redalyc.la soberanía alimentaria en la agricultura ... · hidrográficas (ula, venezuela); m.sc....

24
Agroalimentaria ISSN: 1316-0354 [email protected] Universidad de los Andes Venezuela Molina García, Yolanda La soberanía alimentaria en la agricultura campesina desde una perspectiva agroecológica: caso Parroquia Chacantá (Mérida, Venezuela) Agroalimentaria, vol. 20, núm. 39, julio-diciembre, 2014, pp. 95-117 Universidad de los Andes Mérida, Venezuela Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=199232240002 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Upload: vukhuong

Post on 25-Sep-2018

226 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Agroalimentaria

ISSN: 1316-0354

[email protected]

Universidad de los Andes

Venezuela

Molina García, Yolanda

La soberanía alimentaria en la agricultura campesina desde una perspectiva agroecológica: caso

Parroquia Chacantá (Mérida, Venezuela)

Agroalimentaria, vol. 20, núm. 39, julio-diciembre, 2014, pp. 95-117

Universidad de los Andes

Mérida, Venezuela

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=199232240002

Cómo citar el artículo

Número completo

Más información del artículo

Página de la revista en redalyc.org

Sistema de Información Científica

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

AGROALIMENTARIA

Vol. 20, Nº 39; julio-diciembre 2014 95

Molina García, Yolanda1

Recibido: 29-10-2013 Revisado: 10-01-2014 Aceptado: 29-01-2014

LA SOBERANÍA ALIMENTARIA EN LAAGRICULTURA CAMPESINA DESDE UNAPERSPECTIVA AGROECOLÓGICA: CASO

PARROQUIA CHACANTÁ(MÉRIDA, VENEZUELA)

1 Ingeniero Forestal (Universidad de Los Andes, ULA, Venezuela); M.Sc. en Manejo de CuencasHidrográficas (ULA, Venezuela); M.Sc. en Agroecología: un enfoque sustentable de la Agricultura Ecológica(Universidad de Córdoba, España); Doctor en Agroecología (Universidad de Córdoba, España). ProfesorAsociado(ULA-Venezuela). Dirección Postal: Av. Cardenal Quintero, Conjunto Residencial CardenalQuintero, Torre 6, Apto 2-3. Mérida, Estado Mérida, Venezuela. Teléfonos: +58-274-2401543; +58-426-7224641; e-mail: [email protected]; [email protected]

RESUMEN

Este trabajo analiza la articulación de tres campos de estudio de gran importancia en la actualidad, estrechamenteinterrelacionados: la soberanía alimentaria, la agroecología y la agricultura campesina, a través de un casoestudio de caso (la parroquia Chacantá, localidad de los Pueblos del Sur del estado Mérida, Venezuela). Lametodología parte de una revisión y análisis de los fundamentos teóricos de los campos de estudio involucrados,en búsqueda de elementos de articulación, para llegar a un diagrama de articulación de sus dimensiones:política, socio-económica-cultural y técnico-productiva-cultural. Este diagrama se usa como base para elanálisis de resultados obtenidos mediante técnicas cualitativas y cuantitativas. Se concluye, desde la dimensiónpolítica, que el sistema de producción presenta rasgos endógenos conspicuos y que las familias agricultorastienen dominio de sus medios de producción, lo que les da autonomía. La dimensión socio-económica-cultural se manifiesta en un alto grado de diversificación agrícola vegetal y animal, con una orientacióneconómica marcada hacia el autoconsumo. En la dimensión técnico-productiva-cultural se percibe la existenciade conocimientos para diseñar y manejar el agroecosistema. Todos estos elementos son indicadores de unsistema de producción, agroecológico y de una economía campesina, donde lo primero es la reproducciónde su familia y de la unidad de producción, es decir, garantizar la soberanía alimentaria. Finalmente estetrabajo muestra que a pesar de la invisibilidad de la producción campesina, esta tiene mucha importancia porsu aporte a la soberanía alimentaria local y –consecuentemente– a la soberanía alimentaria nacional.Palabras clave: soberanía alimentaria, agroecología, economía campesina, agricultura campesina,autoconsumo, Chacantá, Venezuela

ABSTRACT

This article combines three important and closely inter-related fields of study: food sovereignty, agroecologyand peasant agriculture, in a case study of the Chacantá Parish, Pueblos del Sur, Merida State, Venezuela.Methodologically, it start with a review and analysis of the theoretical basis of the three fields of the studywith the purpose of identifying the elements that allow the articulation of three dimensions: political, socio-economic-cultural and techno-productive-cultural. This diagram is used as the base for organizing theresults obtained through qualitative and quantitative techniques. We conclude that in the political dimension,the production system presents prominent endogenous features and families obtain autonomy through

Molina García, Yolanda

La soberanía alimentaria en la agricultura campesina desde una perspectiva ... (95-117)96

RÉSUMÉ

their production. The socio-economic-cultural dimension shows a high degree of vegetal and animaldiversification, with an economic orientation towards self consumption. In the techno-productive-culturaldimension we perceive the existence of knowledge for designing and managing the agroecosystem. Allthese elements indicate an agroecological production system and a peasant economy, in which familyreproduction and that of the productive unit, that guarantee food sovereignty. This case study shows thatin spite of the invisibility of peasant production, this is an important contribution to local and national foodsovereignty.Key words: food sovereignty, agroecology, peasant agriculture, self-consumption agriculture, Chacanta,Venezuela

RESUMO

Cette analyse porte sur l’articulation de trois champs d’étude en interrelation étroite, et de grande importanceaujourd’hui: la souveraineté alimentaire, l’agro-écologie et l’agriculture paysanne. Il est basé sur le cas d’étudede Chacantá, village localisée dans les « Pueblos del Sur » (ou villages du sud) de l’état de Mérida, auVenezuela. La méthodologie repose sur la lecture et l’analyse des fondements théoriques des champs d’étudeimpliqués de façon à identifier des éléments d’articulation et aboutir à un diagramme qui articule leursdimensions: politiques, socio-économico-culturelles et technico-productive-culturelles. Ce travail montreque malgré sa très faible visibilité, la production paysanne contribue à la souveraineté alimentaire locale, etpar la souveraineté alimentaire nationale et elle s’avère donc d’une très grande importance.Mots-clé : Chacantá, souveraineté alimentaire, agro-écologie, économie paysanne, agriculture paysanne,autoconsommation, Chacantá, Venezuela

Este trabalho analisa a articulação de três campos de estudo de grande importância na atualidade e estreitamenteinter-relacionados: a soberania alimentar, a agroecologia e a agricultura camponesa, a partir de estudo decaso realizado na Paróquia Chacantá, Estado de Mérida, Venezuela. A metodologia parte da revisão e análisede fundamentos teóricos em busca de elementos de articulação das dimensões política, socioeconômica-cultural e técnico-produtiva-cultural. Este diagrama usa-se como base para a análise de resultados obtidosmediante técnicas qualitativas e quantitativas. Em relação à dimensão política, conclui-se que o sistema deprodução apresenta características endógenas conspícuas (notáveis, fortes, consideráveis), sendo que asfamílias agricultoras têm domínio sobre seus meios de produção, o que lhes garante autonomia. A dimensãosocioeconômica-cultural manifesta-se através de um alto grau de diversificação agrícola vegetal e animal,com uma clara orientação econômica ao autoconsumo. Desde o prisma da dimensão técnico-produtiva-cultural percebe-se a existência de conhecimentos para desenhar e manejar o agroecossistema. Todos esteselementos se identificam com as bases de sistema agroecológico de produção e de uma economia camponesa,onde a ênfase é a reprodução de sua família e da unidade de produção no sentido da garantia da soberaniaalimentar. Finalmente, este trabalho mostra que apesar da invisibilidade da produção camponesa, esta temgrande importância diante da contribuição dada à soberania alimentar local e nacional.Palavras-chave: soberania alimentar, agroecologia, economia camponesa, agricultura camponesa,autoconsumo, Chacantá, Venezuela

AGROALIMENTARIA

Vol. 20, Nº 39; julio-diciembre 2014 97

1. INTRODUCCIÓNEl artículo integra tres campos de estudio estre-chamente interrelacionados: la soberaníaalimentaria, la agroecología y la agricultura cam-pesina. Conceptualmente la soberaníaalimentaria se relaciona con la independenciaalimentaria, con el poder de decisión de las na-ciones en: el qué, el cómo y el cuánto producir,qué consumir y cómo organizar la distribuciónde alimentos, con el fin de asegurar el abasteci-miento de su población. La soberaníaalimentaria también implica el mantenimientode la diversidad productiva y cultural, cuidandode la debida conservación de sus recursos natu-rales, a fin de hacerla sostenible. Además, tieneuna estrecha relación con la diversificación de laproducción y el uso de tecnologías endógenaspara el manejo del agroecosistema. Por lo tanto,la soberanía alimentaria tiene una estrecha rela-ción conceptual con la agroecología, la produc-ción y la economía campesina. Igual se debe re-saltar que este concepto «soberanía alimentaria»nace como modelo agroalimentario desde la VíaCampesina, el cual hoy adquiere un significadorelevante debido a la rápida globalizaciónagroalimentaria, que minimiza la importancia delos sistemas tradicionales y locales de produc-ción de alimentos, como la de los campesinos;siendo estos sistemas casi autosuficientes encuanto a la producción de sus alimentos, queademás aportan importantes volúmenes para elabastecimiento regional y nacional en suspaíses.

Por lo tanto, el objetivo fundamental de estainvestigación se orientó al estudio de un sistemacampesino a través de un estudio de caso, que secorresponde con la parroquia Chacantá (Mérida,Venezuela), para extraer de allí elementosvinculantes entre las dimensiones de laagroecología, el campesinado y la soberaníaalimentaria que faciliten su análisis. Por otro lado,el sistema campesino de la parroquia Chacantádespierta interés como problema de estudio,debido a que por su inaccesibilidad ha desarro-llado sistemas de producción muy pocoinfluenciados por los procesos de moderniza-ción promovidos por el Estado venezolano. Deesta manera las familias han asimilado de la mo-dernidad solo aquello que les conviene para co-nectarse medianamente con el exterior, resis-tiendo ante las relaciones de mercado; así mis-mo han desarrollado sistemas de producción

agrícola diversos, con prácticas y tecnologías denaturaleza endógena, basados en su propia ex-perimentación, con las que han sido capaces desustentar a sus familias y permanecer en el tiem-po; es decir, de naturaleza endógena, susten-tables y sostenibles.

Finalmente este tipo de estudio es de espe-cial valor para la Venezuela de hoy, pues estostres campos de estudio están explícitos en suspolíticas de Estado, respaldadas por la propiaConstitución en vigor y leyes, entre ellas, la Leyorgánica de seguridad y soberanía agroalimen-taria (República Bolivariana de Venezuela,2008). Sin embargo, Venezuela actualmente tie-ne una baja producción nacional, que conlleva auna marcada importación de alimentos destina-dos a asegurar el abastecimiento de su pobla-ción, lo cual incrementa la dependencia de losmercados internacionales y debilita su sobera-nía alimentaria.

2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS2.1. LA AGROECOLOGÍA, LA SOBERANÍAALIMENTARIA Y LA AGRICULTURACAMPESINA: RELACIONES ENTRE SUSDIMENSIONESLa Agroecología aparece como un enfoque quetrata de reivindicar la participación social en laintervención de los ecosistemas para la produc-ción de alimentos y se fortalece con la riquezade prácticas y conocimientos generados, espe-cialmente en aquellas comunidades tradiciona-les, campesinas e indígenas. Al respecto, sonmuchos los investigadores que han escrito a par-tir de sus análisis en estudios de casos y de supropia experiencia como investigadores(Gliessman, 1991; Sevilla & González, 1993;Altieri, 1991, 1993, 1999; Heth, 1991; Toledo,1993). Según Toledo (1993, p. 198) todas estasinvestigaciones se han basado implícita o explí-citamente en una asunción central «en contras-te con los sistemas más modernos de produc-ción rural, las culturas tradicionales tienden aimplementar y gestionar sistemas ecológica-mente correctos, para la apropiación de los re-cursos naturales». Por otro lado, en los sistemasde producción campesinos o indígenas prevale-ce una racionalidad de producción de alimentospara el autoconsumo, asegurando así la produc-ción de alimentos para la familia, hecho muyrelacionado a la conceptualización de seguridady soberanía alimentaria.

Molina García, Yolanda

La soberanía alimentaria en la agricultura campesina desde una perspectiva ... (95-117)98

Conceptualmente la «Soberanía Alimenta-ria» es el derecho de los pueblos a definir suspropias políticas sustentables de producción, dis-tribución y consumo de alimentos, garantizan-do el derecho a la alimentación para toda la po-blación, respetando sus propias culturas y la di-versidad de los modos de producción ycomercialización agropecuaria, y de gestión delos espacios rurales (Sevilla & Soler, 2010). Así,el término «Soberanía Alimentaria» indica queuna familia, una comunidad o una nación poseetal condición cuando tiene independenciaalimentaria o es capaz de producir sus alimen-tos, controlando los medios de producción, pro-cesamiento y distribución; no se somete a lasfuerzas influyentes externas ya sean del merca-do, tecnológicas, financieras o de cualquier otrotipo, lo cual le asigna al término, una fuerte di-mensión política. Por lo tanto, la soberaníaalimentaria se traduce en la economía campesi-na en la capacidad de controlar los factores vin-culados a la producción de alimentos; en primerlugar, para el autoabastecimiento o gasto de launidad familiar; luego, de la comunidad local; y,por último, de la región o país. Con ello se con-tribuye al control de la calidad de la producción,a la promoción de prácticas endógenas, que enlos sistemas campesinos e indígenas son de baseagroecológica, De esta manera se contribuye ala vez con la conservación de los recursos natu-rales, de las semillas, de la agrodiversidad y de labase cultural de la población para la producción,distribución y consumo.

Por otro lado, frente al escenario de una in-tensa conflictividad y violencia entre quienes tie-nen acceso a recursos y quienes no (a escalamundial y local), la soberanía alimentaria es unapropuesta sociopolítica que se apoya en la filo-sofía de acción que propugna la agroecología(Calle, Soler & Rivera, 2011).

Adicionalmente a la dimensión política, vistadesde la autonomía e independencia alimentaria,la soberanía alimentaria tiene una dimensión so-cio-cultural y una dimensión técnico-producti-va-cultural. La dimensión socio-cultural sevisualiza a partir de las necesidades, costumbresy preferencias alimenticias de la población, entanto la dimensión técnico-productiva-culturaldesde el punto de vista de las prácticas o tecno-logías que son usadas para la apropiación de loselementos de la tierra, con el fin de producir esosalimentos que son necesarios o preferentes

culturalmente.La dimensión socio-económica-cultural se

manifiesta, desde el punto de vista de los siste-mas de producción campesinos, en la maneracómo las familias y las comunidades campesinasse organizan para la producción y el intercambiode esos productos; en ellas aparecen formas deeconomía de reciprocidad, como el trueque2, lamano vuelta3 y el convite4; mientras que la di-mensión técnico-productiva-cultural se mani-fiesta en las prácticas de manejo agronómico,entre ellas, la manera cómo organizan sus culti-vos en el espacio, encontrando prácticas comocultivos asociados, cultivos múltiples o el uso deespacios marginales de la unidad de producción,que les permite hacer un aprovechamiento óp-timo de los espacios, del suelo y un mejor mane-jo agronómico de arvenses, plagas y enfermeda-des; también se hallan en el manejo y conserva-ción de las semillas, entre otras.

Igualmente estas dimensiones están estre-chamente interrelacionadas con las dimensionesque conforman la agroecología: la dimensióntécnico-productiva, que es una de las tres di-mensiones que se articula y complementa con ladimensión sociocultural y económica y la dimen-sión política de la Agroecología (Sevilla & Soler,2010). La Agroecología es, simultáneamente, unenfoque científico para el análisis y evaluaciónde los agroecosistemas y sistemas alimentariosy una propuesta para la praxis técnico-produc-tiva y sociopolítica en torno al manejo ecológicode los agroecosistemas (Ibíd.).

Así, en la agroecología la dimensión ecológicay técnico-productiva se centra en el diseño delos agroecosistemas; por su parte, la dimensiónsociocultural y económica se caracteriza por unfuerte contenido endógeno; y, finalmente, la di-mensión política se traduce en la implicación

2 Relación social de reciprocidad que consiste en elintercambio de productos alimenticios por productosalimenticios: productos alimenticios por productosartesanales o productos alimenticios por fuerza detrabajo; en la transacción no intermedia el dinero ynormalmente se hace sobre los excedentes de laproducción.3 Relación social de reciprocidad que consiste en elintercambio de mano de obra.4 Relación social de reciprocidad que consiste en elofrecimiento de fuerza de trabajo gratuita para unaactividad específica, a fin de satisfacer una necesidadfamiliar o comunitaria.

AGROALIMENTARIA

Vol. 20, Nº 39; julio-diciembre 2014 99

práctica en la construcción de alternativas a laglobalización agroalimentaria mediante el apo-yo y acompañamiento de acciones colectivas,tanto productivas, de comercialización como delucha política (Sevilla, 2010). En esta última di-mensión la agroecología se articula con la pro-puesta científica de los estudios campesinos, porun lado, y con la propuesta de la soberaníaalimentaria, por el otro. Ambas aparecen tam-bién en las dos dimensiones anteriores, aunquela segunda se encuentre en elaboración científi-ca tras su lanzamiento político desde Vía Cam-pesina (Sevilla & Soler, 2010).

De tal manera que del análisis de los aspec-tos descritos arriba, se llega al planteamiento deque la agroecología, el campesinado y la sobera-nía alimentaria se articulan a través de tres di-mensiones: la política, la socio-económica-cul-tural y la técnico-productiva-cultural; que par-ten de una estrecha relación con los elementosendógenos de la localidad, la tenencia y el domi-nio de los medios de producción (tierra, fuerzade trabajo, conocimientos y semillas), caracte-rísticas que le dan un marcado matiz políticodesde el punto de vista de la autonomía. A la vezesta dimensión es condicionante del comporta-miento de la dimensión socio-económica-cultu-ral, relacionada con la organización para la pro-

Figura 1Diagrama síntesis de articulación de las dimensiones de la Agroecología,

el Campesinado y la Soberanía Alimentaria

Política Socio-económica-cultural Técnico-productiva-cultural

Endógeno

Necesidades, costumbres y preferencias

alimenticias y de producción

Diseño y manejo del agroecosistema

Autonomía

A

TUPy

MOF

D M P (t. ft., c.,

s.)

Organización para la producción y el

intercambio de productos

DMP: dominio de los medios de producción (tierra, fuerza de trabajo, conocimientos, semillas);A: Agrodiversidad; TUP: tamaño de la UP; MOF: Mano de obra familiarFuente: elaboración propia

ducción y el intercambio de productos, a fin dedar respuesta a las necesidades, costumbres ypreferencias alimenticias y de producción. Laorganización para la producción y el intercam-bio de productos depende del tamaño de la uni-dad de producción y de la disponibilidad de manode obra familiar y estas a su vez influyen en laagrodiversidad. A la dimensión socio-económi-ca-cultural se adecúa la dimensión técnico-pro-ductiva-cultural, la cual se relaciona con el dise-ño y manejo del agroecosistema o apropiaciónde los elementos de la tierra propiamente dicha.El diagrama que se muestra en la Figura Nº 1contiene la síntesis de la articulación de las di-mensiones de la agroecología, el campesinado yla soberanía alimentaria.

2.2. CAMPESINADO Y ECONOMÍACAMPESINAEn cuanto a campesinado, se considerarán losaspectos relacionados con la agricultura campe-sina, base de la economía campesina. Así,Chayanov (1974) definía al sistema de produc-ción campesino como una economía natural enla que la actividad económica estaba dominadapor el requerimiento de satisfacer las necesida-des de cada unidad de producción, que es al mis-mo tiempo una unidad de consumo. De esta

Molina García, Yolanda

La soberanía alimentaria en la agricultura campesina desde una perspectiva ... (95-117)100

manera, una característica relevante de la eco-nomía campesina que tiene estrecha relación conla soberanía alimentaria es el carácter de pro-ducción-consumo de la unidad de produccióncampesina (Chayanov citado por Palerm, 1976;Schejtman, 1980; Toledo, 1993).

De esta forma, el concepto de EconomíaCampesina engloba aquel sector de la actividadagropecuaria en donde el proceso productivo esdesarrollado por unidades de tipo familiar, conel objeto de asegurar, ciclo a ciclo, la reproduc-ción de sus condiciones de vida y de trabajo. Deacuerdo con lo anterior, la lógica de manejo delos recursos productivos disponibles responde alas necesidades familiares antes señaladas; esdecir, son estas necesidades las que gobiernanlas decisiones del que, del cómo, del cuánto yqué destino darle al producto obtenido, dando ala economía campesina una racionalidad propiay distinta, a la que caracteriza a la agriculturaempresarial (Schejtman, 1980; 1982).

Igualmente, Pérez-Victoria (2010) identifi-ca otras características relevantes de la agricul-tura campesina que tienen estrecha relación conlas dimensiones de la agroecología arriba descri-tas, entre ellas: i) pone énfasis en el intercambioecológico más que el intercambio económico,valorando los elementos gratuitos que ofrece lanaturaleza para producir (la energía solar, la fo-tosíntesis, el agua de la lluvia y el trabajo de lospolinizadores); ii) le da importancia al apoyomutuo y solidario entre los agricultores y las fa-milias, más que la competencia; iii) valora y creeen el conocimiento y la experiencia local, másque en la ciencia agronómica universal; y, iv)prepondera la racionalidad ecológica sobre laracionalidad económica, en la que la reproduc-ción social de su sistema y la estrategia delmultiuso son fundamentales.

Todos los planteamientos terminan mode-lando un sistema de producción con caracterís-ticas que van más allá de lo rural, lo agronómicoy lo productivo; parece más una filosofía de vidavinculada a un ambiente natural, socio-produc-tivo y socio-cultural, con características muyespeciales (Molina, 2012).

3. ASPECTOS METODOLÓGICOSLa investigación se enmarca en la metodologíadel estudio de caso, ya que los estudios de casopermiten analizar el fenómeno objeto de estu-dio en su contexto real utilizando múltiples fuen-

tes de evidencias (Yin, 1989; Villareal &Landaeta, 2010). Esto quiere decir que es unametodología amplia que utiliza técnicas talescomo: el análisis de documentos, la observación,la etnografía, las entrevistas y los cuestionarios,entre otros, generando datos tanto cualitativoscomo cuantitativos.

3.1. ÁREA DEL ESTUDIO DE CASO:PARROQUIA CHACANTÁEl estudio de caso se llevó a cabo en la parroquiaChacantá cuya superficie abarca 153 km2, ads-crita administrativamente al municipio Arzobis-po Chacón, forma parte del territorio que ocu-pan los Pueblos del Sur del estado Mérida, ubi-cados en la zona central de la Cordillera deMérida, la cual forma parte de la cadena monta-ñosa de los Andes venezolanos, localizados aloccidente del Venezuela (Figura Nº 2). Las co-ordenadas –Huso 19 UTM– que enmarcan a laparroquia Chacantá, son: por el Norte, 233505E y 919713N; por el Sur, 234457 E y 902926N;por el Este, 239260E y 915864N; y, por el Oes-te, 223782E y 912133N (Figura Nº 3).

Su relieve muestra un paisaje muy quebradoesculpido por el río Chacantá y sus múltiplesquebradas, presentando valles estrechos y pro-fundos. Las quebradas dan origen a las «lomas»,así llamados por sus habitantes a los interfluvioso espacios entre 2 quebradas. Estas lomas se co-rresponden con las aldeas, de acuerdo con la úl-tima división político-administrativa. Su relieveescarpado varía entre los 1.300 y 3.300 m.s.n.m.,con altas pendientes en un gran porcentaje de suárea (Fotografía Nº 1). Al respecto, 62% delárea tiene pendientes por arriba del 34%, lo cualindica que las tierras son susceptibles a la ero-sión y ameritan de tratamientos especiales conprácticas de conservación de suelos, para el es-tablecimiento de sistemas de producciónsostenibles.

La parroquia podría compararse a lo queGuzmán, González de Molina & y Sevilla (2000,p. 188) definen como sociedad local, o «conjun-to de comunidades que componen un espaciosocioeconómico y ecológico que permite su per-cepción por un agente externo y que, en muchoscasos, se encuentra cohesionado por un senti-miento de pertenencia por parte de sus habitan-tes, que cristaliza en una identidad sociocultural».Para el caso de estudio las comunidades y sudinámica sociocultural y productiva estarían re-

AGROALIMENTARIA

Vol. 20, Nº 39; julio-diciembre 2014 101

Figura 2Ubicación del área de estudio

Fuente: elaboración propia, con la colaboración de Manuel Ramos

Figura 3Mapa de distribución de entrevistas en diferentes aldeas de la parroquia y sus rutas de salida

Fuente: elaboración propia, con la colaboración de Manuel Ramos

Molina García, Yolanda

La soberanía alimentaria en la agricultura campesina desde una perspectiva ... (95-117)102

presentadas por las lomas o aldeas. El espacio demáxima expresión de la parroquia se localiza enel centro poblado, sitio en el que se ubican losservicios de salud, religiosos, educativos y en elque se da el mayor intercambio de productos.

La parroquia posee 19 lomas o aldeas, algu-nas de las cuales se fusionan por su cercanía ygrado de afinidad, en las que habitan 300 fami-lias agricultoras, según el censo de población rea-lizado a través de las entrevistas realizadas paraeste trabajo de investigación (Cuadro Nº 1). Lasfamilias tienen promedio de 5 miembros cadauna, lo que se traduce en un valor aproximadode población en aldeas cercano a los 1.500 habi-tantes, sin incluir la población del centro pobla-do (la capital de la parroquia). Por otro lado, lainformación de los censos de población y vivien-da realizados por el Instituto Nacional de Esta-dística (INE, 2001) para la parroquia Chacantá,indicaba para el 2001 una población de 1.932habitantes, que implicaba una densidadpoblacional cercana a 12,6 hab/km2; y para el2011 una población de 1.912 habitantes (INE,2011), lo cual muestra una tasa de crecimientonegativa, marcada principalmente por la emigra-ción. Igualmente, el Censo del 2001 indicabaque muchas familias de Chacantá vivían en si-

Fotografía 1Vista panorámica del área de estudio

mostrando su complejo relieve de altaspendientes, en donde se establecen las

unidades de producción y las vías decomunicación

Fuente: foto tomada por la autora

tuación de pobreza extrema, según: las líneas depobreza por ingreso (LPI), indicadores de nece-sidades insatisfechas (INBI) e indicadores depobreza integrado (IPI), dando como resultadoun 44,7; 62,6 y 51,8%, respectivamente. Habráque esperar más resultados en cuando a estosindicadores en el Censo de 2011.

En cuanto a las características económicasde la parroquia Chacantá, el censo agrícola rea-lizado en 1995 indicaba que los principalesrubros permanentes para aquel entonces eran:el café, el cambur y la caña de azúcar, siendo elcafé y el cambur, cultivados mayormente en aso-ciación. Este Censo igualmente reportó al rubroapio como el cultivo más importante de ciclocorto, con 299 hectáreas distribuidas en 183unidades de producción, de las cuales 60 hectá-reas estaban sembradas en asociación con otrosrubros; en segundo término de importanciamencionaba al maíz con 180 hectáreas, presen-tes en 151 unidades de producción, de las cualessolo 16 estaban asociados con otro rubro; y entercer lugar se hallaba la yuca, con cerca de 92hectáreas en 102 unidades de producción. Tam-bién reportaba otros rubros, pero con menosimportancia en cuanto a la cantidad de área, en-tre ellos: caraota, papa, arveja, ajo, ocumo, trigoy zanahoria. En cuanto al rubro bovino, el Cen-so reportó su presencia en 259 unidades de pro-ducción, con un total de 4.493 cabezas, entre lascuales 828 correspondían a vacas en ordeño.Igualmente menciona al ganado porcino y aves,que aparecen en 143 y 168 unidades de produc-ción, respectivamente (Ministerio de Agricultu-ra y Cría, 1995).

3.2. LAS TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓNLa investigación, partió de una revisión docu-mental que permitió concretar las ideas en unmarco teórico y metodológico adecuado a losobjetivos de la investigación. Se usaron tantotécnicas cualitativas como cuantitativas, cuyajustificación está muy bien analizada por Ortí(1995, p. 87) en su planteamiento «la comple-mentariedad de los enfoques cualitativos-cuan-titativos en el análisis de la realidad social», queimplica tanto elementos simbólicos como ele-mentos medibles (número de actores intervi-nientes, tamaño de los grupos, características otipos objetivos, etc.).

Dentro del enfoque metodológico cualitati-vo se usó la técnica Observación Participante

AGROALIMENTARIA

Vol. 20, Nº 39; julio-diciembre 2014 103

(OP), partiendo del planteamiento de Gutiérrez& Delgado (1995, p. 142), en el que «el observa-dor-actor está orientado hacia el otro, percibién-dolo en su doble dimensión de observador y ac-tor». La OP adicionalmente fue acompañadapor «relatos de vida» y «entrevistas semiestruc-turadas», realizadas de manera individual fami-liar o grupales, lo cual generó algunas discusio-nes interesantes entre los participantes y enri-queció la información.

La información que permitiría hacer un aná-lisis desde el punto de vista cuantitativo fue re-copilada simultáneamente en la etnografía. Paratal fin se realizaron entrevistas-encuestas, esdecir, que muchas de las preguntas que se hacíanen las entrevistas eran de carácter cuantitativo osusceptibles a ser codificadas para convertirlasen variables cuantitativas. Estas partían de uninstrumento guía diseñado a partir de aquellascaracterísticas relevantes del campesinado y dela agroecología que orientan la toma de decisio-nes del agricultor o agricultora en el proceso deapropiación-producción (la metodología com-pleta puede observarse en Molina, 2012, pp.97-124).

El citado instrumento se aplicó a una mues-tra representativa de familias en 18 aldeas, to-mando en cuenta una intensidad promedio demuestreo de alrededor del 20% (Cuadro Nº 1),haciendo una selección al azar cuya distribuciónse muestra en el mapa de muestreo (FiguraNº 3).

Es importante resaltar que, para facilitar elprocesamiento y análisis de la información quecaracteriza al sistema campesino de la parroquiaChacantá, se establecieron rangos para la ma-yoría de las variables analizadas. Para este artí-culo, respondiendo al análisis teórico de las di-mensiones de la agroecología, el campesinado yla soberanía alimentaria (sintetizado en el diagra-ma que aparece en la Figura Nº 1), se tomaránlas variables siguientes: medios de producción(tenencia y tamaño de la unidad de producción,mano de obra, manejo y disponibilidad de semi-llas y conocimientos), diversificación de la pro-ducción o agrodiversidad y el manejo delagroecosistema.

Tamaño de la unidad de producción (UP): larecopilación de información para definir el ta-maño de la UP obedeció a dos criterios: uno deellos es la capacidad aproximada de sustentaciónde ganado bobino, ya que la mayoría de las fami-lias no manejan el tamaño en hectáreas de suUP; el otro, el criterio del propio agricultor cuan-do definió su finca como pequeña, mediana ogrande e hizo referencia al número de hectáreas.En cuanto a la capacidad de sustentación de ga-nado bovino, es importante hacer notar que elterritorio de la parroquia Chacantá está confor-mado por un paisaje de altas pendientes, con unproceso erosivo evidente que ha contribuido a laconformación de suelos poco profundos y conello, la pobreza de sus pastos con poca capaci-dad de soportar ganadería. De acuerdo con esto

La Hacienda-Buena Vista 7,00 34,00 20,60El Curo 6,00 39,00 15,40El Guamal 3,00 12,00 25,00El Oso 6,00 10,00 60,00El Hurumal 4,00 10,00 40,00Los Rastrojos 5,00 29,00 17,20Mocayes - Piedras Blancas 5,00 21,00 23,80Mucumboco-El Pino 2,00 17,00 11,80Mucutapo 7,00 48,00 14,60El Chorro 5,00 18,00 27,80El Palmar 3,00 7,00 42,90La Montaña 4,00 17,00 23,50Mucurandá-El Carrizal 4,00 23,00 17,40Loma de Caña 5,00 15,00 33,30Total 66,00 300,00 22,00

Entrevistas realizadas por lomas o aldeas de la parroquia Chacantá

Loma o aldea Familias entrevistadas Total familias Intensidad de

muestreo

Cuadro 1

Fuente: elaboración propia

Molina García, Yolanda

La soberanía alimentaria en la agricultura campesina desde una perspectiva ... (95-117)104

se observó en campo que mantienen una cargaanimal entre 0,5- 0,6 reses/hectárea. El tamañode la UP es base: no solo como determinante desoberanía alimentaria, sino que es el fundamen-to para el análisis del resto de variables. Toman-do estos criterios se definieron los siguientes ran-gos: i) UP Grande: e» 30 hectáreas o capaz desustentar más de 18 reses, con más de 7 vacas deordeño; ii) UP Mediana: entre 10 y 29 hectá-reas, o capaz de soportar entre 6 y 18 reses yentre 3-6 vacas de ordeño; y, iii) UP Pequeña:d 10 hectáreas y capaz de sustentar a menosde 6 reses y con menos de 3 vacas de ordeño; o,en último caso, sin posibilidad de tener ganadobovino lo cual dependería en gran medida de lacalidad de las tierras.

Sin embargo, cabe resaltar que estos rangosserían usados estrictamente para la parroquiaChacantá, ya que –en comparación con otrasáreas o regiones– estos campesinos podrían ca-talogarse a todos como pequeños productores.Tal característica se acentúa por la baja calidadde algunas de las tierras de las UP, ubicadas casitodas en paisajes de fuertes pendientes.

Tenencia de la tierra: se definió la tenenciade la tierra tomando las variables: propietario,arrendador, en sucesión, medianero y cuidador.

Disponibilidad y manejo de semillas: se to-maron en cuenta variables tales como: si eran dela propia finca, de la localidad o de mercadosforáneos; y, adicionalmente, se indagó sobre sumanejo y conservación.

Mano de obra: para este caso en particular,se revisó la participación de la mano de obra fa-miliar, en cuanto al número de miembros de lafamilia que trabajan en la unidad de produccióny miembros de la familia que ofrecen mano deobra, relacionando este hecho con el tamaño dela unidad de producción y con la necesidad deofertar mano de obra para garantizar la manu-tención de la familia.

Diversificación de la producción oagrodiversidad: para definir la agrodiversidad separtió de una primera observación general, esdecir, de constatar si integra sistemas vegetalescon sistemas animales. Se realizó una subdivi-sión en dos renglones: agrícola vegetal y agrícolaanimal; para cada renglón se tomaron criterioscualitativo-cuantitativo de alto, medio y bajo,de acuerdo con el número de rubros encontra-dos por renglón en la unidad de producción.

Así, para el renglón agrícola vegetal lassubdivisiones fueron:

• Alto grado de diversificación cuando tenga5 rubros o más;

• Medio, de 3 a 4 rubros; y,• Bajo, menor o igual a 2 rubros.Para el renglón agrícola animal:• Alto grado de diversificación, cuando ten-

ga 4 o más rubros;• Medio, cuando tenga 3 rubros; y,• Bajo, menor o igual a 2.También se indagó acerca de la existencia de

huertos familiares y medicinales como elemen-tos que incrementan la biodiversidad de la UP.

Manejo del agroecosistema: el manejo delagroecosistema tiene una estrecha relación conel tamaño de la unidad de producción y laagrodiversidad. Así, se refiere fundamentalmen-te al modo de cultivo o la manera y lógica que elproductor sigue para organizar y mantener susistema agrícola en el espacio, es decir si estable-ce los cultivos como monocultivos, cultivos múl-tiples o policultivos, o cultivos asociados; si rea-liza asociación y rotación de cultivos, manejo desistemas agroforestales y cómo concreta el ma-nejo agronómico de nutrimentos, control de pla-gas en el sistema y aprovechamiento del espacio.

Para la definición de esta variable se conside-raron las siguientes condiciones: i) se tomaroncomo monocultivos aquellos cultivos estableci-dos con una sola especie en más de 0,5 hectá-reas; ii) cultivos múltiples o policultivos, paraaquellos cultivos que se encuentran en peque-ños lotes de cultivo, con menos de 0,5 hectáreas,formando mosaicos con otros cultivos; y, iii)cultivos asociados, aquellos lotes de cultivo quecontengan más de un rubro intercalado –comolo identifican los agricultores– en el mismo lote;por ejemplo: maíz, yuca, apio. Igualmente se in-dagó acerca del tipo de manejo que hacen lasfamilias de los potreros, si son limpios o arbola-dos, entre otros aspectos.

4. RESULTADOS Y ANÁLISISEl esquema de análisis de resultados se adecúa aldiagrama sintetizado en la Figura Nº 1, que tomalas variables que tienen una significativa vincula-ción entre la agricultura campesina, laagroecología y la soberanía alimentaria, entreestas: los medios de producción como elementode autonomía; la agrodiversidad y su relacióncon la alimentación y orientación económica de

AGROALIMENTARIA

Vol. 20, Nº 39; julio-diciembre 2014 105

la producción; la agrodiversidad y su relación conel manejo del agroecosistema o proceso de apro-piación propiamente dicho. Los conocimientosse visualizarán como eje transversal a todas lasvariables, sin hacer una referencia específica alrespecto. Todos estos elementos de análisis serelacionan con los tres tipos de UP definidospor su tamaño, según los rangos que se mues-tran en la metodología.

4.1. LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN COMOELEMENTOS DE AUTONOMÍA EN LADIMENSIÓN POLÍTICALa tenencia o dominio de los medios de produc-ción –entre ellos: la tierra, la fuerza de trabajo omano de obra, la disponibilidad de semillas y losconocimientos para su apropiación, conserva-ción y manejo– son, en síntesis, la mayor garan-tía de su autonomía y de su soberanía alimentaria.

Tenencia y tamaño de la UP: el tamaño de laUP y la fuerza de trabajo (MO), orientan la or-ganización para la producción y el intercambiode productos, en la dimensión socio-económi-ca-productiva de la agroecología, el campesina-do y la soberanía alimentaria. En cuanto a la te-nencia de la tierra, 83,3% de las familias de laparroquia son propietarias, de las cuales 3% es-tán a cargo de un cuidador, mientras que 16,7%trabajan en fincas que están en sucesión. En cuan-to al tamaño de las UP, se indica que 31,8% delas fincas corresponde a UP con menos de 10hectáreas y un 34,8% a UP con más de 30 hec-táreas. La superficie promedio para las UP pe-queñas es de 6,4 hectáreas, comprendidas en unrango entre 2 y 10; la UP medianas de 14,4, enun rango de 12 y 24 hectáreas; y las UP grandesde 38,8, en un rango entre 30 y 50 hectáreas.Como se observa, existen unidades de produc-ción muy pequeñas –hasta de 2 hectáreas–, lascuales son insuficientes para sustentar a unafamilia de 3 miembros; en consecuencia, estasfamilias se ven en la necesidad de ofertar manode obra; y fincas grandes, con un promedio cer-cano a 39 hectáreas, que tienen mayor posibili-dad de diversificación.

Fuerza de trabajo o mano de obra: este me-dio de producción es igualmente fundamentalen la reproducción de la familia y la unidad deproducción; sin mano de obra, aunque se tenganla tierra, las semillas y el conocimiento, existiríanpocas posibilidades de reproducción. Los resul-tados muestran que 97% de las unidades de pro-

ducción usan mano de obra familiar, en la queparticipan todos los miembros de la familia, exis-tiendo actividades diferenciadas para cada unode ellos. Se enfatizó el papel y la participación dela mujer, por su estrecha relación con la posibili-dad de garantizar la alimentación de la familia ycon ello, la relación con la soberanía alimentaria.Así, la mujer participa en la cosecha de café y escasi de su competencia la cosecha de rubros deautoconsumo familiar tales como: la yuca, loscambures y la arveja en su primera fase de ma-duración; adicionalmente tiene un rol fundamen-tal en la cosecha de rubros importantes para laalimentación de los animales domésticos, comoes el caso del maíz –alimento principal de las ga-llinas– o de los cambures o caña –usados para laalimentación de los cerdos–. Igualmente, la ela-boración del queso es exclusiva de la mujer, aligual que la atención de las gallinas, cerdos y otrosanimales domésticos, el mantenimiento de la vi-vienda y la preparación de alimentos para la fa-milia y los obreros si los hubiere. Adicionalmente,se encarga del mantenimiento del huerto fami-liar, de las plantas medicinales y del jardín de lacasa.

Los resultados muestran que en 68% de lasUP los miembros de la familia se dedican exclu-sivamente al trabajo en ellas, mientras que en29% de la UP algunos miembros trabajanadicionalmente por fuera, de los cuales un pocomás de 47% corresponde a jornaleros. Se obser-va así mismo que casi 48% de las UP pequeñasofertan mano de obra al exterior, debido princi-palmente a que las unidades pequeñas de pro-ducción con un tamaño menor a 5 hectáreas noson suficientes para satisfacer la reproducciónde la familia y de la propia unidad de produc-ción.

Finalmente, la utilización de mano de obraexterna –usando la forma de pago «a mano vuel-ta»– se explicaría por: i) la necesidad de finiqui-tar una actividad en un periodo de tiempo de-terminado, tal como la cosecha de apio para undeterminado día, cuya carga se ha comprometi-do con el comprador; y, ii) por la necesidad desocialización con los vecinos o sencillamente porla falta de dinero en efectivo para pagar el jornal.

Las semillas su disponibilidad y manejo: losresultados para esta variable muestran que latotalidad de los agricultores manejan sus pro-pias semillas en sus unidades de producción, es-pecialmente las de los rubros que han sido tradi-

Molina García, Yolanda

La soberanía alimentaria en la agricultura campesina desde una perspectiva ... (95-117)106

cionales como el apio, el maíz, la yuca, la arveja,el cambur e inclusive el café. En este último caso,algunos productores usan aún las plántulas decafé de sus propios almácigos. En cuanto a losrubros de ciclo corto, Doña Eulalia Molina –deMocayes– señala que «aquí se deja la semilla depapa, apio y maíz». En cuanto al café, Don Ro-berto Molina –de la Loma del Curo– menciona«a veces le doy semilla de café, del almacigo a losvecinos de otras lomas; llevaron semillas de cafédel almacigo para Mucutapó, Los Rastrojos, ElUrumal, Mucumboco, hasta de Mocayes, elcompadre Dionisio llevó café». También hacenintercambio de semillas; así, Don DiegoZambrano indica al respecto: «hacemos inter-cambio se semillas de maíz y apios; la arveja tam-bién la han llevado para otros lados, pero yo nola traigo de otro sitio».

Por otro lado, 38% de los agricultores ad-quiere semillas en los mercados, información quecorresponde con los agricultores que están pro-duciendo cebolla y papa; solo 2 agricultores re-portan la compra de semillas de maíz híbrido.

La disponibilidad de semillas oportunamen-te en un sistema campesino significa la garantíade la alimentación de la familia, como lo mostróel discurso de Don Pablo Molina. En él hace verla dificultad que pasan los agricultores de la Pa-rroquia, cuando por razones de necesidad se venobligados a consumir la semilla. Así, inicia su re-lato con la siguiente frase: «el que se come lasemilla se come a la familia». Se interpreta deesta frase la importancia que tiene para el cam-pesino la conservación de la semilla en relacióncon la alimentación de la familia; es decir, si nohay semillas no habrá alimentos y, sin alimen-tos, no viven. También Don Pablo hace refe-rencia al manejo y la manera de conservar lasemilla, señalando que «la agarro en menguantey la conservo con el gancharón en una caja demadera».

4.2. LA AGRODIVERSIDAD Y SU RELACIÓNCON LA ALIMENTACIÓN Y ORIENTACIÓNECONÓMICA DE LA PRODUCCIÓN EN LADIMENSIÓN SOCIO-ECONÓMICA-CULTURALLa agrodiversidad es una variable importante dela dimensión socio-económica y cultural de laagroecología, el campesinado y la soberaníaalimentaria. Es bien conocida la importancia dela agrodiversidad como rasgo de campesinidad,especialmente por la tendencia de la familia cam-

pesina hacia la soberanía alimentaria; igualmen-te esta variable es relevante para caracterizar aun agroecosistema como agroecológico. De talmanera, que la diversificación vegetal y animalno solo hace más diversa la dieta, sino que ade-más asegura esa soberanía alimentaria dándoleautonomía y por otro lado, incrementa la posi-bilidad de producir alimentos más sanos o conmenos uso de agroquímicos. Por lo tanto, entremayor sea la diversidad, mayor será el grado decampesinidad, mayor la posibilidad de asegurarsu soberanía alimentaria, con alimentos mássanos.

Por otro lado, la agrodiversidad tiene unaestrecha relación con la orientación económicade la producción, la cual define el interés princi-pal de la familia agricultora en cuanto a: si laorientación de la producción va destinada almercado o si su interés fundamental es la pro-ducción para el autoconsumo. De allí su rela-ción con la soberanía alimentaria.

De acuerdo con la información recogida encampo, 95,5% de las familias agricultoras de laparroquia cultivan pensando en ambas direccio-nes, es decir para el mercado y el autoconsumo,coincidiendo este valor con 95,5% de familiasque integran el renglón animal con el vegetal. Serealizará un análisis por separado para cada unode estos dos renglones, vegetal y animal, en elcual se mostrara el grado de diversidad que man-tienen las unidades de producción y su relacióncon la alimentación y orientación económica dela producción.

4.2.1. DIVERSIDAD VEGETALEn cuanto a la diversidad vegetal se observa que83% de las familias cultivan y mantienen másde 5 rubros vegetales, lo cual –en relación con lapoblación total ubicada en las lomas de la Pa-rroquia– implicaría a unos 250 familias. De igualmanera, la mayoría de las lomas cultivan entre 8y 12 rubros, lo cual hace al sistema productivobastante diverso. El número y tipo de rubroscon orientación comercial varía entre 2 y 4, sien-do el resto cultivados para autoconsumo. La di-versidad de rubros obedece fundamentalmentea la incertidumbre de la agricultura, tanto porcondiciones físicoclimáticas como por cuestio-nes de mercado. El siguiente discurso, realizadopor la Sra. Audorín Guerrero –domiciliada en laloma de la Montaña– acerca del tiempo que tar-da el apio en el terreno, deja entrever este he-

AGROALIMENTARIA

Vol. 20, Nº 39; julio-diciembre 2014 107

cho: «el apio tarda mucho tiempo hasta año ymedio y se ocupa el terreno mucho tiempo;mejor es pegar un poquito de todo pa’ noperder».

La información obtenida en campo, en cuan-to a los rubros vegetales que se cultivan con unaorientación marcada hacia el autoconsumo, re-porta al cambur (Musa cavendish), maíz (Zeamays), yuca (Manihot esculenta), caña(Saccharum officinarum), frutales especialmen-te cítricos (Citrus sp.) y aguacates (Persea ame-ricana), caraota (Phaseolus vulgaris), plátano(Musa paradisiaca), arveja (Pisum sativum),chachafruto (Erythrina edulis), ocumo(Xanthosoma sp.), auyama (Cucurbita máxi-ma), trigo (Triticum sp.), frijol guamero(Phaseolus sp.), chayota (Sechium edule) ytambién el café (Coffea sp.), que lo establecenpara «el bebe», como algunas familias lo indican.El Cuadro Nº 2 y la Figura Nº 4 muestran lainformación en cuanto a la distribución y fre-cuencia de los principales rubros cultivados conorientación hacia el autoconsumo. El cambur yel maíz son los rubros de mayor importancia

0102030405060708090

100

Hacienda-Buena Vista

El Curo

Guamal

El Oso

Urumal

Rastrojos

Mocayes- El PinoMucutapo

El Chorro

El Palmar

La Montaña

Mucuranda-El Carrizal

Loma é Caña

Cambur

Maíz

Yuca

Caña

Arveja

Caraota

por su distribución y frecuencia, observándoseque son cultivados por la totalidad de las fami-lias en 6 y 5 lomas, respectivamente. En cuantoa la arveja, que es un rubro muy importante enla alimentación de la Parroquia, la cultivan prin-cipalmente las familias ubicadas en las lomas in-termedias: en La Montaña (100%), El Chorro(80%) y Los Rastrojos (80%), lo cual generaun flujo de intercambio de los excedentes hacialas lomas ubicadas en pisos más bajos; de igualmanera ocurre con el maíz. Así, el maíz y la ar-veja –que son cultivados simultáneamente enmayores cantidades en las aldeas de La Monta-ña, El Chorro, Los Rastrojos, Mucutapo yMocayes–, son vendidos o intercambiados porotros productos a los agricultores que no loscultivan o que los cultivan en pequeñas cantida-des. Por otro lado, la caraota –a pesar de queaparece solo en algunas aldeas– es un cultivopotencial para el mejoramiento de la alimenta-ción de la población, por su alto valor proteico.Es importante hacer notar que los rubros queaparecen con poca frecuencia en la informacióncolectada en campo, cada vez son menos

Figura 4Distribución de rubros más frecuentemente cultivados para el autoconsumo en las diferentes

lomas o aldeas de la parroquia, en términos porcentuales

Fuente: elaboración propia

Molina García, Yolanda

La soberanía alimentaria en la agricultura campesina desde una perspectiva ... (95-117)108

cultivados por las familias. Algunos, inclusive,tienden a desaparecer de la Parroquia; tal es elcaso, del frijol guamero, el ocumo, el juquián, laauyama, la chayota, los frutales, el trigo y lazapalla, entre otros.

Por otro lado, los rubros vegetales orienta-dos hacia el mercado son: el café, el apio, la papay la cebolla. La Figura Nº 5 muestra la distribu-ción de estos rubros por loma o aldea en térmi-nos porcentuales, observándose que el café esuno de los cultivos de mayor importancia parala Parroquia. Así, la totalidad de las familias lotienen como rubro principal en aquellas zonasde crecimiento y producción adecuada u ópti-ma; por su parte, en aquellas lomas donde lascondiciones climáticas son adversas al crecimien-to del café –como Mocayes–, basan su econo-mía de mercado en rubros que ameritan mayornversión de capital y uso de insumos externoscomo la papa y la cebolla. La papa como cultivointensivo con manejo convencional entró a laslomas de Mocayes y Piedras Blancas haceaproximadamente 25 años según sus habitan-tes, pero no alcanzó mayor auge hasta haceaproximadamente 10 años.

El Cuadro Nº 3 muestra esta diversificaciónagrícola en las diferentes UP. En él se observauna distribución bastante homogénea del nú-mero de rubros para los 3 tipos; es decir, que sinimportar el tamaño de la unidad de producción,las familias organizan sus espacios para sacarleel máximo provecho y así asegurar la alimenta-ción de la familia –ya sea principal o comple-mentaria–. Confirman así, para el caso de estu-dio, el carácter de una agricultura familiar cam-pesina. Por otro lado, en términos de promediode especies vegetales que manejan las familiasen cada una de estas unidades de producción ysu valor mínimo y máximo de rubros cultivados,se observa que el máximo valor lo alcanzan lasUP pequeñas con un promedio de 7 especies enun rango de 2-12. Esto se explica por la necesi-dad de lograr el máximo aprovechamiento delespacio físico que tienen esas UP, para satisfa-cer en la medida de lo posible su reproducción.

En cuanto a diversidad, también es impor-tante hacer notar la presencia de huertos fami-liares y huertos medicinales, ambos muy rela-cionados con el autoconsumo, el trueque, la so-lidaridad y la ayuda mutua. La presencia de huer-

Cuadro 2

(*) Adicionalmente 38, 50 y 29% de las familias de Loma de El Oso, El Urumal y Mucutapó, respectivamente,cultivan café para autoconsumoFuente: elaboración propia

Hacienda-Buena Vista 100 100 86 71 0 14El Curo 100 50 67 17 0 33Guamal 100 67 100 33 33 0El Oso 50 67 100 0 0 17Urumal 100 50 50 25 25 0Rastrojos 60 100 40 60 80 0Mocayes-El Pino 14 100 29 29 71 14Mucutapó 86 100 71 57 71 0El Chorro 40 80 80 40 80 0El Palmar 0 33 0 0 67 0La Montaña 75 100 75 75 100 0Mucurandá-El Carrizal 100 75 75 50 50 25Loma e' Caña 100 60 60 40 0 20

Caraota

Distribución y frecuencia de los principales rubros cultivados con orientación hacia el autoconsumo; familias en términos porcentuales*

Loma o aldea Cambur Maíz Yuca Caña Arveja

AGROALIMENTARIA

Vol. 20, Nº 39; julio-diciembre 2014 109

Figura 5Distribución de rubros comerciales en las diferentes lomas o aldeas de la parroquia, en

términos porcentuales

0

20

40

60

80

100

Hacienda-Buena Vista

El Curo

Guamal

El Oso

Urumal

Rastrojos

Mocayes-El Pino Mucutapo

El Chorro

El Palmar

La Montaña

Mucuranda-El Carrizal

Loma é Caña

Café

Apio

Papa

Cebolla

Fuente: elaboración propia

Cuadro 3

Alta (≥ a 5 rubros) 85,7 86,4 78,3Media (3-4 rubros) 9,5 4,5 13,0Baja (1-2 rubros) 4,8 9,1 4,3Solo producción animal 0 0 4,3Total 100,0 100,0 100,0

Diversificación UP Pequeñas UP Medianas UP Grandes

Diversificación agrícola vegetal en los diferentes tipos de unidades de producción, en términos porcentuales (%)

Fuente: elaboración propia

tos familiares y medicinales –algunos de elloshasta con 16 especies– suman diversidad al sis-tema y a las UP, estando más relacionados conel hábitat de la familia que con el sistema pro-ductivo de la parroquia. Sin embargo, alrededorde ellos se da una relación importante de acer-camiento social entre familias. De tal maneraque casi 64% de las familias de la Parroquia tie-nen huerto familiar y un 51,5% posee huertomedicinal. En relación con la población totalconsiderada, implicaría a unas 195 y 155 fami-

lias, respectivamente. En cuanto a los huertosmedicinales, la diversidad de especies es muchomayor que para el huerto familiar, identificán-dose 36 especies diferentes que son usadas porlas comunidades para aliviar algunas dolencias.

Por otro lado, tanto los huertos medicinalescomo los huertos familiares prevalecen en lasUP medianas.

En cuanto a la relación de esta agrodiversidadcon la alimentación, se indica que todos losrubros cultivados con orientación hacia el

Molina García, Yolanda

La soberanía alimentaria en la agricultura campesina desde una perspectiva ... (95-117)110

Cuadro 4

Fuente: elaboración propia

autoconsumo están destinados hacia el consu-mo directo por las familias o hacia la alimenta-ción de sus animales domésticos, que de igualmanera formarán parte de su alimentación comoproteína animal. Se observa que los alimentosmás frecuentes (Cuadro Nº 4) coinciden conlos principales rubros cultivados para elautoconsumo (Cuadro Nº 2). Así, el cambur, elmaíz, la yuca y el apio se constituyen en las prin-cipales fuentes de energía y de carbohidratos;por su parte, la arveja y la caraota serían las pro-teínas vegetales más importantes, mientras queel resto de alimentos que aparecen en el Cuadroson complementarios. El maíz y el apio son im-portantes como alimentos sustitutos del cam-bur, en aquellas lomas donde por las condicio-nes climáticas no se da, o donde es menosfrecuente.

De esta forma, más del 84% de las familiasde la aldea consumen el cambur en la alimenta-ción diaria, a pesar de que lo cultivan un pocomás del 71%; quienes no lo cultivan acceden a élya sea a través de trueque, por donación o porcompra a los vecinos. El maíz se constituye igual-mente en un alimento muy importante, no solopara consumo humano, sino también para la ali-mentación de las gallinas. Así, a pesar de que hasido sustituido por la harina de maíz industrial,es cultivado por casi 79% de las familias y sesigue usando para las arepas en Mocayes; paraarepa y atol, en Mucupato; y para atol, en el

Curo; estas dos últimas aldeas son las más de-primidas de la Parroquia. Otra motivación im-portante para el cultivo del maíz es su consumocomo maíz jojoto, en cachapas, arepas,sancochado y en tucados o guapitos. Finalmen-te cabe mencionar que el maíz seco se sigue usan-do, aunque con menor frecuencia, en la prepa-ración del «majarete», «el mute» y de las hallacas;este último, plato típico de navidad. En cuanto ala yuca, casi 53% de las familias la consumenfrecuentemente, siendo muy importante entiempo de obreros y de cosecha de diferentesrubros, por lo que es comercializada eintercambiada entre familias vecinas de la pro-pia loma y lomas vecinas. El apio loreportancomo alimento frecuente 42% de lasfamilias, especialmente en las aldeas interme-dias de mayor producción (Rastrojos,Mucutapó, La Montaña, Guamal; Figura Nº 5),donde es menos frecuente el cambur. El apio enChacantá se consume como bastimento o acom-pañante, cumpliendo la función que cumple elcambur para las lomas bajas o la del pan en otrassociedades.

En cuanto a la arveja, se observa que más dela mitad de la población (52,6%) la consumefrecuentemente. Es también un alimento im-portante para la alimentación de obreros entiempos de cosecha. Junto con la arveja se con-sumen otros rubros que fueron reportadoscomo de autoconsumo, tales como la chayota,

Cambur 84,2 253Maíz 57,9 174Yuca 52,6 158Apio 42,1 126Arveja 52,6 158Caña 21,1 63Caraota 21,1 63Papa 15,8 47Trigo 10,5 32Cebolla 10,5 32Café 5,3 16

Estimado para el total de las familias de las aldeas de la parroquiaFamilias (%)Alimentos

Frecuencia en el consumo de alimentos de origen vegetal en la parroquia Chacantá

AGROALIMENTARIA

Vol. 20, Nº 39; julio-diciembre 2014 111

el ocumo y el cambur negro, los cuales se usancomo verduras en la preparación del ajiaco o dela sopa de arveja.

La caña se constituye en la principal fuentede azúcar, la cual es consumida como «guara-po» o «aguamiel» (bebida caliente o fría). Hasido reportada por muy pocas familias, ya quesu uso como bebida complementaria no es con-siderado como alimento, a pesar de que se con-sume al menos en tres de las comidas del día,por la totalidad de las familias y de ser la basepara la preparación de otros alimentos. El cafées consumido por el 100% de las familias de laparroquia, varias veces al día y constituye unelemento importante en la socialización. Sinembargo solo es reportado por pocas familias(5,3%), lo cual indica que –al igual que el guara-po– no es considerado alimento. Existen tam-bién otros rubros y alimentos que no son men-cionados, pero que los producen y consumen.Tal es el caso del frijol guamero, que para elmomento de la recolección de información decampo la Sra. Elida Molina lo estaba preparan-do, para su cocimiento y consumo en forma desopa. Igualmente aún se continúan preparandoalgunas ensaladas con algunas hierbas silvestres,pero de manera esporádica.

Finalmente es importante indicar que existeuna diversidad de especies que las familias noreportan como parte del sistema, pero que soncomplemento en la agrodiversidad y en la ali-mentación. Destacan entre ellas los frutales,especialmente cítricos, naranja y limón,chirimoyas, aguates, guayabas, etc.; e igualmentealgunas especies forestales que forman parte delsistema como sombra de los cafetales y potrerosarbolados, entre ellas: el guamo (Inga sp.) y elcínaro (Psidium caudatum), respectivamente.Así mismo se observa otra diversidad de espe-cies que aún siguen presentes en el sistema, aun-que en unidades dispersas y con un consumoesporádico, tales como: el ocumo, el pepino, lazapalla, la quimadera, el guacamuyo, entre otras.

4.2.2. LA DIVERSIDAD ANIMALEl componente animal es muy importante en laalimentación de la familia y contribuye a con-formar un sistema de producción, diverso e in-tegral; característica muy importante para laagroecología por el aporte de materia orgánicaal agroecosistema y el aprovechamiento máxi-mo de productos y subproductos. El sistema de

la Parroquia está compuesto por bovinos, cer-dos y aves (principalmente gallinas y con menosfrecuencia los pavos), así como otros que apa-recen como casos aislados, tales como la cría decodornices y de conejos. De acuerdo con losrangos de agrodiversidad fijados en la metodo-logía de la investigación, 65% de las unidades deproducción tiene un mediano grado de diversi-dad, con tres rubros que para el caso son: bovi-nos, cerdos y gallinas.

Por otro lado, 95,5% de las familias de lasaldeas integra el componente animal y el vegetalen sus unidades de producción, valor que es de-terminado por la presencia de gallinas; es decir,que 95,5% de las familias posee gallinas.Adicionalmente se observa que 87,9% tienebovinos de raza criolla cuya orientación funda-mental es hacia la producción de leche y su pos-terior transformación en cuajada o queso, de-pendiendo del número de vacas en ordeño;87,9% tiene cerdos, cerca de un 14% tiene pa-vos y con menor frecuencia, otros rubros comoconejos y codornices.

Se observa que las UP medianas son las quepresentan el mayor valor en cuanto a la tenen-cia de los tres rubros principales: bovinos, galli-nas y cerdos, llegando a 86,4% (Cuadro Nº 5);30% de las UP grandes mantienen más de cua-tro rubros y, en términos de promedio, son lasque presentan los mayores valores en gallinas yvacas de ordeño. Esto último obedece princi-palmente a la mayor disponibilidad de potreros,barbechos y solares para su mantenimiento. Así,las Up grandes muestran los siguientes prome-dios: para bovinos, de 7 (entre 2 y 15); en galli-nas, de 26 (entre 7 y 50); en cuanto a los cerdos,las UP medianas son las que muestran el mayorvalor –siendo este de 3–, mientras que las UPpequeñas y grandes muestran un valor de 2.También es importante hacer notar que el valorreducido que muestran las UP grandes se debea aquellas UP grandes en sucesión que están sien-do usadas parcialmente y presentan un com-portamiento de fincas pequeñas.

El mantenimiento de la diversidad animal tie-ne una relación directa con la alimentación de lafamilia. De acuerdo con lo observado en cam-po, los huevos son consumidos frecuentemen-te, al menos una vez al día. Igual sucede con laleche, la cuajada y el queso. En cuanto a la carnede res, de cerdos y de gallinas, las consumenesporádicamente.

Molina García, Yolanda

La soberanía alimentaria en la agricultura campesina desde una perspectiva ... (95-117)112

to a la leche se refiere a la «leche solo para elatol»; es decir, que la emplean en la preparacióndel atol que usan algunas familias como almuer-zo o en el atol que comen los niños o la mayoríade los miembros de la familia, antes de ir a dor-mir.

En cuanto al rubro cerdo, igualmente deno-minado criollo, existen dos modos de produc-ción: para engorde y para la producción de crías.El rubro para engorde aparece en un 87,9% delas unidades de producción, en tanto que la pre-sencia de cerdas destinadas a la producción decrías se registra en 3% de ellas. En cuanto a laorientación económica de los cerdos, se observaque la mayoría los mantienen para elautoconsumo; solo 22% vende uno que otrocerdo y normalmente los venden en la propialocalidad o a alguien del pueblo de Chacantá quese encarga de beneficiarlos.

La crianza y engorde de cerdos depende fun-damentalmente de alimentos que se obtienenen la propia unidad de producción. Es precisa-mente el uso de productos y subproductos, queson abundantes y baratos, la principal motiva-ción de las familias a criar cerdos; es decir, semanifiesta la racionalidad del campesino de ha-cer el máximo aprovechamiento de productos ysubproductos obtenidos en su sistema de pro-ducción, sin desperdicio o con las mínimas per-didas. Los principales productos y subproductosusados por las UP en la alimentación de los cer-dos, en porcentaje, son: cambur (71,2), con-chas cocidas de cambur (24,2), aguas de cocina(74,2), suero subproducto del cuajado de la le-che (47,0), caña picada (31,8), cuinara y semi-llas de apio (34,8) y yuca (13,6). Por su parte,los concentrados se usan en apenas 8,6% de las

Diversificación animal UP Pequeñas UP Medianas UP GrandesBaja (1-2 rubros) 28,6 4,5 13Media (3 rubros) 57,1 86,4 52,2Alta (≥ 4 rubros) 9,5 9,1 30,4S/animales 4,8 0,0 4,3Total 100,0 100,0 100,0

Grado de diversidad en el sistema animal, que mantienen los diferentes tipos de unidades de producción, en términos porcentuales (%)

En cuanto a la ganadería bovina cuyo fin esla producción de leche, se trata de una actividadcon una orientación económica esencialmentehacia el autoconsumo, llegando a representar61,4%. La orientación económica depende deltamaño de la UP. Así, en las UP pequeñas suproducción es totalmente para el autoconsumo,en tanto que en las UP medianas lo es paraautoconsumo con venta de excedentes y en lasUP grandes, alrededor de 35% se destina almercado. Se observa que casi 65% de las fami-lias que tienen vacas en ordeño, transforman laleche en queso o cuajada. De ese porcentaje, lamayor parte corresponde a unidades grandes(78,3%) y medianas (68,2%), lo cual se explicapor el mayor volumen de producción de leche.En cuanto a las UP pequeñas, sus familias con-sumirían en su mayoría la leche líquida.

Es importante mencionar que existe inter-cambio local de queso por dinero, o trueque porotros productos o alimentos, especialmente delos pequeños agricultores con las familias de lasfincas medianas o grandes que producen queso.Se cita a Don Pablo Molina, propietario de unafinca pequeña de la loma de El Curo, quien en laentrevista indicaba que «también hago truequecon Octavio, caraota por queso; no se le poneprecio: yo le doy 4 kilos de caraota por un kilo-gramo de queso». Cabe señalar que OctavioGuerrero posee una unidad de producción gran-de. También vale resaltar que cerca del 11% delas familias señalan al queso como alimento deconsumo frecuente, pero haciendo notar que escomprado; son los casos de del Sr. Mariano ySra. Elda Contreras de Mucutapó, y Sra. BenitaMolina de la loma de El Curo. Otra observacióninteresante realizada por algunas familias respec-

Cuadro 5

Fuente: elaboración propia

AGROALIMENTARIA

Vol. 20, Nº 39; julio-diciembre 2014 113

UP, especialmente en las UP muy pequeñas queno tienen suficiente espacio para establecer elcambur y la caña y/o no tienen los subproductosdel cuajado de la leche y otros. Son estas fami-lias las que usan las conchas de cambur cocido,ya que el fruto lo consume la familia. Todas lasUP igualmente usan la chayota, la zapalla, eljuquián y afrecho de trigo (este último en laloma de Mocayes, que aún produce pequeñascantidades de este cereal).

En cuanto a las gallinas, constituyen un rubromuy importante para la alimentación de las fa-milias chacanteras, especialmente por la produc-ción de huevos y esporádicamente de carne quese consume en ocasiones especiales. Se erigenasí en una fuente importante de proteínas. Losrebaños son de gallinas criollas, por lo que siem-pre se observa en ellos la diversidad en el pluma-je. Este rubro, genera adicionalmente un mer-cado localizado y de trueque de huevos y demaíz, alimento principal de las gallinas.Adicionalmente, los huevos y gallinas criollas sonespecialmente valorados por su calidad en cuan-to al sabor. Existe un promedio de 19 gallinaspor familia, siendo el valor máximo de 50 y elmínimo de 7, valor que dependerá de la disponi-bilidad de maíz para su alimentación (ya que30% de las familias solo usan maíz). Igualmentese observa la importancia que tiene el camburcomo alimento para las gallinas, solo o acompa-ñado.

En cuanto a la orientación económica de laproducción de gallinas se observa que casi en sutotalidad se destina al autoconsumo; solo 7,9%vende algunos excedentes, lo cual depende de ladisponibilidad del animal y la disponibilidad dealimento para su mantenimiento. Al respecto laSra. Fernanda Guillén de la loma de Los Rastro-jos indica que «cuando hay maíz para alimentara las gallinas se venden huevos porque ponenmás»; y, por otro lado, la Sra. María Molina –también de Los Rastrojos– con respecto a laventa del animal señala que «a veces se vendengallinas para remediar a un amigo».

4.3. LA AGRODIVERSIDAD Y SU RELACIÓNCON EL MANEJO DEL AGROECOSISTEMAVEGETAL O PROCESO DE APROPIACIÓNPROPIAMENTE DICHOLa agrodiversidad y el manejo del agroecosis-tema tienen una estrecha relación con el tama-ño de la unidad de producción y definen la di-

mensión técnico-productiva-cultural de laagroecología, el campesinado y la soberaníaalimentaria. De esta manera, el grado de diver-sificación agrícola tratado en los apartes ante-riores delinea el manejo del agroecosistema quela familia realiza en su unidad de producción.Además –como se mencionó en el aparte de me-todología– está relacionado con la manera y ló-gica que la familia siguen para mantener su sis-tema agrícola en el espacio y, con ello, las prác-ticas de manejo agronómico requeridas.

Se observa que el sistema de producción dela Parroquia Chacantá es complejo; los cultivostradicionales siempre aparecen en asociación oformando pequeños mosaicos de cultivos entreellos y con los cultivos convencionales de re-ciente entrada, cultivados en asociación, múlti-ples y en monocultivo. Debido a esta compleji-dad, ha resultado difícil entender, disgregar yreagrupar los sistemas de cultivos para suanálisis.

De cualquier manera, la organización de loscultivos en el espacio dependerá no solamentede la lógica del agricultor que responde básica-mente a su experiencia y conocimiento tanto delos cultivos, como de las condiciones ambienta-les y físicas del área; sino además, de las exigen-cias del rubro a establecer. Así, el análisis partede los principales rubros agrícolas cultivados porlas familias de la Parroquia tanto paraautoconsumo como para el comercio, siendo losprincipales para autoconsumo: el cambur (cul-tivado por 71,2% de las familias de la Parro-quia), el maíz (por 83,3%), la yuca (65,2%), lacaña (39,4%), la arveja (40,9%), frutales(15,2%) y caraota (10,6%), entre otros rubrosde menor importancia. Por su parte, los princi-pales cultivos destinados al comercio son: el café(78,8%), el apio (75,8%), la cebolla (51,5%) yla papa (34,8%). La distribución de rubros parael autoconsumo por aldeas se observa en el Cua-dro Nº 2 y la Figura Nº 4, en tanto los destina-dos al comercio se presentan en la Figura Nº 5.

Los resultados en cuanto a la organizaciónde estos rubros en el espacio dan cuenta del pre-dominio del uso simultáneo de lotes de cultivosasociados con lotes de monocultivo, especial-mente de aquellos cultivos no tradicionales, ta-les como la papa y la cebolla. Así, 65,2% de lasfamilias asentadas en las aldeas de la Parroquia(unas 195 del total), establecen sus cultivos enasociación y monocultivo simultáneamente.

Molina García, Yolanda

La soberanía alimentaria en la agricultura campesina desde una perspectiva ... (95-117)114

observa que responde fundamentalmente a ladisponibilidad de tierras, al manejo que se hacedel rubro y –para algunos de ellos– al tipo derequerimiento o competencia que se genera conotros rubros cuando se establece en asociación,condición que el agricultor conoce bastantebien. De acuerdo con estos planteamientos, seobservaron rubros permanentes en monoculti-vo tales como el café y la caña, así como rubrosde ciclo corto, como el maíz, el apio, la yuca, laarveja y la caraota.

En cuanto a los cultivos permanentes, la cañanormalmente es muy extractiva de humedad ynutrimentos y su follaje casi no permite el desa-rrollo de otras plantas. Es por ello que no re-quiere adicionalmente de control frecuente demalezas, por lo que este rubro aparece en lasunidades de producción en pequeños lotes de-dicados exclusivamente a ella, formando con elresto de cultivos un sistema de cultivos múlti-ples. Por su parte, el café aparece como mono-cultivo especialmente en la loma de El chorro yen algunas plantaciones recientemente estable-cidas, a la espera de encontrar plantas dechachafruto a fin de colocarlas como fuentesde sombra en la plantación.

Para el caso del maíz, básicamente lo adop-tan como monocultivo en las lomas ubicadas amenor altura sobre el nivel del mar, así como enaquellas unidades de producción que –por sutamaño– disponen de suficiente tierra para esta-

Fotografía 2 Asociación de cultivos café-maíz-plátano-

chachafruto-yuca-auyama y caraota

Fuente: foto tomada por la autora

Se identificaron 13 tipos de asociaciones, delas cuales 10 tienen relación con el café. Dentrode estas asociaciones con café, la más generali-zada es la asociación café-cambur, sobrepasan-do el 83% con algunas variantes; es decir, algu-nos agricultores le adicionan a esta asociaciónfrutales dispersos tales como: naranja, aguaca-te y chirimoyas –entre otros–; y guamos, culti-vos de ciclo corto, plátano y caña. En las lomasdonde las condiciones climáticas lo permiten, seobserva repetidamente la asociación café-cam-bur-árboles frutales dispersos, conformando unsistema complejo de cultivos alrededor de lasviviendas que las familias denominan «solar». Eneste espacio igualmente aparece el ocumo, comoun indicador de la abundancia de materiaorgánica, producto de los restos de cocina y derestos de la cosecha de rubros para elautoconsumo; adicionalmente se observa en élel estiércol de las gallinas y los cerdos, ya que «elsolar» es el principal hábitat de estos animalesdomésticos.

Por otra parte, es de hacer notar que las uni-dades de producción de menos de 2 hectáreasrealizan asociaciones de rubros comerciales(como el café), con rubros de autoconsumo(como el cambur, el maíz, el apio, la yuca, elchachafruto), convirtiéndose en un aprovecha-miento del espacio con una gran diversidad. Enél seguramente su productividad no se mida porlos rendimientos o cantidad de kilogramos quelogran extraer y vender del cultivo comercial,sino por la posibilidad que tiene la familia deasegurar la existencia de alimentos de consumodiario como el cambur y el maíz (Fotografía Nº2).

También son importantes las asociacionesrealizadas por los agricultores con cultivos deciclo corto. Una de estas asociaciones corres-ponde al apio-maíz, realizada por casi 46% deagricultores; específicamente en la loma de LosRastrojos (100%), así como por parte de algu-nos productores de las lomas de El Urumal, ElOso, Mocayes y Mucutapó. Estas lomas se ubi-can fundamentalmente en la faja de transiciónentre el café y los cultivos no tradicionales eintensivos, papa y cebolla.

Entre los rubros que se establecen comomonocultivo aparecen, en primer lugar, la papay la cebolla (debido principalmente a su manejoconvencional). En cuanto a la práctica de esta-blecer rubros tradicionales en monocultivo se

AGROALIMENTARIA

Vol. 20, Nº 39; julio-diciembre 2014 115

establecerlo como tal. Por otro lado, en muchasunidades de producción están usando en la ac-tualidad un herbicida llamado «limpia maíz», queafecta a otros rubros que pudieran instalarse enasociación con el maíz (como la caraota, la arve-ja y la yuca, entre otros), lo que les obliga a esta-blecerlo como monocultivo.

El apio, al igual que el maíz, aparece comomonocultivo en las lomas de menor altura y enalgunas unidades de producción ubicadas en lazona de transición. La yuca normalmente la es-tablecen sola, debido a que es un cultivo muysusceptible al uso de herbicidas, que se está con-virtiendo en una práctica de uso generalizado.Al respecto, Don Elías Molina afirmó que (layuca) «se daña si se le pone herbicida; todo eltrabajo se hace a pala».

En el caso de la arveja su sistema de siembra–denominado «tapado de arveja»5– es el princi-pal motivo del porqué se siembra como mono-cultivo, aunque por ello no exista la posibilidadde asociarlo con el maíz. Don Antonio Montesy Don Nabor Molina hacían referencia a estaasociación. El primero indicaba que «cuando elmaíz estaba espigao y embasicao, si sobraba se-milla de arveja se le tiraba y eso se daba muybueno»; y Don Nabor complementa: «había quedejar que el maíz tuviera ya botando la ciernapara sembrar la arveja; la cierna es un polvo queecha en la espiga y se riega por todo el terreno yacaba el monte y cualquier otra mata que sesiembre». Esto quiere decir que, según estos dosseñores –conocedores de la agricultura de

5 Consiste en colocar la arveja en el campo al boleosobre la maleza y luego palear por fajas o calles (paraponerlo en el vocabulario de los agricultores), o ararcon bueyes para taparla.

Chacantá–, la arveja se puede asociar con el maízpero después que este haya espigado y botadola mayor cantidad de polen.

En cuanto al modo de cultivo que usan lasfamilias de los diferentes tipos de unidades deproducción, en el Cuadro Nº 6 se observa quelos agricultores de las UP pequeñas son quienescultivan mayormente en asociación (42,9%),debido a la menor disponibilidad de tierras. Porsu parte, las UP grandes lo hacen mayormenteen cultivo múltiple (78,3%); es decir, que dis-ponen de tierras para cultivar cada rubro en mo-nocultivo. Se exceptúa el café –que siempre apa-rece en asociación con el cambur y otroscultivospermanentes–, al tiempo que se observa que losmedianos agricultores usan las modalidades aso-ciado y monocultivo simultáneamente (45,5%).

En cuanto al manejo de los potreros, se ob-servan notables diferencias, determinadas porlas diferencias climáticas que se dan por la ubi-cación altitudinal y de exposición solar. Así, lospotreros ubicados en las lomas bajas e interme-dias y en las áreas de solano se observan arbola-dos; e inclusive, en algunos sitios a la distancia seven como matorrales; el pasto en ellos es el capinmelao (Melinis minutiflora) y la especie arbóreaes el cínaro, muy usado para la leña y elabora-ción de estantillos, por su dureza y calidad encuanto a la resistencia a la intemperie. Por elcontrario, los potreros ubicados en las partesmás altas –especialmente aquellos cercanos albosque– se observan «limpios», producto de lasustitución de un bosque nublado por pastizales.

Modos de cultivo UP Pequeñas UP Medianas UP GrandesMonocultivo 4,8 9,1 4,3Asociado y m onocult ivo 23,8 45,5 13,0Múltiples 28,6 18,2 78,3asociados 42,9 27,3 0,0S/cultivo 0,0 0,0 4,3Total 100,0 100,0 100,0

Modos de cultivo usados por las familias en los diferentes tipos de unidades de producción, en términos porcentuales (%)

Cuadro 6

Fuente: elaboración propia

Molina García, Yolanda

La soberanía alimentaria en la agricultura campesina desde una perspectiva ... (95-117)116

REFERENCIAS

________________________________

Altieri, M. (1991). ¿Por qué estudiar laagricultura tradicional? Agroecología yDesarrollo, 1, 16-24.

Altieri, M. (1993). Biodiversity and pestmanagement in agroecosystems. NewYork: Food Products Press.

Altieri, M. (1999). Bases científicas para unaagricultura sustentable. Montevideo:Nordan-Comunidad.

Calle C., A., Soler M., A. M., M. & Rivera F.,M. (2011). Soberanía alimentaria yagroecología emergente: la democraciaalimentaria. En Calle Collado, A. (Coord.),Democracia radical. Entre vínculos yutopías. Córdoba (España): EditorialIcaria.

Chayanov, A. (1974). La organización de launidad económica campesina. BuenosAires: Nueva Visión.

Gliessman, S. (1991). Agroecología:investigando las bases ecológicas para unaagricultura sostenible. Agroecología yDesarrollo, 1(1), 16-24.

Gutiérrez, J. & Delgado, J. (1995). Teoría dela observación. En Delgado, J. M. &Gutiérrez, J. (Coord.), Métodos y técnicascualitativas de investigación social (pp.141-171). Madrid: Síntesis.

Guzmán C., G., González de Molina, M. &Sevilla G., E. (Coords.) (2000).Introducción a la agroecología comodesarrollo rural sostenible. Madrid: MundiPrensa.

Hecht, S. (1991). La evolución delpensamiento agroecológico. Agroecologíay Desarrollo. 1, 1, 02-15.

Instituto Nacional de Estadística, INE.(2001). Censo de población y vivienda.Mérida, Venezuela: INE.

Instituto Nacional de Estadística, INE.(2011). Censo de población y vivienda.Caracas: INE.

5. CONCLUSIÓNDesde la dimensión política se concluye que elsistema de producción estudiado tiene rasgosendógenos conspicuos, en tanto que las familiasagricultoras tienen dominio de sus medios deproducción, lo que les da autonomía. Esto signi-fica que son propietarios de sus unidades de pro-ducción, de los conocimientos para el manejoagronómico de su sistema, manejan y conser-van las semillas de sus rubros de autoconsumo yalgunos tradicionales con orientación hacia elmercado, como el apio y el café; y la mano deobra por ellos empleada es principalmente fa-miliar. La dimensión política determina y se com-plementa con la dimensión socio-económica-cultural, que se manifiesta en un alto grado dediversificación agrícola vegetal y animal, con unaorientación económica marcada hacia elautoconsumo y un comportamiento de sus ex-plotaciones como unidades de producción,transformación, distribución y consumo. Final-mente las dos dimensiones anteriores condicio-nan y son condicionadas por la dimensión técni-co-productiva-cultural, en la que se percibe laexistencia de conocimientos para diseñar y ma-nejar el agroecosistema. Así, asocian y distribu-yen las diferentes especies que manejan, tantopara el autoconsumo como para el comercio, enel espacio y en el tiempo, de acuerdo con susrequerimientos y haciendo un aprovechamien-to máximo de elementos gratuitos que ofrecela naturaleza. Adicionalmente los conocimien-tos se perciben en la manera y lógica de crear ymantener el hábitat para los animales domésti-cos, haciendo un manejo del agroecosistema conun aprovechamiento máximo de productos,subproductos y restos de cosecha; es decir, elmanejo completo del agroecosistema, sin des-perdicios. Todos estos elementos son indica-dores de un sistema de producción agroecológicoy de una economía campesina, en donde lo pri-mero es la reproducción de su familia y de launidad de producción; es decir, garantizar lasoberanía alimentaria.

Finalmente este trabajo muestra que, a pe-sar de la invisibilidad de la producción campesi-na, esta es muy importante por sus aportes a lasoberanía alimentaria local y –consecuentemen-te– a la soberanía alimentaria nacional.

AGROALIMENTARIA

Vol. 20, Nº 39; julio-diciembre 2014 117

Molina G., Y. (2012). Campesinado ydesarrollo endógeno desde la perspectivaagroecológica: caso Chacantá, pueblos delsur del estado Mérida. Venezuela (tesisinédita de Doctorado). Universidad deCórdoba, Programa de doctorado enAgroecología. Córdoba (España).

Ministerio de Agricultura y Cría, MAC.(1995). Censo agrícola y pecuario deVenezuela. Caracas: MAC.

Ortí, A. (1995). La confrontación de modelosy niveles epistemológicos en la génesis ehistoria en la investigación social. EnDelgado, J. M. & Gutiérrez, J. (Coords.),Métodos y técnicas cualitativas deinvestigación social. Madrid: Síntesis.

Palerm, A. (1976). Modos de producción yformaciones socioeconómicas. México,D.F.: Editorial Edicol, S.A.

Pérez-Victoria, S. (2010). La riposte despaysans. Francia: ACTES SUD.

República Bolivariana de Venezuela (2008).Ley orgánica de seguridad y soberaníaagroalimentaria. Caracas: Decreto 6071,Gaceta Oficial Nº 5.891, extraordinaria,del 31 de julio.

Schejtman, A. (1980). Economía campesina:lógica interna, articulación y persistencia.Revista de la CEPAL, 11, 121-140.Recuperado de archivo.cepal.org/pdfs/revistaCepal/Sp/011121140.pdf

Schejtman, A. (1982). Economía campesina yagricultura empresarial: tipología deproductores del agro mexicano. México:CEPAL.

Sevilla G., E. & González de M., M. (Eds.).(1993). Ecología, campesinado e historia:para una reinterpretación del desarrollo delcapitalismo en la agricultura. Madrid: Lasediciones de la Piqueta.

Sevilla G., E. (2010). La construcción desoberanía alimentaria desde la perspectivade la agroecología. En Fernández, X. S. &Copena R., D. (Coords.), Soberaníaalimentaria e agricultura ecolóxica.Propostas de acción (pp. 11-56).Universidad de Vigo: Grupo deInvestigación en Economía Ecolóxica eAgroecoloxía, Gieeca.

Sevilla G., E. & Soler M., M. (2010).Agroecología y soberanía alimentaria:alternativas a la globalizaciónagroalimentaria. PH cuadernos, pp. 191-217.

Toledo, V. (1993). La racionalidad ecológicade la producción campesina. En Sevilla, E.& González de Molina, M. (Eds.), Ecología,campesinado e historia (pp. 197-218).Madrid: ediciones de la Piqueta.

Villareal, L., O. & Landaeta R., J. (2010). Elestudio de casos como metodología deInvestigación científica en dirección yeconomía de la empresa. Una aplicación ala internacionalización. InvestigacionesEuropeas de Dirección y Economía de laEmpresa, 16(3), 31-52. doi: http://dx.doi.org/10.1016/S1135-2523(12)60033-1

Yin, R. (1989). Case study research. Designand methods. London: Sage Publications,Applied social research methods Series,Vol. 5