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 http://www.jstor.org Historia del Concepto de Ideologia Author(s): Joseph S. Roucek and Angela Muller Montiel Source: Revista Mexicana de Sociología, Vol. 25, No. 2, (May - Aug., 1963), pp. 665-694 Published by: Universidad Nacional Autónoma de México Stable URL: http://www.jstor.org/stable/3538729 Accessed: 28/07/2008 12:50 Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of JSTOR's Terms and Conditions of Use, available at http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp . JSTOR's Terms and Conditions of Use provides, in part, that unless you have obtained prior permission, you may not download an entire issue of a journal or multiple copies of articles, and you may use content in the JSTOR archive only for your personal, non-commercial use. Please contact the publisher regarding any further use of this work. Publisher contact information may be obtained at http://www.jstor.org/action/showPublisher?publisherCode=unam . Each copy of any part of a JSTOR transmission must contain the same copyright notice that appears on the screen or printed page of such transmission. JSTOR is a not-for-profit organization founded in 1995 to build trusted digital archives for scholarship. We work with the scholarly community to preserve their work and the materials they rely upon, and to build a common research platform that promotes the discovery and use of these resources. For more information about JSTOR, please contact [email protected].

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    Historia del Concepto de IdeologiaAuthor(s): Joseph S. Roucek and Angela Muller MontielSource: Revista Mexicana de Sociologa, Vol. 25, No. 2, (May - Aug., 1963), pp. 665-694Published by: Universidad Nacional Autnoma de MxicoStable URL: http://www.jstor.org/stable/3538729Accessed: 28/07/2008 12:50

    Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of JSTOR's Terms and Conditions of Use, available athttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp. JSTOR's Terms and Conditions of Use provides, in part, that unlessyou have obtained prior permission, you may not download an entire issue of a journal or multiple copies of articles, and youmay use content in the JSTOR archive only for your personal, non-commercial use.

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  • Historia del Concepto de Ideologia Por Joseph S. ROUCEK, de la Univer- sidad de Bridgeport, E. U. de A. Colabo- racion especial para la Revista Mexicana de Sociologia. Traduccio'n de Angela Muller Montiel.

    HISTORICAMENTE, el estudio de lo que se conoce como "ideologia", pertenece a las decadas mas recientes. La tesis de que el hombre

    es un ser racional que delibera, sobre la base de la logica, ha sido dis- cutida durante los ultimos veinte ainos y se han acumulado evidencias en el sentido de que el hombre es mlas irracional que racional. En ge- neral, "racionalismo e irracionalismo" son terminos vagos. Se utilizan para designar un con unto de pensamientos y normas de conducta inter- relacionados. Asi, algunas formas avanzadas de pensamiento y conducta pueden Ilamarse racionalistas, mientras que las formas de pensamiento y acci6n arcaicas, pueden Ilamarse "irracionalistas". Sin embargo, en general, el pensamiento es racionalista si va guiado por el principio de que las creencias deben sostenerse si corresponden a hechos accesi- bles a todos, lo mismo que las formas de deduccion "generalmente va- lidas". El "pensamiento irracional", por otra parte, admite creencias basadas sobre hechos que se encuentran solamente en la experiencia excepcional y sobre formas de deducci6n que no puede demostrarse que sean "generalmente validas".

    Entre los modernos sabios sociales se reconoce ya, en forma general, que la "irracionalidad" es caracteristica dominante del pensamiento. jEn que otra forma se podrian explicar fenomenos tan extranos como la creencia sostenida por millones de alemanes de que Hitler era un superhombre, perteneciente a una raza superior o la de millones de japoneses de que Hirohito tiene un origen divino?

  • Revista Mexicana de Sociologia El principal problema de las ciencias sociales en la actualidad es

    lograr la comprension del papel de las fuerzas emocionales o irracio- nales en la vida social. Un paso en esta direcci6n es la mejor compren- si6n de la base y la forma de operaci6n de las ideologias.

    El estudio de las ideologias, a su vez, corresponde al campo cono- cido como. Sociologia del Conocimiento, que subraya la forma en que el conocimiento "depende de la po.sici6n social". Esta Sociologia del Conocimiento, sostiene que las formas de pensamiento de todos los in- dividuos estan determinadas por la naturaleza de los grupos sociales a los que pertenece el individuo y, por tanto, relacionadas con ellos. Esto se refiere no solamente a las clases economicas, sino tambien a las ge- neraciones, grupos de status, grupos ocupacionales, escuelas, etc.'

    Gran parte del trabajo realizado en el terreno de las ideologias per- tenece al estudio acumulativo de problemas que han existido desde la epoca de Tucidides y Arist6teles. Pero, cuando se realizo la sistematiza- ci6n del concepto, fue cuando se dio un paso decisivo para el estudio de este problema, gracias a las contribuciones de hombres tan diferen- tes como Karl Marx, Max Weber, Durkheim, Vilfredo Pareto, Mosca y otros, y al imperio creciente de los conocimientos que prueban que la conducta humana es casi siempre irracional.

    Las obras de Charles Darwin tuvieron gran influencia en la crea- ci6n de este clima intelectual, con su teoria de que, puesto que no hay ruptura en la cadena de descendencia entre el hombre y otras especies animales, no hay que suponer que la conducta del hombre esta deter- minada por fuerzas radicalmente diferentes de las que mueven la con-

    1 Las mas recientes investigaciones en este terreno pueden encontrarse en las obras de: Robert N. Merton, The Sociology of Knowledge, Cap. XIII, 366-405, en Georges Gurvith y Wilbert E. Moore, Eds. Twentieth Century Sociology (New York: Philosophical Library, 1945); Franz Adler, "The Range of Sociology of Knowledge", Cap. XIII, 396-434, en Howard Becker y Albin Boskoff, Eds., Modern Sociologicat Theory: in Continuity and Chance (New York: The Dryden Press, 1957); H. Otto Dahlke, "The Sociology of Knowledge", Cap. IV, 62-92, en H. E. Barnes, Howard Becker y Frances B. Becker, Eds. Contemporaty Social Theory (New York: D. Ap- pleton Century, 1940); G. L. Degre, Society and Ideology, (New York: Columbia University Press, 1943); Karl Mannheim, Essays in the Sociology of Knowledge (New York: Oxford University Press, 1952), a Ideology and Utopia (trad., New York: Hartcourt, Brace, 1936); Florian Znaniecki, The Social Role of the Man of Know- ledge (New York: Columbia University Press, 1940); Leo P. Chall, "The Sociology of Knowledge", 286-303, en Joseph S. Roucek, Ed., Contemporary Sociology (New York: Philosophical Library, 1958); Joseph S. Roucek, Social Control (Princeton, N. J., D. van Nostrand, 1956), Cap. XII, "Ideologies", 185-204, y bibliografia.

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  • Historia del Concepto de Ideologia 667

    ducta de los animales. Puesto que la conducta de los animales es prin- cipalmente impulsiva e instintiva, comenzo a afirmarse, a principios del siglo actual, que los seres humanos tambien tienen instintos: que las acciones humanas son, en gran parte, no racionales o no l6gicas.2

    Esta tendencia parece quedar integrada con las concepciones del caracter principalmente no racional de la conducta humana social que prevalece generalmente en la sociologia y en la psicologia americanas; tendencia que se encuentra en toda la bibliografia de los "padres fun- dadores" de la sociologia estadunidense desde Ward, Gidding, Baldwin, Cooley y Ross, hasta la actualidad.3

    Sus ideas acerca del determinismo cultural no racional de la con- ducta humana, junto con las ideas de Freud y sus discipulos.4 ayuda- ron a destruir las ilusiones de los siglos xviII y xix de que el hombre es una criatura racional, al descubrir la relatividad de la moral y el pen- samiento.5

    Bacon hablo ya de los fantasmas y preconcepciones, de las ilusiones del populacho (prenociones vulgares), que impedian el conocimiento cientifico de la naturaleza.

    Mientras que el siglo xvII produjo una frase "el clima de la opi- ni6n", el siglo xvii se dio cuenta de que las ideas tenian un marco

    12 Entre quienes se inclinan por esta forma de pensamiento, podemos notar a William James, Principles of Psychology (New York: Holt, 1890); William McDou- gal, An Introduction to Social Psychology, (1908), y The Group Mind (New York: G. P. Putnam e Hijos, 1920), con la gran importancia que concede a los instintos; William Graham Sumner, Folkways (Boston: Ginn, 1906), con su estudio sobre la influencia de las formas populares y las costumbres sobre la conducta humana; Graham Wallas, Human Nature and Politics (1908); The Great Society (1914); Our Social Heritage (1921), y The Art of Thought (1926), con la importancia que concede al caracter no racional de la mayor parte de los actos humanos, etc.

    3 Esta tendencia tiene sus raices en la obra de Bagehot, Physics and Politics (1872), en las obras de Sir Henry Maine, Ancient Law (1861); James George Frazer, The Golden Bough (1890); y los etnologos alemanes y psicologos de las masas, co- menzando con Lazarus Stenthal y Wudnt.

    4 Acerca de la influencia de las escuelas freudianas sobre los estadunidenses dedicados a la ciencia politica y a la sociologia, veanse Harold D. Lasswell, Impact of Psychoanalytical Thinking on the Social Sciences (Chicago: University Press, 1956).

    6 Para una buena revisi6n vease 'William M. McGovern, From Luther to Hitler, (Boston: Houghton Mifflin Co., 1941); Capts. IX, "Irracionalismo e Irracionali- dad", 400-452, y X "El darwinismo social y sus aliados", 453-530; Marbury Bladen Ogle, Jr., Public Opinion and Political Dynamics (Boston: Houghton Mifflin Co., 1950), Cap. 2, "Pensamiento Racional, Opini6n Puiblica y Democracia", 15-37.

  • Revista Mexicana de Sociologia

    social.6 Montesquieu sugiri6 que la mentalidad del hombre estaba con- dicionada por los sistemas que la rodeaban (reflejando asi indirecta- mente la idea de Maquiavelo de que el pensamiento del palacio es una cosa y el de la plaza publica, otra.7

    Los origenes de la palabra

    Encontramos la palabra ideologia por primera vez en 1801, cuando Destrutt de Tracy, (1754-1836) filosofo frances ahora un tanto olvi- dado acuni6 el termino.8

    Dentro de este marco de referencia, de la irracionalidad del hom- bre, se han difundido estudios especificos del concepto de ideologia unicamente en las ultimas decadas. Sin embargo, hist6ricamente, el concepto de ideologia surge cuando las controversias religiosas, politicas y finalmente econ6micas hasta sentir su impacto sobre la mente del hombre comun. Los conflictos intelectuales conducen a la conciencia, -por parte de quienes discuten- de la cualidad del pensamiento de su adversario, y la discusi6n de la cualidad del pensamiento del adver- sario ha dado por resultado el que se ponga a dicho pensamiento el marbete de ideologico, y se le considere parcial, incompleto y limitado por el tiempo, el sitio, la posici6n y la clase.9

    La discrepancia entre la realidad objetiva y las concepciones socia- les fue notada ya por Marsilio de Padua y por Maquiavelo. (Discursos sobre Tito Livio, Libro I, Caps. XI, XVI, Libro II, Cap. XI).0

    Lo emple6 como referencia al analisis radicalmente empirico de la mente humana (formulado en el siglo xviII, en su forma mas consis-

    6 Carl L. Becker, The Heavenly City of the Eighteenth Century Philosophers (New Haven: Yale, 1932), p. 5.

    7 Mannheim, Ideology and Utopia, 55. 8 Charles Hunter van Duzer, Contributions of he Ideologues to French Revolu-

    tionary Thought, Baltimore, University John Hopkins, Estudios sobre ciencia hist6- rica y politica, 1935. Henry D. Aiken, The Age of Ideology: The 19th Century Philosophers (New York).

    9 William Albig, Modern Public Opinion, (New York: MacGraw-Hill, 1956); Joseph S. Roucek, "A History of the Concept of Ideology", Journal of the History of Ideas, V, octubre 1944, 479-488.

    10 Pitirim A. Sorokin, Contemporary Sociological Theories, (New York: Harper, 1928), 544, Note 62. Para otros, que precedieron a Marx en su conciencia sobre el papel de las ideologias, vease G. Salomon "Historische Materialismus und Ideolo- gienlehre", Jahrbuch fur Soziologie, II, 1926, 386-423.

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  • Historia del Concepto de Ideologia

    tente, por Condillac) que tenia sus raices originales en la "nueva forma de ideas" formulada primero por John Locke, en su Essay Concerning the Human Understanding. Este metodo, que pretende que la sensacion es el origen de todas las ideas, fue utilizado por los portavoces de la Revoluci6n Francesa como arma indispensable para atacar los autori- tarios dogmas politicos y religiosos. El reconocimiento concedido a este analisis como la unica filosofia valida, por el gobiero revolucionario, dio por resultado que se usara la palabra "ideologias" con referencia a los unicos fil6sofos reconocidos en esa epoca.

    Napoleon Bonaparte dio otro sentido al termino, al referirse a sus criticos como "ide6logos", cuando creian en ideas republicanas o' revo- lucionarias. Su referencia a estos adictos a la basura metafisica intro- dujo la connotaci6n popular del termino como "locuras de visionaries", adquiriendo un sentido despectivo que aun conserva en la actualidad.l1

    Este caracter peyorativo del concepto fue reforzado por los escritos de Karl Marx y su colaborador Federico Engels, quienes en la obra que escribieron juntos, German Ideology, identificaron el termino con la "filosofia", y especialmente aquellos a quienes consideraban contra- rios a su propia filosofia de la historia (es decir, su ideologia).

    MARX Y ENGELS

    Aunque ni Marx ni sus discipulos lograron formular adecuadamen- te las relaciones de la ideologia con la ciencia, Marx y Engels demos- traron en que forma estan ligadas las asociaciones de irracionalidad y de ulteriores intereses sociales o politicos, con las doctrinas "ideol6gi- cas"; que los componentes ideologicos, y, por tanto, filosoficos de la conciencia, pertenecen exclusivamente a la "superestructura" de la cul- tura. Y, siempre implicita en la teoria de Marx y Engels, se encuentra la suposici6n de que las "doctrinas ideol6gicas son mitos sociales u opios del pueblo y de las razones de su aceptaci6n, no tienen, en el fondo, nada que hacer con las consideraciones de evidencia o hechos. Esta sugesti6n sigue ligada al concepto de ideologia hasta la actualidad.l2

    Marx y Engels escribieron la German Ideology en 1845-46, pero no

    11 Vilfredo Pareto, The Mind and Society, New York: Harcourt Brace, 1935, III, 1245.

    12 Aiken, op. cit., 18-19.

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  • Revista Mexicana de Sociologia fue publicada sino hasta 1932.13 Aqui no solo utilizaron la palabra "ideologia" sino que criticaron la idea general de Feuerbach sobre la religion.4

    Tanto Marx como Feuerbach sostienen que la religi6n es el resul- tado del fracaso humano, tanto en la esfera intelectual como en la mo- ral; pero que no es ninguin engaio que los hombres con cuerpos fisicos en esta tierra, traten de lograr ideales de perfecci6n humana.15

    En su German Ideology, Marx (1818-1883) y Engels (1820-1895) se refieren a la "moralidad, religi6n, metafisica y todo el resto de las ideologias y sus formas correspondientes de conciencia" (pagina 14). En la pagina 16 dicen que los franceses y los ingleses, aunque han caido en las garras de la ideologia politica, han hecho, sin embargo, los pri- meros esfuerzos para dar a la escritura de la historia una base mate- rialista, ya que han sido los primeros en escribir historias de la sociedad civil, y del comercio y la industria; en la pagina 20 dicen que la divisi6n del trabajo mental del material conduce a la "formacion de una teoria >, teologia, filosofia, etica, etc.; en la pagina 23 dicen que todas las luchas dentro del Estado, la lucha entre la democracia la aristo- cracia y la monarquia, la lucha por las franquicias, etc., no son mas que formas ilusorias en que se presentan las verdaderas luchas de las diferentes clases entre si; en la pagina 30, dicen que todos los que se esfuerzan por comprender cualquier epoca de la historia en terminos de temas politicos y religiosos" comparten la ilusi6n de la epoca; en la pagina 40 se refieren a los "ideologos activos y conceptivos" como a una clase, "que han hecho su principal fuente de vida del perfeccionamiento

    13 H. S. Acton, The Illusion of the Epoch: Marxism-Leninism as a Philosophical Creed (Boston: Beacon Press, 1957), "La Teoria de Feuerbach sobre la religi6n y la Teoria Marxista de las Ideologias", 116-133.

    14 Ludwig Feuerbach (1804-1872), filosofo aleman que ejerci6 influencia con- siderable sobre Marx con su interpretaci6n naturalista de la historia y la religi6n; este naturalismo, integrado con la concepcion de proceso en la dialectica de Hegel, produjo la teoria de Marx de que todas las instituciones sociales son el resultado del desarrollo y de que las causas de este desarrollo no se encuentran en ninguna idea, sino en las condiciones de existencia material (interpretaci6n econ6mica de la his- toria). Considera a la religi6n en general, y al cristianismo en particular, como una ilusi6n relacionada con la pobreza econ6mica de los pobres, que la compensan con una falsa vision de felicidad en el cielo a cambio de sus sufrimientos en esta vida.

    15 Marx en su Criticism of Hegel's Philosophy of Right: Introduction, que apa- reci6 en el Deutsch Franzosische Jahrbucher, en Paris en 1844 proclama que: "La religi6n es el suspiro de la criatura oprimida, el coraz6n de un mundo sin coraz6n, el alma de circunstancias sin alma; es el opio del pueblo". Citado en Acton, op. czt., 123.

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  • Historia del Concepto de Ideologia de la ilusi6n de la clase sobre si misma"; en la pagina 43 hablan de las ilusiones de los ide6logos en general (por ejemplo, las ilusiones de los juristas, de los politicos y de los estadistas en general y de "Los suenios dogmaticos y las distorsiones de estos individuos"; en la pagina 80, al criticar al "verdadero socialista", Marx y Engels dicen que los te6ricos del socialismo "han abandonado el terreno de la verdadera historia, por el terreno de la ideologia".

    Parece que Marx y Engels concibieron las ideologias como sistemas de ideas ilusorias o falsas. Pero, entonces, jque es lo que no es ilusorio o falso? De acuerdo con Marx y Engels, lo que no es ideologia es un sistema de ideas ("la representaci6n del proceso practico de desarrollo") sobre el hombre, sus religiones y sus sociedades; este sistema de ideas constituye la ciencia positiva del hombre y la sociedad; una ciencia ba- sada en la observaci6n de los hombres tal como son en sus ocupaciones cotidianas. De esta manera, la ciencia positiva del hombre en sociedad se enfrenta a los "reflejos ideologicos" (de acuerdo con Feuerbach). El contraste entre ideologias por una parte, y la "ciencia real y positi- va" por la otra, est.i claramente basado, lo mismo que el contraste de Comte entre ciencia positiva y pensamiento teol6gico-metafisico, en la distinci6n entre lo que se cree que no es verificable y lo que se considera como verificable.'6

    En resumen, segun Marx y Engels, la ciencia positiva del hombre y la sociedad es "un procedimiento cientifico que permite a quienes lo utilizan demostrar cuales son los verdaderos propositos del hombre que tiene conciencia solamente de sus propios propositos".1

    Una segunda caracteristica de la teoria marxista de las ideologias comprende lo que debe incluirse bajo este concepto ("falsa conciencia, moralidad, etica, ideologia politica y legal, artistica y filos6fica"). En tanto que Marx y Engels utilizaron la palabra ideologia para referirse a ideas falsas o equivocas sobre el mundo de la naturaleza y la socie- dad y no aplicaron la palabra al conocimiento cientifico de las cosas,

    16 Esta idea vuelve a aplicarse en el Prefacio de la obra de Marx, Contribution to a Critique of Political Economy, (1859), y es frecuentemente citado por los mar- xistas como fundamental para la comprensi6n de la concepci6n materialista de la historia. En el mismo sentido, esta teoria fue empleada por Engels, quien escribio a Mehring en julio de 1893: "La ideologia es un proceso logrado por el llamado pen- sador, como una conciencia, pero con conciencia falsa. Los verdaderos motivos que lo empujan permanecen desconocidos para el; de otra manera, no seria un proceso ideologico". Citado por Acton, Op. cit., de la Correspondencia Selecta de Engels, p. 511.

    17 Acton, Op. cit., p. 129.

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  • 672 Revista Mexicana de Sociologia en el marxismo contemporaneo, el termino es aplicado a cualquier teo- ria, falsa o verdadera. En su informe ante el XVII Congreso del Par- tido Comunista (1934) Stalin se refiri6 a "nuestras tareas en la esfera del trabajo ideol6gico y politico" y dijo que una de ellas consistia en intensificar la labor ideol6gica en todos los eslabones del partido". Con esto se referia claramente a la educaci6n en principios que no eran, para 1e, ilusorios. En 1939, present6 un informe semejante ante el XVIII Congreso:

    "Podemos decir con confianza que si preparamos nuestros planes en todas las ramas del trabajo, ideol6gicamente, y los templamos poli- ticamente hasta tal punto que puedan orientarse facilmente en la situa- ci6n domestica e internacional, si podemos hacerlos marxistas-leninistas maduros, capaces de resolver los problemas de dirigir un pais sin come- ter errores serios, entonces tendremos raz6n para considerar que los nueve decimos de todos nuestros problemas han quedado resueltos."

    La falsedad final en la interpretaci6n del concepto original de ideo- logia, puede encontrarse en la afirmaci6n de Molotov sobre la "Poli- tica exterior de la Uni6n Sovietica" (31 de octubre de 1939); durante la V Sesi6n del Supremo Soviet. (Pravda, Noviembre, 1939).

    Igual que en cualquier otro sistema ideol6gico, se puede aceptar o rechazar la ideologia del hitlerismo, segun los puntos de vista politicos de cada quien, pero, todos comprenderan que una ideologia no puede ser destruida por la fuerza; que no puede ser eliminada por la guerra. Por tanto, no s6lo es insensato, sino criminal pelear en esta guerra; una guerra "para destruir el hitlerismo", disfrazada como una lucha por la "democracia".

    Aunque esta concepci6n de las ideologias no es nueva, el enfoque marxista es el que mas se acerca a nuestra moderna concepci6n de ideologia, que analiza la dependencia social del pensamiento humane en su marco de referencia. Pero, la tragedia del razonamiento marxista, lo mismo que todas las teorias cientificas destinadas a la acci6n social, es que es una ideologia por excelencia. La visi6n marxista del caracter ideologico de todas las creaciones naturales esta viciada por su inter- pretaci6n de la conciencia como un simple producto y reflejo de las condiciones materiales; y precisamente el elemento de pretension es lo que el marxismo no Ilega a comprender."8 El hecho real es que todas las pretensiones de conocimiento final y de verdad absoluta, son movi-

    18 Reinhold Niebuhr, The Nature and Destiny of Man, (New York: Scribner's 1941), p. 15.

  • Historia del Concepto de Ideologia das en parte por un sentimiento de inquietud porque hay la sospecha de que la verdad no es final y tambien por la intranquilidad de con- ciencia que reconoce que los intereses del ego estan ligados a esa ver- dad.l9

    Hay innumerables criticas muy valiosas de las pretensiones ideol6- gicas de Marx y no es necesario mencionarlas todas ahora.20

    NIETZSCHE

    Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844-1900) realiz6 una considerable contribuci6n al estudio de la relaci6n entre la conducta real y las creen- cias y sistemas de creencias (especialmente en su obra Mas alla del bien y el mal y en la Genealogia de la moral.2 Fue un precursor de los ac- tuales estudios de historia y antropologia, en lo que se refiere a la evo- lucion de las ideas y practicas morales. (Hobhouse, Westermarck, Ma- linowski, etc.). Aunque su concepcicn de este estudio fue empirica y naturalista, su principal interes fue ideol6gico; present6 su genealogia, y la idea de que la moralidad tiene una genealogia, como medio para liberar al hombre de sus antiguos compromisos con una forma de vida que concibi6 como auto-estultificante. Para Nietzsche el metodo hist6- rico aplicado al estudio de la moral proporciona un nivel para su "trans- valuaci6n de valores".

    Bajo la influencia de Schopenhauer, Nietzsche subray6 la reducida parte que la elecci6n consciente y el pensamiento realista desempeina en la determinaci6n de la acci6n humana. Reconocio tambien hasta que punto, las filiaciones ideologicas, religiosas y politicas, se ven influencia- das por las frustracicnes que se encuentran sumergidas y las ansiedades que el hombre frecuentemente no reconoce, y c6mo se emplean los sim- bolos emotivos para controlar y manipular las actitudes humanas. "De hecho, ningun fil6sofo del siglo xix comprendi6 tan bien la nimiedad esencial de la vida de raz6n y las innumerables mascaras simb6licas que puede lucir la sinrazon." 22

    '9 Ibid., 196. 20 Sorokin, Op. cit., pp. 544 y ss. Niebuhr, Op. cit.; Elton Cutherie, "Historical

    Materialism and Its Sociological Critics", Social Forces, Diciembre, 1941, 172-184; Sidney Hook, Marx and the Marxists, Bibliografia, 247-249; Carl J. Friedrich and Zbigniew K. Brzezinski, Totalitarian Dictatorship and Autocracy, (Cambridge: Har- vard University Press, 1956), 73 y ss.

    21 Crane Brinton, Nietzsche (Harvard University Press, 1941), 235. 2:2 Aiken, op. cit., 204.

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  • Revista Mexicana de Sociologia

    Aunque el propio Nietzsche fue una lamentable victima de alguno de los mismos males sociales y psicologicos que hizo tanto por aclarar,23 ahora es reconocido por un buen profeta, puesto que previ6 la apari- cion de una nueva generaci6n de tiranos que jugarian medio cinica- mente con los temores e inseguridades de las masas, que habrian de mo- verlas a traves de complicados mitos sociales. Tambien predijo la degeneraci6n del ideal de Estado de Hegel, que se convertiria en un ideal plutociatico cuyo uinico objetivo seria el de hacer la guerra "y siempre la guerra".24

    SOREL

    George Sorel (1847-1922) realizo valiosisimas contribuciones para nuestra comprensi6n de la ideologia, aunque fue mas ideologo que cien- tifico. Sorel, lo mismo que Durkheim, no us6 el termino "ideologia" sino que hablo del "mito", "un conjunto de imagenes capaz de evocar el sentimiento instintivamente". Al basar su teoria del mito sobre su comprensi6n de las ideas psicologicas y filos6ficas de Henry Bergson, explic6 que los individuos poseen personalidades divididas, uno de cu- yos aspectos es un ser identificado solamente a traves de una profunda introspecci6n y de un pensamiento solitario; el otro aspecto es una espe- cie de representacion espacial y social del primer aspecto, o sea, del ser interior. Toda conducta distinta de la que resulta de las exigencias del ser interior, se realiza para el mundo exterior mas que para el in- dividuo. Esos momentos de conciencia creadora, que son los momentos realmente importantes de la existencia del individuo, solamente se pre- sentan cuando se actua bajo la influencia del primer aspecto de su personalidad, y cuando se actua libremente, y entonces el individuo posee un conocimiento introspectivo de su ser interior. Al mismo tiem- po, experimenta profundas emociones que solamente pueden manifes-

    23 Ibid. ?24 La literatura sobre Nietzsche se ha desarrollado muchisimo en los uItimos

    afios. Veanse obras como la de W. H. Wright, The Philosophy of Nietzsche, New York: Random House, 1937, en que se incluyen cinco obras muy importantes: Asi Hablaba Zaratustra; Ma's Alla del Bien y el Mal; La Genealogia de la Moral; Ecce Homo, y El Nacimiento de la Tragedia; la dte G. A. Morgan, What Nietzsche Means, Cambridge, Mass., Harvard University Press; Thomas Mann, Last Essays, New York: A. A. Knopf, 1959; W. M. McGoverns, From Luther to Hitler, Boston: Houghton Mifflin, 1941, 408-415; Jacques Barzun, Darwin, Marx, Wagner: A Critique of a Heritage, Gaden City, New York: Doubleday Anchor Books, 1958, 296 y ss.

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  • Historia del Concepto de Ideologia

    tarse en terminos de movimiento o cambio. Puesto que este movimiento o cambio es esencialmente personal, es enteramente subjetivo y libre de la presi6n del mundo exterior o realismo. Por lo tanto, una persona que actua libremente, crea una imagineria puramente fantaseosa, colo- cada en el futuro y compuesta de movimientos que dependen entera- mente del propio individuo.

    Estos mundos artificiales, que son los fundamentos del mito (tal como los ve Sorel) son generalmente olvidados por el individuo, pero cuando masas de personas son movidas de tal manera que una imagi- neria semejante es aceptada por todos, se hace posible descubrir las influencias y fuerzas que actian para producir estas creencias simi- lares.

    Estas imagenes generalmente aceptadas son mitos sociales. El mito no tiene que ser logico en su forma; ni siquiera susceptible de ser some- tido a prueba. De hecho, "un mito no puede ser refutado, puesto que en el fondo, es identico a las convicciones del grupo, ya que es la ex- presion de estas convicciones en el lenguaje del movimiento; y es, en consecuencia, imposible analizarlo en partes que pudieran colocarse sobre el plano de las descripciones hist6ricas".25

    Sorel agrega que el mito no debe sujetarse a comparaci6n con los hechos consumados, porque las imagenes que la gente crea para si mis- ma son frecuentemente muy diferentes del hecho real... En nuestra propia vida cotidiana, jno estamos familiarizados con el hecho de que lo que realmente sucede es muy diferente de nuestra noci6n preconce- bida del hecho? Y esto no nos impide seguir tomando resoluciones.26

    El mito debe abarcar todas las inclinaciones mas vigorosas de la gente y debe corresponder a aspiraciones generalmente reconocidas. Ade- mas, debe ser expresion de la determinacion del acto, debe conducir a los hombres a prepararse para un combate que destruya el actual estado de cosas y lo sustituya con una condicion de vida totalmente nueva. Se basa en la convicci6n absoluta en la mente humana. Finalmente, el mito se basa sobre el uso de imagenes que ejercen su atractivo sola- mente sobre las emociones.

    "Debe hacerse uso de un conjunto de imagenes que solamente por intuicion, y antes de que puedan hacerse anilisis, es capaz de evocar como un modo individual, una masa de sentimientos que corresponde

    t25 George Sorel, Reflections on Violence, London: George Allen & Unwin, 1915; Chicago: The Free Press, 33.

    26 Ibid.

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  • Revista Mexicana de Sociologia

    a las diferentes manifestaciones de la guerra emprendida por el socia- lismo en contra de la sociedad." 27

    Por esta razon, Sorel subray6 el uso de la violencia, puesto que pone en claro las controversias, afina los focos y dilucida las reacciones con mas profundas raices emocionales. Sorel pensaba que la mejor ideolo- gia para los trabajadores, era el mito de la huelga general, la creencia de que llegara el milenio en que se levante el proletariado y, por me- dio de una rapida huelga universal, derroque todos los 6rganos estable- cidos de gobiero.

    Hemos de notar que Sorel, acepto y reintepret6 la teoria de Nietzs- che de la base artificial de todas las normas morales. Su doctrina del valor de los mitos influy6 sobre las ideologias nazi y fascista y particu- larmente sobre la obra de Alfred Rossenberg. El Mito del siglo XX.28

    MOSCA

    Gaetano Mosca (1858-1941), contemporaneo de Marx y Mussolini, fue uno de los primeros y mas brillantes exponentes de la doctrina del "elitismo", que ha sido "tema dominante en la historia del pensamiento occidental en las ultimas tres generaciones".29

    La idea de que los mas seran siempre dominados por los menos ha atraido a pensadores tan diversos como Pareto, Roberto Michels, Karl Mannheim, C. Wright Mills, y otros. Mosca, socialista decepcionado, alegaba que cualquiera que sea la forma de una sociedad politica, siem- pre habra quienes manden y quienes sean mandados; esta pequeiia minoria politica domina a pesar de todos los recursos legales y politi- cos que haya para impedirselo. El logro del dominio por una minoria, se logra no solamente por la fuerza, sino especialmente por medio de las vanidades, prejuicios e intereses de la mayoria. La clase dominante

    27 Ibid., 131. 28 Entre varios analisis de la obra de Sorel, veanse: H. Stuart Hughes, Cons-

    ciousness and Society: The Reorientation of European Social Thought, 1890-1930, New York: A. A. Knopf, 1958, 5, "George Sorel's Search for Reality", 161-62; W. M. Mc Govern, From Luther to Hitler, Boston: Houghton Mifflin Co., 1951, 427-434; Max Nomad, "The Evolution of Anarchies and Syndicalism: A Critical View", Cap. VIII, 325-342, en Feliks Gross, Ed., European Ideologies New York: Philosophical Library, 1948; James Burnham, The Machiavellians, New York: John Day, 1943.

    129 C. J. Friedrich, The New Image of the Common Man, Boston: Beacon Press, 1950, 246.

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  • Historia del Concepto de Ideologia

    raras veces esta solidamente unida, y esta dividida en segmentos o sec- ciones que luchan por la preeminencia dentro del Estado y, gracias a su participaci6n en esta lucha es como los individuos y los grupos logran posiciones de poder. Aunque la motivaci6n basica es siempre la misma (preeminencia y poder) cosa que nunca se admite francamente, cada clase dirigente ofrece una "f6rmula politica" para justificar sus aspira- clones al ejercicio del poder, usando lugares comunes tales como "el derecho divino", "la voluntad popular", "el contrato social", "la demo- cracia", "la justicia social", etc., en resumen, diversas ideologias. Algu- nos de estos grupos dominantes son liberales y otros no lo son, segun los elementos que condicionan el poder de que gozan y la f6rmula usada para justificar su poder.30

    Es interesante notar que Pareto en un principio ataca las ideas de Mosca y que posteriormente se adhirio a ellas, y tambien es interesante que Mosca conocio las obras de Charles E. Merriam, H. D. Lasswell, Lord Bryce, Ostrogorski y Benoist. James Burnham escribi6 sobre el y Meisel hizo una evaluaci6n academica de su obra.31 N6tese tambien que Mosca considero a Maquiavelo impractico y anticientifico, aunque admir6 la clara mentalidad del florentino y su estilo directo.

    La idea de Mosca, y tambien la de Pareto, de subrayar el papel predominante de la elite en la sociedad fue utilizada por los pensadores nazis y fascistas para su principio de direcci6n y gobiero de la elite.

    PARETO

    Vilfredo Pareto, que tiene un papel muy importante en el pano- rama contemporaneo de sociologos influyentes (1848-1933), desarroll6 una linea de pensamiento que pesa bastante sobre el problema de la ideologia. Pocos escritores de su tiempo (a pesar de todas las criticas) tienen una vision tan clara sobre la funci6n de las ideas como la que

    '30 Gaetano Mosca, The Ruling Class, New York: McGraw Hill, 1939; H. S. Hughes, Ed. Teachers of History: Essays in Honor of Laurence Bradford Packard, Cambridge: Harvard University Press, 1954; Renzo Sereno, "The Anti-Aristotelia- nism of Gaetano Mosca and Its Fate", Ethics, July, 1938; J. H. Meisel The Myth o0 the Ruling Class: Gaetano Mosca and the Elite, Ann Arbor: University of Michigan Press, 1958; Renzo Sereno, "Notes on Gaetano Mosca", American Political Science Review, XLVI, June, 1952, 605.

    31 James Burham, The Machiavellians, New York: John Day, 1943.

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  • Revista Mexicana de Sociologia

    se nota en las obras de Pareto.32 Pareto clasifica, en terminos generales, todo pensamiento, como logico y no l1gico. Lo logico une la acci6n, tanto subjetiva como objetivamente, con una finalidad como objetivo. Todas las demas acciones no son 16gicas, pues solamente tienen una logica subjetiva que no corresponde con su prop6sito. Pareto estudia la falacia primaria de psicologia y sociologia modemas que considera como movimientos 16gicos, los fen6menos sociales que en parte son automaticos o instintivos, pero principalmente no logicos y hasta irra- cionales. Dichos fen6menos sociales comprenden sentimientos y pasio- nes, e instituciones sociales en proceso. de desarrollo o decadencia; ideas educativas e ilusiones; religiones, supersticiones y mitos, asociaciones de masas formadas al azar e incapacidades evidentes para establecer una distinci6n entre los resultados reales y los ilusorios. Paretol no condena las acciones no 16gicas, porque tambien pueden obtener los mismos resultados que las acciones logicas. Pero las acciones no 16gicas resultan afectadas en diversos grados por complejas influencias, ignorancia, su- posiciones, teorizacion no controlada y emoci6n, pasi6n, superstici6n, mitologia, histeria individual o de masas, creencias y otros elementos. Sin embargo, son partes integrales en la estructura de la sociedad, influ- yen sobre los movimientos sociales y deben ser estudiadas como tales. Pensadores como Comte, Spencer y Marx, hace notar Pareto, conciben la historia como parte integral de "el progreso, la evoluci6n o el deter- minismo econ6mico". Asi explican los fen6menos sociales no logicos, en terminos de lo l6gico experimental. Conceden a las instituciones un caracter racional. Esta creencia irracional en la humanidad resulta aparente en la tesis, antitesis y sintesis de Hegel, en el progreso y hu- manitarismo de Comte, y en el caracter evangelico del marxismo. Estos y otros pensadores, dice Pareto, explican las acciones no logicas de la sociedad como acciones logicas. "Los mitos y otros fen6menos seme-

    32 Vilfredo Pareto, The Mind and Society, New York: Harcourt, Brace, 1935, 4 vols.; la traducci6n al ingles produjo enconada controversia; Bernard de Voto, "Primer for Intellectuals", Saturday Review of Literature, IX (1935), 545-546; y "Sentiment and the Social Order", Harper's Magazine, CLXVII (1933), 569-581; C. H. Bousquet, The Work of Vilfredo Pareto, Hanover, N. H.: 1939; G. C. Homans y G. P. Curtio, Introduction to Pareto, New York: John Wiley, 1934; W. M. Mc- Dougall, C. Muchison, J. F. Tufts, y F. N. House, "A Symposium on Pareto's Sig- nificance for Social Theory", Journal of Social Philosophy, I (1935), 36-89; A. C. Keller, "Pareto", Yale Review, XXIV, (1935) 824-828; C. Perry, "Pareto's Contribu- tion to Social Science", International Journal of Ethics, XIVI (1935), 14-48; L. G. Henderson, Pareto's General Sociology Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1935.

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  • Historia del Concepto de Ideologia

    jantes, estan formados por experiencias equivocadamente interpretadas y por inferencias falaces de los hechos reales".33

    Al estudiar las acciones no logicas de la humanidad, Pareto encuen- tra ciertas uniformidades. A la expresi6n de sentimientos de la cual surgen las acciones la llama "residuo" (este concepto esta relacionado con lo que Allport llama "reflejos prepotentes" y con lo que muchos psicologos llaman "complejos", "complejo de inferioridad" o "impul- SOS" ) .34

    "Las derivaciones" por otra parte, son reacciones de lenguaje, ideo- logias, deducciones que tratan de explicar, justificar y demostrar los residuos. Son los elementos explicativos, teoreticos, justificatorios, per- suasivos y doctrinales de la conducta social. Pueden referirse a la autoridad, la tradici6n y las costumbres, a los sentimientos, principios, intereses colectivos, a lo juridico, lo metafisico o las entidades sobre- naturales, o pueden ser pruebas verbales que usan terminos metafisicos, dudosos o indefinidos. Residuos y derivaciones son sumamente depen- dientes. Son fuerzas que actuian en la sociedad, en diferentes gra- dos y epocas y bajo diferentes condiciones (complejos variables en la determinaci6n de la conducta social). Finalmente, Pareto llega a la conclusi6n de Maquiavelo, Frazer, Le Bon, Sorel y otros -uinica supo- sici6n que parece plausible- de que las ilusiones y las ideologias son indispensables para los procesos sociales. Sin embargo, Pareto no escapa al dilema que se presenta a todos los que estudian las ideologias. Como la mayoria de otros pensadores sociales que han tratado de exponer las ideologias, ha resultado ser, el mismo, un ideologo. Henry Hazlett dice, en su juicio sobre las obras de Pareto: 35

    "Pareto... no tiene paciencia con esos autores, aunque incluyen a casi todos sus predecesores, que, segun dice, olvidan constantemente el objetivo cientifico de describir la sociedad exactamente tal como es y que levantan sus teorias de acuerdo con lo que piensan que debe ser la sociedad. Dice que el se dedica solamente a describir uniformidades, leyes, y que nunca emite juicios eticos. Pero sus terminos descriptivos, y especialmente su tono, se encuentran frecuentemente cargados de juicios eticos implicitos. En toda su obra se nota una definitiva tendencia hacia el cripto-idealismo, los ideales y los juicios eticos que ostentosamente

    33 Pareto, op. cit., I, 422-423. 34 Para esta discusion, vease Sorokin, op. cit., 48-50. 35 New York Times Book Review, Mayo 26, 1935, 1.

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    arrojados por la puerta de enfrente, secreta o inconscientemente son admitidos por la ventana de atras."

    MICHELS

    Roberto Michels (1876-1936), un aleman italianizante, nos pro- porciona una variaci6n del concepto de Pareto de la circulaci6n de la elite y de las teorias de la movilidad social de Sorokin. Sus analisis de los partidos politicos y del gobierno fueron de los primeros que entra- ron en las formas democraticas y al estudio de los procesos reales de gobierno.36 Alega que, independientemente de los cambios realizados en las formas externas de gobierno, las masas estaran gobernadas por una elite que tendra o habra tenido mayor acceso a la riqueza y la educa- ci6n. Su "ley de hierro de la oligarquia", se deduce de la imposibilidad en que estan las masas de dirigir el gobierno.

    Al principio, los lideres surgen espontaneamente y operan gratuita- mente; pero, despues, se convierten en jefes mas o menos permanentes que ejercen un poder casi ilimitado sobre las masas que los eligieron. Existe la tendencia, entre los lideres viejos, que se encuentran en las primeras etapas del descredito, a llamar gente nueva. Ademas, es cierto que los viejos permiten con frecuencia aunque no de buena gana, algu- nos cambios en su politica. De esta manera, a veces logran engainar al puiblico y conservarse en el poder.37

    De tiempo en tiempo se produce alguna lucha para derrocar a la oligarquia establecida; pero, si triunfa la lucha, el proceso de construc- cion de una nueva oligarquia comienza y termina con el gobiemo de unos cuantos.

    El que este principio ha estado operando efectivamente es un hecho que ha quedado demostrado por las experiencias historicas de los regi- menes comunistas. El estudio de Houn sobre el VII Comite Central del Partido Comunista Chino, demuestra, por ejemplo, que "casi todos

    36 Roberto Michels, Political Parties: A Sociological Study of the Oligarchical Tendencies of Modern Democracy (Trad. Glencoe, Ill.: The Free Press, 1949); Ro- berto Michels, First Lectures in Political Sociology, Trad. de Alfred de Grazia, Min- neapolis, Minn.: University of Minnesota Press, 1949.

    37 Dino Camavitto, "Roberto Michels-in Memoriam", American Sociological Review, 1936, 797-799. Roberto Michels, "Social Mobility in Geneva, with Special Reference to Post-War Mobility", XII International Congress of Sociology, Roma, 1936.

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  • Historia del Concepto de Ideologia 681

    los lideres principales han nacido en familias de clase media o de clase superior; solamente unos cuantos pueden presumir de tener un origen proletario o provenir del campesinado pobre".38

    Otra prueba es la ofrecida por Milovan Djilas, originalmente miem- bro del grupo dirigente de la Yugoslavia comunista.39

    DURKHEIM

    Emile Durkheim realizo un esfuerzo sistem6tico para eliminar la influencia de la ideologia de las ciencias sociales (1885-1917).40

    Alega que las ciencias sociales deben ser "positivas", "inductivas", "cientificas". Por tanto, las proposiciones metafisicas y las prenociones que estorban deben ser eliminadas. Las ideas sociales deben ser tratadas como cosas; si una idea o ideal penetra la vida social, sean "buenos" o "malos", se convierten en realidades sociales altamente importantes. Las ideas y por tanto las ideologias, pueden ser observadas sociologica- mente, y su causaci6n puede ser descubierta, lo mismo que la de otros fen6menos sociales.

    Aunque Durkheim no emple6 la palabra ideologia sino el termino doctrina, ha ayudado a la comprension sociologica de la ideologia y ha demostrado que una doctrina no surge del estudio de la realidad, sino que es una argumentacion logica de ideas preconcebidas.41

    38 Franklin W. Houn, "The Eight Central Committee of the Chinese Communist Party: A Study of an Elite", American Political Science Review, LI Junio, 1957, 392-404.

    39 Milovan Djilas, The New Class, New York: Praeger, 1957. 40 Emile Durkheim, The Rules of Sociological Method, The University of Chi-

    cago Press, 1937. Ha habido numerosos analisis de sus teorias, vease G. E. Gehlke, "Emile Durkheim's Contributions to Sociological Theory", Columbia University Stu- dies in History, Economics, and Public Law, New York: Columbia University Press, 1915, Vol. 62; Pitirim A. Sorokin, Contemporary Sociological Theories, New York: Harper, 1927, 160-162, 215,217, 463-496; W. W. Wilson, "Emile Durkheim's Socio- logical Method", Sociology and Social Research, XVIII, 1934, 511-518; H. S. Hughes, Consciousness and Society: The Reorientation of European Social Thought 1890- 1930, New York: A. A. Knopf, 1958; P. A. Rossi, Ed., "Durkheim-Simmel Comme- morative Issue", American Journal of Sociology, LXIII, Mayo 6, 1958; Emile Benoit- Smullyan, "The Sociologism of Emile Durkheim and His School", Cap. XXVII, 499-537, en Harry Elmer Barnes, Ed., An Introduction to the History of Sociology, University of Chicago, 1948; etc.

    41 Debe hacerse menci6n de las teorias de Adolphe Coste referentes a las ideo- logias: vease Sorokin, Op. cit., 359-370; S. L. Duprat, "Coste Adolphe", en Encyclo- pedia of the Social Sciences, IV, 485.

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    MAx WEBER

    Max Weber (1864-1920) fue uno de esos pocos sabios universales cuyas ensenanzas han enriquecido las mas variadas ramas del conoci- miento.

    En los ultimos afios, ha sido leido e imitado por los sociologos nor- teamericanos.42

    Desde nuestro punto de vista, el analisis de Weber sobre el papel de las ideologias en la politica, es importante. En su ensayo sobre la "Politica como Profesi6n", analiza la ideologia. Sobre todo, segun Weber, cualquiera que sea la finalidad a la que sirve, el politico nece- sita siempre tener fe en su objetivo. No solamente sus motivos, sino tambien los de sus partidarios, deciden el exito de sus esfuerzos. Puesto que se ve obligado a tratar con el mundo, tal como es, el politico tiene que tomar en cuenta las locuras o ideologias de la humanidad y debe hacer que sirvan a sus prop6sitos. En este sentido, sus acciones no estan regidas por la convicci6n, sino por la responsabilidad. Por lo tanto, no puede rechazar (como debe hacerlo el hombre de convicciones eticas) todas las acciones que lleven medios moralmente peligrosos. Por el con- trario, debe tomar el peso sobre sus hombros y poner su propia alma en peligro, puesto que el tiene la responsabilidad del exito de la causa.43

    La discusi6n de Weber sobre el papel de las ideologias en la poli- tica, se encuentra intimamente conectado con su contribuci6n sobre nuestra comprensi6n de la direcci6n carismatica.

    Segun Weber, "el carisma es una cierta cualidad de la personalidad de un individuo, en virtud de la cual se considera aparte de los indi-

    42 Talcott Parsons, The Structions of Social Action, New York: McGraw-Hill, 1938, Caps. 14-15, es una de las mejores discusiones que hay en ingles sobre la obra de Weber; vease tambien Sorokin, Op. cit., 672-682; Theodore Abel, Systematic So- ciology in Germany, New York: Columbia University Press, 1929, Cap. IV; C. Diehl, "Life and Work of Max Weber", Quarterly Journal of Economics, XXXVIII 1923, 27-107; Howard Becker, "Historical Sociology", en L. L. Bernard, Ed., The Fields and Methods of Sociology, New York: Ray Long & Richard E. Smith, 1934, 24-27; A. Salomon, "Max Weber's Sociology", Social Research, II, Febrero, 1935, 60-73, y "Max Weber's Political Ideas", Ibid., II, Agosto,.1935, 368-384; H. E. Barnes y Howard y Frances Becker, Eds., Contemporary Social Theory, New York: D. Apple- ton Century Co., 1940, 519-522 y siguientes; Joseph S. Roucek, Ed., Contemporary Sociology, New York: Philosophical Library, 1958, pp. 8 y ss.

    43 Max Weber, Essays in Sociology, (trad. por H. H. Gerth y C. Wright Mills, New York: Oxford University Press, 1946.

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  • Historia del Concepto de Ideologia viduos ordinarios y se comporta como si estuviera dotado de poderes sobrenaturales, sobrehumanos o, por lo menos, especificamente excep- cionales".' Esta cualidad mistica capacita al lider para desafiar la au- toridad existente, y la ayuda a conseguir el poder. Sus partidarios tienden a desconocer la razon ordinaria y a atribuirle caracteristicas sobrehumanas; llegan a desmayarse en su presencia, le obsequian cos- tosos presentes, le prestan servicios que dafian su propia salud, le ofre- cen sus vidas y le creen dotado de cualidades invencibles y divinas.

    Ademas Weber distingue el carisma del prestigio ordinario que acompana a los funcionarios. El lider carismatico, aun cuando desem- pena funciones oficiales, significa mas para sus fascinados partidarios que lo que representa un simple funcionario. A veces cuando el puiblico se encuentra preocupado por una crisis, las masas insisten en atribuir cualidades de superhombre a un lider. Cuando muere el lider carisma- tico, muchos de sus partidarios se sienten trastornados y experimentan un sentimiento de inseguridad y de abandono.

    Despues, durante la vida de Weber, hubo otros estudiosos europeos del fen6meno de las ideologias: Friedrich Meinecke, G. Salomon, Al- bert Dietrich, H. O. Ziegler, Hendrik de Man, Julien Benda y otros.45 Probablemente mas importante y de mayor influencia en nuestro tiempo haya sido Karl Mannheim.

    KARL MANNHEIM

    El mas popular entre los interpretes recientes del concepto de ideo- logia, ha sido Karl Mannheim (1893-1947), cuya obra Ideology and Utopia, apareci6 traducida al ingles en 1939. Presenta a Marx usando una nueva terminologia para las viejas definiciones que pone en el len- guaje corriente. Las tacticas de Marx se convierten en principios cien- tificos. La tesis principal es familiar. Las ideas son expresiones de la

    44 Max Weber, The Theory of Social and Economic Organization (trad. por A. M. Henderson y Talcott Parsons), New York: Oxford University Press, 1947, 358. Para una discusi6n de la aplicaci6n de este principio a las elecciones norteameri- canas, vease James C. Davies, "Charisma in the 1952 Campaign", American Political Science Review, XLVIII, Dic., 1954, 1083-1102.

    45 Para detalles aislados vease UNESCO, Contemporary Political Science: A Survey of Methods, Research and Teaching (1950); "Ideological Psychology in Fran- ce", 56-57, y "In United States", 241; "Ideological Superstructure", 327-328; "Ideo- logies as Distinguished From Science", 48; "In Belgium", 337-338, 342-343; "In Italy", 249-250, 260; "In Netherlands", 285; "In United States", 220.

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  • 684 Revista Mexicana de Sociologia situaci6n de los grupos, de los cuales la clase es el modelo, aunque la generaci6n, el Estado, la secta y los grupos ocupacionales, tambien sean importantes.46

    Mannheim aspira a lo que llama una concepci6n no evaluativa de la ideologia. Alega que todo conocimiento es relacional, y estudia el conocimiento, desde el punto de vista del que posee el conocimiento y piensa en un contexto historico y social particular.

    Debemos notar que las teorias de Mannheim sufrieron cambios, de manera que, como indica Merton, "no es posible considerar los prime- ros estudios y los ultimos, como igualmente representativos de sus puntos de vista naturales".47

    Colecciones de sus primeros articulos, Essays on the Sociology of Knowledge (1952) y Essays on Sociology and Psychology, 1953, fueron editados por Paul Kecskeneti. Aparte de su obra Ideology and Utopia, sus otros libros son: Man and Society in an Age of Reconstruction: Stu- dies in Modern Social Structure (1940); Diagnosis of Our Time (1944); Freedom, Power, and Democratic Planning (1950); Sistema- tic Sociology (1958).

    El titulo de su obra principal, Ideology and Utopia, indica, en cierta forma, la relacion de Mannheim con Marx, Max Weber y Scheler.48

    46 H. Otto Dahlke, "The Sociology of Knowledge", Cap. 4, 82, en Harry Elmer Barnes y Howard y Frances B. Becker, Eds., Contemporary Sociat Theory, New York: D. Appleton-Century Co., 1940.

    47 Robert K. Merton, Karl Mannheim and the Sociology of Knowledge, reim- preso por The Journal of Liberal Religion, Winter, 1941.

    148 Max Scheler (1874-1925), discipulo de Dilthey y Simmel, profesor de so- ciologia y filosofia en la Universidad de Colonia y colega del difunto von Weise, puso en boga el ter,mino "'Wissenssoziologie", (Sociologia del Conocimiento). Es au- tor de varias obras: Schriften zur Soziologie und Weltanschauungenlehre, 3 vols., 1923-24; Versuche zu einer Soziologie des Wiessens, 1924; Die Formen deis Wissens und die Bildung, 1925; Die Wissensformen und die Gesellschaft, 1926. Como Durk- heim pensaba que las categorias del pensamiento humano eran determinadas por la estructura de la sociedad: con Dilthey, consideraba que estaban sujetas a los cam- bios hist6ricos de dicha estructura y asignaba a la "sociologia cultural" la tarea de describir la sucesion de cambios en las categorias mentales, aceptando la critica hecha por Weber a la teoria marxista unilateral, respecto a la determinaci6n del pensamiento por fuerzas econ6micas. Desarrollo una teoria dualista de la vida y la historia humanas; un reino de "factores ideales" (intelectuales, religiosos, morales e imaginativos), que es el objeto de la sociologia de la cultura, y que se entrecruza con los "factores reales" de la vida (econ6micos, biologicos y militares) que cons- tituyen el objeto de la "Realsoziologie"). Los factores que no tienen poder, no pue- den por si ,mismos, iniciar o sostener la acci6n y solamente pueden producir un cambio de direcci6n y acelerar o retardar los factores reales.

  • Historia del Concepto de Ideologia Mientras Marx interpretaba las ideologias en terminos de los inte-

    reses econ6micos, y las consideraba como simples ilusiones, Mannheim subrayo que no son ni verdaderas ni falsas, sino que representan una determinada perspectiva, fijada por la afiliacion a un partido, una clase o una generaci6n y que puede explicarse a traves del punto de vista particular de cada caso. Asi pues, un mismo concepto tiene signi- ficados diferentes para gentes que estan en diferentes posiciones sociales. Las utopias son una parte de las concepciones de la historia que varian de acuerdo con la posici6n social de los grupos que las sostienen; estas utopias son imagenes de una sociedad mejor y, por tanto, no corres- ponden a las relaciones sociales existentes.

    Mannheim puso su esperanza en la elite intelectual (llamada por Alfred Weber, la "inteligencia que no esta socialmente comprometida"). La relativa libertad de esta respecto de los diversos compromisos del hombre comun, seria la unica que podria ayudarla a escapar de las limitaciones de la perspectiva "determinada por la situaci6n" y propor- cionarle el conocimiento objetivo necesario para la reconstrucci6n social.

    INTERES CONTEMPORANEO EN EL CONCEPTO DE IDEOLOGIA

    Desde que se conocieron las traducciones de la obra de Pareto, los sabios sociales estadunidenses han mostrado un interes creciente por los diversos aspectos del funcioncmiento de los elementos ideologicos. En es- pecial muchos sociocientistas han utilizado algunos o todos los concep- tos basicos de la teoria de la accion, y Talcott Parsons -de Harvard- probablemente haya sido el principal te6rico de las aplicaciones socio- logicas de esta teoria.49

    49 Talcott Parsons ha presentado la exposici6n mas completa de la ideologia de su obra The Social Sistem, Glencoe, Ill.: Free Press, 1951, Cap. VIII; tambien tra- ta el problema en diversos ensayos y especialmente en su discusi6n de la obra de Pareto en The Structure of Social Action, Glencoe, Ill.: Free Press, 2* ed., 1949. La forma en que este problema se ha infiltrado hasta en el terreno teologico, puede verse en la discusi6n de Alvin Pritcher, "The Significance of The American Creed for the Churches: A Summary and Interpretation", Journal of Religion, XXX1X, 1 Enero, 1959, y Gibson Winter, "The Conception of Ideology in the Theory of Action", Ibid., 43-49. Hacemos aqui referencia a: F. X. Sutton, S. E. Harris, Carly Kaysen, y James Tovin, The American Business Creed, Cambridge: Harvard Uni- versity Press, 1956.

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  • Revista Mexicana de Sociologia

    El impacto de la industrializacion sobre hombres e ideas ha sido estudiado por Bendix.50

    Con la expresi6n "ideologias de la gerencia" (o "ideologias de las empresas") designa Bendix "los esfuerzos de los jefes de las empresas para justificar el privilegio de la accion voluntaria y de su asociaci6n mientras imponen sobre todos los subordinados el deber de la obedien- cia y la obligaci6n de servir a sus jefes lo mejor que puedan". (pagi- na xxi). Al escribir su libro, dice que tiene el proposito de: descubrir la naturaleza de estas ideologias y los cambios realizados en ellas; co- rregir la ideas equivocadas sobre la industrializacion expresadas en el pasado; ilustrar e interpretar las diferencias de hecho e ideologia entre las formas totalitarias y no totalitarias de la subordinaci6n de las em- presas econ6micas; demostrar la superioridad etica de las tradiciones no totalitarias y ganar una mejor comprensi6n de la interacci6n entre las ideas y los hechos. El medio que utiliza en sus esfuerzos para lograr estos diversos y ambiciosos objetivos consiste en yuxtaponer dos socie- dades contrastantes de los siglos xviii y xix y dos de la epoca moderna. Elige a Inglaterra y a Rusia, para el primer periodo y a los Estados Unidos y Alemania Oriental para el uiltimo.

    En Inglaterra se desarrollo una nueva clase de empresarios indus- triales a fines del siglo xvIII y principios del xix, en medio de una at- mosfera relativamente hostil. Gran parte de esta hostilidad provenia del desprecio de la nobleza por el comercio y la industria. Este aristo- cratico desden "proporcion6 a los primeros empresarios, el impetu de una frustraci6n suficientemente grande para estimular un movimiento social". (pag. 30). La ideologia de las empresas de esta nueva clase se fundaba en el principio de que el pueblo (es decir, los empleados de los empresarios) debian depender de si mismos; de que la miseria de los trabajadores eran sintoma de su ociosidad y de sus pecados y de que los esfuerzos de las clases superiores para ayudar a los pobres eran inutiles. El costo humano de esta actitud y la agitaci6n en pro de una reforma, obligaron a los empresarios a justificar sus actitudes de irres- ponsabilidad con el argumento (alrededor de 1820 y 1830) de que sus actividades econ6micas beneficiaban a los trabajadores. Sin embargo, para esa epoca, la clase obrera urbana habia ganado ya cierto grado de independencia y los empresarios comprendieron que debian cambiar su actitud si querian conservar su autoridad sobre los trabajadores.

    50 Reinhard Bendix, Work and Authority in Industry: Ideologies of Management in the Course of Industrialization, New York: John Wiley, 1956.

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  • Historia del Concepto de Ideologia Entonces se presentaron como campeones del pueblo en contra de los intereses de los terratenientes. Despues de que se rechazaron las "leyes del maiz" (Corn Laws) se abandon6 este "tono" y surgi6 un nuevo credo, el de la propia ayuda. Se decia entonces que el exito material estaba al alcance de todos siempre que con voluntad se luchara por el.

    En la Rusia de los siglos xviI y xix encuentra Bendix la fuente his- t6rica de la ideologia empresarial en el gobierno autocratico de los zares. Los esfuerzos de Pedro I aceleraron notablemente el desarrollo. indus- trial. Despues de su muerte (1735), los nobles se colocaron en primer lugar en el desarrollo econ6mico y parecia que tambien iban a hacerse cargo del control del Estado. Pero, durante el reinado de Catalina II (1762-1896), el trono recuper6 su preeminencia y se tomaron medidas politicas que favorecian los intereses de los empresarios de la clase me- dia. Catalina pudo reducir el poder politico de la nobleza permitiendo que, con su poder creciente, se explotara a los siervos; pero, el trono conservaba la autoridad decisiva sobre los campesinos, lo mismo que sobre todas las demas clases sociales, y entonces los campesinos consi- deraban al zar como su protector. Las ideologias que surgieron de estas relaciones sociales y politicas entre el dirigente, la aristocracia y el cam- pesinado, tuvieron un efecto directo sobre las relaciones entre patr6n y obrero, hasta la emancipacion de los siervos en 1861 y despues de ella. Los arist6cratas duenios de siervos, lo mismo que los empresarios bur- gueses, veian con desprecio a los campesinos y compartian la convicci6n de que era necesario doblegar el espiritu de los trabajadores y humi- llarlos. Continuaban volviendo los ojos al gobierno para que los ayudara y apoyara en esta actitud, de modo "que la ideologia de las empresas en la Rusia del siglo xrx se formula a traves de la interacci6n entre los grupos de empresarios y funcionarios gubernativos". (pag. 180). Pero a medida que continuaba el desarrollo economico, crecia el descontento y hacia 1870 y 1880 se lleg6 a los limites de la coerci6n efectiva ejer- cida tanto por el Estado comoi por las empresas. El aumento en las represiones s6lo sirvi6 para que aumentara, en vez de disminuir, la in- tranquilidad entre los trabajadores.

    La ideologia dominante entre los empresarios estadunidenses du- rante la epoca del desarrollo industrial americano. de 1880 a 1910, se encuentra reflejada en una fusi6n de las ideas de Samuel Smiles con Herbert Spencer. Los obreros siguieron en su humilde posicion, a causa de su limitado talento, mientras que el exito del empresario probaba que el jefe tenia las cualidades necesarias para triunfar en la lucha por la supervivencia. Pero, despueCs, la lucha de los empresarios en con-

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  • Revista Mexicana de Sociologia tra de la amenaza del sindicalismo, y la simultanea difusion del movi- miento cientifico entre los gerentes, condujo inadvertidamente al aban- dono de este "darwinismo social" como simbolo dominante de la sociedad industrial estadunidense. En su lucha contra los sindicatos, los empresarios apelaron directamente al obrero individual; se anuncio que la f6rmula tipicamente americana era la sociedad industrial entre el jefe y el empleado. Mientras tanto, los preceptos de la direcci6n cientifica transformaron al ejecutivo de una persona cuyo exito ponia de manifiesto su superioridad en un hombre cuya direcci6n se debia a que poseia aptitudes y preparaci6n especiales y no a que fuera mas apto en la lucha Fpr la supervivencia. Hacia 1930, el reconocimiento de la calidad humana de los trabajadores se habia difundido ya entre todos los empresarios y, cuando no se les trataba como tales, se consi- deraba que esta era la causa de las dificultades obreras y de la inefi- cacia de las fabricas. El concepto del gerente tambien cambi6, deja de ser el superviviente en la lucha de competencia, para pasar a ser el asa- lariado bur6crata: el hombre de la organizaci6n.

    En Alemania oriental el principio de la organizaci6n en proceso productivo, funciona en terminos de las decisiones politicas que llegan de la direcci6n del partido comunista, mas que en terminos de los inte- reses econ6micos.

    Funcionarios del partido, que actuian como gerentes de las empresas ponen en practica estas decisiones. Como no son mas que instrumentos del regimen, son manejados facilmente por los gobernantes. El control de los trabajadores es otro punto. Muchos de ellos son anticomunistas, resienten la hegemonia de los rusos en su pais, tienen una fuerte tra- dici6n sindicalista y se muestran hostiles a los hombres del partido que dirigen las fabricas. Para solucionar este obstaculo en el aumento de la producci6n, el regimen ha establecido una elite de "activistas" entre los trabajadores. Estcs, que son miembros del partido o candidatos a serlo, reciben privilegios especiales, adquieren premios y prestigio para alentarlos a "cumplir y a supercumplir el plan". Es comprensible que el resto de los trabajadores los abominen. Asi pues, el regimen ha tra- tado de "abrir una brecha" entre las masas y todos los que cooperan con el partido, por lo cual la solidaridad natural de la clase obrera ha quedado destruida. La creacion y el fomento de la hostilidad entre activistas y obreros es el nucleo de la practica directiva comunista y de su ideologia.51

    51 Reinhard Bendix, Work and Authority in Industry: Ideologies of Manage- ment in the Course of Industrialization, New York: John Wiley, 1956, 430-433.

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  • Historia del Concepto de Ideologia

    Sin embargo, la brillante obra de Bendix no ha escapado a una seria revision critica hecha por Blum, quien indica: "Fracasa porque Bendix frecuentemente descuida el uso de las fuentes hist6ricas ade- cuadas; no ha empleado con sentido suficientemente critico aquellas que usa, y no ha empleado fuentes que refuten los puntos que 1e quiere presentar. En resumen, ha descuidado los canones del metodo histo- ricoe .52

    Especialmente, indica Blum que: "la falla mas seria resultante de estos defectos metodol6gicos es que Mr. Bendix en realidad no des- cribe las ideologias de empresarios y gerentes. En su prefacio nos dice que trata de las ideas de los "hombres de accion" que son prominentes a causa de que dirigen empresas econ6micas. (p. xx.) Pero, en realidad las opiniones que presentan son de un grupo mixto de publicistas, cle- rigos, te6ricos, academicos, etc. Asi, las fuentes que tom6 para conocer la ideologia de los empresarios ingleses de la epoca de la revolucion industrial, son Joseph Townsend, Edmund Burke y Thomas Malthus. Para el periodo de 1820 a 1830, tom6 a Andrew Ure; para el periodo de 1840 a los propagandistas de la liga contraria a la Ley del Maiz (Corn Law) y a Samuel Smiles para los afnos medios del periodo vic- toriano."

    Bendix cita, para la ideologia de los empresarios de la era anterior a la primera guerra, en los Estados Unidos de America a figuras tales como C. R. Henderson, capellan y profesor de sociologia de la Univer- sidad de Chicago, y al reformador social W. C. Summer; al reverendo M. D. Babcock, notable predicador, y a N. C. Fowler, autor de una larga lista de libros en los que se dice c6mo hacer las cosas: The Boy, How to help Him Succeed, How to Get and Keep a Job, y Witty Sto- ries and Toasts for all Occasions, and How to Tell Them. Para las decadas 193 a 194 (o los afnos veinte y treinta) sus autoridades son casi todas decanos de las escuelas comerciales y especialistas en relacio- nes laborales.

    INTERES CONTEMPORANEO

    Pocas obras sobre temas sociologicos han provocado una reacci6n tan viva y tan prolongada como la obra de Max Scheler, Die Wissens- formen un die Gesselschaft y la de Karl Mannheim Ideology and Uto-

    5!2 Jerome Blum, "Some Effects of Industrialization", World Politics, XI, Octu- bre de 1958, 136-143.

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  • Revista Mexicana de Sociologia

    pia. La literatura sociol6gica que las subsigue ha asumido tales propor- ciones que, en otros campos de interes, indican un conjunto acumu- lativo de conocimientos. "Sin embargo, solo una pequeina parte de esta literatura muestra que haya habido ganancias empiricas en el terreno inicialmente propuesto: la sociologia del conocimiento. La mayor parte de la misma es de caracter piolemico y se concentra en torno de proble- mas epistemol6gicos suscitados por las dos obras inaugurales." 53

    Aqui cabe tambien la obra de Stark, que se ha unido a la contro- versia epistemol6gica; se ocupa de la derivaci6n social de las verdades mas que de las ideologias. Define estas ultimas como distorsiones de las verdades parciales que pone a disposici6n de sus miembros una deter- minada sociedad o una clase determinada. Como desviaciones motiva- das individualmente, las ideologias quedan abiertas al escrutinio psico- logico, pero resultan efimeras para la sociologia del conocimiento. El objetivo legitimo de la sociologia del conocimiento no es exponer racio- nalizaciones, sino descubrir los elementos sociales en el pensamiento, hasta el punto en que es vehiculo del conocimiento de la realidad social: "Toda sociedad, y toda sub-sociedad superfuncional, pueden reclamar la verdad, las sustancias de la verdad, aunque solamente pue- da verse un aspecto. de la misma -ese aspecto que se ofrece a la con- templaci6n desde un punto de vista y un angulo de visi6n." (p. 155). El verdadero contenido del conocimiento social, sin embargo, esta rela- cionado con el sistema social que le da origen. Asi pues, el relativismo, parece consustantivo en el reino del conocimiento de los asuntos hu- manos, en contraste con lo que ocurre con las ciencias naturales. El autor propone "una ciencia completa del hombre que demuestre que todas las diversidades de la naturaleza humana in esse son simplemente manifestaciones divergentes de una comun naturaleza humana in posse, y de esta manera desaparecera para siempre el fantasma del relati- vismo". (pag. 203.)

    Segiin Stark, las verdades y las parcialidades sociales constituyen dos campos distintos, de los cuales solamente el primero tiene impor- tancia sociologica. Las verdades residen en las formaciones sociales "que son

    -por lo menos potencialmente-, formas de vida, lo mismo que formas de pensamiento y que tienen en si, vida y controlan la acci6n humana y las interrelaciones, lo mismo que las ideas humanas". (pa-

    53 Ernest Mannheim, revisando The Sociology of Knowledge: An Essay in aid of a Deeper Understanding of the History of Ideas, Glencoe, Ill.: The Free Press, 1958, de Werner Stark, en The American Sociological Review, XXIV, 2, Abril de 1959), 262-264.

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  • Historia del Concepto de Ideologia

    gina 76.) Las ideologias, por otra parte, constituyen distorsiones perso- nales o representaciones equivocadas de las verdades implicitas. Entre las "formaciones sociales" que tienen el poder de controlar la accion y el pensamiento, menciona a los sistemas sociales, las clases y las igle- sias. Hasta el punto en que el individuo se eleva hasta el horizonte inte- lectual de su sociedad, clase o iglesia, adquiere una vision objetiva de la realidad y contempla un segmento correspondiente a la verdad. (Evi- dentemente las situaciones del individuo, la familia y las negociaciones, no se encuentran dentrol de estas normas de formaci6n social). El hecho de que Stark limite la capacidad de la acci6n y el pensamiento nor- mativo a clases, iglesias y sociedad en general, puede explicar por que no avisora por ninguna parte al individuo como participante concreto en una multitud de agrupaciones mezcladas y situaciones diversas, dis- tintas de las clases e iglesias.54

    La influencia del razonamiento ideologico ha venido notandose en los uiltimos afnos, especialmente en las obras sobre historias de la civili- zaci6n y sobre sociologia.55

    Por ejemplo, Sorokin y Toynbee persisten en unirse como autores de libros que merecen una seria atenci6n por parte de quienes estudian las ideologias. Su afinidad ha alcanzado el punto en que son, en cierta forma, "los hermanos siameses del anti-intelectualismo (o por lo menos del anti-imperialismo), el neo-agustinianismo y el pesimismo hist6rico".

    Las obras mayores de estos autores, Social and Cultural Dynamics, de Sorokin (4 vols., 1937-1941) y los primeros seis voliumenes de Toyn- bee, A Study of History (1939), aparecieron alrededor de la decada 193 (los treintas). Ambos autores sintetizaron sus puntos de vista en obras publicadas en 1938; Reconstruction of Humanity, de Sorokin (de la que ya habia presentado un resumen en su obra The Crisis of Our Age, 1941, y Society, Culture and Personality), y la obra de Toyn- bee, Civilization on Trial (1948). Ambos autores fueron favorecidob con premios Boswells, que coronaron sus principales ideas y conclusio- nes. Toynbee fue honrado por el historiador ingles Somervell, quien

    54 Mannheim hace notar: "La concepci6n bifurcada del individuo frente a su clase o sociedad se equipara con la igualdad oscura dicotomia de la ideologia y las verdades parciales, pero ninguna de las dos proporciona una suposici6n de trabajo adecuada para la sociologia del conocimiento o para ningiun otro estudio sociologico concreto".

    55 Este campo queda sintetizado en la obra de Harry Elmer Barnes. "Historical Sociology", 238-269, en Joseph S. Roucek, Ed., Contemporary Sociology, New York: Philosophical Library, 1958.

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  • Revista Mexicana de Sociologia

    publico un resumen de la obra A Study of History, en 1947, que fue muy elogiado y contribuy6 grandemente a crear un verdadero culto por Toynbee. Despues otro historiador ingles elogi6 la obra de Sorokin Social and Cultural Dynamics y Society, Culture and Personality, en un breve libro.56

    Mientras que el proyecto de Somervell consistia simplemente en una sintesis del libro y el lenguaje de Toynbee, lo que consigui6 Cowell fue un verdadero epitome hecho por alguien que sintetiz6 y apreci6, con grandes elogios, los puntos de vista de Sorokin.

    Los puntos de vista de Toynbee, tal como se expresan en su obra The World and the West (New York: Oxford University Press, 1953), pueden sintetizarse de la siguiente manera: El choque de culturas (y el choque potencial de las armas) del Occidente y del Oriente, constituye el principal problema de la segunda mitad del siglo xx. Debe ser re- suelto, o por lo menos, restringido, si no queremos que la civilizaci6n perezca. En su mayor parte, Toynbee considera a la Rusia Sovietica y zarista, como un sector de la cultura Oriental. Por lo menos a partir de 1950, el Occidente ha sido el gran agresor en la politica mundial, ya sea bajo la forma del colonialismo, del imperialismo moderno, apar- te de las moderadas empresas religiosas y educativas. HIa podido triunfar gracias a la superioridad de la tecnologia Occidental, especialmente a partir de 1750.

    La civilizaci6n del Oriente no ha logrado ser armonizada facilmente con la cultura Occidental, porque el Oriente ha tomado prestada prin- cipalmente y ha aceptado solamente una parte -aunque sea la mas importante- de los exitos Occidentales: a saber, nuestra ciencia y tec- nologia superiores / nuestra adelantada cultura material. Esto se lo- gr6 en parte porque una tecnologia extrania se acept6 con menos re- nuencia que una religi6n extrania (Cristianismo) y en parte como defensa en contra de la invasi6n militar y econ6mica del Oriente por el Occidente. El Comunismo Sovietico ha ejercido mayor atractivo so- bre los pueblos del Oriente que sobre el capitalismo y la democracia Occidentales, porque les ofrece tanto una ideologia como una tecnolo- gia. Otro factor importante es que el comunismo mas alienta que inten- ta suprimir la revuelta del mundo de color en contra de los antiguos amos blancos. jLa solucion? Puede encontrarse una en el hecho de que, una vez que se ha aceptado la tecnologia Occidental, resulta difi-

    56 F. R. Cowell, History, Civilization and Culture: An Introduction to the His- torical and Social Philosophy of Pitirim A. Sorokin, Boston: Beacon Press, 1952.

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  • Historia del Concepto de Ideologia cil para el Oriente impedir la adopci6n gradual de otros aspectos de la cultura occidental. Gandhi comprendi6 esta tendencia y trat6 de con- trarrestarla. Pero, lo mas importante, segun Toynbee, es la necesidad que tiene el Occidente de suplementar su contribuci6n tecnol6gica al Oriente, mediante una nueva religi6n espiritual (resurrecci6n anglica- na), que una a todo el mundo en una actitud de fraternidad humana:

    Sorokin es bien conocido por su teoria de la fluctuaciones recurren- tes de las culturas. Sus dos tipos culturales basicos son el ideativo y el sensorial. El primero se funda en la fe y el misticismo y subraya el papel de los grandes hombres (frecuentemente sacerdotes y profetas). El tipo sensorial de cultura se basa en el empirismo, la ciencia y la tecnologia y se preocupa principalmente por el papel y la suerte de las masas. Las culturas historicas han fluctuado del ideativo al sensorial, con periodos intermedios de cultura idealista (algo intermedio entre el ideativo y el sensorial) que generalmente proporciona gran estimulo a los estudios y a las actividades artisticas y materiales. Sorokin elogia fervientemente a las culturas ideativas y condena resueltamente a las sensoriales. Atri- buye la mayor parte de nuestros males y dificultades actuales al hecho de que hemos sido arrojados a las etapas finales de una era sensorial decadente. Sorokin no ofrece una explicaci6n adecuada de por que se realizan estas fluctuaciones eternamente recurrentes; solamente dice que surgen dentro de cada cultura y no por estimulos del exterior. Sorokin aplica sus teorias de los tipos y fluctuaciones de cultura a las tendencias hist6ricas en el desarrollo del arte, la musica, la politica, la economia, el desarrollo cultural y el cambio social.

    Uno de los esfuerzos mas prometedores para relacionar el concepto con los procesos sociales ha sido hecho por historiadores y antropologos. Por ejemplo, la obra de Bear, es una evaluacion analitica y detallada de los problemas actuales, sobre el trasfondo de la historia.57

    Clyde Fluckhohn, nos ofrece una "instantanea de America", que comprende las caracteristicas mas notables de los elementos ideol6gicos que prevalecen en America, en un ensayo muy ameno.58 Wector ha realizado una brillante labor al develar los conceptos ideologicos de los heroes americanos,59 mientras que Whyte nos presenta un examen cui-

    57 The Idea of Progress. 58 Clyde Kluckhohn, Mirror for Man, New York: Whittleysey House, 1949. 59 Dixon Wector, How Americans Choose Their Heroes, New York: Scribner's

    Sons, 1941.

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  • Revista Mexicana de Sociologia

    dadosamente documentado y fascinante de The Organization Man, que se encuentra en el centro de un profundo conflicto de valores.60

    Una ojeada en los aspectos parad6jicos de los problemas de la leal- tad, "las tres libertades" y la democracia esencial, es la que realiza Archibald MacLeish.6l Rebeca West trata, por otra parte, los aspectos ideologicos de la traici6n, mientras que McGuire se declara por la apli- caci6n de ideas y conceptos morales de libertad a la politica de nuestro tiempo.62

    Sobre todo, la tendencia contemporanea dominante en la interpre- taci6n de la ideologia moderna es la que concibe el concepto en el sen- tido marxista y empirico. En la interpretaci6n marxista, Marx considera todas las filosofias y teorias sociales, ya sea como mitos o como doctrinas cientificamente fundamentadas; sobre todo, todas las filosofias y teo- rias sociales incompatibles con la suya, son mitos. Pero, al mismo tiem- po, sus propias ideas sociales son consideradas como cientificas. El so- ciologo concibe el concepto de ideologia simplemente como otro medio de control social.63

    60 William H. Whyte, Jr., The Organization Man, New York: Simon and Schuster, 1956.

    61 Archibald MacLeish, "Loyalty and Freedom", The American Scholar, (Au- tumn, 1953).

    602 Rebecca West, "The Meaning of Treason", Harper's Magazine, (October, 1947); Paul McGuire, There's Freedom for the Brave, New York: W. W. Morrow, 1949.

    63 Joseph S. Roucek, "Ideologies", Cap. XII, 185-204, en Joseph S. Roucek, Ed., Social Control, Princeton, N. J.: D. Van Nostrand Co., 1956.

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    Article Contentsp. [665]p. 666p. 667p. 668p. 669p. 670p. 671p. 672p. 673p. 674p. 675p. 676p. 677p. 678p. 679p. 680p. 681p. 682p. 683p. 684p. 685p. 686p. 687p. 688p. 689p. 690p. 691p. 692p. 693p. 694

    Issue Table of ContentsRevista Mexicana de Sociologia, Vol. 25, No. 2, May - Aug., 1963Front MatterInfluencia Prctica de la Generalizacin "Imprctica" de las Teoras Sociolgicas [pp. 421 - 432]El Sentido del Determinismo Social [pp. 433 - 437]La Moderna Civilizacin Latinoamericana y su Itinerario Histrico-Social [pp. 439 - 503]Reflexiones Sobre el Devenir Americano [pp. 505 - 519]El Concepto de Tipo-Ideal [pp. 521 - 540]Los Mtodos de Investgacn Emprica en Sociologa [pp. 541 - 574]Los Modelos de Sociedad y la Realidad Social de los Nuevos Estados de Africa [pp. 575 - 590]Consenso, Conflicto y Cooperacin: Un Inventario Sociolgico [pp. 591 - 614]Notas sobre las Estructuras de Comando y Consenso [pp. 615 - 623]Urbanizacin, Secularizacin y Desarrollo Econmico [pp. 625 - 646]Sobre la Confusin de los Tejidos de la Ortodoxia y la Legitimidad de la Sociedad con el "Sistema" y el "Orden" [pp. 647 - 656]Interaccin Social y Educacin [pp. 657 - 664]Historia del Concepto de Ideologa [pp. 665 - 694]Tendencias en la Organizacin Corporada [pp. 695 - 703]Enfoque Sociolgico del Antisemitismo [pp. 705 - 720]Cambios Sociales de las Clases Dominantes del Ecuador [pp. 721 - 736]El Brasil Como Proceso de Mestizaje y Transculturacin [pp. 737 - 745]Aspectos Sociales del Proceso de Industrializacin en una Comunidad Urbana (Meditaciones sociolgicas sobre la Ciudad de Crdoba) [pp. 747 - 772]Coordinacin de las Entidades Federativas de la Repblica Mexicana con base en su Tasa de Soledad y en Otros Aspectos Sociales [pp. 773 - 784]untitled [pp. 785 - 790]untitled [pp. 790 - 792]untitled [pp. 792 - 800]untitled [pp. 800 - 808]untitled [pp. 809 - 817]

    El Decimotercer Congreso Nacional de Sociologa [pp. 819 - 868]

    Back Matter