TENGO UNA CAJITA….

Tengo una cajita….Me la acaban de entregar…Por fuera tiene un papel casi transparente y se ve… que pone “fósforos de seguridad”.Un cordón lo rodea, como el que usaba mi abuela cuando hacían la matanza en el pueblo y ataba la carne con él.

Comienzo a deshacer el nudo…¡qué nervios! Tiro, tiro…la cuerda se desprende y queda suelto el papel que la envuelve.

Lo retiro, abro la cajita de cerillas y… ¿cerillas? Si, pero también una tela, un marco de dispositiva desmontado, una tira de papel con algo impreso y una muñequita, chiquitita… que es una gimnasta, digo yo.

LA HISTORIA DE LA GIMNASTA QUE QUERÍA CORRER

Esta historia da comienzo en una habitación cualquiera, de una casa cualquiera en la que podemos observar lo que va ocurriendo… El único detalle que la hace un poco diferente es que está vacía pero al televisión está encendida.

En la pantalla, se ven imágenes en movimiento, algo normal y corriente para una televisión cualquiera de una casa cualquiera en una habitación cualquiera. Pero… de repente, ¿se detienen las imágenes? ¿qué ha ocurrido? La cabecita de una chica aparece desde la parte inferior del marco y… ¡mira hacia fuera!¡cómo es posible!

Se da la vuelta deprisa, sale corriendo… ¡desaparece! Al momento, vuelve a aparecer y ¿qué está haciendo? Empuja con fuerza algo: ¡una cerilla!

La arrastra hacia fuera de la pantalla, la cerilla comienza a deslizarse hasta que toca la mesa que sujeta la televisión. Empuja un poco más, la cerilla se balancea hasta que queda totalmente apoyada y el personaje de la televisión, sale al mundo real.

¡Dios mío! ¡Y nadie lo está viendo! ¿Cómo es posible? La personita sale corriendo, por si alguien la pudiera ver.

A los pocos minutos, desaparece. Se ha ido. Quiere conocer el mundo, ver el cielo, disfrutar de la vida real que tenemos las

¿personas reales?

Fin…….?