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PROGRAMA DE FORMACIÓN DE MEDIADORES CULTURALES JUVENILES – CSC PRODUCCIONES

Segundo Informe de Avance – Septiembre 2008 - Dr. Luis Orbán 1

PROGRAMA DE FORMACIÓN

DE MEDIADORES CULTURALES JUVENILES

SEGUNDO INFORME DE AVANCE

Septiembre-2008



INTRODUCCIÓN

Este es un segundo informe de avance sobre el desarrollo del programa de

formación de mediadores culturales juveniles (F.M.C.J.). Éste se ha realizado

sobre la base de un censo con los participantes que fue llevado a cabo desde el

15 de agosto hasta el 21 de septiembre.

Las actividades docentes comenzaron de acuerdo a lo establecido en el

cronograma, el 26 de julio en la ciudad de Rocha, el 2, 9, 16 y 23 de agosto en

Florida, Treinta y Tres, Cerro Largo y Durazno se iniciaron, respectivamente.

Actualmente el programa se viene desarrollando de forma normal en todos esos

departamentos. Al programa se inscribieron ciento diez y siete personas, de las

cuales actualmente concurren de forma asidua a las clases setenta y cinco.

El programa está dirigido por un coordinador general que es el Sr. Ernesto

Izquierdo, un coordinador académico que es el Dr. Luis Orbán y cinco

coordinadores operativos Elizabeth Delprato en Rocha, Julio Rey en Florida,

Daniela Fernández en Treinta y Tres, Danilo Caballero en Cerro Largo, Myriam

Rodríguez en Durazno.

El plantel docente está integrado por Hernán Espiga, Gustavo Martínez (en la

asignatura Gestión de Grupo), Manuel Esmoris (en Marco conceptual), Lorena

Brioso, Roxana Fernández (en Gestión de territorio), Pedro Del Prato, Víctor

Minetti, Iair Glaser, Lilián Ponce, Alberto Mazzini (en Diseño y Planificación del

proyecto), Mariela Quiroga (en Comunicación y Marketing), Pedro Bandeira (en

Administración y Finanzas) y Iair Glaser (en Liderazgo y negociación).

El informe está estructurado en cinco secciones, la primera, es la descripción de

las características socioeconómicas y culturales de los participantes del

programa F.M.C.J. En la segunda se analiza la experiencia de los participantes

del programa F.M.C.J. en desarrollar actividades culturales. En la tercera se

describe la percepción que tienen los participantes sobre la aplicación de la

formación como mediador cultural en su localidad. En la cuarta, se analiza el

proceso de aprendizaje de los alumnos. Y en la última sección se evalúa la

satisfacción de los participantes con la formación como mediador cultural.



(1) DESCRIPCIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS SOCIO-ECONÓMICAS

DE LOS PARTICIPANTES DEL PROGRAMA F.M.C.J.

(1.1)

El programa estaba dirigido a jóvenes menores de 30 años, a nivel etario la

población que participa del curso es heterogénea. El promedio de edad de los

alumnos es de 27 años y la moda es de 18 años (con un desvío estándar de

8,7) el estudiante de menor edad tiene 15 años y el de mayor 46 años.

36%De 21 a 30

De 15 a 20

34%

Mayores 30

30%

Se puede delimitar –que existen entre los alumnos- tres franjas etarias:

1º) Va de los 15 a los 20 años en ella se ubica el 34% de los estudiantes del

programa.

2º) Va de los 21 a los 30 años es el 36% de los participantes.

3º) Va de 31 a 46 años es el 30% de los alumnos.

Si el programa está destinado a jóvenes que tienen entre 15 y 30 años, el 70%

de los participantes tiene esa edad y el 30% restante de los alumnos tiene más

edad de la que apuntaba la convocatoria inicial.



(1.2)

Las ocupaciones de los integrantes del programa se dividen en dos grandes

grupos los que sólo son estudiantes (54%) y los que además son trabajadores

(46%). El gráfico muestra que los participantes tienen mayoritariamente la

ocupación de estudiante.

4%23%

54%

14%

5%0

10

20

30

40

50

60

1Funcionario públicoDocenteEstudianteOficio-UTU-labores-empleadoDeportista/Artista

Si profundizamos éste análisis podemos observar, por un lado, que los

participantes que además de estar realizando el curso de mediadores culturales

están estudiando en las instituciones de educación formal el 70% lo hace en la

enseñanza secundaria (U.T.U. o liceo), el 27% de ellos ya completó el nivel de

enseñanza secundaria y el restante 3% concluyó el nivel de enseñanza

primaria.

Por otro lado, los alumnos del programa que a su vez son trabajadores, la

mitad ejerce la docencia, el 30% es empleado de una empresa privada o

trabaja en su oficio (carpintero, vendedor, panadero, etc), el 11% trabaja como

deportista o artista y el 9% restante es funcionario público.



(1.3)

El estudio realizado permitió observar que el nivel educativo que poseen los

participantes del programa es diverso. El 80% accedió al nivel de enseñanza

secundaria. El 51% de los alumnos no finalizó sus estudios en secundaria y el

29% los completó. El 12% realizó estudios universitarios (aunque no los

concluyó). El 3% de los participantes finalizó la enseñanza superior. El 5% de

los alumnos sólo realizó estudios de nivel de enseñanza primaria.

5%51%

29%12%

3%

0 10 20 30 40 50 60

1

Primaria completa Secundaria o UTU incompletaSecundaria o UTU completa Universidad incompletaUniversidad completa

Si analizamos los niveles educativos al que accedieron los participantes en

relación a su edad, se puede observar que:

• En la 1ª franja etaria (de 15 a 20 años) el 90% de los participantes del programa tiene el nivel de enseñanza secundaria de forma incompleta. El 5% finalizó los estudios de enseñanza secundaria. Y el 5% sólo realizó enseñanza primaria.

• En la 2ª franja etaria (de 21 a 30 años) el 43% completó los estudios de enseñanza secundaria. El 38% no culminó la enseñanza secundaria. El 14% tiene estudios universitarios incompletos y el 5% sólo realizó enseñanza primaria.

• En la 3ª franja etaria (de 31 a 46 años) el 39% completó sus estudios de enseñanza secundaria. El 22% no culminó el nivel de enseñanza secundario. El 11% tiene estudios universitarios incompletos y el 6% sólo realizó enseñanza primaria.



(1.4)

Cuando se analizó el nivel de ingresos que tienen los alumnos del programa se

pudo observar que el promedio de sus ingresos económicos es de $3.983. Otro

de los indicadores que delimita que la gran mayoría de las personas que están

realizando el curso de mediadores culturales es de escasos recursos

económicos es que:

• Al 27% de ellos no le ingresan recursos dinerarios.

• El 43% tiene un nivel de ingreso entre $2.500 y $5.000.

• El 22% de los alumnos ganan entre $5.000 y $10.000.

• Y sólo el 8% tiene un nivel de ingresos entre $10.000 y $20.000.

No tiene

ingresos

27%

Entre $10.000

y $20.000

8%

43%Entre $2.500

y $5.000

Entre $5.000 y

$10.000

22%



Si analizamos los niveles de ingresos que tienen los participantes en relación a

su edad, se puede observar que:

Los alumnos que tienen entre 15 y 20 años tienen un promedio mensual de

ingresos de $1.750. Es más, el 63% de los que no tienen ingresos pertenecen a

esta 1ª franja etaria; el 40% de ellos gana entre $2.500 y $5.000 y el 10%

gana entre $5.000 y $10.000. Y no hay ningún alumno de esta edad que tenga

un nivel de ingresos entre $10.000 y $20.000.

Los alumnos que pertenecen a la segunda franja etaria tienen un promedio

mensual de ingresos de $4.047.

Los de la tercera franja etaria tienen una media mensual de ingresos de

$6.390.

La mayoría de los participantes que tiene un mayor nivel de ingresos (entre

$10.000 y $20.000) son aquellos que tienen más de 30 años.

No obstante, hay un 38% de los alumnos que tiene entre 21 y 46 años que no

tiene ingresos económicos.



(2) EXPERIENCIA DE LOS PARTICIPANTES DEL PROGRAMA F.M.C.J.

EN DESARROLLAR ACTIVIDADES CULTURALES

Cuando se estudió la experiencia que tenían los participantes del programa en

desarrollar actividades culturales se observó que la mayoría de ellos (el 53%)

tiene poca y ninguna experiencia en organizarlas. El 41% de los alumnos

considera que tiene mediana experiencia y sólo el 6% de los participantes

indica que tiene mucho oficio en la organización de actividades culturales.

9%

44% 41%

6%0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

1Ninguna experiencia Poca experienciaExperiencia media Mucha experiencia

Si analizamos con mayor profundidad las características que tienen las personas

que están interviniendo en el curso de Mediadores Culturales, se puede

observar que:

(1) Las características de los participantes que no tienen experiencia en el desarrollo de actividades culturales son las siguientes:

(1.1) En su mayoría tienen entre 15 y 30 años. El 60% de éstos se ubica en la primera franja etaria y el 40% en la segunda. Por lo general, aquellas personas que tienen más de 30 años consideran que tienen experiencia en el desarrollo de actividades culturales.

(1.2) El 80% accedió a un nivel de enseñanza secundaria incompleta.

(1.3) Éste tipo de participante es el de menor nivel de ingresos. Es más, su promedio de ingresos mensuales es de $2.670.



(2) Las características de los participantes que consideran que tienen una experiencia intermedia en el desarrollo de actividades culturales son las siguientes:

(2.1) La mayoría es mayor de 21 años.

(2.2) Tienen niveles educativos heterogéneos: un 38% tiene secundaria incompleta, también, un 38% tiene secundaria completa; y un 17% ha ido a la universidad pero no completó su formación.

(2.3) Éste tipo de participante tiene un promedio mensual de ingresos de $5.112. Cabe señalar que el 29% no tiene ingresos económicos y el 38% tiene un nivel de ingreso entre $2.500 y $5.000 y el 34% tiene ingresos mayores a $5.000.

(3) Las características de los participantes que consideran que tienen mucha experiencia en el desarrollo de actividades culturales son las siguientes:

(3.1) Son los participantes de más edad, generalmente, son mayores de 30 años.

(3.2) Tienen una mayor formación en la enseñanza formal y algunos han estudiado en la enseñanza universitaria, un 50% de ellos no ha terminado su carrera y un 25% si se ha recibido como profesional universitario.

(3.3) Tienen un nivel de ingresos mensual de promedio $6.390. De los cuales el 50% tiene un nivel de ingresos entre $10.000 y $20.000; el 25% tiene un nivel de ingresos entre $5.000 y $10.000; y el 25% tiene un nivel de ingresos entre $10.000 y $20.000.

A partir de lo destallado en éste ítem se puede concluir que el participante del

programa de F.M.C.J que tiene mayor experiencia en el desarrollo de

actividades culturales, generalmente, es mayor de 30 años, tiene un mayor

nivel de formación en la enseñanza formal y posee el mayor nivel de ingresos.



A manera de síntesis de lo dicho en éste sección, el perfil general de las

personas que accedieron al programa de M.C.J. es:

Un joven que tiene un promedio de edad de 27 años (pese a que es un

segmento muy heterogéneo con una moda de 18 y una máxima de edad de 46

años).

Puede ser un estudiante con nivel de enseñanza secundaria incompleta o una

persona que se desempeña como docente.

La mayoría de las personas que está realizando el curso de Mediador Cultural

posee un nivel de ingresos reducido, el promedio de ingresos mensuales de los

alumnos es menor a los $4.000.

La mayoría de los participantes tiene poca y ninguna experiencia en el

desarrollo de actividades culturales. Aunque entre los alumnos (el 41%) hay

personas que consideran que tiene una mediana experiencia en el desarrollo de

éste tipo de actividades.



(3) PERCEPCIÓN QUE TIENEN LOS PARTICIPANTES SOBRE LA

APLICACIÓN DE LA FORMACIÓN COMO MEDIADOR CULTURAL EN SU

LOCALIDAD

(3.1)

Se puede afirmar que casi la totalidad de los alumnos del programa (el 98%)

considera que necesita ésta formación como mediador cultural. El 71%

entiende que su necesidad es “mucha”, el 27% tiene una “mediana demanda”

de la formación y sólo uno de los alumnos consideró que no tiene ninguna

necesidad para formarse como mediador cultural.

71%Mucha

necesidad

Ninguna

necesidad

2%

Mediana

necesidad

27%

Si se analiza con más detalle la percepción de los participantes de que

necesitan esta formación de un modo supremo se puede observar que ella

responde a varios factores, en primer lugar, a las altas expectativas que ellos

tienen de aplicar –en su localidad- los conocimientos y las herramientas

técnicas aprendidas en el Curso de Mediador Cultural. En segundo lugar, está

relacionada a la percepción que ellos tienen en cuanto a las altas posibilidades

de solucionar los problemas existentes en el área cultural en sus localidades.

Como veremos más adelante en las siguientes secciones ambos factores

explican la consideración de los alumnos de la necesidad de esta formación en

un nivel alto.



(3.2)

Cuando se analizan las expectativas de aplicación de la formación de mediador

cultural en la localidad en que viven se observa que ellas son muy altas.

El gráfico muestra que casi la totalidad de los alumnos del programa (el 98%)

tiene confianza en que van a aplicar lo aprendido en el curso.

El 72% de los alumnos tiene “muchas expectativas” y el 26% tiene “esperanzas

aceptables” y sólo un alumno considera que tiene pocas posibilidades de

emplear la formación aprendida.

72%Muchas

posibilidades

Medianas

Posibilidades

26%

Poca

posibilidad

2%



(3.3)

La gran mayoría de los alumnos del programa tiene esperanzas que luego de

terminar ésta formación puede solucionar los problemas existentes en la

localidad en la que residen para el desarrollo de su actividad artístico-cultural.

Posibilidad

mediana

29%

Poca

posibilidad

5%

66% Muchas

posibilidades

• El 66% de los participantes considera que tiene muchas posibilidades de

solucionar ese tipo de problemas.

• El 29% percibe que tiene posibilidades intermedias de solucionarlos.

• Y sólo el 5% de los estudiantes entiende que tiene pocas posibilidades de

solucionar los problemas vinculados al desarrollo cultural de la ciudad que

habitan.



(4) ANÁLISIS DEL PROCESO DE APRENDIZAJE DESDE LA

PERSPECTIVA DE LOS COORDINADORES OPERATIVOS

En éste sección se delimitarán las características básicas del proceso de aprendizaje que están experimentando los alumnos del programa de mediadores culturales juveniles; éste análisis se realizará sobre la base de las percepciones que tienen los coordinadores operativos (CO) sobre éste proceso. Ésta sección estará conformada, en primer lugar, por el análisis de la opinión que tienen los CO del proceso de aprendizaje. En segundo lugar, se van a delimitar las etapas por las que pasó el proceso de aprendizaje. Y en tercer lugar, se detallarán las dificultades que surgieron y las soluciones que se les dieron para que el desarrollo de la capacitación fuera la óptima.

(4.1)

En las opiniones de los CO existen coincidencias y divergencias sobre la forma que se está presentando el proceso de aprendizaje de los alumnos del programa.

Los CO coinciden en que existe una gran heterogeneidad de niveles de apropiación –por parte de los alumnos- de los conceptos expuestos en los cursos. Esto responde a la diversidad de edades, ocupaciones, niveles educativos, experiencias en el desarrollo de actividades culturales, intereses y objetivos. Por supuesto, también, influyen factores como el tiempo que cada alumno le dedica al estudio de los materiales bibliográficos, a la reflexión sobre los temas y a la aplicación de lo aprendido para el diseño del proyecto final.

Por otra parte, dan explicaciones disímiles sobre el mismo proceso de aprendizaje grupal ya que se indica que es un proceso educativo positivo, al mismo tiempo, se advierte que ésta experiencia educativa es problemática. Ahora pasaremos a explicar esta situación contrapuesta.

Se percibe que el proceso de aprendizaje es positivo en varios sentidos, el primero, por la consolidación de subgrupos de trabajo entre los alumnos y se destaca la excelente interacción que se da entre sus miembros. Esto hace que los temas y los proyectos sean analizados y discutidos de forma abierta, profunda y respetuosa. Esta buena relación, también, posibilita que los alumnos



unan sus esfuerzos, construyan metas comunes y todo ello confluya en el diseño de buenos proyectos. El segundo aspecto productivo de éste proceso de aprendizaje es la motivación y la voluntad que tienen los alumnos para trabajar en sus propuestas. El tercero es que éste aprendizaje va a posibilitar que se construya un lenguaje común (entre los participantes) sobre la actividad y el rol social, cultural y económico del mediador cultural para el desarrollo de actividades en su localidad. Uno de los coordinadores enfatiza que “eso es muy importante, porque se trabaja con la mentalidad por eso es muy importante la construcción de un lenguaje y de códigos que nos permitan entendernos”.

Por otro lado, se entiende que éste proceso de aprendizaje es problemático desde varios puntos de vista. Uno de los aspectos difíciles es que el programa es muy intensivo y los participantes no están acostumbrados a éste ritmo de formación. Esto se observa a través del atraso de los alumnos en la lectura de los materiales bibliográficos, en la entrega de sus deberes, en la búsqueda de la información que necesitan y en el diseño de las propuestas de trabajo. Es más, uno de los coordinadores añade que “son muy lerdos cuando hay que buscar el apoyo financiero de las empresas u ONGs.” Por supuesto, se les ha sugerido que “diseñen propuestas seductoras y útiles para que las organizaciones sociales y comerciales –perciban que sus proyectos son redituables a nivel individual y colectivo- por supuesto, para que se las financien”.

En los departamentos de Cerro Largo, Rocha y Florida se complicó el desarrollo del programa por la alta rotación y el ausentismo de los alumnos. La coordinadora del grupo de Rocha evalúa que “lo que ha perjudicado la dinámica del curso es la inestabilidad en las asistencias de algunos participantes que se anotaron y comenzaron tarde a asistir, lo que generó cierto malestar de los otros compañeros. Se les dio la posibilidad de que continúen cursando, pero surgieron otros cursos simultáneos que oficiaron de impedimento al momento de darle continuidad y un hilo conductor al proceso de aprendizaje para esos participantes”. Otro de los factores que influyó en “la entrada y salida de alumnos al curso” fue la necesidad de tener que relanzar la convocatoria para integrar nuevos alumnos al programa. El coordinador del grupo de Cerro Largo evalúa que “la única debilidad de la implementación del programa se presentó al inicio porque se realizó una poca o inadecuada difusión de estas actividades; lo que no permitió que se comenzara de la mejor manera ya que hubo que hacer una nueva convocatoria. Lo que exigió multiplicar los esfuerzos y las horas de trabajo para conformar un grupo que cubriera un número aceptable de participantes.” Otra de las causas del ausentismo de los alumnos que van al



liceo, es que no hubo una articulación formal del programa con los directores de esas instituciones de enseñanza secundaria. Uno de los coordinadores explica que “el ejemplo más claro son los chiquilines del liceo, se inscribieron 10 y vino 1. Por el problema que los profesores les ponían la falta si no concurrían a sus clases. Yo hablé con la directora del liceo y me dio cero pelota, me dijo que no les iban a sacar la falta pese a que los chiquilines estaban muy interesados en participar del programa.”

(4.2)

En el proceso de aprendizaje por el que pasan los alumnos del programa de mediadores culturales se pueden delimitar, claramente, tres etapas:

La primera fase se caracteriza por la intención del mutuo conocimiento entre los integrantes de cada grupo, momento en que se da “el acercamiento entre ellos interesándose en el otro desde lo profesional hasta lo personal y para conocer los motivos de por qué hacer el curso. Lo cual se ha mantenido en menos intensidad durante todo el proceso pues siempre queda algo por saber o se sorprenden mutuamente” –explica la coordinadora del grupo de Treinta y Tres. Es obvio que ésta fase en los departamentos que hubo que relanzar la convocatoria se hizo más embarazosa para la conformación del grupo y la identificación de los alumnos con sus pares y con el programa.

La segunda etapa por la que pasó el proceso de aprendizaje es la conformación definitiva del grupo. Esto está relacionado a que los participantes exploran temas en los que puedan encontrar intereses comunes y delimitar objetivos concretos a alcanzar de forma conjunta. También, está vinculado a su capacidad de organización, alcanzar acuerdos y trabajar sobre un proyecto construido de forma grupal. Éste es un momento de tensión porque los alumnos tienen que elaborar, pensar y definir la perspectiva de la propuesta. Además, porque los integrantes de cada subgrupo deben ser constantes en su trabajo ya que muchas veces sus compañeros se lo demandan.

La tercer etapa se caracterizó por el trabajo en equipo para llevar a cabo la propuesta que proyectan realizar. En esta fase se formó un núcleo estable de participantes de cada proyecto y eso hizo que los indecisos “se tomen en serio o abandonen el grupo”, porque están frente a la disyuntiva de avanzar o abandonar el proyecto.



Si se comparan las experiencias vividas por los grupos de los distintos departamentos se presentaron múltiples niveles de aprendizajes. Un caso sintomático, es el experimentado en Rocha, la coordinadora del grupo compara lo ocurrido “en un primer momento, los alumnos muestran un interés por el curso y por la propuesta; esto se percibe a través de la motivación, el interés y la voluntad que exhiben para participar del programa”. Con el transcurso de las jornadas “hubo una menor participación en cuanto a cantidad de alumnos porque ellos tienen dificultades en cuanto a horarios y a la coordinación de sus tiempos con las otras actividades que tienen en su vida”. En suma, en una primera instancia la propuesta les resulta atractiva y motiva a los participantes, pero cuando experimentan la intensidad con la que se desarrolla el programa y observan la cantidad de horas de clase que le demandan –principalmente los fines de semana- hacen que algunos alumnos tengan dificultades para mantener el nivel de participación en el programa. Sin embargo, en Cerro Largo y Treinta y tres además de las jornadas de capacitación curriculares del programa se organizaron encuentros extracurriculares en los que participantes de distintas localidades han compartido eventos culturales. Estas jornadas sirvieron para fortalecer los vínculos entre los miembros del grupo y para que ellos se conozcan mejor; inclusive, cantaron, bailaron y demostraron sus virtudes artísticas.

(4.3)

Las dificultades que surgieron en el proceso de aprendizaje de los mediadores culturales son numerosas y diversas, también, fueron productivas e ingeniosas las soluciones que se trataron de dar a algunos de esos escollos.

Una de las dificultades es que muchos de los alumnos disponen de un tiempo reducido para realizar esta capacitación, ellos explican que tienen inconvenientes para participar porque “trabajan los fines de semana”, “en nuestro departamento el sábado y el domingo tenemos como tradición utilizarlo para descansar y después estar con la familia y no lo dedicamos para hacer cursos”, “los que participamos del programa estamos cursando otras capacitaciones y estamos en múltiples actividades culturales”. Por supuesto, que hay inconvenientes vinculados a la disponibilidad de tiempo que no lo pueden solucionar los coordinadores del programa. Pero, por ejemplo, en el caso de los alumnos que van al liceo el coordinador trató de salvar la coincidencia del horario hablando con los profesores que él conocía del liceo. El coordinador cuenta que “la solución la hago por abajo y en secreto con los



profesores para que no se enteren las autoridades del liceo. Lo que negociamos es que los chicos los sábados a las tres tienen dos clases, son pocas, que cuando sea sábado y domingo que los gurises vayan a una clase, que lleguen un poco tarde acá al curso y cuando los cursos son solo los sábados, que no vayan al liceo, que se vengan directo para acá y les damos una constancia de asistencia al curso de mediadores culturales.”

Algunos coordinadores perciben que otra de las dificultades existentes en el proceso de aprendizaje es la carga horaria del programa porque a los alumnos no les queda tiempo para estudiar los materiales bibliográficos y diseñar el proyecto. Además, la mayoría de ellos no tiene el hábito de realizar una actividad académica intensa, principalmente, porque se condensa en los fines de semanas. Por lo que algunos sugieren que las clases se distribuyan en todos los días de la semana; por supuesto, los alumnos que trabajan y viven en las localidades del interior del departamento se oponen a esta solución porque los únicos días que pueden participar son los fines de semana.

Se presenta otro inconveniente en el aprendizaje porque los alumnos no están habituados a la apropiación de una gran cantidad de conceptos expuestos en un lapso de tiempo corto. Por eso algunos coordinadores sugieren “un período de tiempo para la reflexión que les permita evaluar, planificar y poner en marcha su propuesta. Además, el programa se lleva adelante con muchos conceptos teóricos que por momentos dificulta su entendimiento.” Conjuntamente, indican que existen dificultades por la falta de compromiso de algunos alumnos con el trabajo grupal.

Hay problemas de transporte que dificultan la participación de los alumnos en el programa. El coordinador del grupo de Florida explica que “hay problemas de orden logístico por las malas frecuencias de los ómnibus de líneas, las distancias son grandes para los que vienen del interior de Florida.” Este inconveniente se solucionó incrementándole la asignación de recursos dinerarios “para generar un transporte en común para las tres alumnas que vienen desde 25 de agosto y Cerro Colorado.”



(5) EVALUACIÓN DE LA SATISFACCIÓN DE LOS PARTICIPANTES DE LA

FORMACIÓN COMO MEDIADOR CULTURAL

La totalidad de los alumnos que están cursando el programa están satisfechos

con la formación que vienen desarrollando como mediador cultural.

57%Muy

bueno

Suficiente

15%

Excelente

28%

El 28% de los alumnos esta satisfecho en un nivel de excelencia, el 57% en un nivel de muy bueno y el 15% de los participantes siente que su nivel de satisfacción es suficiente.

Un párrafo aparte merece el hecho que no exista ningún alumno que no este satisfecho con éste proceso de formación como mediador cultural. A través de esta investigación se recopiló la opinión de todos los alumnos que concurren asiduamente a las clases. Se puede realizar una conjetura en cuanto a que los participantes que no estaban satisfechos o que se inscribieron en el curso pero no lo pudieron realizar por motivos laborales porque les coincidían los horarios de clases con los de sus actividades laborales ya lo abandonaron. A titulo de ejemplo una joven que se inscribió en el Centro M.E.C. de Treinta y Tres tuvo éste inconveniente nos dijo “les agradezco mucho por traer ésta propuesta a nuestra ciudad y si el próximo año se vuelve a realizar otra edición me avisan y arreglo mis horarios en el trabajo”. Otros abandonaron el curso porque las clases se realizan los fines de semana –como señala un inscripto- “es mi único día libre y es el día que aprovecho para descansar y estar con mi familia.”

En suma, el 85% de los alumnos está satisfecho con el desarrollo del programa en los niveles de muy bueno y excelente. Consideramos que merecen un análisis más profundo las razones que exponen los participantes para estar tan complacidos con el desarrollo del curso.



El orden de las razones enumeradas por los participantes para tener éste nivel de satisfacción es el siguiente:

26%23%

15%

9% 9%8 5 3 20

5

10

15

20

25

30

1 ,0 0

(i) El 26% de los alumnos expone que su nivel de satisfacción con el

programa es muy bueno por los docentes.

• Algunos fundamentan esa opinión en que los profesores tienen una excelente capacidad para exponer los conceptos, por ejemplo, una alumna explica “me siento cómoda al asistir al curso porque para ser un tema nuevo me resulta entendible”.

• Otros destacan el buen nivel académico de los profesores “por el nivel de información y de los conceptos que te brindan”, además, “por el buen material que aportan”.

• También, hay quienes señalan que los docentes utilizan una buena pedagogía y precisan que “son excelentes educadores”.

• Finalmente, algunos señalan que los profesores mantienen una muy buena interacción con los alumnos, puntualizando que “mantenemos con ellos un trato cordial y amistoso, por eso considero que los profesores y los alumnos y el coordinador formamos un grupo con muy buenas relaciones humanas”.



(ii) Otro segmento importante de los participantes (el 23%) está muy

satisfecho por cómo se viene desarrollando el programa por los

conceptos y técnicas que aprendieron.

•••• La mayoría de los componentes de éste segmento fundamenta su opinión en que a través de esta formación accedieron a conocimientos nuevos, en éste sentido indican: “he aprendido muchas cosas nuevas y he conocido emprendimientos culturales que no conocía antes”. Sin embargo, para otros los conceptos desarrollados en el curso ha servido meramente para repasar los conocimientos que tenían.

•••• Hay quienes sostienen que han estudiado temas muy variados, estos especifican que “éste curso me da muchas ganas de trabajar y de compartir ideas; y esto me generó muchas expectativas de profundizar lo aprendido. Además, es muy importante el hecho de aprender en conjunto y sobre temas que tienen que ver con todo un poco”.

•••• Para otros participantes ésta formación les significó un mayor conocimiento de lo qué es la cultura, ellos explican “he podido capacitarme en lo qué es la cultura y llegar a un nivel de conocimientos mayor y sacarme dudas que tenía sobre éste tema.”

•••• Para algunos alumnos éste curso es complementario a los estudios que están realizando en los institutos de enseñanza secundaria, por ejemplo, especifican “es un apoyo a lo que estoy estudiando en la UTU que es Turismo y me gusta mucho esa vinculación”.

•••• Otros están muy satisfechos porque están aprendiendo a diseñar un proyecto, ellos indican que “el aprendizaje que se obtiene a través de éste curso sirve para diseñar un proyecto (sin errores) para cada uno de nosotros”.

(iii) El 15% de los alumnos está muy satisfecho con el desarrollo del

programa porque perciben que los conocimientos aprendidos son

muy aplicables para satisfacer las necesidades existentes en el

área cultural en las localidades que residen.

• Algunos argumentan que esto responde a que es una formación pragmática que tiene una intencionalidad práctica, uno de ellos indica “éste curso además de enriquecerme culturalmente me abre puertas para tener ofertas laborales en un futuro; además para influir en el crecimiento cultural de nuestra localidad”.



• Otros destacan que ésta formación les permite diseñar un proyecto propio adecuado a las necesidades locales, “que sea un emprendimiento nuestro y que sea factible de realizarse”.

• Terceros perciben a ésta formación como una herramienta constructiva que les permite solucionar los problemas existentes en el área cultural de su localidad, destacan: “me satisface la idea de poder hacer cosas por la localidad en la que vivo ya que no hay mucha variedad de recursos culturales y tampoco se valoran los existentes”.

• Otros enfatizan que lo aprendido es “una formación aplicable a la vida en todas sus dimensiones. ¿Cuánto vale un mediador en una localidad que no tiene desarrollo cultural?”.

(iv) El 9% de los alumnos que están muy satisfechos argumenta que es por la

dinámica desarrollada en el curso. Ellos lo califican como “un curso dinámico, gratuito e interactivo”, “es ameno y me hace sentir bien”.

(v) Otro segmento de la población de alumnos (9%) fundamenta su muy

buen nivel de satisfacción del programa en el tipo de interacción que se

desarrolla entre los compañeros. Ellos destacan la relación existente

al interior del grupo explicando que “mantenemos entre nosotros un trato cordial y amistoso. Por eso, considero que formamos un grupo con muy buenas relaciones humanas”. Esta relación posibilitó la integración entre pares y perciben que “el grupo es impecable pese a que existen grandes diferencias de edades existe respeto y muchas ganas de compartir y trabajar en grupo”.

(vi) Un 8% de los participantes del programa explica que su alto nivel de

satisfacción se debe al enfoque que tiene el programa. Ellos

argumentan, por un lado, que “es un curso interesante y me gusta la propuesta”. Por otro lado, destacan lo planificado del programa, ellos

perciben que “está todo calculado y que esta todo muy bien armado”. Además, es un curso novedoso y entienden que “es una oportunidad para capacitarnos en actividades culturales, un curso del cual Rocha carecía hasta éste momento; que se estaba necesitando sobre todo para los jóvenes que están incursionando mucho en actividades culturales”.



(vii) El 5% de los alumnos explicó que su muy buen nivel de satisfacción con

el curso es porque les produjo un cambio de mentalidad.

• Ellos consideran que el cambio en su percepción estética se produce

porque ésta formación les permite percibir cosas que tienen que ver con

el patrimonio cultural que poseen en sus localidades que antes nos las

comprendían del mismo modo. Por ejemplo, uno de los alumnos indica

que “el curso me posibilitó ver desde otro punto de vista la cultura de nuestra localidad, a la que muchas veces no le damos la importancia que verdaderamente tiene por desconocer o no saber como abordarla.”

• A otros les permitió comprender “los factores que causan la difusión de los productos culturales en mi localidad… por ejemplo, el hecho que en Cerro Largo en la intendencia gobierne un partido político distinto del que gobierna a nivel nacional afecta el desarrollo y la difusión de las políticas culturales en nuestro departamento”.

(viii) Por último, un 3% de los alumnos explica su alto nivel de satisfacción

por los contenidos temáticos que integran el programa. Y un 2% lo

fundamenta en que esta formación es gratuita.

Dr. Luis Orbán Coelho (PhD)

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