P e r i o d i s m o d e i n v e s t i g a c i ó n

VANGUARDIA | lunes 4 de mayo de 2009 | no.169 | www.semanariocoahuila.com

Una pesadilla es la que viven miles de personas que no cuentan con servicio médico y se atienden en el

Hospital general de saltillo

hospital rebasado:

¡urge terapia

intensiva!

� VANGUARDIA Lunes 4 de mayo de 2009

1. Si eres mal administrador, mejor no te metas con las tarjetas

de crédito, yo por la experiencia que tengo no las uso.

2. Haz todo lo posible por no endeudarte, para no deber, mucho menos

con créditos a intereses por que a la larga te vas a ver afectado.

3. Ahorra para poder comprar, prográmate, ahorra

poquito y compra aquellos satisfactores, bienes o servicios que necesitas

4. Estar al día con tus pagos, con todo lo que tengas

pendiente.

5. Administra eficientemente los recursos en tu

hogar, con los hijos gasta lo mínimo necesario, normalmente no necesitan más de lo que uno les da. Dales lo mínimo para que ellos puedan estudiar, dales lo indispensable.

CENTAVEANDO Cada semana diversos expertos te dirán cómo hacer rendir tu dinero

|| diccionario del diablo Carácter, s. En cada corazón humano hay un tigre, un cerdo, un asno y un ruiseñor. La diversidad de los caracteres se debe a lo desigual de su actividad.

Nadie es homogéneo, análogo, todos son una mezcla de… Una pizquita genética de fulanito, otra

de menganito y una cucharadita de perenganito. Si no lo crees, ve cómo metes en una licuadora un tantito de éste, más del otro y un puñito de aquél,

y luego verás quién sale:

LA LICUADORA

LA fAUNA EN UN DOs pOR TREs Por Alfredo García

La epidemia del pánico

Ilustración: Enrique de la Cerda

Droopy Benito CastroHerman Monster José Luis Córdoba

1. El virus H1N1 –últimamente las enfermedades

tienen nombre de formu-larios de Hacienda- nos proporcionó una semana de pánico, primero en el Distrito Federal y luego en todo México. La llamada gripe porcina –o gripe mexicana, como se le conoció pronto en Eu-ropa y Estados Unidos, con un dejo despectivo- prendió en el país con extraña rapidez, volvién-dose epidemia, hasta adquirir, en su momento más grave, rasgos de pandemia.

2. La OMS mantuvo sus ojos alerta sobre México. El

FMI liberó recursos de la línea de crédito que ya nos había proporcionado. Se suspendió por unos días la discusión sobre la pena de muerta para secuestradores. Hasta los cárteles del narco parecieron guardar una precaria tregua, mientras observaban el desarrollo del virus, que por mo-mentos pareció más letal que las granadas y las metralletas. En el colmo de la paranoia, llegó a hablarse de una guerra bacteriológica simulada con fines electorales.

3. Como suele suceder, ha sido más grave el pánico que la epi-

demia misma. Los sectores comercial, de turismo y servicios registraron pérdi-das ingentes. 30 millones de estudiantes salieron a vacaciones forzadas, a un asueto sin dinero, sin de-rrama económica. La crisis de Chrysler y de General Motors, mientras tanto, continúa amenazándonos con secuelas más graves y más duraderas. Ha salido más que verdadero el muy mexicano dicho: cuando no nos llueve, nos llovizna. Una vez que se disipe la llovizna pandémica, nuestros graves problemas continuarán allí como siempre, pendientes de solución, como siempre.

Marco Antonio Flores Verduzco.

subdirector de Imagen Urbana y Centro Histórico.

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DAmAs y CAbALLEROs

La Diva

Por Jesús r. cedillo

Murió a los 81 años, luego de librar una feroz batalla en contra de un emperra-do cáncer de

pecho, el cual jamás cedió y terminó por llevarla a la tumba. El año pasa-do, en 2008, se cumplió el centenario de su nacimiento y en este 2009 se cumplen 20 años de su muerte.

Hacia la década de los años ochenta del siglo pasado, la música pop norteamericana le rindió un tri-buto el cual al día de hoy, sigue escu-chándose: es la canción “Bette Davis eyes”, interpretada por Kim Carnes. A la actriz de cine y teatro, Bette Da-vis, se le recuerda por haber ganado el Oscar, el Emmy, la Copa Volpi de Venecia, el Premio Don Ostia del Festival de San Sebastián; se le re-cuerda asimismo por su tormentosa vida amorosa y una vida difícil, en ocasiones amarga, que jamás la do-blegó.

Pero ha pasado a la historia del cine y de la humanidad por haber sido dueña de unos ojos enormes, expresivos; ojos que casi salen de sus cuencas en interpretaciones de chica mala o loca, en cintas como “Jezabel” o “Peligrosas.” Son los ojos de Bette Davis.

El crítico Diego Galán ha escri-to que, en sus años de triunfo “con sólo una mirada ponía en posición de firmes a medio Hollywood.” Bet-te Davis murió en París, Francia, el 6 de octubre de 1989. Sólo quince días después de recibir el Premio de San Sebastián, donde se le tribu-tó una ovación de pie, en el filo de las butacas, la última ovación de su vida. La diva lo presentía, su final era inminente. Cuando días después moría, ésta había dejado órdenes terminantes: ser amortajada con el mismo traje que lució en aquella no-che rutilante.

Cuentan los cronistas de aque-lla velada, que sus ojos saltones de color violeta brillaban todavía con brío, como en sus mejores días. No obstante su fragilidad, días antes de su muerte, la Davis lució como una diva, dueña de un poder aún seduc-tor, envuelta en vestidos y telas vapo-rosas que por decenas, había trasla-dado a San Sebastián en atiborradas maletas, para escoger sólo uno para la epopeya de esa noche: era una diva, una vez más lo demostró.

Si sus ojos dominaban al mundo entero, otra cosa era su voz. El na-rrador y cinéfilo cubano Guillermo Cabrera Infante ha dicho que la voz de Davis era una “trompeta capaz de derribar la muralla de su fealdad.” En un libro de corte antropológico, pero que se lee como una entreteni-

da novela, “El hombre que confundió a su esposa con su sombrero”, un pa-ciente que va con su médico, no pue-de identificar a una actriz porque el médico había encendido el televisor, “cuidando de apagar el sonido.” En el televisor daban la función de una vieja película de Bette Davis. Su voz de trompeta era imprescindible, sus ojos, únicos.

Cuenta Cabrera Infante que la ac-triz por excelencia del cine es Bette Davis y la estrella es Joan Crawford. Tiene razón. Ambas se detestaban y se hacían la vida imposible con decla-raciones a quemarropa. A principios de los años 60 del siglo pasado, la Da-vis estaba un tanto olvidada por la in-dustria de Hollywood, que no perdo-na el paso del imbatible tiempo. Sin trabajo y relegada, Bette Davis publi-có en un diario un anuncio anónimo solicitando empleo. Protagonizó jun-to a Crawford el filme “¿Qué fue de Baby Jane?” La actuación le valió una nominación al Premio Oscar y una crecida animadversión de su compa-ñera de reparto, Joan Crawford.

Camaleónica, fue rubia, pelirroja y finalmente más o menos morena. De

entre su vasta filmografía destacan “Seed” (1931), “Cautivo del deseo” (1934), “Peligrosas” (1935), “Jezabel” (1938), “Amarga victoria” (1939), “Eva al desnudo” (1950) y “¿Qué fue de Baby Jane?” (1962). En 1999, el Ame-rican Film Institute la definió como la “segunda mejor actriz de todos los tiempos.”

El reposo no fue exactamente lo suyo: escribió dos autobiografías, “The lonely life” en la década de los años 60 y “Mother Goddam” en 1975. Hacia el final de sus días, aún partici-pó en 1978 en la cinta “Muerte en el Nilo”, basada en el exitoso relato de Ágata Christie y en 1981, en un filme de terror que hoy es de culto: “The Watcher in the Woods.”

Damas y caballeros: Bette Davis cuenta la historia que ya murió. Fue en un día lluvioso e infausto en París, Francia y fue enterrada en el cemen-terio de Los Ángeles, California. En el epitafio cincelado sobre piedra se puede leer: “Lo hizo del modo difí-cil.” Sus ojos, los ojos de Bette Davis aún miran, desde sus cuencas desor-bitadas, con una mirada imposible de olvidar.

Bette Davis ha pasado a la historia del cine y de la humanidad por haber sido dueña de esos hermosos ojos color violeta

Días antes de su muerte La Davis lució como una diva, dueña de un poder aún seductor, envuelta en vestidos y telas vaporosas ”

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Si, ya se que está más que establecido el sue-ño de las chicas como yo, las mariposas noc-turnas que vamos de cama en cama, de com-pañía en compañía.

Este es un negocio tan reditua-ble que algunas ya ven reflejadas las ganancias de su cuerpo, carro, computadoras, viajes, ropa, etc.

-¿Crisis?- dicen las que saben de este oficio, ¿cuál crisis? Si los hombres prefieren gastar sus sa-larios mínimos o sus saldos con nosotras, y bueno yo gustosa de recibirlos.

Y con todo esto de la crisis me atrevo a preguntar además, ¿quién dice que las segundas partes nunca fueron buenas? Ya saben, es como rendirle homenaje a José Alfredo: “volver, volver”, y hablo ni más ni menos que de esos amorcitos que

siempre son redituables, esos a los que no olvidas por sus carteras lle-nas y sus sentimientos de nobleza, esos bienintencionados que Dios nos pone en el camino.

Pues fue uno de esos quien me propuso cumplir el sueño de Julia Roberts, pero mis sueños de dejar esta vida de caricias compradas ya estaban fuera del plano de lo irreal.

Aunque todo tiene un precio en esta vida, todos nos vendemos al mejor postor y terminamos acep-tando si sabemos de antemano que vamos a ganar más de lo que dejamos perdido en el camino.

Imagínense, lectores, ya no se-ría la hetaira con servicio 24 horas, pero es que tampoco encuentro un calificativo que me vaya acorde a lo que él quiere que sea: Amante (cabo grueso, o cable), eso signifi-ca esa palabrita que usamos para

definirnos como “concubinas”.Pero despreocúpense, que esto

aún no es un hecho y talvez pre-fiera mi libertad y mis verdades a medias que vivir bajo el yugo de alguien, mmm... creo que todavía falta mucho para ello.

Aún me quedan las ganas de seguir devorando y sonrojando conciencias, aún quiero dejar ol-vidada la bolsa de las verdades y ¿por qué no? seguir alimentando falsos egos.

Pero bueno, la vida es una en-fermedad de transmisión sexual. Por aquello de que si no te cuidas cualquiera te podría contagiar.

Nunca digas nunca...

| ménage à trois Únete al trío y opina en:http://untriodetres.blogspot.com/

|||| Por Violetta Hetaira

|| Yo, la peor de todas

Él dice:¡Bah!.. La selección mexicana.

Sí, ya sé que acaban de contratar al Vasco. Y que el Vasco es un buen técnico, que lo hizo bien por tierras ibéricas, que es un tipo serio, que puede sacar al buey de la barranca.

Pero eso, en el caso del patético futbol azteca, es insuficiente. Para los mexicanos la mediocridad es vocación y destino; pasión y muerte; estilo de vida; condena irrevocable. Y la afirmación aplica para el balompié y para casi cualquier otro tema.

¡Resígnense aficionados!: su oncena jamás figurará en la lista de escuadras importantes en el planisferio futbolero. Están condena-dos, como los seguidores del Atlas, a la decepción perpetua, al fra-caso consistente.

Pueden contratar a Menotti, al Maradona, a Pelé, a Beckenbauer, a Rijkaard, a Platini o al Chanfle, da lo mismo: seguirán causando lástima en las canchas perdiendo contra selecciones integradas por boleros, albañiles, limpiavidrios y meseros de una desconocida isla caribeña.

Por eso, al menos en materia de futbol, yo ya cambié de nacio-nalidad.

Ella dice: Muy bien, tomaré el riesgo de ser tachada de antipatriota, feminista de clóset o amargada descarada pero el futbol no sirve para nada, y menos el balompié mexicano. Cuál es el chiste de ver a un tipo correr tras un balón y obser-var cómo falla un tiro frente a la portería contraria, si el soccer sólo sirve para que las televisoras, los clubes y las tiendas de deportes se hagan millonarios.

Pero hay que ver cómo se paralizan las calles y se ati-borran los bares cuando la bendita decepción nacional tie-

ne un encuentro “definitorio”, claro, porque para un equipo tan malo todos los partidos son decisivos.

Mediocres con autos de lujo y contratos europeos, apasiona-dos del color verde, que es el color del dinero porque los juga-dores sólo juegan para ganar lana y no hay Vasco que le ponga remedio.

¿Futbol? Olvídenlo, si uno quiere sentir la gloria nacional habrá que voltear al Taekwondo o al golf, los únicos deportes en los que podemos presumir que tenemos ganadoras, porque son las muje-res las que han puesto en alto la bandera, y eso ni el más misógino enfundado en playera verde lo puede rebatir.

Gay dice: El futbol, ese invento del demonio. El balompié es una peste como la de los fumadores, a quienes, aunque uno quiera igno-rarlos, siempre van a estar ahí corrompiendo el ambiente con su adicción. Cuando alguien en este país no está dando cáte-dra sobre el futbol, (hay un experto en cada esquina), la tele-

visión escupe partidos a todas horas con sus comentaristas de voz engolada tratando de cubrir con un halo místico a

un deporte, que en México es bastante mediocre.Aquí todos saben de futbol, pero cuando se trata de abor-dar temas trascendentales, les llega de pronto la pereza mental. Yo siempre me hago la misma pregunta: ¿Por qué los aficionados son tan masoquistas? ¿Por qué les gusta

tirarse a la frustración del perdedor eterno? ¿Cuándo se aburrirán del “ya merito”? Como sé que este mal nos perseguirá por muchos años, una recomendación: que los futbolistas (de preferencia extranjeros) se quiten las

playeras y recorten el tamaño de los shorts. ¡Regalen un poco de placer por el amor de Dios!

Dicen que tres cabezas

piensan mejor

que una... ¿será?

¿Ponte la verde?

Escríbele a: lapeordetodas@vanguardia.com.mx

Talvez prefiera mi libertad y mis verdades a medias, que vivir bajo el

yugo de alguien, mmm... creo que todavía falta mucho para ello”.

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LA VENTANA INDIsCRETA

Por Jesús de LeónFoto: miguel sierra

Míralo, aquí está —dijo el dueño del gimnasio mos-trando la foto—: tenía rato dándole a la pera y nomás no se cansaba.

—Oiga, patrón, ¿de dón-de lo sacó?

—Quién sabe de dónde saldría. Estaba yo aquí, de pie ante el mostrador. Unos muchachos boxeaban en el ring, otros saltaban la cuerda y unos más hacían pesas. Cada quien en su asunto. De pronto oí una voz: “Jefe, quiero venir a en-trenar”. Me pegó un susto. “¿De dónde sale esa voz?”, dije. Volteé a todos lados y nada. Al rato otra vez: “Oiga, dígame qué necesito para inscri-birme en su gimnasio”. “Para empezar, ser visi-ble —contesté—. Porque aquí no entrenamos a fantasmas”. “No la amuele, no ve que estoy acá abajo”. Primero pensé que estaba viendo al niño más extraño que hubiera encontrado en mi vida. Pero entonces volvió a hablar con su voz de adulto: “Ándele, jefe, no me haga el feo. Verá que doy batalla”.

El entrenador guardó la fotografía en el cajón donde estaban las solicitudes y la propaganda del gimnasio.

—Cumplía muy bien con sus cuotas —siguió hablando—. Obedecía el reglamento. No faltó una sola vez. Quería proponérselo a algún pro-motor, pero ¿dónde hallar un contrincante de su alzada?

—Con un banco o un par de zancos hubiera alcanzado a opositores de estatura normal.

—Lo intenté, imbécil. El primer adversario de talla normal con quien se enfrentó perdió por default. En cuanto vio a la miniatura trepada en el banco, se tiró al suelo de risa y ni el réferi lo pudo levantar.

—Es que ya ni la friega, jefe. Cómo se le ocu-rre ponerlo a pelear contra el “Risitas” López. Ése hasta de una piedra se ríe.

—Después le busqué como rival al “King Kong” Jiménez.

—No la amuele, jefe. Si con ése hasta yo pa-rezco enano.

—Al “King Kong” le ganó por knock out. Es que se agachó tanto para poder verlo que se gol-peó la frente con una de las barras que sujetan las cuerdas. Cayó de rodillas y quedó a la altu-ra del otro, que se bajó del banco y ¡bolas! entre ceja, oreja y sien. Y todavía se le trepó encima y le puso el pie sobre la cara. Parecía como si Ro-

lando hubiera cazado un dinosaurio.

—¿Así se llama?—Como lo oyes.

Después de esa pelea fue conocido como “La Pulga Rabiosa”. Si tene-mos en la lucha libre un “Perro” Aguayo. ¿Por qué no tener una “Pul-ga Rabiosa” en el box? El problema es que la Comisión de Box local ya me comía vivo. Es-tos encuentros fueron amateurs pero, como “La Pulga” tuvo éxito, querían que la cosa fue-ra a nivel profesional. Además, Rolando in-sistía en que, no por ser de tamaño compacto, lo iban a agarrar de bota-na. Quería ser tomado en serio. “Si a Nelson Ned lo tomaron en serio como cantante y a Tatoo como actor, por qué a mí no me van a tomar en serio como boxeador —me decía—. Si a Cassius Clay le gustaba hacer payasadas en el ring, allá él. A mí consígame un contrario digno”.

—¿Y lo consiguió?—Aunque no me lo creas. Otro casi tan cha-

parrito, nada más que güero, ojiazul y de melena larga. Voz aflautada, pero de buenos músculos. Era de Estados Unidos y se hacía llamar “La Pla-ga”.

—¿Y qué tal, patrón? ¿Hubo pelea?—Pues sí, pero no en el ring.—¿No me diga que se agarraron ojeriza desde

el entrenamiento?—Rolando era muy serio y muy formal en

sus entrenamientos. No le gustaba que lo mo-lestaran. Y la pinche “Plaga”, que por cierto me dijo que se llamaba Zagreb, estaba pegándole al costal ubicado exactamente enfrente del otro. Entonces “La Plaga” comenzó a hacerle ojitos y muecas. Al principio, “La Pulga” ni lo pelaba, pero después, el otro comenzó a lanzarle besi-tos. Se tapaba la cara con la melena y ponía ojos pizpiretos. Rolando dejó de pegarle a la pera. Se bajó del banco y caminó hasta donde estaba “La Plaga”. “¿Qué te traes?”, le preguntó. Y “La Plaga” dijo: “¡Lo que quieras! ¿Nos subimos al ring?”.

—¿Y quién ganó la pelea?

El dueño del gimnasio tuvo que tomar aire para continuar.

—Se fueron juntos al vestidor para cambiar-se. Y me di cuenta que se empezaron a tardar. Pasaron quince minutos y ninguno de los dos salía. Decidí ir a ver, no fuera que se estuvieran moqueteando en medio de los casilleros. Nunca lo hubiera hecho. Los encontré jadeantes, sudo-rosos, en un combate cuerpo a cuerpo. ¡A él y a ella!

—¡No la chingue, jefe! ¿Entonces “La Plaga” era mujer?

—Y lo sigue siendo. Su verdadero nombre no era Zagreb, sino Greta. Yo fui el padrino de boda. Se retiraron del boxeo y ahora les va mejor. En-contraron trabajo en un espectáculo stripper y son la atracción principal. El dueño del antro donde trabajan se está hinchando los bolsillos de billetes. Tengo una envidia de pensar que lo tuve aquí y no supe qué hacer con él…

El pupilodel entrenador

NOTA: Esta historia no tiene nada que ver con la persona que aparece retratada ni con la situación real en la que se tomó la fotografía. Los pormenores verídicos relativos a la captura de la imagen pueden ser interesan-tes por sí mismos, pero lo que la imagen nos sugiere, ya separada de su referente, puede ser inagotable.

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Cuando la saludes un lujo

Para quienes no tienen servicio médico, éste hospital es la única op-ción. encontrar aquí una cama vacía es un milagro; darse de alta en el sistema del seguro Popular es un juego de azar; hacerse unos estudios

es casi imposible; ser tratado con dignidad es mucho pedir...

� VANGUARDIA Lunes 4 de mayo de 2009

Sólo basta que cualquier día se pare a las puertas del Hospital General de Saltillo, adscrito a la Secretaría de Salud, para que escuche odiseas como la que vivió doña Beatriz Adriana Reyna González, que una

tarde vino a cuidar a su tío interna-do aquí y se llevó una sorpresa:

“Ayer que llegamos cambiamos al viejito y le digo a una de las in-tendentes ‘ya se vomitó otra vez’, contesta ‘¡pos se aguanta!, porque

no hay sábanas, no hay gasas, no hay nada’. El señor se quedó vomitado toda la tarde.

“Le pregunto a la intendente ‘¿oye, dónde está el dinero de Mo-reira?’ y dice ‘¿Cuál?, cada que viene nomás disfrazan las camas y ¡vámo-nos!’. Porque las camas están todas rotas, agujereadas, las lavan con agua por encima y así acuestan a los pacientes”, dice Beatriz mientras muestra en la pantalla de su celular la fotografía de un colchón reventa-do que captó en uno de los cuartos de este centro médico.

Don Juan Hernández aun no puede creer lo que vio en esta clíni-ca hace algunas semanas, la maña-na que trajo a su mujer para que la atendieran de sus dolores de parto. Ambos aguardaban de pie afuera del área de hospital cuando:

“Andaba una muchacha embara-zada aquí y le dijeron que todavía no era tiempo, que caminara otro ratito y el bebé se le vino, todos lo vimos, la gente estaba bien indig-nada. Ya nada más la vieron así y la metieron.

“Mi esposa y yo también bata-llando porque tampoco la querían atender, le dijeron que caminara y mi esposa con los dolores. Al último yo la metí a fuerza”, narra el hombre quien lleva en brazos a un bebé re-

cién nacido envuelto en una cobija amarilla.

Así pasó la mañana que doña Margarita Requén, agobiada por el dolor que a menudo le causa su hernia hiatal, se dirigió al área de Urgencias de este sanatorio y tuvo que esperar dos horas y media an-tes de ser revisada por el médico de turno.

“En la consulta de Urgencias se tardan demasiado, es mucho lo que se tiene uno que esperar. Yo tengo una hernia hiatal y por lo mismo tengo mi cita abierta si presento algún vómito, un dolor fuerte, pero no me la respetan, me dicen ‘¡espé-rese!’ y vengo con mi dolor”.

Cuántas historias, como la de Mayra Montalvo, no esconderán las paredes de este hospital al que ella recurrió un mediodía para buscar la atención de un ginecólogo que le dijera ¿por qué era que le venían esos dolores en el vientre a su sexto mes de embarazo?

Pero nadie la atendió, todo por-que no pudo pagar los 75 pesos que cuesta la consulta con un especia-lista en este hospital. Mayra es ve-cina de la colonia Misión Cerritos, pertenece a las cerca de 400 mil personas que en Coahuila no cuen-tan con seguridad social, tiene dos hijos pequeños y un esposo mese-

P o r J e s Ú s P e Ñ aF o t o s : m a r i o L e ó n Y

d a n i e L b e c e r r i Lv i d e o : r e g i n a L d o c H a P a

e n este hospital todo puede suceder, las historias más insólitas de supervivencia se cuentan aquí y las peripecias más su-rrealistas deambulan todos los días por sus salas y corredores.Como la de una mujer a la que no pudie-ron practicar una prueba de laboratorio,

porque no había jeringas; la de otra, a la que le nega-ron la atención en el sexto mes de embarazo, porque no tuvo para pagar una consulta de 75 pesos, y hasta la de aquella madre que estuvo a punto de dar a luz en el pasillo de este sanatorio, porque el personal médico rechazó ingresarla al área de partos objetando que aun no era tiempo del alumbramiento.

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ro que no gana a la semana más de 800 pesos.

“Pos no tengo dinero y no me quisieron atender, que tengo que pagar la ficha de 75 pesos. Nunca me he checado el embarazo y desde ayer traigo un do-lor, por eso vine aquí, porque los

demás hospitales salen muy caros y salió igual ¿Qué voy a hacer?, pos aguantarme, ¿qué más?”.

Por eso es que a don Alfonso Gua-diana Caro, no le extraña ni tantito que el personal médico de esta uni-dad, luego de declararlo desahuciado, lo haya dado de alta y abandonado a las puertas del hospital, con un par-che en mitad del estómago y las agu-jas del suero encajadas en su brazo izquierdo.

Él es un migrante de Mexicali que llegó por error a este nosocomio, cuando fue expulsado de Estados Unidos y subió a un tren equivocado en Laredo que lo trajo hasta Saltillo. Fue rescatado enfermo a la orilla de las vías por una organización civil llamada Albergue San Juan Diego y traído aquí.

“Estaba enfermo y sigo enfermo de mis pies. Según los doctores tengo cirrosis hepática y me echaron para afuera. Las enfermeras me trataban de una manera dura, porque no cuen-to con recursos económicos. No ten-go un hogar para quedarme”, platica tirado una mañana a la entrada del-Hospital General de Saltillo.

A su lado hay una bolsa de plástico con varias botellas de refresco a me-dio consumir que ha recogido de la calle, “es todo lo que tengo para co-mer, la basura que junto”.

El esposo de Olga García se quedó atónito cuando, sólo minutos antes de que su mujer fuera ingresada al área de trabajo de parto de este hospital, una enfermera le extendió una rece-ta con la lista de los medicamentos y materiales quirúrgicos que debía surtir por su cuenta porque – advirtió – aquí no los tenían.

“No hay medicamentos de los que nos suministran a la hora del parto, esos lo tienes que mandar comprar por fuera, porque nunca hay los su-ficientes. Antes de meterte a partos mandan a la pareja o al acompañan-te a que compre el medicamento, te dicen ‘¡rápido, vaya a la farmacia y compre todo esto que necesito!’”, platica Olga, una de las más de 600 mil coahuilenses afiliadas al Seguro Popular, que no se han salvado de pa-

decer estas deficiencias.Como Herminia Rocha, que otro

día llegó a las 7:00 de la mañana con su bebé enfermo de tos a este sana-torio, hizo fila más de tres horas sólo para que en el módulo del Seguro Po-pular instalado aquí le dijeran que no podían darla de alta porque no había sistema.

“Yo traigo al niño malo de las fle-mas y no me lo quisieron atender porque no tengo póliza del Seguro Popular. Nunca hay sistema, tengo viniendo desde enero y que no hay sistema y que no hay sistema y que ´vengan mañana a las 7:00 de la ma-ñana`. Voy a tener que pagar para que atiendan a mi hijito en otra parte y mi esposo ahorita no está trabajan-do”.

Relatos como el de doña Berenice Martínez Reyes, revelan además la calidad del trato que los pacientes re-ciben por parte del personal médico y administrativo de esta clínica.

“Como que no explican bien las cosas, nos revuelven mucho, no se dan a entender y son como muy dés-potas, les preguntas algo y contestan ‘¡ya le dije que así!’ y pos no, como que no. Se molestan cuando uno les hace una pregunta. Casi no me gusta venir por eso. Tengo tiempo vinien-do y siempre ha sido el mismo ser-vicio”.

Yo traigo al niño malo de las flemas y no me lo quisieron atender porque no tengo póliza del Se-

guro Popular. Nunca hay sistema (para el trámite). Voy a tener que pagar para que atiendan a mi hijito en otra parte y mi esposo ahorita no está trabajando”.

Herminia Rocha

Los síntoMAs

Con base en las últimas estadísticas de la Comisión Coahuilense de Arbitraje Médico durante el 2008

Se recibieron tres quejas relaciona-das con los servicios que presta el Hospital General de Saltillo Dos sobre retraso en la atención y una por complicaciones obstétricas.Las dos primeras denuncias se resolvieron por vía de la conciliación, la tercera sigue en proceso.

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10 VANGUARDIA Lunes 4 de mayo de 2009

Seguramente a doña Alicia Oyer-vides, vecina de la colonia Nuevo Amanecer, le subieron más los ni-veles de azúcar en la sangre, cuando los encargados del área de laborato-rio de este hospital le dijeron que no había material para practicarle los exámenes de glucosa y orina que un ginecólogo de la institución le había ordenado en calidad de urgentes.

Su marido estaba desempleado y ella tendría que conseguir el dinero, a como diera lugar, para costearse esos análisis.

“Que no hay reactivos, que no hay material y no saben hasta cuándo lle-ga. Yo estoy embarazada y soy diabé-tica. Uno se atiene al Seguro Popular, ahora tengo que buscarle por fuera a ver de dónde saco el dinero ¿Y si no?, pos no me los hago”.

Angélica María Zertuche no en-tiende cómo es que el Gobierno del Estado se gasta un dineral en publici-dad televisiva sobre salud de la mu-jer, si en este hospital el tomógrafo, que sirve para detectar el cáncer de mamá, no funciona.

“Me dijeron que tiene 15 días des-compuesto el aparato para las mamo-grafías. Es orden médica y no tienen el aparato disponible. Hacen mucha promoción respecto a que venga uno a checarse y resulta de que no hay con qué”.

Parece que la mayoría de la gente que recurre como única alternativa a este hospital, ya se ha acostumbrado a las tribulaciones que día con día se viven aquí. Al menos así lo siente doña Guadalupe Vázquez, quien un mediodía vino con su nieta de días de nacida para que le aplicaran la va-cuna contra la hepatitis, pero:

“No tienen la vacuna para la niña. Les faltan muchas cosas. Muchos es-tudios no los hacen aquí. Aparte nos hemos dado cuenta de que algunos estudios son más caros, nos salen mejor por otro lado. Un eco aquí cuesta hasta 300 pesos, en los labora-torios de enfrente vale 250”.

La de doña Gloria Ramírez no es una historia sacada de un sanatorio en un país africano ni de una novela del inglés Charles Dickens. Ocurrió en el Hospital General de “la mejor capital de México”.

“A mí me tocó estar en una cama que ya no servía, el subdirector fue personalmente y mandó que se tira-

ra el colchón, pero aun así les faltan sábanas, les faltan batas, ese día las mujeres que nos aliviamos de parto nos quedamos tres días con la misma bata, porque no hay manera de que te la cambien. Hay muchas mujeres embarazadas que se tienen que espe-rar porque no hay camillas, se satura el lugar y no hay cuartos”.

Pero la experiencia que padeció Dalia Karina Domínguez Balderas no tiene comparación. Una mañana de diciembre vino a esta clínica para practicarse un análisis de química sanguínea, minutos más tarde regre-só a su casa cuando una trabajadora del laboratorio le informó que no ha-bía jeringas.

“Yo dije, bueno, igual y se tardan una semana, pero me dice una traba-jadora del hospital ‘no pues, yo creo que no vamos a tener hasta mayo’. Ya no vine, me lo hice en otro lado”, narra.

Mientras usted lee este reportaje, historias como éstas siguen circulan-do en los pasillos y las salas de este hospital, a la espera de ser escucha-das.

otrA LArgA EspErAEn tanto, los pacientes de este noso-comio tendrán que aguantar entre 12 y 18 meses antes de que el nuevo Hospital General de Saltillo, cuya construcción arrancó en septiembre de 2007, empiece a funcionar.

Y es que el sanatorio que ahora se levanta a un costado del Audito-rio del Parque “Las Maravillas”, y cuya inversión sería de 180 millones de pesos, registra a más de un año y medio de que se colocara la primera piedra, apenas un avance del 20 o 30 por ciento.

“Porque va a ser un hospital que va a tener un equipo diferente al que tenemos ahorita, va a contar con tecnología de punta, rayos x espe-cializados, mastografía digitalizada, resonancia magnética, tomografía axial computarizada, ultrasonido di-gitalizado. Todos los servicios se van a dar con la tecnología más avanza-da, para proporcionar una adecuada atención”, promete Francisco Elizal-de Herrera, subsecretario de Salud en Coahuila.

– ¿Mientras la gente que se aguan-te?

“No es que tengamos que aguan-

Que no hay reactivos, que no hay material y no saben hasta cuándo lle-ga. Yo estoy embarazada

y soy diabética. Uno se atiene al Seguro Popular, ahora tengo que buscarle por fuera a ver de dónde saco el dinero ”.

Doña Alicia Oyervides

Un diAgnóstiCo no ALEntAdor

El Hospital General de Saltillo tiene entre 38 y 40 camas censablesDe las 40 camas con las que cuenta este hospital más del 50 por ciento es-tán destinadas a la atención obstétrica. Atiende un número de 12 y 13 partos diariosSu capacidad le permite atender a una población abierta de no más de 300 pacientesRegistra diariamente un 100 por ciento de su ocupación El 50 por ciento de la población que atiende este sanatorio está afiliada al Seguro PopularLa mayoría de las consultas que se ofrecen son de control prenatal y aten-ción de planificación familiar

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A don Alfonso lo echaron del hospital. Tiene cirrosis hepática, es migrante y no tiene a donde ir.

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tarnos, sino que es lo que tenemos ahorita para dar respuesta inmediata a la pobla-ción”.

El subsecretario de salud en Coahuila reconoce, sin embargo, las deficiencias de espacio y atención que, a cinco décadas de fundado, presenta este sanatorio.

“Es un hospital ya viejito que requiere de muchas situaciones de mantenimien-to...”.

Cuestionado en relación a las quejas de la población por el servicio y la atención que brinda este centro médico Elizalde Herrera comenta:

“Es muy subjetivo, todos somos subjeti-vos, digo yo, no sé qué le parezca a usted. Cuando no los atiende alguien realmente es porque ‘me tiene animadversión’, y en este sentido se ha pedido al personal aten-derlos como se debe, primero que nada con un trato humano”.

Está rEbAsAdoPor su parte Mario González González, director del Hospital General de Saltillo, declara estar consciente de las limitacio-nes con las que hoy opera este sanatorio.

“Es un hospital que efectivamente está rebasado. Para ser honestos es un hospital que ahorita, para la población que esta-mos recibiendo, en cuanto al número de camas que tenemos, ya se quedó corto.

“Sale una paciente y estamos esperan-do la cama para otra. Lógicamente se ha incrementado el número de pacientes que vemos y eso es lo que nos ha rebasa-do, de eso estamos conscientes y eso no lo niego”.

Advierte que desde que este nosoco-mio dejó de ser una unidad dedicada a la atención de la mujer y se convirtió en un hospital general, dirigido a la población abierta, tanto femenina como masculina, se ha incrementado de forma considera-

CoahuilaRegión Sureste Saltillo

Familias afiliadas Más de 160 milunas 35 mil 27 mil aproximadamente

Y EL sEgUro popULAr En AsCEnso

Sale una paciente y estamos es-perando la cama para otra. Lógi-camente se ha incrementado el número de pacientes que vemos

y eso es lo que nos ha rebasado, de eso estamos conscientes y eso no lo niego”.

mario González González, director del Hospital General de Saltillo

“No hay camas, hay mucha embarazada y ahorita las están regresando con dolores y hasta sangrado”

Azalea Gallegos

La vez que vine a checarme no tenían ni pruebas de em-barazo ”.

Diana patricia Ortiz

De ocho análisis preoperato-rios que me pidieron nada más me practicaron uno, tuve que pagar acá en el Universi-

tario, de hecho en el Hospital General no son gratis ”.

margarita Requén

Llegamos desde las 6:00 de la mañana y luego salen con sus mensadas de que ´no tenemos sistema .̀

Necesito el Seguro Popular porque tengo a mi niño enfermo de temperatura. Yo no sé qué tenga de popular, si no ayudan a uno ”.

yadira Torres

Como es para gente humilde, te quieren tratar como igno-rante, como que no conoces, que no tienes derechos y lo

que uno busca es la calidad del trato ”.

Juan manuel Rodríguez

en un grito!!!

Lugar

1� VANGUARDIA Lunes 4 de mayo de 2009

ble la solicitud de servicios. “Hay que estar conscientes de que éste

era un hospital programado para atender a cierto número de población femeni-na”.

Advirtió que por ello la Secretaría de Salud, en coordinación con las autorida-des de este hospital, implementaron algu-nos medidas para eficientar los servicios que día con día ofrece esta clínica, con la creación de un área de terapia intensiva, nuevos consultorio para el departamento de Urgencias y la consulta en diversas es-pecialidades de la medicina como cirugía plástica, epidemiología, dermatología y urología.

sE disCULpA titULAr dEL sEgUro popULArEl encargado de la dirección del Régi-men Estatal de Protección Social en Sa-lud de Coahuila, Juan Antonio Sepúlve-da, pide disculpas a las más de 160 mil familias inscritas en el Seguro Popular, por las fallas que ha venido registrando este sistema.

“Es como todos los sistemas, si esto lo llevamos al ISSSTE, sabemos de la situación tan grave que tenemos con la falta de medicamentos, con la falta de atención; si nos vamos al Seguro Social,

estamos viendo exactamente lo mismo. La Secretaría de Salud de Coahuila no ha dejado de tener el mismo problema.

“Pero invitamos a la ciudadanía que cualquier queja que tenga nos la haga lle-gar, que no se queden callados. No pode-mos ocultar cuando hay una queja, cuan-do hay una falta de medicamento, alguna mala atención, una falta de espacio, los tiempos prolongados de espera”, señala.

Y exhorta a las familias que cuentan con seguridad social del IMSS o del IS-SSTE, a ser prudentes y permitir que la gente más necesitada sea quien haga uso exclusivo del Seguro Popular.

“Todo mundo ha tratado de buscar una atención teniendo ya un sistema. Nosotros solicitamos que sean pruden-tes y solidarios con la gente que no tiene, déjenla y denle la oportunidad de poder seguir en este sistema”.

Entrevistado sobre el déficit de infra-estructura, atención médica y dotación de medicamentos, que enfrentan los afiliados al sistema del Seguro Popular, Juan Antonio Sepúlveda, responde:

“Nosotros somos un modelo nuevo de financiamiento, el Seguro Popular no tiene hospitales, los hospitales son los de Servicios de Salud de Coahuila, en el caso específico del estado”.

¡¡¡dEnUnCiE!!!

Fue víctima de abuso por parte de alguna institución médica o profesional de la medicina? Denúncielo al

415 57 79, de la Comisión Coahuilense de Arbitraje Médico o al 416 21 10, de Derechos Humanos

Lunes 4 de mayo de 2009 VANGUARDIA 13

|||| Por Alfredo García

|| Los menesteres del ocio

sUpERméNDEz El único superhéroe de Saltillo y la región (incluyendo Ramos) Por J. Latapí

1. …era el nombre del cómico conocido como (I)Panzón Panseco(I).■ A) Ricardo Gonzáles;; ■ B) Arturo Manrique;■ C) José Marroquín;■ D) Mario Caballero.

3. El profesor … fue el primer director de la Benemérita Escuela Normal de Coahuila.■ A) Luis A. Beauregard;■ B) Andrés Osuna;■ C) Apolonio M. Avilés;■ D) Rubén Moreira Cobos.

5. La Batalla de Puebla tuvo lugar el 5 de mayo de …■ A) 1857;■ B) 1871;■ C) 1870;■ D) 1862.

7. La diosa Maya, por la cual, según algunos lingüistas, fue llamado así el mes de mayo, era también conocida como …■ A) Anna Perenna;■ B) Romulea Diva;■ C) Bona Dea;■ D) Mater Flaminia.

2. … no pertenece, en el mundo de Georges Simenon, al grupo de inspectores del comisario Maigret.■ A) Lapointe; ■ B) Janvier;■ C) Lucas;■ D) Point.

4. Según …, el lenguaje otorga al hombre el poder de convertir el mundo en (I)das Eigentum des Geistes(I) (“ propiedad del espíritu”).■ A) Ferdinand de Saussure; ■ B) Alexander von Humboldt;■ C) Wilhelm von Humboldt;■ D) Hermann Paul.

6. El … fue clasificado por Linneo, en 1753, como (I)Musa paradisiaca(I).■ A) plátano;■ B) membrillo;■ C) mango;■ D) melón.

8. … es el creador de la historieta (I)Calvin y Hobbes(I).■ A) Lee Stan; ■ B) Bill Watterson;■ C) Stan Lee;■ D) Lee Falk.

Respuestas: 1) b; 2) d; 3) a; 4) c; 5) d; 6) a; 7) c; 8) b.

La suicida. El crítico literario britá-nico, de origen español, Alfred Alva-rez, lamentó en una declaración al diario londinense The Times: “Me encantaría pensar que la fascinación por Silvia Plath se debe a que es una gran escritora, puesto que lo es. Pero no es así. Proviene nada más de que la gente está locamente interesada por el escándalo y el chisme”.

Futuro sido.No hables de la cuerdaen casa del ahorcado,pues ya no la recuerda:su futuro es pasado.

Por definición. La máxima es un arte apresurado porque escapa al mismo tiempo del habla y la escri-tura.

Plus. Observar y pensar importa más que leer y escribir. Son activi-dades más originales, más urgentes, más inmediatas. Más imbuidas en la vida misma.

Necessaire. No se han inventado todavía unas tijeras portátiles, mi-núsculas como un encendedor o una lima de uñas, para abrir los paquetes de celofán.

Coincidencias. Es el destino, y no el azar, el que suele manifestarse a través de coincidencias.

Pancracio y supermercado.El pueblo a López no escucha,y aún no se ha levantado:llega del supermercado,de luchar con Mamá Lucha.

Algunos. He observado que buena parte de la comunidad artística y li-teraria de Saltillo ha aparecido en las páginas de la nota roja. Faltan algu-nos, claro, pero hay más tiempo que sangre.

Nec otio. El periodismo es el pasa-tiempo ideal de los profesionales del ocio —cafetólogos, bohemios, litera-tos—: de hecho, es prácticamente el último refugio del ocioso en la vida moderna.

Sensorio. Inventamos la noción de realidad para conjurar nuestros miedos, sobre todo el principal de ellos: que el mundo se desintegre en el caos de los cinco sentidos.

Hostilidad en los hoteles. Sólo en un hotel se conoce esta doble experien-cia: la absoluta soledad y la absoluta falta de privacía.

|||| Por Miguel Agustín Perales

|| claro que ud. lo sabe

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Por esteban cárdenas

Basada en hechos reales, es una película biográfica del estadounidense Gus Van Sant sobre Harvey Milk, el primer oficial abiertamente homosexual electo para un cargo político.

Milk -representado en la cinta por Sean Penn- fue el líder de un mo-vimiento civil en defensa de los derechos de homosexuales, que transformó el panorama político de nuestro vecino norteño y se convirtió en un ícono del movimiento civil, no solo para la cultura gay de Californiana, sino a nivel global.

Aunque para muchos es conocida la historia y ya se saben el final, la película está llena de sorpresas, y te absorbe con un guión apasiona-do, bien estructurado y una dirección cálida.

Algunos críticos, con cierto esnobismo, destrozaron al director por haber realizado una película “comercial”, ya que sus últimas películas (Paranoid Park, Elephant) navegaban territorios más artísticos, y en cambio Milk es una película cien por ciento hollywoodense. Aunque comercial, Milk me parece formidable;

sí es una película biográfica palo-mera, y sí tiene todas las escenas “de cajón” para una película de este tipo, pero Gus Van Sant la llena de detalles sutiles.

De por si la historia es ya bastante emoti-va, Van Sant prefiere humanizar al héroe que sobrecargarlo de clichés chantajistas.

El guión, que ganó un Oscar como mejor guión original, es un cimiento sólido y muy bien trabajado donde el director y el actor principal construyen una historia convincente y conmo-vedora, de un alcance comercial masivo, pero con un sentimiento de intimidad muy realista.

Con excepción de Diego Luna, como el amante “latino” de Milk, todas las actuacio-nes son excelentes. Van Sant, ya sea en una película de arte con bajo presupuesto o en una cinta palomera, sabe dirigir a sus actores como pocos directores, y recrea unas atmósferas tan honestas en sus cintas que hasta parece un documental.

Phillip Seymour Hoffman como Truman Capote, Forrest Whitaker como Idi Amin, Jamie Foxx como Ray Charles; incluyendo el

de Penn por esta cinta, cuatro de los últi-mos cinco premios de la academia han ido a papeles biográficos. Quizá sea más fácil revivir a alguien que ya existió que inventar un personaje desde cero, pero Sean Penn se ve que hizo su tarea, y entrega una actuación magistral. Penn adopta todos los manienis-mos de Harvey Milk, y no solo lo imita, sino que se transforma en él.

Acepto que quizá haya empezado a verla con ciertos prejuicios, pero estos desapare-cieron pronto. A pesar de que su tema pueda escandalizar a algún sector del público, creo que hay que ver esta cinta. Van Sant toma una película sobre la cultura gay, y la trans-forma en una obra universal, que trasciende preferencias sexuales y políticas para con-vertirse en una cinta esperanzadora sobre el espíritu humano. Hollywood produce cientos de películas biográficas de finales lagrime-ros, pero sinceramente he visto pocas como ésta.

RADARPor Esteban Cárdenasescardenas@vanguardia.com.mx

Desde que Callahan dejó de usar el nombre artístico de Smog, algunos de sus ad-miradores nos preocupamos, sobre todo cuando en el 2007 lanzó Woke on a Whaleheart, un disco que utilizaba estruc-turas de canciones convencio-nales y que, sorpresivamente, tenía momentos bastante op-timistas. Hasta aparecía por ahí algún ritmo con un feeling tropical rarísimo, que simple-

mente no cuadraba con su personalidad. Algo estaba mal; o más bien, algo estaba bien, por

que Callahan se había alejado de su estilo melan-cólico y aislado, y aunque su cavernosa voz seguía siendo su sello, parecía haberse convertido en un tipo optimista y alegre; lo único que faltaba era que su música comenzara a decorar anuncios fashion de

Volkswagen para arruinarlo todo. Yo francamente extrañaba al Smog de antes; un compositor melan-cólico, que grababa devastadoras piezas de folk rock fantasmagórico de baja fidelidad, sobre corazones rotos, rompimientos, paisajes grises y pájaros solita-rios sureños que se quedaron solos en el frio norte cuando todos sus amigos migran al sur.

Ahora, afortunadamente para nosotros -y des-afortunadamente para Callahan- el señor parece es-tar tristísimo otra vez. Así lo anuncia en ”Jim Cain”, la primera pista del disco: “Solía ser más oscuro, luego brilló la luz, y luego volvió a oscurecer”; por un momento, Bill Callahan vió la luz, pero ahora, de nuevo con el corazón roto, regresa a nuestros oídos como un viejo amigo cínico que se la pasó fatal en sus vacaciones en la playa.

Y qué gusto tenerlo de regreso. Aclaro que este es un disco muy bueno, aunque no sé si tanto como su trabajo anterior. Antes hay que buscar Knock Knock (1999) y Red Apple Falls (1997) que grabó como Smog, bajo la producción de Jim O´Rourke.

Al menos bajen las canciones “Teenage Spaces-hip” o “Hit the Ground Running”, o “Left Only With Love”; prometo que no se arrepentirán.

VIDEÓDROmO

bILL CALLAHAN • SoMEtiMES i WiSH WE WERE AN EAGLE • 2009

bONNIE “pRINCE”bILLy• i See a Darkness• 1999

sONGs: OHIA• Didn t́ it Rain• 2002

suena a…

JIm O´ROURkE• Insignificance• 2001

A pesar de que su tema pueda escandalizar a algún sector del público creo que hay que verla. Van Sant toma una película de la cultura gay y la transforma en una obra universal

Gus Van sant• 2009

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