teología del reino de dios

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CET-Classic.- Curso 2011-2012.- Teología del Reino de Dios.- Diego Martínez Méndez BIBLIOGRAFÍA SELECTA UTILIZADA Auzou, G., La Danza ante el Arca: Estudio de los libros de Samuel . Madrid, Fax, 1971. Todo el libro es interesante para nuestro tema, pero de especial interés son las pág. 285-334, bajo el título “Avance de una Esperanza”. Balz, H. - Schneider, G., Diccionario Exegético del Nuevo Testamento (Vol. I). Salamanca, Sígueme, 1996, entradas “basileia” (columna 600-614 y “basileus” (col. 614-621). Boff, L., Jesucristo y la liberación del hombre . Madrid, Cristiandad, 1981 (pp. 84-109, 257- 264, 280-282, 449-457, 489-496). Bornkamm, G., Estudios sobre el Nuevo Testamento , Salamanca, Sígueme, 1983 (“Cristo y el mundo en el mensaje del cristianismo primitivo”, pp. 87-102. “El aplazamiento de la parusía”, pp. 181-191. “El mensaje del reino de Dios y la ley en la predicación de Jesús”, pp. 346-352). Bultmann, R., Teología del Nuevo Testamento , Salamanca, Sígueme, 1981 (Especialmente los capítulos bajo “La predicación de Jesús”, pp.39-72 y “El kerigma de la comunidad primitiva”, pp. 73-107). Castillo, J.M., El Reino de Dios. Por la vida y la dignidad de los seres humanos . Bilbao, Desclée de Brouwer, 1999- Cazelles, H., El Mesías de la Biblia , Barcelona, Herder, 1981. Conzelmann, H., El centro del tiempo , “estudio de la teología de Lucas”, Madrid, Fax, 1974. (Especialmente pp. 165-174). Coenen, L. - Beyreuther, E. - Bietenhard, H., Diccionario Teológico del Nuevo Testamento , Salamanca, Sígueme, 1984. (artículo “Reino”). Dodd, C.H., El Fundador del Cristianismo , Barcelona, Herder, 1977 (especialmente el capítulo titulado “El Mesías”). De Vaux, R., Instituciones del Antiguo Testamento , Barcelona, Herder 1976 (caps. IV “la concepción del Estado”, V “La persona del rey”; aunque toda la tercera parte: “instituciones civiles” , pp. 105-290, es interesante para conocer la época y significado de la monarquía israelita). Eichrodt, W., Teología del Antiguo Testamento , vol. I, Madrid, Cristiandad, 1975 (espec. pp. 398-416 y 431-468). Heinisch, P., Cristo, el Mesías, en el Antiguo Testamento . Barcelona, E.L.E., S.A., 1966 (pp. CET-Cásic.- Teología del Reino

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Breve recorrido sobre las distintas perspectivas que configuran el complejo "concepto" de Reino de Dios en la Biblia

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  • CET-Classic.- Curso 2011-2012.- Teologa del Reino de Dios.- Diego Martnez Mndez

    BIBLIOGRAFA SELECTA UTILIZADA

    Auzou, G., La Danza ante el Arca: Estudio de los libros de Samuel. Madrid, Fax, 1971.Todo el libro es interesante para nuestro tema, pero de especial inters son las pg. 285-334,bajo el ttulo Avance de una Esperanza.

    Balz, H. - Schneider, G., Diccionario Exegtico del Nuevo Testamento (Vol. I). Salamanca,Sgueme, 1996, entradas basileia (columna 600-614 y basileus (col. 614-621).

    Boff, L., Jesucristo y la liberacin del hombre. Madrid, Cristiandad, 1981 (pp. 84-109, 257-264, 280-282, 449-457, 489-496).

    Bornkamm, G., Estudios sobre el Nuevo Testamento, Salamanca, Sgueme, 1983 (Cristo yel mundo en el mensaje del cristianismo primitivo, pp. 87-102. El aplazamiento de laparusa, pp. 181-191. El mensaje del reino de Dios y la ley en la predicacin de Jess,pp. 346-352).

    Bultmann, R., Teologa del Nuevo Testamento, Salamanca, Sgueme, 1981 (Especialmentelos captulos bajo La predicacin de Jess, pp.39-72 y El kerigma de la comunidadprimitiva, pp. 73-107).

    Castillo, J.M., El Reino de Dios. Por la vida y la dignidad de los seres humanos. Bilbao,Descle de Brouwer, 1999-

    Cazelles, H., El Mesas de la Biblia, Barcelona, Herder, 1981.

    Conzelmann, H., El centro del tiempo, estudio de la teologa de Lucas, Madrid, Fax,1974. (Especialmente pp. 165-174).

    Coenen, L. - Beyreuther, E. - Bietenhard, H., Diccionario Teolgico del Nuevo Testamento,Salamanca, Sgueme, 1984. (artculo Reino).

    Dodd, C.H., El Fundador del Cristianismo, Barcelona, Herder, 1977 (especialmente elcaptulo titulado El Mesas).

    De Vaux, R., Instituciones del Antiguo Testamento, Barcelona, Herder 1976 (caps. IV laconcepcin del Estado, V La persona del rey; aunque toda la tercera parte: institucionesciviles , pp. 105-290, es interesante para conocer la poca y significado de la monarquaisraelita).

    Eichrodt, W., Teologa del Antiguo Testamento, vol. I, Madrid, Cristiandad, 1975 (espec.pp. 398-416 y 431-468).

    Heinisch, P., Cristo, el Mesas, en el Antiguo Testamento. Barcelona, E.L.E., S.A., 1966 (pp.

    CET-Csic.- Teologa del Reino

  • 73-78 Eterna permanencia de la casa de David ; 79-102, los salmos de David y 289-306, Las profecas y su cumplimiento).

    Jeremas, J., Teologa del Nuevo Testamento. Salamanca, Sgueme, 1974. (pp. 119-148, laaurora del reino de Dios).

    ----------, La Promesa de Jess para los Paganos. Madrid, Fax, 1974 (especialmenteinteresante la segunda parte, pp.58-77 y la tercera, 79-106).

    Jenni, E.-Westermann, Diccionario Teolgico Manual del Antiguo Testamento. Madrid,Cristiandad, 1978 (artculo melek-rey, col. 1237-1252).

    Kng, H., La Iglesia. Barcelona, Herder, 1967 (pp. 55-128, Bajo el venidero reino deDios).

    ----------, El Desafo Cristiano. Madrid, Cristiandad, 1982 (pp. 139-168, La causa deDios).

    Lohse, E., Teologa del Nuevo Testamento. Madrid, Cristiandad, 1978 (pp. 41-48).

    Lorenzen, T., Resurreccin y discipulado, modelos interpretativos, reflexiones bblicas yconsecuencias teolgicas. Santander, Sal Terrae, 1999 (de especial inters para nuestrotema es el captulo 12, salvacin universal , sobre todo el epgrafe salvacin, naturaleza ycosmos, pp. 368-382).

    McKenzie, J., Espritu y Mundo del Antiguo Testamento. Estella (Navarra), Verbo Divino,1968 (bastantes captulos -por no decir todo el libro- contiene informacin interesante sobretemas relacionados con el nuestro).

    Mowinckel, S., El que ha de venir, Mesianismo y Mesas. Madrid, Fax, 1975.

    Moltmann, J., Trinidad y Reino de Dios, La Doctrina sobre Dios. Salamanca, Sgueme,1983 (El reino de la libertad, pp. 207-238).

    Obermller, R., Teologa del Nuevo Testamento. Buenos Aires, La Aurora, 1978 (pp. 468-470 del vol. III).

    Pannenberg, W., La Fe de los Apstoles. Salmanca, Sgueme, 1975 (pp. 138-149, sentado ala diestra de Dios Padre todopoderoso...).

    ----------, Fundamentos de Cristologa. Salamanca, Sgueme, 1973 (pp. 453-492).

    Russell, D.S., El Perodo Intertestamentario. El Paso, Tx., C.B.P., 1973 (pp. 118-141).

    Schillebeeckx, E., Jess, la historia de un viviente. Madrid, Cristiandad, 1981 (pp. 127-208y 628-632, aunque todo el libro, por ser una cristologa, tiene que ver con el Reino de Dios).

    CET-Csic.- Teologa del Reino

  • Schnackenburg, R., Reino y Reinado de Dios. Madrid, Fax, 1970 (nico libro monogrficosobre nuestro tema en castellano -al menos que yo conozca).

    Stagg, F., Teologa del Nuevo Testamento. El Paso, Tx., C.B.P., 1976 (pp. 153-171).

    Tamayo-Acosta, J.J., Hacia la Comunidad, volumen 6: Dios y Jess. Madrid, Trotta, 2003(pp. 52-74, La esperanza de Jess).

    ----------, Para Comprender la Escatologa Cristiana. Estella (Navarra), Verbo Divino, 1993(pp. 120-151, Reino de Dios. Dialctica presente-futuro).

    Tillich, P., Teologa Sistemtica, Vol. III, Salamanca, Sgueme, 1984 (pp. 357-473, LaHistoria y el Reino de Dios).

    Trillimg, W., El Verdadero Israel, La teologa de Mateo. Madrid, Fax, 1974 (pp. 210-224,el reino de Dios).

    Von Rad, G., Teologa del Antiguo Testamento, vol. I. Salamanca, Sgueme, 1982(especialmente pp. 39-103 sobre la constitucin de la monarqua, pp.381-431 sobre losungidos de Yaveh).

    ----------, Estudios sobre el Antiguo Testamento. Salamanca, Sgueme, 1975. (pp. 191-198,sobre el ritual real judo).

    Wright, G.E., El Dios que Acta. Madrid, Fax, 1974 (pp. 81-123, Lo que Dios ha hecho).

    ----------, Inclina tu oido..., Aspectos de la fe de Israel. Buenos Aires, La Aurora, 1959(pp. 103-119, El reino de Dios, el Espiritu Santo).

    Zimmerli, W., Manual de Teologa del Antiguo Testamento. Madrid, Cristiandad, 1980 (pp.32-44, Yahv, creador y rey; 93-102, El rey; 263-269, La apocalpticaveterotestamentaria y 270-272, Apertura del mensaje veterotestamentario).

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  • PROGRAMA

    (Este programa lo iremos completando y ampliando sobre la marcha teniendo en cuenta lascircunstancias de tiempo, alumnado, intereses de la clase, etc).

    1. NOCIONES PRELIMINARES Qu significa teologa del reino? Importancia del tema en la Biblia (AT y NT). Explicacin de trminos: Reino/Reinado de Dios. Rey, Seor, Soberano. Temas relacionados: mesianismo, mesas, escatologa, apocalptica, esperanza... La teocracia y el Reino de Dios.

    2. EL REINO DE DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.2.1. El seoro de Dios en el AT.2.2. La monarqua israelita y el Reino de Dios.2.3. El Reino de Dios en la profeca israelita.2.4. El Reino de Dios en los salmos.2.5. El Reino de Dios en la sabidura.2.6. El Reino de Dios en el judasmo tardo (perodo intertestamentario y poca de

    Jess).

    3. EL REINO DE DIOS EN EL NUEVO TESTAMENTO.3.1. El Reino de Dios en la predicacin de Jess: caractersticas generales.3.2. El Reino de Dios y Jess: su predicacin y sus acciones.3.3. El Reino de Dios en la Iglesia apostlica.3.3.1 Reino de Dios y reino de Cristo en Pablo.3.3.2 Reino, Iglesia y Mundo en Pablo.3.3.3 Reino de Cristo (y de Dios) en los escritos tardos del Nuevo Testamento.

    4. EL REINO DE DIOS EN EL CRISTIANISMO ANTIGUO, MEDIEVAL,REFORMADO..., ACTUAL.

    Resumen de las principales interpretaciones que se han dado y se dan(completaremos el esquema).

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  • I. NOCIONES PRELIMINARES

    1. Qu significa Teologa del Reino . Las dos palabras del enunciado, referidas la unaa la otra nos dan la clave:

    Qu queremos decir con teologa?

    A qu nos referimos cuando decimos del Reino?

    2. Importancia del tema en la Biblia (AT y NT).

    Tema medular que recorre todo el pensamiento teolgico fundamental bblico, sientendemos Reino de Dios como Soberana de Dios.

    Contiene, o a l hacen referencia, todos los temas principales de la Biblia. Por citaralgunos fundamentales: Creacin e historia, Bendicin, Promesa, Alianza (Pacto),Salvacin, Ley Moral (tica), Juicio, etc.

    3. Explicacin de trminos:

    Reino/Reinado: Institucin, Espacio (territorio), Tiempo (duracin)... Ningnconcepto se adeca al Reino de Dios. Soberana activa o seoro (nfasis en elpoder/autoridad en accin).

    Nagid (soberano). El anunciado o designado (por Yahweh) en 1Sam. 9:16; 10:1;13:13.

    Shiloh (Gn. 49:10).

    Melek (Rey). No es un ttulo que se aplique frencuentemente a Dios (salmos reales ode entronizacin).

    Basileus (rey en griego) y de ah reino de Dios o reino de los cielos.

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  • 4. Temas ntimamente relacionados:

    Mesas / mesianismo.

    Promesa / Esperanza.

    Escatologa.

    Apocaltica.

    5. La teocracia y el Reino de Dios. El peligro de las ideologas teocrticas.

    Teocracia en Israel.

    Teocracia en la Iglesia Cristiana Antigua/Medieval (constantinismo).

    Teocracias modernas: gobiernos islamistas.

    El Reino de Dios no puede ser nunca una teocracia a travs de representatividadhumana (lderes carismticos, institucionalizados, etc.), ni basndose en una supuestarevelacin divina (Biblia, Corn, etc.,) que siempre necesitar de un hermeneutahumano. Lo ms cercano a una teocracia ideal humana sera la obediencia a Diosen una conducta en absoluta concordancia con la accin y mensaje fundamental deJess de Nazaret que lleva al amor radical (incluso al enemigo), cambio radical en losvalores y el ejercicio del poder (a travs del servicio a los dems), y la creacin de unambiente diferente que puede ser calificado como totalmente nuevo (cielos nuevos ytierra nueva).

    Tareas: Los alumnos participarn en clase planteando preguntas, dudas, aportaciones e,incluso, opiniones contrarias a las del profesor (intentando que estn razonadas y/ofundamentadas). El deabate en clase puede ser muy enriquecedor.

    Tomarn apuntes en clase y los completarn con ayuda de libros que traten el tema encuestin (ver bibliografa).

    Realizarn un trabajo de resumen breve de cada tema tratado en clase. Los que deseen aumentar nota pueden hacer un trabajo de investigacin sobrealgun aspecto concreto del temario que deber ser elegido consultando al profesor ysiguiendo sus directrices.

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  • II. EL REINO DE DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.

    1. El seoro de Dios en el AT. La soberana de Dios est explcita en el AT no sloen el ttulo de realeza, sino en temas antiguos e importantsimos para la fe de Israel.Mencionaremos algunos de ellos a continuacin.

    Seor de la creacin. Dios se encuentra al principio de los tiempos como podercreador de todo. Crea la naturaleza y domina el caos haciendo surgir el orden(comos). Luego dota a la naturaleza de vida poniendo como climax y culminacin dela misma la vida humana (Gn. 1 y 2). En base a ser creador la soberna de Dios sevincula a su transcendencia sin dejar de ser un Dios que tiene relacin y se preocupade su cracin. As el sal. 103:19 situa el trono de Dios en los cielos desde donde logobierna todo. A l le pertence la tierra y su plenitud (Sal. 24:1-2) y reina sobre ella(Sal. 47:2,7), tiene relacin con la historia de los pueblos y es rey de todos ellos (Sal.47:8; Jer. 10:7; Miq. 1:2ss., Is. 31:4; Am. 4:13). Tambin reina sobre el panten delos dioses (Sal. 95:3) y tiene bajo sus rdenes una corte celestial (es Yhaveh sebaot)como se refleja en mltiples textos (Is. 6:3; 1 Rey. 22:19, etc.).

    Su soberana es eterna. Sal. 145:13; Jer. 10:10; Sal. 22:29-30. En textos como estosse proclama el seoro o reinado de Dios sin lmites de tiempo, incluyendo incluso ala vida despus de la muerte (Sal. 22:29-30).

    La soberana implica santidad. En un texto como Is. 6:3-6 se vincula la santidad deYahveh con su cualidad de rey. La santidad de Dios, adems de su trascendencia,expresa su relacin ms cercana con su creacin, icludo el ser humano. A veces, lasantidad, marcar distancias, como en el Monte Sini (Ex. 18:23) o el anatema enel caso de Acn (Jos. 7:1ss.); pero la mayora de veces la santidad de Dios producesantidad en aquello que le pertenece o con quien entra en contacto con miras a susalvacin. As el trono de Dios est en el Santo de los santos (lugar santsimo) deltemplo (1 Rey 5:19; Sal. 11:4; Is. 6:1) y todo lo que tiene relacin con Dios es santo:el pueblo de israel, el arca del pacto, el monte de Dios, la ley de Dios, el templo, etc.y el pecado o inmundicia es limpiado al ser santificado (Is. 6:6-7).

    Su soberana apunta a la salvacin. Desde el momento en que Yahveh es elcreador y especialmente creador del ser humano se sigue que debe ser un Dios quedesea y trae la salvacin. Entre los mltiples textos que podramos citar al respectoest el Sal. 74:12 que une realeza de Dios con salvacin (cf. Is. 45:15, 17, 22-23).Tambin algo que deber ser objetivo fundamental entre los reyes del pueblo de Diosest en la propia naturaleza del Dios soberano: la hesed y emet. Y aunque la santidades caracterstica fundamental de Yahveh, vinculada a su trascendencia, lamisericordia y la verdad (hesed y emet) lo es en relacin con su cercana y comunin,basadas en la alianza (texto importante es Ex. 34:6-7). Esta expresin (hesed y emet)que forma pareja en muchos textos del AT puede traducirse tambin como amor yfidelidad. En la realeza aparecer otra expresin importantsima que es el derechoy la justicia (mishpat y sedaqah) y que conducen a un ideal siempre perseguido yanhelado de equidad, paz, prosperidad y felicidad para el pueblo. Su realizacin idealse proyectar al reinado del Mesas.

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  • 2. La monarqua israelita y el Reino de Dios.

    2.1 Antecedentes de la monarqua. Libro de Jueces (se pasa de un caudillaje como elde Moiss y Josu a una serie de jefes carismticos que slo gobiernan endeterminados perodos y en razn de circunstancias concretas y, en la mayora deocasiones, sobre un territorio parcial y no sobre todas las tribus). Hay ciertosintentos de establecer una monarqua que fracasan (casos de Geden, Juec. 8:22-23, y Abimelec, Juec. 9). Tambin 1Sam. 1 al 8 nos sirven como antecedes de lamonarqua.

    2.2 Institucin de la monarqua. La figura de Saul es ms la de un juez que la de unrey, especialmente en la primera poca (campesino que recibe un llamamiento,carismtico, sin trono ni ciudad real, para hacer frente a ciertas refriegas localescomo las de los amonitas,1Sam. 11, y, especialmente, contra los filisteos que asediana Israel, etc.). Cuando es proclamado rey tampoco se instaura una monarquadinstica. Esto ocurrir con David que continuar, despus de la divisin del reino,con Jud pero no con Israel (las diez tribus del norte que darn continuidad a unamonarqua mas o menos carismtica).

    2.3 Material bblico que nos aporta informacin sobre este perodo. Tanto a nivelhistrico como teolgico son obras de referencia los libros de Samuel (tratan elprodo que va desde Saul hasta David), los de Reyes (Salomn hasta la caida de Judcon hisotrias intercaladas de grandes profetas, que tambin se les llamaba videndetes,hombres de Dios, etc., como Ajas, 1Rey. 14; Elas, Eliseo, Micaas, 1Rey. 22; eIsaas, 2Rey. 19, as como habamos visto en los de Samuel a Natn y Gad) y loslibros de Crnicas que narran la hisotria de los reyes desde una perspectivatotalmente favorable a la dinasta davdica y que copia reiteradamente sus relatos deSamuel y Reyes. Tambin hay que tener en cuenta los profetas escritorescontemporneos a este perodo como Ams, Oseas, Isaas, Jeremas y los Salmos,especialmente los llamados salmos reales. Algunos de estos libros, o partes deellos, no se escribieron durante esta poca, sino posteriomente, pero aportanmateriales que nos ayudan a comprenderla y a ver una perspectiva teolgica de lahistoria de Israel y su monaqua que intenta ser una imagen del reino de Dios en latierra.

    2.4 Dos tradiciones diferentes: una positiva y otra negativa en cuanto a la monarquaisraelita. En la primera, la iniciativa viene de Dios que escoge a Saul como libertadorde su pueblo (1Sam. 9:16). Otros textos favorables: 1Sam. 9:1-10,16; 11:1-11,15. Enla segunda, es el pueblo quien pide un rey para ser como las dems naciones(1Sam. 8:5,20; cf. Deut. 17:14 y 1Sam. 8:1-22; 10:18-25). Dios accede a la peticindel pueblo, aun no siendo la mejor y ms deseable. Aunque la dinasta davdica sevi, en la posteridad, como la ideal; no obstante, tanto los libros histricos,principalmente Crnicas, como los profticos y los salmos insistirn en que el Reinoes de Dios y que el ha puesto al rey sobre Su Reino. Con la caida de la monarqua sesoar con la vuelta a la dinasta davdica a travs de un retoo o germen,conforme a la promesa de Natn.

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  • 2.5 El Reinado de Dios se dirige hacia los hombres. La monarqua ser una imagen,aunque imperfecta, del Reino de Dios en la tierra: Eleccin y uncin sern msimportantes que sucesin dinstica, caracterstcas personales o aclamacin(eleccin?) por el pueblo. La ruaj de Yahveh todava ser fundamental para que elrey ejerza bien su misin como en el caso, primitivo, de Saul. Es el rey o su dinastaque estn en funcin del pueblo y no al contrario. Desde la perspectova del Dios delAT la misin y objetivo de la realeza es el bien y la felicidad del pueblo. Por ello elpueblo tiene opinin (a travs de sus representantes o reunido en asamblea) y elgobierno del rey debe ir dirigido, fundamentalmente, a que el pueblo goze delderecho y la justicia, de la prosperidad y de la paz (shalom = alegra, salvacin,prosperidad, tranquilidad, felicidad... y no slo ausencia de guerra).

    2.6 Posible germen democrtico en la perspectiva teolgica de la monarquaisraelita. Aunque democracia y libertad son trminos modernos (gobierno del puebloen libertad), se puede detectar algo en el pensamiento teolgico sobre la historia deIsrael muy interesante:

    El pueblo no depende del rey, sino el rey del pueblo en base a la eleccin . El rey eselegido de entre el pueblo que fue pueblo elegido por Dios (2Sam. 7:23). Laeleccin del pueblo precede a la del rey.

    El rey es ungido (mesas) o consagrado como representante de Dios para gobernar ese pueblo con rectitud y lealtad (mishpat y emet). El rey es importante notanto por ser rey, sino por ser ungido de Dios. Yahveh es Dios del rey porque esel Dios de Israel y el rey es un israelita ms.

    El pueblo interviene en los actos de entronizacin de su rey y se exige que el rey acepte un estatuto y se comprometa a leerlo, meditarlo y ponerlo en prctica (2Rey.11:12; 23:30)

    El mesianismo sobre el Siervo de Yahveh de Isaas y el Hijo del hombre de Daniel puede entenderse como mesianismo comunitario y, especialmente en Daniel (7:13ss.)se le otorga poder regio a la comunidad de los santos.

    La expresin reino de sacerdotes y nacin santa (Ex. 19:6) apunta a todo el pueblocomo participando en el gobierno y no slo a una persona. El NT seguir esamisma lnea de pensamiento dando protagonismo a todo el pueblo, aunque hayapersonas que asuman unas responsabilidades especiales y concretas. Tambin laiglesia ser administrada por todos los miembros, en base a los dones que el Espritureparte a cada uno.

    3. El Reino de Dios en la profeca israelita.

    3.1Antecedentes : La frase de Jueces 8:23 No ser yo el que reine sobre vosotros nimi hijo; Jehov ser vuestro rey, atribuida a Geden, nos recuerda la tendenciaantimonrquica del inicio de la monarqua. La profeca de Natn a ladescendencia de David en 2 Sam. 7:12-13, yo establecer su reino para

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  • siempre, hizo que triunfara la idea promonrquica y que surgiera el mesianismo1.Sin embargo, las constantes infidelidades de la realeza comenzando con Salomny continuando con el reino del norte (Israel) y tambin con varios reyes del reinodel sur (Jud) trajeron cierto excepticismo sobre la monarqua que se ve reflejadoen los profetas. Los profetas de la poca monrquica no dudaron en ser crticoscon la monarqua y enfrentarse de lleno con el propio rey. As Samuel se enfrentay condena a Saul, Natn a David y Elas a Acab, por citar slo algunos ejemplos.Los profetas escritores, al tiempo que son crticos con algunos monarcas,comienzan a desarrollar la esperanza mesinica y escatolgica.

    3.2Los profetas pre-exlicos .

    3.2.1 Ams (siglo VIII). Formado en la cultura cortesana no elimina la esperanzapopular juda en la dinasta de David, pero conoce y ataca los vicios de lainstitucin monrquica y los abusos de las clases dirigentes (2:6ss.; 3:9ss.;4:1ss.8:3ss). Los fundamentos de la monarqua, el derecho y la justicia oprosperidad (mishpat y sedaqah), se han cambiado en veneno y ajenjo (6:12;5:7). El libro termina con una mirada hacia el ideal del reino davdico (9:11-16)2 yla esperanza mesinica, aunque poltica.

    3.2.2 Oseas (siglo VIII). Lo mismo que Isaas este profeta conoci la gran crisisque puso fin al reino de Israel (norte) en el ao 722. Es muy crtico con lasdinastas del norte: entronizaron reyes sin contar conmigo (8:4) y su rey escomo espuma sobre las aguas (10:7). En 10:3 se ve una poca sin rey y, aunquelo hubiera no podra hacer nada por el pueblo. Es Dios quien les ha dado yquitado el rey (13:10-11). El reino de Israel es como un nio que no acaba denacer (13:13). El captulo 14 (final del libro) contiene una visin de esperanzafutura si Israel se vuelve a Yahveh.

    3.2.3 Isaas (siglo VIII3). Es profeta de emmanuel (Dios que viene a nosotros:7:14; 6:1-9), el hijo nacido para reinar eternamente sobre el trono de David (9:6-7) al que se le adjudican calificativos tan extraordinarios como consejeroadmirable, Dios fuerte, padre eterno y prncipe de paz. El ideal siguesiendo el derecho y la justicia - mishpat y sedaqah (28:16-17). En 6:1ss. narra unavisin, quizs con motivo de la ascensin al trono del rey Jotam, despus de lamuerte del rey Uzas y queda convencido que el entronado no es ms que unvasallo de Jahveh que tiene su trono entre querubines. Aunque los reyes davdidasfracasen en la realidad, el profeta mantiene su esperanza en la dinasta davdica y

    1 Es en esta poca, con la monarqua, cuando hace su aparicin masiva, en la Biblia, la famosa raiz yasha de dondevienen los trminos que hacen referencia a la salvacin y de la que deriva el nombre Jess. Se populariza eltrmino salvador aplicado al rey y alcanza gran importancia el trmino mesiah (ungido). El temor reverente queadquiere el rey ungido, no es tanto por ser ungido (mesas), sino porque es el ungido de Yahveh. Sirvan comoejemplos los casos de David frente a Saul o la expresin no toquis a mis ungidos.

    2 Este final es discutido porque parece hablar del pueblo ya cautivo. No obstante encaja con el simbolismo real de lapoca de Ams.

    3Nos referimos aqu al profeta a quin se le atribuye el libro, es decir, al que, segn la crtica escribi la parte msantigua o primer Isaas. Las partes llamadas Deutero Isaas y Trito Isaas perteneceran a pocas posteriores,siempre segn la crtica literiaria.

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  • perfila, quizs sin proponrselo, el camino hacia una escatologa mesinica regia.As, en 11:1ss se habla del retoo de Isa y su reinado se describe en trminosde justicia, paz, felicidad... Es decir, el ideal mesinico que siempre pervivi ysigue vivo en la esperanza de los pueblos.

    3.2.4 Miqueas (siglo VIII). Al describir la comunidad dispersa de Dios con laimagen de pastor y rebao Miqueas asume la antigua imagen del reino de Yahvehen el que el rey es pastor y va a la cabeza, pero el verdadero rey es Dios (2:12-13;4:13. Cf. Jer. 23:1-6; Ezeq. 34:1ss y v. 23ss). Nuevamente detectamos en estostextos una esperanza mesinica que va ms all de un determinado rey davdida.

    3.2.5 Otros profetas pre-exlicos, cercanos al exilio. En esta poca adquieregran importancia el templo hacia el que se dirigen la fe y reflexin de las lites. ElDeuteronomio se redacta ahora por levitas del norte que llevan consigo aJerusaln tradiciones jurdicas e histricas y el templo se convierte en santuarionico. La eleccin no se centra tanto en la dinasta real como en ese lugar y latorah. El mesianismo deutonomista advierte sobre las limitaciones, tambin lasdel rey (Deut. 17:14-20). Profetas representativos de la poca son Sofonas,Jeremas y Habacuc. Sofonas critica a los prncipes y a todos los que asumen lasmodas extranjeras (1:8) y declara que Yahveh es el rey (3:15). Jeremas habla deun rey davdico suscitado por Dios (30:9), pero proclama juicio sobre losgobernantes y lderes religiosos, incluso sobre el mismo santuario y la ciudadsanta (26:1ss) y contra el mismo rey de Jud (21:11; 22:6). Tambin retoma laidea del retoo de Isaas en 23:5ss. Por su parte Abacuc es el nico que utilizala palabra mesas ( o ungido), en 3:13. Coetneo de Jeremas, profetiza cuandoel peligro caldeo se divisa en el horizonte (1:6ss.) y termina con un salmo quemezcla temas csmicos y de batalla (3:12ss.), rememorando la vieja esperanza dela accin salvadora de Dios por intermedio del rey y que, unos 50 aos ms tarde,vemos en el libro de Lamentaciones lo viva que est an esa esperanza, aunque sereconocen los fracasos (Lam. 4:19-20) y que el trono es eterno en cuanto trono deYahveh.

    3.3 En la profeca durante el exilio. La caida de Jerusaln en el 587 planteabaproblemas an ms serios. El rey Sedecas ha muerto cautivo y Joyaqun vegetaen una cautividad sin gloria, pesando sobre l la terrible sentencia de Jeremas(22:30): As ha dicho Jehov: Escribid lo que suceder a este hombre privado dedescendencia, hombre a quien nada prspero suceder en todos los das de su vida;porque ninguno de su descendencia lograr sentarse sobre el trono de David, ni reinarsobre Jud.

    3.3.1 Surgen escritos fundamentales en esta poca. Se difunde y quizs setermina el libro de Deuteronomio, Jeremas o su escuela4, (a quien se atribuyen

    4 La crtica literara suele coincidir en que muchos de los libros que ahora citamos estn, al menos en algunas de suspartes, compuestos, redactados o recopilados en esta poca por personas cercanas a cada profeta en cuestin. A ellose debe que hablemos de escuela jeremiana, ezequeliana, isaiana, etc. Tambin los escritos llamadosdeuteronomistas y sacerdotales pudieron escribirse en esta poca o posteriormente. Eso no quiere decir que noexistieran tradiciones anteriores que fueron la base de tales escritos. Sin duda que existieron y fueron la base para loslibros tal y como los tenemos actualmente.

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  • ciertas partes del libro que lleva su nobre y el Deutero-Isaas. Tambin seredactaron los libros de los Reyes, seguramente en la escuela deuteronomista, ellibro de Ezequiel, el de Lamentaciones y Zacaras, entre otros.

    3.3.2 Ezequiel inicia un ministerio proftico entre los exiliados sobre el 593 y sealza contra la esperanza de un retorno del rey Joyaquin. Su predicacin se dirigecontra Jerusaln y lo que all suceda (24:5-6) y Dios mismo va a profanar susantuario (24:21). La esperanza mesinica se proyecta sobre el rey ideal David,antes de que se dividieran los reinos en una imagen hermosa que habla de retornodel exilio, de unidad, de paz, de santuario nico y todo bajo la soberana deYahveh y de su rey ideal mi siervo David (37:16-28). Tambin la imagen regiadel pastor es compartida por Yahveh mismo y su siervo David (34:15-31). EnEzequiel no hay uncin pero se habla mucho del Espiritu que viene o caesobre.... La justicia y el derecho dejan de ser virtudes reales por excelencia ypasan al pueblo, debiendo de ser caracterstica de cada individuo (18:5,19-21).Ezequiel desacraliza la figura del rey (o prncipe) y da paso a un mesianismosacerdotal (48:1-7, 21, 23-29). Dicho mesianismo sacerdotal se ver totalmentereflejado en los escritos deuteronomistas, especialmente en Levtico.

    3.3.3 El Deutero-Isaas. Unos 25 aos despus del ltimo orculo fechado deEzequiel (29:17), en el ao 571, se levanta una voz proclamando la esperanza departe del mismo Dios que viene (Is. 40:3) y esto ante una situacin en que losisraelitas parecen carecer de toda esperanza (42:22; 51:20, etc.). Es Dios mismoquien trae la torah (ley), la justicia (sedeq) es suya, as como la luz y la salvacin(51:4,5,7). Tambin los pueblos de la costa (las naciones fuera de Israel) esperansalvacin en Yahveh. La esperanza mesinica se abre y traspasa las fronteras deIsrael (55:1-5). El mesas (ungido) ya no es una figura que dependa de la realezadavdica. Puede ser hasta un pagano como Ciro, en las manos de Dios (44:28). Elsiervo de Yaveh es, quizs, la figura mesinica ms importante del Deutero-Isaas (42:1ss; 49:1ss; 50:4-10; 52:13-53:12). Se trata de una figura discutida peroque parece contener los rasgos mesinicos propios del rey, del profeta y delsacerdote. Tiene tambin rasgos individuales y corporativos como la figura delcomo hijo del hombre de Daniel 7.

    3.4En la profeca post-exlica . Segn la crnica de Nabonido, en octubre del 539Babilonia cae y unos das despus Ciro entra como libertador.5 En 538 autoriza alos judos a reconstruir el templo a raiz de lo cual surgen los relatos bblicos deEsdras y Nehemas. Es tambin en esta poca cuando toma cuerpo la tercera partedel libro de Isaas (caps. 56 al 66) llamado tambin Tritoisaas, posiblementeantes de la reconstruccin del templo. Refleja el universalismo del deuteroisaas ytambin aparece el Espritu de Yahveh que es un elemento del mesianismotradicional en las historias de Saul y David, as como en profetas como Ezequiel.Aqu se le llama santo porque Yahveh es Santo. Este Espritu Santo hace lasfunciones del ngel de Yahveh, la kabod o la Shekinah en el Pentateuco odurante la peregrinacin en el desierto (63:10ss. cf. Ex. 23:10). Aqu Yahveh

    5 H. Cazelles, El Mesas de la Biblia, p115.

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  • anuncia a una figura proftica enmarcada en un pasaje tpicamente mesinico(59:21. cf. 11:1; 42:1). Esa figura proftica habla en 61:1ss y proclama que esmesas: el Espritu de Yahveh est sobre mi, puesto que Yahveh me ha ungido.Resurge con fuerza la esperanza de la antigua realeza donde se combinabauncin y venida de la ruaj de Yahveh sobre el rey. Pero en un contexto en elque no hay rey, ni quizs esperanza de tenerlo y el sacerdote ocupa el lugarprominente.

    3.4.1 Ageo, Zacaras y Zorobabel. Zorobabel es un gobernador de la corte deDaro que combina en su persona el ser heredero de la antigua dinasta local juday representante del poder persa. Ageo y Zacaras profetizan en el otoo del 520que es el ao segundo de Daro. Estos profetas ponen en paralelismo a Zorobabel,gobernador de Jud y a Jou, sumo sacerdote (Ag. 1:1,14; Zac. 4:1ss). Se articulaun mesianismo sacerdotal para el presente y un mesianismo davdico para elporvenir (Ag. 2:22; Zac. 6:11-13). Mientras que el reino de Dios por undescendiente davdico es todava una relidad futura, sacerdote y prncipe seentienden: habr consejo de paz entre ellos (Zac. 6:13).

    3.4.2 Daniel refleja la poca histrica de mediados del siglo II.6 En esta poca sedesarrolla una escatologa sobre los ltimos tiempos. Esta expresin no es de laBiblia hebrea, pero es interesante que la expresin hebrea `ahart hayamm (lasucesin de los tiempos) fuera traducida por los griegos desde el siglo III a. deC. por los ltimos tiempos. Ya exista en literatura bblica anterior otrasexpresiones en esa lnea como la venida del Da de Yahveh y la idea de el fin.Esto se va a convertir en Daniel en tiempo del fin y despus de la destruccindel templo ser el farisesmo el que conserve la esperanza mesinica en lostiempos del fin y que el NT utilizar con la expresin los ltimos tiempos, elltimo da, los ltimos das, en aquel da, etc. Junto a esa esperanzaescatolgica aparecer el mesianismo apocaltico y el reino de Dios expresadocon imgenes, smbolos y nmeros propios de la apocalptica juda. Tpicos, eneste sentido, podran ser los passajes sobre las 70 semanas del libro de Jeremas(Jer. 25:11ss; 29:10. Cf. Zac. 1:12; 7:5; 2Crn. 36:21) que Daniel transforma en70 semanas de aos (Dan. 9:2, 24-27) o la cada de los imperios destruidos poruna piedra que cae sobre ellos (simbolo del reino de Dios?) y que se representana travs de una estatua fabricada con diversos materiales (2:31-41). Aparecen enDaniel tambin la figura mesinica del hijo del hombre (cap. 7) y laresurreccin en los ltimos tiempos (12:2-3).

    4. El Reino de Dios en los Salmos . Resumimos el tema centrndonos en los llamadossalmos reales o de entronizacin. Son salmos que se cantaban como parte de laliturgia del templo y que podran remontaar su ncleo original a la poca de David ySalomn aunque su redaccin definitiva fuera muy posterior. Podan haberse cantadoen las fiestas de entronizacin de los reyes y posteriomente podran haber adquiridoun sentido ms cltico y ser referidos al mismo Yahveh. Generalmente se aceptan

    6 Si aceptamos la fecha que le asigna la crtica literaria moderna habra sido escrito all por los aos 167 a 164. Latradicin lo sita en los siglos VII VI. Para ver los argumentos crticos frente a esa fecha tan temprana se puedeconsultar cualquier introduccin crtica. Son argumentos de tipo histrico, literario y filolgico, principalmente.

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  • como tales los salmos 47, 93 y 96 al 99. En realcin con stos estn los salmosmesinicos (en su totalidad o slo en ciertas partes de los mismos) como el 2, 110,18, 20, 21, 28, 101, 72, 84, 89, etc.

    4.1 En los salmos de entronicacin resuena la exlamacin: Dios es rey o Dios hasido hecho rey7 (93:1; 96:10; 97:1; 99:1) en la que muchos ven una exclamacinentronizadora del mismo Dios. En otros se celebra la toma de posesin de la realezade Yahveh: Dios sube entre voces de jbilo: Yahveh entre el renonar de lastrompetas. Cantad a Yahveh, cantadle! Cantad a nuestro rey, cantadle... (47:6-9;95:3; 98:6,9. Cf. la belleza del sal. 24). En estos salmos, aun cuando hubiesen sidousados en las fiestas de coronacin regia, se desplaza el acento sobre Dios como Rey.Su soberana es csmica (toda la creacin), es histrica (los antepasados, el puebloactual de Israel y las naciones) y es escatolgica (su reinado es eterno y, por lo tanto,se extiende tambin al futuro. No est limitado ni por el espacio, ni por el tiempo. Enestos salmos el Reino de Dios se vincula a Dios mismo, como pasar ms tarde conJess.

    4.2 En los salmos mesinicos el ungido de Dios o mesas es quien ocupa, junto aDios, un lugar cntrico, como ocurra con toda seguridad en la entronizacin del rey -a veces como un nacimiento (filiacin divina), una iniciacin o un solemnedecreto: mi hijo eres t, yo te he engendrado hoy (2:7) o hacindole venir comosacerdote-rey de Sin (ciudad y templo) o vinculandolo a la antigua ciudad jebuseade Davi y de Melquisedec y sentdolo a la diestra misma de Dios (110:1-3). Lomismo que el Rey Yahven en los salmos reales, el mesas tiene dominio (o reinado)universal (18:44-50). Los salmos no olvidan las antiguas promesas hechas a David ysu descendencia, pero se cantan cuando ya no hay monarqua... Es ms, la monarquaha fracasado. El mesianismo cltico, necesariamente, tiene que depositar suesperanza en alguien ms grande que un monarca terreno: tendr que proyectarsehacia Dios y su Mesas.

    5. El Reino de Dios en la Sabidura . Mientras que los israelitas cantan en el templo lossalmos mesinicos y reales, los sabios se esfuerzan por recoger la experiencia delpasado. Es el legado de las escuelas de escribas del tiempo de la monarqua. Tambinuna de las caractersticas de los buenos reyes deba ser la sabidura. Salomn qued,en la tradicin, como el sabio por excelencia (1Rey.3:28) y a l se le atribuyeronmuchos de los escritos de la sabidura veterotestamentaria. Tambin a David se leatribuy una sabidura como la de los ngeles (2Sam. 14:20). Los proverbios todavaconservan dichos sobre la sabidura real como los consejos de la reina madre al reyLemuel (Prov. 31:1-9) o los de 16:10-15. Pero tambin la sabidura personificadahabla y se pone a s misma por encima de los reyes. Por m los reyes reinan y losgobernantes dictan justicia... (8:14-16). Esa sabidura responde a la antiguaesperanza mesinica y se sita (y surge) al lado mismo de Dios desde el origen de lacreacin (8:22-30) y su fundamento es el temor del Seor (9:10). El Reino de Diosimplica la posesin de una sabidura de esa naturaleza. Posteriormente, el libroalejandrino de la Sabidura de Salomn (7:22) dir que la Sabidura posee el

    7 Unos eruditos se inclinan por una traduccin en su significacin primitiva y otros por otra. Cf. Schnackenburg,Reino y Reinado de Dios, pp13-14.

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  • Espritu y se convertir as en sabidura escatolgica (cap. 1-5).

    6. El Reino de Dios en el judasmo tardo (perodo intertestamentario y poca de Jess).Desde la poca se los Selecidas (imperio griego) y Daniel surge una granexpectacin mesinica que llegar hasta los mismos tiempos de Jess. Resumiremosal mximo y slo citaremos algunos de los escritos de esa poca llamadaintertestamentaria.

    6.1 poca macabea. Bajo la dinasta macabea o asmonea el sacerdocio mesinicodecae y en cierta medida tambin el davdico o real. La esperanza mesinica se centraen la llegada de un profeta (1Mac. 4:47; 14:41) cuya expectacin todava persiste entiempos de Jess (Mt. 6:15; Lc. 7:16; 9:19; Jn. 1:21-22; 6:14; 7:40; Hch. 3:22; 7:37).Con ese profeta escatolgico el Reino de Dios se proyecta ya totalmente hacia elfuturo. El fin de la dinasta asmonea lleg el ao 63 cuando Pompeyo entr enJerusaln y desmembr el reino judo. La esperanza en un rey terreno quedtotalmente frustrada. Y el mesianismo se convierte totalmente en escatolgico.

    6.2 La Secta de Qumrn, muy apegada a la ley y al sacerdocio aarnico, esperaba lavenida de uno o de varios Mesas. Generalmente uno de Aarn (sacerdote?) y unode Israel (Rey?, Profeta?). Tambin se insinua un mesas de justicia (El maestrode Justicia de Qumrn?).

    6.3 Mesas de distintas procedencias o mesas fantsticos. Hay el mesas queviene de Jud, el que procede de Lev y el que viene de Jos. En los Libros Sibilinosllega de Oriente o de los cielos. En el Apocalipsis de Baruc parece llegar del cielo yall vuelve. En el IV de Esdras se alza desde la maleza como un len pero parece queantes haba preexistido en los cielos. En Henoc sube del mar. A menudo es un reyvictorioso pero es tambin sacerdote o Melquisedecs. En otros pasajes es un profeta.

    6.4 Sublevaciones mesinicas. Tras el derrumbre de las esperanzas alentadas por lasvictorias macabeas muchas de esas visiones mesinicas se tradujeron en intentos deestablecer el reino de Dios por medios violentos que acabaron en otras tantasdecepciones mesinicas. Quizs la mayor de todas fue la producida con la segundasublevacin juda en el ao 135 de nuestra era, en la que el rabino Aquiba fuemartirizado tras haber reconocido a Bar Kosiba (hijo de la Estrella), como mesas.Otros movimientos violentos como los Zelotas, posiblemente utilizaron lasespectativas y esperanza mesinica para sus propios fines. Tambin en el NuevoTestamento tenemos alguna mencin a ese tipo de revueltas (Hech. 5:36-37).

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  • III. EL REINO DE DIOS EN EL NUEVO TESTAMENTO

    1. El Reino de Dios predicado por Jess: Caractersticas Generales . La importancia delReino de Dios en el NT y, especialmente en la predicacin de Jess, puede deducirseslo con citar tres pasajes claves: El Padre Nuestro como oracin de identidad delcreyente (venga tu reino, Mt. 6:10; Lc. 11:2), las Bienaventuranzas comointroduccin al sermn tico fundamental de los evangelios (dichosos los pobres deespritu y los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de losCielos, Mt. 5:3,10; Lc. 6:20. Cf. 10:14 y par.) y la sntesis de su kerigma enMc.1:15, considerado como texto programtico del mensaje de Jess, (el tiempo seha cumplido, el Reino de Dios se ha acercado/llegado, arrepentos y creed alevangelio). Mencionaremos algunas caractersticas de tipo general.

    1.1Carcter escatolgico. Aunque Jess conoca las distintas ideas sobre el reino deDios vertidas por el AT8 (soberana sobre cielos y tierra, sobre Israel y sobre lasnaciones), as como las mantenidas por el judasmo de su poca, su mensajeacerca del reino se convirti en algo nuevo, peculiar y excitante. Esto ocurri,sobre todo, porque Jess vincul el reino de Dios a su persona/venida/accin y ledio carcter de acontecimiento escatolgico: el reino de Dios est cerca o hallegado9.

    1.1.1 El bautismo y llamada al arrepentimiento del Bautista. El ministerio deJuan se enmarca en un contexto mesinico-escatolgico. Pone el juicio de Dios enuna proximidad inminente y anuncia al mas fuerte que vendra a l (Mt. 3:10-12 ; Lc. 3:16). A pesar de las diferencias entre ambos, Jess reconoci la figura yobras de Juan y las vincul a su predicacin y persona (Mt. 11:7-15 y par.; Mc.11:30-32 y par. Mt. 21:31ss.).

    1.1.2 El judasmo contemporneo de Jess . Exista una gran excitacin mesinica yexpectacin escatolgica. Los propios discpulos de Jess pensaron que el reinode Dios aparecera en aquel momento y lugar (Lc. 19:11)10. Esa tensinescatolgica era normal en el judasmo que rodeaba a Jess y aqu proclama l sumensaje del reino de Dios como algo propio y diferente.

    1.1.3 Expresiones de Jess donde el tiempo se vincula con el reino de Dios. Jessensea a orar por su venida (Mt. 6:10 y par.), asegura que la expulsin de

    8 Aunque de forma marginal esos ecos del AT, reinterpretados por el rabinismo de su poca, suenan en labios deJess en textos como Mt. 5:34-35 (el cielo como trono de Dios y la tierra como estrado de sus pis o Jerusaln comociudad del gran rey).

    9 Para comprender esa cercana del reino de Dios en el mensaje de Jess se puede acudir al significado de palabrascomo ngiken, ngys en Mc. 1:15 (h;ggiken h` basilei,a tou/ qeou/\); Mt. 26:45-46 (ha llegado, est cerca);Lc. 10:9 (se ha acercado o ha llegado). En Mt. 26:46 Jess dice: el que me entrega est cerca (h;ggiken) ycontina el relado: mientras l hablaba lleg Judas... Vemos que ese cerca puede indicar algo tan prximo quepuede estar ya presente. Tambin las imgenes usadas por Jess apuntan a algo tan repentino que puede esperarse encualquier momento de tal forma que futuro y presente se pueden tocar: expulsin de demonios por el Espritu deDios (Mt. 12:28 cf. Lc. 10:18), el advenimiento repentino como si fuera el diluvio, un ladrn a media noche, elretorno del dueno de la casa, la llegada inesperada del esposo, etc.

    10 Josefo habla de embaucadores del pueblo por medio de promesas mesinicas como Teudas, el Egipcio y otros.Antigedades, XX:97, 167-170; Guerra, II:161ss.

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  • demonios por medio suyo implica que el reino de Dios ha llegado a ellos (Mt.12:28 y par.), dice que algunos de su poca sern testigos de su venida (Mr.9:1). Esos tiempos cronolgicos hablan de prximidad del reino como lo haceMr. 1:15. Ante la pregunta que se le formula a Jess de cundo vendr el reino deDios el contesta: est entre vosotros (Lc. 17:20-21). En la ltima cena Jesshabla del reino de Dios en un futuro, que ha de llegar an (Lc. 22:18; Mt. 26:29;Mc. 14:25)11. Al tiempo que enfatiza la importancia del presente, Jess lo vinculaa los acontecimeintos escatolgicos. As ocurre en Lc. 12:54-56; Mt. 24:37-39sobre las seales de los tiempos y la venida del Hijo del Hombre.

    1.1.4 Su carter escatolgico se muestra en la idea de crecimiento y accin deDios. El reino de Dios es como una semilla que crece por s misma (Mr. 4:26-30). Se puede orar por su venida, buscarle (Lc. 12:31 y par.), esforzarse por entrar(Lc. 13:24), preparse para su venida (Mt. 24:44; 25:10,13); pero esto nadie lopuede hacer por sus propias fuerzas o medios. No se puede acelerar su aparicin,ni retrasarla o impedirla. El reino de Dios viene por el poder y gracia de Dios,como la semilla surge y crece por s misma (Mr. 4:26-29). Dios lo da o lolega (Lc. 12:32; 22:29ss.), lo que muestra su carcter sobrenatural ycarismtico. Expresiones como entrar o ser excluido, sentarse a la mesa(Mt. 8:11-12 y par.), comer el pan (Lc. 14:15), beber el fruto de la vid (Lc.22:18; Mc. 14:25) son metforas que hablan del reino de Dios como salvacinfutura de la que slo Dios puede disponer.

    1.2Carcter Salvfico. En el judasmo, enraizado en cierta manera con los orculosprofticos que combinan castigo y salvacin, llega a un sentimiento en el que lademanda de venganza divina contra los pecadores, perseguidores y opresores estan fuerte como el deseo nostlgico de salvacin y gloria futura. Jess nada diceacerca de la venganza. Uno de los rasgos ms caractersticos de su predicacin esel anuncio de la salvacin que incluye, de una forma muy especial, a lospecadores (Mc. 2:16-17). La tensa reaccin que produjo su trato con publicanos ypecadores (Mc. 2:15-17 y par. Lc. 7:34, 36-50; 19:7; etc.) indica cun inesperaday poco habitual era esa costumbre para sus coetneos judos.

    1.2.1 El llamado a la conversin y el perdn . En la predicacin de Jess sepueden oir sus amenazas de juicio y condenacin (Mt. 11:20-24 y par.) , peroen primer plano ofrece Jess la misericordia de Dios a todos sin excepcin(Mt. 18:23-35). Slo el desprecio de la gracia de Dios y la falta demisericordia da lugar al furor y juicio de Dios. Jess manifiesta a los hombresla misericordia y la volundad salvadora de Dios y lleva a su plenitud losorculos profticos de salvacin. Los exorcismos, las curaciones, el perdn delos pecados otorgado por Jess, han de entenderse como signos de la pocasalvfica de la irrupcin del reino de Dios en la persona de Jess. En eldiscurso inaugural de Jess en Nazaret (Lc. 4:18ss) hay una rumptura,

    11 Reflejan estos textos la conviccin que tena la comunidd primitiva de que la parusa de Jess ocurrira en susmismos das o se refleja ya la evolucin hacia la idea de que ocurrira en los ltimos tiempos? Quizs lo que existaes esa combinacin de ideas de que el reino de Dios est ya operativo en la vida y tiempo de Jess, pero tendr suculminacin o cumplimiento pleno en el futuro.

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  • quizs consciente, en el anuncio del ao agradable del Seor , silenciandointencionadamente la continuacin en Is. 61:2: y un da de venganza denuestro Dios. Son las palabras de gracia las que maravillan a susconciudadanos y las que son un motivo de escndalo (Lc. 4:22). Slo cuandohay un rechazo obstinadamente incrdulo frente al mensaje de salvacin,deben sacudir los discpulos evangelizadores el polvo de sus pies como sealde juicio y testimonio contra ellos (Lc. 10:8-12).

    1.2.2 Diferencias con la predicacin de Juan el Bautista . En el mensaje deJess hay algunos desplazamientos de acento respecto al de Juan. En Juan seamenaza con el juicio en primer lugar a los que no den frutos dearrepentimiento, prometiendo, como consecuencia, futura liberacin del juiciomesinico (Mt. 3:7-12). Tampoco es su bauitsmo un don salvficoescatolgico. Sigue siendo un medio de evadirse del futuro juicio de la ira,pero no ofrece salvacin. Es una corroboracin del arrepentimiento. Es lapreparacin de lo que ha de venir pero aun no es un hecho escatolgico-salvfico. En el mensaje de Jess Dios brinda primero la gracia y la salvaciny luego la separacin futura y el juicio. La mirada de Juan est puesta en loltimo y pasa por alto lo intermedio, el ao de gracia de parte del Seorque ha irrumpido tambin como Reino de Dios en la persona y mensaje deJess12.

    1.2.3 Reino de Dios y Salvacin en Jess . La salvacin era para los rabinosla consecuencia del reino de Dios, pero no el reino de Dios en s mismo.Jess hace de este reino de Dios el concepto fundamental de la salvacin y sumensaje adquiere as una gran homogeneidad y concentracin. Esa elevacindel reino al concepto ms importante de la salvacin hay que verla como unaaccin original de Jess. La importancia del reino de Dios como salvacin esevidente. Slo bosquejamos algunos temas: el reino de Dios enmarca lasbienaventuranzas dando sentido escatolgico a todas ellas (consuelo a lostristes, saciedad a los hambrientos, misericordia de Dios, visin de Dios,filiacin divina... son promesas escatolgicas que encuentran su plenitd en elreino de Dios). En el gran cuadro del juicio (Mt. 25:31-36) se dice a losbienaventurados del Padre: tomad posesin del reino preparado para vosotrosdesde la creacin del mundo. Otras expresiones como entrar en la vida(Mc. 9:43-47), heredar la vida eterna (Mc. 10:17-23), el ciento por uno(Mr. 10:30 y par.) no indican otra cosa que la participacin en el reino futurode Dios. As mismo la comunin de mesa de los discpulos con Jess en elfuturo tendr lugar en el reino de Dios (Lc. 22:30) y Mt. 19:28 habla de lanueva creacin (regeneracin). Todas estas expresiones que se identifican conel reino de Dios nos remiten al tiempo de la salvacin escatolgica.

    12 Parece que las palabras originales del mensaje de Jess, al inicio de su ministerio, que Mateo atribuye tambin aJuan (Mt. 3:2; cf. 4:17) responden a la tendencia de acercar y armonizar, en lo posible, las figuras de Juan y Jess. SiMateo hubiese hablado formalmente del reino de Dios, como predicado por Juan el Bautista, frente al silencio de losotros evangelistas, tendra que haberlo visto en lnea veterotestamentaria, como juicio y salvacin, pero no en suactual carcter de gracia.

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  • 1.3Carcter universal. Aunque Jess tiene conciencia de ser enviado en primerlugar a las ovejas perdidas de Israel (Mt. 10:6; 15:24), su mensaje del reino deDios no es un mensaje cerrado, sino abierto. Al decir en primer lugar implicaque su mensaje y obra estn dirigidos tambin a los no judos, aunque el caminose inicie dando prioridad al antiguo pueblo de la eleccin. Su respuesta a la mujercananea (Mt. 15:22,27) lo demuestra. El particularismo cerrado de los judos quese refleja en algunos textos del AT y en muchos movimientos de la poca deJess, sean de tipo religioso (Qumram, fariseos, etc.) o nacionalista y poltico(zelotes, etc.) es rechazado por Jess13. l llama a todos: justos, pecadores,cumplidores de la ley o ignorantes del campo (Jn. 7:49). En el juicio escatolgicofinal se decidir sobre buenos y malos y ante l estarn todas las naciones yno slo los judos (Mt. 13; 25; 31-46; Mr. 13:26-27). Ante una posturaexclusivista del reino, las palabras de Jess debieron sonar dursimas a los oidosde los judos (Mt. 8:11ss): muchos vendrn del oriente y del occidente y seentarn a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos, mientrasque los hijos del reino sern arrojados... (cf. Lc. 13:28; Mt. 21:31-32, 43; 11:21-24; 12:41ss). Ese carcter universal del reino est implcito en la Gran Comisindonde el mensaje de salvacin del evangelio es para todas las naciones (Mt.28:18-20 y par.). Jess recupera y lleva hasta el extremo las perspectivasuniversalistas que reflejan algunos textos del AT que ya citamos en su momento.

    1.4Carcter de decisin. El don gratuido del reino de Dios implica, en lapredicacin y acciones de Jess, un llamamiento urgente a tomar decisiones.

    1.4.1 La conversin . La metanoia est en primer plano en el mensaje deJess (Mr. 1:15). La idea que Jess tiene del arrepentimiento la explican muybien relatos como la parbola del hijo prdigo (Lc. 15:11-32), la del fariseoy el publicano (Lc. 18:10-14), el encuentro con el prncipe de publicanosZaqueo (Lc. 19:1-10) y expresiones como el que se enaltece ser humillado yel que se humilla enaltecido (Lc. 18:14), volverse como nios (Mt. 18:3),recibir el reino de Dios como un nio (Mr. 10:15), etc. Se trata de uncambio radical y profundo, un volverse a Dios para entregarse de formaabsoluta a su amor, un nuevo comienzo lleno de gratitud y gozo. Esaconversin Jess la exige a todos, incluso a los justos (Lc. 18:10-14) comocondicin indispensable para entrar en el reino de Dios. La mayor alegra deDios es cuando un pecador se convierte (Lc. 15:7,10,24). Esa conversin llevaal pecador a hacer la voluntad de Dios, a la que antes daba la espalda y es poresta actitud que los perdidos, incluso los ms notorios como publicanos yprostitutas, han sido ganados para el reino de Dios (Mt. 21:31).

    1.4.2 La fe . La conversin y la fe son dos caras de la misma moneda. Por elloel llamamiento al arrepentimiento est intimamente ligado a la exigencia decreer en la buena nueva de Jess (Mr. 1:15). Slo el que se convierte

    13 Una lectura amena y clarificadora sobre la diferencia entre Jess y su idea del reinado de Dios y los demsmovimientos judos contemporneos puede verse en H. Kung, El Desafo Cristiano, pp. 85-149.

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  • puede creer que el tiempo de la salvacin ha llegado ya y que el reino de Dios,en su plenitud, est a las puertas. La conexin entre conversin y fe vieneexpresada, perfectamente, en la parbola de los dos hijos (Mt. 21:28-32) yla de los nios que juegan en la plaza (Mt. 11:16-20 par.). Todos loscelosos de la ley andan diciendo, constantemente, si a los mandamientosde Dios, pero a la hora de la verdad son desobedientes. Sin embargo, lospecadores, opuestos hasta ahora a la voluntad de Dios, entran en el reinoporque se han hecho hijos obedientes a travs del mensaje de salvacin queJess les ofrece.

    1.4.3 Una nueva moral . El reino de Dios proclamado por Jess exige unanueva postura moral que podra concretarse en una justicia mayor: amenos que vuestra justicia sea mayor que la de los escribas y fariseos, jamsentraris en el reino de Dios (Mt. 5:20). Esta nueva postura moral apunta alreino de Dios proclamado por Jess como lo indica el llamado sermn delmonte, que podra entenderse como la nueva legislacin frente a la dadapor Moiss. Est claro que el sermn del monte est enmarcado dentro delcontexto del reino como lo indican el pricipio con las bienaventuranzas (Mt.5:3,10) y el final prctico enlazado con la parbola escatolgica de los doscimientos (Mt. 5:21-23, 24-27). La invitacin al desapego a las cosasterrenales frente al valor del reino de Dios (Mt. 6:25:33) se resume en buscadprimeramente el reino de Dios y su justicia y todo lo dems se os dar poraadidura y, como colofn, la oracin modelo enseada por Jess descubrede qu se trata, en ltima instancia: que venga el reino de Dios, que se cumplasu voluntad sobre la tierra y que sean superados todos los obstculos quesurgen contra el reino de Dios (Mt. 6:9-13).

    1.4.4 Llamada a la imitacin personal . El derecho absoluto de Dios sobrequienes quieren tener parte en su reino es concretado por Jess en elseguimiento a su propia persona. Esta vinculacin consigo pertenece a lonuevo e incomparable de las exigencias de Cristo. La imitacin de Jess no secie exclusivamente a ser alumno o discpulo suyo sino a estar dispuesto asumir las exigencias del reino tal y como lo vive Jess. Empezando por dejaruna visin mesinica que no corresponda (Mr. 8:27-33) con su misin ycontinuando con la negacin de s mismo hasta el extremo de hacer suya lacruz de Cristo (Mr. 8:34-38). Cruz que puede implicar, en momentos ycircunstancias concretas, algo tan radical como falta de vivienda, familia,pasado, riquezas y la propia vida terrena (Lc. 9:57-60; Mr. 10:21-23; 8:35)14.Una expresin que muestra la relacin entre seguimiento de Jess y reino deDios son las palabras: por causa de mi, equivalentes a por amor de Jess,por amor al reino de Dios, por amor de mi nombre y por amor delevangelio15. Podemos notar que palabras como Evangelio, mi nombre o

    14 Es cierto que Jess no exigi a todos abandonar familia, vivienda, posesiones materiales, etc., pero es igualmentecierto que exigi prioridad absoluta por el reino de Dios y, como mnimo, vi muy difcil que quien no tuviera esasprioridades pudiese participar del Reino.

    15 Schnackengburg, Reino y Reinado de Dios, p. 99, nota 60 y textos como Mr. 8:35; Mt. 10:39; Mr. 13:9; Mt. 5:11;19:29; Mr. 10:29; Lc. 18:29; Mt. 19:12. La palabra que se suele traducir por causa, o similar, podra traducirse poramor en todos estos textos y no perderan su sentido, sino que lo profundizara.

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  • mi (en boca de Jess), la vida (refirindose a la vida escatolgica), etc.,pueden sustituirse perfectamente por reino de Dios.

    1.5Carcter espiritual y social del Reino de Dios. Hay diversas formas deinterpretar el Reino de Dios proclamado por Jess. Unas subrayan, con matices,lo puramente religioso, espiritual y transcendente, descuidando as su carcterhistrico-social. Otras enfatizan slo la vertiente socio-poltica, sin apenas prestaratencin a su aspecto religioso. Como casi siempre creemos que lo correcto esten lo positivo de ambas visiones, excluyendo las posiciones radicales extremas16.Es cierto que Jess no se identific con interpretaciones tradicionales nicontemporneas de los judos sobre el reino de Dios, especialmente las quefocalizaban el aspecto nacionalista exluyente o un mesianismo de tipoexclusivamente poltico. Sin embargo, Jess simpatiz, se identific, secompadeci y prioriz en su mensaje y ministerio a los pobres y desposeidos. Enbase a esto no cabe duda de que el reino de Dios, tal y como lo entenda Jess,tiene una dimensin social importantsima y no podemos arrinconarlo slo a lointerior y a lo escatolgico. El reino de Dios implica, en un contexto bblicoamplio, una transformacin global en todas las esferas de la existencia humana:histrica y csmica, personal y estructural, interior y exterior, etc. Desde esaperspectiva amplia podemos asumir que el Reino de Dios es el mbito dondeconvergen las esperanza humanas con el plan salvador de Dios... Es el encuentrode la liberacin de la persona y el cambio de estructras injustas, del cielo nuevo yla tierra nueva con el hombre nuevo.

    2. El Reino de Dios en la predicacin y acciones de Jess .

    2.2.1 El Reino de Dios, centro o esencia del mensaje de Jess. Que lapredicacin de Jess tuvo como centro el anuncio del reino de Dios es algoque hoy nadie discute. De ello dan fe los evangelios en multitud de pasajes: lasntesis programtica del mensaje de Jess (Mr. 1:15); las bienaventuranzas,cuyo nervio central es el reino otorgado a los pobres; el sermn del monte conla superacin de las normas legales por una justicia mayor, basada en elamor al prjimo y al enemigo; el padre nuestro, impregnado por la idea delreino, as como las parbolas que contienen, muchas de ellas, los estratosantiguos de las enseanzas de Jess y que tienen -la mayora de ellas- comotema el reino de Dios. Otros textos lo indican con claridad: Jess predicabael evangelio del reino (Mt. 4:23; cf. Lc. 4:43; 8:1) y encarg a susdiscpulos no slo la tarea de ensear y predicar, sino el contenido de su

    predicacin: cuando vayais predicad diciendo: 'El reino de los cielos se haacercado...' (Mt. 10:7; 24:14; Lc. 9:2,11,60; 16:16).

    2.2.2 Las curaciones y exhorcismos de Jess como seales del reino.Jess entiende y habla de sus acciones milagrosas como mesinicas y en basea ello las vincula a la venida del reino de Dios. En los textos citados en elapartado anterior vemos que la predicacin sobre el reino de Dios va

    16 Para una brevsima sntesis ver J.J. Tamayo-Acosta, Hacia la comunidad, pp. 62-63 y con mayor amplitud, delmismo autor: Para comprender la escatologa cristiana, Verbo Divino, Estela (Navarra), 1993.

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  • acompaada, en Jess y los discpulos que l enva, de curaciones yexpulsiones demoniacas.

    Las seales mesinicas anunciadas por los profetas para la poca de la

    salvacin y esperadas por los justos del A.T. (Mt. 13:16-17; Lc. 10:24). Larespuesta de Jess a Juan el Bautista (Mt. 11:3-5; Lc. 7:18-22) ante lapregunta: eres t el que haba de venir...? es de capital importancia: Id ydecid a Juan lo que habis odo y visto. Los ciegos ven, los cojos andan, losleprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a lospobres se les anuncia el evangelio. El trasfondo lo podemos encontrar entextos como Is. 29:18ss: oirn los sordos las palabras del libro, los ciegosvern sin sombras ni tinieblas, los humildes se regocijarn en el Seor y aunlos ms pobres de la tierra se gozarn en el Santo de Israel. La curacin delos enfermos no es slo liberar de enfermedades o defectos corporales, apuntaa la voluntad salvfica universal de Dios (cf. Mt. 13:13 donde los misteriosdel reino tienen que ver con una visin, audicin y entendimiento quesobrepasan esas realidades materiales). Son las seales de la salvacinescatolgica que ha llegado con Jess. Ciertamente aun no es perfecta, entanto no se curen todas las enfermedades y se vea una transformacin de latierra maldita, pero en esas obras de Jess se percibe ya una manifestacin,aunque no la plenitud total, del reino de Dios que ha llegado. A los milagrospodra denominrselos algo as como 'reino de Dios en acciones'.17

    Las expulsiones demoniacas18. Las curaciones y los exhorcismos van de lamano con la proclamacin del reino de Dios (Mr. 3:14-15). La misin de lossesenta, segn Lc. 10:4ss, insiste en la urgencia del reino de Dios (vg.: nisaludis a nadie en el camino ,v. 4) y contiene todos los ingredientes de lafelicidad salvfica escatolgica: shalom (5-6), salud-salvacin (9), copartirmesa =banquete mesinico (7-8), juicio para quien rechaza (10-12) y, porencima de todo, a unos y a otros (los que reciben y los que rechazan)proclamacin de la llegada del reino de Dios (9,11). Al regreso de los sesentalo que ms les ha llamado la atencin es que aun los demonios se nos sujetanen tu nombre (17), a lo que Jess contesta: Yo vea a Satans caer del cielocomo un rayo (18) y aade que la salvacin (nombres escritos en el cielo =Dios = reino de Dios) supera en mucho al gozo que producen las sealesmesinicas (20ss.). Otro texto muy interesante son las palabras de Jess:Pero si yo expulso a los demonios por el dedo de Dios (= poder de Dios), nohay duda de que el reino de Dios ha llegado a vosotros (Lc. 11:18ss; Mt.12:26ss). Aqu se menciona el poder de Satans como un reino frente alreino de Dios y se dice que el ms fuerte (=Jess) viene y ata al fuerte(Satans19) y as lo derrota (Mt. 12:29; Mr. 3:27; Lc. 11:21-22). Tambinalgunos relatos sobre expulsin de demonios por Jess pueden entendersecomo escenas de lucha entre Jess y el demonio (vg. Mr. 1:23-28) que

    17 Schnackenburg, op.cit., p.108.18 Para un estudio y anlisis de los textos evanglicos sobre este tema puede verse a J. Jeremas, Teologa del Nuevo

    Testamento, Vol. I, pp. 107ss. (La victoria sobre el podero de Satans).19 La idea de atar a Satans, como estadio previo a su final definitivo aparecer tambin en Ap. 20:2.

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  • responden, mas o menos, a este esquema: el poseso se acerca a Jess con unapalabra de rechazo, una agresin a travs de un conjuro (s quin eres!), laorden de Jess de que calle y marche y luego una ltima resistencia deldemonio antes de obedecer (lo sacudi violentamente gritando). Esquemasimilar en Mr. 5:6-10. La imagen de romper las ligaduras con que Satansataba a sus vctimas est tambin en Lc. 13:16. Cada vez que Jess expulsa unespritu maligno est anticipando la hora en que Satans ser desposeido de supoder. Es anticipacin del establecimiento definitivo del reino de Dios.

    2.2.3 Acciones provocadoras. Las acciones con las que Jess seala la inminentellegada del reino de Dios no se limitan a los milagros. Hay una serie de acciones quela gente de su tiempo, especialmente los fariseos y los escribas, vieron comotremendamente provocadoras y escandalosas. Slo mencionaremos algunas de ellas,relacionadas entre s:

    a). El reino de Dios se promete a los pobres. Entre los pobres Jess incluye a lospecadores. Pobre es todo aquel que no puede aportar ningn mrito propio parajustificarse ante Dios (parbola del fariseo y el publicano). Como colofn a todas lasseales mesinicas (Mt. 11:5; Lc. 7:22) est el anuncio de las buenas nuevas a lospobres y podramos decir que ste sintetiza e incluye a todas las dems seales. Losenfermos y desvalidos de toda clase podan estar incluidos en la categora depobres, de la misma forma que los mendigos, hurfanos, ignorantes, jornaleros,publicanos, pastores y otras profesiones del campo que impedan, por lo general,cumplir con las prescripciones legales de pureza religiosa. Era a esta clase depersonas a las que Jess se refera al decir: venid a mi todos los cargados yfatigados....

    b). Perdn de pecados. Jess vincul algunas de sus curaciones con el perdn de lospecados (Mt. 9:2-5; Mr. 2:5-9; Lc. 5:20-23). La liberacin fsica pretenda sealar asu poder para liberar de los pecados muy a pesar de sus adversarios, para los que estoera una osada flasfema. Segn el Padrenuestro, el que Dios conceda su perdnimplica que los sbditos de su reino deben estar dispuestos a perdonar (Lc. 11:4; Mr.11:25; Lc. 17:3-4; Mt. 18:21-35).

    c). No cumplimiento con ciertas costumbres o interpretaciones de tipo religioso. Talcomo no practicar el ayuno (Mr. 2:18), no practicar lavamientos de purificacin (Mr.7:5ss); quebrantar el sbado (Mt. 12:1ss). Jess entendi que el reino de Dios frente atodas estas disposiciones es como un vestido totalmente nuevo o un odre de cueronuevo que no admite lo antiguo. Es ms: ambos se estropearan (Mr. 2:21).

    d). Comunin de mesa con los pecadores. Sabido es la importancia que tiene para losorientales compartir la mesa con alguien, pero en los relatos evanglicos adquieremayor significado ya que las comidas entre Jess y los suyos casi siempre prefiguranel banquete en el reino escatolgico de Dios. Este es el significado de la ltima cena,as como el banquete festivo que aparece en multitud de parbolas. A la luz de este

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  • significado hay que entender la impotancia que se le da a que Jess comparta mesacon publicanos y pecadores (Mr. 2:16; Lc. 15:2) y no rechace ni a las prostitutas (Lc.7:37-39).

    e). Utilizacin de palabras e imgenes profanas para referirse a Dios. Jess se salide las normas convencionales de su tiempo que enfatizaban, especialmente, la

    santidad de Dios y la justicia de los hombres. Desde dirigirse y referirse a Dios conla palabra de mxima confianza fialial, pero ms profana de todas: abba20, pasandopor la triada parablica de Lucas 15 donde utiliza imgenes totalmente cotidianaspara hablar de Dios: La figura del pastor podra no parecer nada provocadora, peros lo era, y mucho!, su actuacin. Descuidar a 99 justos por 1 solo pecador debasonar a los odos de los fariseos y escribas, no slo como una provocacin, sino comoalgo casi blasfemo. Utilizar la figura de una mujer (que pierde la moneda) deba serla imagen ms escandalosa para representar a Dios. Finalmente, la parbolaconocida como del hijo prdigo es provocativa en todos y cada uno de susdetalles: Figura de un padre que no ejerce su soberana y autoridad frente a un hijorebelde y desagradecidido, que rompe todas las buenas costumbres sociales,morales y religiosas al salir corriendo, echarse al cuello y besar al hijo sin permitirleconfesar todas sus culpas y errores antes de perdonarle... El hacer un banquetefestivo por todo lo alto (smbolo del banquete escatolgico del reino de Dios: as

    hay ms gozo en el cielo por un solo pecador que se arrepiente que por noventa y

    nueve justos...) en honor del hijo pequeo (el pecador), mientras que no lo ha

    hecho por el mayor21 (el justo), etc.

    2.3 El Reino de Dios en las parbolas . Muchas de las parbolas de Jess tienen quever con el reino de Dios, aunque apunten a aspectos diferentes del mismo. Al nopoder tratarlas una a una, intentaremos agruparlas, aunque esto siempre impliqueel haber podido agruparlas de otra forma.

    2.3.1 Parbolas vegetales o del crecimiento. Generalmente su ncleo est en elhecho de su crecimiento imperceptible que lleva a una cosecha final segura. Hayque recordar que algunas, como la del sembrador, han susfrido abundantestransformaciones e interpretaciones por parte de la comunidad primitiva.

    La del sembrador (Mr. 4:3-25; Mt. 13:3-11; Lc. 8:5-18), que contiene unaexplicacin y una cierta alegorizacin, tiene que ver con el misterio del reinorevelado a los discpulos y ocultado a los dems22. Su nfasis parece residir en que el

    20 Jess no slo se dirigi a Dios como su abba (pap en el lenguage ms infantil) cosa absolutamente indita entreel judasmo, sino que autoriz a los suyos a hacer lo mismo: vosotros, pues, oraris as: abba...

    21 No hay que olvidar que estas parbolas son una justificacin ante el mensaje y la conducta escandalosa de Jess. Lospersonajes son escogidos a propsito como representativos: pastor, mujer y padre son imagen de Dios o/y de Jess(as acta Dios o Jess), la oveja, la moneda y el hijo rebelde lo son de los publicanos y pecadores a quienes Jessanuncia la buena noticia del perdn y salvacin y que adems se junta y come con ellos (otra vez la comunin demesa en el reino de Dios) y las 99 ovejas y el hijo mayor a los fariseos y escribas que critican a Jess y no se alegranni participan en el gozoso banquete, a pesar de que tambin es para ellos...

    22 Es complicado explicar en qu consiste esa ocultacin para que viendo no vean y oyendo no oigan... Quiz laexplicacin est en la palabra aramea que sirviera de base a parbola. En el lenguaje que us Jess seguramentesignificaba enigma (J. Jeremas) y de ah que sirviera para ocultar el misterio que, por otra parte, ha de serrevelado a los discpulos.

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  • reino de Dios, iniciado por Jess, tendr un final exitoso a pesar de todas lascircunstancias adversas con las que se encuentra en la actualidad (pedregales,espinos, pjaros, etc.,). Tambien sugiere que el reino es dado, no logrado oconquistado; es revelado, no descubierto y que la responsabilidad de los oyentes esrecibirlo: no es impuesto, es aceptado o rechazado.

    La de la semilla que crece por s misma y la del grano de mostaza (Mr. 4:26-29 y 30-32) sealan el creciento por s mismo del reino de Dios (no lo construye ni lodessarrolla el ser humano, ni evoluciona con la historia, etc. Su venida es unmilagro sobrenatural, de Dios) y que desde unos inicios repentinos y humildesalcanzar su plenitud al final. La mencin de la siega al final muestra que la parbolapiensa tambin en el juicio de separacin. El rbol grande en que se convierte elgrano de mostada, tan insignificante al principio, apunta al final triunfante ypoderoso del reino a pesar de sus inicios humildes. La parbola del grano de mostazatiene significado paralelo con la de la levadura (Mt. 13:13).

    La del trigo y la cizaa (Mt. 13:24-30), que forman conjunto con la de la red (Mt.13:47-50), enfatizan el reino de Dios como juicio. Sealan, por tanto, a laconsumacin del reino, no a su instauracin.

    2.3.2 Parbolas que exigen decisin en base al valor del reino. A estaspertenecen las del tesoro escondido (Mt. 13:44) y la perla de gran precio Noquieren decir estas parbolas que el reino de Dios pueda descubrirse (como eltesoro en el campo) o que pueda comprarse (como la perla de gran precio enun mercado). Lo que marca su ncleo central es el valor tan grande del reino ysu inapelable urgencia a tomar una decisin frente a l.

    2.3.3 Parbolas que ensean el carcter de misericordia y perdn en elreino de Dios. Aqu entrara la de los dos deudores (Mt. 18:23-35).

    2.3.4 Parbolas que hablan de la justicia social en el reino de Dios.Esto nos sugiere la parbola del contratador de obreros (Mt. 20:1-16) quesupedita la pura justicia del merecimiento a la que tiene en cuenta lanecesidad de la persona.

    2.3.5 Parbolas que enfatizan la obediencia prctica, frente a laobediencia terica. En estas se inscriben relatos interesantes como laparbola de los dos hijos en Mt. 21:28-31:uno que dice s pero no obedece yotro que dice no, pero luego se arrepiente y obedece. La obediencia a Dioses una de las grandes caractersticas (frutos) del reino de Dios (Mt. 21:43).

    2.3.6 Las parbolas de banquetes. Sabido es la gran importancia quetienen en los evangelios las celebraciones festivas en torno a la comida. Lasparbolas tambin utilizan este material para hablar, con diferentes nfasis opropsitos, del reino de Dios. De hecho se representa el reino escatolgicocomo una comida (Lc. 14:15 = bienaventurado el que coma pan en elreino de Dios!, cf. Lc. 13:29; Lc. 22:30 = para que comis y bebis en mi

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  • mesa en mi reino). El reino de Dios aceptado o rechazado. Entran en el reino (el convite) los que, sinmerecerlo, aceptan la invitacin y no entran aquellos que, habiendo sido invitadosprimero, rechazan la invitacin, aunque con aparentes buenas excusas (Lc. 14:15ss.).Aqu mencionamos la del rey que invit a las bodas de su hijo (Mt. 22:2-14 =muchos son los llamados, pocos los escogidos). No est hablando depredestinacin. Muchos significa todo el pueblo de israel?. Los escogidos sontodos los que responden a la invitacin que suelen ser pocos. Es interesantetambin la frase tanto a buenos como a malos (v. 10).

    La de las vrgenes vigilantes y las insensatas (Mt. 25:1-13) tambin se enmarca enel banquete escatolgico, pero su propsito es advertir sobre la venida del esposo. Seenfatiza la necesidad de estar vigilantes frente al aparente retardo de la venida delreino de Dios.

    2.3.7 Parbolas que animan al trabajo y la perseverancia mientras dura laespera del regreso del Seor. La de los talentos va en esta lnea (Mt. 25:14-30), as como la de las minas (Lc. 19:12-227). Es la aparente tardanza de lavenida del Seor el motivo original de la parbola, pero se utiliza para sealarla necesidad de trabajar y multiplicar aquello que el Seor da a sus siervosmientras esperan su retorno. Son parbolas que combinan el tema de lapaciente espera en la venida del reino pleno con el trabajo propio del creyente,del gozo y la gracia, con el juicio. Reflejan ms el ambiente de la iglesiaprimitiva y una cierta desilusin porque la parusa no se produca tan prontocomo ellos esperaban, que el ambiente propio del Jess terreno.

    2.4El Reino de Dios Presente y/o futuro . Mucho se ha discutido sobre si Jesspredic (y por lo tanto entendi) el reino de Dios como presente o como fututo.Hay textos que parecen hablar de un presente, otros de un futuro prximo y otrosde un futuro lejano, al final de los tiempos, aunque sin especificar tiemposconcretos. Hay autores que escogen unos, al margen de los otros y otros autoresintentan tener en cuenta todos los textos. Resumimos las principalesinterpretaciones que se han dado.

    Escatologa consiguiente. Sus pricipales representantes son J. Weiss, A. Schweitzer,M. Werner y E. Grsser. Segn esta interpretacin Jess no proclam el reino deDios como presente, sino para un futuro cercano, ya sea para el tiempo de suactuacin terrena o para un tiempo cercano despus de su muerte.

    Escatologa realizada. Su principal representante es C.H. Dodd. Para l el reino deDios existe ya en Jess y su obra. El futuro no aporta nada nuevo y los textos queparecen hablar de un futuro prximo hay que entenderlos como hablando de una

    plenitud actual.

    Escatologa en proceso de desarrollo. Su principal representante es J. Jeremas.Para l ya ha llegado la hora de la plenitud del reino de Dios porque el Salvador est

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  • ya entre nosotros, pero es una plenitud a la que queda algo pendiente, que no escompleta. Por lo tanto el reino de Dios es proclamado por Jess como algo presenteo que est ya a las puertas, pero con una continuacin que ha de llegar a una

    plenitud definitiva en el futuro. Hoy en da, con pequeas variantes y diversosmatices, la mayora de autores siguen esta lnea de interpretacin. Cuando se habladel ya pero todava no se esta hablando de una escatologa realizada, pero al

    mismo tiempo, en proceso de realizacin. Esta forma de ver la escatologa haceposible una reconciliacin y un mejor entendimiento de los textos que hablan delreino de Dios como algo presente en la predicacin y acciones de Jess y aquellosque hablan de l en futuro, ya sea ste cercano o se refieran al final de los tiempos.Tambien se esclarecen temas como cuando el evangelio de Juan habla de la vidaeterna, la salvacin o condenacin, la resurreccin, etc., como algo presente y otrasveces como algo futuro. Tambin Pablo y otros autores del NT hablan en esa dobleperspectiva de temas relacionados con la salvacin y la gloria futuras.

    2.4.1 El Reino de Dios como algo presente. Parece indiscutible que en elNT el reino de Dios es visto como algo que est cerca, o que ha llegado o queest llegando: el tiempo (kairs) se ha cumplido y (por ese mismo hecho) elreino de Dios 'se ha acercado'... (Mr. 1:15).

    Cercano o presente?. En buena parte la decisin depende del significado de lapalabra enguiken (h;ggiken) de Mr. 1:15. Dodd presenta argumentos para decir quedebera traducirse la expresin (h;ggiken h` basilei,a tou/ qeou/) por el reino de Dios hallegado. Otros eruditos insisten en el significado de est cerca pero acentan elaspecto de cercana al traducir: el reino de Dios 'est a la mano'. Y es que elverbo se usa, a veces, en el NT, para describir lo que est muy cerca, tan cerca comopara estar presente23. Un ejemplo muy descriptivo de ese matiz tan acentuado decercana se puede ver en Mt. 26:46-47: Levantaos, vamos! Ved, se acerca (h;ggiken)el que me entrega. An estaba l hablando cuando lleg Judas,.... Por otra parte, elverbo ephthasen, que tiene el significado de llegar se utiliza en Mt. 12:28 y Lc.11:20: Pero si yo por el Espritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente hallegado (e;fqasen) a vosotros el reino de Dios,....

    Entre o dentro? Otra expresin complicada de interpretar es la que se encuentra enLc. 17:21: ...el reino de Dios est entre (evnto.j) vosotros. Esto es porque el adverbioentre (ents) puede tener el significado de dentro o en medio. Si le damos elprimer significado entonces el reino de Dios sera algo espiritual que se vive dentrode los creyentes. La mayora de especialistas hoy da se inclinan por el segundosignificado: el reino de Dios est en medio de vosotros. En cualquiera de los doscasos est claro que el reino se ve como presente.

    Los pasajes sobre las obras mesinicas de Jess parecen hablar del reino como

    presente. Mt. 11:2-19 (Lc. 7:18-35). A la pregunta Eres t el que haba de venir? (oha de venir) Jess responde sealando sus obras. Se desprende que si las obras que

    23 La palabra presente viene del latn prae = antes y esse = ser (presente = estar antes). Es, por lo tanto, unapalabra sin distancia prefijada. Algo as podra ocurrir con estar cerca y ha llegado (h;ggiken).

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  • evidenciaban la venida del Mesas (y con ella el reino de Dios) las estaba haciendoJess (en el presente), es que el reino de Dios operaba ya en Jess. Esto no niega elcarcter futuro del reino de Dios, como no niega una venida futura del Mesas enpoder; pero s dice que el reino de Dios estaba presente en la persona y ministerio deJess.

    2.4.2 El reino de Dios como algo futuro sin negar su presente. Lostextos parecen indicar que, en algn sentido, el reino de Dios es tanto presentecomo futuro. En la oracin modelo se pide venga tu reino y en el sermndel monte buscad primeramente el reino de Dios, pero en lasbienaventuranzas se asegura que el reino pertenene (ya en el presente) a los

    pobres y a los perseguidos por causa de la justicia. Presente y futuro estnligados aqu como en muchos otros textos del NT.

    Una venida del reino de Dios en poder. Mr. 9:1 parece hablar de una venida futuraen poder, sin especificar el tiempo ni negar que haya venido ya en algn sentido:...algunos de los que estn aqu presentes que no gustarn la muerte hasta que hayanvisto que el reino de Dios ha venido con poder24.

    En la ltima cena Jess dice a sus discpulos (Lc. 22:18) que no beber ms del frutode la vid hasta que venga el reino de Dios. (Mt 26:29 y Mr. 14:25 dice hastaaquel da.... Las dos versiones apuntan claramente al banquete escatolgico final ya la plenitud ltima del reino de Dios. Si, como parece ser, la venida del reino deDios se vincula tambin con la parusa o segunda venida de Jess est claro que elreino tiene una proyeccin ltima, plena y definitiva ms alla de la primera venidaen la persona, mensaje y obras del Jess terreno (cf. Hch. 1:11; 1Ts. 3:13; 4:15; etc.).

    El reino pleno de Dios est en el futuro pero es ya un poder en accin y

    penetracin en este mundo en la venida del Jess histrico. Esa irrupcin es presente(est ya en Jess) o est llegando (con la persona, mensaje y acciones milagrosas deJess) y tendr una culminacin plena en los hechos escatolgicos que acompaan alCristo resucitado, csmico y glorioso en su segunda venida (cf. Ap. 11:15).

    La cronologa sobre la venida del reino de Dios es evitada explcitamente. Sea lo quese diga en cuanto a la cercana, retraso, presente o futuro del reino de Diosest claro que, a diferencia de los apocalpticos y algunos rabinos de su tiempo, Jessse neg a dar fechas y datos concretos en cuanto al tema (cf. Lc. 19:11). El login,sin duda autntico de Jess, que nos trae Mr. 13:32, lo dice taxativamente: Peroacerca de aquel da o de la hora, nadie sabe; ni siquiera los ngeles en el cielo, ni

    aun el Hijo, sino slo el Padre. Tambin la tradicin posterior, aunque suaviz eltema, insiste en lo mismo (Hch. 1:7).

    24 Algunos, como Dodd, entienden que Jess se refera a que algunos no moriran hasta que hubieraqn visto que elreino haba venido con poder, poniendo el nfasis en el ver y no en la venida futura. Otros, como Kmmel, ponenel nfasis en la venida (futura) con poder en contraste con la venida inicial. Una exgesis sobre este texto en G.Bornkamm, Estudios sobre el Nuevo Testamento, pp. 181ss.

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  • 2.5 Expresiones que llegaron a ser equivalentes a reino de Dios. Algunaspalabras o expresiones aparecen explcitamente en los evangelios y en el resto delNT. Otras estn implcitas y se deducen porque su significado es, en el contexto quese citan, practicamente el mismo que reino de Dios. Esta desviacin del significadode reino de Dios hacia otros trminos se hace principalmente desde una perspectivacristolgica post-pascual.

    2.5.1 La buena nueva o evangelio. Especialmente en Lucas el reino de Diosse convierte en la clave central para designar el contenido de la proclamacincristiana. En Lc. 4:43; 8:1; 16:16 y Hech. 8:12 el anuncio del reino de Dios esequivalente al anuncio del evangelio. Al evangelio se le llama evangelio del reino.(Mt. 4:23 par.) y en otros casos la misma expresin se dice simplemente elevangelio (Mr. 13:10). En Lc. 18:29 se sustituye el evangelio y el por mi causade Marcos por reino de Dios (Mr. 10:29). En Hec. 20:25; 28:31; etc., se dicereino donde podra decirse evangelio. En Lc. 9:11 y Hech. 1:3 se dice que leshablaba del reino de Dios, en 9:60 se manda ir y anunciar el reino de Dios, en19:8 se discute y persuade acerca del reino y en 28:23,31 se da testimonio y sepredica del reino de Dios. Todas estas expresiones se utilizan tambin para anunciarel evangelio o predicar y dar testimonio de Cristo (cf. Hech. 8:4, 12).

    2.5.2 Vida eterna. En el evangelio de Juan falta casi por completo el concepto reinode Dios. En Jn. 3:3,5 ver o entrar en el reino de Dios equivale a tener vida(zo) y por correlacin a la salvacin. En Juan vida o vida eterna secontrapone a muerte, muerte eterna o condenacin.

    2.5.3 Reino como equivalente de Dios. Sin querer forzar el tema es interesanteque Mr. 1:14 dice el evangelio de Dios y no el evangelio del reino de Dios comocabra esperar. Se sustituye aqu la palabra reino por la palabra Dios25.Siguiendo la promesa proftica del AT que esperaba la venida de Dios como Rey (Is.35:4ss.) quizs podramos entender que la llegada del reino de Dios quiere decir queDios llega; la cercana del reino, que Dios est cerca y la consumacin del reino(escatolgico) pleno de Dios equivale al da de Yaweh del AT o al aquel da delNT.

    2.6 Condiciones para entrar o vivir en el reino de Dios. Hay varios textos quehablan de ciertas condiciones, de cierta jerarqua, de ciertas actitudes quehacen o no apto para el reino.

    2.6.1 El nuevo nacimiento o nacer de lo alto. Ya hemos dicho que la mencin delreino de Dios es inusual en el evangelio de Juan. De hecho la nica vez que semenciona explcitamente es en Jn. 3:3,5 cuya nica condicin para tener acceso alreino es el nacer de Dios.

    2.6.2 Los frutos del reino de Dios. Segn Mt. 21:43 el reino ser quitado a Israel ydado a otro pueblo que produzca los frutos del reino (quizs se refiere a la Iglesia

    25 Es la variante que admiten la RVA ,LBA, KJV, BCI... siguiendo al NT griego GNT" que tiene la expresin: to.euvagge,lion tou/ qeou/.

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  • como nuevo Israel, que as era entendida en la comunidad primitiva). Cuales eranesos frutos?. Atenindonos a los evangelios y, muy especialmente, a la predicacin deJess sobre el reino de Dios podemos decir que eran frutos tales como la obediencia(Mt. 7:21), la justicia mayor26 y sobre todo el amor ilimitado.

    2.6.3 Los valores jerrquicos del reino. La importancia de la pertenencia al reinoest fundamentada, frente a cualquier otra importancia como pertenecer al antiguopueblo de Israel, ser un profeta como Juan Bautista, etc. (Mt. 11:11). El pequeo(con toda la variedad de matices y significados que implica tal palabra) y no elimportante (Mt. 18:1-3) es quien adquiere relevancia en el reino; la riqueza es unvalor negativo (Mt. 19:23-24); el servicio a los dems es un valor positivo (Mt.20:21-28); as como la misericordia (Mt. 25:34ss.). Est claro que entre los sbditosdel reino de Dios que Jess proclama los valores cambian absolutamente y no semiden como lo hacen los seores de este mundo (Mt. 20:25-28).

    2.7 El reino con el que se identifica Jess no es de este mundo. Finalizaremos estelargo recorrido, conscientes de no haber agotado el tema en absoluto, mencionandootros pocos textos segn los cuales Jess distingue entre su reino y el reino segnlo podan entender otros de sus contemporneos, incluso dentro de su crculo msntimo (ver nota 27).

    La acusacin que llev a Jess a la cruz. Parece claro, segn los evangelios, queJess se enfrent a una acusacin de ser o hacerse rey de los judos. Eltestimonio de todos los evangelios es unnime: Mr. 15:2,9,12,18,28,32 (resto de losevangelios se repite con pequeas variantes). Esta acusacin fue, sin duda,ambivalente: por una parte tena un componente mesinico/religioso queperturbaba a los lderes religiosos. En este sentido la expresin mesinica hijo deDavid equivala a rey de Israel con connotaciones teopolticas (Lc. 1:32; Mt.21:9,15; Mr. 11:10. Cf. Mt. 2:2ss.). Por otra parte la palabra rey fue entendida yusada con fines absolutamente polticos en el proceso contra Jess (Jn. 19:12 = elque se hace rey, se opone al Cesar).

    Jess rechaz ser proclamado rey. Que Jess no entendi su mesianismo en elsentido teopoltico del AT y de muchos de sus contemporneos nos lo muestra Juanbien a las claras. En el contexto del milagro de la multiplicacin del pan y aconsecuencia del mismo, Jess intuye con claridad que la multitud pretendehacerle rey y huye de tal posibilidad (Jn. 6:15). Luego les instar a buscar no lomaterial, sino lo que lleva a la vida eterna (vv. 26-27).

    Jess entiende su reino como diferente a los reinos de este mundo. Ante lainsistencia del procurador romano (Jn. 18:33ss.) Jess le dice: Mi reino no es deeste mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearan...Aunque Jess no defini nunca el reino de Dios, aqu da algunas pistas interesantesde cmo