reseña masculinidad

8/18/2019 Reseña masculinidad

http://slidepdf.com/reader/full/resena-masculinidad 1/6

EL COLEGIO DE MICHOACAN, A.C.Centro de Estudios Antropológicos

Robert W. Connel.

La organización social de la masculinidad.

Germán Leyva Valdez

Seminario de Investigación I

Pros. !omini"ue Raby y Laura Rous#

El artículo de Robert W. Connel, La organización social de la masculinidad , con una prosa

clara y simple muestra un punto de vista social sobre la masculinidad y la encuadra en un

marco relacional dentro de la sociedad.

Trata de establecer un marco actual para analizar las relaciones de género, con el fin de

ubicar los procesos de cambio y los tipos de masculinidad, que es el obetivo del trabao.

! continuaci"n se presentan las ideas principales de cada secci"n.

!einiendo la masculinidad.

! manera de establecer claridad, la primera secci"n del trabao empieza con la definici"n

de masculinidad , que es entendida dentro de un conte#to cultural propio, pues no todas las

sociedades tienen un concepto sobre lo masculino, aunque se presenten las relaciones de

género.

Refle#iona la construcci"n de la masculinidad en relaci"n a la femineidad y no como un

concepto aislado sin correlaci"n y dependencia con otros términos, lo que permite ver las

din$micas y variantes en torno a la misma y no presentarla como un obeto o cosa de la cual




se pueda %acer una ciencia en particular. !unque no define la idea de femineidad para darle

una idea m$s clara al lector sobre su conceptualizaci"n.

&as representaciones sociales del género son producto de procesos a través del tiempo, es

decir, tienen un trasfondo %ist"rico que forma el escenario d"nde género y cuerpo se ven

involucrados paralelamente e imbrincados con la cultura de la sociedad en la que est$n

insertos, a partir de la mirada cultural propia es que se presentan las definiciones sobre la

masculinidad, y se distinguen cuatro enfoques principales.

&as definiciones esencialistas se refieren a un solo rasgo para definir 'la %ombría( de un

individuo) otras m$s son las divisiones positivistas de la ciencia social que se presentan

como 'lo que los %ombres realmente son(, ambas definiciones son arbitrarias y descansan

en tipificaciones sobre género.

*resenta también las definiciones normativas, las cuales ofrecen un modelo de

masculinidad a los %ombres, pero con la paradoa de que no todos los %ombres se austan

e#actamente a esta norma. +tra definici"n m$s proviene de la semi"tica, este enfoque dea

de lado la personalidad y se traslada al campo de lo simb"lico pues se contrastan los lugares

masculino y femenino. asculinidad es, en efecto, definida como no-femineidad. !unque

escapa a la arbitrariedad de las dem$s, es limitada en su visi"n, pues los símbolos tienen

cone#iones con otras esferas, como las instituciones sociales y la propia cultura.




$l g%nero como una estructura de &ráctica social.

*ara el autor, el género no s"lo tiene una base biol"gica aunque se presente en un escenario

reproductivo determinado por la estructura corporal, el despertar se#ual y las relaciones

se#uales, así como el cuidado y la crianza del nio. En este escenario se anteponen diversas

l"gicas que crean proyectos de género que son una pr$ctica social referida a lo que los

cuerpos %acen y no una pr$ctica reducida al cuerpo, ni lo biol"gico determina lo social.

Connel propone un modelo de estructura de género donde act/an tres dimensiones0 a1 las

relaciones de poder, b1 las relaciones de producci"n y c1 la cat%e#is 2pr$cticas que dan

forma y actualizan el deseo1.

3asta aquí, en las primeras dos secciones del artículo puede notarse la argumentaci"n clara

y la perspectiva de Robert Connel en torno a la construcci"n social de la masculinidad y sus

implicaciones.

Relaciones entre masculinidades' #egemon(a) subordinación) com&licidad y

marginación.

El modelo propuesto anteriormente reconoce m$s de un tipo de masculinidad y las sit/a en

un conte#to de raza y clase social) es decir, busca las relaciones de género que se dan al

interior de éstas, por lo que se vale del concepto de masculinidad %egem"nica para referirse

a la legitimidad del patriarcado como modelo dominante de la sociedad y la subordinaci"n

de las mueres a él, y el cual también se convierte en el tipo ideal de lo que debe ser la

masculinidad para las mueres pero también para los %ombres, lo que %ace que se presenten




disyuntivas puesto que en estos /ltimos la masculinidad no se e#terioriza de manera

unívoca y no todos pueden encasillarse en la descripci"n de este tipo ideal.

&as instituciones también terminan por avalar esta concepci"n dominante de la %egemonía

y esta se convierte en algo cotidianamente aceptado.

4in embargo, la dominaci"n %egem"nica de la cotidianidad también puede ser criticada por

las mueres y desde un punto de vista personal, %asta por los mismos %ombres, d$ndose en

ese vaivén no s"lo relaciones de subordinaci"n, sino también de complicidad, que se

entiende en el momento en que muc%os %ombres no pudiesen practicar necesariamente los

patrones de masculinidad, pero de igual manera aceptan la dominaci"n de las mueres) y

por /ltimo est$n las relaciones de marginaci"n que tienen que ver m$s que nada con las

esferas de la raza y la clase social) cuando alg/n colectivo se asume como el dominante o el

ideal.

!inámicas #istóricas) violencia y tendencias de la crisis.

El género es a la vez producto y productor de %istoria y a su vez se crea una estructura de

violencia y desigualdad donde el género se convierte en un agente dominante y legitimador

a través de la misma definici"n %egem"nica de masculinidad y la subordinaci"n de las

mueres. 5e esta manera, la violencia toma dos formas0 61 para sostener la dominaci"n y 71

política de género entre %ombres.

! esto el autor le conoce como crisis de género.




Conclusiones.

El trabao de Connel resulta interesante en el sentido de que est$ redactado de manera muy

sencilla y presenta un marco de referencia para abordar al género que incluye su

interrelaci"n con otros aspectos de la vida social, como la raza y la clase que puede guiar

%acia otras lecturas, por eemplo, la relaci"n entre género y emociones o estados se#uales y

asimismo las relaciones de género que se dan entre %ombres, no /nicamente significa una

guerra de se#os.

8usca ser obetivo en sus planteamientos y no caer en alguna tendencia mac%ista o

feminista, pero al final no se observa un punto de vista claro, ni que asuma alguna posici"n

al respecto, podría pensarse que /nicamente est$ poniendo la primera piedra para iniciar

una discusi"n que quiz$ en otros trabaos pueda articularse y entenderse en una perspectiva

m$s amplia.

9o logra verse profundidad en sus conceptos y se distingue un $pice de igualdad, sobre

todo cuando presenta la frase de 'lo que los %ombres realmente son( y cuando aborda el

concepto de masculinidad %egem"nica, no dea en claro la posici"n de :ramsci con

respecto a lo que él entendía ni dialoga con el autor, s"lo lo menciona de manera

superficial, tampoco dea en claro que es lo que entiende por estructura social.

Como se mencion" al principio, no presenta una definici"n de lo femenino para contrastarla

con su concepto de masculinidad, tal vez por la compleidad del tema para ser tratado en un

artículo breve.

reseña masculinidad

Documents