saki - animales y mas que animales

SAKIH. H. MUNRO

ANIMALES

Y MS QUE ANIMALES

AvataresBIOGRAFAS,MEMORIAS, VIAJES, AVENTURAS Y LITERATURA GENERAL

DIRECCIN: RAFAEL DAZ SANTANDER & JUAN LUIS GONZLEZ CABALLERO TTULO ORIGINAL: BEASTS AND SUPERBEASTS MAQUETA Y DISEO DE LA COLECCIN: CRISTINA BELMONTE PACCINI

DE LA PRESENTE EDICIN: VALDEMAR [ENOKIA, S. L.] DE LA TRADUCCIN: RAFAEL LASSALETTA C/ GRAN VA N 69 4 / 408 28013 MADRID TELFONO Y FAX: (91) 542 88 97 ISBN: 8477021147 DEPSITO LEGAL: M34.2721994 IMPRESOEN

ESPAA

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Noticia sobre el autor............................................................................6 La loba..................................................................................................7 Laura...................................................................................................13 El cerdo...............................................................................................17 Brogue................................................................................................21 La gallina.............................................................................................26 La ventana abierta..............................................................................31 El barco del tesoro..............................................................................34 La telaraa..........................................................................................37 La tregua.............................................................................................42 El golpe ms cruel...............................................................................47 Los cuentistas.....................................................................................51 El mtodo SchartzMetterklume..........................................................55 La sptima pollita................................................................................60 El punto dbil......................................................................................65 Atardecer............................................................................................69 Un toque de realismo..........................................................................73 La prima Teresa..................................................................................78 La tortilla bizantina..............................................................................82 La fiesta de Nemesis...........................................................................86 El soador...........................................................................................90 El membrillo........................................................................................94 Las ratoneras prohibidas.....................................................................97 La apuesta........................................................................................101 Clovis y las responsabilidades de los padres.....................................105 Una tarea de vacaciones...................................................................108 El buey en el establo.........................................................................113 El contador de historias.....................................................................117 Una dura defensa..............................................................................122 El alce...............................................................................................126 Huelga de plumas.............................................................................131 El da del santo..................................................................................135 El trastero.........................................................................................140 Piel....................................................................................................145 La filntropa y el gato feliz................................................................149 A prueba...........................................................................................153 La manera de Yarkanda.....................................................................158

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NOTICIA

SOBRE EL AUTOR

Como Kipling, Thackeray, y tantos otros escritores britnicos, Saki seudnimo de Hctor Hugh Munro, naci en una de las colonias del Imperio, en Birmania, en 1870. Era hijo del inspector general de la polica britnica en aquel pas. Siendo an nio, muri su madre, por lo que fue enviado a Inglaterra, a casa de dos viejas tas solteronas, Augusta y Carlota, para completar su educacin. Fue una infancia desdichada, lejos de su padre, bajo la estricta vigilancia de dos estpidas damas victorianas, empeadas en una infatigable guerra domstica, y que cobijaban un odio irracional contra los animales odio que quiz sea el origen del amor que siempre profes Saki por los animales, y la frecuente utilizacin de aborrecibles personajes autoritarios y llenos de prejuicios que desfilan por su obra. Completada su educacin universitaria, Saki regres a Birmania, donde se enrol en la polica militar, empleo que slo pudo desempear durante un ao debido a los constantes ataques de fiebre que padeci. De vuelta a Inglaterra, inici su carrera de escritor, realizando sketches polticos para la Westminster Gazette y como corresponsal para el MorningPost en los Balcanes, Rusia y Pars. Su primera recopilacin de historias, Reginald, vio la luz en 1904. Fue seguida por Reginald en Rusia (1910), Las Crnicas de Clovis (1911), El insoportable Bassington (1912), Animales y ms que animales (1914), etc. En 1914 public When William Came, una fantasa blica sobre Inglaterra bajo ocupacin alemana. Sus sketches patriticos desde el frente fueron recopilados en The Square Egg, en 1924, ocho aos despus de su muerte, pues en 1914 se alist voluntario para combatir al ejrcito alemn en Francia, donde muri en 1916, en el ataque a Beaumont Hamel. Segn cuenta Graham Greene, instantes antes de su muerte se le oy gritar desde el fondo de un crter de obs: Apagad ese maldito cigarrillo. Un segundo despus una bala le atraves el crneo: al parecer, el annimo y rudo soldado alemn no saba comprender el fino humor britnico. Borges sugiere que no es imposible que esta ltima frase se refiriera a la guerra. El seudnimo de Saki viene de la ltima stanza del Rubaiyyat de Ornar Khayyam, y significa copero.

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LA

LOBA

Leonard Bilsiter era una de esas personas que no han conseguido que este mundo les resulte atractivo o interesante, por lo que han buscado la compensacin en un mundo oculto sacado de su experiencia o imaginacin o de su invencin. Los nios hacen muy bien esas cosas, pero se contentan con convencerse a s mismos y no vulgarizan sus creencias intentando convencer a los dems. Las creencias de Leonard Bilsiter eran para los elegidos; es decir, para cualquiera que estuviera dispuesto a escucharle. Su aficin por lo oculto no le habra llevado ms all de los lugares comunes del visionarismo de saln de no ser por un accidente que aument su repertorio de saberes msticos. Acompaado de un amigo que tena intereses mineros en los Urales, haba hecho un viaje por Europa oriental en el momento en que la gran huelga de los ferrocarriles rusos pasaba de la amenaza a la realidad. Su estallido le dej atrapado, durante el viaje de regreso, en alguna zona del otro lado del Perm, y mientras aguardaba un par de das en un apeadero, en un estado de locomocin suspendida, trab conocimiento con un comerciante en guarniciones y arreos metlicos que entretuvo provechosamente el tedio de la larga detencin iniciando a su compaero de viaje ingls en un fragmentario sistema de conocimientos y tradiciones populares que l mismo haba recogido de los comerciantes y nativos del Transbaikal. Leonard regres a su crculo domstico hablando sin parar sobre su experiencia de la huelga rusa, aunque se mostr muy reticente con respecto a determinados misterios oscuros, a los que aluda con el ttulo sonoro de magia siberiana. La reticencia cedi en una o dos semanas, ante la influencia de la falta total de curiosidad general, por lo que Leonard empez a hacer alusiones ms detalladas sobre los enormes poderes que esa nueva fuerza esotrica, por utilizar el trmino con que la describa, confera a los escasos iniciados que saban cmo manejarla. Cecilia Hoops, su ta, que quizs era bastante ms amante del sensacionalismo que de la verdad, le hizo una publicidad ms clamorosa de la que cualquiera poda esperar al ir repitiendo por ah la historia de cmo haba transformado Leonard, delante de los ojos de ella, un calabacn en una paloma torcaz. La historia, en cuanto que manifestacin de la posesin de poderes sobrenaturales, fue rechazada

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en algunos crculos debido a la idea que tenan acerca de la capacidad imaginativa de la seorita Hoops. Pero por muy dividida que pudiera estar la opinin acerca de la cuestin de si Leonard era un hacedor de maravillas o un charlatn, lo cierto es que lleg a una fiesta en casa de Mary Hampton con fama de preeminencia en una u otra de esas profesiones; y no estaba dispuesto a volverle la espalda a la publicidad que pudiera corresponderle. Las fuerzas esotricas y los poderes inusuales formaban el grueso de cualquier conversacin en la que participaran su ta o l, y las cosas que l haba hecho, tanto las pasadas como las potenciales, constituan el tema de misteriosas sugerencias y oscuras afirmaciones. Me gustara que pudiera convertirme en un lobo, seor Bilsiter dijo su anfitriona en el almuerzo, al da siguiente de su llegada. Mi querida Mary intervino el coronel Hampton, no te conoca deseos de ese tipo. Evidentemente me refera a una loba sigui diciendo la seora Hampton. Resultara demasiado confuso cambiar de sexo al mismo tiempo que de especie. No creo que deba bromearse con estos temas contest Leonard. Si no estoy bromeando, le aseguro que hablo totalmente en serio. Pero no lo haga hoy mismo; slo disponemos de ocho jugadores de bridge y se deshara una de nuestras mesas. Pero la fiesta de maana ser ms grande. Maana por la noche, despus de la cena Dada nuestra actual comprensin imperfecta de estas fuerzas ocultas, creo que habra que abordarlas con humildad y no con burla coment Leonard con tal severidad que se abandon inmediatamente el tema. Durante la discusin acerca de las posibilidades de la magia siberiana, Clovis Sangrail1 haba permanecido sentado e inusualmente silencioso; tras el almuerzo, acompa a Lord Pabham a la sala de billar, donde se dedic a investigar un asunto. Tiene una loba en su coleccin de animales salvajes? Una loba de temperamento moderadamente bueno? Est Louisa contest Lord Pabham despus de pensarlo. Un ejemplar bastante hermoso de loba gris. La consegu hace dos aos a cambio de algunos zorros rticos. Consigo que casi todos mis animales estn bastante domesticados antes de que lleven conmigo demasiado tiempo; creo que puedo decir que Louisa tiene un temperamento anglico, para ser una loba. Por qu quiere saberlo? Me estaba preguntando si me la prestara maana por la noche respondi Clovis con esa solicitud descuidada del que pide prestado un botn para la camisa o una raqueta de tenis. Maana por la noche? As es, los lobos son animales nocturnos, por lo que la noche no le sentar mal respondi Clovis con la actitud de aquel que lo tiene todo bien pensado. Uno de sus hombres podra traerla desde el1

Clovis es un personaje habitual de los cuentos de Saki. Es el personaje central de la coleccin Las crnicas de Clovis (1911)

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parque Pabham despus de anochecer, y con un poco de ayuda podra conseguir introducirla en el invernadero, sin que la vean, en el mismo momento en que Mary Hampton salga a escondidas de l. Lord Pabham se qued mirando fijamente un momento a Clovis con un asombro comprensible; despus su rostro se cubri de arrugas mientras lanzaba una carcajada. Ah, de modo que se es su juego? Va a realizar un pequeo acto de magia siberiana por su cuenta. Y estar de acuerdo la seora Hampton en ser su compaera de conspiracin? Mary me ha prometido hacerlo si usted garantiza el temperamento de Louisa. Respondo del animal contest Lord Pabham. Al da siguiente el grupo de invitados haba alcanzado proporciones mayores y el instinto publicitario de Bilsiter se haba expandido debidamente, ante el estmulo del aumento del pblico. Durante la cena de aquella noche se explay sobre el tema de las fuerzas ocultas y los poderes no comprobados y mantuvo su impresionante elocuencia mientras servan el caf en la sala de estar, antes de que se produjera una migracin general hacia la sala de juegos. Su ta era la garanta de que escucharan respetuosamente sus palabras, pero el alma de aqulla, amante del sensacionalismo, suspiraba por algo ms espectacular que la simple exhibicin verbal. Por qu no haces algo para convencerles de tus poderes, Leonard? suplic ella. Cambiar algo de forma. Puede hacerlo, saben? Slo necesita quererlo inform al grupo. Oh, hgalo exclam sinceramente Mavis Pellington, peticin que fue repetida por casi todos los presentes. Incluso los que no crean en ello en absoluto deseaban entretenerse con una exhibicin de conjuros ejecutada por un aficionado. Leonard comprendi que esperaban de l algo tangible. Alguno de los presentes tiene una moneda de tres peniques o un objeto pequeo sin ningn valor? No pensar hacer desaparecer monedas ni realizar algo tan primitivo? pregunt Clovis despreciativamente. Me parecera muy poco amable por su parte no llevar a cabo mi sugerencia de convertirme en loba aadi Mary Hampton mientras cruzaba el invernadero para darles a los guacamayos el tributo habitual sacado de los platos de postre. Siempre le he advertido contra el peligro de considerar estos poderes con actitud de burla respondi Leonard con solemnidad. No creo que pueda hacerlo contest Mary riendo provocativamente desde el invernadero. Le desafo a que lo haga si puede. Le desafo a convertirme en una loba. Tras decir esto se ocult de la vista tras un macizo de azaleas. Seora Hampton empez a decir Leonard con una solemnidad cada vez mayor, pero se detuvo. Una corriente de aire helado recorri la sala al mismo tiempo que los guacamayos empezaban a lanzar gritos ensordecedores. Qu diablos les pasa a estos pobres pjaros, Mary? exclam el coronel Hampton en el mismo momento en que un grito de Mavis 9

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Pellington, todava ms estremecedor, hizo a todo el grupo levantarse de sus asientos. En diversas actitudes, que iban desde el horror de la indefensin a la defensa instintiva, se encontraron frente a un animal gris y de aspecto malvado que les miraba desde un punto situado entre los helechos y las azaleas. La seora Hoops fue la primera en recuperarse del caos general producido por el espanto y el asombro. Leonard! grit con voz aguda a su sobrino. Vulvela a convertir en la seora Hampton enseguida! Podra lanzarse sobre nosotros en cualquier momento. Hazlo! No no s cmo contest titubeando Leonard, que pareca ms asustado y horrorizado que nadie. Cmo! grit el coronel Hampton. Se ha tomado la abominable libertad de convertir a mi esposa en una loba y ahora se queda aqu tranquilamente diciendo que no puede volver a convertirla en persona! Para hacer estrictamente justicia a Leonard, hay que decir que la tranquilidad no fue un rasgo distinguido de su actitud en ese momento. Le aseguro que no convert a la seora Hampton en un lobo; nada estaba ms lejos de mis intenciones protest. Entonces, dnde est ella, y cmo entr ese animal en el invernadero? pregunt el coronel. Desde luego tenemos que aceptar su seguridad de que no convirti en lobo a la seora Hampton intervino Clovis cortsmente . Pero estar de acuerdo en que las apariencias estn en su contra. Es que vamos a dedicarnos a recriminarnos mientras ese animal est ah, dispuesto a despedazarnos? se quej Mavis con indignacin. Lord Pabham, usted sabe mucho de animales salvajes sugiri el coronel Hampton. Los animales salvajes a los que estoy acostumbrado me han llegado, con sus credenciales apropiadas, de comerciantes bien conocidos, o han sido criados en mi propia casa de fieras contest Lord Pabham. Nunca me he visto frente a un animal que sale despreocupadamente de detrs de un macizo de azaleas al tiempo que desaparece una encantadora y conocida anfitriona. Por lo que cabe juzgar de las caractersticas exteriores, tiene la apariencia de ser una hembra adulta de lobo gris norteamericano, una variedad de la especie comn canis lupus. Vaya, no importa cul sea su nombre latino grit Mavis cuando el animal se adentr uno o dos pasos en la sala. No puede intentar sacarlo con comida y encerrarlo donde no pueda hacer ningn dao? Si es realmente la seora Hampton, que acaba de tomar una cena muy buena, no creo que la comida le atraiga mucho dijo Clovis. Leonard suplic llorosa la seora Hoops, aunque no hayas tenido nada que ver con esto, es que no puedes utilizar tus grandes poderes para convertir a este animal terrible en algo inofensivo antes de que nos muerda a todos? En un conejo o algo parecido? No creo que al coronel Hampton le parezca bien que su esposa se convierta en una sucesin de animales caprichosos, como si estuviramos jugando con ella intervino Clovis. 10

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Lo prohbo absolutamente atron el coronel. La mayora de los lobos con los que he tenido algn trato sentan un desordenado amor por el azcar dijo Lord Pabham. Si quieren, probar con ste. Cogi un terrn de azcar del platillo de su caf y se lo lanz a la expectante Louisa, que lo cogi en el aire. Un suspiro de alivio brot del grupo; un lobo que come azcar cuando por lo menos se poda haber dedicado a despedazar a los guacamayos, haba perdido ya parte de su terror. El suspiro se convirti en un jadeo de agradecimiento cuando Lord Pabham sac al animal de la sala con el seuelo de nuevas ddivas de azcar. Al instante se precipitaron todos hacia el invernadero vaco. No haba rastro de la seora Hampton, salvo el plato que contena la cena de los guacamayos. La puerta est cerrada por dentro! exclam Clovis, quien diestramente haba dado la vuelta a la llave mientras simulaba comprobarla. Todo el mundo se volvi hacia Bilsiter. Si no ha convertido a mi esposa en un lobo dijo el coronel Hampton, tendr la amabilidad de explicar adnde la ha enviado, puesto que evidentemente no pudo pasar por una puerta cerrada? No le presionar para que me explique cmo un lobo gris norteamericano ha aparecido de pronto en el invernadero, pero creo tener algn derecho a preguntar lo que ha sido de la seora Hampton. La reiterada negativa de Bilsiter fue recibida con un murmullo general de incredulidad impaciente. Me niego a permanecer bajo este techo afirm Mavis Pellington. Si nuestra anfitriona ha desaparecido realmente en forma humana dijo la seora Hoops, ninguna de las damas del grupo puede quedarse. Me niego absolutamente a ser la invitada de un lobo! Es una loba intervino Clovis tranquilizadoramente. La etiqueta correcta que deba observarse bajo las inusuales circunstancias no necesit ser elucidada. La entrada repentina de Mary Hampton priv de su inters inmediato a la discusin. Alguien me ha hipnotizado exclam malhumoradamente. Me encontr en la despensa de la casa recibiendo azcar de Lord Pabham. Odio que me hipnoticen, y el mdico me haba prohibido tomar azcar. Se le explic la situacin en la medida en que sta permita algo que pudiera considerarse como tal. Entonces me convirti realmente en un lobo, seor Bilsiter? exclam con excitacin. Pero Leonard haba quemado la barca en la que ahora podra haber navegado sobre un mar de gloria. Slo fue capaz de sacudir dbilmente la cabeza. Fui yo el que me tom esa libertad dijo Clovis. Resulta que he vivido un par de aos en el nordeste de Rusia y tengo un conocimiento superior al de un turista acerca de las artes mgicas de esa regin. No me interesa hablar de esos poderes extraos, pero en ciertas ocasiones, cuando oigo que se dicen muchas tonteras sobre ellos, me veo tentado a mostrar lo que puede hacer la magia siberiana en las manos de alguien que la entienda realmente. Ced a esa tentacin. 11

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Puedo tomar una copa de brandy? El esfuerzo me ha dejado bastante debilitado. Si Leonard Bilsiter hubiera sido capaz de transformar a Clovis en ese momento en una cucaracha, para despus pisotearla, de buen grado habra realizado ambas operaciones.

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LAURA

No te ests muriendo realmente, verdad? pregunt Amanda. Tengo permiso del mdico para vivir hasta el martes contest Laura. Pero hoy es sbado; esto es serio! exclam Amanda con un grito sofocado. No s si es serio; pero ciertamente es sbado insisti Laura. La muerte es siempre seria dijo Amanda. Nunca dije que fuera a morir. Posiblemente dejar de ser Laura, pero seguir siendo algo. Supongo que algn tipo de animal. Ya sabes, cuando uno no ha sido muy bueno en la vida que acaba de abandonar, se reencarna en algn organismo inferior. Y si pensamos en ello, no he sido demasiado buena. Cuando las circunstancias lo han permitido, he sido vil, mala, vengativa y todas esas cosas. Las circunstancias nunca permiten ese tipo de cosas contest Amanda precipitadamente. Si no te importa que lo diga as coment Laura, Egbert es una circunstancia que permitira cualquier cantidad de ese tipo de cosas. T ests casada con l ah est la diferencia; t has jurado amarle, honrarle y soportarle: pero yo no. No veo qu hay de malo en Egbert protest Amanda. Bueno, me atrevo a decir que lo malo ha estado de mi parte admiti Laura desapasionadamente. l ha sido simplemente la circunstancia atenuante. Menudo alboroto que mont, por ejemplo, cuando el otro da saqu de la granja a los cachorros de pastor escocs para dar un paseo. Persiguieron a las nidadas jvenes de gallinas de Sussex moteadas y sacaron de los nidos a dos gallinas que estaban empollando, adems de corretear por los arriates de flores. Ya sabes lo entregado que est a sus aves de corral y su jardn. De todas maneras no tena necesidad de pasarse hablando de ello la noche entera para luego, precisamente cuando yo empezaba a divertirme con la discusin, decir que era mejor no seguir hablando del asunto. Ah es donde se me ocurri una de mis viles venganzas aadi Laura con una risita carente de arrepentimiento. Al da siguiente del episodio de los cachorros met en el cobertizo de las semillas a la familia entera de Sussex moteadas. Cmo fuiste capaz? exclam Amanda.

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Result muy sencillo; dos de las gallinas pretendan poner huevos en ese momento, pero me mantuve firme. Y nosotros que cremos que haba sido un accidente! Pues ya ves sigui diciendo Laura. Realmente tengo motivos para suponer que mi prxima encarnacin ser en un organismo inferior. Ser un animal de algn tipo. Por otra parte, tampoco he sido tan mala, por lo que creo que puedo contar con ser un animal agradable, uno elegante y vivo, que le encante divertirse. Quizs una nutria. No puedo imaginarte como una nutria replic Amanda. Bueno, tampoco creo que puedas imaginarme como ngel, si piensas en ello aadi Laura. Amanda guard silencio. No poda imaginarla de esa manera. Personalmente considero que la vida de una nutria debe ser bastante placentera sigui diciendo Laura. Comiendo salmn el ao entero, y la satisfaccin de poder ir a buscar las truchas donde se encuentran, sin tener que esperar horas hasta que tienen la condescendencia de ir a buscar la mosca que ests moviendo delante de ellas; y la figura elegante y esbelta Piensa en los perros cazadores intervino Amanda. Lo terrible que es ser cazada, perseguida y finalmente acosada a muerte! Pues es bastante divertido, con la mitad de la vecindad mirando; de cualquier manera, no es peor que este asunto de morir centmetro a centmetro entre el sbado y el martes. Y luego me pasara a alguna otra cosa. De haber sido una nutria moderadamente buena, supongo que volvera a alguna forma humana; posiblemente algo bastante primitivo imagino que un muchacho nubio, oscuro y desnudo. Me gustara que fueras seria replic Amanda con un suspiro. Deberas serlo si slo vas a vivir hasta el martes. De hecho, Laura muri el lunes. Ha sido tan terriblemente desconcertante se quej Amanda al marido de su ta, sir Lulworth Quayne. Haba pedido a mucha gente que viniera a pescar y jugar al golf, y los rododendros estn en su mejor momento. Laura fue siempre poco considerada contest sir Lulworth. Naci durante la semana de Goodwood, mientras estaba en su casa un embajador que odiaba a los bebs. Tena las ideas ms locas aadi Amanda. Sabes si haba algo de locura en su familia? Locura? No, nunca o hablar de ello. Su padre vive en West Kensington, pero creo que en todos los otros aspectos est cuerdo. Tena la idea de que iba a reencarnar como nutria dijo Amanda. Uno se encuentra con tanta frecuencia con los que tienen esas ideas de la reencarnacin, incluso en occidente, que ni siquiera es posible rechazarlos como locos contest sir Lulworth. Adems, Laura fue una persona tan inexplicable en esta vida que no sera capaz de trazar reglas concretas con respecto a lo que podra hacer en un estado posterior. Crees que realmente pudo pasar a una forma animal? pregunt Amanda. Era una de esas personas que dan forma a sus 14

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opiniones con bastante rapidez a partir de los puntos de vista de aquellos que les rodean. Precisamente en ese momento entr Egbert en el comedor, con una actitud tan apesadumbrada que el fallecimiento de Laura no bastaba para explicar. Han matado a cuatro de mis gallinas de Sussex moteadas exclam. Precisamente las cuatro que iba a llevar a la exhibicin del viernes. A una de ellas la arrastraron y se la comieron en mitad del nuevo arriate de claveles que tantos gastos y molestias me ha costado. Mi mejor arriate de flores y mis mejores gallinas, elegidos para la destruccin; parece casi como si el animal que lo hizo supiera ser lo ms devastador posible en el ms breve espacio de tiempo. Crees que fue un zorro? pregunt Amanda. Ms bien parece obra de un turn contest sir Lulworth. No replic Egbert. Haba huellas de patas palmeadas por todo el lugar, y seguimos el rastro hasta el torrente que hay al final del jardn; evidentemente, fue una nutria. Amanda lanz una mirada rpida y furtiva a sir Lulworth. Egbert estaba demasiado agitado para tomar nada en el desayuno, por lo que sali a vigilar el fortalecimiento de las defensas del gallinero. Me parece que por lo menos debera haber esperado a que terminara el funeral observ Amanda con voz escandalizada. Es su propio funeral, ya sabes replic sir Lulworth. Pero has planteado una buena cuestin de etiqueta: saber durante cunto tiempo debe uno mostrar respeto por sus propios restos mortales. Al da siguiente, la falta de respeto por las convenciones funerarias lleg todava ms lejos. Cuando la familia se ausent por el funeral, los supervivientes de las gallinas moteadas de Sussex fueron masacrados. La lnea de retirada del asaltante abarc la mayor parte de los arriates floridos del prado, pero tambin haban sufrido las parcelas de fresas del jardn inferior. Har que los perros cazadores de nutrias vengan aqu lo antes posible exclam Egbert salvajemente. De ningn modo! Ni suees con hacer tal cosa! exclam Amanda. Quiero decir que no estara bien, cuando hace tan poco que se ha celebrado un funeral en la casa. Es un caso de necesidad dijo Egbert. Cuando una nutria empieza a hacer estas cosas, no se detiene. Quizs se vaya a otra parte ahora que ya no quedan gallinas sugiri Amanda. Cualquiera pensara que quieres proteger a ese animal replic Egbert. Ha habido tan poca agua en el torrente ltimamente objet Amanda. Me parece poco deportivo cazar a un animal que tiene tan pocas posibilidades de encontrar algn refugio. Dios mo! exclam Egbert, que ya echaba humo. No estoy pensando en deportividad. Quiero matar a ese animal lo antes posible. Incluso la oposicin de Amanda se debilit cuando, durante los servicios religiosos del domingo siguiente, la nutria entr en la casa,

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atac medio salmn de la despensa y lo dej hecho fragmentos escamosos sobre la alfombra persa del estudio de Egbert. Dentro de poco la tendremos bajo nuestra cama comindosenos a trozos los pies dijo Egbert; y Amanda, por lo que saba de esa nutria en particular, consider que tal posibilidad no era remota. En la noche anterior al da fijado para la cacera, Amanda se dedic a pasear a solas durante una hora por las orillas del torrente, haciendo lo que ella pensaba eran ruidos de perros. Aquellos que escucharon su actuacin supusieron, caritativamente, que estaba practicando imitaciones de animales de cara a la prxima funcin del pueblo. Fue su amiga y vecina, Aurora Burret, quien le dio la noticia de la caza de aquel da. Es una pena que no estuvieras; pasamos un da bastante bueno. La encontramos enseguida, en el estanque que hay bajo tu jardn. La matasteis? pregunt Amanda. Claro. Era una hembra estupenda. A tu marido le dio unos buenos mordiscos cuando trataba de cogerla. Pobre animal, me daba mucha pena, tena una mirada tan humana en sus ojos cuando la mataron Me dirs que estoy tonta, pero sabes a quin me recordaba esa mirada? Pero querida! "Qu sucede? Cuando Amanda se recuper parcialmente de su ataque de postracin nerviosa, Egbert la llev al Valle del Nilo para que se restableciera. El cambio de escenario produjo rpidamente la deseada recuperacin de la salud y el equilibrio mental. Las escapadas de una nutria buscando una variacin en su dieta fueron consideradas bajo la luz apropiada. Amanda recuper su temperamento, normalmente plcido. Ni siquiera el huracn de maldiciones y gritos procedentes del vestidor de su marido, y con la voz de su marido, aunque no con su vocabulario habitual, consigui turbar su serenidad cuando se aseaba placenteramente una noche en un hotel de El Cairo. Qu pasa? Qu ha sucedido? pregunt ella con curiosidad. El pequeo animal ha arrojado todas mis camisas limpias al bao! Espera a que te coja, pequeo Qu pequeo animal? pregunt Amanda reprimiendo el deseo de echarse a rer; el lenguaje de Egbert le pareca excesivamente inadecuado para expresar sus sentimientos ultrajados. Un pequeo animal de muchacho nubio, negro y desnudo farfull Egbert. Y ahora s que Amanda est gravemente enferma.

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EL

CERDO

Hay una entrada trasera al csped, a travs de un pequeo prado de hierba y cruzando un huerto de rboles frutales vallado que est lleno de groselleros espinosos le dijo la seora Philidore Stossen a su hija. El ao pasado, cuando la familia estaba fuera, recorr todo el lugar. Hay una puerta que permite pasar desde el huerto frutcola a un planto de arbustos, y en cuanto se sale de all te puedes mezclar con los invitados como si hubieras entrado por el camino principal. Es mucho ms seguro que entrar por la puerta delantera, corriendo el riesgo de darte de bruces con la anfitriona; eso sera terrible, puesto que no le ha dado por invitarnos. Y no son demasiados esfuerzos para entrar en una fiesta al aire libre? Para una fiesta al aire libre, s; pero para la fiesta al aire libre de la temporada, por supuesto que no. Excepcin hecha de nosotras, todo aquel que tiene algn peso en el condado ha sido invitado a conocer a la Princesa; sera mucho ms trabajoso inventar una explicacin al hecho de que no estuvimos all que entrar por un camino indirecto. Ayer detuve a la seora Cuvering en la calle y habl con toda intencin acerca de la Princesa. Si ella prefiri no captar la sugerencia de enviarme una invitacin, no es culpa ma, verdad? Ya hemos llegado: basta con cruzar el campo de hierba y entrar al huerto por esa pequea puerta. La seora Stossen y su hija, convenientemente arregladas para una fiesta al aire libre con una infusin de Almanaque de Gotha, navegaron a travs del estrecho prado de hierba y de los groselleros espinosos con el aire de barcazas majestuosas que avanzaran, no oficialmente, por un ro truchero. Haba una cierta precipitacin furtiva mezclada con la majestuosidad de su progreso, como si unos reflectores hostiles pudieran iluminarlas en cualquier momento; y en realidad no haban dejado de ser observadas. Matilda Cuvering, con los ojos despiertos de sus trece aos y la ventaja aadida de una posicin elevada en las ramas de un nspero, haba disfrutado mucho contemplando el avance por el flanco de las Stossen y haba previsto dnde se interrumpira exactamente. Encontrarn cerrada la puerta y no tendrn ms remedio que regresar por donde vinieron coment para s misma. Les est bien empleado por no haber venido por la entrada adecuada. Qu pena que

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Tarquin Superbus no est suelto en el prado. Al fin y al cabo, ya que todos los dems estn disfrutando, no entiendo la razn de que Tarquin no pueda estar libre esta tarde. Matilde tena esa edad en la que el pensamiento es accin; deslizndose, baj de las ramas del nspero, y cuando volvi a subirse a l, Tarquin, el enorme cerdo blanco de Yorkshire, haba cambiado los estrechos lmites de su pocilga por la zona, ms amplia, del prado de hierba. La desconcertada expedicin de las Stossen, que tras el obstculo insalvable de la puerta cerrada haban emprendido una retirada llena de recriminaciones, aunque ordenada en los dems aspectos, se detuvo repentinamente ante la puerta que separaba el huerto de los groselleros espinosos y el prado de hierba. Qu animal de aspecto tan terrible exclam la seora Stossen . No estaba ah cuando entramos. Pero ahora s est contest la hija. Qu demonios vamos a hacer? Ojal no hubiramos venido. El verraco se haba acercado a la puerta para inspeccionar ms de cerca a los intrusos humanos, y se qued all lanzando mordiscos con las mandbulas y parpadeando con sus ojillos rojizos de una manera que sin duda pretenda desconcertar; y por lo que concerna a las Stossen logr plenamente ese resultado. Fuera! Chiss! Chiss! Fuera! gritaron a coro las damas. Si creen que van a hacerle huir recitando la lista de los reyes de Israel y de Jud, van a verse decepcionadas coment Matilda desde su asiento en el nspero. Como hizo la observacin en voz alta, la seora Stossen se dio cuenta de su presencia. Uno o dos minutos antes no le habra complacido nada el descubrimiento de que el huerto no estaba tan desrtico como pareca, pero ahora recibi la noticia de la presencia de la nia en la escena con absoluto alivio. Pequea, puedes encontrar a alguien que eche? empez a decir llena de esperanza. Comment? Comprend pas fue la respuesta. Ah, Eres francesa? Estvous franaise? Pas de tous. Jsuis anglaise. Entonces por qu no hablas ingls? Quiero saber si Permetezmoi expliquer. Ver, estoy bastante desacreditada dijo Matilda. Me alojo con mi ta y me dijeron que hoy deba portarme particularmente bien, pues vienen muchas personas a una fiesta en el jardn, por lo que me dijeron que imitara a Claude, mi primo pequeo, que nunca hace nada mal si no es por accidente, e incluso entonces siempre se excusa. Parece ser que pensaron que com demasiado bizcocho de frambuesa en el almuerzo y dijeron que Claude nunca come demasiado bizcocho de frambuesa. Bueno, Claude siempre se va a dormir media hora despus del almuerzo, porque le dicen que lo haga. Yo esper a que estuviera dormido, le at las manos y empec una alimentacin forzosa con todo un recipiente de bizcocho con frambuesa que guardaban para la fiesta. Una gran parte le cay sobre su traje de marinero, y otra parte sobre la cama, pero una buena porcin pas por la garganta de Claude, as que ya no podrn decir otra vez que no se sabe de ninguna vez que haya comido demasiado 18

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bizcocho con frambuesa. Por eso no se me permite ir a la fiesta y, como castigo adicional, debo hablar francs toda la tarde. He tenido que explicarle todo esto en ingls, pues haba algunas palabras, como alimentacin forzosa, que no saba en francs; desde luego que poda haberlas inventado, pero si yo hubiera dicho nourriture obligatoire, usted no habra tenido la menor idea acerca de qu estaba hablando. Mais maintenant, nous parlons franais. Ah, muy bien, trs bien exclam la seora Stossen bastante a desgana; en un momento tan agitado como aqul no poda controlar muy bien el francs que saba. L, a lautre cot de la porte, est un cochon Un cochon? Ah, le petit charmant!exclam Matilda entusiasmada. Mais non, pas du tout petit, et pas du tout charmant; un bte feroce Une bte le corrigi Matilda. Un cerdo es masculino cuando le llamas cerdo, pero si pierdes los nervios y le llamas una bestia feroz, se convierte enseguida en uno de nosotros. El francs es una lengua terriblemente difcil para los sexos. Pues bien, hablemos ingls entonces replic la seora Stossen . Hay alguna manera de salir de este jardn sin pasar por el prado donde est el cerdo? Yo siempre salto el muro, por el melocotonero contest Matilda. Difcilmente podramos hacerlo tal como vamos vestidas dijo la seora Stossen; era difcil imaginar que lo pudiera hacer con cualquier vestido. Crees que podrs ir a conseguir que alguien eche al cerdo? pregunt la seorita Stossen. Le promet a mi ta que me quedara aqu hasta las cinco; todava no son las cuatro. Estoy convencida de que, teniendo en cuenta las circunstancias, tu ta permitira Pero mi conciencia no replic Matilda con fra dignidad. Pero no podemos quedarnos aqu hasta las cinco exclam la seora Stossen con creciente exasperacin. Quieren que les recite algo para que el tiempo pase ms rpido? pregunt Matilda servicialmente. Belinda, la pequea trabajadora est considerada como mi mejor pieza, aunque quizs debera hacerlo en francs. La arenga de Enrique IV a sus soldados es lo nico que s realmente en esa lengua. Si vas a buscar a alguien que se lleve ese animal, te dar algo para que te compres un bonito regalo dijo la seora Stossen. Matilda descendi varios centmetros. sa es la sugerencia ms prctica que ha hecho para conseguir salir del huerto coment alegremente. Claude y yo estamos recogiendo dinero para el Fondo Para Los Nios Al Aire Libre, y hemos apostado a ver quin puede conseguir la suma mayor. Me sentir muy feliz de contribuir con media corona, verdaderamente feliz le explic la seora Stossen sacando la moneda

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de las profundidades de un receptculo que constitua una prenda independiente de su atuendo. Por el momento Claude va muy por delante de m sigui diciendo Matilda como si no hubiera escuchado la oferta sugerida. Comprndanme, slo tiene once aos y el cabello dorado, lo que es una ventaja enorme cuando te dedicas a recoger dinero. Slo el otro da, una dama rusa le dio diez chelines. Los rusos entienden el arte de dar mucho mejor que nosotros. Espero que Claude consiga esta tarde sus buenos veinticinco chelines; tiene todo el campo para l, y tras la experiencia con el bizcocho de frambuesa le ir a la perfeccin el papel de plido, frgil, del que ya no es para este mundo. S, seguro que ahora ir por lo menos dos libras por delante de m. Tras muchas pesquisas y bsquedas, y numerosos murmullos de lamento, las damas cercadas consiguieron juntar entre ellas setenta y seis peniques. Me temo que esto es todo lo que tenemos explic la seora Stossen. Matilda no mostr signo alguno de bajar al suelo o acercarse a ella. No podra violentar mi conciencia por una cantidad inferior a diez chelines anunci con formalidad. Madre e hija murmuraron determinados comentarios en los que ocupaba un lugar prominente la palabra animal, que probablemente no haca ninguna referencia a Tarquin. He descubierto que tengo otra media corona dijo la seora Stossen con voz agitada. Aqu la tienes. Ahora haz el favor de ir a buscar a alguien rpidamente. Matilda se desliz por el rbol hasta el suelo, tom posesin de la donacin y procedi a recoger un puado de nsperos demasiado maduros que haba en la hierba, a sus pies. Despus salt por encima de la puerta y se dirigi al cerdo con afecto. Vamos, Tarquin, querido muchacho; ya sabes que no puedes resistirte a los nsperos cuando estn podridos y blanditos. Tarquin no fue capaz de resistirse a ellos. Arrojndole los frutos delante de l, a intervalos juiciosos, Matilda le fue obligando a regresar a su pocilga, al tiempo que las cautivas, ya liberadas, cruzaban a toda prisa el prado. Nunca ms! La pequea lagarta! exclam la seora Stossen cuando se vio a salvo en la carretera principal. El animal no era salvaje, y en cuanto a los diez chelines, no creo que el Fondo Para El Aire Libre vea un penique de ellos! Fue injustificablemente dura en su juicio. Pues si el lector examina los libros del Fondo, encontrar este reconocimiento: Recolectado por la seorita Matilda Cuvering, dos chelines y seis peniques.

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BROGUE

La estacin de caza haba llegado a su fin sin que los Mullet hubieran conseguido vender a Brogue. Haba sido una especie de tradicin en la familia durante los ltimos tres o cuatro aos, un tipo de esperanza fatalista, que Brogue encontrara comprador antes de que terminara la temporada de caza, pero las estaciones iban y venan sin que sucediera nada que justificara ese optimismo mal fundado. El animal haba recibido el nombre de Berserker1 en anteriores fases de su carrera, pero haba sido rebautizado como Brogue posteriormente, como reconocimiento al hecho de que, una vez adquirido, era extremadamente difcil librarse de l. Era sabido que el malevolente ingenio de los vecinos haba sugerido que sobraba la primera letra de su nombre2. Brogue haba sido descrito diversamente en los catlogos de venta como cazador de peso ligero, como caballo de dama y, de manera ms simple, aunque todava con un toque de imaginacin, como un til castrado pardo, de 15,1 de medida. Toby Mullet lo haba montado durante cuatro estaciones con los West Wessex; se puede montar casi cualquier tipo de caballo con los West Wessex con tal de que sea un animal que conozca el terreno. Y Brogue conoca ntimamente el terreno, pues haba abierto personalmente la mayor parte de los boquetes que haba en los lindes y setos en muchas millas a la redonda. No es que su actitud y caractersticas resultaran ideales en la caza, pero probablemente era ms seguro si se montaba junto a los perros que como rocn por los caminos rurales. Segn la familia Mullet, en realidad no se trataba de que le asustaran los caminos, sino que haba algunos elementos que le desagradaban y provocaban en l ataques repentinos de lo que Toby llamaba la enfermedad del viraje repentino. A los coches de motor y las motocicletas los trataba con tolerante desprecio; pero los cerdos, las carretillas, las piedras apiladas al lado del camino, los cochecitos de nio en una calle de un pueblo, las puertas pintadas de un blanco excesivamente agresivo y a veces, aunque no siempre, las colmenas ms nuevas, le apartaban de su camino en una imitacin viva del curso en zigzag de un rayo. Si un faisn se elevaba1

Brogue es el trmino con que se designa el acento irlands, del que es muy difcil deshacerse. Berserker: el que hace perder los estribos. 2 Quedara entonces Rogue, que significa pillo.

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ruidosamente al otro lado de un seto, Brogue saltaba al aire en ese mismo momento; aunque eso poda deberse a un deseo de sociabilidad. La familia Mullet estaba en desacuerdo con la informacin predominante segn la cual el caballo era un comepesebres confirmado. Fue hacia la tercera semana de mayo cuando la seora Mullet, viuda del fallecido Sylvester Mullet, y madre de Toby y un puado de hijas, asalt a Clovis Sangrail a las afueras del pueblo con un catlogo ininterrumpido de los sucesos locales. Conoce ya a nuestro nuevo vecino, el seor Penricarde? vocifer. Es terriblemente rico, posee minas de estao en Cornwall, es de mediana edad y bastante tranquilo. Ha tomado Red House con un alquiler indefinido y ha gastado mucho dinero en cambios y mejoras. Bueno, Toby le vendi a Brogue! Clovis tard un poco en asimilar la sorprendente noticia; luego rompi en generosas felicitaciones. De haber pertenecido a una estirpe ms emocional, probablemente habra besado a la seora Mullet. Qu suerte tan maravillosa haberse librado de l por fin! Ahora podrn comprar un animal decente. Siempre dije que Toby era listo. Mi ms sincera enhorabuena. No me felicite. Es lo ms desafortunado que poda haber sucedido! exclam dramticamente la seora Mullet. Clovis se qued mirndola con asombro. El seor Penricarde ha empezado a conceder sus atenciones a Jessie aadi la seora Mullet bajando la voz hasta lo que ella pensaba que sera un susurro impresionante, aunque se asemejaba ms bien a un grito spero y excitado. Al principio de una manera superficial, pero ahora inequvocamente. Fui una estpida por no haberme dado cuenta antes. Ayer mismo, en la fiesta de la rectora, le pregunt cules eran sus flores favoritas; ella le contest que los claveles y hoy han llegado un montn de claveles de diversos tipos, como clave, malmaison y de esos rojos oscuros tan bonitos, todos de exhibicin, junto con una caja de bombones que debi pedir a propsito a Londres. Le ha pedido que le acompae maana al campo de golf. Y precisamente ahora, en este momento crtico, Toby le vende ese animal. Es una calamidad! Pero lleva aos tratando de librarse del caballo coment Clovis. Tengo una casa llena de hijas contest la seora Mullet. Y he estado intentando bueno, desde luego quitrmelas de las manos no, pero uno o dos maridos no estaran de ms entre todas ellas; ya sabe que son seis. No lo saba contest Clovis. Nunca las he contado, pero imagino que tendr razn en cuanto al nmero; generalmente las madres conocen esas cosas. Y ahora, cuando hay una perspectiva inminente de un marido rico en el horizonte, Toby va y le vende ese desgraciado animal sigui diciendo la seora Mullet con su trgico susurro. Si trata de montarlo, probablemente le matar; en cualquier caso, matar cualquier afecto que haya podido sentir hacia cualquier miembro de nuestra familia. Y qu podemos hacer? No podemos pedirle sin ms que nos devuelva el 22

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caballo; como comprender, lo alabamos mucho cuando cremos que exista una posibilidad de que lo comprara, y le dijimos que era el animal que le convena exactamente. Y no pueden robarlo del establo y enviarlo a que paste en una granja a millas de distancia? sugiri Clovis. En la puerta del establo pueden escribir el voto para la mujer, y parecer que ha sido un ataque de las sufragistas. Nadie que conozca el caballo podra sospechar que quisieran recuperarlo. Todos los peridicos del condado airearan el asunto contest la seora Mullet. No imagina los titulares? Valioso caballo de caza robado por las sufragistas. La polica recorrera la zona hasta encontrar al animal. Bueno, Jessie puede tratar de que Penricarde lo devuelva si le dice que es uno de sus favoritos. Puede decirle que lo vendieron porque el establo tena que ser derribado segn un viejo contrato, pero que ahora se ha conseguido que permanezca dos aos ms. Parece un extrao procedimiento pedir la devolucin de un caballo que se acaba de vender, pero algo habr que hacer, y enseguida. Ese hombre no est habituado a los caballos y creo haberle dicho que era tan dcil como un cordero. Al fin y al cabo, los corderos patean y se retuercen como si estuvieran locos, no es cierto? La fama de tranquilidad del cordero es totalmente inmerecida contest Clovis mostrndose de acuerdo. Al da siguiente Jessie regres del campo de golf en un estado en el que se mezclaban la alegra y la preocupacin. Lo de la proposicin sali muy bien anunci. La hizo en el hoyo sexto. Le dije que necesitaba tiempo para pensarlo y le acept en el sptimo. Querida ma aadi la madre. Pienso que un poco ms de vacilacin y reserva recatada habra resultado aconsejable, pues le conoces desde hace muy poco. Deberas haber esperado hasta el hoyo noveno. Es que el sptimo es muy largo contest Jessie. Adems, la tensin nos tena a los dos fuera del juego. Cuando llegamos al hoyo noveno, habamos arreglado muchas cosas. Pasaremos la luna de miel en Crcega, y quizs hagamos una rpida visita a Npoles si nos apetece, y una semana en Londres para terminar. Pedir a dos de sus sobrinas que sean las damas de honor, por lo que con las nuestras habr siete, que es un nmero afortunado. T llevars tu vestido gris perla, aadindole una buena cantidad de encajes de Honiton. A propsito, esta noche viene a pedir tu consentimiento. Hasta ahora todo va bien, pero el asunto de Brogue es ya otra cosa. Le cont la historia del establo y lo que nos gustara comprar de nuevo el caballo, pero l parece igualmente propenso a quedrselo. Dijo que tena que hacer ejercicios ecuestres ahora que va a vivir en el campo, y que empezar a cabalgar maana. Ha cabalgado algunas veces en fila sobre un animal acostumbrado a llevar octogenarios y personas sometidas a curas de reposo, y sa es toda su experiencia en la silla de montar Ah, tambin mont una jaca una vez en Norfolk, cuando l tena quince aos y la jaca veinticuatro. Y maana va a montar a 23

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Brogue! Ser viuda antes de haberme casado y deseaba tanto ver cmo es Crcega; parece tan tonta sobre el mapa. Fueron a buscar a Clovis a toda prisa y le contaron la situacin. Nadie puede montar con seguridad en ese animal, salvo Toby le dijo la seora Mullet. Y l ya sabe por experiencia de qu se va a asustar, y consigue evitarlo al mismo tiempo. Le suger al seor Penricarde, debera decir a Vincent, que a Brogue no le gustan las puertas blancas coment Jessie. Las puertas blancas! exclam la seora Mullet. Le mencionaste tambin el efecto que produce en l un cerdo? Para llegar al camino principal tendr que pasar junto a la granja de Lockyer, y seguro que habr uno o dos cerdos gruendo en el prado. ltimamente le estn resultando bastante desagradables los pavos aadi Toby. Es evidente que no debemos permitir que Penricarde salga con ese animal afirm Clovis. Al menos no hasta que Jessie se haya casado y hartado de l. Les dir lo que haremos: pdale que maana salgan de picnic, a una hora temprana; l no es de esas personas que salen a cabalgar antes del desayuno. Yo me encargar de que al da siguiente el prroco le lleve hasta Crowleigh antes del almuerzo para ver el nuevo hospital que estn construyendo all. Como Brogue se quedar ocioso en el establo, Toby puede ofrecerse a sacarlo para que haga ejercicio; despus coge una piedra o algo parecido y lo deja convenientemente cojo. Si se dan un poco de prisa con la boda, puede mantenerse la ficcin de la cojera hasta que la ceremonia haya terminado. La seora Mullet s perteneca a una estirpe emotiva, por lo que bes a Clovis. Nadie tuvo la culpa de que a la maana siguiente cayera una lluvia torrencial que convirti el picnic en una imposibilidad absoluta. Tampoco fue culpa de nadie, si no simple mala suerte, que a primera hora de la tarde el tiempo aclarara lo suficiente como para que el seor Penricarde se viera tentado a realizar su primer intento con Brogue. Ni siquiera llegaron a los cerdos de la granja de Lockyer; la puerta de la casa parroquial estaba pintada de un color verde apagado, pero haba sido blanca uno o dos aos antes y Brogue nunca olvidaba que haba tenido la costumbre de ejecutar en ese punto particular del camino una reverencia violenta, un coceo con las patas traseras y un viraje brusco. Despus, como aparentemente nadie requera sus servicios, se abri camino hasta el huerto de la casa parroquial, donde encontr un pavo en un gallinero; los que posteriormente visitaron el huerto encontraron el gallinero casi intacto, pero era muy poco lo que quedaba del pavo. El seor Penricarde, algo aturdido y tembloroso, aquejado de magulladuras en una rodilla y otros daos menores, achac afablemente el accidente a su inexperiencia con los caballos y los caminos rurales, permitiendo que Jessie lo cuidara hasta que estuvo totalmente recuperado y preparado para el golf en menos de una semana. En la lista de regalos de boda que el peridico local public aproximadamente quince das despus, apareca el objeto siguiente: 24

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Un caballo pardo, Brogue, regalo del novio a la novia. Lo que demuestra que no saba nada coment Toby Mullet. O ms bien que tiene un ingenio muy agradable contest Clovis.

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LA

GALLINA

Dora Bittholz viene el jueves dijo la seora Sangrail. Este jueves? pregunt Clovis. Su madre asinti. Menuda papeleta, eh? dijo riendo entre dientes. Jane Mardet slo lleva aqu cinco das, y no se queda nunca menos de quince aunque haya dicho claramente que viene por una semana. Nunca conseguirs sacarla de la casa para el jueves. Y por qu iba a hacerlo? pregunt la seora Sangrail. Dora y ella son buenas amigas, no es as? O solan serlo, por lo que recuerdo. Solan serlo; por eso ahora estn ms resentidas. Cada una de ellas siente que ha alimentado una vbora en su pecho. Nada estimula ms la llama del resentimiento humano como el descubrimiento de que el propio pecho ha sido utilizado como un criadero de serpientes. Pero qu ha sucedido? Alguna de ellas ha hecho algo mal? No exactamente contest Clovis. Una gallina se interpuso entre ellas. Una gallina? Qu gallina? Fue una Leghorn oscura, o una de esas de raza extica, que Dora le vendi a Jane a un precio tambin bastante extico. Como ya sabes, ambas tienen aficin por las aves de precio, y Jane pens que recuperara su dinero teniendo una gran familia de gallinas de pedigr. Pero result que ese ave se abstena de la costumbre de poner huevos, y me han contado que las cartas que se cruzaron fueron una revelacin en cuanto a las invectivas que es posible poner sobre una hoja de papel. Qu ridculo! exclam la seora Sangrail. Y ninguno de sus amigos pudo zanjar la disputa? Hubo quien lo intent contest Clovis, pero deba ser algo bastante parecido a componer la msica tormentosa de El Holands Errante. Jane estaba dispuesta a retirar algunas de sus observaciones ms difamatorias a condicin de que Dora volviera a quedarse con la gallina, pero sta dijo que eso sera confesar su equivocacin, y ya sabes que antes confesara ser la duea de los tugurios de Whitechapel. Es una situacin de lo ms difcil coment la seora Sangrail. Supones que no se hablarn la una a la otra?

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Por el contrario, la dificultad ser conseguir que dejen de hacerlo. Sus comentarios acerca del carcter y la conducta de la otra han estado limitados hasta el momento por el hecho de que slo cuatro onzas de expresin verbal pueden enviarse por correo por un penique. No puedo impedir que venga Dora afirm la seora Sangrail. Ya pospuse su visita en una ocasin y nada que no sea un milagro hara que Jane se fuera antes de la quincena que se asigna a s misma. Los milagros son mi especialidad replic Clovis. En este caso no pretendo tener demasiadas esperanzas, pero har todo lo posible. Con tal de que no me arrastres a m puso su madre como condicin. Los criados son una molestia murmur Clovis cuando estaba sentado en la sala de fumadores despus del almuerzo, hablando a rachas con Jane Mardet en los intervalos que le dejaba libre la ocupacin de combinar los materiales de un coctel que haba bautizado irreverentemente con el nombre de Ella Wheeler Wilcox. Estaba hecho con brandy aejo y curaao; haba otros ingredientes, pero nunca los revelaba indiscriminadamente. Que si son una molestia! exclam Jane lanzndose al tema con el impulso exuberante de un caballo de caza cuando deja el camino principal y siente la hierba bajo sus cascos. Vaya si lo son! Los problemas que he tenido este ao para conseguir los que me convienen son difciles de creer. Pero no veo de qu tienes que quejarte tu madre tiene una suerte tan maravillosa con sus criados. Por ejemplo Sturridge: lleva con vosotros desde hace aos, y estoy convencida de que es un dechado de mayordomo. Ah est precisamente el problema replic Clovis. Cuando los criados llevan contigo varios aos es cuando se convierten en una molestia realmente grave. Los del tipo de hoy llegan y maana se van no importan: lo nico que tienes que hacer es sustituirlos; la preocupacin autntica son los permanentes y los dechados. Pero si te satisfacen Ello no impide que te den problemas. Ahora que has mencionado a Sturridge sobre todo estaba pensando en l cuando coment que los criados son una molestia. El excelente Sturridge una molestia! No puedo creerlo. S que es excelente, y que no podramos pasar sin l; es el nico elemento de confianza en esta casa tan a la buena de Dios. Pero esa misma disciplina le ha afectado. Has pensado alguna vez lo que debe ser realizar incesantemente lo correcto de la manera correcta en el mismo lugar durante la mayor parte de tu vida? Conocer, ordenar y vigilar exactamente qu plata, qu cristalera y qu mantel se utilizarn y se descartarn en cada ocasin, tener la bodega, la despensa y el armario de la plata bajo una administracin minuciosamente elaborada y rgida, no hacer ruido, ser impalpable, omnipresente, y por lo que concierne a tus asuntos, omnisciente. Me volvera loca contest Jane con conviccin. Exacto reafirm Clovis seriamente, tomndose de un solo trago su Ella Wheeler Wilcox.

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Pero Sturridge no se ha vuelto loco aadi Jane con un aleteo inquisitivo en su voz. En casi todos los temas, est totalmente cuerdo y es digno de confianza dijo Clovis. Pero a veces se ve sometido a los engaos ms obstinados, y en esas ocasiones se convierte no en una simple molestia, sino en una autntica turbacin. Qu tipo de engaos? Desgraciadamente suelen centrarse en uno de los invitados de la casa, y ah radica la molestia. Por ejemplo, se le meti en la cabeza que Matilda Sheringham era el profeta Elas, y como lo nico que recordaba de la historia de Elas era el episodio de los cuervos en el desierto, se negaba absolutamente a interferir en lo que l pensaba eran las disposiciones para el abastecimiento privado de Matilda, no permita que le llevaran t por la maana y si serva la mesa la dejaba fuera de la ronda al poner los platos. Qu desagradable. Y qu hicisteis al respecto? Bueno, Matilda fue alimentada, en cierta manera, pero se consider que lo mejor para ella sera que redujera la duracin de su visita. En realidad era lo nico que caba hacer contest Clovis con cierto nfasis. Yo no lo habra hecho replic Jane. Le habra seguido la broma de alguna manera, pero por supuesto que no me habra ido. Clovis frunci el ceo. No siempre es prudente seguir la corriente a la gente cuando se les meten ideas como sa en la cabeza. No se sabe hasta qu punto pueden llegar si se les estimula. No estars diciendo que podra ser peligroso, verdad? pregunt Jane algo ansiosa. Nunca se puede estar seguro contest Clovis. De vez en cuando se le mete una idea sobre un invitado que podra tomar un rumbo desafortunado. Eso es precisamente lo que me preocupa en estos momentos. Cmo, tiene alguna fantasa sobre alguno de los que estamos aqu ahora? pregunt Jane con excitacin. Qu emocionante! Dime de quin se trata. De ti contest escuetamente Clovis. De m? Clovis asinti. Y quin diablos se cree que soy? La reina Ana respondi inesperadamente. La reina Ana! Vaya idea. Pero de todas maneras no hay nada peligroso en ella; fue una personalidad tan falta de colorido. Qu es lo que dice principalmente la posteridad acerca de la reina Ana? pregunt Clovis ponindose bastante serio. Lo nico que puedo recordar de ella es la frase la reina Ana ha muerto contest Jane. Exactamente aadi Clovis mirando la copa que contena el Ella Wheeler Wilcox. Muerta. Quieres decir que me toma por el fantasma de la reina Ana? pregunt Jane. 28

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El fantasma? Querida ma, no. Nadie oy hablar nunca de un fantasma que bajara a desayunar y comiera riones y tostadas con miel con un apetito saludable. No, lo que le molesta y le llena de perplejidad es el hecho de que ests tan viva y floreciente. Toda su vida se haba acostumbrado a considerar a la reina Ana como la personificacin de todo lo que est muerto y acabado, ya sabes el refrn, tan muerto como la reina Ana; y ahora tiene que llenarte la copa en el almuerzo y en la cena, y escuchar tu relato de lo bien que te lo pasaste en la exhibicin de caballos de Dubln, por lo que naturalmente piensa que hay algo que no funciona en ti. Pero no se volver totalmente hostil hacia m por ese motivo, verdad? pregunt Jane con ansiedad. En realidad no me alarm hasta hoy durante el almuerzo contest Clovis. Le sorprend observndote con una mirada muy siniestra mientras murmuraba: Debera estar muerta hace tiempo, debera estarlo, y alguien tendra que preocuparse de eso. se es el motivo de que te mencionara el asunto. Eso es terrible dijo Jane. Hay que hablarle de ello a tu madre enseguida. Mi madre no debe or ni una palabra; la inquietara terriblemente. Confa en Sturridge para todo. Pero podra matarme en cualquier momento protest Jane. En cualquier momento no; pasar toda la tarde ocupado con la plata. Tendrs que vigilarle atentamente todo el tiempo, y estar en guardia para frustrar cualquier ataque asesino dijo Jane antes de aadir en un tono que transmita una ligera obstinacin: es terrible estar en una situacin as, con un mayordomo loco pendiendo sobre ti como la espada de Damocles, pero de lo que estoy segura es de que no voy a abreviar mi visita. Por lo bajo, Clovis blasfem terriblemente; el milagro haba sido un fracaso estrepitoso. En el vestbulo, a la maana siguiente, tras un desayuno tardo, Clovis tuvo su inspiracin final mientras se esforzaba en quitar con mucho cuidado las manchas de xido de un viejo palo de golf. Dnde est la seorita Martlet? pregunt al mayordomo, que cruzaba el saln en ese momento. Escribiendo cartas en el saln matinal, seor respondi Sturridge, con lo que anunciaba un hecho que ya saba el que se lo haba preguntado. Quiere copiar la inscripcin de ese antiguo sable con empuadura de cestera le dijo Clovis sealando un arma venerable que colgaba de la pared. Me gustara que se la llevaras, pues tengo las manos llenas de aceite. Llvaselo sin la vaina, pues as ser ms sencillo. El mayordomo sac la hoja, todava afilada y brillante en su vejez bien cuidada, y fue con ella al saln matinal. Junto al escritorio haba una puerta que daba a una escalera posterior; Jane desapareci por ella con una rapidez tan vertiginosa que el mayordomo dud de que le

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hubiera visto entrar. Media hora ms tarde, Clovis la llevaba, con su equipaje hecho apresuradamente, a la estacin. Mi madre se sentir muy contrariada cuando regrese del paseo y se entere de que te has ido coment a la invitada al despedirla, pero me inventar alguna historia sobre un telegrama urgente que te exiga marcharte. No quiero alarmarla innecesariamente con respecto a Sturridge. A Jane le pareci despreciable la idea que tena Clovis de lo que era una alarma innecesaria y casi lleg a ser grosera con el joven que se acerc para preguntar por la cesta del almuerzo. El milagro perdi parte de su utilidad por el hecho de que Dora escribi aquel mismo da posponiendo la fecha de su visita, aunque en todo caso Clovis mantiene el rcord de haber sido el nico ser humano que ha hecho abandonar precipitadamente a Jane Martlet su programa migratorio.

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LA

VENTANA ABIERTA

Mi ta bajar enseguida, seor Nuttel le dijo una joven dama de quince aos, muy duea de s misma. Entretanto, tendr que conformarse conmigo. Framton Nuttel se esforz por decir algo correcto que halagara debidamente a la sobrina en ese momento sin dejar fuera indebidamente a la ta que iba a llegar. Personalmente dudaba ms que nunca de que esas visitas formales a una serie de absolutos desconocidos sirvieran para ayudarle en la cura de nervios que se supona estaba realizando. Ya s lo que va a pasar le haba dicho su hermana cuando l se dispona a viajar a ese retiro rural. Te encerrars all y no hablars con nadie, por lo que tus nervios se pondrn peor que nunca por el abatimiento. Te dar cartas de presentacin a todas las personas que conozco all. Algunas de ellas, por lo que puedo recordar, eran bastante agradables. Framton se preguntaba si la seora Sappleton, la dama a la que iba a entregar una de las cartas de presentacin, pertenecera al grupo de los agradables. Conoce a muchas personas de por aqu? pregunt la sobrina cuando consider que ya haban tenido un grado suficiente de comunin silenciosa. Apenas a nadie contest Framton. Mi hermana estuvo aqu, en la casa parroquial, ya sabe, hace unos cuatro aos, y me dio algunas cartas de presentacin. Hizo esta ltima afirmacin en un tono que transparentaba claramente su pesar. Entonces, no sabe prcticamente nada de mi ta? sigui dicindole la independiente joven. Tan slo su nombre y direccin admiti el visitante. Se preguntaba si la seora Sappleton sera casada o viuda. Algo indefinible que haba en la habitacin pareca sugerir una atmsfera masculina. Su gran tragedia sucedi hace slo tres aos dijo la joven. Debi ser despus de la estancia de su hermana. Su tragedia? pregunt Framton; de alguna manera, en esa tranquila zona rural las tragedias parecan fuera de sitio.

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Quizs se pregunte el motivo de que mantengamos abierta esta puertaventana en una tarde de octubre contest la sobrina sealando una amplia ventana francesa que daba a un prado. Hace bastante calor para la poca del ao dijo Framton. Es que tiene algo que ver con la tragedia? Hoy hace tres aos que su marido y sus dos hermanos pequeos salieron por ella para ir a cazar. No regresaron. Al cruzar el pantano para ir a su lugar favorito de caza al acecho, fueron tragados por una cinaga traicionera. Fue aquel terrible verano hmedo, se acordar, y los lugares que haban sido seguros en otros aos cedan de pronto sin previo aviso. Nunca se recuperaron sus cuerpos. Eso fue lo ms terrible en ese momento la voz de la nia haba perdido su dominio y se volvi vacilantemente humana. La pobre ta cree que regresarn algn da, ellos y el pequeo spaniel oscuro que les acompaaba, y que entrarn por esa puertaventana tal como solan hacer. Esa es la razn de que est abierta todas las tardes hasta que oscurece. Mi pobre ta me ha contado a menudo cmo se marcharon, su marido con el impermeable blanco sobre el brazo, y Ronnie, su hermano menor, cantando Bertie, why do you bound? tal como sola hacer siempre; como una broma, porque ella deca que la pona nerviosa. Sabe usted? A veces, en las tardes tranquilas como sta, casi tengo la sensacin de que todos van a entrar por ah Se interrumpi con un estremecimiento. Para Framton fue un alivio que la ta irrumpiera en la habitacin con toda una serie de excusas por haberse presentado tan tarde. Confo en que Vera le haya distrado dijo. Ha sido muy interesante contest Framton. Espero que no le importe que tengamos la puerta abierta dijo de pronto la seora Sappleton. Mi marido y mis hermanos van a regresar de la caza y siempre entran por all. Hoy han salido a cazar al acecho, en los pantanos, as que ensuciarn bastante mis pobres alfombras. Pero as son los hombres, no le parece? Sigui conversando alegremente acerca de la caza, la escasez de aves y las perspectivas del pato para el invierno. A Framton aquello le resultaba absolutamente horrible. Hizo un esfuerzo desesperado, que slo obtuvo un xito parcial, para desviar la conversacin a un tema menos fantasmal; se daba cuenta de que su anfitriona slo le prestaba un fragmento de su atencin, y que su mirada se desviaba constantemente de l hacia la puertaventana abierta y el prado que haba detrs. Ciertamente, fue una coincidencia desafortunada que hubiera hecho la visita en ese aniversario trgico. Los doctores estn de acuerdo en ordenarme un descanso completo, una ausencia total de excitacin mental y que evite todo lo que represente un ejercicio fsico violento anunci Framton, basndose en el engao tolerablemente bien extendido de que los desconocidos y las amistades hechas al azar estn hambrientos de los menores detalles acerca de las enfermedades y dolencias de uno, con sus causas y curaciones. Pero en cuanto al asunto de la dieta, ya no estn tan de acuerdo.

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No? pregunt la seora Sappleton consiguiendo en el ltimo momento sustituir la pregunta por un bostezo. De pronto se anim y prest atencin, pero no a lo que estaba diciendo Framton. Por fin, ya estn aqu! grit. Justo a tiempo para el t, y no parece que vengan cubiertos de barro hasta los ojos! Framton se estremeci ligeramente y se volvi hacia la sobrina con una mirada que trataba de transmitir su comprensin y simpata. La nia miraba hacia afuera, por la ventana abierta, con asombro y horror en los ojos. Con un miedo glacial e imposible de describir, Framton se dio la vuelta en su asiento y mir en la misma direccin. Bajo la luz del crepsculo, tres figuras cruzaban el prado hacia la puertaventana; todas llevaban escopetas bajo el brazo, y una iba cargada adems con un impermeable blanco sobre los hombros. Un fatigado spaniel oscuro se mantena cerca de sus talones. Se acercaron a la casa sin hacer ruido, y luego una voz juvenil y spera cant desde la oscuridad: I said, Bertie, why do you bound? Framton se aferr a su bastn y sombrero; la puerta de la casa, el camino de gravilla y el portn de la finca tan slo fueron fases, apenas percibidas, de su precipitada retirada. Un ciclista que vena por la carretera tuvo que meterse en un seto para evitar la inminente colisin. Ya estamos aqu, querida dijo el que llevaba el impermeable blanco en el momento de entrar por la ventana. Llevamos bastante barro, pero casi seco. Quin era se que sala a toda prisa cuando llegbamos? Un hombre de lo ms extraordinario, un tal seor Nuttel contest la seora Sappleton. Slo era capaz de hablar de su enfermedad, y se march sin pronunciar una excusa o una palabra de adis cuando llegasteis. Pareca que hubiera visto un fantasma. Supongo que fue por el spaniel intervino la sobrina con voz tranquila. Me cont que tena horror a los perros. Una vez fue atacado en un cementerio de algn lugar de las orillas del Ganges por una manada de perros de los parias y tuvo que pasar la noche en una tumba recin excavada, mientras los animales gruan, ladraban y espumeaban por encima de l. Con eso, cualquiera puede perder los nervios. Su especialidad eran las historias improvisadas.

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EL

BARCO DEL TESORO

El gran galen yaca semioculto bajo el agua y las algas arenosas de la baha septentrional, donde la fortuna de la guerra y el clima haca tiempo que lo haban instalado cmodamente. Tres siglos y un cuarto haban pasado desde el da en que haba zarpado por alta mar como una unidad importante de una escuadra de combate; los sabios no estaban de acuerdo en determinar de qu escuadra se trataba exactamente. El galen no haba aportado nada al mundo, pero segn la tradicin y los informes haba sacado mucho de l. Pero cunto? Tambin en eso estaban en desacuerdo los sabios. Algunos de ellos eran tan generosos en sus clculos como los asesores fiscales, otros aplicaban una especie de crtica ms elevada a los cofres del tesoro sumergidos, rebajando su contenido a la moneda del oro de los duendes. Lulu, duquesa de Dulverton, perteneca a la primera escuela. La Duquesa no slo crea en la existencia de un tesoro hundido de proporciones fascinantes; tambin crea conocer un mtodo mediante el cual el mencionado tesoro poda ser localizado con exactitud y recuperado por poco precio. Una ta materna de la familia haba sido doncella de honor de la Corte de Mnaco, en cuyo puesto asumi un inters respetuoso por las investigaciones de los mares profundos en las que el trono de ese pas, quizs impaciente por sus limitaciones terrestres, se haba sumergido. Por medio de esta pariente, la Duquesa se haba enterado de un invento, perfeccionado y casi patentado por un sabio monegasco, mediante el cual la vida ordinaria de la sardina mediterrnea poda ser estudiada a una profundidad de muchas brazas bajo una luz blanca y fra, de un brillo superior a la de un saln de baile. Con este invento estaba relacionada (y para la Duquesa eso era la parte ms atractiva) una rastra elctrica de succin diseada especialmente para subir a la superficie aquellos objetos de inters y valor que pudieran encontrarse en los niveles ms accesibles del lecho ocenico. Los derechos del invento seran adquiridos por mil ochocientos francos, y el aparato por algunos miles ms. La duquesa de Dulverton era rica, segn lo que consideraba el mundo que era la riqueza; pero alimentaba la esperanza de serlo un da segn sus propios clculos. Durante el curso de tres siglos se haban constituido empresas que intentaron una y otra vez buscar los supuestos tesoros del interesante galen; ella pensaba que, con la ayuda del invento, podra trabajar sobre el buque naufragado de manera privada e

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independiente. Al fin y al cabo, uno de sus antepasados por la lnea materna descenda de Medina Sidonia, por lo que era de la opinin de que tena tanto derecho como cualquier otro al tesoro. Adquiri el invento y compr el aparato. Entre otros vnculos y estorbos familiares, Lulu posea un sobrino, Vasco Honiton, un joven caballero bendecido por unos ingresos pequeos y un gran crculo de parientes, lo que le permita vivir imparcial y precariamente de ambos. Posiblemente le haban puesto el nombre de Vasco con la esperanza de que viviera de acuerdo con su tradicin aventurera, pero se limit estrictamente a la parte familiar de la aventura, prefiriendo explotar lo seguro en lugar de lo desconocido. La relacin de Lulu con l se haba limitado en los ltimos aos al proceso negativo de estar fuera de la ciudad cuando l la llamaba y escasa de dinero cuando la escriba. Sin embargo, ahora le pareci que el sobrino resultaba enormemente conveniente para dirigir el experimento de la bsqueda del tesoro; si haba alguien capaz de extraer oro de una situacin poco prometedora, sin duda se sera Vasco aunque desde luego bajo las necesarias garantas en cuanto a su supervisin. Cuando haba dinero en cuestin, la conciencia de Vasco era capaz de ataques de obstinado silencio. En algn lugar de la costa occidental de Irlanda, la propiedad de los Dulverton inclua unos acres de playa de guijarros, rocas y pramo, demasiado estriles como soporte de la menor empresa agraria, pero que incluan una baha pequea y bastante profunda en la que la produccin de langosta sola ser buena en casi todas las estaciones. Haba en la propiedad una casa pequea e inhspita, llamada Innisgluther, que durante los meses de verano era un exilio tolerable para aquellos que gustaran de la langosta y la soledad y fueran capaces de aceptar las ideas de la cocina irlandesa acerca de lo que poda perpetrarse con el nombre de mayonesa. Lulu raras veces iba all, pero prestaba la casa prdigamente a amigos y parientes. Ahora la puso a la disposicin de Vasco. Ser el mejor lugar para practicar y experimentar con el aparato de salvamento le dijo. La baha es bastante profunda en algunos lugares, por lo que podrs comprobarlo todo perfectamente antes de partir a la bsqueda del tesoro. Antes de que hubieran transcurrido tres semanas Vasco se present en la ciudad para informar de sus progresos. El aparato funciona magnficamente le inform a su ta. Cuanto ms profundo se llega, ms claro se vuelve todo. Y adems hemos encontrado algo parecido a un barco hundido que nos ha permitido probarlo! Un naufragio en la baha de Innisgluther! exclam Lulu. Una barca motora sumergida, la SubRosa contest Vasco. No! De verdad? pregunt Lulu. Era el barco del pobre Billy Yuttley. Recuerdo que se hundi en alguna parte de esa costa hace unos tres aos. Su cuerpo fue lanzado a la orilla en la Punta. La gente dijo que la barca haba zozobrado intencionadamente ya me entiendes, un caso de suicidio. La gente dice siempre esas cosas cuando sucede algo trgico. 35

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En este caso tenan razn aadi Vasco. Qu quieres decir? pregunt enseguida la Duquesa. Qu te hace pensar as? Lo s contest Vasco simplemente. Lo sabes? Cmo puedes saberlo? Cmo puede saberlo nadie? Aquello sucedi hace tres aos. En un armario del SubRosa encontr una caja fuerte hermtica. Contena papeles aadi Vasco detenindose para producir un efecto dramtico y rebuscando por un momento en el bolsillo interior de su abrigo. Sac una hoja de papel plegada. La Duquesa se la cogi, con una prisa casi indecente, y se dirigi con ella hacia la chimenea. Estaba esto en la caja fuerte del SubRosa? pregunt. Oh, no contest Vasco despreocupadamente. sa es una lista de las personas bien conocidas que se veran comprometidas en un escndalo muy desagradable si se hicieran pblicos los papeles del SubRosa. Te he puesto a la cabeza; los dems van por orden alfabtico. La Duquesa contempl indecisa la serie de nombres, que pareca incluir a casi todos sus conocidos. En realidad, el hecho de que su nombre fuera a la cabeza de la lista ejerca un efecto casi paralizante de sus facultades mentales. Evidentemente, habrs destruido los papeles exclam cuando se hubo recuperado parcialmente. Se dio cuenta de que haba hecho esa observacin con una absoluta falta de conviccin. Vasco sacudi la cabeza. Pero deberas haberlo hecho exclam colrica Lulu. Si tal como dices, son muy comprometedores Oh, lo son, eso te lo aseguro la interrumpi el joven. Entonces deberas ponerlos enseguida donde no puedan hacer dao. Imagina que se filtrara algo, piensa en todas esas pobres y desafortunadas personas que se veran comprometidas con las revelaciones dijo Lulu golpeando ligeramente la lista con gestos agitados. Desafortunadas, quizs; pero no pobres le corrigi Vasco. Si lees la lista cuidadosamente, observars que no me he molestado en incluir a aquellos cuya posicin econmica no es incuestionable. Lulu contempl unos instantes en silencio a su sobrino. Despus, le pregunt con voz ronca: Y qu es lo que vas a hacer? Nada durante el resto de mi vida respondi significativamente. Quizs cazar un poco prosigui. Y tendr una villa en Florencia. Villa SubRosa sonara bastante curioso y pintoresco, no te parece? Muchas personas podran darle un significado al nombre. Supongo que tambin deber tener una aficin; probablemente coleccionar obras de Raeburn. La pariente de Lulu que viva en la Corte de Mnaco recibi una respuesta irritada cuando escribi recomendando otro invento en el campo de la investigacin marina.

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LA

TELARAA

La cocina de la granja estaba situada all probablemente por accidente, o por una decisin del azar; sin embargo, su situacin podra haber sido planificada por un maestro estratega de la arquitectura de las casas de campo. La vaquera, el gallinero, el jardn de hierbas y todos los lugares de trabajo de la granja parecan conducir mediante un fcil acceso a su refugio de anchas losetas, donde haba espacio para todo y donde las huellas que dejaban las botas llenas de barro podan borrarse fcilmente. Sin embargo, a pesar de estar tan bien situada en el centro del ajetreo humano, su ventana alargada y enrejada, con el amplio asiento junto a la ventana, construido en un alfizar ms all de la enorme chimenea, permita tener una vista de la colina, el pramo y la garganta arbolada. El rincn de la ventana era casi una pequea habitacin independiente, con mucho la ms agradable de la granja en cuanto a su situacin y capacidad. La joven seora Ladbruk, a cuyo marido perteneca la granja por herencia, miraba con ojos codiciosos esa cmoda esquina que le haca sentir una comezn en los dedos por el deseo de convertirla en una estancia brillante y acogedora, con cortinas de cretona, jarrones de flores y una o dos repisas con porcelana antigua. El rancio saln de la casa, que daba a un jardn estirado y carente de alegra, cercado por unos elevados muros vacos, no era una estancia que se prestara ni a la comodidad ni a la decoracin. Cuando estemos ms asentados har maravillas para volver habitable la cocina deca la joven esposa a sus ocasionales visitantes. Haba un deseo tcito en esas palabras, un deseo tan inconfesable como inexpresado. Emma Ladbruk era la seora de la granja; junto con su esposo tena una opinin que expresar en el orden de sus asuntos. Pero no era la duea de la cocina. En una de las repisas de un antiguo aparador, junto con botes de salsa desportillados, jarros de peltre, rayadores de queso y facturas pagadas, haba una Biblia gastada y rada en cuya primera pgina se encontraba, en tinta descolorida, el recuerdo de un bautismo celebrado noventa y cuatro aos antes. Martha Crale era el nombre escrito sobre esa pgina amarillenta. La vieja dama amarilla y arrugada que cojeaba y murmuraba por la cocina, semejante a una hoja muerta del otoo que los vientos del invierno siguen empujando de aqu para all, haba sido en otro tiempo Martha Crale; despus, durante setenta

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aos, fue Martha Mountjoy. Durante mucho ms tiempo del que cualquiera era capaz de recordar, haba caminado con pasos ligeros entre el horno, el lavadero y la quesera, y haba salido al gallinero y al jardn, gruendo, murmurando y refunfuando, pero sin dejar de trabajar. Emma Ladbruk, a cuya llegada la anciana haba prestado tan poca atencin como a una abeja que se hubiera metido por una ventana en un da de verano, al principio sola observarla con una especie de amedrentada curiosidad. Era tan anciana, y formaba parte del lugar en tal medida, que resultaba difcil pensar en ella como en un ser vivo. El viejo Shep, el pastor escocs de hocico blanquecino y miembros rgidos, que aguardaba el momento de su muerte, casi pareca ms humano que la marchita y desecada anciana. Haba sido un cachorro ruidoso y alborotador, lleno de alegra vital, cuando ella era ya una dama que cojeaba y se tambaleaba; y ahora el animal era simplemente un armazn ciego que todava respiraba, y nada ms; mientras ella segua trabajando con una energa frgil y todava fregaba, horneaba y lavaba, yendo de aqu para all. Emma sola pensar que si haba algo en esos sabios y viejos perros que no llegaba a perecer totalmente con la muerte, deba haber en esas colinas generaciones de perros fantasmas, generaciones de perros que Martha haba criado, alimentado, atendido, y a los que le haba dicho una ltima palabra de adis en aquella vieja cocina. Y qu recuerdos deba tener de las generaciones de seres humanos que haban fallecido en vida de ella. Era muy difcil para cualquiera, y mucho ms para una extraa como Emma, conseguir que hablara de los tiempos pasados; su lenguaje, agudo y tembloroso, se refera a puertas que haban quedado abiertas, cubos que se haban extraviado, terneras a las que se les haba pasado la hora en que deban ser alimentadas, a los pequeos y diversos fallos y errores que dan variedad a la rutina de una granja. En ocasiones, cuando llegaba la poca de las elecciones, extraa de su recuerdo viejos nombres que haban librado las batallas de tiempos pasados. Haba habido un tal Palmerston que haba sido importante en Tiverton; Tiverton no estaba ms lejos que el vuelo de un cuervo, pero para Martha era casi un pas extranjero. Posteriormente surgieron los Northcote y los Acland, as como otros muchos nombres ms nuevos que ella haba olvidado; los nombres cambiaban, pero siempre eran liberales y conservadores, amarillos y azules. Siempre disputaban y gritaban con respecto a quin tena razn y quin estaba equivocado. Aqul con el que ms disputaban era un anciano caballero de rostro colrico ella haba visto su imagen en la pared. Y tambin la haba visto en el suelo con una manzana podrida aplastada encima, pues la granja haba cambiado de poltica de vez en cuando. Martha no haba pertenecido nunca a un bando ni al otro; ninguno de ellos haba hecho nunca nada bueno por la granja. se era su veredicto tajante, expresado con toda la desconfianza de una campesina hacia el mundo exterior. Cuando la curiosidad casi medrosa se desvaneci en parte, Emma Ladbruk se dio cuenta, incmodamente, de que tena otro sentimiento hacia la anciana. Era una tradicin antigua y curiosa que permaneca en el lugar, formaba parte de la propia granja, era algo que al mismo 38

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tiempo resultaba pattico y pintoresco: pero resultaba un estorbo absoluto. Emma haba llegado a la granja llena de planes para hacer pequeas reformas y mejoras, en parte como consecuencia de haberse formado en los mtodos y modos ms nuevos, y en parte como resultado de sus propias ideas y caprichos. Las reformas en la zona de la cocina, si es que esos odos sordos hubieran podido ser inducidos a prestarle la ms ligera atencin, habran sido recibidas con una disconformidad absoluta y un rechazo burln; y la regin de la cocina se extenda a la zona de la vaquera, los asuntos relacionados con el mercado y la mitad del trabajo de la casa. Emma, que tena en la punta de los dedos la ltima ciencia con respecto al despedazamiento de las aves de corral, permaneca sentada como una observadora a la que no prestaban atencin mientras la vieja Martha preparaba los pollos para la caseta del mercado tal como lo haba hecho durante ochenta aos: todo pata y nada de pechuga. Y los cientos de sugerencias tendentes a una limpieza efectiva y a una reduccin del trabajo, y todas las cosas en favor de la salud que la joven mujer estaba dispuesta a impartir o poner en accin, caan en la nada ante esa presencia plida que murmuraba y no le prestaba atencin. Pero lo ms importante de todo era que la codiciada esquina de la ventana, que debera ser un oasis elegante y alegre en la adusta y vieja cocina, estaba ahora atascado y obstruido por una confusa serie de trastos que Emma, a pesar de su autoridad nominal, no se atreva a quitar; pareca pender sobre ellos la proteccin de algo que era como una telaraa humana. Decididamente, Martha era un estorbo. Habra sido una maldad indigna desear que la duracin de esa valiente y vieja vida se abreviara en unos miserables meses, pero conforme pasaban los das Emma se dio cuenta de que el deseo estaba all, por mucho que lo negara; acechante en su mente. Sinti en ella ese deseo vil, con los escrpulos del reproche a s misma, un da que entr en la cocina y vio un inhabitual estado de cosas en aquel lugar habitualmente atareado. La vieja Martha no estaba trabajando. En el suelo, a su lado, haba una cesta de maz, y en el patio las gallinas empezaban a elevar su protesta porque se haba pasado ya la hora de su comida. Pero Martha estaba acurrucada y encogida sobre el asiento de la ventana, mirando hacia el exterior con sus viejos y apagados ojos, como si viera algo ms extrao que el paisaje otoal. Sucede algo, Martha? pregunt la joven. Es esta muerte, esta muerte que viene le respondi la voz titubeante. Saba que iba a venir. Lo saba. No en vano el viejo Shep estuvo aullando toda la maana. Y anoche o a la lechuza lanzar el grito de muerte, y hubo algo blanco que recorri el patio ayer; no era un gato ni un armio, era otra cosa. Las gallinas saban que haba algo; todas se apartaron a un lado. Ay, sos son los avisos, Saba que iba a venir. La piedad nubl los ojos de la joven. Aquel ser viejo que estaba all sentado, tan blanco y encogido, haba sido alguna vez una nia alegre y ruidosa que jugaba en los caminos, en los henares y desvanes de la granja; eso haba sido haca ya ochenta aos, y ahora era tan slo un 39

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cuerpo viejo y frgil que se acobardaba ante el prximo fro de la muerte que por fin iba a llevrsela. No era probable que pudiera hacer mucho por ella, pero Emma se apresur a ir a buscar ayuda y consejo. Saba que su esposo estaba cortando rboles a cierta distancia, pero podra encontrar algn otro ser inteligente que conociera a la anciana mejor que ella. La granja, como descubri muy pronto, tena la facultad comn a todas de tragarse a su poblacin humana, que se perda. Las gallinas la siguieron con inters, los cerdos la gruan interrogndola desde detrs de los barrotes de la pocilga, pero ni en el corral ni en el almiar, ni en el huerto, ni en los establos ni en la va

saki - animales y mas que animales

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