¿qué tal si cantan sus propias canciones

7/25/2019 Qu Tal Si Cantan Sus Propias Canciones

1/40

QU TAL SI CANTANSUS PROPIAS CANCIONES?

Una invitacin a que la iglesia local cantelo que sus miembros componen.

Por: Noel Navas

Eran las 4:00 de la tarde de un sbado de Marzo. Elequipo de alabanza de la iglesia Comunidad Cris a-na de Santa Ana (en El Salvador) se reuni para realizarsu ensayo semanal previo a la celebracin del domingo.Como de costumbre, Hna. Reina de Ayala, lder de la

banda y esposa del pastor principal, inici la reunin conun empo de oracin. A los 10 minutos de estar oran -do oy al Espritu Santo decirle: Este es el momento!Hoy me van a escribir una cancin nueva! Sorprendi-da, record algunas palabras prof cas que unos mesesantes les haban dado con respecto a que sus alabanzas

se oiran en las naciones y que entre ellos haban perso-nas con el corazn de David; sin embargo, escuchar alSeor decirle: Hoy es el da que van a incursionar en lacomposicin no dej de inquietarla. Al corroborar en


2/40

2

Qu tal si cantan sus propias canciones?

su corazn que verdaderamente era el Espritu quien le

hablaba, or: Bueno, Seor Si esto es tuyo vamos ahacerlo!

Efec vamente, en ese instante detuvo su lmente laoracin, compar con todos el sen r del Seor y comotoda una comandante de tropa dio directrices al equipo

para que se dispersaran sobre la tarima y le pidi a cadauno tomar papel y lpiz para comenzar a componer.

A medida que todos se ubicaban, Hna. Reina le dijo aMauricio, el guitarrista, que l sera parte vital de la can-cin que escribiran para el Seor, le dio instrucciones de

que escogiera los mejores acordes musicales que pudie-ra y lo puso a trabajar. Luego, mientras l los escoga yhaca sonar, el resto se dedic a escribir ideas y pensa-mientos que sen an de Dios en ese momento. Ideas queposteriormente se conver ran en la letra de la cancin.

Unos cuarenta minutos despus de haber iniciado, cadaquien comenz a cantar, delante de todos, sus propiasletras intentando acoplarse a lo que Mauricio tocaba enla guitarra. Algunos lo hicieron con midez pues no sa-ban en qu iba a parar aquello. Pero al hacerlo notaronque haba letras que s y letras que no se acoplaban a lamsica. Por lo tanto, decidieron escoger las partes delas letras que s concordaban hasta de nir aquellas que


3/40


3

incluiran en la cancin. Es decir, en la estrofa, el coro y

el puente.

Despus de transcurrido ms de la mitad del empoque les ocupa realizar su ensayo, lograron escribir laletra nal, de nieron la meloda y tambin los acordesque llevara la cancin. Se dirigieron a la o cina de la

iglesia y la imprimieron para comenzar a ensayarla. Todomundo estaba emocionado por lo que estaba pasando,nadie quera terminar de trabajar. Adems, para que nose les olvidaran las partes de la cancin aprovecharonese momento para grabar en sus telfonos celulares lasmelodas que estaban cantando.

Cuando terminaron de ensayar la cancin todo mundoestaba tan emocionado que comenzaron a aplaudir alSeor espontneamente. Estaban agradecidos. Sobretodo por haber vencido las barreras del nunca lo hemoshecho y del eso no se puede . Todos aplaudan conentusiasmo. Despus de dos horas de trabajo estallaronen expresiones de gozo producto de haber culminadosu primera composicin como equipo de alabanza. Enpalabras de Hna. Reina: Toda la experiencia fue unaverdadera aventura!

El episodio que le acabo de relatar sucedi un mes antesdel aniversario de la iglesia Comunidad Cris ana, lugardonde este equipo compositores ministra. Por eso, sa-


4/40

4


biendo que se acercaba dicha fecha decidieron estrenar

la nueva cancin el mismo da que conmemoraran suoctavo aniversario.

El da del aniversario, luego que Hna. Reina diera unasbreves palabras de introduccin, cantaron la cancin AlRey exltale ante la congregacin. La cantaron con el

corazn y con toda la excelencia posible. Cuando ter-minaron no imaginaron que la gente iba a exclamar envoz alta: Otra vez! Otra vez! Al or eso Hna. Reina seconmovi. Ellos nunca pensaron que la iglesia iba a reac-cionar de es forma. As que con entusiasmo volvieron acantarla.

Al concluir la celebracin y mientras todos se re raban,los miembros del equipo de alabanza escucharon a va-rios nios cantar el coro de la cancin en los atrios de laiglesia y adems, quedaron tan mo vados por esta ex -periencia que han con nuado acercndose a Hna. Reinapara mostrarle ideas de canciones que han estado traba-

jando despus de esa primera vez que escribieron.

Hay tres cosas que me llaman la atencin de esta expe-riencia inusual de composicin:

En primer lugar: la forma en que el Espritu Santo im-puls a este equipo de msicos y cantantes a componer.Esta experiencia con rma lo que la Escritura nos insitaa hacer de cantar canciones nuevas. Es decir, su manda-


5/40


5

miento sigue vigente. Dios an est interesado en que

escribamos canciones propias e inditas para l.

Segundo: me impresiona imaginar al equipo distribuirsesobre la tarima de la iglesia y u lizarla como escritoriopara componer. Ellos comenzaron a escribir lo que sen-

an que seran las letras y los acordes apropiados para

la cancin que el Seor los impulsaba a hacer. Cuandocada quien mostr su propuesta ante todos, a pesar dela midez, nadie se burl el uno del otro ni menosprecia -ron las aportaciones que estaban haciendo. Verdaderotrabajo en equipo!

Y por l mo: me impresiona saber que este equipo,que nunca antes haban escrito una cancin, tom valorsu ciente, no slo para animarse a escribir, sino tambinpara cantar ante la congregacin reunida. Eso se llama:Valor! Eso es creer en sus propias canciones y decidirbendecir a otros con las cosas frescas que Dios les estinspirando a escribir.

Pienso que si el equipo de alabanza de ComunidadCris ana lo pudo hacer, cualquier otro equipo tambinpuede. Pienso que si los equipos de alabanza de nues-tras congregaciones apartaran un ensayo al mes paraprac car un po de ejercicio de composicin similar,sucederan cosas impresionantes. Qu tal si se anima a


6/40

6


hacerlo? Qu tal si mo va a sus cantantes y msicos a

imitar el ejemplo de esta iglesia?

Por mi parte, ya o la cancin del equipo de alabanza deComunidad Cris ana. Y djeme decirle que est: Buen -sima! Digna de ser grabada en un disco y ser cantada enlas congregaciones.

LA INVITACIN DEL SEOR A COMPONERHay muchas cosas en la Biblia que a m en lo personalme impresionan. Una de ellas es encontrar en los Salmosla invitacin del Seor a que cantemos canciones nuevas.

A que incursionemos en la composicin. Comprubelousted mismo:

Cantadle cn co nuevo; hacedlo bien, taendo con jbi -lo. Salmo 33:3.

Cantad a Jehov cn co nuevo; cantad a Jehov, todala erra.Salmo 96:1.

Cantad a Jehov cn co nuevo, porque ha hecho mara -

villas Salmo 98:1.


7/40


7

Cantad a Jehov cn co nuevo; su alabanza sea en la

congregacin de los santos. Salmo 149:1.

Como ve, es bblico componer. El Seor mismo nos invitaa hacerlo. Si recuerda, uno de los atributos de Dios esque es Creador (vase Gnesis 1:1) y a la vez es crea-

vo. Al Seor le gusta que nos parezcamos a l. Por esonos invita a que creemos cosas nuevas. A que compon-gamos. El apstol Pablo escribi: Sean pues, imitadoresde Dios como hijos amados (Efesios 5:1). Por lo tanto,escribir canciones nuevas es un acto de obediencia aldeseo de Dios que lo imitemos.

Es ms, la Biblia dice que fuimos hechos a su imagen ysemejanza (vase Gnesis 1:26-27). Lo recuerda? Poreso, desde que nacemos traemos la chispa de la innova-cin en nuestros genes. En este sen do, manifestar uninters por lo nuevo y por los procesos de creacin esalgo normal en el ser humano. No deberamos alarmar-nos ante eso, sino alegrarnos por an poseer este ras-go de nuestro Creador. No cree?

LA COMPOSICIN EN LA IGLESIAPermtame darle mi apreciacin de la iglesia en cuanto altema de la composicin. Cuando visito algunas congre-gaciones, cuando veo sus reuniones por la Televisin o


8/40

8


converso con algunos miembros de equipos de alaban-

za, me sorprende corroborar lo renuentes que estamossiendo a la invitacin del Seor de cantar cancionesnuevas. Como mencion, es bblico hacerlo y es el deseode Dios que lo hagamos. Al a rmar esto no me re ero aque hay que darle la espalda a las canciones de antaoni a que en cada una de nuestras reuniones todo lo quecantemos debe ser nuevo. No, me re ero a que muchasiglesias han abandonado la innovacin saludable.

Por el momento no me detendr a detallar por qu algu-nos lderes y congregaciones son renuentes a la innova-cin, simplemente quiero animarle a considerar la posi-bilidad de comenzar a cantar sus propias canciones en suiglesia. Como dije antes: no est mal que cantemos can-ciones an guas o de otros en nuestras reuniones. Diosha levantado a travs de los aos poderosos ministeriosmusicales y a grandes compositores para que nuestras

congregaciones canten; sin embargo, actualmente veomuy poca (por no decir: ninguna) composicin de cantosnuevos de parte de los miembros de las iglesias locales.Estoy hablando de mi pas. S, cantan los l moshitsde la radio. Est bien. Pero, en la mayora de casos, nocantan las canciones que sus propios compositores estnconfeccionando.

Permtame preguntarle: cantan en su iglesia cancioneshechas por los integrantes del ministerio de msica?


9/40


9

Cantan en su congregacin canciones hechas por algn

miembro de la iglesia? Probablemente no. Luego ve-remos algunas razones del por qu de este fenmeno;sin embargo, por el momento basta con decir que en sucongregacin hay compositores. S, los hay! Escondi-dos!, pero los hay. Inac vos!, pero los hay. Como lde-res y miembros comprome dos deberamos propiciar elsurgimiento de nuestra propia msica indita, con sello yhuella dac lar nuestra. No le parece?

No me mal en enda. No estoy abogando por rar por laborda las canciones de otros y que no son de ustedes.No, simplemente creo que hay talento escondido dentrode su iglesia y que debera de apoyarse. Por qu? Por-que necesitamos cantar canciones nuevas! Esa es la invi-tacin que hemos recibido del Seor: Canten cancionesnuevas! resuena su voz en los Salmos. Tquenlas conalegra! dice el 33:3. Canten canciones nuevas! Cn-

tenlas en todo el planeta! dice el 96:2. Canten cancio-nes nuevas! Que vuestra inspiracin son las maravillasque hago por ustedes dice el 98:1. Canten cancionesnuevas!.. Cntenlas en todas las congregaciones! nali-za el 149:1.

No debemos estancarnos en el pasado ni menospre-ciar lo que nuestros propios compositores estn hacien-do. Mi hermano menor me dijo una vez: Noel, mecreeras si te digo que a pesar de la edad que ene la hu -


10/40

10


manidad, el nmero de habitantes que han vivido en este

mundo y la gran can dad de canciones que hasta hoy sehan escrito, an no se ha compuesto siquiera la tercera

parte de las canciones que podran escribirse?

Cuando pienso en esa pregunta me impresiono por sumagnitud. Por eso pregunto: si an disponemos de tal

caudal de recursos para innovar, por qu no estamosechando mano de ellos? Si Dios es el Dios Creador y no-sotros su imagen y semejanza, por qu no hemos sidocapaces de imitar sus pasos? Es ms, si Dios ya nos invita que le compongamos canciones nuevas, por qu nonos hemos dado a la tarea de conocer lo que nuestrospropios compositores estn escribiendo? Acaso hemosolvidado que cuando Jess, el amado novio de la iglesia,est presente, el corazn enamorado de los adoradoresse inspira a componer? Acaso no hemos ledo el pa-saje que dice: Mi amado habl, y me dijo: Levntate,

oh amiga ma, hermosa ma, y ven. Porque he aqu ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue; se hanmostrado las ores en la erra, el empo de la cancinha venido (Cantar de los cantares 2:10-12)? Parecieraser que s!


11/40


11

POR QU ALGUNAS IGLESIAS NO CANTAN SUS

PROPIAS CANCIONES?A mi modo de ver el hecho de que las iglesias tengan

compositores entre sus las y no los tomen en cuenta,es lamentable. Algo dis nto sera que no los tuvieran,cosa que a veces pasa. Pero si los hay, por qu no se les

busca? Por qu no se canta lo que ellos estn escribien-

do? Han de haber muchas razones, he aqu cinco que

vienen a mi mente:

Comodidad.

Cantar una cancin nueva, ya sea del l mo disco demsica cris ana o de uno de nuestros propios escritores,implica esfuerzo. Esfuerzo que muchos pastores, direc-tores o equipos de adoracin no estn dispuestos a dar.Holgazanera pura! Pinselo:

Cantar una cancin nueva requiere empo de seleccin. Implica dedicar empo para sentarse a escuchar msi -ca, las propuestas de los compositores y escoger la msapropiada para la reunin.

Cantar una cancin nueva requiere empo de prepara -cin . Implica que alguien debe trabajar en escribir lasletras, cifrados o par turas para el ensayo del equipo dealabanza.


12/40

12


Cantar una cancin nueva requiere empo de ensayo .

Implica que un equipo de msicos y cantantes dedica -rn varias horas a la semana para aprender y dominar lacancin que van a ensear.

Cantar una cancin nueva requiere empo de ense -anza . Implica que el equipo de alabanza se esforzar

por mostrar en la reunin de la iglesia la cancin que hanprac cado y que ahora desean que las personas apren -dan.

Cantar una cancin nueva requiere empo de repe cin.Implica que el equipo de alabanza deber mostrarla a

las personas en repe das ocasiones hasta que esta seaparte del repertorio de la iglesia.

Si a todo esto le sumamos el riesgo de que a la congrega-cin no le guste la cancin, algunos atornillan su mentepensando: Ante tal panorama Mejor sigamos cantan -

do lo de siempre!

Ceguera.

Recuerdo el empo que trabaj en una escuela cris anay no tenamos coordinador para el rea de nios. Llam

a pastores amigos para que me recomendaran a alguienpara el puesto, entrevist a varios aspirantes y an as noencontraba al indicado. Estaba preocupado! Un da, ha-blando con uno de los maestros que impar an clases a


13/40


13

los alumnos del bachillerato me dijo que su pasin eran

los pequeos y que funga como pastor de nios de suiglesia. A medida que hablbamos y me contaba todo loque haca en su congregacin en pro de los nios, yo de-ca para m: Caramba! Todo este empo he tenido a la

persona idnea entre mis las! Por qu no me di cuentade esto antes? Despus de esa conversacin ges ona -mos su traslado al rea de nios. Y aunque hace algunosaos ya no trabajo en dicho lugar, l sigue ejerciendo suministerio con los pequeos de forma impactante.

A veces podemos tener algo frente a nuestros ojos y anas no verlo. Vemos, pero no vemos . Es decir, padece-mos de ceguera. Pienso que lo mismo sucede en las con-gregaciones locales. Tenemos cantantes, msicos, pin-tores, poetas, compositores!, entre nuestras las y porculpa de nuestras escamas oculares no vemos a la gentetalentosa que est all. A veces, simplemente bastara

con tener el valor de preguntar desde el plpito: Hayalguien en este lugar que escriba canciones para Dios?para darnos cuenta que s hay escritores entre nuestropueblo.

Alienacin.

Segn el Diccionario de la Lengua Espaola la alienacines: El estado mental caracterizado por una prdida delsen miento de la propia iden dad. El pastor, director o


14/40

14


equipo de adoracin alienado piensa: Las canciones que

escriben en tal o cual pas o en tal o cual ministerio, sonmejores que las que alguna vez podra escribir alguien demi iglesia. Por eso cantamos lo que ellos componen y nolo nuestro!

Aunque muchos no lo reconoceran abiertamente, en

la prc ca manifestamos una mentalidad alienada. Sinotajante, por lo menos leve. Creyendo que lo que hayfuera de las cuatro paredes de nuestra iglesia es mejorque lo que hay dentro. Buscando traer lo de afuera haciadentro y menospreciando lo nuestro. Con esto no quierodecir que lo de afuera no ene valor. Claro que lo ene!Pero tambin lo que hay dentro ene valor. Simplemen -te hay de despojarnos de esa mentalidad e interesarnospor lo que nuestros propios compositores estn escri-biendo. Seguramente hay tesoros que no hemos descu-bierto por darle ms importancia a la mirada externa,

que a la interna.

Incredulidad.

Otra razn es la incredulidad. No creemos en lo quenuestra propia gente hace. Esto tambin ene que ver

con un nivel de alineacin que muchos inconcientemen-te padecemos. Pensamos que lo que se hace en otrospases es superior a lo que producimos en el nuestro.Que lo que otras congregaciones hacen est arriba de lo


15/40


15

que nuestra propia iglesia hace aqu abajo. Somos in-

crdulos ante lo que nosotros mismos producimos y nocreemos que nuestros talentos tengan tanto valor comoel de otros. Por lo tanto, los menospreciamos.

Como usted bien sabe, pensar as no est bien. Es decir,seguramente todos necesitamos mejorar, pero el hecho

de que a alguien de su congregacin an le falte perfec-cionar su talento no signi ca que no haga cosas de va -lor. Lo que sucede a veces es que ramos el agua de labaera con el beb y no slo el agua, como debera deser. El hecho de que como iglesia nos falte mucho por re-correr en cuanto al tema musical debera es mularnos acrecer en excelencia y a superar nuestros propios estn-dares. No a estancarnos y quedarnos de brazos cruzadosmenospreciando a nuestros hermanos con capacidadescrea vas. Es mejor tener equilibrio. Comenzar a tomar lomejor de ambos lugares y seguir adelante.

Por eso, un pilar fundamental para que una congrega-cin use las composiciones de sus mismos miembros,es creer en ellos. Si no creemos, ni siquiera apartare-mos empo para escuchar sus trabajos; mas si lo ha -cemos, entonces vamos por buen camino. Creer en el

talento de nuestros propios hermanos es vital para unaiglesia que espera ir en pos de una expresin musical coniden dad propia.


16/40

16


Cultura.

La l ma razn que viene a mi mente del por qu nocantamos lo que nuestros propios compositores estnescribiendo, es una razn cultural. Seamos francos, lamayora de ciudadanos en nuestros pases no valoran lasartes. Por lo menos en Centroamrica! Lugar de donde

soy. Esto se debe a que el aprecio por las ramas ar s -cas no se inculca constante y sistem camente a travsdel hogar y la educacin escolar. Aunque s se enseadesde la infancia, la mayora de veces dicho nfasis seinterrumpe (o disminuye) en algn momento del proce-so educa vo para darle prioridad al aprendizaje de otrasramas del conocimiento. Es decir, no se discipula com-pletamente en materia de artes a los nios hasta llegar ala adolescencia, slo cuando son pequeos. Despusya no. Cuando s se hace es debido a padres de familiay escuelas que saben lo trascendental que son las artes

para sus hijos y estudiantes. Por lo tanto, desean plas-mar en ellos dicho valor. Las mosamente, esto l mo esla excepcin.

En este sen do, el analfabe smo ar s co de la sociedadha permeado el seno de la iglesia. Todos somos producto

de nuestro hogar y de la educacin que recibimos. Poreso, no es de extraarse que la mayora de miembrosde nuestras congregaciones simplemente mani esten loque ya son. No enen cultura musical ni ar s ca. Por lo


17/40


17

tanto, ella est ausente en la vida de la iglesia. Probable-

mente este tambin sea otro factor por el cual no valora-mos la crea vidad de nuestros propios escritores.

TRES RAZONES POR LAS CUALES UNA IGLESIADEBERA CANTAR SUS PROPIAS CANCIONES

Despus de comentar cinco probables razones por lascuales algunas iglesias no cantan sus propios cantos, per-mtame hablarle brevemente del por qu es importantecantar dichas canciones en nuestras reuniones. Las razo-nes que a con nuacin expongo parten de la razn msimportante de todas: es el deseo del Seor. Es decir, yasea que cantemos o no lo que escriben nuestros propiosescritores, hemos sido invitados a cantar cn cos nue -vos. Lo recuerda? Los Salmos 33:3, 96:2, 98:1 y 149:1son evidencia de ello. Basado en esto, creo que hay porlo menos tres razones por las cuales deberamos cantar

canciones nuevas.

Cantar canciones nuevas refresca.

Incluir una cancin nueva puede traer frescura a unempo de alabanza y adoracin congregacional caracte -

rizado por la ru na. Claro que se pueden hacer algunascosas ms para lograr dicho n, pero un canto nuevo caecomo anillo al dedo cuando se trata de salir de la ru nade cantar lo de siempre. Por lo general, cuando en una


18/40

18


iglesia el repertorio musical nunca cambia los miem-

bros asocian el empo de adoracin con aburriendo. Nosiempre, pero la mayora de veces s. Lo que pasa es quelas personas no lo dicen; sin embargo, si todos fura-mos sinceros, muchos coincidiramos en que muchas denuestras reuniones de adoracin, donde se canta siem-pre lo mismo, son ru narias y predecibles.

En cierto sen do, la mala fama que ene en algunoscrculos la adoracin congregacional se debe a pastores ydirectores de adoracin sin visin para ella. La adoracinno debera ser aburrida. Debera ser dinmica y vibrante.Uno de los empos favoritos de los adoradores! En estesen do, incluir peridicamente canciones nuevas rom -pe la pesada monotona de cantar lo de siempre. Mssi una de esas canciones ha sido escrita por uno de losnuestros!

Imagine conmigo lo siguiente: El empo de alabanza yadoracin de su iglesia inicia. Los hermanos cantan loms animosamente posible que la ru na de cantar lomismo les permite. Cantan la primera cancin, la segun-da y la tercera de la lista del director. De repente! En elcuarto canto, el lder de alabanza hace una breve inte-

rrupcin y anuncia que en ese momento va a ensearlesun canto nuevo. Ops! El viejo odre sufre una rotura!A esto, el lder aade que dicho canto no es un simplecanto. No, no, no! Es una cancin que uno de los inte-


19/40


19

grantes del grupo de alabanza ha compuesto para que

juntos celebren la presencia de Dios. 1, 2, 3! Vamosmuchachos! exclama el director. Y comienzan a cantarloante la congregacin.

Sabe qu va a pasar en ese instante? Se quiebra el viejoodre. Los ojos de los congregantes se abren como platos

y la expecta va crece. Al punto que desean or, sen r ydisfrutar la composicin que uno de los suyos ha escritopara bene cio del pueblo que adora. El odre de la inno -vacin comienza a estrenarse!

Yo le garan zo, que si el equipo de adoracin ene no

para escoger las canciones y ensean dinmicamen-te sus propias composiciones, en unos meses algunosmiembros de la iglesia experimentarn tal entusiasmoque comenzarn a acercarse a los integrantes del grupode alabanza para preguntarles cundo grabarn dichascanciones. No slo para bene cio de ellos mismos, sinopara que otros ms tambin puedan ser bendecidos.Todo por causa de un lder que tuvo la valen a de inno -var con msica indita hecha por ellos mismos!

Espero no dar la impresin de que cantar canciones nue-vas es la panacea de nuestras reuniones ni que debemosinnovar con el n de grabar un disco. Esa no es mi inten-cin; sin embargo, lo que s har la innovacin saludableser traer frescura a sus empos de adoracin, al cora -


20/40

20


zn de los asistentes y muy probablemente, cambiar

la ac tud de aquellos que creen que sus reuniones sonaburridas y predecibles. Ser como un vaso de agua en eldesierto de la ru na.

Cantar canciones nuevas consolida.

Quin mejor que un compositor de la iglesia local paratransmi r, por medio de canciones, el sen r de la con -gregacin en general! Como usted bien sabe, Dios eneun trato personal con cada comunidad de creyentes, concada iglesia. Lea Apocalipsis captulo dos y tres, y verque el Seor ene un trato espec co con cada congre -

gacin. Ese trato, o mejor dicho: ese sen r de Dios porsu pueblo, es transmi do a travs del mensajero de laPalabra (el pastor) a todos sus miembros. Por eso, mu-chas veces, los predicadores ensean sobre un mismotema a sus iglesias durante varias semanas. Esto se debea que han discernido que dicho nfasis ayudar a losmiembros a obedecer ms puntualmente a Dios en susvidas segn lo que el Espritu les est guiando. Cuan-do eso sucede, un compositor debe prestar atencin yvalerse de ese recurso y nfasis espiritual para escribircanciones que la iglesia pueda cantar durante dicho pro-

ceso.

Cuando una iglesia es instruida sobre un tema y a lavez canta sobre el mismo, las probabilidades de que las


21/40


21

lecciones de la Escritura marquen sus vidas crece enor-

memente. Nunca las van a olvidar. Por qu? Porqueno slo las oyeron, sino tambin porque las cantaron yrepi eron en sus corazones. Por lo tanto, tenga porseguro que despus de cada una de esas reuniones losadoradores podrn llevarse un canto que saben que Diosles dio como recordatorio del nfasis que l est hacien-do en sus vidas, como individuos y como cuerpo. Poreso, cuando un pastor ene un sen r par cular para sucongregacin y sabe que durar varias semanas, debepedirle a los compositores de la iglesia que lo apoyenescribiendo canciones que refuercen la enseanza que

impar r. De esta forma, el ministerio pastoral y musicalse unirn, y podrn consolidar al pueblo en el nivel deobediencia que Dios los est llamando.

Cantar canciones nuevas fortalece.

Cantar canciones nuevas no slo ene el potencial detraer frescura a la adoracin y consolidar a la comunidadde creyentes. Hacerlo tambin fortalece la vida de laspersonas y de la iglesia. La Biblia dice:El gozo del Seores vuestra fortaleza (Nehemas 8:10)

La alegra, el gozo y el regocijo que causa cantar lo quelos compositores locales estn escribiendo fortalece lasbras mismas de la congregacin. El hecho de que ellos

estn componiendo acerca de los nfasis espirituales


22/40

22


que Dios est trayendo a sus vidas como iglesia, es sin-

nimo de una relacin viva y dinmica, que como cuerpo,estn experimentando en el Seor. No estarn escribien-do sobre lo que est sucediendo al otro lado del mundoni en algn pas vecino. Estn cantando sobre las obrasque Dios mismo est haciendo en medio de ellos. Haceresto trae vitalidad y fe a la vida de los hermanos. Lespermite ver al Seor, no como un ser distante que estall bendiciendo a otras iglesias, sino como uno que lespermite observar de primera la su trato nico y espec -

co para la congregacin.

Eso fue lo que le pas al an guo Israel. Recuerda cuan-do el pueblo cruz el Mar rojo? Recuerda cuando fa-ran y su gente de a caballo fueron sepultados bajo elocano? La Biblia dice que cuando Moiss y toda la con-gregacin presenciaron este milagro comenzaron a can-tar este cn co a Jehov: Cantar yo a Jehov, porque

se ha magni cado grandemente; ha echado en el mar alcaballo y al jinete. Jehov es mi fortaleza y mi cn co (xodo 15:1-2). Cuando el milagro sucedi Israel no tenaun canto apropiado para celebrar el momento. Por lotanto, escribieron uno nuevo. De qu nos habla esto?De que cuando Dios hace maravillas entre su pueblo,una forma de perpetuar dicha experiencia es cantar uncn co nuevo que hable sobre ello. De ese modo, cuan -do transcurra el empo, a pesar de que ese hecho haya


23/40


23

sucedido hace mucho, podrn recordar a travs de esa

cancin que l ha estado presente y que nunca los haabandonado. Y al hacerlo, sus corazones se fortalecernpor el hecho de recordar el trato personal que Dios havenido teniendo con ellos durante los l mos aos comoiglesia.

De ni vamente, cantar canciones nuevas puede ser debendicin para su congregacin. Ser como beber unvaso de agua en medio del desierto de cantar lo mismo.Por lo tanto, cundo decidirn cantar una cancin pro-pia en alguna reunin? Cundo se animarn a hacerlo?Bueno, esa respuesta slo la ene usted y su equipo deadoracin.

10 IDEAS PARA COMENZAR A CANTAR CANCIONESNUEVASLos siguientes ps pueden ayudar a pastores, directo -res y equipos de adoracin a incluir, dentro del reperto-rio musical de la iglesia, canciones que ellos mismos omiembros de la congregacin estn componiendo. Lassiguientes son algunas de las muchas cosas que pudieranhacer:

Haga una invitacin.

S, invite a los miembros del equipo de alabanza a quemuestren las canciones que han escrito o estn escri-


24/40

24


biendo. Dgales que desean impulsar poco a poco la

propia iden dad musical del grupo y de la iglesia. Quecantar lo propio puede bendecir a la congregacin. An-meles a vencer el temor, a creer en sus canciones y aque las muestren a su lder inmediato para considerar suu lizacin. Muy probablemente muchos ministerios deadoracin se llevarn gratas sorpresas al descubrir can-ciones que nunca pensaron que sus integrantes podanescribir.

Ample la invitacin.

S, ample la invitacin. No slo a los integrantes del

equipo de alabanza, sino tambin a los miembros de laiglesia en general. Ponga un anuncio en el bole n o mu -ral de la iglesia, anncielo desde el plpito. Invtelos aque traigan sus composiciones para considerar su u li -zacin. No les prometa que las usarn, slo dgales quedesean considerarlas. Antes de ampliar la invitacinsera prudente establecer requisitos bsicos que debellenar la persona que ofrezca sus composiciones. Porejemplo: un empo mnimo como miembro de igle -sia, bau zado en agua, el diezmador, miembro de algu -na casa de oracin o clula, etc. El propsito de esto es

asegurase, en la medida de lo posible, que el compositortenga una vida cris ana consecuente con su fe. No vayaa llevarse la sorpresa de que estn cantando canciones


25/40


25

de alguien con una vida desordenada. Por eso, establez-

ca requisitos mnimos, adems de exibles.

Defna un perfl.

De na un per l bsico con las caracters cas que deseade las canciones que quiere que los miembros de la igle-sia presenten ante ustedes. Yo le recomiendo comenzarporque sean canciones de alabanza y adoracin congre-gacional. No enen que ser necesariamente cancionesmuy largas, pueden ser cortas. Apegadas a la sana doc-trina. Que honren el espritu de celebracin y adoracindel cris anismo. Pegajosas en meloda y apropiadas para

el es lo rtmico musical que caracteriza a la congrega-cin.

Si por alguna razn las canciones que le presentan noson congregacionales o de ritmos que no usaran duran-te un empo regular de alabanza, no las deseche. Estaspueden ser usadas en el futuro para el momento derecoger la ofrenda, para puntos especiales de la reunin,en dramas, conciertos o tardes de talentos organizadospor la iglesia. En este sen do, considere para u liza-cin todas las canciones que se presenten. Claro, confor-

me al per l bsico que hayan elaborado.


26/40

26


Cumpla su promesa.

De nade sirve invitar a que la gente presente sus cancio-nes si con el transcurrir del empo no van mostrarse p -blicamente en alguna reunin. Eso sera prometer algoque no se va a cumplir. Si logra reunir un grupo de can-ciones, por lo menos debera mostrar una cada cuatro o

seis semanas. Si usted cree que eso es poco empo, estbien. Cada lder y equipo de alabanza deben establecersus propios perodos de innovacin y exposicin de can-ciones nuevas. Por mi parte le recomiendo mostrar unacada mes o mes y medio.

Insisto: si por alguna razn las canciones que lleguena sus manos no son de alabanza y adoracin congre-gacional, no deben desecharse. Estas se pueden mos-trar como punto especial en alguna reunin o evento. Loimportante aqu es que quienes muestren sus cancionespara evaluacin vean que s se estn cantando en pbli-

co conforme a lo que se prome y que no se les est in -cen vando a una utopa. Esto no signi ca que usted estobligado a cantar todo lo que los hermanos le han dado.No, debe escoger las mejores canciones para ensearlasa la iglesia. No todas, slo las mejores. Pero por favor:

Cumpla su palabra! Dle seguimiento a esta inicia va ymuestre en pblico lo que sus propios compositoresestn haciendo.


27/40


28/40

28


mientras simultneamente u lizan canciones de otros

dentro del repertorio. Otros quiz pre eran cantar msen ese perodo de empo. Est bien, pero tenga cuidado.Administre bien su celo por innovar.

Por otro lado, no seda fcilmente a la tentacin de gra-bar un disco de msica cris ana cuando comience a reci -

bir canciones nuevas. Muchos, al ver tal caudal de crea -vidad, piensan que es la voluntad de Dios que graben undisco de alabanza y adoracin congregacional. Yo no digoque no lo sea, pero le animo a que busque seriamente aDios sobre ello y luego decidan. Que el caudal de crea-

vidad no sea la razn por la cual grabar, sino porqueestn experimentando un mover de Dios en adoracinque es digno de mostrar a las naciones.

No se desanime.

Aunque las recomendaciones que estoy planteando

estn orientadas al lado posi vo de la recepcin de can -ciones, tambin existe la posibilidad que reciban poco onada cuando inviten a los miembros de la iglesia a quelas muestren. Eso tambin puede suceder. El caudal decrea vidad est supeditado al nmero de composito -

res amateurs con que una congregacin cuenta. En estesen do, entre ms grande el nmero de miembros deuna iglesia, ms probabilidades de que hayan ms com-positores. Lgicamente, entre menos miembros, menos


29/40


29

escritores. Aunque esta regla no est escrita en piedra,

por lo general se cumple. Sin embargo, no se desanime.Insista e invite a todo mundo a presentar sus canciones,que sino es en este momento, en el mediano plazo y amedida que la obra local vaya creciendo irn surgien-do personas que le mostrarn canciones con potencialpara ser cantadas en pblico.

Capactelos.

Provea recursos para aquellos que ya componen o paraaquellos que mani esten inters por aprender a hacerlo.Es decir, capactelos. Sea que sean miembros del equipo

de alabanza o miembros de la congregacin sugirales,cmpreles o prsteles materiales que les ayuden a cre-cer en su vida como escritores. Recomindeles si os enInternet que puedan consultar ( www.laaventuradecom-poner.com puede ser uno de ellos). Patrocneles congre-sos, seminarios, clnicas o talleres de msica o de com-posicin. Vamos, no esca me este esfuerzo. Invierta enellos! Se dar cuenta de que al hacerlo experimentaruna de las sa sfacciones ms grandes que una personapuede tener en la vida: contribuir al crecimiento de suprjimo.
http://www.laaventuradecomponer.com/http://www.laaventuradecomponer.com/http://www.laaventuradecomponer.com/http://www.laaventuradecomponer.com/


30/40

30


Haga un concurso!

Qu tal si hace un concurso de composicin? A vecesa la iglesia le hace falta crea vidad. Piensan que hacereventos premiados es imitar al mundo. Pero no, no seconfunda. Hace unos meses mi iglesia hizo un concursode composicin junto con la alcalda de la ciudad. Como

el alcalde iba a lanzar un programa para mejorar las re-laciones entre sus habitantes, llamado: El buen vecino,la iglesia se uni a dicha campaa e hizo un concurso decomposicin. La idea era crear una cancin cuyo tulotenia que ser: El buen vecino y el premio sera $100.00en efec vo. Aunque no par ciparon muchas personas,el resultado fue extraordinario. Quienes se inscribieronpresentaron canciones muy bien hechas y muy crea vas.

Qu tal si usted hace lo mismo? Quiz hasta puedaunirse a otras iglesias para realizar el evento! Por eso, es-tablezca un tema sobre el cual componer, elija un equipo

de evaluadores y aunque no ofrezca dinero en efec vocomo primer premio, puede recurrir a miembros de laiglesia o ministerios en la ciudad para que colaboren conusted con premios sorpresa para los ganadores.

No estorbe.Lo peor que una persona puede hacer con un compo-sitor o con un aspirante a serlo, es no creer en l. Haymuchas formas de manifestar esa ac tud. Por favor,


31/40


31

evtelas! Nunca se burle de la cancin de alguien. Nunca

le diga a alguien que jams llegar a ser un buen escritor.Nunca haga gestos de desprecio cuando alguien le mues-tre su cancin. Ojo: No le estoy diciendo que mienta. Sila cancin de alguien no es buena y necesita mejorarla,hay que decirle la verdad en amor. Pero tampoco seagrosero y aplaste el llamado en el que alguien ha co-menzado a caminar. Crea en ellos, anmelos, dedqueles

empo para escuchar sus canciones y dles palabras dealiento. No destruya lo sueos de alguien que muy pro-bablemente se conver r en un gran compositor en estageneracin.

Por l mo, seguramente hay ms ideas crea vas paraes mular la composicin en la iglesia local. Esta lista nopretende ser exhaus va. Est abierta para aadir aque -llas que se puedan implementar y as comenzar a favore-cer la innovacin saludable en nuestras congregaciones.

SUGERENCIAS ADICIONALESUna cosa es es mular la composicin en su equipo dealabanza y congregacin, y otra saber presentar una can-cin nueva ante la iglesia. Usted puede montar un buen

programa de mo vacin para que su gente comience amostrar las canciones que estn escribiendo, pero si nosabe introducir sabiamente dichos cantos al repertoriode la iglesia todo puede venirse abajo. En este sen do,


32/40

32


permtame brindarle algunas sugerencias que creo pue-

den ayudarle cuando vayan a presentar un canto nuevodelante de la congregacin.

Est conciente que puede haber oposicin.

La oposicin a la que me re ero no es de ndole espiri-tual, sino a la renuencia normal que algunos hermanospueden manifestar cuando usted cante canciones nuevasque usted desea que aprendan. Como dice Bob Sorge ensu libro Exploracin a la adoracin: Como regla gene-ral, a las personas no les gusta aprender cantos nuevos.Es un proceso que requiere energa y pensamiento, y se

supone que la iglesia es el lugar donde se debe minimizarel uso de estos recursos. Se espera cierta resistencia ini-cial cuando se ensee un canto nuevo, pero con la insis-tencia se vern resultados posi vo. 1 Por lo tanto, a pesarde la posible oposicin, usted siga adelante e introduzcacanciones nuevas en el repertorio de la iglesia.

Haga uso de ayudas visuales.

Si su iglesia cuenta con proyector y pantalla, u lce-los! Eso facilitar que los hermanos se aprendan lo mspronto posible la cancin nueva. A veces me sorprendode directores de adoracin que enen estos recursos asu alcance y no los usan. A mi modo de ver, si una iglesiacuenta con proyector y pantalla debera ser obligato-1 Sorge, Bob. Exploracin de la Adoracin. Segunda Edicin, 2002. Editorial Vida. Pg. 202 .


33/40


33

rio que el equipo de alabanza proyecte las letras de las

canciones de la lista de cantos para bene cio de la con -gregacin que dirigen. Las mosamente hay directores deadoracin que no comprenden la importancia de estosrecursos a la hora de introducir canciones nuevas. Si sumisin como director es velar por la adoracin par cipa -

va, por qu no u lizarlos para maximizar la par cipa-cin de la iglesia?

Si su iglesia no cuenta con proyectores me imagino ques contar con un bole n que reparten a los miembroscuando entran al templo. Si este fuera el caso, tambindebera ser obligatorio que el equipo de alabanza inclu-ya en dicha hoja la letra de la cancin nueva que vanpresentar. Hacerlo har sen r al adorador que se le esttomando en cuenta. De lo contrario, se sen rn comosimples espectadores.

Dominen la cancin.Si van a introducir una cancin nueva es lgico pensarque el director de adoracin y el equipo de alabanzadeben conocer a cabalidad la cancin; sin embargo, porsorprendente que parezca, muchos se aventuran a can-

tar canciones nuevas sin siquiera dominarlas. Por favor,nunca haga eso. Ni Dios ni la gente se merece eso. Sucancin puede sufrir el sndrome del debut y despedidapor su negligencia de no ensayarla lo su ciente. Le ani-


34/40

34


mo a que sea paciente y espere a que todo el equipo de

alabanza domine el canto antes de ensearla por prime-ra vez a la congregacin.

S de equipos de alabanza que introducen cantos nuevosen la iglesia sin importar que los cantantes se los sepan.Todos la dominan, menos las voces de apoyo. A mi modo

de ver introducir un canto sin que todos, cantantes y m-sicos, conozcan la cancin, es incorrecto y cae en el irres-peto. S que puede haber excepciones, pero aunque loscantantes hayan accedido a mostrar un canto a la iglesiasin ellos saberlo, como regla general todo integrante delequipo de alabanza debe dominar las canciones antes deensearlas a la congregacin. Esto es cues n de ca.Tiene que ver con hacer sen r a cada integrante comoparte importante del equipo de alabanza. No es correc-to pretender que toda la iglesia se aprenda algo que nisiquiera los integrantes del ministerio conocen.

Presntenla como punto especial.

Qu tal si en lugar de cantar la cancin nueva en elempo regular de alabanza, la cantan como punto es -

pecial de la reunin o cuando recogen la ofrenda? De

este modo, cuando llegue la hora de cantarla dentro delempo de alabanza la congregacin estar familiarizadacon la cancin. Claro, es una sugerencia. Pues si la iglesiacuenta con proyectores y pantalla, o bole n, no tendra


35/40


35

que haber mayor problema al introducirla en el empo

regular de la celebracin.

Canten una cancin nueva cada mes o mes y medio.

Aunque no hay nada escrito en piedra sobre esto, lo msrecomendable es cantar una cancin nueva cada 4 6semanas. Aunque s de iglesias que cantan una cancinnueva por semana, sera bueno evaluar con obje vidadqu tan bene ciosa est siendo esa velocidad de inno -vacin. En este sen do, creo que ensear una cancinnueva cada mes o mes y medio es saludable, ya que lepermi r a la congregacin adoptar como suyas dichascanciones antes de comenzar a aprenderse otras nuevas.

Administre bien cada cancin.

Hay algo que yo llamo: La buena administracin de can -tos . Lo cual trata sobre saber administrar correctamente

los cantos que se introducen por primera vez al reperto-rio de la iglesia. Por ejemplo, cuando comiencen a cantaruna cancin nueva cntenla el empo normal que debecantarse. Es decir, 4 5 minutos. No ms! A menos queel Espritu Santo los dirija de dis nta forma. Lo que suce-de es que algunos directores de adoracin en su afn deque la iglesia aprenda la cancin nueva la cantan has-ta 10 minutos seguidos pensando que ms es mejor ,cuando en realidad eso provoca rechazo. Tenga cuidado,


36/40

36


administre bien el canto. Recuerde que esa primera vez

no ser la l ma vez que la cantar, tendr ms oportu -nidades.

La buena administracin de cantos tambin ene quever con cantar una cancin nueva la can dad de sema -nas apropiadas. Es decir, est bien cantarla 3 4 domin-

gos seguidos. Pero despus ya no. Luego de 4 domingoses mejor guardarla por un par de semanas y luego vol-verla a sacar y cantar de nuevo otras 2 semanas segui-das. Luego, vuelva a guardarla y squela unas semanasdespus segn crea conveniente. Lo que se pretende conesto es no cansar a la iglesia con un mismo canto. Losdirectores de adoracin no deben ceder a la tentacinde obsesionarse con una cancin y dejarla descansarsegn la buena administracin de cantos lo dicta. Si sabeadministrar su celo por innovar es ms probable que suscanciones gusten por mucho ms empo que si las canta

durante 6 meses seguidos sin parar.

Sepa perder.

En algunas ocasiones, no siempre, cuando se introduceun canto nuevo no se ob enen los resultados esperados.

La verdad es que eso a veces pasa. En el sen do de quehay canciones que son bien recibidas por la congrega-cin y otras que no. No es que los hermanos la rechacenporque la escribi algn integrante del ministerio de


37/40


37

msica, sino que la cancin no es tan buena como se

cree. A veces a los integrantes del equipo de alabanza lesfalta no a la hora de escoger bien de entre sus propioscantos. Cuando pase eso y la reaccin de la iglesia no seafavorable, sepa perder. Sea humilde y evale qu suce-di. Tal vez la introdujeron en un momento inapropiado,tal vez la cancin no era tan congregacional como pen-saron o el gnero rtmico no era el indicado para el es loal que la gente est acostumbrada. Por eso, si por algunarazn perciben que la cancin no contribuye a elevar elespritu de alabanza y adoracin de la iglesia, entoncesdjenla de lado y sigan adelante con sus deseos de inno-

var. Claro, ahora con ms no.

Escoja un buen momento.

En qu momento de la reunin es oportuno introdu-cir un canto nuevo? Mi opinin es que cualquiera. Si elequipo de alabanza domina la cancin, la proyectan enla pantalla y la cantan las veces necesarias, pienso quesea que la canten al inicio, en medio o al nal de la re-unin cualquier momento es el oportuno. Algo que lepuede ayudar a de nir en qu momento de la reunindebe cantar un canto nuevo es revisar su lista de can-

tos. Cuando la haya de nido, revise el nfasis tem code la cancin que quiere introducir y su gnero rtmico.Cuando lo haya hecho, ubique la nueva cancin antes odespus de las canciones que usted crea conveniente.


38/40

38


No se preocupe si al comenzar a cantar la cancin nadie

se une a cantarla. Eso es normal. Obvio: nadie la sabe;sin embargo, con ne cantndola recordando que esano ser la nica vez que la mostrar. Vea hacia el futuroy sea paciente, que a medida que la iglesia vaya familiari-zndose con ella la adoptar como propia y la adoracinpar cipa va crecer.

Cntela con dignidad

Cuando le sugiero que cante una cancin con dignidadme re ero a que la cante con el alma, con su corazny con todas sus fuerzas. Como dice el salmo: Ponga

gloria en su alabanza. Es decir, haga que su interpreta-cin cuente. S, cntela con fervor. Recuerde que esa esuna cancin que el Seor les permi escribir y usteddebe sen rse privilegiado de cantarla delante del Tronoy delante de los redimidos. Por lo tanto, no se amilane,cntela con la excelencia que amerita y como si fuera lal ma vez que va a dirigir la alabanza en su iglesia. Deeste modo, cuando termine de cantarla podr tener lacerteza que han honrado al Seor con todo su ser y ser-vido a los hermanos con la calidad que se merecen.

UNAS PALABRAS FINALESLuego de la experiencia inusual de composicin delequipo de alabanza de la Comunidad Cris ana de Santa


39/40


39

Ana, que relat al inicio del libro, ellos han con nuado

escribiendo canciones para Dios. Despus de escribir suprimera cancin: Al Rey exltale y de presentarla enel aniversario de la iglesia, el pastor principal les pidique prepararan algunos cantos especiales para el Da delas madres que estaban por celebrar. Como dentro de lamembresa de la iglesia ellos cuentan con una hermanaque siempre ha cantado cantos tradicionales para dichaocasin, no pensaron que iba a ser di cultoso prepararalgo especial para las mams. El asunto es que debidoa su trabajo dicha hermana no iba a poder colaborarlesen esa ocasin. Por lo tanto, la preocupacin invadi

al grupo. En medio de la alarma y del dilema de quhacemos! , Juan Carlos, el sonidista, le dijo a todos:Bueno Y por qu no escribimos algo nosotros? Deinmediato, alguien argument: Pero es que no tenemosmucho empo! Juan Carlos respondi: Claro que s!Se puede, hagmosla! Al escuchar sus palabras de fe,algo sucedi en el corazn de todos. Cobraron nimo ycomenzaron a decir: Hey! S! Juan Carlos ene razn!Por qu no escribimos algo nosotros? As que algunosdel grupo se entregaron a la tarea de componer paradicha ocasin. Para hacer de una historia larga una corta,

escribieron una cancin nueva y la cantaron el Da de lasmadres.


40/40


La verdad es que todo esto que hemos hablado sobre

cantar nuestras propias canciones ene que ver concambiar paradigmas. No es fcil dejar los no puedo yabrazar los s puedo. Transformar la mente es un proce-so de todos los das. A mi modo de ver, el equipo de ala-banza de la Comunidad Cris ana de Santa Ana ya entren ese proceso. Actualmente ellos con nan cantandoAl Rey exltale, la primera cancin que escribieron y hasido tal el impacto de estas dos experiencias de compo-sicin en el ministerio que enen planeado, a parte deseguir componiendo, desarrollar un proyecto denomina-do: Despierten arpa y lira! con el que pretenden capa-

citarse ellos mismos en materia de composicin a travsde plenarias, talleres y empos de ministracin.

Y qu de usted y su equipo de alabanza? Ya estn ha -ciendo planes para comenzar a cantar sus propias can-ciones? Es mi deseo y oracin que as sea.

Si este libro ha sido de bendicin para su vida y ministerio le invitoa que nos escriba a: [email protected] y nos cuente

al respecto. Adems, si desea profundizar sobre el tema de escribircanciones le invito a visitar: www.laaventuradecomponer.com

i l
mailto:[email protected]://www.laaventuradecomponer.com/http://www.laaventuradecomponer.com/mailto:[email protected]

¿qué tal si cantan sus propias canciones

Documents