RECUERDOS OLVIDADOS

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FERNANDO TUDELA

RECUERDOS OLVIDADOS

Esto es, sin duda, el resultado del trabajo de todo un curso resumido en un proyecto final.

Cuando nos plantearon el proyecto, se me ocurrió que por qué no lo podía hacer sobre esos lugares en los que se han compartido momentos, risas, llantos y sobretodo recuerdos. De ahí el nombre de “Recuerdos olvidados” porque al fin y al cabo todos estos lugares ya pasaron a otra época, queda en nuestra memoria o en la de nuestros mayores pero se van olvidando poco a poco.

Este proyecto me ha servido para conocer lugares que pertenecieron a mis antepasados, de los que había oído hablar y que yo desconocía, y aparte para volver a otros que hacía tiempo que no visitaba.

Ha sido desde el principio una propuesta muy interesante, ya que ha tratado de traer al presente lugares que en su día estuvieron habitados o en uso y que hasta ahora estaban como olvidados.

¿Quién les diría a los propietarios de estos lugares que acabarían así cuando ellos no estuvieran?

Fernando Tudela

Recuerdos olvidados I: La casa de la

Senda de Granada

La primera parada fue la casa de mis bisabuelos en la

Senda de Granada. La casa construida por ellos en la

década de los 20.

La casa típica de huerta por la que yo siempre había

tenido curiosidad por entrar desde pequeño. Esta casa

quedó deshabitada en los 80 y abandonada desde 1992. Desde

entonces ha sido desvalijada por ladrones en varias

ocasiones e incluso habitada por okupas.

Recuerdos olvidados II: Panteón de doña Agustina Continué con un antiguo panteón que se encuentra en el cementerio de mi pueblo.

Fue construido a finales del siglo XIX y se encuentra abandonado desde los años 40. Perteneció a una mujer con importancia allí, la cual tenía mucha relación con mi familia. Esta señora se casó 3 veces, todas con médicos pero ninguna con descendencia; así que todos sus bienes inmuebles (entre ellos el panteón) pasaron a propiedad del obispado de Osma-Soria y los bienes materiales subastados públicamente en la Plaza de San Esteban entre los vecinos. Dentro se encuentra en el altar un Cristo arqueado por el paso del tiempo y las esculturas de dos ángeles orantes.

Recuerdos olvidados III: Tuserca

Esta tercera parte la he dedicado a la antigua fábrica

de conservas de mi familia. Fue creada en los 60 con el

nombre de "Tuserca Serrano Hermanos".

Esta fábrica se encontraba en Espinardo, junto a la casa

de sus dueños. Su actividad fue cancelada un par de

décadas después y ahora se encuentra en un estado de

abandono absoluto. Dentro aún quedan restos de lo que fue

como pueden ser etiquetas, cartas, mercancía, alguna

maquinaria...

Recuerdos olvidados IV: La casa de la tía Marina Para esta ocasión el escenario fue la casa de mi tía Marina (1911-2011), mi tía bisabuela.

La casa del pueblo donde nació junto con sus hermanos y que heredó de sus padres. El edificio fue mandado construir por su padre D. Marcos Martín Antón, que aparte de ser una persona de la alta sociedad de San Esteban, fue un importante industrial de la provincia y juez municipal de la comarca.

Se construyó cerca de la década de 1890 y fue reformada en la primera mitad del siglo XX, esta es la casa familiar en la que hemos crecido y convivido cinco generaciones durante 3 siglos, que ahora se encuentra deshabitada y cerrada desde 2011.

Recuerdos olvidados IV: El desván de

casa de la tía

Para terminar he querido dejar la buhardilla

perteneciente a la casa de la anterior, ya que al final es

donde terminan las cosas y recuerdos que ahí guardamos y

que terminamos olvidando.

Pese a estar abandonado, recientemente ha tenido unos

invitados muy poco deseados que han dejado su huella.

Ahora no es más que un mar de objetos antiguos revueltos y

desordenados pese a como se encontraba hasta 2011.

Fotografías, textos y diseño

Fernando Tudela Rodríguez

http://fotografiarte0.blogspot.com.es/

Murcia, Junio de 2016

“Todos tenemos lugares con una gran carga emocional a

nivel personal y que acabamos mitificando. Dicen que uno

nunca debe volver al lugar donde ha sido realmente feliz;

sin embargo, por alguna razón no justificada, lo acabamos

haciendo y resulta ser un absoluto fracaso.”