Año 13. N. 37. Junio de 2013

ESPEJO POLÍTICO Órgano de difusión interno de Centro Político Mexicano A.P.N.

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Investigación sobre Desarrollo Sustentable Inves(gación  acerca  del  hambre  en  México  

Investigación sobre el hambre en México

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EDITORIAL México, siendo un país tan rico en recursos, tiene un gran número de habitantes viviendo en tal nivel de pobreza que no alcanzan, ni siquiera, a cubrir sus necesidades básicas de alimentación: a esto se le llama pobreza alimentaria y, según cifras recientes, más de 20 millones de mexicanos se encuentran e n e s a l a m e n t a b l e situación. Es por el lo que éste n ú m e r o d e “ E s p e j o P o l í t i c o ” d e c i d i m o s dedicarlo a los esfuerzos recientemente anunciados por el gobierno federal para terminar con el hambre en

México. El lector encontrará en éste n ú m e r o l o s e j e s f u n d a m e n t a l e s d e l a llamada “Cruzada contra el hambre” pero también un panorama g loba l que incluye cifras de la FAO y la OCDE. Consideramos que es de fundamental importancia informarnos acerca del problema para, d e s p u é s , e s t a r e n condiciones de actuar a fin d e q u e t o d o s l o s m e x i c a n o s t e n g a n asegurado el derecho a la alimentación.

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EL HAMBRE EN MÉXICO El 21 de enero del 2013 se implementó, por Decreto P r e s i d e n c i a l , u n a estrategia del gobierno federal que busca abatir, de manera masiva, la pobreza, la desnutrición y la marginación social en México. Dicha estrategia f u e p r e s e n t a d a o f i c i a l m e n t e e n e l municipio Las Margaritas, en Chiapas y forma parte de las doce primeras decisiones presidenciales anunciadas en el primer mensa je a la nac ión dirigido por Enrique Peña Nieto como Presidente de México. Para poner en marcha esta estrategia, a la que se llamó “Cruzada contra el hambre” se instruyó a la Secretaría de

Desarrollo Social. D e n t r o d e l a s consideraciones presentes en el mencionado decreto, y q u e j u s t i f i c a n l a existencia de éste, quisiera mencionar: ü  Que la Constitución

Política de los Estados U n i d o s M e x i c a n o s establece en su artículo 4, el deber que tiene el Estado de implementar las medidas necesarias p a r a g a r a n t i z a r e l d e r e c h o d e t o d a p e r s o n a a u n a alimentación nutritiva, suficiente y de calidad;

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ü  Que el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, del cual nuestro país forma parte desde 1981, establece que los Estados Parte reconocen el derecho fundamental de toda persona a estar protegida contra el hambre, debiendo adoptar las medidas necesarias para mejorar los métodos de producción, conservación y distribución de alimentos;

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ü  Que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sostenido que el derecho a la alimentación es indispensable para asegurar el acceso a una vida digna y para ello, no solo se debe atender a la entrega de alimentos, sino que es necesario valorar su accesibilidad, disponibilidad y sostenibilidad, con objeto de determinar si cumple los requerimientos básicos;

ü  Que la Ley General de Desarrollo Social establece que la Política Nacional de Desarrollo Social tiene, entre otros objetivos, el de propiciar las condiciones que aseguren el disfrute de los derechos sociales, individuales o colectivos, garantizando el acceso a los programas de desarrollo social y la igualdad de oportunidades y, entre tales derechos, se encuentra el de la alimentación;

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ü  Que el Estado mexicano ha desplegado en años anteriores recursos cuantiosos para atender la problemática alimentaria del país y, a pesar de ello, ha persistido en México una alta incidencia de personas que experimentan situaciones de hambre, particularmente entre la población más pobre, lo cual tiene efectos negativos en el desarrollo físico y mental de las personas y limita notablemente la calidad de vida de las mismas, afectando en la práctica el acceso generalizado a los derechos sociales y a la justicia social;

ü  Que en pleno siglo XXI, a pesar de haber logrado avances importantes en diversos ámbitos, resulta inaceptable que millones de personas padezcan hambre, por lo que es una prioridad de la política social del Gobierno de la República lograr que las familias mexicanas tengan un piso básico de bienestar;

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ü  Que es necesario contar con mecanismos que permitan, desde una perspectiva ciudadana, dar seguimiento a las acciones que se emprendan en los tres órdenes de gobierno para erradicar el hambre, para lo cual se promoverá la creación de comités comunitarios integrados por los propios beneficiarios de los programas sociales, con el propósito de supervisar el cumplimiento de sus objetivos y garantizar la transparencia en su ejecución;

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Que se implemente un programa para combatir el hambre y la desnutrición, y que se haga funcionar, es vital para México, donde aproximadamente 20 millones de personas padecen hambre, entre las que desgraciadamente hay niños. Es decir, estos 20 millones se ubican dentro de lo que se denomina pobreza alimentaria, y de ellos, más de la mitad se ubican en pobreza extrema. La paradoja es que algunas fuentes mencionan a México como uno de los primeros lugares en obesidad infantil, en el mundo. Esto explica los niveles de desnutrición, ocasionados por la ingesta casi única de comida chatarra que sacia el hambre pero no proporciona, ni por asomo, el mínimo de nutrientes que un niño necesita para su buen desarrollo físico y mental.

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El problema del hambre, si bien es cierto que involucra a algunas ciudades importantes, tiene su punto más álgido en las zonas rurales donde millones de mexicanos padecen pobreza alimentaria. Chiapas, lugar de arranque de la Cruzada, es uno de los tres estados, junto con Guerrero y Veracruz, con mayor nivel de pobreza. El CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), organismo que mide la pobreza en México, ha contabilizado 1.4 millones de habitantes chiapanecos que sufren pobreza alimentaria.

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No deja de ser llamativo que, en un país con tantos recursos, como es el nuestro, haya millones de personas que carecen hasta del mínimo indispensable para su nutrición. Es importante mencionar que la lucha contra la pobreza y el hambre no es algo nuevo: los últimos cinco presidentes de México han implementado programas para abatirla, y no solo eso: la han planteado como su prioridad de gobierno; basta recordar el Programa Nacional de Solidaridad implementado por Carlos Salinas de Gortari y que inauguró en Valle de Chalco Solidaridad, en el Estado de México y que, hoy en día, no sólo sigue siendo uno de los lugares con más pobreza, sino que además se convirtió en uno de los sitios más peligrosos, donde la delincuencia ha sentado sus reales y donde incluso hay quienes señalan lo difícil que es entrar ahí en cuanto empieza a caer la tarde.

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L o s p r o g r a m a s implementados para el combate al hambre, en el pasado, no sólo han sido insuficientes, sino que han f racasado estrepitosamente, al grado de que hemos sido testigos de que, de entonces a la fecha, millones de personas engrosan, año con año, estas lamentables cifras de pobres. Actualmente, se habla que más de la mitad de la población se encuentra en pobreza, aunque ciertamente no en pobreza extrema. El Comité de Seguridad

Alimentaria Mundial de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) menciona que “Existe seguridad a l imen ta r i a cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico, social y económico a suficientes al imentos inocuos y nutritivos para satisfacer s u s n e c e s i d a d e s a l i m e n t i c i a s y s u s preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana”.

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Éste Comité, creado en 1974 y que ha estado destinado como foro para revisar las políticas de seguridad alimentaria, así como hacer el seguimiento de las mismas, hace hincapié en que hay que tomar todos los puntos de vista “a la hora de adoptar medidas concretas para abordar las cuestiones relacionadas con la seguridad alimentaria y la nutrición, como la crisis económica y la creciente demanda de alimentos”.

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Pero en realidad, nunca como ahora habían existido técnicas tan sofisticadas en la producción de alimentos (algunas de las cuales merecen ser analizadas por los riesgos que implican), lo que hace que sea absurdo que la gente muera de hambre. Esto apunta entonces a cuestiones de mercado que impiden la accesibilidad a los alimentos, pero sin ser la única causa, ya que las condiciones de violencia imperantes en algunas zonas también influyen para que crezcan los indicadores de deficiencia alimentaria.

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La FAO menciona la importancia del derecho a la alimentación de la siguiente manera: “Entendido generalmente como el derecho a alimentarse dignamente, el derecho a una alimentación adecuada es un Derecho Humano internacional que existe desde hace ya tiempo y al que se han comprometido muchos países. En las últimas décadas, varios países han d e s a r r o l l a d o e i m p l e m e n t a d o r e f o r m a s constitucionales, leyes nacionales, estrategias, políticas y programas que tienen como objetivo el cumplimiento del derecho a la alimentación para todos”. Y reconoce que “Con más de 842 millones de personas que se van a dormir con hambre todas las noches, el derecho a una alimentación adecuada está lejos de haberse cumplido. Sin embargo, la erradicación del hambre con carácter permanente y la realización del derecho a una alimentación adecuada para todos son metas alcanzables.

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Debido a su carácter jurídicamente vinculante, la realización del derecho a una alimentación adecuada no es sólo una promesa que cumplir a través de la beneficencia. Es un derecho humano de cada mujer, hombre, niña y niño que ha de cumplirse con acciones apropiadas de los gobiernos y los actores no estatales”. El hecho de que el derecho a la alimentación sea un Derecho Humano, legalmente vinculante en el derecho internacional hace que haya garantías jurídicas a grupos específicos, como las mujeres, los niños y las personas con discapacidades.

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Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) México es el segundo país con mayor desigualdad económica. De México es el hombre más rico del mundo, pero es también donde hay, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, 1, 194, 805 niños que padecen desnutrición crónica y donde, por si fuera poco, el 70% de los hogares se clasificaron en algunas de las categorías que se manejan para la inseguridad alimentaria. De hecho, más del 80% de los hogares que se encuentran en zonas rurales fueron clasificados con algún nivel de inseguridad alimentaria.

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Si vemos, entonces, las cifras, nos daremos cuenta de que el panorama es más desolador de lo que quisiéramos admitir: 20 millones de mexicanos padecen hambre, pero 70% de los hogares mexicanos tienen algún grado de inseguridad alimentaria. Con todo esto, sabemos que todos los esfuerzos que se hagan por combatir el hambre en México son importantes y son bienvenidos: no estamos hablando de un problema menor. No obstante, hay que vigilar el desarrollo de los programas a fin de que la convocatoria presidencial para acabar con el hambre no termine beneficiando sólo a ciertas empresas, sino que la mira éste puesta en combatir de fondo éste flagelo.

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Y menciono lo de las empresas porque se han alzado algunas voces indicando que algunas transnacionales han sido beneficiadas directa o indirectamente por el programa: algunas recibiendo presupuesto federal y otras al ser integradas al Consejo de la Cruzada Nacional contra el Hambre: el problema es que algunas de ellas son, justamente, empresas productoras de los denominados alimentos chatarra. Como mencioné antes: es fundamental que en nuestro país se implementen acciones para abatir la pobreza y para atender a los millones de seres humanos que se encuentran en situación de vulnerabilidad, dadas las condiciones de pobreza extrema que padecen.

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Aún así, consideramos de suma importancia seguir de cerca estos programas, ya que no deben quedar en buenas intenciones, sino que es preciso que se materialicen para el bien de la población. Por ello, queremos recordar aquí los objetivos planteados desde el Gobierno de la República: Ø  Cero hambre a partir de una alimentación y

nutrición adecuadas de los mexicanos en extrema pobreza y con carencia alimentaria severa

Ø  Eliminar la desnutrición infantil aguda y mejorar los indicadores de crecimiento de niños y niñas en la primera infancia

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Ø  Aumentar la producción y el ingreso de los campesinos y pequeños productores agrícolas

Ø  Minimizar las pérdidas post-cosecha y de alimentos durante el almacenamiento y transporte, así como en los comercios

Ø  Promover la participación comunitaria

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El combate al hambre entonces, y según los objetivos mencionados, ha de pasar por darle prioridad a una alimentación de calidad: que no se le quite el hambre a la gente, especialmente a los niños, con alimentos chatarra que llenan pero no nutren. Para atacar la desnutrición han de buscarse los cauces que permitan el acceso a los alimentos y que estos sean adecuados y suficientes, a fin de cubrir las necesidades calóricas, y especialmente las nutrimentales.

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COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL DE CENTRO POLÍTICO MEXICANO 2011- 2014

     

Presidente  Profesor.  José  Alberto  Mejía  Mendoza  

   

Vicepresidente  Lic.  Virgilio  Onofre  Or(z  

   

Consejero  General  Lic.  Isabel  Mendoza  García  

     

Coordinador  General  C.  Pedro  Jesús  Sánchez  Román  

     

Secretario  General  C.  Víctor  Federico  Pons  Iniestra