel de la sintaxis en el bajo logro de los estudiantes

para resolver problemas matemáticos. Este trabajo investigativo realizó un estudio

transversal con 30 estudiantes (19 niños y 11 niñas entre 13 y 15 años) de 8°,

quienes asistían a cursos remediales de matemáticas o estuvieran 2 grados por

debajo de su grado actual, con un mínimo de escolaridad de 4°. Los instrumentos

aplicados fueron el (EST, el MST y el HST).

Los resultados del estudio confirman el efecto de la complejidad sintáctica

en los bajos logros de los estudiantes de 8° para resolver formulaciones

18

matemáticas. Sin embargo, el vocabulario y las habilidades de cálculo de los

estudiantes no se vieron afectadas con estructuras sintácticas simples a

moderadas, pero en formulaciones más complejas si se afectaron estas

habilidades en las que se requiere una mayor destreza en la aplicación de

cálculos aritméticos y competencia lectora.

Las críticas al estudio se relacionan con la fiabilidad de los datos

encontrados en el MST, el bajo techo de las pruebas utilizadas que no muestra

con claridad diferencias individuales entre los rangos del grupo.

La relevancia que ejerce el lenguaje en la estructuración sintáctica y

semántica de los enunciados, la complejidad de los términos matemáticos

empleados en el proceso de decodificación son aspectos influyentes que afectan

la comprensión del problema; los procesos ejecutivos de organización, planeación

de estrategias evidenciados en el aumento de errores cometidos al solucionar las

condiciones expresadas en el problema.

Aunque varios autores han teorizado sobre las habilidades intelectivas, las

funciones ejecutivas y los diferentes niveles de adquisición logrados en el

desarrollo, no hay estudios de investigación que demuestren de forma aplicativa

cómo la resolución de problemas puede constituirse en una evidencia importante

del desarrollo mental.

Se ha escrito que el aprendizaje y la solución de problemas mejoran con la

edad, los adolescentes pueden formular hipótesis más relevantes a la tarea,

responder a la estructura dimensional del problema, e ignorar con mayor facilidad

los estímulos externos e irrelevantes si se les compara con niños menores (4, 6, 8

19

años), incrementar el grado de dificultad al solucionar un problema Eimas, P.D.A.,

(1969); Zelnicker, Oppenheimer & Renan (1975), porque cuentan con una mayor

atención selectiva, focalización de la atención e inhibición de información

irrelevante.

En la actualidad existen cuestionamientos sobre la relación entre los

cambios del desarrollo, tareas de solución de problemas y la atención. Este

interrogante permitió que autores como Vlietstra, A. (1980), desarrollara un

estudio experimental en el que observó la conducta durante procesos de solución

de problemas y examinó los cambios del desarrollo en la atención y su relación

con los estímulos irrelevantes. La muestra fue conformada por 108 sujetos

hombres y mujeres, divididos en tres grupos de edad, cada uno con 36

participantes, el primero con niños de 4 años, el segundo con edades de 8 años

que cursaban 3° grado y el tercero con estudiantes universitarios de estratos

socio-económico medio.

Para el análisis de resultados se utilizó un Anova de 3 x 2 x 2 y las medidas

repetidas del reconocimiento de errores que señalan una significancia o

disminución en función de la edad. Los niños de 4 años cometen un mayor

número de errores X=4.69, los de 8 años X=3.05 y los adultos jóvenes obtienen el

menor número de errores X=1.80, tanto para los estímulos irrelevantes

congruentes o incongruentes con la categoría semántica a la que pertenece el

estímulo visual. En este último grupo de edad se observa con mayor claridad el

efecto en tareas mediatizadas por el aprendizaje, la experiencia y el uso de

estrategias adecuadas de búsqueda visual en la disminución en el número de

errores y ensayos realizados.

20

El estudio resalta la importancia que tienen los procesos de atención selectiva y

su relación con la decodificación semántica, la representación conceptual,

evocación de información en la memoria a corto y largo plazo en la selección e

identificación de información pertinente para solucionar problemas. La experiencia

permite automatizar de manera más eficiente el uso de estrategias que faciliten el

acceso de información pertinente e inhibir estímulos irrelevantes.

Las investigaciones en desarrollo atencional y función ejecutiva se

enfrentan a problemas como la falta de claridad conceptual que evidencian el

traslape de los resultados por las interrelaciones existentes entre estas funciones,

por esto, la operacionalización y la cuantificación de las medidas de atención y

función ejecutiva, así como de la memoria se hace difícil Fletcher, (1998). Hoy en

día se considera la atención y la función ejecutiva como constructos

multidimensionales que están conformados de diferentes subfunciones, que en la

actualidad no se han definido de forma consistente; por esta razón Klenberg L.;

Korkman M & Lahti-Nuuttila P, (2001) realizaron un estudio transversal de la

secuencia de desarrollo de la atención y función ejecutiva en un grupo de niños

Finlandeses de 3 a 12 años con el fin de replicar los resultados obtenidos en

estudios previos del desarrollo, usando una batería neuropsicológica que evalúe

ambas funciones (la atención y la función ejecutiva), para establecer las

subfunciones de la atención, la función ejecutiva y establecer las diferencias entre

sexo y nivel educacional de los padres.

La muestra fue conformada por 400 niños Finlandeses; cada grupo de

edad estaba integrado por 38 a 41 niños, aproximadamente, el 50% niños y niñas.

La investigación excluyó niños con problemas neurológicos y del desarrollo

(problemas del lenguaje, aprendizaje y déficit de atención).

21

Como instrumento de evaluación se aplicaron 10 subpruebas del NEPSY

para evaluar control de impulsos, inhibición de respuestas irrelevantes, atención

visual y auditiva, búsqueda visual, planeación, fluidez verbal y visual, aplicadas de

forma aleatoria. A los padres se les aplicó un instrumento que busca consignar el

máximo nivel educacional alcanzado por los padres y la historia de desarrollo del

niño.

Para el análisis de resultados se aplicó un análisis de varianza (ANOVA; de

10 x 2 x 3) y un análisis factorial que arrojó una agrupación de 4 factores que

representan los componentes de la función ejecutiva y la atención: el primer factor

representado por la fluidez, el segundo factor atención visual, el tercer factor

atención auditiva y el cuarto factor las funciones inhibitorias explica el 56.7% del

total de la varianza de los 10 subtest.

Los niños logran menores resultados en comparación con las niñas en

tests de fluidez fonológica, atención y búsqueda visual, grupo de respuestas

auditivas. Los padres con niveles educacionales medio y alto generan un efecto

positivo en las puntuaciones de los tests de fluidez semántica y fonológica en el

grupo de 7 a 12 años; por el contrario, cuando el nivel educacional es bajo, los

niños tienen un mayor rendimiento que las niñas. El nivel educacional de los

padres no influye en tareas de inhibición

Los autores concluyen que el desarrollo atencional y de la función ejecutiva

posee un desarrollo jerárquico y secuencial, en donde, la inhibición y el control de

impulsos son prerrequisitos para la adquisición y realización de pruebas que

requieren de la atención selectiva, sostenida y, por último, de la fluidez verbal.

22

Los planteamientos teóricos de Luria (1973,1980), son retomados por

Klenberg L.; Korkman M y Lahti-Nuuttila P. (2001), para rescatar el papel de la

atención como eje sobre el cual subyace el desarrollo evolutivo de la función

ejecutiva. En consecuencia, se asume que en la adolescencia la función ejecutiva

es capaz de regular, controlar los procesos atencionales; diseñar, planear,

organizar estrategias que le permitan solucionar tareas de mayor complejidad.

Una de las teorías frecuentemente aceptadas para explicar el

funcionamiento de la memoria operativa es la teoría multicomponente propuesta

por Baddeley y Hitch (1974); un cuerpo de investigadores ha vinculado esta teoría

con el desempeño de habilidades matemáticas en adultos, como en las

investigaciones realizadas por Lemaire, et al, (1996); Sietz y Schumann-

Hengsteler (2000), quienes reportan que el ejecutivo central es un factor

importante para el desempeño matemático al encontrarse involucrado en tareas

aritméticas simples de suma y multiplicación. Jarvis y Gathercole (2003),

observan correlaciones entre las matemáticas y 6 subpruebas de memoria

operativa en edades de 11 a 14 años. Además el componente visoespacial se

encuentra involucrado como lo evidencian Mayberry y Do (2003) y Reuhkala,

(2001), en niños con dificultades en las matemáticas y con un pobre desempeño

en las medidas del bucle fonológico Bull, R. y Johnston, (1997). Los hallazgos

anteriores permiten que Glenda Pennington, G. & Catherine Willis (2004),

investiguen la relación entre memoria operativa y la adquisición de las

matemáticas en niños preescolares: la muestra fue conformada por 87 niños

mayores de 5 años de 2 escuelas primarias del Noreste de Inglaterra. Las

pruebas utilizadas fueron 5 pruebas de la versión Beta de test de memoria

operativa computalizada AWMA (para el componente fonológicos se aplicaron los

23

subtets de recuerdo de dígitos y palabras, recuerdo de pseudopalabras, para el

bucle visoespacial, evocación de matrices; y del ejecutivo central amplitud de

escuchar y amplitud de contar Alloway et al., (2004); una prueba de matemáticas

de 5 a 14 series apropiada para la edad y al currículo de matemáticas NFER-

Nelson (2001), que evalúa conteo y reconocimiento numérico, adición y

substracción, solución de problemas, medidas, figuras-espacio; y de la batería de

memoria operativa de Pickering & Gathercole (2001), se extrajo la subprueba de

laberintos.

Para el análisis de los datos se incluyeron los resultados de los niños

normales como los que requieren de educación especial. En el análisis descriptivo

las pruebas del bucle fonológico alcanzan puntuaciones medias más altas en:

recuerdo lista de palabras X= 14,92; recuerdo de pseudopalabras X=12,76 y

recuerdo de dígitos X=16,71, en comparación con las pruebas que evalúan el

ejecutivo central y la agenda visoespacial; los autores no refieren las

puntuaciones medias obtenidas en las pruebas de matemáticas por obtener bajos

resultados. La memoria operativa comparada con la puntuación en las 5 pruebas

de matemáticas obtiene correlaciones moderadas en las pruebas de recuerdo de

dígitos r2=,52 y amplitud de contar r2=.56, bajas entre amplitud escuchar r2=.32 y

laberintos r2=.35 y muy bajas en matrices r2=.29 con una probabilidad de error

menor del 5%. Las pruebas de matemáticas se correlacionan con cada una de las

subpruebas de memoria operativa en un 52% con el ejecutivo central, el bucle

visoespacial un 39% y el bucle fonológico en un 27%, con una probabilidad de

error menor del 5%; el análisis de regresión múltiple arroja que el bucle fonológico

y la agenda visoespacial explican cada una el 4% de la varianza y el ejecutivo

central el 14% con un nivel de significancia (p<. 001). Los autores concluyen que

24

el ejecutivo central aporta elementos clínicos importantes para predecir del

aprendizaje de los niños en las matemáticas.

La memoria operativa y la función ejecutiva, desempeñan un papel

relevante en la resolución de tareas matemáticas. Es llamativo, que las

puntuaciones en la función ejecutiva se encuentren por encima de procesos

mnésicos visoperceptuales en los niños contemplados en el anterior, o por el

contrario, sean las habilidades visoperceptuales las que permitan estructurar y

organizar estrategias desde la función ejecutiva para solucionar de forma concreta

los planteamientos matemáticos propios de esta edad.

Para comprobar si el ejecutivo central opera como una sola unidad o se

fracciona en varias unidades, Juhani (1996), estudió las relaciones entre las

puntuaciones del ejecutivo central y la memoria operativa aplicadas a la

neuropsicología, para argumentar la existencia de un funcionamiento del ejecutivo

central como una única unidad. La muestra estuvo conformada por 90 sujetos

finlandeses (14 mujeres y 21 hombres profesionales) de las afueras de Helsinki,

quienes fueron catalogados por sus profesores con habilidades superiores. Las

pruebas utilizadas para evaluar cada función se aplicaron en orden estricto: Las

tareas de memoria operativa que evalúan el bucle fonológico son: el span de

dígitos en progresión del WAIS y el span de palabras; para el ejecutivo central se

aplican: la evocación de palabras, span verbal de verificación de oraciones,

emparejar juicios de palabras, span de oraciones y operaciones aritméticas,

recuerdo de palabras, dígitos en regresión del WAIS y tareas de actualización de

la memoria; para función ejecutiva se aplicaron las tarjetas del Wisconsin

(número de categorías, errores, errores perseverativos con su respectivo

porcentaje, respuestas perseverativas, total de ensayos e indice de

25

conceptualización inicial), The goal search task (Prueba de aprendizaje espacial

secuencial) y la torre de Hanoi.

Al correlacionar las pruebas de memoria operativa entre sí, en especial la

prueba de dígitos en regresión con el span de dígitos r2=.50 (p<.01) se

demuestra en este tipo de tareas, la necesidad de la memoria a corto plazo para

proveer recursos al ejecutivo central en el mantenimiento de la información para

su procesamiento y este a su vez, debe disponer recursos dirigidos a verificar y

monitorizar la correcta resolución de la tarea; las demás pruebas de memoria

operativa que evalúan el ejecutivo central obtienen correlaciones bajas y

moderadas que oscilan entre r2 =.36 a r2 =.57, (p<.01) y explican el 25 % de la

varianza. La correlación entre la prueba del Wisconsin con las pruebas de

memoria operativa, muestra que el número total de ensayos se correlaciona con

las pruebas que evalúan el bucle fonológico r2=.51 (p<.01) y el ejecutivo central

r2=0,45 (p<.01), esta última explica entre el 20 y el 26% de la varianza del

wisconsin. El número de respuestas perseverativas r2=-.34, (p<.05) y el número

de errores perseverativos r2=-0.35, (p<.05); igualmente, se correlacionan con los

test que miden el ejecutivo central y explican el 12% de la varianza. La baja

correlación obtenida en dígitos en regresión r2>.30 no permite establecer relación

alguna con las pruebas de función ejecutiva.

La variabilidad encontrada en las pruebas de función ejecutiva evidencia

que cada una de ellas evalúa un factor diferente, por lo anterior, no se puede

afirmar la existencia de un factor común, sino más bien, que el ejecutivo central

desempeña una función de control y opera independientemente Levin et al.,

(1991); Welsh, et al., (1991); Shallice & Burgess, (1991, 1993); Van der Linden et

al. (1992).

26

Los autores proponen que para resolver la prueba de Wisconsin se

requiere de la participación de la memoria operativa para mantener disponible

información necesaria para resolver la tarea como lo son: la retroalimentación del

evaluador, las respuestas correctas, la naturaleza de los errores cometidos; el no

tener acceso a estos aspectos, obstaculiza y limita el funcionamiento de la función

ejecutiva.

Un tercer planteamiento teórico al modelo propuesto por Baddeley y Hitch

G. (1974), Keele, (1973); Meseguer, (1989); Posner y Snyder, (1975) que

plantean la intervención del acceso léxico en los procesos automáticos y lo

conciben como parte de la activación producida por la red semántica; en la cual la

atención selecciona de forma conciente una palabra o un elemento que tiene

asociaciones semánticas concretas frente a otras posibles palabras o tareas.

Todavía aún no es claro el papel que desempeña la atención en los procesos

mnémicos, si lo semántico estaría inmerso en la memoria operativa y si la

sobrecarga de del bucle articulatorio podría imposibilitar o inhibir la realización de

otras tareas. Estos y otros interrogantes son compartidos por autores como

Sanfelieu, M. C., Messenger, E., y Albarabel S. (1991), quienes realizaron un

estudio transversal que busca aclarar si el efecto de facilitación del acceso léxico

automático y los procesos controlados se mantienen al realizar simultáneamente

dos tareas que generan efectos de inhibición o lentificación de la actividad. La

muestra seleccionada fue de 30 estudiantes de 4° semestre de psicología entre

los 18 y 23 años, 4 hombres y 26 mujeres; 16 sometidos a tareas de acceso

lexico automático y 14 a tareas de acceso léxico controlado.

27

El experimento se compuso de dos tareas: la principal compuesta por

actividades que requirieron decisión léxica (300 pares de palabras con una

longitud de 4 a 8 letras) y la segunda de recuerdo de dígitos (0 a 6 dígitos)

escogidos para ambos casos al azar.

Se concluye: cuando hay asincronía entre la señal y la tarea principal se

necesita mayor tiempo en la decisión léxica, con aumento en el número de

errores, sin afectar el recuerdo de la carga con la que están relacionadas. Del

mismo modo, en las tareas de facilitación léxica automática se presentó un mayor

número de errores en el recuerdo de la señal. Ambas tareas se pueden realizar

simultáneamente con aumento en el tiempo requerido para su correcta

finalización, si se mantiene un adecuado nivel de precisión; sin afectase por ello el

volumen de la carga concurrente sobre dicha actividad, la cual se vio mermada

pero no anulada o inhibida.

Los resultados del estudio no permiten concluir que el ejecutivo central

funciona como una unidad, pero se apoya la integración de las 2 teorías al

contemplar la atención como parte del ejecutivo central y el carácter limitado de

este.

La atención y la memoria trabajan mancomunadamente hacia un objetivo,

ambos están regidos por la función ejecutiva (ejecutivo central), la cual dirige,

organiza y coordina la actividad cognitiva y los recursos necesarios para dicho fin.

Si bien, las tareas que requieren de un reconocimiento y procesamiento lexical

(semántico), necesitan mayor latencia en el procesamiento mientras se coteja el

estímulo con la información almacenada en la memoria operativa para emitir una

respuesta; la exigencia de una pronta respuesta incrementa el número de

28

errores, retarda el procesamiento de la información semántica, facilita o induce la

aparición de errores en el procesamiento de la información, especialmente

cuando la información lexical es incongruente con el estímulo.

La diferencia de sexo según Backman (1972); Fennema y Sherman,

(1978); Marshall, (1980); Bethencourt, (1985) depende del tipo de tarea

matemática, los niños alcanzan rendimientos mayores en tareas de resolución de

problemas matemáticos y tests de aplicación, en el grado 8° cuando

cognitivamente cuentan con la capacidad para comprender y manejar material

semántico, generar alternativas que requieran mayor fluencia verbal e ideativa,

habilidad para extraer e inferir información de textos y ordenarlos de forma

secuencial. Dos años después, Bethencourt y Torres (1987) realizaron un estudio

transversal de las habilidades matemáticas de resolución de problemas

aritméticos, para tratar de confirmar la diferencia entre los sexos, en una muestra

de 1.078 escolares de escuela básica (EGB), en los grados de 3° (110 mujeres,

54 hombres), 4° (91mujeres y 114 hombres), 5° (83 mujeres, 116 hombres),

6°(150 mujeres, 177 hombres) y 8° (93 mujeres, 60 hombres) de diversos colegios

públicos mixtos de Tenerife (Islas Canarias); con un nivel socioeconómico medio

bajo y predominio de ambiente rural.

Para la investigación se diseñaron 17 problemas aritméticos verbales que

incluían ocho problemas simples, dos por cada operación básica; seis

combinados de dos operaciones y tres de tres operaciones, presentados en un

orden de dificultad creciente. Para los grados de 6° a 8° se elaboró otra prueba

con 4 problemas aritméticos; uno de estos problemas era combinado de 2

29

operaciones y los restantes eran combinados de 3 operaciones. Las pruebas

arrojaron un índice de fiabilidad del 94% y 98%.

Resultados: Los niños de 9 a 12 años (4° a 7°) comienzan a manifestar

indicios de mayores habilidades aritméticas; a partir de los 13 años, en 8°, la

diferencia en la superioridad es más clara en los niños que en las niñas. Al tener

en cuenta los cursos optativos de matemáticas realizados por ambos sexos, las

diferencias en los tests de rendimiento matemático desaparecen o se reducen sin

importar la edad.

Existen diferencias según el género a partir de octavo grado. Bethencourt y

Torres (1985), en un estudio con escolares expertos de 8° en resolución de

problemas encontró que el rendimiento de niños expertos estaba caracterizado

por la capacidad de comprender y entender el material semántico; habilidades de

fluidez verbal e ideativa; capacidad para extraer e infererir lo dicho en un texto;

capacidades de ordenación del material presentado en forma desordenada. En

esta investigación no se tuvieron en cuenta las anteriores consideraciones que

pueden ser una variable importante en las diferencias entre ambos sexos.

A partir de los antecedentes anteriores se vislumbra que el proceso de

resolución de problemas es algo complicado, en el que intervienen diversos y

complejos aspectos como: la decodificación semántica, comprensión y

representación conceptual del problemas aportadas por el lenguaje; el diseño,

organización de estrategias y planes de acción, que se desprenden del trabajo

mancomunado de la función ejecutiva, atención y la memoria operativa, a partir de

la evocación del bagaje teórico conceptual con que cuenta el niño para dar

respuesta a las demandas del medio y a las tareas de resolución de problemas

30

matemáticos como lo plantea esta investigación. Por lo tanto, esta propuesta

recobra gran importancia desde la integración teórica de las funciones mentales

superiores utilizadas en la resolución de problemas y su aplicación al contexto

educativo.

Además, este estudio pone de relieve que las operaciones de suma y resta

directas e inversas aplicadas en algunos de los antecedentes, constituyen un bajo

techo para niños que tienen un grado de escolaridad de 8°, al proponer como

punto de valoración las competencias y habilidades cognoscitivas, acordes con su

edad cronológica, mental y los logros esperados para ese grado.

1.2 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El conocimiento de la resolución de problemas es un tema de interés no

sólo para la psicología, sino también para el campo de la educación. Alrededor de

esta temática se encuentra una distancia teórico conceptual entre la

Neuropsicología y las ciencias de la educación, probablemente con nortes

diferentes; para el campo de las neurociencias el interés está centrado más en la

comprensión del fenómeno, con fines diagnósticos, de rehabilitación e

investigación; y en el campo educativo está vinculado a la dimensión

metacognitiva aspecto que comparte con la neuropsicología, pero que la

educación direcciona hacia el conocimiento de la cognición, su regulación y la

aplicación hacia estrategias propias para el aprendizaje (desde el alumno), y de la

enseñanza (desde el docente).

31

Desde esta perspectiva, los intereses investigativos en la Educación están

más centrados en la comprensión y en la dinámica del proceso, aplicada

netamente al aprendizaje, condición que hace poco equiparable los estudios de

investigación referidos previamente, para los fines de análisis desde una

perspectiva neuropsicológica.

La comprensión del abordaje de las neurociencias, desde el campo educativo,

sigue siendo muy general e indeterminada, condición que se puede observar en la

apreciación y la concepción que tiene la educación sobre el funcionamiento

cerebral al considerarlo dicotómico, de acuerdo a las funciones que él realiza.

(Jensen, 2000)

Salas (2003), apunta a la necesidad de una evaluación en el medio escolar

más acorde con las características intrínsecas para aprender, basada en los

principios del aprendizaje del cerebro y en otros principios para el diseño

pedagógico compatible con el cerebro. Este intento de aproximación no logra

vincular al medio educativo, los resultados diagnósticos derivados de una

evaluación neuropsicológica, que enriquecen el apoyo reeducativo y de

recuperación que recibe el niño para un mejor rendimiento en el medio escolar.

Se minimiza así, la importancia y riqueza de información que se puede derivar de

una evaluación neuropsicológica.

Debe ser entonces la cognición el punto de enlace, entre las dos disciplinas

científicas, conexión que debe hallar elementos de discusión que amplíen la

mirada del maestro sobre los procesos de conocimiento y aprendizaje de los

alumnos en el contexto escolar, (Resnick y Klopfer, 1996).

32

La neuropsicología cognitiva del desarrollo es la que se ha encargado del

estudio de esta problemática, en comparación con los demás modelos

neuropsicológicos, al dirigir y orientar sus estudios sobre la resolución de

problemas verbales aritméticos en dos direcciones. Este primer enfoque es

propuesto por Carpenter y Moser, (1982); Kintsch y Greeno, (1985); Mayer,

(19859; Decorte y Verschaffel, (1987); Bermejo & Rodríguez, (1987); Riley y

Greeno, (1988); García- Espinel & Jiménez-Gonzalez, (2000); Orrantia, J. (2003),

quienes enuncian en sus investigaciones una clasificación de la resolución de

problemas centrada en la representación de problema, la comprensión de las

proposiciones del texto base, caracterizadas por tener una estructura que dota de

significado al problema, es decir, aquellas que definen las acciones y relaciones

implícitas o explicitas en el problema. Diferentes trabajos empíricos han

demostrado que la estructura semántica es una variable más relevante que la

sintaxis para determinar los problemas que los niños tienen en la solución de los

problemas Carpenter, Hiebert y Moser, (1981); Carpenter y Moser (1982);

Wheeler, l. J. & McNutt, G. (2001), consideran que la estructura sintáctica es un

factor que dificulta la comprensión del enunciado dependiendo del grado de

complejidad del texto y que puede llevar a las personas a cometer un mayor

número de errores en sus ejecuciones.

La segunda propuesta la encabezan autores como Aguilar-Villagrán,

Navarro-Guzmán, López-Pavón & Alcalde-Cuevas, (2002); Miranda-casas,

Acosta-Escareño, Tarraga-Minguez, Fernández & Rosel-Ramirez (2005); Snorre

A. Ostad; (1998); Velasco, J. & Madruga A. G., (1997) quienes dirigen sus

investigaciones al desarrollo de planes, estrategias de solución que generen

mayor flexibilidad y recursividad cognitiva al momento de diseñar métodos de

33

solución derivados del conocimiento conceptual, aprendido en el medio escolar,

en los que se pueda generalizar y aplicar dicho conocimiento a otros contextos.

Estos autores proponen que este tipo de tareas da cuenta del desarrollo de

procesos lógico formales, metalógicos e intelectivos característicos de una etapa

del desarrollo como lo es la adolescencia.

Diferentes autores como Inhelder y Piaget (1955); Klenberg L.; Korkman, M.

y Lahti-Nuuttila P. (2001); Snorre A. Ostad, (1998); Stuss y Benson, (1992)

proponen niveles evolutivos jerárquicos y secuenciales tanto para la adquisición

de las funciones cognitivas como para la consolidación de dichos procesos. Stuss

y Benson (1992), formula que a los 12 años el encéfalo se encuentra maduro y a

alcanzado su nivel máximo de desarrollo cognitivo al capacitar a la persona para

resolver problemas complejos.

Desde una perspectiva, cognitiva Inhelder y Piaget (1955), propusieron que

el desarrollo de las habilidades lógico formales se alcanza alrededor de los 16

años, pero de acuerdo a los estudios realizados por otros autores referenciados

en los antecedentes proponen aumentar la edad hasta los 20 años en la cual, los

adolescentes logran la competencia intelectual que los faculte para resolver y

aplicar una lógica mental que les permita resolver problemas de cálculo

proposicional, en los que se requiere de procesos metarreflexivos,

metacomprensivos y deductivos. Por el contrario, la ausencia o retardo en la

adquisición, de estas funciones sería entonces un indicador, no solamente de

dificultades matemáticas, sino también de déficit en otras actividades académicas

en las que se requiera de la mediación del lenguaje y de la función ejecutiva

(Velasco, J. & Madruga A. G., 1997).

34

La metacognición es otro factor involucrado en la resolución de problemas

matemáticos relacionado, especialmente, con el funcionamiento del lóbulo frontal

en la predicción-anticipación del desempeño y la evaluación-verificación del

desempeño en tareas de resolución de problemas. Miranda-casas, Acosta-

Escareño, Tarraga-Minguez, Fernández & Rosel-Ramirez (2005), encuentran que

los niños normales no presentan dificultades en las habilidades metacognitivas de

predicción y evaluación, en comparación con niños con dificultades del

aprendizaje en los que se detecta un retardo en el desarrollo de las habilidades

metacognitivas, principalmente en la verificación de actividades matemáticas.

Desde la Neuropsicología es manifiesto que de acuerdo a los antecedentes

expuestos, los procesos psicológicos superiores implicados en la resolución de

problemas tienen pocos estudios investigativos orientados a explicar

puntualmente como es ésta relación, al fragmentar y estudiar por separado las

distintas funciones mentales implicadas en la resolución de problemas

matemáticos como lo refieren en sus estudios García- Espinel & Jiménez-

Gonzalez (2000), quienes se preocuparon por investigar la relación entre CI y

dificultades en la resolución de problemas, al encontrar que el CI no es un

predictor de dificultades aritméticas, ni a través de él, se pueden evidenciar

diferencias significativas en el nivel intelectual que sustenten el origen de esta

problemática; remitiéndolo nuevamente la causa a dificultades en la

estructuración semántica de los problemas matemáticos.

Muchos autores como Carpenter, Corbitt, Kepner, Lindquist & Reyes (1980);

Ashcraft, (1992); Carpenter y Moser, (1982); Siegler y Jenkins, (1989), han

estudiado la función ejecutiva, los procesos de pensamiento y el lenguaje

35

relacionados al desarrollo de habilidades verbales, de cálculo; estrategias de

búsqueda de claves verbales; procesos de maduración, internalización y

almacenaje en la memoria a largo plazo de estrategias de conteo en niños

normales, consolidadas al finalizar la escuela primaria. Siegler (1987), retoma el

planteamiento anterior y concluye que el desarrollo normal refleja un incremento

en las estrategias de recuperación y un decremento en el uso de apoyos.

La atención sostenida, dividida selectiva y la memoria operativa han sido

investigados por Sanfelieu, M. C., Messenger, E. y Albarabel S., (1991); Vlietstra,

A, (1980), en los que reportan disminución en el número de errores cometidos al

resolver problemas como consecuencia del aumento en las estrategias para

resolver problemas en función de la edad y de la complejidad de tarea realizada.

Un último aspecto relevante en esta problemática es la diferencia de sexo

entre niños y niñas en la resolución de problemas. El sustento teórico de este

planteamiento se atribuye a factores asociados con un desarrollo tardío de estas

habilidades en niños a partir de los 9 y los 12 años y se consolida con la edad al

finalizar la adolescencia entre los 13 y 21 años entre el 6 y 12° (Maccoby y

Jacklin, 1974; Marshall, (1980, 1984).

Autores como Fennema (1974); Hilton y Berglund (1974); Bing (1965)¸

Clark-Stewart, (1977) han atribuido estas diferencias a factores psico-sociales y

familiares para explicar la superioridad de los niños en tareas matemáticas

relacionadas con: la fuerte presión escolar y familiar en el rendimiento académico,

la expectativa del rol social masculino, la influencia de las pautas de crianza en el

refuerzo de comportamientos independientes y la mayor o menor proximidad de

los padres.

36

La complejidad de la problemática y el tipo de abordaje que se le ha dado

desde el contexto investigativo, no contemplan este tema de manera integral,

como se ha observado en as revisiones bibliográficas mencionadas en el

planteamiento del problema y los antecedentes en los cuales se delimita

solamente el campo de estudio de las matemáticas a la participación de una o

unas funciones neuropsicológicas específicas, con omisión de los demás

procesos mentales involucrados el proceso de solución de problemas; es por

esto, que se pretende vincular de manera integral, la participación de los procesos

del lenguaje, función ejecutiva, la atención y la memoria operativa, para

establecer la relación y la contribución de cada una de estas funciones en la

resolución de tareas matemáticas; así como, establecer a través de la evaluación

neuropsicologica la estrecha relación con la resolución de problemas matemáticos

como es manejada dentro del ámbito escolar.

1.3 PREGUNTA DE INVESTIGACION

Cuáles son las relaciones existentes entre el rendimiento en pruebas de atención,

memoria, función ejecutiva y lenguaje, con la resolución de problemas

matemáticos en adolescentes de 8° del Colegio Fray Rafael de la Serna.

1.4 JUSTIFICACIÓN

La investigación responde desde la comprensión del quehacer

neuropsicológico hacia el campo de la Educación, con el objetivo de acercar las

fronteras conceptuales que los diferencian y comenzar a romper la brecha

37

existente entre las neurociencias y la pedagogía. La neuropsicología puede

brindar respuestas a las necesidades y problemáticas que se presentan dentro del

aula de clase; permite a través de la exploración neuropsicológica confirmar y

fortalecer los hallazgos que encuentran los docentes de las evaluaciones

educativas y formativas al convertirse en instrumentos de medición como afirma

(Men, 1998), en medios de apreciación que permitan reconocer los procesos de

formación de los alumnos, para determinar los avances alcanzados con relación a

los logros propuestos, para identificar las dificultades, deficiencias y limitaciones,

para luego corregir y afianzar los aciertos en el proceso instruccional de la

enseñanza-aprendizaje.

La necesidad de aplicar los hallazgos encontrados en la clínica

neuropsicología como elementos teóricos que enriquezcan diseños y recursos en

la rehabilitación neuropsicológica que guíen el proceso de intervención, requieren

de respuestas que expliquen si los datos obtenidos en el diagnóstico se

relacionan con tareas que pudiesen representar la cotidianidad del niño

particularmente en el área de las matemáticas. Dar respuesta a estas

necesidades establece una coherencia entre el diagnóstico y los procesos de

rehabilitación e intervención.

La resolución problemas matemáticos tiene una estrecha relación con el

desarrollo intelectivo de las funciones mentales superiores. Al evaluar la

resolución de problemas y las habilidades involucradas en dicha actividad se

tienen en cuenta de forma indirecta los procesos de desarrollo cortical de cada

una de las funciones mentales (atención, memoria, función ejecutiva y lenguaje),

desde esta perspectiva de las unidades funcionales, el conocimiento desarrollado

38

para comprender las distintas fases presentes en la dinámica de la resolución de

problemas matemáticos se constituye en un aporte al conocimiento y la

comprensión de los distintos pasos interpretados como dinámica de la actividad

cortical vigentes en una tarea de resolución de problemas. Acceder a un mayor

conocimiento descriptivo de este funcionamiento, el mayor o menor grado de

dificultad, los errores cometidos en las diferentes etapas, constituyen un aporte de

gran interés para el campo de la neuropsicología contemporánea.

Ampliar y profundizar el conocimiento en el desarrollo intelectivo de niños

de 8°, específicamente en las tareas de solución de problemas matemáticos,

cubre un área poco investigada en neuropsicología desde el enfoque teórico de

Luria (1981). Constituye una aproximación al funcionamiento de los procesos

mentales del adulto, al tener en cuenta que el desarrollo cortical alcanzado por los

niños a esta edad guarda una estrecha similitud con el del adulto.

1.5 PROPOSITO

La investigación busca aproximar las pruebas clínicas y de diagnóstico al contexto

educativo para dar respuesta a los interrogantes y dificultades que presentan los

alumnos al enfrentarse en tareas de solución de problemas.

Enriquecer los procesos de enseñanza aprendizaje y los programas de

intervención en el campo de la rehabilitación cognitiva, que integren

convenientemente los procesos de evaluación y diagnóstico con los diseños de

los programas recuperativos, para potenciar y desarrollar las funciones mentales

que se encuentren por debajo del rendimiento esperado.

39

Aportar mayor comprensión del desarrollo cognitivo en la población normal

para determinar como es el desempeño en la solución de problemas, como una

fase inicial para futuros estudios comparativos que permitan entender cuáles son

las dificultades de niños con TDA, y TA en este tipo de tareas.

Generar nuevas investigaciones en la línea de neurodesarrollo, que

contemplen diferentes edades, factores socioeconómicos, culturales, cognitivos y

de escolaridad que pueden enriquecer esta área de conocimiento.

1.6 MODELO HIPOTÉTICO

El modelo hipotético parte del constructo teórico solución de problemas propuesto

por Luria (1981 p. 9) en el que: la define como “la actividad intelectual, de modo

organizado, apoyada en un programa de operaciones lógicas relacionadas entre

sí que tienen un carácter selectivo”.

La solución de problemas se encuentra vinculada con la actividad intelectiva

y, a su vez, se encuentra asociado a la adquisición de las funciones mentales

superiores y los procesos de desarrollo cognitivo. Se infiere que las funciones

intelectivas pueden ser determinadas a través de la aplicación de pruebas

diagnosticas para evaluar las habilidades de atención, memoria, función ejecutiva

y lenguaje desde la perspectiva clínica.

Existe una relación entre las pruebas diagnósticas neuropsicológicas, las

cuales a través de la aplicación de procedimientos psicométricos estandatizados,

40

compuestos por ítems suficientemente bien analizados y con una confiabilidad y

validez aceptables; Rourke & Brown (1986 p.237), determinan el funcionamiento

de los procesos de atención, memoria función ejecutiva y de lenguaje para

comparlos con la actividad intelectiva evaluada a través tareas de solución de

problemas en las fases de orientación, estrategias y verificación propuestas por

Luria (1981). Además, Se supone que existe una relación unidireccional entre la

fase de orientación con la prueba de lenguaje, la fase de estrategias con la

función ejecutiva, la memoria operativa y la atención con las fases de orientación

y estrategias; y que la verificación se encuentra inmersa en cada una de las fases

del proceso de resolución de problemas.

También se conjetura que las pruebas de Analogías, información, aritmética, y

Vocabulario del Wisc III , Token, Wisconsin, Stroop, fluidez fonológica y

semántica, dígitos en progresión y regresión y la Batería de memoria operativa de

S. J. Pickering, J. Baqués y S. E. Gathercole (1999), se relacionan con tareas

objetivas de resolución de problemas de acuerdo a los 8 tipos de problemas

propuestos por Luria (1981), problemas simples, simples invertidos, compuestos,

compuestos con varias operaciones, compuestos con una parte desconocida,

ecuaciones, problemas conflicto y problemas tipo para la evaluación de la

resolución de problemas en un grupo de adolescentes de de 8° del Colegio Fray

Rafael de la Serna de la Cuidad de Medellín.

Hipótesis alterna: Las puntuaciones de las pruebas de atención, memoria, función

ejecutiva y lenguaje se relacionan con las fases de orientación, estrategias y

verificación del proceso de resolución de problemas en adolescentes de 8°.

41

Hipótesis nula: Las puntuaciones de las pruebas de atención, memoria, función

ejecutiva y lenguaje no se relacionan con las fases de orientación, estrategias y

verificación del proceso de resolución de problemas en adolescentes de 8°.

Función Ejecutiva

Memoria operativa

Lenguaje

Fase Representación

Verificación

Procesos y estrategias

Atención

SOLUCIÓN DE PROBLEMAS

PRUEBAS DIAGNÓSTICAS Relación ACTIVIDAD INTELECTIVA

Relación unidireccional

Grupo de adolescentes de 8°

Wisc III Token, Wisconsin Stroop Fas fonologico y semántico Amplitud de escuchar Amplitud de contar Reconocimiento serial de palabras Recuerdo serial de palabras Test de matrices.

Tareas objetivas de resolución de problemas en las que se evalúa el desempeño en las fases de representación, proceso operativo y verificación en cada uno de los 8 tipos de problemas propuestos por Luria (1981)

Relación

42

2. OBJETIVOS

2.1 OBJETIVO GENERAL

Determinar la relación entre el rendimiento en pruebas de atención, memoria,

función ejecutiva y lenguaje con las fases del proceso de resolución de problemas

matemáticos en adolescentes que cursan octavo grado.

2.2 OBJETIVO ESPECIFICOS

2.2.1. Determinar si la decodificación semántica derivada de las puntuaciones

obtenidas de las pruebas de lenguaje, se relacionan con la fase de

orientación de la resolución de problemas matemáticos.

2.2.2. Determinar si el rendimiento en pruebas de función ejecutiva se

relaciona con la planeación y elaboración de estrategias de la

resolución de problemas matemáticos.

2.2.3. Determinar si rendimiento en pruebas de memoria operativa y de

atención se relacionan con las fases de orientación y estrategias, de la

resolución de problemas matemáticos.

2.2.4. Comprobar si la actividad intelectiva y la verificación están relacionadas

con las fases de solución de problemas.

43

3. MARCO TEORICO:

3.1 FUNDAMENTACIÓN EPISTEMICA DEL MODELO FACTORIAL

El modelo factorial se fundamenta en las ciencias fácticas dedicadas al

estudio de objetos o hechos de la realidad que necesitan ser comprobados y

validados empíricamente con el fin de demostrar si los supuestos teóricos son

acordes con la realidad estudiada. (Pineda D. 2000)

El modelo factorial retoma los planteamientos teóricos de Luria (1985), los

principios del materialismo dialéctico y el materialismo histórico. El modelo se

fundamenta en la relación de dos opuestos: la cultura/sociedad/escuela y el

individuo/cerebro/mente: entre los cuales existe una relación dialéctica.

La cultura, las normas sociales, la enseñanza escolar y en especial el

aprendizaje de las matemáticas, son conceptos, signos y símbolos que la

persona representa a partir de la relación que existe entre la cultura y el

individuo, como portador de un cerebro dotado de funciones mentales

encargadas de construir su propia realidad por medio de la simbolización; la

transformación de aprendizajes previos y transmisión de dichos conocimientos de

una forma aceptada por su entorno social y escolar (Luria, 1985).

El modelo factorial para evaluar la estructura cognoscitiva, las formas

específicas de procesamiento de información y las representaciones mentales

construidas por el individuo, utiliza la aplicación de pruebas psicométricas y

pruebas neuropsicológicas a través de análisis multivariados que permiten

establecer asociaciones, interrelaciones entre factores que se encuentran

agrupados, explican las variables investigadas en función de los procesos

44

cognitivos y las pruebas neuropsicológicas aplicadas. (Pineda D. 2000; Ardila A.

2004).

El modelo factorial a partir de los resultados obtenidos en las pruebas

neuropsicológicas que evalúan el desempeño cognitivo se la correlacionan con

las tareas de resolución de problemas, para comprobar la validez de contenido, el

ajuste del constructo, la precisión y estructura del modelo teórico propuesto por

Luria (1981).

3.2 ENFOQUES TEORICOS EN LA RESOLUCION DE PROBLEMAS

El interés por el desarrollo de esta temática ha sido abordada por la

neuropsicología y especialmente por la Gestalt, el Neoasociacionismo y la

Psicología Cognitiva. La primera ha definido la solución de problemas como: “una

estructura. La solución es un proceso de búsqueda de relaciones para reorganizar

y transformar dicha estructura” Kohler (1927); Wetheimer, (1945, 1949). Se

plantea la solución de problemas como algo que es externo al individuo, que

implica una estructura global, de acuerdo a la percepción de los elementos

esenciales que se vislumbran en el problema, para lograr una respuesta.

Por el contrario el Neoasociacionismo postula que la solución de problemas

debe ser entendida en el marco de las leyes del condicionamiento Carpenter y

Moser(1982); en la cual un estímulo con lleva una respuesta, que genera una

cadena de respuestas mediadas, por la repetición, la frecuencia y el refuerzo de

las conductas deseadas, transformadas en hábitos, adquiridos o no por ensayo y

error.

45

El procesamiento de la información delinea que el resolver problemas puede

representarse como consecuencia de operaciones que el individuo ejecuta a partir

de la información que tiene almacenada en la memoria, con el objetivo de

encontrar el camino para moverse de manera exitosa a través del espacio del

problema” (Kintsch & Greeno, 1985). Este planteamiento está sustentado en la

búsqueda de estrategias y metas a través de métodos algorítmicos y heurísticos

claros, que le permitan solucionar al niño las condiciones expresadas en el

problema, siendo este el que determine las herramientas necesarias para

resolverlo.

Las perspectivas de los anteriores enfoques son limitadas para la

comprensión de la solución de problemas. El modelo teórico que más se acerca a

una comprensión dinámica de este constructo es el propuesto por Luria (1981),

quién plantea y evalúa la resolución de problemas como un producto del

procesamiento cognitivo en la que participa toda la estructura cortical conformada

por las funciones mentales superiores, las diferentes unidades funcionales en un

trabajo mancomunado y organizado, en tres fases diferenciadas, con el fin de

confrontar las condiciones iniciales del problema. La respuesta que se emite es el

resultado de la actividad intelectiva.

3.3 EL DESARROLLO COGNITIVO

3.3.1 Desarrollo del pensamiento según A. R. Luria, (1985).

El desarrollo de los procesos intelectuales, tiene un origen común en animales y

hombres, pero en el hombre la actividad orientadora e investigativa mediada por

el lenguaje le permite al ser humano alcanzar un crecimiento en la actividad

46

intelectual y concebir la solución de problemas como una forma de actividad

intelectual.

El desarrollo y la estructuración del acto intelectual como la propone Luria

(1985), comienza con la etapa sensorio-motora entre los 2 y 3 años. La captación

de información perceptual del medio circundante es la base de esta etapa en la

que se realizan procesos de análisis-síntesis que están subordinados a la

percepción del objeto para solucionar problemas de forma práctica. Las

respuestas motoras dirigidas al objeto no tienen en cuenta los elementos o las

condiciones de la situación problema y utiliza estrategias de ensayo error como

medio para enfrentarse al problema.

En la segunda etapa entre los 4 y 5 años, el acto intelectual continúa

subordinado a la percepción. A diferencia de la etapa sensoriomotora surgen

procesos cognitivos que se consolidarán en la edad adulta y que son elementos

indispensables para la solución de problemas: la capacidad de percibir una

situación externa; extraer elementos relevantes; desglose de elementos y

condiciones del problema para trazar un plan y una ejecución orientada por las

condiciones del problema. La exploración del objeto o de la situación, le permiten

construir al niño esquemas y representaciones mentales que se consolidan y

cristalizan por medio de la repetición, hasta ser automatizadas y convertirse en

hábitos que tendrán como fin adaptar al niño con su entorno inmediato. Desde

este momento el niño comienza a crear estrategias, tácticas y métodos mentales

que lo lleven con éxito a solucionar la tarea.

47

La internalización del lenguaje interno como lo propone Luria (1985), se

constituye en la base del acto intelectual conciente. La mediación del lenguaje

posibilita el paso de lo perceptual-sensorial hacia un pensamiento lógico-verbal o

discursivo en donde la decodificación del acto perceptivo está mediada por

esquemas, representaciones mentales, análisis-síntesis categoriales que permiten

la comprensión, confrontación de las condiciones de la tarea y se establecen

deducciones que solo requieren de la influencia verbal para el diseño de

estrategias y ejecución de acciones de acuerdo a un plan específico, el cual debe

estar regulado por mecanismos de control encaminados a cotejar los resultados

de la acción con la intención inicial; propios de la función ejecutiva.

La no orientación en las condiciones del problema, y la permanencia en

soluciones preceptúales directas ocasiona fracasos, desaciertos en la ejecución y

solución del problema.

El nivel de pensamiento discusivo o lógico verbal, regido por los códigos del

lenguaje, establece relaciones y nexos conceptuales, elabora esquemas

abstractos, resuelve problemas, realiza procesos de razonamiento lógico,

deducciones lógicas, juicios de valor y establece conclusiones que no son

posibles con la experiencia directa. Cuando se domina el lenguaje, se domina el

sistema de relaciones lógicas de diversa complejidad, el pensamiento es una

consecuencia del dominio de las relaciones del lenguaje.

48

2.3.1.1 Las actividades del pensamiento del pensamiento productivo

2.3.1.1.1 LAS MATRICES LÓGICAS:

El desarrollo de estructuras lógico-verbales o discursivas se constituye en

la base de procesos de pensamiento productivo, así como, de los procesos

propios de la lógica matemática. Las matrices lógicas son formas del pensamiento

para hacer deducciones de forma racional vinculados con juicios teóricos como

ocurre en los silogismos, relaciones parte todo o del todo a las partes, análisis de

género-variedad y relaciones por analogía Luria (1985). Todos estos procesos de

pensamiento requieren de estructuras semánticas categoriales, conceptuales y

teóricas para establecer asociaciones entre el enunciado de manera general con

cada una de sus partes por medio de la deducción de un juicio lógico que no es

originario de la experiencia práctica; para evocar, contrastar y establecer

similitudes con representaciones mentales previas que le permitan validar la

solución del problema planteado.

La enseñanza escolar favorece que los alumnos establezcan relaciones

lógicas-abstractas y leyes de pensamiento que fundamenten procesos

discursivos, deductivos guiados por la teoría que dan cuenta del desarrollo de

estructuras lógico-verbales en comparación con niños cuyas estructuras de

pensamiento se rigen por procesos de pensamiento práctico, concreto, propios de

la experiencia y conocimientos previos en la solución de estructuras lógicas

(Luria, 1985).

49

2.3.1.1.2 EL PROCESO DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS

El proceso resolución de problemas formulado por Luria (1985) evalúa las

operaciones lógico-verbales propias de la actividad intelectiva. El autor divide este

proceso en tres fases:

a) La fase de representación: se centra en el establecimiento de una relación

lógica entre la condición expresada en el enunciado del problema y la

pregunta final. Para lograr este objetivo la persona debe recordar en su

memoria estos dos aspectos anteriores; destacar lo más importante del

contenido (palabra clave); confrontar cada una de las partes que integran el

enunciado con una representación mental, conceptual y semántica del

problema para establecer hipótesis a seguir de acuerdo a los marcos

condicionales expuestos en el problema, para guiar la estrategia de solución,

evitar asociaciones no selectivas y coherentes con la estructura del problema

que desintegran el sentido la actividad intelectual (Luria, 1985).

b) La fase de proceso operativo y estrategias

El segundo factor enunciado por Luria (1985), determina la integridad de la

actividad intelectual. La orientación y la representación de las condiciones previas

del problema, delimita estrategias de búsqueda, operaciones congruentes con la

lógica interna del problema y su esquema general de solución.

Las operaciones de acuerdo al problema, pueden ser sencillas o complejas

y en este tipo de problemas, una vez definida la estrategia general se debe

realizar de manera secuencial una cadena de operaciones intermedias que deben

50

ser almacenadas en la memoria operativa. En los problemas sencillos no es

necesario el uso de operaciones intermedias.

En esta fase se deben inhibir respuestas prematuras e impulsivas que no

son congruentes, ni mediadas por el esquema lógico general del problema.

Las alteraciones en esta fase producen disociaciones en la estructura lógica

implícita de las condiciones del problema traducida en ejecuciones impulsivas y

parciales de la estructura general del problema.

c) La fase de verificación:

En la última fase Luria (1985) enuncia el cotejo de los resultados obtenidos

en las operaciones aritméticas con la condición inicial y la pregunta del problema.

Para validar los resultados la persona debe ser conciente de las operaciones

realizadas de forma inversa, para aceptar o rechazar la solución obtenida y en

este último caso, se debe nuevamente resolver el problema.

La infracción de cada una de estas exigencias conduce de modo inevitable

a la disociación del acto intelectual.

2.3.113 MODOS DE INVESTIGACIÓN DEL PENSAMIENTO PRODUCTIVO:

Los métodos planteados por Luria (1985), para evaluar el pensamiento

discursivo productivo se dividen en dos grupos:

a) El primer método busca establecer el dominio, comprensión y asociación

de relaciones logico-discursivas por medio de premisas que son interpretadas a

51

través de procesos de razonamiento y no de conexiones o percepciones gráfico-

figurativas situacionales.

Las técnicas empleadas para evaluar los procesos de interpretación de

estructuras discursivas complejas son: completar frases por entero, con ausencia

de verbos o sustantivos; completación de secuencias de series numéricas

(extrapolación); evaluación del sentido de los refranes; relaciones variedad-

género, relaciones analógicas y silogismos. Estos procedimientos establecen el

dominio de las relaciones y conexiones lógicas de las diferentes partes de la frase

con el todo, el entendimiento de palabras claves o auxiliares que permiten

establecer el significado de la frase a partir de las relaciones semánticas

superficiales y profundas de la estructura lógico-gramatical (Luria, 1985).

b) El segundo método está diseñado por Luria (1985), para evaluar las

operaciones propias del pensamiento productivo por medio de la resolución de

problemas aritméticos. El análisis descriptivo y detallado de cada una de las fases

que intervienen en el proceso resolutivo de los problemas, establece de manera

particular cuáles son los procesos cognitivos implicados sobre los cuales se

sustentan dichos déficits a partir del tipo de errores cometidos que afectan el

desglose y la ejecución de estrategias que impiden hallar la solución acertada.

3.3.2 DESARROLLO DEL PENSAMIENTO TEÓRICO DE LEV. S. VIGOTSKY

Vigotsky, (1979) plantea en su teoría, cómo las influencias históricas,

culturales y la relación con el entorno permiten la estructuración, el desarrollo

cognitivo de las funciones psicológicas superiores (el lenguaje, la atención,

memoria, percepción) y la consolidación de los procesos de aprendizaje para

52

incorporar un bagaje conceptual-experiencial que proporciona conocimiento y

aprendizaje del mundo; que permite la interacción con su entorno a través de la

mediación del lenguaje como participante activo de su cultura.

El desarrollo del lenguaje es para este autor, el eje fundamental para la

adquisición de procesos de pensamiento y el desarrollo cognitivo, por lo tanto, la

maduración orgánica y cortical, esta en función de la madurez de las funciones

mentales superiores y en especial del lenguaje.

En las primeras etapas del desarrollo del pensamiento propuestas por

Vigotsky (1979), el proceso de resolución de problemas está determinado por la

percepción, la memoria de experiencias perceptuales previas y la realización de

acciones prácticas, impulsivas, de tanteo o de azar, dirigidas a solucionar la

actividad sin tener en cuenta la participación del lenguaje y la mediación de

herramientas. El pensamiento, esta determinado por los recuerdos sincreticos

almacenados en su memoria, no atiende, ni selecciona con precisión el o los

estímulos dentro de su campo perceptual. El niño no tiene claridad de la meta

hacia la cual debe dirigirse.

Los mecanismos del lenguaje adquieren la función de sintetizar e integrar

aspectos perceptuales, asignar sentido y significado a lo que se percibe;

representa, categoriza, denomina objetos del entorno. No recuerda ni asocia en

su memoria un estímulo auxiliar con una palabra, a pesar de centrar su atención

en ella.

53

En la última etapa, planteada por Vigotsky (1979), el lenguaje adquiere una

función intrapersonal, además, de su uso interpersonal por la representación del

lenguaje. La interiorización integra el empleo de signos como parte integral del

lenguaje, guía, transforma, crea representaciones del entorno, hace uso de

instrumentos auxiliares, organiza la conducta de acuerdo a un plan específico de

acciones consecutivas; selecciona estímulos; da mayor flexibilidad en la

utilización de recursos cognitivos y herramientas dirigidas hacia una meta para

luego llevarlas a cabo; regula y controla el comportamiento.

El lenguaje, la motivación interna y las intenciones propuestas incentivan la

realización de la actividad.

El lenguaje según Vigotsky (1979), permite percibir, seleccionar, evaluar e

integrar la importancia de los contenidos verbales y visuales en un todo; describe

relaciones y acciones complejas entre objetos por la dirección dinámica de la

atención. El lenguaje, trasciende las experiencias precedentes para planear

acciones futuras; en los adultos el pensar establece relaciones lógicas y

conceptuales que están unidas a la capacidad para recordar.

3.3.2.1 DESARROLLO DE LAS OPERACIONES ARITMÉTICAS

VIGOTSKY (1995)

La perspectiva socio-cultural para el aprendizaje de las matemáticas

considera: que los procesos mentales humanos poseen una relación esencial con

los escenarios culturales, históricos e institucionales como lo es, el salón de clase

(Piaget, 1970; Vigotsky, 1962, 1979; Luria, 1980). El aula de clase posibilita la

construcción individual de significados, por la interacción del individuo con las

represntaciones culturales que se encuentran inmersas dentro del aula de clase y

mismo tiempo, contribuye a la constitución de esta cultura.

54

La competencia lingüística se centra en el uso socialmente aceptado de

símbolos y códigos del lenguaje. El desarrollo a través del tiempo de una

competencia matemática aceptada desde un entorno social y cultural requiere del

aprendizaje y de la objetivación de símbolos aritméticos, nociones, teoremas y

reglas matemáticas que se encuentran enmarcados dentro de dominios

semánticos: como las clasificaciones, las cuantificaciones, las relaciones

espaciales, etc. que limitan su aplicación y uso a dichos dominios semánticos;

permiten transmitir ideas y representaciones mentales a través de códigos

linguísticos (Vigotsky, 1979).

La enseñanza escolar de las matemáticas es una actividad que, según

Vigotsky (1979); Werctsh, (1988:42) requiere de la regulación, el control

voluntario; la realización conciente de los procesos psicológicos y el uso de signos

como mediadores de las funciones psicológicas superiores. Vigotsky, (1979; 90-

91) describe dos clases de mediadores: el primero son las herramientas que

actúan sobre los objetos materiales para lograr representar situaciones de manera

simple, analizarlas y tomar decisiones. Los signos o símbolos actúan sobre las

personas como mediadores; organizan el pensamiento y los procesos cognitivos,

regulan las acciones de la persona; permiten la representación cultural de las

reglas matemáticas internalizadas por el individuo; resignifican, reconstruyen el

conjunto de conceptos, representaciones y percepciones formadas en la

interacción entre individuo-medio ambiente.

El concepto de mediación planteado por Vigotsky (1979), incluye la

participación de los procesos de pensamiento (función ejecutiva), atención

voluntaria, memoria lógica, la función reguladora del lenguaje como un sistema de

55

“relaciones interfuncionales”. La participación de los procesos cognitivos en la

resolución de problemas matemáticos permite representar situaciones de la vida

real, analizarlas, modelarlas, asociar y demostrar conceptos matemáticos para la

toma de decisiones por medio de demostraciones deductivas a través del uso

símbolos y códigos lingüísticos socialmente aceptados como lo son: el uso de

signos, cifras, operaciones con sistemas numéricos, equiparar cantidades; reglas

de designación para operar cantidades numéricas etc. (Vigotsky (1979); Mellin-

Olsen, (1991). Cuanto más compleja es la resolución y la comprobación del

problema planteado, mayor es la importancia e influencia que desempeña el

lenguaje en la mediación del proceso cognitivo.

La escritura mediante símbolos clarifica, explica los procesos de

pensamiento realizados por el individuo, la generalización del análisis de las

condiciones acuerdo a una estructura lógica conceptual y los lımites de validez del

razonamiento que se encuentran enmarcados en el contexto o situación

problema.

3.3.3 DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA SEGÚN EL ENFOQUE GENÉTICO

DE J. PIAGET (1958).

El planteamiento teórico de Piaget (1958), se argumenta en supuestos

teóricos que postulan la maduración intelectual de recursos biológicos innatos,

como sustento de las funciones cognitivas para adaptarse a su medio.

Piaget (1958), concibe las matemáticas como un sistema lógico, una

estructura jerárquica de relaciones que al paso de los diferentes estadios se

56

tornan cada vez más complejas. Collin (1975 a,b) y Case (1977) afirman que el

desarrollo se caracteriza por una progresión de estrategias ejecutivas cada vez

más complejas, potentes, que permiten una mayor acomodación, almacenaje y

automatización de datos.

El nivel temprano de las operaciones concretas inicia entre los 7 y 9 años,

Piaget (1958), propone que los niños de esta edad son capaces de trabajar con

operaciones sencillas de las cuatro operaciones básicas, con números pequeños

y con la utilización de apoyos concretos, el niño es hábil para solucionar una

operación a la vez, la cual debe clausurar con un resultado; por el contrario a esta

edad los chicos no son capaces de validar los resultados porque desconocen en

concepto de operación inversa y sus implicaciones matemáticas.

El nivel medio de las operaciones concretas inicia según Piaget (1958), a

partir de los 10 a 12 años el adolescente, soluciona 2 proposiciones silogísticas

equivalentes u opuestas; no resuelve problemas con 2 operaciones intermedias

(2*3)-4 =2; hace tanteos para descubrir operaciones cuando no se encuentran

explícitas en los datos del problema; inicia la solución de ecuaciones de forma

esquemáticamente, remplaza algunos números en incógnitas para validar la

igualdad sin tener en cuenta todas las posibles alternativas de solución,

restringiendo las posibilidades a una pequeña porción. Contempla las operaciones

inversas como procesos automatizados por la experiencia previa en situaciones

similares.

El último estadio de las operaciones concretas, cubre desde los 13 a los 15

años, en esta etapa el adolescente desarrolla una estructura matemática compleja

57

en las que resuelve problemas matemáticos en los que tiene en cuenta todos los

datos enunciados en el problema, sus interrelaciones de las cuales se

desprenden varias operaciones secuenciales que le permiten obtener un

resultado total de todo el proceso operativo, utiliza el proceso inverso como

método para comprobar la validez de sus resultados; resuelve ecuaciones en las

que se requiere de la aplicación de varias operaciones y varias alternativas de

solución.

El estadio de las operaciones formales propuesto por Piaget (1958), inicia a

partir de los 16 años. El pensamiento formal es más flexible, utiliza estrategias

concretas o abstractas según a la lógica de los datos e interconexiones

expresadas en los datos del problema, los comprueba desde diferentes

perspectivas; soluciona proposiciones, ecuaciones con varias incógnitas; diseña

y compara estrategias hipotéticas que se de principios comunes enunciados en

los datos del problema. En esta etapa el pensamiento adquiere la capacidad de

anticiparse, dar respuesta e ignorar situaciones particulares a partir de

argumentos, conceptos, experiencias concretas que son simbolizados a partir de

la realidad.

3.4 LA HABILIDADES DEL LENGUAJE EN LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS

Los problemas verbales aritméticos se distinguen por tener una estructura

semántica característica que dota de significado al problema, es decir, aquellas

que caracterizan las acciones y relaciones implícitas o explicitas en el problema

58

entre cada uno de los elementos inmersos dentro de un contexto o situación.

(Carpenter y Moser 1982).

La organización sintáctica, la complejidad del enunciado el lugar que ocupa

la incognita, son elementos que dificultan la comprensión de la estructura

semántica, la representación del enunciado en los que no se hace explicito os

pasos necesarios para solucionar el problema desencadenan errores secundarios

a la interpretación del problema o al establecimiento de nexos conceptuales y no

a déficits procedimentales o ejecutivos (Carpenter y Moser, 1982, 1983, 1984;

Bermejo y Rodríguez, 1986; De corte y otros, 1985; Levis & Mayer, 1987; Juddi &

Vilsky, 1989; Cummins, 1991; Mayer,1992; Stern, 1993; Cummins y cols., 1998).

Los problemas en la comprensión de la estructura semántica ocasionan tal

como lo plantean Carpenter & Moser, (1982); Carpenter y otros, (1981); Riley,

(1981); Riley y otros, (1983); De corte y otros (1985), originan errores en el

planteamiento del proceso operativo, la secuenciación de operaciones y el uso de

estrategias.

El uso adecuado del lenguaje es uno de los aspectos principales para el

aprendizaje de las matemáticas. El escribir con palabras como mediante símbolos

tiene una función de clarificación, generalización, de los procesos de análisis

síntesis que se desprenden de los procesos lógico-verbales y lógico-

matemáticos, a través de ellos, se puede demostrar la validez, pertinencia del

razonamiento y de las formulaciones matemáticas que dan cuenta de la

59

aplicación y uso de estructuras simbólicas propias del lenguaje matemático.

(Vergel-Causado R, 2000).

3.5 IMPLICACIONES DE LOS PROCESOS COGNITIVOS EN LA SOLUCIÓN

DE PROBLEMAS.

La solución de problemas como lo plantea Luria (1981, 1985), requiere de la

participación de la totalidad del sistema funcional complejo, en tareas especificas:

En la Fase de representación: tienen participación las funciones del

lenguaje, la atención y la memoria operativa.

La atención, mantiene el tono cortical adecuado para la realización de la

actividad. Luria (1981, 1985), propone que la atención voluntaria por medio de la

atención sostenida y selectiva, colaboran en la detección de palabras o elementos

relevantes, como la palabra clave, para ser tenidos en cuenta y que son

indispensables para la comprensión y resolución de la tarea. La automatización

de una actividad, entorpece la selección de palabras significativas dentro del

contexto del problema y por ende su comprensión Luria (1981, 1985)

La memoria operativa como lo plantea Luria (1981, 1985), almacena y

mantiene disponible la pregunta final del problema, como las condiciones o

elementos relevantes del enunciado. Permite cotejar el tipo de problema con

aprendizajes previos, evocar el significado de las palabras o expresiones logico-

matemáticas que refieran un tipo de operación o de significado en particular.

El lenguaje se encarga de realizar los procesos de decodificación

fonológica, morfosintáctica; comprensión de relaciones logico-gramaticales y

60

semánticas; establece procesos de análisis-sintesis conceptual a partir de los

nexos y relaciones existentes entre los elementos y el contexto del enunciado,

para construir una representación mental del problema en la cual se encuentra

inmersa la función ejecutiva (Luria, 1981, 1985).

En la Fase de Proceso operativo: Las relaciones logico-verbales como lo

afirma Luria (1981, 1985), permiten a la función ejecutiva elaborar conceptos

abstractos y formular juicios lógicas que se desprenden de la simbolización,

representación y conceptualización del problema. Es entonces, cuando la función

ejecutiva, diseña, planes, estrategias flexibles y pertinentes para resolver el

problema, para después diseñar un plan de acción coherente con dichas

estrategias que resuelva la tarea de forma satisfactoria, pero par ello, debe inhibir

respuestas automáticas e impulsivas que interfieren en el proceso de solución. Es

por ello, que la atención debe existir la presencia de la atención encargada de los

procesos de monitorización y de control; la atención sostenida, selectiva y

dividida, participan al hacer un seguimiento a la tanto a la secuencia de acciones

que es evocada de la memoria operativa y que son coherentes con el plan

diseñado por la función ejecutiva para convertirlas en algoritmos matemáticos que

dan cuenta de los proceso de pensamiento realizados por el individuo.

Finalmente en la fase de verificación, convergen cada uno de las funciones

cognitivas, la atención, memoria y lenguaje; al retomar nuevamente en su

conjunto los procesos atencionales en el mantenimiento de la atención voluntaria,

de memoria operativa en la evocación de información del enunciado como de la

secuencia de pasos, el análisis y síntesis verbal para comparar, si son coherentes

y pertinentes con los planes estrategias diseñadas para solucionar el problema

como mecanismo de control y regulación cognitiva que da cuenta de la

61

integralidad y coherencia de las funciones mentales superiores como un acto

intelectivo Luria (1981, 1985).

2.6 EVALUACIÓN EN LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS.

La temática es amplia en relación a las clasificaciones y a los factores que

afectan el éxito en la resolución de problemas matemáticos. La psicología

cognitiva propone 4 modelos sobre los cuales se estudia la representación y el

procesamiento cognitivo al solucionar problemas (Mayer, 1981).

a) Modelos de comprensión: Estudian la comprensión de las relaciones

semánticas que se establecen entre: los elementos planteados en el

enunciado, el modelo de situación, la palabra clave y la representación

interna del enunciado. Riley y Greeno (1988); Riley et al. (1983); De Corte

y Verschaffel, (1987)¸ Vernaud (1982), estos autores consideran que el

contenido, la estructura del enunciado, la sintaxis, el contexto del problema

y el tipo de conocimiento conceptual son factores importantes que inciden

en el grado de dificultad del problema. Proponen tres clases de problemas

matemáticos: cambio, comparación y combinación para evaluar la

comprensión de la estructura semántica de acuerdo al lugar que ocupe la

incógnita dentro del problema.

b) Modelos de esquema: Describen de acuerdo a las características

individuales como los son: la adquisición del conocimiento matemático, la

experiencia previa, la habilidad lectora, la tolerancia a la ambiguedad, la

edad, sexo, habilidades espaciales y el estilo cognitivo etc., la persona

62

selecciona e integra información relevante para lograr una representación

coherente del problema (Mayer, 1981)..

c) Modelos de proceso: Especifican y evalúan los procesos mentales y los

pasos requeridos por una persona mientras realiza o ejecuta una operación

cognitiva que puede ser implícita o explícita por medios escritos o verbales

(Mayer, 1981).

d) Modelos de Estrategia: Estiman el logro de los objetivos mediante el uso de

herramientas y estrategias de pensamiento complejas; la enseñanza,

aplicación de reglas específicas y generales de carácter heurístico Polya

(1965) como lo es, el simplificar el problema, adelante-atrás, medios-fin,

planeamiento y organización de la información.

Para la investigación, se retoman los planteamientos teóricos de Luria (1981)

para la evaluación de la resolución de problemas matemáticos, cuyo objetivo, es

apreciar el funcionamiento intelectual, los procesos cognitivos de una forma

integral. Los problemas utilizados por Luria (1981), evalúan el funcionamiento de

las 3 fases. En la fase de representación se evalúa el funcionamiento de las áreas

posteriores encargadas del procesamiento visoperceptual, los procesos de

análisis-síntesis verbal y conceptualización que se desprenden de las relaciones

semánticas expresadas en el enunciado y la pregunta final del problema, que dan

cuenta de las comprensión de estructuras logico-gramaticales y lógico-

matemáticas.

En las dos fases siguientes: proceso operativo y verificación Luria (1981),

las ubica las anatómicamente en la parte anterior, especialmente, en el lóbulo

63

frontal y prefrontal. En la fase de proceso operativo, la evaluación se encamina al

diseño de un plan, estrategia y secuencia lógica de cada uno de los pasos

requeridos para solucionar el problema de acuerdo a la comprensión del

enunciado; para ejecutar de las operaciones aritméticas necesarias en las que se

debe, inhibir, controlar, respuestas impulsivas y estereotipadas coherentes con la

comprensión del problema. Finalmente en la etapa de verificación se integra la

comprensión del enunciado con el proceso operativo para demostrar, comprobar

los datos del problema y validar el planteamiento matemático realizado para

solucionar el problema.

Los 8 tipos de problemas diseñados por Luria (1981) están diseñados con

un grado de complejidad creciente tanto en el nivel de comprensión del

enunciado como en la planeación y secuenciación de operaciones algorítmicas

intermedias necesarias para encontrar la solución al problema.

a) Problemas simples: tienen una estructura lógico-gramatical simple, el

enunciado hace explicita la operación necesaria para solucionar el problema; no

requiere de operaciones intermedias. (a + b = X; a - b = X).

b) Problemas simples de mayor complejidad: conservan una estructura lógico-

gramatical simple; para solucionarlo se requiere del uso de operaciones inversas

en las que se debe inhibir respuestas automáticas o directas que lo simplifiquen,

en las que no se tiene en cuenta la secuencia de pasos expresada en el

enunciado. (a - x = b; x – a = b).

64

Los problemas siguientes, tienen estructuras logico-gramaticales complejas

en los que el enunciado no explica de manera directa la secuencia de pasos

necesarios o de operaciones intermedias; estas deben ser encontradas a través

de las relaciones verbales, categoriales y sintácticas de los datos del problema.

En este tipo de problemas de mayor complejidad cognitiva, se requiere la

participación de las funciones del lenguaje, ejecutivas, mnésicas y atencionales

sin las cuales no se podría resolver la tarea de forma satisfactoria.

c) Problemas compuestos: la comprensión depende de la palabra clave que

sugiere la realización de una operación intermedia para llegar a la respuesta del

problema. a + (a+b) = x; a – (a-b) = x; a + ab = x

d) Problemas compuestos de múltiples formas: para la solución del problema se

requiere del encadenamiento y secuenciación de varias operaciones intermedias

hasta alcanzar la respuesta. (a + n = x; x + m = z, a + (a+b) + (a+b) - c = x).

e) Problemas compuestos inversos: como en el anterior se debe realizar una

cadena de operaciones intermedias, en las que una de ellas es una operación

inversa para hallar la respuesta final del problema, que se deduce, a partir de los

procesos de análisis las relaciones de los datos del problema.

(a+ b = x; x . m = y; y – n = z).

f) Problemas requieren el uso de 2 ecuaciones: el problema se resuelve a partir

de una operación intermedia en la que se resuelve la incognita y se remplaza en

la segunda ecuación para hallar la respuesta.

(x + y = a; n . x + y = b).

65

g) Problemas de conflicto: para la resolución se requiere inhibir un estereotipo o

impulso a resolver automáticamente al abreviar la operación intermedia, sin tener

en cuenta la secuencia de operaciones enunciadas en el problema.

h) Problemas tipo: estos problemas que a simple vista no tienen solución; solo

el manejo conceptual y semántico de los elementos del enunciado da la claridad

de la estrategia y las operaciones intermedias necesarias para resolverlo.

(x + y = A con x = 2y ó x + y = A con x = y – 2).

3.6.1 FUNCIONES MENTALES SUPERIORES Y SU EVALUACIÓN

3.6.1.1 ATENCIÓN

Luria (1979 p.7), define la atención como: “el proceso selectivo de

información necesaria para la consolidación de programas de acción elegibles, el

mantenimiento y el control permanente sobre el curso de los mismos”.

La atención se hace presente en los procesos cognitivos como la

percepción, el pensamiento, lenguaje, la memoria. Organiza, selecciona e inhibe

información externa e interna no relevante con los objetivos de la tarea. Cuando

una actividad se ha automatizado, la atención se desplaza hacia los objetivos

finales y no se fija en operaciones habituales ya consolidadas; por el contrario, la

actividad que requiere de mayores niveles de conciencia necesita de la

participación de la atención sostenida y selectiva en la detección de elementos,

verbales, perceptuales que sean congruentes con los objetivos propuestos para

resolver la tarea (Luria 1979).

66

El lenguaje permite organiza, dirige, mantiene, regula y prolonga el tiempo

de focalización y activación de la atención por el tiempo necesario para que dure

la actividad. Resalta la información relevante dentro del un contexto específico.

El concepto de atención voluntaria, es propuesto por Luria (1973, 1980)

para describir la actividad y la selectividad de los procesos mentales, este proceso

no sería posible, sin la participación de la atención sostenida que mantiene el foco

atencional el tiempo necesario para la culminación de la tarea. La atención

voluntaria es responsable de ordenar los elementos esenciales de los estímulos

que llegan a nosotros para seleccionarlos entre múltiples opciones posibles y filtra

todos los indicios o huellas almacenadas en nuestra memoria.

Luria (1979), no menciona el término atención dividida, pero este puede ser

equiparado de acuerdo a sus planteamientos teóricos a lo que el denomina como

oscilaciones de la atención, en las que el foco atencional puede moverse u oscilar

de una actividad a otra de forma simultánea según el grado de importancia de

cada actividad en el desempeño de una tarea.

Los lóbulos frontales de acuerdo a los planteamientos de Luria (1979), son

los encargados de regular los estados de alerta, la atención, sostenida, selectiva y

dividida así como las subfunciones de monitorización, control, retroalimentación

de la resolución satisfactoria de la tarea; en caso contrario, cuando no se

soluciona de manera satisfactoria una tarea el lóbulo frontal redirige nuevamente

la atención desde el inicio de la tarea para solucionarla nuevamente de forma

adecuada.

67

Los cambios en el desarrollo de la atención en niños de 8 a 13 años fueron

estudiados por Reebok et al. (1997). El autor observa cambios rápidos en

diferentes componentes de la atención en edades de los 8 a los 10 años en tests

que evaluaban atención sostenida y función ejecutiva en los que el porcentaje de

errores y omisiones que declinan con el incremento de la edad. Esta mejora

atencional fue encontrada en la atención focalizada como un indicador del

decremento en el número de errores cometidos, menor tiempo en tareas de

cancelación de dígitos, transferencia de la atención como indicador el incremento

de respuestas correctas; menos errores perseverativos, un incremento en el

número de categorías en el Wisconsin y un aumento en el almacenamiento de

números en el la prueba de dígitos del Weschler. Los cambios observados fueron

menos rápidos después de los 10 años.

La atención voluntaria puede ser evaluada por medio del uso de series

como lo propone Luria (1979). Los siguientes tests evalúan la atención sostenida

y selectiva test de cancelación de números o letras Diller L, Ben-Yishay,

Gerstman Lj, Goodking R, Gordon W, et al (1974), Test de ejecución continua

(CPT) de Rosvold H.E, Mirsky A.F, Sarason I, Bransome ED y Beck L.H (1956),

en la prueba de Wechsler, Wescher (1995) se encuentran pruebas que valoran la

atención dividida y el control mental, de manera indirecta las demás subpruebas

requieren del unos de la atención sostenida. Las subpruebas de aritmética, dígito-

símbolo del Test de inteligencia de Weschler y retención de dígitos que utilizan

series en progresión y en regresión, se encuentran dentro de las pruebas

psicométricas más utilizadas para evaluar la atención (ver instrumentos).

68

3.6.1.2 MEMORIA OPERATIVA

Para Luria (1979) la memoria se encuentra organizada jerárquicamente en

una serie de eslabones en función del tiempo, graban, retienen, acumulan

información, recuperan y reproducen huellas de una experiencia anterior después

de desaparecer el fenómeno que los origino.

Los estadios propuestos por Luria (1979) para la formación y consolidación

de la memoria son:

La memoria ultracorta o sensorial: almacena información de tipo visual,

auditiva por unos cuantos segundos.

La memoria a corto plazo también ha sido denominada como memoria

inmediata. Badeley y Hitch, (1974, 1977, 1986), consideran la memoria operativa

como un tipo distinto de memoria y la proponen como una unidad multifuncional

que incluye a la función ejecutiva como responsable del control y la regulación de

los procesos cognitivos.

El término de memoria operativa es utilizado para definir la conservación de

una información en tiempo necesario hasta obtener y cumplir con el fin propuesto

(Badeley y Hitch, 1974; Hitch y Badeley, 1977; Badeley, 1986).

La memoria a corto plazo de acuerdo a los planteamientos teóricos de Luria

(1984), desempeña 3 procesos básicos:

a) Codificación: la información que ingresa es etiquetada en la memoria a corto

plazo y se subdivide en dos tipos principales:

69

- Memoria Figurativa: constituida por representaciones polimodales en las que se

integra información proveniente de varios sistemas sensoriales (auditivo, visual,

motor, táctil) que permiten la abstracción del objeto y la formación de una imagen

mental que permita a posteriori el reconocimiento de dicho objeto.

- Memoria Discursiva: la información verbal es etiquetada con códigos

semánticos; esta información permite la construcción de representaciones

conceptuales, abstracciones a los que se les atribuye un carácter lógico o

asociativo que garantizaría su paso, permanencia y durabilidad en la memoria a

largo plazo (MLP).

b) Almacenamiento y procesamiento de información: la información que llega a la

memoria a corto plazo puede ser utilizada de diferentes maneras:

- Transformada o reelaborada a partir del cotejo de información

- Agrupada e integrada con otros elementos que tengan la misma relación

conceptual

- Elaboración de nueva información con la ya preexistente en la memoria a largo

plazo.

La memoria operativa provee y mantiene disponible la información

necesaria para el desarrollo de los procesos cognitivos como lo es la comprensión

del lenguaje, la resolución de problemas aritméticos, tareas de razonamiento

complejo en los que se necesita la elaboración de planes, selección,

recuperación conceptual y regulación de acciones (Badeley y Hitch, 1974; Hitch y

Badeley, 1977; Badeley, 1986; Luria, 1981). En este tipo de tareas la mediación

verbal es un aspecto importante que amplia la permanencia, amplia el volumen

mnésico y enlaza conceptualmente los elementos que deben ser recordados.

70

c) Evocación: Luria (1984); Miller, (1969); Morton (1969,1969) proponen que

mecanismos de recuperación de información mnésica compleja, permiten el uso

de códigos del lenguaje coherentes con la estructura lógica y semántica con la

que fueron codificados y a su vez, permite recuperar conceptos a los que se

encuentran asociados dichos conceptos. El lenguaje es para Luria (1984), un

nexo especial en la transición y recuperación de información de la memoria a

largo plazo hacia la de corto plazo y viceversa.

El recuerdo selectivo de un elemento requiere de un tono cortical

adecuado, el uso de medios, estrategias necesarias que cotejen la señal nueva

con el estímulo previamente almacenado en la memoria a largo plazo y la

inhibición de información irrelevante e interfiriente que no es pertinentes con el

objetivo de la tarea (Kintsch, 1970ª, 1970b; Shiffrin, 1970, Postner 1963, 1969;

Reitman 1970; Luria, 1975 ). Cuanto más frecuente es la señal más se automatiza

y más aprisa responde.

La memoria a largo plazo: la información permanece en estado inactivo por

un tiempo ilimitado a la espera de ser activada por la memoria a corto plazo. Las

huellas almacenadas en este tipo de memoria se han agrupado dentro de códigos

semánticos.

Una de las Baterías diseñadas para evaluar la memoria operativa es el

Test de memoria de trabajo Pickering, S.J, Baques J., Gathercole S.E. (1999) (ver

instrumentos). Las pruebas siguientes evalúan la memoria operativa verbal: Test

de Aprendizaje Auditivo Verbal de Rey (RAVLT) Rey A. (1958), La Batería

71

Neuropsicológica de Luria-Nebraska Golden, Hameke, Purish, (1980), la curva de

memoria verbal desarrollada por Luria (1976), y adaptada por Ardila y Rosselli, el

test de repetición de oraciones hace parte de la Batería diseñada por Spreen y

Benton (1969, 1977) para evaluar la afasia. Algunas de las subpruebas de la

Escala de Memoria de Weschler Weschler (1945), evalúan el componente verbal

y visoperceptual de la memoria operativa.

3.6.1.3 FUNCION EJECUTIVA

El funcionamiento ejecutivo ha sido definido por Luria (1973, 1975 p.29)

como un grupo de funciones reguladoras del comportamiento, “cada actividad

humana comienza con una intención definida dirigida hacia una meta y regulada

por un programa específico que necesita un tono cortical constante”.

El concepto de función ejecutiva usualmente refiere habilidades cognitivas

responsables de controlar y coordinar el desempeño en tareas cognitivas

complejas. Barroso M., y León-Carrión J. (2002) sintetizan el pensamiento de

autores como Luria, (1977); Fuster, (1980); Stuss y Benson, (1984, 1986); Willis y

Matater, (1992), Lezack, (1995); León-Carrion y Barroso, (1997) quienes postulan

que: La función ejecutiva se caracteriza por un conjunto de capacidades que

hacen que el pensamiento se transforme en diferentes acciones necesarias para

funcionar de manera flexible y eficaz, adaptando al individuo a las diferentes

situaciones. Cuenta con un sistema supraordenado que dirige la iniciación de

conductas, controlando la planificación, secuenciación, dirección, pertinencia y

eficacia de la ejecución de cualquier intención conducta y/o tarea.

72

Los lóbulos frontales tienen el rol de regular el tono cortical, los procesos

de activación presentes en la base de la atención voluntaria, procesos cognitivos

mediados con ayuda del lenguaje, verificación de los resultados e inhibición de

impulsos y respuestas irrelevantes. Desempeña un papel importante en la

formación de planes estables, programación de actos complejos e intenciones

capaces de controlar el comportamiento conciente del sujeto (Luria, 1984).

Un planteamiento innovador propuesto por Luria (1973, 1975) es relacionar

las funciones ejecutivas con las funciones intelectuales que intervienen en

actividades de conceptualización, juicio; razonamiento. Dentro del concepto

inteligencia también incluye las capacidades necesarias para resolver cualquier

problema intelectual que a su vez descompone en capacidades como:

planteamiento del problema, construcción de hipótesis resolutivas, ideación de

estrategias para confirmar o rechazar dichas hipótesis y la elección de tácticas

adecuadas; todas estas funciones las define como la ejecución de un programa

de acción orientado hacia el futuro.

El pensamiento elabora conceptos abstractos y formular conclusiones

lógicas que rebasan los marcos de la percepción sensorial, posibilita procesos de

razonamiento lógico inaccequibles por la experiencia directa.

Los procesos logico-verbales establecen nexos entre varias palabras,

enunciados de una oración u objetos; esta relación posibilita los procesos de

categorización, formación de conceptos, resaltar elementos esenciales, análisis

de información en los que realiza análisis complejos por medio de los cuales se

73

forman juicios lógicos o pensamientos sobre los cuales se desarrollan planes y

estrategias de acción mediados por el lenguaje.

La evaluación de la función ejecutiva ha sido evaluada con la aplicación de test

que permiten evaluar las características y funciones mencionadas anteriormente.

Test de Clasificación de Tarjetas del Wisconsin Heaton (1981), Test de Colores y

Palabras de Stroop Golden C.J. (1978), FAS fonológico y semántico de Benton

estandarizada por Ardila A., Rosselli M. y Puente, evocación categorial semántica

de animales Ramier A.M., Hecaen H (1970), (ver instrumentos).

El Test de Cartas de California Delis D., Kaplan E y Kramer J. (1998), Test de la

Torre de Londres Shallice T. (1982) son pruebas que también evalúan la

capacidad de conceptualización, planeación, secuenciación, flexibilidad y

recusividad cognitiva; el Trail Making Test (TMT) Partington J. y Leiter R. (1949)

mide la capacidad de secuenciación, planeación, categorización y monitorización.

3.6.1.4 LENGUAJE

Luria (1985) define el lenguaje como un sistema de signos o símbolos por

medio de los cuales se designan, representan y categorizar los objetos del mundo

exterior, sus acciones, cualidades, relaciones conceptuales a través de códigos.

El lenguaje es un medio de comunicación y un instrumento de codificación

del pensamiento en enunciados; es decisivo para trasmitir información, conceptos

y precisar el pensamiento del propio sujeto.

74

Los procesos verbales como los plantea Luria (1985), son una función

abstracta y categórica que da cuenta del trabajo integrado del sistema funcional

complejo, como manifestación de la actividad mental.

Las representaciones mentales permiten analizar, categorizar objetos,

destacar sus propiedades esenciales; descubrir el significado de una palabra o un

enunciado; el lenguaje es un medio de abstracción, síntesis, generalización,

formación de conceptos que refleja los nexos, relaciones existentes entre

palabras y/o conceptos.

Las palabras no tienen un único significado, las relaciones semánticas

establecidas, la sintaxis, el tipo de tarea a realizar, el contexto y la ubicación de

una palabra o frase, hacen que la persona haga uso del significado o vocablo que

considere pertinente dentro de su repertorio léxico para poder comprender la

palabra, dentro de las múltiples alternativas o conexiones asociadas a dicho

termino, e inhibiendo aquellas que no correspondan o concuerden con la tarea

dada o con el sentido de la palabra, enunciado o del texto. Las operaciones lógico

abstractas o mentales complejas, son capaces de inhibir las impresiones directas

expresadas en el enunciado cuando entran en conflicto con el significado

otorgado a una frase o un enunciado.

La palabra se inserta en un sistema lingüístico de categorías lógicas,

semánticas y representaciones mentales que se complejizan en las diferentes

etapas del desarrollo, varían de una persona a otra, de acuerdo a los nexos y a

las redes conceptuales creadas por el individuo. A mayores asociaciones

semánticas, el pensamiento puede establece mayores nexos entre palabra-

75

concepto, es por esto, que el lenguaje es uno de los fundamentos esenciales para

los procesos de pensamiento (Luria, 1985).

Los conceptos científicos enseñados y aprendidos en el proceso de

instrucción escolar, requieren del uso de conexiones lógicas-abstractas y de

aplicación de procesos de análisis síntesis lógico-verbales a través de los cuales

se denotan las relaciones lógicas entre cosas y se formalizar el pensamiento

lógico-verbal (Luria, 1985).

La comprensión escrita de actividades y tareas escolares, requieren del

entendimiento del contexto general, que solo es posible desde la argumentación

lógica de los datos a partir de una confrontación, correlación, de las palabras

empleadas en el texto según el contexto discursivo, la sintaxis y las relaciones

semánticas establecidas en el enunciado. Luria (1985), sugiere que la

comprensión de un textos simples no requieren de análisis minuciosos para poder

comprenderlos, sino simplemente de su reconocimiento.

Token test De Renzi E. y Vignolo L.A. (1962) es un Test que evalúa la

comprensión verbal en el cual hay un incremento en el nivel de complejidad de los

enunciados y evalúa las relaciónes logico-verbales y proposicionales expresadas

en los enunciados (ver intrumentos). Luria (1985), propone una prueba de

comprensión de estructuras gramaticales lógicas que evalúa inflexiones,

preposiciones, conjunciones y el orden de las palabras en la oración.

76

3.7 EVALUACION CLÍNICA VS COMPETENCIA ACADÉMICA.

La evaluación neuropsicológica utiliza la aplicación de pruebas

psicométricas (atención, memoria, gnosias, praxias, función ejecutiva y lenguaje)

provenientes de la psicología y conceptos propios la neurología, con el fin de

buscar signos y síntomas patológicos que evidencien disfunción cerebral

característicos de un perfil cognitivo-conductual, con sus respectivas debilidades,

fortalezas, estrategias y estilo cognitivo empleado; con el objetivo de establecer

un diagnóstico diferencial entre condiciones clínicas similares e identificar los

síndromes subyacentes a la patología para el diseño de planes, procedimientos

de rehabilitación cognitiva, vocacional y educacional que sirvan como punto para

el seguimiento y la recuperación de los pacientes (Ardila, 1992).

Una condición propia de la evaluación neuropsicológica es la flexiblilidad, la

adaptación a las dificultades y limitaciones de las personas a las que le son

aplicas, con el fin, de establecer el diagnóstico de la problemática presentada por

cada consultante.

Desde el contexto educativo a partir de la nueva Ley General de Educación,

el Ministerio propone, que los colegios e instituciones educativas son las

encargadas de trazar y establecer los indicadores de logro y avance de un grado

a otro de manera autónoma por medio del plan educativo institucional (PEI). Por

lo tanto, el Ministerio de Educación no puede imponer los logros académicos que

deben ser alcanzados, porque estos se derivan del PEI de cada establecimiento y

de las decisiones curriculares locales. El Ministerio puede ayudar a desglosar los

objetivos generales, dimensiones e indicadores de logro para el avance al grado

siguiente por medio de la descripción de subprocesos o dimensiones a alcanzar.

“El Sistema diseñará y aplicará criterios y procedimientos para evaluar la calidad

77

de la enseñanza que se imparte, los logros de los alumnos, la eficacia de los

métodos pedagógicos, de los textos y materiales empleados”, así como otros

aspectos que pretende evaluar el Sistema Nacional de Evaluación (Art. 80 de la

ley 115).

Los estándares pueden considerarse como la selección que hace el

Ministerio o la secretaría de Educación. Una forma de evaluar el aumento de la

calidad educativa, es la de fijar dos tipos de estándares: uno para el mínimo

aceptable de calidad, lo que se suele llamar “estándar mínimo” o “básico”, y otro

para la calidad excelente, que se suele llamar “estándar de excelencia” que son

establecidos por el PEI de cada establecimiento.

Desde el ámbito educativo la evaluación de los alumnos da cuenta de los

estándares y logros alcanzados en cada uno de los subprocesos del área, que

reflejan la habilidad para el desempeño de tareas nuevas, su automatización y

generalización a diferentes situaciones. Las evaluaciones dan cuenta de niveles

de logro y criterios de calidad de la enseñanza. Vasco, C.E. (2002).

4. METODOLOGÍA

4.1 TIPO DE ESTUDIO

El Tipo de estudio a realizar es de corte observacional-descriptivo-correlacional, al

pretender determinar la relación entre el rendimiento en pruebas de atención,

memoria, función ejecutiva y lenguaje con las fases del proceso de resolución de

problemas matemáticos en adolescentes que cursan octavo grado.

78

4.2 DISEÑO

Transversal, porque se aplicarán las pruebas de información, analogías,

vocabulario, comprensión, aritmética y dígitos del WISC III, Token test, memoria

operativa, Wisconsin, fluidez fonológica y semántica, stroop test y el cuestionario

de resolución de problemas matemáticos en un sólo momento del tiempo.

4.3 POBLACIÓN Y MUESTRA

Población de referencia: Adolescentes que cursan 8 grado de la ciudad de

Medellín.

Criterio de inclusión: Estudiantes hombres, matriculados en el grado 8° del

Colegio Fray Rafael de la Serna de la cuidad de Medellín.

Criterios de exclusión: Estudiantes mujeres, matriculadas en el 8° del Colegio

Fray Rafael de la Serna de la cuidad de Medellín.

Poseer alteraciones físicas o sensoriales.

Diseño muestral: La muestra es no probabilística.

Tamaño de muestra: se incluyen todos los hombres que cursen 8º del Colegio

Fray Rafael de la Serna. n= 64.

Después de la aplicación de la batería de pruebas neuropsicológicas se retira un

estudiante y el tamaño muestral se reduce a 63 participantes.

79

De acuerdo a los objetivos de este estudio en el cual se pretende realizar análisis

de correlación entre las variables de interés. Para estos objetivos se pretende

realizar lo siguiente:

Medir la relación mediante el coeficiente de correlación de Spearman. Para esto

el tamaño de muestra requerido se definió de la siguiente manera:

Coeficiente de correlación esperado: Entre 0.40 y 0.60 o superior

Poder del estudio: 0.80

Nivel de confianza 0.95

Con los anteriores parámetros el tamaño de muestra estaría entre 16 y 37.

Los cálculos fueron realizados en el Programa Epidat 3.0 modulo Muestreo-

Calculo del tamaño de muestra para el coeficiente de correlación.

Sin embargo, para el análisis de tipo multivariado con las variables de estudio, se

requieren entre 5 y 10 participantes por cada variable, es por esto, que dada la

cantidad de variables analizadas por la investigación (ver cuadro de variables) y

que el tamaño muestral no es suficiente. Se decide seleccionar las variables con

correlaciones mayores de 40% por cada variable dependiente, para realizar con

ellas el análisis de regresión múltiple y poder seleccionar de esta manera 6

variables como máximo incluyendo la variable dependiente.

Criterios de selección

La muestra: no probabilistica en la que se incluyen todos los alumnos de 8° del

Colegio Fray Rafael de la Serna de la Ciudad de Medellín.

80

Criterios de selección: Se seleccionaron todos los estudiantes hombres que

cursen 8° mayores de 13 años del Colegio Fray Rafael de la Serna y que deseen

participar en el estudio.

4.5 INSTRUMENTOS

Los instrumentos que se aplican son:

4.5.1 Test de Inteligencia para niños Wisc III:

Tercera edición del Test de inteligencia para niños diseñado por David

Wechsler (1994). Es un instrumento clínico de aplicación individual para evaluar la

capacidad intelectual de niños y adolescentes de 6 a 16 años.

Consta de 12 subtest, en los que se evalúa un factor de la capacidad intelectual:

Las subpruebas de la escala verbal son:

Información: Serie de preguntas orales que sondean los conocimientos

acerca de hechos, objetos, lugares y personas. Se suspende después de 5 fallos

consecutivos y se asigna un punto por respuesta correcta. Es una prueba que

evalúa adquisición y consolidación de conocimientos, conceptos generales,

académicos, culturales y adquiridos por medio de la experiencia.

Analogías: Conjunto de pares de palabras que representan objetos o

conceptos expresados oralmente, para que el adolescente explique la relación

conceptual que existe entre ellos. Se suspende después de 4 fallos consecutivos;

se asigna una puntuación de 2 si la respuesta correcta para el grado de

categorización y formación conceptual requerida; una puntuación de 1 si tiene una

idea general del concepto o si es vago; una puntuación de cero a

generalizaciones incorrectas. Esta prueba evalúa la formación de categorías

81

semánticas, conceptos verbales concretos y abstractos, procesos de análisis y

síntesis verbal.

Aritmética: Conjunto de problemas aritméticos que le son leídos oralmente

y resueltos de forma mental, dentro del tiempo estipulado para cada problema.

Se interrumpe la prueba después de 3 fallos consecutivos; se asigna un punto por

respuesta correcta. Después del item 18 el niño lee en voz alta los problemas y se

asigna bonificación en función del tiempo requerido para dar una solución correcta

al problema. Esta subprueba evalúa la capacidad de razonamiento númérico,

cálculo mental, memoria operativa, planeación de algoritmos matemáticos;

distractibilidad e influye en la organización perceptual.

Vocabulario: Serie de palabras presentadas oralmente, para ser definidas

en forma oral. Se suspende después de 4 fallas consecutivas. Se califica con una

puntuación de 2 si la definición describe las características del objeto o concepto;

una puntuación de 1 si es vago o parcial y cero si es errorea o no se comprende

del significado de la palabra. Mide la capacidad de aprendizaje, riqueza de

información e ideas, formación de conceptos, memoria, desarrollo del lenguaje

expresivo y fluidez verbal.

Comprensión: serie de preguntas orales en las que se requiere resolver

problemas de la vida cotidiana, se demuestre comprensión de conceptos y

normas sociales. Se interrumpe después de 3 fallas consecutivas. Se puntúa 2, 1

ó 0 de acuerdo al número de categorías conceptuales expresadas por pregunta.

Mide la capacidad de juicio social, pertinencia social de los actos y emociones

para solucionar problemas de su entorno.

Dígitos: Series de secuencias de números presentados oralmente que se

deben repetir textualmente. En dígitos en progresión se repiten en orden directo y

en dígitos en regresión en orden inverso. Se suspende después de errar en 2

82

intentos consecutivos de la misma serie. Mide memoria auditiva secuencial a

corto plazo, memoria operativa, control mental, atención sostenida, dividida,

procesos automáticos y controlados.

Ordenamiento de Historias: 14 series de historias a color, las tarjetas de

cada serie se mezclan de un modo preestablecido por la estandarización del Test,

para que el adolescente reorganice la historia en una secuencia lógica dentro de

un límite de tiempo. Se interrumpe después de 3 fallas consecutivas. Se asigna

una puntuación de 0 a una organización que no concuerde con la preestablecida

por el Test; las respuestas correctas se califican de acuerdo al tiempo requerido

para realizar la tarea que oscila entre 1 a 5 puntos. Esta subprueba evalúa

secuenciación, capacidad de razonamiento no verbal, seriación, planeación y

verificación.

4.5.2 Test de señalamiento de figuras (Token Test)

De Renzi y Vignolo (1978) diseñaron un Test de uso clínico y aplicación

individual para evaluar compresión verbal en su versión recomendada para la

evaluación del lenguaje receptivo. Se encuentra conformado por 20 fichas, 10

cuadrados y 10 círculos, repartidas en cinco fichas grandes y cinco pequeñas

cada una con un color diferente (amarillo, verde, blanco, rojo y negro). Las fichas

se organizan por tamaño (las más grandes y después las pequeñas) y forma

(primero los círculos y después los cuadrados). Se le solicita a la persona prestar

atención para señalar las órdenes verbales dadas en orden consecutivo y en el

menor tiempo posible. La prueba se suspende después de fallar en 3 o más ítems

de una de las 6 partes en que se encuentra dividida el Test; Se asigna un punto

por respuesta correcta. Esta prueba evalúa comprensión verbal, decodificación

83

semántica, memoria operativa audioverbal, atención sostenida, planeación y

secuenciación de órdenes verbales.

4.5.3 Test de Clasificación de tarjetas de Wisconsin:

Heaton (1981), creó y una prueba de aplicación individual para evaluar la

función ejecutiva y la flexibilidad mental, de gran utilidad en la clínica

neuropsicológica. A versión original original de Heaton consta de 4 cartas

estímulo colocadas frente a la persona. Se le entrega 2 barajas de 64 cartas cada

una para que deduzca el principio o la relación (color, forma, número) entre la

carta estímulo y el lugar en que colocó la tarjeta, orientada por las respuestas del

evaluador (correcto, incorrecto). La tarea finaliza después de completar 6

categorías o colocar las 128 cartas; la prueba se suspende después de realizar

consecutivamente 3 respuestas incorrectas que no pareen con las categorías

preestablecidas.

La prueba evalúa el número de aciertos, errores, número de ensayos,

categorías, errores no perseverativos, errores perseverativos, respuestas

perseverativas, Ensayos requeridos para completar la primera categoría,

respuestas de nivel conceptual, fallas para mantener el principio y aprendiendo a

aprender.

El Test permite evaluar el funcionamiento del lóbulo frontal, en tareas

planeación, secuenciación, conceptualización, categorización, procesos de

verificación y automonitoreo, flexibilidad y recursividad cognitiva; atención

sostenida, distractibilidad; memoria operativa y permite extraer un promedio de

aprendizaje.

84

4.5.4 Test de fluidez verbal

Ardila & Roselli, (1988); Benton & Hamsher, (1976); Roselli, Ardila y Rosas,

(1990); Wertz, (1979), plantearon dos categorías para evaluar la fluidez verbal: la

fonológica (mayor número de palabras producidas por un fonema particular: F, A,

S) y la semántica (mayor número de palabras producidas por dos categorías:

animales y frutas) en un tiempo de un minuto. Se asigna un punto por palabra

correcta, se califican número de aciertos, repeticiones y pérdida de categorías, se

penalizan las palabras derivadas, compuestas y los nombres propios. Es una

prueba sensible a la edad, el sexo y al nivel educativo. Es una prueba que mide el

funcionamiento del lóbulo frontal izquierdo, la fluidez verbal, riqueza del repertorio

lexico, recursividad cognitiva, agilidad mental y el control inhibitorio de respuestas

impulsivas.

4.5.5 Stroop Test de Colores y palabras.

Golden, C. J. (1978), elaboró un test que permite evaluar al atención

dividida y la resistencia a la interferencia. La versión actualizada de la prueba de

STROOP se divide en 4 partes: la primera la persona debe leer los nombres de

colores escritos en tinta negra; la segunda parte, la lectura de la palabra escrita

en escrita en tinta de color; la tercera el color de las XX, y en la última parte se

debe leer el color en que está escrita la palabra omitiendo el contenido verbal. Se

califica el tiempo requerido para la lectura de cada tarjeta, el número de errores y

omisiones cometidas, a las que se les asigna un punto por palabra erronea u

omitida. Las 3 primeras pruebas además de evaluar la atención dividida, selectiva,

requieren del uso de procesos automáticos; en cambio la prueba de interferencia

permite evaluar el funcionamiento del lóbulo frontal, flexibilidad mental, procesos

controlados y la inhibición de respuestas inadecuadas.

85

4.5.6 Batería de Test de memoria de trabajo

La batería de pruebas fue diseñada por Pickering, S.J.; Baqués, S.E &

Gatercole (1999), para evaluar memoria operativa y sus componentes el bucle

fonológico, la agenda visoespacial y el ejecutivo central al retomar los

planteamientos propuestos por Baddeley & Hitch (1974). De esta batería se

extraen 5 subpruebas las 2 primeras evalúan el bucle fonológico, la tercera y la

cuarta el ejecutivo central y la última la agenda visoespacial.

Reconocimiento series de palabras: Es una prueba que permite evaluar la

capacidad de la memoria operativa para mantener una secuencia de palabras.

Se le leen a la persona 2 pares de listas con las mismas palabras, para que

identifique si las dos listas tienen un orden de presentación igual o diferente al

inicial. Se asigna un punto por cada serie reconocida correctamente, no tiene

criterio de suspensión y se leen los 16 pares de palabras.

Recuerdo serial de palabras: se utiliza una lista de palabras bisílabas con

nombres comunes, con una longitud de 3 o más palabras por serie. Se le leen en

voz alta a la persona, posteriormente las debe repetir en el mismo orden en que le

han sido leídas. Se asigna un punto por serie repetida correctamente y se

suspende después de no poder recordar 3 o más secuencias dentro de una

misma longitud.

Amplitud de contar: Esta prueba permite mantener simultáneamente el

mantenimiento y el procesamiento de la información mientras se cuenta uno a uno

los puntos de cada serie y se retiene el resultado de los recuentos que al final de

cada serie debe ser evocado en orden estricto. Se asigna 1 punto por repetir en el

orden correcto el número de series totales; se suspende después de 3 o más

errores en un mismo nivel de dificultad. Es una prueba que evalúa el

86

funcionamiento ejecutivo, atencional y de memoria operativa en la distribución de

recursos cognitivos de dos tareas que deben realizarse de forma simultánea.

Amplitud de escuchar: Este tipo de tareas involucra simultáneamente el

mantenimiento y el procesamiento de información a través del cual se evalúa el

funcionamiento ejecutivo de la memoria de trabajo en la secuenciación y

organización verbal de palabras mientras se realiza otra tarea que requiere

decisión léxica. Es una prueba compleja en su aplicación como para quien la

resuelve. La tarea consiste en contestar verdadero falso a cada una de las frases

leídas y finalmente la persona debe repetir secuencialmente y en orden correcto

las últimas palabras de cada frase. La prueba es de dificultad creciente y para

continuar al nivel superior debe ser capaz de recordar 2 o más series correctas

por nivel. Se asigna una puntuación de 1 por cada serie de palabras

correctamente repetida.

Test de Matrices: mide la memoria de trabajo visoespacial, y procesos de

atención sostenida y selectiva. Para el empleo de esta prueba se aplicó el formato

estático con el fin de recordar patrones bidimensionales conformados por matrices

de cuadros blancos y negros. La prueba consiste en observar por un tiempo corto

la matriz de cuadros blancos y negros, después de unos segundos se le pide que

señale en una matriz de cuadros blancos donde se ubicaban los cuadros de color

negro. La persona para pasar al nivel de dificultad siguiente debe acertar 3 de los

4 ensayos por cada serie; se asigna un punto por la ubicación correcta de todos

los puntos negros dentro de la matriz y la puntuación total son el número de

ensayos realizados correctamente.

87

4. 5. 7 Resolución de problemas Luria (1981).

Para elegir el cuestionario a utilizar en la investigación, se realizó una

búsqueda de cuestionarios que evaluaran dicho constructo y que tuviera una

estrecha relación con el tipo de problemas matemáticos utilizados para ese grado.

Se concluyó que el cuestionario que más se acercaba a los objetivos de la

investigación era el planteado por Luria (1981), por la afinidad con los

planteamientos teóricos que se retoman en este estudio, la aplicabilidad y la

pertinencia de los problemas matemáticos con los lineamientos educativos

propuestos para el grado 8° y por su coherencia con la metodología efectuada en

el colegio.

A partir de este marco de referencia, en la fase inicial, se diseña un

cuestionario con 16 problemas, 2 problemas por tipo, con complejidad progresiva

en el número de algoritmos y operaciones intermedias requeridas para su

resolución, de acuerdo a lo propuesto por el autor. Para mantener esta paridad

por problema, se adicionó en el tipo 5, un problema similar, en el que la palabra

clave sugiere una operación inversa con el mismo número de operaciones

intermedias y en el tipo 8 se redacta el mismo problema y sólo que se remplaza la

palabra clave por una con igual significado semántico, en el que tampoco se

modifican el número de operaciones intermedias requeridas.

Con este cuestionario se buscó: estimar el nivel de representación del

problema, las relaciones conceptuales expresadas en el enunciado y el

entendimiento de la palabra clave. Se diseñaron 5 preguntas por problema que

están formuladas en forma explícita o implícita y se ubicaron aleatoriamente sin

tener en cuenta el grado de dificultad de cada una de ellas. Para evitar que las

preguntas sesguen el proceso operativo y que el alumno tenga que volver a

repetir nuevamente la resolución del problema, se decidió aplicar este

88

cuestionario una vez finalizado la resolución del proceso operativo y la verificación

de los problemas matemáticos.

El cuestionario que evalúa el proceso operativo requiere de la explicación

escrita paso a paso de cada una de las operaciones matemáticas requeridas para

solucionar el problema, para ello se diseñó un ejemplo con un instructivo, pasos

requeridos y los criterios que se califican por problema; a continuación se

enuncian los problemas matemáticos; se anexa una hoja dividida en dos partes,

una para la realización del proceso operativo de cada problema y la otra para la

verificación (ver anexo 4). La verificación requiere que el alumno pueda

comprobar cada uno de los datos del problema por medio de operaciones

matemáticas y demostrar porqué lo resolvió de esa forma. Para su evaluación se

utilizó el mismo criterio que en el proceso operativo el cual tiene un ejemplo y en

la hoja anexa debe escribir las comprobaciones por cada problema

matemáticamente.

El diseño de este instrumento se realiza una prueba piloto con 20

estudiantes de 7° para calibrar el funcionamiento del instrumento, determinar los

ajustes pertinentes, unificar un sistema de calificación y brindar un primer

acercamiento con los posibles resultados que se pueden encontrar en la

recolección de los datos.

A partir de los resultados obtenidos se realizan algunas modificaciones: Por

la extensión, lo denso, dispendioso y fatigante que era el diseño del anterior

cuestionario se opta por separarlos en dos cuestionarios, se reparten

equitativamente los problemas de acuerdo al tipo y grado de dificultad observado

en la prueba piloto.

89

Se hacen algunos ajustes en la redacción y precisión conceptual de

algunos términos: en el cuestionario I problema cuatro se cambia quintales por

bultos; en el cuestionario II problema dos se especifica el tipo de madera utilizada

(Cedro y roble), en el problema 7 se aclara en la pregunta cuantas veces es más

larga la sombra que el lápiz. Se reacomodan en el cuestionario de representación

algunas preguntas de acuerdo al grado de complejidad para hacer los problemas

más comprensible al nivel del estudiante.

Se diseña un sistema de calificación para cada una de las fases propuestas

para la investigación: En el cuestionario de representación se asigna un punto por

respuesta correcta por cada una de las 5 preguntas por problemas y el total es la

sumatoria de las respuestas correctas; adicionalmente las preguntas se

clasificaron en implicitas, explicitas y para cada una de ellas se suma el número

de aciertos. Para la calificación del proceso operativo, la puntuación va en

aumento de acuerdo al nivel de complejidad de los algoritmos, al número de

operaciones intermedias requeridas para la correcta solución del problema, a la

presencia o ausencia del planteamiento de los datos; la puntuación varia entre (0

a 6) de acuerdo al tipo de problema. La calificación de los problemas de

verificación asigna puntuaciones en orden creciente al número de datos

comprobados matemáticamente (0 a 4), (ver anexo 4). Los cuestionarios no

tienen criterio de suspensión, se aplican todos los problemas sin importar el

número de fracasos.

Los cuestionarios de solución de problemas se aplicaron: el primero en

sesión individual, sin límite de tiempo y con la observación del evaluador del

desempeño en el transcurso de la prueba. El segundo cuestionario tuvo aplicación

colectiva, sin límite de tiempo. En la aplicación de uno y otro cuestionario se

realizó un intervalo de 15 días.

90

Después de la prueba piloto también se elaboró un cuestionario para el

observar el cada una de las fases propuestas: en la fase de representación se

tiene en cuenta la comprensión del enunciado, la palabra clave, si lo relee más de

una vez, si tiene una adecuada representación interna, conoce la pregunta del

problema y puede explicarlo etc. En el proceso operativo se califica si expresa de

forma verbal o escrita cada uno de los pasos del problema, planteamiento de los

datos, uso de operaciones intermedias, cambia de manera flexible conceptos y

operaciones. En la verificación se tiene en cuenta la verificación intelectiva,

operaciones requeridas para la comprobación y si coteja información con los

datos del problema. Para cada uno de estos ítems se califica 1 si se encuentra

presente y 0 si esta ausente; por cada fase se obtiene una puntuación total y

también se extrae la puntuación total del cuestionario del observador.

4.4 VARIABLES

CUADRO OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES SOCIODEMOGRAFICAS

Nombre de la variable

Definición operacional Naturaleza Nivel de Medición

Valores

Edad Número de años cumplidos Cuantitativa Razón 13-16 Nivel socioeconómico

Estrato económico al que pertenece

Cualitativa Ordinal 2 a 6

Grado de escolaridad

Número de grados cursados y aprobados

Cuantitativa Razón 8

Años en el colegio Número de años cursado en el co legio.

Cualitativa Ordinal 1 a 11

Repitencia escolar Número de años reprobados en los que repite el año cursado

Cualitativa Ordinal 0 a 2

Notas primer bimestre Matemáticas

Rendimiento académico en la materia de mátemáticas el primer período del 2006

Cuantitativa Ordinal Insuficiente a excelente

Notas segundo bimestre Matemáticas

Rendimiento académico en la materia de mátemáticas el segundo período del 2006

Cualitativa Ordinal Insuficiente a excelente

Escolaridad del padre

Número de años cursados en escolaridad básica, formal y profesional

Cualitativa Nominal Según valores de rango asignados

Escolaridad de la madre

Número de años cursados en escolaridad básica,

Cualitativa Nominal Según valores de rango

91

CUADRO OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES SOCIODEMOGRAFICAS

formal y profesional asignados Diagnóstico previo

Consultas anteriores con especialistas por dificultades, psicologicas, comportamentales y del aprendizaje

Cualitativa Nominal Según valores de rango asignados

Total criterios TDAH

Número de cr i ter ios posi t ivos para e l trastorno por déf ic it de atención e h iperact iv idad según e l DSMIV-TR

Cualitativa Nominal Según valores de rango asignados

Criterios Hiperactividad impulsividad

Número de criterios positivos para hiperactividad e impulsividad según el DSM- TR

Cualitativa Nominal Según valores de rango asignados

Nivel intelectual

Coeficiente normal muy bajo asignado valor: 1 Coeficiente intelectual normal promedio asignado valor: 2 ; según criterio de estandarización de la prueba WISC III

Cuantitativa Razón 58 a 110

OPERACIONALIZACIÓN VARIABLES DE ANÁLISIS Nombre de la variable

Definición operacional Naturaleza Nivel de Medición

Valores

Coeficiente de comprensión verbal

Capacidad de comprensión en tareas de definición, comparación, conceptualización y recuerdo de información verbal

Cuantitativa Razón 0 a 36

Comprensión verbal

Número de aciertos en una prueba de seguimiento de instrucciones

Cuantitativa

Razón 62 a 114

Función ejecutiva

Habilidades de conceptualización y categorización con el monitoreo del pensamiento verbal

Cuantitativa

razón

Fluidez y rapidez verbal

Número de palabras que se producen en una categoría particular en un límite de tiempo

Cuantitativa Razón De acuerdo al límite de tiempo

Atención

Total de respuestas correctas en pruebas que requieren la distribución y permanencia de recursos atencionales y mnémicos en la selección y evocación de información relevante.

Cuantitativa Razón 0 a 18

Stroop test

Eficacia (aciertos) y eficiencia (tiempo) en ejecución de tareas que requieren control serial

Cuantitativa Razón De acuerdo al límite de tiempo

92

Memoria de trabajo

Memoria a corto plazo vinculada al control del ejecutivo central en el seguimiento de la ejecución de tareas cognitivas (verbales o visoperceptual)

Cuantitativa

Razón

0 a 20

Representación

Comprensión del planteamiento y la pregunta a resolver

Cuantitativo Razón 1 a 40

Proceso operativo

Número y serie de operaciones mentales primarias e intermedias para resolver el problema

Cuantitativo Razón 0 a 41

Verificación

Automonitoreo y comprobación de resultados en la ejecución del problema

Cuantitativo Razón 0 a 30

4.6 PLAN DE ANÁLISIS ESTADÍSTICO

La base de datos se digitó inicialmente en Excel versión 2003 y después se

exportó al programa SPSS versión 12. Se realizaron varios controles de digitación

y criticas al dato que permitieron aún en el análisis descriptivo cotejar la veracidad

de los resultados ingresados al sistema. Los cuestionarios fueron revisados

rigurosamente en su calificación para descartar cualquier tipo de error.

Primero se realizó un análisis descriptivo de los datos. Para las variables

sociodemograficas y clínicas: como la edad, estrato socioeconómico, años en la

institución educativa, repitencia escolar, notas obtenidas en el 1° y segundo

bimestre del 2006, edad y escolaridad de los padres; diagnóstico clínico previo,

criterios para deficiencia atencional con hipeactividad etc. los resultados se

expresan en frecuencias y porcentajes.

Para la descripción de las variables de resolución los datos se presentan

en función de frecuencias y porcentajes según el número de aciertos por

problema. Las variables neuropsicológicas de naturaleza cuantitativa se

comprueba el supuesto de normalidad con la prueba de Kosmogoroff para

93

muestras mayores de 50, histogramas, medidas de tendencia central (media,

mediana, desviación típica, varianza, límite superior e inferior) y dispersión

(asimetría, curtosis, máximo-mínimo).

Segundo: Se hizo pruebas de correlación entre pruebas neuropsicológicas

con las pruebas de resolución de problemas para cuantificar el grado de esta

relación. Se calculó el coeficiente de correlación de Spearman entre las

ejecuciones de las pruebas de lenguaje y la fase de representación de la

resolución de problemas; las pruebas de función ejecutiva con la fase de procesos

y estrategias; la atención con las fases de representación y procesos-estrategias;

las pruebas de memoria operativa con las fases de representación y procesos-

estrategias.

Tercero se aplicó el análisis de regresión múltiple para establecer si existen

relaciones entre la variable dependiente (variables del cuestionario de resolución

de problemas matemáticos), con la variable independiente (pruebas

neurosicológicas), determinar si la variable independiente puede explicar los

resultados obtenidos en la variable dependiente.

Al plan de análisis inicial se le realizaron posteriormente algunas

modificaciones de acuerdo a los datos encontrados: Para la descripción de

variables neuropsicológicas y de resolución de problemas se debió controlar la

variable nivel intelectual y se crearon 2 grupos. Al dividir la muestra se realizó un

anova paramétrico de un factor que cumplío con los supuestos de homogeneidad

de varianza.

94

5. CONSIDERACIONES ETICAS

5.1 Aspectos éticos del estudio

Los lineamientos éticos que se tienen en cuenta en la para la realización de la

investigación en resolución de problemas matemáticos en adolescentes que

cursan 7° son: el ingreso al estudio los participantes será al azar; a los alumnos y

padres seleccionados se les enviará una notificación en la que conste de forma

explícita los objetivos del estudio y su finalidad, haciendo énfasis en la

confidencialidad de los datos recogidos, en los cuales se tendrá estricta reserva.

Se les aclarará a los participantes el bajo riesgo físico, emocional y psicológico

que se corre al participar en la investigación.

La decisión de participar en el estudio es libre, espontánea, sin ningún tipo de

presión o engaño; su retiro será igualmente voluntario cuando ellos lo consideren

pertinente. Se aclarará que el investigador no tiene ningún tipo de lucro

económico del cual pueda sacar beneficio y que de igual forma, la participación de

Función Ejecutiva

Memoria operativa

Lenguaje

Fase Representación

Verificación

Procesos y estrategias

Atención

95

las personas que conforman la muestra debe ser libre, desinteresada, sin esperar

ningún tipo de retribución económica o de otra índole.

Después de expresar y de dar a conocer las condiciones de la

investigación, el papel que desempeña el investigador, la responsabilidad y las

obligaciones que asumiría cada uno de los participantes se les entrega el

consentimiento informado para que las que estén interesadas en participar

libremente sin coerción alguna se vinculen al estudio y firmen el consentimiento

inconformado y la aceptación de los lineamientos establecidos para la

participación en el estudio.

La selección de la muestra aleatoria evita la aparición de sesgos en la

selección de la muestra. Se garantizará la correcta aplicación y uso de

instrumentos psicométricos, la transparencia en los resultados obtenidos por

medio del empleo de las pruebas neuropsicológicas de diagnóstico clínico, así

como la correcta observación del desempeño en tareas de solución de problemas,

en un ambiente adecuado que la institución educativa facilite para la realización

de la evaluación. Lo anterior permite descartar la presencia de sesgos

metodológicos que el investigador buscará controlar; así como el falseo de los

resultados con el objetivo de confirmar las hipótesis planteadas. Por el contrario

los sesgos aleatorios son inherente a todo estudio, no se pueden controlar e

interfieren en los resultados; se espera que en esta investigación la probabilidad

de error sea baja.

Finalizada la investigación se hará una retroalimentación a la institución

educativa de los resultados obtenidos y a cada uno de los participantes previo

acuerdo se hará una devolución verbal o escrita según sea el caso.

96

La investigación se dirige por unos lineamientos y políticas claras que están

delimitadas por la teoría y el método seleccionado para este estudio; al presente

estudio no se vincula ningún tipo de ideología o planteamiento político que se

beneficie o pueda sacar provecho de los resultados encontrados. Por lo tanto se

busca a través de este estudio buscar el bien común, como resultado de los

aportes encontrados y no el lucro personal o institucional. Por eso, la presente

investigación puede ser utilizada con fines educativos en la formación de alumnos

de pregrado o de maestría que encuentren en ella elementos teóricos-

conceptuales y metodológicos que fortalezcan su proceso de formación

académica.

5.2 FUNCIONES DEL PERSONAL DEL EQUIPO DE INVESTIGADORES

5.2.1 Investigador Principal:

Asumir todas las responsabilidades académicas, científicas y legales del

proyecto y su ejecución. Hacer la coordinación general del equipo y programar las

actividades. Será responsable de la difusión nacional e internacional de los

resultados de la investigación. Además se encargará de la recolección

bibliográfica, de la ejecución operativa del proyecto y participarán en el análisis

estadístico. Orientar y entrenar a los auxiliares de investigación en el proceso

investigativo, en el uso instrumental y en la recolección de datos confiables.

Presentará informes preliminares y el informe final en forma de un trabajo de grado.

5.2.2 Tutor

Aportarán orientación en torno a los modelos teóricos dentro del cual se

enmarca el proyecto para garantizar la coherencia epistemológica, facilitarán

97

bibliografía y conjuntamente con el investigador principal servirán de soporte

académico y científico a la investigación. Será responsable conjuntamente con el

investigador principal de la ejecución del proyecto. Su función será de coautor.

5.2.3 Asesor Metodológico:

Participará haciendo sugerencias para el diseño del proyecto y para las

correcciones que se indiquen por parte del tutor o por parte de los evaluadores

externos. No se considera coautor del proyecto

5.2.4 Asesor Estadístico:

Definirá de acuerdo con el investigador principal, con el tutor y con el asesor

metodológico el tipo de pruebas y programas estadísticos a usar para lograr el

análisis propuesto en los objetivos. Asesorará al investigador principal y al tutor en la

definición del tamaño de la muestra para que la investigación tenga la mayor validez

posible. No se considera como coautor del proyecto.

6. RESULTADOS

6.1 Descripción sociodemográfica de la muestra

El estudio se realizó, con 64 participantes, todos de sexo masculino que al

momento del estudio cursaban Octavo Grado de Básica Secundaria en el Colegio

Fray Rafael de la Serna de la ciudad de Medellín en el período comprendido entre

Marzo y Diciembre del 2006.

98

Según se presenta en la tabla Nº 1 Las edades mas representativas del

grupo están entre los 13 y 14 años que corresponden a un 84.37% de la

población evaluada, ubicada en el rango esperado para cursar el grado y tiene

estrecha cercanía con el 81,25% de los estudiantes que no han repetido ningún

grado, de los cuales se asume que cuentan con un desarrollo cognitivo esperado

para su edad y nivel educativo actual. El 16% restante (12 alumnos) de la muestra

tiene un desfase escolar de un año o más, el cual, refleja igualmente próximidad

con el 18% de repitencia escolar en los alumnos entre 15 a 16 años de los cuales

se tienen sospechas de problemas en el rendimiento académico y bajas

puntuaciones en su desempeño cognitivo e intelectual.

El número de años que llevan cada uno de los participantes, se ha tenido

en cuenta, en cuanto el Colegio Fray Rafael de la Serna basa su sistema de

enseñanza de las matemáticas en el método de Polya como respuesta a las

demandas exigidas por las pruebas Saber que enfatizan en la solución de

problemas como aspecto importante de la evaluación para determinar las

competencias en el área de matemáticas.

El rango de retención escolar más amplio corresponde al 79,4% de la

población evaluada, valor que corresponde a los discentes que han cursado sus

estudios en el colegio desde preescolar o primer grado, el 20% faltante tiene en

mínimo de permanencia entre uno y seis años, de los cuales el 12% ha ingresado

en estos últimos 3 años. La metodología en la enseñanza de solución de

problemas se implementó en el colegio desde hace 3 años, garantiza que el 85%

de la muestra se ha incorporado a la nueva metodología de enseñanza.

99

Tabla Nº1. Características sociodemográficas y rendimiento intelectual de los

estudiantes del octavo grado del colegio Fray Rafael de la Serna

Edad F % Estrato socioecomico F % 13 años 24 37,5 Bajo 4 6,25 14 años 30 46,87 Medio bajo 32 50 15 años 7 10,93 Medio alto 23 35,93 16 años 3 4,68 Alto 4 6,25

Repitencia Años en el colegio Ninguna 52 81,25 1-6 13 20,63 Un año 10 15,62 7- o mas 50 79,4 Mas de un año 2 3,12

Notas 1 Bimestre Matemáticas

Notas 2 Bimestre Matemáticas

Deficiente 21 32,8 Deficiente 27 42,2 Aceptable 35 54,7 Aceptable 30 46,9 Bueno-excelente 8 12,5 Bueno excelente 7 11,0

Coeficiente verbal Coeficiente de ejecución Bajo 23 39,1 Bajo 32 50,0 Promedio 41 60,9 Promedio 32 50,0 Coeficiente Intelectual total

Bajo 27 46,9 Promedio 37 53,1

Edad del padre Edad de la madre < 39 años 4 8,33 < 39 años 19 38,77 40 a 50 35 72,91 40 a 50 27 55,10 50 o> 9 18,75 50 o> 3 6,12

Años de estudio Del padre

Años de estudio De la madre

Básica primaria 9 18,36 Básica primaria 2 4,16 Básica secundaria 13 26,53 Básica secundaria 20 41,66 Nivel técnico 10 20,4 Nivel técnico 9 18,75 Profesionales 17 34,68 Profesionales 17 35,4

En el 1° semestre académico del 2006, el 67,2% cumplió con los logros, en

el 2° semestre disminuyó a un 57,9%; estos datos evidencian que alrededor del

50% de los estudiantes tienen rendimiento promedio, entre el 30 y 40% deficiente

y solamente un 12% tiene un rendimiento y nivel de aprendizaje mayor al

promedio del curso.

100

El nivel intelectual obtenido en la muestra a nivel general, como en la

subpruebas verbal y manipulativa se ubica en un rendimiento promedio y bajo en

proporciones cercanas. En la escala verbal el 60% logra un desempeño promedio

con respecto a un 39,1% bajo; en la sub-escala manipulativa se distribuye en dos

mitades, un 50% promedio y el otro 50% bajo. En ambas escalas se encuentran

resultados similares en la distribución de ambos grupos, pero en la escala verbal

se observa un discreto aumento del promedio. El rendimiento intelectual global de

ambos grupos también se distribuye homogéneamente en un 46,9% con un nivel

intelectual bajo y un 53,1% con un desempeño intelectual promedio.

El 91,7 de los padres y el 61% de las madres son mayores de 40 años, lo que

sugiere una diferencia significativa en las edades de ambos, al ser menor la

proporción de madres con más de 40 años y mayor la proporción en edades

menores de 39 años en comparación con la de los padres. En el nivel educativo

de ambos progenitores muestra una representación cercana al 50% para los

niveles técnico, profesional y especializaciones, con un mayor número de mujeres

que hombres en este tipo de cargos; en el 50% restante son las mujeres quienes

tienen un nivel de escolaridad de Bachiller en un 42% en contraposición a un 27%

de los hombres, el porcentaje faltante corresponde a los progenitores con un nivel

de escolaridad de básica primaria. Los datos anteriores evidencian que en su

mayoría los alumnos cuentan padres que tienen un nivel socio-económico,

educativo e intelectual dentro de los parámetros esperados, en el cual se

descartan la influencia de estas variables en los resultados encontrados.

101

Tabla Nº2. Problemas atencionales y comportamentales en los

estudiantes de Octavo grado del colegio Fray Rafael de la Serna.

Criterios Trastorno por déficit atencional

F % Criterios para Hiperactividad Impulsividad

F %

Cinco o menos 8 76,47 Cinco o menos 45 88,2 Seis o más 12 23,53 Mas de cinco 6 11,8

Sintomatología Diagnostico previo Ausencia de síntomas 39 76,47 Ninguno 55 85,93 Inicio antes de 7 años 12 23,52 Con diagnostico 9 14,07

Manifestaciones clínicas Areas afectadas Ninguno 8 15,68 Ninguna 15 29,41 En la casa 15 29,41 Rendimiento académico 30 58,82 En el colegio 11 21,6 Interacción social 3 5,88 Casa colegio 17 33,33 Interacción social y escolar 3 5,88

Los datos que el colegio posee de estudiantes con diagnóstico clínico

previo y los criterios del DSMIV-TR Para Trastorno por Déficit de atención con

hiperactividad aplicados a los padres aportan cifras en los que informan que entre

el 80 y 85% no tienen ningún tipo de dificultad en el rendimiento académico y

comportamental. Los datos de la sospecha de déficit atencional son cercanos con

el 23,52% de adolescentes que inician la sintomatología antes de los 7 años y con

el número de diagnósticos realizados por profesionales de la salud en un 14,07%.

Las dificultades que perciben los padres en sus hijos se centran en un 58%

en dificultades en el rendimiento académico y en problemas relacionados con el

manejo de la norma en el hogar y en el colegio aproximadamente entre un 30 a

50%; el 11,6% restante manifiesta dificultades de socialización, comunicación y

relación con sus iguales.

La descripción de las variables sociodemográficas confirman la presencia

de homogenidad muestral en el rendimiento académico, nivel de desarrollo

cognitivo, tiempo de permanencia en la institución educativa, estrato socio-

económico, oportunidades culturales, edad y escolaridad de los padres.

102

En el estudio se controlaron las variables método de enseñanza, escolaridad,

sexo y el coeficiente intelectual.

6.2 Validez y objetividad del cuestionario de solución de problemas

matemáticos.

Los cuestionarios de resolución de problemas a pesar de no estar estandarizados

a la población, los análisis de fiabilidad y validez de cada uno de los cuestionarios

por separado, como del cuestionario total, son satisfactorios y como resultado son

objetivos y tienen consistencia interna para evaluar el constructo de resolución de

problemas (ver tabla 3).

Tabla 3 Análisis de fiabilidad de los cuestionarios de solución de

Problemas matemáticos

Alfa de Cronbach GL1 Gl 2 F p

Cuestionario 1 .862 63 23 68,59 ,000

Cuestionario 2 .909 63 23 53,74 ,000

Cuestionario total solución problemas

matemáticos

.891 63 23 76,11 ,000

6.3 Descripción cognitiva de las puntuaciones obtenidas en las Pruebas

Neuropsicológicas.

Si bien el CI no era una variable de análisis y de acuerdo a los resultados

encontrados se estimó conveniente controlar el impacto que tiene el rendimiento

intelectual en los datos encontrados en la muestra y dividirla en dos grupos: el

primero compuesto por niveles CI iguales o menores de 85 y el segundo grupo

por CI mayores de 86.

Las puntuaciones obtenidas en las pruebas neuropsicológicas (ver ANEXO

5) permiten comparar los resultados de ambos grupos con respecto a los baremos

y estandarizaciones de las pruebas neuropsicológicas aplicadas de acuerdo a la

edad de los participantes que conforman la muestra.

103

En las pruebas neuropsicológicas del lenguaje, el grupo con nivel

intelectual <86 tiene puntuaciones dentro del rango medio bajo en cada una de las

pruebas aplicadas; el grupo con CI menor de 85 logra puntuaciones entre la

primera desviación estándar y puntuaciones alrededor el límite inferior en todas

las pruebas de lenguaje empleadas, las puntuaciones de éste último grupo

evidencian un bajo rendimiento y en algunos de ellos se sospecha de la presencia

de dificultades a nivel del lenguaje.

El grupo con CI mayor de 85 en pruebas de función ejecutiva alcanza

puntuaciones dentro de rangos de normalidad en las pruebas baremadas que se

aplicaron: ensayos totales del Wisconsin, total errores, errores no perseverativos y

aprendiendo a aprender; en historietas y fas fonológico se ubican alrededor del

límite inferior y la primera desviación estándar a la izquierda. El grupo con CI

menor de 85 tiene un desempeño dentro del promedio normal, con un mayor

número de ensayos totales del wisconsin, errores no perseverativos y de

capacidad de aprendizaje (aprendiendo a aprender); la puntuación en el total de

errores se ubica cerca al límite superior y la primera desviación estándar a la

derecha, por el contrario los resultados del fas fonológico se sitúan alrededor del

límite inferior hasta la primera desviación estándar a la izquierda, e historietas

cobija desde el límite inferior hasta la segunda desviación estándar a la izquierda.

En las pruebas neuropsicológicas de atención el grupo con un nivel

intelectual mayor de 86 obtiene un rendimiento medio bajo en cada una de las

pruebas utilizadas como son: aritmética, ausencia de distractibilidad, dígitos en

progresión y dígitos del Wisc III, con menores resultados para el grupo con más

bajo desempeño intelectual.

104

Las pruebas que evalúan memoria operativa en el grupo con CI mayor de

86 muestran un buen desempeño en las pruebas de matrices, amplitud de

escuchar, amplitud de contar. El nivel serial hallado en amplitud de contar es

similar al grupo con mayor nivel intelectual y en amplitud de escuchar el

desempeño es más bajo en comparación al otro en ambas pruebas. En el test de

matrices; los dos grupos muestran buenas puntuaciones, así, como son mucho

mejores los resultados este tipo de pruebas visoperceptivas y visoespaciales que

en las demás áreas evaluadas en la memoria operativa.

6.4 Comparación de los grupos en pruebas neuropsicológicas.

En la tabla 4 se encuentran las comparaciones realizadas entre el grupo

con CI mayor de 86 y el grupo con CI menor de 85 para cada una de las

funciones neuropsicológicas evaluadas.

En las pruebas neuropsicológicas de lenguaje se observa que existen

diferencias significativas entre los dos grupos en pruebas verbales. En las

pruebas de información, analogías, vocabulario, CI verbal, coeficiente verbal son

claras las discrepancias entre las puntuaciones de ambos grupos, a pesar de la

cercanía entre ambos puntajes; en el token test se encuentran diferencias entre

los grupos a pesar del pequeño traslape que existe entre los resultados.

Las discrepancias encontradas, confirman que el grupo de CI mayor de 86

tiene un rendimiento medio bajo en pruebas verbales y en el grupo con CI

menores de 85 los resultados son bajos y limítrofes confirmados por las

puntuaciones mínimas y máximas para cada una de las pruebas verbales.

105

Tabla 4. Comparación de los grupos con rendimiento promedio y bajo

en pruebas neuropsicológicas.

n=27 n=37 CI menores de 85 CI mayores de 86

× DS Min Max × DS Min Max F (g l1)

p

Información 6,44 3,33 1 11 11,03 2,89 4 18 34,46 0,000 Analogías 6,93 2,77 1 11 10,22 1,70 7 14 34,45 0,000

Vocabular io 5,63 2,42 1 9 8,49 2,29 2 12 23,12 0,000 CI verbal 79,63 9,46 62 94 94,84 8,95 80 114 42,90 0,000

Coef verbal 79,04 10,19 63 99 94,54 9,21 79 113 40,41 0,000

LE

NG

UA

JE

Token 32,33 2,20 27 35 33,41 1,75 29 36 4,69 0,034 Histor ietas 4,56 2,76 1 10 6,46 2,98 1 14 6,748 0,012 Wisconsin

errores 41,56 20,95 14 77 30,75 15,734 11 83 5,47 0,023

Ensayos to ta les

112,48 19,01 76 128 101,03 24,05 48 128 4,164 0,046

Errores no perseverat ivos

18,96 9,99 7 49 14,36 7,00 3 34 4,62 0,036

Aprendiendo a aprender

-0,07 0,36 -0,92 0,94 0,138 0,30 -0,42 0,91 5,26 0,026

FU

N.

EJ

EC

UT

IVA

Fas fonológ ico 20,44 5,10 7 31 26,30 6,48 14 40 15,13 0,000 Ar i tmét ica 7,48 2,225 3 13 9,38 2,851 5 16 8,26 0,006

Díg itos 7,07 2,26 3 13 8,70 2,32 5 14 7,83 0,007 Díg itos progre 7,41 1,44 5 10 8,43 1,38 5 12 8,22 0,006

AT

EN

CIÓ

N

Ausencia distract ib i l idad

85,22 9,39 67 101 95,22 12,376 75 129 12,38 0,001

Matr ices 14,63 1,84 11 19 15,86 2,15 12 20 5,69 0,020 Matr ices ser ie 11,56 2,10 9 16 13,14 2,52 9 16 7,00 0,010 Recuerdo de

palabras serie 4,11 0,69 3 5 4,64 0,68 3 6 9,04 0,004

Ampl i tud de escuchar

5,56 1,88 2 8 7,06 2,618 3 13 6,36 0,014

Ampl i tud de escuchar

ser ies

2,81 0,87 2 6 3,42 0,84 2 6 7,60 0,008

Ampl i tud de contar

10,63 2,80 5 15 13,33 2,67 7 17 15,14 ,000

ME

MO

RIA

OP

ER

AT

IVA

Ampli tud de contar ser ies

4,15 0,90 2 6 4,86 0,68 3 6 12,68 0,001

Las pruebas de función ejecutiva señalan diferencias estadísticamente

significativas entre los grupos en el: número de errores del Wisconsin, errores no

perseverativos, aprendiendo a aprender, número total de ensayos; Fas fonológico

e historietas del WISC III.

En las pruebas de historietas, fas fonológico y aprendiendo a aprender se

observa con mayor claridad las distancias entre las puntuaciones de cada grupo;

106

en errores del Wisconsin, ensayos totales y errores no perseverativos se aprecian

discretos traslapes entre los grupos.

Las puntuaciones mínimas y máximas en las pruebas de función ejecutiva

favorecen al grupo con CI mayores de 86 especialmente en fas fonólógico 14 - 40,

aprendiendo a aprender -0,42; 0,91, errores no perseverativos 3 -34 en el que

este grupo demuestra tener mejores resultados que el grupo con CI menor. En

errores del wisconsin el grupo con CI mayor tiene un rango más amplio en las

puntuaciones 11-83 en comparación al otro grupo, pero es la media del grupo,

quien demuestra que la mayoría de los resultados se ubican hacia la puntuación

mínima en el grupo con CI<86, en cambio los que tienen CI >85 los datos se

agrupan hacia la puntuación máxima del rango.

En historietas ambos grupos tienen rangos similares pero es el grupo con

CI mayor de 86 quien aventaja al otro grupo en 4 puntos 1-4; del mismo modo en

el número de ensayos totales este mismo grupo tiene un rango más amplio 48–

128 en comparación al otro grupo.

En aritmética el Anova muestra diferencias significativas entre los grupos a

favor del grupo con mayor nivel intelectual en las pruebas de aritmética, claves,

ausencia de distractibilidad, dígitos y dígitos en progresión. El desempeño en las

pruebas atencionales para el grupo con CI>85 es bajo y medio-bajo para el grupo

con CI<86, pero este último, tiene un rango de puntuaciones que oscila entre

media baja (5) y máximas de 12 a 16, con un rendimiento promedio; igualmente

ocurre con el compuesto que mide ausencia de distractibilidad que evidencia

bajos niveles atencionales hasta rendimientos por encima del promedio 75–129.

En Memoria operativa el anova nuestra diferencias significativas a favor de

grupo con CI mayor de 86 en las que el las pruebas de recuerdo series de

107

palabras, amplitud de contar, amplitud de escuchar y Matrices; existen diferencias

estadísticamente significativas en ambos grupos en la capacidad de

almacenamiento de acuerdo al tipo de memoria utilizada, la disponibilidad de

información requerida en la memoria operativa mientras se realizan procesos de

actualización, búsqueda de huellas mnemicas, así, como la cantidad y

disponibilidad de recursos cognitivos suficientes para la realización de la tarea

que son evaluadas por las anteriores pruebas.

Los rangos alcanzados en las pruebas de memoria operativa son iguales

para las pruebas de matrices serie y amplitud de escuchar o muy cercanos con la

puntuación mínima, máxima y la media, en las que se observa uno o dos puntos

de diferencia en los demás test de memoria operativa en beneficio del grupo con

CI mayor de 86.

En conclusión: las pruebas neuropsicológicas reportadas en la tabla 3 con las que

se evaluaron lenguaje, función ejecutiva, memoria operativa y atención, reportan

diferencias significativas a favor del grupo con CI mayor de 86.

6.5 Comparación de los grupos con rendimiento promedio y bajo en la

prueba de solución de problemas matemáticos.

En la tabla 5 se encuentran los resultados obtenidos que comparan el

rendimiento de los dos grupos de acuerdo a su nivel intelectual en tareas de

resolución de problemas matemáticos.

En todos los cuestionarios destinados a calcular el nivel de representación del

problema, se encuentran diferencias estadísticamente significativas entre ellos.

También, se encontraron diferencias en cada uno de los cuestionarios de

representación que se utilizaron en la primera y segunda aplicación, así como, en

la sumatoria de sus totales con el objetivo de medir el grado de comprensión de

108

enunciados implícitos (f(1) = 20,81 p<0,000) o explícitos (f(1) = 10,83 p<0,002)

relacionados con preguntas coherentes con la interpretación de datos enunciados

en el problema.

En el cuestionario uno de representación, el cuestionario dos y el total de

ambos cuestionarios que indagan por la comprensión de conceptos explícitos

tienen rangos similares 10 a 25; en cambio dentro del mismo cuestionario, las

preguntas que buscan evaluar la comprensión de conceptos explícitos muestran

Tabla 5. Comparación entre los grupos con rendimiento promedio y

bajo con cada una de las fases del proceso de resolución de

problemas matemáticos.

n=26 n=35 CI menores de 85 CI mayores de 86

× DS Min Max × DS Min Max f p

Total impl íc i tas cuest i onar io 1 16,30 3,42 10 25 19,89 2,85 14 24 20,54 0,000

Total exp l íc i tas cuest i onar io 1 11,22 1,601 8 14

12,03 1,38 9 14 4,57 0,037

Total represent cuest i onar io 1

27,15 3,67 20 36

31,97 3,54 23 38 27,71 0,000

Total impl íc i tas cuest i onar io 2

17,62 4,02 11 25

20,91 3,73 10 25 10,73 0,002

Total exp l íc i tas cuest i onar io 2

7,77 1,70 5 11

9,32 2,60 4 20 6,97 0,011

Total represent cuest i onar io 2

25,46 4,81 17 35

29,88 5,39 14 35 10,83 0,002

Total impl íc i tas Cuest i onar 1-2

33,85 6,22 21 45 40,88 5,68 26 48 20,81 0,000

Total exp l ic i tas cuest ionar 1-2

19,04 2,53 13 23 21,44 2,98 16 32 10,83 0,002

Total represent cuest ionar 1-2

52,58 6,91 38 68 60,91 9,95 23 71 13,40 0,001

Re

pre

se

nta

ció

n

Total represent observador

34,11 8,70 19 50 41,08 7,13 22 56 12,20 0,001

Total cues t ionar i1 22,89 5,64 13 39 28,39 7,53 13 40 10,12 0,002 Total cues t ionar i 2 19,12 7,84 5 36 25,09 7,55 8 37 9,01 0,004 Total cues t iona1-2 42,23 12,81 21 75 53,14 13,74 27 73 9,95 0,003

Op

era

t

Total observador 36,67 10,11 15 57 45,17 10,10 24 61 10,90 0,002 Total cues t ionar i 1 8,41 6,23 0 20 13,39 6,50 0 23 9,37 0,003 Total cues t ionar i 2 7,96 6,21 0 21 13,00 8,04 0 24 7,06 0,010 Total cues t iona1-2 16,69 11,83 1 39 26,14 13,58 0 45 8,03 0,006

Ve

rif

Total observador 11,11 5,74 2 24

16,22 5,76 4 24 12,17 0,001

109

que en el cuestionario uno ambos grupos tienen rangos similares 8 a 14 pero en

el cuestionario dos el grupo con CI mayor de 86 obtiene puntuaciones más altas 4

a 20 que el grupo con menor desempeño intelectual 5 a 11. El cuestionario del

observador evidencia rangos muy similares entre ambos grupos.

Los cuestionarios aplicados para evaluar el proceso operativo: cuestionario

uno, el cuestionario dos, la puntuación total de ambos cuestionarios y la

observación del evaluador sobre la forma de realizar el proceso operativo,

demuestran diferencias estadísticamente significativas a favor del grupo con nivel

intelectual mayor de 86. El proceso operativo evaluado por el cuestionario uno

tiene un rango entre 13-40 y cuestionario dos entre 8-37 iguales para ambos

grupos; en la sumatoria del cuestionario uno y dos el grupo con CI menor de 85

obtuvo un rango más amplio de puntuaciones que el grupo con CI mayor de 86,

distancia que se hace más evidente en el cuestionario del observador para el

grupo con mayor nivel intelectual que logra puntuaciones más altas en

comparación al otro grupo con un rango mayor 24 -61, en cambio el grupo con

menor CI tiene puntuaciones más bajas obtiene un rango un poco más estrecho

15-57. Es por ello que las medias permiten ubicar a pesar de tener rangos

similares, mejores y mayores puntuaciones en el grupo con CI mayor de 86.

Los cuestionarios uno, cuestionario dos, la sumatoria del cuestionario uno y

dos, al igual que la observación del evaluador sobre el proceso de verificación,

demuestran diferencias estadísticamente significativas entre los grupos con

rendimiento intelectual promedio y bajo. Los rangos encontrados para el

cuestionario uno (0-23), el cuestionario dos (0-24), el cuestionario del observador

(2-24) y la sumatoria del cuestionario uno y dos de verificación (0-45) son muy

110

cercanos y se corroboran con las puntuaciones medias que favorecen al grupo

con CI mayor de 86.

6.6 Análisis del nivel alcanzado por cada grupo en representación,

operaciones intermedias y verificación en la prueba de resolución de

problemas.

En la tabla 6. Se registran el número de estudiantes que en cada fase

resuelve correctamente cada uno de los 8 problemas matemáticos.

Los resultados confirman que al intercalar los problemas para tratar de

equilibrar el instrumento posterior a la prueba piloto, afirma que el nivel de

dificultad para cada tipo de problema no es igual en ambos cuestionarios y, es por

ello, que los resultados encontrados en los 8 problemas de cada una de las fases

(representación, proceso operativo y verificación), no tienen un aumento gradual

en el nivel de dificultad. Si se compara el primer cuestionario con en el segundo,

se aprecia que este último tiene un mayor nivel de complejidad en cada una de

las 3 fases evaluadas.

En la fase de representación del cuestionario uno, el problema 3 con un

41,3% y el problema 4 con un 38% refieren mayor dificultad. En el cuestionario

dos, el problema 8 con un 53.3%, el 5 con un 31,7% tienen una dificultad media a

moderada y el problema 4 solamente fue resuelto por un 5% de la muestra, al

ubicarlo como el problema más difícil de entender para la gran mayoría de los

participantes. Los demás problemas evidencian un nivel de comprensión en

ambos cuestionarios entre el 69% al 95%.

En los cuestionarios que evalúan el proceso operativo: se encuentra que en

el cuestionario uno, los problemas que con mayor facilidad fueron resueltos son el

problema 1 en un 88,9%, el 2 en un 93,7% y el 7 en un 77,8%; en el cuestionario

111

dos permanecen el problema 1 y 2 con un 77% y el problema 4 en un 72%. Los

problemas 6 y 8 del cuestionario dos y el 8 del cuestionario uno refieren una

complejidad moderada al ser resueltos entre un 40 a 47%; los restantes

solamente fueron resueltos por menos del 40% en especial los problemas 5 y 7

del cuestionario dos en los que solo el 3,2% logro solucionarlo adecuadamente.

Tabla 6. Comparación en el porcentaje de alumnos que

por problema y por cuestionario: comprenden

el enunciado, resuelven y lo verifican en forma correcta.

n=63 n=61 CUESTIONARIO 1 CUESTIONARIO 2

Problema 1 95.2% 88.3% Problema 2 92.1% 77% Problema 3 41.3% 75% Problema 4 38% 5% Problema 5 69.9% 31.7% Problema 6 54% 61.7% Problema 7 69.8% 68.4%

RE

PR

ES

EN

TA

C

Prob lema 8 69.8% 53.3%

Problema 1 88.9% 77.4% Problema 2 93.7% 77% Problema 3 39,6% 11.4% Problema 4 23.8% 72.1% Problema 5 38.1% 3.2% Problema 6 28.5% 45.9% Problema 7 77.8% 3.2%

P O

PE

RA

TIV

O

Prob lema 8 47.6% 41%

Problema 1 57.2% 69.3% Problema 2 69.9% 75.4% Problema 3 23.8% 6,5% Problema 4 14.3% 27.9% Problema 5 27% 18% Problema 6 15.9% 34.4% Problema 7 36.5% 3.2%

VE

RIF

ICA

CIO

N

Prob lema 8 23.8% 19.6%

Las mejores puntuaciones en el cuestionario de verificación se ubican en

los problemas 1 y 2 de ambos cuestionarios entre el 57,2% al 75,4%; los demás

problemas logran puntuaciones inferiores entre el 14.3% y el 36.5% en ambos

cuestionarios de verificación. Los dos problemas que encerraron mayor nivel de

112

dificultad en el proceso de comprobación son los problemas 3 y 7 del cuestionario

dos en los que sólo el 6,5% y el 3.2% son capaces de verificar satisfactoriamente

las condiciones expresadas en el problema.

6.7 Correlaciones

Las pruebas de analogías y el CI verbal son las pruebas neuropsicológicas

que se alcanzan correlaciones moderadas entre el 44 al 48% con las tareas de

resolución de problemas. La subprueba de analogías se relaciona con la fase de

verificación en la resolución de problemas, en cada uno de los dos cuestionarios

que evalúan verificación y la sumatoria de ambos cuestionarios. El CI verbal y la

prueba de analogías se correlacionan con el resultado total del cuestionario dos y

la puntuación total del cuestionario de resolución de problemas matemáticos, en

un 40 a 45% (ver ANEXO 6A)

De las pruebas neuropsicológicas aplicadas para evaluar al función

ejecutiva, la subprueba de historietas tiene una correlación más estrecha con el

proceso operativo entre un 42 a 49% y con el cuestionario del observador que

evalúa el proceso operativo en un 54%. La prueba de historietas también alcanzó

vínculos con la fase de representación, y con el resultado total del cuestionario de

solución de problemas y la observación realizada por el evaluador, ambas con

proporciones muy cercanas siendo menor por el cuestionario uno de

representación (ver ANEXO 6B.).

En la fase de representación se descubren también correlaciones entre los

aciertos del test del wisconsin y el número de repeticiones del Fas fonológico y el

total de aciertos en la comprensión de enunciados explícitos contestadas

correctamente en ambos cuestionarios.

113

Las puntuación total del cuestionario uno y del observador tienen

correlaciones moderadas con el número de errores perseverativos y la medida de

capacidad de aprendizaje.

Las pruebas atencionales se consiguen correlaciones moderadas con cada

una de las fases del proceso de resolución de problemas matemáticos; pero se

encuentran test, que se asocian específicamente con la fase de representación y

las restantes con las fases del proceso operativo, verificación y puntuación total

de los cuestionarios que evalúan solución de problemas. En la fase de

representación (ver ANEXO 6C) las pruebas de dígitos, ausencia de

distractibilidad y fallas para mantener el principio establecen correlaciónes con los

resultados obtenidos en el cuestionario dos de representación, las preguntas

implícitas y explicitas de ese mismo cuestionario y el resultado total de ambos

cuestionarios de representación. La prueba de claves se saca correlaciones entre

el 50 a 57 % con el total del cuestionario 1 y las preguntas implícitas de la prueba.

En las otras dos fases de la resolución de problemas, las dos pruebas que

se correlacionan significativamente con cada uno de los cuestionarios realizados,

así como con las puntuaciones totales del cuestionario de solución de problemas

son la subprueba de aritmética y el compuesto de ausencia de distractibilidad del

WISC III.

En el proceso operativo las puntuaciones del cuestionario uno, el

cuestionario del observador en aritmética sacan los mismos puntajes y el

cuestionario dos con el total del cuestionario uno y dos del proceso operativo

tienen puntaciones cercanas con la prueba de aritmética. Los anteriores

114

cuestionarios al correlacionarlos con la prueba de ausencia de distractibilidad,

evidencian puntuaciones tampoco muy próximas a excepción de la lograda en el

cuestionario del observador. En general, se encuentran puntuaciones

homogéneas en esta fase del proceso operativo.

La relación entre las pruebas de atención y la fase de verificación muestra

correlaciones próximas entre las subpruebas de aritmética y ausencia de

distractibilidad en el cuestionario dos, la puntuación total del cuestionario uno y

dos de verificación y el total del cuestionario uno.

En las calificaciones totales, el cuestionario del observador mantiene una

correlación del 41% tanto para la subprueba de aritmética como para ausencia de

distractibilidad; en los demás resultados la prueba de ausencia de distractibilidad

logra correlaciones más altas 57% a 64% en comparación con las de aritmética

que se ubican entre el 48% y 52% en los cuestionario uno, y cuestionario dos. La

puntuación total del cuestionario de solución de problemas matemáticos es mayor

en la prueba de ausencia de distractibilidad que en la subprueba de aritmética.

La prueba de matrices fue la única de las pruebas de memoria operativa

que correlacionó positivamente con la puntuación total del cuestionario 1 de

representación y las preguntas implícitas de este mismo cuestionario.

Las subpruebas del stroop errores X se relacionan con la fases de

representación y proceso operativo en los totales del cuestionario uno y con el

cuestionario del observador con puntuaciones cercanas en cada fases y en estas

dos etapas del proceso de resolución de problemas con porcentajes entre el 44%

y el 47%. (ver ANEXO 6D).

115

El stroop errores negra correlaciona con el proceso operativo, la fase de

verificación y las puntuaciones totales de los cuestionarios de solución de

problemas con porcentajes muy cercanos, pero en cada fase las asociaciones

varían entre cuestionarios y las más estables se unen a los resultados del

cuestionario 1 y los totales de los cuestionarios por fase.

A continuación se muestran otras correlaciones, que si bien, no estaban

incluidas en los objetivos de la investigación son importantes de mencionar en el

análisis de los datos.

Las subpruebas de cubos, rompecabezas y figuras incompletas que

evalúan elementos visoespaciales, construccionales y perceptuales

correlacionaron con la fase de representación y de estas tres, la subprueba de

cubos es la que correlaciona con la puntuación total de ambos cuestionarios de

representación.

La subprueba de rompecabezas se correlacionan con la puntuación del

observador en el proceso operativo y con la puntuación total de ambos

cuestionarios uno y dos del proceso operativo. La subprueba de cubos se

relaciona con la puntuación total del cuestionario dos de cada una de las tres

fases. (Ver ANEXO 6E).

Las estimaciones del coeficiente manipulativo, CI manipulativo y total se

correlacionan en principalmente en las fases de representación, proceso operativo

y puntuaciones totales de los cuestionarios de solución de problemas, en cada

116

uno de los cuestionarios aplicados para cada una de las fases; solamente el CI

total se correlaciona con la fase de verificación.

En representación el CI manipulativo, logra porcentajes un poco más altos

entre el 45% y el 60% en comparación al coeficiente manipulativo y el CI total. En

el proceso operativo las puntuaciones del coeficiente manipulativo se ubican entre

el 40% a 47% en cada uno de los cuestionarios, en cambio las del CI total como

las del CI manipulativo oscilan de un cuestionario a otro entre el 49% a 58%.

Los resultados de la observación por parte del evaluador 40 a 47% tienen

cercanía con los resultados utilizados para evaluar el proceso operativo 40 a 58

%, con correlaciones moderadas para ambos.

6.8 Análisis de regresión múltiple

En la tabla 7 aparecen las variables neuropsicológicas que mejor explican el

desempeño en cada una de las fases y cuestionarios utilizados en la prueba de

resolución de problemas.

La prueba de ausencia de distractibilidad es la que mejor explica de manera

general en cada una de las fases y de forma general el desempeño en este tipo

de tareas.

117

Tabla 7. Análisis de regresión múltiple para cada una de las fases y

cuestionarios utilizados en la resolución de problemas

matemáticos

V. Dependiente V. Independiente R2 GL1 Gl 2 F p

Representación 1 Ausencia distractibildad CI Total

.42 1 61 45.99 .000

Representación 2 Dígitos Cubos

.30 1 57 13.70 .000

Representación 1 y 2 CI Total Dígitos

.41 1 58 21.94 .000

Proceso operativo 1 Ausencia distractibilidad .35 1 61 34.82 .000 Proceso operativos 2 Ausencia distractibilidad

CI total .44 1 58 25.20 .000

Proceso operativo 1-2 Ausencia distractibilidad CI total

.49 1 58 30.32 .000

Verificación 1 Ausencia distractibilidad analogias

.36 1 60 18.55 .000

Verificación 2 Ausencia distractibilidad CI Total

.37 1 58 18.88 .000

Verificación 1-2 Ausencia distractilidad Analogías

.40 1 58 21.06 .000

Total cuestionario 1 Ausencia distractibilidad CI total

.51 1 60 33.84 .000

Total cuestionario 2 Ausencia distractibilidad CI verbal

.46 1 58 26.84 .000

Total cuestionario SPM Ausencia distractibilidad CI verbal

.55 1 58 38.27 .000

7. Discusión

Los resultados evidencian una relación moderada entre el desempeño en

pruebas que miden función ejecutiva, atención, memoria operativa y lenguaje con

las pruebas neuropsicológicas aplicadas. Las correlaciones encontradas validan

los planteamientos teóricos de Luria (1979, 1981, 1984) en la medición de la

habilidad intelectiva y el trabajo mancomunado de las funciones neuropsicológicas

al demostrar que una única función neuropsicológica no es la encargada de

realizar tareas que requieren un procesamiento complejo en las que interviene

todo el encéfalo.

118

Las correlaciones planteadas en los objetivos confirman las relaciones

unidireccionales entre cada una de las fases con las funciones atribuidas a cada

una de ellas. Pero también, existen otras correlaciones que pueden ampliar aún

más la participación de las funciones cognitivas en las etapas de la resolución de

problemas

El lenguaje, tiene una correlación con la fase de representación, a pesar de

no vislumbrase con claridad a través de una prueba neuropsicológica específica;

el vinculo encontrado entre el lenguaje y la fase de verificación sustentan, cómo

prerrequisito la relación previa entre la fase de representación y el lenguaje.

Adicionalmente en la fase de representación además del lenguaje, se hacen

presentes las funciones atencionales, mnésicas y ejecutivas (Luria, 1975,1985).

La participación del lenguaje en la fase de representación, confirma los

procesos de decodificación semántica, categorización, conceptualización,

simbolización, representación mental propios del desarrollo de habilidades lógico

verbales y de procesos de análisis-síntesis verbal que posibilitan el

establecimiento de nexos, relaciones entre los elementos del enunciado de

acuerdo al contexto del problema, la estructuración sintáctica, morfológica y

semántica del enunciado a partir de los cuales se logra la comprensión del

problema (Luria, 1981, 1985; Orrantia, J. (2003); Bermejo y Rodríguez (1987).

La participación de la función ejecutiva señala la estrecha relación que

existe entre los procesos de pensamiento y el lenguaje a través de la mediación

del lenguaje interno en la elaboración y estructuración del pensamiento en los que

la función ejecutiva participa en la de decodificación semántica, secuenciación y

organización verbal, para darle mayor coherencia al proceso de estructuración

semántica y conceptual Luria, (1975); Klenberg L.; Snorre A. Ostad (1998);

119

Korkman M y Lahti-Nuuttila P. (2001). Por su parte, la memoria operativa

mantiene, provee conceptos necesarios y aprendizajes previos relacionados con

el problema planteado para la comprensión del enunciado, que son evocados de

la memoria a largo plazo hacia la memoria operativa Baddeley y Hitch G. (1974),

Posner y Snyder, (1975); Luria, (1979); Keele, (1973); Meseguer, (1989); Juhani

(1996). La atención, mantiene el tono cortical óptimo para la realización de la

tarea; las puntuaciones en atención dividida permiten establecer, como la

atención se distribuye y oscila entre diferentes funciones como lo es: colaborarle

al lenguaje en la focalización y selección de información relevante que debe ser

tenida en cuenta para la comprensión del problema y a la memoria operativa en la

selección de información verbal y el mantenimiento de información pertinente para

los procesos comprensivos mediados por el lenguaje interno Luria, (1979, 1975);

Keele, (1973); Eimas, P.D.A., (1969); Zelnicker, Oppenheimer & Renan (1975),

Meseguer, (1989).

La complejidad en la estructura semántica determina el tipo de atención

involucrada para determinada tarea, es por esto que, en el cuestionario dos, de

resolución de problemas, se evidencia la participación de la atención dividida,

selectiva y de la memoria operativa en la detección y comprensión de la palabra

clave, por el contrario, en el cuestionario uno, requiere de la contribución de la

atención sostenida y selectiva.

Las subpruebas visoperceptuales sugieren la presencia de procesos

ligados a estrategias espaciales y abstractas que permiten una mejor

representación y comprensión del problema (Garderen, D. V. y Montague, M.

2003).

120

En las pruebas neuropsicológica donde se encontró, una clara relación del

lenguaje, fue, con la fase de verificación, en donde, nuevamente se hacen

presentes las funciones lógico-verbales y discursivas como elementos

importantes para el cotejo y verificación del proceso lógico-matemático, como

elemento que estructura el proceso de pensamiento en el cual se retoman datos

del problema, la pregunta final y se contrastan con las estrategias empleadas

acordes con la comprensión del enunciado y que a su vez permiten validar el

cuestionario utilizado (Luria 1975, 1981).

Los datos resaltan el papel que tiene la inteligencia como factor que incide

en los procesos de conceptualizacion, análisis-síntesis verbal, categorización, y

análisis lógico-verbal, como producto, de un proceso de desarrollo de habilidades

cognitivas que tienen influjo en la resolución de problemas, aspecto que se

encuentra evidenciado en el Anova, en el cual, los adolescentes que tienen un CI

mayores de 86 tienen un mejor desempeño en las tareas de solución de

problemas, en comparación con el grupo con CI >85, en los que las bajas

puntuaciones en las habilidades verbales, se traducen en bajas puntuaciones al

momento de comprender, representar el problema y fracasar en su solución

(García- Espinel & Jiménez-Gonzalez, 2000).

Las pruebas neuropsicológicas de función ejecutiva establecen

correlaciones moderadas con la fase de proceso operativo en la cual se confirma

la presencia de procesos de planeación flexibles e internalizados, organización,

secuenciación, seriación, procesos de razonamiento lógico-verbales y no verbal;

el uso, elaboración y desarrollo de estrategias cognitivas para la ejecución del

proceso operativo, fluidez verbal, control, monitoreo y la presencia de

121

aprendizajes previos de procedimientos matemáticos (Luria, 1981; Snorre A.

Ostad, 1998; Klenberg L.; Korkman M y Lahti-Nuuttila P., 2001).

Los resultados establecen además, correlaciones con la atención, memoria

operativa. La presencia de estos tres procesos, da cuenta que, a pesar de no

encontrar relación en el proceso operativo con pruebas del lenguaje, este, se

encuentra presente, a través del lenguaje interno como elemento que influye

directamente sobre las funciones mnésicas, atencionales, ejecutivas y su

participación es necesaria en tareas que tienen una mayor complejidad cognitiva

(Luria, 1975, 1979, 1981; Klenberg L.; Korkman M y Lahti-Nuuttila P. (2001);

Glenda Pennington, G. & Catherine Willis (2004), Sanfelieu, M. C., Messenger, E.,

y Albarabel S. (1991).

El lenguaje tiene una estrecha relación con los procesos de razonamiento

lógico-verbal y lógico-matemático en la medida que estructura el pensamiento,

colabora en los procesos de razonamiento verbal, facilita el acceso a una mayor

flexibilidad y recursividad cognitiva, permite la estructuración simbólica y la

decodificación escrita de algoritmos matemáticos que den cuenta de los procesos

de pensamiento, además, el lenguaje interno colabora con la función ejecutiva en

la regulación y control cognitivo-conductual. En los casos en los que el lenguaje

no media el proceso de solución las estrategias utilizadas no se hace uso de un

lenguaje algorítmico, se recurre a medios más sencillos, como el uso de gráficos o

apoyos concretos (Luria, 1975, 1979; Snorre A. Ostad, 1998).

La atención colabora en el proceso operativo al mantener el tono cortical

óptimo para el desempeño de la tarea. Se encuentran presentes también, la

memoria operativa, la atención sostenida, dividida y selectiva en procesos de

122

razonamiento numérico, cálculo mental, evocación del algoritmos matemáticos,

mantenimiento en la memoria operativa de la secuencia de operaciones a realizar

y la monitorización de la realización secuencial de cada una de ellas al

transcribirlas de forma escrita (Luria, 1975, 1979; Vigotsky, 1979).

Las pruebas de atención: aritmética y dígitos; de memoria operativa:

amplitud de contar, amplitud de escuchar, matrices y recuerdo serial de palabras,

demuestran la relación de las pruebas neuropsicológicas en tareas de resolución

de problemas matemáticos. Estas correlaciones entre la atención y la memoria

operativa confirman su carácter transversal en todo el proceso de resolución de

problemas al estar vinculados con cada una de las tres fases propuestas por

(Luria, 1981; Baddeley y Hitch, 1974; Glenda Pennington, G. & Catherine Willis,

2004).

La atención juega un papel importante al unirse con la memoria operativa

en la distribución de recursos cognitivos, selección, filtaje de información,

mantenimiento, actualización de información, recuperación de datos en la

memoria a largo plazo y corto plazo necesarios para la decodificación verbal,

representación mental y su vinculación con los procesos ejecutivos mediados a

través del lóbulo frontal, en la cual, ambas funciones cumplen un papel importante

en el suministro de información para la elaboración de planes, estrategias y

programas de acción que se encuentran más automatizados o que por el contrario

requieren de un mayor control y supervisión como lo propone (Luria, 1981, 1985,

1973, 1980; Sanfelieu, M. C., Messenger, E. y Albarabel S. 1991; Vlietstra, A.

1980).

123

Los resultados en las pruebas de resolución de problemas y su vinculo con

tareas atencionales señalan la importancia del desarrollo de procesos

atencionales y la influencia que tiene dentro del funcionamiento cognitivo, al ser

una herramienta que posibilite o entorpezca el logro de los objetivos y metas

propuestas (Luria, 1981).

Los resultados de la prueba de verificación, comprueban los resultados

obtenidos en cada una de las fases anteriores de la resolución de problemas

matemáticos es por esto que la actividad intelectiva se encuentra inmersa en

todas las etapas del proceso de resolución de problemas propuestas por Luria

(1981), como una forma coherente de evaluar el funcionamiento de los procesos

cognitivos, en especial, la resolución de problemas matemáticos. Todas las

funciones neuropsicológicas evaluadas logran correlaciones y sugieren que,

dentro de la puntuación total del cuestionario, se encuentran presentes en mayor

o menor medida, lo que confirma, su participación en todo el proceso de

evaluación de resolución de problemas y en especial en esta última fase; Es por

esto, que la verificación, da cuenta del funcionamiento intelectivo en la medida

que agrupa, resume y activa cada una de las funciones investigadas atención,

memoria, lenguaje y función ejecutiva, con el objetivo de monitorizar, controlar y

verificar el producto de la actividad intelectiva como lo afirma Luria (1981).

Otro punto importante de discusión son los resultados de las pruebas

neuropsicológicas que demuestran diferencias significativas entre los dos grupos

en función del nivel intelectual alcanzado que tienen una relación directa con el

logro de puntuaciones mayores en tareas de resolución de problemas. Es por ello

que los adolescentes con CI menor de 85 tiene un rendimiento más bajo en las

124

pruebas neuropsicológicas y en tareas de resolución de problemas matemáticos;

al contrario de los que obtienen niveles intelectuales por encima de 86, como lo

reportado por García- Espinel & Jiménez-Gonzalez (2000); Aguilar-Villagrán,

Navarro-Guzmán, López-Pavón & Alcalde-Cuevas (2002) quienes confirman que

el desarrollo intelectual se relaciona con el logro en tareas de resolución de

problemas.

Los resultados en las pruebas neuropsicológicas de ambos grupos,

originan diferencias significativas en el desempeño de los adolescentes en cada

una de las fases que intervienen en la resolución de problemas matemáticos: la

representación del problema, las estrategias diseñadas para resolver el proceso

operativo, la comprobación y monitorización de la manera en que se resolvió el

problema matemático Luria, 1981, Bermejo & Rodríguez, 1988; Carpenter &

Moser 1983, 1984; De corte y Vereschaffel, 1987; Ibarra & Lindvall, 1979; Riley,

1981; Aguilar-Villagrán, Navarro-Guzmán, López-Pavón & Alcalde-Cuevas (2002).

De manera general, los datos de la prueba de resolución de problema

matemáticos demuestran que los adolescentes tienen mejores puntuaciones en la

fase de representación que daría cuenta de adecuadas habilidades logico-

verbales, pero esto, no garantiza el poder resolverlo satisfactoriamente y mucho

menos su comprobación, siendo solamente posible para los alumnos que cuentan

con un adecuado repertorio conceptual, estrategias cognitivas internalizadas con

las cuales se puede validar, comprobar desde diferentes formas los

planteamientos expuestos en el problema como lo afirma Luria, (1981, 1975);

Snorre A. Ostad (1998); Aguilar-Villagrán, Navarro-Guzmán, López-Pavón y

125

Alcalde-Cuevas (2002); los cuales han alcanzado niveles de desarrollo formal

mas avanzados como lo propone (Piaget, 1970, 1972)

Las bajas puntuaciones en representación, se encuentran vinculadas a la

dificultad en la comprensión, representación de la palabra clave, su sintaxis, que

hace más complejo el entendimiento de los enunciados en su estructura

superficial e impide percibir las relaciones semánticas y proposicionales que se

derivan de la estructura profunda y más compleja del enunciado y que estos

autores han relacionado como bajo desarrollo en habilidades verbales Orrantia, J.

(2003); Wheeler, l. J. y McNutt, G. (2001); García- Espinel & Jiménez-Gonzalez

(2000); Snorre A. Ostad (1998).

Los enunciados directos como los plateados en los dos primeros problemas

de cada cuestionario, generan respuestas automáticas, en comparación a los

demás. Los otros problemas requieren de respuestas controladas y mediadas por

el lenguaje Vlietstra, A. (1980); Luria (1975, 1981), este último autor refiere que

los problemas sencillos no requieren del análisis previo del enunciado, ni

encontrar relaciones entre los datos, porque su resolución ocurre de manera

inmediata.

Los resultados del proceso operativo, muestran las puntuaciones tienen una

estrecha relación con el grado de representación y conceptualización del

problema, a partir del cual se diseñan estrategias congruentes al grado de

comprensión del enunciado y de la palabra clave, que para muchos de ellos, es

insuficiente por la dificultad en la representación y evocación escrita del

simbolismo matemático coherente con el enunciado y la secuencia de pasos

sucesivos; que finalmente, culmina en una respuesta automática que se aproxima

126

a la respuesta esperada como lo plantean Luria 1975, 1981; Vigotsky, 1979;

Snorre A. Ostad (1998). En algunos casos como el cuestionario dos del problema

cuatro, ver (ANEXO 3B) se ve con claridad, que a pesar de no alcanzar una

correcta comprensión del problema, la recursividad cognitiva, las estrategias

aprendidas y los aprendizajes previos, le permite a algunos estudiantes resolver o

aproximarse a la solución del problema (Aguilar-Villagrán, Navarro-Guzmán,

López-Pavón & Alcalde-Cuevas 2002).

Los hallazgos anteriores son consistentes con los planteamientos teóricos

de Luria (1981) que explican, las disfunciones del lóbulo frontal como generadoras

de estereotipos, por la dificultad en el establecimiento de relaciones lógico-

matemáticas en los que se extraen fragmentos a partir de los cuales se resuelve

el problema y que se evidencian con mayor claridad en el problema ocho y el

problema 6 de ambos cuestionarios (ver ANEXO 3A Y3B), en las que se sus

soluciones se derivan del tanteo, azar o son representadas con estrategias

gráficas y solo muy pocos pueden hacerlo por medio del simbolismo matemático

que se traducen en déficits en la programación de la actividad intelectiva.

Otra posible explicación a este aspecto es la propuesta por Aguilar-

Villagrán, Navarro-Guzmán, López-Pavón & Alcalde-Cuevas (2002); Luria (1981)

en la que las dificultades en la representación y conceptualización del problema

no originan problemas en la organización y planteamiento de estrategias

orientadas a la solución del problema.

Las bajas puntuaciones en verificación según Luria (1981), son el resultado

de dificultades en el funcionamiento del lóbulo frontal, en tareas de regulación y

control cognitivo que se derivan de los déficits en la programación, organización,

127

planeación cognitiva, sobre la cual, algunos de los adolescentes pueden analizar

de forma conciente los pasos realizados, pero son incapaces de explicar el

porqué de sus acciones, al perseverar nuevamente en la ejecución del proceso

operativo como resultado de problemas en la confrontación de los datos del

enunciado, dificultad en el uso de operaciones inversas y en la corrección de

errores cometidos. Piaget (1970, 1972), no argumenta estos déficits, como causa

del un pobre funcionamiento ejecutivo y lo plantea en términos de la etapa de

desarrollo intelectual alcanzado por adolescentes en los que en el estadio medio

de las operaciones concretas solamente se es capaz de verificar un problema con

una operación intermedia de manera automática o esquemática y los ubicaría en

edades entre los 10 a 12 años, por el contrario, el grupo que tiene un CI mayor

tiene un desarrollo cercano o acorde con su edad cronológica.

8. CONCLUSIONES

Los resultados encontrados permiten validar los planteamientos teóricos de

(Luria, 1981) en cuanto a: las correlaciones entre la función ejecutiva, la atención,

memoria operativa, el lenguaje y cada una de las fases del proceso de resolución

de problemas y son confirmados, por la aplicación de pruebas neuropsicológicas

que confirman la participación de los procesos involucrados en cada una de las

fases de la resolución de problemas matemáticos; de los cuales, la pertinencia y

validez del instrumento utilizado para evaluar las tareas de resolución de

problemas dió cuenta de la integralidad del proceso cognitivo y corrobora los

planteamientos y las relaciones teóricas establecidas por el autor.

El nivel intelectual está relacionado el desempeño en pruebas

neuropsicológicas y con las puntuaciones en pruebas de resolución de problemas

128

que dan cuenta de la actividad intelectiva y del trabajo mancomunado de las

funciones mentales superiores

Las dificultades en pruebas de resolución de problemas están vinculadas a

déficts en el lóbulo frontal especialmente en procesos atencionales y mnémicos

que influyen en tareas de programación, regulación, control y automonitoreo de

tareas matemáticas.

Si bien no existe una única prueba o batería neuropsicológica que

determine las falencias en la resolución de problemas, dada la integralidad de los

procesos y que cada test neuropsicológico aporta un fragmento para la

comprensión total del fenómeno. Es por esto que la evaluación en la solución de

problemas enriquece y complementa los hallazgos encontrados en la evaluación

neuropsicológica. Es entonces la pericia del evaluador quien de acuerdo a los

aspectos medidos con cada test es capaz de extrapolar y de establecer relaciones

entre los elementos encontrados en las pruebas neuropsicológicas con cada uno

de los factores y fases que intervienen en el proceso de la resolución de

problemas. Es por ello que las pruebas neuropsicológicas son instrumentos

eficaces para el diagnósticos clínico, que pueden ser enriquecidos con el uso de

herramientas como la resolución de problemas que responden a experiencias

mas cercanas a la realidad cotidiana del niño, como una aproximación al medio

escolar. Es por ello, que esta temática es un complemento a la evaluación

neuropsicológica tradicional y al quehacer clínico desde el campo educativo.

129

9. LIMITACIONES DEL ESTUDIO

Los resultados encontrados solo se aplicarán a esta unidad muestral y no

podrán generalizarse a otros contextos.

La muestra no aleatoria de 64 participantes no cumplió con el criterio de

normalidad por dispersión y heterogeneidad en las puntuaciones.

El tamaño muestral recolectado para el análisis de los datos fue

insuficiente, al no permitir depurar los datos porque se disminuye

considerablemente la muestra e impide clasificar de forma más rigurosa la

selección en función del nivel intelectual.

La prueba para evaluar solución de problemas matemáticos y memoria

operativa no se encuentran estandarizadas para esta población.

El factor motivacional se considera una variable importante dentro del

estudio, no se le ofreció algún tipo de incentivo que mejorara la disposición de los

alumnos en el trabajo de campo.

10. RECOMENDACIONES

Crear una línea de investigación que estudie la influencia de los procesos

intelectivos, ejecutivos, metacognitivos y metalingísticos en la planeación,

regulación y control de tareas de resolución de problemas.

130

Estudiar los procesos de desarrollo de la atención como una herramienta

importante en el desempeño de los demás procesos cognoscitivos, en tareas de

resolución de problemas, que afecta el rendimiento y el proceso de enseñanza

aprendizaje.

Realizar estudios comparativos en niños con dificultades del aprendizaje,

hiperactividad etc., que permitan explicar diferencias y alteraciones especificas en

la resolución de problemas en cada uno de ellos.

Determinar la influencia que ejerce el sexo, nivel socio-economico, cultural,

el tipo de metodología utilizada en la enseñanza de las matemáticas y de la

resolución de problemas.

Para estudios posteriores contar con un tamaño muestral aleatorio, amplio,

que permita contar con un grupo control o clasificar los grupos, en función del

nivel intelectual o de otros trastornos del aprendizaje.

Estandarizar el cuestionario de resolución de problemas a la población

adolescente para el uso clínico. Establecer puntos de corte que permitan

determinar si algunos tipos de problemas se pueden aplicar a otros rangos en de

edades inferiores.

El uso del cuestionario de resolución de problemas puede ser un indicador

importante, que de cuenta del desempeño académico e intelectual del estudiante.

Realizar programas psicopedagógicos y de entrenamiento a profesores

para que implementen estrategias pertinentes que mejoren el aprendizaje de las

matemáticas y de la resolución de problemas desde un abordaje neuropsicológico

y les permitan detectar alumnos que presenten algún tipo de dificultad.

11. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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