Molina, 1

Universidad Autónoma de Chihuahua

Facultad de Filosofía y Letras

Letras Españolas

Felipe Alberto Molina Rodríguez 273703

Taller de Realización de Ensayos

Dr. Tomás Chacón Rivera

Síntesis de lectura N.3

26/marzo/2015

“Acerca del ensayo”. María del Rosario Badano

El trabajo de Badano es diferente a las lecturas anteriores. Este texto nos dice, a fin

de cuentas, qué y cómo es un ensayo pero no nos lo dice a modo de debate sino que va

explicándonoslo con ayuda de la misma estructura del ensayo. Ya no se nos dice tanto, “el

ensayo es esto según tal autor… pero este otro dice que también puede ser…”, ahora se nos

dice “un ensayo contiene esto” y cosas parecidas.

Cosas como la extensión, la rigurosidad del planteamiento de las ideas o el medio

de publicación no determinan al ensayo.

Al igual que Oviedo, Badano asegura que el ensayo es un género que se relaciona

estrechamente con lo literario y que, por lo tanto, no está exento de creatividad e

imaginación del autor sino todo lo contrario. Si bien el ensayo puede sustentarse con la

opinión que otros autores tuvieron en su momento sobre determinado tema, no es

obligatorio citar puesto que lo importante son las ideas propias del ensayista. Esto no quiere

decir que podemos hablar de un tema según nos parece. No. Hay que documentarnos sobre

el tema y para ello deberá recurrirse a lo que otros ya han dicho. Esto es importante porque

el ensayista tiene que dominar el tema del que habla para poder presentárselo al lector,

quien puede o no tener mucha o poca noción del tema.

Posteriormente se nos habla del modo de preparar un ensayo. Este proceso debe

comenzar con una explicación por parte del autor sobre a dónde quiere llegar, o qué quiere

lograr con respecto a su tema. Así suelen comenzar los ensayos, sin embargo, antes de eso,

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el ensayista ya debió haber realizado una investigación previa sobre su tema –de esto se

habló más arriba- a modo de tener material o generar ideas para desarrollar el trabajo.

Una vez documentado el ensayista y expresada su motivación, deberá decidir

cómo irá desarrollando sus ideas y con ello definirá su estilo. Algo muy útil para saber

cómo desarrollar nuestro ensayo es hacer un inventario, una lluvia de ideas o algo parecido,

con los puntos que se quiere tocar en el trabajo. Otra herramienta útil para el desarrollo es

la realización previa de un esquema que sirva como guía, en el que incluso pueden añadirse

los elementos del inventario. No obstante, todo esto no es definitivo puesto que un ensayo

no quedará siempre en su primer intento sino que son necesarios varios borradores del

mismo.

Para llevar a cabo la redacción de nuestro trabajo, podemos valernos de recursos

como el ordenamiento de información:

cronológico (por orden temporal),

comparativo (relacionar información según semejanzas y diferencias)

o de causa y efecto (generalmente no usado para las ciencias sociales);

También están los recursos retóricos:

sentencia (afirmación concisa y enérgica de un argumento),

gradación (expresión de argumentos de forma ascendente o descendente),

antítesis (contraposición de argumentos),

interrogación (planteamiento de preguntas a las que tenemos respuesta),

hipérbole (exagerar o insistir con un argumento) y

prosopopeya (dar vida a los seres inanimados)

Y un lenguaje sencillo y directo.

Aún y con todos estos elementos que pueden ayudarnos a la realización de un

ensayo, sigue existiendo el denominado “miedo a la hoja en blanco”, el cual nos impide

comenzar un ensayo. Un buen consejo para combatir esto es escribir cualquier idea que

tengamos sobre el tema, no importa que no sea la idea con la que comenzaríamos el ensayo.