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1 TEMA 5 ESCALADA EN HIELO Como en la roca, escalar en hielo con eficacia es saber adaptar y combinar multitud de técnicas, que empleadas en cada situación facilitan la progresión. Pero a diferencia de la roca, los problemas cambian en la misma ruta de un día para otro, e incluso en horas, además necesitas inevitablemente la ayuda artificial de las herramientas, con las que debes formar un "todo" para sacarles el máximo rendimiento. El conocimiento del terreno, la maestría con los útiles y la combinación adecuada de las técnicas, te darán la seguridad y la velocidad necesarias, en definitiva te harán disfrutar del "arte de escalar sobre hielo". Para escalar nieve dura o hielo, aparte del piolet necesitas colocarte los crampones en las botas, aunque eventualmente y para tramos muy cortos, puedas prescindir de ellos y tallar escalones a golpes de piolet. La forma de colocar los pies y el piolet, escalando pendientes moderadas y fuertes, es similar a la escalada en nieve, pero cuando las pendientes se acercan a la vertical la técnica cambia, a la vez que las herramientas que necesitas son más específicas. TALLA DE PELDAÑOS Lo que antaño era la regla, ahora es la excepción. Si además utilizas fijaciones automáticas en los crampones, se hace tan rápido ponerlos y quitarlos, que pocas veces estará justificado tallar peldaños. Aun así sigue siendo una práctica útil, y todo escala- dor debe conocerla. Un corto pasaje sobre nieve muy dura o hielo, podrás resolverlo rápidamente si tallas algunos peldaños, en lugar de recurrir a los crampones. Durante una escalada en hielo, también necesitas tallar repisas para los pies en las reuniones si quieres estar cómodo. También es una práctica que te saca de apuros: un crampón roto, un principiante que se ve atrapado sin crampones o situaciones delicadas donde es comprometido quitarse la mochila, buscar los crampones y colocárselos. En la escalada mixta también puede serte útil, ya que te puedes encontrar con los crampones sobre roca, pero también sin ellos sobre hielo. Valora el tiempo y la seguridad a la hora de tallar o no peldaños. Hay dos formas de tallar peldaños en función de la inclinación y la dureza de la superficie, una balanceando el piolet y "afeitando" con la pala la superficie, y otra con golpes más perpendiculares. En el primer caso, el arco natural del brazo suele ser una buena inclinación para golpear, si el ángulo es muy agudo, apenas tallarás o el piolet saldrá rebotado, con un ángulo muy recto la pala se atascará a cada momento. Corta el nuevo peldaño con golpes sucesivos, desde donde se ubicará el talón de la bota hacia la puntera, dejando la base del peldaño algo inclinada hacia adentro para evitar resbalar. Cuando talles mete la m:"no por la dragonera del piolet, evitarás golpeada accidentalmente, te proporcionará firmeza en el agarre y evitarás perder el piolet si se te escapa. Reduce los golpes al mínimo, balanceando el piolet para utilizar la inercia del movimiento y reducir el trabajo muscular. Las modernas herramientas de escalada en hielo, no están diseñadas precisamente para este trabajo de talla, pero si es de lo único que dispones, apáñate con ellas. La pala sirve para tallar en nieve dura o hielo blando, pero sobre hielo duro y empinado tendrás que emplear el pico, golpeando con precisión y tirando hacia afuera del mango en el momento del impacto, para evitar que el pico quede clavado. Golpea

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TEMA 5

ESCALADA EN HIELO Como en la roca, escalar en hielo con eficacia es saber adaptar y combinar multitud de técnicas, que empleadas en cada situación facilitan la progresión. Pero a diferencia de la roca, los problemas cambian en la misma ruta de un día para otro, e incluso en horas, además necesitas inevitablemente la ayuda artificial de las herramientas, con las que debes formar un "todo" para sacarles el máximo rendimiento. El conocimiento del terreno, la maestría con los útiles y la combinación adecuada de las técnicas, te darán la seguridad y la velocidad necesarias, en definitiva te harán disfrutar del "arte de escalar sobre hielo".

Para escalar nieve dura o hielo, aparte del piolet necesitas colocarte los crampones en las botas, aunque eventualmente y para tramos muy cortos, puedas prescindir de ellos y tallar escalones a golpes de piolet. La forma de colocar los pies y el piolet, escalando pendientes moderadas y fuertes, es similar a la escalada en nieve, pero cuando las pendientes se acercan a la vertical la técnica cambia, a la vez que las herramientas que necesitas son más específicas. TALLA DE PELDAÑOS Lo que antaño era la regla, ahora es la excepción. Si además utilizas fijaciones automáticas en los crampones, se hace tan rápido ponerlos y quitarlos, que pocas veces estará justificado tallar peldaños. Aun así sigue siendo una práctica útil, y todo escala-dor debe conocerla. Un corto pasaje sobre nieve muy dura o hielo, podrás resolverlo rápidamente si tallas algunos peldaños, en lugar de recurrir a los crampones. Durante una escalada en hielo, también necesitas tallar repisas para los pies en las reuniones si quieres estar cómodo. También es una práctica que te saca de apuros: un crampón roto, un principiante que se ve atrapado sin crampones o situaciones delicadas donde es comprometido quitarse la mochila, buscar los crampones y colocárselos. En la escalada mixta también puede serte útil, ya que te puedes encontrar con los crampones sobre roca, pero también sin ellos sobre hielo. Valora el tiempo y la seguridad a la hora de tallar o no peldaños.

Hay dos formas de tallar peldaños en función de la inclinación y la dureza de la superficie, una balanceando el piolet y "afeitando" con la pala la superficie, y otra con golpes más perpendiculares. En el primer caso, el arco natural del brazo suele ser una buena inclinación para golpear, si el ángulo es muy agudo, apenas tallarás o el piolet saldrá rebotado, con un ángulo muy recto la pala se atascará a cada momento. Corta el nuevo peldaño con golpes sucesivos, desde donde se ubicará el talón de la bota hacia la puntera, dejando la base del peldaño algo inclinada hacia adentro para evitar resbalar. Cuando talles mete la m:"no por la dragonera del piolet, evitarás golpeada accidentalmente, te proporcionará firmeza en el agarre y evitarás perder el piolet si se te escapa. Reduce los golpes al mínimo, balanceando el piolet para utilizar la inercia del movimiento y reducir el trabajo muscular.

Las modernas herramientas de escalada en hielo, no están diseñadas precisamente para este trabajo de talla, pero si es de lo único que dispones, apáñate con ellas. La pala sirve para tallar en nieve dura o hielo blando, pero sobre hielo duro y empinado tendrás que emplear el pico, golpeando con precisión y tirando hacia afuera del mango en el momento del impacto, para evitar que el pico quede clavado. Golpea

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primero en horizontal, para definir la línea de base del peldaño con la inclinación adecuada, de modo que al golpear en vertical para vaciar el hielo, esta referencia de base impida romper la forma del peldaño. De esta misma manera puedes cortar el peldaño con la pala si la dureza del hielo te lo permite. TALLAR EN ASCENSO La hilera de peldaños puede ser diagonal o directa según la pendiente. En diagonal se talla normalmente en la posición de equilibrio, con la pierna del monte adelantada. En esta posición puedes tallar los escalones de dos en dos, para quedarte de nuevo en una postura estable y repetir la operación. Puedes espaciar más los escalones cuando la pendiente sea más suave, y en éstas pendientes tampoco hace falta un gran escalón, bastará con una entalladura donde muerda el canto de la bota. Si la pen-diente o tus habilidades lo requieren, talla una doble línea de peldaños. El espacio entre peldaños no debe comprometer el equilibrio durante el avance. Para cambiar de dirección puedes tallar un escalón que albergue los dos pies.

Tallando peldaño horizontal con poca pendiente Cuando la pendiente es empinada, lo más práctico es tallar en línea de ascenso

directa. Distancia los peldaños para pasar con facilidad de uno a otro. Necesitarás una mano libre para guardar el equilibrio, así que haz los escalones de forma que te sirvan también como presa de mano, bien inclinados hacia adentro y con un pequeño labio (peldaños en forma de nido o de pila). De esta forma laboriosa, puedes escalar sin crampones y con tan sólo un piolet, muros de gran inclinación.

Piensa cuando talles en las posibles limitaciones físicas o técnicas de los que te siguen. Un peldaño poco profundo o muy espaciado, puede ser suficiente para un escalador veterano, pero un principiante puede tener la sensación de resbalar continuamente. Ejemplo de secuencia de golpes para tallar un peldaño en una pendiente empinada

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TALLA EN DESCENSO La forma más sencilla es tallar en escalera directa, algo que harás de forma más cómoda y eficaz si dispones de un piolet largo. Talla con la mano del valle, en posición de equilibrio y apoyando la mano del monte en los peldaños. Haz si puedes dos peldaños cada vez. Para descender, baja primero el pie del valle y luego el del monte, para no cruzar los pies y poder quedar de nuevo en posición de equilibrio. Al descender por los peldaños, autoasegúrate utilizando el piolet en la técnica adecuada a la pendiente.

Talla de peldaños

descendiendo

Secuencia de golpes al tallar en descenso

UTILIZACIÓN DE CRAMPONES Y PIOLET Los pies son el motor de la progresión y el centro de la estabilidad en cualquier tipo de escalada, de modo que la correcta utilización de los crampones es la base de la técnica de escalada en hielo. Incluso en las escaladas más verticales, descarga tu peso y tu atención siempre en los pies; ya que por muy galácticos que sean tus piolets, de poco te valdrá si no sabes danzar en el hielo.

Comprueba en casa que tus crampones ajustan bien a las botas, no esperes a necesitarlos en medio de una pendiente para ver que tienen holguras y no tienes las herramientas adecuadas para regularlos. Para escalar en hielo tus crampones deben formar un conjunto sólido con la bota, sin holguras que provoquen vibraciones y pér-dida de eficacia. Si compras crampones con fijación automática, presta atención a la forma de la brida delantera, ya que la puntera de la bota puede tener una curva que no ajusta con aquella y hacer precario el ajuste. Consulta con un especialista ante la posibilidad de "dar forma" a la brida de acuerdo con tu bota. Mantén siempre correas y cierres en buen estado. Si utilizas un sistema de correas, familiarízate con él hasta

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abrocharlo sin dudas, incluso con guantes o con los ojos cerrados, no te faltarán ocasiones donde agradecer esta habilidad.

Lleva siempre los crampones a mano, y colócatelos antes de que tengas que hacer malabarismos y equilibrios en medio de la pendiente. Ante la duda de si debes ponerte o no los crampones, mejor póntelos. Los crampones son un manojo de pinchos, así que cuando camines con ellos mantén los pies siempre algo más separados de lo normal, y pon atención para evitar enganchones con pantalones o polainas.

Afila tus garras para escalar en hielo, en la nieve dura da igual, pero en hielo vivo es la diferencia entre escalar con soltura y seguridad o sentir que resbalas a cada paso.

El piolet es la herramienta más versátil del glaciarista, con él puedes tallar peldaños o anclajes en la nieve y el hielo, apoyarte para conservar el equilibrio, autoasegurarte o inclusive traccionar de él para descargar parte del peso. Escalando en hielo lleva siempre el piolet unido a ti, a la muñeca o si prefieres al arnés, pero que nunca exista la posibilidad de perderlo.

Las formas de utilizar los crampones y el piolet se adaptan a la inclinación y dureza de la pendiente, reciben un nombre, que puede variar según preferencias o criterios de quien los describe, algo que carece de importancia, ya que lo realmente importante es saber realizar y aplicar en cada caso la técnica adecuada. Las técnicas básicas descritas para la escalada en nieve, son las mismas que para el hielo, con la diferencia de que aquí ni el piolet ni los pies pueden hundirse. TÉCNICAS DE CRAMPONAJE Aunque en la actualidad, la técnica de cramponaje engloba todas las posibilidades de aprovechamiento de los mismos, históricamente han existido dos técnicas separadas. La técnica de los pies planos, más antigua, tuvo su mayor aceptación y desarrollo en Francia desde la primera década de este siglo, conocida también como técnica francesa o técnica de todas las puntas. La técnica frontal o técnica de las puntas frontales (ver historia) inicia su desarrollo a partir de los años 30 en los Alpes Orientales. Estas dos técnicas son la base, y saber alternadas, adaptadas y combinadas en el momento adecuado, es la verdadera maestría de la escalada sobre hielo. • La técnica de los pies planos: se basa obviamente en mantener éstos planos en la

pendiente, con todas las puntas verticales en contacto con el hielo. Esto representa una gran ventaja sobre hielos blandos o podridos, donde repartir el peso entre más puntas procura mayor seguridad. Es la forma más natural y descansada de ascender por pendientes suaves, similar a caminar sobre losas empinadas de roca, fatiga menos las piernas y las pantorrillas que subir de frente. Es como subir una escalera de lado, los pies se cruzan paralelos alternativamente para posarse sobre el peldaño más alto, la diferencia estriba en que la pendiente de hielo está inclinada y es necesario flexionar los tobillos, más cuanto más pendiente. A medida que la pendiente se hace pronunciada, para poder seguir posando el pie plano, las punteras y las rodillas deben dirigirse progresivamente hacia el valle, separando el cuerpo del hielo.

Apurar esta técnica al límite supone terminar subiendo prácticamente de espaldas, como reculando con los pies hacia el valle. Tiene sus mayores limitaciones sobre hielo duro, donde se hace difícil clavar todas las puntas, y en cuanto la pendiente se empina, progresar así deja de ser práctico, ya que te ves obligado a realizar extrañas contorsiones para conservar el equilibrio. Sin embargo, siempre que algún escalón o repisa se lo permite, un buen escalador busca colocar los pies

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planos hasta en la escalada más vertical, y así relajar las pantorrillas del trabajo de la técnica frontal.

Una caña de bota flexible, te permite un mejor aprovechamiento de las posibilidades de esta técnica, y evita en mayor medida la tendencia a dejar el crampón "canteado" y sin apoyo en la línea inferior de puntas. Precisamente para ayudar a que el crampón quede estable, y que las líneas de puntas interior y exterior apoyen, es mejor que estas líneas de puntas estén paralelas. Un piolet corto limita bastante esta técnica, pues tiende a aproximarte a la pendiente, cuando necesitas hacer todo lo contrario para poder asentar bien toda la planta del pie sobre el hielo. El centro de gravedad, igual que en cualquier técnica básica, debe estar en la vertical de los pies .

Los pies descansan planos en la pendiente, con todas las puntas verticales en contacto con el hielo

Sólo trabajan las puntas

traseras, los talones permanecen bajos

• La técnica frontal: resulta muy natural y fácil de aprender, pues es similar a subir

una escalera de frente. También es más cansada debido al esfuerzo constante de las pantorrillas, sobre todo si llevas una mochila. Tu peso recae como siempre en los pies, pero esta vez únicamente en las puntas delanteras de los crampones, que según el modelo pueden variar en número. Necesitas unas botas rígidas para afrontar esta técnica, y esto es más importante cuanto más empinado y duro sea el hielo. También los crampones rígidos son mejores para esta técnica.

Es esencial que mantengas siempre los talones bajos, cerca de la horizontal. Evitas así el efecto de palanca que puede desprender las puntas, facilitas además el apoyo del par de puntas contiguas a las frontales, para que éstas actúen como un trípode estabilizando el conjunto. La tendencia a levantar los talones es el defecto más frecuente, sobre todo al cambiar de pendientes fuertes a más suaves, presta especial atención para corregido relajando los músculos de las pantorrillas; aunque tengas la sensación de bajar demasiado los talones, seguramente estarán ahora en su

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posición correcta. Separa los pies al menos la anchura de las caderas para perma-necer estable, y f1exiona ligeramente las rodillas.

Calcula durante los primeros pasos la fuerza necesaria para colocar bien los crampones en el hielo que estás escalando, y trata de clavar las puntas al primer golpe, con una patada seca y contundente, para que el hielo no estalle y no tener que repetir el golpe. Una vez clavadas las puntas, deja el pie inmóvil mientras cargas el peso para impedir que se salgan. Mueve los pies con pasos cortos, más cortos cuanto más empinada sea la pendiente.

• La técnica mixta: es la combinación de las

dos anteriores, un pie avanza en técnica frontal y otro plano sobre el hielo en una posición perpendicular con respecto al primero. Esta postura mixta es muy práctica en pendientes moderadas, es estable y segura. Intercambia las técnicas de los pies de vez en cuando para relajar los músculos de la pantorrilla.

Todas las técnicas de cramponaje requieren equilibrio y una cadencia rítmica para no fatigarse prematuramente. Cualquier forma de escalar es más fatigosa si te detienes a cada paso, dudando como realizar el siguiente movimiento.

Combina las dos técnicas anteriores TÉCNICAS DE PIOLET Muchas técnicas son las mismas empleadas en la nieve. Recuerda primero las formas de asir con la mano la cabeza del piolet. En agarre de autoseguro el pico sale por donde están el índice y el pulgar; en el agarre de autodetención estos dedos sujetan la pala. Independientemente de la técnica utilizada, mueve el piolet de sitio cuando estés en una posición equilibrada y estable sobre los dos pies. Para conservar bien el equilibrio, necesitarás colocar el piolet progresivamente más alto según vaya aumentando la pendiente.

Un buen piolet es suficiente para escalar incluso en pendientes muy fuertes, pero si dudas de tu técnica y tu equilibrio, es mejor que utilices una herramienta en cada mano a pesar del trabajo extra. Cuando el hielo es muy duro, también es recomendable que el primero utilice dos herramientas como medida preventiva de seguridad, aunque la pendiente no sea excesivamente empinada. • Bastón: agárralo por la cabeza con el pico hacia adelante, y apoya el regatón en el

hielo a modo de bastón. • Escoba: agarra con una mano la cabeza con el pico hacia delante y con la otra cerca

del regatón, que apoyas firmemente en el hielo a la altura de la cintura; mantén el piolet perpendicular a la superficie y cruzado delante del cuerpo. La mayor parte del apoyo recae sobre la mano del regatón, actuando la otra como estabilizadora de la herramienta.

• Apoyo: con un agarre de auto seguro, clava el pico a la altura aproximada de la cadera, apoyándote en la pala.

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• Ancla: agarra con una mano cerca del regatón y clava el pico alto en el hielo, ahora sujétalo y tracciona de él, con una mano en la cabeza con agarre de auto detención y la otra junto al regatón.

• Puñal: agarra el piolet con una mano con agarre de autodetención, y clava el pico a modo de puñal.

• Tracción: sujeta el piolet con una mano por el extremo del mango, y clava el pico con el brazo casi estirado; tracciona del piolet para avanzar.

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APLICACIÓN DE LAS TÉCNICAS Esta es la aplicación teórica y combinada de todas las técnicas de piolet y crampones, en una hipotética pendiente que se va acentuando progresivamente desde el llano a la vertical. Como ves, en la práctica una misma pendiente puede escalarse con varias técnicas, dependiendo de factores como la dureza del hielo, la habilidad del escalador o el tipo de herramientas usadas. ASCENSO PENDIENTE SUAVE DE 0° A 30° avance directo con paso de marcha Pies planos - piolet bastón Camina normalmente sin arrastrar las puntas, y procura levantar el pie lo suficiente para clavarlas verticalmente. El piolet no lo necesitarás si el terreno es llano, pero llévalo agarrado como bastón. Cuando se haga incómodo caminar con los pies de frente, ábre-los en ángulo con las punteras hacia afuera. PENDIENTE MODERADA ENTRE 30° Y 40° avance en diagonales Pies planos - piolet bastón Una vez que se hace incómodo avanzar de frente a la pendiente, gírate de lado para avanzar haciendo diagonales ascendentes, no olvides colocar los pies bien planos sobre el hielo, para que muerdan todas las puntas verticales. Cuanto más empinada sea la pendiente, las diagonales serán menos acentuadas y subirás más directo. Sujeta siempre el piolet con la mano del monte en posición de bastón; es tu tercer punto de apoyo, que mueves de sitio cada dos pasos en la posición de equilibrio, como hacías en las técnicas de escalada en nieve. Reparte bien el peso entre ambos pies, y busca zonas del hielo menos inclinadas o pequeñas depresiones o irregularidades, que te facilitan plantar todas las puntas con una menor flexión de tobillos.

El cambio de dirección en los zig-zag es también como en la nieve, desde la posición de equilibrio apoya firmemente el piolet en la pendiente (en piolet bastón o escoba), da un paso corto con el pie del valle dejándolo con la puntera ligeramente hacia arriba, apóyate ahora con las dos manos sobre el piolet y gira el cuerpo hacia la pendiente, a la vez que el pie del monte en la nueva dirección con la puntera también algo hacia arriba. Ahora estás mirando a la pendiente y con un pie hacia cada lado, así que gira el cuerpo y el pie que queda a la nueva dirección, colocándolo más alto que el otro pie para quedar te en posición de equilibrio; agarra el piolet ya sólo con la nueva mano del monte. PENDIENTE MODERADA A FUERTE HASTA LOS 50° - avance diagonal o directo Para este tipo de pendientes se pueden intercambiar numerosas técnicas, según las preferencias o las condiciones. Estas son las posibilidades más frecuentes: Pies planos - piolet escoba Con más inclinación, el piolet escoba es una alternativa si tienes un piolet razonablemente largo. Recuerda que el centro de gravedad debe estar sobre los pies, no te inclines demasiado hacia la pendiente. Cambia de dirección como con el piolet bastón, o también de cara al valle si la pendiente es más fuerte, orientando para esto los pies hacia el valle y cambiando el piolet de lado.

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Técnica mixta - piolet apoyo Si el hielo es duro, no te sientes seguro, estás incómodo con los pies planos o tu piolet es muy corto para la técnica de escoba, mejor sube en línea recta con la técnica mixta. Un pie en técnica frontal y otro plano, intercámbialos para no fatigar siempre la misma pantorrilla. El piolet apoyo es adecuado y cómodo, pero no proporciona un buen anclaje en hielo, ya que la penetración es mínima, así que el primero de cuerda quizá sea preferible que utilice el piolet ancla. Apoya la otra mano sobre el hielo para guardar el equilibrio.

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Técnica frontal- piolet apoyo, puñal o ancla Cuando el hielo es muy duro, hay que concentrar todos los esfuerzos en las puntas delanteras para buscar la máxima penetración. Esta técnica fron-tal puedes combinarla con el piolet apoyo o el piolet puñal, que también ofrece poca pegada, así que para el primero de cuerda es más seguro el piolet ancla. En pendientes de hielo blando, es muy rápido progresar con la técnica frontal y el piolet en posición de apoyo, como si subieses una escalera "a cuatro patas", si dispones de otra herramienta puedes llevar una en cada mano. Postura de descanso Como postura de descanso, puedes colocar un pie plano en el hielo mirando hacia abajo, y sentarte sobre el talón encogiendo la pierna. El otro pie permanece plano más abajo con la pierna estirada o casi.

Postura de descanso sentado sobre el pies

PENDIENTES FUERTES HASTA 65° - ascenso directo También para este tipo de pendientes se pueden intercambiar numerosas técnicas. Practica todas y avanza con la que te encuentres más cómodo: Pies planos - piolet ancla Aunque esta combinación es un ejercicio instructivo de equilibrio y contorsionismo en escuela, no se usa en la práctica ya que es lenta, complicada y antinatural. El piolet se clava en este caso con la mano del valle, para avanzar un par de pasos cada vez, manteniendo el cuerpo separado de la pendiente. Los pies se orientan hacia el valle, hasta quedar de espaldas si es preciso.

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Pies planos con piolet ancla, una técnica complicada y poco práctica

Técnica mixta - piolet ancla Si en vez de llevar los pies planos en el hielo, utilizas la técnica mixta, la progresión se hace más cómoda y natural. Como en la secuencia de dibujos anterior, planta el piolet con una mano lo más alto posible, sin llegar a estirar completamente el brazo. Da pequeños pasos, a la vez que con la otra mano agarras la cabeza del piolet. Cuando el piolet llega a la altura del pecho aproximadamente, desclava y vuelve a colocarlo más arriba antes de quedarte inestable. El piolet recibe parte del peso al avanzar. Técnica frontal - piolet tracción, ancla y apoyo Es práctico y rápido avanzar alternando todas las técnicas de piolet. Clava el piolet lo más alto posible en piolet tracción, sube un poco hasta que puedas hacer piolet ancla, sigue subiendo los pies hasta que el piolet te quede cerca de la cadera y puedas hacer piolet apoyo. Cuando tengas el brazo estirado, lo sacas y vuelves a clavar en tracción, de esta forma ahorras muchos golpes al plantar una sola vez el piolet mientras subes varios pasos. PENDIENTES DE MÁS DE 65° Técnica frontal - piolet tracción con un piolet Con mayor verticalidad y por razones de equilibrio, usarás tan sólo la técnica del piolet tracción. Con la mano libre sobre el hielo para equilibrarte, clava el piolet lo más alto posible sin forzar la posición, sube los pies con pasos decididos hasta que la cabeza del piolet te llegue a una altura donde te sea cómodo desclavarlo (depende de la inclinación).

Cuando la pendiente se acerca a la vertical, sobre los 60/70° de inclinación, está el límite práctico de la escalada con un piolet. El concepto de escalada vertical se puede entender de muchas formas, técnicamente es cuando la pared llega a 90°, pero en términos prácticos, es cuando el escalador necesita imperativamente dos herramientas de mano para equilibrarse y progresar con seguridad. En esta parte consideramos sólo el uso de un piolet, por lo que la escalada vertical se estudia más adelante, pero si el hielo

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es muy duro, aun en pendientes no tan empinadas, el primero de cuerda debe usar dos herramientas por seguridad. También en ocasiones llevarás una herramienta en cada mano en tramos más fáciles, si es que estás realizando una escalada que requiere con frecuencia dos herramientas; en este caso puedes utilizar la misma técnica de piolet en ambas manos o combinar dos. En terreno fácil, escalarás muy rápido si utilizas la misma técnica de tracción con ambas manos, y alternas el piolet del cual fraccionas: coloca y fracciona de uno, mientras aflojas el que está más abajo y lo colocas por encima, para pasar a fraccionar ahora de éste. Otra combinación eficaz, en hielo blando y escarpado, es llevar un piolet en posición de tracción y otro en posición de puñal.

Técnica frontal combinando las técnicas de piolet tracción, ancla y apoyo TRAVESÍA Según la inclinación y dureza de la pendiente, no hay más que aplicar las técnicas descritas con las que te sientas cómodo. Pies planos • piolet ancla Es la forma más práctica si tienes un piolet largo y la pendiente no es excesiva. Avanza como en ascenso pero situando los pies siempre al mismo nivel.

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Técnica frontal • piolet ancla o tracción Con fuerte inclinación atraviesa dando pasos alternativos, abriendo y cerrando las piernas, y clavando el piolet lejos en la dirección elegida lo más vertical posible. También puedes cruzar los pies, que es más rápido pero más difícil de hacer. DESCENSO La posición que se adopta en el hielo para descender, es similar a la forma de destrepar en roca, adaptándose a la inclinación progresiva de una manera natural. Se desciende por tanto de cara al valle, para colocarse más tarde de lado, y sólo volverse de cara a la pendiente en último extremo. No obstante descender en hielo debe reservarse para cortos tramos sin peligro, ya que es más rápido y seguro bajar en rápel. Algunas de estas técnicas, si que pueden ser de aplicación en largas pendientes de nieve dura, donde los crampones se claven con facilidad. PENDIENTES SUAVES Desciende caminando con los pies hacia abajo normalmente y con piolet bastón. También puedes agarrar el piolet cerca del regatón en posición de tracción, listo para clavarlo con fuerza en caso de resbalar; una posición que podemos llamar jocosamente "en prevengan" o "piolet a loro". Con más inclinación, abre los pies en paso de pato y piolet bastón. Clava las puntas de los crampones verticalmente y con decisión, manteniendo las rodillas flexionadas y el cuerpo inclinado hacia delante, con el centro de gravedad sobre los pies. Descenso directo con los Descenso con piolet escoba Con piolet apoyo pies abiertos y piolet bastón PENDIENTES MODERADAS Para mantener los pies planos en el hielo, necesitarás más flexión de rodillas a medida que aumenta la inclinación. Abre los pies y las rodillas lo necesario en paso de pato, y pasa al piolet escoba. Apoya el regatón cerca de los tobillos, y desciende los pies hasta tener el piolet a la altura de las caderas, mueve ahora el piolet. También puedes apoyar el pico y el regatón en el hielo con un agarre de autodetención, o utilizar el piolet ancla con las dos manos. Siguiendo las mismas pautas de seguridad y comodidad, puedes también descender haciendo diagonales y aplicar las mismas técnicas que a la subida.

Para bajar de cara cortos resaltes empinados, puedes utilizar el llamado piolet barandilla: flexiona y abre la posición de rodillas y pies tanto como sea preciso, clava firmemente el piolet lo más abajo posible en posición de tracción y baja algunos pasos,

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fracciona del mango hacia afuera para conservar el equilibrio, y desliza la mano a lo largo del mango, a medida que das pasos hasta llegar a la cabeza del piolet y repetir la secuencia. Es una técnica poco práctica, ya que sólo es operativa en hielo blando, necesita destreza y un piolet largo con hoja curva. Los piolets cortos son obviamente inoperantes para esta técnica, y la hoja banana no sirve, ya que la tracción sobre el mango tiende a extraerla.

Descenso con piolet barandilla

PENDIENTES FUERTES No es frecuente tener que descender pendientes fuertes, pero un destrepe en una ruta o una retirada pueden hacerlo necesario. Se desciende con técnica frontal, y la técnica de piolet que resulte más segura: ancla o tracción. La posición de cara a la pendiente es poco favorable, ya que impide tener una buena visión de la evolución, y clavar el piolet con el brazo encogido para colocarlo bajo, se hace incómodo y poco eficaz. EJERCICIOS PARA LA ESCALADA EN HIELO El terreno ideal de prácticas es una pendiente de hielo corta, de inclinación progresiva, sin peligro y acabada en llano. Ponte casco, y asegúrate con la cuerda desde arriba si es necesario: Para tallar en el hielo: • Talla escalones, aprovechando el balanceo del piolet, y concentrándote en ejercer la

mínima fuerza muscular. • Cuenta los golpes que necesitas para hacer un peldaño, y trata de dar cada vez

menos. • Practica la talla en todas las circunstancias posibles, en diagonal y directo, en

ascenso y descenso. • Prueba a escalar cortos y empinados resaltes de hielo sin crampones, tallando

peldaños. Con la técnica de pies planos: • Sube con crampones aprovechando las rugosidades de la pendiente, sin apoyar las

manos ni usar el piolet.

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• El mismo ejercicio de espaldas. • Desciende en diagonal y directo, bien flexionado, con las manos en las rodillas o en

las caderas. • Desciende a pequeños saltos con los pies juntos (hazlo muy cerca del llano). • Cambia de dirección rápidamente, varias veces y sin piolet. • Gira sobre ti mismo, apoyando siempre los pies bien planos sobre la superficie y sin

piolet. • Describe círculos en la pendiente, sin piolet. • Realiza los ejercicios en la pendiente más pronunciada que puedas (asegúrate). • Repite los ejercicios con piolet y llevando la técnica al extremo de tus posibilidades

de equilibrio. Con la técnica frontal: • Practica esta técnica en ascenso, descenso y travesía, sin piolet y equilibrándote con

las manos sólo cuando sea preciso. • Realiza sin piolet pequeños "esprints" de ascenso por la pendiente, apoyando sólo

las puntas delanteras. • Parado sobre las puntas frontales, sube y baja los talones, y siente el efecto sobre tu

equilibrio y tus pantorrillas. • Combina con todas las posiciones de piolet, en pendiente cada vez más fuerte y

apoyando la mano libre sólo cuando sea preciso (asegúrate si es necesario). • Cuando escales de segundo de cuerda, acostúmbrate a utilizar un solo piolet incluso

en las pendientes más fuertes, es muy didáctico y sobre todo más rápido y descansado.

• Sube una pendiente suave (sobre los 30°) con técnica frontal, después con técnica mixta y por último con los pies planos, analiza la diferencia de comodidad y esfuerzo.

• Haz lo mismo pero en una pendiente fuerte (sobre los 50°), empieza ahora al revés, por la técnica de los pies planos.

HIELO VERTICAL Cuando la pendiente se acerca a la vertical, para conservar el equilibrio necesitas disponer al menos de tres puntos de apoyo, así como un cuarto punto de apoyo que desplazas para progresar. Esta es la llamada técnica de piolet tracción, en la que la técnica frontal y la técnica mixta de cramponaje, se combina con una herramienta en cada mano en posición de tracción, por lo general un martillo-piolet y un piolet de similares características. Esta técnica, que revolucionó en los años 70 la escalada en hielo, permite subir de forma rápida y sencilla por cualquier pared de hielo vertical o extraplomada.

La utilización correcta de los crampones es imprescindible para escalar con soltura y seguridad, pero el peso ya no descansa sólo sobre los crampones, los brazos también reciben parte de la carga. La técnica básica es natural y sencilla de aprender, y cualquiera puede practicarla desde sus primeros pasos en el hielo, si dispone de los útiles adecuados. Pero esta engañosa simplicidad puede confundir a muchos principiantes, y llevarles a situaciones que difícilmente podrán resolver. La escalada en hielo vertical está compuesta por un conjunto de sutilezas, donde el conocimiento profundo del terreno, del material y su aplicación, así como de las posibilidades y recursos de cada individuo, son más importantes que la técnica en sí misma. Por tu

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propia seguridad asume un aprendizaje ordenado, mediante los cursos adecuados, y enfréntate a las dificultades de forma progresiva a medida que crece tu confianza.

Comprobarás con la práctica que la dificultad en hielo es un término ambiguo, que no se relaciona forzosamente con la mayor o menor verticalidad del terreno. El hielo es una materia sutil y cambiante, y puede transformar su calidad en pocas horas. La verticalidad sólo es un factor más, para juzgar objetivamente debes tener en cuenta además: aislamiento de la ruta, longitud, dificultad en caso de retirada, continuidad de los tramos más verticales, posibilidades de aseguramiento y evolución meteorológica, antes y durante la escalada; además de juzgar honradamente tu propia capacidad técnica, física, psíquica y lo adecuado de tu material. Una larga lista que hace que debas ser prudente y realista.

LAS HERRAMIENTAS Aunque por la publicidad, parece que para escalar hielo vertical hacen falta cacharros con formas grotescas, lo cierto es que se puede subir, casi por cualquier sitio, con tal de que los piolets tengan una curvatura suficiente en el pico, calces unos crampones y botas rígidas... y sepas utilizar obviamente tus herramientas. A partir de aquí la oferta es tan amplia, que es cuestión de matices, preferencias y tu bolsillo, pero no creas que por tener lo último o lo más caro, de un día para otro te vas a convertir en el hombre de hielo, una buena herramienta facilita el trabajo y es más confortable, pero el que escala eres tú.

Para el piolet tracción, la herramienta se agarra justo por encima del regatón con la dragonera bien ajustada

Piolet y martillo piolet

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En el apartado de material se describen las características de los piolets, que para hielo vertical, son básicamente que tenga una longitud entre 50-55 cm, y una hoja o pico con una buena inclinación, ya sea curva, banana, tubular o recta. Las dos herramientas pueden ser idénticas, salvo que en una, la parte posterior de la cabeza es un martillo (colocación de pitones) y en la otra una pala (picar y tallar repisas). Esta es sin duda la mejor combinación para escalada vertical, pero para escalada clásica tipo cara norte, una buena opción es llevar un piolet algo más largo y polivalente (sobre los 60 cm), que servirá adecuadamente en las pendientes más fáciles, y combinarlo con un martillo de hielo corto, que si es necesario puede combinarse con el piolet para los pasajes más verticales.

Los mangos curvados son más confortables para escalada vertical, pero no imprescindibles. No creas además que el mango curvado va a servirte para salvar tus nudillos, mango curvo o no, cuando empieces te los machacarás.

La dragonera de mano debe regularse y ajustarse bien, para que puedas colgarte de las muñecas sin necesidad de fuerza muscular, y para que la mano agarre el mango Justo por encima del regatón. De esta forma aprovecharás toda la longitud de la herramienta en la oscilación, conseguirás una pegada más eficaz, y el regatón no te estorbará. Busca además que sea confortable, y no te presione dolorosamente la muñeca cuando te cuelgues; si también consigues un modelo que permite sacar y meter la mano con facilidad cuando lo necesitas, estás de suerte.

Hay escaladores que utilizan una tercera herramienta de reserva, normalmente un martillo piolet algo más corto, que puede servir para colocar pitones mientras se permanece asegurado a las dos herramientas principales, como reserva en caso de pérdida o rotura, o inclusive como un punto de aseguramiento más en un largo difícil o una reunión. Crampones Preferentemente rígidos, de los llamados "técnicos". Las puntas frontales, pueden tener sección vertical a modo de pico de piolet e incluso una sola punta, y éstos son excelentes para escalada de dificultad, ya que permiten una técnica gestual más rica, pero obviamente tienen poco agarre en la nieve o en hielo podrido. El sistema de fijación más recomendable es el automático o semiautomático, que confiere al conjunto crampón-bota una gran solidez. No te olvides de los antizuecos, que te evitarán sustos e incomodidades. OPTIMIZACIÓN DE LAS, HERRAMIENTAS Y LA TÉCNICA Clavar y desclavar unos pinchos en el hielo no parece que tenga ningún misterio especial, sobre todo si la escalada es fácil y estás fuerte. Pero a medida que la escalada se hace más exigente, necesitas sacar el mayor partido a las herramientas y a tu habilidad, para no derrochar energías tontamente. La escalada en hielo vertical es técnica y físicamente dura, y un escalador, por muy fuerte que esté, puede acabar agotado en menos de un largo de cuerda si no rentabiliza inteligentemente cada movimiento. Aquí tienes un ramillete de consejos para que trabajes menos y disfrutes más. • Aunque sea repetitivo recuerda, el piolet y los crampones trabajan con más facilidad

si están bien afilados y bien ajustados a la mano o el pie. • Adapta los golpes al tipo de hielo con el fin de dar los mínimos, y que éstos sean

eficaces sin necesidad de golpear "a muerte".

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• Aprovecha bien las dragoneras de mano, ajustándolas para descargar el peso en tu muñeca y que la mano pueda relajarse.

• Recuerda que para aprovechar a tope la oscilación y la pegada del piolet, la mano debe situarte justo por encima del regatón.

• Para clavar tu "máquina", elige un punto en el hielo, míralo fijamente, y golpea ahí.

• También puedes tocar ese punto con la punta de la herramienta, y a partir de ahí retroceder la trayectoria para golpear.

• Oscila el piolet de manera natural y amplia, sin que llegue a comprometer el equilibrio y con el mango y el pico alineados con el brazo.

• Realiza el movimiento de oscilación mediante el antebrazo y la muñeca, deja quietos el codo y el hombro.

• Aprovecha la inercia del piolet que viene de atrás en un movimiento acelerado, si haces una oscilación corta, tendrás que recurrir a la fuerza muscular para golpear con contundencia.

• Aferra con fuerza el mango en el instante del impacto, evitarás así un golpe indeciso, y que la cabeza del piolet se mueva sin conseguir su objetivo. Si el anclaje es bueno, relaja la mano y el brazo de inmediato.

• Golpearte los nudillos al clavar el piolet es un problema frecuente, sobre todo en los abombamientos. Falta de atención, de técnica o una herramienta excesivamente corta son los causantes. Procura alejar el cuerpo del hielo, y detener la mano antes de que ésta impacte en el hielo, dejando que la muñeca haga el resto del trabajo.

• Según el diseño de la hoja, cambia la forma de golpear. Puede ser simplemente describiendo un arco natural, o forzando el golpe de arriba a abajo en el momento del impacto. Experimenta con tus herramientas hasta que encuentres el golpe ideal, en el que el anclaje sea óptimo y la fuerza mínima. Pregunta a otros escaladores que utilicen tus mismas herramientas.

• Debes hacer cada anclaje suficientemente sólido, pero eso no significa, que a cada paso tengas que clavar los piolets "hasta la cruz". Normalmente son suficientes unos pocos centímetros para asegurar bien la herramienta. Aprende el sonido contundente y el tacto firme que tiene un piolet bien anclado, busca y disfruta de esta sensación para escalar de forma optimista.

• Para ahorrar energías es igual de importante aprender a extraer tus herramientas con facilidad. Desclava tu piolet de un modo inverso a como lo clavaste: primero aflójalo moviendo el mango hacia adelante y hacia atrás, en el mismo plano en el que se encuentra la hoja del piolet, después sácalo con un movimiento hacia arriba y hacia afuera. Si se resiste, convéncelo, suelta el mango y golpea bajo la pala con la palma de la mano una o varias veces. No muevas el piolet hacia los lados, la torsión podría quebrar la hoja.

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• En el caso específico de las delicadas hojas tubulares, para extraerlas se procede justo a al revés, moviendo el mango hacia los lados para ahuecarla; mover el mango adelante y atrás puede deteriorar o romper la hoja.

• Si puedes clava el piolet en zonas donde la superficie sea cóncava, las zonas convexas (abultamientos) tienen más tendencia a estallar.

• Utiliza los agujeros, fisuras del hielo, huecos entre estalactitas o coliflores de hielo para hacer los anclajes con el piolet, o simplemente meter la hoja y ganchear. Los agujeros dejados por el primero o por otras cordadas, también te facilitan mucho el trabajo.

• Fíjate en el color del hielo al golpear, y descubre cual es más blando y menos estalladizo para tus emplazamientos. Normalmente es mejor cuando es más opaco y blanco.

• Cuando escales superficies irregulares, cóncavas o convexas, adapta los crampones a la superficie del hielo, manteniéndolos en todo momento perpendiculares a la superficie para que muerdan bien las puntas delanteras. Recuerda, no subas los talones.

• Si mantienes el cuerpo separado del hielo mientras avanzas, verás bien lo que haces con los pies, facilitas la flexión de piernas necesaria para elevarte y evitas levantar los talones.

• Procura clavar los crampones con un solo impacto, al que siga una transferencia de peso.

• Busca las depresiones naturales, agujeros, repisas o zonas con menos inclinación, para colocar los pies planos y relajar los gemelos

• Mantén los pies bien separados, y no los muevas hasta dar el siguiente paso. • Cualquier oportunidad es buena para quedarte con las piernas en oposición, "en X"

(zonas cóncavas o con columnas) y así descargar algo los brazos. • Escalar de segundo de cuerda, es una excelente oportunidad para que adquieras

confianza en tus herramientas y en ti mismo, sin la presión constante de la caída. Prueba a hacer emplazamientos poco profundos con el piolet, andándolo lo justo. Utiliza la mínima fuerza, relaja los grupos musculares que no estén trabajando, ensaya nuevas técnicas o estilos; en definitiva descubre todas las posibilidades, y conoce mejor el hielo, tus herramientas y a ti mismo. Cuando llegues a acometer grandes escaladas de hielo o mixto, todo este archivo te será útil.

• Cuando escalas de segundo de cuerda, puedes ahorrar un tiempo precioso en escaladas largas, donde hay que respetar un horario, ya sea por las escasas horas de luz, para evitar un peligroso descenso o la tormenta de la tarde. Siempre que el de arriba te pueda asegurar bien con la cuerda tensa, busca y utiliza los agujeros que el primero ha ido "picando" en el hielo; coloca las herramientas lo justo. En zonas fáciles y tumbadas, progresa rápidamente sin clavar los piolets, tan sólo apoyándolos. Si estás en un terreno, donde no tienes que estar colgado completamente de las dragoneras, también puedes ganar tiempo si en vez de meter la mano hasta la muñeca, tan sólo introduces la palma de la mano por la correa, así agilizas las operaciones de recuperar el material al no tener que sacar y meter la mano completamente.

PROGRESIÓN EN HIELO VERTICAL La técnica básica puede ser la misma, aunque la pared sea casi vertical, vertical o ligeramente extraplomada, dentro de esta técnica básica hay matices y variantes, según la configuración del hielo, las preferencias o manías del escalador. Como en cualquier

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otra técnica de escalada, el ritmo es importante para evitar una fatiga localizada, que sucede si se dejan en tensión ciertos grupos musculares durante mucho rato. SECUENCIA BÁSICA DE ASCENSO En una pared de hielo homogénea, puedes emplear secuencias repetitivas como ésta, pero la configuración de la superficie puede hacer que necesites movimientos insospechados y complejos, que te hagan improvisar a cada paso. Partiendo del suelo, de una repisa o zona con menor inclinación, la secuencia se puede analizar como sigue. • Una vez con tus herramientas y tu mente dispuesta, clava primero un piolet lo más

alto que puedas, con un impacto seco y contundente, sin vacilaciones. Preferentemente en un lugar separado del eje de tu cuerpo, para que los trozos de hielo no te molesten. No fuerces la postura ni extiendas el brazo totalmente, ya que si no aciertas a colocarlo a tu gusto al primer golpe, tendrás que desclavarlo, y necesitas para eso un mínimo juego del brazo.

• Centra el peso de tu cuerpo en la vertical del piolet colocado, clava ahora el otro a una altura similar, y separado aproximadamente la anchura de los hombros para no fracturar el hielo. Si el primer anclaje es bueno, puedes plantar esta segunda herramienta más floja para facilitar la siguiente secuencia.

• Ahora te encuentras en la postura básica, con los brazos estirados y los dos piolets clavados a una altura similar. Las piernas ligeramente flexionadas, y estabilizado sobre los dos pies a la misma altura, separados también la anchura de los hombros y con la suela paralela a la línea horizontal o ligeramente más baja. Aproxima la pelvis al hielo, arquea y separa la espalda, de forma que disminuyas la tensión en los brazos y tengas un buen campo de visión mientras decides (siguiente emplazamiento.

• Para subir separa todo el cuerpo del hielo, fracciona de los piolets flexionando los brazos y sube los pies, con pasos cortos, precisos y contundentes. Sube hasta dejar las herramientas aproximadamente a la altura de la cara o hasta donde te resulte cómodo, pero sin superar la altura de los ojos. Deja que las piernas trabajen, que sean ellas las que te suban, fracciona de los piolets tan sólo lo justo. Sitúa tus pies al mismo nivel para tener más estabilidad.

• En la posición de bloqueo de brazos en que te encuentras, centra tu peso en un piolet (el que esté mejor colocado), y desclava el otro para clavarlo sólidamente más arriba. Al centrar el peso en el piolet que te soporta, mientas clavas o desclavas el otro, evitas desequilibrarte hacia un lado, lo que se llama "hacer la puerta".

• Nada más comprobar que está bien anclado, cuélgate de él, estira y relaja el brazo, para que sea la dragonera ajustada a tu muñeca la que soporte el peso.

• Como al principio, centra tu peso sobre el piolet que has colocado arriba, elige emplazamiento para el otro y clávalo a una altura similar para completar la secuencia. Estirar relaja también este brazo. Recuerda que si tienes el primero "a cañón", este segundo anclaje puedes hacerlo menos contundente para ahorrar tiempo y energías.

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Adapta los pies a la superficie para que muerdan todas las puntas delanteras

Secuencia básica de progresión Postura básica Para hielo

vertical

VARIANTES DE LA SECUENCIA BÁSICA Con una secuencia similar, puedes dejar los pies y los piolets a diferente altura; a veces es conveniente para no fracturar el hielo, por la configuración de éste o porque el escalador se encuentra más cómodo haciéndolo así.

Para ahorrar energías en muros rigurosamente verticales o extraplomados, puedes variar la secuencia. Esta variante pretende reducir el trabajo de los brazos, manteniéndolos bloqueados el mínimo tiempo. • Parte de la postura básica, con los brazos estirados y relajados, sube los pies con

pasos cortos sin flexionar los brazos. Te quedarás en cuclillas, con el trasero alejado del hielo y haciendo presión con las puntas de los crampones en la pared.

• Busca un nuevo emplazamiento y afloja uno de los piolets, para dejarlo solamente gaucheado en su agujero, preparado así para colocarlo de nuevo rápidamente.

• En una única secuencia fluida, estira las piernas levantando el tronco, a la vez que flexionas los brazos. Clava el piolet preparado en el lugar elegido.

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• Nada más comprobar su solidez, cuélgate de la dragonera con el brazo estirado. Ahora ya puedes aflojar y recolocar el segundo piolet para repetir la secuencia.

Variante de la secuencia básica para terreno muy vertical o extraplomado

Salir de un terreno vertical a una repisa horizontal, o de un extraplomo a terreno tumbado, requiere una secuencia de movimientos delicada que puede complicar la vida. La tendencia instintiva es hacer los anclajes lo más lejos posible y a ciegas encima de la repisa, algo realmente complicado y que compromete la buena colocación de los pies. Resiste la tentación de querer salir rápido, y haz anclajes cerca del borde, hasta justo tener la repisa a la vista. Para estabilizarte mejor separa más los pies y los piolets. Ahora puedes buscar y hacer un emplazamiento bueno en la repisa con un piolet, para hacer esto, puedes mantener la posición de tracción con la otra herramienta o agarrarla en posición de puñal para elevarte más. Haz este emplazamiento, a una distancia que te permita separar bien el cuerpo del hielo, para más tarde cramponear sin problemas. Clava la otra herramienta también a la misma distancia, y sube los pies a la repisa, manteniendo los talones bajos para que las puntas no se escapen. DESCENSO Y TRAVESÍAS Para destrepar en hielo vertical hay que invertir todo el proceso, y aunque no es habitual, puede que a lo largo de una escalada necesites realizarlo por circunstancias

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diversas. No es nada fácil clavar bien los piolets con el cuerpo y los brazos encogidos, pero con pasitos cortos saldrás del apuro. Practica y comprueba sus inconvenientes.

Las travesías en hielo vertical son sin embargo más frecuentes, no es extraño tener que atravesar en horizontal durante escaladas complicadas. Desde la posición básica, coloca la herramienta contraria a la dirección que vas a seguir cerca del cuerpo, con el mango a unos 45° con respecto a la vertical. Coloca ahora el piolet del lado de la travesía, desplazado de ti unos 30 ó 40 cm y con el mango vertical. Desplaza ahora los crampones, juntando y separando alternativamente los pies (o cruzándolos), hasta quedar centrado con el piolet vertical. Procura no pivotar sobre las puntas frontales, para evitar que éstas se desclaven (a no ser que lleves crampones mono-punta). Desclava y clava de nuevo junto a ti el primer piolet a 45°. ESCALADA EXTREMA EN HIELO La escalada en hielo es una mezcla de escalada libre y artificial. Como en la escalada artificial en roca, los avances técnicos procuran cada vez más medios, mejores herramientas para progresar y asegurarse. Pero también, como en la escalada libre en roca, la técnica, el repertorio gestual y el entrenamiento físico y psíquico, son determinantes de la dificultad a la que puede acceder cada individuo. Los escaladores vanguardistas aprovechan todas estas ventajas técnicas, buscando rutas cada vez más difíciles y expuestas, donde existen largos tramos, en los que los anclajes apenas aguantarían algo más que el peso del escalador, incluso algunas reuniones no serían capaces de resistir una caída.

No todos los escaladores están dispuestos a aceptar los mismos riesgos, o tienen la misma capacidad para juzgarlos. Lo que para algunos es una locura, para otros no pasará de ser un excitante ejercicio. Obviamente, igual que sucede en la roca, el grado de compromiso puede variar mucho entre dos rutas de la misma dificultad técnica. La utilización o no de medios como los anclajes de expansión, en reuniones o como seguros, puede cambiar totalmente el carácter de la escalada.

Una escalada considerada extrema, puede ser una sucesión de grandes y verticales muros helados, donde las protecciones pueden ponerse a discreción y son fiables, en este caso la dificultad se limita a dosificar inteligentemente las fuerzas. O también efímeras columnas o chapas de hielo en precario equilibrio, que exigen de toda la sabiduría y valor. Llegados a cierto límite, la configuración del hielo puede aceptar pocos o ningún punto de protección. En caso de caída del primero, probablemente sea la reunión el último recurso de detención y si tampoco ésta es segura... Aquí está el límite tolerable, ya que además de arriesgar la propia vida, se pone en peligro la del compañero. En este caso sería justificable colocar anclajes de expansión sobre la roca, si éste es el único medio posible de protección, o mejor aún, retirarse simplemente a esperar otra ocasión con condiciones de hielo más favorables.

La escalada extrema requiere desde luego audacia, pero también la serenidad y el raciocinio suficientes, para buscar un equilibrio entre compromiso y peligro desmedido. Sólo el valor bien dirigido por una mente equilibrada, puede llevar a realizar grandes y difíciles empresas, pero nunca confundas valor con temeridad. La ignorancia es osada, la realidad de esta afirmación, hace que escaladores no preparados para calibrar el peligro acometan escaladas con riesgos inaceptables, la ruleta rusa puede estar ese día de su parte y salir airosos, tristemente esto les animará para repetir otra hazaña similar, y la suerte no dura siempre. O animan a otros a repetir su machada en vista del éxito. Sé crítico y realista con tus capacidades y las de tus compañeros, y aprende a valorar los peligros, sin dejarte llevar por lo que hagan otros o por tus ansias

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de recorrer esa ruta que tanto deseas. Recuerda, el juego no consiste en coleccionar escaladas extremas, sino disfrutar y mantenerse vivo.

El extremo opuesto también existe, como forma de paliar la incapacidad o la ignorancia a base de medios. El contagio de la escalada deportiva, hace que escaladores sin formación, piensen en la escalada en hielo como otra modalidad más de escalada de consumo. Este contagio de la hiperseguridad y desconocimiento de los recursos de aseguramiento en hielo, hace que en algunas cascadas proliferen sólidos anclajes en roca en reuniones y largos, cuando no son necesarios, ya que la cantidad de hielo o las fisuras de la roca permiten una escalada limpia y segura. TÉCNICAS ESPECIALES La escalada extrema en hielo requiere un gran repertorio gestual, y sobre todo una actitud abierta y exploradora, para resolver cada movimiento cuando el hielo escasea, o cuando su configuración opone formaciones difíciles o imposibles de flanquear utili-zando la técnica básica. La escalada libre de dificultad en roca es el mejor aprendizaje y entrenamiento, y todos los movimientos utilizados se pueden aplicar al hielo, la única diferencia, es que brazos y pies se sujetan de una forma artificial por prolongaciones con ganchos, pero la sensación de libertad es similar. Bloqueo en desplome, cruce de brazos, talonamiento, "yaniro", cerrojo de rodilla, oposiciones, bavaresa, presas invertidas... todo puede ser útil, y la imaginación y riqueza gestual del escalador pueden resolver pasajes de aspecto imposible. Técnica del “yaniro” Herramientas: para aprovechar al máximo sus cualidades, la hoja del piolet debe estar modificada, como se indica en la descripción del piolet en el capítulo de material. De esta forma conseguirás un óptimo gancheo sobre hielo delgado, y podrás utilizar aguje-ros ínfimos. La dragonera será tanto más eficaz, cuanto más cerca tenga el tiro (la unión al mango) del regatón. Para los desplomes pronunciados, debes saber que las hojas de curva clásica son más seguras, ya que tienden a anclarse más cuando tiras del mango hacia afuera, lo contrario de las hojas de curva invertida tipo "banana". Para muchas técnicas, necesitarás golpear con los piolets de forma poco natural, en posturas forzadas o con poco sitio; practica estos anclajes atípicos para cuando los necesites.

Los crampones monopunta, aparte de penetrar con mayor facilidad, ofrecen muchas ventajas en la escalada de dificultad, ya que te permiten mover y bascular el pie sin que la otra punta se salga, como ocurre con los crampones de dos puntas frontales. Esto aumenta las posibilidades de los pies, para dar pasos largos, de lado, cruzarlos... Además puedes aprovechar los agujeros dejados por el piolet, para romper lo mínimo cuando escalas hielo muy fino. También te sirven los huecos entre estalactitas, o en la roca, las pequeñas presas sobre las que puedes pivotar el pie o las fisuras. El efecto trípode que se consigue con las puntas próximas a la delantera, hacen estos crampones también muy estables en condiciones normales. En la talonera de los crampones

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automáticos, puedes colocar un tornillo que sobresalga un par de centímetros; estas "espuelas" te permitirán hacer ganchos de talón eficaces en pilares u otras situaciones. Es mejor que no afiles este tornillo, ya que podrías hacerte daño al sentarte sobre los crampones o cruzar los pies. Bloqueos: en muros verticales o extraplomados, para conseguir anclar los piolets lo más alto posible y con el mínimo esfuerzo, puedes hacer como cuando escalas desplomes en roca: en vez de bloquear el brazo con el cuerpo de frente, gira el cuerpo hacia el brazo que te sustenta, dejando éste delante del pecho. De esta forma el hombro contrario se eleva, y te permite ganar altura sin excesivo esfuerzo por parte del brazo flexionado. Como la cadera también gira, tienes que colocar los crampones de lado, uno sobre las puntas del lado interno y el otro sobre las del externo, así que fíjate bien como lo haces para que te sujeten.

Un caso extremo de bloqueo ingenioso en techos, es el llamado "yaniro", es difícil ejecutarlo con crampones, pero puede suponer la solución a un pasaje que de otra forma sería agotador: consiste en pasar la pierna contraria al brazo con el que bloqueas, por encima de éste, después se bloquea la puntera de esa pierna debajo del techo, para con esta oposición de fuerzas, elevar el hombro y el brazo libre y hacer un nuevo anclaje más alto. Oposiciones: aprovecha la estructura del hielo para escalar en oposición siempre que puedas y descargar peso de los brazos. Muchas veces la proximidad de dos pilares, de un pilar y la roca, una chimenea entre dos columnas... te permite la técnica de chimenea o de oposición en X. Reposos: de igual manera, una estalactita, una cortina colgante o la roca, te pueden permitir apoyar la espalda, el trasero o un hombro. Puedes también hacer un gancho con la pierna o el brazo alrededor de alguna formación o un gancho de rodilla, talón u otras posturas que descubras. La postura de la "rana", usada como reposo en roca (de cara a la pared, agachados con las rodillas abiertas), se puede hacer hasta en los sitios más verticales si encuentras una pequeña repisa para los pies. Presas naturales: lo más cerca que puedes estar de la escalada libre en hielo: columnas, estalactitas, agujeros, coliflores. Puedes usarlas como presas de mano, para fracturar menos o crear menos tensión en el hielo; a veces es simplemente mejor utilizarlas como presas que anclar las herramientas. Unos guantes de lana, son el complemento perfecto para procurar la adherencia necesaria. Además de ahorrar energía, es una práctica muy instructiva para enriquecer el conocimiento del hielo y la destreza con los pies. Pero cuando escales de primero no conviene que abuses de las presas de mano, ya que puede ser más precario. Practica con la cuerda por arriba para mejorar tu percepción del hielo. Hielo fino: aparte de tener una solidez variable, como cualquier otro dependiendo de la temperatura, puede estar más o menos adherido a la roca. En cualquier circunstancia, el hielo de poco espesor debes tratarlo con suma delicadeza, fraccionando hacia abajo suavemente y nunca hacia afuera. Muévete con suavidad y sin tirones. Los anclajes de manos y pies debes hacerlos a diferente altura, para evitar la fracturación horizontal. El primer diente de la hoja, modificado para ganchear, es determinante cuando hay poco hielo. Busca los lugares apropiados, como pequeños huecos entre abultamientos, burbujas de aire, zonas con algo más de espesor o mejor soldadas a la roca, y aprovéchalos para colocar el piolet con un solo golpe delicado o picando con cuidado

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una muesca. Aprovecha todas las posibilidades de gancheo sin golpear, como detrás de pequeñas columnas, el hueco entre el hielo y la roca o los huecos entre dos columnas. Cuando ganchees no subas demasiado alto sobre tus herramientas, para no hacer palanca y extraerlas accidentalmente. Cramponea con cuidado en los mismos sitios en los que plantaste el piolet; los crampones monopunta son aquí una evidente ventaja al poder usar los mismos agujeros, pero ojo si el hielo esta podrido, ya que una punta raja con más facilidad el hielo. En este caso es mejor que busques las zonas con más hielo o apoyos en la roca. Cruces de brazos: cruzar los brazos es una buena solución para salidas en diagonal o travesías. Donde los emplazamientos son escasos, no conviene perder energías o fracturar más el hielo. Anclajes en diagonal, laterales, invertidos o de revés: la solución para resolver una secuencia complicada, necesita a veces anclajes atípicos como éstos. Procura colocar el mango bien orientado, para fraccionar sin torsión en la hoja. Como en las bavaresas de roca, mantén la oposición con los pies si lo necesitas. En los anclajes laterales e invertidos, es mejor si gancheas simplemente, para poder mover rápidamente la herramienta una vez alcanzado el punto al que pretendías llegar. En estos movimientos laterales, surge a veces la necesidad de equilibrarse para no "hacer la puerta", es decir que el cuerpo se gire sin control al no tener apoyo en un lado: estira una pierna hacia el lado contrario para compensar este desequilibro. El golpe de revés, hacia un lado o hacia atrás, es raro (practícalo), pero es muy útil para pasarse de una columna a otra, de la pared a una cortina colgante u otras situaciones similares donde tienes que "cambiar de lado". Gancheo de un piolet sobre otro: en los pasajes complicados, ranchear con un piolet sobre la hoja del que ya está sólidamente anclado, es una forma de ahorrar número de anclajes, lo que se traduce en rapidez, menos fracturación del hielo y ahorro de energía. Talonamientos: con espuelas o sin ellas, el talón puedes usarlo para hacer un gancho y equilibrarte, colocándolo detrás de una columna o estalactita o incluso en casos extremos encima del piolet, las posibilidades nunca están cerradas. También puedes hacer cerrojos con el pie en fisuras. EJERCICIOS PARA HIELO VERTICAL • Asegurado con la cuerda por arriba (desde una reunión o en polea), escala un muro

empinado sólo con los crampones y un piolet, trata de hacer el mínimo número de anclajes.

• Escala un muro vertical, memoriza sus relieves, luego repítelo lo más rápido que puedas, y trata de utilizar los mismos agujeros que antes. Repítelo otra vez con los ojos vendados visualizando mentalmente la ruta.

• Escala en polea todo lo que puedas de una ruta, utilizando los crampones y las manos. Aprovecha todos los relieves que puedas utilizar como agarres: agujeros,

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coliflores, columnas... Utiliza todas las técnicas de la escalada en roca... y sobre todo utiliza los pies.

• Escala en polea un largo de hielo vertical, aporreando con los piolets y los crampones con todas tus fuerzas. Repítelo con la mayor suavidad que seas capaz y compara las sensaciones.

• Escala en polea con otra cuerda colgando, como si escalaras de primero. Busca los mejores sitios para descansar y colocar protecciones. Siente lo sólidos que quedan tus piolets. Comprueba a la bajada la colocación de los tornillos. Haz ésta u otras rutas varias veces en polea antes de meterte en un largo de primero.

• Baja rapelando un largo de una ruta, y coloca los tornillos (a unos 3 m uno de otro) y las cintas para asegurarte, haz el largo (sin prisas, sin pánico) unas dos veces, desequípalo y ahora a por todas.

• Para no machacarle los nudillos o para buscar el golpe adecuado de tu piolet, golpea en cámara lenta, deja que sea primero el pico el que golpea el punto fijo que miras y que elegiste para clavarlo, encuentra el ángulo correcto para el balanceo y golpea ahora con fuerza.

• Aprovecha las oportunidades para hacer "pasos de bloque" al lado del suelo, llevando la técnica al límite.

• Observa detenidamente un largo de hielo que quieras escalar, y escala la ruta con la mente antes de acometerla, resolviendo los pasajes más difíciles. Después escala y compara las soluciones reales con las imaginadas. Cuanto más coincidan, tu mente estará mejor dispuesta para solucionar los retos más difíciles.

• Nunca se termina de aprender, observa a los demás y ten siempre los ojos y la mente abierta a cualquier nueva información, técnica o truco. No olvides que la mejor forma de ser un buen primero de cuerda, es ser antes un buen segundo.

ESCALADA EN TERRENO MIXTO Es la escalada típica de alta montaña y los grandes recorridos de pared, donde todos los elementos, roca, nieve y hielo, se mezclan o alternan (tampoco es extraño servirse para progresar de matojos, barro o musgo helado). En la escalada en hielo, con frecuencia es necesario escalar en este terreno, ya sea por escasez de hielo o para conectar la escalada de varios tramos helados. La escalada mixta es un difícil arte, una síntesis de todas las técnicas de escalada, aplicadas creativamente en un terreno incierto, y por tanto constituye la más sutil, delicada y compleja forma de escalar.

Atención a los movimientos y equilibrio son la base de una progresión segura, aunque precisamente asegurarse no suele ser tarea fácil, y deberás recurrir a toda suerte de astucias para colocar alguna protección. Procura escalar sobre el hielo o la nieve, ya que es más rápido, pero busca las protecciones sobre la roca, ya que es más seguro y ofrece normalmente más posibilidades. No te fíes ciegamente de las reseñas, los itinerarios de escalada mixta suelen ser complejos y cambiantes, guíate por tu propia intuición y escoge el recorrido en función de las condiciones.

El terreno mixto obliga con frecuencia a escalar en roca con crampones, ya que no puedes estar quitándolos y poniéndolos a cada momento. Las herramientas de mano por el contrario, es fácil soltarlas y dejarlas colgadas de la muñeca, o colocarlas en un portapiolet en el arnés, con lo que siempre puedes elegir entre agarrar las presas con las manos (con guantes o sin ellos) o utilizar los piolets a modo de ganchos. Los guantes tienen que permitirte gran tacto, para manejar bien la variedad de útiles y técnicas que necesitarás.

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Con las herramientas en la roca Tendrás al principio una sensación extraña e insegura, ya que el contacto con la roca se hace a través de elementos artificiales.

Con los crampones normales de dos puntas debes estar muy atento, y no mover el pie una vez que hayas apoyado las puntas delanteras, es fácil que cualquier movimiento lateral haga que alguna punta pierda apoyo (levantar los talones es también negativo). Ya sabes que los crampones monopunta no tienen este inconveniente, y te permiten pivotar el pie de forma deliberada, aumentando las posibilidades gestuales; también permiten empotrar la punta en fisuras estrechas o empotrarla por torsión en fisuras más anchas. Sobre placas de roca lisas y tumbadas, es mejor que intentes la técnica de los pies planos, esperando que las puntas aprovechen las asperezas, pero cuando hay más pendiente debes trabajar con las puntas delanteras (o laterales), aprovechando las regletas, agujeros o fisuras.

Los piolets te ofrecen multitud de posibilidades. Con la hoja puedes aprovechar cualquier repisa, agujero o fisura en todas sus modalidades, tracción directa a modo de gancho, torsión aplicando presión lateral al mango o empotramiento en grietas finas. La pala, el martillo y la cabeza (del piolet se entiende), puedes usarlas a modo de empotradores o añadiendo un efecto leva por torsión. Hasta el mismo mango del piolet puede ser introducido en una fisura, y usado a modo de palanca o torsionado a modo de leva, girando el pico aprovechando su sección oval. EJERCICIOS PARA ESCALADA MIXTA • Busca y practica a ras de suelo todas las posibilidades de utilización de tus piolets y

crampones: gancheos, empotramientos de las puntas, de la pala, del martillo, torsión de la hoja, palanca con el mango... y lo que se te ocurra. Trata de encontrar los límites de utilización.

• Asegurado desde arriba, escala con crampones y piolets un largo de mixto o roca, tratando de utilizar el repertorio que descubriste en el ejercicio anterior. Repítelo con crampones pero usando las manos y compara sensaciones. Repítelo otra vez si es posible sin crampones ni piolet.

• Observa detenidamente un largo de mixto difícil que quieras escalar, y escala con la mente la ruta antes de acometerla, resolviendo los pasajes más difíciles. Después escala y compara las soluciones reales con las imaginadas. Cuanto más coincidan, tu técnica estará progresando más.

• Escala un largo de mixto difícil poniendo todos los seguros que seas capaz (aunque no los necesites), se imaginativo y saca todo el provecho del terreno y de tu material. Utiliza con atención la técnica de la doble cuerda para que ésta deslice con facilidad.

ANCLAJES EN EL HIELO El hielo ofrece multitud de posibilidades para instalar protecciones y asegurarse, aunque su resistencia es más difícil de evaluar que en la roca. A menudo no es fácil asegurarse cuando el hielo escasea o es malo, pero un buen alpinista debe ser capaz de construir un anclaje aunque sea de un montón de basura.

El pico del piolet bien plantado, es un sistema sencillo para asegurar en pendientes de hielo fáciles, donde puedes necesitar un seguro rápido sobre la marcha, y la potencial caída no es grave. Los tornillos para hielo son el anclaje más práctico, pero el hielo ofrece también multitud de anclajes naturales, que puedes aprovechar si estás atento a cualquier oportunidad.

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TORNILLOS Y PITONES DE HIELO Como su nombre indica, los tornillos tubulares se colocan a rosca, y los pitones a martillazos. Su resistencia está en función de los siguientes factores: La dureza del hielo Es el factor más importante, en hielo bueno todo funciona. Los mejores hielos se encuentran obviamente con temperaturas por debajo de cero, el tornillo perfora y funde el hielo a medida que penetra, solidificándose segundos más tarde y consiguiendo así una resistencia óptima. Con valores sobre cero, el tornillo introducido sigue fundiendo el hielo a su alrededor, quedándose cada vez más flojo y reduciéndose su resistencia por palanca y a la extracción. El tamaño de la rosca Unas espiras afiladas y de gran relieve son una buena cualidad para un tornillo tubular de rosca. La separación de las espiras de la rosca determina la facilidad de penetración, y el tamaño de éstas consigue la tenacidad a la extracción. La longitud introducida en el hielo En hielo malo, un tornillo largo ofrece más resistencia y mayor tenacidad a la extracción, puede además llegar a las capas interiores, que quizá sean más resistentes. Los tornillos sometidos a carga crean tensión en las capas superficiales, que se van fracturando hasta que la fuerza dobla el tornillo y provoca que se parta o arranque. En hielo bueno la longitud no es tan importante, y el tornillo aguantará si tiene una rosca pronunciada. La inclinación con que se coloque en el hielo Para que un tornillo aguante, la regla general es colocarlo con una inclinación de aproximadamente 10° con relación a la perpendicular de la pendiente y en contra de la dirección de la carga. Si es posible, busca para el emplazamiento zonas más tumbadas, incluso si el hielo es malo, puedes tallar previamente un pequeño escalón para, emplazar allí el tornillo y optimizar su resistencia.

Pero en buen hielo, los tornillos con rosca de gran relieve pueden conseguir mayor resistencia si se colocan perpendiculares a la superficie, e incluso unos 15° inclinados en dirección de la carga, es decir, al revés de como vimos anteriormente. Bajo grandes cargas, la inclinación habitual hacia arriba transmite mayor tensión al hielo de las capas superficiales, que pueden ceder y provocar que el tubo se doble, parta o arranque. Con esta inclinación negativa se eliminan estos problemas, y la rosca consigue mejor resistencia a la extracción. El problema radica en juzgar si el hielo es bueno, además, en las escaladas difíciles es donde más suele escasear el hielo bueno y homogéneo. Si eres principiante, mejor coloca siempre los tornillos de la forma habitual antes que equivocarte. Recuerda que esta forma de colocación, sólo es válida para los tornillos tubulares de rosca muy marcada, los pitones que se introducen a martillazos ("snarg") tienen una rosca con un relieve poco marcado, y sólo se pueden colocar de la manera convencional. La resistencia del material que compone el tornillo Los buenos tornillos y pitones tienen resistencia más que suficiente. No es éste el problema cuando algo falla. Adquiere tornillos de buena calidad y desconfía de los chollos.

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A. Coloca los tornillos y pitonesinclinados unos 10º en dirección contraria al posible tirón.

A. Coloca los tornillos en las zonas cóncavas

B. Si el hielo es muy bueno, los tornillos con rosca de gran relieve puedes colocarlos excepcionalmente inclinados hacia abajo, lo que mejora su resistencia. C. Los pitones que se meten a martillazos, colócalos siempre con una inclinación de 10 a 15º contra el posible tirón. B. Sanea el hielo

superficial si es necesario D. En hielo malo y cuando sea posible, coloca los tornillos en repisas, donde su resistencia será óptima.

Dos tornillos colocados en serie son la mejor

protección en hielo fino

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Recomendaciones, precauciones y consejos • Un tornillo es más resistente si lo colocas en las zonas planas o cóncavas y no en las

protuberancias que tienden a estallar. • Sanea la capa exterior cuando sea necesario picando con el piolet; una capa exterior

más blanda, hará el mismo efecto que si colocases el pitón sólo hasta la mitad. • Cuando el hielo es delgado, deja de introducir el tornillo en cuanto notes algo de

resistencia, si lo fuerzas contra la roca estropearás los dientes, y esto tiene mala solución.

• Procura introducir siempre el tornillo hasta la oreja, o utiliza tornillos más cortos si hay poco hielo. En caso de no poder introducir todo el tornillo, coloca una cinta con un nudo de alondra junto a la superficie para evitar el brazo de palanca, pero tan sólo si sobresale más de 5 cm. Si sobresale 5 cm o menos, mosquetonea directamente la oreja, especialmente si el hielo es bueno e inclinas el tornillo hacia abajo en dirección de la carga, como vimos anteriormente. Lleva siempre alguna cinta tipo "spectra" para estrangular los tornillos que sobresalen, ya que en caso de resbalar hasta la cabeza del tornillo, ofrecerá mayor resistencia que una de nailon.

• Puedes "apuntalar" un tornillo que sólo haya entrado parcialmente. Ata la oreja de éste a otro tornillo colocado por encima, y que anula el brazo de palanca. Los tornillos largos son los que mejor funcionan para este sistema, que es mucho más eficaz que hacer un reparto de cargas con dos tornillos parcialmente introducidos (ver ilustración).

• Cuando quites un tornillo, retira inmediatamente el hielo de su interior, antes de que sea más difícil. Hazlo con unos golpes de la cabeza del tornillo contra el hielo, o con el pico del piolet o un alambre rígido. Después un buen soplido y listo. No golpees nunca la rosca contra sitios duros.

• Los buenos tornillos tubulares de rosca se introducen bien con una mano (algunos incluso llevan manivela), pero para que muerda la punta con facilidad, puedes picar previamente con el piolet un agujero guía, nunca más ancho que el diámetro del tornillo.

• Evita usar tornillos con orejas cortas, ya que necesitarás hacer palanca con el pico del piolet para enroscarlos y esto es incómodo y lento.

• Adquiere buenos tornillos fáciles de colocar (sí, son caros), es la mejor forma de que no te de pereza parar para asegurarte y ahorres fuerzas.

• Tiende a introducir los tornillos más despacio, cuanto más duro y estalladizo sea el hielo. Si éste se fractura (estalla) retíralo, colócalo al menos a 30 cm, o despeja a golpes de piolet el hielo fracturado y sigue roscando en el mismo sitio.

• Si escalas al sol, amontona nieve si puedes en torno a la cabeza del tornillo, para evitar que la fusión lo afloje. Esto es especialmente importante si montas una instalación para escalar en polea, vigila por si los tornillos se aflojan en exceso.

• Los ganchos de hielo pueden servirte como seguro rápido de circunstancias. Colócalo a martillazos en los agujeros dejados por los piolets, en fisuras con hielo, en pliegues entre columnas o directamente en el hielo. Su resistencia es dudosa, no confíes demasiado en ellos y utiliza los mejores modelos que encuentres.

• Si estás muy pillado, una tercera herramienta, si la llevas, puede sustituir a un gancho como seguro, pero igualmente no te confíes.

• La escalada en hielo vertical es exigente, ahorra energía colocando las mínimas protecciones con las que te sientas seguro.

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• Coloca al principio los tornillos más largos, y reserva los más cortos para el final del largo donde estarás más cansado. Además, cuanto más lejos estés de la reunión, la cuerda trasmite menos fuerza a los anclajes en caso de caída.

• Lleva los tornillos ordenados y de forma que puedas sacarlos rápidamente, cuanto más tiempo tardes más te cansarás.

C. Si no entra del todo, estrangula el tornillos con un nudo de alondra si la cabeza sobresale más de 5 cm. D. El gancho es una alternativa para asegurarse en situaciones comprometidas, aunque defícil de evaluar

COLOCACIÓN DE TORNILLOS Y PITONES Cuando escales en cabeza de cuerda planifica bien el largo, y aprovecha los mejores sitios para detenerte a colocar las protecciones. No esperes a estar pillado en un pasaje difícil para decidir que tienes que asegurarte. Sé previsor y coloca las protecciones antes, donde te encuentres más cómodo o puedas realizar mejores anclajes con los piolets. En terreno vertical, puedes tallar una pequeña repisa a la altura de la cintura, te subes a ella y pones allí un pie plano para atornillar más cómodo. Si la pendiente no es vertical, puedes simplemente pararte en equilibrio sobre las puntas delanteras, o mejor y más cómodo con los pies en técnica mixta. Mientras colocas el tornillo, asegúrate a tu piolet con el cabo de anclaje del arnés o con una cinta exprés por la que pases la cuerda. Si el hielo es vertical tienes tres métodos para colocar tus tornillos. • El método más natural, consiste en colgarse de un piolet bien anclado con el brazo

estirado, de forma que los músculos queden relajados; así cuelgas de la muñeca y de la estructura ósea. Con la mano contraria, picas el agujero de inicio si lo necesitas y colocas el tornillo a la altura aproximada de la cadera. Empuja el tornillo mientras lo giras, media vuelta en sentido de atornillado y media vuelta en sentido contrario, para empezar a atornillar definitivamente; cuidado en esta primera vuelta no se te caiga el tornillo, asegúrate de que se sujeta antes de soltarlo para cambiar la mano. Continúa atornillando y manteniendo la presión en estas primeras vueltas, y pon cuidado en que gire siguiendo un mismo eje. Cuando ha enroscado algunas vueltas, puedes hacerlo girar con la palma de la mano sobre la oreja, con un par de dedos o con una manivela. Si vas a colocar un pitón tipo "snarg", necesitarás hacer un agujero de inicio para que se sujete. Colócalo por encima de la cabeza para poder golpearlo, aunque no siempre es posible instalar pitones con una mano. Mientras estás trabajando puedes tener el otro piolet anclado, con una cinta exprés en el regatón y con tu cuerda pasada a modo de seguro, así cuando termines de colocar el tornillo, tan sólo tienes que cambiar la cinta exprés del regatón a la oreja del tornillo, para estar asegurado a éste y continuar.

• Con los pitones de percusión probablemente necesitarás las dos manos. Partiendo de la posición anterior, puedes meter el antebrazo hasta el codo en la dragonera del piolet, para tener esa mano libre (aunque con el campo de acción limitado) y que

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ayude a la otra. Si llevas un tercer piolet auxiliar, sírvete de él para golpear el pitón mientras que el otro piolet lo usas como seguro momentáneo.

• El método más descansado es quedar suspendido del arnés, unido a un piolet mediante una cinta, un gancho o un cabo de anclaje. El otro piolet servirá de ayuda para la colocación del pitón o tornillo, o también como seguro. Este método es considerado por algunos como el menos "deportivo", y es desde luego el que menos planificación estratégica necesita. También es el que utilizarás si necesitas un respiro o porque necesites arreglar o ajustar alguna pieza del equipo.

La extracción no presenta ningún problema para el segundo con los tornillos de

rosca, pero los pitones de percusión requieren a veces que se pique alrededor de la cabeza, ya que como el primero lo introdujo a martillazos, puede que no tenga sitio para girar. Los ganchos se sacan con un tirón o algunos golpes hacia arriba.

Colocando un tornillo Colocando un pitón Colocando un pitón colgando de un brazo pasando el antebrazo colgando del arnés

por la dragonera y con una tercera herramientta

SETA DE HIELO Las setas talladas son el anclaje en hielo más resistente. Son sobre todo recomendables y "limpias" para instalar anclajes de rápel. También puedes utilizarlas como seguro de reunión, pero la laboriosidad de su ejecución no las hace prácticas para este uso. La resistencia es proporcional al tamaño y a la dureza del hielo, aunque para hacerse una idea, una seta entre 30 ó 40 cm de diámetro en buen hielo, puede ser más resistente que la cuerda.

Talla donde la superficie te parezca sólida y uniforme. Comienza tallando una línea de contorno en forma de herradura abierta hacia abajo, de unos 30 a 40 cm de

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ancho, por unos 50 cm de largo. Con esta referencia pica con cuidado todo el canal para la cuerda, ayudándote del pico y la pala del piolet. Golpea de dentro de la seta hacia afuera, para evitar romper la parte que te interesa. Agranda el canalillo hasta una profundidad de unos 10 ó l5 cm. Una vez con la profundidad correcta, pica con sumo cuidado (esta es la parte más delicada del trabajo) en la base de toda la seta, para hacer un rebaje marcado hacia dentro a modo de cuello, esto le da la forma de seta y evita que la cuerda se escape. La parte inferior de la herradura no se pica, la seta queda con su forma de herradura vista desde arriba. TÚNEL DE HIELO Este simple, ingenioso y aparentemente obvio sistema de anclaje, fue ideado por el alpinista soviético Vitaly Abalakov en los años 30, junto con otros inventos en cuestión de material y técnica (una forma de denominarlo en Canadá es 'Abalakov Sandwich"). Es utilizable como seguro en cualquier circunstancia, pero su mejor utilidad es como anclaje de rápel. Es multidireccional, y se puede realizar con poco trabajo en cualquier superficie, horizontal o vertical. Consiste en fabricar un túnel en forma de V en el hielo mediante tomillos tubulares, por el que pasar un anillo o cordino de forma similar a los puentes de roca. Para poder enhebrar con facilidad, necesitas un trozo de alambre rígido de unos 25 cm de largo con un pequeño gancho en la punta, que puedes fabricarte tú mismo (también se venden). Ten en cuenta que la cinta plana reparte la carga en más superficie que el cordino. Aunque su resistencia es variable según la dureza del hielo, en los ensayos en buen hielo los túneles han soportado más de 900 kp (con cordino de 7 mm). Para rapelar tienes que abandonar un anillo, meter la cuerda directamente es posible, pero no es una buena idea, ya que se puede adherir al interior y

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resultarte imposible recuperarla. Si el hielo es sospechoso y no te fías, puedes construir dos o más túneles próximos. • Atornilla hasta el fondo el tornillo tubular más largo que tengas (22 cm), inclinado

hacia un lado unos 30° con respecto a la perpendicular a la superficie. • Saca parcialmente este tornillo para que te sirva de referencia visual. • Atornilla otro igual de largo, con similar inclinación hacia el lado opuesto, y

separado del primero unos 15 ó 25 cm (dependiendo de la longitud de los tornillos), de forma que los agujeros se encuentren en el interior.

• Saca los dos tornillos, asegúrate visualmente de que los túneles se juntan metiendo el alambre, y ayudándote con éste, inserta por uno de los túneles un cordino o una cinta de la longitud adecuada.

• Caza y saca con el alambre la punta del cordino desde el otro túnel, y ya con los dos extremos fuera, tira y mueve en forma de sierra el cordino para limar los bordes interiores.

• Por último anuda el anillo y el anclaje está listo. OTROS ANCLAJES Tanto en roca como en hielo, con atención e ingenio puedes aprovechar el medio para realizar anclajes. Esta riqueza de recursos te puede resolver situaciones comprometidas. Columnas Un anclaje evidente pasando un anillo o la cuerda alrededor. Las columnas de hielo pueden tener desde unos centímetros a varios metros de diámetro. Puedes utilizarlas como protección del largo o para anclaje de rápel, en este caso, mejor que no rápeles de ninguna columna más delgada que tu pierna, y asegúrate de que está bien soldada y no tiene fracturas. Anclas improvisadas Las separaciones que quedan a veces entre la roca y el hielo, son lugares excelentes para este tipo de anclajes. Haz una entalladura vertical, e introduce a modo de ancla entre la roca y el hielo un tornillo (como un piolet horizontal), con un anillo anudado en el medio mediante un nudo de alondra o ballestrinque. Saca el anillo por la entalladura para añadirle el mosquetón. En vez de una entalladura, es incluso mejor si perforas un agujero con un tornillo para sacar el anillo. También puedes aprovechar de esta forma estrangulamientos naturales entre columnas. Puentes de hielo naturales En las cascadas de hielo suelen encontrarse agujeros que se comunican, aprovéchalos con un anillo. Estalagmitas y "coliflores" Como en la roca se aprovechan los bloques, lajas o cuernos, en el hielo puedes encontrar formaciones aprovechables. Talla las entalladuras necesarias (como en una seta) si existe la posibilidad de que el anillo se salga fácilmente. Empotradores y "friends" Aparte de su utilización normal en la roca, es posible utilizar también empotradores grandes entre dos columnas muy juntas. Otros empotradores como los "tri-camp", pueden eventualmente colocarse entre la roca y el hielo si el pico muerde bien. También

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los friends son utilizables en teoría entre roca y hielo..., pero procura que las levas muerdan bien para que no se muevan, puedes para esto picar un pequeño asiento en el hielo. Pitones de roca No te olvides de los clavos aunque escales en hielo, son de gran utilidad cuando éste escasea. En escalada mixta, muchas veces son el único anclaje viable. Lleva siempre algún clavo de acero, sobre todo planos. ASEGURAMIENTO EN HIELO Los anclajes sobre el hielo y por tanto los sistemas de aseguramiento, son más fiables que en la nieve, aunque en hielo la caída también es más probable en caso de error, y no existe además la posibilidad de auto-detenerse una vez que se ha adquirido velocidad. En hielo el aseguramiento es siempre necesario, pero esto no significa que haya que escalar siempre a largos y montando reuniones. En función de la dificultad, las condiciones o vuestra capacidad, se pueden emplear tres sistemas de aseguramiento. • Progresión simultánea con seguros intermedios. • Progresión simultánea con seguros intermedios, deteniéndose sobre la marcha para

asegurar un pasaje concreto. • Escalada de reunión a reunión con seguros intermedios. PROGRESIÓN SIMULTÁNEA Es la forma más rápida de escalar en cordada, como ya vimos se trata de que los miembros de la cordada progresen al unísono. En terrenos fáciles también puedes practicarla en hielo, pero siempre colocando seguros intermedios entre el primero y el segundo, de forma que al menos haya dos seguros intermedios entre ambos. Cuando el segundo esta recuperando en seguro inferior, el primero ha colocado o está colocando otro. De vez en cuando se necesita hacer una reunión, para intercambiar material o tomar el relevo. Practicar esta forma de escalar, sólo es justificable cuando la velocidad es necesaria para evitar exponerse a otros peligros mayores, y la decisión de adoptarla, ha de ser tomada sopesando juiciosamente las condiciones de la pendiente y la capacidad personal. PROGRESIÓN SIMULTÁNEA CON ASEGURAMIENTOS Si progresando a la vez, el primero o el segundo encuentra algún pasaje especialmente delicado, es aconsejable detenerse y asegurar instalando un anclaje, por lo menos hasta que se pase a terreno más fácil y se continúe simultáneamente. Lo más rápido es clavar profundamente el pico del piolet (o piolets), y autoasegurándose a él, realizar un aseguramiento a la cadera como en nieve (para asegurar al 1°), o asegurar directamente al piolet (para asegurar al 2°) mediante un mosquetón colocado preferentemente en el agujero del regatón, o si no, en el de la cabeza, siempre que la posible tracción sea en una dirección favorable, que no arranque el piolet, sino que lo clave más. Sobre el mosquetón colocado en el piolet puedes utilizar un nudo dinámico. En sitios muy tumbados, puedes también pisar el mango del piolet mientras aseguras al regatón, lo que afirma el piolet en su sitio.

Sobre pendientes suaves puedes asegurar con el "tornillo bota". Coloca un tornillo en la zona más tumbada que encuentres, coloca un

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mosquetón en él, y pisa el tornillo con el pie del monte, dejando la oreja fuera y descargando en el pie gran parte del peso. Utiliza para asegurar un nudo dinámico en el mosquetón, o pasa la cuerda por el mosquetón, después por encima de la bota y alrededor del tobillo, controlando la fricción con las manos. También puedes pasar la cuerda que sale del mosquetón por la cadera y asegurar de pie. Aseguramiento con tornillo bota

Disposición de los Tornillos para la

reunión

ESCALADA CON REUNIONES Escalar de reunión a reunión con seguros intermedios, es naturalmente la forma más segura y controlada. Una reunión no es más que un lugar, preferentemente cómodo, donde el primero se detiene cuando se acaba la cuerda, y coloca los anclajes necesarios para asegurar con todas las garantías al segundo mientras éste sube. Posteriormente, cuando los dos se reúnen, este lugar debe igualmente ofrecer seguridad para ambos, mientras uno de los dos continúa el siguiente largo, hasta agotar la cuerda de nuevo y repetir el proceso. Para acortar la posible caída, el primero va colocando anclajes intermedios como en la escalada en roca, que el segundo retirará cuando suba. La cuerda, es controlada en todo momento con un sistema de freno por el escalador que permanece en la reunión, para asegurar a su compañero y que la potencial caída sea la mínima posible.

Una reunión en hielo, se monta habitualmente con dos tornillos como anclaje principal. Las propias herramientas del escalador pueden servir como anclajes secundarios, para descargar el peso del escalador o reforzar si es necesario el anclaje principal. Con hielos malos, puedes añadir algún tornillo más u otro tipo de anclaje. Los anclajes no han de ser forzosamente tornillos, y las combinaciones son múltiples. Las setas y los túneles pueden servir, pero lo más práctico en el hielo son los tornillos.

La secuencia normal de progresión con reuniones en hielo es la siguiente: • Cuando subas de primero asegurado por tu compañero, irás colocando seguros

intermedios a medida que los necesites. • Una vez informado por tu compañero de que queda poca cuerda, busca alguna repisa

o depresión en el hielo; si el muro tiene total continuidad, una zona de hielo con mejor aspecto.

• A continuación clava tus herramientas autoasegurándote a ellas. • Coloca un tornillo y asegúrate a él. • Coloca un segundo tornillo por encima del primero, separado más o menos unos 80

cm (para evitar que la posible fracturación del hielo afecte a ambos) y desplazado de su vertical unos 15 cm hacia el lado por el cual saldrá de la reunión tu compañero en

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el próximo largo. Si el hielo es muy sólido, este tornillo puede servir a tu compañero como primer anclaje del siguiente largo.

• Haz un reparto de cargas multidireccional o fijo entre los dos tornillos, con la cuerda o un anillo, y asegúrate al punto central del reparto.

• Avisa a tu compañero, para que te deje de asegurar y vaya desmontando la reunión anterior. Mientras, talla una repisa para colocar los pies.

• Clava los piolets de forma que refuercen de forma secundaria la reunión (nunca deben recibir la tracción principal), o coloca entre ellos otro anillo haciendo un reparto y cuelga tu peso de allí, aunque debes permanecer asegurado al punto principal. Recuerda que el mejor punto para atarte al piolet es el regatón.

• Recupera la cuerda sobrante, monta el sistema para asegurar a tu compañero, y avísale de que puede empezar a subir.

• El segundo, que sabe ahora que está asegurado, suelta su último autoseguro(suelen ser sus propias herramientas) y comienza a escalar.

• Cuando llega a la reunión después de limpiar el largo, se autoasegura y prepara el material para continuar el siguiente.

• El que se queda en la reunión prepara el sistema de aseguramiento para el primero (sistema de freno en el arnés).

• En el caso de que el hielo sea excelente, el escalador que continúa sale de la reunión por el lado en el que está el tornillo más alto, y lo utiliza como primer seguro (nunca si existen dudas sobre la solidez de este punto).

• Nada más salir de la reunión, coloca un tornillo para evitar un factor de caída alto, y los siguientes puntos de seguro los puede ir distanciando más en función de la escalada.

SISTEMAS DE ASEGURAMIENTO Asegurar a 2°: una vez autoasegurado al punto central, lo más práctico para asegurar al segundo, es instalar un nudo dinámico en el punto central del reparto de cargas, o una placa de autobloqueo ("gigi" "magic"...), que deja correr la cuerda en una sola dirección. En esta posición y con las cuerdas colgando, es fácil recoger cuerda y sujetar al compañero. También puedes asegurar con el tubo de freno, el ocho o el nudo dinámico colocado como siempre en el arnés, y hacer un reenvío al tornillo más alto de la reunión (sólo si los anclajes son sólidos), para que el hipotético tirón te llegue desde arriba. Si la pendiente es poco pronunciada, puedes también colocarte sentado de cara al valle y

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proceder de la misma forma que en la nieve, asegurando a la cadera o con un dispositivo de freno.

Aseguramiento al segundo con nudo dinámico

Aseguramiento al arnés con reenvío

en la reunión

Asegurar al 1°: para el primero utiliza como es habitual el dispositivo de freno unido al arnés. En el caso de que ya hayas utilizado el dispositivo de freno con un reenvío para asegurar a tu compañero cuando subía de segundo, ya estás preparado para asegurarle ahora que sigue de primero, y no tienes que cambiar nada. Si los anclajes son muy buenos, el reenvío que hiciste para asegurar al segundo, es ahora el primer seguro del siguiente largo. Si los anclajes son dudosos, esto es peligroso, al sobrecargar en caso de caída este tornillo por el efecto polea. Asegura entonces con un nudo dinámico en el punto central de la reunión, y no pases la cuerda por ningún tornillo de la reunión como primer seguro. El primero debe entonces colocar un seguro en cuanto pueda. Aseguramiento al primero con un nudo dinámico

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CAÍDAS Controlar las caídas en terreno con anclajes dudosos Cuando el hielo es bueno no hay problema, un tornillo puede soportar normalmente cualquier caída, pero cuando los anclajes son precarios toda precaución es poca. • Si el hielo es malo, coloca al menos tres tornillos en la reunión. • Con anclajes dudosos en la reunión, utiliza un reparto fijo (ver nudos) mejor que

otro multidireccional, ya que en caso de fallo de un punto, existe un peligroso tirón y un posible choque de piezas, que puede romper el mosquetón de seguridad del punto central.

• También puedes utilizar un reparto multidireccional, pero con nudos en cada sección de anillo cerca del punto central, para minimizar el problema anterior.

• Asegura siempre con sistemas de freno dinámicos, más dinámicos (menos fuerza de retención) cuanto más precarios sean los anclajes.

• Evita un alto factor de caída colocando un seguro nada más salir de la reunión (a 1 m como mucho del punto más alto).

• No pases la cuerda del primero por ningún tornillo de la reunión, ya que el efecto polea podría arrancarlo, asegura directamente al punto central del reparto.

• Aprovecha la técnica de doble cuerda, pasando siempre las cuerdas en simple por los seguros. Esto da elasticidad al sistema, si pasas las dos cuerdas se duplica peligrosamente la fuerza de choque, sobre todo en los primeros anclajes.

• Con la técnica de doble cuerda, el primero pasa una de sus cuerdas por el primer seguro al salir de la reunión, mientras no pase la otra por ningún seguro, deja comba en esta segunda cuerda, para que en caso de caída no trabajen las dos accidentalmente (mayor fuerza de choque).

• En pasajes críticos (como la salida de la reunión), procura si puedes, poner dos puntos de seguro y hacer un reparto entre ellos, o pasar una cuerda por cada uno (mejorarán la resistencia con cintas disipadoras).

• Utiliza cintas disipadoras en los primeros anclajes, donde la fuerza de choque será más elevada en caso de caída. Estas cintas pueden reducir de un 20 a un 50 % la fuerza de choque sobre el anclaje.

• Si dispones de varias cintas disipadoras, usa éstas en cualquier anclaje de largo, incluso en la reunión si todos los anclajes son dudosos.

• En la reunión también puedes colocar un sistema de absorción con una placa disipadora.

• En estos terrenos tan comprometidos, no pases de largo ninguna posibilidad de colocar un buen anclaje, aunque en ese pasaje en concreto la escalada sea fácil, más arriba quizá no existan posibilidades.

Volar entre pinchos No olvides tampoco las consecuencias que la caída puede acarrearte. En escalada en hielo siempre hay que evitar las caídas, aunque éstas se desarrollen en circunstancias óptimas en cuanto a factor de caída favorable y buenos anclajes, ya que al ir equipados de toda una suerte de pinchos, corres un grave riesgo de herirte. Si la caída es en una pared vertical, tienes más posibilidades de evitar el peligro separándote de la pared (como en las caídas en escalada en roca), intentando amortiguar el impacto con la pared, con las manos y pies flexionados. Si caes cuando la escalada se desarrolla sobre pendientes, procura separar las herramientas del cuerpo y flexionar las piernas, para tratar de evitar que un enganchón de los crampones te provoque lesiones. Todo esto es

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muy fácil de decir, pero lo mejor es seguir la norma de antaño "el primero de cuerda nunca debe caerse". PROBLEMAS Cuerdas tiesas Las cuerdas heladas y tiesas, son el mayor problema para asegurar durante una escalada. Puedes prevenirlo en gran medida utilizando cuerdas hidrófugas, que no absorben agua y por tanto conservan mayor flexibilidad. Aun así, es frecuente que las cuerdas estén demasiado tiempo en contacto con el agua que escurre por las cascadas o con la propia nieve, las cuerdas entonces se pueden convertir en auténticos cables. En este caso los aparatos de freno funcionan mal o no funcionan. Las cuerdas rígidas por el hielo no sólo se manejan mal, además pierden gran parte de su elasticidad y por tanto capacidad de absorción de energía. Si a esto añades que el sistema de freno se bloquea súbitamente, al estar la cuerda tiesa, estarás realizando un peligroso aseguramiento casi estático. Para asegurar al segundo de cuerda puede ser válido, pero en una caída del primero, es peligroso para toda la cadena de elementos de seguro. Con este problema de las cuerdas tiesas, un buen sistema es asegurar a la cadera. La cuerda activa se pasa por un mosquetón, colocado en el tornillo más alto de la reunión, después por otro mosquetón unido al anillo ventral del arnés del asegurador, desde donde sale para rodear su cintura por detrás y pasar de nuevo por el mismo mosquetón, o por otro colocado en otro anclaje de la reunión; la cuerda se controla con las dos manos. Las cuerdas heladas también te complicarán la vida para rapelar, si utilizas un ocho, puedes pasar las cuerdas en modo "rápido", directamente por el mosquetón. También puedes improvisar un freno de mosquetones simple, que provoca poca fricción. Los platos rotos Con temperaturas muy frías, el hielo puede estar estalladizo y difícil de escalar. A cada anclaje un sonido hueco, una loncha de hielo que cambia de color y se ahueca. No te cuelgues de un piolet en estas condiciones, saca con cuidado la herramienta para que no se caiga el trozo, y vigila por si caen los platos rotos sobre ti. Si el trozo se sujeta en su sitio, prueba a anclar en otro lado, pero si no puedes o el plato ya cayó, limpia y pica la zona afectada, a menudo el hielo de debajo es mejor para anclar, ya que está aislado de la temperatura exterior. Si el compañero está en la vertical y tienes que limpiar la zona, trata de romper la vajilla en trozos más pequeños para minimizar las bombas. Unas herramientas afiladas o una hoja tubular, son el mejor consuelo para el hielo estalladizo. Estructuras inestables Los pilares, estalactitas, estructuras a base de cortinas de carámbanos y otras formaciones por el estilo, pueden ser de tamaños muy variados y tener unos anclajes a la roca o una base de soporte de muy diferente calibre. La solidez de estas estructuras es con frecuencia imprevisible, pero los días más cálidos son más peligrosos que los fríos, el hielo se funde y se despega de la roca, debilitando la estabilidad de toda la estructura. Las fracturas horizontales son un síntoma sospechoso, quizá lleven allí tiempo, y la formación se ha vuelto a soldar, pero eso es difícil de valorar. Las cascadas que no llegan a la vertical serán siempre más estables, si tienen una buena base de soporte, y no presentan zonas discontinuas donde el hielo sea más delgado. En pilares y estructuras finas, no coloques las herramientas demasiado cerca una de la otra para reducir la fracturación, y mejor si gancheas en vez de golpear. Usa todas las argucias posibles, como agarres para la mano, ganchos de talón o pierna... presiona con los crampones

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Mejor que golpear. Los crampones monopunta rompen menos y puedes aprovechar los mismos agujeros del piolet. Inconvenientes del invierno Si eres principiante, no debes pasar por alto algunos detalles que complican la vida de escalador en invierno. Ten en cuenta, que no es lo mismo escalar en enero que en marzo, las condiciones suelen ser más duras a principio de la temporada, los días muy cortos y los peligros como las avalanchas más presentes. Planifica de forma realista y prudente, y no te separes de tu linterna frontal aunque vayas a hacer una ascensión de un día. Antes de que puedas tener un criterio propio, puedes comenzar el invierno con rutas cortas y sin peligro, con aproximaciones y descensos sencillos. Más tarde, a medida que adquieras confianza, métete en mayores fregados, ya cuando los días sean más largos y haya condiciones más estables y conocidas.

Te percatarás también del inconveniente de que muchas reuniones, puntos de seguro e incluso rápeles previamente instalados, quedan tapados por la nieve o el hielo, sobre todo a principio de temporada. Sé autosuficiente en cuanto a material y recursos, sin confiar demasiado en los equipamientos fijos. La aproximación puede convertirse en un suplicio, unas raquetas o unos esquís (los hay muy cortos Asegurar con cuerdas heladas para aproximaciones), pueden ser la diferencia entre disfrutar del invierno o llegar agotado y sin ganas de escalar. En resumen, sé prudente en invierno, y sobre todo no subestimes las rutas con fama de fáciles, te puedes llevar más de una sorpresa. LA ESCALADA DE PRIMERO Escalar en cabeza de cuerda en hielo vertical es un asunto serio, reservado para escaladores con experiencia y confianza en sí mismos, ya trotados en muchas escaladas en roca desequipadas, y acostumbrados a las incógnitas que representa no tener ningún seguro ni reunión instalados. Escaladores que conocen bien sus limitaciones y pueden juzgar las condiciones nada más pegar el primer pioletazo. A medida que el suelo se aleja, la presión psicológica crece, los brazos y las pantorrillas se cansan y el peligro aumenta. Las protecciones pueden suponer un alivio temporal, pero instalar demasiadas origina más cansancio y puede convertir el largo en un suplicio.

No tengas prisa, sé realista y sincero con tu preparación y tus posibilidades, escala de segundo o en polea todo lo necesario hasta que adquieras confianza, y empieza tus escarceos con el cabo de cuerda caliente en escaladas sencillas con buenas condiciones.

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La actitud del escalador en estas lides ha de ser positiva y audaz. Es necesaria una buena dosis de coraje, no acometas un largo de 90° donde tienes que trabajar, resoplar, pensar, colocar tornillos, buscar el mejor itinerario, y ya fatigado montar una buena reunión lejos del suelo, si antes no tienes la suficiente confianza en ti mismo para iniciar el largo con el ímpetu necesario. Concéntrate, respira profundamente, relaja tu mente y calienta y estira los músculos antes de empezar. Ya estás preparado, pero ten en cuenta estos consejos: • Antes de comenzar clava tus piolets en el hielo para juzgar las condiciones, siente

como se clava, y juzga según tus impresiones, quizá no sea el día o el momento adecuado.

• No lleves demasiada ropa, pese a lo que pueda parecer, la escalada en hielo es una actividad en la que se suda.

• Si hace frío, llevad una chaqueta caliente para el que permanece en la reunión asegurando al primero y os la vais turnando.

• Escala con guantes flexibles y ligeros, que te permitan manejar el material con facilidad y agarrar las herramientas con buen tacto.

• En cualquier caso has de llevar guantes de repuesto, así que deja los guantes gordos y calientes para la reunión.

• Lleva el material de forma ordenada y accesible, para saber en todo momento dónde tienes que echar la mano.

• Insisto, coloca un tornillo nada más salir de la reunión. • Aunque los tornillos en teoría los puedes espaciar más, cuanto más te alejas de la

reunión, mete los tornillos que te aconseje tu estado físico y mental. Miedo y cansancio son frecuentes al final del largo y te pueden jugar una mala pasada.

• Reserva los tornillos más cortos para el final del largo, donde seguro estarás más cansado y además la fuerza de choque sería inferior.

• Si no todos tus tornillos son de los que se meten con facilidad con una mano, reserva los mejores para donde estés más pillado.

• Escala con astucia, parándote para asegurarte o descansar en los sitios mejores, y no en mitad del pasaje clave o donde el hielo ha empeorado.

• El final de un largo o una vía puede deparar sorpresas desagradables, como hielo fino o un campo de nieve inestable. Resiste la tentación de querer salir rápidamente, si no sabes si tendrás cuerda para llegar a un sitio seguro. Sé previsor y monta la reunión antes, en un lugar que os permita salir de forma cómoda, sin recurrir a la peligrosa escalada simultánea.