restricciones mortales: asalto “terapéutico” psiquiátrico

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  • 8/8/2019 Restricciones mortales: Asalto Teraputico Psiquitrico

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    AVISO IMPORTANTEPara el lector

    La profesin psiquitrica se considera el nico rbi-tro en el tema de la salud mental y las enfermeda-

    des de la mente. Los hechos, sin embargo,demuestran lo contrario:

    1. LOS TRASTORNOS PSIQUITRICOS NO SON

    ENFERMEDADES MDICAS. En la medicina existe un

    criterio estricto para dar el nombre de enfermedad a unacondicin: debe comprobarse y establecerse un grupo

    predecible de sntomas, la causa de estos sntomas o unacomprensin de su fisiologa (funcin). La fiebre y los

    escalofros son sntomas. La malaria y la tifoidea son

    enfermedades. La existencia de enfermedades escomprobada por evidencia objetiva y por medio de ex-menes fsicos. Sin embargo, nunca se ha comprobado

    que alguna enfermedad mental exista mdicamente.

    2. LOS PSIQUIATRAS TRATAN EXCLUSIVAMENTE

    TRASTORNOS MENTALES, NO ENFERMEDADES

    CUYA EXISTENCIA SE HAYA COMPROBADO.

    Mientras que la corriente principal de la medicina fsicatrata enfermedades, la psiquiatra slo puede tratar

    trastornos. Cuando un grupo de sntomas que seobserva en muchos pacientes distintos carece de una

    causa conocida o de una fisiologa, recibe el nombre de

    trastorno o sndrome.Joseph Glenmullen de la Escuela deMedicina de la Universidad de Harvard dice que en la

    psiquiatra, todos los diagnsticos son simplementesndromes [o trastornos], racimos de sntomas que se

    supone estn relacionados, no enfermedades. Como elDr. Thomas Szasz, profesor emrito de psiquiatra hace

    notar: No hay pruebas de sangre ni de otros elementos

    biolgicos para determinar la presencia o ausencia deuna enfermedad mental, como los hay para la mayora

    de las enfermedades corporales.

    3. LA PSIQUIATRA NUNCA HA ESTABLECIDO LA

    CAUSA DE CUALQUIER TRASTORNO MENTAL.

    Agencias psiquitricas de importancia como laAsociacin Mundial Psiquitrica y el Instituto Nacional

    de Salud Mental de los Estados Unidos admiten que lospsiquiatras no conocen las causas ni las curas de ningn

    trastorno mental ni lo que sus tratamientos le hacenespecficamente al paciente. Slo tienen teoras y opinio-

    nes conflictivas sobre sus diagnsticos y mtodos, y

    carecen de toda base cientfica para ellos. Como dijo unantiguo presidente de la Asociacin Psiquitrica

    Mundial: La poca en que los psiquiatras crean quepodan curar a los enfermos mentales ha pasado. En el

    futuro, los enfermos mentales tendrn que aprender avivir con sus enfermedades.

    4. LA TEORA DE QUE LOS TRASTORNOS MENTA-LES SE ORIGINAN DEBIDO A UN DESEQUILIBRIO

    QUMICO EN EL CEREBRO ES UNA OPININ NO

    COMPROBADA, NO ES UN HECHO. Una teora

    psiquitrica prevalente (de importancia clave para laventa de drogas psicotrpicas) es que los trastornos

    mentales son el resultado de un desequilibrio qumicoen el cerebro. Al igual que en el caso de otras teoras, no

    existe evidencia biolgica o de otra naturaleza paraprobar esto. El Dr. Elliot Valenstein, autor de Blaming theBrain [Culpando al cerebro] y representante de un gran

    grupo de expertos en medicina y bioqumica, afirma:[N]o existen pruebas para evaluar el estado qumico

    del cerebro de una persona viva.

    5. EL CEREBRO NO ES LA CAUSA REAL DE LOS

    PROBLEMAS DE LA VIDA. La gente de hecho tiene

    problemas y molestias que podran tener comoresultado dificultades mentales, que en ocasiones son

    muy graves. Pero decir que la causa de estas dificultades

    son enfermedades incurables del cerebro a las queslo se puede dar alivio mediante pldoras peligrosas, es

    deshonesto, daino y a menudo mortal. Tales drogasson frecuentemente ms potentes que un narctico y

    pueden incitar a la violencia o al suicidio. Ocultan lacausa real de los problemas de la vida y debilitan al

    individuo, negndole de esta forma la oportunidad deuna recuperacin real y de una esperanza para el futuro.

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    NDICEIntroduccin: RestriccinPsiquitrica Un Asesinato ..........

    Captulo Uno: Brutalidadcomo Negocio ............................

    Captulo Dos: Camisasde Fuerza Qumicas ....................

    Captulo Tres: El Fraudedel Diagnstico ............................

    Captulo Cuatro: Restaurandola Humanidad Bsica ..................

    Recomendaciones ........................

    Comisin de Ciudadanos

    por los Derechos HumanosInternacional ................................

    RESTRICCIONESMORTALES

    Asalto Teraputico Psiquitric

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    Se puede estar expresando lo obvio al decir queno se supone que el cuidado psiquitricomate pacientes, y nadie espera que los pacientesse mueran en hospitales psiquitricos. Sinembargo, esto es lo que sucede cada da, silen-

    ciosamente, bajo la mirada vigilante de los psiquiatras eninstituciones psiquitricas alrededor del mundo.

    ARandy Steel de 9 aos no le agrada tomar un baoen el servicio psiquitrico. Donde fue admitido. Como

    resultado del forcejeo Randy vomita y deja de respirar,mientras los miembros delpersonal lo restringen a lafuerza. Luego de revivirlo,fue rpidamente trans-ferido a otro hospital dondemuere al da siguiente. Mstarde los registros del hos-pital muestran que Randyha sido restringido 25 vecesen 28 das antes de sumuerte. A pesar de la evi-dencia del flujo de sangre

    de su nariz, boca, ojos, anoy las contusiones en su cara y abdomen, nunca se hicie-ron cargos criminales. En la audiencia legislativa delestado en el 2003, la mam de Randy, Holly, mostrandolas fotos de la autopsia de su hijo, suplica: Yo espero queningn otro nio tenga que morir as.1

    En 1998, el personal psiquitrico forz a la cana-diense Stephanie Jobin de 13 aos de edad (ya medicadacon cinco drogas psiquitricas diferentes) a ponerse bocaabajo en el piso, empujaron un colchoncillo sobre ella, sesentaron para sujetarla y sostuvieron sus pies. Luego deluchar por 20 minutos, Stephanie dej de respirar. Sumuerte fue decretada como accidente.2

    Tambin en 1998, Andrew McClain de 11 aos deedad, muri de asfixia traumtica (sofocacin) y com-presin del pecho cuatro das despus de haber sido

    admitido en la institucin psiquitrica de Connecticut.Andrew haba desobedecido las instrucciones del asis-tente psiquitrico de moverse a otra mesa durante eldesayuno. Dos miembros del personal lo restringieronponindose uno de ellos sobre el nio en un cuarto dereclusin acolchonado.

    Los procedimientos restrictivos son quiz las evi-dencias ms visibles de las prcticas barbricas que lospsiquiatras escogen para llamarlas terapias o tratamien-

    tos. Y como estos ejemplos claramente demuestran, tal brutalidad no se suaviza,como la compasin hu-mana podra considerarapropiado, ni siquiera porel bien de la juventud.

    Desde 1969, la Co-misin de Ciudadanos porlos Derechos Humanos(CCDH) ha investigado yrevelado las muertes resul-tantes directamente delcuidado psiquitrico. En

    1970, la CCDH document100 muertes inexplicables en los hospitales de CamarilloCalifornia y en el Hospital Metropolitano del Estado. Unhombre de 36 aos de edad, fue encontrado muerto bocaabajo en una cama donde haba sido restringido con gri-lletes de cuero. Una anciana fue encontrada muerta en elarmario de un hospital dos semanas despus de que elpersonal inform a los familiares que ella estaba perdida.

    En 1999, trabajando con legisladores y medios infor-mativos, la CCDH ayud a revelar la espantosa verdadde 150 muertes por privacin, solo en los Estados Unidos,ocurridas cada ao sin haber sido justificadas. Al menos13 de las muertes durante un perodo de dos aos fueron

    nios, algunos tan pequeos como de seis aos.Las medidas tomadas para frenar el nmero demuertes han tenido poco efecto. En 1999, a pesar de la

    INTRODUCCINRestriccin Psiquitrica Un Asesinato

    I N T R O D U C C I NR e s t r i c c i n P s i q u i t r i c a U n A s e s i n a t o

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    Los procedimientos restrictivos son quiz

    las evidencias ms visibles de las prcticas

    barbricas que los psiquiatras escogen para

    llamarlas terapias o tratamientos. Tal brutalidad

    no se suaviza, como la compasin humana

    podra considerar apropiado, ni siquiera

    por el bien de la juventud.

    Jan Eastgate

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    aprobacin de regulaciones federales que limitanlas restricciones en los Estados Unidos, en el 2002otros nueve nios murieron por sofocacin o parocardaco como resultado de procedimientos restrictivosviolentos.

    En el ao 2000 en Japn, se aprobaron regulacionesprohibiendo el uso de restricciones fsicas en ancianos,despus de descubrir que los hospitales psiquitricosprivados estaban encarcelando a la fuerza y restringien-

    do ilegalmente a ancianos.3

    An as, la violencia conti-nu. En el 2003, el Dr. Masami Houki, jefe de la Clnicapsiquitrica de Houki en Japn, fue acusado de homici-dio involuntario despus de que le tap la boca a unapaciente de 31 aos con un pauelo de papel, le peg concinta adhesiva su boca, le inyect un tranquilizante, leamarr sus manos y sus pies y la forz a echarse en elasiento de atrs del auto, mientras la transfera a la clni-ca. Ella lleg muerta.4

    Houki es uno de los pocos psiquiatras- en verdad,uno de los pocos trabajadores psiquitricos-que ha sidoacusado con cargos criminales por muertes debido aprocedimientos restrictivos violentos, llamados eufems-

    ticamente terapia restrictiva humanitaria. Mientrastanto, miles de personas de todas las edades continanmuriendo por insensibles asaltos fsicos semejantes enlos servicios psiquitricos alrededor del mundo.

    La razn de esto es muy simple. Asalto es pordefinicin un intento o intento aparente de infringirdao a otro usando fuerza ilegal, conforme a la capaci-dad de daar a esa persona. Ataque se define comocualquier ataque ilegal u otro inapropiado uso de la vio-lencia fsica o coercin infringida en un ser humano sinsu consentimiento.

    Los procedimientos restrictivos psiquitricos ytodos los otros procedimientos psiquitricos, califican

    como asalto y ataque en todo aspecto, excepto en uno;son legales. La psiquiatra se ha establecido sobre la ley,desde donde puede asaltar y atacar a sus infortunadas

    vctimas con una completa falta de responsabilidad,todo en nombre del tratamiento.

    Les invitamos a revisar este informe y sacar sus pro-

    pias conclusiones acerca de los daos que causa la psi-quiatra no solamente a nuestra salud mental sino anuestras vidas. Es imperativo que las autoridades civilesy los legisladores tomen accin para acabar con estasatrocidades.

    Atentamente,

    Jan Eastgate

    PresidenteComisin de Ciudadanos por los DerechosHumanos Internacional

    I N T R O D U C C I NR e s t r i c c i n P s i q u i t r i c a U n A s e s i n a t o

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    Frecuentemente los pacientesson provocadospara justificarque se les pongan restricciones,resultando en un mayor

    reembolso, de al menos 1.000dlares al da.

    Cada ao, miles de pacientesson expuestos a restricciones decuatro puntos despus dehaber sido expuestos a drogasconocidasque inducen a la

    violencia.

    Los pacientes se agotanluchando en contra de lasrestricciones, pueden sufrir

    colapsos cardacos yrespiratorios. Muchos hanmuerto, tan jvenes como deseis aos.

    Tragedias demoledoras serepiten regularmente bajo elcuidado psiquitrico a pesar delos esfuerzos del gobierno paraprevenirlos y esto se refleja en ladepravacin de individuospsiquiatras.

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    HECHOS IMPORTANTES

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    CAPTULO UNOBrutalidad como Negocio

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    Con miles de millones de asignacionesgubernamentales destinadas para eltratamiento de la salud mental paraproveer el mejor cuidado posiblepor qu los psiquiatras dependen de la

    violencia para forzar sus voluntades y como fre-cuentemente es el caso, provocan el riesgo de morira sus pacientes?

    En el 2002 en un informe de la Oficina de

    Investigaciones del Senado de California, el testi-monio de un experto expres: El intento de impo-ner tratamiento a la fuerza es siempre contra-producente -creandohumillacin, resenti-miento y resistencia aotros tratamientos quepodran ser de msayuda.5 La Oficinade Salud Mental yServicio de Abuso deSustancias de Pensil-vania inform que la

    reclusin y restriccinno aliviaban el sufri-miento humano o lossntomas psiquitri-cos, alteraban el com-portamiento y frecuentemente resultaban en perjui-cio para el paciente y el personal, trauma emocionaly la muerte del paciente.6

    No puedo respirar, suplic RoshelleClayborne de 16 aos, en el centro psiquitrico deLaurel Ridge en Texas. Sus ruegos fueron ignora-dos. Como inform el Hartford Courant Puesta demanera violenta contra suelo, boca abajo, los brazos

    de Roshelle estaban tironeados alrededor de supecho, sus puos puestos con grilletes por detrspor una asistente de salud mental. Fue drogada a

    la fuerza, se quedo de pronto inmvil, la sangregoteaba de la esquina de su boca, mientras perdacontrol de las funciones de su cuerpo. Su flcidocuerpo fue enrollado en una sbana y tirado en uncuarto de reclusin. Nadie la vio morir.7

    En Nueva Zelanda, la muerte de ManselWatene de 29 aos, sigui a un procedimiento res-trictivo en la institucin psiquitrica del estado deCarrington, esto fue determinado por la investiga-

    cin gubernamental, fue precedido por el bloqueode las vas respiratorias de Watene durante el force- jeo con el personal que lo quera restringir. Diez

    enfermeras lo tumbaron,amarraron sus tobilloscon el pijama y lo arras-traron por el corredoral cuarto de reclusindonde muri. Le admi-nistraron un tranquili-zante despus de quehaba muerto.8

    Desde la perspectiva

    del paciente, si es queno muere, con certeza,nunca olvidan la expe-riencia de la restriccin.En el 2002, una declara-

    cin en la corte de California para un caso relacio-nado con restriccin, Ron Morrison, un enfermeropsiquitrico registrado, dijo: ...un individuo que esrestringido se siente vulnerable, incapaz, humilla-do, y desprotegido. Esto resultara en un deterioromental y un resentimiento exagerado y despreciohacia los responsables del procedimiento de restric-cin y podra realmente agravar una situacin

    potencial de violencia o podra crear el potencialpara violencia continua en el futuro.9 Morrisontambin inform que los pacientes pueden agotarse

    Puesta de manera violenta contra suelo, boca

    abajo, los brazos de Roshelle estaban tironeados

    alrededor de su pecho, sus puos puestos con

    grilletes por detrs por una asistente de salud

    mental. Fue drogada a la fuerza la sangre

    goteaba de la esquina de su boca. Su flcido

    cuerpo fue enrollado en una sbana y tirado en uncuarto de reclusin. Nadie la vio morir.

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    en tanto forcejeo en contra de la restriccin, que hayriesgo de un colapso cardaco y respiratorio.10

    En contra de esta evidencia abrumadora acercade los amenazantes peligros de la vida y la degrada-cin asociada a las restricciones, los psiquiatras sim-

    plemente dicen mentiras descaradas y minimizan lamuerte. Por ejemplo Donald Milliken, jefe delDepartamento de Psiquiatra en la Regin Capital dela Salud en Canad, declar: Restringir no es dainopor s mismo; un porcentaje de los que son restringi-dos morirn. Nosotros no sabemos cul es ese por-centaje o cuntos otros estarn a punto de morir ynecesitarn ser revividos. Como clnicos necesitamosaceptar que los procedimientos restrictivos son poten-cialmente letales y se debe ser juicioso con su uso. 11

    El uso de la restriccin no es motivado por elpaciente. Un juicio en Dinamarca revel que los hos-pitales reciben fondos adicionales por tratar pacien-

    tes violentos. Kenneth Clark un psiquiatra deHarvard inform que pacientes en los EstadosUnidos frecuentemente son provocados para justificar

    el que se les restrinja, lo que tambin resulta en laelevacin del desembolso del seguro al menos1.000 dlares por da. Mientras ms violento se poneun paciente -o se le provoca para que lo sea- msdinero gana el psiquiatra.

    No hay misterio aqu. Por increble que parezcay como Kenneth Clark admiti los psiquiatras tie-nen la intencin de degradar el comportamiento desus pacientes por el propio bien, mayores gananciaseconmicas. El dinero es la razn por la cual milesde pacientes, cada ao son expuestos a restriccio-nes de cuatro puntos despus de haber sidoexpuestos a drogas conocidas por inducir a la violen-cia-drogas que son las favoritas en el tratamiento delos psiquiatras. Mientras que ellos no saben nadaacerca de las causas o curas de las dificultades men-tales, ellos son expertos en desestabilizar traidora-mente y degradar el

    comportamiento huma-no por la paga, la muybuena paga.

    Los mtodos restrictivos envuelvenun grado de fuerza que es especial-mente mortal para los jvenes queno tienen la habilidad para expandir supecho contra el peso de un adulto, expli-

    cando muchas muertes a consecuencia

    de la restriccin cada ao -incluyendoaquellos de Roshell Clayborne, Tristan

    Sovern y Randy Steel (a la derecha).El uso de los instrumentos restricti-

    vos se expande en gran medida en

    todas las instituciones de saludmental y pueden causarle a cual-quier paciente de cualquier edadasfixia, incluso si la boca y la nariz

    no estn bloqueadas. La restriccines ms peligrosa cuando se usanjuntas; el tapar la boca y drogas que

    suprimen la respiracin.

    Aquellos responsables de habermatado pacientes rara vez son juzgados

    con cargos criminales debido a quedichos tratamientos psiquitricosson aceptados.

    Randy Steele

    Tristan Sovern

    Roshelle Clayborne

    Muerte por Restriccin

    C A P T U L O U N OB r u t a l i d a d c o m o N e g o c i o

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    Los siguientes casos ilustran los peligros de unaprofesin que no entiende o no responde a losproblemas de la salud mental. El hecho es quedichas tragedias devastadoras son repetidas conti-nuamente bajo el cuidado psiquitrico de nios, a pesarde los mejores esfuerzos gubernamentales para preve-nirlo, refleja la brutalidad del personal psiquitrico. Ellosno solamente aprueban dicha brutalidad criminal, sinoque se atreven a llamarlo tratamiento y en extremo

    Terapia de control humano. 2002: Charles Chase Moody de 17 aos de

    edad, tuvo una muerte por sofocamiento durante unprocedimiento de control en una unidad de tratamien-to de comportamiento en Texas.

    2001: Tanner Wilson, de 11 aos de edad,muri de un ataque al corazn mientras era restringidoen un centro de salud mental en Iowa.

    2000: Michael Witsei, de 12 aos de edadmuri por asfixia mientras era restringido en un Centro

    Juvenil de la Florida. 1998: A las dos semanas de haber sido admiti-

    da en la institucin psiquitrica Desert Hill en Tucson,

    Arizona, Edith Campos de 15 aos de edad fue entre-gada a sus padres en un atad. Haba muerto asfixiada,su pecho comprimido contra el piso por un empleado

    de la institucin por lo menos durante diez minutos,despus de denunciar que haba levantado sus puoscontra los empleados.

    1998: Dustin Phelps, de 14 aos de edad, murien un hogar para nios con desrdenes mentales enOhio. Fue envuelto en una frazada y colchn, amarradosjuntos con correas y dejado sin atencin durante 4 horas.

    1997: Sakena Dorsey, de 18 aos, muri porsofocacin cuando la restringieron boca abajo mientras

    un empleado estaba echado sobre su espalda. Ella tenauna historia mdica de asma.

    1997: Robert Rollins, de 12 aos de edad,muri en un centro de Massachussets despus de haberpermanecido diez minutos, boca abajo contra el suelo,como resultado de una disputa que haba provocadopor la prdida de su oso de peluche.

    1996: Jimmy Kanda, de 6 aos de edad, muridespus de haber sido amarrado a una silla de ruedas ydejado sin atencin en un hogar psiquitrico de cuida-do familiar en California. Muri estrangulado al tratar deliberarse.

    1996: Eric Roberts, de 16 aos de edad, muri

    en una unidad de salud mental en Texas, despus dehaber sido envuelto en una frazada hecha de plstico ytergopol durante una hora.

    DESTRUYENDO VIDASEl Ataque a los Nios

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    Desde sus orgenescomo guardias deprisiones en asilos,la psiquiatra ha avanzadoen sus brutales mtodos,un poco ms all deaumentar los controleselctricos y qumicos.

    Hoy, hay muchosmtodos usados todos

    violentos, todos poten-

    cialmente letales losempleados del hospitalrestringen los movimien-tos del paciente fsica ybrutalmente, por lo gene-ral justo antes de quequeden inconscientes,por la droga.

    En un control bocaabajo, la vctima esinmovilizada a la fuerzacon la cara contra el piso,lo que se llama canasta

    controladora un traba- jador psiquitrico agarralas muecas del paciente,cruzando ambos brazossobre el pecho, entoncessujetando las muecas,mientras golpea las piernas del paciente separndolas

    y empujando su cara contra el piso. Los trabajadoresentonces sostienen cada mueca (codos y brazosestn cruzados debajo de la persona para mantenerlaabajo), otros sostienen ambas piernas, y una quintapersona se sienta o reclina sobre la espalda de la

    vctima.

    Otro mtodo lanza la vctima boca abajo con susbrazos estirados hacia afuera. Cuatro personas sostie-nen cada extremidad y otra se sienta sobre l.

    Las consecuencias incluyen contusiones, huesosrotos y dificultades respiratorias. La muerte ocurre porsofocacin a causa de la posicin asfixiante, causadacuando la cavidad torxica es comprimida tanto que nose consigue entrar el aire a los pulmones.

    Tristan Sovern, de 16 aos de edad, gritaba

    Ustedes me estn aho-gando... no puedo respi-rar. Por lo menos dos delos asistentes psiquitricosque lo estaban reteniendosaban que tena proble-mas de respiracin, peroellos lo mantuvieron aga-rrado mientras el adoles-cente gritaba por ayuda,boca abajo, con los bra-

    zos cruzados debajo de sucuerpo. Perdiendo elconocimiento, Tristan fuellevado rpidamente alhospital psiquitrico deGreenboro el 26 deFebrero de 1998. De-masiado tarde muri.

    Los controles mec-nicos incluyen camisas defuerza, correas de cuero osujetadores que colocanalrededor de los tobillos y

    muecas. Cuartos a prue-ba de ruidos, que seabren solo de afuera, sonusados para la reclusin.Drogas que adormecen lamente se administran

    como mtodo de control qumico.Como muestran las siguientes breves historias,

    medidas fsicas contemporneas son similares a losprimitivos controles de tortura.

    1700:Camisas de fuerza y cadenas pegadas a las

    paredes o a las camas se usaban para controlar a lospacientes, puesto que la teora era que entre ms dolo-rosa fueran las restricciones, mejores eran los resultados.Benjamn Rush, conocido como el padre de lapsiquiatra americana, y cuya cara todava adorna elsello de la Asociacin Psiquitrica Americana, desarrollla silla tranquilizadora a fines de los aos 1700.Inmovilizaba al interno en un estado de enorme inco-modidad y dolor.

    Histricamente los mtodos y

    tratamientos psiquitricos han

    anulado ycontrolado al paciente pormedios violentos yfuerza bruta.

    Hasta ahora poco ha cambiado.

    C A P T U L O U N O

    B r u t a l i d a d c o m o N e g o c i o8

    RESULTADOS FATALESUna Historia de Control Coercivo

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    1787:Phillippe Pinel, el psiquiatra Francs aboli el uso

    de las cadenas para los locos pero las reemplaz conlas camisas de fuerza.

    1800:La cama cuna era baja, enrejada tipo cama-jaula

    en la cual el paciente era colocado por semanas omeses. El uso de correas, amarres a los brazos, piernas,tobillos y sillas controladoras continuaban, con elargumento de los psiquiatras de que estos tenangrandes virtudes curativas.

    1855:El uso de cuartos

    fuertes para aislamientose puso de moda enalgunas instituciones psi-

    quitricas.

    1950:Los controles mec-

    nicos fueron usados paraconfinar los pacientes asus camas o sillas con-troladoras. En algunoscasos, fueron puestos enstanos oscuros similaresa calabozos.

    1990:

    Kelly Stafford de 17aos de edad, se recluy

    voluntariamente en unaunidad Psiquitrica de losEstados Unidos. Ella fuemantenida 309 das,muchos de ellos en crueloscuridad detrs de ven-tanas oscurecidas. Susbrazos y piernas fueronsujetados por meses,durante ese tiempo.

    En Diciembre de

    1996, Katalin Zentai,muere en una institucinpsiquitrica de Connecti-cut Valley, despus dehaber sido mantenida enuna silla por 30 de las 36horas que haba perma-necido ah, al ser retiradade la silla los cogulos

    formados se precipitaron a sus pulmones, y lamataron.12

    2000:Los mtodos actuales de control incluyen procedi-

    mientos fsicos, mecnicos, elctricos y qumicos.

    2002:El Parlamento Europeo expres su preocupacin por

    el uso continuo de las camas-jaulas usadas en un nme-ro de pases en el este de Europa y pidi en todos lospases que detengan esta prctica degradante e inhuma-na. (Una cama-jaula esta rodeada de barras para que los

    cautivos no puedan salirsede ella, en muchas ocasio-nes ni siquiera se puedensentar dentro de sus confi-nes.) En el 2004, la

    Republica Checa declarilegal su uso. Un sobrevi-

    viente mencion el temora la cama-jaula vivir den-tro de m para siempre.13

    La ms precisa des-cripcin de la humillacin yel terror puede ser a travsde los ojos de la vctima:En ocasiones escuch lasllaves en los candados.Trataba de mantenermesereno. Cualquier cosa

    poda venir: una inyeccin violenta, apretar o aflojarlos cinturones. ... Quizsme dejen ir al bao bajosupervisin. O quizs mequiten la restriccin porcompleto. Necesito nego-ciar dursimo y bajo lasms duras condiciones. No entiendo que fue loque hice para justificar lainiciativa de reclusin y res-triccin como castigo

    Cuando fui finalmenteliberado del pequesimo yapestoso cuarto de reclu-sin cerrado con llave,cuando haba permaneci-do de 3 a 4 das, estabalisto para cooperar y asevitar que me regresarande nuevo al calabozo.14

    C A P T U L O U N O

    B r u t a l i d a d c o m o N e g o c i o9

    Silla de Restriccin

    Envuelto de Cuerpo

    Camisa de FuerzaRestriccin de Tobillos

    Hoy, hay muchos mtodos

    usados todos violentos, todos

    potencialmente letales- los empleadosdel hospital restringen los movimientos

    del paciente fsica y brutalmente, por lo

    general justo antes de que queden

    inconscientes, por la droga.

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    Las drogas psiquitricas provocan

    ansiedad e intranquilidad

    interna, conduciendo a uncomportamiento violento que es

    usado despus para restringir

    brutalmente a los pacientes.

    Los neurolpticos (drogas

    adormecedoras de nervios)

    pueden disminuir temporalmente

    la psicosis pero a la larga hacen

    a los pacientes biolgicamente

    ms dependientes de ellas.

    Las drogas antisicticas

    frecuentemente causanpesadillas, insensibilidad,

    calambres y contracturas

    musculares repentinos

    incontrolables, contorsiones y

    retorcimientos, especialmente de

    las piernas, la cara, la boca y la

    lengua, encogiendo la cara en

    un fruncimiento de ceo

    horripilante.

    Los antidepresivos ms recientes

    han estado ligados a una serie

    de balaceras fatales en lasescuelas en los Estados Unidos y

    otros pases.

    HECHOS IMPORTANTES

    3

    21

    4

  • 8/8/2019 Restricciones mortales: Asalto Teraputico Psiquitrico

    13/28

    El 1 de Junio de 1999 Samuel Rangle, de 29aos fue admitido en la institucin psiqui-trica estatal de Patton en San Bernardino,California, sabiendo por experiencias pre-vias que l sufra de reacciones severas, se

    rehus a tomar la poderosa droga psicotrpicaHaldol, que se usaba frecuentemente como restric-cin qumica. Corri hacia el dormitorio donde

    varios custodios lo acorralaron. Nueve miembros delpersonal brincaron sobre l ponindole una sabanaen la cabeza. Once miem-

    bros ms se quedaronparados mirando como loesposaban y lo sentaban.Dos horas ms tarde,Samuel haba muerto.15

    Ms tarde la mamde Samuel declar: a mihijo lo dominaron, comoa un perro, lo sentaron ylo estrellaron contra el

    suelo hasta que tom sultimo respiro. Se podanescuchar sus gritos gritabay gritaba no puedo respi-rar, pero desafortunada-mente sus suplicas deauxilio llegaban a odos sordos.16

    Samuel tena buenas razones para tenerle miedoal tranquilizante Haldol, (opresor de nervios).

    Los tranquilizantes frecuentemente causandificultad en el modo de pensar, poca concentracin,pesadillas, pereza, depresin, desesperacin ydisfuncin sexual. Fsicamente pueden causar pesa-

    dillas, insensibilidad, calambres y contracturas mus-culares repentinos, incontrolables, que generancontorsiones y retorcimientos, especialmente de las

    piernas, la cara, la boca y la lengua, encogiendo lacara en un fruncimiento de ceo horripilante. Unefecto potencialmente fatal es el sndrome neurolp-tico maligno, que incluye rigidez de los msculos,estados mentales alterados, pulso o presin sangu-nea irregular y problemas cardiacos.

    Robert Whitaker, autor deMad in America, (Locoen America) un libro comprometido a cubrir la histo-

    ria de estas y otras drogas psicotrpicas, describe otroproblema: drogas neurolpticas pueden disminuirtemporalmente la psicosispero a la larga hacen a lospacientes biolgicamentems dependientes deellas. Paradjicamente unefecto secundario... era unefecto llamado acatisia [a,sin; katisia , sentarse; unaincapacidad de estarsequieto]. Esta condicinconstruye una extrema

    ansiedad e intranquilidadinterna. Los pacientescaminan interminable-mente, se mueven en sussillas y juegan con susdedos -son acciones que

    reflejan un tormento interior. Estos efectos secunda-rios estn ligados a comportamiento agresivo yviolento.17

    Aunque el pblico piense que las personasdementes estn propensas a comportarse violenta-mente, Withaker encontr que esto no era verdadacerca de los pacientes mentales antes de la intro-

    duccin de las drogas neurolpticas. Antes de 1955cuatro estudios descubrieron que pacientes dados dealta de instituciones psiquitricas cometan crmenes

    C A P T U L O D O SC a m i s a s d e F u e r z a Q u m i c a s

    11

    CAPTULO DOSCamisas deFuerza Qumicas

    Pacientes a los que les prescriben drogasneurolpticas han dicho que el dolor estan grande que quisieran literalmente

    salir corriendo de su pellejo oexperimentan una ansiedad de

    proporcin aniquiladora. Una mujergritaba y se golpeaba la cabeza contra

    la pared lo que quiero esdeshacerme de este cuerpo!

    Robert Whitaker, autor deMad in America, 2002

  • 8/8/2019 Restricciones mortales: Asalto Teraputico Psiquitrico

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    al mismo nivel o un poquito ms abajo que el restode la poblacin. Sin embargo, ocho estudios condu-cidos desde 1965 a 1979 determinaron que lospacientes dados de alta haban sido arrestados aniveles que excedan aquellos de la poblacin gene-

    ral. La acatisia tambin fue muy claramente unfactor de contribucin.18

    Cuando los investigadores finalmente estudia-ron la acatisia, los pacientes les dieron sus quejas.Sufran dolor tan fuerte que queran literalmentesalir corriendo de su pellejo y de una ansiedad deproporcin aniquiladora. Una mujer gritaba y segolpeaba la cabeza contra la pared y gritoy grit Loque quiero es deshacerme de todo mi cuerpo!19

    Los estudios quedetallan los casos decmo los pacientes sufrenpor la induccin de dro-

    gas, acatisia, ellos inten-taban escapar de estamiseria brincando deedificios, colgndose oapualndose a s mis-mo. En un estudio, el79% de los pacientesmentales que intentabansuicidarse sufran de aca-tisia.20 Varios investigado-res encontraron que los efectos secundarios regular-mente hacan a los pacientes ms propensos a laviolencia, y le agrega al efecto la toxificacin que

    afecta el comportamiento.21

    Un estudio hecho en 1990 revel que el 50% detodas las peleas que suceden en una institucin psi-quitrica para menores podran estar ligadas a la aca-tisia. Otro estudio concluy que dosis de moderada-alta de un neurolptico hacen a los pacientes marca-damente ms agresivos. Los pacientes describenimpulsos violentos para asaltar a cualquiera queeste cerca y nos enciende un deseo de matar a losque los estn atormentando.22

    Los antidepresivos ms antiguos, (tricclicos) pue-den causar letrgia, dificultad para pensar, confusin,baja concentracin, problemas de memoria, pesadillas,

    sentimientos de pnico. Tambin desilusin, reaccio-nes manacas, delirio, compulsiones, daos en el hga-do, ataques al corazn y derrames cerebrales.

    Incluso el ms reciente, Inhibidor Selectivo de laRecaptacin de la Serotonina (SSRI) un antidepresi-vo, puede causar acatisia y ha estado ligado a unaserie de balaceras en las escuelas de los EstadosUnidos y otros lugares. En 1998 un reporte britnico

    revel que por lo menos el 5% de los pacientes bajoSSRI sufran comnmente reconocidos efectossecundarios que incluan agitacin, ansiedad y ner-viosismo. Alrededor del 5% de los efectos secunda-rios reportados incluyen agresin, alucinaciones ydespersonalizacin.23

    De acuerdo a los fabricantes de la droga lainformacin que se provee en relacin a estas drogases que pueden causar sueos raros, prdida de

    apetito, impotencia yconfusin. Investigado-res japoneses reportaronque cantidades sustan-

    ciales de estos antide-presivos pueden acumu-larse en los pulmonesy pueden liberarsecausando niveles txi-cos cuando un segundoantidepresivo es pres-crito.24

    Los efectos de reti-rada de estos antidepre-

    sivos son dramticos. El doctor John Zajecka reportoen el Diario Clnico Psiquitrico que la agitacin y lairritabilidad que experimentan los pacientes como

    consecuencia de la retirada de los SSRI puede causaragresividad e impulsividad al suicidio.25 En eldiario mdico britnico de Lancet, el Dr. MikiBloch report que los pacientes comenzaban asuicidarse y a cometer homicidios despus de dejarde tomar antidepresivos, incluyendo a un hombreque tena pensamientos de hacerle dao a suspropios hijos.26

    El uso de restricciones qumicas realizadas porlos psiquiatras hoy en da no solamente no funcionansino que son potencialmente letales como las arcaicasrestricciones fsicas de la psiquiatra, pero dichadroga teraputica actualmente funciona para

    empeorar el problema mental ya existente y crea ade-ms nuevos problemas tanto para el paciente comopara la sociedad.

    C A P T U L O D O SC a m i s a s d e F u e r z a Q u m i c a s

    12

    El uso de restricciones qumicas

    realizadas por los psiquiatras hoy enda no solamente no funcionan

    sino que son potencialmente letales

    como las arcaicas restricciones

    fsicas de la psiquiatra.

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    Muchos estudios

    mdicos ahora rep

    evidencias de drog

    psiquitricas que ca las personas reac

    violentas o suicida

    historia esta reple

    ejemplos por todos

    del espectro desd

    intento de asesina

    Reagan, John Hin

    (lejos izquierda) h

    Andrea Yates, qu

    asesin a sus cinco

    R e m o n t n d o n o shasta 1975, el peri-dico, Psiquiatr aComprensiva, report que

    la acatisia, un efectofrecuente de las drogasneurolpticas, estaba aso-ciado con fuertes efectosde miedo, terror, ira, rabia,ansiedad y quejas somti-cas vagas.

    27

    En este contexto, elDiario Americano de

    Psiquiatra Forense, repor-t el caso de un hombre de23 aos inyectado con untranquilizante fuerte en el

    cuarto de admisiones deuna unidad psiquitrica.Luego de la inyeccin, elhombre escap, corri aun parque, se desnud, ytrato de violar a unamujer. El artculo describims a fondo, como pro-cedi calle abajo, rompila puerta frontal de unacasa donde una seora de81 aos estaba durmien-do. La golpe brutal-

    mente con sus puos...seguidamente, encontrun cuchillo la apualorepetidamente, provocn-dole su muerte.

    El artculo continadiciendo que luego corrihacia otra mujer quientena con ella un nio, yla apual repetidamen-te... despus de ella se fuea la siguiente mujer que encontr, a la cual asalt y apu-al brutalmente.28

    El reporte describi otros cuatro casos de violenciaatribuidos a acatisia inducido por el mismo neurolptico.En un caso un hombre de 35 aos siendo un pacienteexterno estuvo recibiendo (la droga) aproximadamentecuatro meses y describi como progresivamente sucabeza estaba asediada, que se senta acelerado, queestaba con un gran dolor de cabeza y senta el impulsode apualar a alguien para tratar de librarse del dolor.

    Un reporte publicado en el Diario de la Asociacin Americana de Medicina ejemplific la tremenda agita-cin que frecuentemente acompaa a la acatisia.Cuatro das despus de que un hombre, descrito en elreporte, haba comenzado a tomar una droga neuro-

    lptica se pona sumamente agitado, no se poda que-

    dar sentado en un solo lugary caminaba por horas.

    Despus de quejarse deuna sensacin interna debrincar, e impulsos violentosde asaltar a cualquiera cercade l, el hombre asalt ytrat de matar a su perro. El

    investigador anot la ironade como los neurolpticoscausaron la violencia, uncomportamiento que ladroga deba aliviar.29

    En su libro de 1991 Inthe Belly of the Beast (ElEstomago de la Bestia), JackHenry Abbott describi cmola acatisia podra revertirse:Estas drogas... no calman o

    sedan los nervios. Atacan, atacan tan profundamentedentro de usted, que usted no puede encontrar la

    fuente del dolor.... Los msculos de su quijada sevuelven frenticos, as que usted muerde el interior desu boca y su quijada se tranca y el dolor late. Esto ocu-rrir cada da por horas. Su columna vertebral se atiesade modo que apenas puede mover la cabeza o su cue-llo y algunas veces su espalda se dobla como un arco yno puede enderezarse. El dolor le muele las fibras...Le duele con desasosiego, as que le parece quedebe caminar, andar. Y luego tan pronto comienza aandar, le ocurre lo opuesto; debe sentarse y descansar.De arriba a abajo, de un lado a otro, usted anda con undolor que no puede localizar, en tal lastimosa ansiedadusted est agobiado, porque no puede tener alivio an

    al respirar.30

    INFORMES DE CASOS DE ABUSOLa Ayuda se Convierte en Traicin

  • 8/8/2019 Restricciones mortales: Asalto Teraputico Psiquitrico

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    Para la psiquiatra todossusdiagnsticos son llamadosdesrdenes porque ninguno

    de ellos son enfermedadesestablecidas mdicamente.

    Decidido por votacin, el voto delos miembros de la AsociacinPsiquitrica Americana los desr-denes mentales estn basadosen la opinin, no en la ciencia.

    Norman Sartorius, presidente dela Asociacin PsiquitricaMundial, ha declarado: Los tiem-pos en que se consideraba que la

    psiquiatra curaba las enfermeda-des mentales han desaparecido.En el futuro el enfermo mentaltiene que aprender a vivir con suenfermedad.

    El Dr. Rex Cowdry, director delInstituto Nacional para la SaludMental admiti ante el congresode los Estados Unidos que los psi-quiatras no conocen las causas deninguna enfermedad mental, nitienen todava mtodos para

    curar estas enfermedades.

    123

    4

    HECHOS IMPORTANTES

  • 8/8/2019 Restricciones mortales: Asalto Teraputico Psiquitrico

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    C A P T U L O T R E SE l F r a u d e d e l D i a g n s t i c o

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    CAPTULO TRESEl Fraude delDiagnstico

    En medicina, existe un criterio estricto para lla-mar a una condicin enfermedad. Adems deun grupo de sntomaspredecibles, la causa de lossntomas o alguna comprensin de su fisiologa(funcin) deben ser establecidas. La Malaria es

    una enfermedad causada por un parsito que es transmiti-do de un individuo infectado a otro no infectado por lapicadura de un mosquito particular. Sus sntomas incluyen

    escalofros peridicos y fiebre.En la ausencia de una fisiologa o causa conocida, ungrupo de sntomas, que se supone estn relacionados, esllamado un desorden. Enpsiquiatra, todos sus diag-nsticos son llamados des-rdenes porque ninguno deellos son enfermedadesdemostradas, dice el Dr. Joseph Glenmullen, de laEscuela Mdica de Harvard.En realidad, la psiquiatranunca ha avanzado ms

    halla de sus teoras, conjetura y opinin.En 1995 El Dr. Rex Cowdry, director del InstitutoNacional para la Salud Mental (NIMH), testific ante elCongreso de los Estados Unidos, diciendo: Durante msde cinco dcadas, la investigacin asistida y conducidapor NIMH defini los sntomas esenciales de las enferme-dades mentales severas.... Sin embargo no conocemoslas causas. No tenemos todava los mtodos para curarestas enfermedades31 [nfasis aadido].

    Las definiciones de estos sntomas esenciales cons-tituyen el Manual de Diagnstico y Estadstica paraDesrdenes Mentales (DSM) de la Asociacin PsiquitricaAmericana, y su compaero, la seccin de desrdenes

    mentales de la Clasificacin Internacional de Enfermedades,(ICD). Decidido por medio del voto de los miembros dela Asociacin Psiquitrica Americana, los desrdenes

    psiquitricos y psicolgicos no estn basados enla ciencia.

    Los profesores Herb Kutchins de la Universidad deSacramento, California y Stuart A. Kirk del la UniversidadAlbania de Nueva York, autores de Making us Crazy(Enloquecindonos) declaran: definitivamente hay ilu-siones acerca del DSM adems de una fuerte necesidadentre sus miembros a creer que sus sueos de excelencia

    cientfica y de utilidad se han hecho verdad, que sus crite-rios para diagnosticar han reforzado la validez, la con-fianza y la precisin de sus diagnsticos usados por las

    clnicas de la salud men-tal.32 El sabor amargo de lamedicina es que el DSM hafracasado totalmente en elintento de medicalizar amuchsimas personas quetienen problemas.

    Tal como el Dr. ThomasDormn, un internista ymiembro del Colegio Real

    de Mdicos del Reino Unido y Canad, escribi Ensuma, el negocio completo de crear categoras psiquitri-cas de enfermedad formalizndolas con consensos yposteriormente atribuirles cdigos diagnsticos, los cua-les a su vez llevan a su uso para las cuentas de seguros,no es otra cosa que un fraude sistematizado extendidoproporcionando a la psiquiatra un aura pseudo-cientfi-ca. Los perpetradores estn, por supuesto, alimentndosede la olla pblica.33

    Sin embargo la medicina amarga es mucho msque la falla del DSM, y los psiquiatras son mucho ms quesimples fraudes viviendo como reyes a costa del pblico.La dura realidad es que en sus manos, estos manuales de

    diagnstico han sido usados para decidir el futuro delas personas, frecuentemente llevndolos al asalto brutal ya la muerte.

    La dura realidad es que miles mueren o

    estn fsica y mentalmente discapacitados

    cada ao debido a los diagnsticos

    fraudulentos y no cientfico

    de la psiquiatra.

  • 8/8/2019 Restricciones mortales: Asalto Teraputico Psiquitrico

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    Es un hecho mdico biendemostrado que lasenfermedades fsicas nodiagnosticadas y no tratadas

    crean los mismos sntomasmentales que la psiquiatraescoge para definirla como undesorden psiquitrico.

    Hay alternativas humanas almonopolio psiquitrico.Personas en circunstanciasdesesperadas deben serprovistas de un cuidadomdico conveniente y efectivo.

    El Dr. Giorgio Antonucci de

    Italia provee un tratamiento sindroga a pacientes que lospsiquiatras han etiquetadocomo peligrosos los cuales,con cuidado mdico adecuadoy comunicacin, se estabilizan ypueden ser dados de alta delhospital.

    El uso de represores fsicos ymecnicos es un asalto ydebera ser proscrito.4

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    HECHOS IMPORTANTES

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    El Dr. Sydney Walker III, un neurlogo,psiquiatra y autor deA Dose of Sanity (UnaDosis de Sensatez), se burl del Manualde Diagnsticos y Estadsticas paraDesrdenes Mentales, dijo que llev a lanarcotizacin innecesaria de millones...que pudieranser diagnosticados, tratados, y curados sin el uso detxicos y medicamentos potencialmente letales.34

    Charles B. Inlander, presidente de la Sociedad

    Mdica del Pueblo, y sus colegas escribieron enMedicina en Proceso, Gente con desrdenes realessupuestamente psiqui-tricos o de comporta-miento han sido maldiagnosticados y daa-dos a un grado asom-

    broso... Muchos de ellosno tienen problemas psi-quitricos pero exhibensntomas fsicos quepueden imitar condicio-nes mentales, y as son

    diagnosticadas equivocadamente, puestas en drogas,puestas en instituciones y enviados a un limbo delcual nunca regresan.35

    Los investigadores nos dicen: Los sntomas psi-quitricos mdicamente inducidos ms comunes sonapata, ansiedad, alucinaciones inusuales, cambios denimo y de la personalidad, demencia, depresin,pensamiento ilusorio, desrdenes del sueo (desper-tar frecuentemente o temprano), concentracinpobre, cambios en patrones del habla, taquicardia(latidos rpidos del corazn), nicturia [miccin exce-siva en la noche], temblores y confusin.

    El investigador Edwin Koranyi report en un

    estudio canadiense No existe ningn sntoma psi-quitrico que no pueda ser causado a veces o agrava-do por varias enfermedades fsicas.

    El psiquiatra continuamente prefiere ignoraresta evidencia. Sin embargo es un hecho bien demos-trado que la enfermedad fsica no diagnosticada y notratada crea los mismos sntomas fsicos y mentalesque la psiquiatra opta por definir como sntomas decondiciones psiquitricas no tratadas. La diferenciacrtica esta en que diagnosticando correctamente ytratando la condicin fsica se cura la enfermedad,con lo cual se resuelven automticamente los snto-

    mas fsicos y mentales. En contraste, el diagnsticopsiquitrico y el tratamiento de la supuesta enferme-dad mental nunca handeterminado la causa,entonces nunca cura laenfermedad y porquees como tirarle y errarle siempre empeoran los sn-tomas dado que el trata-miento no sea fatal.

    Hay alternativas hu-manas al monopolio de laindustria psiquitrica. La

    gente en circunstancias desesperadas debe proveer-se de un cuidado mdico conveniente y efectivo. Una buena atencin mdica, buena alimentacin, unambiente saludable y seguro y actividades que pro-muevan la confianza, har mucho ms por unapersona afligida que drogarla repetidamente,electroshocks, represiones violentas y otros abusospsiquitricos.

    Las instalaciones para la salud mental deber-an tener doctores no psiquiatras como parte de supersonal y deberan tener un completo equipa-miento complementario para diagnosticar ylocalizar las condiciones fsicas fundamentales y

    las no diagnosticadas. Tal diagnstico correctoprevendra un estimado de 40% de las admisionespsiquitricas.

    CAPTULO CUATRORestaurando laHumanidad Bsica

    C A P T U L O C U A T R OR e s t a u r a n d o l a H u m a n i d a d B s i c a

    17

    Las instituciones de salud mental deberan

    estar equipadas con un complemento total

    de equipo para diagnosticar y localizar las

    condiciones fsicas subyacentes que no han sido

    diagnosticadas y que afectan la salud mental.

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    En Imola, Italia, el Dr. Giorgio Antonucci desarro-ll un programa sin drogas para tratar la

    esquizofrenia, que alcanz mucho ms xito quela deshumanizacin psiquitrica y el uso crnicode drogas.

    El Dr. Antonucci cree firmemente en el valor de lavida humana, cree que la comunicacin, no la encar-celacin por la fuerza y tratos fsicos inhumanos,podra sanar an la mente seriamente afligida.

    En el instituto de Observancia (Observacin), elDr. Antonucci trat docenas de mujeres llamadasesquizofrnicas, la mayora de ellas haban sido conti-nuamente atadas con correas a sus camas (algunashasta por 20 aos). Fueron utilizadas camisas de fuer-za, as como mscaras plsticas para evitar que las

    pacientes mordieran.El Dr. Antonucci comenz a poner en libertad de

    su encierro, a las mujeres, pasando muchas, muchas,horas cada da hablndoles y penetrando sus delirios

    y angustias. En cada caso, el Dr. Antonucci escuch

    las historias de aos de desesperacin y sufrimientoinstitucional.

    Bajo la direccin del Dr. Antonucci, todos los tra-tamientos psiquitricos fueron abandonados y algu-nas de las salas psiquitricas ms opresivas fueron des-manteladas. Se asegur que los pacientes fueran trata-dos con compasin, con respeto, y sin el uso de dro-gas. De hecho, bajo su gua la sala se transform de lams violenta a la ms calmada. Despus de unospocos meses, sus pacientes peligrosas estaban libres,caminando tranquilamente en el jardn del asilo.Eventualmente fueron estabilizadas y dadas de alta dela institucin, y a muchas se le ense a leer y escribir

    y como trabajar y cuidarse a s mismas, por primera vezen su vida.

    Los programas alternativos tambin alcanzan uncosto mucho menor a la comunidad. Este y un nme-ro de programas similares constituyen un testimoniopermanente a la existencia de ambas respuestas genui-nas y esperanza para el seriamente perturbado.

    AYUDA REALCurando lo Incurable Sin la Psiquiatra

    Dr. Giorgio Antonucciliber a docenas de

    pacientes incurablescon compasin,

    omunicacin y respeto.

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    RECOMENDACIONESRecomendacionesEl uso de represores mecnicos, fsicos, y qumicos deberan ser proscritos.Hasta que esto ocurra, cualquier miembro del cuerpo psiquitrico y lospsiquiatras que autorizan este procedimiento debera ser criminalmenteculpable, en el evento que los represores resultaran en dao fsico o muerte

    Cualquiera que haya sido abusado, asaltado o falsamente encarcelado por un

    psiquiatra u otro practicante de salud mental debe llevar una demanda a lapolica y una copia de la demanda enviarla a la CCDH.

    Persiga por cargos criminales y registre demandas adicionales con agenciasmdicas, psicolgicas u otras reglamentarias que puedan investigar y revocarla licencia para practicar de un psiclogo o psiquiatra.

    Si usted o un familiar o amigo ha sido falsamente encarcelado en una institucinpsiquitrica, asaltado, abusado, o daado por un practicante de la salud mental,busque el consejo de un abogado para presentar una demanda civil contra cual-quier psiquiatra agresor su hospital, asociaciones e instituciones de enseanzapor daos punitivos y compensatorios. Informe a la CCDH de su situacin.

    Deben ser establecidas protecciones legales para asegurarse de que a los psiquia-tras y psiclogos se les prohba violar los derechos de cualquier persona parapoder ejercer todo derecho civil, poltico, econmico, social, religioso y cultural,como est reconocido en la Constitucin de La Declaracin Universal deDerechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos yotros instrumentos relevantes de derechos civiles o humanos.

    La influencia nefasta de la psiquiatra ha provocado destruccin total por todala sociedad, especialmente en hospitales, sistemas educacionales y las prisiones.Grupos de ciudadanos y oficiales del gobierno responsables deben trabajarjuntos para exponer y erradicar la manipulacin oculta de la psiquiatra en lasociedad.

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    R E S T R I C C I O N E S M O R T A L E SR e c o m e n d a c i o n e s

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    n 1969, la Iglesia de Cienciologa estable-ci la Comisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos (CCDH) para investi-gar y exponer las violaciones de los dere-chos humanos por la psiquiatra y limpiarel campo de la salud mental. Hoy en datiene ms de 130 oficinas en ms de 31 pa-

    ses. Su comit de consejeros, conocidos comoComisionados, incluye mdicos, abogados, educado-

    res, artistas, profesionales de negocios y representan-tes de derechos humanos y civiles.

    Aunque no proporciona consejo mdico ni legal,trabaja muy de cerca con los mdicos y la prcticamdica y les brinda apoyo. La CCDH se concentraante todo en el uso fraudulento de la psiquiatra dediagnsticos subjetivos que no tienen ningn mri-to cientfico o mdico, pero que se usan para conse-guir beneficios financieros que llegan a cientos demillones de dlares, ante todo del dinero de los con-tribuyentes y de las compaas de seguros. Basndoseen estos diagnsticos falsos, los psiquiatras justificany recetan tratamientos que daan la vida, incluyendodrogas que alteran la mente, las cuales enmascaran las

    dificultades subyacentes de la persona y evitan surecuperacin.

    El trabajo de la CCDH se alinea con laDeclaracin Universal de Derechos Humanos de lasNaciones Unidas, especialmente en los siguientes pre-ceptos, que los psiquiatras violan diariamente:

    Artculo 3: Todo el mundo tiene derecho a lavida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

    Artculo 5: Nadie debe someterse a tortura ni atratamiento o castigo cruel, inhumano o degradante.

    Artculo 7: Todos los seres humanos son igualesante la ley y tienen derecho, sin discriminacin algu-na, a una proteccin igual por parte de la ley.

    A travs de los falsos diagnsticos de los psiquia-tras, de sus clasificaciones que estigmatizan, leyes decompromiso superficial y tratamientos que desper-sonalizan, se daa a miles de personas y se les niegansus derechos humanos inherentes.

    La CCDH ha inspirado y coordinado cientos dereformas testificando ante audiencias legislativas yllevando a cabo audiencias pblicas sobre los abusosde la psiquiatra, y tambin trabajando con losmedios, con organismos encargados de imponer elcumplimiento de la ley y con funcionarios pblicos entodo el mundo.

    C O M I S I N D E C I U D A D A N O S P O Rl o s D e r e c h o s H u m a n o s I n t e r n a c i o n a l

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    Comisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos Internacional

    E

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    Dr. John Breeding, Ph.D.Psiclogo y autor

    Me siento honrado de ser parte del esfuer-zo continuo de la Comisin de Ciudadanospor los Derechos Humanos y poder defendera todos por igual en contra de las falsas creen-cias y prcticas perjudiciales de la psiquiatra.He tenido una gran satisfaccin de mi trabajo

    hecho en alianza con la CCDH y aprecio pro-fundamente a todo su personal. Hay uninmenso dao que no se ha dado a conocercausado por la psiquiatra hoy la coercin esabsolutamente terrible. Sin embargo, ms yms personas se estn enterando y estntomando accin, gracias a la CCDH.

    Dennis CowanInvestigador del Fraude del Cuidado Mental

    Me gustara felicitar a la Comisin deCiudadanos por los Derechos Humanos porsu consistente trabajo en exponer las fraudu-

    lentas y dainas prcticas en el campo de lasalud mental. El personal de la CCDH es ungrupo dedicado. El conocimiento de susexpertos en las publicaciones y reportes sonuna herramienta para que cualquier investi-gador que desee conducir una investigacindentro del campo de la salud mental u otraactividad criminal en el sistema. El trabajo y

    material de la CCDH alertan tambin a losconsumidores y al pblico en general acercadel tamao del fraude de la salud mental yde los abusos de los cuales ellos tambinpueden ser vctimas.

    Mike MoncriefSenador de TexasLos esfuerzos de las organizaciones como lasuya son criticas en el esfuerzo para protegera las personas de abusos similares a los quehemos descubierto en Texas, y en cualquierotro lugar en la nacin.

    LA COMISIN DE CIUDADANOS PORLOS DERECHOS HUMANOS

    investiga y expone las violaciones psiquitricas de los derechos humanos. Trabaja

    hombro-con-hombro con grupos e individuos de ideologa similar, que comparten el

    propsito comn de limpiar el campo de la salud mental. Y continuar hacindolo

    hasta que cesen las prcticas abusivas y coercitivas de la psiquiatra, y le sean devuel-

    tos al hombre la dignidad y los derechos humanos.

    Para obtener ms informacin:CCDH Internacional

    6616 Sunset Blvd.Los Angeles, CA, USA 90028

    Telfono: (323) 467-4242 (800) 869-2247 Fax: (323) 467-3720www.cchr.org e-mail: [email protected]

    DECLARACINDE LAMISIN

  • 8/8/2019 Restricciones mortales: Asalto Teraputico Psiquitrico

    24/28

    Los Comisionados de la CCDH actan concapacidad oficial para ayudar a la CCDH en su tra-

    bajo para reformar el campo de la salud mental ygarantizar los derechos de los enfermos mentales.

    Presidente InternacionalJan EastgateComisin de Ciudadanos por los DerechosHumanos InternacionalLos ngeles

    Presidente Nacional

    Bruce WisemanComisin de Ciudadanos por los DerechosHumanos Estados Unidos

    Comisin de Ciudadanos por los DerechosHumanos Miembro del Cuerpo Consultivo

    Isadore M. Chait

    Comisionado Fundador

    Dr. Thomas Szasz,Profesor Emrito de Psiquiatra en el Centrode Ciencias de la Salud de la UniversidadEstatal de Nueva York

    Artes y entretenimiento

    David CampbellRaven Kane CampbellNancy CartwrightKate CeberanoChick CoreaBodhi Elfman

    Jenna ElfmanIsaac HayesSteven David HorwichMark IshamDonna Isham

    Jason LeeGeoff LevinGordon Lewis

    Juliette LewisMarisol Nichols

    John Novello

    David PomeranzHarriet Schock

    Michelle StaffordCass WarnerMiles WatkinsKelly Yaegermann

    Poltica y leyTim Bowles, Esq.Lars EngstrandLev Levinson

    Jonathan W. Lubell, LL.B.Lord Duncan McNairKendrick Moxon, Esq.

    Ciencia, medicina y salud

    Giorgio Antonucci, M.D.Mark Barber, D.D.S.Shelley Beckmann, Ph.D.Mary Ann Block, D.O.Roberto Cestari, M.D.(tambin Presidente de CCDH Italia)Lloyd McPheeConrad Maulfair, D.O.Coleen MaulfairClinton Ray MillerMary Jo Pagel, M.D.Lawrence Retief, M.D.Megan Shields, M.D.William Tutman, Ph.D.Michael Wisner

    Julian Whitaker, M.D.

    Sergej Zapuskalov, M.D.

    Educacin

    Gleb Dubov, Ph.D.Bev EakmanNickolai PavlovskyProf. Anatoli Prokopenko

    Religin

    Rev. Doctor Jim Nicholls

    Mundo de los negocios

    Lawrence Anthony

    Roberto Santos

    C O M I S I N D E C I U D A D A N O S P O Rl o s D e r e c h o s H u m a n o s I n t e r n a c i o n a l

    22

    CCDH INTERNACIONALComisionados y Cuerpo Consultivo

  • 8/8/2019 Restricciones mortales: Asalto Teraputico Psiquitrico

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    Sedes Nacionales de CCDHCCDH AlemaniaComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos Alemania Oficina Nacional(Kommission fr Verste derPsychiatrie gegenMenschenrechte e.V. KVPM)

    Amalienstrae 49a80799 MnchenAlemaniaTelfono: 49-89-273-03-54Fax: 49-89-28-98-67-04E-mail: [email protected]

    CCDH AustraliaComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos AustraliaP.O. Box 562Broadway,New South Wales 2007AustraliaTelfono: 612-9211-4787Fax: 612-9211-5543E-mail: [email protected]

    CCDH AustriaComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos Austria(Brgerkommission frMenschenrechte Oesterreich)Postfach 130A-1072 WienAustriaTelfono: 43-1-877-02-23E-mail: [email protected]

    CCDH BlgicaComisin de Ciudadanos por los

    Derechos Humanos BlgicaPostbus 552800 Mechelen 2BlgicaTelfono: 324-777-12494

    CCDH CanadaComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos Toronto27 Carlton St., Suite 304Toronto, Ontario M5B 1L2Canada

    Telfono: 1 416-971-8555E-mail:[email protected]

    CCDH DinamarcaComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos, Dinamarca(Medborgernes Mennes-kerettighedskommission MMK)Faksingevej 9A2700 BrnshjDinamarcaTelfono: +45 39 62 90 39E-mail: [email protected]

    CCDH EspaaComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos, Espaa

    Apdo. de Correos 1805428080 Madrid, Espaa

    CCDH FinlandiaComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos FinlandiaPost Box 14500511 HelsinkiFinlandia

    CCDH FranciaComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos Francia(Commission des Citoyens pourles Droits de lHomme CCDH)BP 7675561 Paris Cedex 12FranciaTelfono: (33) 1-40-01-09-70Fax: (33) 1-40-01-05-20E-mail: [email protected]

    CCDH GreciaComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos Grecia65, Panepistimiou Str.105 64 AthensGreece

    CCDH HolandaComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos HolandaPostbus 360001020 MA, AmsterdamHolandaTelfono/Fax: 3120-4942510Email: [email protected]

    CCDH HungraComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos Hungra

    Pf. 1821461 Budapest, HungraTelfono: 36-1-342-6355Fax: 36-1-344-4724E-mail: [email protected]

    CCDH IsraelComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos IsraelP.O. Box 3702061369 Tel AvivIsraelTelfono: 972-3-5660699Fax: 972- 3 5663750E-mail: [email protected]

    CCDH ItaliaComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos Italia(Comitato dei Cittadini per iDiritti Umani CCDU)Viale Monza 120125 Milano ItaliaE-mail: [email protected]

    CCDH JapnComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos Japn2-11-7-7F KitaotsukaToshima-ku Tokyo170-0004, Japn

    Telfono: 81-3-3576-1741Fax: 81-3-3576-1741

    CCDH Lausanne, SuizaComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos Lausanne(Commission des Citoyens pourles droits de lHomme CCDH)Case postale 57731002 Lausanne

    SwitzerlandTelfono: 41-21-646-6226E-mail: [email protected]

    CCDH MexicoComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos MexicoApartado Postal 40-187Mexico DFC.P. 06140MexicoE-mail:[email protected]

    CCDH Monterrey, MexicoComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos Monterrey,MexicoAvda. Madero 1955 PonienteEsq. Venustiano CarranzaEdif. Santos, Oficina 735Monterrey, NLMxicoTelfono: 5181-83-480329Fax: 5181-86-758689E-mail: [email protected]

    CCDH NepalComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos NepalP.O. Box 1679

    Baneshwor Kathmandu,NepalE-mail: [email protected]

    CCDH NoruegaComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos NoruegaMedborgernes menneskerettig-

    hets-kommisjon, MMKPostboks 8902 Youngstorget0028 Oslo, NoruegaE-mail: [email protected]

    CCDH Nueva ZelandaComisin de Ciudadanos por losDerechos Humanos Nueva

    ZelandaP.O. Box 5257Wellesley StreetAuckland 1, Nueva ZelandaTelfono/Fax: 649-580-0060E-mail: [email protected]

    CCDH Repblica ChecaObcansk komise za lidskprvaVclavsk nmest 17110 00 Praha 1Repblica ChecaTelfono/Fax: (420) 224-009-156E-mail: [email protected]

    CCDH RusiaComisin de Ciudadanos por loDerechos Humanos RusiaP.O. Box 35117588 MoscowRusiaTelfono: 7095-518-11-00

    CCDH SudfricaComisin de Ciudadanos por loDerechos Humanos SudfricaP.O. Box 710

    Johannesburg 2000Republica de SudfricaTelfono: 011-27-11-615-8658Fax: 011-27-11-615-5845

    CCDH SueciaComisin de Ciudadanos por loDerechos Humanos Suecia(Kommittn fr MnskligaRttigheter KMR)Box 2124 21 StockholmSueciaTel:Fax 46-8-83-8518E-mail: [email protected]

    CCDH TaiwanComisin de Ciudadanos por loDerechos HumanosTaiwanTaichung P.O. Box 36-127Taiwan, R.O.C.E-mail: [email protected]

    CCDH Ticino, SuizaComisin de Ciudadanos por loDerechos Humanos Ticino

    (Comitato dei cittadini per idiritti delluomo)Casella postale 6136512 GiubiascoSuizaTelfono: 076 327 83 79E-mail: [email protected]

    CCDH Reino UnidoComisin de Ciudadanos por loDerechos Humanos Reino UnidP.O. Box 188East GrinsteadWest SussexRH19 4RBReino Unido

    Telfono: 44-(0)1342-313926Fax: 44-(0)1342-325559E-mail: [email protected]

    CCDH Zurich, SuizaComisin de Ciudadanos por loDerechos Humanos ZurichSektion ZurichPostfach 12078026 ZurichSuizaTelfono: 41-1-242-7790E-mail: [email protected]

  • 8/8/2019 Restricciones mortales: Asalto Teraputico Psiquitrico

    26/28

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    6. Ibid.

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    10. Ibid.

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    Ill, (Perseus Publishing, Massachusetts, 2002), p. 186.18. Ibid., p. 186.

    19. Ibid., p. 187.

    20. Ibid., p. 187.

    21. Ibid., p. 187 188.

    22. Ibid., p. 188.

    23. Charles Medawar, Antidepressants Hookedon the Happy Drug, What Doctors Dont Tell You, Vol.8., No.11, Mar. 1998, p. 3.

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    No. 9099, 31 Jan. 1998.25. Joseph Glenmullen, M.D., Prozac Backlash (Simon& Schuster, New York, 2000), p. 78.

    26. Ibid., p. 78.

    27. Theodore Van Putten, The Many Faces ofAkathisia, Comprehensive Psychiatry, Vol. 16, No. 1,Feb. 1975, pp. 43 45.

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    American Journal of Forensic Psychiatry, Vol. 6, No. 2(1985), pp. 3 7

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    Association, Vol. 240, No. 20 (Nov. 1978), p. 2,185.

    30. Op. cit. , Robert Whitaker,Mad in America, p. 187,citing Jack Henry Abott, In the Belly of the Beast(Vintage Books, 1991), pp, 33 36.

    31. Hearings before a Subcommittee of theCommittee on Appropriations House ofRepresentatives, Subcommittee on the Departmentsof Labor, Health and Human Services, Education,and Related Agencies, Appropriations for 1996, Part4, National Institute of Health, National Institute ofMental Health, 22 Mar. 1995, pp. 1161, 1205.

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    Disorders (The Free Press, New York, 1997), pp. 260,263.

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    35. Ibid., p. 14.

    REFERENCIASReferencias

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    Publicado como servicio pblico por laComisin de Ciudadanos por los Derechos Humanos

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    restricciones en las instalaciones de salud mentalLA PSIQUIATRA Atrapando a Tu Mundo en l a s DrogasInforme y recomendaciones sobre la creacin por parte de lapsiquiatra de la actual crisis de drogas

    FRAUDE DE REHABILITACIN Estafa de Drogas de la PsiquiatraInforme y recomendaciones sobre la Metadona y otros programaspsiquitricos desastrosos de rehabilitacin de drogas

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    EROSIONANDO LA JUS T IC IA La Corrupcin de l a Ley por Parte de la PsiquiatraInforme y recomendaciones sobre la influencia psiquitricadestructiva en los tribunales y en los servicios correccionales

    ABUSO AL ANCIANO Programas de Salud Mental Cr uelesInforme y recomendaciones sobre el tratamiento abusivo de lapsiquiatra a los ancianos

    CAOS Y TERROR Manufacturado por la Psiquiatra

    Informe y recomendaciones sobre el papel de la psiquiatra en elterrorismo internacional

    CREANDO RACISMO La Traicin de la Psiquiat raInforme y recomendaciones sobre la psiquiatra causando conflictoracial y genocidio

    L A C OM IS IN DE C IUDA DA NOSPOR LOS DERECHOS HUMANOSLos Guardianes Internacionales de l a Salud Mental

    La educacin es una parte vital de cualquier iniciativa pararevertir la decadencia social. La CCDH toma esta responsa-bilidad muy seriamente. Por medio de la diseminacinamplia en la red de internet, libros, cartas de informacin, y otraspublicaciones de CCDH, ms y ms pacientes, familias, profesio-nales, legisladores y otros innumerables, se estan educando sobre

    la verdad de la psiquiatra, y que algo efectivo puede y debehacerse al respecto.

    Las publicaciones de CCDH disponibles en 15 idiomas muestran el impacto daino de la psiquiatra sobre el racismo, laeducacin, mujeres, justicia, rehabilitacin de drogas, moral,ancianos, religin, y muchas otras reas. Una lista de estos inluyen:

    Comisin de Ciudadanos por los Derechos HumanosELEVANDO LA CONCIENCIA PBLICA

    ADVERTENCIA: Nadie debe dejar de tomar ninguna droga psiquitrica sin el

    consejo y la ayuda de un mdico competente, que no sea psiquiatra.

    Crditos Fotogrficos: Cover: Rick Messina/Hartford Courant; page 7: Earl & Nazima Kowall/Corbis; page 13: Reuters News Media Inc./Corbis;16: Jose Luis Pelaez, Inc/Corbis

  • 8/8/2019 Restricciones mortales: Asalto Teraputico Psiquitrico

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    Se puede estar expresando lo obvio

    al decir que no se supone que el cuidadopsiquitrico mate a pacientes, y nadie espera

    que los pacientes se mueran en hospitales

    psiquitricos. Sin embargo, esto es lo que

    sucede cada da, silenciosamente, bajo la

    mirada vigilante de los psiquiatras, eninstituciones psiquitricas, alrededor del

    mundo. Procedimientos psiquitricos represores

    son agresin con lesiones en cualquier aspecto

    excepto uno; son legales. Y debido a esto,

    miles de individuos mueren cada ao.

    Jan EastgatePresidente, Comisin de Ciudadanos por los

    Derechos Humanos Internacional