Por

Dante Amerisi

Por

Dante Amerisi

Afortunadamente creí en mí,

justo cuando ni yo mismo podía darme ese lujo.

Teoría de la Singularidad

Te escogí justo a ti, pues nuestras esencias coincidieron en el tiempo y embonaron

en sus formas a la perfección. Fue gracias a tu naturaleza que te elegí.

Y eso me resultó algo sumamente natural.

Teoría de la Selección Natural

No basta con que nos insistan en el pecado original.

También hay que procurar la originalidad del pecador.

Teoría del pecado

La violencia de la

palabra suele preceder

a la violencia física;

es más dañina,

punzante y duradera.

Por eso, no es de

extrañar que muchas

riñas se inicien con los

labios, más que con los

puños.

Teoría de la

Causalidad.

La mejor herencia que podemos recibir es un talento, un don, una capacidad especial.

Es más fácil heredar los bienes materiales que los talentos. Los primeros se heredan

por las leyes humanas. Sin embargo, la naturaleza otorga los talentos, que

transmite desde la concepción a ciertos elegidos. Y si esto último no ocurre en ese

preciso momento, jamás ocurrirá.

Las leyes de la herencia

Y ella logró influir tanto en mí, que si no hubiera existido,

yo habría tenido que inventarla.

Teoría del diseño inteligente

La idea del éter como medio absoluto y fijo a través del cual debía moverse el

universo no logró trascender a su mítica y corta existencia, como se esperaba. Y es

que, aunque al éter sólo le faltaba el “no” para ser “eterno”, en cuanto se lo dieron

por unanimidad, justo en ese momento y no antes, dejó de existir para siempre.

Especialmente en el mundo de las ideas.

Teoría del éter

Quién esté libre de piedras, ¡qué arroje el primer pecado!

Teoría del movimiento parabólico

Nacemos de un encuentro creativo, apasionado, cálido y romántico de dos almas.

Somos hijos del amor y el arrebato. Crecemos con las alas abiertas, alimentados por siglos

de conocimiento, exploración, descubrimientos y de infinita curiosidad.

El espíritu de libertad nos ha llevado más allá

de los confines de nuestro propio mundo y de nuestra imaginación.

La nuestra es, pues, una generación con la obligación de ser espontánea, por necesidad.

Teoría de la generación espontánea

De todos tus admiradores, de todos tus enamorados y tus pretendientes,

de todos tus amantes, sólo temo a uno.

Sólo uno podría hacerme dejar de quererte: yo mismo.

Reflexión I

La verdadera sensibilidad no es externar lo que uno siente,

sino percibir lo que sienten los demás y darle su justo valor.

Reflexión II

La nostalgia siempre es agridulce. Lo suficientemente dulce para gustar

y lo suficientemente agria para no querer probarla todos los días.

Reflexión IV

Cada día que pasa es como la gota que cae insistentemente

sobre la roca que es nuestro ser, hasta que la desgasta.

El vacío que queda es justo por donde se nos va la vida.

Reflexión V

Imagino que cuando escribimos somos como árboles en otoño; que las cartas son

como las hojas en las que vertimos parte de la vida

y que luego se desprenden para que se las lleve el viento

(sólo que en, este caso, el viento es el cartero).

Reflexión VIII

Un suspiro es un lapso de tiempo equivalente a un instante,

sólo que está medido con el tic tac del corazón.

Reflexión XIII

Es posible que todos tengamos un rostro escondido

que ni el más nítido espejo nos mostrará.

Reflexión XV

No hay mejor lenguaje que aquel que prescinde de las palabras,

porque su simbología son los sentimientos y se representa con emociones.

Reflexión XVI

El homenaje más grande que puede hacer un hombre a otro,

es otorgarle su amistad de la forma más sincera y desinteresada.

Reflexión XVII

Siempre espero con esperanza.

Esperar con ansia es desesperar;

esperar después de ceder algo nuestro,

es ambicionar;

esperar lo que no se tiene,

es agrandar el vacío;

esperar con añoranza

es envolverse en la nostalgia.

Esperar con el corazón abierto

lo que ha de venir, sin prejuicios,

pero con valentía y determinación,

concediéndole tiempo al tiempo,

eso significa para mí la esperanza.

Por eso yo seguiré siempre

esperando así, con esperanza.

Reflexión XVI

Reflexión XXUn beso es algo tan íntimo y personal, que se convierte en un sello único y más

preciado que una rúbrica. Por eso los amantes firman sus cartas con besos.

Reflexión XXIUn beso es la marca incorpórea de nuestra presencia.

Es la huella sutil de nuestras intenciones.

¿Qué otra palabra nos sirve para dar por sentado

que se intenta decir lo que debería decirse cuando no es posible hacerlo?

En este caso, solamente “etcétera” raya en lo infinito.

Reflexión XXXVIII

La vida nos enseña que no es tan importante la libertad,

como el sentimiento de realmente tenerla.

Reflexión XXXIX

Tiendo por un estilo humano y

cotidiano, intentando no abusar de

los adjetivos calificativos y evitando

tocar demasiado las palabras usadas

hasta el cansancio por los poetas.

Jamás he escrito música o un poema

o he pintado un cuadro llamado

"metamorfosis“. ¡Lo juro!

Evito a toda costa

recurrir al incesto literario

de la palabra.

Reflexión XLIII

Einstein hizo toda una teoría sobre la

relatividad. ¡Y vaya que tantas cosas

son relativas!

A veces pienso que la dicha y la pena son

dos estados de ánimo que se miden con el

mismo termómetro, tal como se hace con el

frío y el calor. Quizá lo mismo podría

decirse del amor y el desamor.

Pero bueno, justo como pasa cuando

tenemos fiebre, lo verdaderamente

importante no es cuál de esas emociones

sentimos en ese momento, sino el cuidarse

de no quebrar el termómetro mientras te

miden la temperatura.

Reflexión L

Textos tomados de los libros:

“Teorías de la relatividad poética”

y

“Reflexiones, poesía temprana y otros textos”

por Dante Amerisi.

http://danteamerisi.wordpress.com/

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Dante Amerisi © 2009 y 2011