the giver 4

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Once paginas del dador 4, el hijo

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  • TheGiverLois LowryLibro IV. El hijo

  • 2014, EDITORIAL EVEREST, S. A.Carretera Len-La Corua, km 5 - LEN (Espaa)

    Copyright 2012 by Lois LowryPublished by special arrangement with Houghton Miffl in

    Harcourt Publishing CompanyTtulo original: Son

    de la traduccin: Alberto Jimnez Rioja y Nuria Jimnez Rioja

    Direccin y coordinacin editorial: Editorial Everest, S. A.Diseo de cubierta: Editorial Everest, S. A.

    Reservados todos los derechos de uso de este ejemplar. Su infraccin puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual. Prohibida

    su reproduccin total o parcial, distribucin, comunicacin pblica, puesta a disposicin, tratamiento informtico, transformacin en sus ms amplios

    trminos o transmisin sin permiso previo y por escrito.

    ISBN: 978-84-441-5167-0Depsito legal: LE. 581-2014

    Printed in Spain - Impreso en Espaa

    EDITORIAL EVERGRFICAS, S. L.

    Carretera Len-La Corua, km 5 - LEN (Espaa)Atencin al cliente: 902 123 400

    2014, EDITORIAL EVEREST, S. A.

  • TheGiverLois LowryLibro IV. El hijo

  • LIBRO 1

    Antes

  • La chica sinti vergenza cuando le colocaron el antifaz de cuero para cegarla. Le pareca grotesco e intil, pero no se resisti. Era el procedimiento. Estaba enterada. Otra Receptora se lo haba contado un mes antes, mientras coman.

    Un antifaz? pregunt entonces sorprendida, medio rindose al imaginar el cuadro. Y para qu?

    Es como los de dormir explic la joven sentada a su izquierda antes de tomar otro bocado de ensala-da, sin agujeros para los ojos. En realidad, hace de venda concluy en susurros. Al fin y al cabo no debe-ran hablar de ese tema.

    Una venda? inquiri la chica estupefacta, tras lo cual se ri a modo de disculpa. Parezco incapaz de mantener una conversacin, verdad? No hago ms que repetir lo que dices, pero es que una venda! por qu?

    1captulo

    7

  • 8

    No quieren que veas el Producto cuando sale de ti. Cuando pares contest la joven sealando la abulta-da barriga de la otra.

    T ya has producido, no?Dos veces.Cmo es? Pese a decidirse a preguntarlo, saba

    que en cierto sentido la pregunta era una bobada. Haban asistido a clases, visto dibujos, escuchado ins-trucciones; sin embargo, nada de eso le pareca com-parable a orselo contar a quien lo haba vivido. Y ya que estaban desobedeciendo la prohibicin de hablar del tema bueno, por qu no tratar de enterarse de todo lo posible?

    La segunda vez es ms fcil; no duele tanto.Como la chica se qued callada, la joven aadi:Qu pasa? No te han advertido de que duele?A m me han dicho que molesta.La joven resopl con sarcasmo.Pues ser eso. Si prefieren llamarlo as La segun-

    da vez molesta menos y lleva menos tiempo.Receptoras? Receptoras! La voz de la matrona,

    por los altavoces, fue adusta. Atencin a lo que se habla! Para algo estn las normas!

    Ambas cayeron en la cuenta de que las oan por los micrfonos incrustados en las paredes del comedor y guardaron silencio de inmediato. Algunas de sus

  • 9

    compaeras soltaron risitas. Quiz porque tambin se sentan culpables. Apenas haba otros temas de con-versacin que aquel. El proceso su misin, su traba-jo era casi lo nico que tenan en comn. Pero tras la reprimenda la charla se apag.

    La chica tom otra cucharada de sopa. La comida de la Residencia de Biomadres era abundante y delicio-sa. La nutricin de las Receptoras se cuidaba al detalle. De todas formas, al criarse en la comunidad, ella haba estado siempre bien alimentada, ya que su casa fami-liar reciba comida a diario.

    Sin embargo, cuando a los doce aos la seleccio-naron como Biomadre, su vida cambi; de forma gra-dual, por supuesto. En las disciplinas ms acadmicas del colegio matemticas, ciencias, leyes la exigencia disminuy; menos exmenes, menos lecturas. Y los profesores empezaron a prestarle menor atencin.

    Aadieron a su programa escolar cursos de nutricin y salud, y aumentaron sus horas de ejercicio al aire libre. Incorporaron vitaminas especiales a su dieta. Su cuerpo fue examinado, analizado y preparado para el tiempo que pasara aqu. Despus de ese ao y parte del siguien-te la consideraron capacitada, y le indicaron que dejara la casa familiar para trasladarse a la Residencia.

    Cambiar de domicilio en la comunidad era fcil. La chica no posea nada. Su ropa era repartida y lavada por

  • 10

    el depsito central de confeccin. El colegio le requisa-ba anualmente los libros de texto para drselos a otro estudiante. La bicicleta con la que haba ido a clase los primeros cursos fue recogida para ser remozada y servir como medio de transporte a otro alumno ms joven.

    La ltima noche que pas en casa hubo una cena de despedida. Su hermano, seis aos mayor, ya se haba marchado para hacer sus propias prcticas en el departamento de Ley y Justicia. Solo lo vean en las reuniones pblicas; se haba convertido en un extrao. Por tanto, a esa cena no asistieron ms que los tres, ella y la unidad parental que la haba criado. La pareja rememor algunos incidentes divertidos de la primera infancia de su hija (un tiempo en que tiraba los zapatos a los arbustos y volva a casa descalza desde el Centro de Atencin Infantil). Hubo risas y ella les agradeci los aos que haban dedicado a su educacin.

    Te dio vergenza que me eligieran para Bioma-dre? le pregunt a su padre. Ella misma esperaba en secreto algo ms prestigioso. Cuando seleccionaron a su hermano, ella solo contaba seis aos, pero fue consciente de lo orgullosos que se pusieron todos. Ley y Justicia se reservaba a los muy inteligentes. Ella no haba destacado en el colegio.

    No respondi este, confiamos en el buen juicio del comit. Ellos saben qu se te da mejor.

  • 11

    Y las Biomadres son muy importantes aadi su madre, sin ellas ninguno de nosotros estara aqu!

    A continuacin le desearon buena suerte. Sus vidas tambin estaban cambiando; al dejar de ser padres, se trasladaran a vivir con los Adultos sin Hijos.

    Al da siguiente camin sola hasta la Residencia, anexa a la Unidad de Partos, y se instal en el cubcu-lo que le asignaron. Desde la ventana vea su antiguo colegio y el campo de deportes adyacente. A lo lejos distingua el ro que bordeaba la comunidad.

    Por fin, varias semanas ms tarde, cuando ya se haba acomodado y empezaba a trabar amistades, la llamaron para la inseminacin.

    Como no saba qu esperar se haba puesto nervio-sa, pero cuando el trmite acab, tan solo sinti alivio: haba sido rpido e indoloro.

    Ya est? pregunt asombrada al levantarse de la camilla cuando el tcnico se lo indic.

    Ya est. Vuelve la semana que viene para analizarte y certificarte.

    Ella se ri nerviosamente y pens que ojal el folleto que le haban dado al seleccionarla hubiese sido ms explcito.

    Qu es eso de certificarme? pregunt.El empleado guard el equipo de inseminacin. Pa-

    reca tener prisa. Quiz hubiera otras esperando.

  • 12

    Cuando no haya dudas de que est implantado explic con impaciencia, sers una Receptora certi-ficada. Algo ms? aadi dando media vuelta para marcharse. No? Pues ya hemos acabado.

    Daba la impresin de que haba sido ayer. Pero aqu estaba, nueve meses despus, con el antifaz tapndole los ojos. Las molestias haban empezado unas horas antes, de manera intermitente; ahora eran continuas. Respir hondo, tal como le haban enseado. Con los ojos vendados resultaba ms difcil; senta la piel caliente bajo el antifaz. Intent relajarse. Aspirar y es-pirar. Ignorar las moles No, pens, de molestias nada. Es dolor, dolor de verdad. Reuni fuerzas para el trabajo que la esperaba, gru bajito, arque la es-palda y se rindi a la oscuridad.

    Se llamaba Clara y tena catorce aos.