telefono 1 interlocutor b - wordpress.com€¦ · interlocutor b: llamo a la agencia o, si no es en...

TELEFONO 1

Interlocutor B: Sí.

Interlocutor A: Javier.

Javier Sáenz-Torre: Dime.

Interlocutor A: Oye, una cosa que te iba a preguntar. Después de lo que hablamos ayer, ¿todavía quieres que siga intentado hablar con, con Antonio o al final…? Es que no me quede… Luego dándole vueltas, dije, va a coger el relevo Javi, ¿o cómo hacemos esto?

Interlocutor B: No lo sé. Mira, yo he quedado a la mediodía con… Poli para hablar.

Interlocutor A: Ya.

Interlocutor B: Si quieres, yo esta tarde te llamo a tu casa y te digo lo que sea.

Interlocutor A: Ah, muy bien. Es que ayer, lo que no entendí ayer era, claro, decía… no, yo voy… ¿Eh?

Interlocutor B: Que sí, que ya, que te entiendo.

Interlocutor A: Y otra cosa, si quieres…

Interlocutor B: ¿Vas a estar esta tarde en casa?

Interlocutor A: Si, en principio, si no me llamas a la agencia, y ya me…, nos hablamos y me relocalizas.

Interlocutor B: Oye.

Interlocutor A: Dime.

Interlocutor B: Que yo te llamo entonces esta tarde.

Interlocutor A: Muy bien.

Interlocutor B: Llamo a la agencia o, si no es en la agencia ¿en casa estás no?

Interlocutor A: Sí, sí, si no estoy en, en casita, vamos, que yo además, a lo mejor me llamas a la agencia, estoy en la agencia y digo, va, espera media hora y me llamas a casa.

Interlocutor B: Eso es.

Interlocutor A: Y me escapo.

Interlocutor B: Venga.

Interlocutor A: ¿De acuerdo? Va, Javi.

Interlocutor B: Te llamo en base a lo que hable con él.

Interlocutor A: De acuerdo Javi.

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Interlocutor A: Hasta luego.

Interlocutor B: Hasta luego.

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TELEFONO 2

Interlocutor B: … por hay, y hemos quedado esta tarde. Ya hemos quedado esta tarde para…

Interlocutor A: Pero, ¿con quién has quedado, con Antonio?

Interlocutor B: No, con…Poli.

Interlocutor A: Ah, con Poli ¿No has podido estar al final…?

Interlocutor B: No, si no he podido estar con él. Y por eso era… ¿Me entiendes?

Interlocutor A: Ah, o sea que al final… Yo era por si había alguna instrucción específica…

Interlocutor B: No.

Interlocutor A: …para, para si estoy con ellos, o si quieres que haga algún contacto, o alguna cosa.

Interlocutor B: No, yo esta…, yo he quedado con Poli esta tarde, porque es que tienen Parlamento ahora con la…, están calificando todas las preguntas estas y están todo, todo, todo el puñetero día metido allá.

Interlocutor A: ¿Y tienes algún, tienes alguna idea clara?

Interlocutor B: No.

Interlocutor A: ¿Lo que te plantee no?

Interlocutor B: Si, a ver lo que…eso pues para…

Interlocutor A: Yo te digo otra cosa Javier.

Interlocutor B: ¿Cuál?

Interlocutor A: Si este hombre va contra…, o está venga amenazar porque va contra mí. Si él sabe además que, que, que, que yo no tengo nada que ver ni cosas de esas, vamos a dejarle, si quieres. A ver hasta dónde quiere llegar. Porque seguro que se queda en mí. Y, como yo… Además él sabe, que no tengo nada, no tengo nada que esconder… Vamos a ver hasta dónde llega. Es más arriesgado, pero es más definitivo. Sería como cortarlo. ¿Quieres ir? Vamos. A ver qué pasa. En vez de, en vez de…

Interlocutor B: Te voy a decir otra cosa...

Interlocutor A: Y así no, no lo trasladamos el problema a otros.

Interlocutor B: A mi hay una cosa que me preguntó el otro día. Cuando yo le comenté a éste, que había estado contigo… ahí hablando y tal.

A mí lo único que me decían… tanto Poli, como, como Mikel ¿no? que estábamos los tres. Era decir, hombre, si tuviésemos la seguridad de que si

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éste arremete, porque lógicamente este no puede arrematar, arremeter contra nosotros. Sería contra ti.

Interlocutor A: Sí.

Interlocutor B: Si tendríamos la seguridad de que, de que, Alberto, en un momento determinado, si esto ocurre, porque las circunstancias además no cambian, no va sacar para nada nuestro nombre ni nada de nada…

Interlocutor A: O sea que aguante el tirón yo.

Interlocutor B: Joder, te quiero decir.

Interlocutor A: Sí, sí, no, si ya te entiendo…

Interlocutor B: No, a ver si me entiendes. Que yo sé que es pedir cosas que, que…

Interlocutor A: Joder es la hostia. Sobre todo, ¿sabes por qué Javi? Yo por ti, te lo haría, pero es que por el Federico y por toda esta gente que se portó fatal. No sé…

Interlocutor B: Que es que no tienes que pensar en nadie. Alberto, tienes que pensar, en lo único que tienes que pensar ni siquiera es en mí. Tienes que pensar en, en, en la demás gente. Y, además, esto. Que yo sé que esto es difícil de entender, ¿me entiendes? Porque yo sé que es difícil. Pero lo único que yo te digo es una cosa. ¿Qué cambia eso la situación? Si es que eso no cambia para nada. ¿Me comprendes?

Interlocutor A: ¿El qué? ¿El qué? ¿Qué cambia la situación el qué?

Interlocutor B: Joder, vamos a suponer lo… peor.


Interlocutor B: ¿En qué cambia la situación en, en decir… en, en, en culpar a un tercero o no culparlo? Si es igual. Si no cambia para nada Alberto.

Interlocutor A: Ya, pero en el fondo a mí me da la sensación de que es un poco justos por pecadores, ¿no? De que si cada uno aguantase su vela, esto sería más fácil. Y me da que hay gente que no aguanta su vela.

Interlocutor B: Oye, Alberto, que además es que estamos hablando mucho con este teléfono.

Interlocutor A: Ya, ya, si por eso te he dicho, te he dado el teléfono por si te escapabas a la cafetería o a algún sitio.

Interlocutor B: Que es que yo ahora me marcho, ahora tengo Comisión de Urbanismo. Yo, déjame que hable yo esta tarde con éste y yo esta noche te llamo. Y si eso mañana nos veíamos o, o lo que sea.

Interlocutor A: De acuerdo.

Interlocutor B: Y hablábamos ya…

Interlocutor A: De acuerdo. Vale Javichu.

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Interlocutor B: Vale.

Interlocutor A: Hasta luego.

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TELEFONO 3


Interlocutor C: ¿Alberto?


Interlocutor C: Le paso con Javier ¿eh?

Interlocutor A: Ah, muy bien.


Interlocutor A: ¿Javier?

Interlocutor B: ¿Qué pasa?

Interlocutor A: ¿Qué tal estás?

Interlocutor B: Pues mal.

Interlocutor A: Mal. Oye, ¿me puedes llamar de algún sitio más cómodo?

Interlocutor B: Pero…, tendría que ser más tarde. Porque tengo ahora un…

Interlocutor A: Jo, yo me voy para Barcelona hora, porque me han llamado de Barcelona. Que me voy para Barcelona ahora.

Interlocutor B: Ya.

Interlocutor A: Me han pegado un toque un, un consejero de los de iPública.

Interlocutor B: Ya ¿Qué pasa? ¿Hay problemas o qué?

Interlocutor A: Parece ser que van a presentar querella contra mí y cosas de esas. Y quería saber cómo habían quedado…, si habías hablado, cómo habías hablado, etc. Para saber en qué términos me voy a mover.

Interlocutor B: No. Yo no… ¿Con quién? Con…

Interlocutor A: Con Antonio… con el que fuera.

Interlocutor B: No, yo estuve, yo hablé con Antonio… Y, y yo le dije que a ver que qué coño pasaba. Que cómo se solucionaba esto. Bueno, eso se sigue manteniendo en sus trece y él dice que, bueno, ahora mismo tiene unos pleitos que tiene con gente de Bilbao y no se qué y no se cuántos.


Interlocutor B: No lo sé. Yo qué coño sé. Yo que sé. Aquí parece ser que toda esta historia se la sabe todo el mundo. O sea, no lo sé. Yo que sé, Alberto. ¿Tú has hablando con Poli?

Interlocutor A: No. De momento no.

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Interlocutor B: No…

Interlocutor A: De momento no. Hoy me ha llamado uno de los que trabajaba en iPública en Barcelona. Bueno no trabajaba, era uno de los accionistas. Y me ha dicho, oye Alberto que Antonio está loco como una cabra. Y está desesperado y no sabe ni dónde ir. Y aunque sabe que no tiene nada que hacer, pues va a ir a por ti. Con esas palabras. Entonces digo, podemos aprovechar para, o no podemos aprovechar para. O yo que sé. O, o me dedico a contraatacar, o me dedico a, a contar historias o ¿qué hago? ¿Me entiendes? Entonces… a ver qué podía ser lo más interesante. Si, si tomar decisiones de ese tipo y a ver luego, yo también, claro, yo tendré que hablar con mi abogado a ver qué defensa es la que es más interesante para mí.

Interlocutor B: Hombre, a mí lo que… me parece…. Que no lo sé. Que, bueno, aparte de que no podemos…

Interlocutor A: Por eso te digo.

Interlocutor B: Tú ¿cuánto tiempo vas a estar ahí?

Interlocutor A: Pues yo si quieres te espero hasta las doce y media o así. Son las doce y diez pasadas.

Interlocutor B: ¿Me puedes esperar un poco más?

Interlocutor A: ¿Hasta qué hora?

Interlocutor B: Es que yo tengo ahora una visita y podría bajar al bar y…

Interlocutor A: Ah, muy bien. Pues hasta la una menos cuarto o así.


Interlocutor A: ¿Eh? De acuerdo. Hasta ahora.

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TELEFONO 4

Interlocutor A: Sí. Hombre, Javichu. ¿Qué tal?


Interlocutor A: ¿Qué tal? ¿Ya estás más…? ¿Estás en una zona más segura?


Interlocutor A: Vamos a ver, Javi, te cuento. En principio ¿hay, hay intención de, de darle a Antonio la cuenta?

Interlocutor B: Mira es que la de este año no se…, no…., no…

Interlocutor A: No se le puede dar por razones de, de burocráticas, ¿no? Le comentaste tal como te dije, que en futuro, tal, no sé qué...

Interlocutor B: Sí, sí.

Interlocutor A: ¿Le animo eso, le tranquilizó?

Interlocutor B: Sí, yo creo que sí, yo creo que sí.

Interlocutor A: Bueno. Vamos a ver, yo tengo que…, vamos a valorar un poco… Cómo podemos aprovechar…, si este hombre va a ir a por mí es con la intención de que yo vaya a por ti, y de esta forma presionar, y poder ganar, ¿no?

Interlocutor B: Luego te cuento yo.

Interlocutor A: Bien, entonces yo no sé. Yo tengo que defenderme. A mí no me importa en un momento dado, te lo dije además con toda la sinceridad del mundo, aguantar el tirón, a pesar de que para mí es la hostia, como puedes comprender también si te pones en mi pellejo. Y dirás. Oye, Alberto, ¿tú que pintas aquí, no? Porque yo también me puedo a poner a dar leches por todos lados. ¿No?

Pero, en cualquier caso, yo si asumo eso, eh Javier, es porque tengo algunas garantías.

Es lógico, ¿no?, es lógico ¿no? Entonces todas esas garantías a mí me parece fundamental, una reunión entre Poli tu y yo, no creo que haga falta nadie más, nadie más. Creo que las cosas si ya somos mayores se pueden arreglar. Dónde se digan las cosas tal como son, donde se digan las cosas tal como son, y donde a mí Poli me garantice toda la tranquilidad del mundo… Yo me imagino que tendrás que hacer ahí, pues mira, pues no es cuestión de confesarse con nadie, pero bueno. Puestos a confesarse…, aparte te vas a liberar de un montón de peso, y que a mí Poli me garantice que no me preocupe de nada, que ellos seguirán conmigo, etc., etc. Entonces, a mí no me costaba nada aguantar el tirón y quitarnos el sistema de encima. Siempre y cuado Poli esté al corriente, en una reunión que tengamos los tres, en donde tú me digas, en Santo Domingo de la Calzada sin que nadie se entere. Pongamos

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las cartas sobre la mesa y me digan, bueno Alberto, tal y como están las cosas, por lo que me ha dicho Javi, tu buena voluntad, etc., etc.

Le cuentas la verdad, Javier. O sea, quiero decir, es que alguien tiene que saber la verdad. Yo necesito que alguien más sepa la verdad. Para garantizarme yo cierta tranquilidad. Porque yo no puedo…, no puedes, no se puede, no puede Antonio pensar que me he quedado con el dinero, que Poli piense que me he quedado, y que todo el mundo piense que me he quedado yo con nada. O sea, ¿me entiendes, no? A la hora de por lo menos tener que tomar luego decisiones fuertes.

Entonces, si eso se diera así, yo en principio no tendría mayores inconvenientes.

Hay un tema, que te voy a aclarar. Antonio no tiene nada contra mí. Nada. Te habrá contado lo que quieras, Javier, yo sé que no tiene nada.

¿Te acuerdas de la señora Amparo Velasco?

Interlocutor B: ¿Quién? La chica ésta…

Interlocutor A: Si. Bueno, Amparo Velasco es la mano derecha de Antonio, el cual ha hablado con este señor y me ha dicho si es que Antonio no tiene nada contra Alberto. Si es que se lo ha dicho así. Y no queda más remedio que ir a por él.

Porque además él sabe. Si la mitad de todo, bueno no la mitad, el 6% está inventado. Y lo que no está inventado y efectivamente puede ser objeto de discusión, está absolutamente argumentado. Entonces yo te, te puedo decir, te puedo dar esa salida, que yo creo que, por un lado…, y mi intención es que no toquen al PR. Esa es mi única intención. Y que si alguien tiene que pagar algo, obviamente no vamos a salir todos limpios. No vamos a salir todos limpios.

Pero sí que efectivamente pongamos delante de una persona, también es cierto que es la persona más importante, pongamos delante de una persona las cosas sobre la mesa. Y como somos…, y como por lo menos Poli es bastante inteligente, valorar pros y contras, asumir cada uno su culpa, en la medida en que toque, y, y, y decidir, y de esa forma… Yo me pongo de pantalla si hiciese falta.

Interlocutor B: Pero, pero, vamos a ver…, vamos a ver…

Interlocutor A: Digo…, porque Javier, yo no puedo…, no puede todo el mundo pensar que soy un quinqui, y yo encima sacando la cara ya no se ni a quién.

Interlocutor B: Pero vamos a ver…


Interlocutor B: Yo creo que la cosa se, se está enfocando mal.

Interlocutor A: A ver. Dime.

Interlocutor B: Primero. Aquí hay un tema. Que yo cuando me siento el otro día con Antonio Aguilar…

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Interlocutor A: Sí. Yo te llamé al Carlota, yo te llamé a la suite Carlota pero ya te habías ido. Y, entonces, ya me imaginé. Este ya ha quedado. Y luego, yo estaba un poco inquieto.

Interlocutor B: Te explico un poco la situación… para ver toda la historia. Entonces. Yo…

Interlocutor A: Ya tienes las dos partes, ¿no?

Interlocutor B: Lo que, lo que yo te comenté a ti que yo le podía decir a este hombre… Claro, yo miré en la Sociedad, yo miré los pagos que se habían hecho a, a vosotros... Entonces, efectivamente, el contrato se ha cumplido.

Interlocutor A: Efectivamente. Es que esa era tú, es que eso era lo que yo te dije. Que estés tranquilo en ese sentido.

Interlocutor B: Entonces, cuando yo me siento con él y le digo. Mire usted…, yo vengo aquí. Lo primero lógicamente le tengo que decir. Oiga, ¿qué pasa? ¿Ha hablado usted con Alberto?

Y me dice, no. Yo no he hablado con Alberto.

Bueno, bueno. Pues mire usted. Yo sí he hablado con Alberto. Nos hemos sentado, hemos hablado. Y mire, mire Antonio, vamos a dejarnos ahora de chorradas, vamos a dejarnos de historias raras, vamos a dejarnos si, si… esa cantidad se la ha quedado, me la ha dado, la, la ha entregado, la ha utilizado… Vamos a dejarnos de eso.

Aquí el tema está en que aquí hay una cantidad que figura. Y una cantidad que según esta persona, y esta persona, le dije…

Interlocutor A: Cuando dices esta persona, ¿quién dices? ¿Cuando dices esta persona?

Interlocutor B: Por ti.

Interlocutor A: Ah, por mí.

Interlocutor B: Sí. Te estoy diciendo, te estoy diciendo, hablando yo con Antonio, ¿no?

Interlocutor A: Sí, sí, sí.

Interlocutor B: Y esta persona… Además, Antonio, cuando me refiero a esta persona, me estoy refiriendo a tu Director General. A tu Director General. O sea que, que si esta persona ha fallado, ha fallado tu empresa, no ha fallado la mía. Tu empresa.

Interlocutor A: Efectivamente, efectivamente.

Interlocutor B: … tú eres el Presidente…

Interlocutor A: Efectivamente.

Interlocutor B: Entonces…

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Interlocutor A: Que además no ha fallado esta persona. Ha fallado él como Presidente, pero bueno, eso ya es cosa mía.

Interlocutor B: Déjame que te cuente lo que yo hablo con él.

Interlocutor A: Sí, sí.

Interlocutor B: Yo le planteo con Amparo delante, con Amparo delante, los tres en su despacho en Madrid.

Y yo le digo. Y vamos a ver. Esta persona a mí me cuenta, esta persona a mí me cuenta, es que cuando se va a firmar este contrato, tú conoces la existencia de este contrato.

Interlocutor A: Efectivamente, y tengo mil testigos, y tengo mil testigos, Javier.

Interlocutor B: Cuando yo, cuando tú, se va a firmar este contrato, tú conoces la existencia de un pago que hay que hacer. Y que tú das el visto bueno.

Interlocutor A: Efectivamente.

Interlocutor B: Entonces…

Interlocutor A: Delante de cuatro personas.

Interlocutor B: El problema me parece a mi, Antonio, tu problema, me parece a mí, es que tú luego no te has enterado de la misa a la media y que donde vienes tú ahora reclamando algo es porque crees que ese contrato se…

Interlocutor A: Se ha incumplido…

Interlocutor B: …se ha incumplido.

Interlocutor A: Etc., etc.

Interlocutor B: Entonces tú te encuentras con que has pagado una cantidad por algo que no has hecho.

Interlocutor A: Y eso es falso.

Interlocutor B: Y eso no es verdad.

¿Cómo que no es verdad? ¡Como que no es verdad!

Mira, mira Antonio, le saco el papelito y le digo. Mira. El contrato que se firma es 220 más menos 10%, más a eso le añades el IVA son 242, y lo que tú cifras a La Rioja 92 es doscientos cuarenta y uno novecientas ochenta y tantas mil pesetas.

Interlocutor A: Más IVA.

Interlocutor B: Más el IVA. Luego, se ha cumplido el contrato en el 100%.

Interlocutor A: Sí, sí, es cierto.

Interlocutor B: Estamos hablando de doscientas mil pesetas.

Interlocutor A: Es cierto.

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Interlocutor B: Se ha llegado a cumplir. O sea ha cumplido el contrato el 100%.

Interlocutor A: Es cierto.

Interlocutor B: ¿Cuál es el problema? Ahora ya, otra cosa será decir, oiga, ¿para qué se ha empleado esto? ¿Se ha empleado para lo que se dijo o para otra cosa? Eso es otra historia.

Interlocutor A: Sí, que eso también a mí algún día me tendrás que contar la verdad, porque vamos… Pero bueno…

Interlocutor B: Lo que yo le decía a este hombre. Pero lo cierto es que tú sabes perfectamente que había que cumplir.

Y me dice, ¡¿cómo voy a saber yo?! Eso no es… Antonio que yo no vengo aquí a que te defiendas de nada. Yo lo único que te digo es eso. Además, además. Empezamos a hablar de otra serie de cosas.

¡¿Y las otras cantidades…? ¿Y no sé qué?!

Yo ahí no entro. Yo ahí no entro. Eso es una gestión de empresa. Insisto, de tú empresa


Interlocutor B: Yo no entro ahí.

Interlocutor A: ¿Otras cantidades respecto también a La Rioja, Javier?

Interlocutor B: Yo te puedo garantizar, yo te puedo garantizar que este señor recula. Yo te lo puedo garantizar, Alberto, que este señor recula. Y creo que es la única arma que hay que usar ¿Entiendes?

Este señor sabía la procedencia de este dinero y por lo tanto no tiene por qué quejarse, porque se ha cumplido.


Interlocutor B: Entonces. Seguido, seguimos hablando. En fin…, seguimos hablando de toda la historia y, entre las cosas que yo también le dije…, entre las cosas que yo le digo…


Interlocutor B: Este hombre, le digo, hombre, además, le digo…, Antonio, por otro lado, también, tu Director General lo que me está diciendo también es que de qué forma, chico, esto, que por lo mismo que ahora mismo tu estás recurriendo al Partido Riojano para recurrir a unas ayudas…

Interlocutor A: Porque…

Interlocutor B: Yo no vengo a eso. Yo te estoy hablando una conversación que yo he tenido. Y, además, te voy a decir una cosa, por favor, no te disculpes. Que yo no quiero que me disculpes, ni que me digas ni que sí, ni que no. Yo lo único te estoy contando es una conversación que yo he tenido con esta persona. Nada más. Entonces, entonces,… Yo te digo que ya de ahí nos

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fuimos a comer. Y nos fuimos juntos. Y el tío ya pasó todo a decirme que lo que quería era, joder, la situación…. Que… ayudarle en lo que sea.

Interlocutor A: Bien.

Interlocutor B: Yo por eso te quiero decir, que a mí me parece…, me parece….

Interlocutor A: ¿Has controlado tú ya la situación?

Interlocutor B: Exacto. Me parece a mí que la situación, todo se reduce a que este hombre lo que está haciendo…

Bueno. Primer punto. El tío me cuenta unas historias de empresa. Y lo que me dice es que evidentemente a él, me reconoce, a él no le interesa que esto salga. Es más, está parando todas las hostias que vienen de Bilbao. Me enseña que precisamente tenía unos juicios pendientes el lunes en Bilbao.


Interlocutor B: Y que, claro, todo eso es lo que a él le da miedo, que por ahí, si él no acude o no accede a las peticiones que se le está haciendo desde Bilbao, pues que pueda saltar, incluso la gente le puedan amenazar con, con decir o me das esto o esto salta.

Interlocutor A: Ya, ya.

Interlocutor B: Entonces, esto es lo que el…

Interlocutor A: En cualquier caso el tema de Bilbao se solucionaría con seis millones o siete millones de pesetas.

Interlocutor B: Pues, a mi me consta, me consta que este hombre, que este hombre, pues ese es el miedo que tiene. ¿Me entiendes? Ese es…

Interlocutor A: ¿Seis o siete millones de pesetas podríamos conseguir? Y lo de Bilbao se queda parado. Porque a mí me llaman todos los días.

Interlocutor B: Yo creo que sí.

Interlocutor A: ¿Seis o siete millones se pueden conseguir? Yo te paro lo de Bilbao.

Interlocutor B: Bueno pues, entonces, entonces,…

Interlocutor A: … las querellas que tienen contra él.

Interlocutor B: El tío lo que tiene miedo, lo que tiene miedo,… Porque incluso me, me, me ofrece el poner una persona para que no se cuele nada. Dice que lo que a él le da miedo es, joder, que él está en muchos frentes.


Interlocutor B: Y que, coño…

Interlocutor A: Eso es cierto.

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Interlocutor B: Que tener una persona…. Que igual… Joder… Venía del notario de dar poderes para que vayan a representarle en Bilbao.


Interlocutor B: No se qué y no se cuantos. Dice, a ver si el miedo que yo tengo, Javier, me decía, es que, joder, a ver si se me va a colar algo. ¿Me entiendes?

Interlocutor A: Ya.

Interlocutor B: Y ahí pueda saltar.

Interlocutor A: Ya.

Interlocutor B: Y el tío está queriendo parar.

Interlocutor A: Ya.

Interlocutor B: ¿Me comprendes?

Interlocutor A: Ya.

Interlocutor B: Esa es la historia.

Interlocutor A: Mira, pero yo, para que te hagas una idea, por supuesto la culpa de la empresa, yo tendré el margen de responsabilidad que me corresponde. Pero en cualquier caso tú no tienes por qué meterte en eso, porque yo tengo además la conciencia muy tranquila. Este hombre tiene cartas mías, durante, cada tres meses tiene una carta explicando la situación, pidiendo (?????), etc., etc., Pero para que veas cómo es la situación. A este hombre al final…

Interlocutor B: … porque a lo largo de la toda la comida y de todo estamos hablando. Y yo le digo, joder, chico, ¿qué pasa con (?????)? Que tú aquí no lo sacas, joder. (?????) en esa historia también tuvo algo que ver. ¿Entiendes? No se qué y no se cuantos. Y tal. Y me dice, no, no, no. Si además, yo, Javier, yo lo que tengo que decirte, es que yo sé por Enrique, por Charo, no se qué, no se cuántos, que tú eres el hombre que nos has ayudado muchísimo y no se qué y no se cuántos. Y, joder, entonces ¿donde chorra está el problema? ¿Me entiendes?

Porque aquí hay una cosa que está clara. Tú has tenido ahí una serie de contratos, en la, en La Rioja, porque yo los he dado. O sea aquí ni siquiera meterías a nadie. Yo los he dado. Eso es así. Y eso es así de claro, Alberto. Tú lo sabes.


Interlocutor B: Y tú lo sabes.

Interlocutor A: Que sí.

Interlocutor B: Ya está. Y entonces, él también lo sabe. Él también porque a mí me dice, no, no, no, si yo la referencia que yo tenía de ti, incluso sin conocerte, era muy buena. De que eras la persona…

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Interlocutor A: Pero si solamente te conoce a través de mí.

Interlocutor B: Bueno, pues entonces…

Interlocutor A: Si este hombre cuando me decía, pero en La Rioja ¿qué pasa? Y dije, ya hablo yo con Javi, y ya está no sé qué. Si yo he quedado contigo en Haro para solucionar situaciones, situaciones, ..

Interlocutor B: No, no y me…, para que sepas, que yo además sé eso, sé que un día se dio un puñetazo tuyo encima de la mesa en el Consejo de Administración y se solucionaron cosas y tal. Y digo, pues, entonces, ¿qué chorra, qué chorra me estás contando?

Interlocutor A: Si todo eso lo he contado yo ya.

Interlocutor B: Pues entonces yo creo que la conversación que tú tienes que hacer con esta gente es un poco el decir, mira. Yo creo que ahí está tu defensa. Y la defensa tuya es el decir mira, mira, aquí ha surgido algo desagradable para todos.

Interlocutor A: Sí. Que es una situación desesperada de quiebra de una empresa que está reculando donde no sabe dónde.

Interlocutor B: (?????) La gestión de empresa, de eso ya, mira, yo respondo o, o, o respondemos todos.

Interlocutor A: No, no. Respondo yo. Pero además con una tranquilidad de conciencia tremenda.

Interlocutor B: En la parte que toca a esta gente como organización política, no se qué, no se qué, no sé cuantos… Esto, mira, Antonio Aguilar que no venga aquí de nuevas diciendo que no sabía, porque conocía perfectamente.

Interlocutor A: Sí, sí. Además ya te digo que me he preocupado muy mucho de ir buscando testigos y me han salido a manta.

Interlocutor B: Y él se ha comprometido a pagar una cantidad por arreglar un contrato. Lo pagó. Aquí, él ha cumplido su pacto y, y, y ellos han cumplido el suyo porque la fina…, el final de todo esto es éste.


Interlocutor B: Y punto. ¿Entiendes?

Y entonces, yo creo que también tu juego un poco y tu amenaza, en la parte de amenaza muy somera, muy, muy suave, tiene que ser el decir, mira… Y además para que veáis que yo. Porque aquí sí que yo estoy comprometido, por que yo soy el que he pagado, yo soy el que me comprometí, yo soy el que firmó el contrato, yo…

Interlocutor A: Yo soy el que entregué… Bueno, no entregué el dinero yo, pero, bueno, también se podría decir.

Interlocutor B: Como esto salte, como esto salte por algún motivo, aquí hay unos señores que se van a hacer puñetas que son estos señores de La Rioja.

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Interlocutor A: Que no tienen nada que ver.

Interlocutor B: Que no tienen absolutamente nada que ver.

Interlocutor A: Claro. Esa es la tristeza.

Interlocutor B: Y que además, y que además, yo…

Interlocutor A: Vamos a ver, Javier, este hombre va a ir a por mí, pero va a ir a por mí porque está desesperado. Pero fíjate, para que veas el nivel de…,

Interlocutor B: Yo no creo eso…

Interlocutor A: …para que veas el nivel de relación. En cuanto ha decidido eso, sus personas más cercanas me han avisado, para decirme, Alberto está…, no, no hay forma de pararle, porque está como una mona. O sea, nos da hasta miedo a nosotros, de lo desesperado. Que yo también comprendo….

Interlocutor B: Está desesperado… Ten en cuenta que por un millón y pico le quitan el coche, y no sé que y no sé cuantos.

Interlocutor A: Sí, sí, sí, no. Que está desesperado, que yo comprendo que una persona desesperada está buscando donde, donde, autojustificarse casi, para seguir viviendo, porque si no se tenía que pegar un tiro.

Interlocutor B: Pero aquí también hay otra cosa. Mira Alberto. Luego, volvemos otra vez. Yo creo que la defensa tuya tiene que estar ahí. Pero en un diálogo abierto, como yo utilicé con este hombre, no ir amenazando.

Interlocutor A: ¿Pero tú a este hombre le has dicho que yo no tengo un duro?

Interlocutor B: Claro.

Interlocutor A: Le has dicho que, que ese dinero fue a parar a unas manos que no hay, no hay ni por qué dar nombres.

Interlocutor B: Sí, no, no, no,… El tío, el tío... Vamos a ver…. Mira…

Interlocutor A: ¿El tío sabe que yo no me he quedado con un duro de esos?

¿Se lo has dicho tú?

Interlocutor B: No le he dicho…

Interlocutor A: Joder.

Interlocutor B: ¿Cómo le voy a decir?

Interlocutor A: Pues claro, porque es que Javi, si tú me dijiste… No, pero hay una cosa Javi, si tú me dices, oye, al Partido le voy a decir que yo no he tocado un duro. Y digo, bueno, vale, de acuerdo, puedo comprenderlo. Pero no me digas en mi casa también que es que, también que tú no te has quedado con un duro.

Interlocutor B: Escúchame una cosa.


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Interlocutor B: Vamos a ver. Vamos, vamos a pisar con los pies en el suelo.

Interlocutor A: A Ver. Dime.

Interlocutor B: Y eso va tanto como para Antonio Aguilar como para ti. Va. Vamos a ver. Tú firmas un contrato, y con alguien te pide algo, tú pagas en base a ese contrato, la discreción por parte, por parte vuestra, vamos, está…

Interlocutor A: Garantizada.

Interlocutor B: No, de eso nada.

Interlocutor A: Bueno, en ese momento sí por lo menos.

Interlocutor B: Joder, pero después no.

Interlocutor A: No, pero después no por una situación límite. Quiero decir. Muy mucho se tenía que torcer todo…

Interlocutor B: Tú ahora, entiende, entiéndeme, entiende una cosa, entiende una cosa. Y ahora mismo ponte en el lugar de Elvira, ponte en el lugar de Poli, ponte en el lugar de mucha gente, en lugar de cualquiera.

Interlocutor A: Es el esfuerzo que hago, sí.

Interlocutor B: En cualquier, en cualquier empresa…, que a mí alguien que aún en situaciones límite han sido capaz de descubrir esto y de sacar esto, yo no te contrato a ti, vamos, ni, ni, ni cinco pesetas, ¿sí o no?

Interlocutor A: Sí. Pero ten en cuenta que aquí por un lado hay, hay varias cosas, Javi. Para…

Interlocutor B: Que te quiero decir…

Interlocutor A: Para hablar en serio hay varias cosas.

Primero, hay una falta de honestidad por parte vuestra, que yo la puedo entender o no la puedo entender, pero que no voy a entrar en eso. Por que no me preocupo de eso. Porque me cuentas una historia que luego al final resulta que no es así, etc., etc. Pero que en cualquier caso me da igual, porque son unos códigos de contrato. Usted quiere esto, paga esto. Y ya está. Ya no me preocupo de más. Uno. Efectivamente. Uno.

Dos. Dos. Esta situación llega a un límite que se pone de un nivel de tensión por circunstancias, porque se les ha caído Barcelona, porque el presidente está como una moto, porque se han perdido cuentas que iban, que iban, que estaban en principio garantizadas…, y no le queda más salida que, que entrar donde, donde, donde nadie hubiera pensado que hubiera entrado. Luego eso también una situación atípica. Pero yo lo que te digo…

Interlocutor B: Y que lo que esta haciendo este señor con esta situación es cerrarse absolutamente a todo.

Interlocutor A: Claro, claro, efectivamente. Pero yo lo que te digo…

Interlocutor B: Mira, yo mañana me veo jodido, vamos, convoco ruedas de prensa…

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Interlocutor A: ¡Cómo!, no te quiero contar la que podría montar yo, Javier. Pero, en cualquier caso,…

Interlocutor B: … convoco a la prensa nacional…

Interlocutor A: …en cualquier caso…

Interlocutor B: … diciendo, además, no siquiera el nombre de la empresa, sino el nombre físico de ese señor.


Interlocutor B: O sea, ese señor, mañana, esa posibilidad de decir, joder, mañana cierro iPública y me voy, y monto la empresa que sea.

Interlocutor A: Si. Lo tienes claro majo. No, pero ahí sí que entro yo a saco. Ahí entro yo a trapo, además.

Interlocutor B: Vas a estar perseguido siempre…

Interlocutor A: Sí, sí, sí. Además lo persigo yo.

Interlocutor B: Si te ha salido una operación mal, te la tragas y te jodes. Y ahora si quieres ven con buena voluntad a decirnos, oye, ayudarme.

Interlocutor A: Claro. Efectivamente

Interlocutor B: Pero a mí dame garantías de que esto se…, se corta. Y si esto se corta, yo ayudo. Si no se corta, como tú comprenderás, voy a joder.

Interlocutor A: Efectivamente, efectivamente, estoy totalmente de acuerdo.

Interlocutor B: Esa es la defensa que tú tienes que hacer.

Interlocutor A: Pero hay una cosa, Javier. Yo lo que no puedo es que en La Rioja piensen que me he quedado con dinero, que en mi empresa piensen que me he quedado con dinero. Que vale. Tú tienes que entender eso.

Interlocutor B: Pero, si es que eso a ti…

Interlocutor A: Porque él, una vez que él ha entendido, una vez que él ha entendido que efectivamente el contrato se llevó a rajatabla, con muchas dificultades. Porque tú sabes que al final el contrato lo saqué yo, porque si no nos hubiéramos quedado en 165 millones. Me peleé contra Dios. Que el contrato se llevó a rajatabla. Yo lo que no puedo es, una vez que tienes tú salvadas las espaldas respecto al PR, es que a mí me entren por el otro lado.

Interlocutor B: Si a ti no te tiene que entrar nadie. A ti, ¿quién? ¿Tu empresa?

Interlocutor A: Mi empresa. Pues le dices oiga, mira Antonio, esto se ha hecho así y Alberto no se ha quedado con un duro. Es que eso es lo que… A mí, a mí eso me tranquilizaría mucho.

Interlocutor B: Bueno, pues…

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Interlocutor A: Si tú se lo dices a Antonio. Porque si no, al final lo voy a tener que decir yo. ¿Y como digo yo que yo no me he quedado con ningún duro? Entonces tengo que empezar a meter a gente.

Interlocutor B: Escúchame. Tú sigues diciendo, tú sigues diciendo tu versión, y yo digo la mía. Y él, bueno, pues le quedarán las dudas. Y punto. ¿Me entiendes?

Agarra a Antonio, dile mira Antonio, es que yo se lo pagué y punto. Y yo diré que no. Y ya está.

Interlocutor A: Si es que tú no puedes reconocerlo además.

Interlocutor B: Pero lo cierto…

Interlocutor A: Pero lo que yo te digo, Javier, es que tú no puedes reconocerlo nunca.

Interlocutor B: Joder, vamos a ver…

Interlocutor A: Pero sí a efectos de Antonio Aguilar.

Interlocutor B: Pero que es, lo cierto de todo esto es que tú, Antonio Aguilar, como yo le dije el otro día, mira Antonio, que es que nos tenemos que dejar de estas historias. Y lo que hay que ir es a buscar soluciones. Y la solución, ¿cuál es? Esta es la solución. Olvídate ya de la historia. Olvídate de la historia. Y punto.

Interlocutor A: ¿Por qué no hablas con Antonio y le dices que te encargas tú de solucionar las dos querellas que tiene presentadas en Bilbao?

Interlocutor B: No, yo no le igualo los bienes a Antonio. Entonces, me va a chantajear con todo lo que quiera joder.

Interlocutor A: ¿Sí?

Interlocutor B: Hombre, Alberto…

Interlocutor A: Bueno, claro, si cedes una has cedido todas.

Interlocutor B: Hombre, yo lo máximo que le puedo decir a Antonio es que, que, que yo me comprometo a intentar ayudarle.

Interlocutor A: Ya.

Interlocutor B: Que tampoco, tampoco se tiene que basar en decir, y a mí…, o el año que viene... No, joder, yo amenazas no puedo...

Interlocutor A: Ya, ya, ya…

Interlocutor B: …si vamos a la guerra, vamos a la guerra todos…

Interlocutor A: Ya.

Interlocutor B: Pero, claro, yo inmediatamente yo me cojo el tanque.

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Interlocutor A: Claro, y yo voy a coger la, la, la brigada paracaidista, porque vamos… Si alguien que tiene, si hay alguien que tiene… Te prometo además que tengo las espaldas tan bien cubiertas.

Interlocutor B: Que tú, que tú dijiste el otro día, y que yo lo entiendo. Morir, bueno, pues morir matando.

Interlocutor A: No, no. Es que no te quiero contar. Javier, pero yo…, si hay,…

Interlocutor B: Alguno caerá…

Interlocutor A: …si hay alguien que tiene las espaldas bien cubiertas soy yo. Te lo garantizo.

Interlocutor B: Y es que además, y es que además, más de tres van a salir heridos.

Interlocutor A: Claro y no tiene sentido.

Interlocutor B: Y no tiene sentido.

Interlocutor A: No tiene sentido.

Interlocutor B: Entonces, señores, vamos a que (?????) que cada cual, cada cual se trague lo suyo y punto.

Interlocutor A: Sí, pero lo que no voy a hacer yo es tragarme lo de todos.

Interlocutor B: (?????) No, Antonio Aguilar lo que tiene que hacer es tragarse su marrón y punto.

Interlocutor A: Claro, efectivamente.

Interlocutor B: (?????) … se acabó la historia.

Interlocutor A: Pero, Javier, si estoy tratando de que no te toquen. Para ti es importante que a mí no me toquen.

Interlocutor B: Claro.

Interlocutor A: Porque yo…, lo que…, como comprenderás, también va…, habrá un momento que habrá que pegar tiros para todos los lados. Entonces, digo ¿cómo puedo evitar esto? ¿Cómo lo puedo evitar? Y te digo. Si Antonio Aguilar viene contra mí, yo te garantizo que si hay alguien que tiene las espaldas bien cubiertas ese soy yo. Te lo garantizo. Te lo garantizo. Pero es que no quiero pringar a nadie.

Interlocutor B: Pero si es que tú…, yo…, mi matraca, mi matraca, Alberto, es que, que tú, tu defensa, tu defensa, la tienes que utilizar en un ataque cara a tu empresa, no utilizar a terceros…

Interlocutor A: Sí, claro. Pero si a mí…, pero por eso te digo…, pero por eso te decía… Javier.

Interlocutor B: Escúchame, escúchame un minuto. Vamos a ver ¿Dónde está tu defensa? Si a ti, Alberto, te culpa de 200 millones, si no te culpa de 40.

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Interlocutor A: No, no, claro. Pero es que de eso..., eso es lo que menos me preocupa, Javier. Mira. Lo que es defensa de gestión de empresa, eso no me preocupa nada.

Interlocutor B: Ya, pero…

Interlocutor A: Porque no me preocupa nada. Porque hay pruebas documentales, faxes, historias, etc. Quiero decir, si yo he aguantado ahí ha sido porque él me lo ha pedido insistentemente. Yo presento la dimisión hace dos años, Javier. Entonces, él, él, él por el único sitio que me pueden entrar es por ese tema de los cuarenta kilos.

Interlocutor B: Eso de los cuarenta kilos lo tienes muy bien.

Interlocutor A: Eso me lo tienes que quitar de encima. Y lo demás ya me la trae floja, claro.

Interlocutor B: Vamos a ver, vamos a ver, Alberto,… piénsatelo, medítatelo, y verás como llegas a la conclusión. Salvando, salvando, salvándome a mí, te estas salvando tú. Sábetelo.

Interlocutor A: Sí. Pero, claro, pero tienes, pero es que si a mi me entran…

Interlocutor B: Luego está el tema moral, luego está el tema moral. Eso ya, ya, ya se arreglará.

Interlocutor A: Sí, porque tú comprenderás, el papel, yo a veces, yo me siento absolutamente idiota. Como comprenderás. Joder, cariño, pero yo por lo menos no me he quedado con un duro. Digo, pues hombre, pues mira, me ha salido mal, pero bueno.

Pues entonces. Por eso siempre te he dicho Javier, no te salves tú, vete y pon a cada uno en su sitio y di, venga usted…

Interlocutor B: Que no arreglas nada. Que es que, si es que, mi postura, mi postura, la que yo adopto, es la postura que tú tendrías que haber adoptado. Es decir, ¡qué coño! ¿Me libro yo de algo? Me libro moralmente. Nada más. Que yo no me libro de nada. ¿Que coño hago yo con meter a más personas?

Interlocutor A: Joder, pues que esas personas… Pues encima vamos a estar pagando por otros.

Interlocutor B: Pero bueno. Vamos a ver. Que, que se intente, que se intente solucionar a través de esas personas, eso es una cosa y lo que tú hablas es otra.

Interlocutor A: ¡Ah bueno! Eso es lo que yo me refería. Que tú, cuando yo te dije, por favor, habla, habla con Fede y dile, y dile que tal, y que, y que…

Interlocutor B: Si tu a mi me dices, si tú a mí me dices, oye, vamos a ver, Javier, yo te voy a meter a ti en... Y tú ¿qué cojones adelantas con eso? Si no adelantas nada. Si no adelantas nada.

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Interlocutor A: Bueno, de acuerdo, Javier, yo me voy a ir a Barcelona, voy a enterarme de todo, y te pego un toque y te digo mira, la situación está así. Y a partir de ahí te llamo yo.


Interlocutor A: ¿De acuerdo?

Interlocutor B: ¿Cuando vienes de Barcelona?

Interlocutor A: Mañana.

Interlocutor B: ¿Mañana?


Interlocutor B: Pues, llámame cuando estés en camino.


Interlocutor B: Y quedamos y charlamos.



Interlocutor A: Vale, Javier.

Interlocutor B: Hasta luego.

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