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METODOLOGÍA Y TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN SOCIAL Piergiorgio Corbetta

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  • METODOLOGA Y TCNICAS DE INVESTIGACIN SOCIAL

    Piergiorgio Corbetta

  • CAPTULO 3 LA TRADUCCIN EMPRICA

    DE LA TEORA

    3.1. ESTRUCTURA TIPO DE LA INVESTIGACIN CUANTITATIVA 68

    3.1.1. Las cinco fases del proceso de investigacin 69

    3.2. DE LA TEORA A LAS HIPTESIS 71

    3.2.1. Teora 71 3.2.2. Hiptesis 72 3.2.3. La transformacin de la teora en hiptesis 73

    3.3. DE LOS CONCEPTOS A LAS VARIABLES 76

    3.4. UNIDAD DE ANLISIS 79

    3.4.1. Los distintos tipos de unidad de anlisis 80

    3.5. VARIABLES 81

    3.6. VARIABLES NOMINALES, ORDINALES Y CARDINALES 84

    3.6.1. Variables nominales 85 3.6.2. Variables ordinales 87 3.6.3. Variables cardinales 88

    3.7. CONCEPTOS, INDICADORES E NDICES 91

    3.8. ERROR TOTAL 95

    3.9. FIABILIDAD Y VALIDEZ 99

    3.9.1. Fiabilidad 99

    3.9.2. Validez 101

    3.10. Sntesis del captulo 3 102

    3.11. LECTURAS COMPLEMENTARIAS 104

    67

  • 6 8 METODOLOGA Y TCNICAS DE INVESTIGACIN SOCIAL

    En este captulo hablaremos de la operacionalizacin, es decir, la transformacin de hiptesis tericas en operaciones de una investigacin emprica. En primer lugar explicaremos qu se entiende por teora, hiptesis y conceptos. Despus presenta-remos la nocin de variable, que representa el concepto clave de la investigacin social emprica, y analizaremos los diferentes tipos con los que se representa. Por ltimo, abordaremos el problema general de los errores que se pueden cometer en el proceso de traduccin de la teora a la investigacin emprica.

    3.1. ESTRUCTURA TIPO DE LA INVESTIGACIN CUANTITATIVA

    Para empezar conviene decir que la investigacin cientfica es un proceso de descu-brimiento creativo que sigue un itinerario prefijado y unos procedimientos preesta-blecidos y consolidados dentro de la comunidad cientfica. Este paralelismo entre la creatividad y los sucesivos procedimientos preestablecidos no debe parecer con-tradictorio. El atributo creativo es importante en esta definicin, evoca las capaci-dades personales del investigador, su perspicacia e inteligencia intuitiva. Pero esto es slo un aspecto del proceso de investigacin cientfica.

    Reichenbach introdujo una distincin entre la concepcin de una idea nueva y la presentacin, justificacin, defensa y comprobacin de la misma, momentos que denomin, respectivamente, contexto del descubrimiento y contexto de la justifica-cin. Segn Reichenbach, en el primer estadio no es posible establecer reglas ni procedimientos. El acto del descubrimiento escapa al anlisis lgico; no hay re-glas lgicas con las que construir una "mquina descubridora" que desempee la funcin creativa del genio [Reichenbach, 1951; 231]. Pero la labor del cientfico no consiste nicamente en producir teoras, sino tambin en comprobarlas. Y esta fase, tanto si aborda el examen lgico-formal de la teora, como su congruencia con la realidad, debe seguir unas reglas muy precisas.

    La primera regla fundamental de la investigacin emprica es que debe desarro-llarse dentro de un marco aceptado por la comunidad cientfica. La investigacin cientfica, por contraste con el arte, es un proceso colectivo. La ciencia es pblica y no privada, escribi Merton. Este aspecto colectivo-pblico de la ciencia tiene una doble connotacin. Por una parte, implica el control: Los conceptos y procedimien-tos empleados, incluso por el socilogo ms intuitivo, deben estar estandarizados, y los resultados de sus intuiciones deben poder ser comprobados por otros investiga-dores [Merton, 1968]. Por otra parte, implica la acumulacin: Si consegu llegar ms lejos que otros hombres, es porque me sub a hombros de gigantes, afirm Isaac Newton, frase que Merton utiliz para construir un brillante ensayo sobre so-ciologa de la ciencia [Merton, 1965]. Recordemos tambin que una de las definicio-nes ms comunes de la ciencia es acumulacin sistemtica de conocimientos.

    El marco de referencia colectivo que debe tener presente el cientfico social al realizar su investigacin, sobre todo en el enfoque cuantitativo, consta de dos ele-mentos: la estructura lgica del proceso de investigacin y la instrumentacin tc-nica a utilizar. En el siguiente apartado trataremos el primero de estos elementos.

  • LA TRADUCCIN EMPRICA DE LA TEORA 6 9

    3.1.1. Las cinco fases del proceso de investigacin El proceso que sigue el investigador social para la realizacin de una investigacin consiste en un recorrido cclico que parte de la teora, pasa por las fases de recopi-lacin y anlisis de los datos, y vuelve a la teora. Este proceso se describe de manera ms o menos similar en todos los manuales de investigacin emprica, y para explicarlo podemos utilizar el esquema de la figura 3.1, donde distinguimos cinco fases y cinco procesos que conectan estas fases.

    La primera fase es la de la teora. La segunda es la de las hiptesis, y el paso entre las dos se produce mediante el proceso de deduccin. La hiptesis representa una formulacin parcial de la teora, y se sita a un nivel inferior en cuanto a generalidad'. La teora es general y la hiptesis es especfica. Por ejemplo, de la proposicin terica general que afirma que existe una correlacin positiva entre la participacin poltica y el prestigio social pueden deducirse, entre otras, tres

    Fases Procesos

    1 Teora

    ^ ^ - ^ _ _ - . Deduccin

    Hiptesis

    ^. ^ - _ _ , - . _ - Operacionalizacin (diseo de la investigacin)

    Produccin de los datos

    4 _ ~ _ _ .. _ _ Organizacin de los datos (matriz-dats)

    i Anlisis de los datos

    - - Interpretacin

    Resultados

    - , - _ - . - - ^ ^ * . _ ^ _ Induccin

    FUENTE: Adaptado de Bryman [1988, 20].

    Figura 3.1. Estructura de la investigacin cuantitativa.

    1 Y algunas veces tambin en cuanto al mbito de aplicacin, es decir, el rea geogrfica o lapso de tiempo a los que se refiere la hiptesis.

  • 7 0 METODOLOGA Y TCNICAS DE INVESTIGACIN SOCIAL

    hiptesis ms especficas: que la participacin electoral es superior en el caso de los varones, los adultos (en comparacin con los jvenes y los ancianos), y las personas con ms xito profesional. Al hacer esto, hemos limitado el concepto de participacin poltica al de participacin electoral, y el de prestigio social a los tres aspectos mencionados.

    La tercera fase es la de recopilacin de datos, y llegamos a ella mediante el proceso de operacionalizacin, que consiste en la transformacin de las hiptesis en afirmaciones observables empricamente. Este proceso es muy complejo y se puede dividir en dos partes. La primera consiste en la operacionalizacin de los conceptos, o sea, la transformacin de los conceptos en variables, o entidades me-dibles. Por ejemplo, el concepto de xito profesional se podr operacionalizar me-diante los ingresos, o la obtencin de un empleo mejor que el de nuestros padres, etc. La segunda consiste en la eleccin del instrumento y los procedimientos para medir los conceptos. En el ejemplo de la participacin poltica se podra trabajar con datos agregados, utilizando las estadsticas oficiales de voto y averiguando si la participacin electoral vara con el gnero y la edad; tambin se podra recurrir a datos de encuestas de opinin pblica, o incluso servirse de entrevistas en profun-didad sobre una muestra de ciudadanos. La decisin sobre estos aspectos nos lleva a la definicin del diseo de la investigacin, un plan de trabajo que establece las diversas fases de la observacin emprica (por ejemplo: se entrevistar a tantas personas, ubicadas en las siguientes reas geogrficas..., elegidas con el siguiente criterio..., utilizando el siguiente cuestionario..., etc.).

    Despus de la recopilacin de material emprico, llegamos a la fase del anlisis de los datos, que ser precedida por la organizacin y sistematizacin de los datos obtenidos. Por lo general se da el nombre de informacin al material emprico bruto que an no ha sido sistematizado, y el de datos, a ese mismo material organi-zado de tal forma que se pueda proceder a su anlisis. Pensemos, por ejemplo, en un paquete de cuestionarios y varias cintas de entrevistas grabadas (informacin), y esos mismos cuestionarios o entrevistas transformados en secuencias de nme-ros, comparables entre s y obtenidas atribuyendo un nmero a cada respuesta (da-tos).

    El proceso de organizacin de los datos suele consistir en transformar la infor-macin en una matriz de nmeros, la matriz de datos, llamada tambin matriz ca-sos por variables (C x V): sta se obtendr, por ejemplo, codificando de forma sistemtica las respuestas a los cuestionarios, estandarizando las respuestas de las entrevistas abiertas, uniformando las fuentes estadsticas, aplicando una plantilla de anlisis del contenido a los textos, etc. La matriz de datos obtenida representa el punto de partida para el anlisis de los datos, que por lo general consiste en opera-ciones matemticas realizadas con un programa de anlisis estadstico.

    La quinta fase consiste en la presentacin de los resultados, mediante un proce-so de interpretacin del anlisis estadstico realizado en la fase anterior. Por lti-mo, el investigador vuelve al punto inicial, es decir, a la teora, mediante un proce-so de induccin, que consiste en comparar los resultados empricos con las hiptesis tericas y el conjunto de la teora, para confirmarla o reformularla.

    Como puede verse, el esquema que hemos expuesto empieza con la teora y

  • LA TRADUCCIN EMPRICA DE LA TEORA 7 1

    vuelve a ella, en un proceso cclico que podramos visualizar como una espiral, donde teora e investigacin estn ligadas en el proceso de acumulacin de conoci-mientos. Ntese que la sucesin descrita representa el proceso ideal para la inves-tigacin social de tipo cuantitativo, y que el esquema bsico puede sufrir variacio-nes significativas en cada aplicacin concreta del mismo. Por ejemplo, en relacin con la teora, el equilibrio entre deduccin e induccin puede variar. Aunque el esquema bsico prev que la investigacin no comience antes de que se haya reali-zado un estudio exhaustivo de la teora y se hayan formulado hiptesis muy preci-sas, hay investigaciones que parten de un embrin de teora, y sta no se desarrolla ni toma cuerpo hasta la fase de anlisis del material emprico. Otras veces se obvia toda la fase de la recopilacin de datos, incluidos los procesos de operacionaliza-cin y organizacin de los mismos, porque se usan datos ya existentes para la in-vestigacin. Pero en cualquier caso el esquema de referencia sigue siendo el que aparece en la figura 3.1.

    En este captulo trataremos los procesos de deduccin y operacionalizacin. En el apartado siguiente nos ocuparemos del primero. El resto del captulo lo dedica-remos ntegramente al proceso de operacionalizacin de conceptos: la atencin de-dicada a este tema queda justificada por su complejidad y su relevancia en el pro-ceso de investigacin.

    3.2. DE LA TEORA A LAS HIPTESIS

    3.2.1. Teora Podemos definir una teora como un conjunto de proposiciones relacionadas de manera orgnica, que se formulan con un alto grado de abstraccin y generaliza-cin respecto a la realidad, se deducen de hechos empricos que se producen con regularidad y de las que pueden inferirse predicciones empricas. A continuacin explicamos con ms detalle los cuatro elementos de esta definicin.

    Conjunto de proposiciones: sistema coherente de afirmaciones que con fre-cuencia tiene estructura causal. Abstraccin y generalizacin: la teora va ms all de las expresiones empricas concretas, en el aspecto conceptual y en el cam-po de aplicacin. Se deduce de hechos empricos que se producen con regulari-dad: la teora surge de la constatacin de repeticiones en la realidad observada, y se confirma con ellas. Inferencia de predicciones empricas: de una teora que surge de la observacin de hechos empricos que se repiten se pueden deducir hechos en otros contextos diferentes.

    Ilustramos lo apuntado hasta aqu con un ejemplo clsico: la teora sobre el suicidio de Durkheim. Como es sabido, Durkheim identifica tres tipos idea-les de suicidio: el suicidio egosta, el altruista y el anmico. En su teora en-contramos la siguiente proposicin causal que representa el fundamento terico del suicidio egosta: Cuanto ms elevada sea la tasa de individualismo en un determinado grupo social, mayor ser la tasa de suicidios en ese grupo. Por individualismo entendemos una situacin social y cultural en la que la persona es plenamente libre y est sola para tomar decisiones en la vida; en el extremo

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    opuesto se encuentra la situacin de cohesin social, en la que la actividad de una persona est sometida a controles sociales de manera permanente, y sus de-cisiones vienen determinadas en gran parte por normas colectivas.

    La proposicin terica enunciada, que vincula el individualismo con el suici-dio, es una proposicin causal, que presenta las caractersticas siguientes: abs-traccin, puesto que los conceptos mencionados de individualismo, cohesin so-cial y suicidio tienen significados abstractos respecto a la realidad observada; generalizacin, dado que la conexin que Durkheim propone se considera vlida para una gran parte de la sociedad, cuando no para todas las sociedades; se dedu-ce de hechos empricos que se repiten, ya que Durkheim, como describe en su investigacin, dedujo y comprob empricamente su teora mediante el anlisis de las fuentes estadsticas de su poca; genera predicciones empricas, porque permite prever, por ejemplo, que Irlanda tendra una tasa de suicidios inferior a la de Inglaterra.

    3.2.2. Hiptesis Una proposicin terica debe poder expresarse en hiptesis especficas. Una hip-tesis es una proposicin que implica una relacin entre dos o ms conceptos, situa-da en un nivel inferior de abstraccin y generalidad con relacin a la teora y que permite una traduccin de sta en trminos que se puedan someter aprueba emp-rica. Las dos caractersticas distintivas de la hiptesis son, por una parte, su menor abstraccin (o mayor concrecin) en trminos conceptuales, y su menor generali-dad (o mayor especificidad), en trminos de extensin, con relacin a la teora. Y por otra parte, su provisionalidad: la hiptesis es una afirmacin provisoria que se debe comprobar, derivada de la teora pero que precisa una comprobacin emprica para poder confirmarse.

    De la teora general de Durkheim pueden deducirse una serie de hiptesis espe-cficas. Por ejemplo, es de esperar una tasa de suicidio ms alta en las sociedades protestantes que en las catlicas, por el hecho de que la religin protestante confa las decisiones a la libertad individual, mientras que la catlica es impositiva y nor-mativa; una tasa de suicidio ms baja en las personas casadas y con hijos, por el conjunto de exigencias, vnculos, controles y deberes que conlleva la situacin fa-miliar; una tasa de suicidio ms baja cuando una sociedad atraviesa un periodo de crisis poltica o est en guerra, por la consolidacin de los lazos sociales entre ciudadanos expuestos al mismo peligro; y as sucesivamente.

    Estas hiptesis se pueden comprobar de manera emprica mediante definicio-nes operativas adecuadas: por ejemplo, se definir el concepto de integracin fa-miliar considerando que las personas casadas y con hijos tienen el grado mximo de integracin, y las personas que viven solas el grado mnimo, con los grados intermedios necesarios, y se ver si en los datos existe una asociacin entre esta variable y el suicidio. Tambin se podr constatar, como hizo Durkheim, que en igualdad de condiciones en distintas sociedades, existe una relacin entre la tasa de suicidio y el tipo de religin predominante.

    La validez de una teora depende de su capacidad para transformarla en hipte-

  • LA TRADUCCIN EMPRICA DE LA TEORA 7 3

    sis que se pueden comprobar de manera emprica. El criterio de la verificacin emprica es el criterio del carcter cientfico. Si una teora es imprecisa y confusa, difcilmente se podr transformar en hiptesis comprobables, y sin una confirma-cin emprica, no superar el mbito preterico de las conjeturas. En las ciencias sociales el riesgo de que se formulen teoras vagas, demasiado confusas como para operacionalizarlas, es especialmente elevado. En este aspecto compartimos la mxi-ma de que es mejor una teora errnea que una teora imprecisa.

    3.2.3. La transformacin de la teora en hiptesis

    A continuacin presentamos algunos ejemplos de transformacin de una teora en hiptesis concretas. El primer ejemplo se refiere a la teora formulada por Inglehart a mediados de los aos setenta sobre el cambio de valores en los pases occidenta-les. Segn esta teora, los valores de las generaciones que crecieron en la posguerra seran distintos de los valores de las generaciones anteriores, y el cambio consisti-ra en el desplazamiento de la atencin prestada a aspectos como la seguridad fsi-ca y econmica hacia otras cuestiones como la calidad de vida, la autorrealizacin, y la satisfaccin intelectual y esttica, lo que supone pasar de una orientacin pre-dominantemente materialista a otra que se ha definido como postmaterialista. Las causas de este cambio seran varias. Aqu comentaremos slo un aspecto, qui-zs el ms importante: los cambios de las condiciones de vida durante los aos de formacin de los ciudadanos.

    Las generaciones de la posguerra no han sufrido las crisis econmicas que afec-taron a las generaciones que crecieron entre las dos guerras mundiales y durante la Gran Depresin; adems, en la posguerra las sociedades occidentales conocieron una prosperidad sin precedentes que permiti satisfacer las necesidades de subsis-tencia a prcticamente toda la poblacin. Por otra parte, las nuevas generaciones no han vivido la experiencia de la guerra, que no obstante, s afect directamente a sus padres y abuelos. Segn la teora de las necesidades, el hombre empieza a poner en primer plano objetivos no materiales, slo despus de conseguir la seguridad fsica y econmica.

    De esta teora general pueden derivarse hiptesis especficas. Primero tendre-mos que encontrar en todos los pases occidentales una diferencia notable en las escalas de valores de jvenes y ancianos, como consecuencia del hecho de que la orientacin de valores que se constituye en los aos de formacin tiende a mante-nerse durante toda la vida aunque las condiciones sociales y ambientales cambien.

    La segunda hiptesis se refiere a la distinta magnitud de esta diferencia genera-cional en los distintos pases. Si la teora es vlida, la diferencia debera ser ms marcada en pases donde ha sido mayor la variacin de la calidad de vida entre los que crecieron antes y despus de la Segunda Guerra Mundial. Por ejemplo, en Alemania esta diferencia debera ser mxima: durante la Primera Guerra Mundial los alemanes sufrieron escasez de recursos, una fuerte inflacin, depresin econ-mica, graves conflictos internos y la tragedia, en trminos de destruccin del pas y prdidas de vidas humanas, de la Segunda Guerra Mundial. En cambio, en la pos-

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    guerra vivieron un periodo de bienestar econmico y paz social notables. El caso de Inglaterra debera ser opuesto: antes de la Segunda Guerra Mundial era el pas europeo ms rico, el nico de los pases europeos que no vivi la guerra en su territorio ni sufri la invasin extranjera. Sin embargo, en la posguerra experimen-t un estancamiento econmico persistente que provoc niveles de bienestar infe-riores a los de muchos otros pases europeos y sin duda por debajo de los que tena en la primera mitad del siglo. Por tanto, en este caso se puede esperar una diferen-cia menor en la escala de valores entre generaciones.

    La tercera hiptesis concierne tambin a la diferencia entre pases, pero se re-fiere no tanto al distanciamiento generacional como a la cifra absoluta de quienes abrazan los valores postmaterialistas. stos deberan ser ms numerosos cuanto ms rico sea el pas, y, por tanto estaran presentes sobre todo en Blgica, Holanda y Suiza, y, en menor medida en Espaa, Grecia e Italia [cfr. Inglehart, 1977],

    Todas las hiptesis que hemos mencionado se pueden operacionalizar fcil-mente y, por tanto, se pueden someter a su comprobacin emprica.

    En este punto debemos hacer una aclaracin sobre la conexin entre teora e hiptesis. En la prctica, la investigacin no siempre se realiza en el orden descrito, primero la elaboracin de la teora y despus la formulacin de hiptesis que sir-ven de gua para el diseo de la investigacin. Con frecuencia sucede que las hiptesis se formulan despus de la recopilacin de datos y se comparan con estos datos a posteriori.

    Tomemos como ejemplo una investigacin sobre decisiones escolares indivi-duales. El autor analiza la decisin de seguir o no estudiando despus de la ense-anza secundaria y primaria, comparando tres concepciones distintas de la accin individual. En primer lugar, el punto de vista estructuralista sostiene que los actos humanos dependen de vnculos externos que no dejan espacio para tomar decisiones realmente importantes; en segundo lugar, el punto de vista de la no intencionalidad, que considera que el individuo est condicionado, aunque no tanto por factores estructurales externos como por factores psicolgicos internos, la ma-yora inconscientes; y, finalmente, el punto de vista de la intencionalidad, que supone que los individuos actan [...] de acuerdo con ciertos propsitos, persi-guiendo sus objetivos lo mejor que pueden [Gambetta, 1987, 8, 16].

    Como puede verse, se trata de una formulacin clsica de la teora de la accin individual. Lo que nos interesa es que, para dar respuestas empricas a estas pre-guntas, los autores de los dos ejemplos utilizan los datos ya existentes de dos en-cuestas por muestreo realizadas con fines ms bien generales (descripcin de las orientaciones polticas y culturales de los jvenes). Las encuestas contenan tam-bin preguntas sobre la intencin de seguir estudiando, que se utilizaron para res-ponder a las cuestiones antes mencionadas. El autor parte de tres hiptesis concre-tas de conducta, y analiza sus datos para ver cul de ellas se cumple efectivamente en el caso emprico analizado. En este ejemplo, la elaboracin terica, aunque es posterior a la recopilacin de datos, precede al anlisis de los mismos.

    Otras veces se recurre a la teora despus de analizar los datos para explicar un hecho anmalo o un resultado inesperado. Por ejemplo, en una investigacin sobre abstencionismo electoral en Italia realizada en los aos ochenta [Corbetta y Parisi,

  • LA TRADUCCIN EMPRICA DE LA TEORA 7 5

    1987], los autores plantearon dos hiptesis: que el abstencionismo electoral es un fenmeno de apata poltica debido a la poca capacidad de los partidos para movi-lizar al electorado con sus aparatos organizativos, o bien un fenmeno de protesta por parte de los electores para mostrar a los partidos descontento y resentimiento.

    En la primera hiptesis los autores pronosticaron una mayor abstencin en las capas ms perifricas de la sociedad, menos accesibles para la capacidad de movi-lizacin y comunicacin de los partidos (el caso extremo seran las mujeres ancia-nas de las zonas rurales del sur de Italia, donde las cuatro variables de gnero, edad, ruralismo-urbanizacin y norte-sur tienen los valores ms marginales). En la segunda hiptesis los autores pronosticaron un mayor abstencionismo entre los j-venes varones de las grandes ciudades del norte, clases sociales centrales expuestas a los flujos de nuevas ideas, lo que mostrara un desacuerdo entre la parte ms moderna del pas y la poltica de pocas anteriores.

    Sin embargo, los datos arrojaron unos resultados sorprendentes, contrarios a las dos hiptesis. Las categoras ms abstencionistas resultaron ser las mujeres de las capitales de provincia. Un anlisis detallado del perfil de abstencionistas revel que se trataba en gran parte de mujeres que haban votado anteriormente a la De-mocracia Cristiana. Para explicar este resultado imprevisto, los autores recurrieron a la teora de las presiones cruzadas, segn la cual cuando el elector es someti-do de manera simultnea a estmulos de igual intensidad pero opuestos, es proba-ble que eluda el conflicto de la eleccin [...] y opte por la abstencin [ibidem, 59]. La debilidad de la religin en una sociedad secularizada y la distancia deliberada de la Iglesia del compromiso poltico, junto con la existencia de un nuevo sistema de valores canalizado sobre todo en los medios de comunicacin de masas, creaban en el electorado femenino, hasta entonces sensible al mensaje de la Iglesia, una situacin de punto muerto entre los valores antiguos y nuevos que generaba incer-tidumbre y, por tanto, abstencin. Este proceso se iniciaba en las grandes ciudades, lugares de cambio por antonomasia.

    En el caso citado los autores recurrieron a una teora diferente, utilizada en otras ocasiones para interpretar la conducta electoral. Otras veces puede descubrir-se una nueva teora durante la fase emprica. Un ejemplo muy conocido es el de los experimentos realizados en los aos veinte en las fbricas de la Western Electric de Hawthorne (cerca de Chicago). Los experimentos pretendan estudiar un problema muy simple: conocer cmo afectaba la variacin de la iluminacin al rendimiento de los trabajadores de un departamento concreto. En un principio se constat que el aumento de la iluminacin haca aumentar la productividad. Pero despus se vio que, contra todo pronstico, al volver a los niveles de iluminacin iniciales, la productividad segua siendo elevada.

    Tampoco se confirmaron las expectativas de los investigadores cuando se divi-di a las trabajadoras en un grupo experimental (para el que se haca variar la iluminacin) y un grupo de control (para el que la iluminacin se mantena cons-tante): ambos grupos tenan un rendimiento superior a la media, sin variaciones perceptibles vinculadas al nivel de iluminacin. Entonces un equipo de socilogos de la organizacin dirigido por Elton Mayo estudi el caso y se fij en otros facto-res no ligados estrictamente a la comodidad ambiental, empleando otras tcnicas

  • 7 6 METODOLOGA Y TCNICAS DE INVESTIGACIN SOCIAL

    como la observacin participante y la entrevista. De este modo se descubri que la variable determinante del rendimiento laboral no era la iluminacin (ni otras varia-bles de carcter tcnico u organizativo, como la duracin del descanso para el caf, etc.), sino el hecho de que el grupo de trabajadoras se sintiera centro de atencin y objeto de un experimento.

    A partir de los resultados de estos experimentos, se empez a perfilar una nue-va corriente terica dentro de la sociologa laboral, la de las denominadas relacio-nes humanas, que inclua entre las condiciones para un rendimiento laboral pti-mo variables psicolgicas como la cohesin del grupo de trabajo, la percepcin por parte del individuo de la importancia que tiene en su grupo de trabajo y la utilidad de la labor que desempea, etc.

    Sobre la alteracin de la secuencia teora-hiptesis-observacin hay que decir que en ocasiones la observacin viene antes que las hiptesis por causas de fuerza mayor. Es el caso del anlisis secundario, que consiste en aplicar un segundo anlisis a datos recopilados previamente por otros investigadores (la investigacin de Gambetta es un ejemplo de ello, as como Crime in The Making, de Sampson y Laub, que comentamos en el captulo 2).

    Conviene sealar que, a menudo, la teora no est tan bien definida como para admitir hiptesis claras y precisas. A veces el tema es nuevo, desconocido, y por tanto la investigacin se mueve en un plano eminentemente descriptivo. Otras veces la observacin no parte de una teora especfica, sino que pretende abarcar una amplia gama de problemas, para permitir sucesivos anlisis diversificados (es el caso de encuestas peridicas como los barmetros del CIS en Espaa, la en-cuesta del Eurobarmetro, la encuesta europea de valores, etc.).

    3.3. DE LOS CONCEPTOS A LAS VARIABLES

    Con el trmino concepto nos referimos al contenido semntico (es decir, al sig-nificado) de los signos lingsticos y las imgenes mentales. Su origen etimolgico (del latn cum capio = tomar de manera conjunta), expresa la accin de ordenar varios elementos bajo un nico acto de pensamiento, y el acto de extraer de la inmediatez de las impresiones sensibles y las representaciones concretas una abs-traccin con significado universal. Es el instrumento que permite al hombre cono-cer y pensar, y es el fundamento de toda disciplina cientfica, que consiste en cono-cer mediante conceptos universales.

    De esta definicin se desprende que el trmino tiene un significado muy gene-ral, y puede incluir todo tipo de signos o procedimientos semnticos, sea cual sea el objeto al que se refiere, abstracto o concreto, cercano o lejano, universal o parti-cular. Se puede tener un concepto de una mesa o del nmero tres, del hombre o de Dios, del gnero y de la especie [...] de un periodo o una institucin histricos (el Renacimiento o el Feudalismo) [Abbagnano, 1971, 146]. Los conceptos, adems, pueden hacer referencia a construcciones mentales abstractas que no se pueden observar de manera directa, como el poder, la felicidad o la clase social, o bien referirse a entidades concretas y observables, como la flor o el obrero.

  • LA TRADUCCIN EMPRICA DE LA TEORA 7 7

    En las pginas anteriores hemos definido la hiptesis como una conexin en-tre conceptos o una proposicin que implica una relacin entre dos o ms con-ceptos. La hiptesis de que la tasa de suicidios es ms elevada entre las personas ms instruidas implica un nexo, una relacin, entre el concepto de suicidio y los conceptos de formacin o religin. La hiptesis de que los valores postmaterialis-tas estn ms difundidos entre los jvenes de las clases burguesas que entre los de la clase obrera establece una relacin entre el concepto de valor y el de clase social.

    Podemos decir, por tanto, que los conceptos son los ladrillos de la teora, y que mediante la operacionalizacin de los conceptos realizamos la traduccin em-prica de una teora. El concepto tiende un puente que conecta la orilla terica con la orilla del mundo emprico observable. Como escribi Blumer, la teora tiene sentido para la ciencia slo en la medida en que logra conectarse con el mundo emprico de manera provechosa; los conceptos son los nicos instrumentos que permiten establecer tal conexin [Blumer, 1969, 143].

    Si la teora es una red de conexiones entre entidades abstractas representadas por los conceptos, cuando estas entidades se hagan concretas, toda la red terica se concretar tambin, y ser posible establecer las mismas conexiones entre los con-ceptos transformados en entidades observables. Si la hiptesis terica es que los valores postmaterialistas estn ms difundidos en las sociedades ricas, cuando es-temos en condiciones de medir empricamente la presencia de los valores postma-terialistas y la riqueza en distintas sociedades, podremos tambin verificar la vali-dez de la teora, observando si los datos de los dos conceptos operacionalizados muestran una correlacin positiva.

    Cmo se operacionaliza un concepto? Pensemos en los conceptos tpicos de las ciencias sociales: poder, clase social, autoritarismo, participacin electoral, des-viacin, subdesarrollo, etc. Cmo podemos transformar estos conceptos en enti-dades observables?

    El primer paso del proceso de traduccin emprica de un concepto consiste en aplicarlo a objetos concretos, es decir, convertirlo en atributo o propiedad de obje-tos concretos, que llamaremos unidades de anlisis. El concepto de poder, por ejemplo, puede ser una propiedad de unidades de anlisis como cargos empresaria-les, cargos polticos (consejero municipal, funcionario de un partido, diputado, etc.). Asimismo, los conceptos de clase social y autoritarismo pueden ser propiedades de individuos; los conceptos de participacin electoral y desviacin pueden carac-terizar a individuos o unidades territoriales (en este caso en forma de porcentajes de votantes y tasas de homicidios); el concepto de subdesarrollo puede ser una propiedad de los pases. Ntese que estos conceptos del anlisis social no tienen por qu ser necesariamente complejos: el gnero y la edad, el lugar de residencia y el tiempo empleado para ir de casa al trabajo tambin son ejemplos de conceptos ms fciles de medir.

    Estas propiedades se presentan en distintos grados en los diferentes objetos, es decir, varan en las distintas unidades de anlisis. Por ejemplo, unos cargos empre-sariales tienen ms poder que otros, la clase social vara entre los distintos sujetos, la participacin electoral y la criminalidad varan en los diferentes municipios.

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    El segundo paso para operacionalizar el concepto-propiedad consiste en formu-lar una definicin operativa de mismo, es decir, establecer las reglas para su tra-duccin en operaciones empricas. Por ejemplo, se puede definir operativamente el poder de un cargo empresarial por el nmero de personas que tiene a su cargo; el autoritarismo se puede operacionalizar con las respuestas a preguntas sobre actitu-des, con puntuaciones entre 0 y 5; la participacin electoral y la criminalidad de un municipio se pueden operacionalizar con el porcentaje de votantes sobre el nmero de electores en unas elecciones concretas y el tanto por mil de delitos sobre el total de la poblacin.

    El tercer paso consiste en aplicar las mencionadas reglas a los casos concretos estudiados: sta es la fase de operacionalizacin en su sentido ms estricto. La definicin operativa se hace en el plano terico, con la operacionalizacin se pasa a la prctica. Como escribi Marradi, la definicin operativa es un texto, mien-tras que la operacionalizacin es un hecho.

    La propiedad operacionalizada se denomina variable, y las modalidades son los estados operacionalizados de la propiedad. A cada modalidad se le asigna un valor simblico distinto, que suele ser un nmero. Por ejemplo, el concepto de nivel cultural se puede representar con la propiedad nivel de estudios referida a los individuos, que adoptar diferentes estados en los distintos sujetos estudia-dos; estos estados se clasifican en alguna de las cinco modalidades siguientes: sin estudios, graduado escolar, enseanza secundaria, diplomatura y licen-ciatura; a cada una de estas modalidades les asignamos los valores 0, 1,2, 3, 4.

    Llegados a este punto conviene hacer una aclaracin sobre el trmino opera-cionalizar. En el lenguaje corriente habramos dicho medir, puesto que la medicin es el proceso de asignacin de valores numricos a los estados de una propiedad. De hecho, la definicin de medicin que se suele usar en todos los manuales de metodologa procede de las formulaciones de Stevens en los anos cuarenta, segn las cuales la medicin consiste en la atribucin de nmeros a objetos o acontecimientos siguiendo determinadas reglas [Stevens, 1946],

    En realidad, como ha sealado Marradi [1981, 602 sq.], cuando no se dispone de unidades de medida es inadecuado hablar de medicin: en estos casos el paso de la propiedad a la variable es una operacin distinta a la medicin (por ejemplo, medimos la edad con la unidad de medida del ao solar), que, segn los casos, es una clasificacin (por ejemplo, clasificamos la nacionalidad segn la nacin), una ordenacin (por ejemplo, ordenamos las profesiones en funcin de su prestigio social), o un cmputo (por ejemplo, contamos el nmero de hijos de una persona).

    Sin embargo, en el lenguaje comn no existe un trmino nico para designar esa operacin general de medicin-ordenacin-cmputo-clasificacin. Las ciencias naturales, donde las unidades de medida casi siempre son definibles, han impuesto el trmino medir para referirse a la operacin general. Pero para la clasificacin o la ordenacin el trmino medir resulta inadecuado, por ello hemos empleado el trmino operacionalizar. Este trmino tiene un sentido amplio y se emplea con el significado general de traducir del lenguaje terico al lenguaje emprico, pero en sentido estricto se refiere al paso de las propiedades a las variables, que, en el proceso ms amplio que conecta la teora y la investigacin, representa el puente

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    crucial entre las dos vertientes, y que puede esquematizarse del siguiente modo:

    Concepto Propiedad Variable Concepto Propiedad Variable

    Operad onalizacin clasificacin ordenacin, medicin, cmputo)

    3.4. UNIDAD DE ANLISIS

    La unidad de anlisis, como ya se ha indicado, representa el objeto social al que se refieren las propiedades estudiadas en la investigacin emprica. Una reflexin terica no necesita definir unidades de anlisis exactas. Pensemos, por ejemplo, en la interpretacin de la rebelin social y el radicalismo poltico en trminos de pri-vacin relativa. Segn esta interpretacin, la insatisfaccin con el sistema de privilegios y recompensas de una determinada sociedad no [es proporcional] al grado de desigualdad que afecta a sus miembros [Runciman, 1966; 3], sino que depende ms bien del sentido de privacin que tengan dichos miembros, que a su vez deriva de los grupos de referencia y comunidades con los que los individuos se comparan, y las expectativas que tienen. Por ello, la manifestacin de descon-tento es poco frecuente en periodos de privaciones constantes, mientras que tiende a aumentar [...] cuando se entrev una posibilidad de mejora [...] [y] es probable que las revoluciones se produzcan en periodos de bienestar creciente [ibidem, 21]. Podra desarrollarse una teora similar sobre la rebelin en el plano de la re-flexin filosfica, histrica, social y psicolgica, aplicndola a distintos contextos, problemticas y hechos histricos. Pero en el momento en que queramos compro-bar esta teora mediante una investigacin cuantitativa concreta, al definir el dise-o de la investigacin, debemos definir ante todo la unidad de anlisis. Esta po-dra estar representada por el episodio de rebelin social, como en el estudio de Gurr y sus colaboradores [Gurr, 1972, 92-98], que recopilaron de manera sistem-tica datos sobre actos de violencia poltica y protesta social en el periodo 1961-65 en 38 pases, en concreto, una serie de informaciones publicadas en la prensa. Por ejemplo, el nmero de participantes y vctimas, la duracin de la agitacin, el tipo de personas implicadas, los motivos del descontento, las modalidades de la protes-ta, las caractersticas del contexto social (tipo de rgimen poltico, variables econ-micas, libertades civiles, etc.), llegando a registrar ms de 1000 episodios. Todo ello con el objetivo de comprobar si los casos de conflicto y violencia estaban ligados a situaciones de cambio social que haban originado expectativas no satis-fechas, y en general a situaciones de privacin relativa ms que de privacin abso-luta.

    La unidad de anlisis de una investigacin orientada a comprobar la teora men-cionada tambin podra estar representada por un ncleo territorial. Aceptando una sugerencia de Tocqueville, para quien la revolucin francesa se desarroll en las zonas ms ricas del pas, puesto que las partes de Francia que haban de ser el foco principal de esa revolucin son precisamente aquellas donde el progreso es mayor [Tocqueville, 1856], se podra realizar una investigacin tomando como

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    unidad de anlisis la regin. Se tratara de encontrar un indicador de bienestar eco-nmico y fuerza del impulso revolucionario para las regiones de Francia en la po-ca de la revolucin, y relacionar ambas variables.

    Tambin se podra tomar como unidad de anlisis al individuo. En 1962, Runci-man entrevist a unos 1400 ciudadanos de Inglaterra y Gales, utilizando preguntas abiertas y cerradas, para identificar los grupos de referencia de cada sujeto, la clase a la que consideraba que perteneca, el grado de satisfaccin con su posicin so-cial, las aspiraciones insatisfechas, es decir, las componentes de la privacin relati-va, junto con las orientaciones polticas, para ver si exista una correlacin entre las dos variables.

    Hemos dicho que la traduccin emprica de un concepto (que es abstracto por definicin) se hace mediante la asignacin de este concepto a un objeto social con-creto (unidad de anlisis), como si fuera una propiedad de dicho objeto. En una primera aproximacin, podemos identificar los siguientes tipos de unidades de an-lisis: el individuo, el conjunto de individuos, el grupo-organizacin-institucin, el acontecimiento y el producto cultural.

    3.4.1. Los distintos tipos de unidad de anlisis La unidad de anlisis ms frecuente en las investigaciones sociales est representa-da por el individuo. Por otra parte, como escribe Galtung, la sociologa se define a menudo como la ciencia de la interaccin social, de lo que se deriva que la unidad de los anlisis sociolgicos debera ser el actor social [...], y en la mayora de los anlisis sociolgicos la eleccin recae sobre el actor social por excelencia, el indi-viduo humano [Galtung, 1967, 37].

    Tambin es bastante frecuente que la unidad de anlisis est representada por un colectivo. Este colectivo puede ser un conjunto de individuos o un grupo-orga-nizacin-institucin. El ejemplo ms comn de conjunto de individuos son las fuentes estadsticas oficiales, basadas en agrupaciones de individuos por territorios (muni-cipios, provincias, comarcas, regiones...). En este caso las variables proceden de operaciones matemticas realizadas sobre variables registradas de forma individual (por ejemplo, renta media, porcentaje de desempleados, etc.). Si hacemos una dis-tincin, como a veces se hace, entre unidad de anlisis y unidad de registro, en este caso la unidad de registro se sita en un nivel inferior respecto a la unidad de anlisis, y est representada por el individuo.

    En un grupo-organizacin-institucin la mayora de las variables est represen-tada por lo que llamaremos variables colectivas estructurales o globales, y la unidad de registro es el propio colectivo. Pensemos en un estudio sobre centros escolares, en el que las variables se refieren al tipo de gestin (privada/pblica), la realizacin (o no) de programas experimentales, el tipo de perfil social al que se dirige la escuela, el nmero de clases, el nmero de alumnos, la presencia de muje-res en el profesorado, el ndice de aprobados, etc. Aunque algunas variables (como las dos ltimas citadas) hacen referencia a mbitos individuales subyacentes, los datos se recogen de forma colectiva (por ejemplo, mediante una entrevista con el director y una consulta de los archivos del instituto), por lo que la unidad de anlisis

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    y la unidad de registro coinciden. En investigacin social estas unidades de anlisis son bastante frecuentes. Pen-

    semos en grupos como familias, asociaciones, sectas religiosas, grupos tnicos, bandas juveniles, pandillas, y organizaciones-instituciones como los sindicatos, par-tidos, organizaciones laborales, unidades administrativas locales, instituciones p-blicas, hasta sociedades enteras y los propios pases.

    Una cuarta unidad de anlisis es el acontecimiento. Ya hemos citado la investi-gacin de Ted Gurr sobre los episodios de rebelin poltica. Otro acontecimiento podra ser la eleccin poltica: podemos citar como ejemplo la investigacin de Bartolini y Mair [1990], que estudiaron las elecciones de las democracias europeas celebradas entre 1885 y 1995, en relacin con la inestabilidad electoral, el voto de clase, la participacin electoral, etc.; cada una de estas variables, obviamente, re-presenta una propiedad de la unidad de anlisis acontecimiento electoral. Otros acontecimientos podran ser huelgas, guerras, golpes de estado, procesos judicia-les, ceremonias religiosas, campaas electorales, manifestaciones de protesta, etc.

    El ltimo tipo de unidad de anlisis es lo que podramos llamar representacin simblica-producto cultural. Pensemos en toda la corriente del anlisis de conteni-dos, donde la unidad de anlisis est representada casi siempre por mensajes de los medios de comunicacin de masas, escritos, orales o audiovisuales: artculos de peridicos, textos literarios, programas electorales, discursos polticos, fotografas, programas de televisin, espectculos de teatro, reportajes.

    Finalmente queremos precisar que llamamos observaciones a los ejemplares de una determinada unidad de anlisis incluidos en una investigacin. La unidad de anlisis es una definicin abstracta, que designa el tipo de objeto social al que se refieren las propiedades (como el elector o el episodio de protesta). Esta unidad se localiza en el tiempo y en el espacio, definiendo la poblacin de referencia de la investigacin (por ejemplo, los electores espaoles en las elecciones generales de 2000; los episodios de protesta poltica registrados en Espaa entre 2002 y 2003). Esta poblacin de referencia puede estudiarse de manera integral, por ejemplo, la investigacin sobre los gobiernos que se han sucedido en Espaa desde la llegada de la democracia en 1977 hasta el ao 2004, o de manera parcial. A menudo se intentar extraer una muestra casual, otras veces se podrn usar distintos criterios de seleccin. Las observaciones son los ejemplares de esa unidad de anlisis que se estudian, sobre los cuales se recopilan datos. Mientras que la unidad de anlisis es singular y abstracta, las observaciones son mltiples y concretas, y constituyen el objeto especfico de la investigacin emprica. En definitiva, en una matriz de da-tos las observaciones son todos y cada uno de los nmeros incluidos en las casillas.

    3.5. VARIABLES

    Como ya hemos dicho, una variable es un concepto operacionalizado. Ms en con-creto, consiste en la propiedad operacionalizada de un objeto, ya que para poder operacionalizar el concepto, debemos aplicarlo a un objeto, y de este modo se con vierte en propiedad. Entre concepto, propiedad y variable existe la misma diferen-