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El Cielo hablaA LOS QUE

EXPERIMENTANTRAGEDIA

Direccin para Nuestros TiemposRevelaciones a Ana, apstol laica

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El Cielo habla a los que experimentan tragedia

Direccin para Nuestros TiemposRevelaciones a Ana, apstol laica

ISBN: 978-1-933684-55-0

Derechos 2010 Direction for Our Times. Todoslos derechos reservados. Ninguna parte de este libropodr ser reproducido de ninguna manera sinautorizacin por escrito.

Editorial:Direction for Our Times9000 West 81st StreetJustice, IL [email protected]

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Direccin para Nuestros Tiempos es unaorganizacin libre de impuestos 501(c)(3).

Publicado en los Estados Unidos de Amrica

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Direccin para Nuestros Tiempos desea manifestarsu absoluta obediencia y sumisin de mente y cora-zn al juicio final y definitivo del Magisterio de laIglesia Catlica y del Ordinario local, en cuanto a lanaturaleza sobrenatural de los mensajes recibidospor Ana, apstol laica.

En este espritu, los mensajes de Ana, apstol laica,han sido sometidos a su Obispo, Reverendo LeoOReilly, de Kilmore, Irlanda, as como a laCongregacin Vaticana para la Doctrina de la Fepara su revisin formal. Entretanto, el ObispoOReilly ha otorgado permiso para su publicacin.

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Indice

12 de Diciembre, 2006Jess. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1Sn. Ambrosio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3Sn. Ambrosio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7Sn. Ambrosio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9Santa Madre. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

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112 de Diciembre, 2006JessLa vida en la tierra est llena de cambios.

Si observas el pasado de cualquier vida en-

contrars momentos clave que marcaron

un cambio. Los cambios a veces llegan de

forma predecible y esperada, como quien en

su vocacin se prepara y avanza hacia el

cambio; en otras ocasiones, el cambio llega

abruptamente como en el caso de que una

persona resulte herida o muera inespera-

damente. Sobre este cambio, el que se ve

como una tragedia, deseo hablarles hoy.

Amigo Mo, en la vida de todas las personas

existen eventos que resaltan como especial-

mente difciles y que alteran la vida. Las

tragedias, ese cambio repentino en el ca-

mino, marca a la persona, lo s, y por esa

razn les pido que en los momentos de con-

mocin, en los momentos en que sientan

una aplastante tristeza en su vida, ref-

giense en M, vengan a M: Yo estoy all. No

permanezco da tras da con Mis hijos para

luego abandonarlos cuando ms necesitan

de Mi apoyo. Hijo Mo, tu tristeza es com-

prensible, pero Yo te sostendr mientras

dure. No siempre podrs comprender la

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razn por la que permit que sucediera al-

guna cosa, y en tu natural incapacidad

para comprender, Me habrs de retar ex-

clamando, Dios, cmo pudiste permitir

esto? Dios, en dnde ests? Dios, porqu

nos has abandonado? Amigos Mos, esas

preguntas triganlas directamente a Mi

presencia, ya que Yo Soy el oyente ms com-

pasivo al tratarse de estos sinceros gritos de

angustia. Mira hijo, Yo Mismo grit y Me la-

ment de angustia. En Mi condicin hu-

mana y muriendo en una cruz, Me cuestion

el valor del plan de Dios. Para M, que es-

taba clavado a un pedazo de madera y ele-

vado hacia los aires, sujeto al total rechazo

y a la burla, no haba nadie que sufriera

ms que Yo y Me pareca que nadie podra

saber hasta dnde llegaba Mi dolor. Amad-

simo hijo Mo, te digo esto para que com-

prendas que Yo, tu Salvador, entiendo muy

bien cun profundo es tu dolor. Te acompa-

ar en cada momento de tu angustia y te

cubrir de gracias celestiales. No; no creas

que te dejar solo en medio de esta tragedia.

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Sn. AmbrosioAmigos mos, descansen un momento con el cie-lo. En esta hora es importante recordar que cadavida en la tierra es finita. Cuando en una familianace un nio, no hay forma de saber cunto tiem-po vivir. No hay forma de saber cul es el planpara esa vida. No hay forma de saber cuntos su-frimientos y alegras proporcionar la formacinde esa vida para conducirla hacia el conocimientode Dios de la forma que Dios quiere. Nosotros, losseres humanos, simple y sencillamente no sabe-mos cul es el plan de Dios. Si aceptamos esta ver-dad, nos podremos conducir a lo largo de nues-tras vidas con una mayor apreciacin de las po-sibilidades de cambio. Mientras hoy van de caminopor la tierra, quien de ustedes sabe si el da demaana estar caminando sobre la tierra o no?Ninguna persona que hoy est sobre la tierra pue-de asegurar que estar maana. Obviamente su-ceda lo mismo en mi tiempo; as que nadie pue-de saber si ste ser su ltimo da de servicio enla tierra o no. Del mismo modo, es probable quehoy goces de buena salud, pero acaso eso te ga-rantiza que gozars de buena salud el da de ma-ana? Podras prevenir alguna circunstancia quepueda alterar tu salud o tu habilidad para servirel da de maana, as como sirves ahora? No que-

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rido amigo, no puedes; acepta este hecho y podrsservir con mayor humildad, consciente de queDios, en cualquier momento, podra permitir uncambio en tu camino.

Y eso, querido amigo, lo ests experimentando hoy:ests pasmado del cambio de rumbo que Dios hapermitido para ti o para alguien que amas, y locomprendo. Deseo hacer una comparacin entretu situacin y la que experiment Jesucristo du-rante Su pasin, en virtud de que nosotros, comocristianos, hemos de comparar cada una denuestras experiencias con las del Seor, con el ob-jeto de comprender y aprender cmo conducirnosmejor. Jess sufri terriblemente antes de morir.Su muerte no fue repentina en cuanto a tiempo,puesto que carg con una cruz rumbo a una muer-te anunciada. Dicho esto, podra alguien estarpreparado para una tortura y una muerte tal comola experimentada por Jess? Qu preparacinpuede haber para una madre, para que conservela paz, al ver el tratamiento tan tortuoso que le pro-pinaban a su nico hijo? Puede una madre re-signarse a la muerte de un hijo, particularmenteuna muerte tan violenta como sta? Amigo mo,posiblemente ests sacudiendo la cabeza dicien-do, No; sera imposible que una madre se re-signara ante tal crueldad impuesta al hijo.

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5Efectivamente, estoy de acuerdo contigo, pero aquhay un punto medular: sera imposible aceptar talserie de circunstancias si se miran por s mismas,es decir, sin la iluminacin de Dios. De la mismaforma, si tomas tu tragedia por s sola, sin la ilu-minacin de Dios, te resultar imposible resig-narte.

Mara, nuestra Madre, ofreci su corazn de Ma-dre resignndose a la voluntad del Padre celes-tial. Lo pudo hacer porque siempre y en todo mo-mento, se haba unido a la voluntad de Dios. Ma-ra nunca separ su vida ni las circunstancias quela rodeaban de la confianza en el plan del Padre.Con toda seguridad, eso no significa que Maratuvo luces extraordinarias para comprender culera el plan de Dios a cada momento. Antes al con-trario; Mara tuvo que practicar la confianza deuna forma disciplinada porque, al preguntarse porqu Dios estaba permitiendo o apresurando Suplan de una manera determinada, para ella ha-ba ms momentos de oscuridad que de claridad.Pobre Madre, tan preocupada por la seguridad yfelicidad de su Hijo. Podramos decir que Ma-ra, a pesar de su angustia, procedi sabiamen-te? Ciertamente que podemos decirlo. Mara pro-cedi de una manera sabia porque, an cuandosu Hijo sufra y mora, confi en que el plan de


Dios era el mejor plan tanto para su Hijo comopara la humanidad.

Amigo mo: t tambin, en medio del dolor y latristeza, no puedes ver iluminado el plan de Dios;lo comprendemos y no te dejaremos solo en me-dio de esta conmocin. Creme cuando te digo quealgn da vers el plan de Dios, y recordando esteda, alcanzars la perfecta comprensin dicien-do, S, comprendo el plan de Dios.

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Sn. AmbrosioAlgunos de nosotros vamos por la vida confian-do en Dios. Es un hbito que hemos practicadodurante muchos aos y nos llega ms o menos na-turalmente despus de un tiempo. Cuando sucedeuna tragedia en nuestra vida, la atravesamos conconfianza a pesar de la angustia, simplementeporque eso es lo que hemos hecho anteriormen-te. Oh, mi querido amigo, la disciplina de la san-tidad no tiene precio.

Quizs t no confas en Dios y no tengas un h-bito con el cual apoyarte. Quizs estabas enojadocon Dios por alguna otra cosa, y ahora te ves con-frontado con esta tragedia. Posiblemente ests ex-perimentando la grave tentacin de odiar a Diosporque lo culpas de esta tragedia: puedo ver cmopasara esto, y tambin puedo ver las situacio-nes que ha habido en tu vida y que te han lleva-do hasta este punto. Este no es un buen lugar parati, t lo sabes. Ests enojado con Dios y, sin em-bargo, Dios no est enojado contigo. Quieresarrojar a Dios de tu vida y, sin embargo, Dios note quiere arrojar de Su presencia. Dios, al con-trario, quiere elevarte hacia S Mismo para po-der consolarte. Dios tiene tantas cosas que su-surrarte al odo No podrs aceptar esta tra-

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gedia si no permites que Dios te ayude. Muybien, dirs en tono de rebelda. No acepto yno aceptar esta tragedia, nunca. Hmm. Ami-go mo, la tragedia no se va a alejar simplementeporque has jurado rechazarla: la tragedia ha ocu-rrido, no puedes controlar la tragedia ms de loque puedes controlar la muerte. Morirs y estedolor se habr acabado, y entonces qu? Es-perars hasta ese momento para reconciliarte conDios y con tu familia celestial? Eres una perso-na de buena voluntad. Seguramente no elegirsla eterna separacin de Dios, eso no sera bue-no para ti. Quieres pasar toda una eternidad contus seres queridos? Quizs deberas pensar quetus seres queridos desean pasar la eternidad con-tigo. Hoy te puedo prometer esto: tus seres que-ridos quieren que ests con ellos en el cielo, melo estn diciendo ahora; estn aqu conmigo, ob-servndote, rodendote con oraciones, y pi-diendo que aceptes la gracia de Dios en tu co-razn. Ya lo ves, no ests solo, no ests aban-donado. Dios permite que todos los que se hanido antes que t, te ayuden en los momentos di-fciles. Aqu hay muchos que desean tu paz. P-dele a Dios que te de la gracia de resignarte aSu voluntad, y lo har; yo te ayudar. Lnzatea los brazos de tu amado Salvador y permteleque te proteja y consuele.

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9Sn. AmbrosioAmigo mo, amadsimo miembro de la familia, tevoy a ayudar. Toma estas palabras en tu corazn.Las gracias que conllevan te sostendrn. Te da-rs cuenta que muchas veces las personas msamables y santas son aquellas que han experi-mentado tragedias. Ellos comprenden que a todavida llegan los grandes dolores, y que en oca-siones no hay nada que pueda servir de consuelo;ningn trago de agua que apague la agostada sedpor el ayer. Quieres contrarrestar la voluntadde Dios? Te gustara ser aqul que, rechazan-do la voluntad de Dios, marca su propio cami-no hacia Cristo? Eso sera tanto como manejarun automvil estando ciego. Slo Dios puede vercul es tu direccin, tu destino, y slo Dios pue-de saber cul es tu mejor ruta de viaje para lle-gar hasta all. Es posible que en tu tristeza sien-tas gran culpabilidad. Quizs te sientes respon-sable de alguna cosa que piensas contribuy ala tragedia que tienes frente a ti. Oh, querido ami-go, por favor, entrgale esta culpa a Dios. Per-mtele a Dios que se lleve esto y djalo hacer conello lo que l quiera. Si te vuelves a Dios aho-ra, te quitar este peso y lo pondr exactamen-te donde debe de estar. Dios lo quemar en lasllamas de Su apasionado amor por ti. Si necesitas


confesar un pecado, hazlo; de lo contrario, re-lega tu culpa a Jess como algo que l deberhacerse cargo por ti. El Seor, por Su gran mi-sericordia, se regocija exactamente en este tipode peticiones. No vuelvas a visitar el ayer, sal-vo si te causa alegra. Quiero decirte una ltimapalabra: la nica forma de viajar por el cami-no que nos lleva al cielo es mediante la confianza.Si confas en Dios, aunque sea lo ms mnimo,progresars mantenindote en el camino que con-duce a l. Seguirs tu camino con cierta paz ysintiendo calma. Queridsimo amigo, cuando sien-tas que no puedes permanecer en calma, clamaal cielo; le puedes decir que tienes una emer-gencia y el cielo te responder de inmediato tra-yndote gracias de confianza y calma. Si con-fas en el cielo -y deberas hacerlo- comprende-rs que el cielo nunca abandona a nadie. El cie-lo no te abandonar y tampoco a los que estnsufriendo a tu alrededor en este momento. Pidegracias para ellos, los que estn a tu lado, y re-cibirn gracias en virtud de tu peticin. Si en losmomentos de gran dolor oras por los dems, elcielo los inundar de gracias porque la oracinque se eleva en medio de la tristeza es el acto mshermoso de confianza. Los ngeles se deleitan coneste tipo de oraciones llevndolas ante el Padrecomo evidencia del respeto del hombre por Su do-

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minio. A su vez, Dios Padre desata un verdade-ro torrente de gracias de conversin, sanacin ycalma para todos los involucrados en la trage-dia, y en verdad, el Padre ordena a los ngelesy los santos que beneficien a miles de almas enesta situacin. Habla con el cielo y t y todos losque te rodean sern bendecidos poderosamente.


Santa MadreMi pobre y pequeo hijo, cmo sufres. Hay veces

que el sufrimiento es tan grande, que un peque-

ito ni siquiera puede sentir el consuelo que se le

est prodigando. Lo mismo pasa contigo ahora:

en tu tristeza te tambaleas, pero eres sostenido.

S que no siempre sientes este apoyo y lo acep-

tamos, pero ms tarde cuando vengas al cielo, te

maravillars de la generosidad que hay en l al

ver las grandes distancias que tuvo que recorrer

para llevarte auxilio en esta tragedia. Querido y

amado hijo del Padre: descansa en tu pequea

alma. Ests herido y necesitas de la atencin ce-

lestial: te cuidaremos. Yo estar al pendiente

aprovechando cada oportunidad para enviarte

muestras de la tierna atencin que el cielo te est

dando. Dios tiene un plan y t eres parte de ese

plan, as como yo fui parte del plan de Dios.

Ahora, al dirigirte estas palabras, estoy desem-

peando parte de ese plan de Dios. Porqu usa-

mos palabras? Mi pequeo hijo, usamos palabras

para comunicar la verdad porque somos almas

santas, llenas de la integridad de Dios. Estas pa-

labras representan la verdad de Dios. Si una per-

sona enva una carta llena de amor, diras que la

persona envi palabras? No sera ms preciso

decir que la persona ha enviado amor, bondad y,

con ellas, tambin aliento? En la tierra, por la

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forma tan limitada de ver de aquellos que an no

han experimentado el cielo, quizs sea verdad

que una palabra es simplemente una palabra que

representa un concepto. En el cielo, que es desde

donde hablamos, una palabra significa mucho

ms. Estas palabras que ests leyendo conllevan

gracias celestiales de consuelo, alegra y verdad.

Mi amor por ti, que es parte del amor que Dios te

tiene, brota de stas pginas hacia tu corazn. Al

leer estas palabras, mi intercesin por ti se est

llevando a cabo. El cielo est contigo, te lo pro-

meto. Yo soy tu Madre y t eres mi hijo muy

amado. Vuelve tu rostro hacia m y te dar con-

suelo celestial que no puede ser visto ni enten-

dido. Sabrs que estoy contigo por las gracias de

calma que me acompaan dondequiera que voy.

Estoy en calma porque veo el plan de Dios. Te

dar esta calma y te ayudar a ver, como mnimo,

que Dios tiene un plan para ti que incluye esta

tragedia Estoy contigo, pequea paloma. Tu dolor

no quedar sin valor, y cada lgrima que derra-

mes ser una que el cielo tome en cuenta. Ahora

qudate en paz mientras caminamos contigo por

este tiempo de tristeza. Te daremos las gracias

que necesites para enfrentarlo hoy, y para crecer

en santidad maana. Todo est bien. El cielo te

rodea.


Apstoles Laicos del Regreso de Jesucristo Rey

Buscamos unirnos a Jess en nuestro trabajo diario, y a tra-vs de nuestras vocaciones, para obtener gracias por la con-versin de los pecadores. En unin con Mara, nuestraSantsima Madre, la comunin de los santos, todos los santosngeles de Dios y nuestros compaeros laicos afiliados entodo el mundo, juramos obediencia a Dios Padre y colabo-ramos con el Espritu Santo para permitir que Jess irradiesu luz al mundo a travs de nosotros. Como Apstoles Laicos del Regreso de Jesucristo Rey acep-tamos adoptar, lo mejor posible, las siguientes prcticas es-pirituales:1. El Ofrecimiento Matutino, el Oracin de Lealtad a Dios yuna breve oracin por el Santo Padre.

2. Una hora de adoracin eucarstica semanal.3. Participar mensualmente en un grupo laico de oracin pararezar los Misterios Luminosos del Santo Rosario y dar lec-tura a los mensajes mensuales de Jess.

4. Confesin mensual.5. Adems, seguir el ejemplo que nos dej Jesucristo en lassagradas Escrituras tratando a los dems con su pacienciay bondad.

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Promesa de Jess a sus Apstoles Laicos:12 de Mayo de 2005El mensaje que les di para las almas es permanente. Acojana todas las almas a la Misin de Rescate. Asegrenle a cadaApstol Laico que as como ellos velan por Mis intereses,Yo Me ocupar de los suyos: los pondr en Mi Sagrado Co-razn para defenderlos y protegerlos. Asimismo ver quecada uno de sus seres queridos llegue a la plena conversin.Las almas que sirvan en esta Misin de Rescate como Misqueridos apstoles laicos, les conceder la paz. El mundo nopuede hacer esta promesa porque slo el cielo puede otorgarpaz a un alma. En verdad esta es la misin celestial y estoyconvocando a todos los hijos del cielo para que Me ayuden.Su recompensa ser grande, queridos Mos.

Oracin de LealtadMi amado Dios celestial: ante tu presencia te juro lealtad. Teentrego mi vida, mi trabajo y mi corazn, y slo te pido queme des tu gracia para obedecer, cabalmente, cada uno de tusdesignios. Amn

Ofrecimiento MatutinoOh Jess, a travs del Corazn Inmaculado de Mara, teofrezco las oraciones, trabajos, alegras y sufrimientos deeste da por todas las intenciones de tu Sagrado Corazn, ylo uno a todas las santas Misas que se celebren en todo elmundo en reparacin de mis pecados y por las intencionesdel Santo Padre. Amn.

Los Cinco Misterios Luminosos:1. El bautismo de Jess en el Jordn2. La manifestacin de Jess en las bodas de Can3. La proclamacin del Reino de Dios4. La transfiguracin de Jess 5. La institucin de la Eucarista


Los VolmenesDireccin para Nuestros TiemposRevelaciones a Ana, apstol laica

Volumen Uno: Pensamientos sobre Espiritualidad

Volumen Dos: Conversaciones con el CoraznEucarstico de Jess

Volumen Tres: Dios Padre se dirige a sus HijosLa Santsima Madre se dirige asus Obispos y Sacerdotes

Volumen Cuatro: Jess el ReyEl Cielo se dirige a los SacerdotesJess se dirige a los Pecadores

Volumen Seis: El Cielo se dirige a las Familias

Volumen Siete: Saludos Celestiales

Volumen Nueve: ngeles Volumen Diez: Jess se dirige a sus Apstoles Los Volmenes Cinco y Ocho sern publicados posteriormente.

Los Volmenes estn disponibles en formato PDF para bajarlos eimprimirlos gratuitamente desde nuestra pgina web:

www.directionforourtimes.orgAnimamos a todos nuestros lectores a imprimirlos y distribuirlos.

Los Volmenes tambin estn disponibles en las libreras locales(slo en EUA).


Serie de Folletos El Cielo hablaDireccin para Nuestros TiemposRevelaciones a Ana, apstol laica

Esta serie de folletos estn disponibles de maneraindividual en Direccin para Nuestros Tiempos:El Cielo habla sobre el AbortoEl Cielo habla sobre las AdiccionesEl Cielo habla a las Vctimas de Abuso ClericalEl Cielo habla a las Almas ConsagradasEl Cielo habla sobre la DepresinEl Cielo habla sobre el DivorcioEl Cielo habla a los PresosEl Cielo habla sobre los SoldadosEl Cielo habla sobre la AnsiedadEl Cielo habla a los Jvenes

El Cielo habla a los que se han alejado de la IglesiaEl Cielo habla a los que piensan en el suicidioEl Cielo habla a los que no conocen a JessEl Cielo habla a los que estn muriendoEl Cielo habla a los que experimentan tragediaEl Cielo habla a los que temen el PurgatorioEl Cielo habla a los que han rechazado a DiosEl Cielo habla a los que luchan por perdonarEl Cielo habla a los que padecen necesidades econmicasEl Cielo habla a los Padres preocupados por la salvacin de

sus hijosLos veinte folletos que forman la serie El Cielo hablaestn disponibles en formato PDF para bajarlos eimprimirlos gratuitamente desde nuestra pgina web:www.directionforourtimes.org. Animamos a todosnuestros lectores a imprimirlos y distribuirlos.


Este folleto es parte de una misin no lucrativa.Nuestro Seor ha pedido que estas palabras

se difun dan a nivel internacional.Por favor aydanosSi deseas participar, puedes contactarnos a:Direction for Our Times 9000 West 81st StreetJustice, Illinois 60458

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Repblica de IrlandaTel. 353-(0)42-969-4947 o 353-(0)42-969-4734

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Jess le dicta a Ana un mensaje para el mundo el primer da de cada mes. Si desea recibir los

mensajes mensuales cruce el cuadro respectivo en la tarjeta de contestacin incluida en la

contraportada o visite nuestra pgina de Internet:www.directionforourtimes.org

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