Meloda: Aprite le finestreBiografaFundador del Opus DeiSus enseanzasSus obrasSu retorno a la casa del PadreDos santos unidos por el amor a la VirgenEstampa del FundadorDesde el cielo os ayudar msPinturas al leo de Martha OrozcoFin de la presentacin

San Josemara Escriv nace en 1902 en Barbastro, Espaa. Es el segundo de seis hermanos. Aprende de sus padres y en la escuela los fundamentos de la fe e incorpora tempranamente a su vida costumbres cristianas como la confesin y la comunin frecuentes, el rezo del Rosario y la limosna. La muerte de tres hermanas pequeas y la ruina econmica familiar le hacen conocer muy pronto la desgracia y el dolor: esta experiencia templa su carcter, de un natural alegre y expansivo, y le hace madurar. En 1915 la familia se traslada a Logroo, donde su padre ha encontrado un nuevo trabajo. En 1918, Josemara intuye que Dios quiere algo de l, aunque no sabe qu es. Decide entregarse por entero a Dios y hacerse sacerdote. Piensa que de ese modo estar ms disponible para cumplir la voluntad divina. Comienza los estudios eclesisticos en Logroo, y en 1920 se incorpora al seminario diocesano de Zaragoza, en cuya Universidad Pontificia completa su formacin previa al sacerdocio. En Zaragoza cursa tambin -por sugerencia de su padre y con permiso de los superiores- los estudios universitarios de Derecho. En 1925 recibe el sacramento del Orden y comienza a desarrollar su ministerio pastoral, con el que, a partir de entonces, se identifica su existencia. Ya sacerdote, sigue a la espera de la luz definitiva sobre lo que Dios quiere de l. En 1927 se traslada a Madrid para obtener el doctorado en Derecho. Le acompaan su madre, su hermana y su hermano, pues desde el fallecimiento de su padre, en 1924, Josemara es el cabeza de familia. En la capital de Espaa lleva a cabo un intenso servicio sacerdotal, principalmente entre pobres, enfermos y nios. Al mismo tiempo, se gana la vida y mantiene a los suyos impartiendo clases de materias jurdicas.

Son tiempos de grandes apuros econmicos, vividos por toda la familia con dignidad y buen nimo. Su apostolado sacerdotal se extiende tambin a jvenes estudiantes, artistas, obreros e intelectuales que, en contacto con los pobres y enfermos a los que Josemara atiende, van aprendiendo a practicar la caridad y a comprometerse con sentido cristiano en la mejora de la sociedad. En Madrid, el 2 de octubre de 1928, durante un retiro espiritual, Dios le hace ver la misin a la que lo ha destinado: ese da nace el Opus Dei. La misin especfica del Opus Dei es promover entre hombres y mujeres de todos los mbitos de la sociedad un compromiso personal de seguimiento de Cristo, de amor a Dios y al prjimo y de bsqueda de la santidad en la vida cotidiana. Desde 1928, Josemara Escriv se entrega en cuerpo y alma al cumplimiento de la misin fundacional que ha recibido, aunque no por eso se considera un innovador ni un reformador, pues est convencido de que Jesucristo es la eterna novedad y de que el Espritu Santo rejuvenece continuamente la Iglesia, a cuyo servicio ha suscitado Dios el Opus Dei. En 1930, como consecuencia de una nueva luz que Dios enciende en su alma, da inicio al trabajo apostlico de las mujeres del Opus Dei. Josemara Escriv pondr siempre a la mujer, como ciudadana y como cristiana, frente a su personal responsabilidad -ni mayor ni menor que la del varn- en la construccin de la sociedad civil y de la Iglesia.

En 1934 publica -con el ttulo provisional de "Consideraciones espirituales"- la primera edicin de "Camino", su obra ms difundida, de la que con el paso de los aos se han editado ms de cuatro millones de ejemplares. En la literatura espiritual, Josemara Escriv tambin es conocido por otros ttulos como "Santo Rosario", "Es Cristo que pasa", "Amigos de Dios", "Va Crucis", "Surco" o "Forja". La guerra civil espaola (1936-1939) supondr un serio obstculo para la naciente fundacin. Son aos de sufrimiento para la Iglesia, marcados, en muchos casos, por la persecucin religiosa, de la que el fundador del Opus Dei slo despus de numerosas penalidades conseguir salir indemne. En 1943, por una nueva gracia fundacional que Josemara Escriv recibe durante la celebracin de la Misa, nace la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, en la que se incardinan sacerdotes que proceden de los fieles laicos del Opus Dei. La plena pertenencia de fieles laicos y de sacerdotes al Opus Dei, as como la orgnica cooperacin de unos y otros en sus apostolados, es un rasgo propio del carisma fundacional del Opus Dei que la Iglesia ha confirmado al determinar su especfica configuracin jurdica. La Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz desarrolla tambin, en plena sintona con los Pastores de las Iglesias locales, actividades de formacin espiritual para sacerdotes diocesanos y candidatos al sacerdocio. Los sacerdotes diocesanos tambin pueden formar parte de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, sin dejar de pertenecer al clero de sus respectivas dicesis.

Consciente de que su misin tiene raz y alcance universales, Josemara Escriv se traslada a Roma en 1946, apenas concluida la guerra mundial. Entre ese ao y 1950, el Opus Dei recibe varias aprobaciones pontificias con las que quedan corroborados sus elementos fundacionales especficos: su finalidad sobrenatural, cifrada en difundir el mensaje cristiano de la santificacin de la vida corriente; su misin de servicio al Romano Pontfice, a la Iglesia universal y a las Iglesias locales; su carcter universal; la secularidad; el respeto de la libertad y la responsabilidad personales y del pluralismo en temas polticos, sociales, culturales, etc. Desde Roma, por directo impulso del fundador, el Opus Dei ir extendindose paulatinamente a treinta pases de los cinco continentes entre 1946 y 1975. A partir de 1948 pueden pertenecer al Opus Dei, a pleno ttulo, personas casadas que buscan la santidad en su propio estado. En 1950, la Santa Sede aprueba tambin que sean admitidos como cooperadores y ayuden en las labores del Opus Dei hombres y mujeres no catlicos y no cristianos: ortodoxos, luteranos, hebreos, musulmanes, etc.

En la dcada de los 50, Josemara Escriv alienta la puesta en marcha de proyectos muy variados: escuelas de formacin profesional, centros de capacitacin para campesinos, universidades, colegios, hospitales y dispensarios mdicos, etc. Estas actividades, fruto de la iniciativa de fieles cristianos corrientes que desean atender, con mentalidad laical y sentido profesional, las concretas necesidades de un determinado lugar, estn abiertas a personas de todas las razas, religiones y condiciones sociales: la clara identidad cristiana de las iniciativas promovidas por los fieles del Opus Dei, en efecto, se compagina con un profundo respeto a la libertad de las conciencias. Durante el Concilio Vaticano II (1962-1965), el fundador del Opus Dei mantiene una relacin intensa y fraterna con numerosos Padres conciliares. Objeto de sus frecuentes conversaciones son algunos de los temas que constituyen el ncleo del magisterio conciliar, como por ejemplo la doctrina sobre la llamada universal a la santidad o sobre la funcin de los laicos en la misin de la Iglesia. Profundamente identificado con la doctrina del Vaticano II, Josemara Escriv promover diligentemente su puesta en prctica a travs de las actividades formativas del Opus Dei en todo el mundo.

Entre 1970 y 1975, su empeo evangelizador le mueve a emprender viajes de catequesis por Europa y Amrica. Mantiene numerosas reuniones de formacin, sencillas y familiares -aun cuando a veces asisten miles de personas-, en las que habla de Dios, de los sacramentos, de las devociones cristianas, de la santificacin del trabajo, con el mismo vigor espiritual y capacidad comunicativa de sus primeros aos de sacerdocio. Fallece en Roma el 26 de junio de 1975. Lloran su muerte miles de personas que se han acercado a Cristo y a la Iglesia gracias a su labor sacerdotal, a su ejemplo y a sus escritos. Un gran nmero de fieles se encomiendan desde ese da a su intercesin y piden su elevacin a los altares. El 6 de octubre de 2002, ms de 400.000 personas asisten en la plaza de san Pedro a la canonizacin de Josemara Escriv. En la homila, Juan Pablo II seal que el nuevo santo comprendi ms claramente que la misin de los bautizados consiste en elevar la Cruz de Cristo sobre toda realidad humana, y sinti surgir de su interior la apasionante llamada a evangelizar todos los ambientes.

El Papa anim a los peregrinos llegados desde los cinco continentes a seguir sus huellas. "Difundid en la sociedad, sin distincin de raza, clase, cultura o edad, la conciencia de que todos estamos llamados a la santidad. Esforzaos por ser santos vosotros mismos en primer lugar, cultivando un estilo evanglico de humildad y servicio, de abandono en la Providencia y de escucha constante de la voz del Espritu". Volver al ndice

El Opus Dei fue fundado en Madrid, Espaa, el 2 de octubre de 1928 por San Josemara Escriv de Balaguer. En 1982, el Papa Juan Pablo II lo erigi en prelatura personal de mbito internacional mediante la Constitucin Apostlica Ut sit. Su nombre completo es Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei. Las prelaturas personales son figuras jurdicas, previstas por el Concilio Vaticano II, que se constituyen para llevar a cabo peculiares tareas apostlicas: en el caso del Opus Dei, para difundir en todos los ambientes de la sociedad una profunda toma de conciencia de la llamada universal a la santidad y al apostolado, y ms concretamente del valor santificador del trabajo ordinario.

"Realmente es un gran ideal el vuestro -deca el Papa Juan Pablo II en 1979-, que desde los comienzos se ha anticipado a la teologa del laicado, que caracteriz despus a la Iglesia del Concilio y del posconcilio. Tal es el mensaje y la espiritualidad del Opus Dei: vivir unidos a Dios en medio del mundo, en cualquier situacin, cada uno luchando para ser mejor con la ayuda de la gracia, y dando a conocer a Jesucristo con el testimonio de la propia vida". En la actualidad, pertenecen a la prelatura ms de 84.000 personas, sacerdotes y laicos, de los cinco continentes. Volver al ndice

Todos santos Tienes obligacin de santificarte. T tambin. -Quin piensa que sta es labor exclusiva de sacerdotes y religiosos? A todos, sin excepcin, dijo el Seor: Sed perfectos, como mi Padre Celestial es perfecto. Todo hombre y toda mujer est llamado a amar a Dios con todo su corazn y con toda su mente y con toda su alma, y amar a su prjimo como a s mismo, no como una simple posibilidad terica, sino como una realidad prctica. sta es la voluntad de Dios, vuestra santificacin, dice San Pablo dirigindose a los primeros cristianos. El mensaje es pues viejo como el Evangelio y como el Evangelio nuevo. Dios llama a todos los bautizados a la plenitud de la santidad. Es necesario repetir una y otra vez que Jess no se dirigi a un grupo de privilegiados, sino que vino a revelarnos el amor universal de Dios. Todos los hombres son amados de Dios, de todos ellos espera amor. De todos, cualesquiera que sean sus condiciones personales, su posicin social, su profesin u oficio. Todos, estn donde estn; cualquiera que sea su estado; agentes de bolsa, trabajadores de fbrica, programadores informticos, dependientes, estudiantes y jubilados todos! son llamados a la santidad no a pesar de vivir en el mundo, sino precisamente en y a travs de las situaciones y actividades que forman su vida cotidiana. Muchedumbres de hijos de Dios, santificndose en su vida de ciudadanos corrientes, compartiendo afanes, ilusiones y esfuerzos con las dems criaturas. De san Josemara Homila Hacia la santidadVolver al ndice

San Josemara Escriv de Balaguer escribi mucho a lo largo de su vida Me llamo Escriv y escribo, sola decir, bromeando y sus libros, difundidos por los cinco continentes, conocen continuas reediciones y traducciones a nuevas lenguas, prendiendo en miles de personas la luz y el calor de la fe cristiana, como deseaba su Autor. Pero an queda mucho material salido de su pluma que permanece indito y que ver la luz en el futuro. Ese material est compuesto, en gran medida, por los numerosos escritos espirituales y cartas de carcter formativo, teolgico y pastoral que dirigi a las mujeres y los hombres del Opus Dei desde los aos treinta hasta su fallecimiento en 1975. San Josemara se muestra en ellos como un pastor de almas que vela sin desmayo por la formacin cristiana de sus hijas e hijos. Otra parte de ese material an no publicado lo forman sus escritos personales, en los que vierte su intimidad con Dios. Existe adems un gran nmero de homilas y un amplsimo epistolario que recoge su correspondencia con cientos de personas.

Camino, fruto de la labor sacerdotal que san Josemara Escriv haba iniciado en 1925, aparece por primera vez en 1934 (en Cuenca, Espaa) con el ttulo de "Consideraciones Espirituales". En la edicin siguiente -realizada en Valencia en 1939-, el libro, notablemente ampliado, recibe ya su ttulo definitivo. Desde entonces se ha difundido con un ritmo sostenido y progresivo. Actualmente, se han publicado de Camino cerca de 4.500.000 ejemplares en 43 idiomas. Camino tiene un estilo directo, de dilogo sereno, en el que el lector se encuentra frente a las exigencias divinas en un ambiente de confianza y amistad. Cuando se public en Italia, L'Osservatore Romano coment: "Mons. Escriv de Balaguer ha escrito ms que una obra maestra, ha escrito inspirndose directamente en el corazn, y al corazn llegan directamente, uno a uno, los prrafos que forman Camino."Lee despacio estos consejos. Medita pausadamente estas consideraciones. Son cosas que te digo al odo, en confidencia de amigo, de hermano, de padre. Y estas confidencias las escucha Dios. No te contar nada nuevo. Voy a remover en tus recuerdos, para que se alce algn pensamiento que te hiera: y as mejores tu vida y te metas por caminos de oracin y de Amor. Y acabes por ser alma de criterio. (Camino, Prlogo del autor)Puedes leerlo dando clic en seguida: http://www.escrivaobras.org/book/camino.htm

"Lo que en estas pginas aparece es la vida misma del cristiano, en la que -al paso de Cristo- lo divino y lo humano se entrelazan sin confusin, pero sin solucin de continuidad" (Mons. lvaro del Portillo, Presentacin). Al igual que Camino, Surco es fruto de la oracin personal y de la experiencia de almas de san Josemara Escriv. Compuesto tambin por puntos de meditacin, presenta una atractiva visin de las virtudes humanas. "Surco quiere alcanzar la persona entera del cristiano -cuerpo y alma, naturaleza y gracia-, y no slo la inteligencia", escribi Mons. lvaro del Portillo en una nota de presentacin del libro. San Josemara haba dejado preparado el libro para su publicacin a falta slo de la revisin final, que no tuvo tiempo de hacer. La primera edicin apareci, pstuma, en 1986. Desde entonces se han publicado cerca de 500.000 ejemplares en numerosos idiomas.Djame, lector amigo, que tome tu alma y le haga contemplar virtudes de hombre: la gracia obra sobre la naturaleza. Pero no olvides que mis consideraciones, por muy humanas que te parezcan, como las he escrito -y aun vivido- para ti y para m cara a Dios, por fuerza han de ser sacerdotales. Ojal que estas pginas hasta tal punto sirvan de provecho -as lo pido a Nuestro Seor- que nos mejoren y nos muevan a dejar en esta vida, con nuestras obras, un surco fecundo. (Surco, Prlogo del autor) Puedes leerlo dando clic en seguida: http://www.escrivaobras.org/book/surco.htm

Estructurada de la misma forma que Camino y Surco, la ltima obra publicada de san Josemara, Forja, "es un libro de fuego, cuya lectura y meditacin pueden meter a muchas almas en la fragua del Amor divino, y encenderlas en afanes de santidad y apostolado, porque ste era el deseo de Mons. Escriv" (Mons. lvaro del Portillo, Presentacin). La primera edicin es de 1987. Hasta ahora se han publicado algo ms de 400.000 ejemplares en 14 idiomas. El mismo autor explica el ttulo, al sealar en el breve prlogo: "Cmo no voy a tomar tu alma -oro puro- para meterla en forja, y trabajarla con el fuego y el martillo, hasta hacer de ese oro nativo una joya esplndida que ofrecer a mi Dios, a tu Dios?" El libro consta de 1055 puntos de meditacin, distribuidos en 13 captulos. Muchas de esas consideraciones, que el fundador del Opus Dei escribi en su mayor parte por los aos treinta, tienen carcter autobiogrfico, aunque suelen aparecer narradas en tercera persona. La trama del libro sigue el itinerario interior de un cristiano que anhela la progresiva identificacin con Cristo: "Forja, en definitiva, acompaa al alma en el recorrido de su santificacin, desde que percibe la luz de la vocacin cristiana hasta que la vida terrena se abre a la eternidad" (Mons. lvaro del Portillo, Presentacin).Puedes leerlo dando clic en seguida: http://www.escrivaobras.org/book/forja.htm

Publicado por primera vez en 1977, es la primera obra pstuma de san Josemara. Recoge 18 homilas pronunciadas entre 1941 y 1968. Su objetivo es ayudar a vivir la amistad con un "Dios cercano al lector" utilizando como punto de referencia una serie de virtudes humanas y sobrenaturales. Son homilas en las que el autor toma las virtudes cristianas como hilo conductor de su coloquio filial con Dios. Del libro se han publicado hasta el momento 400.000 ejemplares. Existen ediciones en 13 lenguas. En la presentacin del libro, Mons. lvaro del Portillo precisa que estas homilas "contienen doctrina vivida, donde la hondura del telogo va unida a la transparencia evanglica del buen pastor de almas". "En este segundo volumen de homilas -contina Mons. lvaro del Portillo- recogemos algunos textos que se editaron mientras Mons. Escriv de Balaguer se encontraba an a nuestro lado, aqu en la tierra, y otros de los muchos que dej para publicar ms adelante, porque trabajaba sin prisa y sin pausa." "Estas dieciocho homilas trazan un panorama de las virtudes humanas y cristianas bsicas, para el que quiera seguir de cerca los pasos del Maestro. (...). Con Mons. Escriv de Balaguer, la palabra se hace coloquio con Dios -oracin-, sin dejar de ser una entraable conversacin en sintona con las inquietudes y esperanzas de quienes le escuchan. Son, pues, estas homilas una catequesis de doctrina y de vida cristiana donde, a la vez que se habla de Dios, se habla con Dios: quizs sea ste el secreto de su gran fuerza comunicativa, porque se refiere siempre al Amor, en un mirar a Dios sin descanso y sin cansancio."

"Junto a la sencillez, resalta en estos escritos un constante contrapunto de amor apasionado, desbordante. El camino hacia la santidad que nos propone Mons. Escriv de Balaguer est tendido con un profundo respeto a la libertad. Se deleita el fundador del Opus Dei con las palabras de San Agustn, con las que afirma el Obispo de Hipona que Dios "juzg que seran mejores sus servidores si libremente le servan".Puedes leerlo dando clic en seguida: http://www.escrivaobras.org/book/amigos_de_dios.htm

Es Cristo que pasa recoge 18 homilas pronunciadas por san Josemara entre 1951 y 1971, en diversas fiestas distribuidas a lo largo del ciclo litrgico. El hilo conductor es la filiacin divina, que implica la llamada universal a la santidad, la santificacin del trabajo ordinario, la contemplacin en medio del mundo, la unidad de vida. La primera edicin es de 1973. Hasta la fecha se han publicado unos 500.000 ejemplares en 14 idiomas. Mons. lvaro del Portillo explica en la presentacin del libro que este volumen recoge una pequea parte de la gran catequesis que llev a cabo el fundador del Opus Dei con su predicacin. "Las Homilas no constituyen un tratado teolgico, en el sentido corriente de la expresin. No han sido concebidas como un estudio o una investigacin sobre temas concretos; estn pronunciadas a viva voz, ante personas de las ms diversas condiciones culturales y sociales, con ese don de lenguas que las hace asequibles a todos. Pero esos pensamientos y consideraciones estn tejidos en el conocimiento asiduo, amoroso de la Palabra divina. Mons. Escriv de Balaguer no se dirige -no hay que perder de vista que son textos hablados- a un auditorio de especulativos, de curiosos de la espiritualidad cristiana. Habla a personas de carne y hueso, que tienen ya en el alma la vida de Dios o que, barruntando el amor divino, estn dispuestos a acercarse a l".Puedes leerlo dando clic en seguida: http://www.escrivaobras.org/book/es_cristo_que_pasa.htm

Amar a la Iglesia rene tres homilas del fundador del Opus Dei: Lealtad a la Iglesia, El fin sobrenatural de la Iglesia y Sacerdote para la eternidad. El volumen incluye adems, dos artculos de Mons. lvaro del Portillo en torno a la figura del fundador del Opus Dei. Desde 1986, se han publicado 12 ediciones en 9 idiomas, que suman 40.000 ejemplares. La primera edicin en chino sali a la luz en octubre de 2001. "Este libro obedece -explica Jess Urteaga en la Presentacin- al deseo de presentar en un solo volumen tres homilas de Mons. Josemara Escriv de Balaguer y dos escritos de Mons. Alvaro del Portillo, ntimo colaborador y primer sucesor de san Josemara Escriv, con un tema nico reflejado en el ttulo que lleva: Amar a la Iglesia. Esta era su enseanza constante: 'La nica ambicin, el nico deseo del Opus Dei y de cada uno de sus hijos es servir a la Iglesia, como Ella quiere ser servida, dentro de la especfica vocacin que el Seor nos ha dado' ".Puedes leerlo dando clic en seguida: http://www.escrivaobras.org/book/amar_a_la_iglesia.htm

Volumen elaborado por la Universidad de Navarra con motivo de la beatificacin de su Fundador y Primer Gran Canciller, donde se recogen los diversos discursos acadmicos pronunciados por l ante la corporacin universitaria, la homila pronunciada en el campus de la Universidad de Navarra en octubre de 1967 y algunas otras declaraciones pblicas suyas sobre temas universitarios. Finalmente se incluyen los discursos del acto acadmico celebrado el 26 de junio de 1992 con motivo del aniversario del fallecimiento del entonces beato Josemara. Prologa el volumen el entonces obispo y Prelado del Opus Dei, Monseor lvaro del Portillo, Gran Canciller de la Universidad de Navarra, que pone magistralmente de relieve los grandes rasgos del pensamiento de san Josemara sobre la Universidad.Puedes leerlo dando clic en seguida: http://www.escrivaobras.org/book/discursos_universitarios.htm

Santo Rosario, publicado por primera vez en 1934, consta de una serie de consideraciones sobre los quince misterios del Rosario (gozosos, dolorosos y gloriosos), para facilitar el rezo de esa oracin mariana y la contemplacin de esas escenas de la vida del Seor y de su Madre Santsima. El libro concluye con unos breves comentarios sobre la letana lauretana. San Josemara redact de un tirn esta pequea obra en 1931, durante la accin de gracias de la Santa Misa. Se public en 1934 con objeto de ayudar a los lectores a dirigirse con sencillez y confianza a la Virgen Mara y, a travs de Ella, a la Santsima Trinidad. Porque -como dice en el prlogo- "el principio del camino que tiene por final la completa locura por Jess es un confiado amor hacia Mara Santsima". Actualmente, Santo Rosario est publicado en 25 idiomas. Su difusin supera los 700.000 ejemplares.Como en otros das, ha de ser hoy el Rosario arma poderosa, para vencer en nuestra lucha interior, y para ayudar a todas las almas. Ensalza con tu lengua a Santa Mara: reparacin te pide el Seor, y alabanzas de tu boca. Ojal sepas y quieras t sembrar en todo el mundo la paz y la alegra, con esta admirable devocin mariana y con tu caridad vigilante. Nota del autor, Roma, octubre de 1968. Puedes leerlo dando clic en seguida: http://www.escrivaobras.org/book/santo_rosario.htm

El libro Va Crucis consta de breves comentarios a las catorce estaciones del Va Crucis, nacidos de la oracin personal de Josemara Escriv. "El Va Crucis no es un ejercicio triste -comenta Mons. lvaro del Portillo en el prlogo-. Muchas veces ense Mons. Escriv de Balaguer que la alegra tiene sus races en forma de cruz. Si la Pasin de Cristo es camino de dolor, tambin es la ruta de la esperanza y de la victoria segura. Esta nueva obra pstuma de Mons. Escriv de Balaguer, como las anteriores, fue preparada para ayudar a hacer oracin y, con la gracia de Dios, para crecer en espritu de compuncin -dolor de amor- y de agradecimiento al Seor, que nos ha rescatado con el precio de su sangre". La primera edicin de Va Crucis apareci en 1981. Desde entonces se han publicado poco ms de 400.000 ejemplares en 19 idiomas.Seor mo y Dios mo, bajo la mirada amorosa de nuestra Madre, nos disponemos a acompaarte por el camino de dolor, que fue precio de nuestro rescate. Queremos sufrir todo lo que T sufriste, ofrecerte nuestro pobre corazn, contrito, porque eres inocente y vas a morir por nosotros, que somos los nicos culpables. Madre ma, Virgen dolorosa, aydame a revivir aquellas horas amargas que tu Hijo quiso pasar en la tierra, para que nosotros, hechos de un puado de lodo, vivisemos al fin in libertatem glori filiorum Dei, en la libertad y gloria de los hijos de Dios. Via Crucis, Introduccin Puedes leerlo dando clic en seguida: http://www.escrivaobras.org/book/via_crucis.htm

El libro recoge siete entrevistas que concedi san Josemara, entre 1966 y 1968, a Le Figaro, The New York Times, Time, L'Osservatore della Domenica y a varias revistas espaolas (Telva, Gaceta Universitaria y Palabra). El fundador del Opus Dei responde, a menudo extensamente, a las preguntas que le hacen sobre la Iglesia y el Concilio -que acababa de concluir-, los derechos y libertades individuales, la vida universitaria, la mujer y la sociedad, el Opus Dei, etc. El libro concluye con la homila "Amar al mundo apasionadamente", pronunciada en el campus de la Universidad de Navarra el 8 de octubre de1967, ante 40.000 personas procedentes de Espaa y de otros pases europeos y americanos. Esta homila, de gran aliento espiritual, expresa de manera clara, condensada y directa, el espritu en que se inspiran las respuestas dadas por el fundador del Opus Dei a los diferentes entrevistadores. Conversaciones con Mons. Escriv de Balaguer fue publicado por primera vez en el ltimo trimestre de 1968 en castellano, ingls, italiano y portugus. Despus ha aparecido tambin en francs, alemn, cataln, neerlands, polaco y chino. En total, del libro se han publicado, hasta la fecha, 350.000 ejemplares.Puedes leerlo dando clic en seguida: http://www.escrivaobras.org/book/conversaciones.htm

Penetrante estudio teolgico-jurdico, a partir de las fuentes y documentos originales, sobre el caso extraordinario de jurisdiccin cuasiepiscopal por parte de la abadesa del famoso monasterio burgals. La primera edicin se public en 1944.Puedes leerlo dando clic en seguida: http://www.escrivaobras.org/book/abadesa.htmVolver al ndice

El 26 de junio de 1975 se levant muy temprano, como de costumbre. Hizo media hora de oracin ante el Santsimo y celebr la Misa Votiva de la Virgen. Tras el desayuno, pidi a los que le acompaaban que le dijeran de su parte a una determinada persona, que desde haca aos estaba ofreciendo la Santa Misa por la Iglesia y por el Santo Padre. Hoy mismo precis he ofrecido al Seor mi vida por el Papa. A las nueve y media de la maana parti hacia Castelgandolfo, donde se reuni con un grupo de mujeres del Opus Dei que le esperaban en el Colegio Romano de Santa Mara. Vosotras tenis alma sacerdotal les coment os dir como siempre que vengo aqu. Vuestros hermanos seglares tambin tienen alma sacerdotal. Podis y debis ayudar con esa alma sacerdotal y, con la gracia del Seor y el sacerdocio ministerial en nosotros, los sacerdotes de la Obra, haremos una labor eficaz... Me imagino que de todo sigui dicindoles sacis motivo para tratar a Dios y a su Madre bendita, nuestra Madre, y a San Jos, nuestro Padre y Seor, y a nuestros ngeles Custodios, para ayudar a esta Iglesia Santa, nuestra Madre, que est tan necesitada, que lo est pasando tan mal en el mundo, en estos momentos. Hemos de amar mucho a la Iglesia y al Papa, cualquiera que sea. Pedid al Seor que sea eficaz nuestro servicio para su Iglesia y para el Santo Padre.

Al cabo de unos veinte minutos se sinti indispuesto, y decidi regresar a Roma con lvaro del Portillo y Javier Echevarra. Llegaron a Villa Tevere. Faltaba poco para las doce del medioda. Salud al Seor en el Sagrario, con una genuflexin pausada y reverente, y se dirigi hacia su cuarto de trabajo. Al entrar, mir con cario una imagen de la Virgen de Guadalupe. De pronto, se sinti gravemente indispuesto: Javi! No me siento bien. Y cay desplomado en el suelo. Cinco aos antes, durante su estancia en Mxico, haba contemplado con especial devocin una pintura antigua en la que la Virgen de Guadalupe da una rosa a san Juan Diego. As quisiera morir musit: mirando a la Santsima Virgen, y que ella me d una flor. Dios le concedi aquel deseo y los ojos sonrientes y maternales de la Virgen de Guadalupe, ante la que haba rezado tantas veces, recibieron su ltima mirada en esta tierra.

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Declaraciones de Mons. Javier Echevarra con ocasin del anuncio de las canonizaciones de los beatos Juan Diego y Josemara Escriv. 05 de marzo de 2002En 1970 en Mxico, el beato Josemara coment al ver este cuadro: As quisiera morir: mirando a la Santsima Virgen, y que Ella me d una flor....Cuatro siglos separan en el tiempo a los beatos Juan Diego y Josemara Escriv, pero algo de ingente valor, el amor a la Virgen de Guadalupe, los une en el cielo y en el corazn de muchos mexicanos. Lo puso de relieve, el pasado 9 de enero, el cardenal Norberto Rivera, arzobispo de Mxico, durante la concelebracin eucarstica con ocasin del centenario del nacimiento del beato Josemara, que presidi precisamente en la baslica de Guadalupe. En su homila, el cardenal Rivera afirm que la decisin del Papa de canonizar al fundador del Opus Dei y a Juan Diego es motivo de gozo para todo el mundo, pero especialmente para los mexicanos.

Recuerdo con emocin la visita de Mons. Escriv a Mxico en 1970: su oracin a la Virgen de Guadalupe, a la que se veneraba entonces en el antiguo templo; su gozo al comprobar la devocin de los mexicanos a la Madre de Dios; y su santa "envidia" al beato Juan Diego, privilegiado interlocutor de la Reina de las Amricas. Un da, despus de un rato de coloquio con algunos sacerdotes en el Estado de Jalisco, advirti el cansancio fuerte del trabajo. Para reponerse, se retir a una habitacin en la que haba un cuadro que representaba a la Virgen de Guadalupe en el acto de dar una rosa a Juan Diego. Al reparar en ese lienzo, el beato Josemara coment: As quisiera morir: mirando a la Santsima Virgen, y que Ella me d una flor.... Como recordaba mi predecesor, Mons. lvaro del Portillo, la Virgen accedi a ese deseo: el 26 de junio de 1975, cuando nuestro Fundador llegaba al cuarto en el que sola trabajar, su corazn se detuvo; en ese despacho hay una imagen de Santa Mara de Guadalupe que recibi su ltima mirada de cario. El Papa ha querido unir de nuevo a estos dos beatos, canonizndolos en el ao 2002. Yo quiero tambin interpretar esta venturosa coincidencia como un gesto que viene a recordar a todos los cristianos que la devocin a la Virgen no envejece, no pasa de moda, permanece siempre actual, por encima del espacio y el tiempo. Pienso que somos muchos los que acudimos a Ella con la peticin que el beato Josemara formul desde Mxico durante aquel viaje de 1970: "Que Nuestra Seora, Nuestra Madre de Guadalupe, obtenga la paz para todos los pueblos de Amrica.Volver al ndice

Es la cancin italiana que Josemara Escriv pidi que le cantaran cuando se estuviese muriendo. Transcribimos el relato de ese momento que Pilar Urbano recoge en El hombre de Villa Tevere Alguien ha corrido una de las cortinas de lona azul, para celar la restallante luz, sol de membrillo, que entra por las ventanas. Andan mediados el da y el mes de marzo de 1957. En la galleria del Fumo, un grupo de hombres jvenes -diez, doce- charlan tomando caf. El Padre est con ellos. Acaban de comer. Dentro de un rato, cada uno volver a su trabajo. Es la tertulia. La conversacin informal, inconexa, no desemboca hoy en ningn tema de singular relieve. Se habla de todo y de nada. Quiz ese mismo que se levant a correr las cortinas toma la iniciativa de poner un disco, un disco de Nilla Pizzi, la ganadora del Festival de San Remo. En allegretto vivace suenan los primeros compases de la cancin. Es un aire popular, gracioso, cascabelero, pegadizo, incluso con ciertas caracolas meldicas. Todos, ms o menos, conocen esa msica. Y a Escriv le gusta mucho. Enganch su atencin desde la primera vez que la oy:

Aprite le finestre al nuovo sole: primavera, primavera. Lasciate entrare un poco daria pura Abrid las ventanas al sol nuevo: es primavera. Dejad entrar un poco de aire puro, con la fragancia de los jardines y de los prados en flor. Es primavera, fiesta del amor! Ya entonces, Escriv sorprendi a los que estaban con l dicindoles: -Me gustara or esa cancin, cuando est murindome. Escriv rara vez usa el verbo morir. Cuando lo hace, emplea la forma castellana, mucho ms recia, con su entraable carga reflexiva: morirse. Al hablar de su propia muerte, no parece que la imagine como algo rpido, repentino, que vaya a sobrevenirle de sopetn; sino como un proceso lento, fatigoso, un trance duro. Se dira que presiente el dolor de arrancarse. Tal vez por ello no dice cuando yo muera, ni siquiera cuando yo me muera, sino cuando est murindome. Imagina la muerte como una descoyuntura. Como una accin fuerte y dolorosa: el agon, la agona. Una lucha que le exigir vencer resistencia. Un combate definitivo, para el que siempre anda entrenndose, porque se trata -dice- de ganar la ltima batalla.

Ahora, sentado en un silln, casi de espaldas al ventanal corrido de la galleria, escucha esa cancin y, a tramos, la canturrea en italiano: Ya se ha abierto la primera rosa roja. Es primavera, es primavera! Tambin la primera golondrina ha regresado, y revuela por el cielo lmpido: viene a anunciar el tiempo bello. Muchachos y muchachas enamorados, abrid las ventanas al sol nuevo, a la esperanza, a la ilusin Es primavera, fiesta del amor! Ha ido recorriendo los rostros de quienes estn all, en la galleria del Fumo: lvaro del Portillo, Javier Echevarra, Joaqun Alonso, Julin Herranz, Giuseppe Molteni, Dick Rieman, Bernardo Fernndez Ardavn, Severino Monz Aqu se detiene. Severino es un joven alto y fornido. Sacerdote, doctor en Econmicas y en Derecho Cannico que, adems de todo eso, canta muy bien. El Padre le dirige una sonrisa pcara y, como quien fija un appuntamento, una cita para un da muy lejano, le dice: -T me la cantars sin lgrimas. (1)

Sin lgrimas. En ms de una ocasin ha dicho a sus hijos que, despus de su muerte, no quiere ni una corbata negra.(2) Y si le gusta esa tonadilla primaveral es porque sugiere la alegra de los jvenes que marchan hacia la cita con el amor. La cancin habla expresamente de una cita: la luna gi ha fissato appuntamento. Por ah va su sentido de la muerte: ser el apasionado encuentro de dos enamorados. En efecto, la tonadilla italiana describe la llegada del buen tiempo, los prados en flor, las noches de plata, el nuevo sol radiante, el aroma de los jardines, el volteo de las palomas primaverales que anuncian el tiempo bello Y, de modo insistente, invita, aprite le finestre!, a abrir las ventanas para que entre el amor. (...) No hay para el santo muerte repentina, por lo mismo que no hay muerte improvisada. El santo tiene siempre hechas las maletas para el ltimo viaje. Como todos, l desconoce tambin el da y la hora. Pero, a partir de cierto momento, empieza a tener intuiciones, luces fugaces, vislumbres entreverados de claridad y oscuridad. Se va internando en algo que atardece y en algo que amanece. Un luminoso crepsculo, donde hay que entornar los ojos, cerrarlos casi, porque tanta luz ciega. Entonces, desea no ver nada, o ver slo con los ojos prestados de Dios. Intuye Josemara Escriv que se acerca el final? (...)

Tiene muy ledos, muy trabajados, muy rezados los salmos del Salterio de David. De uno de ellos, el nmero 26 -tibi dixit cor meum, oigo en mi corazn: buscad mi rostro. Tu rostro buscar, Seor, no me lo apartes-, toma unas palabras, vultum tuum, Domine, requiram, y las repite saborendolas, de manera constante, al menos desde diciembre de 1973. Josemara las traduce con fuerza apremiante: busco tu rostro, Seor, quiero verte, cara a cara!. Y, a veces, incluso durante la comida se le escapa un irreprimible Seor, que quiero darte un abrazo!. (3) Esa bsqueda del rostro de Dios, sin velaturas, sin nociones intermedias, en un abrazo cuerpo a cuerpo, lleva un ritmo de crescendo tumultuoso en su alma: -Los que se quieren, procuran verse. Los enamorados slo tienen ojos para su amor. No es lgico que sea as? El corazn humano siente esos imperativos. Mentira si negase que me mueve tanto el afn de contemplar la faz de Jesucristo. Vultum tuum, Domine, requiram. Buscar, Seor, tu rostro. Me ilusiona cerrar los ojos, y pensar que llegar el momento, cuando Dios quiera, en que podr verle, no como en un espejo y bajo imgenes oscuras sino cara a cara. (4) (...) En cuanto Radio Vaticano informa oficialmente del fallecimiento del fundador del Opus Dei, la Villa de Bruno Buozzi, 75 no da abasto a la riada, mansa pero incesante, de gente que acude a rezar. Josemara Escriv -genuit filios et filias- tiene hijas e hijos de su espritu diseminados en los dos hemisferios. Por radio, por telfono, por cable, incluso por tlex, la noticia viaja veloz. Y all donde llega, clava su doble aguijn de desconcierto y de dolor. (...)

A eso de las cuatro de la tarde, en el oratorio de La Masada, en Torreciudad, un sacerdote joven, alto y fuerte, est arrodillado en el reclinatorio del ltimo banco. Lleva all bastante tiempo. A ratos reza. A ratos llora. A ratos deja sueltas las crenchas del pensamiento, evocando los bellos tiempos romanos, dei bei tempi romani Por la avenida de esos recuerdos surge, de pronto, aquella cancioncilla de Nilla Pizzi, Aprite le finestre, que tantas cosas le sugera al Padre. Y aquel deseo suyo: me gustara or esa cancin, cuando est murindome. Severino Monz, en ese momento, slo tiene un dato: el Padre ha muerto de repente. No estaba enfermo. Por tanto, no ha tenido tiempo para estar murindose. Sabe que, para el Padre, ya no existen relojes ni almanaques, porque ha traspasado la frontera desde donde se empieza a ser eterno. Levantino, impetuoso y sentimental, Severino alza el mentn, como desafiando al aire, y piensa por qu no?. Pocos minutos despus, en el tocadiscos del cuarto de estar de La Masada suena la msica organillera, de campanillas, y la voz de Nila Pizzi: Aprite le finestre al nuovo sole: primavera, primavera, Lasciate entrare un poco daria pura

Sereno, recuerda con toda nitidez la escena de un medioda radiante, primaveral, en la galleria del Fumo. Es como si lo estuviera viendo Las cortinas de lona azul francs. El humo de los cigarrillos, formando inverosmiles volutas a contraluz con el sol de membrillo. El Padre, llevando el ritmo alegre, con la cabeza y con la punta del zapato, mientras suena la musiquilla de Aprite le finestre Luego, aquella sonrisa pcara de buena complicidad, como emplazndole para un da muy lejano: -T me la cantars Y Severino se pone a cantar, suavemente, al hilo del disco que sigue girando. La meloda le resuena, dulce y amarga, por entre la oscura orografa de las sienes, los tmpanos, las mandbulas, el paladar hasta hacrsele un nudo en la garganta. Al doblar la esquina de una estrofa -muchachos y muchachas enamorados, abrid las ventanas al nuevo sol!-, no puede ms y rompe en un sollozo. Pone el disco una y otra vez. Est muy a gusto as, llorndose su pena. S, el Padre le mir y le dijo: t me la cantars. Pero agreg algo qu? qu? Poco a poco va perfilando los contornos de la evocacin La frase, exacta, literal, fue: t me la cantars sin lgrimas.

Fragmentos tomados del captulo XIX del libro El hombre de Villa Tevere de Pilar Urbano NOTAS 1. Relato oral de don Severino Monz a la autora. Cfr. AGP, RHF T-07823. 2. Testimonio de doa Marlies Kcking. 3. Monseor lvaro del Portillo. AGP, RHF 21175, p. 37. 4. AGP, RHF 21164, pp. 673-674. CEREMONIA DE CANONIZACIN DE SAN JOSEMARA ESCRIV (PLAZA DE SAN PEDRO, 6 OCTUBRE 2002). Volver al ndice

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La intercesin de los santos En este mundo, los santos han vivido para amar a Dios y a los dems, imitando a Jesucristo que pas haciendo el bien. Pero cuando llegan al cielo, como dice el Catecismo de la Iglesia Catlica, no dejan de cuidar de aquellos que han quedado en la tierra. (...) Su intercesin es su ms alto servicio al plan de Dios. Podemos y debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el mundo entero. Cuando el Seor me llame y me lleve al Cielo, desde all os podr ayudar mucho ms y con mucha eficacia (San Josemara Escriv de Balaguer). A partir del da de su fallecimiento, el 26 de junio de 1975, comenzaron a llegar a la sede de la Prelatura del Opus Dei, en Roma, desde todas las partes del mundo, relatos de favores atribuidos a la intercesin de Mons. Josemara Escriv de Balaguer: conversiones, decisiones de practicar a fondo la fe cristiana, curaciones, favores materiales... Es el eco de una devocin que la Santa Sede ha calificado como un autntico fenmeno de piedad popular. Volver al ndice

Un retablo: la Virgen de Guadalupe, Juan Diego y Josemara Escriv El pasado 28 de noviembre, tuvo lugar la colocacin y bendicin del retablo definitivo de la iglesia de Toshi, compuesto por tres leos de la pintora Martha Orozco: al centro la imagen de la Virgen de Guadalupe; a la derecha, san Juan Diego y del otro lado san Josemara. San Josemara acudi a rezar a la Virgen de Guadalupe en mayo de 1970, para dejar en sus manos las intenciones que tena en el corazn. La Iglesia es el centro de un complejo de iniciativas sociales que tuvieron sus inicios en 1969 por impulso del Fundador del Opus Dei para atender a las necesidades de los habitantes de las zonas prximas a la hacienda que se don para este fin: dos centros de formacin profesional, un centro cultural y un dispensario mdico. Ex-hacienda de Toshi.Atlacomulco, Edo. de Mxico Volver al ndice

Fuente: http://www.es.josemariaescriva.info/index.phphttp://www.opusdei.eshttp://www.escrivaobras.org

Msica de fondo: - Aprite le finestre - Nilla Pizzi - 1956- Aprite le finestre - Coro Dall'Academia Filarmonica Romana (Versin polifnica de la cancin interpretada en el concierto sinfnico coral que tuvo lugar en Roma con ocasin del centenario del nacimiento de Josemara Escriv de Balaguer.)