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Secretaría de Gestión Educativa
Dirección General de Educación Primaria
ión Primaria
Nivel PRIMARIO
TERCER CICLO
3er. CUADERNILLO DE ACTIVIDADES
TE INVITAMOS A SER
PARTE DE ESTA
PROPUESTA
LENGUA y LITERATURA
FECHA: MAYO 2020 Prof. Elizabeth Carrizo
Corrección y revisión: Noelia Romero Vega
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“Determinando rasgos”.
1. Observen atentamente los
rasgos del personaje que aparece
en el recuadro y traten de
reconocerlo en la ilustración.
En tu carpeta:
2. Comenta como lo
reconociste y señálalo en la imagen.
3. Describe al personaje
físicamente.
4. Imagina qué estará
haciendo en ese lugar, que piensa
en ese momento.
5. Describe el lugar y el suceso
acontecido con la mayor cantidad
de información que puedas brindar.
¡Resolviendo acertijos en familia!
1. Lee, observa y resuelve los siguientes acertijos:
Caso 1 “Escape”.
Jack fue encarcelado en una prisión con un suelo de tierra y una ventana ubicada a un nivel tan alto, que él no puede alcanzarla. En la celda no hay nada más que
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una pala. Está haciendo mucho calor, pero no tiene ni agua ni comida. Así que Jack sólo tiene 2 días para escapar. Si no, morirá.
Responder:
¿Cómo puede Jack escapar de la prisión, si cavar un túnel no es una opción porque le tomaría más de 2 días?
Caso 2 “El collar robado”.
La señora Smith llamó a la policía denunciando que le habían robado un collar antiguo. Cuando los oficiales llegaron al lugar del crimen vieron que la puerta no estaba forzada. Sólo había una ventana rota. Adentro de la casa todo estaba hecho un desastre y la alfombra tenía muchas huellas sucias.
Responder:
Al día siguiente la Sra. Smith fue arrestada por estafadora. ¿Por qué?
Caso 3“Una persona solitaria”.
En las afueras de una ciudad vivía un señor de la tercera edad que jamás se alejaba mucho de su hogar. Un viernes de verano, un repartidor de correos se acercó a su casa y llamó al hombre por su nombre, pero aquel no contestó. Se asomó por la ventana y lo vio acostado en el piso en un charco de sangre. El cartero llamó a la policía. Al llegar al lugar, el oficial encontró al lado de la casa dos botellas con leche tibia, una con la leche fría y un diario del día de martes.
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Responder:
Al día siguiente, el policía arrestó al asesino. ¿Cómo lo descubrieron tan rápidamente?
Caso 4 “Dos pastillas”
Un asesino en serie secuestraba a la gente y la hacía tomar una de dos pastillas: una de ellas, no hacía ningún daño y la otra, mataba de inmediato. El asesino se tomaba la pastilla restante. El secuestrado se tragaba la pastilla, bebía agua y moría al instante; mientras que, al asesino siempre le tocaba la píldora inofensiva.
Responder:
¿Por qué al asesino jamás le tocó la pastilla envenenada?
“Bajo la lupa”
1. Recuerdas que la clase anterior trabajamos con resolución de diferentes casos. ¿Te gustó
realizar esas actividades, jugando a ser detectives?
2. Elije uno de los acertijos trabajados la clase anterior. Relee el texto y continúa el escrito en
tu carpeta con los datos brindados en las pistas resueltas por vos y añadiendo
descripciones de los personajes, del lugar y de los objetos.
3. Ahora lee el texto que elaboraste, ¿consideras que debes modificar algo para que quede
mejor escrito?
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4. No olvides que no debes tirar tus borradores de todos tus escritos, sino guardarlos
enumerados hasta llegar a la versión final. Ejemplo (borrador 1, borrador 2, versión final).
“Un nuevo caso para resolver”
1. Ahora te invito a leer un texto. No será fácil descubrir el delito que se presenta,pero
intentaremos develar el misterio al estilo de un gran detective. El relato que vamos a leer
es “El caso de los telescopio rotos” que es parte de la obra El último espía del autor Pablo
de Santis.
El caso de los telescopios rotos
El diario decía que ya tres observatorios astronómicos habían sido atacados.
Eldestructor había entrado de noche, había roto los telescopios y después se había
marchado sin robar ni dañar nada más.
El último de los observatorios atacados estaba en un parque, en el sur de la ciudad.
Alrededor del edificio crecían los pastos altos y había cascotes y latas oxidadas. Golpeé a la
puerta: salió a abrirme un hombre de guardapolvo blanco, con un extraño sombrero en la cabeza.
Di un nombre falso y una excusa: me mandaba la Asociación Mundial de Astrónomos.
—Adelante. Soy el doctor Orbe. No sé en que pueda ayudar, porque el desastre ya está
hecho.
Ahora me daba cuenta de que lo que había tomado por un sombrero era un complicado
tatuaje. Orbe era totalmente calvo y se había hecho dibujar en la cabeza el globo terráqueo, con
los continentes y los mares.
Orbe se rascó la cabeza, a la altura de Egipto.
—El criminal entró de noche y rompió el telescopio principal—dijo.
El cuerpo del telescopio ocupaba casi la totalidad del pequeño observatorio. La cúpula
tenía una ventana redonda, por donde la lente asomaba fuera del edificio.
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—El cristal no parece roto.
—Ya lo reemplacé por uno nuevo. No puedo estar un solo día sin trabajar.
—Usó un martillo de cabeza cuadrada—dije, observando las abolladuras.
—No importa qué haya usado. Son instrumentos muy frágiles, cualquier cosa puede
romperlos.
— ¿Sabe cómo entró el loco de los telescopios?
El doctor Orbe se molestó. Volvió a rascarse: esta vez en el océano índico.
—No lo llame loco. Todavía no sabemos qué fines persigue. Quizás hay una lógica
detrás de estos ataques. Puede tratarse de un astrónomo rival que quiere ser el único en
mirar el cielo.
Me señaló una ventana abierta, a través de la cual se veía el pasto crecido.
—Entró por aquí. Pero aunque no hubiera dejado abierta la ventana, habría entrado igual.
Es la tercera vez que ataca. En el Observatorio Municipal echó la puerta abajo; en el
observatorio del Museo Estelar entró de día, en medio del público, y se escondió para esperar la
noche.
—Está bien informado. ¿Se ha reunido con sus colegas para hablar de estos ataques?
El doctor Orbe golpeó con el puño la mesa de trabajo.
— ¿Mis colegas? ¡Nada de colegas! Yo soy el único astrónomo verdadero. ¿Qué pueden
saber ellos de lo que hay en el cielo? Para ser astrónomo hay que convertirse en planeta. Yo soy la
Tierra. ¿Ellos quiénes son? Hay que hablar de igual a igual con los astros.
— ¿Qué quiere decir?
—No puede ser botánico quien no está dispuesto a convertirse en planta, ni geólogo
quien no aspire a ser piedra. Usted, por ejemplo, ¿qué hace?
—Trato de resolver misterios.
—Entonces conviértase en misterio usted mismo. Así llegará a entender.
Ahora le picaba el desierto del Sahara. Pero pronto estuvo más tranquilo.
— ¿Sabe de quién sospecho?—me dijo— Del doctor Jansenius. Su observatorio es el único
que todavía no ha sido atacado.
— ¿Y queda cerca?
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—No, es en la otra punta de la ciudad. Ya está atardeciendo; no encontrará a nadie
hasta mañana.
Al día siguiente, bien temprano, visité el observatorio del doctor Jansenius. No tuve
dificultades para entrar: habían tirado la puerta abajo. El doctor Jansenius, alto y delgado y con
guardapolvo negro, parecía él mismo un telescopio.
—El trabajo de años, arruinado. ¡De dónde voy a sacar dinero para reparar todo esto!
Volví a presentarme como un enviado de la Asociación Mundial de Astrónomos. Jansenius
me dijo que nunca había oído hablar de esa asociación. Pero estaba tan desesperado por
compartir con alguien sus problemas, que no le preocupó que yo fuera un impostor.
—Ya está, ya no quedan más telescopios en la ciudad. Excepto el de Orbe. Puede haber
sido él.
—No. Él también fue atacado.
—Entonces… no sé qué creer.
Había llovido durante la noche, y el terreno que rodeaba al observatorio se había
convertido en un lodazal. El barro había conservado las huellas del atacante. Trazaban una elipse
alrededor del edificio, como si el criminal hubiera dado un rodeo antes de animarse a entrar.
— ¿Queda algún astrónomo a quien advertirle?…
—No. El observatorio de Orbe y el mío eran los únicos que quedaban sanos.
—Es una lástima. Si quedará algún otro, podría vigilarlo. El loco de los telescopios siempre
ataca de noche.
El doctor Jansenius pensó unos segundos.
—Espere. En el parque hay dos telescopios más. Uno pone una moneda y puede mirar la
Luna las estrellas durante tres minutos. Uno de ellos no funciona, pero el otro sí.
No tenía mucha confianza en que el atacante, después de haber destruido telescopios
sofisticados, se conformara con los dos de la plaza que, para un astrónomo, eran casi de juguete.
De todos modos fui hasta el parque y me senté en un banco de madera, cerca de los
telescopios. Estaban a la orilla de un lago artificial, uno junto a otro. Alrededor había
chicos andando en bicicleta, chicos en la arena de los juegos, en los toboganes y en las hamacas,
pero nadie se acercaba para ver la Luna que empezaba a asomar.
Pronto oscureció y el parque se vació de bicicletas y de chicos. Sobre mi cabeza,
mariposas de noche daban vueltas y vueltas alrededor de un farol de luz amarilla, sin poder
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escapar de su destino circular. Me quedé dormido durante unos minutos; me despertaron los
golpes.
A la luz de la Luna vi al atacante que levantaba el martillo para descargarlo contra uno de
los telescopios. El otro ya había sido aplastado. La luz de la Luna iluminó el Océano Pacífico.
— ¡Orbe!—grité.
Orbe se asustó al oír su nombre y dejó caer el martillo. Se alejó corriendo. Pasó junto a las
hamacas y el tobogán, y bordeó la laguna que estaba en el centro del parque. Sus pasos
despertaron a los patos, que aletearon con alarma. Corrí tras él y pronto estuve a punto de
alcanzarlo. Pero entonces noté que volvía al lugar del principio, junto al telescopio. Pensé que
quería recuperar el martillo, pero cuando pasó junto a él, ni lo miró y siguió de largo. Entonces
repitió el recorrido: volvió a pasar junto a las hamacas, volvió a alarmar a los patos. Entendí: como
era un planeta, no podía evitar que sus pasos describieran una órbita. Me senté en el banco,
porque me di cuenta de que no podía fugarse, estaba preso de su propio recorrido. Y siguió y
siguió, como las mariposas de noche, hasta caer rendido sobre el pasto.
Tomé el martillo para asegurarme de que Orbe no lo blandiera contra mí ni contra nadie
ni nada más. Ahora parecía agotado, avergonzado y pacífico.
— ¿Para qué rompió todos esos telescopios? ¿Para qué rompió el suyo?
—El mío no lo rompí. Le di unos martillazos, solo para disimular. Los otros… usted no
podría entenderlo. ¿Alguna vez se pasó una noche entera mirando una estrella?
—No.
—Entonces no sabe. Yo descubrí una estrella desconocida. La miré tanto que al final me
enamoré.
— ¿Se enamoró de una estrella?
—Sí. ¿Por qué los científicos tenemos que ser fríos y cerebrales? ¿Por qué tenemos que
usar la lógica todo el tiempo?
A mí, nada en Orbe me parecía lógico, pero no quise contradecirlo.
—Yo quería que la estrella fuese solo para mí.
—Nadie se la iba a robar.
—A robar no, pero la podían mirar. Yo no quería que los otros astrónomos la
descubriesen. Ahora estoy perdido. Ella será de todos.
Bajó la cabeza, eclipsada.
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Orbe tuvo que pagar por todo el daño que había hecho. Para recaudar
fondos, trabajó limpiando las lentes de los telescopios, actuó en un circo,
ofreció su cabeza como pieza viviente del Museo Estelar. Los astrónomos lo
perdonaron y le dejaron conservar su estrella. Cuando aparece en el
telescopio, miran para otro lado.
Yo encontré a Orbe por la calle tiempo después. Ya no mostraba con
orgullo su cabeza: ahora usaba sombrero.
—Ya estoy casi curado —me dijo—. Todavía doy órbitas, pero cada vez más grandes.
Además, los médicos me convencieron de que no soy la Tierra.
—Esa es una buena noticia. Lo felicito.Se sacó el sombrero, orgulloso de sus adelantos.
Continentes y mares habían desaparecido. En cambio, rodeaba su cabeza un anillo dorado.
—Ahora soy Saturno.
FIN
Conversa con un adulto:
2. ¿Cuál es el caso que se debe resolver?
3. ¿Cómo se llama el detective?
4. ¿Cuál es la pista que proporciona Jansenius, a la causa?
5. ¿Qué piensas acerca de la teoría del doctor Orbe con respecto a convertirse en aquello
que se estudia (un astrónomo, en un planeta; un veterinario, en un perro)? ¿crees que,
para conocer a fondo algo, hay que vivirlo en “carne propia”?
(Si te interesa saber más de esta obra de Pablo de Santis,
podes leer otros relatos en: www.lectulandia.com ).
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¡Manos a la obra!
1. Para leer y pensar:
¿Quién es el culpable? ¿Podrá el detective descubrirlo? Yo no fui. Él,
tampoco. Ese día y a esa hora, estaba en otra parte. ¿Fue el
mayordomo? ¿Fue el vecino? ¿Cómo se resolverá el caso? Muchas
veces las cosas no son como parecen y se necesita de una gran
astucia para descubrir al culpable. Los sospechosos tratarán de
confundir cada vez más los hechos para despistar al investigador. El
cuento policial nos propone ser detectives por un rato y seguir las
pistas del sospechoso hasta resolver el misterio.
Seguimos trabajando el texto: “El caso de los telescopio rotos”, respondan las siguientes
preguntas en sus cuadernos:
2. ¿Cómo se describe la ciudad donde ocurren los hechos narrados?
3. ¿Quién resulta ser el culpable?
4. ¿Por qué el astrónomo rompe los telescopios?
5. ¿Cómo descubre el detective al culpable, comenta todo lo que hace para develar el
misterio?
Sabias que el cuento policial es un texto literario que narra la investigación realzada por un detective para resolver un
enigma o descubrir al culpable de un delito. Se caracteriza por presentar tres elementos:
Un delito: se transforma en el enigma que estructura el relato y que es preciso resolver.
El detective: se caracteriza por su gran capacidad de observación y su inteligencia para solucionar
el misterio.
El culpable del crimen:se descubre al final del cuento.
El detective busca información, hace hipótesis y saca sus propias conclusiones que le permiten atrapar al culpable a
partir de una serie de pistas que se van presentando a lo largo del relato. El lector del cuento policial se identifica,
generalmente, con el detective y lo acompaña en sus búsquedas y razonamientos.
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“Conociendo al autor”
Esta obra tiene por autor al destacado Pablo de Santis: nacido en Buenos
Aires, el 27 de febrero de 1963. Estudió la carrera de Letras en la Universidad de
Buenos Aires, y trabajó como periodista y guionista de historietas. Publicó el álbum Rompecabezas
(1995), que reúne una parte de las historietas que hizo con el dibujante Max Cachimba para la
revista Fierro. Es autor de más de diez libros para adolescentes, por los que ganó en 2004 el
Premio Konex de platino. Publicó su primera novela, El palacio de la noche, en 1987. Para la
televisión, escribió los textos de los programas El otro lado y El visitante, y fue guionista de la
miniserie Bajamar, la costa del silencio. Es también autor de varios ensayos sobre el género de las
historietas.
1. En este retrato esta el autor. Imagina cuando y
para que se realizó esta fotografía y escribe un
epígrafe para la misma.
2. Te invito a dibujar o con imágenes de revistas
realices la secuencia cronológica del cuento.
Recuerda que para la misma debes identificar las
acciones significativas que realizan los personajes.
¿Quién cuenta la historia?
En clases anteriores vimos lo que es un cuento policial, sus elementos,
características y conocimos acerca del autor del texto leído; hoy diferenciaremos
el autor del narrador: el autor de un texto literario es la persona real que lo escribió.
Por ejemplo en “El caso de los telescopios rotos”, el autor es Pablo de Santis. Para contar la
historia, el autor crea un narrador, quien relata los hechos dentro de la narración. Nunca se debe
confundir narrador con autor.
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El narrador puede contar la historia en primera persona (yo, nosotros) o en tercerapersona (él,
ella, ellos, ellas) de acuerdo con el punto de vista que adopte para relatar los hechos. El narrador
en primera persona puede ser un personaje principal del relato y, por esta razón, se lo llama
narrador protagonista; o puede ser un personaje secundario, llamado narrador testigo, que relata
lo que vio o lo que otros personajes le contaron.
El narrador en tercera persona no es ningún personaje de la narración y puede ser omnisciente o
no omnisciente. Si conoce, además de los hechos, lo que sienten y piensan todos los personajes,
se lo llama omnisciente. Si solo conoce los hechos y los narra se los denomina no omnisciente.
1. Lee las siguientes consignas y solo escribe la respuesta correcta en tu carpeta.
Este texto es un cuento policial porque:
Informa sobre las actividades de los astrónomos.
Narra las acciones realizadas por un detective para resolver un misterio.
Describe las características del espacio.
El narrador de este cuento es:
El doctor Orbe.
El doctor Jansenius.
El detective.
2. ¿En qué persona gramatical se cuenta la historia? Justifica con una cita textual.
3. Describe los personajes del cuento.
“Imaginamos ser detectives”.
a) ¿Leyeron o escucharon alguna vez una historia de un robo o de un
crimen“misterioso”? Escríbanla.
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b) ¿Conocen algún detective famoso? Investiguen y cuenten lo que saben de él, (en Netflix
hay una serie de un detective muy famoso y reconocido).
c) Imaginen que son detectives y deben elaborar hipótesis para explicar cómopudo haber
sucedido el robo de un libro.
d) Piensen cuáles son las tres características principales de un buen detective.
e) Imaginen y dibujen un detective que será el personaje de uno de los cuentos policialesque
elaborarán. Debes tener en cuéntalos siguientes tips:
Aspecto físico:
Personalidad:
Instrumentos de investigación:
Ayudante:
¡Para saber más!
Una hipótesis es una suposición hecha a partir de unos datos que sirve de base para iniciar una
investigación o una argumentación.