Solemnidad de la Epifanía del Señor

Monición de entrada

¡Con qué ilusión muchos viven este día! La ilusión, que no es cosa solo de niños, es un gran regalo que hemos de pedir a Dios. Los Reyes Magos descubrieron el gran tesoro que ellos buscaban: Jesús. A Él le ofrecen lo que tienen. Ojalá que Jesús y su Evangelio nos ilusionen, nos llenen de amor y alegría. Abramos también nuestro co-razón al Niño Dios. Seguramente no podremos ofrecerle oro, incienso ni mirra; pero Él aceptará lo que le demos, si es desde el corazón.

Monición a las lecturas

Hoy la Iglesia celebra la manifestación de Cristo a la gentilidad. El profeta, centinela, en medio del pueblo vislumbra en el horizonte el amanecer de la historia e invita a caminar a la luz de una nueva aurora. Los Ma-gos vieron el nuevo amanecer y siguieron el resplandor de la estrella hasta llegar a contemplar y adorar en los brazos de la Virgen María al que es el Sol de nuevo día. La luz del nuevo amanecer ha sido revelado a todos sin excepción.

Oración de los fieles

- Podemos contestar: Jesús, danos tu luz

1. Por los que en la Iglesia tienen encomendada de forma especial el anuncio del Evangelio: minis-

tros ordenados, catequistas, consagrados, misio-neros. Para que la luz de Cristo brille siempre en sus corazones y así lo transmitan siempre a los demás. Roguemos al Señor.

2. Por las personas y los pueblos a los que no ha llegado la luz de Jesucristo. Para que no falten evangelizadores dispuestos a gastar su vida en el anuncio del Señor. Roguemos al Señor.

3. Por los que buscan la verdad de diversos modos; por los hombres y mujeres que se dedican al es-tudio y a la investigación. Para que sus esfuerzos contribuyan al bien de todos y ellos mismos se en-cuentren con la Verdad plena, Jesucristo. Rogue-mos al Señor.

4. Por los niños y niñas que viven este día con mu-cha ilusión. Para que sus familias también sepan transmitirles el don de la fe, que será luz y fuerza para sus vidas. Roguemos al Señor.

Fiesta del Bautismo del Señor

Monición de entrada

Jesús se ha manifestado como Salvador para todos los pueblos. La epifanía del Señor continúa con esta fiesta de su bautismo. El Padre y el Espíritu dan testimonio de Jesús: Él es el Hijo de Dios, el Ungido por el Espíritu. En este día también nosotros agradecemos a Dios el don de nuestro bautismo. Recordemos que también sobre no-sotros Dios ha pronunciado esas palabras: Tú eres mi hijo amado.

- Hoy la liturgia recomienda hacer el rito de la aspersión con el agua bendita.

Monición a las lecturas

Hoy es el primer domingo del Tiempo Ordinario. Se con-memora el bautismo de Jesús en el río Jordán. Para Jesús supuso el fin de una vida en silencio y el inicio de su ac-tividad mesiánica. En el Jordán Jesús fue investido como Msías ante el pueblo. La investidura estaba prefigurada en la vocación profética del “Siervo de Yahvé”. El promo-verá el derecho y la justicia, curará y librará. Jesús, ungi-do por el Espíritu, pasó haciendo el bien.

Oración de los fieles

- Podemos responder: Escucha a tus hijos, Señor.

1. Por todos los bautizados en Cristo. Para que co-rrespondan a la gracia de Dios y no dejen de cul-tivar el don de la fe recibida en el bautismo. Ore-mos.

2. Por los que tienen responsabilidades en el servi-cio de los demás. Que promuevan siempre el de-recho y la justicia. Oremos.

3. Por los que viven situaciones de violencia, recha-zo u opresión. Para que no olvidemos su dignidad y luchemos con ellos por sus derechos. Oremos.

4. Por nosotros, que hemos recibido el gran regalo de la fe, para que no olvidemos que Jesús nos re-úne como comunidad, para el bien de todos los hombres y mujeres del mundo. Oremos.