revista lasallista unidos en la salle 4

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UNIDOS en La Salle Revista No. 4-2009 Distrito de Centroamérica-Panamá { { Recordando la Visita del Hno. Álvaro Rodríguez Personaje lasallista Nuestras Obras Lasallistas Raíces e Identidad Instituto Politécnico La Salle Hno. Antonio Botana Hno. José María González (QEPD) Hno. José María González (QEPD) In memorian Hno. José María González Comunidades de Aprendizaje Adolfo López Almau Semblanza del Hno. José María González Hno. Honorio Belza

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Revista Lasallista del Distrito de Centroamérica -Panamá

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Page 1: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

UNIDOSen La Salle

Revista No. 4-2009

Distrito de Centroamérica-Panamá

{

{ Recordando la Visita del

Hno. Álvaro Rodríguez

Personaje lasallista

Nuestras

Obras Lasallistas

Raíces e Identidad

Instituto Politécnico La Salle

Hno. Antonio Botana Hno. José María González (QEPD)

Hno. José María González (QEPD)

In memorianHno. José María González

Comunidades de

AprendizajeAdolfo López Almau

Semblanza del Hno.

José María GonzálezHno. Honorio Belza

Page 2: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

UNIDOSen La Salle

Contenido

Revista No. 4-2009

Distrito de Centroamérica-Panamá

1. Presentación 2. Semblanza del Hermano José María González (QEPD) Hno. Honorio Belza

3. Recordando la Visita del Hno. Álvaro Rodríguez Hno. José María González (QEPD)

4. Raíces e Identidad Hno. Antonio Botana

5. Personaje Lasallista: Hno. Rafael Rafiringa Hno. José María González (QEPD)

6. Nuestras Obras Lasallistas: Instituto Politécnico La Salle.

7. Comunidad Educativa Adolfo López Almau

Esta es una Publicación Bimensual propiedad de

los Hermanos de las Escuelas Cristianas De La Salle

Presentación:

Apreciados lasallistas:

Continuamos con nuestra revista UNIDOS EN LA SALLE que

editaba el Hno. José María González (QEPD). En su memoria y

agradecimiento al trabajo que realizó por muchos años en

nuestros países centroamericanos y Panamá dedicamos este

número (4).

Parte de ella, la había dejado preparada el difunto Hno. Chema

antes de su viaje a Madrid, para visitar a su familia, donde escuchó la definitiva llamada del Señor: “ven, entra en el gozo de tu Señor”

Queremos seguir, como Distrito, con el trabajo iniciado desde la

revista: La formación lasallista.

Se han agregado dos secciones:

· Nuestras Obras lasallistas: pretende dar a conocer todas

nuestras obras educativas en el Distrito. Se irán

presentando por fecha de fundación.

· Comunidad educativa: Un artículo pedagógico, que nos

gustaría fuera escrito por ustedes a partir de sus

experiencias y reflexiones pedagógicas. Todos quedan

invitados a enviar sus artículos de no más de dos páginas

tamaño carta a la siguiente dirección electrónica:

A partir de este número de la revista será editada electrónicamente

y no en papel. Esperamos que siga siendo de provecho para

nuestra misión.

Unidos en La Salle,

Hno. Otto R. Armas.

[email protected]

Page 3: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

l árbol frondoso distrital

acaba de entregar al EPadre de la mies dos de

sus mejores frutos. En abril, fue

nuestro Hno. Arturo Martínez

que moría en Panamá y

recientemente el Hno. José María

a quien sorprendió la muerte en

Madrid. La ofrenda de estos dos

excelentes frutos no significa

debilidad o empobrecimiento,

sino viva señal de gracia y

fecundidad espiritual.

ermanos hoy,

agradecidos y Hapesadumbrados, nos

encontramos ente los restos de

nuestro Hno. José María que

después de largo trajinar por

caminos alejados de su tierra, en

su misma tierra ha escuchado la

definitiva llamada del Señor:

“Ven , entra en el gozo de tu

Señor”.

ueron muchos los años de

su prolongado itinerario Fpor los senderos distritales.

Nacido a la vida, aquí en

España (Logroño 7 de marzo de

1941), en el seno de una familia

contagiada de lasallismo; su

padre había sido aspirante en

Premiá y su tío, el recordado

Hno. Isaías González que en

tierra guatemalteca espera la

resurrección de los muertos

stablecida la familia en

Madrid José María tuvo Econtacto con los Hermanos

desde los primeros años; su

padre no había olvidado lo

que un día quiso,

matricularlo en el colegio

Maravillas. En aquellas

bancas, pendiente de

cuanto aquellos Hermanos

decían, veía en ellos la

imagen de un tío a quien

no conocía, pero a buen

seguro era tan bueno como

ellos. Así en aquella mente

despierta, inquieta y llena

de ilusiones se fue despertando la

idea de ser lo que su padre no

había realizado, admirando lo que

era su tío a quien conocía por

referencias y se decidió ser como

él, Hermano de La Salle. Ingresa a

Premiá el 11 de septiembre de

1953.

n aquel crisol de tantos

misioneros se fue fraguando Eel ideal de Hermano que

con ejemplar testimonio realizaría a

lo largo de su vida. En la

ceremonia de la toma de hábito

presentes estuvieron sus padres y su

hermana. Se le dio el nombre de

Hno. Adrián José. Con ese nombre

fue conocido en los primeros años

de apostolado en nuestros

colegios.

oven lo vemos en San José de

Costa Rica. Le acoge una Jcomunidad animadora de un

colegio de reciente fundación.

Desde aquellos inicios viendo su

entrega, sacrificio y espíritu

comunitario es ya una promesa de

lo que puede llegar a ser el día de

mañana. Tiene ideales,

Semblanza

Hermano José María González Ruana

disposiciones y capacidad para

hacer de su vida de Hermano, una

permanente ofrenda al servicio de la

juventud.

n Diriamba, Nicaraguaa hace

la Profesión Perpetua (5 de Emarzo de 1966), allí en la

ceremonia, estaba presente su tío

Isaías, en quien en los momentos de

duda que se pudieron cruzar en su

camino, siempre puso los ojos.

Alguien que asistió a la ceremonia

nos dice, que el abrazo que dieron

tío y sobrino los confundió en una

misma voluntad, en un mismo

propósito, en un mismo esfuerzo. Era

como asegurar al tío: “ Siguiendo tu

ejemplo no vacilaré en los caminos

que tú has trazado”

a obediencia le irá señalando

nuevos campos de trabajo a los Lque se dedicará sin escatimar

esfuerzo alguno. Desde joven su

propósito fue darse con toda la

riqueza humana y espiritual que

poseía.

2

Page 4: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

asó varios años en el

Pedagógico, Nicaragua. PAprovechó el tiempo para

estudiar en la universidad de

los jesuitas en la que no sin

esfuerzo logró graduarse con

merecidos honores. Una vez

graduado, del todo armado

caballero, los superiores le

confían responsabilidades. El

colegio La Salle de León,

Nicaragua será el primer

centro en el que el Hno.

Chema, así se le llamaba,

pondrá de manifiesto cuanto en

su haber tiene acumulado,

como director de ese Colegio.

Encuentra un colegio

enrumbado por los caminos de

la seriedad, del esfuerzo y del

prestigio, niveles que él sabrá

mantener. Eran días de

inquietud política y los

estudiantes, los más vulnerables

a la agitación que vive el país,

no están dispuestos a la

formación de exigente seriedad

que el colegio pide. No se

contentó con eso; se preocupó

por los pobres y supo encontrar

medios para enrumbar a los

necesitados por caminos de

superación.

e comprometió en poner

a disposición de los Spobres cuanto estaba a

su alcance y con la

colaboración de profesores y

aventajados alumnos finalistas

abrió una sección nocturna

para jóvenes que, aprobada la

primaria, carecían de seguro

horizonte en su vida. Acudieron

cuantos sentían inquietudes por

encontrar un futuro sin

posibilidades hasta entonces.

Nació así la sección nocturna

del colegio La Salle de León,

que posteriormente tendrá

carácter oficial. Fue también

director del colegio de la

Antigua, en Guatemala: su

mera presencia física era garantía de

seriedad y trabajo. Estando en

Guatemala tuvo la pena y a la vez la

satisfacción de ver morir en sus

brazos a su tío.

stuvo también en la ciudad de

Colón, Panamá, fue otro de los Ecampos en los que empeñó

todo cuanto tenía porque la semilla

con el esfuerzo de todos allí

sembrada, produjera el fruto

esperado.

osta Rica a donde vuelve

como animador de la Ccomunidad educativa, con las

mismas energías y redoblado

entusiasmo, proyecto que pudo llevar

a cabo con el empeño de todos.

Iniciado nuevo siglo, la comunidad

celebra en 2001 los cincuenta años

de la fundación del colegio Le toca

al Hno. José María organizar y

presidir los grandes festejos en los

que están comprometidos los

Hermanos con toda la comunidad

educativa, exalumnos e importantes

sectores de la capital. La presencia

de nuestro Hno. Álvaro Rodríguez,

Superior General como alumno que

fue del centro, da realce a los

momentos más importantes de la

conmemoración

ños antes aquí en San José,

Costa Rica, se había fundado Ala primera universidad del

distrito Centroamérica-Panamá. Los

inicios no fueron fáciles; la

responsabilidad de la nueva casa de

estudios se puso en manos de

prestigiosos docentes de la capital.

Cuando llegó el momento oportuno

para que el rector fuera un Hermano,

se pensó en el Hno. José María

González como la persona más

idónea para ser continuador de una

obra que merecía la atención del

distrito; no defraudó, supo consolidar

el prestigio heredado.

a salud, pese a la fortaleza física

de que hacía gala, comenzó a Ldarle problemas que preocuparon

a todos. Apartado del puesto de rector

universitario, el distrito le encomendó

la formación lasallista de nuestros

profesores. Desde su residencia en la

casa provincial preparaba su plan de

trabajo que se proponía llevar a cabo

previa comunicación con los directores.

Dos veces al año, pasaba por los

centros ofreciendo temas bien

preparados, sembrando inquietudes y

señalando los frutos que los colegios

debían esperar. Era dar vida a la

pedagogía lasaliana para que nuestros

colaboradores se impregnaran de

cuanto La Salle pide al maestro de

todos los tiempos.

ino a España para visitar la

familia y controlar un poco la Vsalud, con la idea de volver a

donde creía debía estar La voluntad

del Señor nos ha dado a entender otra

cosa. Nuestro distrito Centroamérica

–Panamá, no sin dolor devuelve al

Hno. José María González Ruana a la

tierra de sus mayores. Pero el fruto de

sus esfuerzos, con el testimonio de su

vida , la elocuencia de sus mensajes

allí queda, en un continuo florecer y

dar fruto. Gracias Hno. Chema por tu

vida, por tu presencia, por tu entrega

y por el ejemplo que a lo largo de

tantos años, en tantas comunidades, en

la vida de tantos Hermanos y alumnos

nos diste como fiel testigo de la

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Page 5: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

Al recordar la visita que hace unos meses nos hizo el Hno. Superior, el Hno. Álvaro Rodríguez, me viene a la

memoria algunas de las ideas que le escuché decir a los estudiantes en Huehuetenango, el 27 de marzo

recién pasado.

Creo que es interesante que, como sus educadores y educadoras, las retomemos para aplicarlas como

metas en nuestro actuar con esos niños y jóvenes que el Señor ha puesto en nuestro camino.

Las ideas son las siguientes:

1.- El alumno lasallista debe integrarse en la Defensa de los Derechos de los Niños. Este tema que la

Congregación ha tomado como uno de los principales motivos de su accionar, debe constituir igualmente

motivo de esfuerzo para todo alumno y alumna lasallista de forma que ellos sean también, “hermanos

mayores” de los más pequeños.

2.- Todo alumno lasallista debe ayudar a sus compañeros a encontrar sentido a sus vidas. Teniendo en

cuenta aquello de que “el joven debe ser evangelizador del joven” los jóvenes lasallistas deben ayudar a

sus compañeros y compañeras a encontrar un sentido a sus vidas en estos momentos en que la droga, la

pornografía, la falta de ilusión, producto de la carencia de afecto familiar o de cualquier otro tipo, los

problemas escolares, etc., les ponen al borde de la desesperación y del abandono.

Recordando la Visita del

Hno. Álvaro Rodríguez

4

Page 6: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

Recordando la Visita del

Hno. Álvaro Rodríguez

3.- Cuando 2/3 de la humanidad vive en situación de

pobreza por infinidad de causas, siendo entre las más

recientes la de las migraciones, el estudiante lasallista

debe esforzarse por atender a los más necesitados de

entre sus compañeros, ayudándoles a tener una vida

digna en medio del mundo que les ha tocado vivir. No

podemos seguir permitiendo como normal que unos

tengan mucho y a la par otros que no tengan nada o

casi nada.

4.- Trabajar por conseguir la paz. Con una expresión

“agringada”, dijo que cada uno debía ser un “peace

maker”, un “hacedor de paz” favoreciendo la armonía

y la concordia entre todos y de esta forma

convertirnos en constructores de un mundo más

fraterno por encima de todas las diferencias de raza,

sexo, edad, etc.

5.- Y por último, vivir un diálogo ecuménico e

interreligioso con todos y todas. En otras palabras,

trabajar por la unión de todos los cristianos en una

iglesia en la que todos estemos unidos mediante el

amor de Cristo. Y para eso nuestra mente y nuestro

corazón debe movernos a mirar a nuestros hermanos

cristianos con respeto, comprensión y esperanza.

Esto nos facilitará el diálogo intercultural entre las

diferentes religiones y tradiciones espirituales en un

mundo en el que los conflictos se intensifican debido a

la ignorancia, el desconocimiento del otro desde

dentro.

Pienso que si hacemos nuestras estas mismas ideas nos será fácil tomarlas como temas de estas reflexiones y de las actuaciones con nuestros niños y jóvenes.

Que el Señor los bendiga y los ayude en esta labor.

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Page 7: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

Raíces e

Identidad

Raíces e

Identidad

Lo que somos ante nosotros mismos y ante los demás, eso es la identidad. Es un concepto relacional, que sitúa a la persona en el tiempo, en el lugar, en la sociedad concreta,... y le permite reconocerse y ser reconocida.

En ella hay aspectos que van cambiando con el tiempo, con las experiencias vitales, y también en relación a su entorno. Por ejemplo, una persona a los 20 años no se ve igual que a los 40 ó 70; pero tampoco será lo mismo si vive sola o en familia, y si dentro de ésta tiene un papel filial o paterno/materno, o si participa en un grupo con una fuerte cohesión interna; y si está integrada y valorada en la sociedad o, por el contrario, vive marginada... Consciente o inconscientemente, la persona necesitará reformular su identidad muchas veces a lo largo de la vida.

Pero al mismo tiempo la identidad requiere una continuidad que permita a la persona reconocerse ella misma a través del tiempo y de las diferentes circunstancias y situaciones sociales. El sentimiento de ser “yo mismo” es tanto más fuerte cuanto más arraigadas estén las raíces que me religan a la historia personal y social.

Nuestra identidad lasallista no es algo abstracto o impersonal. “Se ve”, toma cuerpo en las personas que nos decimos lasallistas, y cambia con nosotros. Por de pronto, no es la misma identidad lasallista la del Hermano y la del seglar, por más que haya muchos elementos comunes. Y cuando el seglar ha entrado a compartir la misión con el Hermano, éste se ha visto obligado a clarificar y reformular su propia identidad.

Y en cada uno la identidad lasallista adquiere un tinte diferente, como ya reconocía la Declaración del Hermano en el mundo actual (1966), aun sin utilizar el término identidad:

“Cierto laudable intento de unidad no debe empeñarse en definir el tipo inmutable y universal de Hermano, al que todos habrían de acomodarse. Pues, tanto en consonancia con los elementos constitutivos, heredados del Fundador, como por los signos de los tiempos, interpela Dios de modo diferente a cada Hermano, y le invita a dar la respuesta personal, que resulte adaptada a las necesidades del mundo actual.” (D 14,3).

“Los signos de los tiempos”: más que una invitación son un desafío constante a reformular nuestra identidad ante una sociedad que se estructura cada vez más desde el criterio de la pertenencia a múltiples niveles, y donde el cambio se ha instalado como factor definitorio; pero también en una Iglesia que recupera su naturaleza original -“comunión de comunidades”-, que llama a todos sus componentes a construirla desde los diferentes ministerios y carismas, y donde el seglar adquiere el papel protagonista que le corresponde, en paridad con las otras vocaciones cristianas.

Si podemos hablar de una identidad lasallista común es porque, a pesar de las diferencias, hay una continuidad en el tiempo y en las personas, de elementos comunes que vienen de antaño, aunque se vivan de diferente forma.. Nos “reconocemos” gracias a las raíces comunes.

¿Raíces? ¿Cómo podemos reconocernos en “lo que no se ve”, pues está bajo tierra? Es que no hablamos de restos fósiles, sino de raíces que tienen vida y producen savia.

Nuestra fidelidad a la raíz nos asegura la savia que corre por nuestras venas y que nos permite entrar en sintonía unos con otros. Tenemos un estilo semejante de situarnos en la vida, una parecida sensibilidad ante las llamadas de Dios y los signos de los tiempos, y nos encontramos también en la búsqueda de respuestas.

La fidelidad a la raíz, lejos de conducirnos a la inercia o a la repetición de fórmulas pasadas, estimula en nosotros la creatividad.

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Page 8: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

“A cada uno le incumbe, como respuesta a la llamada incesante del Espíritu, poner a contribución todos sus recursos para corresponder a su vocación personal. La formación profunda es siempre ejercicio ascético: será necesario revisar con frecuencia los propios puntos de vista, dirigir la mirada hacia perspectivas aún nuevas, no instalarse nunca en la tranquila posesión de determinadas técnicas. Sólo a ese precio podrá ser auténtica la irradiación en lo educativo y en lo espiritual.” (D 15,2)

Fidelidad y creatividad serán las dos condiciones esenciales para que nuestra identidad lasallista se mantenga viva y con capacidad de regenerarse. El secreto está en las raíces. Pero, ¿dónde podemos encontrarlas?

- en la experiencia de vida del itinerario lasallista;- en el dinamismo que impulsa el proyecto lasallista;- en el espíritu que da sentido al itinerario y al proyecto.

Experiencia de vida, dinamismo, espíritu, no son reductibles a anécdotas, estructuras y fórmulas de espiritualidad, aunque puedan percibirse a través de ellas (y no siempre). De hecho, se resisten a cualquier intento de esquematización o de descripción objetiva. Cada vez que queremos expresarlas, simplemente realizamos una aproximación.

Pues bien, una aproximación a las raíces de nuestra identidad lasallista, eso es lo que encontraremos en los esfuerzos que está haciendo el Distrito para profundizar nuestra formación. Cada uno habrá de leerlos “desde dentro de sí”, como el árbol que sufre un estremecimiento en sus raíces y toma conciencia de que están ahí. Cada uno habrá de “leerse” a sí mismo en ello, y desde allí leer los signos de los tiempos, los gritos de los jóvenes y sus propios deseos y temores. Pero la aproximación será mayor cuanto más se haga en grupo, dialogando y dejándose confrontar por quienes se atribuyen las mismas raíces; a través de todos se manifestará mejor el Espíritu. De ahí el esfuerzo de crear en cada centro un Grupo de Formación Lasallista

“El carisma del Fundador se relaciona con las instituciones mediante las personas. San Juan Bautista de la Salle fundó desde el principio una comunidad viviente de Hermanos, a los que hizo partícipes de su ideal apostólico; éstos, a su vez, lo transmitieron a otros hombres. La fidelidad a las intenciones específicas del Fundador y a la historia del Instituto se confió, pues, a hombres dotados de vida, a todos nosotros; y, precisamente en cuanto tales, debemos continuar buscando y reflexionando. (D 7,1)*

*El punto de partida de esta reflexión se encuentra en las conferencias dadas por los HH. Michel Sauvage y Miguel

Campos en la S.I.E.L. (Sesión Internacional de Estudios Lasalianos), Roma, los meses de enero y febrero de 1989, sobre “Los dinamismos espirituales de la Comunidad Lasaliana de los orígenes”.

Este texto pertenece al escrito del Hno. Antonio Botana “Raíces de nuestra identidad”. El último párrafo ha sido parafraseado del original al no poder incluir todo el escrito en el presente Boletín..

Raíces e

Identidad

7

Page 9: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

Personaje

Lasallista

El pasado 7 de junio, el Domingo de la Sma. Trinidad, cuando en todo el Instituto los Hermanos renovamos nuestros votos religiosos de nuestro compromiso de seguir asociados para llevar a cabo la misión que Dios confió al Instituto en la persona de San Juan Bta. De La Salle, era “Beatificado” en la capital de Madagascar, Antanarivo, el Hno. Luis Rafael Rafiringa.

Como ya habrán recibido la propaganda que con motivo de dicha celebración se ha distribuido por todas las obras del Distrito quisiera retomar algunas ideas que el Hno. Superior General expresaba en su carta de comunicación a todo el Instituto para que nos sirva de aliento y esperanza en nuestra misión educadora.

Después de manifestar la alegría que le embargaba al poder comunicar dicha noticia a la Congregación, el Hno. Álvaro decía que esta beatificación es un gran don para todo el Instituto por la calidad de persona que fue el Hno. Rafael y por el destacado lugar que ocupa en la historia de la Iglesia de Madagascar. Fue el primer Hermano malgache llegando a ser un gran educador, catequista y líder. En el tiempo que los misioneros extranjeros fueron obligados a abandonar el país, él fue elegido Presidente de la Unión Católica para todo Madagascar en un período de gran oposición a los católicos. Sufrió la cárcel por cargos no cometidos, pero siempre fue fiel a su fe y a su vocación.

El Hermano Rafael fue un hombre de Dios. Convertido al cristianismo de su religión nativa, llegó a ser un Hermano que trabajó ardorosamente con el pobre, enseñando, escribiendo libros y componiendo poesías y música.

Pidamos por medio del Hno. Rafael que suscite muchas vocaciones de educadores cristianos, Hermanos y Seglares, no sólo en Madagascar sino en todo el Instituto, que los Hermanos seamos cada día más entregados y los colaboradores seglares más comprometidos con la “misión” que se nos ha entregado.

De esta forma, la “aureola lasallista” que rodea al Santo Fundador está compuesta por 12 Santos Hermanos y 33 Beatos de los que 30 son mártires.

Beato Hermano

Luis Rafiringa

San Benildo RomançonSan Miguel Febres CorderoSan Muciano María ViauxSantos Mártires de Asturias (8)San Jaime Hilario

Beato Hno. SalomónBeato Hno. RogerBeato Hno. UldaricBeato Hno. LeónBeatos Hnos. Mártires de Almería (7)Beatos Hnos. Mártires de Valencia (5)Beatos Hnos. Mártires de Lorca (5) Beatos Hnos. Mártires de Consuegra (4)Beatos Hnos. Mártires de Sta. Cruz (5)Beatos Hnos. Mártires de Barcelona (44)Beato Hno. ArnoldoBeato Hno. ScubiliónBeato Hno. Rafael Luis Rafiringa

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Page 10: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

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Obras Lasallistas

El Instituto Politécnico La Salle es un Centro que se dedica

a dar formación técnica a jóvenes y adultos de toda

Nicaragua, especialmente de la zona noroccidental,. En

el sector Industrial, en las ramas de Electricidad Industrial,

Electrónica Industrial, Mecánica Industrial, Mecánica

Automotriz; así como también, mediante cursos de

habilitación en: Mecanización Agrícola, Ebanistería,

Electricidad Domiciliar. En Nicaragua solamente existen

4 Centros de esta categoría (Granada, Jinotepe,

Managua y el IPLS). En el área de Informática en

Programación, Diseño Gráfico, Mantenimiento y

Reparación de Computadoras, Contabilidad con

Computación, Operador de Microcomputadoras.

Enclavado en la ciudad de León, a 90 Kms. de la capital,

tiene actualmente 900 alumnos en cursos regulares del

nivel Técnico Medio, y una cantidad que oscila entre 100

y 200 en los diferentes cursos de capacitación y

complementación que ofrece a lo largo del año a

diferentes empresas y organizaciones que los solicitan.

Nuestras

Page 11: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

Nuestras

Obras Lasallistas

10

C

A

E

ada 14 de noviembre se

conmemora un aniversario de la

llegada de los Hermanos de las

Escuelas Cristianas a Nicaragua. Entre

nosotros los conocemos como los

"Hermanos Cristianos" o "Hermanos de

LA SALLE".

rribaron al país hace diez

décadas llamados por el virtuoso

presbítero don Mariano Dubón.

Este santo sacerdote, movido ante el

espectáculo de la infancia abandonada

creó, en León, a finales del siglo XIX, el

Hospicio "SAN JUAN DE DIOS" en un

edificio maltrecho y abandonado, tras el

temblor de 1897, por las Hijas de la

Caridad. En él funcionaba el Hospital

San Vicente. El padre lo habilitó para

alojar a huérfanos. Acomodó el edificio

como internado y escuela de aprendizaje

de carpintería, zapatería y sastrería.

Creó una nutrida Banda de Música que a

lo largo de décadas forjó a muchos

leoneses en las artes musicales. La obra

fue creciendo y el Padre Dubón y su más

directo colaborador, Don Máximo H.

Zepeda, gran benefactor de la sociedad

leonesa (llegó al Ministerio de

Relaciones), pensaron en la necesidad de

un equipo de educadores que

atendieran, según los derroteros de la

nueva pedagogía, el Hospicio.

l doctor Zepeda conocía del buen

hacer de los Hermanos de las

Escuelas Cristianas, pues en su

juventud había estudiado en Francia en

colegio regentado por ellos. Podían ser la

solución para una obra querida por la

sociedad leonesa. El Presidente del país,

General Zelaya, vio buena la idea y dio

el visto bueno para dar los pasos

pertinentes. Por aquellos años existían

reticencias ideológicas que frenaba el

trabajo del clero extranjero. Los

Hermanos, al no ser clérigos y dedicarse

a la educación como maestros, pudieron

sortear estos obstáculos no sólo para su

venida, sino en posteriores situaciones

conflictivas entre Iglesia y Estado.

En Agosto de 1903 embarcan

los Hermanos en Barcelona.

Llegan a Corinto el 14 de

noviembre. Eran seis, cuatro

franceses y dos españoles, ambos

catalanes, el mayor, Elisaire, tenía

47 años. El menor, Donato Juan,

26. El Hermano Baudrán-María

será Director de la obra y Superior

canónico de la comunidad

religiosa. Al llegar a León, la

expectación hizo que, según

crónicas, "una multitud acudiera a

la estación y acompañase a los

Hermanos hasta la Catedral". El

Obispo Pereira y su alto clero, junto

a los seminaristas, los recibieron y

entonaron "un solemne Te Deum"

agradeciendo a Dios la presencia

de los Hermanos en su diócesis.

Hoy día, como entonces, la

obra permanece. Ha

cambiado el nombre (lo

que se llamó Hospicio San Juan de

Dios se denomina Instituto

Politécnico La Salle), se han

trasladado las instalaciones, su

magnitud es ahora mayor,...; pero

el servicio a las clases populares

sigue vigente. La obra por la que

luchó y se desveló el Padre Dubón

sigue en pie. El trabajo de los

Hermanos y sus colaboradores,

sigue forjando para la sociedad, la

familia, la Iglesia y el mundo del

trabajo, jóvenes, tanto varones

como señoritas, idóneos para el

momento histórico que vivimos.

Page 12: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

11

Nuestras

Obras Lasallistas

Carreras que ofrece el

Instituto Politécnico La Salle

?Operador de computadoras

?Mantenimiento y reparación de PC

?Programación

?Diseño Gráfico

?Contabilidad con computación

?Técnico medio en electricidad industrial

?Técnico medio en mecánica industrial

?Técnico medio en mecánica automotriz

?Técnico medio en electrónica industrial

Visita de estudiantes de Diseño Gráfico del Instituto en la Imprenta La Salle

Alumnos de computo desarrollando habilidades en el manejo de la tecnología

Alumnos finalistas de la carrera de Mecánica Automotriz, recibiendo una capacitación

Alumno de Electrónica Industrial, realizando mediciones de señales en circuitos electrónicos Alumna de Electricidad Industrial, realizando pruebas en circuitos eléctricos

Page 13: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

12

Personal docente y Administrativo

Instituto Politécnico La Salle

Personal administrativo, servicio y cocina.

Personal del área técnica.

Personal del área de informáticaPersonal del área de informática

Personal del área de informática

Page 14: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

Comunidad

Educativa

13

nte los múltiples retos que se

agolpan a las puertas de las Ainst i tuciones escolares

(diversidad cultural, conflictos de

convivencia, crisis de autoridad,

ana l fabe t i smo tecno lóg ico,

estadísticas académicas pesimistas

... ), los agentes sociales están

obligados a encontrar respuestas

alternativas a los actuales modelos

de gestión y funcionamiento de las

comunidades educativas; a buscar

una mejor cohesión familia-escuela,

una mayor implicación familiar en

los centros y unas perspectivas

razonables de éxito escolar .

ás que nunca, podemos afirmar que el profesorado está desbordado, y en ocasiones

desmotivado. Se siente víctima del propio sistema educativo: urge abrir la organización

diaria del recinto escolar a las propias familias y a todo su entorno para aunar esfuerzos y Mcompartir iniciativas que promuevan auténticas COMUNIDADES DE APRENDIZAJE en las que

todos colaboren, se sientan identificados y al mismo tiempo se enriquezcan con otros puntos de

vista.

UNIR VOCES, CAPACIDADES Y ESFUERZOS

a transformación de una escuela en una Comunidad de Aprendizaje (CA) es un proceso

complejo, donde todos los colectivos y personas que forman parte de la comunidad educativa

son interpelados, a la vez que van identificándose e involucrándose en un proyecto compartido Lcon su entorno.

as CA se alejan, en parte, de la organización escolar clásica, potenciando sobre todo la

participación y la apertura radical de la escuela a la sociedad y suavizando un sistema de

funcionamiento que, en muchas ocasiones, no responde a las necesidades surgidas en la Lsociedad de la información y la comunicación. Son una invitación directa a la renovación

organizativa para aquellas instituciones escolares que buscan otras formas de liderazgo más

compartido, basado en la colaboración y la participación constructiva, implicando también a los

agentes sociales más próximos y contribuyendo a la mejora y satisfacción de las necesidades de la

población. De esta manera se ayuda a evitar la exclusión social y la desigualdad permanente. Cada

CA pretende hacer ver que, para que exista un aprendizaje y para aprender a vivir juntos, es

imprescindible aunar voces, capacidades y esfuerzos de todas las personas, tanto en los procesos de

aprendizaje como en la toma de decisiones.

Comunidades de AprendizajeAdolfo López Almau - Revista Educar Hoy

Page 15: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

Cuatro referentes históricos pueden ayudar a

situarlas en el ámbito educativo:

resalta la oportunidad para el

desarrollo y la emancipación de la

persona en situación de precariedad, a

partir de la convicción de que las

personas no somos seres de adaptación

sino de transformación.

: buscaban

atajar el fracaso escolar y la baja

mot ivación docente de manera

participativa, a través de las familias y de

los agentes locales y comunitarios .

su tesis radica en alejarse de los

clásicos planteamientos de mínimos,

atendiendo al alumnado con dificultades

académicas como si despuntaran,

enriqueciendo los recursos y estrategias

para motivarles y estimular su desarrollo.

impulsado por R. Slavin, que

parte de la necesidad de tener altas

expectativas en todos los alumnos,

logrando buenos resultados académicos

a través de propuestas muy estructuradas,

primero en las áreas instrumentales y

después en el resto del currículo.

Partiendo de los tres colectivos básicos

(alumnado, profesorado y familias), el

proceso para desembarcar en una verdadera

· La Pedagogía Liberadora de P.

Freire:

· Los Programas de Desarrollo

Escolar norteamericanos en la

década de los setenta

· Las Escuelas Aceleradas de H.

Levin:

· El programa «Éxito para todos y

todas»,

CA no puede llegar a buen término sin la

implicación de otros grupos que aportan

su visión y que también se enriquecen:

se r v ic ios socia l e s mun icipa l es ,

asociaciones del barrio, servicios

educativos zonales, voluntariado,

antiguos alumnos ...

Con la CA, el centro escolar se convierte

en dinamizador del trabajo conjunto. Los

objetivos comunes han de ser el punto de

partida de esa labor.

Las CA se plantean la educación y la

convivencia como par te de la

transformación social y cultural del centro

educativo y de su entorno. Una CA puede

desarrollarse en cualquier contexto

socioeducativo. Aun así, parece una vía

prioritaria en aquellas circunstancias

donde el entramado familiar esté más

desestructurado, donde la precariedad

socioeconómica sea relevante y donde los

centros educativos dispongan de

insuficientes recursos propios.

Comunidad

Educativa

¿QuÉ SON LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE?

14

Page 16: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

Comunidad

Educativa

PROCESO EN CINCO FASES

Para avanzar en este proceso de transformación se

precisa sensibilizar, debatir y llegar a consensos en

la comunidad educativa:

1. Sensibilización a partir de un análisis

sociológico de la realidad: fase de intenso

diálogo con el claustro y las familias, tratando de

buscar nuevos horizontes para la educación desde

un marco de participación igualitaria.

2. Toma de decisiones: aceptación formal y

mayoritaria del proyecto por parte del profesorado,

padres, madres ... Se requiere el máximo

compromiso, complicidad e implicación por parte

de todos los agentes, internos y externos,

implicados.

3. Sueño: fase participativa de los colectivos que

se sienten implicados en la comunidad,

encaminada a pensar en el ideal de escuela. Las

dinámicas de grupos, las charlas y los debates

terminan cuando todos sienten que han aportado su

visión individual y colectiva al reto que está

naciendo.

4. Selección de prioridades: elección de ideas

ilusionantes y factibles que sirvan de punto de

arranque para in iciar ese dinamismo

transformador.

5. Planificación y desarrollo:

creación de grupos heterogéneos y

comisiones de trabajo para llevar a

cabo el plan de acción diseñado para

cada proyecto. Se crea una comisión

gestora que coordine a todos los

agentes educadores del entorno

externos al centro. Dicha comisión debe

velar por el cambio desde una triple

responsabi l idad: inves t igación

(reflexión desde la acción), formación

(de las comisiones de trabajo según

requerimientos) y evaluación (continua

de la marcha del proceso para tomar

decisiones que mejoren las prácticas

observadas).

En esta última fase de puesta en

práctica de los proyectos elegidos, el

centro educativo debe ya funcionar

como una CA: permanece abierto más

horas que las habituales; en ocasiones,

además del profesorado, entran al aula

otras personas adultas; se programan

actividades al final del horario lectivo

donde participen no sólo los alumnos,

sino todas las familias ...

15

Page 17: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

Comunidad

Educativa

ASPECTOS ORGANIZATIVOS

os ambiciosos retos planteados

por cada CA necesitan definir y

a p l i c a r c o n c r e c i o n e s Lorganizativas para gestionar con

éxito el impulso participativo de

todos y asegurar el funcionamiento

democrático de los múltiples

espacios de decisión:

Trabajo por comisiones para

responder a las necesidades,

prioridades y proyectos elegidos

trimestral o anualmente por la

asamblea, órgano decisorio que

reúne a todas las personas sin

excepción que participan en la CA.

Cada comisión debe representar al

mayor número de colectivos posible:

profesorado, alumnado, familias,

servicios sociales municipales,

equipos educativos zonales...

Funcionan como una red de

comisiones que intercambian

información y actúan de forma

coordinada a través de la ya

mencionada comisión gestora.

articipación comunitaria,

e x p l o t a n d o t o d a s l a s

posibilidades socioeducativas Pque presenta un centro adherido a su

entorno y haciendo que éste se

familiarice con la realidad escolar. A

través de la asamblea, el consejo

escolar y las comisiones por

proyectos, el conjunto de agentes

externos se une a los representantes

del claustro y familias para

enriquecer el PEC, el PCC, el RRI o el

Plan Anual.

Toma de decisiones: la ampliación

de la participación, además de

alertar de la complejidad de las

relaciones entre los potenciales

agentes educativos, cuestiona su

potestad para participar en la

toma de decisiones, pudiendo

confundir roles o generar temor

por la pérdida de rigor

profesional. El planteamiento

organizativo de una CA también

difiere, respecto a la escuela

ordinaria, en su grado de

implicación en los procesos de

decisión que hasta ahora, por lo

general, eran patrimonio

exclusivo de los profesionales de

la educación .

IMPLICACIONES

postar por este modelo

supone, por lo tanto, una Aorganización basada en

el trabajo de equipo en la que se

generan nuevos roles y tareas,

tanto para los miembros de la

institución escolar como para los

otros agentes educativos que

forman parte de la comunidad

local. Todo ello exige un tipo de

l iderazgo (más que de

dirección) consistente en cultivar

las potencialidades de las

personas que gravitan en torno

al centro, creando una cultura

común que logre una visión

compartida del modelo y las

prácticas educativas

que se persiguen. Si

estamos convencidos de que

todas las personas tienen

muchas cosas que aportar y

que eso va a suponer un

b e n e f i c i o y u n

enriquecimiento para todos

los agentes implicados, lo

único que se necesita es

crear una organización que

permi ta ar t icu lar esa

riqueza.

E n d e f i n i t i v a , c a d a

comunidad de aprendizaje

e s u n a r e s p u e s t a

innovadora a la necesidad

de organizar y gestionar el

centro educativo para

construir los aprendizajes a

t r a v é s d e l a

i n t e rdependencia, l a

participación igualitaria y la

implicación compartida. La

calidad del aprendizaje

e s t a r á g a ra n t i za d a ,

desarro l lando en los

a l u m n o s y a l u m n a s

aptitudes y actitudes para

participar con plenitud en

esta sociedad que reclama

su actuación constructiva.

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Page 18: Revista Lasallista Unidos en La Salle 4

¡Viva Jesús

en nuestros

corazones... por siempre!