• DEVOCIÓN AL SAGRADO

CORAZON DE MARÍA

El corazón ha simbolizado para la gran mayoría de las culturas el centro de la persona, donde vuelve a la unidad y se fusiona la múltiple complejidad de sus facultades, dimensiones, niveles, estratos: lo espiritual. y lo material, lo afectivo y lo racional, lo instintivo y lo intelectual.

Una persona con corazón es no la dominada por el sentimentalismo sino la que ha alcanzado una unidad y una coherencia, un equilibrio de madurez que le permite ser objetivo y cordial, lúcido y apasionado, instintivo y racional; la que nunca es fría sino siempre cordial, nunca ciega sino siempre realista.

El corazón aparece muy frecuentemente en la Biblia con un rico significado. Jesús mismo nos dice:

“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”

Mateo 22, 37.

El Corazón de María

En la Espiritualidad de los Sagrados Corazones, el Corazón de María aparece subordinado al Corazón de Jesús.

Sin ella no hubiera acontecido la encarnación.

María acompaña al hombre como mediadora al encuentro con Jesús

María, madre y discípula de Jesús

Unida a la vida y misión de Jesús

Transmite los valores culturales y religiosos de su pueblo.

Es el corazón abierto y disponible a la acción de Dios

María durante muchos años, permaneció en intimidad con el misterio de su Hijo.

El Corazón de María entró en las profundidades del Corazón de Jesús.

María responde a la Palabra con su vida y con su fiat “ he aquí la esclava del Señor”.

María es una mujer de gran confianza ”haced lo que Él les diga ….”

En compañía de María, estamos llamados a mantener una profunda relación con Jesús, entrando en el misterio de su amor, viviendo en Él.

Su corazón está en total sintonía con Cristo: por eso los vemos unidos, los veneramos con un mismo amor y a ellos nos consagramos.

María es la Reina de La Paz, es una figura muy actual, una mujer para nuestro tiempo.

Ella nos muestra la profunda libertad de todo ser humano: la libertad de hacer la voluntad del Padre.

Bella Dama (Martín Valverde)

Con la luna puesta debajo sus pies y con dos estrellas que son su corona, una gran señal en el cielo se dio, en una mujer que de sol Dios vistió, cuando sobre ella el Espíritu Santo, con su poder el Altísimo la cobijó, por eso es la madre del Hijo de Dios.

Dios quedó prendado de su sencillez, quedó enamorado de la humildad de su esclava y tú y yo le cantamos bienaventurada, cuando ella de su boca nos canta, engrandece al Señor con su alma y nos llena el Espíritu Santo, Madre de mi Señor, quien soy yo para que me visites.

Entre las mujeres tú eres la más bella, bendita entre todas y de gracia llena, bendito es el fruto que crece en tu vientre, mujer de mujeres Reina de las Madres, haz que con mi vida predique a tu Hijo, hacer lo que él dice y ser su discípulo, Reina de los ángeles ayúdame a seguirlo.

OREMOS

!Oh Corazón de María, Madre de Dios y Madre nuestra!¡Corazón amabilísimo,objeto de las complacencias de la adorable Trinidad, y digno de la veneración y ternura de los ángelesy de los hombres!

¡Corazón el más semejante al de Jesús, cuya imagen más perfecta eres! Corazón lleno de bondad y en gran manera compasivo de nuestras miserias!

Haznos sentir ahora, ¡Oh Virgen piadosísima!, la dulzura de vuestro corazón maternal y la fuerza de vuestra intercesiónante el de Jesús.

Amén

Elaborado por:

Carlos Manuel Massuh Villavicencio

Guayaquil-Ecuador

2005-2006