REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA

DOCENTE: INTEGRANTE:

Roger Araujo

C.I:

V-25399267

JULIO, 2015.

UNA JUNGLA DE CEMENTO

En lo más profundo de los trópicos había una selva llamada Coronado, donde aquellas flores exóticas impactaban con sus colores vividos y cautivantes habitaban una gran variedad de animales desde las pequeñas mariposas tal vez alexandras, quizás esmeraldas, hasta los carnívoros felinos esos que se conocen por sus cuerpo divididos por rayas.

Con naturalidad los días transcurrían, los animales más grandes protegían a sus crías, las aves hacían sus nidos en las copas de los árboles y la cadena alimenticia haciendo de las suyas. Así, hasta que un buen una nueva especie irrumpió en la selva, los más pequeños caminaban en dos patas con instrumentos de metal sobre su pecho con los que se acercaban directamente a los árboles, los más grandes eran de un fuerte color amarillo y largo brazo que acababa con todo a su paso estos eran los operadores de una gran empresa de una ciudad cercana llamada Bienaventura.

La primera reacción de los animales más fuertes fue el de proteger su territorio celosamente, pero al ver como sus familias eran noqueados con tranquilizantes y encerrados en grandes jaulas decidieron huir todos en manada.

A lo largo de las semanas solo quedaban solo quedaba tierra árida y removida, lo que antes era su hogar se había convertido en una zona inhabitable, no quedaban árboles para dormir ni algún lugar del cual poder tomar agua, solo les quedaba una opción y era la de emigrar a mejores suertes. Emprendieron un largo viaje por muchos días hasta llegar a una nueva jungla, esta estaba rodeada de grandes edificios, grandes cuadrúpedos rígidos de distintos colores: Rojo, verde y amarillo.

Las personas por otro lado, quedaron pasmados al ver una gran cantidad de animales; Tucanes, tigres, panteras, leopardos, elefantes, monos y un sinfín de aves llamativas en el centro de la ciudad de Bienaventura, a lo lejos se escuchó el grito de una joven chica a la que se le había escapado su pequeño niño y se dirigía inocentemente a uno de los leopardos, en cuestión de segundos un hombre de traje con aire de ser contador salió apresuradamente de su auto con un arma que guardaba en su cajuela y atrapo al chico antes de que se acercara más al felino y en su defensa a punto y disparo al animal en cuestión, la bala detono en la cola del animal haciendo que este soltara un gran gruñido a su vez los otros animales de alteraron por el ruido que causo la beretta 9 mm y comenzaron a atacar a todos lo que tenían a su alrededor.

El pandemonio recorrió la ciudad todos estaban preocupados por su seguridad, mientas los animales olían el miedo, en un acto desesperado por mantener la

situación a raya se hizo una barricada para mantener a los animales dentro de la plaza central.

Mientras tanto el alcalde había junto con la policía estaba convocando una reunión de último momento para tomar medidas con respecto a la situación; El dueño de la corporación que había desforesta la selva coronado sintiéndose culpable porque la razón por la que los animales habían llegado hasta allá era porque él había deforestado su habitad para sus fines lucrativos. En el consejo se tomó la decisión de que tendrían que volver a revivir la selva de coronado, para lograr que los animales volvieran sanos y salvos.

Se tomó la iniciativa de que al día siguiente los mismos constructores plantarían una cantidad de árboles más grande que la que habían acabado. Los animales estuvieron en hábitats artificiales hasta que se hubiera terminado de restablecer su selva. Cuando volvieron estos quedaron muy satisfechos, por otro lado los hombres hicieron una gran cantidad de campañas a favor del cuidado del ambiente y protección de los animales.

FIN.