Primera Venganza.9 colores, 3 Vírgenes.

La llave, el ejercicio, los reflejos.

No damos tregua a ninguna regla absurda que no tenga sus fundamentos en la realidad, en lo tangible, en lo que existe, pero, ¿qué existe? Nada, todo es resultado de la concepción unipersonal. Entonces es necesario oir a los fantasmas por separado, escuchar sus miedos, escuchar quienes fuerón; solo una oportunidad por persona, apenas unos minutos que les den la oportunidad de hablar/rugir lo que más anhelan decir antes de que la situación imaginaria (un experimento de Dios) de encontrarse raptados por un siniestro simulacro de sociedad. El juego es sencillo, la historia corre, cada uno será ejecutado, las mujeres temen ser violadas, los hombres se vuelven bestias. El animal encerrado se mutila con el cuerpo, con el sexo, con el otro y para el otro. Entonces no hay llaves que contengan mayor sabiduría que el huir con la mente, no hay reglas que valgan para abrir la llaga de lo no visto; si, es doloroso, a nadie le gusta encontrarse solo, vacío, y sin embargo, todos estamos siempre solos.

El proyecto Solomon se compone de tres partes:

1. Virgen del Calvario: Texto de apertura en el cual se explica de que tratara lo que se está por presenciar, además de explicar a la primer victima la forma en la que opera en sistema de Solomon.

2. El ejercicio escénico inicia, permitiéndole al espectador ver un poco del comportamiento humano bajo la lupa del rapto. Como el dolor les impide expresarse de otra manera más que en un cadáver exquisito de poesía pagana, de autores sacros. Los raptados son también los que raptan; el juego se invierte naturalmente y sin culpa. Los colores son sus historias, un momento dentro de su vida anterior, un instante que los define y que los transforma; es su última oportunidad de expresar algo.

Esto es un simple simulacro de la vida diaria en una micro empresa. El clímax viene con la segunda virgen, La Virgen del Refugio: un escrito siniestro que expresa el punto de vista de un hombre que abusa de su poder, como todo hombre y sin medir sus fuerzas, enfermedades y penas, destruye la vida de la mujer que más dice amar.

3. Estos hombres y mujeres tienen que ser exterminados. Una última oportunidad de gritar las peticiones, si se cumplen, los hombres y mujeres raptadas serán puestas en libertad, de lo contrario, todos serán ejecutados. Uno de ellos lee los puntos, la tercer virgen, La Virgen de la Asunción. Está vez sin tomar en cuenta su sentido religioso, sino concentrándose en el sentido de lo que significa Asunción, para poder aceptar la obligación como espectador, a partir del manifiesto, texto con el que cierra el espectáculo y da inicio a la reflexión inmediata.

Objetivo

Lograr en comunión con el espectador un impacto inmediato por medio de la palabra en conjunción con el cuerpo y la acción. Los personajes simulan grandes arquetipos, seres que no tienen ninguna relación, excepto porque están raptados y por tanto sometidos por alguna autoridad desconocida que modera a su gusto el juego social. En el juego, los actores juegan distintos roles, las palabras están medidas en un orden experimental. El público se encontrara con el golpe de la ruptura, y por tanto podrá ver aquello que normalmente se encuentra oculto.

El público y el actor tendrán entonces su venganza.

Ambientalización Sonora

Casi al final del ejercicio, un juego de ruptura sonora, antes todo eran tres tiempos (trinidad divina marcando el ritmo) y posteriormente, una Oda al martirio, sujeto a la música de un DJ que en vivo satanizara el ambiente para la danza ritual que termina en silencio y discriminación mortuoria.

La Virgen de las Putas.

Manifiesto. El hombre nace libre, responsable y sin excusas. Jean-Paul Sartre

Soy una mujer. Soy un niño. Soy una puta. Soy una virgen. Soy tu madre. Soy tu mejor amigo. Soy Tu culpa. Soy tu sombra. Soy lo que no proteges. Soy del que te burlas. Soy tu escuela y tu iglesia y tus oraciones y tus pesadillas. Soy una mujer, soy un individuo. Soy un trozo de carne si así me miras. ¿Sabes que es el respeto? ¿Sabes que es respetar al otro? No. Por eso estoy aquí. Por eso esta mi mano, sujetando a la otra, apretándome firmemente para no arrancarme la piel frente a ti mientras te suplico que me trates como un ser igual a ti; porque ni tu Dios ni tu credo ni tus malas manías deben condenarme a mí por ser lo que soy, porque a ti no te condenan por ser un ignorante. Silencio; esto es una carta a mis familiares, a mis amigos, a mis novios y cada hombre de mi vida. Si no se detienen, me van a matar. Lo juro, me lo han dicho al oído. Me han dicho cosas grotescas, me han tocado las nalgas y los senos, me han amordazado y me han orinado mientras me graban y se ríen como el público. Mire entonces público, mira a tu rey Solomon quitándose la ropa y demostrando su verdadera naturaleza; un hombre que piensa en el homicidio. Mira al hombre más sabio revolcarse en su sombra inmensa que cubre el mundo con su oscuridad atroz. Mira lo que el hombre cree correcto. Mira el dolor de la mujer cercada por su condición y condenada por absurdos fundamentos basados en la fuerza bruta. Mira al león, mira que máscara tiene, mira sus garras rotas. Ya no tiene alas, no tiene pico, tan solo le quedan las garras y con ellas, despierta el ave, enardecida, violenta. Esta ave es la nación, la madre que deposita

en sus hijos el futuro que en este presente se observa adverso y bromista. Y yo soy su hija, la mujer apedreada, la violada, la cuartada, la matada. Soy eso y soy toda madre, hija, hermana. Y estoy atada, mutilada, y soy presa de sus ojos y sus ruidos de placer volcánico siniestro. Pero no soy tan solo la mujer, ni el niño, soy el hombre que perdió la capacidad de creer que es capaz, sin ayuda de nada ajeno a él. Soy lo roto, soy tú. Soy nada si lo crees, soy todo si lo sueñas y lo vuelves realidad. Es fácil. Libérame. Respétame. Apaga el televisor. Cree en los silencios, confía. Confía en tus manos y tus pies, en tus palabras, en las preguntas que formulas. No te calles, grita. Sueña. Este mundo soy yo y yo estoy cayendo, estoy

sangrando, y la violencia no resulta deliciosa, duele. La cabra no es tan fuerte, la cabra. Y no importa que quemes mi casa, mis ropas, mis deliciosos delirios; Soy libre porque el cuerpo no me sujeta, y soy un caballo, y soy un oso y a veces soy la daga con la que me cortas las manos y las arrojas a la calle y las ratas se las comen. No soy eso, soy tu sombra y te seguiré hasta que compongas el sistema decadente y comiences a amarte por sobre todas las cosas, y observando en el amor la profunda raíz de la reconstrucción. El amor y el compromiso. La verdad, el conocimiento y las armas para romper el muro que ciega a los discípulos y los condena a la culpa. Uno no es culpable, uno es responsable… Soy responsable de dejar en claro que soy la única mujer que matan en esta tierra de conquistados por demonios y cadenas de comida rápida. No habrá más sangre en este reino. No, si lo decides. Pelea por lo que eres, crees, amas… Soy Tú. Soy tu miedo. Soy tu pelea. Soy tu fuerza. Soy la paz.

Todos dicen Śūnyatā C.Castilian.

Texto/dirección:Carlos Castillan

Elenco:Julia C. HackstaffFederico Peña TelloZaira BallesterosQuetzalli CortésPatricia KattkinsLilián MegaGisel CasasMarisol Lazo.Manuel GarcíaGimena GomezDiego CornejoCarlos Castellanos

Asistente de dirección:Mafer Morante

Diseño de Producción:Carlos CastillanDaniel Ávila

Logística:Lush Art & Music

Producción:Club Minivenganzas