silva fernando 16

Upload: sergioalejandrorojasdiaz

Post on 07-Jan-2016

224 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

tyr

TRANSCRIPT

  • Esta gua es, como las dos anteriores, una ti1 fuente de consulta bi-bliogrfica, a la vez de testimoniar la calidad acadmica de la lJispanic Ame_ ricarl Historicol Relliew.

    JUA.,( RICARDO CotTYOUJ,tDllAN

    Barbicr, Jucqucs A., REFORU ANO POLIncs I!'> BoURBO!'> Cnn.E, 1755-1796. University of OUawa Press, Qth.wa (Canad) 1980. XV (1) 218.

    En 1971, D.A. Brawng, en \/incrs ond Merc1umt in Bourbcn Mrica, 1763-1810, Cambridge, 1971 (la edicin espaola es de 1975), plante la hiptesis de que Jos Barbones, a travs de la amplia poltica de refonnas aplicada cn Amrica, lograron la "reconquista" de ella. Esta reconquista ha bria sido indispensable ante el debilitamiento cada vez mayor de las vincu-laciones entre la metrpoli y las Indias durante el gobierno de los ltimos Austrias. En la misma hiptesis insisti John Lynch en The SH1l1isll Ameri-can Reoolulions, 1808-1826 (Nueva York, 1973), bien conocido y muy utilizado en nuestro medio. "Despus de UD siglo de inercia -escribe el profesor Lynch-, Espaa volvi a tomar a Amrica en sus manos. Creron-Sl' nuevos virreinatos y otras unidades administrativas. Nombrndose nuevos funcionarios, los intendentes. Se instituyeron nuevos mtodos de gobierno. No S6 trataba de simples artiHcios administrativos y fi5cales: suponbn tam-bin una supervisin ms estrecha de la poblacin americana (Las rcualu-cionCJ htsparlOOmericonos, Barcelona, 1976, pg. 15). Se trat, pucs, en pai3bras de Lynch, de una conquista "'burocrtica" del Xuevo Mundo, paso indispensable para un ms estrecho control econ6mico encaminado a des-truir la autosuficiencia lograda por los americanos a consecuencia del debi-litamiento de la administracin habsburguesa.

    Los planteamientos anteriores no son un simple ejercicio acadmico sino que constituyen la base sobre la cllal el profesor Lynch trata de explicar los movimientos de emancipacin en Amrica. De aqu que deben merece!' una atenta consideraci6n. Barbier, en su obra, los recoge y trata de ver si tienen validez para Chile en un periodo muy preciso: el que corre entre la llegada al trono de Carlos III (1759) Y la partida del gobernador Ambrosio Q'Higgins (1796).

    En lneas generales, los resultados de la /westigacin de Barbier no coinciden con la hiptesis de Brading y Lynch sino, ms bien, oon la propues ta hace 20 aos por Jolm Phelan y precisada por ste en un caso especifico poco tiempo despus. En efecto, en su obra Thc Kingdom of Quito in ",c S~vcrllcclltI, Ccntury (Madison 1967), Phelan estudia la organizacin yel fun-cionamiento de la burocracia de Quito y, en particular, la visita practicada a la Audiencia por el licenciado Juan de M aiozcn y Zamora a partir oe diciem-

    444

  • bre de 1624. Entre las conclusiones a que llega dieho autor hay una de particular inters: la burocracia habra desempeado un papel mediador enrre los objetivos del monarca de aplicar en forma ms generalizada su poder y el deseo de los grupos tradicionales de mantener el "stll.tu qua". En un primer paso, la burocracia tendera a asegurar sus emolumentos. Luego, tras haber alcanzado cierto grado de autonoma y adquirido ciertas tradiciones, habran comenzado a surgir numerosos y cada vez ms profundos conflictos con la Corona. ''La ms aguda fuente de tensin -expresa Phelnn-est ceno trada alrededor del deseo de las burocracias de preservar y aun expandir su autonoma en reas de tomas de decisiones polticas y en ciertos delicados problemas de poltica econmica" (pg. 332).

    Con estos puntos de referencia, Barhier estudia, en sucesivos captulos, y siempre apoyado en abundante documentacin tanto de nuestros reposito-rios como del Archivo General de Indias de Sevilla, el proceso administrativo, econ6mico y poltico chileno de la segunda mitad del siglo XVII L El anlisis busca demostrar que la burocracia sirvi tambin en Chile de intermediario entre la Corona y sus sbditos, lo que equivale a poner en descubierto la

    exi~tencia de vnculos -y la fuel7.a de ellos- entre la ~lite local y los cuadros administrativos. El autor estudia, pues, la lite y el "establish-ment"; las relaciones entre el cabildo, el corregidor y la Audiencia entre 1757 1775; la Contadura Mayor y el "c~tablishment~; el motn de las alcabalas de 1776; la Visita General y, con detencin, la clientela que cre a su alrede-dor el visitador Toms Alvarez de Acevedo; la situacin econmica y finan-ciera de Chile a la muerte, ell 1787, de Jos de Calvez, el gran impulsor de las reformas administrativas del siglo XVIII, lo que coincidi con la muerte de Carlos 111 al ao siguiente y la promocin de O'lIiggins al gobierno de Chile; el resultado de la gestin de ste en los mencionados campos econmi-l"O y financiero: finalmente, los aspectos polticos y sociales del perodo de O'Higgins: sus relaciones con la lite, con el Cabildo -el autor habla de una "alianza" entre este cuerpo)' el Cobernador- y sus problemas con lo. Audien cia.

    Oc su an1isi.~ Barbicr extrae varias conclusiones. En primer lugar, estima que las reformas borbnicas tuvieron en nuestro pas un xito muy moderado. Ellas, en todo caso, produjeron un limitado incremento de los ingresos chilenos, Jo que hizo posible la separacin administrativa dcl Per.

    Sostiene el autor que, a pesar de las polticas centralizadoras de los Barbones, el real poder coercitivo de la metrpoli sobre la ute chilena nunca fue opresor. Observa a este respecto que las tropas estacionadas en el pas estaban destinadas a la defensa contra una agresin externa y contra los araucanos y que, en caso de una conmocin interna, no habran sido capaces de mantener el orden. Por otra parte, las milicias, formadas en su oficialidad y en su tropa mayoritariamente por criollos, haban aumentado en nmero y eficacia. En arras palabras, la Corona, segn Barbier, estaba en Chile en una situacin de debilidad rdativa. Subraya el autor, con cierta sorpresa, lo que a su juicio no ha recibido la necesaria atencin: la escasa envergadura

    445

  • de las dem:mdas planteadas por la lite elonial. El nhsis puesto por el autor en este punto tal vez provenga de una insuficiente apreciaci6n de la realidad institucional de las Indias, dotada dc peculiaridades muy propias, que no son fciles de encontrar cn otras modalidades de expansin colonial. No puede extraar, entonces, que el impulso reformista haya sido marcada. mente uproinstihlcional", como lo advierte el autor, y que la aplicacin de innovaciones -en un proceso largo y lleno de t1ntos, a\'alwes )' retrocesos. debemos agregar- corri pareja con la revitalizacin de antiguos cuerpos, como ocurri con los cabildos. Como resultado de lo anterior, Barbier advier-te que la lite "logr mucnos nuevos mtodos para influir sobre b Corona".

    Si, como 10 propone el autor, existe un estrecho nexo entre elite y ('1.1

  • una reltcencia a generalizaciones de esta ndole obligue (1 subrayar que, den-rro de la concepcin institucional de la monarqua americana era imposible, no obstante las disposiciones en contrario, la tajante separacin entre admi-nistradores y administrados y que, en consecuencia, el papel de mediadores entre la Corona y stos surga de manera natural al haber intereses comunes entre unos y otros.

    FERNANDO SILVA

    Sncl,e:. W. 'J Guerrero Y., Cristin (eds). LA Rl;YOLUC1S ~on1T ... \ferucA-~A, AUCE y PElISJ'l:cnVA$. Instituto de Estudios Internacionales de b Universidad de Chile. Editorial Universitaria. Santiago, 1979, 219 (5) pginas.

    Bnjo este ttulo se agrupa una serie de ensayos interpretativos sobre el proceso de la Independencia de los Estados Unidos de Amrica, producto de un Seminario que se celebr sobre el lema en 1976, con ocasin de la conmemoracin de los 200 aos de dicha Independencia.

    Dada la variedad de los temas tratados, slo analizart aquel!os que me son ms conocidos o que me resultan ms atrayentes.

    En un lcido examen del Mundo Occidental en el siglo XVII, Ricardo Kreb~ muestra cmo en este pedodo cambiaron las reglas del juego de una sociedad muy antigua, casi sin que nadie se diese cuenta. Por un lado la explosin demogrfica de fines del siglo y, por otro, la revolucin industrial (!ue afect las fonnas de produccin e;:on6mica, resultaron factores de cam bio, aumentados por los inventos cientficos y tecnolgicos. El cambio social que esto acarre es analizado brevemente por el autor a travs de los ejem-plos de Francia, Inglaterra y Prusia. Luego son presentadas, sumariamente, las tendencias racionalistas, enciclopedistas y polticas, para mostmr cmo todo se combin para moldear la sociedad igualitarista y liberal (]ue habia de nacer en los Estados Unidos para extenderse luego a todo Occidente. Tal vez, lo nico que falt en esta cuidada sntesis fue el innuo de las so-ciedades secretas o semisecretas, como la masonera, en el proceso de cambios.

    El trabaio de Joaqun Barcel sobre el Pensamiento Ilustrado en Nor teamrica muestra cmo la gran creatividad del siglo XVII europeo va lIe vando a la sociedad occidental a poner el nfasis en la idea de Libertad. Ante todo, se trata de una libertad intelectual, manifestada en 105 planos religioso, filosfico y cientfico, para pasar all, como consecuencia natural, a los planos de la vida tica y la vida poltica. El autor enfatiza la transfor milcin norteamericana de la vieja teologia calvinista de la predestinacin en una teologia de carcter contractual, en la que el hombre tiene dere

    447

    MC0063678_0002MC0063678_0003MC0063678_0068MC0063678_0152MC0063678_0226MC0063678_0250MC0063678_0336MC0063678_0344MC0063678_0384MC0063678_0446MC0063678_0447MC0063678_0448MC0063678_0449MC0063678_0452MC0063678_0455MC0063678_0456