sartori 2008

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Libro Sartori

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Page 1: Sartori 2008

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Nos encontramos en plena y rapidisima revolucion multilnedia. Un proceso que tiene numerosas rami­ficaciones (Internet, ordenadores personales, ciberes­pacio) y que, sin embargo, se caracteriza por un comun denominador: tde-ver, y, como consecuencia, nuestro video-vivir. En este libro centraremos nuestra atencion en la television, y la tesis de fondo es que el video esta transformando al homo sapiens, producto de la cultura escrita, en un homo videns para el cual la palabra esta destronada por la imagen. Todo acaba siendo visualiza­do. Pero (que sucede con 10 no visualizable (que es la mayor parte)? Asf, mientras nos preocupamos de quien controla los medios de comunicacion, no nos percata­lnos de que es el instrumento en sf mismo y por sf mis­mo 10 que se nos ha escapado de las manos.

Lamentamos el hecho de que la television estimule la violencia, y tambien de que informe poco y mal, 0

bien de que sea culturalmente regresiva (como ha es­crito I-Iabermas). Esto es verdad. Pero es aun mas cier­to y aun mas importante en tender que el acto de tele­ver esta cambiando la naturaleza del hombre. Esto es el porro unum, 10 esencial, que hasta hoy dfa ha pasado inadvertido a nuestra atencion. Y, sin embargo, es bas­tante evidente que el mundo en el que vivimos se apo-

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HOMOVIDENS

ya sobre los fragiles hombros del «video-nino»: un no­visimo ejem_plar de ser humano educado en el tele-ver -delante de un televisor- incluso antes de saber leer yescribir.

En la primera parte de este libro me ocupo y preo­cupo de la prima cia de la imagen, es decir, de la prepon­derancia de 10 visible sobre 10 inteligible, 10 cual nos lleva a un vel' sin entender. Yes esta la premisa funda­mental con la cual examino sucesivamente la video-poli­tica, y el poder polftico de la televisi6n. Pero a 10 largo de este recorrido mi atenci6n se concentra en la pai­deia, en el crecimiento del video-nino, en los procesos formadores de la opini6n publica y en cuanto saber pasa, y no pasa, a traves de los canales de la comunica­ci6n de masas. El mas caustico en esta cuesti6n es Bau­drillard: «La informaci6n, en lugar de transformar la masa en energia, produce todavia mas masa». Es cier­to que la televisi6n, a diferencia de los instrumentos de comunicaci6n que la han precedido (hasta la radio), destruye mas saber y mas entendimiento del que trans­mite.

Quede, pues, claro: ataco al homo videns, pero no me hago ilusiones. No pre tendo frenal' la edad multime­dia. Se perfectamente que en un periodo de tiempo no demasiado largo una mayoria de la poblaci6n de los paises opulentos tendra en casa, adem as de la tele­visi6n, un mini-ordenador conectado a Internet. Este desarrollo es inevitable y, en ultimo extremo, util; pero es util siempre que no desemboquemos en la vida in­iltil, en un modo de vivir que consista 5610 en matar el tiempo. Asi pues, no pretendo detener 10 inevitable. Sin embargo, espero poder asustar 10 suficiente a los padres sobre 10 que podria sucederle a su video-nino, para que asilleguen a ser padres mas responsables. Es-

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GIOVANNI SARTOIU

pero que la escuela abandone la mala pedagogfa y la degradaci6n en la que ha caido. Y, pOl' tanto, tengo fe en una escuela apta para oponerse a ese postpensamiento que ella misma esti ayudando a crear. Tengo la espe­ranza de que los peri6dicos sean mejores y, ala postre, que la televisi6n tarn bien 10 sea. Yademas, aunque la mia fuera una batalla perdida de antemano, no me im­porta. Como deda Guillermo d'Orange, «point n'est besoin d'esperer pour entreprendre, ni de reussir pour perseverer», no es necesario esperar para emprender, ni lograr para perseverar. '

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1. HOMOS,iPIENS

I-:Iomo sapiens: de este modo clasificaba Linneo a la especie humana en su Sistema de la Naturaleza, de 1758. Fisiol6gicamente, el homo sapiens no posee nada que 10 haga iinico entre los primates (el genero al que perte­nece la especie de la raza humana). Lo que hace unico al homo sapiens es su capacidad simb61ica; 10 que indujo a Ernst Cassirer a definir al hombre como un «animal simb61ico». Cassirer 10 explica as!:

El hombre no vive en un universo puramente fisico sino en un universo simb6lico. Lengua, mito, arte y religi6n [ .. ,] son

los diversos hilos que componen el tejido simb6lico [ ... J. Cual­quier progreso humane en el campo del pensarniento y de la expcricncia refuerza este tejido [ ... J. La definicion del hombre como anim,al racional no ha perdido nada de su valor [ ... ] pero es fadl observar que esta definicion es una parte del totaL Por­que al lado dellenguaje conceptual hay un lenguaje del senti­rniento, allado dellenguaje logico 0 dentffico esta ellenguaje de la irnaginacion poe-tica. AI principia. ellenguaje no expre­sa pensarnientos a ideas. sino sentirnientos y afectos. (1948,

pags.47-49)

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HOMO VIJ)ENS

Asf pues, la expresi6n animal symbolicum cOITlprende todas las forITlas de la vida cultural del hOITlbre. Y la ca­pacidad siITlb61ica de los seres hUITlanos se despliega en el lenguaje, en la capacidad de cOITlunicar ITlediante una articulaci6n de sonidos y signos «significantes", pro­vistos de significado. ActualITlente, hablmTIos de lengua­jes en plural, por tanto, de lenguajes cuyo significante no es la palabra: por ejeITlplo, ellenguaje del cine, de las artes figurativas, de las eITlociones, etcetera. Pero estas son acepciones ITletaf6ricas. Pues el lenguaje esencial que de verdad caracteriza e instituye al hOITlbre COITlO aniITlal siITlb61ico es «lenguaje-palabra", el lenguaje de nuestra habla. DigaITlos, por tanto, que eJ. hOITlbre es un aniITlal parlante, un animal loquax «que continuaITlente esta hablando consigo ITlisITlo" (Cassirer, 1948, pag. 47) y que esta es la caracteristica que 10 distingue radical­ITlente de cualquier espec:ie de ser viviente 1.

A esto se podria replicar que los aniITlales =bien co­ITlunican con un lenguaje propio. Sf, pero no del todo. El llaITlado lenguaje aniITlal transITlite senales. Y la diferen­cia fundamental es que el hOITlbre posee un lenguaje ca­paz de hablar de sf ITliSITlo. El hOITlbre refl.exiona sobre 10 que dice. Y no s610 el cOITlunicar, sino =bien el pensary el conocer que caracterizan al hOITlbre como aniITlal siITl­b61ico se construyen en lenguaje y con ellenguaje. Ellen-

1 Gehlen (1990, pags. 91-92) indica una disconttnuidad diferente entre e1 hombre y el animal: ~(el animal [ ... J no "Ie 10 que no debe llegar a la percepci6n como algo vitalrnente irnportante, como es el caso de senales que indican que estan ante un enemigo. una presa, el otro sexo [ ... J. El hO!TIbre, en cambio, esta expuesto a una invasion de excitaciones. a una riqueza de 10 "perceptible'''>. Esto es verdad, pero a !TIl me parece que la 6ptica si!TIb6lico-lin­guistica de Cassirer es lllucho !TIas importante que la 6ptica antro­po16gico-cultural de Gehlen. Hay que aclarar que se trata de pun­tos de vista complementarios.

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GIOVANNI SARTOru

guaje no es s610 un instruITlento del cOITlunicar, sino tam­bien del pensar 2 . Y el pensar no necesita del ver. Un ciego esta obstaculizado, en su pensar, por el hecho de que no puede leer y, por tanto, tiene un menor soporte del saber escrito, pero no por el hecho de que no ve las cosas en las que piensa. A dec:ir verdad, las cosas en las que pensamos no las ve ni siquiera el que puede ver: no son «visibles".

Las civilizaciones se desarrollan con la escritura, y es el transite de la comunicaci6n oral a la palabra escrita 10 que desarrolla una civilizaci6n (cf?: Havelock, 1973). Pero hasta la invenci6n de la imprenta, la cultura de toda sociedad se fundamenta principalmente en la trans­misi6n oraL Hasta que los textos escritos son reproduci­dos a mano por aITlanuenses, no se podra hablar aun del «hombre que lee". Leer, y tener algo que leer, fue hasta finales del siglo xv un privilegio de poqufsimos doctos. EI homo sapiens que ITlultiplica el propio saber es, pues, el llamado hOITlbre de Gutenberg. Es c:ierto que la Biblia impresa por Gutenberg entre 1452 y 1455 tuvo una tira­da (que para nosotros hoy es risible) de 200 copias. Pero aquellas 200 copias se podfan reimpriITlir. Se habfa pro­ducido el salta tecnol6gico. Asf pues, es con Gutenberg con quien la transITlisi6n escrita de la cultura se convier­te en algo potencialITlente accesible a todos.

El progreso de la reproducci6n impresa fue lento pero constante, y culITlina -entre los siglos XVIII y XIX­

con la llegada del peri6dico que se impriITle todos los dfas, el «diario" 3. AI ITlismo tieITlpo, desde mediados

2 Es una tesis que desarrollo en Lapolitica (1979), especialrnente en las pags. 23-26, donde afirrno que pensar es «onomatologia». logos construido en palabras y mediante palabras. 3 Observese que tambien el peri6dico se componia rnanualmente hasta la invenci6n de la linotipia (que fundia los caracteres en plorno

28 I 29

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HOMOVTDENS

del XIX en adelante comienza un nuevo y diferente ci­elo de avances tecnol6gicos. En primer lugar, la inven­ci6n del telegrafo, despues la del telefono (de Alexan­der Graham Bell). Con estos dos inventos desaparecfa la dis tan cia y empezaba la era de las comunicaciones in­mediatas. La radio, que tambien eliminaba distancias, aiiade un nuevo elemento: una voz facil de difundir en todas las casas. La radio es el primer gran difusor de co­municaciones; pero un difusor que no menoscaba la naturaleza simb61ica del hombre. Ya que, como la radio «habla», difunde siempre cosas dichas con palabras. De modo que libros, peri6dicos, telefono, radio son todos enos -en concordancia- elementos portadores de co­municaci6n lingufstica.

La ruptura se produce a mediados de nuestro siglo, con la Uegada del televisor y de la televisi6n 4.

La televisi6n -como su propio nombre indica- es «ver desde lejos» (tele), es decir, llevar ante los ojos de un publico de espectadores cosas que puedan ver en cualquier sitio, desde cualquier lugar y distancia. Yen la televisi6n el hecho de ver prevalece sobre el hecho de hablar, en el sentido de que la voz del medio, 0 de un hablante, es secundaria, esta en funci6n de la imagen, comenta la imagen. Y, como consecuencia, el telespec­tador es mas un animal vidente que un animal simb61i­co. Para el las cosas representadas en imagenes cuen­tan y pesan mas que las cosas dichas con palabras. Y

liquido) que no se produjo hasta 1884, y que pennitia cornponer 6.000 caracteres par hora (frente a los 1.400 de la corn posicion a rnano) . -1 Utilizo «television» y «televisor», indistintarnente. para indicar que la relaci6n entre el televisor-rnaquina y el televidente es estre­chlsima. E1 televisor, por as! decirlo, entra dentro del televidente y 10 plasma.

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GIOVA."lNI SARTORI

esto es un cambio radical de direcci6n, porque mien­tras qc:e la capacidad simb6lica distancia al homo sapiens del anImal, el hecho de ver 10 ace rca a sus capacidades ancestrales, al genero al que pertenece la especie del homo sapiens.

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2. EL PROGRESO TECNOL6GICO

Todo progreso tecnologico, en el momento de su apa­ricion, ha sido temido e incluso rechazado. Y sabemos que cualquier innovacion molesta porque cambia los or­denes constituidos. Pero no podemos, ni debemos gene­ralizar. El invento mas protestado fue, historicamente, el de la maquina, la maquina industrial. La aparicion de la maquina provoco un miedo profundo porque, segftn se decfa, sustitufa al hombre. Durante dos siglos esto no ha sido cierto. Pero era verdad entonces, y sigue siendolo al~ora, que el coste humano de la primera revolucion in­dustrial fue terrible. Aunque la maquina era imparable, y a pesar de todos los inmensos beneficios que ha produci­do, aun hoy las criticas a la civilizacion de la maquina se relacionan con verdaderos problemas.

En comparacion con la revolucion industrial, la in­vencion de la imprenta y el progreso de las comunicacio­nes no han encontrado hostilidades relevantes; por el contrario, siempre se han aplaudido y casi siempre han gozado de euforicas previsiones 5. Cuando aparecio el

5 Entre las escasas voces contrarias, recuerdo a Squarciafico, un li­terata, que se oponia a la cantidad de libros que se podian hacer

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peri6dico, el telegrafo, el telefono y 1a radio (dejo en sus­penso el caso de la televisi6n) la mayoria les clio la bien­venida como «progresos» favorables para la difusi6n de informaci6n, ideas y cultura 6.

En este contexto, las objeciones y los temores no han atacado a los instrumentos, sino a su contenido. El caso emblematico de esta resistencia -repito, no contra la comunicaci6n sino contra 10 que se comunicaba- fue el caso de 1a GranEnciclopedia.

La Encyclopediede Diderot (cuyo primer tomo apare­ci6 en 1751) fue prohibida e inc1uicla en el fndice en 1759, con el argumento de que escondia una conspira­ci6n para destruir la religi6n y debilitar la autoridad del Estado. El papa Clemente XII lleg6 a decretar que todos los cat61icos que poseyeran ejemplares debian darselos a un sacerdote para que los quemaran, so pena de excomuni6n. Pero a pesar de esta excomuni6n y del gran tamano y el coste de la obra (28 volumenes in folio, realizados aun a mano) , se imprimieron, entre 1751 y 1789, cerca de 24.000 copias de la Encyclopedie, un nii­mero realmente colosal para la epoca. El progreso de los ilustrados fue incontenible. Y si no debemos con­fundir nunca el instrumento con sus mensajes, los me-

con la irnprenta porque debilitaba la memoria y la mente. En aquel momento, esta objecion no tuvo fuerza alguna. Pero hoy esta adquiriendo la forma de una verdad. 6 Hubo algunas reservas sabre los peri6dicos. Y no sin razon, ya que a finales del siglo XVIIl y durante el XIX numerosos peri6dicos eran realrnente simples «papeluchos». Cuando ThomasJefferson finaliz6 $U experiencia COITlO presidente de Estados Unidos, Ie es­cribi6 estas palabras a un amigo: «No podemos creer nada de 10 que se lee en un peri6dico. La misma noci6n de verdad resulta 505-

pechosa cuando estii inmersa en ese transITIisor de polucion». Tarn­bien hoy los llamados tablaides no contienen informacion alguna digna de ese nornbre.

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GIOVA."INI SARTOR]

dios de comunicaci6n con los contenidos que cOlTIuni­can, el nexo es este: sin el instrumento de la imprenta nos hubieramos quedado sin Encyplopediey, por tanto, sin Ilustraci6n.

Volvamos a la instrumentalizaci6n. Incluso cuando un progreso tecno16gico no suscita temores importantes, todo invento da lugar a previsiones sobre sus efectos, so­bre las consecuencias que producira. No es cierto que la tecnologfa de las comunicaciones haya suscitado pre­visiones catastr6ficas (mas bien ha sucedido 10 contra­rio); pero es verdad que con frecuencia, nuestras previ­siones no han sido muy acertadas en este sentido: pues 10 que ha sucedido no estaba previsto. Tomemos el caso de la invenci6n del telegrafo. El problema que nadie ad­virti6 a tiempo era que el telegrafo atribuia un formida­ble monopolio sobre las informaciones a quien instala­ba primero los cables. De hecho, en Estados Unidos, la Western Union (rnonopolio del servicio telegrafico) y la Associated Press (la primera agencia de noticias) se convirtieron enseguida en aliados naturales; y esta alian­za prefabricaba, pOl' asi decirlo, los peri6dicos, porque era la Associated Press la que estableda cuales eran las noticias que habra que dar, y era la V\Testern Union la que hada !legar el noticiario a una velocidad increible. De modo diligente e inesperado este problema se resol­vi6 eo ipso por el telefono: un cable mas que, sin embar­go, permitia a cada usuario comunicar 10 que queria.

Tambien la radio ha tenido efectos secunclarios no previstos: por ejemplo, la «musicalizaci6n» cle nuestra vida cotidiana (ademas del gran lanzamiento de depor­tes que podian ser «narrados», como el futbol). (Y la televisi6n? Hemos llegado al punto importante.

Hasta la llegada de la televisi6n a mediados de nues­tro siglo, la acci6n de «ven, del hombre se habia desarro-

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llado en dos direcciones: sabiamos engrandecer 10 mas pequeno (con el microscopio), y sabiamos ver a 10 le­jos (con el binoculo y aun mas con el telescopio). Pero la television nos permite verla tada sin ,tener que mover­nos: 10 visible nos llega a casa, practicamente gratis, des­de cualquier lugar. Sin embargo no era suficiente. En pocas decadas el progreso tecnologico nos ha sumergi­do en la edad cibernetica 7, desbancando -segun di­cen- a la television. En efecto hemos pasado, 0 estarnos pasando, a una edad «multimedia» en la cual, como su nombre indica, los medios de comunicaci6n son nume­rosos y la television ha dejado de ser la reina de esta mul­timedialidad 8. El nuevo soberano es ahora el ordena­dor. Porque el ordenador (y con Cl la digitalizaci6n de todos los medios) no solo unifica la palabra, el sonido y las imagenes, sino que ademas introduce en los «visi­bles» realidades simuladas, realidades virtuales.

Pero no acumulemos demasiadas cosas. La diferen­cia en la que debemos detenernos es que los medios vi­sibles en cuestion son dos, y que son muy diferentes. La television nos muestra irnagenes de casas reales, es foto­grafia y cinematografia de 10 que existe. Por el contrario, el ordenador cibernetico (para condensar la idea en dos

7 El termino cibernetica fue acunado por Norbert Wiener para denominar el (~control y la comunicaci6n en el animal y en la ma­quina" (es el titulo de su libra de 1948). Esencialrnente, la ciber­netica de Wiener trata de los «rnensajes de 6rdenes)~ que el hom­bre da a la maquina, pero tambien los que la rnaquina da a la rnaquina y los que esta Ie devuelve al hornbre. El significado eti­rno16gico de cibernetica es «arte del piloto»); pero los pHotos en cuesti6n son ahora los circuitos de 6rdenes y de control en las ma­quinas electr6nicas. 8 Por multirnedialidad se entiende conceptualrnente la unifica­ci6n en un solo medio de la palabra escrita y hablada, adernas del soniclo y la imagen.

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I r ! GIOVANNI SARTOR!

palabras) nos ensena irnagenes imaginarias. La llamada realidad virtual es una irrealidadque se ha creado con la imagen y que es realidad solo en la pantalla. Lo virtual, las simulaciones aITlpHan desmesuradamente las posibi­lidades de 10 real; pero no son realidades.

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3. EL viDEO-NINO

Asf pues, el ca:mbio de agujas se ha producido por el hecho de infor:marse viendo. Este ca:mbio e:mpieza con la television. Por tanto, co:mienzo ta:mbien yo por tele-ver. Sean cuales sean los desarrollos virtuales del video-ver posteriores a la television (vid. infra, pags. 53 y sigs.) , es la television la que :modifica pri:mero, y funda:mental:men­te, la naturaleza :mis:ma de la co:municacion, pues la tras­lada del contexto de la palabra (i:mpresa 0 radiotrans:mi­tidal al contexto de la i:magen. La diferencia es radical. La palabra es un «sf:mbolo» que se resuelve en 10 que significa, en 10 que nos hace en tender. Yentende:mos la palabra solo si pode:mos, es decir, si conoce:mos la len­gua a la que pertenece; en caso contrario, es letra :muer­ta, un signo 0 un sonido cualquiera. Por el contrario, la i:magen es pura y si:mple representacion visual. La i:magen se ve y eso es suficiente; y para verla basta con poseer el sentido de la vista, basta con no ser ciegos. La i:magen no se ve en chino, arabe 0 ingles; co:mo· ya he dicho, se ve y es suficiente.

Esta claro, pues, que el caso de la television no pue­de ser tratado pOI' analogfa, es decir, co:mo si la televi­sion fuera una prolongacion y una :mera a:mpliacion de

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HOMO VlDENS

los instruIllentos de cOIllunicaci6n que la han precedi­do. Con la televisi6n, nos aventuraIllOS en una riovedad radicalmente nueva. La televisi6n no es un anexo; es so­bre to do una sustituci6n que Illodifica sustancialmente la relaci6n entre entender y ver. Hasta hoy dia, el mun­do, los aconteciIllientos del lnundo, se nos relataban (por escrito); actualmente se nos Illuestran, y el relato (su explicaci6n) esta practicamente s610 en funci6n de las imagenes que aparecen en la pantalla.

Si esto es verdad, podemos deducir que la televisi6n esta produciendo una permutaci6n, una IlletaIllorfosis, que revierte en la naturaleza misma del homo sapiens. La televisi6n no es s610 instruIllento de comunicaci6n; es taIllbien, ala vez, paideia 9 , un instruIllento «antropoge­netico», un medium que genera un nuevo anthropos, un nuevo tipo de ser humano.

Esta es la tesis, 0 si se prefiere la hip6tesis, en la que se centra todo ellibro, y sobre la cual obviamente volve­re con frecuencia. Una tesis que se fundamenta, como preIllisa, en el puro y simple hecho de que nuestros ni­nos ven la televisi6n durante horas y horas, antes de aprender a leer y escribir 10.

9 Paide£a, de origen griego, denomina el proceso de formacion del adolescente (pais, paidos). En su ya clasico estudio Werner Jaeger (1946) extiende el significado del H:!rrnino a toda la fOrInacion del hombre. 10 La television sustituye a la baby sitter (es ella la primera en encen­der la television) y, par tanto, el nino empieza aver prograITla5 para adultos a los tres anos. SegUn una reciente investigacion del ISTAT (Istituto Centrale di Statistica), en ltalia el 95 pOl" ciento de los ninos entre los tres y los diez mos -son casi cuatro lnillones y medio­ven la television casi todos los dias. Otros datos indican que los nmos italianos entre los cuatro y los siete aiiosven la television durante dos horas y media al ella (can un 19 por dento que llcga incluso a las cin­co a seis horas cotidian,as). En Estados Unidos la media asciende a

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GIOVANNI SARTOru

Curiosamente, se ataca esta exposici6n porque sobre rodo (segiin se dice) habirua al nino ala violencia, y 10 hace de adulto Illas violento 11. Digo curiosamente por­que aqui un detalle del probleIlla 10 sustituye y esconde. EI arguIllento de que un nino de menos de tres arios no entiende 10 que esta viendo y, por tanto, «absorbe» con mas raz6n la violencia COIllO un modelo excitante y tal vez triunfador de vida adulta, seguramente es cierto, 2pero por que limitarlo a la violencia? Por encima de todo, la verdad es que la television es la priIllera escuela del nino (la escuela divertida que precede a la 'escuela aburrida); y el nino es un animal SiIllb6lico que recibe su imprint, su iIllpronta educacional, en imagenes de un mundo centrado en el hecho de ver. En esta paideia, la predisposici6n ala violencia es, deda, solo un detalle del problema. El problema es que el nmo es una espor0a que registra y absorbe indiscriIllinadaIllente todo 10 que ve (ya que no posee aun capacidad de discriminacion). Por el contrario, desde el otro punto de vista, el nino forma­do en la imagen se reduce a ser un hombre que no lee, y, por tanto, la Illayoria de las veces, es un ser «reblandeci­do por la televisi6n», adicto de por vida a los videojuegos.

«Al principio fue la palabra»: as! dice el Evangelio de Juan. Hoy se tendria que decir que «al principio fue la imagen». Y con la imagen que destrona a la palabra se asedia a una culturajuvenil descrita perfectamente por Alberoni (1997):

tres horas al dfa para los ninos que no van aun a la escuela y a cinco horas diarias para los rnuchachos entre seis y dace allos. 11 SegUn los dilculos de un profesor americana, si no hubiera tele­vision en Estados Unidos habria 10.000 asesinatos y 700.000 agre­siones menos aI ana. El caIculo tal vez no sea de fiar, pero esta in­fluencia es real. Sobre television yviolencia vid. Salerno, 1996.

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HOMOVIDENS

Losj6venes caminan en el mundo adulto de la eseuela, del

Estado [ ... J de la profesi6n como clandestinos. En la eseuela, escuchan perezosamente 1eeciones [ ... J que enseguida olvidan. No leen peri6dicos [ ... J. Se parapetan en su habitaci6n con ear­teles de sus heroes, ven sus propios espectaculos, carninan por 1a calle inrnersos en su rnusiea. Despiertan s610 cuando se en­euentran en la discoteca por Ia noehe, que es el momento en el que, por fin, saborean 1a ebriedad de apiii.arse unos con OlrOS, la fortuna de existir eOlTIO un tinieo euerpo co1ectivo danzante 12.

No podr1a describir mejor al video-nino, es decir, el nino que ha crecido ante un televisor. ~Este nino se con­vierte alg6n dia en adulto? Naturalmente que S1, ala fuerza. Pero se trata siempre de un adulto sordo de por vida a los estimulos de la lectura y del saber transmitidos por la cultura escrita. Los estimulos ante los cuales res­ponde cuando es adulto son casi exclusivamente audio­visuales. Por tanto, el video-nino no crece mucho mas. A los treinta anos es un adulto empobrecido, educado por el mensaje: «la cultura, que rollazo", de Ambra An­giolini (l'enfant prodige que animaba las vacaciones televi­sivas), es, pues, un adulto marcado durante toda su vida por una atrofia cultural.

El terminG cultura posee dos significados. En su acep­ci6n antropol6gica y sociol6gica quiere decir que todo ser humane vive en la esfera de su cultura. Si el hombre es, como es, un animal simb61ico, de ello deriva eo ipso

12 E1 nexo entre culturajuvenil y miisica rock 10 ha explicado con gran agudeza Allan Bloom (1987, pags. 68-81), que observa que «con el rock, el hecho de estar reunidos consiste en la ilusi6n de tener sensaciones coml.lnes, el contaeto fisico y las formulas emiti­das a las que se les supone un significado que supera 1a pa1abra» (pag. 75).

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que vive en un contexto coordinado de valores, creen­cias, conceptos y, en definitiva, de simbolizaciones que constituyen la cultura. As1 pues, en esta acepci6n generi­ca tambien el hombre primitiv~ 0 el analfabeto pose en cultura. Yes en este sentido en el que hoy hablamos, por ejemplo, de una cultura del ocio, una cultura de la ima­gen y una culturajuvenil. Pero cultura es ademas sin6ni­mo de «saber»: una persona culta es una persona que sabe, que ha hecho buenas lecturas 0 que, en todo caso, esta bien informada. En esta acepci6n resuingida y apre­ciativa, la cultura es de los «cultos», no de los ignorantes. Yeste es el sentido que nos permite hablar (sin conu-a­dicciones) de una «cultura de la incuhura» y asinlismo de atrofia y pobreza cultural.

Es cierto que «las sociedades siempre han sido plas­madas por la naturaleza de los Hledios de cOHlunicaci6n Hlediante los cuales cOHlunican mas que por el conteni­do de la comunicaci6n. EI alfabeto, por ejeHlplo, es una tecnologia absorbida por el nino [ ... ] mediante 6smosis, por llamarlo ash (McLuhan yFiore, 1967, pag. 1). Pero no es verdad que «el alfabeto y la prensa hayan promovi­do un proceso de fragmentaci6n, de especializaci6n y de alejamiento [Hlientras que] la tecnologia electr6nica promueve la unificaci6n y la inmersi6n» (ibidem.) Si aca­so es verdad 10 contrario 13. Ni siquiera estas considera­ciones pueden demostrar superioridad alguna de la cul­tura audio-visual sobre la cultura escrita.

13 S?b:e tod? cuar:do ~e llega (vid. infra, pags. 53-61) ala descom­posIcIon d1!ptal (b.lnana) de los mensajes. Porque la digitalizaci6n es un forrrlldable InstruIllento de descomposici6n-recomposici6n que realmente fragmenta todo. Para el hombre «digigeneracio­nab, (el hombre de cultura digital) ya no existe una realidad que «se sostenga». Para el cualquier conjunto de casas puede ser mani­pulado y rnezclado ad libitum, a su gusto. de miles de formas.

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EllTIensaje con el cualla nueva cultura se recomien­da y se auto-elogia es que la cultura dellibro es de unos pocos -es elitista-, mientras que la cultura audio-vi­sual es de la mayoria. Pero el numero de beneficiarios -sean minoria 0 mayorla- no altera la naturaleza ni el valor de una cultura. Y si el coste de una cultura de to­dos es el desclasamiento en una subcultura que es ade­mas -cualitativamente- «incultura» (ignorancia cul­tural), entonces la operacion representa solamente una perdida. ~Es tal vez mejor que todos seamos incultos a que haya unos pocos cultos? ~Queremos una cultura en la que nadie sepa nada? En definitiva, si el maestro sabe mas que el alumno, tenemos que lTIatar al maestro; y el que no razona de este modo es un elitista. Esta es la 10-gica de quien carece de logica.

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4. PROGRESOS Y REGRESIONES

Damos por descontado que todo progreso tecnolo­gico es, por definicion, un progreso. Sf y no. Depende de que entendamos por progreso. Por sf mismo, progresar es solo «ir hacia delante» y esto comporta un crecimien­to. Yno esta claro que este aumento tenga que ser posi­tivo. Tarnbien de un tumor podemos decir que crece, y en este caso 10 que aumenta es un mal, una enfermedad. En numerosos contextos, pues, la nocion de progreso es neutra. Pero con respecto ala progresion de la his to­ria, la nocion de progreso es positiva. Para la Ilustracion, y aun hoy para nosotros, progreso significa un creci­miento de la civilizacion, un avance hacia algo mejor, es decir, una mejoria. Y cuando la television se define como un progreso, se sobreentiende que se trata de un creci­miento ~<bueno».

Pero atencion: aqul no estamos hablando del progre­so de la television (de su crecimiento), sino de una tele­vision que produce progreso. Y una segunda adverten­cia: una mejora que sea solo cuantitativa no es por sf misma una mejora; es solarnente una extension, un ma­yor taITIano 0 penetracion. EI progreso de una epidemia y, por tanto, su difusion, no es -por as! decirlo- un

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progreso que ayuda al progreso. La advertencia es, pues, que un aumento cuantitativo no mejora nada si no esta acolTIpanado de un progreso sustancial. Lo que equiva­Ie a decir que un aumento cuantitativo no es un progre­so cualitativo y, por tanto, un progreso en sentido positi­vo y apreciativo del termino. Y mientras que un progreso cualitativo puede prescindir del aumento cuantitativo (es decir, quedar en el ambito de 10 poco numeroso), 10 contrario no es cierto: la difusi6n en extension de algo se considera progreso solo si el contenido de esa difu­sion es positivo, 0 al menos no da perdidas, si no esta ya en perdidas.

Una vez aclarada esta premisa, la pregunta es: <,-en que sentido la television es «progresiva", en cuanto que me­jora un estado de cosas ya preexistentes? Es una pre­gunta a la que debemos responder haciendo una distin­cion. La television beneficia y perjudica, ayuda y hace dano. No debe ser exaltada en bloque, pero tampoco puede ser condenada indiscriminadamente.

En llneas generales (10 iremos viendo detalladamen­te) es cierto que la television entretiene y divierte: el homo l'Udens, el hombre como animal que goza, que Ie encan­tajugar, nunca ha estado tan satisfecho y gratificado en toda su historia. Pero este dato positivo concierne ala «television espectaculo". 1''10 obstante, si la television transforma todo en espectaculo, entonees la valora­cion cambia.

Una segunda generalizacion: es verdad que la televi­sion «estimula". En parte ya 10 ha hecho la radio; pero el efecto estimulante de la television es dinamieo y di­ferente. Despertar con la palabra (la radio) es algo in­significante respecto a un despertar producido por la vision de todo el mundo, 10 que, en potencia, podemos ver en cualquier casa. Hasta el siglo xx, las tres cuartas

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partes de los seres vivos estaban aislados y adormecidos en sus pueblos (como maximo en pequenas ciudades). Ahora a todos nosotros, casi seis mil millones de perso­nas, nos despiertan 0 nos pueden despertar. Es un mo­vimiento colosal, del cual aLln no podemos sopesar el im­presionante impacto. De lTIOmento, en cualquier caso, es seguro que un despertar es apertura hacia el progre­so en la acepcion ilustrada del termino. Pero por el contrario, es tarnbien seguro que frente a estos progre­sos hay una regresion fundamental: el empobrecirnien­to de la capacidad de entender.

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5. EL EMPOBRECIMIENTO DE LA CAPACIDAD DE ENTENDER

El homo sapiens-volvell1os a eI- debe todo su saber y todo el avance de su entendill1iento a su capacidad de abstracci6n. Sabell10s que las palabras que articulan el lenguaje hUll1ano son slll1bolos que evocan tall1bien «representaciones» y, por tanto, llevan ala ll1ente figu­ras, ill1agenes de cosas visibles y que hell10s visto. Pero esto sucede solo con los nOll1bres propios y con las "pa­labras concretas» (10 digo de este 1l10do para que la ex­posicion sea ll1as sill1ple), es decir, palabras C01l10 casa, CaITla, mesa, carne, autom6vil, gato, nlujer, etcetera, nuestrovocabulario de orden practico 14.

De otro 1l10do, casi todo nuestro vocabulario cognos­citivo y teorico consiste en palabras abstractas que no tie­nen ninglin correlato en cosas visibles, y cuyo significado no se puede trasladar ni traducir en ill1agenes. Ciudad es todavfa algo que podell1os «ven,; pero no nos es posi-

14 En 16gica a las palabras concretas se les llama «denotativas»: pa­labras que existen para_cosas (observables) que denotan. El con­tenido significante de las palabras es, en cambio, Sil ~<connota­don). La reforITIulaci6n tecnica de la cuesti6n es que todas las palabras connotan, pero que no todas las palabras denotan.

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ble ver nacion, Estado, soberania, democracia, represen­tacion, burocracia, etcetera; son conceptos abstractos elaborados por procesos mentales de abstracci~n que estan construidos por nuestra mente como .entId~des. Los conceptos de justicia, legitimidad, legahdad, hber­tad, igualdad, derecho (y derechos) son asimismo abs­tracciones «no visibles». Yaun hay mas, palabras como paro, inteligencia, felicidad. son tambie~ ~alabras ab~­tractas. Y toda n uestra capaCldad de admlnls trar la reah­dad politica, social y economica en la que vivimos, Y ala que se somete la naturaleza del hombre, se fundamen­ta exclusivamente en un pensamzento conce'ptual que re­presenta -para el ojo desnud.o-.. entidades invisibles e inexistentes. Los llamados pnmluvos son tales porque -fabulas aparte- en su lenguaje destacan palabras concretas: 10 cual garantiza la comunicacion, pero esca­sa capacidad cienufico-cognoscitiva. Y de hecho, duran­te milenios los primitivos no se movieron de sus peq~e­nas aldeas y organizaciones tribales. POl' el contran~, los pueblos se consideran avanzados porq;,e han adq\'~l­rido un lenguaje abstracto --que es -:-demas un l~n~aJe construido en la logica- que permlte el conoclmlento

anaH tico-cien ufico. Algunas palabras abstractas -algunas, no todas­

son en cierto modo traducibles en imagenes, pero se trata siempre de traducciones que son solo u~ suceda­neo infiel y empobrecido del concepto que lntentan «visibilizar». Por ejemplo, el desempleo se traduce en la imagen del desempleado; la felicidad en la fotogra­fia de un rostro que expresa alegria; la libertad nos re­mite a una persona que sale de la carcel. Incluso pode­mos ilustrar la palabra igualdad mostrando dos pel~tas de billar y diciendo: «he aqui objetos iguales», 0 bIen representar la palabra inteligencia mediante la imagen

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de un cerebro. Sin embargo, todo ella son solo distor­siones de esos conceptos en cuestion; y las posibles tra­ducciones que he sugerido no traducen practicamente nada. La imagen de un hombre sin trabajo no nos lleva a comprender en modo alguno la causa del desempleo y como resolverlo. De igual manera, el hecho de mos­trar a un detenido que abandona la carcel no nos expli­ca la libertad, al igual que la figura de un pobre no nos explica la pobreza, ni la imagen de un enfermo nos hace entender que es la enfermedad. Asi pues, en sfntesis, todo el saber del homo sapiens se desarrolla en la esfera de un mundus intelligibilis (de conceptos y de concepcio­nes mentales) que no es en modo alguno el mundus sen­sibilis, el mundo percibido pOl' nuestros sentidos. Y la cuestion es esta: la television invierte la evolucion de 10 sensible en inteligible y 10 convierte en el ictu oculi, en un regreso al puro y simple acto de ver. La television produce imagenes y anula los conceptos, y de este modo atrofia nuestra capacidad de abstraccion y COn ella toda nuestra capacidad de entender 15.

Para el sensismo (una doctrina epistemologica aban­donada por todo el mundo, desde hace tiempo) las ideas son calcos derivados de las experiencias sensibles. Pero es al reyes. La idea, escribia Kant, es «un concepto necesa­rio de la razon al cual no puede ser dado en los sentidos ninglin objeto adecuado (hongruiTender Gegenstand)>> 16.

Por tanto, 10 que nosotros vemos 0 percibimos concreta-

15 Gad Lerner (1997) escribe que «reconocer la llegada de la iITla­gen televisiva modifica la capacidad de abstracci6n, no implica que la bloquea». T~ vez no, pero me gustaria disponer de un ejemplo concreto. ~Cuales son las abstracciones alternativas del saber analf­tico-cientifico que funcia la civilizaci6n occidental y su tecnologia? 16 Critica de fa razon pura. Dialectica trascendental, libra I. par. 2.

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mente no produce «ideas», pero se insiere en ideas (0 conceptos) que 10 encuadran y 10 «significan» 17. Yeste es el proceso que se atrofia cuando el homo sapiens es su­plantado por el homo videns. En este ultimo, ellenguaje conceptual (abstracto) es sustituido por ellenguaje per­ceptivo (concreto) que es infinitamente mas pobre: mas pobre no solo en cuanto a palabras (al numero de pala­bras), sino sobre todo en cuanto ala riqueza de signifi­cado, es decir, de capacidad connotativa.

17 Sobre esta prernisa ha sido elaborada sucesivamente la ((psicolo­gia de la fonna» (Gestalt) de la eual hemos aprendido -experi­mentalrnente- que nuestras percepciones no son nunca reflejos o calcos inmediatos de 10 que observamos, sino reconstrucciones mentales «enmarcadas.> de 10 observado.

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6. CONTRA-DEDUCCIONES

La acusacion es grave. Yuno de mis intentos de expo­nerla en toda su gravedad es ver de que modo los acusa­dos -sean video-defensores 0 multimedialistas- la sa­ben rebatir.

La respuesta ritual es que todo hallazgo tecno16gico se ha top ado con inquisidores que siempre se han equi­vocado. Pero ya hemos visto que esta respuesta es falsa 18.

~Quien maldijo el invento de la imprenta? ~Quien ha condenado el telegrafo y el telefono? La invenci6n de la radiodeslumbr6 a todos. Responder invocando a in­existentes satanizadores es, pues, una respuesta vada que evade el problema propuesto.

18 Si ha habido errores de prevision clamorosos, estos no han sido errores en cuanto ala condena, sino en cuanto a 10 factible de los hechos. Por ejernplo, Poincare, gran fisico frances, consideraba irnposible en 1905 que las ondas de radio se propagaran mas alIa de 300 kil6metros, exactamente mientras Marconi estaba a pun to de enviar su senal de radio desde Cornualles en Inglaterra hasta Terranova, en Canada. Tambien Herz, el descubridor de las on­das de la radio, neg6 durante toda Sil vida la posibilidad de un te­lefono sin cables. Pero estos son errores de prevision tecnica, no de catastrofisrno.

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Una segunda respuesta es que 10 inevitable es acep­tado. Estoy de acuerdo: la llegada de la television y des­pues de la tecnologia rnultimedia .es absolutamente inevitable. Pero por el hecho de ser Inevlt~ble. no de~e aceptarse a ciegas. Una de las consecuenCl~~ Imp~eVls­tas de la sociedad industrial ha sido la poluClon, la Into­xicacion del aire y del ambiente. Y la polucion es algo inevitable que estarnos combatiendo. Del mismo mod~, el desarrollo de la era nuclear trajo como consecuenCla la bomba atomica que puede exterminarnos a todos, y esto fue inevitable; a pesar de ello, numerosas personas estan en contra de la produccion de energia nuclear, y todos temen e intentan impedir el uso beIico del atomo y de la bomba de hidrogeno. El progreso tecnologico no se puede de tener, pero no por ello se nos pued~ es­capar de las manos, ni debemos darnos por venCldos

n egligen temen te. . Una tercera respuesta -la verdaderamente sena-.-

es que palabra e imagen no se contraponen. Cono:ana­mente a cuanto vengo afirmando, entender medIante conceptos y entender a traves de la vista se com.binan :n una «suma positiva», reforzandose 0 al menos Integran­dose el uno en el otro . .Asl pues, la tesis es que el hombre que lee y el hombre que ve, la cultu~a escrita?, la cultura audio-visual, dan lugar a una slntesls armonlosa. A ,,:1;0 respondo que si fuera aSl, seria perfecto. La, solu.Clon del problema debemos buscarla en alguna slnt.esIs ar­monica. Aunque de momento los hechos desmienten: de modo palpable, que el hombre que lee: l:' el homo V2-

dens se esten integrando en una suma pOSltIva. La r.ela­cion en tre los dos -de hecho- es una «suma neganva» (como unjuego en el cual pierden todos).

El dato de fondo es el siguiente: el hombre que lee esta decayendo rapidarnente, bien se trate del lector

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de libros como del lector de periodicos. En Espana como en Italia, un adulto de cada dos no lee ni siquiera un li­bro al ano. En Estados U nidos, entre 1970 y 1993, los dia­rios perdieron casi una cuarta parte de sus lectores. Por mas que se quiera afirmar que la culpa de este veloz des­censo es la mala calidad 0 la equivocada adaptacion de los periodicos a la competencia televisiva, esta explica­cion no es suficientemente aclaratoria. Nos 10 aclara mas profundamente el hecho de constatar que si en Estados Unidos la sesion televisiva de los nucleos familiares ha crecido de las tres horas al dia en 1954 a mas de siete horas diarias en 1994, quiere dedr que despues del traba­jo no queda tiempo para nada mas. Siete horas de televi­sion, mas nueve horas de trabajo (incluyendo los trayec­tos), mas seis 0 siete horas para dormir, asearse y corner, suman veinticuatro horas: lajornada esta completa.

Cuentas aparte, tenemos el hecho de que la imagen no da, por sl misma, casi ninguna inteligibilidad. La ima­gen debe ser explicada; y la explicacion que se da de ella en la television es insuficiente. Si en un futuro existiera una television que explicara mejor (mucho mejor), en­tonces el discurso sobre una integracion positiva entre homo sapiens y homo videns se podra reanudar. Pero por el momento, es verdad que no hay integracion, sino sus­traccion y que, por tanto, el acto de ver esta atrofiando 1a capacidad de entender.

Una cuarta respuesta es que -aun admitiendo que el acto de ver empobrece el entendimiento- este em­pobrecimiento esta ampliamente compensado porIa difusion del mensaje televisivo y pOl' su accesibilidad a la mayoria. Para los triunfalistas de los nuevos medios de comunicacion el saber mediante conceptos es eli tis­ta, mientras que el saber pOl' imagenes es democratico. Pero este elogio es imp-Ltdico y trarnposo, como aclarare

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a continuaci6n. Yya he explicado que un progreso que es s6lo cuantitativo y que comporta una regresi6n cuali­tativa no constituye un avance en la aeepci6n positiva del termino. Por tanto, la conclusi6n vuelve a ser que un «conocimiento mediante imagenes» no es un saber en el senti do cognoscitivo del terminG y que, mas que di­fundir el saber, erosiona los contenidos del mismo.

Una ultima respuesta posible es aceptar que las criti­cas aqul formuladas son justas para la televisi6n, pero que no 10 son para el naciente mundo lmultimedial. Pa­saremos a analizar esto a continuaci6n.

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7. INTERNETY"CIBERNAVEGACION»

(Esci, 0 estara, superada la televisi6n ? Cuando hace apenas cincuenta anos de su aparici6n, la televisi6n ya ha sido declarada obsoleta. Las nuevas fronteras son In­ternet y el ciberespacio, y el nuevo lema es «ser digitales». El saIto es grande y la diferencia es esta: que el televisor es un instrumento monovalente que recibe imagenes con un espectador pasivo que 10 mira, mientras que el mundo multimedia es un mundo interactivo (y, por tan­to, de usuarios activos) y polivalente (de multiple utiliza­ci6n) cuya maquina es un ordenador que recibe y trans­mite mensajes digitalizados.

Entonces, (esta superada la televisi6n? Si la compa­raci6n se establece entre maquinas, entonees la maqui­na superior es, sin duda alguna, el ordenador. Ademas, el ordenador es una maquina mediante la cual pensa­mos, y que modifica nuestro modo de pensar, 10 que no signifiea que el hombre comun se abalanzara sobre el ordenador personal abandonando el tele-ver. Asl como la radio no ha sido anulada por el televisor, no hay ra­z6n para suponer que la televisi6n sera anulada por In­ternet. Ya que estos instrumentos ofrecen productos diferentes, esta claro que pueden estar allado el uno

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del otro. No se trata, pues, de superacion, sino de prota­gonismo.

Internet, la «red de las redes» es un prodigioso instru­mento multitarea: transmite imagenes, pero tambien tex­to escrito; abre al dialogo entre los usuarios que se buscan entre ellos e interactiian; y permite una profundizacion practicarnente ilimitada en cualquier curiosidad (es como una biblioteca universal, conectada por diferentes meca­nismos). Para orientarse entre tanta abundancia, distin­gamos tres posibilidades de empleo: 1) una utilizacion estrictamente practica, 2) una utilizacion para el entrete­nimiento, y 3) una utilizacion educative-cultural. Sobre el uso de Internet para administrar nuesu·os asuntos Y ser­vicios, la prevision es indudable: los chicos y chicas de hoy seran todos en el futuro «cibernautas practicos». Las dudas aparecen en cuanto a los restantes usos.

Si Internet es entretenimiento y se utiliza como en­tretenimiento, entonces ya no es tan seguro que venza a la television. El punto debil de la television que co­nocemos es que «generaliza», en el sentido de que no proporciona productos suficientemente diferenciados «via eter». La television debe ofrecer productos de masa, productos que lleguen a un publico muy numeroso (y al que presenten numerosos anuncios publicitarios). Por el contrario, Internet proporciona productos a me­dida de diferentes intereses. Pero tambien la television se esci fragrnentando -por cable 0 via satelite- en cen­tenares de canales dirigidos a audiencias concretas. Al especializarse de este modo, la television cubrira tam­bien nichos que resultaran competitivos con los nichos de los cibernautas 19.

19 Esta es la transforrnaci6n del broadcasting. un casting «amplio)), en el narrowcasting. un casting «estrecho~). Inicialrnente. fue la radio la

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Por tanto, en la medida en que Internet es una diver­sion, un entretenimiento, la television resultara vence­dora enu·e los «perezosos» 0 las personas cansadas que prefieran el acto de mirar, mienu·as que Internet triun­fara entre los «activ~s», los que quieran dialogar y bus­car. Sin embargo, el hecho de que la cantidad de am an­tes de la television sea superior 0 inferior al nlinlero de red-dependientes, me induce solo a observar que cada uno se entretiene a su modo.

EI problema es si Internet producira 0 no un creci­miento culturaL En teoria deberfa ser asf, pues el que busca conocimiento en Internet, 10 encuentra. La cues­tion es que numero de personas utilizaran Internet como instrumento de conocimiento. EI obstaculo, du­rante este largo camino, es que el nino de tres 0 cuatro anos se inicia con la television. Por tanto, cuando llega a Internet su interes cognoscitivo no esta sensibilizado para la abstraccion. Y ya que sin capacidad de abstrac­cion no se alcanza el mundus intelligibilis, es muy probable que el saber almacenado en la red permanezca inutili­zado durante un largo tiempo. Deda que, en teorfa, In­ternet debe ria estimular el crecimiento culturaL Pero en la practica puede suceder 10 contrario, desde el mo­mento en que el homo vidensya esta formado cuando se enfrenta a la red. Sin duda, Internet nos puede ayudar a salir del aislamiento del mundus sensibilis, pero ~cuan­tos lograran esto?

En llneas generales, estoy de acuerdo con Sergio Le­pri, que afirma que «Internet es un gran Inar donde na­vegar es apasionante [ ... ] pero un mar que, despues de una pequena travesla de algunos dras, preferimos con-

que se d<:fendi6 de la televisi6n can el narrowcasting; ahara el proce­so se rep1te con la televisi6n.

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templarlo sin movernos del puerto» (1996, pag. 22). Como instrumento practico, como un paseo a un mer­cadillo callejero 0 como un recorrido por nuestros mas variados hobbies, Internet tiene un porvenir revolucio­nario 20. Como instrumento cultural, de crecimiento de nuestra cultura, preveo que tiene un futuro modesto. Los verdaderos estudiosos seguiran leyendo libros 21,

sirviendose de Internet para completar datos, para las bi­bliografias y la informacion que anteriormente encon­traban en los diccionarios; pero dude que se enamoren de la red.

Observa Furio Colombo: "El Eden de la red esta al otro lade de una cancela que se esta abriendo [ ... J sola­mente para unos pocos [ ... J. Diferentesjerarquias de cerebros manejaran los ordenadores,jugaran y experi­mentaran con ellos. Para los excluidos queda eljuego interactivo [ ... J para Henar un inmenso tiempo libre» (1995, pag. 16). Yaqui debemos Hamar la atencion: los "pocos» de Furio Colombo no son hOD:1bres de cultura; son mas bien adictos a su trabajo, los nuevos senores de los medios de comunicacion y de la nueva nomen­clatura del mundo de los ordenadores. Para el hombre de cultura, la salvacion no consiste en traspasar la can-

20 Actualrnente, la rnegarred informatica se utiliza en AInerica du­ran te 130 millones de horas a la sernana, las Inismas horas que se destinan a la television. Pero, precisarnente, la lllayor parte de este tranco es comercial y para llevar a cabo pequenas cuestiones de or­den practico. 21 «No podrernos prescindir de los libros», observa con gran sensa­tez Umberto Eco. «Si me conecto a Internet yvoy al prograrna Gu­tenberg puedo hacenne con toda la obra de Shakespeare. t Pero por que tendria que saturar el ordenador con una rnasa de bites [ ... J y luego esperar dos semanas para poder imprimirlo, cuando par 5 d61ares [ ... J puedo cornprar la edici6n de Penguin?" (1996, pag.17).

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cela que lleva al Eden de la red, sino mas bien la cance­la que 10 protege de la avalancha de mensajes. Porque el individuo se puede asfixiar en Internet y por Inter­net. Disponer de demasiada oferta hace estallar la ofer­ta; y siestamos inundados de mensajes, podell:1os llegar a ahogarnos en ellos.

Afirmo de nuevo que las posibilidades de Internet son infinitas, para bien y para ll:1al. Son y seran positivas cuando el usuario utilice el instrumento para adquirir informacion y conocimientos, es decir, cuando se ll:1ue­va por. genuinos intereses intelectuales, por el deseo de saber y de entender. Pero la mayorfa de los usuarios de Internet no es, y preveo que no sera, de esta clase. La paidiJia del video hara pasar a Internet a analfabetos cul­turales que rapidall:1ente olvidaran 10 poco que apren­dieron en la escuela y, por tanto, analfabetos culturales que ll:1ataran su tiell:1po libre en Internet, en compania de "almas gemelas» deportivas, eroticas, 0 de pequenos hobbies. Para este tipo de usuario, Internet es sobre todo un terrific way to waste time, un esplendido modo de per­der el tiempo, invirtiendolo en futilidades 22. Se pensa­ra que esto no tiene nada de malo. Es verdad, pero tarn­poco hay nada bueno. Y, por supuesto, no representa progreso alguno, sino todo 10 contrario 23.

Pero el objetivo final no es Internet; es el "cibermun­do» profetizado y proll:1ovido, mas que por cualquier

22 La frase en ingles es de Clifford Stoll (1996), un astr6nOITlO de Berkeley experto en seguridad de los orden adores, que despues de mos de Internet-mania ahora de clara que Internet no es otra cosa que «un tejido irrlpalpable elaborado con nada» y un miserable sus­tituto de la vida fisica. Como es evidente, Stoll ha dejado de usar el teclado y el raton. Esto Ie puede suceder a muchas personas. 23 Arbasino (1995-1996, pag. 74) se pregunta: ""Las inmensas auto­pistas tan celebradas en las exaltaciones de Internet. adernas de una

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otro autor, por Nicholas Negroponte. En su libro El mun­do digital (1995), el nuevo paso del progreso se resume aSl: en el mundo digital, el que recibe puede elaborar la informaci6n «reseteandola» como qui era, con 10 que el control formal sobre el mensaje se individualiza, se hace suyo. Consigue, aSl, una «cibernavegaci6n» -muyvisual y visualizada- en las lIamadas realidades virtuales, en una casi infinita descomposici6n y recomposici6n (en­samblaje) de imagenes, form as y figuras

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No niego que la navegaci6n en 10 virtual -que es como decir en las simulaciones- puede ser enorme­mente estimulante. Los que proyectan formas aerodi­namicas, por ejemplo, «simulan» desde hace much as decadas; y tal vez el evangelio de Negroponte roba la idea -difundiendola a millones de personas- a los especialistas que han empleado tecnicas de simulaci6n desde que disponen de procesadores. Sea como fuere, para los comunes mortales la navegaci6n cibernetica es s610 una especie de videojuego. Y si toman esta nave­gaci6n demasiado en serio, los cibernautas «comunes» corren el riesgo de perder el sentido de la realidad, es decir, los llmites entre 10 verdadero y 10 falso, entre 10 existente y 10 imaginario. Para ellos todo se convierte en tramp a y manipulaci6n y todo puede ser manipulado y falseado. Pero como las realidades virtuales sonjuegos que no tienen probabilidades de convertirse en reali­dades materiales, el negropontismo puede llegar a ge-

gran masa de inforrnaciones ventajosas, no tr.ansr.:0rtan. t~~bi~n una gran cantidad de necedades q~e no son dlv.erudas nl u.ules.». La pregunta es ret6rica. La inundaClon de estupl?-eces~ es eVldente, e Internet en S1 misITla las rnultiplica de un modo lncrelble. 24 El termino tecnico es morphing;. una tecnica que perrnite tran~for­mar sin Hmite alguno las forrnas y dimensiones de cualquier obJeto.

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GIOVANNISARTOIU

nerar, en un extremo, un sentimiento de potencia alie­nado y frustrado, y en el extremo opuesto, un publico de eternos ninos sonadores que transcurren toda la vida en Inundos imaginarios. La facilidad de la era digital representa la facilidad de la droga.

(Terminaremos todos siendo «digigeneracionales» 25

yen el cibernlundo? Espero que no. Negroponte es real­mente el aprendiz de brujo del postjJensamiento. En el mundo que e~prolnueve y elogia, es la maquina la que 10 hace todo. El finge que no es aSl contandonos que el Inundo Hlultilnedia-cibernetico es un mundo goberna­do por una «J6gica circular» sin centro alguno (ya no es un mundo gobernado por una 16gica lineal y de conca­tenaci6n causal).

Suena bien, pero no significa nada. Porque «J6gica circular» es s610 una metifora, pero como 16gica no exis­teo La 16gica est.-..blece las reglas del pensarniento correcto (que si acaso son reglas de concatenaci6n deductiva, no de concatenaci6n causal); y la noci6n de centro pertene­ce ala 16gica cuando las nociones de derecha e izquierda pertenecen a las matematicas. Por tanto, la «circulari­dad» de Negroponte evoca s610 un cumulo de dispara­tes 26. En uno de sus comen tarios al <<lnfierno» de Dan-

25 EI termino es de Luis Rossetto, otro gllrLt de la rnedialidad elec­tronica, y es una .c:breviaci6n de. digita.l generation, generaci6n digi­tal. Una~generaclon (como escnben Calvo-Platero y Calamandrei, 1.~96, pag. 58) cuy? lenguaje «consiste en "hipertexto, compre­Slon de datos, amphtud .de banda y bites"» y que se encuentra rouy a gusto «en el mundo vIrtual, en ese mundo tridimensional crea­do por un ordenador en el que te mueves lIevando una mascara y guantes especiales». 26 Ferrarotti (1997. pag. 193) explica el ciberespacio de este modo: «es un espacio que pennite la maxima articulaci6n de mensajes y d.e intelige?-cia [ ... J La inteligencia colectiva que se desarrolla en eI clberespaclo es un proceso de crecimiento que logra ser al mismo

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HOMO VlDENS

te, T. S. Eliot 10 describia como un lugar en el cual nada se conecta con nada. Con el ll1isll1o criterio la logica circular es un infierno (logico).

Esperanzas aparte, ll1i pronostico es que la televi­si6n seguira siendo el centro -en dettill1ento de la ci­bernavegaci6n y de sus siren as- y esto se fundall1enta, asill1isll1o, en la consideraci6n de que la televisi6n no tiene techo. En 1992 ya existian en el ll1undo un ll1i­H6n de millones de televisores. Si excluill10s a los ll1ar­gin ados y a los que realll1ente se mueren de hall1bre, la televisi6n cubre, adonde llega, casi el cien por cien de las casas. En calnbio, para los dell1as inventos, hay un techo. Internet produce saturaci6n 27, y «ver pasiva­mente» es ll1as facil y ll1as c61l10do que el acto de «ver activall1ente» de las navegaciones ciberneticas. Sin con tar que, C01l10 ya he explicado, la televisi6n nos muestra una realidad que nos ataiie de verdad, mien­tras que el ciberll1undo nos enseiia im.agenes imagina­rias. Vivir en el ciberespacio es C01l10 vivir solo de Star Trek y de peliculas de ciencia ficci6n. (Todo el dia y to­dos los d:ias? Que aburrido.

tiempo colectivo y diferenciado, general y especlfico [ ... ] es una inteligencia distribuida por todo el mundo". La cuesti6n esta en ese «pennite)). Es verdad que la cibernautica perrnite el «(creci­rniento) de una inteligencia articulada y difundida. Pero tambien perrnite el crecimiento de una difundida estupidez instalada en un magma indifereneiado. Las posibilidades son nurnerosas. Entre pennitir y actuar est:a de por medio el mar. Yel eoncepto de 10 posi­ble (de Negroponte) que seduce a Ferrarotti a m! me parece enor­rnernente improbable. 27 Bien entendido, la Internet que produce saturacion es la del dialogo interactivo. Ya he dicho que como instruITlento de traba­ja, Internet es utillsima. En su utilizaci6n pr.lctica, Internet no se traduce en saturaci6n, sino, por el contrario, supone simplifica­cion de los problemas de la vida cotidiana.

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GIOVANNI SARTORI

Podria ser que ll1i previsi6n sobre el centralismo de la televis6n resultara equivocada 28. Es posible, por ejem­plo, que yo infravalore la importancia de una comunica­ci6n activa e interactiva 29 . Incluso si es as:i, los problemas que he destacado siguen siendo los misll1os. Por tanto, continua siendo verdad que hacia finales del siglo xx, el homo sapiens ha entrado en crisis, una crisis de perdida de conocill1iento y de capacidad de saber.

28 Tengo que dejar claro que esta cuestion es valida tambien en cuanto a la radio. EI hecho de que una television deficiente, 0 un ex­ceso de televisi6n, pueda aportar grandes gIUpos de publico a la ra­dio (como esta sucediendo en ltalia) no deja sin efeeto el problema de la huella que puede dejar en el proceso de fonnaci6n del nino. 29 Tal vez po'rque las interacciones en la red son s6lo un paIido sustituto de las interacciones cara a eara, es decir, de las interaccio­nes prirnarias. Intercrunbiarse mensajes mediante un ordenador nos deja siernpre solos ante un teclado.

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