LOS DESAFÍOS PARA EL DESARROLLO FUTURO DE LA MINERÍA EN LA ZONA CENTRAL.

Resumen Ejecutivo

2 | Los desafíos para el desarrollo futuro de la minería en la Zona Central | Valor Minero

La Zona Central, entendida como las regiones Metro-politana y Valparaíso, es la que alberga los mayores recursos mineros de cobre del país y del mundo. Sin embargo, estos recursos se encuentran localizados en una zona de alta competencia por el territorio al ser el principal nodo económico, político y social de Chile.

Chile debe decidir cuál es el valor que se le otorga al futuro de la minería en la Zona Central y avanzar en la definición de los lineamientos sociales y ambien-tales y productivos que harían posible su desarrollo para que conviva armónicamente con los otros usos del territorio.

En este contexto, el documento “Los desafíos para el desarrollo futuro de la minería en la Zona Central” identifica y caracteriza los principales desafíos y con-troversias que se requieren abordar en la plataforma Diálogo Zona Central de Alianza Valor Minero, para para ver si es posible consensuar los criterios y linea-mientos sobre las condiciones de convivencia entre la minería y los intereses presentes en la Zona Central.

I. LO QUE ESTÁ EN JUEGO CON EL DESARROLLO DEL POTENCIAL MINERO DE LA ZONA CENTRALLa Zona Central alberga el mayor potencial de desa-rrollo minero del país, el cual sólo en el distrito Río Blanco-Los Bronces asciende a 200 millones de tone-ladas de cobre en recursos identificados. Esto lo con-vierte no sólo en el distrito minero con mayor potencial de Chile, sino que también del mundo.

El estudio desarrollado por el economista Juan Pablo Medina (2017) para Alianza Valor Minero denominado “Desarrollo del Sector Minero en Chile y sus Consecuen-cias Macroeconómicas” demuestra que habilitando sólo un 2,75% del potencial minero de la Zona Central, la pro-ducción de cobre de Chile aumentaría 18% en el período 2023-2030, lo que se traduciría en una producción acu-mulada de 5,5 millones de toneladas adicionales, y los consiguientes impactos positivos en el PIB, la inversión, ingresos fiscales y empleo. De esta manera, desarro-llando menos del 3% en 8 años (2023 – 2030), conside-rando 5,5MT adicionales, implicaría para Chile:

• Crecimiento del PIB en 0,76 puntos porcentuales anuales.

• Aumento de los ingresos fiscales del orden de 1,2% del PIB anuales.

• 0,2 puntos porcentuales de crecimiento en el empleo anual.

• 1,6 puntos porcentuales de mayor inversión anual.

Por el contrario, si el país no desarrolla ninguna parte del potencial minero de la Zona Central, ello implicará una reducción significativa de la capacidad productiva de Chile y de inversión de su economía.

II. COMPLEJIDAD DE LA ZONA CENTRAL Y COMPETENCIA POR EL TERRITORIO

Ahora bien, la Zona Central (Región Metropolitana y Región de Valparaíso) presenta nuevos desafíos para el sector minero y para el país, ya que si bien concentra la mayor cantidad de recursos mineros del país, al mismo tiempo presenta una situación de competencia por el territorio en base a su complejidad económica, social y ambiental, y los diversos intereses presentes en ella.

Mapocho

Maipo

Aconcagua

El Torito

]ovejería

Las Tortolas

Santiago

Tiltil

LampaColina

Lo Barnechea

Valparaiso

Ventanas

Chagres

San Felipe

Los Andes

El Soldado

Andina

Los Bronces

Florida

REGIÓN DE VALPARAÍSO

ValparaísoOvejería

REGIÓN METROPOLITANA

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La Zona Central concentra el 50% de población del país, abarcando el 1,6% del territorio chileno, el 7,6% de la explotación agropecuaria del país y 117.654 hectáreas de suelo urbano. Al mismo tiempo presenta áreas de alto valor ambiental protegidas por el Estado: 3 Parques Nacio-nales, 4 Reservas Naturales, 2 Monumentos Naturales, 3 Santuarios de la Naturaleza. Por otro lado, contiene una compleja red de infraestructura vial, marítima y portuaria.

A esto se le suma un escenario de cambio climático, en el que se proyecta que para la Zona Central en el periodo 2040-2070, las lluvias disminuirán entre un 20 a un 25%, y la temperatura aumentará entre 2,7°C y 3°C.

De esta manera, si es que el país decide desarrollar el potencial minero presente en la Zona Central, esto necesariamente implica abordar desafíos ambientales, sociales y productivos en los próximos años. Se trata, en definitiva, de pasar de una situación de competencia por los usos de este territorio a una de convivencia armó-nica y sustentable entre los distintos sectores, intereses y potencialidades.

III. DESAFÍOS PARA EL DESARROLLO DE LA MINERÍA EN LA ZONA CENTRAL

Frente al desafío de evaluar la factibilidad de extender la vida útil de la minería en la Zona Central, se han identi-ficado tres dimensiones clave para el posible desarrollo de minería dentro de la complejidad que supone el terri-torio: Sustentabilidad Medioambiental, Convivencia en el Territorio y Desarrollo Productivo.

1. SUSTENTABILIDAD MEDIOAMBIENTAL

En un escenario de cambio climático y sequías recu-rrentes, los desafíos medioambientales implicados en un eventual desarrollo minero en la zona, dicen relación par-ticularmente con los recursos hídricos y la biodiversidad.

A. Recursos Hídricos. Los principales desafíos asociados a los recursos hí- dricos en la Zona Central dicen relación con asegurar la disponibilidad de agua para los distintos usos presentes en el territorio en un contexto de alta competencia por los recursos, cambio climático y sequías cada vez más recurrentes.

Se requiere avanzar hacia mayor eficiencia en el uso del agua por parte de todos los usuarios de las cuencas, en la búsqueda de nuevas fuentes de agua para abas-tecer las demandas actuales y futuras de los diferentes sectores productivos presentes en el territorio.

Por otro lado, se deben mejorar los estándares de seguridad de las empresas presentes respecto de sus procesos industriales. Esto es un desafío espe-cialmente relevante para el sector minero, dadas las consecuencias ambientales de potenciales incidentes de sus operaciones. Si bien estos incidentes son poco frecuentes, en un contexto de escasez de agua y de necesidad de asegurar su disponibilidad en periodos de sequía, ellos tienen alto impacto a nivel local en las relaciones entre operaciones industriales y las comu-nidades donde estas se emplazan.

Por último, Chile requiere mejorar su información técnica y científica sobre los recursos hídricos dispo-nibles en las diferentes cuencas. Asimismo, se hace necesario generar mecanismos para incrementar la legitimidad social de la información que generan las empresas y el Estado sobre la calidad de las aguas, especialmente frente a incidentes ambientales y las fiscalizaciones que realizan los servicios públicos.

B. Biodiversidad.Se caracteriza la necesidad de conservar la Ecorre-gión Mediterránea de Chile Central como patrimonio ambiental presente en la zona, al mismo tiempo que se releva la necesidad de generar las condiciones para la realización de actividades productivas bajo un enfoque que permita proteger y/o compensar el impacto de las operaciones.

Frente a la creación de áreas protegidas por parte del Estado en zonas de alto valor económico y social, se realza la necesidad de considerar en el análisis técnico el potencial impacto económico y social que tiene para el país y las comunidades locales.

Por último, se caracterizan las posibilidades de convi-vencia entre áreas protegidas por el Estado y los sec-tores productivos de la Zona Central, con énfasis en

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el diseño de compensaciones apropiadas y en el rol de protección complementario que pueden tener las indus-trias con respecto al Estado.

2. CONVIVENCIA EN EL TERRITORIO.

Frente a la complejidad de expandir su vida útil en la Zona Central, la minería necesita repensar la manera, la velo-cidad y la dirección con la que se acopla a los territorios. Esto requiere reformular su diseño, a partir de una com-prensión exhaustiva de los territorios donde se emplaza y definiendo una estrategia de desarrollo a largo plazo para ellos, basada en los lineamientos y visiones de desarrollo presentes a nivel local.

Por otro lado, se releva la necesidad de que frente a la complejidad y cantidad de intereses presentes en la Zona Central, el Estado avance hacia una coordinación de los distintos instrumentos de ordenamiento territo-rial, mediante la Evaluación Ambiental Estratégica.

A. Gestion del Territorio.El creciente rechazo hacia los proyectos que otorgan continuidad a las operaciones mineras en lo alto de la cordillera, se ha debido, en parte, al uso de éstas del equipamiento vial e infraestructura local. También por el transporte del mineral –trenes, camiones y minero-ductos– y el almacenamiento de insumos y desechos mineros. Esto ha afectado el normal funcionamiento, estilo de vida y la cotidianeidad de sus habitantes.

En una Zona Central crecientemente congestionada, el desafío para las industrias y el Estado está en pensar los proyectos de inversión e infraestructura en concordancia con las estrategias y visiones de desarrollo de los terri-torios, comprendiendo y adaptándose a sus “ritmos” de desarrollo, y sus condiciones materiales, sociales y cultu-rales a nivel local.

B. Tranques de Relave.La expansión del desarrollo inmobiliario, la destinación de suelos estratégicos para la agricultura y el efecto NIMBY –not in my backyard- en las comunidades, se constituyen como barreras para el desarrollo de tran-ques de relaves, condicionando la extensión de la vida útil de la minería en la Zona Central.

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En la actualidad, el desafío va más allá de exigir a la industria minera estándares operacionales que otorguen seguridad a la población que vive cercana a los tranques de relaves. Es preciso avanzar hacia la aceptación social de éstos, la cual puede encausarse a través de sistemas de monitoreo confiables y creíbles para la población.

En el futuro, dilucidar la potencial ubicación de los tran-ques de relaves en la Zona Central se constituye en un desafío estratégico tanto para la industria minera como para Estado, y requiere ser abordado con una mirada integral y de largo plazo sobre los territorios.

3. DESARROLLO PRODUCTIVO Y OPORTUNIDADES DE VALOR COMPARTIDO.

Se identifican oportunidades de valor compartido que emergen partir de desarrollo de parte del potencial minero presente en la Zona Central, las cuales se expanden hacia otros sectores productivos y del Estado, a escala local, regional y nacional.

A. De los recursos naturales a una industria del cono-cimiento. Un desarrollo virtuoso del potencial minero de la Zona Central podría implicar un fuerte impulso para que el sector contribuya a la generación de más valor agregado para la economía del país mediante Investigación + Desa-rrollo + Innovación que permita a Chile avanzar hacia la industria del conocimiento; suplir las deficiencias en capital humano del sector, identificando posibilidades de sinergia con otros sectores productivos; impulsar el enfoque de economía circular en el país, entre otras.

B. Puesta en valor de la montaña de la Zona Central. La cordillera de la Zona Central no sólo destaca por su riqueza paisajística, medioambiental y en biodiversidad, sino que también por la variedad de usos que allí se desarrollan: minería, agricultura, ganadera, generación hidroeléctrica, agua potable y empresas sanitarias, turismo y uso recreacional. De esta manera, la diver-sidad de intereses que contiene plantea la necesidad de construir lineamientos comunes para su uso y visiones compartidas para su desarrollo.

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Por otro lado, el desarrollo del potencial minero de la Zona Central plantea una serie de oportunidades de valor compartido desde la cordillera hacia las ciudades.

La minería podría contribuir a la adaptación de las ciudades al cambio climático, hacia la generación de ciudades inteligentes y resilientes. Esto, a partir de iniciativas tecnológicas tendientes a mejorar la eficiencia en el uso del agua, o mediante el apoyo y colaboración en la construcción de infraestructura que permita asegurar las necesidades de consumo de los distintos actores.

IV. LA NECESIDAD DE UN DIÁLOGO AMPLIO.

Materializar el potencial minero presente en la com-plejidad de la Zona Central es un desafío productivo, social y ambiental que nuestro país deberá enfrentar en los próximos años. Sin embargo, la magnitud de estos desafíos sobrepasa a las capacidades propias de la industria minera, por lo que se requiere del invo-lucramiento de múltiples actores del mundo público, privado y social.

De esta manera, Alianza Valor Minero junto al Banco Interamericano de Desarrollo, el Ministerio de Minería, la Subsecretaría de Desarrollo Regional y las inten-dencias de las regiones de Valparaíso y Metropolitana, constituyeron la plataforma Diálogo Zona Central, que convoca a representantes de diversos sectores pro-ductivos, asociaciones gremiales, ONG, comunidades, académicos, expertos, autoridades locales, entre otros.

Esta plataforma, mediante un proceso de diálogo cola-borativo muti-actor, busca generar un acuerdo sobre los criterios y lineamientos para el desarrollo de la minería en la Zona Central en convivencia con los otros sectores productivos e intereses existentes en ella.

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