seminario manejo agronómico industrial olivicola

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SEMINARIO MANEJO AGRONÓMICO INDUSTRIAL OLIVICOLA Francisco Tapia Contreras Antonio Ibacache González Carlos Sierra Bernal Patricia Larraín Sanhueza Fernando Riveros Barra Leoncio Martinez Barrera ISSN 0717-4829 INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS

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SEMINARIO MANEJO AGRONÓMICO INDUSTRIAL

OLIVICOLA

ISS

N 0

717-

4829

Francisco Tapia Contreras Antonio Ibacache González Carlos Sierra Bernal Patricia Larraín Sanhueza Fernando Riveros Barra Leoncio Martinez Barrera

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS

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SEMINARIO MANEJO AGRONÓMICO INDUSTRIAL

OLIVICOLA

ISS

N 0

717-

4829

Francisco Tapia Contreras Antonio Ibacache González Carlos Sierra Bernal Patricia Larraín Sanhueza Fernando Riveros Barra

Leoncio Martinez Barrera

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS

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Instituto de Investigaciones Agropecuarias Centro Regional de Investigaciones Intihuasi Representante legal

Carlos Quiroz Escobar Ingeniero Agrónomo, M.Sc., Ph.D Director Regional

Autores Francisco Tapia Contreras Ingeniero, Agrónomo, M. Sc., Olivicultura y Elaiotecnia Antonio Ibacache González Ingeniero, Agrónomo, M. Sc., Fisiología Carlos Sierra Bernal, Ingeniero Agrónomo, M. Sc., Fertilidad y Suelos Patricia Larraín Sanhueza, Ingeniero Agrónoma, M. Sc., Entomología Fernando Riveros Barra, Ingeniero Agrónomo M. Sc.,Fitopatología Leoncio Martinez Barrera, Ingeniero Agrónomo M. Sc., Ph. D. Riego y Drenaje

Editores Raúl Meneses Rojas, Ingeniero Agrónomo M. Sc., Ph. D. Pablo Portilla, Periodista Francisco Tapia Contreras, Ingeniero Agrónomo, M. Sc Secretaria: Patricia Contreras Alvear Vallenar 2009

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INDICE

PAG.

Prólogo ................................................................................................................ 1 Presentaciones ..................................................................................................... 2 Fisiología del olivo y su relación con el medio ................................................... 3 Producción Moderna: Plantación, recolección y características nutraceuticas de los aceites ....................................................... 8 Manejo del Suelo y Fertilización del Olivo......................................................... 23 Riego del olivo .................................................................................................... 50 Principales plagas del olivo en las Regiones de Atacama y Coquimbo .............. 66 Enfermedades del olivo ....................................................................................... 78

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PROLOGO ¿Puede una industria que el año 2007 produjo exportaciones por US$ 3 millones y que en 2008 tuvo ingresos por US$ 7 millones, alcanzar en 10 años los US$ 400 millones? Así lo creen muchos de quienes hoy protagonizan uno de los florecimientos productivos más notables de los últimos años en Chile: la elaboración de aceite de oliva. Considerado como uno de los productos emergentes de nuestro país, y con ambiciones de llegar a un sitial similar al que hoy ocupan el vino y los salmones chilenos, el aceite de oliva se ve favorecido por circunstancias que alientan las grandes expectativas que sobre él se tienen: en primer término, el alza sostenida en el consumo mundial, empujado por la demanda de Estados Unidos y países del Lejano Oriente, los cuales han descubierto sus bondades – tales como la ausencia de los dañinos ácidos grasos trans– , en una época en que se valoriza crecientemente a los alimentos naturales y con propiedades nutraceuticas. En segundo lugar, las inmejorables condiciones ambientales para el cultivo del olivo en Chile, cuya zona centro-norte es considerada como una de las cinco áreas del mundo con clima mediterráneo, el ideal para esta especie frutal. Un tercer factor es el reciente ingreso al Congreso de la ley de protección olivícola, que evitará fraudes, triangulaciones, reglamentará mezclas con otras especies y categorizará la calidad. No es de extrañar, entonces, que de 3 mil ha plantadas con olivo en 1996 se ha crecido a 16 mil en la actualidad, y se pretenda llegar a más de 50 mil en los próximos 10 años. Este claro espacio de oportunidad está siendo aprovechado por activos empresarios nacionales, apoyados por instituciones estatales de fomento, como la CORFO, y entidades de investigación y desarrollo, como el INIA, cuyo Centro Regional de Investigación Intihuasi posee en la olivicultura uno de sus ámbitos de trabajo más importantes. En efecto, el Centro Experimental Huasco tiene más de 15 años de experiencia en investigación y transferencia tecnológica del olivo, y posee el banco genético más importante del país en esta especie. Como un tributo al auge de la olivicultura, y en el marco de la celebración del 18° aniversario de INIA Intihuasi, es que los investigadores del Centro especialistas en el rubro ofrecen este Seminario de “Manejo Agronómico e Industrial de la Producción Olivícola” Chile sólo puede ser competitivo en este rubro desarrollando aceites de alta calidad, por cuanto su limitada disponibilidad de tierras agrícolas le impide competir por cantidad con otros países productores. De ahí que la adecuada rotulación de su calidad, el reconocimiento de zonas de origen, la producción bajo esquemas certificados, el desarrollo de paquetes tecnológicos bajo protocolos de resguardo ambiental y seguridad alimentaria, y la optimización en el uso de las condiciones ambientales que ofrece el país – en especial los valles del Norte Chico– , serán los factores que, en el mediano plazo, llevarán a la industria del aceite de oliva al sitial de reconocimiento que le corresponde en el concierto mundial. Este Seminario, basado en el trabajo de los investigadores de Intihuasi, pretende ser un aporte al mejoramiento de esa competitividad.

Carlos Quiroz Escobar

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Presentaciones

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Fisiología del olivo y su relación con el medio

Antonio Ibacache González Antecedentes generales El cultivo del olivo se inició en la cuenca del mediterráneo, adaptándose bien al verano largo y seco del clima subtropical de la región. La rusticidad del olivo, que le permite vivir y aún producir en suelos marginales y climas secos, puede ser una causa del retraso del conocimiento científico sobre el mismo, sobre todo si se tiene en cuenta que los países tradicionalmente olivareros no han dedicado grandes recursos al estudio del olivo. No obstante, la olivicultura ha avanzado mucho en los últimos años merced a la investigación realizada por los principales países productores (España, Italia). Hasta mediados de los años 90 la superficie olivícola del país alcanzaba a alrededor de 3.000 ha, siendo el objetivo principal de la producción la oliva para elaboración de aceitunas. Con el incremento de la demanda mundial por aceite de oliva, y considerando las excelentes condiciones climáticas que presenta Chile para el desarrollo del olivo, se produjo un incremento significativo de la superficie plantada, alcanzando en la actualidad a aproximadamente 20.000 ha. La nueva superficie corresponde casi totalmente a variedades para la producción de aceite. La demanda por aceite de oliva se basa en su positivo efecto sobre la salud humana, específicamente su acción en la reducción de los lípidos de alta densidad (HDL) en la sangre. Esta acción es posible gracias a la presencia en el aceite de un ácido graso insaturado denominado ácido oleico. Requerimientos ecológicos El cultivo del olivo está asociado al clima mediterráneo, caracterizado por inviernos suaves y veranos calurosos y secos. Desde el punto de vista climático las limitaciones territoriales están determinadas por las fuertes heladas, la sequedad del ambiente y la ausencia de lluvias. Suelo Los suelos óptimos para los olivos son los adecuados para los demás frutales: profundos (de al menos 80 cm), de textura media a suelta, de buena estructura y pH neutro o algo alcalino. Los árboles son muy sensibles al encharcamiento, por lo que prefieren suelos que faciliten el drenaje y que no tengan capas freáticas altas.

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Temperatura El olivo puede resistir temperaturas de -5°C a -7°C en reposo vegetativo profundo y sufre daños graves, según la variedad, a -10°C; todo ello dependiendo de la duración de la helada. Además, temperaturas cercanas a 0°C pueden dañar los frutos. Esta situación se observó con las severas heladas ocurridas durante el invierno del año 2007. El umbral de temperatura para el olivo se ha establecido en 12,5. A temperaturas inferiores las yemas de flor acumularían frío para salir del reposo y a temperaturas superiores acumularían calor para florecer. Las yemas vegetativas no parecen tener necesidades de frío para iniciar su actividad. El olivo es capaz de soportar altas temperaturas veraniegas, del orden de 40°C a 50°C. Sin embargo, para mantener una actividad fotosintética normal las temperaturas no debieran sobrepasar los 30°C.

Foto 1. Olivos afectados por heladas Biología floral Se ha observado, empírica y experimentalmente, una influencia negativa de la fructificación del olivo sobre el crecimiento de los brotes, pero también sobre la inducción floral, primer registro de la floración del año siguiente. Este mecanismo de competencia es el fundamento de la producción alternada o añerismo. Inducción floral

La floración del olivo se produce casi exclusivamente en brotes que se desarrollan vegetativamente en la temporada anterior.

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Foto 2. Floración de olivos.

La “inducción” es el primer paso en el desarrollo de las yemas florales y es sólo visible bajo microscopio. La “diferenciación” (formación de los órganos florales) es perceptible a simple vista a inicios de primavera. Diversos estudios concluyen que, como en otros árboles frutales, el período de inducción floral en olivo tiene lugar también el año anterior, poco antes del endurecimiento del endocarpio (cuesco). Es decir, el crecimiento de los frutos y brotes ocurre simultáneamente con el proceso de inducción. También se sabe que las semillas de los frutos en desarrollo, como productores de ácido giberélico (GA3), controlan el proceso de inducción floral. Influencia de la temperatura sobre la floración Las necesidades de frío del olivo para florecer no se miden por el número de horas de temperatura inferior a 7°C, sino por la presencia de temperaturas tanto frías como moderadas inferiores a 12,5°C. Estudios realizados en España indican que variedades como Manzanilla de Sevilla y Hojiblanca tienen escasas exigencias de frío (1.367 horas), mientras que Picual y Gordal Sevillana las tienen altas (1.894 horas). Necesidad de calor Existe una relación entre la temperatura y la fecha de ocurrencia de los distintos estados fenológicos (floración, cuaja, maduración de los frutos). Esta relación se determina como las unidades de calor necesarias para que se inicien los estados fenológicos, expresados como número de días-grado en base a una temperatura de 12,5°C. En un estudio realizado con las variedades presentes en el Banco de Germoplasma del Campo Experimental Huasco del INIA, se determinó la necesidad de calor de cada una de ellas. Los resultados se indican en los Cuadros 1 y 2.

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Cuadro 1. Unidades de calor (días-grado base 12,5°C) requeridos en el ciclo anual de crecimiento de variedades de olivo.

Requerimiento unidades de calor Variedad

Brotación-floración

Floración-cuaja Cuaja-madurez

Arbequina Coratina Biancolilla Empeltre Frantoio Koroneiki Liguria Barnea Leccino Kalamata Sevillano Ascolana Tenera

160,0 168,5 158,6 161,8 160,1 141,0 191,7 210,6 175,0 179,2 196,5 179,2

69,4 76,5 83,4 80,2 84,9 66,5 79,5 54,0 85,2 76,5 89,1 107,8

996,5 973,3

1.027,6 970,9 976,3

1.024,5 947,1

1.048,5 950,4 962,0 991,1 966,0

Cuadro 2. Unidades de calor (días-grado base 12,5°C) requeridos en el período floración-madurez en variedades de olivo.

Variedad Requerimiento unidades de calor Floración-madurez Arbequina Coratina Biancolilla Empeltre Frantoio koroneiki Liguria Barnea Leccino Kalamata Sevillano Ascolana Tenera

1.065,9 1.049,8 1.111,0 1.051,1 1.061,2 1.091,0 1.026,6 1.102,5 1.035,6 1.038,5 1.080,2 1.073,8

Calidad de la floración Se pueden ver dos tipos de flores en la mayoría de las variedades: flores perfectas y flores masculinas (imperfectas). El porcentaje de flores perfectas determina el nivel de auto fertilidad de la variedad y varía ampliamente con el año en función de diversos factores externos. El polen de las flores masculinas es tan viable como el desarrollado en las anteras de las flores perfectas.

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En años con buena floración, el cuajado de un 1-2% de las flores es suficiente para obtener una buena cosecha. Una flor perfecta por inflorescencia es suficiente para conseguir una cosecha alta. Polinización y cuajado de frutos La polinización es anemófila (por viento), por lo que las condiciones climáticas durante la floración son críticas para un buen cuajado de frutos. La lluvia o las altas temperaturas, sobre todo si son acompañadas por fuertes vientos, son negativas para este proceso. El crecimiento del tubo polínico en el ovario se inhibe cuando la temperatura durante la floración supera los 30°C. En estas condiciones se dará un cuajado escaso o se desarrollará un número considerable de frutos pequeños partenocápicos. Bajo condiciones de altas temperaturas, la polinización cruzada es importante para asegurar un rendimiento comercial, ya que el polen ajeno tiene la capacidad de desarrollar normalmente el tubo polínico a temperaturas altas. La capacidad de las variedades para cuajar en condiciones de autopolinización está determinada genéticamente, pero la expresión genética depende mucho de las condiciones climáticas y de crecimiento. Variedades consideradas auto estériles en un país o región se ha comprobado que son fértiles en otros y viceversa. Algunos investigadores han demostrado que la polinización cruzada aumenta la cuaja de la mayoría de las variedades. En Israel, Koroneiki es la única variedad que cuaja tanto por auto polinización como polinización cruzada. Literatura citada. Barranco, D., R. Fernández-Escobar y L. Rallo. 1998. El cultivo del olivo. Ediciones.

651p. Mundi-Prensa, Madrid, España. Guerrero, A. 1991. Nueva olivicultura. 271p. Ediciones Mundi-Prensa, Madrid,

España. Ferguson, L., G. Sibbett and G. Martin. 1994. Olive production manual. 156p.

University of California, Publication 3353, San Francisco, EUA.

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Producción Moderna: Plantación, recolección y características nutraceuticas de los aceites

Francisco Tapia Contreras Situación actual del rubro La olivicultura se ha originado desde hace unos 6.000 años, partiendo desde la simple recolección de frutos de acebuches (especie originaria de Olea europaea) en Oriente Medio, destinando su producción principalmente a la extracción de aceite y posteriormente a la elaboración de aceitunas. El interés de su cultivo se expandió principalmente por la cuenca del mediterráneo, donde las primeras variedades cultivadas se cruzaron con especies nativas generando nuevas variedades, las cuales poseían características particulares, las que fueron rescatadas por los lugareños, los que luego realizaron multiplicación clonal de aquellas que satisfacían sus requerimientos para aceite y otras para mesa, resultando las variedades que dominaron la principal área de cultivo del mediterráneo (Italia, España, Grecia, Portugal, Marruecos, Túnez). A partir de la década del 70 del pasado siglo, se produce un renacimiento por el cultivo del olivo, donde los principales centros de cultivo del mundo desarrollaron programas de investigación exclusivas del olivo, destacando España e Italia, junto con definir modernas técnicas de manejo del cultivo, han realizado selecciones varietales y mas recientemente generado nuevas variedades mediante cruzamiento dirigido, siendo la variedad ‘Chiquita’, la primera de su tipo que sale al mercado, la que reúne las mejores características agronómicas e industriales de las principales variedades cultivadas características. A Chile, el cultivo llegó por allá por el 1540, estableciéndose inicialmente en el valle de Azapa, difundiéndose luego hacia Huasco y en la década del 50 del siglo XX, se produce el primer impulso gubernamental, introduciéndose nuevas variedades al país, provenientes principalmente de España e Italia, donde se potenció a las zonas de Limarí, Huasco y Azapa como centros productores de olivo del país. Luego, a mediados de la década del 90 del mismo siglo, junto con el resurgimiento del cultivo a nivel mundial, fomentado por el desarrollo de una alimentación libre en grasas saturadas, se da un nuevo impulso gubernamental al cultivo en nuestro país, donde el área de cultivo se extendió hasta la Región del Bío-Bío, aumentando considerablemente la superficie destinada principalmente a la producción de aceite. En el Cuadro 3, se presenta la evolución de la superficie de cultivo ocurrida en los últimos dos decenios. Junto con el incremento de la superficie cultivada, se ha abierto las exportaciones de este producto no tradicional, tanto en cantidad como numero de países de destino. En la Figura 1, se presenta la evolución de los volúmenes exportados valor FOB de aceite de oliva virgen, realizado durante el último decenio.

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Cuadro 3. Evolución de la superficie (ha) por regiones del país entre 1991 y 2009.

Regiones 1991 1997 2001 2004 2005 2006 2009 Incremento (1991-2009),

% Arica-Parinacota 937 1.229 1.224 1.224 1.224 1.224 1.260 34,5

Antofagasta 1 1 1 1 1 2 2 100,0

Atacama 1.120 1.779 1.780 2.292 2.292 2.400 3.100 176,8

Coquimbo 384 271 720 975 1200 1500 2.800 629,2

Valparaíso 259 388 395 455 600 600 2.100 710,8

RM 206 357 620 620 450 750 2.400 1065,0

O’Higgins 106 258 320 320 800 1400 3.000 2730,2

Maule 35 129 160 500 900 1200 4.200 11900,0

Bío-Bío 23 70 70 70 20 100 150 552,2

IX 1 16 16 16 1 1 1 0,0

TOTAL 3.072 4.498 5.306 6.473 7.488 9.177 19.013 518,9

-

100.000

200.000

300.000

400.000

500.000

600.000

700.000

800.000

900.000

1995

1997

1999

2001

2003

2005

2007

Años

Volu

men

(kg)

-

2,0

4,0

6,0

8,0

10,0

12,0

14,0

16,0

18,0

Valo

r FO

B (U

S$)

Volumen

Valor Unitario

Figura 1. Evolución de las exportaciones y del valor FOB de aceite de oliva chileno

en el período 1997-2008. España es el principal destino de las exportaciones de aceite de oliva, seguido por EUA, Cuadro 4. Es importante señalar, que la mayoría de las exportaciones realizadas a España, corresponde a empresas de capitales iberocos asentados en Chile, que producen para abastecer etiquetas de ese origen envasadas en destino.

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Cuadro 4. Destino de las exportaciones, valor FOB y porcentaje de participación en el total exportado.

País Volumen,

ton Valor FOB,

US$/kg Porcentaje Alemania 3,5 4,3 1,1 Argentina 0,1 5,0 0,0 Austria 0,5 12,4 0,2 Bolivia 2,1 4,9 0,7 Brasil 10,9 5,1 3,5 Bélgica 0,1 11,0 0,0 Colombia 6,5 7,2 2,1 Costa Rica 0,9 9,0 0,3 EE.UU. 89,8 7,8 28,8 Ecuador 1,3 5,4 0,4 España 130,7 2,3 41,9 Francia 1,3 6,8 0,4 Guatemala 1,1 8,9 0,4 Italia 22,1 2,3 7,1 Japón 0,7 9,3 0,2 México 6,6 5,4 2,1 Perú 0,1 4,0 0,0 Taiwán 8,5 7,0 2,7 Uruguay 2,1 4,1 0,7 Venezuela 23,0 50,8 7,4 Total 312 8,0 100,0

El olivo, por tener un origen de una zona muy particular, donde el clima se define del tipo mediterráneo, se ha tratado de definir diferentes zonas en el mundo que reúnan estas características y donde se presume que el olivo expresaría sus máximas características productivas y sensoriales, Figura 2.

Figura 2. Ubicación de las 5 zonas geográficas definidas con clima mediterráneo apropiadas para el cultivo del olivo, representadas en color magenta.

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Por otra parte, se considera al olivo como una especie de gran plasticidad, lo que significa que ante diferentes variaciones edafoclimáticas, su comportamiento se expresaría de diferentes formas, principalmente en el área productiva (cantidad y calidad). Comportamiento local del cultivo El Instituto de Investigaciones Agropecuarias, para dar respuesta técnica precisa de la adaptación de las variedades de olivo, ha establecido un jardín de variedades o Banco de Germoplasma de Olivo en la región de Atacama, cuya área de influencia se estima abarcaría gran parte del área del centro norte chileno. Los trabajos se iniciaron en el año 1997, coincidiendo con el último impulso dado al rubro olivícola nacional. Aquí, actualmente se evalúan 36 variedades de olivo, donde la mayoría de ellas lleva más de 9 años de avaluación, encontrándose en su etapa de plena producción. En ella se han definido la susceptibilidad a enfermedades (Repilo), producciones, añerismo y calidad de aceite, cuya información se detalla en los siguientes párrafos. Susceptibilidad a Repilo. Quizás, una de las pocas enfermedades que afecta el olivo es el repilo, causado por el hongo Spilocaea oleagina, el cual tiene una directa ingerencia en la producción, pues además de acelerar la caída de hojas, produce un deterioro de las flores, impidiendo su cuaja. En el Cuadro 5, se presenta el comportamiento de las diferentes variedades en relación al repilo bajo las condiciones locales (Centro Experimental Huasco). El comportamiento varietal ha sido claramente diferente en cuanto a la susceptibilidad al hongo causante del Repilo, definiéndose arbitrariamente 3 niveles de susceptibilidad, marcado por las variedades Carrasqueña Huasco a Azapa (Sevillano), como las más susceptibles, luego desde Coratina a Oliva di Cerignola se encuentran las variedades en

Cuadro 5. Susceptibilidad al hongo Spilocaea oleagina, causante del Repilo en el

Banco de Germoplasma de Olivo del C. E. Huasco de INIA1.

Variedad Promedio Variedad Promedio Carrasqueña Huasco 7.81 a Kalamata 1.32 fgh Arbequina 5.84 b Biancolilla 1.07 gh Frantoio 4.98 bc Picuda 0.77 gh Empeltre 4.09 cd Manzanilla 0.70 gh Barnea 4.06 cd Nocellara del Belice 0.55 gh Azapa (Sevillano) 3.83 cd Nociara 0.36 gh Coratina 3.17 de Ascolana tenera 0.23 gh Nabali 3.17 de Oliva di cerignola 0.20 gh Arbusana 1.84 efg Leccino 0.18 h Liguria 1.59 efgh Grappolo Limarí 0.10 h Koroneiki 1.50 fgh Itrana 0.06 h

Promedio en columna con diferente letra indica diferencia estadística P<0,05), Test Duncan. 1 Número de hojas infestadas.

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situación intermedia y como las más susceptibles se encontrarían Leccino, Grappolo Limarí e Itrana. El conocimiento de esta situación, permitirá tener mayor información respecto de las variedades a cultivar en determinadas zonas climáticas, pues en aquellos lugares donde existe abundante humedad ambiental (sobre 80% HR), no serían recomendables las variedades más susceptibles, restringiéndose a aquellas de mayor susceptibilidad si es que se ha tomado la decisión de no utilizar pesticidas para su control. Producciones de olivas. La producción de olivas en las diferentes variedades debe considerarse no solo como producción anual, sino la precocidad de entrada en producción de cada una de ellas, pues esto será importante en la prontitud de la recuperación de la inversión. Es así como existen variedades que al segundo año de la plantación ya reportan producción económicamente interesante, alcanzando su máxima producción al cuarto año. Igualmente importante es el rendimiento graso de las variedades, pues el conjunto entre producción y rendimiento graso definirán los ingresos por concepto de rendimiento de aceite de oliva por hectárea. En la Figura 3, se presenta la relación entre producción de olivas y su rendimiento graso en las variedades estudiadas en el Campo Experimental Huasco que INIA posee en la región de Atacama.

0,00

5,00

10,00

15,00

20,00

25,00

M.S

evilla

Itran

a

Ascola

na.H

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Arbusa

na

Picual

Nociara

Coratin

a

Noc.Belic

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Arbequ

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Korone

iki

Variedades

Ren

dim

ient

o G

raso

en

húm

edo

(%)

0

5

10

15

20

25

30

Pro

ducc

ión

(ton

/ha)

Rendimiento graso (MH)

Producción olivas (ton/ha)

Figura 3. Relación creciente entre rendimiento graso y producción de olivas

obtenidas en el Banco de Germoplasma de Olivo del C. E. Huasco de INIA en la cosecha del año 2008.

Añerismo. Uno de los factores importantes a considerar es la uniformidad de la producción de cada una de las variedades, pues como es de conocimiento universal, el olivo se define como una especie de gran alternancia productiva, situación conocida como añerismo o vecería. La importancia de ello radica en la planificación predial del manejo productivo,

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fundamentalmente de los volúmenes cosechados y lo que ello representa en los ingresos, pues en años de baja producción, los costos superarían a los ingresos, lo cual genera un ejercicio negativo desde el punto de vista económico. Por lo anterior, previo a definir la variedad, es recomendable conocer el comportamiento productivo de cada una de las variedades. En el Cuadro 6, se presentan los índices de añerismo, definidos mediante un análisis longitudinal de 7 años de producción en las variedades de olivo presentes en el Banco de Germoplasma de olivo antes mencionado. Las variedades que presentan un índice más cercano a 0, son las que poseen menor alternancia productiva entre temporadas, donde destaca la variedad Arbequina como una de las que menos alternancia posee, en contraposición a las variedades aceiteras Leccino, Picual y Nociara. Calidad del Aceite. Definida desde el punto de vista nutraceutico, es decir, nutricionalmente y preventivos de problemas de salud, como es la alta acumulación de colesterol en arterias del cuerpo humano. En el Cuadro 7, se presenta la composición química de los aceites, específicamente en la relación de los ácidos grasos que cada variedad posee, donde son deseables aquellos ácidos grasos poliinsaturados como lo son el ácido graso oleico, linoleico y linolenico. Entre las variedades de mayor difusión, destaca el contenido de ácido graso oleico en las variedades Coratina, Koroneiki y Leccino, cuya composición ocupa cuatro quintas partes de este ácido graso poliinsaturado, cuya característica cada vez es mas demandada por los consumidores como producto nutraceutico.

Cuadro 6. Índice de añerismo en el Banco de Germoplasma de Olivo del C. E. Huasco de INIA.

Variedad Índice Añerismo Variedad

Índice Añerismo

Arbequina 0,23 Nabali 0,58 Manzanilla Racimo 0,34 Koroneiki 0,60 Manzanilla de Sevilla 0,36 Arbusana 0,61 Frantoio 0,36 Bossana 0,63 Carr. Huasco 0,37 Manzanilla Chilena 0,64 Picholine 0,41 Barnea 0,71 Nocellara del Belice 0,43 Itrana 0,72 Biancolilla 0,44 Coratina 0,74 Novo 0,49 Kalamata 0,74 Sevillano 0,51 Leccino 0,74 Ascolana Huasco 0,52 Picuda 0,83 Ascolana Tenera 0,53 Picual 0,89 Grappolo Limarí 0,53 Nociara 0,91 Liguria 0,55 Cerignola 1,00 Empeltre 0,57

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Cuadro 7. Porcentaje de ácidos grasos contenidos en aceites de olivas del Banco de Germoplasma del C. E. Huasco de INIA.

Variedad Palmítico (C16:0)

Esteárico (C18:0)

Oleico (C18:1)

Linoleico (C18:2)

Linolénico (C18:3)

Arbequina 13,40 ±0,30 1,76±0,09 72,58 ±0,98 8,87 ±0,55 0,53 ±0,02

Barnea 10,09 ±0,35 2,24 ±0,07 77,04 ±0,56 7,93 ±0,19 0,55 ±0,01

Empeltre 12,60 ±0,40 1,46 ±0,10 74,63 ±2,04 7,47 ±1,54 0,65 ±0,01

Grappolo Limarí 13,04 ±0,28 1,99 ±0,16 77,33 ±0,65 4,49 ±0,25 0,63 ±0,02

Koroneiki 10,50 ±0,56 2,47 ±0,11 78,83 ±0,78 4,84±0,53 0,76 ±0,06

Leccino 12,54 ±0,36 1,89 ±0,09 77,90 ±0,91 4,57 ±0,48 0,60 ±0,05

Manzanilla Chilena 13,43 ±0,26 1,92 ±0,05 76,34 ±0,31 4,98 ±0,05 0,66 ±0,05

Manzanilla Racimo 13,22 ±0,27 1,94 ±0,01 76,91 ±0,35 4,65 ±0,06 0,70 ±0,02

Nociara 12,15±0,09 2,20 ±0,07 74,67 ±0,52 7,56 ±0,46 0,71 ±0,03

Coratina 8,14 ±0,08 1,80 ±0,07 80,53 ±0,34 7,10 ±0,39 0,56 ±0,01

Itrana 11,47 ±0,10 1,70 ±0,23 74,16 ±3,91 11,28 ±4,01 0,64 ±0,16

Liguria 11,98 ±1,13 1,86 ±0,14 70,70 ±1,16 12,33 ±2,42 0,63 ±0,27

Nabali 13,24 ±1,18 2,11 ±0,11 72,29 ±1,81 8,45±0,92 0,71 ±0,10

Kalamata 13,23 ±1,94 2,40 ±0,54 73,99 ±3,46 6,53 ±1,48 0,71 ±0,07

Carrasqueña Huasco 10,95 ±0,36 3,02 ±0,06 77,49 ±0,54 5,52 ±0,28 0,67 ±0,02

Picholine 10,54 ±0,26 3,13 ±0,11 80,12 ±1,00 2,95 ±0,32 0,72 ±0,08

Picuda 11,03 ±0,26 3,22 ±0,17 76,10 ±1,29 6,54 ±0,84 0,74 ±0,05

Plantación y producción En el mundo, tradicionalmente se ha cultivado el olivo con densidades de entre 100 y 200 plantas por hectárea, lo que obedece a su condición de origen como cultivo, donde el abastecimiento hídrico depende de las lluvias, siendo el suelo un reservorio natural del agua aportada en los períodos húmedos, relevándose el agua disponible en los suelos, la que deberá ser consumida por cada árbol. Estas bajas densidades permiten grandes desarrollo de árboles, lo que en muchos casos obliga a realizar cosechas manuales, lo que hoy en día encarece fuertemente el cultivo, sin embargo esto ha sido atenuado mediante la utilización de maquinarias manuales de cosecha. En la situación de la nueva olivicultura, se ha optado por la mecanización integral del cultivo, utilizando para ello mayores densidades (sobre 800 plantas por hectárea), variedades de escaso desarrollo vegetativo, de gran precocidad y facilidad de desprendimiento de las olivas. Estas han sido plantadas abasteciendo de riego localizado, utilización de estructuras de soporte, empleo de cortinas corta viento y cuando es necesario la utilización de camellones o alomados en los suelos. Una vez definida las variedades y densidades de plantación, se realiza la conducción del árbol, para lo cual se utilizan estructuras soportantes compuestas por alambres y tutores, similar a lo utilizado en viñedos, pero con solo una hebra de alambre, que solo sirve para mantener erguido al tutor a una altura de 1,2 m. La plantación del árbol se hace enfrentando al viento, de manera de forzar a la planta a emitir ramillas en contra del viento y así no disminuir la copa del árbol, con consecuencias graves en la reducción de la producción. En las Fotos 3 y 4 se presentan dos situaciones, una con tutor enfrentando al viento y la otra según lo indicado en párrafo anterior.

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En el segundo caso se reduce la dependencia de la construcción de las costosas mallas cortaviento. Este sistema obliga a realizar una plantación en el sentido del viento predominante, lo que generalmente es nor-este a sur-oeste. Para mantener el volumen de copa adecuado para las cosechadoras y permitir además la ventilación e iluminación de las partes baja de la copa, es necesario realizar podas anuales, existiendo maquinarias integrales de poda, lo que no siempre resulta adecuado, pues por el hábito de crecimiento del olivo, se produce una rápida emisión de brotes apicales desequilibrando la zona productiva del árbol (Foto 5), aumentando el riesgo de enfermedades y plagas y por su puesto reduciendo la producción y vida útil de la plantación.

Foto 3. Copa deformada por el viento.

Foto 4. Árbol enfrentando al viento con copa circular en torno al eje del árbol.

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.

Foto 5. Efecto de la poda indiscriminada sobre olivo con maquinarias integrales. El desequilibrio en el desarrollo del follaje, sin duda, que afecta la madurez de las olivas dentro del árbol, existiendo diferencias en las olivas cosechadas en la parte alta respecto de los sectores mas cercanos al suelo. En la Figura 4, se presenta los contenidos de aceite de olivas cosechadas a tres alturas y a ambos lados de su exposición al sol en una plantación de alta densidad (mayor a 1000 árboles por hectárea). Existe diferencia en contenido de aceite entre las olivas cosechadas en la parte alta y las provenientes de la parte baja, maximizándose esta diferencia en el lado oriente, pues allí existen menos horas luz respecto del lado poniente. Para uniformar la iluminación de la copa del árbol, debe existir un manejo integrado que considere la variedad, distancia de plantación, fertilización, sistema de conducción, metodología de poda. La poda del olivo, cada vez mas se orienta a una mecanización integral, existiendo diversas alternativas que van desde los simples peines que se utiliza manualmente, pasando por maquinas personales de vibradores, peines móviles hasta la cosechadora cabalgante, donde aquellos árboles de menor desarrollo y cultivadas en seto, pueden ser cosechadas con máquinas de este tipo o si estas presentan menores densidades o de desarrollo medio, se pueden utilizar maquina cosecheras manuales del tipo vibradotes o peines móviles. La eficiencia de este último tipo de equipos varía con la variedad, para lo cual es necesario realizar pruebas de campo con cada uno de estos equipos. En el Cuadro 8, se presentan los resultados de cosechas mecánicas donde se ha utilizado maquinas cosechadoras manuales

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48,2

43,7

53,7

59,5

16,9

56,2

18,519,8

56,6

17,1

42,838,6

17,416,5

41,5

61,5

40,4

57,0

0,0

10,0

20,0

30,0

40,0

50,0

60,0

70,0

E.MGH E.MGS E.H W.MGH W.MGS W.H

Observaciones

Con

teni

do (%

)

Alto

Medio

Bajo

Figura 4. Contenido de aceite base húmedo (MGH), aceite base seco (MGS), humedad (H) según altura de cosecha en orientaciones este (E) y oeste

(W), en una plantación de olivo Arbequina de alta densidad plantada de norte a sur, con altura de árbol superior a 3,5 m.

Cuadro 8. Evaluación de cosecha manual, vibrado y peine móviles en las variedades Arbequina, Frantoio y Picual.

Producción, kg/árbol Sistema

cosecha Índice

Madurez Cosechado Remanente Total

Eficiencia método,

%

Tiempo cosecha

por árbol, min

JH por ha

*Producción t/ha

Arbequina

Manual 3 a 4 68,47 0 68,47 100,0 61 27,70 14,9 Peines mecánicos 3 a 4 58,47 5,3 63,77 91,7 22 9,99 13,9

Vibrador 3 a 4 31,64 29,49 61,13 51,8 18 8,18 13,3

Frantoio

Manual 3 a 4 38,46 0 38,46 100,0 45 20,44 8,4 Peines mecánicos 3 a 4 23,56 25,96 49,52 47,6 15 6,81 10,8

Vibrador 3 a 4 15,81 9,77 25,58 61,8 15 6,81 5,6

Picual

Manual 5 88,28 0 88,28 100,0 55 24,98 19,2 Peines mecánicos 5 39,8 7,8 47,6 83,6 13 5,90 10,4

Vibrador 5 27,68 20,99 48,67 56,9 16 7,27 10,6

*218 árboles por hectárea.

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El comportamiento de la maquinaria es diferente de acuerdo a la variedad cosechada, lo que tiene relación con el tamaño y elasticidad de sus ramillas, donde la vibración se transmite en estructura de mayor rigidez, como puede ser el caso de la variedad Frantoio. La cosecha con peines móviles es de 3 veces más eficaz en árboles de pequeño tamaño y estructura mas compacta. En sistemas de manejo de alta densidad, con árboles de altura no superior a 3,5 m, se utiliza cosechadoras integrales del tipo cabalgante, la cual envuelve el seto de plantación y mediante una combinación de movimientos que actúan mediante varillas (Foto 6), se produce una vibración y peinado de las ramillas. La fruta desprendida cae sobre capachos móviles que posee la maquinaria y son enviados a tanques que previo al paso por ventiladores, los almacena libre de suciedad y elementos no deseados como hojas y ramillas. La eficiencia de cosecha con este tipo de maquinaria es del orden del 90 a 95%, lo cual depende del manejo que se haya dado al cultivo durante su desarrollo. El rendimiento de la maquina se mide por hectárea, la cual se mueve a una velocidad de 1,5 a 3 km/h, lo que en suma representa una cosecha por hectárea en 3 a 5 horas, pudiendo funcionar las 24 horas del día.

Foto 6. Sistema de vareo y vibración de una maquina cosechadora integral del tipo

cabalgante y operación de ella.

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Manejo del Suelo y Fertilización del Olivo

Carlos Sierra Bernal

Antecedentes Agronómicos del Olivo. El olivo es una especie de origen mediterráneo, típica de zonas semiáridas, posee adaptaciones morfológicas específicas en los estomas que le confieren cierta resistencia a la sequía. Es una planta de menor requerimiento de nitrógeno que la vid. Presenta bastante tolerancia a la salinidad y puede ser regada con aguas moderadamente salinas, su requerimiento de pH es mas bien ligeramente alcalino. Como otras especies que producen aceite presentan un lento crecimiento, desde brotación a cosecha, requieren de unos 8 meses, mientras que las vides en 5 meses cumplen con este mismo ciclo. La planta produce aceite, por lo tanto requiere de un mayor gasto de energía. La fertilización del olivo es una práctica poco estudiada bajo las condiciones de suelo y clima de Atacama y Coquimbo . Una adecuada fertilización del olivar es un aspecto de gran importancia agronómica para lograr adecuadas producciones y de calidad. El nitrógeno es el elemento más importante y comúnmente aplicado a los huertos de olivos, como una forma de mantener su productividad en el tiempo. Requerimiento y Manejo del suelo. Requerimiento de suelo. El olivo es una especie que prefiere suelos mas bien livianos es decir francos a franco arenosos, además, profundos y de buen drenaje. Si el suelo es muy delgado, menor de 50 cm o muy arcilloso, se recomienda su acamellonado, considerando por lo menos 60 cm de altura y 2 m de base. Reacción del suelo. El pH mas adecuado requerido por el olivo es cercano a la neutralidad pero es tolerante a niveles de pH moderadamente alcalino. Salinidad. El olivo es una especie bastante tolerante a niveles de salinidad moderadamente altos, 6 dS/m considerando como sal principal cloruro de sodio. Es decir, en la práctica, tolera niveles salinos más altos si estos son aportados por sales nutrientes como nitrógeno, potasio, calcio y magnesio.

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Necesidades de Enmiendas. Enmiendas Orgánicas. Las enmiendas orgánicas presentan una serie de beneficios agronómicos para los suelos; como mantener bajas poblaciones de nematodos, mejorar porosidad del suelo, incrementar retención de humedad aprovechable y aportar nutrientes. Todos estos factores promueven un mejor arraigamiento de las plantas, lo que determina una productividad mas estable de los huertos en el tiempo. Fuentes de materia orgánica Existen múltiples fuentes de materia orgánica, como son los estiércoles o guanos, residuos de cosechas y abonos verdes. A continuación se analizan algunas de estas enmiendas. Estiércol de cabra. Es un material rico en sales y relativamente pobre en nutrientes minerales como nitrógeno y fósforo. Generalmente contiene cantidades altas de sodio, este elemento incrementa el pH del suelo. Lo cual no es recomendable porque afecta la disponibilidad de fósforo y micronutrientes. Los guanos más salinos son aquellos provenientes de la zona más cercana a la costa. La calidad del guano está afectada por la alimentación que recibe el animal. Caprinos alimentados exclusivamente con alfalfa producirán un estiércol de mejor calidad, cabras manejadas a pastoreo con pastos naturales como atriplex producirán un estiércol de peor condición. Idealmente se debe compostar durante 4 a 5 meses antes de aplicarlo, se recomienda lavarlo previamente para extraer las sales solubles que contiene. De acuerdo a la normativa de buenas practicas agrícolas (BPA) no se recomienda su aplicación sin compostar y menos aplicado en superficie sin incorporar. Por lo tanto, lo más recomendable es compostarlo, para de esta forma además aprovechar de lavarlo. Es más aportador de fibra que de nutrientes minerales. Es bastante pobre en nitrógeno, no mayor de 1,6% de nitrógeno total y unos 100 mg/kg de N disponible. Un guano de pavo o cerdo puede contener 5 a 6% de nitrógeno total Estiércol o guano de vacuno, caballo y ovino. Son similares a los de caprino, es decir aportan mas fibra que nutrientes minerales, lo cual es muy positivo para mejorar las condiciones físicas del suelo. Su contenido de nutrientes minerales, en general es más alto que el del guano de cabra. Se recomienda su compostaje previo a la aplicación. Se caracterizan porque contienen menos sales solubles que el guano de cabra. De contenido intermedio de nitrógeno total entre el estiércol de cabra y pavo. Guano de pollo y de pavo. A diferencia de los estiércoles de animales mayores, contienen más nutrientes minerales especialmente nitrógeno, cuyo contenido es aproximadamente el doble. Su contenido salino generalmente es inferior al del estiércol de cabra, pero puede ser alto en algunos

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casos y generalmente mayor que el guano de vacuno, ovino y equino. Sin embargo esta salinidad esta determinada por sales nutrientes. Presenta altos contenidos de nitrógeno total y disponible. Dosis altas continuadas durante 3 o 4 años puede inducir un vigor excesivo de los árboles. En la actualidad existen dos tipos de guano de pavo, el fresco sin procesar, el cual se caracteriza por su fuerte olor debido a su gran riqueza en amoníaco, el que debe ser incorporado muy rápidamente al suelo para evitar malos olores, además se recomienda aplicarlo en potreros alejados de casas o poblados. También, se comercializa el guano de pavo estabilizado que es semi compostado el cual presenta menos mal olor. Orujo y escobajo de uva. Se deben compostar, por lo menos, durante 90 días, es buen material, bastante rico en potasio especialmente el orujo. Un exceso de orujo puede generar un desbalance nutricional afectando la absorción de magnesio, debido al excesivo aporte de potasio de esta enmienda. Se descompone fácilmente en el suelo, se debe incorporar a por lo menos 20 cm de profundidad. El escobajo es un material mas pobre en nutrientes minerales, especialmente nitrógeno, pero es más rico en material fibroso, lo que le confiere buenas propiedades como sustrato generador de porosidad. Alperujo. El alperujo corresponde al residuo que genera la molienda de la oliva para la fabricación de aceite. Es un material rico en potasio y en restos de aceites que permanecen después de la extracción. Es recomendable su compostaje para degradar estos restos de aceite. Sarmiento repicado. Material rico en fibra más que en nutrientes minerales, ésto favorece una adecuada aireación del suelo. Sin embargo, no presenta una buena relación carbono: nitrógeno (C/N). Al incorporarlo se recomienda aplicar nitrógeno adicional para favorecer su descomposición. Aplicar 10 unidades de nitrógeno por cada tonelada de sarmiento repicado fresco no compostado. Lo ideal es hacer un compostaje previo del material antes de aplicarlo al suelo. Residuos de cosechas. Rastrojos de maíz, paja de trigo y otros cereales, son interesantes de considerar como aportadores de materia orgánica al suelo. Al incorporar pajas de cereales es recomendable aplicar 10 unidades de nitrógeno por tonelada de paja. Abonos Verdes. La fuente más económica de materia orgánica para aplicar al suelo son los abonos verdes, entre los que destacan la avena, cebada, vicia o arvejilla, habas y trébol alejandrino, entre otros. Estos cultivos deben establecerse inmediatamente después de la cosecha, es decir Abril o Mayo e incorporarse al suelo en Agosto. Antes que el olivar inicie su brotación. Se debe evitar que el cultivo compita con el crecimiento del huerto

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desde septiembre en adelante. Una buena siembra de abono verde puede aportar unas 40 t/ha de material vegetal, que debe incorporarse al suelo, para de esta forma mejorar las condiciones físicas y biológicas de la tierra. El problema del abono verde es el incremento en la demanda de agua de riego y la complejidad técnica para establecer la siembra, de fruticultores que tienen escasa experiencia en manejo de cultivos. Materia orgánica compostada. La comercialización de materia orgánica compostada se ha iniciado de manera significativa desde algunos años. Existiendo en la actualidad 3 empresas que venden estos materiales. Para su uso en el norte chico es muy recomendable que estos materiales presenten baja conductividad eléctrica y bajo pH. Manejo del Suelo. Dos factores principales están afectando el crecimiento radical de los huertos de olivos antiguos, (Huasco y Copiapó) nematodos y compactación del suelo. En huertos nuevos de la región especialmente de Ovalle, este problema debe ser considerado y comenzar a ser prevenido para mitigar el daño a futuro. Nematodos. En los suelos olivícolas del valle de Huasco y también de Copiapó, la presencia de altas poblaciones de nematodos es una constante, además los suelos presentan en general muy bajos contenidos de materia orgánica. Esto mismo permite que los suelos presenten un escaso contenido de antagonistas naturales que controlen los nematodos. Tylenchulus semipenetrans y meloidogyne sp son las especies mas frecuentes de encontrar en las raíces del olivo. Estos organismos afectan severamente el crecimiento radical de los árboles, afectando de esta forma, la absorción de agua y nutrientes minerales como nitrógeno, fósforo, potasio calcio y magnesio. Esto obliga a los productores a usar cantidades importantes de abonos químicos, los que además son caros. Por esta razón, muchos pequeños productores no tiene la capacidad financiera para aplicar dosis altas de abonos y sus huertos presentan un intenso añerismo. Esta variación de rendimiento anual además se debe a una falta de poda adecuada de los árboles y variedades polinizantes. Los nemacidas comerciales son adecuados pero son caros y de corto efecto residual, no mas de 90 días, además eliminan todos los organismos benéficos del suelo que pueden controlar naturalmente los nematodos. Por otra parte, la materia orgánica presenta un gran beneficio porque controla los nematodos pero debe aplicarse localizada y en gran cantidad. Compactación del suelo. Otro aspecto importante que está afectando el desarrollo radical de los árboles es la compactación del suelo, particularmente aquellos que se manejan con solo aplicación de herbicidas y escasa o nula aplicación de materia orgánica. También el laboreo continuo anual y sin incorporación de materia orgánica es una práctica poco recomendable, porque compacta el suelo en profundidad a los 25 cm, especialmente cuando se rastrea 2

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o 3 veces al año el huerto. Además produce un gran corte de raíces superficiales de los árboles. Recomendaciones de uso de materia orgánica. Para control de nematodos aplicar materia orgánica bajo la copa de los árboles. En árboles adultos aplicar 60 kg/árbol de estiércol de cabra, en surcos de 1,5 m a ambos costado del árbol. La aplicación de estiércol debe efectuarse después de la cosecha, en pleno receso de los árboles. Adicionalmente se requiere la aplicación 150 g de superfosfato triple y 20 gr/árbol de zinc sobre la materia orgánica aplicada. Esto permite lograr un gran crecimiento de raíces en la zona rica en materia orgánica, mejorando la absorción de nutrientes por el árbol. En la temporada siguiente hacer otros dos surcos en sentido opuesto y llenarlos de estiércol aplicando abono químico como ya se señaló. Evitar romper el suelo en la zona donde se aplicó el estiércol en forma masiva en por lo menos 3 años. En suelos muy pedregosos aplicar el estiércol en superficie. En caso de aplicar estiércol de pavo o de cerdo la dosis de abono químico debe ser la mitad de lo señalado para el estiércol de cabra. En el caso de suelos compactados pasar cincel a 25 a 30 cm de profundidad, para evitar el corte excesivo de raíces y luego hacer surco para incorporar estiércol. Enmiendas inorgánicas. Las enmiendas inorgánicas mas frecuentes de usar en suelos de zonas semiáridas son el yeso y el ácido sulfúrico. El yeso se debe utilizar preferentemente en suelos salino sódicos, pero también puede ser recomendable en suelos arcillosos Manejo de suelos salino sódicos.

Si son planos y existe suficiente agua se pueden lavar mediante apretilado del suelo y se debe aplicar una lámina de agua cuyo espesor dependerá de la profundidad del suelo y de la textura, previamente se debe aplicar como enmienda yeso, en cantidades importantes que pueden variar desde 3 a 12 t/ha dependiendo de distintos factores del suelo ( principalmente textura) y del agua de riego. Se debe analizar la salinidad del suelo en pasta saturada y la calidad del agua de riego y de acuerdo a eso determinar la dosis de enmienda cálcica. El yeso es normalmente la enmienda mas usada debido a su menor costo. La cantidad de agua aplicada se puede estimar de manera practica señalando que para el suelo, se debe aplicar la misma altura de agua que profundidad tenga el suelo. Es decir un suelo salino de 60 cms de profundidad requiere una altura de agua aplicada de 600 mm, es decir unos 6.000m3/ha. Esto corresponde al caso en que el suelo es muy salino y ademas presenta buen drenaje. La cantidad de enmienda a aplicar esta muy relacionada con la cantidad de sodio presente, que debe ser removido desde el perfil. En forma teorica se puede estimar a partir de :

Yeso (meq/100g)= CIC(PSI inicial- PSI final)/100

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PSI inicial= Porcentaje de sodio de intercambio medido antes del lavado PSI final= Porcentaje de sodio de intercambio requerido o deseado al final del

lavado. Los suelos mas difíciles de lavar son los arcillosos y profundos, en algunos casos puede ser no rentable esta rehabilitación del suelo. En estos casos será recomendable plantar especies que toleren mejor la salinidad. Complejadores del sodio.

Existen diversos tipos de sales orgánicas que pueden complejar el sodio que se vende en el mercado, entre estas destacan; Natursal y Ecosal y otras de distintos nombres pero cuyo principio activo son sales orgánicas que permiten inactivar parte del sodio soluble de la solución suelo. Problemas de excesos de sodio existen en muchos suelos del valle de Copiapó, especialmente en la parte baja del valle, Piedra Colgada y San Pedro. También en los sectores de Huasco Bajo, Freirina y los suelos en posición baja y con mal drenaje presentan exceso de sodio y alta salinidad. Estudios realizados con suelos de Atacama y Coquimbo han determinado que sodio y calcio intercambiable y soluble presentan una actividad muy diferente. El sodio es extremadamente activo en el suelo debido a que el coloide del suelo no lo retiene fácilmente en el complejo de intercambio. Normalmente el sodio intercambiable se encuentra en una concentracción de solo 0,4 meq/100g pero en la solución del suelo solo alcanza a 80 ppm, es decir el 87% del sodio estará activo. Esta situación presenta una serie de inconvenientes que afectan la eficiencia nutricional de las raíces, afectando la absorción foliar de iones de calcio, magnesio y potasio. Aun cuando estos complejadores de sodio se aplican en cantidades no muy altas, son eficientes porque permiten inactivar la fracción del sodio activo de la solución suelo. Estos productos pueden ser mas importantes en cultivos mas rentables como hortalizas y flores bajo plástico. El calcio intercambiable normalmente presenta concentraciones bastante altas, mas de 6 meq/100g, es decir unos 1.200 ppm, mientras que en la solución se encuentra solamente unos 50 a 70 ppm es decir apenas un 4 al 5,8% en la solución. Uso de yeso en suelos arcillosos no salinos. En suelos arcillosos regados con aguas muy blandas con salinidad inferior a 0,5 dS/m es recomendable el uso de yeso, esto permite favorecer la floculacion o agregación de las arcillas, lo que favorece la infiltración del agua de riego aplicada. Esta practica puede ser recomendable en suelos arcillosos ubicados al interior de Ovalle,(San Marcos, San Lorenzo) y tambien de Choapa, que normalmente se riegan con aguas precordilleranas muy blandas. En los suelos arcillosos de la parte baja de los valles también es recomendable el uso de yeso.

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Lavado de boro.

El lavado del boro del suelo es más difícil de realizar, debido a las caracteristicas químicas de este elemento en el suelo, la cual es parecida a la del fósforo. Es decir, es un elemento que esta adsorbido o retenido por la arcilla del suelo y también retenido en la fracción orgánica. La desorción o extracción del boro, con solo aplicación de agua de riego, es muy ineficiente, pero la utilización de agua acidiculada con ácidos, como el sulfurico, permite utilizar un menor volumen de agua. El agua acidulada a pH 6 o 5,5 incrementa de manera muy importante la velocidad de desorción del boro desde el suelo, este proceso debe ir acompañado de una importante fracción de lavado (exceso de agua) que permita transportar el boro a profundidad. La cantidad de ácido esta relacionada con la textura del suelo y con el contenido de carbonatos del mismo. En suelos muy arcillosos y calcáreos se requerirá aplicar agua acidulada hasta pH 4 o menos, si el contenido de calcáreo es mayor de 3 a 5%, medido como índice de carbonato de calcio y no como cal activa. En frutales el lavado del boro es mas recomendable realizarla durante el receso invernal, por el incremento del contenido de boro en la solución del suelo y de otras sales. Se debe medir antes y después del lavado, el contenido de boro soluble en pasta saturada, lo ideal es alcanzar menos de 0,5 mg/L de boro en la solución final despues de lavado el suelo. Luego después del lavado se debe dejar unas 3 semanas el suelo sin riego para verificar el nuevo nivel de equilibrio que alcanzará este. La inyección de ácido debe realizarse mediante sistema venturi para así evitar el paso del ácido por la bomba impulsora para evitar cualquier riesgo de daño a estos equipos. En la actualidad existen equipos que permiten filtrar este elemento desde el agua de riego. Salinidad inducida por manejo.

Este tipo de salinidad es muy comun que se produzca en suelos no salinos del norte chico y también en suelos de la zona Central. Dosis altas de fertilizantes principalmente, nitrogenados, potásicos, cálcicos y magnésicos incrementan fácilmente el contenido salino del bulbo húmedo, por aplicaciones de dosis excesivas de fertilizantes, los fosfatados generan menos salinidad. Este efecto puede ser importante según la época de aplicación y en especies sensibles como el palto y arándano. La mayoría de los fertilizantes nitrogenados y potásicos son bastante salinos, como por ejemplo nitrato de amonio,sulfato de amonio, sulfato de magnesio y nitrato de potasico. Calcita o carbonato, bicarbonato, yeso y su efecto sobre la nutrición de las plantas.

Carbonatos, yeso y bicarbonatos.

Los carbonatos, yeso y bicarbonatos ejercen una influencia predominante sobre los suelos en los que se encuentran debido a su relativa y moderada solubilidad. Esta se

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incrementa en el mismo orden señalado, los carbonatos son muy poco solubles (0,013 g/L), el yeso es mas soluble (2,1 g/L) y el bicarbonato es muy solubles, (103 g /L). Los carbonatos y bicarbonatos se encuentran ademas en un equilibrio constante entre si y con el CO2 atmosférico. Esta relación de equilibrio ayuda a determinar el pH del suelo. En el caso de los carbonatos, tamponan el pH del suelo y le dan un claro carácter alcalino, o sea determinan un pH alto cercano a 8,0. Carbonatos. Los carbonatos se presentan en los suelos alcalinos como calcita (CaCO3) y/o dolomita (CaMg(CO3)2). Sin embargo, normalmente la calcita es el material que mas predomina en los suelos. La aragonita y la vaterita son formas de carbonatos poco frecuentes de encontrar, que presentan formas de cristalización especificas. En las zonas de suelos salinos como Copiapó y parte baja del valle de Huasco pueden existir, carbonatos de sodio y carbonatos de magnesio e hidroxicarbonatos. La concentración de carbonato disuelto en la solución es controlada por la relación de equilibrio de la fase sólida del carbonato y la fase gaseosa del CO2. La concentración de carbonato disuelto será mayor en sistemas con altas presiones parciales de CO2. Por ejemplo, en suelos inundados o en microambientes de alta actividad microbiológica o en suelos sódicos, debido a la alta solubilidad del carbonato de sodio (Na2CO3). Tambien la calcita y la dolomita generalmente controlan la actividad del Ca+2 y del Mg+2, en los suelos que contienen estos minerales. El ingreso continuo de bicarbonato a la solución hace precipitar el calcio soluble. Por lo tanto, en suelos calcáreos el contenido de calcio soluble será menor que en suelos no calcáreos. Además esta precipitación determina una disminución de la salinidad del suelo, pero un incremento en la proporción del Na en la solución y en forma intercambiable. Los contenidos de calcita de los suelos del norte chico son muy variables, siendo altos en la mayoría de los suelos del valle de Copiapó y en la parte baja de Huasco. En la Región Coquimbo su contenido es más variable, aún sobre todo en superficie, pero en muchos suelos se puede presentar en profundidad. En general puede variar desde niveles de trazas hasta más del 80%. La calcita existe en variadas formas, desde nódulos de 1 cm de diámetro, hasta partículas submicrométricas, formando microcristales en forma de rombos. La presencia de carbonatos se asocia normalmente con suelos neutros a moderadamente alcalinos. Los suelos difieren considerablemente con respecto a su distribución de tamaño de partículas de su fase carbonatada. La calcita existe predominantemente asociada a las fase de limos finos y partículas de arcillas. La calcita es comunmente encontrada como agregados esferoidales de partículas microcristalinas. La dolomita se presenta principalmente en los limos y en la fracción de partículas de arena fina. Evidencia de dolomita se observa en algunos suelos de lomajes del valle de Elqui. El gran tamaño de partículas de la dolomita, comparado con la calcita es debido a su origen no pedogenético y a su lenta tasa de disolución. Los suelos varían considerablemente respecto a la relativa reactividad del componente carbonatado, debido a las diferencias en la mineralogía de los carbonatos, tamaño de la partícula y morfología. La calcita presenta una tasa de disolución muy superior a la dolomita, aproximadamente una 100 veces mas.

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Los carbonatos debido a su relativa alta solubilidad, reactividad y carácter alcalino actúan como tampón del pH de la solución suelo. El pH de la mayoría de los suelos calcáreos varían entre 7,5 y 8,5. Debido a estas propiedades es que los carbonatos juegan un importante rol en los procesos pedogenéticos, químicos y rizosféricos del suelo. Análisis de carbonatos totales

Los carbonatos totales del suelo son cuantificados mediante disolución ácida, algunas de las reacciones químicas involucradas son

CaCO3 + 2H+ -------Ca+2 + CO2 + H20 CaMg(CO3)2 + 4 H+ ----------- Ca+2 + Mg+2 + 2CO2 + 2 H20

La característica de los carbonatos totales, es que incluye todas las fuentes de carbonato del suelo y es un método poco preciso. Sin embargo, es utilizado como un indicador de la presencia de estas sales en el suelo. Este método también se conoce como “Indice de carbonato de calcio”. Un nivel alto de carbonato puede considerarse aquel mayor de 5%. Sin embargo para especies no originarias de zonas áridas este puede ser un valor muy alto, casos de palto, arándano, cerezo y frambuesa. Algunos autores españoles consideran como nivel alto aquel mayor de 10%, y lo definen en este caso como suelo calcáreo. En el caso de las vides mas de 2% debe considerarse como un contenido ligeramente alto. Aun cuando el efecto varietal es un factor que debe considerarse. Reactividad de los carbonatos o carbonatos activos, cal activa.

La distribución del tamaño de partícula, área superficial y reactividad química son importantes propiedades de los carbonatos del suelo. Los cuales influencian los procesos pedogenéticos, químicos y rizosféricos. Los carbonatos proveen una superficie reactiva para las reacciones de adsorción y precipitación, por ejemplo de fósforo, micronutrientes y ácidos orgánicos. La reactividad de los carbonatos puede influenciar la tasa de volatilización de amonio. También afectan los procesos rizosféricos que tienen que ver con la nutrición de la planta y que normalmente son de carácter netamente ácido. Un método ampliamente usado es la cal activa, el cual fué desarrollado originalmente en el año 1942, el cual involucra la reacción del suelo con oxalato de amonio o ácido oxálico, durante 2 h. El método lo que genera es una reacción del oxalato con el carbonato de calcio y con el calcio de intercambio para formar oxalato de calcio. En realidad lo que mide es el calcio activo. Este método evalua la cantidad de carbonatos ligados a la fraccion fina del suelo, limo y arcilla. Puede ser usado como medida comparativa, pero no cuantitativa de la cantidad total de carbonatos presentes en el suelo. Tambien el uso de EDTA, ha demostrado ser útil para estimar la reactividad de los carbonatos. En el Cuadros 9 y 10 se muestra el rango y categoría de los contenidos de cal activa e indice de CaCO3 en los suelos.

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Cuadro 9. Rangos y categorías de cal activa en los suelos.

Rango % Categoría Menor 6 Bajo

6 -- 9 Medio Más de 9 alto

Fuente: Junta de Extremadura 1992 Ed. MundiPrensa

Cuadro 10. Rangos y categorías de índice de carbonato de calcio adaptada para

condiciones de alta producción en cultivos sensibles.

Rango % Categoria Menos de 0,5 Muy Bajo

0,6- 1,20 Bajo 1,3-2,0 Medio 2,1-4 Alto +4,1 Muy alto

Nota: Adaptado por Sierra C.

Acidificación de suelos con carbonatos.

En suelos de textura arcillosa y limosa, los carbonatos tienden a taponar los poros del suelo, afectando la velocidad de infiltración, este efecto es importante aún en suelos con bajos contenidos de calcita, posiblemente menos de 1%. Esta practica de aplicar ácido sulfúrico se recomienda hacerla cuando la infiltración del suelo es lenta. Esto se aprecia en el campo, después del riego, el agua permanece mucho tiempo en superficie. Al acidificar el suelo con ácido sulfúrico se disuelven los carbonatos transformándolos en yeso, lo cual incrementa la solubilidad de esta nueva sal, mejorando de esta forma la floculación del suelo por efecto del calcio soluble liberado del yeso. Todo esto permite mejorar la velocidad de infiltración del agua de riego. En suelos con niveles bajos de carbonatos, se pueden aplicar entre 15 y 20 L de ácido sulfúrico por riego, aplicando unos 60 a 80 L de ácido por ha en el año. No aplicar mas de 50 L de una sola vez. Esta recomendación se debe decidir previo análisis del contenido de carbonatos en el suelo. Es recomendable aplicarlo en invierno para evitar daño por efecto salino, la cual se incrementa por efecto de la disolución de sales por acción del ácido. No se debe abusar del uso del ácido porque puede inducir una toxicidad por manganeso en las plantas, especialmente en suelos graníticos,esto puede ocurrir en suelo con bajo contenido de caliza, menos de 1%. En suelos con altos contenidos de carbonatos, mas de 4% medido como índice de carbonato de calcio, se pueden aplicar cantidades mayores de ácido, sin mayor problema. Otro efecto importante de la acidificación es que libera fósforo, magnesio y micronutrientes precipitados en los suelos, los cuales pueden ser mas fácilmente aprovechados por las plantas. En el caso del magnesio, la acidificación puede ser importante si existe dolomita, debido a que ésta es muy insoluble.También la aplicación de ácido permitirá limpiar el sistema de riego.

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Bicarbonatos. Este anion se presenta en equilibrio con los carbonatos. Aún cuando estos últimos se presentan en los suelos solo a pH mayor de 7,0. Los bicarbonatos existen en la solución suelo aún a pH menor de 5,0. La concentración de bicarbonatos es en gran medida la responsable del pH del suelo. Altos contenidos de bicarbonatos se consideran en niveles de 4 meq/L en pasta saturada o en el agua de riego. Esto afecta la nutrición con Fe principalmente en el frejol debido aque es muy sensible a niveles altos de bicarbonato. Niveles mayores a 8 meq/L deben considerarse como muy altos o excesivos. El ingreso de bicarbonatos al suelo vía agua de riego, favorece la formación y acumulación de carbonatos en el largo plazo. El mecanismo se produce, porque al ingresar el agua de riego con bicarbonatos y producirse procesos de secado, estos precipitan con el calcio soluble del suelo o por el calcio aportado en el agua de riego, formando carbonato de calcio, el cual precipita rápidamente . También el pH del agua afecta el proceso de precipitación de los bicarbonatos en el suelo, a pH menores de 7, la precipitación será menor y viceversa. Si este se mantiene húmedo y con ingreso continuo de agua los bicarbonatos no precipitaran y se moverán rápidamente en profundidad, saliendo del perfil del suelo. Al precipitar, el carbonato se hace muy poco soluble en agua, lo que favorece su acumulación en las estratas del suelo. Esto explica también porque un suelo de textura liviana y de buen drenaje, normalmente presenta un bajo contenido de calcita. Por otra parte, los suelos de textura fina y de drenaje imperfecto presentaran mas bicarbonatos, tambien mas carbonatos y en consecuencia un pH mas alto. Si los suelos se riegan con sobretasas de riego, la precipitación de bicarbonatos a carbonatos será menor y en consecuencia habrá una menor acumulación de estos. Como se puede apreciar, la precipitación de bicarbonatos del agua de riego es gobernada por las practicas de manejo del riego, condiciones fisico-quimicas del suelo, como también por las características químicas del agua de riego. Un índice de la tendencia del CaCO3 a precipitar fue desarrollado por Langelier, el cual desarrolló el indice de saturación, el cual permite indicar la extensión por la cual el agua fluyendo en un sistema cerrado, el CaCO3 precipitará o se mantendrá disuelto, este parámetro es conocido como el índice de Langelier.

Indice de saturación = pHa – pHe (Indice de Langelier)

pHa= pH actual del agua de riego pHe = pH teórico que el agua debería tener si está en equilibrio con el

CaCO3 Indices de saturación con valores positivos indican que el CaCO3 precipitará, mientras que valores negativos indicaran que no habrá precipitacion de CaCO3, porque por las características del agua ésta evitará la precipitación. Sin embargo, para lavar la calcita ya acumulada a traves del tiempo será necesario tratar el suelo con agua acidulada con H2SO4, para facilitar su disolución y de esta forma lavarlos fuera del perfil.

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HCO3- + H20 y secado + Ca del suelo --------------- CaCO3 precipitado HCO3- + H20 en exceso ----------- HCO3- lixiviado + Ca+2

Yeso. El yeso dihidratado es casi siempre la forma mas común de encontrar en el suelo. En algunas zonas muy desérticas es posible encontrar en la superficie acumulaciones de anhidrita (CaSO4), es decir yeso no hidratado. El yeso en zonas áridas es usualmente pedogenético. Puede presentarse como costras blancas en la superficie del suelo. Pero también puede producir cristales, desde el tamaño del limo hasta de varios centimetros de largo. Es mucho mas soluble en agua que la calcita y es insoluble a la acción del ácido. Las aguas de riego aportan anualmente importantes cantidades de yeso a los suelos. Pero también, parte de este, se pierde en profundidad por percolación profunda. También la calcita se lixivia en profundidad, pero la cantidad es mucho menor debido a su menor solubilidad y depende del pH de la solución. El tamaño de particulas del yeso es importante no solo para aplicarlo via fertirrigación, sino también al aplicarlo directo al suelo. Para aplicación directa al suelo, un típico particulado comercialmente disponible para un yeso con 92% de pureza en California es 87 % tan fino como 2,4 mm, 52% menor de 0,3 mm y 25% menor de 0,07 mm. Para riego por goteo se utiliza normalmente un yeso con una distribución de tamaño de partícula por lo menos de 99 % menor de 0,15 mm, 93-97 % más fino que 0,07 mm y 3- 78 % mas fino que 0,04 mm. Nitrato de calcio. El nitrato de calcio es un fertilizante que aporta nitrógeno y calcio. La ventaja es que contiene calcio muy soluble, el cual puede ayudar a mejorar la infiltración del agua de riego en suelos arcillosos, debido a que el calcio soluble actúa como floculador o agregador de las partículas de arcilla. Las condiciones requeridas para aplicar esta fuente de calcio soluble son las mismas señaladas para el caso del yeso. Se debe aplicar en bajas dosis pero de manera continua durante cada riego por goteo, 40 a 100 g de nitrato de calcio por m3 de agua de riego durante la estación de crecimiento de las plantas, esto permitirá además aportar nitrógeno a los árboles. El calcio y su efecto sobre las condiciones físicas del suelo, como mejorador de la infiltración del agua de riego. La lenta infiltración del agua es un problema serio en muchos huertos y suelos de la zona norte y central. A menudo este efecto se asocia con agua de bajo contenido salino, menor del 0,5 dS/m y en suelos de textura arcillosa. Cuando la infiltración cae por debajo de los 2,5 mm/hora, dependiendo del caudal aplicado, está comienza a escurrir y puede generar erosión del suelo. Además el suelo se

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mantendrá menos húmedo en profundidad o saturado si se alarga el tiempo de riego afectando la respiración y crecimiento de las raíces. El suelo ideal con óptimas condiciones para el crecimiento de plantas consiste en dos fracciones principales: 50% sólidos (con una división posterior de 45% minerales, 5% materia orgánica) y 50% espacio poroso (25% agua (líquido) y 25% aire (gaseoso). Aunque el contenido de materia orgánica representa un pequeño porcentaje, constituye una diferencia esencial entre suelos productivos y no productivos. El espacio poroso total varía de acuerdo al tipo de suelo, puede ser algo menor en suelos arenosos y algo mayor en suelos arcillosos.La diferencia está en el tipo de porosidad, los suelos arenosos presentan gran macroporosidad, y los arcillosos gran microporosidad. La porosidad ocupada por el aire y por el agua son inversamente proporcionales y están sujetas a fluctuaciones, dependiendo de las condiciones de humedad del suelo. El índice de infiltración se refiere a la velocidad con que el agua ingresa al suelo, antes de que se estanque o escurra. Este fenómeno está influenciado por la textura, estructura, cantidad de humedad inicial y condiciones físicas-químicas del suelo, incluyendo compactación y contenido de sales. El movimiento del agua en el perfil, está influenciada por la profundidad del suelo y por el contenido de humedad del mismo. El agua no desciende a menos que la capacidad de absorción de cada partícula haya sido satisfecha. Recién en ese momento el agua es libre para moverse hacia la próxima partícula. La profundidad del movimiento se utiliza para determinar la cantidad máxima de agua a adicionar durante cada aplicación de riego. La capacidad de retención de agua a capacidad de campo se refiere al agua retenida en el suelo una vez que el agua gravitacional haya drenado. Está afectada por la textura del suelo, el porcentaje de materia orgánica, el grado de agregación, la profundidad del perfil del suelo y el grado de compactación. La capacidad de retención de agua se utiliza para determinar la cantidad y frecuencia del riego. El lento movimiento de agua en el perfil de suelos de textura fina, en muchos casos se debe a compactación, escaso contenido de sales poco solubles, bajo contenido de calcio activo, alto pH y presencia de carbonatos. Todos estos factores determinan una baja velocidad de infiltración del agua de riego. La estructura del suelo es un aspecto físico fundamental que determina un buen suelo. La "estructura" del suelo se refiere a la disposición o agrupación de los componentes individuales del suelo. La textura y estructura determinan en gran medida las características físicas generales del suelo: porosidad, movimiento del agua, capacidad de retención de agua, infiltración y permeabilidad. La generación de estructura se produce manteniendo un pH bajo en el suelo, ojala menor de 7,3, esto favorece, la agregación de las partículas arcillosas. En caso contrario, un pH alto promueve la desfloculación del suelo. Sin embargo, para mantener el suelo continuamente estructurado, se requiere que estos agregados sean estables en el tiempo,

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lo que se logra por efecto de la actividad microbiana que se incrementa al aumentar el contenido de materia orgánica del suelo. Un tercer aspecto a considerar para mejorar la estructura del suelo es el nivel de calcio, especialmente, en aquellos de textura arcillosa. Por otra parte, el nivel de calcio depende a su vez del tipo de arcilla, si son del tipo 1:1 o 2:1. En suelos de origen granítico, con arcillas del tipo 1:1, como son muchos en la región, el nivel de calcio puede ser naturalmente más bajo, posiblemente no más de 10 meq/100g de suelo. En suelos con arcillas más expandibles (2:1) el nivel de calcio requerido es mayor. Los suelos con altos contenidos de limo son muy difíciles de manejar, porque sus partículas no presentan carga eléctrica, por lo tanto, no se pueden hacer flocular y la única forma de mejorarlos es aplicando materia orgánica activa. Fertilización del olivar. Fertilización según el método del balance Nutricional. El método del balance nutricional se basa en el principio que las plantas requieren más nutrientes a mayor rendimiento esperado, además debe ser considerado el suministro de nutrientes del suelo y la eficiencia de recuperación de los nutrientes aplicados. Este método es muy útil para conceptualizar el tema de la fertilización. Plantea muy bien el concepto general, sin embargo la carencia de los parámetros requeridos para hacer operativo este método, bajo las diferentes condiciones de manejo de los distintos suelos y cultivos en el país, hace muy difícil su implementación practica en terreno, especialmente en frutales. Incluso, este método en el pasado reciente se ha prestado para hacer recomendaciones excesivas de N y K, que en muchos casos han originado desbalances nutricionales, en cultivos y frutales. La formulación clásica del balance nutricional es:

F= D-S/E Donde: F: Fertilización D: Demanda de la planta S: Suministro del suelo E: Eficiencia de recuperación del nutriente aplicado

La demanda esta determinada por el rendimiento esperado y a su vez este está determinado por la edad, densidad de plantacion, potencial productivo de la variedad y condición climática. El suministro por el suelo está determinado por una serie de factores edáficos como disponibilidad de nutrientes, pH, salinidad (especialmente nivel de sodio y cloruro), condicion fisica del suelo, aireación y compactacion del suelo. El mayor problema del método es que la eficiencia es muy variable, ya que está muy relacionada con la calidad del sistema radical de la planta. Esta a su vez está muy relacionada con las malas condiciones fisicas del suelo. En el caso del nitrógeno se

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considera normal una eficiencia del 55%, sin embargo a nivel de campo en frutales, en muchos casos no sobrepasa el 30%. Esta baja eficiencia está determinada principalmente por las pobres condiciones fisicas de muchos suelos de la zona Norte y la presencia de nematodos en huertos antiguos. Otro aspecto importante, en el caso de los nutrientes móviles y en el caso de macronutrientes no se puede hacer una extrapolación lineal entre la concentración de los nutrientes y el rendimiento, debido a su movilidad dentro de la planta, esto es particularmente importante en el caso del nitrógeno y potasio. Ademas el concepto del consumo de lujo (las plantas pueden absorber cantidades mayores a las requeridas de nutrientes) afecta también la precisión del metodo del balance, esto implica que las plantas son capaces de absorber cantidades excesivas de nutrientes y acumularlas en los tejidos. Por otra parte, una buena estimación del suministro del suelo es difícil de precisar ya que influyen una serie de parámetros físico-químicos y además climáticos. Como se puede apreciar, el método del balance nutricional presenta limitaciones, que pueden afectar de manera importante, la estimación del cálculo de la fertilización de un cultivo o frutal. Sin embargo, el método es útil, porque permite hacer una aproximación de los órdenes de magnitud de los nutrientes requeridos por el cultivo o frutal. Lo más recomendable es que después de hacer la estimación por el balance nutricional, los valores obtenidos se deben ajustar según otros parámetros de suelo y manejo del cultivo o frutal. Cabe señalar que para nitrógeno y potasio es más útil esta metodología. Residencia y disponibilidad de nutrientes en el suelo bajo condiciones de fertirrigación. La residencia y biodisponibilidad de nutrientes en el suelo bajo condiciones de fertirrigación y/o manejo de riego gravitacional depende del tipo de nutriente. En el caso de Ca, Mg y K su disponibilidad depende de la textura, es decir cantidad y tipo de arcilla. En el caso del nitrógeno y azufre depende del contenido de materia orgánica estabilizada y activa presente en el área del bulbo mojado. Además el manejo que se haga del riego y de las concentraciones de nutrientes aplicados es muy importante de considerar para mejorar la eficiencia de recuperación de los nutrientes por las raíces normalmente escasas. Nitrógeno. Elemento fundamental para lograr un buen crecimiento y producción de los árboles, sin embargo su exceso es muy perjudicial. En olivos se considera un nivel excesivo más de 2 % en la materia seca en muestras obtenidas a fines de Enero. Un exceso produce:

♦ Aumenta susceptibilidad a las heladas. ♦ Aumenta susceptibilidad a plagas y enfermedades. ♦ Disminución de rendimiento de fruta ♦ Afecta calidad de la fruta, menos rendimiento de aceite. ♦ Disminuye el crecimiento radicular. ♦ Retrasa la madurez de la fruta

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El olivo presenta un menor requerimiento de nitrógeno que la vid, se considera como nivel adecuado de nitrógeno en hojas de olivo, 1,6 a 1,7% mientras que las vides requieren niveles de 2,4% en las hojas. Como enfrentar la fertilización nitrogenada El diagnóstico de las necesidades de nitrógeno de un huerto es difícil de precisar sin embargo, una aproximación es posible de realizar conociendo los parámetros que determinan el suministro de este elemento por el suelo. Se debe solicitar al Laboratorio los siguientes análisis: Nitrógeno mineral disponible, nitrógeno total, materia orgánica, estimar carbono (m.o./2),calcular relación C/N y considerar el posible aporte de nitrógeno del agua de riego y de estiércoles o ácidos húmicos, o cualquier materia orgánica aplicada. Estas muestras deben ser tomadas en septiembre-octubre a 30 cm de profundidad y ser enviadas rápidamente al laboratorio. La relación C/N es muy importante de conocer pues permite determinar la movilidad del nitrógeno en el suelo. Relaciones C/N inferiores a 10 sugieren que el N se puede perder por lixiviación fácilmente, además sugiere que al suelo le falta materia orgánica. Valores muy altos superiores a 20 significan excesiva retención del N por efecto de inmovilización, lo que afecta el suministro. Lo ideal es mantener una relación C/N entre 12 y 16. La reserva de nitrógeno disponible o nitrógeno potencialmente mineralizable está determinada por el contenido de materia orgánica y el nitrógeno total, Cuadro 11.

Foto 7. Olivo con deficiencia de nitrógeno y sin deficiencia de nitrógeno.

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Cuadro 11. Categorías de materia orgánica, nitrógeno total y disponible en suelos.

Contenido Materia orgánica %

N total % Nitrógeno disponible mg/kg

Bajo Menor de 2 Menor de 0,05 Menor de 20 Medio 2,1-3,0 0,06-0,1 21-40 Adecuado 3-4,5 0,11- 0,2 41-60 Alto + 4,5 + 0,21 + 60

A mayor contenido de materia orgánica mayor contenido de nitrógeno total y a su vez más y sostenida entrega de nitrógeno disponible. Un suelo con alto contenido de nitrógeno disponible y bajo contenido de materia orgánica significa que este nitrógeno se puede perder fácilmente con el riego siguiente. Recomendación de Fertilización para riego por surco. Dosis de Nitrógeno. Para árboles adultos, según edad y en baja densidad, 100 árboles por ha, aplicar lo señalado en el Cuadro 12. En el caso del fósforo, como se señaló, aplicarlo todo en invierno sobre la materia orgánica, cada tres años. El nitrógeno aplicarlo al voleo en 3 parcialidades a fines de septiembre, octubre y diciembre, todos los años, incorporando bajo el suelo o con el agua de riego para evitar volatilización de la urea. El potasio aplicarlo en octubre y diciembre para favorecer calibre de frutos, año por medio En el Cuadro 13 se presenta la fertilización con N-P-K recomendada, para huertos de mayor densidad.

Foto 8. Hojas de olivo con deficiencia de nitrógeno.

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Cuadro 12. Recomendación de fertilización con nitrógeno, fósforo y potasio para huertos de diferente edad en baja densidad (100 árbol/ha).

Nitrógeno P205 K20 Edad años g/árbol 1-3 150- 400 100-200 200-350 4-7 600-1.200 300-400 500-700 + 8 1.500-2.000 500-600 800-1.000

Cuadro 13. Recomendación de fertilización con nitrógeno, fósforo y potasio para huertos de diferente edad en mayor densidad (400 árboles/ha).

Nitrógeno P205 K20 Edad

Años g/árbol 1-3 80-120 50-70 70-110 4-7 150- 180 100-120 140-150 + 8 220-260 140-160 200-250

Época de aplicación. En riego por surco se recomienda aplicar por lo menos 3 veces en la temporada, al voleo bajo la copa de los árboles, aplicar con suelo húmedo y ojala tapar el fertilizante con una labor de rastraje. Se recomienda aplicar a fines de Septiembre, Octubre y Diciembre. Recomendación de Fertilización para riego por goteo. En fertirrigación se debe usar fertilizantes de alta solubilidad para evitar el taponamiento de los goteros y dos veces por semana durante seis meses, desde septiembre a febrero, en total, 48 riegos. En el Cuadro 14 se presenta la recomendación de fertilización vía fertirrigación con N-P-K, para huertos con una densidad de 400 árboles/ha, según distinta edad del huerto. En el Cuadro 15 se muestra una sugerencia de fertirrigación, para huertos con una densidad de 2.000 árboles/ha, según distinta edad de los árboles.

Cuadro 14. Recomendación de fertilización para huertos de diferente edad en mediana densidad (400 árboles/ha), y para suelo de textura media.

Nitrógeno P205 K20 Edad

años g/ha 1-3 667 417 583 4-7 1.250 833 1.166 + 8 1.833 1.167 1.666

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Cuadro 15. Recomendación de fertilización para huertos de diferente edad en alta densidad (2.000 árboles/ha), recomendación para suelo de textura media.

Nitrógeno P205 K20 Edad

años g/ha 1-3 600 500 600 4-7 900 600 1.200 + 8 1.500 700 1.400

En suelos muy arenosos o cajas de río se puede aplicar nitrógeno en dosis de 30 mg/L en el agua de riego, de manera continua cuando se inicie el crecimiento activo de las plantas Época de aplicación. En fertirrigación se recomienda fertilizar según textura del suelo, ver Cuadro 16. Las dosis en suelos arenosos deben ser muy parcializadas en dosis pequeñas pero frecuentes, aplicar diariamente por lo menos 2 veces por día. En suelos francos o textura media fertilizar 3 veces por semana y en suelos arcillosos una vez por semana. Cuadro 16. Frecuencia de fertirrigación según textura del suelo, durante 6 meses,

desde Septiembre a Febrero.

Textura Frecuencia de fertirrigación

Tipo de nutrientes

Numero de riegos

Suelo muy arenoso

2 veces por día, 6 días a la semana

Todos los nutrientes en concentración más baja

288

Franco 3 veces por semana N-P-K en concentración media

72

Arcilloso 1 vez por semana N-P-K en concentración más alta

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Fuentes fertilizantes más recomendadas. Fertilizantes para riego gravitacional. Para fertilización directa al suelo se deben usar fertilizantes granulados, esta forma granulada favorece su aplicación mediante trompo, estos fertilizantes presentan menor solubilidad y son más baratos, (Cuadros 17, 18 y 19). Las mezclas son poco recomendables, especialmente en frutales, porque son caras y obligan al productor a aplicar nutrientes que en muchos casos no son necesarios. Para fertirrigación se deben usar fertilizantes de alta solubilidad que se presentan cristalizados y generalmente son más caros.

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Cuadro 17. Fuentes nitrogenadas recomendadas para olivo en riego gravitacional en zonas semiáridas.

Fuente % Nitrógeno Observaciones

Urea 46 Genera baja salinidad Nitrato de amonio 34 Genera mayor salinidad Nitromix 33 Aporta 3% de P2O5 Sulfato de amonio 21 Genera salinidad y acidifica más que

la urea Nitropotasio 19-0-20 Incluye N y K Supernitro 23-0-31 Incluye N y K

Cuadro 18. Fuentes fosfatadas recomendadas para olivo en riego gravitacional en

zonas semiáridas.

Fuente P205, % Observaciones FMA 11-52-0 Mejor fuente FDA 18-46-0 Genera salinidad pero acidifica más

que la urea SFT 46 Fuente menos recomendable para

aplicar directo al suelo calcáreo

Cuadro 19. Fuentes potásicas recomendadas para olivo en riego gravitacional.

Fuente K20,% Observaciones Sulfato de potasio 50 Buena fuente Nitrato de potasio 13-0-44 Buena fuente Costo alto, obliga a

incorporar potasio Sulpomag 22-22-18 Aporta K y Mg Muriato de potasio

60 Fuente poco recomendable para aplicar, muy salina

Fertilizantes para fertirrigación. Para fertirrigación se deben usar fertilizantes de alta solubilidad que se presentan cristalizados y generalmente son más caros. Además, estos no deben contener sodio y cloruro, debido a que el efecto de localización y alta solubilidad promueve fácilmente la intoxicación y/o desbalance nutricional de las plantas, esto es especialmente importante en suelos de Copiapó y parte baja de Huasco. En los Cuadros 20, 21 y 22 se presentan los fertilizantes nitrogenados, fosfatados y potásicos más recomendados para olivos manejados vía fertirrigación.

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Cuadro 20. Fuentes nitrogenadas recomendadas para olivo en fertirrigación.

Fuente Nitrógeno, % Observaciones Urea 46 Genera baja salinidad Nitrato de amonio 34 Genera mayor salinidad Nitromix 33 Incluye 3% de P205 Sulfato de amonio 21 Genera salinidad pero acidifica

mas que la urea Entec 21 21 Entrega lenta Nitropotasio 19-0-20 Supernitro 23-0-31 Incluye N y K

Cuadro 21. Fuentes fosfatadas recomendadas para olivo en fertirrigación, en zonas semiáridas.

Fuente % P205 Observaciones Polifosfato de amonio 10-34-0 Se fija menos de tipo orgánico

Buena fuente Fosfato Mono Amónico 12-61-0 Mejor fuente Acido Fosfórico 85% P/V Es la peor fuente,1 lt aporta 1

unidad de P205. Cuadro 22. Fuentes potásicas recomendadas para olivo en fertirrigación, en zonas

semiáridas.

Fuente K20, % Observaciones Tiosulfato de K 25-17S Genera acidez localizada Sulfato de potasio 50 Buena fuente Nitrato de potasio 13-0-44 Buena fuente, obliga a

incorporar nitrógeno Fertilización con micronutrientes La deficiencia de micronutrientes es fácil que ocurra en los suelos del norte chico, especialmente de zinc y hierro, eventualmente el boro puede ser también un problema, cobre puede ser importante en frutales de alto rendimiento y en suelos manejados con altos niveles de materia orgánica. Los principales factores que afectan disponibilidad de micronutrientes son:

• Contenido de calcáreo • Alto pH del suelo mayor de 7,8 • Temperatura del suelo( fines de otoño e invierno se afecta disponibilidad)

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Zinc. La deficiencia de zinc es muy frecuente que se produzca en la mayoría de los suelos del norte chico, especialmente en suelos de la Región de Atacama. Estudios realizados por INIA en el valle de Huasco determinaron que hierro y zinc son los micronutrientes más deficientes en los suelos. Entrenudos cortos, es una característica típica de la carencia de zinc. La aplicación de quelato de zinc o sulfato de zinc en suelos de pH menor de 7,5 es la solución al problema. En suelos con alto pH mayor de 8 y carbonatos, aplicar al suelo y al follaje. Hierro. Deficiencia frecuente en suelos con caliza y en epoca fría. Síntoma típico es la clorosis del ápice de crecimiento, en suelos calcáreo aplicar hierro al suelo y al follaje. Fe-EDDHA muy estable a pH muy alcalino. Boro. En muchos suelos salinos de Copiapó, se presenta en exceso. En suelos de Elqui, Limarí y Choapa, puede producirse deficiencia en huertos en alta producción, mas de 14 t/ha. El boro presenta movilidad en el olivo a diferencia de otros frutales como el nogal, por lo tanto, la toxicidad no es frecuente que se produzca en olivos. A floración es reconocido su efecto sobre la cuaja. Cobre Los suelos agrícolas del norte chico son muy variables en su contenido de cobre disponible. En algunos sectores cercanos a relaves mineros puede presentarse contenidos altos de cobre disponible. Sin embargo, en muchos suelos el cobre está en niveles marginales. Importante considerar que la aplicación de cantidades muy altas de materia orgánica afectan la disponibilidad de cobre disponible. La constante de estabilidad cobre-materia organica. es muy alta debido a que la materia orgánica sobrequelata fácilmente el cobre. Manganeso. En suelos del norte chico el exceso de manganeso disponible es una constante, especialmente en aquellos que no presentan calcita. Los factores que promueven una excesiva disponibilidad de este elemento son; bajo pH, exceso de humedad y alta temperatura del suelo. Normalmente estas condiciones se dan en pleno verano, por lo tanto, la intoxicación con manganeso se produce en pleno estío. En suelos calcáreo, la toxicidad por manganeso no es un problema, sería el caso de la mayoría de los suelos de Copiapó.

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Factores de suelo que afectan disponibilidad de macronutrientes Nitrógeno. Disponibilidad se afecta por cantidad de materia orgánica, relación C/N, Tº, humedad del suelo. Fósforo. pH, valores superiores a 7,8 afectan disponibilidad del fósforo. Potasio. El contenido y tipo de arcilla determina su disponibilidad, Cuadro 23.

Cuadro 23. Rango de nivel adecuado de potasio de intercambio según la textura del suelo y estrategia de fertilización.

Textura Nivel adecuado en

el suelo mg/kg

Estrategia de Fertilización Dosis y Frecuencia

Arenoso 200-250 Dosis baja y alta frecuencia Franco 350-400 Dosis media poco frecuente Arcilloso 500-600 Dosis alta poco frecuente

Fertirrigación en condiciones de alta salinidad La fertilización en condiciones de alta salinidad es comun en suelos de la parte baja de Copiapó y Huasco. Los elementos que generan problemas es el exceso de sodio y cloruros, presentes en la solución del suelo. Fertirrigación en condiciones de exceso de Sodio El sodio en alta concentracion, más de 25 mmol/L produce una gran competencia en la absorción de calcio, magnesio y potasio. La concentracion crítica de sodio es variable, porque depende de la cantidad de arcilla del suelo. A mayor contenido de arcilla, la concentración crítica de sodio es mas alta. El sodio es muy poco retenido por el suelo, porque es retenido debilmente por las arcillas. El calcio es el elemento que más se ve desfavorecido con altos niveles de sodio. Se ha estudiado que el movimiento ascendente del calcio por el floema es naturalmente lento. En presencia de contenidos altos de sodio en la solución, este movimiento es más lento aún y ademas la absorción misma de calcio disminuye debido a fenómenos de competencia iónica a nivel rizosférico. El sodio por su movilidad, es transportado hacia la zona rizosférica mediante flujo de masas cuando se produce alta transpiración. Esto normalmente ocurre en verano, la mayor competencia entre sodio y calcio se producirá en esta época principalmente y ademas, en esta época se producirá también la máxima intoxicación por sodio. El exceso de sodio absorbido en esta época puede comprometer la producción futura de los árboles. Aun cuando el olivo es una especie que tolera niveles altos de sodio. El exceso de sodio a nivel foliar, puede sustituir algunas de las diversas funciones metabólicas del potasio, sin embargo estudios en especies hortícolas han determinado que algunas de estas funciones metabolicas son imperfectas, lo que promueve la formacion de metabolitos secundarios no deseables.

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Este desbalance se puede agudizar al aplicar dosis altas de nitrógeno como amonio, ya que este catión puede afectar por acción de masas la absorcion de calcio y otros cationes, este fenómeno es importante bajo condiciones de fertirrigación. Bajo condiciones de alta salinidad, las plantas deben regarse continuamente con fracción de lavado, es decir, el suelo debe mantenerse con exceso de humedad. Esto determina condiciones de anaerobiosis y de posible incremento de la lixiviación de nitrógeno nítrico y también de calcio soluble, sobre todo si el suelo es franco-arenoso. Todo esto determina una menor actividad radicular por falta de oxígeno, este fenómeno no es tan crítico en primavera-verano, por la mayor capacidad de difusion de oxígeno del agua de riego a temperatura mas alta. Ahora bien, para competir con el exceso de sodio se debe aplicar calcio soluble via fertirrigación. Una buena alternativa es aplicar nitrato de calcio, fertilizante muy soluble. Este se debe aplicar a mitad de la estación de crecimiento de las plantas, después de cuajado el fruto. Calcio y magnesio incrementan su absorción, al aumentar el tamaño del fruto. A diferencia del N y P que se requieren en mayor cantidad al inicio del crecimento de la planta. Un estimador de los posibles problemas de exceso de sodio es la Relación de Adsorción de Sodio o RAS, (Cuadro 24). Cuando este presenta valores entre 5 y 10, se pueden manifestar problemas de falta de calcio inducido por el exceso de sodio.

Cuadro 24. Relación entre valores de RAS y su efecto sobre el desbalance

nutricional y los problemas en el suelo.

Valor de RAS Desbalance nutricional Problemas de suelo

Menor de 5 Sin problema Sin problema 5-10 Inicio de problemas Problemas incipientes 11-15 Problemas serios Problemas en aumento + 15 Problema de suelo Serios problemas de

infiltración Fertirrigación en condiciones de exceso de cloruros, más de 25 mmol/L. El ión cloruro, a diferencia del sodio, se mueve con mayor facilidad en el suelo y practicamente no es retenido por el coloide. Por lo tanto, es facilmente lavable. El cloruro compite fuertemente con el nitrato a nivel rizosférico, debido a que ambos presentan carga negativa. Por su gran movilidad, las raíces los aproximan a la zona rizosférica mediante flujo de masas cuando existe una alta transpiración. Esto ocurre en pleno verano, esto significa que la mayor competencia entre cloruro y nitrato se producirá en esta época y ademas, en esta época se producirá también la máxima intoxicación por cloruro. En este momento los árboles promueven la diferenciación de yemas, por lo tanto, se puede afectar el rendimiento futuro del huerto. En este caso se debe aplicar una dosis de nitrógeno un 25 % mayor que lo normal para contrarrestar el efecto del exceso de aniones cloruros, en toda la estación de crecimiento y especialmente en verano.

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Materia Orgánica y salinidad Los complejadores de sodio normalmente corresponden a compuestos orgánicos, caso del Natursal, Ecosal y otros. Los compuestos orgánicos generan una baja salinidad. En experimentos realizados en suelos de Copiapó con materia orgánica de muy baja conductividad eléctrica y bajo pH se logró disminuir el contenido de sodio del suelo de manera significativa. Sin embargo, muchos tipos de materia orgánica presentan niveles salinos altos caso del guano de cabra y de pavo. Fertilizacion Foliar La fertilizacion foliar es una alternativa complementaria a la fertilizacion al suelo. Esta ultima es la via natural por la cual las plantas se nutren desde el suelo. En la actualidad, la gran mayoria de los suelos sobre todo de textura fina presentan problemas de condición fisica lo que afecta el crecimento del sistema radicular de los arboles, ademas la presencia de nematodos, contribuye a mentener sistemas radicales mas deteriorados aun. Esto afecta la absorcion de nutrientes y tambien la sintesis de algunas hormonas especificas que se producen en las raices como la citoquinina. Todo esto justifica en muchos casos el uso de fertilizantes foliares, los cuales son absorbidos a través de la lámina de la hoja. En el caso de los macronutrientes N-P-K la estrategia principal debe ser aplicarlos al suelo. Mientras que la carencia de micronutrientes es relativamente facil de corregir via aplicaciones foliares, debido a que las cantidades totales de oligoelementos requeridos por el olivo son bajas comparadas con nitrógeno y potasio. Según la literatura, en múltiples trabajos realizados al respecto con olivos y otras especies de plantas, se ha observado que la respuesta a este tipo de fertilizacion es variable. Pues la respuesta depende del grado de carencia que presente el árbol. Los objetivos principales de las aplicaciones foliares son de 3 tipos: 1.- Corregir carencias de micronutrientes. Es la mas efectiva de realizar por las razones ya señaladas. Lo importante es diagnosticar bien el nutriente que se presenta deficitario. Hierro, zinc y boro son los micronutrientes potencialmente mas deficitarios en la zona centro norte. 2.- Corregir o reforzar carencias temporales de N, P y/o K. La correción de carencias temporales de macronutrientes se puede justificar, en el caso de huertos que alcancen en algun momento altas producciones. Es importante destacar que la absorción de N y K por la lámina de la hoja es bastante eficiente a diferencia del fósforo que es menos absorbido por esta vía. Estudios realizados con urea señalan que mas del 50 % del producto aplicado puede ser absorbido a las 24 hrs, la urea aplicada debe ser libre de biuret. Este compuesto es un derivado de la urea, que se produce en su fabricación en antiguas plantas industriales de producción. Otras fuentes como el nitrato de amonio y sulfato de amonio son igualmente eficientes para ser aplicadas via foliar. Idealmente el pH de la solución

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fertilizante debe ser cercano a 6,0 para mejorar la absorción de nutrientes por esta vía. Es importante destacar que la cantidad total de nitrogeno o potasio aportada por una o varias aplicaciones folaires puede significar una incorporacion neta de no mas de 5 a 8 g del elemento en un arbol adulto. Esto significa que por esta via no se puede esperar aumentos de rendimiento del huerto. 3.- Aportar aminoácidos y/o estimuladores del crecimiento. En relación al efecto de las aplicaciones de aminoácidos y/o estimuladores de crecimiento, es muy recomendable su uso en caso que las plantas hayan sufrido un estrés, ya sea hídrico, por heladas u otro factor. En el caso del olivo, la respuesta en mayor producción de fruta no es fácil que se produzca, por lo tanto su uso debe ser previamente bien analizado antes de tomar la decisión de aplicarlos. En definitiva la fertilización foliar es una herramienta de apoyo o complemento a la fertilización al suelo. Lo importante es diagnosticar bien la necesidad de su uso antes de decidir su aplicación. Objetivos de la acidulación del agua de riego.

1. Acidificación como enmienda (pH =5,0 o menor)

2. Para lavado de equipo de riego (pH = 3 y 4)

3. Acidificación del agua a pH 6,2 a 6,5 de modo permanente para mejorar nutrición de

la planta.

4. Acidificación del agua a pH 5,5 a 6,0 para aplicación foliar.

Cuadro 25. Acido sulfúrico y fosfórico requerido para llevar el pH del agua de

riego a 4 y 6, respectivamente, en cuatro localidades del Valle de Huasco.

pH 4

pH 6

pH 6

LOCALIDAD H2SO4 cc/m3

H2SO4 cc/m3

H3PO4 cc/m3

El Tránsito 36 17 39 San Félix 38 25 50

Santa Juana 38 25 49 Nicolasa 39 25 44

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Literatura Consultada Á ngel, G., Fernández, A. y García, C. 2000. Aprovechamiento integral del alperujo

como enmienda al suelo del olivar. (Versión electrónica) carpena.ifas.ufl.edul/ZNS/4canarias-04.pdf. Leído 12 de junio de 2006.

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Riego del olivo

Leoncio Martínez Barrera

Antecedentes La adopción de técnicas de riego modernas en el cultivo del olivo es esencial para aumentar la productividad de los huertos y obtener productos de alta calidad. Las prácticas de riego deben necesariamente, ser complementadas con otras, para la obtención de buenos resultados, entre las cuales destaca:

- Densidad de plantación - Uso de polinizantes - Poda - Aplicación de fertilizantes - Cosecha y post-cosecha

Este capítulo incluye aspectos de riego por métodos tradicionales y sistemas de riego localizados de alta frecuencia.

Relación Suelo-Agua-Planta El agua es muy importante para la vida, ya que numerosas reacciones bioquímicas se realizan en este medio como la síntesis de proteínas, lípidos y carbohidratos, elementos estructurales en la formación de nuevos tejidos vegetales. Gran parte de la materia prima necesaria para la fabricación de los tejidos vegetales proviene directamente de la atmósfera. El carbono es aportado por el anhídrido carbónico atmosférico (CO2), que es captado por la planta a través de las hojas y transformado al interior de ella en hidratos de carbono, proceso conocido como fotosíntesis. El intercambio gaseoso de CO2 y oxígeno (O2) se realiza por las hojas a través de estructuras denominadas estomas. Cuando los estomas están abiertos, hay intercambio de gases y la fotosíntesis se realiza en plenitud. Cuando los estomas permanecen abiertos, no sólo hay intercambio gaseoso (entrada de anhídrido carbónico y salida de oxígeno), también se pierde vapor de agua, proceso que se conoce como transpiración. Cuando la transpiración excede al agua absorbida por las raíces, los estomas se cierran para evitar una deshidratación de la planta. El aumento de la resistencia al paso de gases y vapor de agua que se produce cuando los estomas están parcialmente cerrados provoca una disminución de la fotosíntesis. La apertura de los estomas depende de la energía lumínica incidente, del déficit de presión de vapor del aire (humedad relativa) y del contenido de humedad del suelo. De los tres factores mencionados, la humedad del suelo a través del riego es el único que se puede manejar en gran escala, al menos en términos económicos. La apertura estomática ocurre en la mañana cuando el déficit de presión de vapor es bajo, por lo tanto hay una reducida transpiración y una alta asimilación de CO2. A

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medida que la hora avanza, hay un aumento de la temperatura del aire y del déficit de presión de vapor (DPV) disminuyendo la fotosíntesis y la transpiración. Es natural que en días calurosos especialmente a medio día, los estomas permanezcan cerrados o parcialmente cerrados debido al elevado gradiente de humedad existente entre la atmósfera y el interior de la hoja, pero los estomas de una planta bien abastecida de agua permanecerán abiertas, en promedio, un mayor número de horas durante la temporada de crecimiento, que una planta con problemas de abastecimiento de agua. Aquellas plantas bien regadas dispondrán de más “materia prima” para la fabricación de nuevos tejidos vegetales lo que se refleja en mayor crecimiento vegetativo del árbol y por consiguiente mayor crecimiento y producción. Un buen estado hídrico de las plantas produce mayor crecimiento vegetativo, producción, número de frutos por árbol, tamaño de frutos, % de aceite y un aumento en la relación pulpa/hueso. El olivo es una especie típica de clima mediterráneo muy tolerante a la sequía. El árbol puede sobrevivir en condiciones extremas de falta de humedad pero su crecimiento vegetativo y productivo será muy restringido. El requerimiento hídrico del olivo con alta producción, es semejante a muchas otras especies de frutales. Aplicaciones de tasas de riego sobre 8.000 m3/ha/año en olivos cv “Manzanillo” utilizando riego por goteo en el valle de San Joaquín, California ha logrando muy buenas producciones respecto a tasas de riego inferiores. Las condiciones donde se realizó el ensayo fueron: suelo de textura franco arenosa con una estrata impermeable a 60 cm de profundidad y una evapotranspiración potencial anual de 1.300 mm/año. Respecto a los ingresos ($/ha) del agricultor, ha encontrado una buena correlación entre agua aplicada e ingresos debido a la mejor calidad de los frutos (tamaño). En Chile se ha informado tasas de riego de 6.500 a 8.500 m3/ha/año en el cultivar “Sevillana” en olivos de 8 años en la zona de San Felipe, Región de Valparaíso. En las condiciones agroecológicas del Norte Chico (Regiones de Atacama y Coquimbo), la evapotranspiración potencial anual es del orden de 1.300 a 1.600 mm/año en el sector distante a menos de 60 km de la costa, por lo tanto, las tasas de riego para el olivo son entre 6.000 a 8.000 m3/ha/año. Respecto a la situación del riego en algunas provincias de España, las tasas utilizadas son inferiores a las estimadas para Atacama y Coquimbo debido a la precipitación que es del orden de 500 mm/año o superiores. En estas condiciones, riego complementario de 1.500 a 3.000 m3/ha/año son suficientes para obtener buenas producciones. Los efectos del déficit hídrico en olivos dependen del tipo de proceso fisiológico. Un déficit hídrico durante todo el año afectará directamente el crecimiento vegetativo del árbol, la producción y calidad de las flores, la cuaja, la caída de frutos previo a la cosecha y el tamaño de los frutos. El Cuadro 26 muestra los efectos del déficit hídrico sobre diferentes procesos.

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Cuadro 26. Efecto del déficit hídrico en diferentes períodos, sobre diferentes procesos en Olivos.

Proceso Período Efecto del déficit hídrico

Crecimiento vegetativo

Todo el año Reducción del crecimiento y del número de flores al año

Desarrollo de yemas florales

agosto – octubre Reducción número de flores

Floración noviembre Floración incompleta

Cuajado de frutos noviembre – diciembre

Aumenta la alternancia o añerismo

Crecimiento inicial del fruto

diciembre – enero

Disminuye el tamaño de fruto (menor número de células/fruto).

Crecimiento posterior del fruto

febrero – Cosecha

Disminuye el tamaño del fruto (menor tamaño de las células del fruto).

Acumulación de aceite

enero -mayo Disminuye el contenido de aceite/fruto)

Fuente: Barranco et al., 1997. Fechas modificadas para el Hemisferio Sur.

Muchas investigaciones sugieren la posibilidad de reducir las tasas de riego en algunos períodos fenológicos con el objetivo de disminuir el consumo de agua sin causar pérdidas importantes en la producción. Una disminución de la tasa de riego de un 50 % en el período comprendido entre endurecimiento del carozo y el inicio de la madurez sin afectar la carga frutal (no hay mayor tendencia a la caída de frutos), peso de los frutos y valor comercial de la producción. Esta práctica permite ahorrar entre 30 a 35 % los volúmenes de agua aplicados. Para promover un déficit hídrico controlado, es necesario considerar algunos factores como capacidad de retención de humedad del suelo, el contenido de sales solubles del suelo y el agua, el método de riego utilizado, la lluvia invernal y la disponibilidad de agua para riego. En las condiciones del Norte Chico, es necesario validar estas experiencias debido a la baja capacidad de retención de humedad de los suelos, la presencia de sales en el perfil y la escasa pluviometría anual. El Riego. El Riego es la aplicación artificial de agua al suelo con el fin de suministrar a los cultivos, la humedad necesaria para su desarrollo. Tres preguntas son relevantes en relación a la práctica del riego: ¿Cómo regar?, ¿Cuánto regar? y ¿Cuándo regar?. A continuación, se dará respuesta a cada una de estas interrogantes, en relación al cultivo del olivo. Debido al carácter general de este artículo, aspectos técnicos específicos deberán ser consultados en literatura técnica especializada.

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¿Cómo regar? Se refiere a los métodos utilizados para regar. En general, los métodos de riego se clasifican en dos grandes grupos: Sistemas de riego gravitacionales y Sistemas de riego presurizados. En los métodos de riego gravitacionales, el agua fluye por diferencia de cota entre el lugar donde se recibe el agua y donde se encuentran los árboles. El agua se puede conducir entre las hileras de plantas en forma de tendido, surcos, bordes y tazas. A medida que el agua avanza en el huerto, ésta infiltra humedeciendo el perfil del suelo. Estos sistemas se caracterizan por su baja eficiencia (relación entre el agua efectivamente utilizada por el cultivo y el agua aplicada al potrero). Valores de eficiencias de aplicación promedio para diversos métodos de riego gravitacionales y presurizados aparecen en el Cuadro 27. Estos valores son sólo de referencia y ayudan a comprender la diferencia entre sistemas de riego gravitacional y presurizado. Los sistemas de riego presurizados, presentan eficiencias nominales muy superiores. La menor eficiencia de los sistemas gravitacionales está dada por el agua que se pierde por percolación profunda, por escurrimiento superficial y por la baja uniformidad de aplicación fuertemente influenciada por el tipo de suelo, la topografía, el caudal disponible y el grado de instrucción y motivación del obrero agrícola. Los sistemas de riego gravitacionales son de bajo costo de instalación y operación. Las desventajas detectadas son las siguientes:

- Pérdidas de agua por percolación profunda y por escurrimiento superficial. - Bajo coeficiente de uniformidad, es decir, no todas las plantas reciben la misma

cantidad de agua. - Alto nivel de erosión del suelo.

Cuadro 27. Valores de eficiencia de aplicación promedio para diferentes métodos de riego

Método de Riego Eficiencia (%) Tendido 30

Surcos 45

Bordes rectos 50

Bordes en contorno 60

Pretiles 60

Tazas 65

Californiano 65

Aspersión 75

Microjet 85

Goteo 90 Fuente: CNR, Reglamento Ley N° 18.450)

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- Debido a las variaciones de las características físicas del suelo, es muy difícil determinar la frecuencia de riego óptima para cada plantación a lo largo del año.

- Alta incidencia de malezas. Los métodos de riego presurizados se caracterizan por conducir el agua por tuberías. En los sistemas de riego presurizados existen dos sub-grupos: riego por aspersión donde el agua se aplica en forma de lluvia y riego localizado donde el agua se aplica gota a gota o en forma de pequeña lluvia junto a la planta. Los sistemas de riego por aspersión no son utilizados en Chile para el riego de olivos. Los métodos más utilizados son: goteo o microaspersión. Estos sistemas se caracterizan por una alta eficiencia en el uso del agua (sobre 85%) muy alta uniformidad en la aplicación, no hay erosión del suelo, aún en aquellos con fuertes pendientes, disminuye la incidencia de malezas y permite aplicar los fertilizantes por medio del riego (fertirrigación). Entre los problemas del riego localizado se encuentran:

- Alto costo de instalación - Operarios deben estar capacitados en el uso de esta tecnología - Se debe disponer de agua para regar todos los días. - Se requiere disponer de equipos de bombeo para hacer funcionar el sistema

(salvo en equipos operados por diferencia de cota entre la fuente de agua y el lugar donde se encuentran los árboles).

Para las condiciones agroecológicas de los valles transversales de las Regiones de Atacama y Coquimbo, el riego por goteo es el método que presenta mayores ventajas dada la eficiencia de aplicación de agua, el manejo de los fertilizantes a través del agua de riego (fertirrigación) y el uso de suelos que presentan pendientes superiores a 5% y excesiva pedregosidad. ¿Cuánto y Cuándo regar? Tres son los aspectos relevantes para determinar la cantidad de agua a aplicar y la frecuencia de riego.

1. Evapotranspiración del cultivo. 2. Método de riego utilizado utilizado 3. Capacidad de retención de humedad del suelo.

Evapotranspiración del cultivo (ETc).- Es el agua utilizada por el árbol en la transpiración desde las hojas, más el agua que se evapora directamente desde el suelo. El volumen de agua ocupado en las reacciones metabólicas y que pasa a formar parte de los tejidos vegetales es muy baja en comparación a la utilizada en transpiración y evaporación directa desde el suelo. La transpiración y la evaporación están determinadas por un fenómeno físico que es el gradiente de humedad entre la atmósfera y el interior de la hoja (transpiración) o la

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superficie del suelo (evaporación). La concentración de vapor de agua en la atmósfera a una determinada temperatura, término conocido como “humedad relativa”, es menor que al interior de la hoja (cercana al 100%). El agua se mueve desde donde hay mayor humedad relativa hacia donde hay menor humedad relativa, por lo tanto, el agua pasa desde el interior de las hojas, a través de las estomas hacia la atmósfera. La humedad relativa del aire está gobernada por factores físicos de la atmósfera como es la temperatura, la humedad relativa, la radiación solar y la velocidad del viento. Los parámetros descritos (temperatura, viento,), también afectan la evaporación de agua desde un estanque al igual como sucede con la evapotranspiración, por lo tanto, midiendo la evaporación desde un estanque, se puede estimar el agua utilizada por el cultivo. La bandeja de evaporación Clase A es el instrumento utilizado para estimar la ETc. Existe una relación directa entre la evaporación de bandeja (EB) y la Evapotranspiración del cultivo. Midiendo todos estos parámetros en forma individual, se puede estimar la evapotranspiración del cultivo utilizando modelos matemáticos como Penman-Monteith, Blanney y Criddle y Turc entre otros. Para conocer ETc a partir de EB se debe realizar algunas operaciones aritméticas en base a algunos coeficientes de correlación. La Ecuación 1 define ETc en base a EB. ETc = Kb * Kc * EB (1) Donde: ETc = Evapotranspiración del cultivo (mm/día) Kb = Coeficiente de instalación de bandeja Kc = Coeficiente de cultivo

EB = Evaporación de Bandeja clase A instalada norma de FAO.

La Evaporación de Bandeja (EB) para el área olivícola del valle de Huasco, que se concentra fundamentalmente en las comunas de Freirina y Huasco, zona fuertemente influenciada por el mar, Cuadro 28. Los valores más altos corresponden a los meses de diciembre y enero, con valores de EB de 5,0 a 5,2 mm/día. Los menores valores de EB se registran en Junio y Julio con EB de 3,2 mm/día. El coeficiente de bandeja Kb es función de las condiciones ambientales del lugar donde se instala la bandeja Clase A. El viento, la humedad relativa y la presencia o ausencia de vegetación en las cercanías determina el valor de Kb. Para las condiciones del sector bajo del valle, Kb está en el rango de 0,65 a 0,70. El coeficiente de cultivo Kc, es función de la morfología del cultivo (forma y tamaño de la hoja, índice de área foliar, densidad y forma de los estomas) y del período fenológico. Valores de Kc para el olivo utilizados en España aparecen en el Cuadro 29. Al respecto, se han obtenido buenos resultados en términos productivos y económicos utilizando valores de Kc como los señalados en el Cuadro 29 en un área donde la evapotranspiración potencial es del orden de 1300 mm/año y una pluviometría anual de 100 mm, situación muy semejante a las condiciones ambientales donde se cultiva el olivo en Atacama y Coquimbo.

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Cuadro 28. Evaporación de Bandeja (EB), zona Maitencillo – Huayco, Región de Atacama.

Evaporación de Bandeja Clase A

Mes mm/mes mm/día Enero 160 5,2

Febrero 135 4,8

Marzo 132 4,2

Abril 116 3,9

Mayo 105 3,4

Junio 96 3,2

Julio 100 3,2

Agosto 106 3,4

Septiembre 116 3,9

Octubre 131 4.2

Noviembre 139 4,6

Diciembre 154 5.0 El valor de Kc es muy útil para estimar el requerimiento de agua del cultivo, pero tiene una importancia secundaria en la determinación del volumen de agua a aplicar que es afectado muy fuertemente por la eficiencia de utilización del agua, en donde es muy importante el método de riego utilizado, el método de medición de la evaporación de bandeja y el grado de instrucción del regador.

Cuadro 29. Coeficientes de Cultivo para el Olivo.

Período Fenológico Coeficiente Kc Receso invernal 0,40 – 0,55

Floración 0,60

Brotación 0,65

Engorda 0,65

Cosecha 0,60 Fuente: Tapia, F. 2001. Riego por goteo del olivar. Cartilla N° 5. Publicación INIA-

INTIHUASI (en prensa).

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Fuente: Informe Final. Proyecto de Validación de Tecnología de Riego en el Valle del Huasco.

Provincia de Huasco. Región de Atacama. INIA-CNR, 1995. Figura 5. Zona agroclimática homogénea. Sector Maitencillo – Huasco. Provincia

de Huasco, Región de Atacama.

Ejercicio: Un huerto en la comuna de Freirina cuyo marco de plantación es 8 x 8 m, los arboles tienen un diámetro de copa promedio de 6 m. El período fenológico es cercano a cosecha y la evaporación de bandeja fue 4.8 mm. ¿Cuánto es el requerimiento de agua? Solución. El coeficiente de bandeja (Kb) es 0,70 (bandeja con vegetación a su alrededor) y el coeficiente de cultivo es 0,60 (Cuadro 25). La ETc esta dada por la Ecuación 1, entonces:

ETc = 0,70 * 0,60 * 4.8 ETc = 2,02 mm/día Nota: 1 mm = 1 l/m2 = 10 m3/ha Respuesta: La Evapotranspiración del cultivo para las condiciones del ejercicio es 2,02 mm/día, o que un huerto de 1 ha perdió a la atmósfera 20.2 m3/día entre agua evaporada directamente desde las hojas (transpiración) y del suelo (transpiración). Aunque los coeficientes Kb y Kc son dinámicos en el tiempo, una buena aproximación se obtiene utilizando el valor 0,50 para el conjunto de coeficientes cuando se utilizan sistemas de riego gravitacionales. Este procedimiento tiende a simplificar el proceso, aún cuando sobrestima el consumo de agua, especialmente en invierno y en aquellos huertos con baja incidencia de malezas.

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Ejercicio: Estimar ETc asumiendo que el valor 0,50 reemplaza los valores de coeficientes Kb y Kc. Solución:

ETc = 0,50 * 4.8

ETc = 2.40 mm/día Respuesta: La Evapotranspiración del cultivo para las condiciones del ejercicio es 2,40 mm/día (24.0 m3/ha/día). La diferencia porcentual entre ambas soluciones es cercana al 20%. En el segundo caso, la ETo excede en 0.4 mm, que representa una cantidad de agua equivalente a 4 m3/ha/día. Método de riego. La cantidad de agua a aplicar (Ha) es función de la evapotranspiración del cultivo y de la eficiencia del método de riego (Ecuación 2).

ETc Ha =

Ef (2)

Valores de eficiencias para diferentes métodos de riego aparecen en el Cuadro 23. A pesar que pueden existir errores en el proceso de estimar ETc, al asumir un valor de 0,50 para el conjunto de coeficientes, estos son de pequeña magnitud en comparación a los errores observados al estimar la eficiencia de aplicación (Ef). Ejercicio: Se riega un huerto de olivos con sistema de riego por surcos. La eficiencia real del sistema es 40%. ¿Cuanta agua debo aplicar conociendo que la Evapotranspiración acumulada en 10 días fue 25 mm?. Solución:

25 Ha = 0,4 Ha = 6,.5 mm Respuesta: Se debe aplicar 62,5 mm de altura de agua, equivalente a 625,0 m3/ha. De esa cantidad de agua, solo 250 m3/ha fueron aprovechados directamente por el cultivo, el resto se perdió fundamentalmente por escurrimiento superficial y por percolación profunda. Cuando un sistema de riego presurizado funciona en el rango alto de eficiencias, sobre 90%, es muy conveniente preocuparse en detalle de los coeficientes para determinar la evapotranspiración del cultivo (Kb y Kc). Un ajuste de coeficiente individual para condiciones específicas puede originar ahorro de agua, disminución de los costos de operación y un mejoramiento de las condiciones de suelos que afectarán positivamente el desarrollo del cultivo.

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En condiciones de riego presurizado, también se debe considerar el área de sombra de la copa del árbol en relación al marco de plantación, expresado en porcentaje (%). Esto tiene especial importancia en huertos jóvenes, donde el tamaño del árbol está lejos de alcanzar su pleno desarrollo. Cuando el área sombreada es igual o superior al 50%, se considera el 100 % de la evapotranspiración del cultivo. Cuando es menor de 50%, utilizar los valores del Cuadro 30. El coeficiente de sombreamiento Ks, es función del tamaño de los árboles y de la densidad de las plantas (árboles por hectárea). El área sombreada (As) se calcula multiplicando la proyección de la copa sobre el suelo por la densidad de plantas (Ecuación 3).

3.14 * D2 * N 400

(3) As (%) =

Donde: As(%) = Porcentaje de área sombreada D = Diámetro de la copa (m) N = Numero de árboles por hectárea.

Cuadro 30. Valores de coeficientes Ks en función del % de área sombreada (As).

As

(% Sombreamiento) Coeficiente Ks

< 10 0,12

20 0,24

30 0,35

40 0,47

50 0,59

60 0,70

70 0,82

80 0,94

90 1,00

100 1,00 Fuente: Keller J. y D. Karmelli. 1980. FAO 36. Localized Irrigation. Adicionalmente se debe corregir los valores de Ks en función del grado de enmalezamiento del huerto. Las malezas también actúan como fuente de perdida de agua por transpiración. Un huerto de árboles pequeños fuertemente, es equivalente en el consumo de agua a un huerto adulto sin malezas, en ambos casos, el valor de Ks es 1,00. Ejercicio: Se tiene un huerto joven (un año), cuyo diámetro de copa de los árboles es 0,8 m. El marco de plantación es 8 x 8 m. Cuánto es el % área sombreada y cuál es la Evapotranspiración del cultivo si el huero esta libre de malezas?.

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Desarrollo:

3,14 * D2 * N As (%) = 400

3,14 * (0.8)2 * 156

As (%) = 400

As (%) = 0,78

Respuesta: El área sombreada es 0,78 %, por lo tanto se debe utilizar un coeficiente de sombreamiento Ks de 0,12 (Cuadro 30). Si anteriormente, la ETc calculada fue 2,02 mm/día, ahora, la ETc corregida por el coeficiente de sombreamiento es 2,02 x 0,12. La respuesta es 0,24 mm/día. Si se asume que el desarrollo de raíces no es mas allá de 0,5 m desde el tronco, el consumo de agua de la planta será aproximadamente 200 cc de agua por día. Respecto a ¿Cuándo regar?, la pregunta hace referencia a la frecuencia de riego, es decir, cada cuánto tiempo se debe regar. Para determinar la frecuencia de riego, se debe considerar la evapotranspiración del cultivo y la capacidad de retención de humedad del suelo. El suelo tiene una cierta capacidad de almacenamiento de agua y está dado por la textura del suelo y la profundidad del mismo, el grado de pedregosidad y la profundidad de arraigamiento del cultivo. Si el suelo tiene una profundidad mayor que el límite inferior de crecimiento de raíces, sólo se considera como reservorio, el agua disponible en la profundidad de raíces solamente. Texturas arcillosas tienen mayor capacidad de retención de humedad que suelos de textura intermedia (franco limoso o franco arenoso fino), suelos arenosos tienen menor capacidad de retención. El Cuadro 31 indica la altura de retención de humedad para distintas series de suelo en la zona baja del valle del Huasco. La distribución espacial de las series de suelo aparece en la Figura 6. Cuadro 31. Rangos de Capacidad de Retención de Humedad para distintas series

de suelo en el Valle de Huasco.

Serie de suelo Humedad utilizable (mm/m) (Pw=0,5)

Paona (PNA) 50-60

Freirina (FRN) 60-70

Tatara (TTR) 50-60

Bellavista (BVT) 40-50

Buena Esperanza (BEZ) 90-100 Fuente: CNR-INIA, 1995. Informe Final. Proyecto de Validación de Tecnología de riego en

el valle del Huasco. Provincia de Huasco, Región Atacama.

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Si un suelo serie Paona, de 1 m de profundidad estuviese humedecido completamente, la capacidad de almacenamiento aproximada es 55 mm/m, es decir 55 L por m2 de superficie. Si el suelo tiene sólo 60 cm de profundidad, la capacidad de almacenamiento se reduce a 33 L/m2. La ecuación para determinar la frecuencia de riego es:

Hs (mm) FR = ETc (mm/día)

(4)

Donde: Fr = Frecuencia de riego (días) Hs = Altura de agua almacenada en el suelo (mm) ETc = Evapotranspiración del cultivo (mm/día) Ejercicio: Un suelo tiene una capacidad de almacenamiento de 55 mm/m y la Evapotranspiración del cultivo durante una determinada época del año es 4 mm/día ¿Cual debe ser la frecuencia de riego? Solución:

55 (mm) FR = 4 (mm/día)

Fuente: CNR-INIA, 1995. Informe Final. Proyecto de Validación de Tecnología de riego en el valle del Huasco. Provincia de Huasco, Región de Atacama.

Figura 6. Distribución espacial de las principales series de suelo, valle del Huasco, Región de Atacama.

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FR = 13 días

Respuesta: El riego se debe dar cada 13 días. En el ejemplo, se ha asumido que todo el suelo se ha mojado uniformemente hasta una profundidad de 60 cm. Esto es posible lograrlo mediante sistemas de bordes, surcos o tendido. Cuando se utiliza riego por tazas individuales en donde no todo el suelo se moja en profundidad, la capacidad de almacenamiento del suelo se reduce proporcionalmente respecto al área mojada. Así, si sólo el 50% del suelo se moja, la capacidad de almacenamiento se reduce a la mitad, y manteniendo las condiciones del ejemplo anterior, el tiempo entre riegos se reduciría a la mitad (7 días). En riego por goteo, sólo una fracción del suelo se humedece, por lo tanto, la capacidad de almacenamiento de humedad se reduce significativamente, bajo estas condiciones, la frecuencia de riego debe ser alta, entre 1 y 2 días como máximo. Es posible hacer un diseño de riego por goteo donde el área mojada sea superior al 50% y así aumentar el número de días entre riegos. Esta solución involucra utilizar mayor cantidad de laterales y emisores por hectárea, mayor caudal de trabajo y por consiguiente mayor diámetro de tuberías y tamaño de bomba. Esto puede duplicar o triplicar el costo de instalación de un sistema de riego presurizado, haciéndolo inviable. Esta es una de las causas que obliga a los diseñadores de equipos a implementar diseños con un 30% del área sombreada de suelo como mínimo. Al disminuir en esa magnitud la capacidad de almacenamiento de agua, obliga a regar todos los días en verano. El criterio de humedecer en forma efectiva el 30% del área sombreada del árbol es de carácter general que en lo posible debe ser respetado hasta que surjan nuevos antecedentes que lo modifiquen. Para lograr el grado de mojamiento deseado, es necesario considerar la utilización de dos o tres hileras de laterales en huertos plantados a baja densidad (8 x 8 a 10 x 10 m). Buena correlación entre el numero de goteros por planta y producción expresada en kilos/árbol fue encontrada por Pastor et al. (31). La menor capacidad de retención de humedad también obliga a mantener los equipos en buenas condiciones. Una suspensión del riego por dos semanas en época de verano puede tener un efecto significativo en la producción debido al stress hídrico a que es sometida la planta. En sistemas de riego localizados, las raíces se concentran en no más allá de 1 m de distancia medidos desde el tronco (1) y a una profundidad entre 40 y 60 cm (14, 24). La alta densidad de raíces en este volumen de suelo agota rápidamente el agua almacenada en él produciendo un estrés hídrico de mayor magnitud que si el huerto fuese regado por métodos gravitacionales.

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Conclusiones El olivo es un cultivo muy resistente a la falta de agua. Frente a un año con poca

disponibilidad de agua, el árbol no muere, pero sí reduce significativamente su crecimiento y producción.

Durante la temporada, el olivo puede requerir tanta agua como cualquier otro frutal, del orden de 6.000 a 8.000 m3/año/temporada. Debido a la diferencia de eficiencias de aplicación entre métodos de riego, la cantidad de agua a aplicar utilizando métodos de riego gravitacionales es del orden de 12.000 a 24.000 m3/ha/año. En el caso de riego por goteo, las cantidades bajan entre 6.500 y 10.000 m3/ha/año.

Es necesario aplicar efectivamente las cantidades de agua señaladas bien distribuida a lo largo del año de acuerdo a las condiciones atmosféricas imperantes y fisiológicas del cultivo para lograr buen crecimiento del árbol, y altas producciones en el mediano y largo plazo.

Los métodos de riego a utilizar en un huerto de olivos, cualquiera que estos sean, deben ser manejados apropiadamente para reducir el estrés hídrico en las plantas. En sistemas de riego gravitacional, se debe considerar las propiedades físicas del suelo, los caudales disponibles (cantidad y frecuencia) y la capacitación adecuada del personal para realizar una buena operación del sistema.

Para lograr altas eficiencias, se debe utilizar sistemas de riego localizados y regar todos los días. Especial cuidado se debe tener en el mantenimiento del equipo para obtener altos coeficientes de uniformidad y disminuir los riesgos de fallas.

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Principales plagas del olivo en las Regiones de Atacama y Coquimbo

Patricia Larraín S.

Saissetia olea, Conchuela Negra del Olivo (Hemíptera: Coccidae).

Distribución. Es una especie de amplia distribución mundial, en Chile se distribuye entre la I y la X Región e Isla de Pascua. Hospederos. Tiene un amplio rango de hospederos entre los principales hospederos se encuentran olivos y cítricos. Daño e importancia económica. Por falta de poda y carencia de recomendaciones técnicas, es frecuente encontrar árboles muy frondosos que han favorecido la proliferación del insecto. Una población alta de conchuelas produce caída de hojas y fructificación pobre debido a la succión de savia y asociada a esto, se encuentra la fumagina, hongo que se desarrolla en la mielecilla secretada por el insecto y que reduce la fotosíntesis de las hojas con consecuencias en la floración y producción Descripción. La hembra adulta es un insecto con una caparazón dura de color negro o café, en cuyo dorso existe una carina elevada en forma de H. Mide entre 2,5 y 4 mm de largo y 1,5 a 3 mm de ancho y presenta una antena de 8 segmentos. Los huevos ovales, anaranjados cerca de la eclosión, son puestos bajo el caparazón. El insecto pasa por tres estadíos ninfales que miden desde 0.3 a 1.3 mm de largo, posteriormente en el último estadío aparecen cuatro manchas más oscuras.

Biología y hábitos. El insecto pasa el invierno al estado de hembra joven para alcanzar su madurez entre agosto y febrero. Cada hembra coloca un promedio de 2.000 a 2.500 huevos en forma partenogenética, los cuales acumula bajo su caparazón. La máxima ocurrencia de huevos se presenta a mediados de diciembre. Estos sin embargo, se pueden encontrar desde agosto hasta marzo, lo cual origina un gran traslape de los distintos estados debido al prolongado período de eclosión.

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Al observar las máximas poblaciones de cada estadío, se podría deducir que este insecto presenta una sola generación al año. Algunos autores sostienen que el insecto puede presentar aparte una segunda generación en otoño. La principal población de los estadíos ninfales (I a III) ocurre en los meses de pleno verano, sin embargo estos estadíos pueden encontrarse hasta entrada de invierno. El primer estadío tiene gran movilidad y generalmente ubica los brotes tiernos y hojas nuevas para fijarse por un tiempo. Este estadío (crawlers) es el que tiene la acción principal de dispersión del insecto. El viento y las aves son también medios para dispersarse a otros árboles o áreas. El parasitismo varía fuertemente y no parece ser un factor clave en la reducción de las poblaciones. El principal enemigo natural detectado en la región corresponde al género: Metaphycus Hym. Encyrtidae. Control. Las hembras adultas protegidas bajo la caparazón son de difícil control, siendo el primer y segundo estadío los más susceptibles a los productos. Las hembras jóvenes (estado gomoso) son resistentes a los insecticidas y por esta razón debe elegirse aquellos agroquímicos que tengan un buen poder de penetración y reforzarlos con un aceite de verano al 1 a 1.5 % . No debe aplicarse aceite a fines de febrero hasta cosecha en olivos para aceitunas en verde, debido al riesgo de manchas en el fruto. Se han ensayado detergentes aniónicos (tipo lavalozas) en dosis de 0,5% para el control de los primeros estadíos de la conchuela. Estos han sido efectivos y son una excelente alternativa a los productos tradicionales. Como carecen de efecto residual es necesario repetir la aplicación al menos tres veces en la temporada, durante diciembre, enero y febrero. Tienen la ventaja adicional de lavar el árbol del polvo y fumagina Tanto el aceite como el detergente controlan eficientemente las ninfas, no así los adultos que sobreviven. Luego de dos temporadas se limpiará el árbol de los adultos Entre los insecticidas con buen poder de penetración se encuentran diazinon, methidathion, clorpirifos e imidacloprid: Estos deben aplicarse en el momento de eclosión de crawler, el cual debe ser eficientemente monitoreado

Saissetia coffeae Conchuela hemisférica (Hemíptera: Coccidae). Distribución:

Es probablemente originaria de Sudamérica, actualmente se considera cosmopolita. En Chile se distribuye entre la I y Región Metropolitana e Islas de Pascua y Juan Fernández. Hospederos. Los principales hospederos son: olivos, limoneros, guayabos, lúcumos, naranjos, mangos y varias ornamentales.

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Daño e importancia económica. La alimentación de la conchuela hemisférica al igual que la conchuela negra reduce el vigor de los árboles y la secreción de mielecilla afecta la fotosíntesis y reduce la calidad de fruto. Con altas poblaciones del insecto ocurre caída de hojas, frutos y muerte de brotes. Descripción. Hembra adulta con escama hemisférica ovalada de superficie lisa brillante, color pardo rojizo a pardo oscuro. El tamaño varía desde 2 – 3,5 mm. Las hembras jóvenes pueden tener un patrón de pliegues en forma de letra “H” en la superficie dorsal. Los huevos son oblongos; beige-rosados, muy pequeños y protegidos por el cuerpo de la madre. Crawlers aplanados, beige rosados de 0,3 mm de largos con dos manchas rojas que corresponden a los ojos. Las patas y antenas son cortas. Las ninfas pasan por tres estadíos que miden entre 0,3 y 1.5 mm. Estas son semi-transparentes a rosadas o amarillo claras y planas las más jóvenes, luego más jorobadas las más viejas. Las ninfas también pueden exhibir el patrón de letra “H”. Biología y hábitos: La escama hemisférica inverna principalmente en sus últimos estadíos ninfales y como hembra joven. Al igual que en el caso de la Conchuela negra las hembras maduran a partir de agosto, pero en este caso la mayor cantidad de ovipostura ocurre a mediados de enero, es decir un mes más tarde que Saissetia oleae. Esto podría indicar que la Conchuela hemisférica es más exigente en temperatura que la Conchuela negra. También se presenta un desplazamiento del pick de eclosión de crawlers hacia fines de verano. Los machos son desconocidos y la reproducción es partenogenética. Cada hembra puede depositar más de 1.000 huevos. Después de la ovipostura, la hembra muere. Aparentemente esta especie presenta una sola generación al año.

El parasitismo en esta especie es bajo el principal enemigo natural es el depredador del huevo Scutellista caerulea., junto a avispitas del género Metaphycus Control. Los aceites minerales al 1.5% presentan buena acción de penetración. Estos productos actúan ahogando al insecto al impedir el intercambio gaseoso, pero también mejora sustancialmente la penetración de los insecticidas.

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Es muy importante aplicar en la época adecuada, eclosión de crawler, para lograr una mayor eficiencia de control, sin embargo debido al traslape de estados y estadíos hay parte de la población que escapará, lo que implica reinfestaciones y repetición de aplicaciones. Se ha determinado alta eficiencia de control de los primeros estadíos de estas conchuelas con detergentes al 1.5%. Insecticidas con buen poder de penetración son: diazinon, methidation, clorpirifos. Un producto sistémico que ha mostrado buena eficiencia de control de estas conchuelas al ser aplicado vía riego por goteo o cintas es imidacloprid. Aspidiotus nerii. Escama blanca de la hiedra (Hemíptera: Diaspididae). Distribución.

Es un insecto polífago y cosmopolita que tiene en Chile una amplia distribución, desde la I a la X Región. Hospederos. Entre los hospederos preferidos del insecto se encuentran caqui, kiwi, limón, olivo, palto, papayo, manzano y mango; así como en numerosas especies forestales y ornamentales. Daño e Importancia económica. Infestaciones severas causan daños en la calidad de la fruta, en los rendimientos y retrasan la madurez. En frutos produce manchas y deformaciones en los puntos donde se establece. También se ha determinado que disminuye la calidad de la aceituna para aceite, porque éste baja hasta 25% en los frutos infestados. En frutales esta escama es considerada de importancia primaria ya que se ubica tanto en frutos como en hojas y madera pudiendo ocasionar daños severos en la calidad de la fruta así como en los rendimientos del árbol con infestaciones severas. Descripción.

El insecto al estado adulto se encuentra protegido por una pequeña escama de aproximadamente 2 mm de diámetro, de forma circular de color blanco a grisáceo (con un punto amarillo a café casi al centro). El cuerpo del insecto es de un color amarillo brillante y de aspecto piriforme.

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Biología y hábitos.

La Escama blanca de la hiedra es una especie ovípara. Cada hembra coloca un promedio de 10 – 12 huevos por postura.

Para Atacama y Coquimbo se observa la ocurrencia de tres generaciones. La primera ocurrencia de ninfas desde agosto, posteriormente la segunda generación en pleno verano, que es la más importante y luego una última generación que se desarrolla a fines de otoño. Las ninfas migratorias cuando encuentran un lugar apropiado se establecen e introducen su aparato bucal a través del tejido de la planta para alimentarse de la savia. Control. Al igual que en el caso de las conchuelas, el estado más susceptible de ser controlado es el primer estadío ninfal. Existen también en esta especie traslape de estadios, lo que significa repetir las aplicaciones para aumentar la eficiencia del control.

Pseudococcus longispinus. Chanchito blanco de cola larga. (Hemíptera: Pseudoccocidae).

Distribución. Se trata de una especie cosmopolita, que en Chile se distribuye entre las regiones I y IX. Hospederos. Esta especie ataca principalmente a especies sub-tropicales como, caqui, guayabo, lúcumo, cítricos, mango, olivo, maracuyá, níspero y vid. Daño e importancia económica. Como el resto de los insectos succionadores de savia el chanchito blanco de cola blanca ocasiona debilitamiento general de las plantas, caída de frutos, contaminación de estos, con la presencia del insecto y con la mielecilla, la cual pronto es colonizada por hongos conocidos como fumagina. Descripción. La hembra de esta especie se caracteriza principalmente por sus filamentos caudales, los cuales son más largos que el largo del cuerpo del insecto (5 mm). Esta especie se caracteriza por ser vivípara. Las hembras paren pequeñas

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ninfas las cuales pasan por tres estadios antes de alcanzar la madurez. En esta especie se presentan machos que fertilizan a las hembras. Biología y hábitos. Esta especie, comienza su actividad a principios de primavera con la aparición de las primeras ninfas. Se pueden presentar tres o cuatro generaciones dependiendo de las temperaturas. El umbral térmico para el desarrollo de esta especie es de 12.5°C. Las mayores poblaciones de este insecto se presentan desde mediados de enero hasta mediados de otoño. Control. Los chanchitos blancos son insectos de difícil control ya que presentan sus cuerpos protegidos por secreciones cerosas que los protegen de la acción de contacto de los insecticidas. Además la mayoría se esconde en sectores de la planta o frutos donde es difícil lograr un buen mojamiento. Entre los productos actualmente utilizados para el control se encuentran: clorpirifos, diazinon, dimetoato e imidacloprid. Este último es posible aplicarlo a través del riego. Siphoninus phillyreae Mosquita Blanca del Fresno (Hemíptera: Aleyrodidae)

Distribución.

Mosquita blanca del fresno, es una especie del viejo mundo, identificada en el hemisferio norte desde Marruecos a la India y desde Irlanda hasta Á frica Central, siendo encontrada en los países siguientes: Inglaterra, España, Francia, Austria, Alemania, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Polonia, Unión Soviética, Yugoslavia, Italia, Córcega, Chipre, Siria, Irán, Arabia Saudita, Egipto, Libia, Camerún, Etiopía, Sudán, Pakistán, Suecia e Israel

En América fue detectada por primera vez en California, USA, en 1988, esparciéndose rápidamente por 11 condados de ese estado y luego a los estados vecinos de Arizona, Nevada y Nuevo México.

En Chile es de reciente introducción, el primer reporte se remonta a 1994 en la Región Metropolitana asociado al follaje de fresno (Fraxinius excelsior). Hospederos.

Es un insecto altamente polífago que presenta una lista de 60 plantas hospederas, agrupadas en diez familias botánicas (Bignoniaceae, Leguminosae, Lythraceae, Magnoliaceae, Oleaceae, Punicaceae, Rhamnaceae, Rosaceae, Rubiaceae y Rutaceae).

Entre los hospederos más importantes citan al fresno, peral, manzano y granado. Es importante señalar que en la familia Rutáceas citan a Citrus limon y Citrus sinensis.

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Daño e importancia económica.

El daño de las altas poblaciones de estas ninfas en los árboles causa la caída prematura de las hojas y reducen severamente los rendimientos en árboles frutales. Esto debido a su hábito alimenticio de succión de la savia de las hojas de los árboles frutales, en algunos casos, causan la muerte de árboles jóvenes, debido a las repetidas defoliaciones. Adicionalmente el insecto excreta una mielecilla que es sustrato para la aparición del hongo fumagina (Capnodium sp) que produce un ennegrecimiento de la cubierta del follaje limitándose seriamente con ello la actividad fotosintética del árbol produciendo un creciente debilitamiento que en casos muy severos también puede llegar a ocasionar la muerte del árbol. Descripción.

El adulto es similar a otras mosquitas blancas, muy pequeño de aproximadamente 2 mm de longitud.

Vive agrupada en colonias en especial en el envés de las hojas (huevos, ninfas: 1, 2, 3 y 4, pupas y adultos). Los huevos son pedicelados, alargados y cubiertos de cera, generalmente se observan horizontales a diferencia de otras moscas blancas que los colocan perpendiculares a la hoja. Los instares ninfales permanecen adheridos al envés de las hojas, con excepción del primer instar que posee

patas funcionales y se puede mover en la hoja a corta distancia por un breve período.

Las ninfas y pupas poseen entre 40 y 50 espinas tubiformes (parecidas a los cornículos de los áfidos), las cuales producen gran cantidad de cera que puede llegar a cubrir el insecto. Las puparios miden de 0,7-0,8 mm de longitud por 0,5 mm de ancho (pupas, después que el adulto ha emergido) y son usadas para la identificación taxonómica.

Biología y hábitos:

Las mosquitas adultas se posan preferentemente en la cara interior de las hojas tiernas en las que depositan entre 66 a 141 huevos por hembra, dependiendo de la temperatura la cual debe oscilar entre15°C a 25°C.

A estas mismas temperaturas de entre 15°C a 25°C la duración del ciclo de vida de la mosquita blanca del fresno es en promedio de 85 a 72 días con una duración, en días, promedio de cada estado de 20, 8.5, 8.5, 19 y 16, siendo estos estados huevo, ninfa I, ninfa II, ninfa III y pupoide respectivamente. Aparentemente bajo las condiciones de Arica y el Valle de Azapa, ésta especie presentaría alrededor de 7 o más generaciones al año.

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Control. En Chile existen dos insectos benéficos que se sabe son controladores naturales de la plaga. Estos son el coccinélido Clitostethus arcuatus (Rossi) y la avispa Encarsia inaron (Walter), introducidos a Chile por INIA La Cruz en 1995, desde California. Tanto el estado larvario, como el adulto de la chinita C. arcuatus son depredadores de huevos, ninfas y adultos de la mosquita blanca del fresno. En tanto, que la avispita E. inaron, es un parasitoide de los estados ninfales de S. phillyreae Se ha detectado la presencia de estados larvarios de insectos que actúan como depredadores, alimentándose de huevos y ninfas de Syphoninus, dentro de estos se identificaron larvas de varias especies como Crisopas (Neuroptera, Chrysopidae) y mosca abeja (Díptera, Syrphydae)

Solenopsis gayi, Hormiga roja (Hymenoptera: Formicidae)

Distribución.

La hormiga roja, es una hormiga nativa de Chile, que se distribuye desde Tarapacá hasta Malleco. También se encuentra presente en Perú. Hospederos. Mandarino, palto, olivo, chirimoyo y pepino dulce Daño e importancia económica.

El daño que causan las hormigas adultas es al alimentarse directamente de los frutos de olivos, de los cuales dejan sólo la semilla. Pueden igualmente matar plantas nuevas al consumir la corteza a nivel del cuello. Esta es la única especie de hormiga que ha sido citada afectando a plantas cultivadas en Chile. Descripción.

Las obreras miden entre 2,8 y 4 mm de largo, son de color negro brillante y son de tamaño similar a las de la hormiga Argentina. Los soldados miden entre 4 y 5 mm de largo. Por su parte, los zánganos y reinas alcanzan a 8 y 10 mm, respectivamente. Estas hormigas tienen una cabeza grande en relación al abdomen, el que está separado del tórax por una

delgada cintura. El color de esta especie varía de marrón oscuro a negro. Hasta ahora, sólo he observado zánganos de este último color. Biología y hábitos.

Presenta los estados de huevo, larva, pupa y adulto, formando colonias cercanas al cuello de las especies frutales recientemente trasplantadas. Esta especies es atraída,

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aunque menos que la hormiga Argentina, por la mielecilla que excretan los insectos que se alimentan de savia elaborada. Se alimentan además de otros insectos que llevan al hormiguero, generalmente se observa a la entrada del nido acumulación de suelo extraído semejando un pequeño volcán.

Las especies de hormigas del género Solenopsis, habitan en nidos de pájaros en contacto con el suelo. Sin embargo, ellas son principalmente depredadoras de otros insectos, en Chile S. gayi se ha observado asociada a suelos áridos pedregosos, sin uso agrícola. La destrucción del hábitat natural de S. gayi en las labores de movimiento de suelo, puesta en riego y eliminación de vegetación preexistente, puede gatillar el ataque de esta especie a plantas como cítricos, olivos, pepino dulce y otros, debido a la destrucción o disminución de su sustrato natural. Control.

En cuanto a enemigos naturales no se han descrito en el país. Por lo tanto, se debe realizar un control químico con clorpirifos 15 G en la base de los árboles afectados o utilizar diazinon 60 EC, también en forma localizada alrededor del tronco, utilizando 200 ml de producto comercial en 100 L de agua. Ditrymacus athiasella y Oxycenus maxwelli (Acarina: Eriophyidae)

Distribución. D. athiasella es una especie cosmopolita, en tanto que O. maxwelli es originaria de la Región Mediterránea y norte de Á frica, Ambas especies se encuentran en todas las regiones productoras de olivos. En Chile se encuentran entre la III y VII. Hospederos. Olivos Daño e importancia económica. Ambos ácaros no revisten importancia económica, ni requieren de medidas de control. Como daños se puede observar un plateado y deformaciones de hojas nuevas cuando existen poblaciones densas Descripción. Ambos ácaros son fusiformes de color amarillo a pardo amarillento, aplastado dorso ventralmente, en el caso de D athiasella, mientras que en O. maxwelli, es de color amarillo anaranjado con un largo entre 0,14 a 0,16 mm y de 0,06 mm.

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Biología y hábitos.

Ditrymacus athiasella: Se le encuentra principalmente en la cara superior de la hoja, con poblaciones altas también se puede encontrar en el envés. En Chile se detectan huevos, estados inmaduros y adultos durante todo el año, incluso en invierno.

En la Región de Atacama se detectan oviposturas durante diciembre y enero, los huevos con forma de bellota se ponen individualmente o en grupos de 2 a 3 en la cara superior de la hoja. Poblaciones de 25 o más individuos por hoja pueden producir deformaciones foliares, las que perduran después de la migración de los ácaros. Oxycenus maxwelli: Se alimentan en las ramillas, en ambos lados de las hojas, brotes y ramilletes florales. Invernan como adultos en hendiduras de la corteza. La postura de huevos comienza a fines de invierno y se prolonga hasta la llegada del verano. Infestaciones fuertes producen hojas torcidas, desecación de brotes florales, caída de flores y reducción del crecimiento.

Control. Frecuentemente ambas especies no requieren control, aunque poblaciones altas y presencia de hojas deformadas en plantas de vivero pueden hacer necesaria la aplicación de acaricidas o azufre. No se han detectado enemigos naturales en Chile para ambas plagas.

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Enfermedades del olivo

Fernando Riveros B. Verticilosis o Peste Rayo (Verticillium dahliae). En función de su amplia distribución y las importantes pérdidas que provoca, la verticilosis ó “peste rayo”, causada por el hongo del suelo, Verticillium dahliae, fue definida como la principal limitación sanitaria de los huertos de olivo establecidos en la Región de Atacama. El potencial infectivo que tiene este hongo sobre numerosas especies cultivadas y no cultivadas, su capacidad para sobrevivir prolongadamente en el suelo y su facultad de crecer confinado en el xilema de las plantas, dificultan enormemente su control. En Chile no se ha determinado el nivel de daño causado por la enfermedad. En Grecia el patógeno presenta una incidencia de 2 a 3% de las plantas, con una tasa de mortalidad superior al 1%. En Marruecos se ha estimado una incidencia entre 10 y 30%. Información publicada en 1998, indica que en España cerca del 3% de los olivares estarían afectados por la verticilosis con una incidencia de entre 10 y 90% de árboles enfermos, al mismo tiempo esta información indica que por lo menos el 27% de la mortalidad detectada en plantas de 4 a 10 años de edad podrían ser atribuibles a V. dahliae (Jiménez 1998). Sintomatología. La peste rayo, causada por V. dahliae se puede presentar de dos formas. En algunos casos las plantas enfermas experimentan desde primavera a principios del verano un decaimiento lento, generalmente acompañado de necrosis en las inflorescencias, las cuales mantienen sus flores momificadas por un tiempo prolongado sobre la planta. Junto con ello se produce un cambio de color en las hojas desarrolladas sobre el brote afectado (adquieren un color verde mate), las cuales caen antes de secarse. Una segunda forma de expresión de la enfermedad corresponde a una muerte rápida de brotes, ramas principales y ramas secundarias, generalmente, entre fines de invierno e inicios de primavera. Ciclo del patógeno. V. dahliae, es un hongo saprófito que pertenece al grupo de los deuteromicetes. Este organismo es capaz de sobrevivir en el suelo bajo condiciones adversas y en ausencia de hosperos por largos períodos de tiempo, mediante estructuras de resistencia llamadas microesclorocios. Estas estructuras son de forma globosa o alargada y de color negro, que se desarrollan sobre tejido muerto. Puede infectar numerosos cultivos herbáceos y hortícolas, así como plantas leñosas y malezas dicotiledóneas. Las principales fuentes de propagación de la enfermedad son: el suelo y las plantas infectadas. Los microesclerocios se diseminan mediante herramientas agrícolas, maquinaria y agua de riego superficial. La dispersión del patógeno a grandes distancias se ve facilitada por el establecimiento de plantas infectadas en las nuevas plantaciones.

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V. dahliae no tiene un crecimiento significativo en el suelo, los microesclerocios, permanecen quiescentes, hasta que son estimulados a germinar, por los exudados radiculares que secretan las plantas susceptibles a la enfermedad. La invasión del hongo a la planta tiene lugar, probablemente, a través de la epidermis intacta de las estructuras radiculares, en los puntos de inserción de las raíces secundarias en la raíz principal y por heridas de diversa naturaleza. Una vez alcanzado el xilema, el patógeno se extiende a lo largo del eje de la planta por medio de conidias que son trasladadas por la corriente transpiratoria y por el micelio que crece transversalmente a través de los poros existentes entre los vasos xilemáticos. La descomposición de los restos de plantas infectadas en el suelo, libera una gran cantidad de microesclerocios constituyendo nuevas fuentes de inoculo para subsiguientes infecciones. Epidemiología. V. dahliae desarrolla un solo ciclo de patogénico durante un ciclo de crecimiento de la planta de olivo. El desarrollo de la enfermedad en el tiempo está relacionado con la densidad de inoculo inicial y con la eficiencia del inoculo para establecer infección y posteriormente causar enfermedad. Un aspecto característico de la verticilosis del olivo es la recuperación sintomática de la planta infectada y la disminución aparente de la enfermedad dentro de una plantación en el curso de los años. El patógeno es fácilmente recuperado desde árboles enfermos, tanto en invierno como en primavera. Comparativamente su aislamiento durante el verano es más difícil probablemente debido a la muerte del hongo en el tejido infectado y la formación de nuevo xilema en plantas enfermas. Esta situación sugiere que la continuidad y avance de la enfermedad dentro de la planta en el tiempo, requiere de la ocurrencia de nuevas infecciones a través de sus raíces. A pesar que la enfermedad puede afectar a plantas de olivos de 50 años o más, se ha comprobado que los ataques más severos casi siempre ocurren en plantaciones nuevas, siendo más susceptibles aquellas plantaciones de entre 5 a 6 años de edad. Uno de los factores que ejerce mayor influencia sobre el desarrollo de la enfermedad, es la alta humedad en el suelo. Se supone que en un suelo muy húmedo se mantienen, por largos períodos de tiempo, condiciones de temperatura muy favorables para la infección. Es así como, las plantaciones establecidas en suelos de riego presentan una mayor incidencia de V.dahliae que aquellas establecidas en condiciones de secano. El manejo del suelo es otro factor relacionado con la enfermedad. Los huertos donde se ha realizado un mayor número de labores en el suelo, presentan una mayor incidencia del patógeno. Esta situación es bastante clara cuando en las labores se ha utilizado cultivador de disco, cuchillas u otro tipo de implemento que provoque heridas en el sistema radicular, las cuales facilitan la invasión del patógeno y su acceso al sistema vascular.

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Control. Al igual que la mayoría de las enfermedades vasculares causadas por organismos fungosos, la verticilosis del olivo, es difícil de controlar. Entre los factores que dificultan su control están: su amplia gama de cultivos hospederos susceptibles, su capacidad para sobrevivir prolongadamente en el suelo y su ubicación en el xilema, que dificulta el acceso para efectuar tratamientos químicos. En el caso particular del olivo, el control de V. dahliae debe ser concebido dentro de un contexto de manejo integrado, donde se apliquen secuencialmente una serie de medidas que se inician antes de establecer la plantación y que deben continuar durante el desarrollo del cultivo. Medidas de preplantación. Elección de suelos no infectados. La elección de suelo para establecer una nueva plantación de olivos, debe estar basada en la información histórica de las rotaciones de cultivos establecidas previamente en esos suelos. Eventualmente se podría realizar una prospección para determinar la densidad de inoculo inicialmente presente en el suelo. En todo caso una nueva plantación de olivo no debe ser establecida en suelos donde previamente se ha cultivado hortalizas. Especialmente cucurbitáceas (melón) o solanáceas (tomate), los cuales son susceptibles a V. dahliae y por consiguiente han contribuido a incrementar el inoculo del patógeno en el suelo. Recuperación de suelos fértiles infectados. La recuperación de aquellos suelos donde se ha detectado niveles peligrosos de inóculo se puede realizar utilizando medios físicos, como la solarización, ó mediante métodos químicos, por ejemplo, aplicaciones de formol o methamsodio.Ambos métodos de control pueden ser empleados en toda la superficie o localizados en sectores de la futura plantación. En condiciones adecuadas de radiación, la solarización de suelo ha demostrado ser eficiente para erradicar V. dahliae. El calentamiento de suelo por un lapso de 4 a 6 semanas, cubriendo con plástico transparente suelo húmedo, en los meses de mayor radiación (en Atacama podría ser entre mediados de octubre y finales de diciembre), debería ser un método útil para erradicar el patógeno de los suelos que estén ligeramente infectados. Uso de material de plantación libre de inoculo. El establecimiento de programas de inspección y certificación fitosanitaria de viveros en olivo por organismo fiscalizadores [¿quién hace o debería hacer la inspección o certificación?] es una de las prácticas necesarias para el establecimiento de huertos tecnológicamente avanzados. La presencia asintomática de V. dahliae en material de plantación, es un riesgo para las nuevas plantaciones. Esta situación debe ser manejada por los viveristas, multiplicando el material sobre sustratos previamente desinfectado

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con tratamientos químicos, que disminuyan las probabilidades de establecer plantas infectadas en el vivero. Uso de cultivares tolerantes. En el mediano plazo deberá ser una de las medidas de mayor éxito para el control de la verticilosis del olivo. En países que mantienen líneas de investigación permanentes, han detectado la existencia de variabilidad genética en la reacción frente a V. dahliae. En España, la evaluación de cultivares del olivo inoculados artificialmente, con aislamientos de tipo defoliante y no-defoliante, demostraron que ‘Arbequina’, ‘Cornicabra’, ‘Hojiblanca’, ‘Manzanilla’, ‘Picual’, y ‘Verdial de Alcaudete’ fueron susceptibles al tipo defoliante. Mientras que ‘Empeltre’ y ‘Frantoio’ fueron resistentes. En las inoculaciones con el tipo no desfoliante, ‘Arbequina’, ‘Cornicabra’ y ‘Picual’ presentaron un grado de susceptibilidad superior que ‘Empeltre’ y ‘Frantoio’, los cuales demostraron ser resistente a estos biotipos del patógeno. Medidas de posplantación. Prácticas de cultivo desfavorables para el patógeno. Es de vital importancia no establecer cultivos intercalados o asociaciones de olivo con especies susceptibles a V. dahliae. Esta situación ha sido observada con bastante frecuencia en huertos de entre 1 o 2 años establecidos en el valle del Huasco. Reducir el uso de rastras o cultivadores de discos ó cuchillas, que habitualmente son empleado para el control de malezas, provocando heridas en el sistema radicular de las plantas. En su reemplazo se debe recurrir al uso de herbicidas. Evitar la propagación de la enfermedad a suelos eventualmente libres del patógeno, mediante el uso de maquinaria e implementos que previamente han sido utilizados en suelos donde se ha detectado infección del patógeno. En estos casos es recomendable efectuar una cuidadosa limpieza, lavando con agua y retirando las partículas de suelo adheridas a la herramienta. Las plantas sometidas a riego por goteo han demostrado tener una menor incidencia de la enfermedad que aquellas sometidas a riego por inundación o por surcos. En árboles infectados por el patógeno, la poda debe ser efectuada antes de la caída de las hojas. Una vez efectuada esta labor, la totalidad del material vegetal debe ser retirado del huerto, para evitar la incorporación de nuevo inoculo al suelo. Uso de materia orgánica y solarización en plantas adultas. La recuperación sintomática de las plantas y la necesidad de realizar nuevas infecciones radicales para el progreso del patógeno dentro de la planta, sugieren la posibilidad de reducir el inoculo de V. dahliae en la rizosfera de la planta, mediante la incorporación al suelo de residuos orgánicos que incrementen la actividad de antagonistas microbianos y estimulen el desarrollo de nuevos elementos radiculares. Adicionalmente, en plantas de tres años se comprobó que al ser sometidas a solarización no son afectadas por el patógeno, presentando un incremento en el perímetro del tronco, una mejor brotación y

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floración. Con esta práctica se redujo en forma significativa la densidad de microesclerocios de V. dahliae en el suelo. Control químico. El control químico de V. dahliae ha creado grandes expectativas, por la ventaja estratégica que puede presentar para el manejo y protección de plantas de olivo frente a la enfermedad. Sin embargo, los resultados de numerosos estudios indican que los fungicidas disponibles en la actualidad no son eficaces para controlarla. Repilo, Mancha ocular del olivo u Ojo de pavo (Spilocaea oleagina (Cycloconium oleaginum). El agente causal del ojo de pavo es el hongo Spilocaea oleagina (Cycloconium oleaginum). Este patógeno específico del olivo, es un parásito obligado, que se desarrolla exclusivamente en el interior de la cutícula en las hojas. Pertenece al grupo de hongos imperfectos o deuteromicetes, los cuales se reproducen exclusivamente por esporas asexuales llamadas conidias. Sintomatología. Las infecciones causadas por S. oleagina se caracterizan por el desarrollo de manchas circulares de tamaño variable y de color café oscuro en el haz de la hoja. En primavera estas manchas presentan un halo amarillento que puede extenderse al resto de la hoja. En invierno las manchas oculares, son más oscuras debido a la abundante producción de esporas. Las lesiones son fácilmente distinguibles en el haz foliar. También pueden ser detectadas sobre la nervadura central en el envés de la hoja, en el peciolo foliar, o en el pedúnculo del fruto (oliva). Las características de las lesiones dependen de la variedad, la edad de la lesión y de las condiciones ambientales en las que se desarrollan. Ciclo del patógeno. S. oleagina sobrevive fundamentalmente en las hojas infectadas que permanecen en el árbol. Por su carácter de parásito obligado, las hojas que caen al suelo tienen escasa importancia epidemiológica. La multiplicación y dispersión del patógeno se realiza a partir de conidias producidas sobre las lesiones en las hojas, las cuales en condiciones de alta humedad relativa o en presencia de agua libre, germinan y se dispersan a corta distancia mediante salpicaduras de gotas de agua y viento. El proceso de infección se desarrolla principalmente en hojas jóvenes, muy susceptibles a la enfermedad, en presencia de agua libre y temperaturas de entre 8 y 20°C, con una temperatura óptima de 15°C. En huertos con abundante inoculo, la etapa final de la primavera, puede ser una época especialmente favorable para la infección del patógeno. En esa época la presencia de un ambiente fresco y húmedo generalmente coincide con la abundancia de hojas nuevas susceptibles, las cuales al no estar protegidas darán origen a una severa infección. Las infecciones primaverales generalmente permanecen latentes durante el verano, sin producir caída de hojas. Su importancia, sin embargo radica, en que constituirán la principal fuente de inoculo para futuras infecciones de otoño e invierno .El período de

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incubación, es decir, el tiempo que transcurre desde la infección hasta la aparición de los primeros síntomas puede oscilar entre 4 y 15 semanas. La duración de este período dependerá de la temperatura, humedad relativa, cultivar de olivo y edad de las hojas. Generalmente las ramas bajas e interiores reciben una mayor cantidad de inoculo y permanecen mojadas por períodos de tiempo mas prolongados, por consiguiente es la zona de la planta que presenta el nivel de infección más alto. Control. Medidas culturales. En función de la importancia que tiene la humedad relativa alta y el agua libre para la multiplicación y dispersión del patógeno, el manejo de la enfermedad debe considerar diversas medidas culturales que favorezcan la ventilación de las plantas y disminuyan el tiempo de humectación foliar. Dentro de esta estrategia, las podas selectivas y el empleo de marcos de plantación que eviten la formación de copas densas o muy juntas son prácticas muy recomendables. La información disponible indica que las plantas sometidas a programas nutricionales que incluyen altos niveles de nitrógeno o plantas que presenten deficiencias de potasio, son más susceptibles a los ataques del patógeno (López et al, 1997). Esta información debe ser empleada para diseñar programas nutricionales equilibrados. Control químico. Fungicidas cúpricos son los más utilizados en el manejo de la enfermedad, aplicados solos ó en mezcla con otros ingredientes activos. Este tipo de tratamiento es de carácter preventivo y debe ser aplicado con volúmenes de mojamiento que aseguren el cubrimiento completo de la copa, ramas bajas e interiores de la planta. Los fungicidas benomilo y dicofenazol (ingredientes activos), por su calidad de sistémicos, han demostrado ser eficientes contra S. oleagina, especialmente en función del crecimiento sub cutícular que presenta el hongo en hojas de plantas enfermas. En áreas de producción donde se utiliza control químico, se ha demostrado que la mejor época de aplicación para tratamientos con fungicidas es otoño y finales del invierno. Estos períodos coinciden con la época de mayor producción de esporas y condiciones favorables para la infección de S. oleagina. Emplomado o repilo plomizo (Mycrocentrospora cladosporioides (Cercospora cladosporioides). El término “repilo” se utiliza para designar diversos estados patológicos de la planta de olivo caracterizados por una intensa desfoliación en ramas y ramillas. En el valle del Huasco, especialmente en sectores de cultivo con alta humedad relativa, el emplomado o repilo plomizo, causado Mycrocentrospora cladosporioides (Cercospora cladosporioides) fue detectado en forma simultánea con la “mancha ocular” u “ojo de pavo”. Aún cuando la desfoliación es un efecto común de ambas

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enfermedades, existe una serie de características específicas que deben ser consideradas para el manejo del “repilo plomizo”. El hongo M. cladosporoides, es específico del olivo. Es un patógeno saprófito, pero presenta una fase parásita importante durante la colonización en el envés de las hojas. Se reproduce por conidias o espora asexuales. Sintomatología. Los síntomas del “emplomado” se presentan tanto en el haz como en el envés de las hojas. Sobre el haz, se producen manchas cloróticas de forma irregular, las cuales posteriormente se necrosan. En el envés de la hoja, las manchas son difusas de color grisáceo o plomizo, las cuales, durante el proceso de esporulación acentúan su coloración gris. En el fruto el hongo provoca lesiones necróticas, deprimidas, de tamaños variables y formas irregulares. Epidemiología Las hojas que caen al suelo juegan un papel importante en el ciclo de vida de M. cladosporioides, puesto que en esas estructuras el patógeno desarrolla una gran cantidad de esporas. La dispersión del hongo se produce a partir de conidias desarrolladas en las lesiones. La producción de conidias depende de la presencia de agua libre o de una alta humedad relativa. Su dispersión a corta distancia se produce por el viento y por las salpicaduras de gotas de lluvia. En este caso, la infección es favorecida por la presencia de agua libre, como rocíos o neblinas, y temperaturas cercanas a los 18°C. A diferencia de S. oleagina (mancha ocular), M. cladosporioides coloniza de preferencia las hojas maduras. Su período de incubación es de 4 a 15 semanas. Al igual que en el caso de la mancha ocular, generalmente la infección más severa se presenta en

Foto 9. Emplomado de olivas.

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Control. En su fase saprófita el patógeno produce una gran cantidad de esporas. Este fenómeno hace aconsejable, la permanente eliminación en el huerto, de las fuentes productoras de inoculo, tales como hojas y frutos infectados que han caído al suelo. Dada la importancia que tiene la alta humedad relativa y la presencia de agua libre para la infección, multiplicación y dispersión del patógeno, las medidas culturales que se apliquen deben estar orientadas a favorecer la ventilación de las plantas y disminuyan el tiempo de humectación, así se dificultará el desarrollo de nuevas infecciones. Al igual que la mancha ocular, la poda selectiva y los marcos de plantación que eviten la formación de copas muy cercanas, permitirán mantener un ambiente menos favorable al patógeno. Deformación de la hoja del olivo. Esta enfermedad también es conocida como “hoja en forma de hoz” (sickle leaf), debido a la forma lateralmente curvada que adquieren las hojas afectadas por el patógeno. La naturaleza de los síntomas inducidos por el agente causal de la enfermedad y su transmisión por injerto determinó que durante mucho tiempo la deformación de la hoja del olivo fuera atribuida a la acción de un virus. Sin embargo, numerosas investigaciones en las que se injertó e inoculó artificialmente plantas sanas con material obtenido desde plantas enfermas, fueron incapaces de demostrar esta hipótesis. La falta de herramientas moleculares, el largo período de incubación que presenta el patógeno (7 meses a 3 años) y su lento movimiento dentro de las plantas ha dificultado la identificación del patógeno. Resultados de estudios donde se utilizó técnicas moleculares como PCR han sugerido que algunos organismos del tipo viroides podrían estar involucrados con la expresión de la enfermedad, sin embargo, no han sido reportadas pruebas de patogenicidad que permitan establecer, en forma consistente, la relación de estos viroides con los síntomas observados en plantas de olivo. La enfermedad ha sido reportada en países como Italia, Portugal y EUA. En Chile, en Atacama, la enfermedad había sido detectada sobre huertos establecidos con plantas adultas (superior a 25 años) de la variedad Sevillano. Recientemente, en el valle del Huasco, se han observado síntomas severos de deformación a partir del segundo ciclo de crecimiento, en plantas de la variedad Sevillano que venían infectadas desde el vivero. Sintomatología. Esta enfermedad no presenta síntomas en los frutos. Su principal característica es la forma curvada similar a una hoz y el menor tamaño que presentan las hojas afectadas. Las hojas pueden presentar, además, clorosis, especialmente en el lado interno de la curvatura. A pesar que la enfermedad parece tener un carácter sistémico, los síntomas no son evidentes en todas las ramas ni en todas las hojas. En árboles adultos afecta sólo a alguna de sus ramas, las que presentan atrofias en su crecimiento, un alto grado de desfoliación y una reducción significativa en el número de frutos. Generalmente en las plantas enfermas se observan más hojas asintomáticas que sintomáticas.

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Los resultados de una investigación en plantas de la variedad Sevillano infectadas en vivero, indican que la enfermedad redujo significativamente el número de inflorescencias por ramilla, número de flores por inflorescencias, porcentaje de cuaja y número de frutos por ramilla. En el tercer ciclo de crecimiento de las plantas infectadas en el vivero, las ramillas de plantas totalmente enfermas, fueron capaces de mantener sólo el 6% de las inflorescencias que mantenían ramillas sanas. Las inflorescencias de ramillas enfermas mantuvieron un 78% de las flores en comparación a las que mantuvieron las inflorescencias de ramillas sanas. En las ramillas enfermas se redujo la cuaja de frutos en un 67,5%, lo que significó, finalmente, una reducción de 82,5% en el número de frutos cosechados por ramilla. Control. En las condiciones del norte de Chile, la enfermedad se ha detectado únicamente en plantas de la antigua variedad Sevillano, lo cual sugiere, como medida de control, el empleo de variedades modernas, que no han expresado síntomas de la enfermedad, en la renovación de huertos antiguos y en el establecimiento de huertos nuevos. Para un control efectivo de la enfermedad, es recomendable utilizar material de propagación obtenido a partir de plantas sanas, o que, por lo menos, no presenten síntomas de la enfermedad. Resultados de investigaciones realizadas en otros países señalan que el patógeno se inactiva completamente al someter las plantas nuevas de olivo a temperaturas de 37°C por un período de tres o más semanas. Luego, la termoterapia o exposición de estructuras de propagación a altas temperaturas, podría ser utilizada eventualmente para limpiar de la enfermedad a aquel material obtenido desde plantas que a pesar de ser asintomáticas, estén establecidas en huertos donde exista una gran presión de la enfermedad.

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