simón bolívar
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1. Simón Bolívar
Un jueves de vigilia, en la noche del 24 de julio de 1783, nació Simón Bolívar en la
mansión familiar de la plaza de San Jacinto, a cinco cuadras de la catedral, en la
ciudad de Santiago de León de Caracas, que así se llamaba entonces y que
alberga unos 40.000 habitantes. Su padre, don Juan Vicente de Bolívar y Ponte
Su madre, doña María de la Concepción Palacios y Blanco (1758-1792)
2. Sus padres
Su padre fue el Coronel Juan Vicente Bolívar y Ponce, nacido en la Victoria, el 15
de Octubre de 1.726 y su madre, Doña Maria Concepción Palacios y Blanco,
nacida en Caracas el 9 de Diciembre de 1.758; ambos se casaron el primero de
Diciembre de 1.775 en la ciudad de Caracas. El tenía 47 años de edad y ella
apenas 15 años. Perteneciente ambos a la más rica nobleza criolla.
Don Juan Vicente Bolívar y Ponce, es el tipo clásico, criollo venezolano. Rico y
opulento propietario, pasa su vida entre amenas lecturas, la inspección de sus
herencias, cacerías y paseos a caballo, deberes religiosos y compromisos
sociales. También fue un hombre ilustrado y liberal, y en tiempos de la colonia,
llegó a ser jefe del Batallón de Aragua y Coronel de la Milicia.
Dona María de la Concepción Palacios de Bolívar era, según las crónicas de la
época, una mujer de porte distinguido, fina y delicada, como la de los lirios
avilenos. Porte gentil silueta, aristocrática y un aire indefinible que la distingue
entre todas las de su rango, ojos humildes, grandes y negro de suave fulgor, a la
sombra de largas pestañas, ojos candorosos. Boca de dulzura y de gracia, donde
es luz la sonrisa, la bondad miel y música el acento. Tez de blancura alabastrina,
con esa palidez de buen tono de las jóvenes principales, criadas en el
recogimiento de las viejas casonas coloniales.
Ambos tuvieron cinco hijos, tres hembras y dos varones, todos nacidos en
Caracas: la primogénita, María Antonia, nacida en 1.777; Juana María, el 21 de
Mayo de 1.779; Juan Vicente, en 1.781; Simón Antonio de la santísima Trinidad
(El Libertador) el 24 de Julio de 1.783 y María del Carmen quien murió al nacer
3. El Bautizo
El 30 de Julio de 1.783, la señorial Casona de San Jacinto en Caracas, residencia
de la familia Bolívar, está de fiesta. Se bautiza ese día el nuevo hijo, nacido hace
apenas 6 días antes, el 24 de Julio. Como padrino del niño está su abuelo
materno: Don Feliciano Palacios y Sojo, y oficia con licencia como sacerdote, el
primo Jerez de Aristiguieta. La ceremonia se efectúa en la Catedral en la Capilla
de la Santísima Trinidad, propiedad de la familia Bolívar.
El niño iba a llamarse Pedro José Antonio de la Santísima Trinidad; pero al
momento de ponerle el agua que borra el pecado original, el canónigo Jerez de
Aristiguieda le cambió el nombre de Pedro por el de Simón.
Al regresar al templo de la Casona de San Jacinto, el padre del niño. Don Juan
Vicente Bolívar, se entera de lo ocurrido y le pregunta al Canónigo:
¿Por qué has hecho ese cambio Juan Félix?
No se como explicártelo, pero he sentido una voz interior, un extraño
presentimiento, una inspiración venida seguramente de lo alto, que me ha dicho
que ese niño será, andando el tiempo. "El Simón Macabeo de las Américas".
4. Primeros años de vida
En la Caracas colonial, Simoncito creció como todos los niños de su rango social;
mecido en los brazos de una esclava negra llamada Hipólita. Su nodriza, es quien
amaba como a una segunda madre, acompañando a sus padres en sus oficios
religiosos, jugando con otros niños e su dad en el patio perfumado de granadas de
su casa natal y recibiendo las enseñanzas de su primeros maestros.
Los Valles de Aragua eran entonces las tierras mas fértiles de Venezuela, allí en la
pequeña población de San Mateo, la familia Bolivar poseía una hacienda. Los
cuatros hermanos solían viajar a ella de vez en cuando.les gustaba ver como
contaban en los terneros o fiestas patronales.
5. Juegos
Simón Bolívar fue un niño común y corriente, que jugaba con los de su edad los
juegos infantiles: el palito mantequillero, el gárgaro malojo, la gallinita ciega, el
escondite; y escuchaba las leyenda del Tirano Aguirre, los cuentos de Tío Tigre y
Tío Conejo, entre otros labios de su mama o la negra Hipólita
6. La tragedia azota a la familia Bolívar
Juan Vicente Bolívar y Ponce, padre de el Libertador, murió el 19 de Enero de
1.786, a la edad de 60 años y su esposa Maria de la Concepción Palacios de
Bolívar, falleció después el 6 de Julio de 1.792, a la temprana edad de 34 años.
De consiguiente, Simón Bolívar tenía apenas dos años y medio de edad cuando
perdió a su padre y 9 cuando quedó huérfano al perder también a su Madre.
Simón a pesar de ser el menor siempre era líder o cabecilla. Preferiría irse con los
esclavos y mestizos que trabajaban en la plantación. Con ellos se bañaba en el río
y con ellos jugaba al trompo y subía a los árboles. Allí también aprendió a montar
a caballo. A los 8 años tenía ya fama de ser estupendo jinete.
Pero a pesar de estos respiraderos la infancia de Simón fue muy dolorosa. Un día,
estando en Caracas la Mamá se pone muy triste. Los niños reciben orden de no
alborotar en casa. Se entornan las ventanas. El médico de la familia va
diariamente para tratar la enfermedad del Papá. María Antonia la mayor lo
comprende antes que los otros.
Papá está muriendo - dice en voz bajita a los demás hermanos.
Toda la familia se vistió de lutos. Los numerosos amigos y parientes desfilaron
antes del féretro. Doña Concepción reunió a los cuatro hijos. Los besó en silencio
y luego con lágrimas muy limpias en los ojos les dice:
Papá ha muerto. Papá ha ido al cielo. Desde ahora yo sabré darles el cariño de su
ausencia.
Quizá el pequeño Simón no logra entender la muerte de su padre apenas tenía 3
años.
Don Feliciano Palacios, padre de Doña María de la Concepción queda como tutor
de los niños, pero murió al año siguiente. Después de la muerte del abuelo Simón
quedó bajo el cuidado de su tío Carlos Palacios, quien se hace cargo de el y sus
hermanos. El ambiente familiar termina desmoronándose con el casamiento de
sus hermanas y la salida de Juan Vicente al cargo de otro tutor.
7. Influencia de la Negra Hipólita en la infancia de Simón Bolívar
Pocos días después de nacido Simón Bolívar, se traerá desde San Mateo a una
joven esclava negra que en esos días también había sido madre. Se trata de
Hipólita, joven de unos veinte años rebosantes de buena salud, de agraciada
estampa, alta, bien formada y ágil, con opulentos seños que desde entonces y
hasta bien crecido alimentarán al niño Simón. Era de por sí una significativa
distinción para una esclava el que le correspondiera amamantar a los hijos de sus
amos. En el caso de Hipólita la situación es por demás singular porque le
corresponderá suplir las faltas del padre y de la madre.
Antes de cumplir los nueves años Simón había perdido a sus progenitores y
tendrá que conformarse con el afecto maternal y la constante magnificencia de su
esclava nodriza.
Hipólita no solamente hizo de madre alimentándolo, sino que como fiel y
abnegada servidora de la familia se encargó completamente del niño dirigiendo y
cuidando sus primeros pasos, enseñándole las primeras palabras, sustituyendo al
padre y compensando los mimos que la madre enferma no podía prodigarle.
Efectivamente, ella se consagró al pequeño
Simón exclusivamente y sobrepasa en su desempeño la responsabilidad que
como nodriza le correspondía. Comprobación de ello es el reconocimiento que le
hace Bolívar ya adulto cuando la llama madre y en carta dirigida a su hermana
María Antonia refiriéndose a Hipólita expresa: “su leche ha alimentado mi vida y no
he conocido otro padre que ella”.
Lo amaba como a un hijo propio y al mismo tiempo lo respetaba como a un amo.
La falta de los cuidados naturales que doña Concepción, la madre debilucha ya y
prematuramente agotada no podía prodigarle, fue compensada con creces por los
mimos excesivos y amorosos de la esclava. No hubo capricho ni solicitud que la
fiel y abnegada negra Hipólita no estuviera pronta a satisfacer, ni antojo al cual
escaseara la disposición de darle gusto. Esta circunstancia es por demás
importante y significativa para la formación del alma del futuro Libertador. Resulta
fácil suponer que desde entonces se creyó con derecho a mandar y a ser
obedecido.
Es muy probable que, desde aquellos momentos, entendiera la satisfacción de
todos sus deseos como un hecho normal y natural no sujeto a controversias. El
torrente impetuoso de las energías de una raza fuerte, como era característica de
la familia Bolívar, encontró en las facilidades y mimos de su infancia canales
expeditos, en los cuales sus fuerzas vitales aprendieron a vivir vertiéndose hacia
fuera, saboreando desde temprano los encantos del mundo exterior. Su
personalidad se va desarrollando robustecida por un profundo sentimiento de
optimismo, que le será decisivo en las singulares luchas de su vida excepcional.
Son muchas las crónicas y noticias que se refieren a sus años infantiles donde
abundan en anécdotas sobre los caprichos y singularidades que se observaban en
el menor de los Bolívar, en ellas se le presenta como el niño voluntarioso y difícil
de soportar, en la espera de que quienes le rodeaban estuvieran dispuestos a
someterse a sus deseos so pena de despertar las intemperancias del fuerte
carácter que todos reconocerán desde sus años juveniles hasta los postreros de
su existencia terrena.
El inmenso amor que Hipólita sentía por Simón Bolívar es correspondido
firmemente por éste. Son múltiples las muestras de ello en palabra y acción. Valga
recordar, por ejemplo, las tiernas palabras donde el Libertador menciona a “su”
madre Hipólita, precisando a su hermana María Antonia que “no he conocido otro
padre que ella”. A ese amor lo acompaña la permanente y fiel disposición de la
servidora. Ella sabía ocupar muy bien su lugar y estaba en todo tiempo y con
dedicación total a atender sus necesidades y caprichos para evitar que fuese a
crecer con resentimientos o traumas ante la falta de calor y apoyo paterno del que
carecerá desde una muy corta edad.
Se criará Simón Bolívar en un ambiente de amor, respeto y aceptación de gentes
negras y blancas, ricos y pobres, amos y esclavos. Ese ambiente y la gran
contribución de Hipólita, será también crisol donde se moldeará el espíritu, el
modo de ser y actuar del futuro paladín de la libertad del continente. Es por ese
ambiente y formación que con toda pujanza “defiende a los chiquito, a los negrito,
a los blanquito, contra el grandulón”, como escribe en un poema Andrés Eloy
Blanco
Es preciso reconocer que Hipólita no solamente hizo de madre alimentándole, sino
que se encargó completamente del niño dirigiendo sus primeros pasos,
sustituyendo al padre que faltó en 1786. Efectivamente ella se consagró al
pequeño Simón exclusivamente. No lo abandonó un momento. Vigorosa y joven,
con toda la intensa afectividad de su raza, fue bien acogida entre la numerosa
esclavitud de la familia Bolívar-Palacios para el oficio de nodriza de Simón, oficio
que ella cumplió con esa capacidad de entrega leal y rotunda de que es capaz la
raza negra. Pues en ninguna otra raza se da aquella disolución del propio yo en
aras de otro afecto, la entrega plena de una vida a otra existencia como si la
propia no tuviera un fin distinto.
8. Una nueva vida
Tras la muerte de sus padres Bolívar queda a cargo de su tío Carlos Palacios, que
por lo visto era un hombre con el que no se llevaba bien y que era tosco, de
carácter duro, mentalidad estrecha, que se ausentaba frecuentemente de Caracas
para atender sus propiedades y que por lo tanto solía dejar a su sobrino atendido
por la servidumbre y asistiendo por su cuenta a la Escuela Pública de Caracas.
Este cambio de ambiente influye sobre Simón, quien al poco tiempo huyó de la
casa del tío y pretendió vivir en la casa de su hermana Maria Antonia. Esta dio
origen a un pleito judicial entre su tutor y el matrimonio Clemente Bolívar; la pareja
alegó todas las razones que le asistían a fin de que la Real Audiencia permitiera
que el joven viniera con ellos, pero la Audiencia falló en favor del tío Carlos
Palacios, y Simón debió obedecer, no sin antes dejar en claro su opinión sobre el
hecho, la cual fue asentada en el expediente del juicio, dijo, entre otras cosas "si a
los esclavos se les permite cambiar de dueño cuando eran objeto de malos tratos,
¿Por qué no se le permite a él vivir con la gente que más le agradaba?; que el
tribunal podía disponer de sus bienes, mas no de una persona.
A raíz de este incidente, el joven Simón ha sido confiado a Simón Rodríguez quien
dirigía en esa época una escuela de primeras letras en Caracas. Pedagogo Liberal
y excéntrico, de vasto pensamiento universalista, supo sembrar en el alma de su
alumno el germen de las ideas nuevas "Usted formó mi corazón para la libertad,
para la grandeza, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que usted me
señaló; escribió Bolívar a su maestro Rodríguez muchos años más tarde. Otros de
sus profesores que el célebre Andrés Belo, conocido como el maestro de América
y el más grande humanista del continente.
A los 14 años, Simón ingresó con el rango de Cadete en el batallón de milicias de
Blancos de los Valles de Aragua, y un año más tarde era ascendido a Sub
Teniente. Su hoja de sus vicios rezaba entonces: "Valor: conocido: aplicación
sobresaliente" pero no será nunca militar de escuela. El lo será de todas y su arte
de la guerra, a pesar de todos los manuales que había leído y asimilado saldrá
más bien del fulgor de su genio de su constancia de sus cualidades de caudillo
excepcional que conducirá a la victoria a las multitudes enardecidas por su verbo,
por su patriotismo y por su amor a la libertad.
9. Formación intelectual de Simón Bolívar
La formación educativa de Bolívar fue bastante informal, considerando que no fue
un alumno regular que cursara estudios desde la educación elemental hasta
la universidad.
Al igual que otros muchos ricos y bien educados criollos, él recibió instrucción de
tutores privados en su propia casa. Solamente durante cuatro periodos en su
niñez asistió a una escuela pública y vivió en la casa de su preceptor Simón
Rodríguez, las condiciones en las que vivía con el maestro no eran las ideales,
pues tenía que compartir el espacio con 20 personas en una casa no apta para
ello, y por esto Simón escapó de allí un par de veces, en las que terminó volviendo
por orden de los tribunales.
Simón Rodríguez le inculco los principales ilustrados junto con las ideas de
democracia, liberalismo y radicalismo. Estas ideas quedaron grabadas en la mente
de Bolívar. Su manera de enseñar era diferente a la tradicional: le gustaba salir
con sus estudiantes por el campo, para estar más cerca de la naturaleza.
De este gran maestro aprendió Bolívar a amar la libertad. Así se lo expresó el
Libertador en 1824: "Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para
lo grande, para lo hermoso. Después de que ocurriera un lanzamiento en nueva
Granada Rodríguez tenia intenciones de repetirlo, pero fueron descubiertos y sus
cabecillas detenidos, algunos condenados a muerte. Simón Rodríguez logro
escapar.
Los próximos años nuestro Libertador transcurre al lado del maestro Andrés Bello
prominente Venezolano amante de la poesía, de allí que Bolívar estudie la
Literatura. Su labor de profesor se inició en Caracas. Este hombre de gran
formación humanista, fue el primer venezolano de su tiempo que podía leer a la
perfección los diarios ingleses que llegaban a Caracas.
Siendo profesor defendió la enseñanza del latín y publicó su "Gramática Latina".
Fue ferviente partidario de la enseñanza primaria. En una oportunidad dijo: "Creo
urgente el fomento de la enseñanza literaria y científica. La instrucción primaria no
se defiende sino donde han florecido de antemano las ciencias y las letras".
Cuestión que transmitió a Bolívar, quien en los años posteriores fue divulgando la
importancia de la educación para los pueblos
Andrés Bello, apenas dos años mayor que el Libertador, le enseñó primeras letras,
aunque no logró adelantos en ortografía. Bolívar escribiría más tarde: "Yo conozco
la superioridad de ese caraqueño, contemporáneo mío; fue mi maestro, cuando
teníamos la misma edad, y yo le amaba con respeto". Con el capuchino Francisco
de Andújar cursó matemáticas, física y topografía. Guillermo Pelgrón, docente
destacado de la Escuela Pública de Caracas, le enseñó latimidad. Pero Simón
Rodríguez, el revolucionario preceptor que practicaba apasionadamente las ideas
pedagógicas del Emilio de Rousseau, sería a la postre el profesor que marcó la
mayor influencia en el pequeño Simón, influencia que sería decisiva durante el
segundo viaje de Bolívar a Europa en 1804, y fue él ante quien pronunció su
juramento de libertad en el Monte Sacro de Roma, el 15 de agosto del año
siguiente. "Yo he seguido el sendero que usted me señaló --le escribiría en 1824--.
Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo
hermoso".
Las enseñanzas de Rodríguez se dirigían más a la formación del carácter y a la
fortaleza del cuerpo en medio de la naturaleza, que a acumular conocimientos en
el aula de clase. Pero es seguro que a través de su maestro favorito Bolívar se
impregnó de ideas revolucionarias y reformadoras. También encontró en él a un
amigo a quien confiarle su soledad y las dificultades de su vida familiar.
En uno de sus discursos Bolívar dice: “Moral y Luces son los polos de una
Republica”;”Moral y Luces son nuestras primeras necesidades”. En general se
puede decir que Bolívar era un entusiasta defensor de la educación para todos los
ciudadanos.
En 1799 Bolívar se une al ejercito, abandonando su niñez para partir
posteriormente a Europa con el cargo de Subteniente recién obtenido, en su
primer viaje a Europa Bolívar escribe una conocida carta al General Santander
donde afirma que su educación no fue descuidada ya que su madre y toda su
familia hicieron lo posible para darle la mejor educación.
En la formación intelectual del Libertador, vale recordar que la educación que se
impartía en la época de la colonia tuvo un carácter oscurita y conservador
destinado a fortalecer la monarquía absoluta y afincar los lazos de independencia
de las colonias con la metrópolis. En las escuelas, seminarios y universidades, el
pensum de estudio se reducía a materias religiosas, y solo podían inscribirse en
los colegios los hijos de familias blancas, descendientes de conquistadores y
primeros pobladores de la ciudad.
Cuando Bolívar, fue enviado a Europa a estudiar idiomas extranjeros y a asistir a
la Academia de San Fernando, en Madrid, para mejorar su aprendizaje de
matemática. Allí en Madrid también tomo lecciones de esgrima, danza y
equitación. Finalmente en un significativo paisaje, el reconoció su deuda
intelectual con la ilustración Francesai “Es verdad que yo no he aprendido la
filosofía de Aristóteles, ni los códigos del crimen del error, pero el señor Molliens
no ha ido tan profundo como yo en el estudio de Locker, Codillar, Buifon,
Helventius, Montesquieu, Mably y los clásicos de la antigüedad, sean los filósofos,
historiadores, oradores o los poetas; así como los clásicos modernos de España,
Francia, Italia y algunos de Inglaterra”
ANEXOS
Juan Vicente Bolívar y Ponte, padre del Libertador
María de la Concepción Palacios y Blanco, madre del
Libertador
Simón Bolívar, niño
Casa natal del Libertador,
Caracas.
La confirmación de Bolívar Esteban Palacios y Blanco, tío
del Libertador
.
Andrés BelloSimón Rodríguez
Francisco de Andújar
Negra Hipólita
República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación
Escuela Básica Nacional “Ciudad Ojeda”
Cátedra Bolivariana
Integrantes:
Javier González C.I:26.653.939Marifel Rivero C.I:26.827.976
Rosangela Díaz C.I: 26.827.993Robert Ohep C.I:26.827.992
Profesor: Edgardo Marcano
Ciudad Ojeda, Mayo del 2014
BIBLIOGRAFÍA
http://www.carmelopaiva.com/Negra%20Hipolita.pdf
http://maestrosdebolivar.galeon.com/Abello.html
http://www.monografias.com/trabajos5/simon/
simon.shtml#bauti#ixzz30tHySryp
http://lasestrellas9f.blogspot.com/2008/02/el-30-de-julio-de-1.html
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/
diciembre2001/unnino.htm
http://www.biografiasyvidas.com/monografia/bolivar/
http://es.wikipedia.org/wiki/Sim%C3%B3n_Bol%C3%ADvar
INTRODUCCIÓN
Cuando la Independencia de América comenzaba a pensarse con otros nombres y
a iniciar su recorrido autónomo, nació en Caracas, el 24 de julio de 1783, Simón
José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios. Venezuela era entonces
una Capitanía General del Reino de España, en cuya población se respiraban
resquemores por las diferencias de derechos existentes entre la oligarquía
española dueña del poder, la clase mantuana o criolla, terratenientes en su
mayoría, y los estratos bajos de pardos y esclavos.
Las referencias que dejó Bolívar en su correspondencia hacen suponer que su
infancia fue dichosa, feliz, segura, rodeada de sólidos afectos y gratos recuerdos
con parientes destacados e influyentes dentro de un ambiente aristocrático y en
general, dentro de un ambiente que le brindó equilibrio emocional, cariño y afecto.
Bolívar quedó huérfano, definitivamente, a los nueve años de edad, pasando al
cuidado de su abuelo materno y posteriormente de su tío Carlos Palacios; ellos
velarían por la educación del muchacho, mientras la negra Hipólita, su esclava y
nodriza, continuaría ejerciendo sus funciones de cuidado.
Su educación se vio marcada por grandes maestros que fundamentaron ese
carácter de líder, entre ellos se encuentra Simón Rodríguez con una manera muy
particular de pensar convirtiéndose en uno de los confidentes del Libertador
mientras estuvo en su casa.
CONCLUSIÓN
Simón Bolívar la figura del principal catalizador de la emancipación de los pueblos
sudamericanos respecto del poder colonial español, el caraqueño Simón Bolívar,
se engrandece a medida que se profundiza en la colosal empresa llevada a cabo
con la ayuda de su empeño, la cual le llevó a recibir el sobrenombre del
Libertador.
Simón Bolívar, nació en la ciudad de Caracas, el 24 de julio de 1783; sus padres
fueron Don Juan Vicente Bolívar y Ponte y Doña María de la Concepción Palacios
y Blanco, tuvo tres hermanos mayores que el: María Antonia, Juana y Juan
Vicente y otra hermana Llamada María Del Carmen quien falleció al nacer.
Doña María de la Concepción no pudo alimentar a su pequeño ya que se
encontraba con problemas de salud; por lo que Simón fue amamantado por Doña
Inés Mancebo De Miyres y luego por la negra Hipólita; antes de cumplir tres años
de edad, Simón pierde a su padre, quien murió en enero de 1786, la educción de
los cuatro niños estuvo a cargo de su madre, la que, además de darles cariño y
amor, cuido de las riquezas de las familia.
Vivió sus primeros años en caracas, la madre llevaba de paseo a Simón y a sus
hermanos por los alrededores de la ciudad y en algunas ocasiones, viajaban a la
hacienda San Mateo, situada en los Valles de Aragua, que al igual que otras
haciendas era propiedad de la familia; bajo el cuidado de su madre y de las negras
Hipólita y Matea, Simón jugaba con sus hermanos en la casa grande de la familia,
ubicada en el centro de Caracas frente a la plazuela de San Jacinto, hoy llamada
Plaza del Venezolano.
A los nueve años de edad, tuvo la desgracia de perder a su madre; al poco tiempo
sus hermanas María Antonia y Juana se casaron cuando aun eran muy jóvenes,
Juan Vicente y Simón quedaron a cargo del abuelo materno , Don Feliciano
Palacios y Sojo; al morir su abuelo queda bajo el cuidado de su tío y protector
Carlos Palacios, quien era poco cariñoso y muy regañón; en julio de 1795, cuando
cumplió 12 años de edad, se fugo del lado de su tío y se fue a vivir a la casa de su
hermana María Antonia y del esposo de esta, por quienes sentía gran afecto; al
enterarse del paradero de Simón el tío Carlos reclama antes los tribunales sus
derechos como protector: por lo que Simón paso algunos meses internado en la
casa de Don Simón Rodríguez, maestro de la escuela publica de primeras letras.
Allí el niño se siente incomodo y se fuga de nuevo; otra vez, ante los tribunales
Simón da su primer paso hacia el amor a la libertad, y le dijo a los jueces: "ustedes
pueden hacer con mis bienes lo que quieran, pero con mi persona no; así como
los esclavos tienen derecho a elegir a sus amos, yo también puedo elegir para
vivir la casa que me agrade". Después de esto, Simón vivió en la casa de sus
padres con el tío Carlos y recibió clases del maestro Don Simón Rodríguez, quien
supo comprenderlo y ser un gran amigo durante toda su vida.
A partir de los catorce años de edad, simón estudio mucho: matemáticas con el
Padre Andújar, Bellas Letras y Geografía con Andrés Bello; Simón no solo
aprendió de sus maestros, sino también de los libros de la biblioteca que
perteneció a su padre, la lectura le gusto durante toda su vida.
Todo lo que hemos investigado sobre el Libertador Simón Bolívar nos sirve para
aprender que todo debemos luchar por lo que queremos. Todos los venezolanos
esencialmente los gobernantes que llegan a tomar el país deberían tomar como
ejemplo a Bolívar para luchar por la democracia y un gobierno digno de un ser
humano
ESQUEMA
Introducción
Desarrollo
1. Simón Bolívar
2. Sus padre
3. El Bautizo
4. Primeros años de vida
5. Juegos
6. La tragedia azota a la familia Bolívar
7. Influencia de la Negra Hipólita en la infancia de Simón Bolívar
8. Una nueva vida
9. Formación intelectual de Simón Bolívar
Anexos
Bibliografía
Conclusión