Reseña Crítica:

“The Age of Stupid”

Ihiruye Rebolledo. CI: 16656695

Las grandes ciudades del mundo en ruinas por la devastación de

incendios, tormentas, inundaciones y demás desastres naturales. La

humanidad solo queda en forma de tribus aislada en lugares donde apenas y

pueden sobrevivir. Por primera vez en la historia de la humanidad la especie

entera se ve en la necesidad de eso, de sobrevivir. Un escenario desolador, en

el futuro, ese es el tema de “The Age of Stupid” la película dirigida por Franny

Armstrong y John Battsek.

El film nos ilustra cómo sería (o será) el planeta en el año 2055 y la

situación que enfrentará la humanidad si seguimos por el camino desinteresado

y ambicioso por el que actualmente vamos. Pete Postlethwaite nos interpreta a

un hombre encargado de cuidar “El Arca”, una estructura construida en el

Océano Atlántico con la finalidad de preservar las características más

relevantes de la humanidad y del planeta en general.

Haciendo lo que parece una última grabación, el personaje hace una

breve recopilación sobre el comportamiento del humano en décadas pasadas

(las que estamos viviendo ahora mismo – del 2008 en adelante-) y trata de

comprender la razón de por qué, sabiendo lo que estaba pasando, nunca

hicimos nada como especie para evitarlo.

En la documentación que se usa para elaborar este mensaje, podemos

ver retazos originales sobre diversas situaciones del mundo actual (hasta

2008). Desde alarmantes noticias sobre el extraño comportamiento de la

naturaleza (temperaturas extremas, inundaciones, sequias etc.) hasta el estilo

de vida de diversos personajes que de una manera u otra están relacionados

con el tema.

Uno de los personajes es un montañista Francés de 80 años que funge

de guía turístico. Él con cuenta cómo es que en las décadas que tiene de guía

ha podido ver como se han derretido los glaciales y en especial como han

disminuido en los últimos años. Con este personaje también podemos entrar en

cuenta de lo absurdo del comercio y como el sistema económico actual prefiere

gastar combustible y crear una dependencia económica entre regiones cuando

podrían perfectamente ser autónomos e independientes, el ejemplo con que

nos ilustra esta situación es con un túnel que queda cerca de su casa y que

cada día se usa más para transportar la leche se produce en Francia y llevarla

a Italia para convertirla en yogurt y traerla de vuelta.

Otro caso es el de una familia inglesa que son sumamente cuidadosos

con su emisión de monóxido de carbono y tratan lo más posible de bajar dichas

emisiones. El padre de la familia, ha trabajado en instalar y manutención de

turbinas eólicas y trata de montar un granja eólica en el pueblo donde vive,

pero se le oponen rotundamente con la excusa de que son desagradables para

la vista. De verdad un ejemplo maravilloso de por qué puede ser llamada la era

de la estupidez.

También vemos el caso de un magnate indio que gracias a las riquezas

de su familia, logra tramitar una línea aérea. En este personaje vemos el

despotismo provocado por el dinero y como miserables limosnas lo hacen

sentir altruista.

De igual manera se nos expone la experiencia de un hombre que trabaja

para las empresas petroleras como investigador fósil. Lo irónico de este

personaje es como perdió todos sus bienes materiales (menos una lancha y

dos árboles) tras el desastre causado por un huracán el año 2005. Cabe

resaltar que el incremento en la furia de los huracanes es causado por el

incremento de la temperatura de los océanos, es decir, el calentamiento global

está estrechamente ligado

También vemos el caso de unos niños iraquíes que se ven obligados a

desplazarse a Jordania debido a la guerra. Acá vemos como la necesidad de

trabajar la solucionan gracias a la creatividad de arreglar zapatos y venderlos

en la calle. Es resaltante el sentimiento de rechazo que tienen estos hermanos

por los EEUU y la invasión a su país.

Por último más no menos importante es el caso de una mujer Nigeriana

que vive en un pueblo donde una compañía petrolera domina y explota todas

las riquezas de manera déspota y anárquica. Esta mujer, que quiere ser

doctora, se ve obligada a usar agua contaminada para su vida cotidiana y para

subsistir debe pescar en ríos intoxicados por la contaminación de esta empresa

petrolera.

Verdaderamente que en la actualidad estamos viviendo una era de

estupidez y de seguir así, tal cual como en la película nuestro legado en la

tierra solo será un mensaje enviado al espacio para evitar, no en nuestra

especie pues estará extinta, sino para otras especies para que no cometan los

terribles errores que nosotros y puedan garantizar un futuro para sus

generaciones venideras.